Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
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Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Hola!! molestarnos un capitulo largo??? pero que dices¿¿¿¿?? vamos por lo menos a mí como que mas largo mas mejor, es un placer leerte, me encanta tu FIc, y me da una pena inmensa el que se termine..
Deseando leer el final tan estupendo que nos tienes preparado.
Gracias por compartir el FIc con todos nosotros
Deseando leer el final tan estupendo que nos tienes preparado.
Gracias por compartir el FIc con todos nosotros
IsaVera- Autor de best-seller
- Mensajes : 762
Fecha de inscripción : 10/01/2011
Edad : 40
Localización : Cartagena, Murcia
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Bueno, pues aquí os dejo el último capítulo.
Espero que os guste.
Capítulo 27 FINAL
Kate seguía girada mirando hacia la puerta principal, cuando escuchó gritar a Alexis:
- ¡Abuela! ¿Estás bien? ¿Qué te pasa? – Martha acababa de levantarse del asiento e intentaba dirigirse hacia el pasillo. Estaba pálida y como desorientada.
- Cariño, necesito salir para que me dé un poco de aire. Me estoy mareando – y acto seguido se desplomó, aunque por suerte, Alexis consiguió sujetarla a duras penas antes de que tocase el suelo. Kate y el resto de personas que se encontraban cerca enseguida echaron una mano a la joven para colocar a Martha en medio del pasillo, que era donde había un poco más de holgura.
- ¡MADRE! – grito Castle al darse la vuelta por el revuelo que se había formado y ver a Martha en el suelo. El doctor Sandals, que aun se encontraba en la sala tras haber prestado declaración, se acercó para examinarla.
- Por favor, apártense. Déjenla espacio para respirar – dijo el doctor mientras la tomaba el pulso.
- ¡ORDEN EN LA SALA! – gritó el Juez – Alguacil, llame a una ambulancia. – Por desgracia, no era la primera vez que en un juicio, alguien del público sufría algún percance al ver cómo un ser querido estaba a punto de ser condenado.
A los pocos minutos aparecieron los sanitarios para atender a Martha y si fuese necesario, para trasladarla al hospital para un examen más pormenorizado.
- ¿Cómo se encuentra? – preguntó el sanitario – respire despacio, intente relajarse. ¿Cree que puede levantarse?
- Aún me encuentro algo mareada – contestó Martha, que poco a poco iba recobrando la consciencia.
- No se preocupe, aguante un par de minutos aquí tumbada y en seguida se recuperará.
El sanitario se acercó al Juez para comentarle lo ocurrido. No era nada grave. Tan sólo un ataque de ansiedad, y en cuanto pudiese reincorporarse, la llevarían fuera de la sala para poder atenderla debidamente.
Mientras estaba tumbada en el suelo, Martha vio cómo Lanie entornaba la puerta principal del juzgado y con una sonrisa de satisfacción en su rostro miró a Kate, la cual aun no se había percatado de la presencia de la forense.
- Creo que ya puedo intentar levantarme, joven. Parece que se me ha pasado un poco el mareo después de seguir sus consejos – dijo Martha dirigiéndose al sanitario que estaba a su lado.
Kate miró sorprendida a Castle. Hasta ese momento ninguno de los dos se había planteado si quiera la posibilidad de que Martha estuviese fingiendo para ganar tiempo, pero ahora, tras ver la sonrisa triunfal de Martha mientras los sanitarios la acompañaban fuera de la sala, no les quedaba la menor duda.
- ¡¡ORDEN!! - Gritó el Juez mientras golpeaba reiteradamente su maza - ¡¡ORDEN EN LA SALA!! – Después del incidente de Martha todos los asistentes estaban de pie y comentando lo sucedido – ¡Les recuerdo que están ante un tribunal! – añadió el Juez en un tono amenazante. Poco a poco, el público fue volviendo a sus asientos.
El alguacil de la puerta se acercó al Juez y le informó que la doctora Lanie Parish ya había llegado.
- Sr. Thompson, llame a su último testigo.
- La defensa llama a la doctora Lanie Parish – dijo Jack, y acto seguido Lanie entró en la sala, se dirigió al estrado, hizo el juramento y tomó asiento.
- Dra. Parish ¿ha realizado usted la autopsia al Sr. Kölher?
- Sí.
- ¿Cuál fue la causa de la muerte?
- Tal y como consta en el informe realizado por el Sr. Sandals, la causa de la muerte es un traumatismo craneoencefálico.
Concretamente debido a la hemorragia causada por la compresión del hueso esfenoides en el etmoides y vómer.
- Dra. Parish, ¿sería usted tan amable de explicarlo en lenguaje no técnico, para los que no somos unos entendidos en la materia? – dijo el abogado con una sonrisa.
- Por supuesto. Este tipo de lesión mortal suele ser causado por un fuerte golpe en el labio superior, debajo de la nariz, con trayectoria ascendente. Podría decirse que del puñetazo los huesos de la nariz se fracturan, desplazándose hacia arriba, lo que provoca que éstos se incrusten en el cráneo, produciendo una severa hemorragia interna e irremediablemente la muerte en escasos segundos.
- Gracias Dra. Parish por la aclaración – dijo el abogado defensor – continúe, por favor.
- Pues como iba diciendo, tras realizar la autopsia al cadáver, he podido determinar que el momento en el que se produjo el golpe mortal fue en el segundo puñetazo.
- ¿Está segura de eso?
- Completamente.
- Entonces, si eso es así, significa que el Sr. Kölher falleció en el segundo puñetazo.
- Sí, así es.
- Por lo tanto, si mi cliente hubiese dado sólo un par de puñetazos a la víctima, ¿el resultado hubiese sido el mismo?
- Exacto.
- En ese caso – dijo Jack dirigiendo su mirada al banquillo de la acusación - y tal y como el fiscal acaba de decir hace escasos minutos… ¿cómo era?… lo tenía apuntado por aquí… – dijo rebuscando entre los papeles de su mesa –… ¡ah sí! ¡aquí está! “Si…hubiese… dado un par de puñetazos,…yo sería el primero en considerarlo legítima defensa” por lo tanto, siendo coherente con su palabras, y dado que fue el segundo puñetazo que le propinó el que le causó la muerte, mi cliente no puede ser condenado cuando concurre la eximente de legítima defensa. Simplemente fue un golpe desafortunado cuando intentaba defenderse.
- ¡Yo no dije eso! – protestó enérgicamente el fiscal.
- ¿Si quieres le pedimos a la taquígrafa que nos lea lo que dijo? – contestó el abogado con una tranquilidad que lo único que hacía era crispar más al fiscal.
- No, no hace falta – sabía perfectamente que esas habían sido sus palabras.
- Pues, de la misma manera que no se puede condenar a mi cliente por homicidio cuando existe una eximente absolutoria – dijo Jack dirigiéndose al jurado - tampoco puede considerarse la agravante de ensañamiento, pues lo impide la propia definición de ésta, que dice así: “Aumentar deliberada e inhumanamente el sufrimiento de la víctima, causando a ésta padecimientos innecesarios para la ejecución del delito”. Si el Sr. Kölher ya estaba muerto tras el segundo golpe, los 38 restantes no aumentaron el sufrimiento de la víctima. El resto de heridas son post-mortem y por lo tanto no son sancionables penalmente – y dirigió de nuevo la vista al estrado.
- Gracias por su revelador testimonio, Dra. Parish. No hay más preguntas. – dijo un pletórico Jack Thompson.
- Su turno – dijo el Juez refiriéndose a la acusación.
- ¿Trabaja usted en la misma comisaría que el acusado? – preguntó el fiscal.
- Sí.
- ¿Hace cuantos años que conoce al Sr. Castle?
- Cerca de cuatro años.
- ¿Diría que tiene una relación de amistad con el acusado?
- Sí. Somos amigos. Pero si intenta poner en tela de juicio mi profesionalidad, le diré que se equivoca.
- ¡Vamos, Dra. Parish! ¿no cree que resulta un poco sospechoso que la única prueba que puede absolver al acusado provenga de una de sus amigas?
- Si no está conforme con mi informe forense, está en su derecho de solicitar uno nuevo.
- Claro que solicitaré un nuevo informe. De eso que no le quepa la menor duda. Pero será realizado por nuestro eminente médico forense, el Dr. Brandom – dijo el fiscal con cierto tono prepotente.
- Por suerte, antes de venir a declarar aquí, he sido bien…asesorada – dijo sonriendo a Jack, el cual inclinó levemente la cabeza a modo de agradecimiento por esas palabras, mientras recogía los tres documentos que la forense le daba, y continuó hablando – Como suponía que cuestionaría mi imparcialidad en este caso, anoche solicité a tres compañeros de profesión que a raíz de las lesiones que presentaba el cadáver, realizasen un informe forense y…los tres… bueno, mejor dicho, los cuatro, coincidimos en las causas y el momento de la muerte del Sr. Kölher.
Jack acercó los informes al Juez, y posteriormente a la acusación, mientras en la sala había vuelto a producirse un revuelo ante las nuevas pruebas y lo que ello podía significar.
- Por cierto – dijo con orgullo Lanie dirigiéndose al fiscal – como podrá observar, uno de esos informes, va firmado por su “eminente” médico forense, el Dr. Brandom.
- ¡¡SILENCIO, SILENCIO EN LA SALA!! – gritó el Juez mientras daba golpes con su maza. Tras las últimas palabras de la forense la sala se había revolucionado. La gente del público estaba cuchicheando lo ocurrido, y lo que había empezado siendo un murmullo había desembocado en una algarabía - ¡Letrados, acérquense! – ordenó el juez.
- Dadas las nuevas pruebas aportadas al caso, ¿la fiscalía quiere solicitar un aplazamiento para poder contrastarlas? – preguntó el Juez.
- No señoría – respondió el fiscal abatido.
- Regresen a sus asientos.
- A raíz de las nuevas pruebas aportadas al caso, se suspende la sesión mientras el jurado se retira a deliberar – dijo el Juez – Alguacil, llévese al acusado.
- ¡¡EN PIE!! – exclamó el Secretario Judicial mientras el Juez y el Jurado abandonaban la sala.
Los policías volvieron a escoltar a Castle hasta una de las puertas traseras de la sala para llevarle a los calabozos del juzgado a la espera de que se reanudase la sesión.
Media hora después, el alguacil avisó de que el jurado ya había tomado una decisión respecto al caso e iba a continuar la sesión. A pesar de que durante las últimas tres semanas todos habían estado bastante nerviosos y preocupados por el devenir de Castle, éstos últimos minutos esperando fuera de la sala, estaban siendo los peores. Se podía decir que ya estaban todas las cartas sobre la mesa, para bien o para mal el juicio ya había terminado y ahora sólo faltaba escuchar el veredicto. En cuestión de minutos se decidiría sobre el futuro de aquel hombre que por intentar salvar a su musa, se estaba jugando el pasar el resto de su vida en prisión.
Cuando ya estaba todo el público sentado, entró en la sala el acusado, nuevamente escoltado por los dos policías, el Juez y el Jurado. Una vez todos tomaron asiento, el Juez dijo:
- Damas y caballeros del jurado, ¿han alcanzado un veredicto?
- Así es, señoría.
- Entrégueselo al alguacil – dijo el Juez, mientras Martha cogía de la mano a Alexis y a Kate. Las tres estaban conteniendo la respiración a la espera de escuchar el veredicto.
- Gracias alguacil – dijo el juez tras coger el papel que éste le daba.
- Que se ponga en pie el acusado – dijo el Juez, mientras esperaba a que éste se levantase para continuar hablando – Del cargo de asesinato en primer grado por concurrir la agravante de ensañamiento, el jurado halla al acusado… inocente. Del cargo de homicidio imprudente se declara al acusado… no culpable - y levantando la vista del papel y mirando hacia el banquillo de la defensa, añadió,- Éste tribunal, declara al señor Richard E. Castle, absuelto de todos los cargos.
La sala estalló en gritos y aplausos. Todos los presentes empezaron a abrazarse. Jack extendió la mano a Castle, pero éste tiró fuerte hacía él, fundiéndose en un sentido abrazo.
- Gracias Jack. Gracias por todo – dijo Castle emocionado.
- No me las des a mí. Dáselas a tus amigos, ellos son los verdaderos héroes del día.
- ¡Éste tribunal aun no ha acabado la sesión! ¡ORDEN! ¡ORDEN! – gritaba sin cesar una y otra vez el Juez mientras golpeaba la mesa con la maza, hasta que finalmente con resignación añadió -¡SE LEVANTA LA SESIÓN! – dando un último golpe antes de levantarse.
En ese momento, Alexis saltó por encima de la barandilla de madera que les separaba y corrió a tirarse a los brazos de su padre, uniéndose Martha a ese abrazo poco segundos después. Por fin la pesadilla había terminado para todos. En sus rostros se veía alegría, cansancio, lágrimas, sonrisas, ilusión y risas después del mal trago pasado. Mientras Castle abrazaba a su familia, sentía que aún le falta algo, y levantó la mirada en busca de Beckett, la cual estaba justo enfrente con una sonrisa cautivadora, conmovida por esa preciosa escena familiar, mientras de manera involuntaria se mordía el labio inferior. Se moría de ganas por acercarse a él, por abrazarle, por besarle, pero ahora Martha y Alexis le necesitaban más. Castle la mostró esa sonrisa que la hacía perder el sentido, mientras vocalizaba un “te quiero” al que Kate contestó con un “yo también te quiero”. Rick quiso acercase a ella, pero le resultaba imposible moverse pues seguía fuertemente abrazo por su madre y sobre todo por Alexis. Primero intentó soltarse del agarre de su hija, pero no lo consiguió así que, probó zafarse del de su madre, aunque tampoco obtuvo demasiado éxito, provocando que Kate, que estaba viendo toda la situación, soltase una carcajada, contagiando con ella a Rick.
Martha se separó un poco al notarle distraído y que se estaba riendo de algo, y vio a su hijo comiéndose con los ojos a Beckett y viceversa, por lo que poco a poco fue separándose del abrazo y obligando a Alexis a hacer lo mismo.
Una vez liberado, Castle fue acercándose lentamente a Kate sin apartar la vista de ella ni un segundo. Ella tardó un poco más en reaccionar, pero también comenzó a encaminarse hacia él. Según se iban acercando, el ruido de su alrededor, se fue transformando en un murmullo, luego en un susurro y finalmente acabó evaporándose por la sala. Sólo estaban centrados en la persona que tenían delante. Era como si todos los demás hubiesen desaparecido de la sala. Por fin llegaron el uno al otro. Castle levantó una de sus manos para acariciar el rostro de Kate, mientras ésta posaba sus manos en su cintura, y cuando Kate sintió el roce de esa mano cálida sobre su rostro, no pudo evitar por unos segundos cerrar los ojos. Los dos estaban exultantes de felicidad.
- Te quiero Richard Castle – dijo Beckett acercándose peligrosamente a sus labios, mientras con sus brazos le rodeaba la cintura.
- Y yo a ti, Kate – dijo Castle instantes antes de que sus labios se juntasen. La mano de Castle se desplazó hacia la nuca, para profundizar el beso, mientras Kate le abrazaba con más fuerza, hasta quedar sus cuerpos completamente pegados. El beso que empezó siendo dulce y tierno, en seguida se tornó en uno más apasionado y lujurioso, hasta que los aplausos de los allí presentes y de sus amigos, rompió el momento.
Ambos se habían olvidado por completo de dónde estaban. Kate se ruborizó ante esa situación, de hecho se sentía un poco avergonzada. No solía caracterizarse por sus muestras de afecto en público, así que, escondió su cabeza en el pecho de Rick, mirando hacia el lado opuesto a donde estaba la gente. No había planeado eso. No tenía previsto hacer público lo suyo tan pronto, pero lo que sentía por ese hombre era tan fuerte que no había podido evitar acercarse a él y besarle. De hecho, incluso ahora, incluso sabiendo que todos estaban mirando, lo único que quería era seguir besándole, seguir disfrutando de sus caricias, de sus palabras al oído, a pesar de lo que la gente pudiese decir o pensar al respecto.
Castle sonrió al ver su reacción, parecía una niña pequeña ocultándose tras las piernas de madre, así que, la abrazó cariñosamente mientras depositaba dulces besos sobre su cabeza. Aquel gesto fue suficiente para devolver a Kate esa confianza y seguridad que la caracterizaba, así que, volteó la cabeza y miró a sus amigos sin poder borrar esa sonrisa de oreja a oreja que denotaba lo feliz que se sentía, mientras seguía abrazada a su chico.
Todos los allegados, se acercaron a ellos para felicitarles por su relación y por la absolución de Castle.
A pesar de que Rick estaba bastante cansado, tenía ganas de agradecer a todos lo mucho que habían trabajado para conseguir sacarlo de la cárcel, y por ello, les invitó a tomar algo en “The Old Haunt” en cuanto firmase los papeles de su libertad y se pasase por su casa para darse una ducha.
Tres horas más tardes, volvían a reunirse todos en el bar. Alexis se pasó casi toda la noche abrazada a su padre, mientras éste contaba a Gates y a los chicos cómo había sido su estancia en prisión y alguna que otra batallita de las suyas, en donde resultaba difícil diferenciar qué parte era verdad y cual ficción. Lanie le estuvo contando a Kate en qué momento se dio cuenta de lo de la autopsia, y cómo la noche anterior llamó al abogado de Castle para que la asesorase para el juicio. Kate, por más que le daba las gracias, sentía que jamás podría agradecérselo como se merecía, pues al fin y al cabo, había sido ella la que había hecho posible que su chico saliese de la cárcel. Martha, por su parte, se pasó gran parte de la velada charlando con Jack y relatando con todo lujo de detalle esa increíble actuación fingiendo un ataque de ansiedad, digna de una auténtica diva del espectáculo.
Cuando quisieron darse cuenta, ya era casi media noche. Estaban disfrutando tanto de la velada, que parecía que a nadie le importaba tener que madrugar al día siguiente.
Aunque durante toda la noche, Kate había estado charlando con unos y con otros, no dejó de seguir con su mirada cada uno de los movimientos de Rick. Ésta era una nueva situación entre ellos y Kate aún no sabía muy bien cómo actuar. Se lo estaba pasando bien en la fiesta, pero la necesidad de estar con él era mayor incluso de lo que ella podía llegar a imaginar. Hasta cierto punto se sentía egoísta por desear que todos los demás se fuesen. Quería tener a Castle para ella sola. Disfrutar de él sin compartirlo con nadie y sin las constantes interrupciones de unos o de otros. Ahora que le había recuperado, sentía la urgencia de tenerle todo el rato a su lado, incluso por la noche, pero no sabía cómo planteárselo. Quizás fuese algo precipitado, además, si ella estaba cansada, no quería ni imaginarse cómo debía encontrarse él, así que, aprovechando que se dirigía solo a la barra se acercó a él.
- ¿Hey? – le dijo dándole un beso en la mejilla. ¿Qué tal vas? ¿cansado?
- Estoy destrozado – dijo intentando sacar un sonrisa - Han sido unos días de mucha tensión.
- Entonces será mejor que te vayas a casa y te acuestes. Necesitas descansar y recuperarte. – dijo Kate intentando no mostrar su desilusión ante su respuesta.
- No quiero acostarme. ¿Y si al despertarme me doy cuenta de que todo esto no ha sido más que un precioso sueño? Además, últimamente cuando duermo sólo tengo pesadillas – dijo Castle que sí que había percibido la desilusión en el rostro de Kate.
Aquello conmovió a Kate. Por mucho que quisiese ponerse en su lugar, nunca podría saber por lo que él había pasado. No sólo por su estancia en la cárcel, sino por creer que ella había muerto.
- Ojala pudiese ayudarte de algún modo, Rick.
- Bueno, ahora que lo mencionas, tal vez haya una forma de ayudarme – dijo Castle levantando seductoramente la ceja.
- ¿Qué propones? – contestó Beckett siguiéndole el juego.
- Duerme conmigo.
- ¡Castle! – dijo intentando parecer indignada, aunque en el fondo no le desagradaba nada la idea.
- No Kate, lo digo en serio. Te juro que mis intenciones son nobles…esta noche.
- ¿Esta noche?
- Es cuanto te puedo garantizar – dijo en un tono sincero - Compréndelo Kate, llevo deseándote desde hace tanto que ya me parece que ha sido toda la vida. Sabes que te respetó y que iremos al ritmo que tú decidas a partir de mañana, pero por favor Kate, esta noche duerme conmigo. Sólo quiero sentirte a mi lado. Durante el tiempo que estuve en prisión siempre tenía la misma pesadilla, y era que veía como te disparaban sin poder hacer nada. Siempre llegaba tarde. Me levantaba sobresaltado de la cama con el corazón a punto de estallar. Incluso creo que en más de una ocasión desperté a mi compañero de celda al gritar tu nombre cuando te veía morir. ¡Era tan real Kate! – Castle no podía evitar que se le pusiesen los ojos borrosos sólo con recordarlo - Y después no quería volver a dormirme por miedo a que volviesen esas imágenes. Pero si duermes conmigo, y sufro una pesadilla, al despertarme te veré ahí, a mi lado, y sabré que no ha sido más que un mal sueño.
Kate se acercó y le dio un tierno beso en los labios.
- Entonces no hay más que hablar, esta noche dormiré contigo – sentenció Kate conmovida por lo que acababa de escuchar.
- ¿Y qué pasa si mañana tengo otra pesadilla? – preguntó Castle intentando poner cara de pena.
- Pues en ese caso, también tendré que dormir contigo mañana - contestó Beckett como si se tratase de algo obvio.
- Juraría que he leído en algún sitio, que uno puede pasarse toda la vida teniendo pesadillas sobre un mismo hecho – dijo mientras con sus brazos la atraía hacia él.
- Por desgracia, no está en mis manos el hacer que tus pesadillas desaparezcan, pero te prometo... que cuando te despiertes de una pesadilla... me tendrás a tu lado – dijo acercándose a sus labios.
- ¿Ah sí? ¿Y cómo puedes saber qué noche voy a sufrir una pesadilla?
- No lo sabré, por eso mi intención es pasar todas las noches contigo, así, siempre que te despiertes, sea por un mal sueño o de forma normal, me encontrarás tu lado.
- ¿Siempre? – preguntó entre sorprendido e ilusionado.
- Always – contestó justo antes de besarle apasionadamente.
Pocos minutos después, ambos abandonaron la fiesta junto con Martha y Alexis y, tras hacer una parada técnica en el piso de Kate para coger algo de ropa, se fueron a casa.
Castle estaba realmente agotado. Tanto, que no pudo evitar quedarse dormido en el coche.
Nada más entrar en el loft, Martha y Alexis se despidieron de la feliz pareja y subieron a sus habitaciones. En cuanto ambas desaparecieron por las escaleras, Castle no pudo evitar acercarse por detrás a Kate y abrazarla, mientras hundía su cabeza en su cuello y se impregnaba de ese olor de cerezas que tanto le gustaba.
- ¿Qué me dice, detective Beckett, dispuesta a pasar la noche en la mejor de las compañías?
- ¿En serio? ¿Quién viene esta noche? – preguntó una ilusionada Beckett.
- Muy graciosa detective, muy graciosa – contestó Castle intentado aparentar estar dolido y rompiendo el abrazo, lo que aprovechó Kate para darse la vuelta y quedarse mirándole a los ojos.
- Claro que estoy dispuesta. Llevo soñando con este momento demasiado tiempo – dijo dándole un dulce beso – Dame un segundo para que llame a mi padre, que al final, con todo lo que ha pasado, se me ha olvidado contarle cómo ha ido el juicio y supongo que el hombre estará preocupado.
- Está bien. Te espero arriba – dijo dándole un beso en la cabeza.
Tras hablar con su padre, Kate subió a la habitación. Entró despacio y con cuidado, aunque pronto comprobó que allí no había nadie y que el baño estaba vacío. Salió de nuevo al pasillo en busca de Rick y escuchó voces que provenían de la habitación de Alexis, la cual tenía la puerta entornada. Se fue acercando lentamente hasta que pudo ver a Castle en pijama sentando en la cama de su hija dándole un beso de buenas noches y deseándole dulces sueños. Beckett estaba segura de que, dar un beso a su hija antes de acostarse, era un de las cosas que más habría echado de menos si finalmente le hubiesen condenado. Kate regresó a la habitación y pasó al baño. Cuando salió, vio que Castle ya estaba dentro de la cama, e incluso parecía dormido, por lo que Kate se metió en la cama sin hacer ruido para no despertarle, se acercó un poco a él y le dio un dulce beso de buenas noches en los labios mientras le decía “te quiero Rick” y se recostaba sobre su pecho. Castle, medio despierto, medio dormido, sonrió ante ese beso y la atrajo hacia él, estrechándola entre sus brazos y depositando un suave beso en su cabeza.
- Yo también te quiero Kate – dijo Castle, y los dos cayeron en un profundo sueño con una enorme sonrisa de felicidad dibujada en sus rostros. Sabían que al día siguiente, cuando se despertasen, comenzaría su nueva vida. Una en la que estarían juntos. Una vida con la que ambos llevaban soñando demasiado tiempo y de la que apunto habían estado de no poder disfrutar.
FIN
Muchísimas gracias de todo corazón por haber seguido el fic. ¡¡Sois increíbles!!
Ha sido un verdadero placer haber podido compartirlo con todos vosotr@s
Un besazo enorme para tod@s.
Sara.
Espero que os guste.
Capítulo 27 FINAL
Kate seguía girada mirando hacia la puerta principal, cuando escuchó gritar a Alexis:
- ¡Abuela! ¿Estás bien? ¿Qué te pasa? – Martha acababa de levantarse del asiento e intentaba dirigirse hacia el pasillo. Estaba pálida y como desorientada.
- Cariño, necesito salir para que me dé un poco de aire. Me estoy mareando – y acto seguido se desplomó, aunque por suerte, Alexis consiguió sujetarla a duras penas antes de que tocase el suelo. Kate y el resto de personas que se encontraban cerca enseguida echaron una mano a la joven para colocar a Martha en medio del pasillo, que era donde había un poco más de holgura.
- ¡MADRE! – grito Castle al darse la vuelta por el revuelo que se había formado y ver a Martha en el suelo. El doctor Sandals, que aun se encontraba en la sala tras haber prestado declaración, se acercó para examinarla.
- Por favor, apártense. Déjenla espacio para respirar – dijo el doctor mientras la tomaba el pulso.
- ¡ORDEN EN LA SALA! – gritó el Juez – Alguacil, llame a una ambulancia. – Por desgracia, no era la primera vez que en un juicio, alguien del público sufría algún percance al ver cómo un ser querido estaba a punto de ser condenado.
A los pocos minutos aparecieron los sanitarios para atender a Martha y si fuese necesario, para trasladarla al hospital para un examen más pormenorizado.
- ¿Cómo se encuentra? – preguntó el sanitario – respire despacio, intente relajarse. ¿Cree que puede levantarse?
- Aún me encuentro algo mareada – contestó Martha, que poco a poco iba recobrando la consciencia.
- No se preocupe, aguante un par de minutos aquí tumbada y en seguida se recuperará.
El sanitario se acercó al Juez para comentarle lo ocurrido. No era nada grave. Tan sólo un ataque de ansiedad, y en cuanto pudiese reincorporarse, la llevarían fuera de la sala para poder atenderla debidamente.
Mientras estaba tumbada en el suelo, Martha vio cómo Lanie entornaba la puerta principal del juzgado y con una sonrisa de satisfacción en su rostro miró a Kate, la cual aun no se había percatado de la presencia de la forense.
- Creo que ya puedo intentar levantarme, joven. Parece que se me ha pasado un poco el mareo después de seguir sus consejos – dijo Martha dirigiéndose al sanitario que estaba a su lado.
Kate miró sorprendida a Castle. Hasta ese momento ninguno de los dos se había planteado si quiera la posibilidad de que Martha estuviese fingiendo para ganar tiempo, pero ahora, tras ver la sonrisa triunfal de Martha mientras los sanitarios la acompañaban fuera de la sala, no les quedaba la menor duda.
- ¡¡ORDEN!! - Gritó el Juez mientras golpeaba reiteradamente su maza - ¡¡ORDEN EN LA SALA!! – Después del incidente de Martha todos los asistentes estaban de pie y comentando lo sucedido – ¡Les recuerdo que están ante un tribunal! – añadió el Juez en un tono amenazante. Poco a poco, el público fue volviendo a sus asientos.
El alguacil de la puerta se acercó al Juez y le informó que la doctora Lanie Parish ya había llegado.
- Sr. Thompson, llame a su último testigo.
- La defensa llama a la doctora Lanie Parish – dijo Jack, y acto seguido Lanie entró en la sala, se dirigió al estrado, hizo el juramento y tomó asiento.
- Dra. Parish ¿ha realizado usted la autopsia al Sr. Kölher?
- Sí.
- ¿Cuál fue la causa de la muerte?
- Tal y como consta en el informe realizado por el Sr. Sandals, la causa de la muerte es un traumatismo craneoencefálico.
Concretamente debido a la hemorragia causada por la compresión del hueso esfenoides en el etmoides y vómer.
- Dra. Parish, ¿sería usted tan amable de explicarlo en lenguaje no técnico, para los que no somos unos entendidos en la materia? – dijo el abogado con una sonrisa.
- Por supuesto. Este tipo de lesión mortal suele ser causado por un fuerte golpe en el labio superior, debajo de la nariz, con trayectoria ascendente. Podría decirse que del puñetazo los huesos de la nariz se fracturan, desplazándose hacia arriba, lo que provoca que éstos se incrusten en el cráneo, produciendo una severa hemorragia interna e irremediablemente la muerte en escasos segundos.
- Gracias Dra. Parish por la aclaración – dijo el abogado defensor – continúe, por favor.
- Pues como iba diciendo, tras realizar la autopsia al cadáver, he podido determinar que el momento en el que se produjo el golpe mortal fue en el segundo puñetazo.
- ¿Está segura de eso?
- Completamente.
- Entonces, si eso es así, significa que el Sr. Kölher falleció en el segundo puñetazo.
- Sí, así es.
- Por lo tanto, si mi cliente hubiese dado sólo un par de puñetazos a la víctima, ¿el resultado hubiese sido el mismo?
- Exacto.
- En ese caso – dijo Jack dirigiendo su mirada al banquillo de la acusación - y tal y como el fiscal acaba de decir hace escasos minutos… ¿cómo era?… lo tenía apuntado por aquí… – dijo rebuscando entre los papeles de su mesa –… ¡ah sí! ¡aquí está! “Si…hubiese… dado un par de puñetazos,…yo sería el primero en considerarlo legítima defensa” por lo tanto, siendo coherente con su palabras, y dado que fue el segundo puñetazo que le propinó el que le causó la muerte, mi cliente no puede ser condenado cuando concurre la eximente de legítima defensa. Simplemente fue un golpe desafortunado cuando intentaba defenderse.
- ¡Yo no dije eso! – protestó enérgicamente el fiscal.
- ¿Si quieres le pedimos a la taquígrafa que nos lea lo que dijo? – contestó el abogado con una tranquilidad que lo único que hacía era crispar más al fiscal.
- No, no hace falta – sabía perfectamente que esas habían sido sus palabras.
- Pues, de la misma manera que no se puede condenar a mi cliente por homicidio cuando existe una eximente absolutoria – dijo Jack dirigiéndose al jurado - tampoco puede considerarse la agravante de ensañamiento, pues lo impide la propia definición de ésta, que dice así: “Aumentar deliberada e inhumanamente el sufrimiento de la víctima, causando a ésta padecimientos innecesarios para la ejecución del delito”. Si el Sr. Kölher ya estaba muerto tras el segundo golpe, los 38 restantes no aumentaron el sufrimiento de la víctima. El resto de heridas son post-mortem y por lo tanto no son sancionables penalmente – y dirigió de nuevo la vista al estrado.
- Gracias por su revelador testimonio, Dra. Parish. No hay más preguntas. – dijo un pletórico Jack Thompson.
- Su turno – dijo el Juez refiriéndose a la acusación.
- ¿Trabaja usted en la misma comisaría que el acusado? – preguntó el fiscal.
- Sí.
- ¿Hace cuantos años que conoce al Sr. Castle?
- Cerca de cuatro años.
- ¿Diría que tiene una relación de amistad con el acusado?
- Sí. Somos amigos. Pero si intenta poner en tela de juicio mi profesionalidad, le diré que se equivoca.
- ¡Vamos, Dra. Parish! ¿no cree que resulta un poco sospechoso que la única prueba que puede absolver al acusado provenga de una de sus amigas?
- Si no está conforme con mi informe forense, está en su derecho de solicitar uno nuevo.
- Claro que solicitaré un nuevo informe. De eso que no le quepa la menor duda. Pero será realizado por nuestro eminente médico forense, el Dr. Brandom – dijo el fiscal con cierto tono prepotente.
- Por suerte, antes de venir a declarar aquí, he sido bien…asesorada – dijo sonriendo a Jack, el cual inclinó levemente la cabeza a modo de agradecimiento por esas palabras, mientras recogía los tres documentos que la forense le daba, y continuó hablando – Como suponía que cuestionaría mi imparcialidad en este caso, anoche solicité a tres compañeros de profesión que a raíz de las lesiones que presentaba el cadáver, realizasen un informe forense y…los tres… bueno, mejor dicho, los cuatro, coincidimos en las causas y el momento de la muerte del Sr. Kölher.
Jack acercó los informes al Juez, y posteriormente a la acusación, mientras en la sala había vuelto a producirse un revuelo ante las nuevas pruebas y lo que ello podía significar.
- Por cierto – dijo con orgullo Lanie dirigiéndose al fiscal – como podrá observar, uno de esos informes, va firmado por su “eminente” médico forense, el Dr. Brandom.
- ¡¡SILENCIO, SILENCIO EN LA SALA!! – gritó el Juez mientras daba golpes con su maza. Tras las últimas palabras de la forense la sala se había revolucionado. La gente del público estaba cuchicheando lo ocurrido, y lo que había empezado siendo un murmullo había desembocado en una algarabía - ¡Letrados, acérquense! – ordenó el juez.
- Dadas las nuevas pruebas aportadas al caso, ¿la fiscalía quiere solicitar un aplazamiento para poder contrastarlas? – preguntó el Juez.
- No señoría – respondió el fiscal abatido.
- Regresen a sus asientos.
- A raíz de las nuevas pruebas aportadas al caso, se suspende la sesión mientras el jurado se retira a deliberar – dijo el Juez – Alguacil, llévese al acusado.
- ¡¡EN PIE!! – exclamó el Secretario Judicial mientras el Juez y el Jurado abandonaban la sala.
Los policías volvieron a escoltar a Castle hasta una de las puertas traseras de la sala para llevarle a los calabozos del juzgado a la espera de que se reanudase la sesión.
Media hora después, el alguacil avisó de que el jurado ya había tomado una decisión respecto al caso e iba a continuar la sesión. A pesar de que durante las últimas tres semanas todos habían estado bastante nerviosos y preocupados por el devenir de Castle, éstos últimos minutos esperando fuera de la sala, estaban siendo los peores. Se podía decir que ya estaban todas las cartas sobre la mesa, para bien o para mal el juicio ya había terminado y ahora sólo faltaba escuchar el veredicto. En cuestión de minutos se decidiría sobre el futuro de aquel hombre que por intentar salvar a su musa, se estaba jugando el pasar el resto de su vida en prisión.
Cuando ya estaba todo el público sentado, entró en la sala el acusado, nuevamente escoltado por los dos policías, el Juez y el Jurado. Una vez todos tomaron asiento, el Juez dijo:
- Damas y caballeros del jurado, ¿han alcanzado un veredicto?
- Así es, señoría.
- Entrégueselo al alguacil – dijo el Juez, mientras Martha cogía de la mano a Alexis y a Kate. Las tres estaban conteniendo la respiración a la espera de escuchar el veredicto.
- Gracias alguacil – dijo el juez tras coger el papel que éste le daba.
- Que se ponga en pie el acusado – dijo el Juez, mientras esperaba a que éste se levantase para continuar hablando – Del cargo de asesinato en primer grado por concurrir la agravante de ensañamiento, el jurado halla al acusado… inocente. Del cargo de homicidio imprudente se declara al acusado… no culpable - y levantando la vista del papel y mirando hacia el banquillo de la defensa, añadió,- Éste tribunal, declara al señor Richard E. Castle, absuelto de todos los cargos.
La sala estalló en gritos y aplausos. Todos los presentes empezaron a abrazarse. Jack extendió la mano a Castle, pero éste tiró fuerte hacía él, fundiéndose en un sentido abrazo.
- Gracias Jack. Gracias por todo – dijo Castle emocionado.
- No me las des a mí. Dáselas a tus amigos, ellos son los verdaderos héroes del día.
- ¡Éste tribunal aun no ha acabado la sesión! ¡ORDEN! ¡ORDEN! – gritaba sin cesar una y otra vez el Juez mientras golpeaba la mesa con la maza, hasta que finalmente con resignación añadió -¡SE LEVANTA LA SESIÓN! – dando un último golpe antes de levantarse.
En ese momento, Alexis saltó por encima de la barandilla de madera que les separaba y corrió a tirarse a los brazos de su padre, uniéndose Martha a ese abrazo poco segundos después. Por fin la pesadilla había terminado para todos. En sus rostros se veía alegría, cansancio, lágrimas, sonrisas, ilusión y risas después del mal trago pasado. Mientras Castle abrazaba a su familia, sentía que aún le falta algo, y levantó la mirada en busca de Beckett, la cual estaba justo enfrente con una sonrisa cautivadora, conmovida por esa preciosa escena familiar, mientras de manera involuntaria se mordía el labio inferior. Se moría de ganas por acercarse a él, por abrazarle, por besarle, pero ahora Martha y Alexis le necesitaban más. Castle la mostró esa sonrisa que la hacía perder el sentido, mientras vocalizaba un “te quiero” al que Kate contestó con un “yo también te quiero”. Rick quiso acercase a ella, pero le resultaba imposible moverse pues seguía fuertemente abrazo por su madre y sobre todo por Alexis. Primero intentó soltarse del agarre de su hija, pero no lo consiguió así que, probó zafarse del de su madre, aunque tampoco obtuvo demasiado éxito, provocando que Kate, que estaba viendo toda la situación, soltase una carcajada, contagiando con ella a Rick.
Martha se separó un poco al notarle distraído y que se estaba riendo de algo, y vio a su hijo comiéndose con los ojos a Beckett y viceversa, por lo que poco a poco fue separándose del abrazo y obligando a Alexis a hacer lo mismo.
Una vez liberado, Castle fue acercándose lentamente a Kate sin apartar la vista de ella ni un segundo. Ella tardó un poco más en reaccionar, pero también comenzó a encaminarse hacia él. Según se iban acercando, el ruido de su alrededor, se fue transformando en un murmullo, luego en un susurro y finalmente acabó evaporándose por la sala. Sólo estaban centrados en la persona que tenían delante. Era como si todos los demás hubiesen desaparecido de la sala. Por fin llegaron el uno al otro. Castle levantó una de sus manos para acariciar el rostro de Kate, mientras ésta posaba sus manos en su cintura, y cuando Kate sintió el roce de esa mano cálida sobre su rostro, no pudo evitar por unos segundos cerrar los ojos. Los dos estaban exultantes de felicidad.
- Te quiero Richard Castle – dijo Beckett acercándose peligrosamente a sus labios, mientras con sus brazos le rodeaba la cintura.
- Y yo a ti, Kate – dijo Castle instantes antes de que sus labios se juntasen. La mano de Castle se desplazó hacia la nuca, para profundizar el beso, mientras Kate le abrazaba con más fuerza, hasta quedar sus cuerpos completamente pegados. El beso que empezó siendo dulce y tierno, en seguida se tornó en uno más apasionado y lujurioso, hasta que los aplausos de los allí presentes y de sus amigos, rompió el momento.
Ambos se habían olvidado por completo de dónde estaban. Kate se ruborizó ante esa situación, de hecho se sentía un poco avergonzada. No solía caracterizarse por sus muestras de afecto en público, así que, escondió su cabeza en el pecho de Rick, mirando hacia el lado opuesto a donde estaba la gente. No había planeado eso. No tenía previsto hacer público lo suyo tan pronto, pero lo que sentía por ese hombre era tan fuerte que no había podido evitar acercarse a él y besarle. De hecho, incluso ahora, incluso sabiendo que todos estaban mirando, lo único que quería era seguir besándole, seguir disfrutando de sus caricias, de sus palabras al oído, a pesar de lo que la gente pudiese decir o pensar al respecto.
Castle sonrió al ver su reacción, parecía una niña pequeña ocultándose tras las piernas de madre, así que, la abrazó cariñosamente mientras depositaba dulces besos sobre su cabeza. Aquel gesto fue suficiente para devolver a Kate esa confianza y seguridad que la caracterizaba, así que, volteó la cabeza y miró a sus amigos sin poder borrar esa sonrisa de oreja a oreja que denotaba lo feliz que se sentía, mientras seguía abrazada a su chico.
Todos los allegados, se acercaron a ellos para felicitarles por su relación y por la absolución de Castle.
A pesar de que Rick estaba bastante cansado, tenía ganas de agradecer a todos lo mucho que habían trabajado para conseguir sacarlo de la cárcel, y por ello, les invitó a tomar algo en “The Old Haunt” en cuanto firmase los papeles de su libertad y se pasase por su casa para darse una ducha.
Tres horas más tardes, volvían a reunirse todos en el bar. Alexis se pasó casi toda la noche abrazada a su padre, mientras éste contaba a Gates y a los chicos cómo había sido su estancia en prisión y alguna que otra batallita de las suyas, en donde resultaba difícil diferenciar qué parte era verdad y cual ficción. Lanie le estuvo contando a Kate en qué momento se dio cuenta de lo de la autopsia, y cómo la noche anterior llamó al abogado de Castle para que la asesorase para el juicio. Kate, por más que le daba las gracias, sentía que jamás podría agradecérselo como se merecía, pues al fin y al cabo, había sido ella la que había hecho posible que su chico saliese de la cárcel. Martha, por su parte, se pasó gran parte de la velada charlando con Jack y relatando con todo lujo de detalle esa increíble actuación fingiendo un ataque de ansiedad, digna de una auténtica diva del espectáculo.
Cuando quisieron darse cuenta, ya era casi media noche. Estaban disfrutando tanto de la velada, que parecía que a nadie le importaba tener que madrugar al día siguiente.
Aunque durante toda la noche, Kate había estado charlando con unos y con otros, no dejó de seguir con su mirada cada uno de los movimientos de Rick. Ésta era una nueva situación entre ellos y Kate aún no sabía muy bien cómo actuar. Se lo estaba pasando bien en la fiesta, pero la necesidad de estar con él era mayor incluso de lo que ella podía llegar a imaginar. Hasta cierto punto se sentía egoísta por desear que todos los demás se fuesen. Quería tener a Castle para ella sola. Disfrutar de él sin compartirlo con nadie y sin las constantes interrupciones de unos o de otros. Ahora que le había recuperado, sentía la urgencia de tenerle todo el rato a su lado, incluso por la noche, pero no sabía cómo planteárselo. Quizás fuese algo precipitado, además, si ella estaba cansada, no quería ni imaginarse cómo debía encontrarse él, así que, aprovechando que se dirigía solo a la barra se acercó a él.
- ¿Hey? – le dijo dándole un beso en la mejilla. ¿Qué tal vas? ¿cansado?
- Estoy destrozado – dijo intentando sacar un sonrisa - Han sido unos días de mucha tensión.
- Entonces será mejor que te vayas a casa y te acuestes. Necesitas descansar y recuperarte. – dijo Kate intentando no mostrar su desilusión ante su respuesta.
- No quiero acostarme. ¿Y si al despertarme me doy cuenta de que todo esto no ha sido más que un precioso sueño? Además, últimamente cuando duermo sólo tengo pesadillas – dijo Castle que sí que había percibido la desilusión en el rostro de Kate.
Aquello conmovió a Kate. Por mucho que quisiese ponerse en su lugar, nunca podría saber por lo que él había pasado. No sólo por su estancia en la cárcel, sino por creer que ella había muerto.
- Ojala pudiese ayudarte de algún modo, Rick.
- Bueno, ahora que lo mencionas, tal vez haya una forma de ayudarme – dijo Castle levantando seductoramente la ceja.
- ¿Qué propones? – contestó Beckett siguiéndole el juego.
- Duerme conmigo.
- ¡Castle! – dijo intentando parecer indignada, aunque en el fondo no le desagradaba nada la idea.
- No Kate, lo digo en serio. Te juro que mis intenciones son nobles…esta noche.
- ¿Esta noche?
- Es cuanto te puedo garantizar – dijo en un tono sincero - Compréndelo Kate, llevo deseándote desde hace tanto que ya me parece que ha sido toda la vida. Sabes que te respetó y que iremos al ritmo que tú decidas a partir de mañana, pero por favor Kate, esta noche duerme conmigo. Sólo quiero sentirte a mi lado. Durante el tiempo que estuve en prisión siempre tenía la misma pesadilla, y era que veía como te disparaban sin poder hacer nada. Siempre llegaba tarde. Me levantaba sobresaltado de la cama con el corazón a punto de estallar. Incluso creo que en más de una ocasión desperté a mi compañero de celda al gritar tu nombre cuando te veía morir. ¡Era tan real Kate! – Castle no podía evitar que se le pusiesen los ojos borrosos sólo con recordarlo - Y después no quería volver a dormirme por miedo a que volviesen esas imágenes. Pero si duermes conmigo, y sufro una pesadilla, al despertarme te veré ahí, a mi lado, y sabré que no ha sido más que un mal sueño.
Kate se acercó y le dio un tierno beso en los labios.
- Entonces no hay más que hablar, esta noche dormiré contigo – sentenció Kate conmovida por lo que acababa de escuchar.
- ¿Y qué pasa si mañana tengo otra pesadilla? – preguntó Castle intentando poner cara de pena.
- Pues en ese caso, también tendré que dormir contigo mañana - contestó Beckett como si se tratase de algo obvio.
- Juraría que he leído en algún sitio, que uno puede pasarse toda la vida teniendo pesadillas sobre un mismo hecho – dijo mientras con sus brazos la atraía hacia él.
- Por desgracia, no está en mis manos el hacer que tus pesadillas desaparezcan, pero te prometo... que cuando te despiertes de una pesadilla... me tendrás a tu lado – dijo acercándose a sus labios.
- ¿Ah sí? ¿Y cómo puedes saber qué noche voy a sufrir una pesadilla?
- No lo sabré, por eso mi intención es pasar todas las noches contigo, así, siempre que te despiertes, sea por un mal sueño o de forma normal, me encontrarás tu lado.
- ¿Siempre? – preguntó entre sorprendido e ilusionado.
- Always – contestó justo antes de besarle apasionadamente.
Pocos minutos después, ambos abandonaron la fiesta junto con Martha y Alexis y, tras hacer una parada técnica en el piso de Kate para coger algo de ropa, se fueron a casa.
Castle estaba realmente agotado. Tanto, que no pudo evitar quedarse dormido en el coche.
Nada más entrar en el loft, Martha y Alexis se despidieron de la feliz pareja y subieron a sus habitaciones. En cuanto ambas desaparecieron por las escaleras, Castle no pudo evitar acercarse por detrás a Kate y abrazarla, mientras hundía su cabeza en su cuello y se impregnaba de ese olor de cerezas que tanto le gustaba.
- ¿Qué me dice, detective Beckett, dispuesta a pasar la noche en la mejor de las compañías?
- ¿En serio? ¿Quién viene esta noche? – preguntó una ilusionada Beckett.
- Muy graciosa detective, muy graciosa – contestó Castle intentado aparentar estar dolido y rompiendo el abrazo, lo que aprovechó Kate para darse la vuelta y quedarse mirándole a los ojos.
- Claro que estoy dispuesta. Llevo soñando con este momento demasiado tiempo – dijo dándole un dulce beso – Dame un segundo para que llame a mi padre, que al final, con todo lo que ha pasado, se me ha olvidado contarle cómo ha ido el juicio y supongo que el hombre estará preocupado.
- Está bien. Te espero arriba – dijo dándole un beso en la cabeza.
Tras hablar con su padre, Kate subió a la habitación. Entró despacio y con cuidado, aunque pronto comprobó que allí no había nadie y que el baño estaba vacío. Salió de nuevo al pasillo en busca de Rick y escuchó voces que provenían de la habitación de Alexis, la cual tenía la puerta entornada. Se fue acercando lentamente hasta que pudo ver a Castle en pijama sentando en la cama de su hija dándole un beso de buenas noches y deseándole dulces sueños. Beckett estaba segura de que, dar un beso a su hija antes de acostarse, era un de las cosas que más habría echado de menos si finalmente le hubiesen condenado. Kate regresó a la habitación y pasó al baño. Cuando salió, vio que Castle ya estaba dentro de la cama, e incluso parecía dormido, por lo que Kate se metió en la cama sin hacer ruido para no despertarle, se acercó un poco a él y le dio un dulce beso de buenas noches en los labios mientras le decía “te quiero Rick” y se recostaba sobre su pecho. Castle, medio despierto, medio dormido, sonrió ante ese beso y la atrajo hacia él, estrechándola entre sus brazos y depositando un suave beso en su cabeza.
- Yo también te quiero Kate – dijo Castle, y los dos cayeron en un profundo sueño con una enorme sonrisa de felicidad dibujada en sus rostros. Sabían que al día siguiente, cuando se despertasen, comenzaría su nueva vida. Una en la que estarían juntos. Una vida con la que ambos llevaban soñando demasiado tiempo y de la que apunto habían estado de no poder disfrutar.
FIN
Muchísimas gracias de todo corazón por haber seguido el fic. ¡¡Sois increíbles!!
Ha sido un verdadero placer haber podido compartirlo con todos vosotr@s
Un besazo enorme para tod@s.
Sara.
Castle_NY- Actor en Broadway
- Mensajes : 234
Fecha de inscripción : 12/12/2011
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
MAGNIFICO OLEEEEEEE VIVA TU CAPITULO
ME GUSTA MUCHO Y MUCHAS GRACIAS POR ESCRIBIR UNA HISTORIA PERFECTA
ME GUSTA MUCHO Y MUCHAS GRACIAS POR ESCRIBIR UNA HISTORIA PERFECTA
______________________
CASKETT ALWAYS
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Me ha encantado. Escribes muy, muy bien.
Muchas gracias.
Muchas gracias.
Inara- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 28/01/2012
Localización : Fillionland
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Ame la historia de principio a fin! Espero que escribas alguna otra porque lo haces muy bien =)
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Se acabo!!
Felicidades por este magestuoso fic, mantuviste la tension y los nervios a flor de piel desde el primer capitulo.
Sigue asi!!!
Felicidades por este magestuoso fic, mantuviste la tension y los nervios a flor de piel desde el primer capitulo.
Sigue asi!!!
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Una alegría leerte! un final impresionante, has creado unas historia preciosa, enhorabuena!
BrujaAle- Escritor - Policia
- Mensajes : 1361
Fecha de inscripción : 08/07/2011
Edad : 41
Localización : En el Sur
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Tú si que eres increíble!!!!!
Emocionante, magnifico, impresionante final
y es que son tan monos!!!!!!!
Me reitero en mis palabras Sara, Que placer el Leerte!!!!!!!
Creo que voy a volver a leerlo entero, solo por el lujo de sumergirme otra vez en tus palabras, ha sido y es un gran Fic, Enhorabuena y mil Gracias por Compartirlo
Emocionante, magnifico, impresionante final
y es que son tan monos!!!!!!!
Me reitero en mis palabras Sara, Que placer el Leerte!!!!!!!
Creo que voy a volver a leerlo entero, solo por el lujo de sumergirme otra vez en tus palabras, ha sido y es un gran Fic, Enhorabuena y mil Gracias por Compartirlo
IsaVera- Autor de best-seller
- Mensajes : 762
Fecha de inscripción : 10/01/2011
Edad : 40
Localización : Cartagena, Murcia
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Felicidades por tu fic. Me lo he leido del tiron es genial. Es un fic muy original, hacia mucho que no leia ninguno ya que he decidido leerlos cuando los termineis para poder seguir la historia bien y ha merecido la pena.
lastral- Policia de homicidios
- Mensajes : 747
Fecha de inscripción : 10/04/2011
Edad : 35
Localización : Madrid
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
me a encantaooo...
felicidsdes xr el fic!!!
felicidsdes xr el fic!!!
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Que grande el fic y que gran escritora eres Sara. Muchas gracias por regalarnos esta preciosa historia. Yo te puedo asegurar que la voy a recordar, no solo por ser uno de los primeros fics que lei sino por ser uno de mis favoritos, por lo mucho que me ha transmitido.
Y que te voy a decir del final, que me ha encantado tanto tanto que casi se me sale la lagrimilla. Que bonito por favor! Pero claro no podía ser de otra manera, porque el fic es buenísimo de principio a fin.
Lo único malo es que lo voy a echar de menos
Y nada Sara, de nuevo felicidades por escribir como lo haces. Espero seguir leyendo tus historias de aquí en adelante.
Chao!
Apples82- Actor en Broadway
- Mensajes : 165
Fecha de inscripción : 28/02/2012
Edad : 42
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Muy buen relato, Sara. Muchas gracias por compartirlo.
hombre1111- Ayudante de policia
- Mensajes : 82
Fecha de inscripción : 28/11/2011
Edad : 50
Localización : México
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
muy lindo, emocionante, impactante, bello tu fic
chelcas- Escritor - Policia
- Mensajes : 1437
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 31
Localización : México
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Sara FELICITACIONES!!!!!!
Increible y con un final...sin palabras para describirlo
Espero que sigas compartiendo con nosotros todas tus historias
Gracias!!!!!
Besosss
Increible y con un final...sin palabras para describirlo
Espero que sigas compartiendo con nosotros todas tus historias
Gracias!!!!!
Besosss
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Me ha gustado muchísimo la historia de principio a fin. Espero volver a verte por aquí con nuevas ideas.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Un millón de felicidades por este fic tan maravilloso, tan bien escrito y tan lleno de originalidad, imaginación y buenos sentimientos.
Ya te dije en otro post que este fic deberías enviárselo a los guionistas, porque tiene todos los ingredientes para ser un doble capítulo perfecto o el final de la serie perfecto también, y lo sigo diciendo.
Me has emocionado con varios capítulos del fic y con todo él en general.
Gracias a ti por compartir tu talento con todos nosotros. Espero que sigas escribiendo historias tan bonitas como esta.
Enhorabuena Sara!!!
Ya te dije en otro post que este fic deberías enviárselo a los guionistas, porque tiene todos los ingredientes para ser un doble capítulo perfecto o el final de la serie perfecto también, y lo sigo diciendo.
Me has emocionado con varios capítulos del fic y con todo él en general.
Gracias a ti por compartir tu talento con todos nosotros. Espero que sigas escribiendo historias tan bonitas como esta.
Enhorabuena Sara!!!
Raquel- Policia de homicidios
- Mensajes : 742
Fecha de inscripción : 28/07/2010
Edad : 44
Localización : Valladolid
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
HERMOSOOOOOO!!!
Es un final espectacular para una historia maravillosa como esta, me encanto de principio a fin y realmente espero que sigas trayéndonos historias asi pronto!!
mil saludos y felicitaciones!!
Es un final espectacular para una historia maravillosa como esta, me encanto de principio a fin y realmente espero que sigas trayéndonos historias asi pronto!!
mil saludos y felicitaciones!!
karlaguilarodgers- As del póker
- Mensajes : 257
Fecha de inscripción : 01/01/2012
Edad : 31
Localización : venezuela
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Teresita_yocastle$$NYPD escribió:MAGNIFICO OLEEEEEEE VIVA TU CAPITULO
ME GUSTA MUCHO Y MUCHAS GRACIAS POR ESCRIBIR UNA HISTORIA PERFECTA
Hola Teresita!!!
Muchísimas gracias a ti por todos los comentarios que has ido haciendo a lo largo del fic. ¡¡Eres un encanto!!
Castle_NY- Actor en Broadway
- Mensajes : 234
Fecha de inscripción : 12/12/2011
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Gracias a ti Inara, por leer el fic.Inara escribió:Me ha encantado. Escribes muy, muy bien.
Muchas gracias.
Me alegro de que te haya gustado.
Castle_NY- Actor en Broadway
- Mensajes : 234
Fecha de inscripción : 12/12/2011
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Hola Jorja!!! Mil gracias por tus palabras.Jorja escribió:Ame la historia de principio a fin! Espero que escribas alguna otra porque lo haces muy bien =)
Ha sido un verdadero placer escribir esta historia y compartirla con todos vosotr@s.
Castle_NY- Actor en Broadway
- Mensajes : 234
Fecha de inscripción : 12/12/2011
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Muchísimas gracias por tu comentario Massycb!!!Massycb escribió:Se acabo!!
Felicidades por este magestuoso fic, mantuviste la tension y los nervios a flor de piel desde el primer capitulo.
Sigue asi!!!
Me alegro de que hayas disfrutado leyendo el fic.
Castle_NY- Actor en Broadway
- Mensajes : 234
Fecha de inscripción : 12/12/2011
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Hola BrujaAle!! Muchas gracias.BrujaAle escribió:Una alegría leerte! un final impresionante, has creado unas historia preciosa, enhorabuena!
La verdad es que he disfrutado un montón escribiendo esta historia junto con tod@s vosotr@s.
Castle_NY- Actor en Broadway
- Mensajes : 234
Fecha de inscripción : 12/12/2011
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
SAAAAAAAAARA!! ME ENCAANNTA EL FIC EN SERIO,EL FIC ME HA PUESTO LOS PELOS DE PUNTA,LA FORMA EN QUE ESCRIBES ESTA MUY BIEN,SIGUE ASÍ!
GRACIIAS POR COMPARTIR DE VERDAD,MIL APALUSOS Y ROSAS!!
GRACIIAS POR COMPARTIR DE VERDAD,MIL APALUSOS Y ROSAS!!
Stana Beckett- Autor de best-seller
- Mensajes : 963
Fecha de inscripción : 04/01/2012
Edad : 27
Localización : Nueva York, trabajando con Richard Castle. Y pegando tiros con Kate. Ausente!
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
maravilloso de principio a fin
me quito el sombrero, touché
me quito el sombrero, touché
anaforo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1090
Fecha de inscripción : 06/02/2012
Edad : 31
Localización : Murcia. Y en una de las 20 manzanas que hay entre la casa Rick y la de Kate :)
Re: Mientras haya vida... (capítulo FINAL)
Soy nueva por aquí, y he de decir que ayer comencé a leer este fic, y ayer lo terminé.. Lo he leido de un tirón! Ha sido.. ESPECTACULAR, ALUCINANTE, GENIAL! Eso si, hay momentos en los que he querido matarte, yo y creo que tod@s.. Casi perdemos a Castle De veras, es uno de los mejores fics que he leido hasta ahora! Espero que vuelvas pronto con algún otro igual o mejor que éste (Aunque no se si será posible superar este, está perfecto! ) En fin, solo decirte que lo has hecho genial! Has sabido como mantener el vilo desde el principio hasta el final, de verdad, es una de esas historias que cuesta mucho borrar de la cabeza! Mis más sinceras felicitaciones!
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