And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
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Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Finales felices no????
Los tenemos ahora a los dos en peligrooooooooo!!!!! que los ayuden y puden disfrutar de unos dias tranquilos como una mini luna de miel!!!!!
Que no les pase nadaaaaaaaaaa!!!!!
Buen capi!!!
Los tenemos ahora a los dos en peligrooooooooo!!!!! que los ayuden y puden disfrutar de unos dias tranquilos como una mini luna de miel!!!!!
Que no les pase nadaaaaaaaaaa!!!!!
Buen capi!!!
silvanalino- Escritor - Policia
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Fecha de inscripción : 01/12/2010
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Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
silvanalino escribió:Finales felices no????
Los tenemos ahora a los dos en peligrooooooooo!!!!! que los ayuden y puden disfrutar de unos dias tranquilos como una mini luna de miel!!!!!
Que no les pase nadaaaaaaaaaa!!!!!
Buen capi!!!
Ya estoy empezando el siguiente capítulo y solo os puedo decir que os gustará
Muchas gracias, me alegro que te guste
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Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Incapaz de dormir, he terminado el que es el penúltimo capítulo de este fic. Si todo va bien, espero tener el final de este fic para este fin de semana aunque no aseguro nada.
Capítulo 16: Cuenta atrás
Las nubes comenzaban a imponerse cubriendo el cielo, parecía que no tardaría en que la lluvia se hiciese presente. Decidido a no perder el tiempo y dar con Castle lo antes posible, había cogido las llaves del coche que este había alquilado, el flamante Lexus. No era el coche más apropiado para un rescate, pero no quería tener que esperar un taxi; aparcaría alejado de la zona para no ser vista. Se sentó en su asiento y encontró el GPS de Castle, era perfecto, se ahorraría para y preguntar cómo llegar a Stanley Park. Introdujo la dirección en el GPS y comenzó a conducir, siguiendo las indicaciones que le iba dando. En su mente una sola idea le hacía seguir adelante: volver a ser abrazada por su escritor.
Como si la vida les fuese en ello, Rob y Gates trabajaban sin parar en la 12th entre informes y documentos que les permitiera ver la luz.
Sin quitarle el ojo de encima a su compañera, Rob revisaba cada información o cada detalle relacionado con el alcalde, su instinto le decía que sus sospechas sobre él no eran infundadas. Podía notar el nerviosismo de Gates, la conocía muy bien y sabía de su hermetismo, parecía una mujer dura con aspecto de que su vida girase en torno a su trabajo en la comisaría pero él sabía que no era así. Su carácter y su forma de ser la hacían parecer un tempano de hielo a la que nada le afecta, pero solo es una persona tremendamente reservada, ávida de encontrar la persona adecuada con la que descargar su miedos e inseguridades, con la que intercambiar confidencias y risas, con la que compartir su día a día. Su trabajo le proporciona la capacidad de darse a conocer a los demás, sin embargo, ella opina que fue elegida entre miles de persona para trabajar en la comisaría de California en sus inicios, por su valía y que eso es lo que deben ver los demás en el trabajo, como en alguna ocasión le había hecho saber a Rob. Su inaccesibilidad impide llegar a conocerla, lo que a Rob le enfurece porque hace que los demás la juzguen por alguien que no es.
Mientras permanecía absorta en los informes, Rob comprobó que realmente no había cambiado en 20 años, había adquirido experiencia y mejorado como inspectora pero seguía siendo la misma mujer con miedo a mostrarse a los demás.
De repente, dejó de pasar hojas y se quedó fija mirando un informe que tenía frente a ella.
- ¿Qué ocurre Gates? ¿Has descubierto algo? – Gates enmudeció. Nunca la había visto así - ¡Gates! – la apremió.
Sin decir palabra, le pasó la hoja del informe que estaba leyendo, señalándole un solo nombre, Joe Lieberman, uno de los senadores de Estados Unidos. Junto a dicho nombre, parecía entre signos de interrogación la palabra narcotráfico. De inmediato, Rob supo el motivo por el que Gates había enmudecido.
- ¿De dónde has sacado estos documentos? – dijo interrumpiendo aquel silencio que se había creado.
- Tengo mis contactos, Rob – comenzó a hacerse la interesante – Pedí que me enviasen todos los informes de los casos que Joahnna llevaba antes de que fuese asesinada así como cualquiera documento de cualquier investigación en la que se hubiese embarcado. Seguí tu línea de investigación y parece que no me ha ido nada mal.
- ¿Nada mal? – preguntó atónito – Esto es una bomba de relojería Gates, lo que tenemos entre manos puede cambiarlo todo si llegase a salir a la luz. ¿No lo entiendes? Casi los tenemos, si logramos encontrar pruebas, esto supondría el fin de sus carreras, motivo suficiente para que quisiesen eliminar a Joahnna y a todo aquel que tuviese esta información en sus manos. Debemos ir con cuidado si queremos cogerlos.
Gates asintió volviendo de inmediato a centrarse en los informes.
- No será complicado hacerlo hablar, hará cualquier cosa por protegerla – caminaba de un lado a otro nervioso ante lo que tenían entre manos.
Una zona poco transitada de Stanley Park muy cercana a los almacenes era testigo de las conversaciones de cuatro hombres sin escrúpulos que planeaban su victoria. Solo uno caminaba sin parar alrededor de los otros tres, los cuales permanecían relajados en un banco del parque. Era el más joven de todos y el que menos tiempo llevaba en el grupo, su inexperiencia se hacía patente en sus incontrolados nervios.
- Es más listo de lo que parece, Connor, debemos tener cuidado con él, intentará jugárnosla al menos descuido – dijo el veterano muy tranquilo desde su posición – Tú te quedarás con David a esperar a la detective – dijo señalando a su compañero, un hombre rubio de ojos azules y cara aniñada cuyo rostro permanecía imperturbable – Mike y yo nos quedaremos con el escritor – todos asintieron sin ser capaces de contradecir las normas del líder del grupo.
Una intensa lluvia cubría Vancouver., dejando las calles como pequeños lagos por los que el agua circulaba. Kate caminaba por un bosque de espesos árboles con un pequeño maletín cuando unas sombras aparecieron tras ella. De repente el cielo se cubrió completamente de nubes, la oscuridad se hizo completa y la detective dejó de caminar. Se paró en seco y aguzó el oído. El sonido de las hojas al ser pisadas fuertemente hizo que girase sobre sí misma. “No hay nadie”, pensó. Otro pasos tras ella provocó que se volviese a girar sin tener tiempo de actuar cuando unos brazos se abalanzaron sobre ella.
Agitado y empapado en sudor, Castle despertó de su pesadilla. Había sido solo un sueño, Kate estaba bien. Pero entonces se dio cuenta que seguía atado. No todo había sido un sueño, seguía secuestrado, pero no estaba dispuesto a dejar que la última parte de su pesadilla se materializase. Se encontraba agotado, aun le flaqueaban sus piernas debido al golpe al caer contra el suelo, pero se obligó a si mismo a incorporarse y volver a intentar zafarse de la cuerda que mantenía sus manos unidas. Concentró todas sus fuerzas en ello y pudo comprobar como poco a poco el nudo comenzaba a aflojarse sintiendo un gran alivio en sus maltratadas muñecas. Deseoso de ser libre, no escatimó el valioso tiempo del que disponía antes de que volviesen y una vez liberadas las manos, se quitó la mordaza y la venda. Sus ojos, molestos por la luz a la que debían acostumbrarse, fueron siendo capaces de permitirle ver con mayor nitidez y fue capaz de observar que, como él mismo había intuido, se encontraba en una amplia sala en penumbra a la que solo le entraba un pequeño rayo de luz de una de las ventanas que se encontraba sin tapar completamente, a diferencia de las otras seis que había alrededor de aquella habitación. Un escritorio con una silla era el único mobiliario que había. Sopesó sus posibilidades. Un sola puerta en toda la habitación le permitiría salir, pero ¿y si se los encontraba de frente? No tenía nada que hacer contra cuatro hombres, acabaría de nuevo amordazado y sabía que no serían benevolentes con él. No había lugar donde esconderse puesto que la habitación estaba completamente vacía a excepción de la silla junto al escritorio. La única opción que le quedaba era la ventana, pero no sabía si podría salir por ella. Decidido a averiguarlo, fue a coger la silla para poder observar por la ventana cuando dos voces la alertaron. No tenía tiempo para escapar, así que no le quedaba otra escapatoria que volver a como lo dejaron. Se clocó la venda en los ojos y la mordaza, se ató como pudo la manos procurando no hacerlo muy fuerte para cuando pudiera volver a soltarse y volvió a su posición en el suelo.
La puerta se abrió bruscamente y escuchó como se acercaban a él con determinación.
- Bien hecho, escritor, veo que no ha intentado ninguna tontería – dijo con un tono de superioridad al ver que se encontraba tal y como lo había dejado minutos antes.
Tentado de contestarle, tuvo que contenerse para no ser descubierto.
Sin dejar de pisar el acelerador, Kate llegó a Stanley Park en algo más de 10 minutos. Deseoso por encontrar a Castle, siguió las indicaciones del plano que había en el parque para llegar hasta los almacenes. Su instinto de inspectora le decía que el que se lo hubiese llevado los conocía muy bien, y si estaba en lo cierto, no dejaría a Castle solo, luego el lugar donde le habían pedido que fuese debía estar cerca de donde lo tenían secuestrado.
Caminó bordeando los almacenes para no ser vista intentando encontrar algo que le diese una pista de donde podía encontrarse su escritor. Unas sonoras carcajadas le hicieron parar, sonaban con eco y lejanas. Siguió el sonido de las voces hasta llegar a un pequeño edificio a la espalda de los almacenes. Se aseguró que no hubiese nadie y entró. El edificio era amplio pero estaba completamente vacío, parecía un solar. Escasas ventanas a gran altura permitía que la luz entrase provocando que se crease una mezcla de claros y oscuros. Al fondo pudo distinguir una trampilla desde donde parecían venir las voces. Sacó su arma y con la otra mano que tenía libre abrió la puerta de la trampilla entrando sigilosamente. Unas empinadas escaleras daban lugar a un estrecho pasilla en cuyo extremo había una puerta des la que se escuchaban voces. Se acercó a la puerta y a través de la rendija que había vio como Castle permanecía en el centro de la sala amordazado, con los ojos vendados y maniatado, mientras dos hombres, que no pudo llegar a ver al encontrarse de espaldas a ella, reían de algún comentario que uno de ellos le había hecho al otro.
- Nos va a decir donde está lo que buscamos, ya nos puedes estar contando todo lo que sabes o…
- ¿O qué? – sin pensárselo, viéndolo sin poderse defender, Beckett irrumpió en la sala para sorpresa de todos.
Pudo notar como Castle se sobresaltaba al escucharla y se erguía mientras los dos secuestradores se giraban desconcertados ante su presencia.
- Parece que la infravaloramos, detective – dijo uno de ellos acercándose hacia donde ella estaba - ¿Ha venido a rescatar a su amorcito? ¡Oh, que tierno! – comenzó a reírse sonoramente mientras era secundado por las risas de su compañero.
- No dé ni un paso más – le advirtió apuntándole con la pistola.
- No sea ridícula, somos dos contra uno, recuerde que su escritor no va armado.
- No quiera ponerme a prueba.
Beckett sabía que él tenía razón, estaba en inferioridad, eran dos contra ella sola. Sabía que podía con ellos pero Castle estaba en la misma sala sin protección alguna y sin modo de defenderse. De repente, el secuestrador que había hablado con ella, el que parecía ser el líder, se giró para consultar algo con su compañero y Beckett aprovechó la oportunidad para girar sobre sí dándole una patada en la nuca, provocando que cayese inmediatamente al suelo. El otro, al ver a su compañero en el suelo, cogió su arma y se dispuso a disparar a Beckett, pero ésta fue más rápida alojando una bala en la pierna de él cayendo junto a su compañero. Se acercó y con la pierna le dio una patada a la pistola dejándola a buena distancia para que no la pudiese coger. Sacó sus esposas y le pasó un aro por muñeca del que había noqueado y el otro aro por la muñeca del que había disparado.
Comprobó el trabajo realizado y le quitó el arma al líder, que aun la llevaba. Luego se acercó a Castle pero esta ya tenía las manos libres y se estaba quitando la mordaza y la venda.
Al ver la cara de sorpresa de Beckett se encogió de hombros antes de hablar.
- No me podía estar quieto y me desaté cuando estuve solo, pero luego volvieron y como no me dio tiempo a escapar tuve que volver a anudarme, amordazarme y vendarme.
Estaba frente a él y solo puedo lanzarse a sus brazos y besarlo como si no hubiese un mañana. Cuando se le hizo imposible respirar, se separaron mientras Castle rozaba la mejilla de su musa con sus dedos.
- Me has salvado, no hubiese tenido mucho futuro con estos dos, no sé qué querían pero no les iba a permitir que te hiciesen daño – besó su suave mejilla provocando que ella sonriese con su cálido contacto – Gracias – le susurró al oído.
- Siempre.
Estrepitosamente la puerta se abrió y Ryan y Espósito entraron empuñando sus armas llevando delante de ellos a dos hombre unidos por una esposa.
- ¿Qué haces aquí, Beckett? – preguntó atónito Ryan.
Beckett se encogió de hombros provocando que Castle comenzase a reír contagiándole su risa a ella, mientras permanecían abrazados. Ryan y Espósito se unieron a sus risas en un clímax relajado, tranquilo, donde las tensiones habían dejado de existir.
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Espero que os haya gustado y que comentéis
Capítulo 16: Cuenta atrás
Las nubes comenzaban a imponerse cubriendo el cielo, parecía que no tardaría en que la lluvia se hiciese presente. Decidido a no perder el tiempo y dar con Castle lo antes posible, había cogido las llaves del coche que este había alquilado, el flamante Lexus. No era el coche más apropiado para un rescate, pero no quería tener que esperar un taxi; aparcaría alejado de la zona para no ser vista. Se sentó en su asiento y encontró el GPS de Castle, era perfecto, se ahorraría para y preguntar cómo llegar a Stanley Park. Introdujo la dirección en el GPS y comenzó a conducir, siguiendo las indicaciones que le iba dando. En su mente una sola idea le hacía seguir adelante: volver a ser abrazada por su escritor.
Como si la vida les fuese en ello, Rob y Gates trabajaban sin parar en la 12th entre informes y documentos que les permitiera ver la luz.
Sin quitarle el ojo de encima a su compañera, Rob revisaba cada información o cada detalle relacionado con el alcalde, su instinto le decía que sus sospechas sobre él no eran infundadas. Podía notar el nerviosismo de Gates, la conocía muy bien y sabía de su hermetismo, parecía una mujer dura con aspecto de que su vida girase en torno a su trabajo en la comisaría pero él sabía que no era así. Su carácter y su forma de ser la hacían parecer un tempano de hielo a la que nada le afecta, pero solo es una persona tremendamente reservada, ávida de encontrar la persona adecuada con la que descargar su miedos e inseguridades, con la que intercambiar confidencias y risas, con la que compartir su día a día. Su trabajo le proporciona la capacidad de darse a conocer a los demás, sin embargo, ella opina que fue elegida entre miles de persona para trabajar en la comisaría de California en sus inicios, por su valía y que eso es lo que deben ver los demás en el trabajo, como en alguna ocasión le había hecho saber a Rob. Su inaccesibilidad impide llegar a conocerla, lo que a Rob le enfurece porque hace que los demás la juzguen por alguien que no es.
Mientras permanecía absorta en los informes, Rob comprobó que realmente no había cambiado en 20 años, había adquirido experiencia y mejorado como inspectora pero seguía siendo la misma mujer con miedo a mostrarse a los demás.
De repente, dejó de pasar hojas y se quedó fija mirando un informe que tenía frente a ella.
- ¿Qué ocurre Gates? ¿Has descubierto algo? – Gates enmudeció. Nunca la había visto así - ¡Gates! – la apremió.
Sin decir palabra, le pasó la hoja del informe que estaba leyendo, señalándole un solo nombre, Joe Lieberman, uno de los senadores de Estados Unidos. Junto a dicho nombre, parecía entre signos de interrogación la palabra narcotráfico. De inmediato, Rob supo el motivo por el que Gates había enmudecido.
- ¿De dónde has sacado estos documentos? – dijo interrumpiendo aquel silencio que se había creado.
- Tengo mis contactos, Rob – comenzó a hacerse la interesante – Pedí que me enviasen todos los informes de los casos que Joahnna llevaba antes de que fuese asesinada así como cualquiera documento de cualquier investigación en la que se hubiese embarcado. Seguí tu línea de investigación y parece que no me ha ido nada mal.
- ¿Nada mal? – preguntó atónito – Esto es una bomba de relojería Gates, lo que tenemos entre manos puede cambiarlo todo si llegase a salir a la luz. ¿No lo entiendes? Casi los tenemos, si logramos encontrar pruebas, esto supondría el fin de sus carreras, motivo suficiente para que quisiesen eliminar a Joahnna y a todo aquel que tuviese esta información en sus manos. Debemos ir con cuidado si queremos cogerlos.
Gates asintió volviendo de inmediato a centrarse en los informes.
- No será complicado hacerlo hablar, hará cualquier cosa por protegerla – caminaba de un lado a otro nervioso ante lo que tenían entre manos.
Una zona poco transitada de Stanley Park muy cercana a los almacenes era testigo de las conversaciones de cuatro hombres sin escrúpulos que planeaban su victoria. Solo uno caminaba sin parar alrededor de los otros tres, los cuales permanecían relajados en un banco del parque. Era el más joven de todos y el que menos tiempo llevaba en el grupo, su inexperiencia se hacía patente en sus incontrolados nervios.
- Es más listo de lo que parece, Connor, debemos tener cuidado con él, intentará jugárnosla al menos descuido – dijo el veterano muy tranquilo desde su posición – Tú te quedarás con David a esperar a la detective – dijo señalando a su compañero, un hombre rubio de ojos azules y cara aniñada cuyo rostro permanecía imperturbable – Mike y yo nos quedaremos con el escritor – todos asintieron sin ser capaces de contradecir las normas del líder del grupo.
Una intensa lluvia cubría Vancouver., dejando las calles como pequeños lagos por los que el agua circulaba. Kate caminaba por un bosque de espesos árboles con un pequeño maletín cuando unas sombras aparecieron tras ella. De repente el cielo se cubrió completamente de nubes, la oscuridad se hizo completa y la detective dejó de caminar. Se paró en seco y aguzó el oído. El sonido de las hojas al ser pisadas fuertemente hizo que girase sobre sí misma. “No hay nadie”, pensó. Otro pasos tras ella provocó que se volviese a girar sin tener tiempo de actuar cuando unos brazos se abalanzaron sobre ella.
Agitado y empapado en sudor, Castle despertó de su pesadilla. Había sido solo un sueño, Kate estaba bien. Pero entonces se dio cuenta que seguía atado. No todo había sido un sueño, seguía secuestrado, pero no estaba dispuesto a dejar que la última parte de su pesadilla se materializase. Se encontraba agotado, aun le flaqueaban sus piernas debido al golpe al caer contra el suelo, pero se obligó a si mismo a incorporarse y volver a intentar zafarse de la cuerda que mantenía sus manos unidas. Concentró todas sus fuerzas en ello y pudo comprobar como poco a poco el nudo comenzaba a aflojarse sintiendo un gran alivio en sus maltratadas muñecas. Deseoso de ser libre, no escatimó el valioso tiempo del que disponía antes de que volviesen y una vez liberadas las manos, se quitó la mordaza y la venda. Sus ojos, molestos por la luz a la que debían acostumbrarse, fueron siendo capaces de permitirle ver con mayor nitidez y fue capaz de observar que, como él mismo había intuido, se encontraba en una amplia sala en penumbra a la que solo le entraba un pequeño rayo de luz de una de las ventanas que se encontraba sin tapar completamente, a diferencia de las otras seis que había alrededor de aquella habitación. Un escritorio con una silla era el único mobiliario que había. Sopesó sus posibilidades. Un sola puerta en toda la habitación le permitiría salir, pero ¿y si se los encontraba de frente? No tenía nada que hacer contra cuatro hombres, acabaría de nuevo amordazado y sabía que no serían benevolentes con él. No había lugar donde esconderse puesto que la habitación estaba completamente vacía a excepción de la silla junto al escritorio. La única opción que le quedaba era la ventana, pero no sabía si podría salir por ella. Decidido a averiguarlo, fue a coger la silla para poder observar por la ventana cuando dos voces la alertaron. No tenía tiempo para escapar, así que no le quedaba otra escapatoria que volver a como lo dejaron. Se clocó la venda en los ojos y la mordaza, se ató como pudo la manos procurando no hacerlo muy fuerte para cuando pudiera volver a soltarse y volvió a su posición en el suelo.
La puerta se abrió bruscamente y escuchó como se acercaban a él con determinación.
- Bien hecho, escritor, veo que no ha intentado ninguna tontería – dijo con un tono de superioridad al ver que se encontraba tal y como lo había dejado minutos antes.
Tentado de contestarle, tuvo que contenerse para no ser descubierto.
Sin dejar de pisar el acelerador, Kate llegó a Stanley Park en algo más de 10 minutos. Deseoso por encontrar a Castle, siguió las indicaciones del plano que había en el parque para llegar hasta los almacenes. Su instinto de inspectora le decía que el que se lo hubiese llevado los conocía muy bien, y si estaba en lo cierto, no dejaría a Castle solo, luego el lugar donde le habían pedido que fuese debía estar cerca de donde lo tenían secuestrado.
Caminó bordeando los almacenes para no ser vista intentando encontrar algo que le diese una pista de donde podía encontrarse su escritor. Unas sonoras carcajadas le hicieron parar, sonaban con eco y lejanas. Siguió el sonido de las voces hasta llegar a un pequeño edificio a la espalda de los almacenes. Se aseguró que no hubiese nadie y entró. El edificio era amplio pero estaba completamente vacío, parecía un solar. Escasas ventanas a gran altura permitía que la luz entrase provocando que se crease una mezcla de claros y oscuros. Al fondo pudo distinguir una trampilla desde donde parecían venir las voces. Sacó su arma y con la otra mano que tenía libre abrió la puerta de la trampilla entrando sigilosamente. Unas empinadas escaleras daban lugar a un estrecho pasilla en cuyo extremo había una puerta des la que se escuchaban voces. Se acercó a la puerta y a través de la rendija que había vio como Castle permanecía en el centro de la sala amordazado, con los ojos vendados y maniatado, mientras dos hombres, que no pudo llegar a ver al encontrarse de espaldas a ella, reían de algún comentario que uno de ellos le había hecho al otro.
- Nos va a decir donde está lo que buscamos, ya nos puedes estar contando todo lo que sabes o…
- ¿O qué? – sin pensárselo, viéndolo sin poderse defender, Beckett irrumpió en la sala para sorpresa de todos.
Pudo notar como Castle se sobresaltaba al escucharla y se erguía mientras los dos secuestradores se giraban desconcertados ante su presencia.
- Parece que la infravaloramos, detective – dijo uno de ellos acercándose hacia donde ella estaba - ¿Ha venido a rescatar a su amorcito? ¡Oh, que tierno! – comenzó a reírse sonoramente mientras era secundado por las risas de su compañero.
- No dé ni un paso más – le advirtió apuntándole con la pistola.
- No sea ridícula, somos dos contra uno, recuerde que su escritor no va armado.
- No quiera ponerme a prueba.
Beckett sabía que él tenía razón, estaba en inferioridad, eran dos contra ella sola. Sabía que podía con ellos pero Castle estaba en la misma sala sin protección alguna y sin modo de defenderse. De repente, el secuestrador que había hablado con ella, el que parecía ser el líder, se giró para consultar algo con su compañero y Beckett aprovechó la oportunidad para girar sobre sí dándole una patada en la nuca, provocando que cayese inmediatamente al suelo. El otro, al ver a su compañero en el suelo, cogió su arma y se dispuso a disparar a Beckett, pero ésta fue más rápida alojando una bala en la pierna de él cayendo junto a su compañero. Se acercó y con la pierna le dio una patada a la pistola dejándola a buena distancia para que no la pudiese coger. Sacó sus esposas y le pasó un aro por muñeca del que había noqueado y el otro aro por la muñeca del que había disparado.
Comprobó el trabajo realizado y le quitó el arma al líder, que aun la llevaba. Luego se acercó a Castle pero esta ya tenía las manos libres y se estaba quitando la mordaza y la venda.
Al ver la cara de sorpresa de Beckett se encogió de hombros antes de hablar.
- No me podía estar quieto y me desaté cuando estuve solo, pero luego volvieron y como no me dio tiempo a escapar tuve que volver a anudarme, amordazarme y vendarme.
Estaba frente a él y solo puedo lanzarse a sus brazos y besarlo como si no hubiese un mañana. Cuando se le hizo imposible respirar, se separaron mientras Castle rozaba la mejilla de su musa con sus dedos.
- Me has salvado, no hubiese tenido mucho futuro con estos dos, no sé qué querían pero no les iba a permitir que te hiciesen daño – besó su suave mejilla provocando que ella sonriese con su cálido contacto – Gracias – le susurró al oído.
- Siempre.
Estrepitosamente la puerta se abrió y Ryan y Espósito entraron empuñando sus armas llevando delante de ellos a dos hombre unidos por una esposa.
- ¿Qué haces aquí, Beckett? – preguntó atónito Ryan.
Beckett se encogió de hombros provocando que Castle comenzase a reír contagiándole su risa a ella, mientras permanecían abrazados. Ryan y Espósito se unieron a sus risas en un clímax relajado, tranquilo, donde las tensiones habían dejado de existir.
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Espero que os haya gustado y que comentéis
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Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
sigueee me gustaaaaaa
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Muy bueno,
Continua
Pronto
Continua
Pronto
chelcas- Escritor - Policia
- Mensajes : 1437
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 31
Localización : México
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
¿Qué esperas que nos haya gustado? Simplemente me ha encantado, ahora le tendran que dar algun tipo de explicacion a Ryan y Esposito jajaja, pero me ha fascinado la verdad esa forma "dejarle K.O" (lo pongo entre comillas porque es la frase que le dice Castle a Kate en el 3X13 despues dle beso y como me ha salido sin querer pues para que se de más cuenta jajajaj Que friki)
Continúa pronto...
Continúa pronto...
Invitado- Invitado
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Muchas gracias, dentro de unos días, el final del ficcastle&beckett..cris escribió:sigueee me gustaaaaaa
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Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Skyscraper escribió:¿Qué esperas que nos haya gustado? Simplemente me ha encantado, ahora le tendran que dar algun tipo de explicacion a Ryan y Esposito jajaja, pero me ha fascinado la verdad esa forma "dejarle K.O" (lo pongo entre comillas porque es la frase que le dice Castle a Kate en el 3X13 despues dle beso y como me ha salido sin querer pues para que se de más cuenta jajajaj Que friki)
Continúa pronto...
Me alegro que te gustara Si, ahora deben algún tipo de explicación, ya se verá en el capítulo final. Parte de esa forma de "dejarle K.O" como tú dices me vino viendo precisamente ese capítulo de nuevo así que empate a friki entonces jaja
Esta semana si puedo dejo el final del fic
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Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
ay, todo lo bueno se acaba y de que forma =) estoy deseando leer el final, me encanta esta historia la voy a echar de menos escribirás otra??
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
maria_cs escribió:ay, todo lo bueno se acaba y de que forma =) estoy deseando leer el final, me encanta esta historia la voy a echar de menos escribirás otra??
Pues si, todo lo que empieza acaba jaja Muchas gracias María, estoy pensando como darle un gran final a este fic.
Um, pues no lo sé, no voy a tener mucho tiempo para escribir este curso, pero no quiero dejar de escribir, aunque sea one-shot. Si tengo tiempo intentaré no dejar de escribir
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Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Como siempre, muy buen capitulo!!!!
sigueeeeeee
sigueeeeeee
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Muy buen capítulo. Lástima que ya se acabe la historia. Espero que nos vuelvas a regalar alguna de tus ideas.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
silvanalino escribió:Como siempre, muy buen capitulo!!!!
sigueeeeeee
Muchas gracias, me alegro que te haya gustado el capítulo.
Si, dentro de unos días el capítulo final
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Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Cata Castillo escribió:Muy buen capítulo. Lástima que ya se acabe la historia. Espero que nos vuelvas a regalar alguna de tus ideas.
Muchas gracias Todo lo que empieza acaba en algún momento. No dejaré de escribir, aunque ahora tenga menos tiempo intentaré dejar algo cuando pueda.
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Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Alba!!!
Me encanta tu forma de escribir. Pero bueno, eso creo que ya te lo he dicho más veces.
Espero que subas ese capitulo final cuanto antes. Muy buena historia, pero eso también te lo he dicho más veces...
Es que ya no se que decirte!!!!!! me dejas sin palabras.
Me encanta tu forma de escribir. Pero bueno, eso creo que ya te lo he dicho más veces.
Espero que subas ese capitulo final cuanto antes. Muy buena historia, pero eso también te lo he dicho más veces...
Es que ya no se que decirte!!!!!! me dejas sin palabras.
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Alba, te debo muchos comentarios Pero q sepas que aunque he estado liada y desaparecida, he seguido tu fic todo este tiempo y me encanta!!
Ya estoy de nuevo por aquí para retomar mi fic y para comentar el resto! Un besito y espero el siguiente capítulo
Ya estoy de nuevo por aquí para retomar mi fic y para comentar el resto! Un besito y espero el siguiente capítulo
cris_beckett- Autor de best-seller
- Mensajes : 857
Fecha de inscripción : 29/05/2012
Edad : 33
Localización : Madrid
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Anver escribió:Alba!!!
Me encanta tu forma de escribir. Pero bueno, eso creo que ya te lo he dicho más veces.
Espero que subas ese capitulo final cuanto antes. Muy buena historia, pero eso también te lo he dicho más veces...
Es que ya no se que decirte!!!!!! me dejas sin palabras.
Te echaba de menos por aquí Ana
Jaja muchas gracias por seguir mi fic y por comentar, tus comentarios siempre han sido de los que he esperado con muchas ganas, me has animado mucho a seguir escribiendo.
Espero que el final esté a la altura y que no defraude.
______________________
Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
cris_beckett escribió:Alba, te debo muchos comentarios Pero q sepas que aunque he estado liada y desaparecida, he seguido tu fic todo este tiempo y me encanta!!
Ya estoy de nuevo por aquí para retomar mi fic y para comentar el resto! Un besito y espero el siguiente capítulo
Muchas gracias Eres de las primeras que comenzó a comentar este fic y siempre los esperaba. Te agradezco que lo sigas y que siempre que puedes comentes, eso motiva mucho para seguir escribiendo.
Espero que te guste el final de la historia. Un beso.
______________________
Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Antes de dejar el capítulo final, tengo que agradeceros a todos los que habéis seguido esta historia desde el comienzo, a aquellos que os habéis tomado un tiempo para leer y comentar, a aquellos que comenzaron a leer un día mi fic y decidieron leerlo desde el principio, algo que creía que nadie haría. Gracias a todos, vosotros sois los que hacéis que esta historia haya llegado hasta aquí.
Dicho esto, no me enrollo más y os dejo con el final de la historia. Espero que esté a la altura y que no defraude a nadie.
__________________________________________________
Capítulo 17: El principio de una nueva vida
Un hombre de mediana edad, esbelto, con algunas canas dispersas por su espeso cabello, se hacía el nudo de la corbata que había elegido para esa mañana: una corbata celeste, discreta, la más indicada para el discurso que tiene dentro de unas horas. Nervioso, se mira al espejo para comprobar el resultado. Mentalmente repasa cada palabra que deberá decir ante la asamblea con convicción y seguridad, creyendo firmemente en lo que dice para así transmitirlo a los demás. Mientras se coloca la chaqueta negra a juego con sus pantalones intenta calmarse. Se dirige a la cocina y se prepara un té con la intensión de hacer que sus nervios desaparezcan. Un discurso como el que tiene que hacer hoy siempre le pone nervioso, impone respeto, pero esta vez siente que hay algo más, tiene una extraña sensación que le hace estar inquieto. El té caliente en sus manos lo tranquiliza un poco dejándose llevar por la suave melodía de la voz de Patty Griffyn que suena por la radio.
Una hora después, deja su casa con paso decidido para realizar su trabajo, le espera una mañana dura, mucho más de lo que él puede llegar a imaginar.
Una ambulancia llegaba para ayudar al secuestrador herido por el disparo de Beckett. El resto era llevado por el coche de policía de vuelta al aeropuerto rumbo a Nueva York para ser interrogados en la comisaría 12th. Beckett, seguida por Castle, salía de aquel edificio donde Espósito y Ryan los esperaba. Ambos hablaban cuando ellos legaron a su lado, pero se callaron inmediatamente al verlos llegar.
- ¿De qué hablabais? ¿Es que os ha comido la lengua el gato? – preguntó Castle haciéndose el gracioso.
Espósito se giró hacia él arqueando una ceja.
- Nos preguntábamos que hacia Beckett aquí – Espósito miró a la inspectora esperando una respuesta – Gates nos dijo que estarías en el hotel.
- Te has vuelto a poner en riesgo tú sola – le recriminó Ryan – Sabes que esto te traería muchos problemas con Gates.
- Ey, hermano, no te pases, deja que se explique – le reprendió Espósito.
- No podía esperaros chicos, sabía que no iba a ser fácil y que me arriesgaba mucho, pero no podía saber que Castle estaba secuestrado y quedarme sin hacer nada.
- Pero, ¿desde cuando vosotros estáis…
- … juntos? – completó Espósito.
Castle y Beckett se miraron y ambos asintieron con la mirada, era inútil esconderles nada cuando ya los habían pillado juntos.
- Algo más de dos semanas – respondió Beckett para sorpresa de Castle que pensaría que le pediría que fuese él quien lo contase – Gates me pidió que me mantuviese alejada de Nueva York y vine en busca de él – les contó de forma abreviada.
- ¿Por qué no nos dijiste nada? – le preguntó Ryan a Castle.
- Lo siento chicos, pero queríamos disfrutar del momento sin tener que responder todo un cuestionario como el que nos estáis haciendo ahora – se disculpó Castle.
Espósito asintió entendiendo la postura de ambos. Él había hecho lo mismo cuando en su día empezó su relación con Lanie así que no podía juzgarlos, solo querían tener intimidad para comenzar la relación sin miradas ni comentarios.
Un teléfono comenzó a sonar rompiendo la conversación.
- Espósito.
- Detective Espósito, te necesito junto al resto del equipo en Nueva York ya. ¿Tenéis a los secuestradores? ¿Está Castle bien? – preguntó con apremio Gates.
- Si, señor, tenemos a los secuestradores, un coche de policía los llevarán hasta el aeropuerto de vuelta a la comisaría. Castle está bien, no le han hecho daño. Volveremos todos a Nueva York dentro de una hora.
- No, será mejor que por el momento, Beckett y Castle sigan allí, tenemos trabajo que hacer y ellos estarán más seguros en Vancouver. Os espero dentro de una hora en la comisaría.
Castle y Beckett lo miraban interrogantes cuando éste terminó la conversación con Gates.
- Tenemos que irnos – dijo mirando a Ryan – pero vosotros no podéis venir, la jefa quiere que os quedéis aquí, debe de tener algo grande entre las manos.
- Nos os preocupéis por nosotros chicos, esteramos bien – dijo Castle pasándole a Beckett el brazo por la cintura atrayéndola hacia él, para sorpresa de ella.
Espósito le hizo un gesto a Ryan para que se fueran y los dejaran solos. Se despidieron mientras Beckett les hacía prometer que los mantuvieran informados sobre todo lo que ocurriera.
Gates repasaba con Rob todos los datos que tenían antes de que llegase su equipo. Aunque solo era cuestión de horas que los culpables fuesen detenidos, no podía evitar sentirse nerviosa, tenía que salir todo perfecto ya que no tenían más oportunidades.
- Tranquilízate, Gates. Todo saldrá bien – se acercó para abrazarla y aunque a ella no le gustaban las demostraciones de afecto en el trabajo, se dejó acurrucar por sus protectores brazos, dándole la fuerza que necesitaba en ese momento.
Las puertas del ascensor se abrieron dando paso a los detectives Ryan y Espósito junto con el resto de equipo llevando tres personas arrestadas con ellos.
Con la mirada, Espósito buscó a Gates y al no verla decidió entrar en su despacho. Ésta no se había dado cuenta de la entrada en la comisaría de sus detectives, así que cuando escuchó a alguien entrar se sobresaltó y se separó inmediatamente de Rob. Al girarse comprobó que Espósito la observaba atónito y fulminaba con la mirada a su compañero, del que parecía no fiarse después de lo último que había sabido de él ya que no había tenido tiempo de explicarle que Rob era inocente.
- Creo que nos hizo llamara por algo urgente, señor – la tensión se podía cortar con un cuchillo – Además, tenemos a tres de los secuestradores, el cuarto está en el hospital recuperándose.
- Eh… sí, vamos a la sala de reuniones – dijo instándole con la mirada a Rob para que los acompañase – Lleva antes a estos tres a la sala de interrogatorios – le apremió a Espósito.
Todos esperaban entre murmullos el momento en que Gates apareciese y les informase sobre los nuevos datos. Cuando ésta entró seguida de Rob, con Espósito y Ryan a su lado, se hizo el silencio.
- Tenemos nuevos datos sobre el caso de Joahnna Beckett que nos lleva hasta sus asesinos – dijo alzando la voz para ser escuchada por todos – Necesito poneros al corriente para llevar a cabo la operación dentro de unas horas – nadie dijo nada, todos permanecían en silencio, expectantes – Comenzaré desde el principio – dijo contándoles todo lo que Rob le había hecho participe días antes – El detective ha colaborado conmigo en la investigación que hemos llevado a cabo. Siguiendo sus sospechas sobre el alcalde pedí todos los informes de los casos que llevaba la abogada así como todos los archivos de lo que estaba investigando, de eso modo conseguimos llegar hasta el senador Joe Lieberman y su incursión en el narcotráfico.
- ¿El senador y el alcalde son narcotraficantes? Eso sería el fin de sus carreras – apuntó Ryan.
- Por ese motivo seguimos investigando con cautela para no levantar sospechas – intervino Rob.
- Hemos encontrado pruebas que Joahnna Beckett tenía sobre Joe Lieberman y Daniel Williams. Se las confió a Smith porque tenía motivos para pensar que iban tras ella, no se sentía segura.
- ¿Y qué pinta en todo esto Maddox? – preguntó Espósito un poco escéptico aun.
- Maddox es un prófugo de la ley cuyo verdadero nombre es Richard Stephen. Perdió el juicio que le llevó a la cárcel contra Donnal Sullivan por asesinato. La abogada de Donnal era Joahnna Beckett y gracias a ese caso se dio a conocer por su buen hacer. Cuando el senador y el alcalde se vieron acorralados por Joahnna decidieron lavar sus nombres a través de alguien que hiciese el trabajo sucio y ahí entra Maddox. Según sabemos, se le vio relacionándose con Daniel y Joe . Tenemos orden de arresto contra el alcalde y el senador, además de algunos narcos y políticos. Os necesito a todos en la calle ahora, llega la hora de dar caza a los fantasmas que durante tanto tiempo han estado en la sombra – dijo Gates provocando que todo el mundo se pusiese en pie a la espera de que les informase como se llevarían a cabo las detenciones.
“Alcalde y senador, dos cargos importantes en el mundo político y social, son desprestigiados bajo el nombre de aquellas dos personas que son detenidas mientras hacen sus respectivos trabajos, un trabajo del que se verán relegados tras el escándalo recogido por las cámaras de televisión. El senador Joe Lieberman y el alcalde Daniel Williams junto con una docena de políticos así como una decena de narcotraficantes se encuentran en la comisaría 12th de Nueva York declarando contra las pruebas que los acusan de extorsión, robo con intimidación, secuestro y asesinato. La ciudad de Nueva York ajusta las cuentas pendientes con los asesinatos de la abogada Joahnna Beckett y el señor Smith, haciéndoles justicia, dándoles paz a las familias y amigos que ahora pueden vivir tranquilos.”
Castle apagó el televisor y no dejó de observar a Kate en ningún momento, quien aun seguía con la vista fija en la pantalla apagada. Él la rodeó con sus brazos y la atrajo hacia sí, intentando hacerle saber que estaba allí, que no estaba sola, que todo había pasado. Pequeñas lágrimas comenzaron a correr por la mejilla de Beckett, incapaz de contenerse. Castle, callado, le daba espacio para que se desahogara sin presionarla, dejando que pasara por aquel camino duro entre sus brazos. Se acurrucó en su pecho y dejó que sus lágrimas brotaran como un inmenso océano mientras las manos de Castle la acariciaban dulcemente. Poco a poco se fue calmando y levantó la vista hacia el hombre que no se había separado de su lado durante algo más de cuatro años.
- ¿Estás mejor? – le preguntó dándole un tierno beso en la frente.
- Sí, gracias por estar conmigo y darme espacio, Rick.
- Siempre – le respondió mientras ella enterraba su rostro en el pecho de su escritor.
Pasaron unos minutos así, acurrucados, sin decir nada, disfrutando del momento bajo la tranquilidad y la seguridad de tenerse el uno al otro. Con los ojos cerrados, respirando el embriagador aroma a Richard Castle, se sentía protegida como nunca antes se había sentido, era todo cuanto necesitaba en su vida, el motor sobre el que giraba su día a día, el motivo de su felicidad, ahora sabía que su vida era él y que no quería otra cosa que no fuera sentirse entre sus brazos.
- Tuve mucho miedo de perderte – dijo rompiendo aquel maravilloso silencio, incorporándose aun abrazada por él, para encontrarse con esos ojos azules en lo que tanto le gustaba perderse – Tenía la sensación de que iban tras de mí y que no tendrían piedad contigo si estaba relacionado con el caso de mi madre. Me sentía perdida, ahora entiendo tus palabras aquel día que te apartaste del caso de mi madre y te viniste hasta aquí, ahora sé cuanto duele ver a alguien que quiere en peligro sin poder hacer nada – los labios de Castle la hicieron callar en un beso lleno de ternura.
- Ya no tienes de que preocuparte cariño. Gates y los chicos han hecho un gran trabajo. Ahora que se sabe que tanto Maddox como esos cuatro hombres trabajaban para el alcalde, y que éste estaba amenazado por el senador para que nada del mundo en el que ambos se movían saliera a la luz, les espera una larga temporada entre rejas.
- Pensaba que me sentiría mejor cuando diera con el asesino de mi madre pero no es así.
- El dolor es algo que siempre te acompañará, Kate – le dijo mientras
apartaba algunos mechones de su rostro – pero pasará, ahora ya puedes vivir tranquila, aprenderás a hacerlo, yo estaré contigo.
Volvieron a quedarse en silencio, acurrucados. Kate reposaba su cabeza en el pecho de su escritor rodeada por los brazos de él. Esta vez fue él quien comenzó a hablar.
- ¿Qué te parece si nos tomamos unos días de descanso antes de volver a Nueva York? Por Gates no creo que haya ningún problema, entenderá que quieras descansar antes de volver al trabajo duro, y yo ya he terminado mis entrevistas. Le diré a Samantha que vuelva a Nueva York y así podemos disfrutar tú y yo de unos días para nosotros solos.
- ¿Me estás haciendo una proposición indecente? - preguntó arqueando una ceja.
- Depende de lo que considere por indecente, inspectora – Kate se fijo en que sus ojos se había oscurecido fruto de la lujuria y pasión deseada.
No sabía en que momento aquella conversación se había tornado a ese punto de pasión desenfrenada y no pudo evitar que una sonrisa apareciera en su rostro.
- Te quiero, Rick.
- Y yo a ti, Kate – le dijo acercándose a sus labios, buscándolos como si hiciese años que no los probaba.
Ambos se dejaban querer disfrutando de un nuevo día, una nueva vida para los dos alejados del miedo y el dolor, donde podrían compartir sus vidas, su día a día, su amor.
Dicho esto, no me enrollo más y os dejo con el final de la historia. Espero que esté a la altura y que no defraude a nadie.
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Capítulo 17: El principio de una nueva vida
Un hombre de mediana edad, esbelto, con algunas canas dispersas por su espeso cabello, se hacía el nudo de la corbata que había elegido para esa mañana: una corbata celeste, discreta, la más indicada para el discurso que tiene dentro de unas horas. Nervioso, se mira al espejo para comprobar el resultado. Mentalmente repasa cada palabra que deberá decir ante la asamblea con convicción y seguridad, creyendo firmemente en lo que dice para así transmitirlo a los demás. Mientras se coloca la chaqueta negra a juego con sus pantalones intenta calmarse. Se dirige a la cocina y se prepara un té con la intensión de hacer que sus nervios desaparezcan. Un discurso como el que tiene que hacer hoy siempre le pone nervioso, impone respeto, pero esta vez siente que hay algo más, tiene una extraña sensación que le hace estar inquieto. El té caliente en sus manos lo tranquiliza un poco dejándose llevar por la suave melodía de la voz de Patty Griffyn que suena por la radio.
Una hora después, deja su casa con paso decidido para realizar su trabajo, le espera una mañana dura, mucho más de lo que él puede llegar a imaginar.
Una ambulancia llegaba para ayudar al secuestrador herido por el disparo de Beckett. El resto era llevado por el coche de policía de vuelta al aeropuerto rumbo a Nueva York para ser interrogados en la comisaría 12th. Beckett, seguida por Castle, salía de aquel edificio donde Espósito y Ryan los esperaba. Ambos hablaban cuando ellos legaron a su lado, pero se callaron inmediatamente al verlos llegar.
- ¿De qué hablabais? ¿Es que os ha comido la lengua el gato? – preguntó Castle haciéndose el gracioso.
Espósito se giró hacia él arqueando una ceja.
- Nos preguntábamos que hacia Beckett aquí – Espósito miró a la inspectora esperando una respuesta – Gates nos dijo que estarías en el hotel.
- Te has vuelto a poner en riesgo tú sola – le recriminó Ryan – Sabes que esto te traería muchos problemas con Gates.
- Ey, hermano, no te pases, deja que se explique – le reprendió Espósito.
- No podía esperaros chicos, sabía que no iba a ser fácil y que me arriesgaba mucho, pero no podía saber que Castle estaba secuestrado y quedarme sin hacer nada.
- Pero, ¿desde cuando vosotros estáis…
- … juntos? – completó Espósito.
Castle y Beckett se miraron y ambos asintieron con la mirada, era inútil esconderles nada cuando ya los habían pillado juntos.
- Algo más de dos semanas – respondió Beckett para sorpresa de Castle que pensaría que le pediría que fuese él quien lo contase – Gates me pidió que me mantuviese alejada de Nueva York y vine en busca de él – les contó de forma abreviada.
- ¿Por qué no nos dijiste nada? – le preguntó Ryan a Castle.
- Lo siento chicos, pero queríamos disfrutar del momento sin tener que responder todo un cuestionario como el que nos estáis haciendo ahora – se disculpó Castle.
Espósito asintió entendiendo la postura de ambos. Él había hecho lo mismo cuando en su día empezó su relación con Lanie así que no podía juzgarlos, solo querían tener intimidad para comenzar la relación sin miradas ni comentarios.
Un teléfono comenzó a sonar rompiendo la conversación.
- Espósito.
- Detective Espósito, te necesito junto al resto del equipo en Nueva York ya. ¿Tenéis a los secuestradores? ¿Está Castle bien? – preguntó con apremio Gates.
- Si, señor, tenemos a los secuestradores, un coche de policía los llevarán hasta el aeropuerto de vuelta a la comisaría. Castle está bien, no le han hecho daño. Volveremos todos a Nueva York dentro de una hora.
- No, será mejor que por el momento, Beckett y Castle sigan allí, tenemos trabajo que hacer y ellos estarán más seguros en Vancouver. Os espero dentro de una hora en la comisaría.
Castle y Beckett lo miraban interrogantes cuando éste terminó la conversación con Gates.
- Tenemos que irnos – dijo mirando a Ryan – pero vosotros no podéis venir, la jefa quiere que os quedéis aquí, debe de tener algo grande entre las manos.
- Nos os preocupéis por nosotros chicos, esteramos bien – dijo Castle pasándole a Beckett el brazo por la cintura atrayéndola hacia él, para sorpresa de ella.
Espósito le hizo un gesto a Ryan para que se fueran y los dejaran solos. Se despidieron mientras Beckett les hacía prometer que los mantuvieran informados sobre todo lo que ocurriera.
Gates repasaba con Rob todos los datos que tenían antes de que llegase su equipo. Aunque solo era cuestión de horas que los culpables fuesen detenidos, no podía evitar sentirse nerviosa, tenía que salir todo perfecto ya que no tenían más oportunidades.
- Tranquilízate, Gates. Todo saldrá bien – se acercó para abrazarla y aunque a ella no le gustaban las demostraciones de afecto en el trabajo, se dejó acurrucar por sus protectores brazos, dándole la fuerza que necesitaba en ese momento.
Las puertas del ascensor se abrieron dando paso a los detectives Ryan y Espósito junto con el resto de equipo llevando tres personas arrestadas con ellos.
Con la mirada, Espósito buscó a Gates y al no verla decidió entrar en su despacho. Ésta no se había dado cuenta de la entrada en la comisaría de sus detectives, así que cuando escuchó a alguien entrar se sobresaltó y se separó inmediatamente de Rob. Al girarse comprobó que Espósito la observaba atónito y fulminaba con la mirada a su compañero, del que parecía no fiarse después de lo último que había sabido de él ya que no había tenido tiempo de explicarle que Rob era inocente.
- Creo que nos hizo llamara por algo urgente, señor – la tensión se podía cortar con un cuchillo – Además, tenemos a tres de los secuestradores, el cuarto está en el hospital recuperándose.
- Eh… sí, vamos a la sala de reuniones – dijo instándole con la mirada a Rob para que los acompañase – Lleva antes a estos tres a la sala de interrogatorios – le apremió a Espósito.
Todos esperaban entre murmullos el momento en que Gates apareciese y les informase sobre los nuevos datos. Cuando ésta entró seguida de Rob, con Espósito y Ryan a su lado, se hizo el silencio.
- Tenemos nuevos datos sobre el caso de Joahnna Beckett que nos lleva hasta sus asesinos – dijo alzando la voz para ser escuchada por todos – Necesito poneros al corriente para llevar a cabo la operación dentro de unas horas – nadie dijo nada, todos permanecían en silencio, expectantes – Comenzaré desde el principio – dijo contándoles todo lo que Rob le había hecho participe días antes – El detective ha colaborado conmigo en la investigación que hemos llevado a cabo. Siguiendo sus sospechas sobre el alcalde pedí todos los informes de los casos que llevaba la abogada así como todos los archivos de lo que estaba investigando, de eso modo conseguimos llegar hasta el senador Joe Lieberman y su incursión en el narcotráfico.
- ¿El senador y el alcalde son narcotraficantes? Eso sería el fin de sus carreras – apuntó Ryan.
- Por ese motivo seguimos investigando con cautela para no levantar sospechas – intervino Rob.
- Hemos encontrado pruebas que Joahnna Beckett tenía sobre Joe Lieberman y Daniel Williams. Se las confió a Smith porque tenía motivos para pensar que iban tras ella, no se sentía segura.
- ¿Y qué pinta en todo esto Maddox? – preguntó Espósito un poco escéptico aun.
- Maddox es un prófugo de la ley cuyo verdadero nombre es Richard Stephen. Perdió el juicio que le llevó a la cárcel contra Donnal Sullivan por asesinato. La abogada de Donnal era Joahnna Beckett y gracias a ese caso se dio a conocer por su buen hacer. Cuando el senador y el alcalde se vieron acorralados por Joahnna decidieron lavar sus nombres a través de alguien que hiciese el trabajo sucio y ahí entra Maddox. Según sabemos, se le vio relacionándose con Daniel y Joe . Tenemos orden de arresto contra el alcalde y el senador, además de algunos narcos y políticos. Os necesito a todos en la calle ahora, llega la hora de dar caza a los fantasmas que durante tanto tiempo han estado en la sombra – dijo Gates provocando que todo el mundo se pusiese en pie a la espera de que les informase como se llevarían a cabo las detenciones.
“Alcalde y senador, dos cargos importantes en el mundo político y social, son desprestigiados bajo el nombre de aquellas dos personas que son detenidas mientras hacen sus respectivos trabajos, un trabajo del que se verán relegados tras el escándalo recogido por las cámaras de televisión. El senador Joe Lieberman y el alcalde Daniel Williams junto con una docena de políticos así como una decena de narcotraficantes se encuentran en la comisaría 12th de Nueva York declarando contra las pruebas que los acusan de extorsión, robo con intimidación, secuestro y asesinato. La ciudad de Nueva York ajusta las cuentas pendientes con los asesinatos de la abogada Joahnna Beckett y el señor Smith, haciéndoles justicia, dándoles paz a las familias y amigos que ahora pueden vivir tranquilos.”
Castle apagó el televisor y no dejó de observar a Kate en ningún momento, quien aun seguía con la vista fija en la pantalla apagada. Él la rodeó con sus brazos y la atrajo hacia sí, intentando hacerle saber que estaba allí, que no estaba sola, que todo había pasado. Pequeñas lágrimas comenzaron a correr por la mejilla de Beckett, incapaz de contenerse. Castle, callado, le daba espacio para que se desahogara sin presionarla, dejando que pasara por aquel camino duro entre sus brazos. Se acurrucó en su pecho y dejó que sus lágrimas brotaran como un inmenso océano mientras las manos de Castle la acariciaban dulcemente. Poco a poco se fue calmando y levantó la vista hacia el hombre que no se había separado de su lado durante algo más de cuatro años.
- ¿Estás mejor? – le preguntó dándole un tierno beso en la frente.
- Sí, gracias por estar conmigo y darme espacio, Rick.
- Siempre – le respondió mientras ella enterraba su rostro en el pecho de su escritor.
Pasaron unos minutos así, acurrucados, sin decir nada, disfrutando del momento bajo la tranquilidad y la seguridad de tenerse el uno al otro. Con los ojos cerrados, respirando el embriagador aroma a Richard Castle, se sentía protegida como nunca antes se había sentido, era todo cuanto necesitaba en su vida, el motor sobre el que giraba su día a día, el motivo de su felicidad, ahora sabía que su vida era él y que no quería otra cosa que no fuera sentirse entre sus brazos.
- Tuve mucho miedo de perderte – dijo rompiendo aquel maravilloso silencio, incorporándose aun abrazada por él, para encontrarse con esos ojos azules en lo que tanto le gustaba perderse – Tenía la sensación de que iban tras de mí y que no tendrían piedad contigo si estaba relacionado con el caso de mi madre. Me sentía perdida, ahora entiendo tus palabras aquel día que te apartaste del caso de mi madre y te viniste hasta aquí, ahora sé cuanto duele ver a alguien que quiere en peligro sin poder hacer nada – los labios de Castle la hicieron callar en un beso lleno de ternura.
- Ya no tienes de que preocuparte cariño. Gates y los chicos han hecho un gran trabajo. Ahora que se sabe que tanto Maddox como esos cuatro hombres trabajaban para el alcalde, y que éste estaba amenazado por el senador para que nada del mundo en el que ambos se movían saliera a la luz, les espera una larga temporada entre rejas.
- Pensaba que me sentiría mejor cuando diera con el asesino de mi madre pero no es así.
- El dolor es algo que siempre te acompañará, Kate – le dijo mientras
apartaba algunos mechones de su rostro – pero pasará, ahora ya puedes vivir tranquila, aprenderás a hacerlo, yo estaré contigo.
Volvieron a quedarse en silencio, acurrucados. Kate reposaba su cabeza en el pecho de su escritor rodeada por los brazos de él. Esta vez fue él quien comenzó a hablar.
- ¿Qué te parece si nos tomamos unos días de descanso antes de volver a Nueva York? Por Gates no creo que haya ningún problema, entenderá que quieras descansar antes de volver al trabajo duro, y yo ya he terminado mis entrevistas. Le diré a Samantha que vuelva a Nueva York y así podemos disfrutar tú y yo de unos días para nosotros solos.
- ¿Me estás haciendo una proposición indecente? - preguntó arqueando una ceja.
- Depende de lo que considere por indecente, inspectora – Kate se fijo en que sus ojos se había oscurecido fruto de la lujuria y pasión deseada.
No sabía en que momento aquella conversación se había tornado a ese punto de pasión desenfrenada y no pudo evitar que una sonrisa apareciera en su rostro.
- Te quiero, Rick.
- Y yo a ti, Kate – le dijo acercándose a sus labios, buscándolos como si hiciese años que no los probaba.
Ambos se dejaban querer disfrutando de un nuevo día, una nueva vida para los dos alejados del miedo y el dolor, donde podrían compartir sus vidas, su día a día, su amor.
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Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Muy hermoso el final y muy pero muy linda la historia...
FELICITACIONES
FELICITACIONES
Maku_Stanathan- Policia de homicidios
- Mensajes : 652
Fecha de inscripción : 07/10/2011
Edad : 30
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Oooh dios Alba ha sido..iahdsyugsyudagsudgasudgusdg
Me ha encantado, estaba deseosa de un nuevo capítulo aunque no me había percatado de que sería el último, bueno aunque me de muchisima pena, me ha encantado. Espero que te vuelvas a animar de escribir otro FIC porque te aseguro que aquí ya tienes una fan, me encanta tu forma de escribir y de describir cada aspecto.
Gracias y un millón de gracias.
Me ha encantado, estaba deseosa de un nuevo capítulo aunque no me había percatado de que sería el último, bueno aunque me de muchisima pena, me ha encantado. Espero que te vuelvas a animar de escribir otro FIC porque te aseguro que aquí ya tienes una fan, me encanta tu forma de escribir y de describir cada aspecto.
Gracias y un millón de gracias.
Invitado- Invitado
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Maku_Stanathan escribió:Muy hermoso el final y muy pero muy linda la historia...
FELICITACIONES
Muchas gracias, me alegro que te haya gustado
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Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Skyscraper escribió:Oooh dios Alba ha sido..iahdsyugsyudagsudgasudgusdg
Me ha encantado, estaba deseosa de un nuevo capítulo aunque no me había percatado de que sería el último, bueno aunque me de muchisima pena, me ha encantado. Espero que te vuelvas a animar de escribir otro FIC porque te aseguro que aquí ya tienes una fan, me encanta tu forma de escribir y de describir cada aspecto.
Gracias y un millón de gracias.
Jajaja me alegro que te gustara, la verdad es que no estaba muy convencida con este capítulo. No sé si tendré mucho tiempo de volver a escribir cuando empiece la universidad, pero si tengo un hueco libre prometo que volveré a escribir algo Muchas gracias, me vas a hacer sonrojar
Gracias a ti por seguir el fic y comentar
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Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
preciosa historia y maravilloso final!! lo echaré de menos, de verdad, pero bueno, fue bonito mientras duró!! Un beso alba, gracias por escribir para nosotros!!!
Re: And if...? - Epílogo (pág.20) 04-10
Beckett_Castle_Alba escribió:Anver escribió:Alba!!!
Me encanta tu forma de escribir. Pero bueno, eso creo que ya te lo he dicho más veces.
Espero que subas ese capitulo final cuanto antes. Muy buena historia, pero eso también te lo he dicho más veces...
Es que ya no se que decirte!!!!!! me dejas sin palabras.
Te echaba de menos por aquí Ana
Jaja muchas gracias por seguir mi fic y por comentar, tus comentarios siempre han sido de los que he esperado con muchas ganas, me has animado mucho a seguir escribiendo.
Espero que el final esté a la altura y que no defraude.
Oh, no me regañes Alba...
He pasado tanto tiempo escribiendo que cuando acababa me limitaba irme a dormir sin leer nada más.
Me he ido poniendo al día, y poco a poco he ido comentando...
Tengo grandes problemas con el tiempo, de hecho en una hora tengo que estar trabajando... ya se que no sirve de excusa, pero prometo intentar cambiarlo para las siguientes que escribas...
Muy buena tu historia y es todo un gusto poder seguir algo tan bien escrito.
Gracias por acabarlo, odio las historias incompletas, y mágnifico final Alba... pero claro... en tu línea....
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
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