DECISIONES capitulo 3

despues de llevar unos mesecillos sin escribiros nada despues de haber leido esto http://castleocd.tumblr.com/post/27610318595 me he decidio a escribir una escenita de nuestra pareja como punto de partida para una nueva historia
espero que os guste que comenteis todos como locos y sobre todo que disfruteis tanto como lo hago yo escribiendo


Nuestras elecciones en la vida son aquello que nos define, que nos hace ser uno mismo, que nos hace simplemente únicos. Pero esas elecciones que han definido nuestra vida muchas veces son erróneas, como la que yo tomé al ir tras la pista de Madoxx sin ningún tipo de refuerzo más que mi pistola y mi fiel compañero Javier.


Por ello ahora me encuentro aquí sentada en los columpios donde ya no mi mentira, sino mi falta de sinceridad hacia Castle sobre el día del tiroteo nos ha llevado. Probablemente haya tomado una de las decisiones más raras de mi vida, he dimitido de la policía, he sopesado que es más importante para mi vivir o seguir persiguiendo a alguien al que nunca tocare. Vivir y amar a Castle o morir persiguiendo a un fantasma. Eso es lo que hago ahora, aquí sentada siendo empapada por la lluvia, decidir como abrirle mi corazón a alguien a riesgo de que me lo pueda partir.

Bajo la incesante lluvia me encuentro con la mirada alzada hacia el piso de Rick sabiendo que probablemente esta sea o la noche más feliz de mi vida o aquella que recordare siempre como la noche en la que todo termino.
Después de unos minutos me armo de valor y entro al portal, al llegar al ascensor declino la idea y cojo las escaleras, así tendré más tiempo para pensar. En la mitad del trayecto me doy cuenta de que no ha sido la mejor idea de todas pues con tiempo lo único que hago es pensar en todas las posibles situaciones de rechazo y eso me asusta. Al llegar al rellano miro para la puerta me quedo quieta a distancia como si estuviese estudiando las distancias entre la puerta y yo, como si estuviera buscando una manera de salir de aquí llegado el momento, pero eso no ocurrirá pienso para mi misma. NO PIENSES SOLO SIENTE son las últimas palabras que me digo a mi misma antes de enfrentarme a mi destino…

Después de que Rick no me coja el teléfono y todo se me derrumbe un poco más ante la posibilidad de que no quiera ni verme me armo de valor y llamo a la puerta. Cinco golpes secos en la puerta con decisión. el tiempo que tarde en llegar a la puerta se me hace eterno y justo cuando la puerta se abre y veo como sus preciosos ojos azules mi corazón empieza a latir desmesuradamente. En su mirada puedo ver dolor reproche ira pero también puedo ver que todo no esta perdido, que todavía no es demasiado tarde. Pierdo la habilidad de articular palabra bajo si intensa mirada dejando que sea él el que rompa el silencio.


-¿qué quieres Beckett?. El uso de mi apellido en lugar de mi nombre hace que un escalofrió se enrede por mi espalda.

-a ti. Haciendo caso de mi ultimo consejo dejo de pensar por primera vez en mucho tiempo y simplemente actúo, hago aquello que llevo queriendo hacer desde hace demasiado tiempo. Un solo beso en el que me libero. Nuestras frente quedan unidas, su desconcierto es palpable en todos los poros de su piel.

-lo siento mucho Castle, lo siento mucho, lo siento mucho. Dijo desde lo más profundo de mi corazón. Le beso de nuevo pero esta vez su respuesta no es la misma me agarra y me aparta, mirándome directamente a los ojos.

-¿qué ocurrió?. Como buen escritor necesita al menos parte de la historia

-él se escapo, y me dio igual. Casi muero y lo único en lo que podía pensar era en ti… solo te qiero a ti. Al terminar la frase le intento besar pero se queda quieto sin dejarme llegar a sus labios como si estuviese teniendo una disputa interna. Entonces lo veo en sus ojos el deseo, la fiereza con la que me mira. Me agarra y me aprieta contra la puerta consiguiendo que nuestros cuerpos estén completamente en contacto, nos besamos nos tocamos nos exploramos, hacemos todo eso que siempre hemos querido hacer haciendo que toda la imagen sea pura pasión y frenesí. Sus labios alcanzan mi pecho, depositando un beso en mi cicatriz, entonces cojo su mano y la subo hacia el pecho para que la toque para que vea que todo es real, entonces nuestros besos bajan de intensidad busco su otra mano con la mía y me lo llevo directamente al dormitorio….

CAPITULO 1

La gran mano derecha de Rick envuelve mi mano izquierda, con dulzura, con nerviosismo, ambos sabemos que es lo que va a pasar, todo va a cambiar.

Mientras estamos de camino noto como Rick se acerca más a mi, cambia su mano derecha por la izquierda y eleva su mano libre hasta mi pelo, gentilmente lo aparta para tocar la piel de mi cuello con sus dedos, trazando líneas invisibles. Bajo su tacto nuestros pasos aminoran hasta que nos quedamos parados, mi respiración se acelera. Cambia el tacto de su mano por el de sus labios, deslizando esta por toda mi espalda hasta que llega a la cintura donde me agarra, como si tuviera miedo de que me fuese a escapar estando tan cerca. Los besos empiezan en el hombro, suaves , calurosos , a medida que asciende por el cuello me voy deshaciendo cada vez más bajo su tacto inclinado mi cabeza hacia detrás. Su respuesta a este movimiento es automática, sus manos se aprietan mas contra mis caderas sus besos son más intensos, hasta que llega al lóbulo de la oreja derecha y lo muerde con dulzura haciendo que mi cabeza se recline más hacia detrás todavía. Bajo el hechizo al que me ha sometido con sus caricias y besos masculló su nombre

-Rick. El sonido queda medio ahogado en mi garganta.

-Kate. Responde contra mi oído con una voz que nunca antes había oído, a la vez que sube sus manos hasta mis hombros para quitarme muy lentamente la chaqueta, deslizándola por mis brazos acariciándolos al mismo tiempo. Al llegar al final la tira al suelo y me susurra de nuevo.

-para no haber estado nunca en el dormitorio sabes muy bien donde está… su aliento roza mi oreja de nuevo y por un momento lo único que quiero es quitarle la ropa y dejarme llevar por completo, pero jugar siempre ha sido divertido….

-llevo queriendo verla desde hace mucho tiempo… digo mientras me doy la vuelta lentamente hacia él, agarrando mis manos a su cuello y dejando que la distancia entre nuestros cuerpos sea mínima, rozando su nariz con la mía retándole a que me bese, pero en vez de ello sonríe me mira a los ojos y me dice en un susurro

-lo único que vas a tener en mente en cuanto entremos en esa habitación es a mi, no vas a ser capaz de fijarte en nada mas… lo prometo. Es en ese momento justo empieza a caminar hacia la habitación besándome gentilmente. Cuando entramos en la habitación todo está oscuro, el cierra la puerta tras de sí con el pie no siendo capaz de apartar sus manos de mi cuerpo, me da la vuelta bruscamente dejando mi espalda a escasos centímetros de la puerta, me mira y vuelve a sonreír, pero esta vez de una manera un poco mas lasciva. Sus manos llegan a la parte baja de mi camiseta y con la velocidad de un rayo esta se encuentra ya en el suelo. Mientras nos besamos mis manos empiezan a trabajar en los botones de su camisa, uno, dos , tres… me canso agarro la camisa por ambos lados tiro y dejo su pecho descubierto, deslizo las mangas por sus brazos hasta que esta cae al suelo .Alzo mis brazos y empiezo a besarle por el cuello abriendo los ojos para intentar ver algo mas de la habitación, pero ante este movimiento me aprieta con fuerza y me dice

-lo prometido es deuda, no vas a fijarte en nada más que no sea yo… Nada más acabar la frase su cuerpo empuja el mío hacía la puerta como ya hizo minutos antes. Es entonces cuando los besos se aceleran y las manos no pueden mantenerse quietas. Con un movimiento rápido baja su mano hacia la parte delantera de mi pantalón, desbotonándolos llevándose los pantalones con su mano. Cada vez está todo más cerca por ello yo no pierdo el tiempo y mi mano también desabotona sus pantalones mientras él con maestría se deshace de mi sujetador con una mano y en el primer intento. Separa sus labios de los míos me mira de arriba abajo con deseo y articula unas palabras que en otra situación podrían sonar un tanto groseras pero que sin embargo despiertan un fuego en mi interior

-estas preciosa en este momento, pero… deja la frase en el aire hasta que su mano baja hasta mi tanga… estoy seguro que la mejor parte está por venir aun… Con rabia agarra la tira de mi ropa interior y la rompe dejándome completamente expuesta… uy! lo siento mañana tendrás que estar sin ropa interior. ¿es una pena verdad?. Dice mientras recorre todo mi cuerpo con sus manos

-¿quién te ha dicho que mañana vaya a estar aquí? Digo mientras agarro la goma de sus calzoncillos y tiro de ella, con lo que estos acaban en el suelo. Ahora ambos estamos completamente expuestos, lo cual es una de las sensaciones más cómodas de toda mi vida.

-no necesito mucho más tiempo para convencerte de que te quedes para el resto de tus días. Con un solo toque de sus manos en mi cintura pego un pequeño salto y agarro mis piernas en su cintura dejando que siga apretándome contra la puerta pero esta vez siendo yo la que controla la velocidad del beso. Me separo un poco de él y le digo en bajito al oído

-estas alardeando mucho pero quiero acción… y la quiero ya. Agarro sus labios con fiereza dejando que nuestras lenguas se encuentren en el beso, deja de empujarme contra la puerta y me lleva hasta los pies de la cama, poco a poco desciendo posándome en ella con él encima y casi sin separar sus labios de los míos me dice.

-oh! Kate! las prisas son muy malas consejeras. Me mira, me sonríe, y desliza su mano derecha por la parte lateral de mi cuerpo deteniéndose en una de las cicatrices de la operación dibujando el contorno con sus dedos, pero cuando todo parece que se calma su mano vuelve a moverse deslizándose hacia abajo metiéndola entre mis piernas y haciendo que me estremezca aumentando muy considerablemente la velocidad de los besos y mis ganas de que se deje de rodeos. Un sonido ahogado sale de mi garganta al notar el buen trabajo que está haciendo con su mano entre mis piernas. Cambia el peso de lado quedándose ahora por completo encima de mí mirándome a los ojos explorándome por completo mientras hace que solo seamos uno, consiguiendo arrancarme otro gemido esta vez mas audible, empieza a golpear su cuerpo contra el mío suavemente haciendo que ambos consigamos mantener un ritmo conjunto que se va haciendo apresurado a la vez que el deseo aumenta. Sus manos no encuentran un punto fijo en mi cuerpo, mi curvas son una autopista para ellas, con decisión agarro una de sus muñecas y lentamente guio una de sus manos a mis labios depositando un beso en sus dedos y luego guiando la mano hacia uno de mis senos. Su tacto es suave cuidadoso, respetuoso pero a medida que el ritmo que tenemos estipulado aumenta da rienda suelta a sus acciones y aprieta su mano contra mi pecho justo a la altura del corazón, haciendo que ambos notemos los latidos perfectamente, donde se detiene para abrir los ojos apoyar su frente contra la mía y con una total liberación susurrarme entre jadeos

-no quiero dejar de escuchar nunca este sonido. Sus ojos se cierran y aprieta su frente contra la mía con más fuerza. Mis ojos se llenan de lagrimas que no con poco esfuerzo consigo retener, le agarro por el cuello con ambos brazos y le beso, con pasión pero sobre todo tratando de decirle todo aquello que todavía no soy capaz de verbalizar. Poco a poco el ritmo se vuelve frenético a la vez maravilloso para ambos. Cambiamos la posición siendo yo ahora la que se encuentra arriba controlando el ritmo de nuestros movimientos y besos, le miro a los ojos y veo algo que nunca antes había visto y que no soy capaz de discernir, me agarra por la nuca y cuando ambos estamos a milésimas de segundo del clímax me muerde en el cuello y me susurra

-¿he sido lo suficientemente convincente para que te quedes conmigo para el resto de tus días?

CAPITULO 2

La cama parece más extraña que nunca, un olor diferente, una almohada diferente unas sabanas diferentes y una compañía más que deseada. Esas son mis primeras observaciones cuando un rayo de luz decide entrar por la ventana y pegarme directamente en los ojos. Poco a poco voy despertando y recordando cada detalle de lo ocurrido la noche anterior sin llegar a creerlo del todo y sin poder evitar que una sonrisa se esparza por toda mi cara. Con la suavidad del que no quiere ser descubierto me doy la vuelta para mirar a la persona que está a mi lado, Richard Castle, aquel al que durante tanto tiempo admire desde la distancia esta a mi lado, en la cama. No puedo evitar pensar que él es el regalo con el que el destino me obsequia después de todo lo que ha ocurrido en mi vida en los últimos años. Durante un momento me quedo mirándole fijamente a la sonrisa que tiene en su cara, pura inocencia por todo su rostro, y no puedo evitar pensar en todo lo que ha pasado en estos últimos días de mi vida como todo a cambiado, como el solo sabe parte de todo aquello que ha ocurrido, cuando el debería de haber sido un testigo, haber sido el que me hubiese salvado en lugar d Ryan, pero pensar así es ser egoísta, pues yo fui quien le obligo a tomar la decisión de irse. Con este ultimo pensamiento me levanto de la cama con sumo cuidado para evitar que se despierte, cogiendo la sabana con la que él no está tapado y llevándomela agarrada al cuerpo.

Vago sin rumbo hasta que entro en su oficina, un templo sin duda para todo aficionado a la lectura, y me siento en el alfeizar de la ventana simplemente para mirar por la ventana y dejar que igual que mis pensamientos fluyan libres lo hagan también mis lagrimas.

Minutos después de mi escapada de la cama, oigo como unos pasos retumban en el suelo del salón, con urgencia con deseo con preocupación, cada vez se oyen más cerca, hasta que se paran y lo único que puedo oír es un pequeño resoplido de alivio, ante lo que sonrió interiormente sin dejar de mirar por la ventana.

-por un momento he pensado que todo lo ocurrido anoche había sido un sueño, pero ni siquiera un sueño puede ser tan bueno. Sus palabras salen de forma pausada, a la vez que poco a poco se acerca hacia mí, quedándose justo detrás pero sin llegar a establecer contacto físico. Girando un poco mi cabeza y mirándole de reojo contesto

-no podría, no tengo ropa interior utilizable y mi ropa no está como para usarla en estos momentos. Las palabras salen forzadas raspadas, no lo puedo hacer mejor.

-¿has estado llorando? Su mano llega hasta mi hombro, se sienta en el alfeizar de la ventana mirándome directamente a la cara, estudiándola centímetro a centímetro, viendo como la luz del nuevo día ilumina mi cara. No soy capaz de ofrecerle una respuesta con palabras por lo que le miro fugazmente y asiento.

-¿sabes que te voy a escuchar sea lo que sea verdad? Pasa su mano por mi mejilla y sonríe animándome a empezar mi confesión.
-lo siento Rick, siento la forma en la que me comporte en mi piso, siento mucho todo lo que te dije, siento haber sido tan injusta contigo. Alzo la mirada para ver cómo me observa con curiosidad y con una media sonrisa en la cara.- A veces las decisiones que tomamos marcan el rumbo de lo que seremos en un futuro, la decisión de perseguir al asesino de mi madre me hundió hace muchos años y volvió hacerlo ayer. Solo que hay una pequeña diferencia entre ambas veces, ahora entiendo que no puedo ser tan egoísta de dejarme llevar por ello sin pensar en todos aquellos a los que dejaría atrás. Tú me has enseñado eso.

- parece que al final sí que he sido una buena influencia para ti… - como siempre poniendo el tono de humor, pienso para mis adentros.
-quiero pensar que sí. Una gran sonrisa toma lugar en nuestras caras y después de un momento de reflexión vuelvo a hablar.- ayer me peleé con Madoxx en lo alto de un edificio. todos aquellos que nos han dicho que no sabemos a lo que nos enfrentamos tienen razón, están fuera totalmente de nuestro alcance. Otro pequeño momento de reflexión para ordenar los pensamientos.- me dejo colgando de un edificio Castle, literalmente colgando de un solo empujón, pudo haberme matado pero no, me dejo a mi suerte. Allí colgada deberían de habérseme venido a la cabeza multitud de personas recuerdos, pero solo estabas tú en mis pensamientos. Al alzar la vista veo como su mirada esta quieta , aterrorizado posa su mano sobre mi brazo como dándome fuerzas para seguir.- Gates nos ha suspendido a Javier y a mí, solo que yo no la he aceptado del todo, he dimitido, ya no soy la Detective Beckett, ahora soy solo Kate, he decidido dejar de correr tras un fantasma, quiero vivir todo aquello de lo que yo misma me he privado y quiero hacerlo contigo. Al acabar la frase nos miramos, nos dejamos llevar por el momento y nos besamos, despacio disfrutando el uno del otro, hablando sin hablar, diciendo sin decir. Al separarnos veo como me sonríe y me mira de arriba abajo

-anda Kate vete a pegarte una ducha mientras yo me pongo a hacer el desayuno. Toca la punta de mi nariz y me dice. –porque exactamente cuantas horas llevas sin comer?. Se me escapa una carcajada y no puedo evitar pensar lo adorable que es este hombre

-¿yo creo que cene?. Digo de forma guasona aunque ambos sabemos que eso no es verdad. Me paro unos metros antes de la puerta, medio me doy la vuelta y mientras dejo que la sabana caiga al suelo digo- esto lo dejo por aquí no?- oigo como una carcajada aun mayor que la mia sale de su pecho le oigo decir. Justo cuando estoy saliendo por la puerta me doy cuenta de que castle probablemente se había dado cuenta de todos los moratones que tengo por el cuerpo y al girar la cabeza un poco para mirarle de reojo veo como la sonrisa de su cara se ha esfumado y ahora me mira con dolor.