Decisiones, obstáculos, cambios [Capitulo 12: La última decisión] {12/12} ¡Último capitulo!

La decisión estaba tomada, me iba a Washington, ahora solo me faltaba decirle a Richard lo que había decidido y que eso no me costara perderlo, esta elección era lo mejor para mi futuro laboral y necesitaba que Rick lo entendiera y que lo nuestro no se acabara por esto, así que lo llamé para quedar en el parque.

Cuando llegué el aún no estaba, me senté en uno de los columpios pero no tuve que esperar mucho, lo vi aparecer y vino hacía mi con una expresión que me hizo sobrecogerme, estaba muy serio y decidido, cuando llegó se arrodillo ante mí
-Katherine Houghton Beckett ¿Quieres casarte conmigo?

Me quedé en silencio sin saber que responder, me había pillado totalmente desprevenida, mire el anillo que me ofrecía y tras unos minutos eternos me levanté del columpio e hice que Rick se levantara del suelo, lo abracé con ternura y le di un suave beso que él respondió con la misma pasión que yo le demostraba, cuando nos separamos lo mire a los ojos y cogí la pequeña cajita con el anillo, mirándole con una mezcla de sentimientos y emociones que me colapsaban, cerré la cajita con suavidad sin coger el anillo y se la devolví sin dejar de mirarlo.

-Rick... yo te amo, de veras que sí, pero no estoy preparada para esto – una lágrima resbalo por mi mejilla

-Pero... ¿Por qué? ¿Qué ocurre Kate?

Él no lo entendía y para mí esto era muy difícil

-No puedo decirte que me casaré contigo, porque he tomado una decisión sobre ese trabajo, me voy a Washington – respire hondo –Y no puedo obligarte a que vengas conmigo, aunque desearía que lo hicieras, por eso no puedo aceptar, eso obligaría a…

Richard me silenció poniendo un dedo sobre mis labios y volvió a abrir la caja con el anillo, lo sacó y tomo mi mano deslizando el anillo en mi dedo anular, lo mire algo aturdida por aquella reacción a mi respuesta y él se acercó y me beso suavemente

-Me da igual Kate, yo sé que debes irte, ese es el lugar que mereces, y yo no quiero frenarte, no quiero que seas infeliz, lo deseo todo para ti, así que si tú lo aceptas… quiero irme contigo a Washington y quiero que seas mi mujer y que nada haga que dejes de formar  parte de mi vida, tú serás mía y yo seré tuyo, y seré el hombre más feliz del mundo.

Por enésima vez las cosas que Rick me hacía sentir cuando me hablaba lograron que un escalofrió me recorriera la espalda, miré el anillo en mi dedo y lo miré emocionada, sin saber que decir, me abalancé sobre sus brazos y me apreté con fuerza contra su cuerpo deseando sentirlo más cerca de mí, amarlo como nunca, no le dije que sí, pero no hizo falta, lo besé apasionadamente y le agarré de la mano firmemente y estiré de el para qué caminara junto a mí, no tenía prisa por llegar a ningún lado, solo quería disfrutar aquel momento, me quedé mirando mi mano libre, en la que Rick me había puesto el anillo que me convertía en una mujer prometida, solo me faltaba comprar un anillo para él y decirle lo más importante, algo que aún no le había dicho, aunque era de esperar

-Creo que es muy obvio, pero SI, me casaré contigo – dije remarcando el SI y besando sus labios una vez más, ahora, había algo más que anunciar a Ryan y Espo, y por supuesto a mi padre, a Martha y Alexis, y no podía evitar preguntarme como se tomarían todos las noticias que teníamos para ellos.

Caminamos por la calle tomados de la mano, me sentía la mujer más afortunada del mudo, Rick siempre lograba que yo me sintiera especial, y ahora él lo dejaba todo por mí, el deseaba estar conmigo y deseaba que yo fuera feliz, iba a dejar a un lado su vida en Nueva York para casarse conmigo y vivir en Washington a mi lado. Ninguno dijo una palabra de camino a mi apartamento, no fue necesario, parábamos en todas las esquinas y nos besábamos con dulzura, nos mirábamos a los ojos y esa era toda la comunicación necesaria en este momento, al llegar a mi casa deje mis llaves en la mesita de la entrada y me quité la chaqueta, luego me giré para mirar a Rick, me acerqué a él, le quité la chaqueta lentamente y lo bese con ternura y pasión mientras los dos nos preparábamos para entregarnos el uno al otro, pero esta vez como prometidos….

Anillo:

CAPITULO 2: Una triste despedida

Abrí los ojos lentamente, era muy temprano, el pecho de Rick subía y bajaba acompasadamente bajo mi cabeza y su brazo me rodeaba los hombros, mientras el mío cubría su cintura, sonreí sin moverme de la comodidad de aquella posición y levante mi mano para observar el anillo en mi dedo, me sentía extraña, pero muy feliz, me quedé mirando mi mano recostada sobre el pecho de Rick hasta que note como se movía bajo mi cuerpo, apoye mi mano en su vientre y giré mi cabeza sobre su pecho, me sentí sobrecogida por su forma de mirarme, tenía una sonrisa resplandeciente, igual que la mía.

Me incorporé levemente y me acerqué a sus labios besándole con suavidad, me sentía en una nube, embargada por una felicidad sobrecogedora, Rick me acarició el brazo suavemente y rompió el silencio

-Buenos días preciosa – su sonrisa se ensancho de una forma inimaginable

-Buenos días mi amor – levante mi mano para enseñarle el anillo –Espero que no te hayas arrepentido de esto, porque no te lo pienso devolver – bromeé mientras escondía la mano detrás de mi espalda jugueteando con el

Rick se me echo encima riendo –No quiero para nada ese anillo si no está en tu mano y es para que seas mi esposa – me dijo tiernamente, yo le respondí con un beso profundo y lleno de pasión, que dio pie a un segundo asalto entre los dos, lleno de besos, caricias y amor…

***

Unas horas más tarde ya estábamos vestidos y sentados en el sofá de mi casa, no había nada que pudiera romper la burbuja en la que estaba, ahora todo era perfecto, y dentro de poco sería todavía más perfecto, mire el reloj de mi muñeca y me mordí el labio incorporándome y rompiendo el contacto de nuestros cuerpos, el me miro haciendo un puchero y eso me hizo reír, me acerque para besarlo y él me agarro por la cintura y me estiró haciendo que cayera sobre él y comenzó a besarme, me  reí suavemente y bese sus labios

-Me encanta estar contigo, y besarte, pero… si no nos damos prisa llegaremos tarde a tu casa, donde te recuerdo que todo el mundo nos espera para escuchar las noticias que tenemos que darles – el soltó mi cintura resignado y lo besé antes de levantarme e hice que él se levantara también, lo abracé apoyando mi cabeza en su pecho y salimos en dirección a casa de Rick.

Cuando llegamos aún no había llegado nadie, ni siquiera Alexis y Martha estaban allí, de modo que empezamos a prepararlo todo para cuando llegaran los invitados, los reuníamos ahí porque mi apartamento no era suficientemente grande para que todos estuvieran cómodos, yo tenía que dar la noticia a todo el mundo de que me marchaba a DC y luego Rick y yo daríamos la noticia de la boda, algo que aún no habían hablado demasiado, solo había algo que había quedado claro para ambos, la boda se sucedería en los próximos 5 meses, ya que tenía que empezar mi nuevo trabajo en 6 meses, y ambos queríamos mudarnos a vivir juntos en DC, pero no podía permitirme pedir días libres nada más empezar en el nuevo trabajo y Rick deseaba llevarme a un lugar hermoso en su luna de miel, yo quería darle ese gusto y al final el acuerdo era ese, 5 meses de preparación y el mes restante era para la luna de miel y para buscar una casa en Washington para mudarse, y donde hubiera sitio por si Alexis, Martha o su padre querían ir a visitarlos unos días, pero en lugar de preocuparla, aquello solo la hacía sentir más impaciente por que llegara el momento, y ver la reacción de su familia y sus amigos a ambas noticias.

Lo preparamos todo en unos veinte minutos y nos sentamos en el sofá abrazados, de pronto la puerta se abrió y entraron Martha, Alexis y mi padre, que se lo habían encontrado en la puerta, nos levantamos del sofá y procure que nadie viera el anillo para no chafar la sorpresa.

-¡Hola Martha, Alexis, papá! – los abracé uno a uno, deteniéndome en mi padre un poco mas

-Hola Katie – me contestó mi padre dándome un sonoro beso en la mejilla, luego se dirigió a Castle –Hola Richard ¿todo va bien? – preguntó escrutando en su rostro aquel sentimiento que desprendía

-Hola Jim, sí, todo va perfectamente – dijo tendiéndole la mano y volviéndose para abrazar a Alexis

-Nos vais a adelantar algo o tenemos que esperar a todos – preguntó Alexis con un deje de impaciencia en la voz

-Tendréis que esperar, de todos modos no creo que tarden mucho en llegar los demás – contestó Rick, en su voz noté que él estaba más impaciente que su hija por contar la noticia a todo el mundo

-Bueno, entonces mientras vienen todos, tomaremos algo – exclamo Martha dirigiéndose a la cocina y sirviendo cuatro vasos de licor y sacando un bote de Coca-Cola para Alexis

Fuimos hacía los sofás pero antes de que Martha llegara con las bebidas, llamaron al timbre, me levanté de nuevo para abrir, ahí estaban todos los que faltaban, y conforme iban entrando iba saludando a los invitados, Ryan vino con Jenny, cosa que ya me esperaba, no era necesario decir que cuando Ryan estaba invitado a un sitio su mujer era un invitada más, Lanie y Esposito venían detrás y cerrando la comitiva entro la capitana Gates, a la que se le notaba en la cara que se le hacía extraño, estar con nosotros fuera de la comisaría. Los demás asistentes que ya estaban se levantaron y saludaron cordialmente a los recién llegados a la casa, todos nos sentamos en el círculo que Rick había creado con los sofás, el anfitrión sirvió bebida para todo el mundo y se sentó a mi lado pasando su brazo sobre mis hombros, todos nos miraron expectantes por escuchar el motivo de la reunión, le di un pequeño trago a mi vaso y carraspeé para aclararme la garganta antes de hablar.

-En primer lugar quiero que sepáis lo importante que es para mí que hayáis acudido esta tarde – dediqué una sonrisa a todo el mundo –El motivo de pediros que vinierais es porque me han ofrecido un puesto de trabajo en Washington y he decidido irme, con lo que ello conlleva, he de mudarme allí

Mi padre no reaccionó con sorpresa, él ya sabía que me habían ofrecido el trabajo y el mismo habría atado cabos, me conocía demasiado y sabría que no me negaría a aceptarlo, por su parte Martha y Alexis miraban a Richard de soslayo, supuse que preocupadas por cómo podía afectarnos eso, y a ambas les extraño que en su rostro siguiera una sonrisa resplandeciente, la primera en romper aquella tensión fue Gates

-Me alegro por usted Beckett, está capacitada de sobra, se lo merece – me felicitó amablemente

A continuación Ryan, Espo, Lanie y los demás expresaron sus respectivas felicitaciones, aunque matizando que me echarían de menos, incluso Jenny, que no tenía mucha relación conmigo me deseó que esperaba que todo me fuera bien, la conversación se fue apagando poco a poco y sonreí sin levantarme manteniendo la mano de Rick rodeando mis hombros.

-Yo también os voy a echar mucho de menos, aunque aún quedan 6 meses para que tenga que empezar allí – dije sonriente –Y hay algo más que tenemos que contaros – miré a Rick dándole pie para que diera la noticia

Me soltó y se puso en pie mostrando la misma emoción que un niño cuando va a abrir los regalos de navidad, con ese movimiento llamo la atención de los asistentes que se quedaron mirando a Rick.

-Dicen que es mejor que cuando se da una noticia haya otra alegre para contrarrestar, así que capitán Gates, para su alegría yo también dejo a un lado la colaboración con la comisaría – dijo en tono de broma, aquello causo que una leve carcajada recorriera la sala, entonces se puso un poco más serio y se giró a mirarme, me tomó de a mano para que me levantara –Ayer me entere de que Kate se marchaba y yo tomé mi propia decisión, sería un completo estúpido si dejara que la mujer de mi vida se escapara sin hacer nada por retenerla a mi lado, como todos aquí sabéis, en especial Alexis y tú, mamá,  han pasado muchas cosas entre nosotros, y no puedo permitirme perderla – Alexis y Martha se pusieron alerta, expectantes –Le pedí a Kate que se casara conmigo…

-Y he aceptado – dije apoyando en su pecho la mano con el anillo de modo que todos pudieran verlo y bese suavemente a Rick en el mentón mientras observaba los gestos de nuestros acompañantes.

La primera en levantarse y venir a abrazarnos fue Alexis, que nos felicitó enérgicamente dando paso a que todos los asistentes nos felicitaran, Lanie me abrazó con una fuerza sobrenatural

-Ya era hora de que os dejarais de tonterías – nos regañó a los dos felizmente

El último en felicitarnos fue mi padre, que me abrazó con una expresión perpleja pero feliz en el rostro y luego se acercó a Rick y lo abrazó también

-Enhorabuena a los dos, y espero que hagas muy feliz a mi niña – dijo con un leve tono de amenaza

-Eso espero Jim, es lo único que deseo – contestó Rick con cordialidad

Después de las felicitaciones que nos brindó incluso el capitán Gates la reunión se fue tornando un poco más informal hasta que poco a poco la gente se fue retirando para marcharse a sus casas, cuando mi padre se fue después de una larga sobremesa tras la cena, Martha y Alexis nos ayudaron a arreglar la casa y se despidieron para marcharse a sus habitaciones, abracé a Richard por el cuello y sonreí
-Esto ha salido mejor de lo que me esperaba – susurré muy cerca de sus labios y terminando con un beso infinito que termino cuando entramos en su habitación cargados de amor que queríamos demostrarnos.