Decisiones, obstáculos, cambios [Capitulo 12: La última decisión] {12/12} ¡Último capitulo!

CAPITULO 8: Luna de miel

Al día siguiente Rick me despertó entre besos y caricias, cuando abrí los ojos me sonrió y señalo la bandeja repleta de comida que había sobre la cama, había de todo para los dos, lo primero que cogí fue el café, con la espuma había dibujado un corazón como tantas veces desde que nuestra relación empezó, pero ahora era mi marido y no mi novio el que preparaba mis desayunos, sonreí cuando le vi tomar la otra taza de la bandeja, después de desayunar, nos dimos un baño de espuma los dos juntos donde disfrutamos acariciando nuestros cuerpos, encendiendo la llama que nos había movido la noche anterior.

Antes de que el sol subiera demasiado en el cielo ya habíamos preparado nuestras maletas e íbamos con el coche de Rick en dirección a la improvisada luna de miel que habían organizado nuestros padres para antes de que tuviéramos que partir hacia Washington.

Los días en los Hamptons con Rick transcurrían de la manera más perfecta que pudiera imaginar, pasábamos los días juntos, desde que dejábamos la cama a horas tardías, y no nos alejábamos para nada, ni siquiera para ir a comprar o para cocinar, siempre juntos interactuando entre miradas en muchas ocasiones y dejando que el deseo hablara con nosotros cuando salía a escena. Por las noches nos metíamos en la piscina terminando en más de una ocasión desnudos sobre las hamacas o la gran extensión de césped del patio trasero de su casa. Una mañana nos despertamos en el suelo junto a la piscina, tapados por una toalla y sobre los trozos de plástico de una de aquellas tumbonas que Rick tenía, cuando el me susurró al oído que no importaba, que había valido la pena por escuchar mis gemidos, mis uñas en su espalda y por verme dominando la situación me puse roja como un tomate, Rick se limitó a besarme la mejilla, aquella noche decidí que iba a ganar el juego que nos llevábamos desde el primer día allí, prepare todo mientras Rick se duchaba, cuando salió vestido solo con una toalla me planté delante cortándole el paso a la habitación, lo único que me cubría era un picardías rojo y negro, abierto desde debajo del pecho hasta la cintura con una tela de gasa algo transparente y con un tanga rojo a juego con la parte que cubría mi pecho, Rick abrió la boca de golpe, me gusto sentir que a pesar de tantos días viéndome desnuda aún se sorprendía cuando no se lo esperaba, lo atraje hacía mi pero no llegué a besarle.

-¿Te gusta lo que ves escritor? – por toda respuesta me agarró por la nuca devorando mi boca y paseando sus dedos por mi cuerpo, caminé hacía atrás todo el camino, y cuando llegamos a la cama me tumbé con él encima, me miró y mordió su labio inferior mientras enredaba sus dedos en el lateral de mi tanga bajándolo  lentamente, cuando me lo quito me puse sobre él y agarre sus manos llevándolas por encima de su cabeza –Hoy soy yo la que va a hacerte disfrutar – murmuré buscando lo que había dejado en la mesilla, pero no lo sentía, noté como Rick me tumbaba a mi sobre la cama y me mostraba en su mano el objeto que yo había estado buscando

-¿Buscaba esto inspectora? – beso mi cuello sujetando las manos con fuerza pero sin hacerme daño –Tendrás que ser más rápida con tus sospechosos – bromeó mientras dirigía las esposas a mis muñecas, dejé que me las pusiera y de nuevo logró que me sintiera en el paraíso, cuando termino de complacerme soltó las esposas y fui yo la que asaltó a un muy excitado Rick hasta que ambos nos desplomamos sobre el colchón respirando con dificultad.

Así transcurrieron los días hasta que mi cuento de hadas termino, había llegado el momento de volver a Nueva York, solo faltaban dos días para marcharnos y Rick deseaba hacer una cena en la que despedir a todos los que iban a quedar atrás, yo no fui capaz de negarme a sus peticiones y partimos hacía nuestro apartamento, cuando llegamos todo estaba en silencio, era de noche y nos fuimos a dormir intentando no hacer ruido.

-Kate, Kate mi amor – el sonido de su voz me hizo sonreír, abrí los ojos lentamente y frente a mi tenía la imagen de mi escritor favorito con una sonrisa que iluminaba su rostro –Buenos días, princesa – susurró antes de acercarse y besarme con suavidad, mi pulso se aceleró, no iba a poder acostumbrarme a el trato que Rick me daba, siempre iba a ser especial y me iba a trastocar el cuerpo y la mente

-Buenos días mi príncipe – susurré sin dejar de sonreír –Si piensas despertarme así todos los días – mis brazos rodearon su cuello –Habrá que comprar un desfibrilador para mí – volví a besarlo con suavidad y el acarició mi rostro en respuesta hasta que nos separamos

-Entonces para evitarlo, te mantendré bien alimentada, así tu corazón estará sano y fuerte – me respondió acercando el desayuno que me había preparado

Me froté los ojos antes de incorporarme y descubrir la bandeja de desayuno, había de todo, zumo de naranja, fresas cortadas a trocitos, tostadas tal y como a mí me gustaban, huevos revueltos, y como no aquel café que hacía especialmente para mí con un corazón dibujado en la espuma de la leche, lo miré con ternura

-Sabes que si empiezo a comer esto todas las mañanas ¿acabaré engordando? – Murmuré riendo suavemente y dedicándole una mirada cariñosa –Así que, tendrás que proponerte engordar un poco conmigo – dije tendiéndole el tenedor

-Me encantara – respondió riendo, cogió un pedazo de fresa y se lo metió en la boca, luego cogió otro y me lo ofreció cariñosamente
Terminamos de desayunar y Rick se levantó de la cama, pero me arrodillé sobre ella y lo agarré de las manos para atraerlo hacía mí, la sábana se deslizo por mi cuerpo, lo bese suavemente acariciando su cuello suavemente, él sonrió agarrándome de la cadera

-Deberías vestirte si no quieres que Alexis y mi madre te vean así - murmuró acariciando mi cuerpo sobre su vieja camiseta y las braguitas que usaba últimamente para dormir, le demandé un nuevo beso antes de dejar que se marchara, me di una ducha y me vestí, luego salí al comedor donde Rick estaba junto a Martha y Alexis charlando alegremente, cuando aparecí dejo de prestar atención y sus ojos se clavaron en mí, me sonrojé ante la mirada de mi marido, volvía a estar en aquella burbuja que se creaba cuando nuestros ojos conectaban

-Buenos días Kate – dijo Alexis haciendo que regresara a la realidad, ya no estábamos solos

-Buenos días querida – dijo Martha al ver que no reaccionaba, alcé la mano sonriendo algo avergonzada

-Buenos días Martha, Alexis – me acerqué donde estaban y Rick me tendió la mano para que me sentara junto a el

-¿Todo va bien? – Pregunto Martha –Sé que los Hamptons no es Hawái, pero…

-No Martha, fue un detalle precioso – susurré notando como la mirada de Rick se clavaba en mi rostro, pero no podía mirarlo o de nuevo me vería atrapada en aquella red invisible

-Tiene razón madre, han sido unos días perfectos – escuche decir a Rick, y me giré para mirarlo a los ojos y la sonrisa deslumbraba en su rostro –Con esos días de descanso y despreocupación llegaremos a Washington listos para la acción – lo miré de reojo, pero decidí esperar
para preguntarle

***

Estaba en la cocina con Rick mientras Alexis preparaba la mesa y Martha su cóctel para la cena, el primero en llegar fue mi padre y luego llegaron Javi, Kevin, Lanie y Jenny, cenamos tranquilamente entre charlas distendidas y después pasamos a un ambiente más cómodo, música suave y espacio para charlar. Rick no me soltaba ni un segundo, parecía que sus brazos estaban soldados a mi cintura, Kevin, Jenny, Javi y Lanie se acercaron

-Chicos os vamos a echar de menos, resolver casos no va a ser lo mismo sin vosotros – nos dijo Kevin con la seriedad que lo caracterizaba

-Si, quien culpara a las maldiciones, fantasmas, el bigfoot, la cia…. – comentó Javi golpeando suavemente el brazo de Rick, ambos sonreímos

-Os prometo mandaros cartas con teorías de la conspiración para que practiquéis vosotros mismos – dejo de rodear mi cintura y abrazó a Kevin primero –Cuida de Jenny amigo - le dijo Rick sonriendo

-Lo hare, pero tu cuida también a nuestra Kate – Kevin se separó sonriendo y me abrazo a mí –Tu controlalo, que no se meta en muchos líos – me pidió sonriendo

-Hermano, me alegro por ti – Espo abrazaba a Rick y golpeaba su espalda suavemente, luego vino a mí –Sé que no somos el FBI, pero si necesitas ayuda, cuenta con nosotros – yo asentí a sus palabras y lo abracé también

-Richard Castle, como me entere de que le haces daño a mi amiga te prometo ir a buscarte y darte una buena patada en el culo – Lanie parecía enfadada pero luego sonrió –Mas os vale venir a vernos de vez en cuando – un impulso hizo que la abrazara y ambas rompimos a llorar en silencio, sin duda Lanie era mi mejor amiga, la iba a echar mucho de menos, cuando nos separamos los brazos de Rick estaban abiertos para consolarme, y para mi sorpresa los de Javi cogieron a Lanie al instante

-Espero que como mucho tardéis un año en venir – dijo Jenny cogiendo la mano de Kevin, ambos se sonrieron –Kevin y yo deseamos que vengáis al bautizo

Los cuatro nos quedamos descolocados y Kevin acarició el vientre de Jenny, me tapé la boca con las manos

-¡Enhorabuena! – estallamos los cuatro a la vez, lo que causo risas, aquella noticia dio paso a nuevos abrazos entre todos nosotros.

Unas horas más tarde se habían marchado y nos quedamos solo la familia, era hora de despedirnos, cogíamos un vuelo muy temprano, despedirme de mi padre fue lo más difícil, me quedé asolas con él en el salón mientras Rick se marchaba con Martha y Alexis a su estudio

-Papa yo… - las palabras no me salían, deseé tener la misma facilidad que Richard para expresarme

-No digas nada Katie, yo…  también voy a extrañarte – me abrazó y las lágrimas una vez más rodaron por mis mejillas, era como yo, no le gustaban las despedidas, eso era todo lo que nos hizo falta

-Prometo llamarte a diario – susurré sin alejarme

***

-Alexis, madre, os echaré mucho de menos – abrí mis brazos y mi niña se abalanzó dentro de ellos, mi madre completo el abrazo desde el otro lado

-Hijo, te extrañaré, pero… estoy feliz por ti – me dijo sonriente

-Papa... voy a extrañarte mucho – un par de lágrimas escaparon de sus ojos y las sequé al instante

-Alexis… todo irá bien – dije dedicándole una sonrisa –Y si me necesitas, puedes llamarme, vendré enseguida – le aseguré –Además, tienes una habitación para poder venir en vacaciones – ella me sonrió y volvimos a abrazarnos los tres

***

Después de unos minutos, nos reunimos todos en el salón de la casa, aunque mi padre no tardó mucho en despedirse de nosotros, nos dio sus mejores deseos y salió de allí, tras recoger la casa nos despedimos de Martha y de Alexis y fuimos a dormir, dejándolas a las dos en el comedor. Me abracé a él una vez estuvimos acostados

-Rick… todo será distinto allí – su mano acarició suavemente mi piel

-No Kate, todo no, yo te amaré lo mismo o más – le dediqué una sonrisa y bese su pecho, apoyé la cabeza en su pecho y escuchando su corazón hasta que me dormí

Me daba la sensación de que apenas había dormido cuando la voz de Rick me despertó suavemente, él ya se había vestido, me ofreció un café y yo me estiré en la cama y froté mis ojos, me tomé el café y me vestí sin hacer ruido, eran las cinco de la mañana y todos estaban dormidos todavía. Un taxi nos llevó al aeropuerto y tras facturar las maletas subimos al avión y me apoyé en el hombro de Rick para empezar el viaje a nuestra nueva vida….