DECISIONES capitulo 3

CAPITULO 3

Las reacciones ante lo inesperado o ante lo nuevo tienden a verse como algo necesario para llegar a conocer a alguien, pero la verdad menos mal que nadie me vio la cara cuando abrí la puerta del baño del Rick. Ojos como platos y mano en boca para que no se oyesen mis gritos al ver el pedazo de baño que este hombre tenía. Simplemente alucinante. El tamaño de este podía doblar perfectamente el del mío y puede que hasta me quede corta. Lo más llamativo de la sala era la bañera con hidromasaje para dos que tenía en una de las esquinas con un par de espejos estratégicamente colocados que la verdad le daban un look muy porno al baño y porque no decirlo que me encantaba. Una vez que se me había quitado el alucine de encima deje que la bañera empezase a llenarse de agua mientras yo seguía explorando. Colonias, desodorantes, aftershave , cremas todo tipo de cosméticos para hombre en la mayor parte de los armarios. Hasta que tope con el armario que tenia para las mujeres, este estaba lleno de colonias caras, todas nuevas, un cepillo de dientes nuevo, toallas nuevas, todo nuevo lo cual no se si me molestaba o me hacía sentir que llevaba esperando a que entrase en su baño un tiempo ya. Poco después de acabar de explorar por los armarios encontré el hilo musical exclusivo para el baño, llevándome una grata sorpresa al encenderlo y oir la música que sonaba, exactamente la misma música que utilizaba yo en mi antiguo apartamento para relajarme mientras me daba un homenaje en mi bañera. Me doy la vuelta y me meto en la bañera ya llena, cojo unas sales que hay al lado y las esparzo le doy al botón de encender, cierro los ojos y empiezo a disfrutar del momento.

Disfrutar he disfrutado del momento pero me parece que no ha sido un momentin porque lo primero que noto son unos dedos sobre mi brazo son los dedos en él. Abro los ojos y lo que veo son los ojos azules de Rick con un brillo increíble y una sonrisa de crío que me encanta.
-¿estas cansada? Dice sin dejar de sonreír y sin dejar de tocarme el brazo.

-bueno. Un poquitín la verdad es que se de alguien que no me dejo dormir mucho ayer… saco un poco del cuerpo y le pego un beso como que no hubiese mañana. A lo que me responde.

-no puedes darme besos como esos aquí… dice señalando hacia la bañera… y esperar que me este quieto. De nuevo esa sonrisa perversa
-tu sabes mejor que nadie que aquí hay sitio para más de uno… digo mirándole con cara de niña pequeña mientras me muerdo el labio inferior. Su respuesta es simple se carcajea me da un beso y me dice

-anda sal de ahí que arrugada no estas tan sexy… cuando esta en la puerta se da la vuelta sonríe y me dice.- ah! Y Kate no tardes que se enfrían las tortitas. TORTITAS! Me ha hecho tortitas, no puedo evitar sonreír como una idiota mientras dejo que mi cuerpo se escurra bañera abajo y me moje por completo.


Mi siguiente aparición enfrente de Castle no es ni desnuda, ni en toalla, ni con la sabana alrededor de mi cuerpo. Después de salir de la ducha y barajar las posibles apariciones ninguna me parecía lo suficientemente decente asique me fui directa al armario de Castle y escogí algo.

Cuando salgo de la habitación veo como Rick anda bailoteando por la cocina mientras acaba de darles los últimos retoques al desayuno, no puedo evitar sonreir al verle tan feliz. Poco a poco entro en la sala y pregunto en alto

-¿qué hora es? al darse la vuelta y verme se para levanta una ceja y deja la boca abierta. Al verle yo también me paro me miro de arriba abajo pensado esto va a ser gracioso sonrio y decido meterme un poco con él.

-¿no sabes qué hora es?. Digo sonriendo, mientras le observo parada en el medio de la sala.

-lo sabía hace un momento, pero ahora mismo mi cerebro esta ocupado quitándote mi ropa. Dice mientras se acerca.- veo que te gusta mi armario. Dice acercándose cada vez más hasta mi sin llegar a establecer contacto físico, admirando lo que ve desde una pequeña distancia.

-es que no sabía que ponerme y salir en toalla era un poco incomodo, se me podía caer y esas cosas. Digo mientras el da vueltas a mi alrededor
-camiseta negra de pico. Dice mientras desliza el cuello hacia una lado de forma que queda un hombro descubierto.- No voy a volver a ponerme esta camiseta sabes. Dice mientras me pasa el dedo por entre los hombros y me susurra.- te queda muchísimo mejor a ti. Medio hombro descubierto, cubriéndote casi todas las caderas. En ese momento posa su mano en mi culo y empieza a reírse como un loco.- la camiseta igual no pero los bóxers definitivamente si me los voy a volver a poner.- dice mientras los agarra por la goma y la estira.- aunque te quedan un poquitín grandes ¿no?.

-me parece que eso da exactamente igual. Digo mientras enlazo mis brazos sobre su cuello y le beso. Sin separar los labios rie y me dice.

-bueno menos mal que sujetador no llevas porque si no iba a ser un poco extraño. Ambos nos reímos antes su comentario hasta que nuestras miradas se cruzan y ambos vemos el deseo en los ojos del otro, me agarra por la cintura y de nuevo como la noche anterior yo salto y me engancho a él, quién me lleva hasta la encimera y me sienta en ella dejando un rastro besos por todo mi cuello y hombro al descubierto. Tirando todo aquello que encontramos a nuestro paso,que menos mal que el desayuno no esta ahí que si no…, no puedo evitar decirle

-yo no pienso recoger este estropicio. Le susurro al oído mientras las caricias se vuelven más urgentes.
-ahora mismo eso no es lo que más me importa. Empieza a meter su mano por debajo de la camiseta, a pasar sus dedos por mis costados, pero justo cuando va a quitarme la camiseta le susurro.

-se nos enfría el desayuno Ricky…- en ese momento se separa con cara de desconcierto, movimiento que aprovecho para bajarme de la encimera mirarle de forma seductiva morderme el labio inferior y soltar una carcajada. Me dirijo a la mesa donde tenemos el desayuno me siento y le digo

-¿no vienes Castle?. Su respuesta es una sonrisa, se acerca y me dice

-me vas a volver completamente loco. Se inclina hacía mi y me besa dulcemente