Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
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Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me gustan mucho las escenas que vas escribiendo. Me encantaría verlos así en la serie. Sigue cuando puedas, pero cuanto antes, mejor.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Escena 8: Artillería pesada_Parte 1
Me estaba resistiendo un poco a publicar todavía esta historia pero realmente me intriga mucho saber que piensan de ella. Aquí se las pongo.
¿Qué ropa tendrá puesta Kate? ¿Quién creen que debería ser el ladrón y llevar las esposas? Jejejejeje.
Creo que este One shot merece una continuación… ¿Qué piensan?
ARTILLERÍA PESADA
PARTE 1: DÉJAME JUGAR
Kate estaba en la puerta del loft de Castle. Tocó el timbre y esperó… nada. Volvió a tocar pero el resultado fue el mismo.
- ¡Castle abre la puerta! – gritó golpeando la puerta. - ¡Castle! Tenemos que hablar. ¡Abre… la… puerta! – dijo remarcando cada palabra. Golpeo más fuerte, esta vez con el puño. Empezaba a ponerse nerviosa. Justo cuando estaba por volver a hablar, la puerta se abrió de pronto.
- Oh, Kate, menos mal que llegas. – le dijo Martha quien ya iba vestida para salir. – Está encerrado en su estudio con los jueguitos. – Le dijo mientras la hacía pasar. – Espero que hayas traído artillería pesada. Estaba bastante enojado cuando llegó. – Kate miró en dirección al estudio y pudo ver los destellos de la pantalla. - ¿Pasó algo entre ustedes?
- Si… No, bueno, sólo un malentendido…
- Bueno, espero que logren resolverlo, tengo que irme. – Martha le dio un abrazo que Kate agradeció. – Suerte.
- Gracias, Martha. – Le dijo Kate mientras la veía cerrar la puerta.
Kate venía con un bolso. Se acercó al sofá y lo dejó encima. Miró un momento la puerta del estudio. Ya había llegado hasta ahí, ahora tenía que ver cómo le haría entrar en razones. Juntó coraje, tomó aire y se encaminó hacia el estudio. Tocó la puerta, que estaba entreabierta y se asomó.
- Castle, tenemos que hablar. – le dijo firmemente desde la puerta. Castle siguió como si nada, jugando sin prestarle atención. – ¡Castle! – se le puso a lado levantándole la voz.
- No tengo nada que hablar contigo, vete por donde viniste. – le dijo muy serio sin siquiera mirarla.
- No me iré hasta que hablemos. – Kate le apagó la tele pero él tomó el control y volvió a prenderla y siguió prestándole atención al juego. – ¡Deja de comportarte como un crío y madura! – le gritó.
- ¿Maduro cómo Josh? ¿Por eso te encontraste con él? – la rabia se le notaba en la voz. Seguía sin mirarla.
- Ya te dije que no pasó nada, él solo quería saber cómo estaba. Salí con él por un año, ¿qué querías que hiciera?
- ¿No te lo podía preguntar por teléfono? - le dijo mirándola unos segundos para luego volver a la pantalla. Kate estaba empezando a perder la paciencia.
- No pasó… nada. – dijo recalcando el “nada”. - Nos vimos en una cafetería… a plena luz del día. Vamos Castle, ya me estoy cansando de esto. – le dijo agachándose a su lado poniendo su mano sobre su pierna. Castle se removió en su asiento y miró su mano pensativo, parecía a punto de bajar la guardia pero finalmente volvió a mirar la pantalla. - ¡Bien! – dijo ella levantándose ofuscada. – Si así lo quieres… - Dio media vuelta y salió del estudio. Tomó el bolso que había traído y se metió en la habitación de él.
Cuando Kate salió del estudio Castle no pudo evitar voltear a mirar. Tal vez ella tuviera algo de razón, pero no le había dicho que se encontraría con él. ¿Por qué no lo había hecho? Cuando se enteró por Lanie, fue directamente a la cafetería y se quedó afuera, sin saber si entrar o no… y entonces los había visto salir de lo más sonrientes. Una ira se apoderó de él, se sintió traicionado. Josh solo se limitó a saludarlo e irse sin más. Kate había empezado a explicarle pero él se había negado a escucharla, y para evitar iniciar una discusión sin retorno se había ido directo a su casa, necesitaba calmarse.
Kate veía que con palabras no lograría nada así que tendría que llegarle por otro lado y ella sabía exactamente por donde podría hacerlo. Artillería pesada le había dicho Martha. Si eso era lo que hacía falta, la usaría.
Castle pensó que se iría hasta que se dio cuenta que ella iba y venía dentro de su habitación. Primero la vio sacar algunas cosas de un bolso y ponerlas en la cama. Trataba de resistirse de mirar y no dejarse doblegar pero la curiosidad lo mataba. Se inclinó hacia adelante tratando de no hacer ruido y casi se cae del sillón cuando vio que estaba en ropa interior, cambiándose. Tenía que dejar de mirarla o ella se daría cuenta… pero no podía. Esa mujer desarmaba toda su armadura. No pudo evitar recorrer su silueta con la mirada, recordando el tacto de su piel… y entonces ella se giró para mirarlo. Él se enderezó lo mejor que pudo haciendo como si no hubiese visto nada… pero ella se había dado cuenta. Una sonrisa se dibujó en su rostro.
Castle se maldijo por dentro por ser tan débil. Respiró hondo y volvió a prestarle atención a la pantalla. Minutos después escuchó que ella entraba al estudio de nuevo y sintió como todo su cuerpo se tensaba, expectante.
Kate se acercó a él por detrás y le pasó los brazos por arriba de los hombros abrazando su pecho a la vez que acercaba su boca a su oído.
- Vamos Castle, no tienes razones para estar celoso... – le dijo seductoramente rozando sus labios por su cuello.
- No estoy celoso. – le dijo él aparentando seriedad. Su cercanía empezaba a ablandarlo.
- ¿Estás seguro? Porque a mí me lo parecen… y me encanta. – Empezó a abrirle los botones de la camisa y comenzó a acariciarle el torso con una mano. Castle no se resistía pero seguía mirando la pantalla. Así y todo Kate notó que empezaba a jugar mal, estaba logrando distraerlo pero todavía no lo suficiente. Necesitaba algo que lo sorprendiera, algo a lo que no pudiera resistirse. Y ella sabía qué podía ser.
- Déjame solo Kate, ahora solo quiero jugar. – le dijo sacándole la mano de la camisa.
- ¿Así que quieres jugar? – le preguntó cambiando el tono de voz.
- Sí, quiero jugar. – le repitió él.
- Como quieras. – le dijo separándose un poco. Sacó algo del bolsillo y lo blandió por delante de los ojos de él. Al verlas, a Castle se le cayó el control de las manos totalmente sorprendido. Kate volvió a acercarse a su oído. - ¿Qué te parece si jugamos a policías y ladrones? – le dijo pícaramente sacudiendo las esposas que colgaban de su dedo.
Kate estaba en la puerta del loft de Castle. Tocó el timbre y esperó… nada. Volvió a tocar pero el resultado fue el mismo.
- ¡Castle abre la puerta! – gritó golpeando la puerta. - ¡Castle! Tenemos que hablar. ¡Abre… la… puerta! – dijo remarcando cada palabra. Golpeo más fuerte, esta vez con el puño. Empezaba a ponerse nerviosa. Justo cuando estaba por volver a hablar, la puerta se abrió de pronto.
- Oh, Kate, menos mal que llegas. – le dijo Martha quien ya iba vestida para salir. – Está encerrado en su estudio con los jueguitos. – Le dijo mientras la hacía pasar. – Espero que hayas traído artillería pesada. Estaba bastante enojado cuando llegó. – Kate miró en dirección al estudio y pudo ver los destellos de la pantalla. - ¿Pasó algo entre ustedes?
- Si… No, bueno, sólo un malentendido…
- Bueno, espero que logren resolverlo, tengo que irme. – Martha le dio un abrazo que Kate agradeció. – Suerte.
- Gracias, Martha. – Le dijo Kate mientras la veía cerrar la puerta.
Kate venía con un bolso. Se acercó al sofá y lo dejó encima. Miró un momento la puerta del estudio. Ya había llegado hasta ahí, ahora tenía que ver cómo le haría entrar en razones. Juntó coraje, tomó aire y se encaminó hacia el estudio. Tocó la puerta, que estaba entreabierta y se asomó.
- Castle, tenemos que hablar. – le dijo firmemente desde la puerta. Castle siguió como si nada, jugando sin prestarle atención. – ¡Castle! – se le puso a lado levantándole la voz.
- No tengo nada que hablar contigo, vete por donde viniste. – le dijo muy serio sin siquiera mirarla.
- No me iré hasta que hablemos. – Kate le apagó la tele pero él tomó el control y volvió a prenderla y siguió prestándole atención al juego. – ¡Deja de comportarte como un crío y madura! – le gritó.
- ¿Maduro cómo Josh? ¿Por eso te encontraste con él? – la rabia se le notaba en la voz. Seguía sin mirarla.
- Ya te dije que no pasó nada, él solo quería saber cómo estaba. Salí con él por un año, ¿qué querías que hiciera?
- ¿No te lo podía preguntar por teléfono? - le dijo mirándola unos segundos para luego volver a la pantalla. Kate estaba empezando a perder la paciencia.
- No pasó… nada. – dijo recalcando el “nada”. - Nos vimos en una cafetería… a plena luz del día. Vamos Castle, ya me estoy cansando de esto. – le dijo agachándose a su lado poniendo su mano sobre su pierna. Castle se removió en su asiento y miró su mano pensativo, parecía a punto de bajar la guardia pero finalmente volvió a mirar la pantalla. - ¡Bien! – dijo ella levantándose ofuscada. – Si así lo quieres… - Dio media vuelta y salió del estudio. Tomó el bolso que había traído y se metió en la habitación de él.
Cuando Kate salió del estudio Castle no pudo evitar voltear a mirar. Tal vez ella tuviera algo de razón, pero no le había dicho que se encontraría con él. ¿Por qué no lo había hecho? Cuando se enteró por Lanie, fue directamente a la cafetería y se quedó afuera, sin saber si entrar o no… y entonces los había visto salir de lo más sonrientes. Una ira se apoderó de él, se sintió traicionado. Josh solo se limitó a saludarlo e irse sin más. Kate había empezado a explicarle pero él se había negado a escucharla, y para evitar iniciar una discusión sin retorno se había ido directo a su casa, necesitaba calmarse.
Kate veía que con palabras no lograría nada así que tendría que llegarle por otro lado y ella sabía exactamente por donde podría hacerlo. Artillería pesada le había dicho Martha. Si eso era lo que hacía falta, la usaría.
Castle pensó que se iría hasta que se dio cuenta que ella iba y venía dentro de su habitación. Primero la vio sacar algunas cosas de un bolso y ponerlas en la cama. Trataba de resistirse de mirar y no dejarse doblegar pero la curiosidad lo mataba. Se inclinó hacia adelante tratando de no hacer ruido y casi se cae del sillón cuando vio que estaba en ropa interior, cambiándose. Tenía que dejar de mirarla o ella se daría cuenta… pero no podía. Esa mujer desarmaba toda su armadura. No pudo evitar recorrer su silueta con la mirada, recordando el tacto de su piel… y entonces ella se giró para mirarlo. Él se enderezó lo mejor que pudo haciendo como si no hubiese visto nada… pero ella se había dado cuenta. Una sonrisa se dibujó en su rostro.
Castle se maldijo por dentro por ser tan débil. Respiró hondo y volvió a prestarle atención a la pantalla. Minutos después escuchó que ella entraba al estudio de nuevo y sintió como todo su cuerpo se tensaba, expectante.
Kate se acercó a él por detrás y le pasó los brazos por arriba de los hombros abrazando su pecho a la vez que acercaba su boca a su oído.
- Vamos Castle, no tienes razones para estar celoso... – le dijo seductoramente rozando sus labios por su cuello.
- No estoy celoso. – le dijo él aparentando seriedad. Su cercanía empezaba a ablandarlo.
- ¿Estás seguro? Porque a mí me lo parecen… y me encanta. – Empezó a abrirle los botones de la camisa y comenzó a acariciarle el torso con una mano. Castle no se resistía pero seguía mirando la pantalla. Así y todo Kate notó que empezaba a jugar mal, estaba logrando distraerlo pero todavía no lo suficiente. Necesitaba algo que lo sorprendiera, algo a lo que no pudiera resistirse. Y ella sabía qué podía ser.
- Déjame solo Kate, ahora solo quiero jugar. – le dijo sacándole la mano de la camisa.
- ¿Así que quieres jugar? – le preguntó cambiando el tono de voz.
- Sí, quiero jugar. – le repitió él.
- Como quieras. – le dijo separándose un poco. Sacó algo del bolsillo y lo blandió por delante de los ojos de él. Al verlas, a Castle se le cayó el control de las manos totalmente sorprendido. Kate volvió a acercarse a su oído. - ¿Qué te parece si jugamos a policías y ladrones? – le dijo pícaramente sacudiendo las esposas que colgaban de su dedo.
¿Qué ropa tendrá puesta Kate? ¿Quién creen que debería ser el ladrón y llevar las esposas? Jejejejeje.
Creo que este One shot merece una continuación… ¿Qué piensan?
Última edición por nato_kine el Mar Oct 23, 2012 5:27 pm, editado 4 veces
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 38
Localización : Argentina
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Que estas en lo cierto, merece una continuación!!!!! ME ENCANTA VER A CASTLE TAN CELOSO!!
Invitado- Invitado
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
mas te vale continuarlooo!!!me encantaaa
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Perdón por no comentar antes...
Todos los relatos me están pareciendo muy buenos y te animo a que sigas así
Todos los relatos me están pareciendo muy buenos y te animo a que sigas así
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Tienes que continuar este one-shot, te has quedado en lo mejor, me encanta ver a Castle celoso y que no se pueda contener con Kate
Continualo por favor!
Continualo por favor!
______________________
Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Si, no nos tortures mucho y continualo
Shura-chan- Policia de homicidios
- Mensajes : 535
Fecha de inscripción : 07/09/2012
Edad : 26
Localización : Por ahí.
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
me has dejado con la miel en los labios siiiii siiiigueee plis
y gracias
y gracias
choleck- Escritor - Policia
- Mensajes : 1967
Fecha de inscripción : 07/06/2012
Localización : en la parra
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Claro que merece continuacion
Quedó en lo mejor
Quedó en lo mejor
ximcastle- Ayudante de policia
- Mensajes : 115
Fecha de inscripción : 06/02/2012
Edad : 27
Localización : Managua, Nicaragua
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
continuala:))))
castle4ever- Actor en Broadway
- Mensajes : 174
Fecha de inscripción : 14/04/2012
Edad : 25
Escena 9: Un viaje, una moto
Esta escena es bastante tranqui. Se las pongo para que se entretengan mientras termino la 2º parte de "Artillería pesada". Espero que también la disfruten.
UN VIAJE, UNA MOTO
Era de mañana y los tres estaban desayunando tranquilamente en el loft de Castle. Alexis había decidido que se iría con unas amigas a un pequeño viaje de verano como último descanso antes de empezar la universidad y ese era su último día, su vuelo salía esa misma tarde.
Ese día, Kate tenía franco y Castle quería aprovechar para estar con ella así que le preguntó a Alexis si no tendría problema en que fueron los tres al aeropuerto. Alexis, por suerte para él, accedió… pero con una condición que ninguno de los dos esperaba.
- Siempre y cuando me lleves en la moto. – dijo Alexis a Kate que la miraba sorprendida. Castle, que estaba tomando café, casi escupe todo al escuchar esto.
- ¿Viniste con la moto y no pensabas decírmelo? – preguntó Castle ofendido. No es que no le gustara la moto, todo lo contrario, le encantaba. El problema es que era la primera vez que la traía, él todavía no la había visto subida en ella, y se moría por hacerlo.
- Termina tu desayuno, papá. – lo cortó. – Esto es entre Beckett y yo. – Alexis le mantuvo la miraba firme a Kate, decidida.
- El problema es que no podemos ir los tres en la moto. – dijo Kate considerando la idea, lo cual empezaba a poner nervioso a Castle. Alexis lo pensó.
- Seguro que papá no tendrá problema de ir en taxi, y a la vuelta se vuelven juntos.
- ¿Que yo qué? – dijo Castle, parecía pintado en la conversación. - ¿Mi opinión no cuenta?
- ¡No! – gritaron ambas al mismo tiempo.
- Por mi no hay problema. – le dijo Kate a Alexis sacándole una gran sonrisa.
- ¡Está decidido! Voy a terminar de juntar las cosas. – Alexis salió muy alegre escaleras arriba dejándolos a ellos solos.
- ¿Por qué no me dijiste de la moto? – Castle rodeó la barra de la cocina y se acercó a ella haciendo morritos.
- Si mal no recuerdo, ayer casi ni me diste tiempo de decirte hola. Después se me olvidó. – Lo tomó del cuello de la camisa y tiró de ella para darle un beso.
- Mmm… - murmuró recordando. – Por esta vez te lo perdono pero tendrás que compensarme. ¡No puedo creer que Alexis quiera ir contigo! – dijo indignado.
- No sé que te extraña, hace unos años quería una vespa.
- ¿Podría, por lo menos, conducir yo a la vuelta? – La miraba con ojos suplicantes, como decirle que no a eso. Pero así y todo, hizo que lo pensaba, solo para verlo contener la respiración.
- Está bien… ¡pero solo por hoy! – le advirtió apuntándole con el dedo. Castle la abrazó repentinamente y la besó. Tenía las energías renovadas.
- Entonces a la vuelta podemos ir a dar un paseo y… - Kate lo miraba encantada viéndolo idear todo lo que harían en el día. Parecía un niño con juguete nuevo.
Horas después se preparaban para bajar y llevar a Alexis al aeropuerto. Castle y Kate fueron a buscar la moto mientras Alexis esperaba en el hall a que llegara el taxi. Kate había insistido en hacerlo así porque suponía que al ver la moto, que nadie podía negar que era grande y potente, se negaría a que Alexis se subiera… y no se equivocó. Al verla Castle se quedó con la boca abierta. Conocía el modelo por fotos pero nunca la había visto en vivo, era enorme, por ningún motivo permitiría que su hija fuera arriba de esa cosa.
- ¡Te digo que no! No puedo dejar que Alexis se suba a eso.
- Vamos, Castle. No seas tan sobreprotector. Sabes cómo manejo, no le pasará nada. – Él sabía que ella tenía razón pero una parte de él no podía aceptarlo, no quería.
- Yo soy el padre y yo decido lo mejor para mi hija. No quiero que se suba a esa cosa. – Señaló la moto con cara de desprecio. Kate lo miró unos segundos. Su parte sobreprotectora estaba en pleno funcionamiento, necesitaría una razón más potente para que él cediera. Se acercó y lo abrazó suspirando relajada.
- De acuerdo. Si así lo quieres, así será. Ve con Alexis en taxi al aeropuerto, yo me vuelvo a mi casa. Evidentemente no confías en que pueda cuidar a tu hija. – No se paró a mirarlo, simplemente se puso el casco y se subió a la moto. Castle se quedó completamente perplejo. Al principio no pudo reaccionar pero justo cuando Kate metía la llave en el contacto él se la sujetó.
- Espera… yo… lo siento… - Castle bajó la mirada, las facciones de Kate se relajaron. Se levantó de la moto y abrió el compartimiento de debajo del asiento para sacar el otro casco y se lo pasó.
- Súbete y vamos a buscar a Alexis de una vez. – Castle le sonrió y esperó a que ella se subiera para acomodarse atrás y tomarla de la cintura.
Alexis esperaba ansiosa en el hall, no podía dejar de mover los pies y mirar de un lado a otro. Ya se había subido a motos antes pero nunca en una como esa. La conocía porque su padre una vez le había mostrado una foto. Cuando los vio asomarse y detenerse frente al edificio su corazón saltó de emoción y tuvo que hacer un gran esfuerzo por no salir corriendo hacia ellos.
El taxi ya los esperaba afuera. Castle se bajó de la moto y le pasó el casco a Alexis. Ella lo tomó y se lo puso, y sin perder tiempo, se subió a la moto antes de que su padre pudiera decir algo. Él tomó las maletas y las acomodó en el taxi. Luego se acercó a la moto, a lado de Kate. Ella se sacó el casco para mirarlo.
- Sé cómo manejas pero cuídense. Yo estaré detrás de ustedes, ¿de acuerdo? – se veía preocupado, no podía evitarlo. Ella le sonrió y lo tomó de la mano.
- No te preocupes Castle. Sabes que nunca pondría a Alexis en riesgo.
- Lo sé… - no abandonó la mirada triste pero una sonrisa se enmarcó en su rostro. Se agachó y le dio un pequeño en los labios. Luego se dirigió a su hija. – Agárrate fuerte, calabaza. Ahora nos vemos. - Ella se abrazó fuertemente a Kate que ya se disponía a arrancar la moto.
Castle se dirigió al taxi y se subió. Le indicó el destino y le pidió que se mantuviera detrás de la moto. El taxista obedeció y salieron. El camino fue tranquilo, sin mayores percances. Habían calculado bien el tiempo así que habían llegado tranquilos. Dejaron las maletas en la zona de preembarque y luego Alexis se despidió de ambos. Le dio un fuerte abrazo a su padre y un beso, y le agradeció haberle dejado ir en la moto. Después, para sorpresa de Kate, Alexis se acercó a ella y le dio un gran abrazo mientras le agradecía el paseo y le decía lo mucho que lo había disfrutado. Después se separaron.
- ¡No olvides avisarme cuando llegues! – Le dijo saludando con la mano. Alexis lo miró y le hizo una seña con la mano mientras pasaba al otro sector del aeropuerto.
Castle se relajó un poco y abrazó a Kate por detrás. Ella lo miró con una sonrisa tranquilizadora y le acarició los brazos, que le rodeaban la cintura.
Alexis se sintió rara ante el sentimiento que la embargó al ver a su padre, abrazado a Kate, despidiéndola. Cualquiera que los viera pensaría que ella era su madre.
Cuando Alexis desapareció de su vista, Castle se acercó a su oído y le susurró con voz juguetona.
- ¿Lista para la vuelta, detective?
Ese día, Kate tenía franco y Castle quería aprovechar para estar con ella así que le preguntó a Alexis si no tendría problema en que fueron los tres al aeropuerto. Alexis, por suerte para él, accedió… pero con una condición que ninguno de los dos esperaba.
- Siempre y cuando me lleves en la moto. – dijo Alexis a Kate que la miraba sorprendida. Castle, que estaba tomando café, casi escupe todo al escuchar esto.
- ¿Viniste con la moto y no pensabas decírmelo? – preguntó Castle ofendido. No es que no le gustara la moto, todo lo contrario, le encantaba. El problema es que era la primera vez que la traía, él todavía no la había visto subida en ella, y se moría por hacerlo.
- Termina tu desayuno, papá. – lo cortó. – Esto es entre Beckett y yo. – Alexis le mantuvo la miraba firme a Kate, decidida.
- El problema es que no podemos ir los tres en la moto. – dijo Kate considerando la idea, lo cual empezaba a poner nervioso a Castle. Alexis lo pensó.
- Seguro que papá no tendrá problema de ir en taxi, y a la vuelta se vuelven juntos.
- ¿Que yo qué? – dijo Castle, parecía pintado en la conversación. - ¿Mi opinión no cuenta?
- ¡No! – gritaron ambas al mismo tiempo.
- Por mi no hay problema. – le dijo Kate a Alexis sacándole una gran sonrisa.
- ¡Está decidido! Voy a terminar de juntar las cosas. – Alexis salió muy alegre escaleras arriba dejándolos a ellos solos.
- ¿Por qué no me dijiste de la moto? – Castle rodeó la barra de la cocina y se acercó a ella haciendo morritos.
- Si mal no recuerdo, ayer casi ni me diste tiempo de decirte hola. Después se me olvidó. – Lo tomó del cuello de la camisa y tiró de ella para darle un beso.
- Mmm… - murmuró recordando. – Por esta vez te lo perdono pero tendrás que compensarme. ¡No puedo creer que Alexis quiera ir contigo! – dijo indignado.
- No sé que te extraña, hace unos años quería una vespa.
- ¿Podría, por lo menos, conducir yo a la vuelta? – La miraba con ojos suplicantes, como decirle que no a eso. Pero así y todo, hizo que lo pensaba, solo para verlo contener la respiración.
- Está bien… ¡pero solo por hoy! – le advirtió apuntándole con el dedo. Castle la abrazó repentinamente y la besó. Tenía las energías renovadas.
- Entonces a la vuelta podemos ir a dar un paseo y… - Kate lo miraba encantada viéndolo idear todo lo que harían en el día. Parecía un niño con juguete nuevo.
Horas después se preparaban para bajar y llevar a Alexis al aeropuerto. Castle y Kate fueron a buscar la moto mientras Alexis esperaba en el hall a que llegara el taxi. Kate había insistido en hacerlo así porque suponía que al ver la moto, que nadie podía negar que era grande y potente, se negaría a que Alexis se subiera… y no se equivocó. Al verla Castle se quedó con la boca abierta. Conocía el modelo por fotos pero nunca la había visto en vivo, era enorme, por ningún motivo permitiría que su hija fuera arriba de esa cosa.
- ¡Te digo que no! No puedo dejar que Alexis se suba a eso.
- Vamos, Castle. No seas tan sobreprotector. Sabes cómo manejo, no le pasará nada. – Él sabía que ella tenía razón pero una parte de él no podía aceptarlo, no quería.
- Yo soy el padre y yo decido lo mejor para mi hija. No quiero que se suba a esa cosa. – Señaló la moto con cara de desprecio. Kate lo miró unos segundos. Su parte sobreprotectora estaba en pleno funcionamiento, necesitaría una razón más potente para que él cediera. Se acercó y lo abrazó suspirando relajada.
- De acuerdo. Si así lo quieres, así será. Ve con Alexis en taxi al aeropuerto, yo me vuelvo a mi casa. Evidentemente no confías en que pueda cuidar a tu hija. – No se paró a mirarlo, simplemente se puso el casco y se subió a la moto. Castle se quedó completamente perplejo. Al principio no pudo reaccionar pero justo cuando Kate metía la llave en el contacto él se la sujetó.
- Espera… yo… lo siento… - Castle bajó la mirada, las facciones de Kate se relajaron. Se levantó de la moto y abrió el compartimiento de debajo del asiento para sacar el otro casco y se lo pasó.
- Súbete y vamos a buscar a Alexis de una vez. – Castle le sonrió y esperó a que ella se subiera para acomodarse atrás y tomarla de la cintura.
Alexis esperaba ansiosa en el hall, no podía dejar de mover los pies y mirar de un lado a otro. Ya se había subido a motos antes pero nunca en una como esa. La conocía porque su padre una vez le había mostrado una foto. Cuando los vio asomarse y detenerse frente al edificio su corazón saltó de emoción y tuvo que hacer un gran esfuerzo por no salir corriendo hacia ellos.
El taxi ya los esperaba afuera. Castle se bajó de la moto y le pasó el casco a Alexis. Ella lo tomó y se lo puso, y sin perder tiempo, se subió a la moto antes de que su padre pudiera decir algo. Él tomó las maletas y las acomodó en el taxi. Luego se acercó a la moto, a lado de Kate. Ella se sacó el casco para mirarlo.
- Sé cómo manejas pero cuídense. Yo estaré detrás de ustedes, ¿de acuerdo? – se veía preocupado, no podía evitarlo. Ella le sonrió y lo tomó de la mano.
- No te preocupes Castle. Sabes que nunca pondría a Alexis en riesgo.
- Lo sé… - no abandonó la mirada triste pero una sonrisa se enmarcó en su rostro. Se agachó y le dio un pequeño en los labios. Luego se dirigió a su hija. – Agárrate fuerte, calabaza. Ahora nos vemos. - Ella se abrazó fuertemente a Kate que ya se disponía a arrancar la moto.
Castle se dirigió al taxi y se subió. Le indicó el destino y le pidió que se mantuviera detrás de la moto. El taxista obedeció y salieron. El camino fue tranquilo, sin mayores percances. Habían calculado bien el tiempo así que habían llegado tranquilos. Dejaron las maletas en la zona de preembarque y luego Alexis se despidió de ambos. Le dio un fuerte abrazo a su padre y un beso, y le agradeció haberle dejado ir en la moto. Después, para sorpresa de Kate, Alexis se acercó a ella y le dio un gran abrazo mientras le agradecía el paseo y le decía lo mucho que lo había disfrutado. Después se separaron.
- ¡No olvides avisarme cuando llegues! – Le dijo saludando con la mano. Alexis lo miró y le hizo una seña con la mano mientras pasaba al otro sector del aeropuerto.
Castle se relajó un poco y abrazó a Kate por detrás. Ella lo miró con una sonrisa tranquilizadora y le acarició los brazos, que le rodeaban la cintura.
Alexis se sintió rara ante el sentimiento que la embargó al ver a su padre, abrazado a Kate, despidiéndola. Cualquiera que los viera pensaría que ella era su madre.
Cuando Alexis desapareció de su vista, Castle se acercó a su oído y le susurró con voz juguetona.
- ¿Lista para la vuelta, detective?
Última edición por nato_kine el Mar Oct 23, 2012 5:28 pm, editado 3 veces
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Supongo que la mayoría de ustedes deben pensar que cuando publiqué la 1º parte de "Artillería pesada" ya sabía como iría la 2º parte pero la verdad es que me resistí a pensarla hasta no haber publicado la 1º, así que, como a ustedes, a mi también me intriga mucho como seguirá, jejejeje.
Creo que promete y por eso quiero asegurarme de hacerlo bien.
Aquí les dejo un pequeñísimo adelanto de la 2º parte:
Creo que promete y por eso quiero asegurarme de hacerlo bien.
Aquí les dejo un pequeñísimo adelanto de la 2º parte:
Castle hizo un último esfuerzo para resistirse. Recogió el control del suelo y se levantó. Sin mirarla, se dirigió firme hacia el centro de su estudio, dejó el control sobre su escritorio y se dio vuelta decidido a pedirle que lo dejara solo.
- ¡Kate, por f— - y entonces la vio, y agradeció tener el escritorio a lado para poder sostenerse. Su mente se puso en blanco, estaba en shock, sus ojos no creían lo que veían.
- ¡Kate, por f— - y entonces la vio, y agradeció tener el escritorio a lado para poder sostenerse. Su mente se puso en blanco, estaba en shock, sus ojos no creían lo que veían.
nato_kine- Policia de homicidios
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
subelo prontooooo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me ha encantado el de la moto, me gustaría que nos la dejaran ver en algun episodio. Está genial, me encanta como Rick se preocupa y al mismo tiempo sabe confiar en ella. Me ha encantado este capítulo.
En cuanto a la segunda parte me extraño, pero este adelanto , que fuerte que habrá hecho para dejarlo de piedra. Que ganitas de saberlo, continua pronto...
En cuanto a la segunda parte me extraño, pero este adelanto , que fuerte que habrá hecho para dejarlo de piedra. Que ganitas de saberlo, continua pronto...
Invitado- Invitado
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Wow nato eres un genio, no tengo otras palabras...
Descubrí estos one-shots anoche y no he podido resistirme a leerlos todos del tirón. Espero con ansias la continuación de "artilleria pesada" y si puede ser el de la moto también
Descubrí estos one-shots anoche y no he podido resistirme a leerlos todos del tirón. Espero con ansias la continuación de "artilleria pesada" y si puede ser el de la moto también
azuladna- Ayudante de policia
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
woooooooooooow !!!!! solo puedo decir eso woooooooooooooow !!!!
me encanta tus escenas me he hecho adictaaaa... en cuanto puedas sigueee
me encanta tus escenas me he hecho adictaaaa... en cuanto puedas sigueee
Jani91- Actor en Broadway
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Fecha de inscripción : 13/09/2011
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Localización : En la 12th
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
¿que Kate tenía una moto? Ni lo sabía me gustaría verla !motos que me encantan y Stana juntos!
El capitulo moló mucho, ya me extrañó que Castle le dejase subir así tan fácilmente ^^
La parte esa, ese trocito !uy! siguela ya!
El capitulo moló mucho, ya me extrañó que Castle le dejase subir así tan fácilmente ^^
La parte esa, ese trocito !uy! siguela ya!
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me ha gustado mucho lo de la moto, y que Castle confíe en ella a pesar de preocuparse. Y en cuanto al adelanto... ya tengo ganas de leer el capi . Un saludo!
okusak- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 03/05/2012
Edad : 34
Localización : Entre la nebulosa Nervitana y el país de nunca jamás.
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Tus historias me están pareciendo muy interesantes, aunque eso de que dejes por ahí alguna a medias
Anver- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Escena 8: Artillería pesada_Parte 2
ANTES, ALGUNOS AVISOS:
- El capítulo es bastante largo pero no podía acortarlo. Igual, creo que una vez que empiecen a leerlo se les pasará volando.
- Tener algo fresco a mano mientras leen porque si mínimamente no les sube un par de grados el calor corporal, me saco el sombrero ante ustedes, jejejeje.
- Contiene escenas de alto contenido erótico (AM+) así que menores de edad, abstenerse. Les diría que lo leyeran con supervisión de un adulto pero me daría mucha vergüenza con sus padres.
Espero que haya cumplido con las expectativas. Saludos.
- El capítulo es bastante largo pero no podía acortarlo. Igual, creo que una vez que empiecen a leerlo se les pasará volando.
- Tener algo fresco a mano mientras leen porque si mínimamente no les sube un par de grados el calor corporal, me saco el sombrero ante ustedes, jejejeje.
- Contiene escenas de alto contenido erótico (AM+) así que menores de edad, abstenerse. Les diría que lo leyeran con supervisión de un adulto pero me daría mucha vergüenza con sus padres.
ARTILLERÍA PESADA
PARTE 2: JUEGO DE ROLES
Castle hizo un último esfuerzo para resistirse. Recogió el control del suelo y se levantó. Sin mirarla, se dirigió firme hacia el centro de su estudio, dejó el control sobre su escritorio y se dio vuelta decidido a pedirle que lo dejara solo.
- ¡Kate, por f— - y entonces la vio, y agradeció tener el escritorio a lado para sostenerse. Su mente se puso en blanco, estaba en shock, sus ojos no creían lo que veían. – ¡Dios! Eso es mucho cuero… y tan poco… – Castle la miraba de arriba abajo con los ojos desorbitados.
Kate iba vestida íntegramente de cuero, empezando por unas botas negras altas hasta la rodilla, unas bragas rojas que parecían señalar el objeto del deseo y un chaleco negro que solo se sujetaba por un botón y dejaba ver tanto su escote como su ombligo. Llevaba puestas unas medias de red que recorrían sus largas piernas. Y por último, pero no menos irresistible, su cara. Llevaba el pelo suelto enmarcando el contorno de su rostro. Estaba maquillada muy suavemente con los ojos delineados en negro resaltando sus fascinantes ojos color avellana que parecían despedir fuego por ellos mientras pasaba su lengua por su labio superior casi saboreando anticipadamente a su presa.
- ¿Te gusta el cuero? – le preguntó ella dando una vuelta sobre sí misma permitiéndole a él verla entera. Castle se tapó la boca con la mano para tapar un gemido, así que simplemente se limitó a asentir con la cabeza efusivamente. – Haz sido un mal chico, Ricky. – empezó mientras caminaba hacia él haciéndolo retroceder. Castle tragó saliva.
- Malo… muy malo. – Fue lo único que logró decir, tartamudeaba.
- Mmmm… - le susurró seductoramente acercándose más. – Tendré que buscarte un castigo apropiado. – lo tomó de ambas solapas de la camisa y tiró de ellas arrancándole por completo los botones.
- ¡Oh, mierda! – gritó Castle sorprendido.
- La camisa, Ricky, ¡fuera! – le ordenó. Castle obedeció de inmediato. – Así me gusta. – Le apoyó una mano en el torso. – Ahora... – lo empujó haciendo que cayera sentado en la cama. Castle retrocedió un poco poniéndose en el medio de la cama mientras Kate lo seguía y luego se sentaba a horcajadas sobre su regazo. – Las manos. – le pidió. Él extendió los brazos juntando las muñecas. – Buen chico. – le susurró mientras le ponía las esposas. Le levantó los brazos e hizo que se recostara de espaldas recargándose sobre él.
La cama de él no tenía rejas ni barrotes donde enganchar las esposas así que Kate había improvisado un agarre con unas sábanas en la cabecera de la cama. Mientras Kate estaba recostada sobre él, atándole las esposas, le daba una vista en primer plano de su escote. Hasta el momento, él seguía en estado de shock pero sentir el aroma de su piel tan cerca lo trajo de nuevo, y la tentación pudo más que todo. Se levantó lo más que pudo y hundió la cabeza entre sus pechos, besándola lentamente, degustándola. Kate había terminado de atarlo y al sentirlo se incorporó y movió el dedo índice en señal de negación.
- No, no, no, eso tendrás que ganártelo. – Él le sonrió y ella le devolvió el gesto para acto seguido acercarse al inicio de su cuello y lamérselo íntegro de abajo hacia arriba y hasta detrás de su oreja, para luego chuparle el lóbulo de la oreja.
- ¡Ah, dios! – gimió Castle visiblemente excitado.
- Vamos a jugar un juego… - le susurró al oído. Castle asintió enérgicamente. – Si logras mantenerte callado por 30 segundos podrás elegir entre un beso en cualquier parte del cuerpo o sacarme una prenda de ropa, con la única excepción de que para llegar a esta… - señaló las bragas. – tendrás que antes sacarme todo lo otro. Si pierdes, yo elijo. Por ejemplo… - Kate se apoyó sobre él y le besó intensamente el cuello haciéndolo gemir. – Perdiste. Elijo un beso, aquí. – le dijo con una sonrisa señalando su cuello. Lo acercó hasta la boca de él y este obedeció encantado. – Cuando logres sacarme todo, podrás liberarte de las sábanas. Si quieres sacarte las esposas puedes pedírmelo pero si aguantas, la próxima invertiremos los roles. – le aclaró levantándole un ceja. – La última regla es… no puedes llegar al orgasmo, hasta el final.
- ¿Qué? Por favor, Kate, solo con verte con esa ropa casi lo hago. – se quejó él indignado.
- Reglas son reglas. Empieza el juego. – Castle iba a protestar pero cuando ella se le acercó, cerró la boca y apretó los labios. Kate empezó despacio, recorriendo el contorno de su mandíbula muy suavemente, acercándose a su boca, le chupó el mentón y bajó por la parte anterior de su cuello hasta el inicio del torso. 30 segundos. – Muy bien, Castle. Elige. – Él la recorrió con la mirada, pensativo.
- El chaleco. – dijo finalmente. Kate se mordió el labio conteniendo una sonrisa haciendo que él dejara de respirar. Lo derretía ese gesto. Ella se acercó a su oído.
- Me cuesta desprenderme el botón, ¿me ayudas? – le dijo. Castle ahogó un gemido.
- Tengo las manos atadas. – le contestó.
- Que poca imaginación, chico escritor. – Kate se recostó sobre él una vez más y puso el botón del chaleco a la altura de su boca. Castle sentía que el corazón se le saldría del pecho y esto recién empezaba. Miró el botón, luego a ella que le miraba con una sonrisa que lo volvía loco y luego volvió a mirar el botón pasándose la lengua por los labios. Se acercó lentamente para maniobrar con los dientes. Mientras, ninguno de los dos emitía sonido porque necesitaban concentrarse, él en terminar con la tarea y ella en controlar sus reacciones al sentirlo presionar contra su pecho. Era una tortura para ambos. Castle logró zafar el botón en poco tiempo, ella se enderezó y lentamente fue sacándoselo dejando a la vista un sujetador color rojo. – Bien, siguiente. – Esta vez Kate empezó por su hombro y fue subiendo por la cara interna de su brazo hasta llegar a su mano, donde empezó a chuparle uno a uno los dedos. 30 segundos. – Vamos progresando. Te toca. – Castle se sentía cada vez más confiado.
- Las botas. – Kate se recostó a su lado boca arriba dándole a él una espectacular vista de todo su cuerpo. Se bajó los cierres de las botas y se las sacó dejando ver las medias de red que le recorrían las piernas. Ella se volvió a incorporar sobre él.
- Por donde… oh, si… - Kate bajó poco a poco por su pecho acariciándolo con las manos. Castle estaba resistiendo hasta que ella le clavó las uñas en los costados de la espalda y bajó por ella.
- Mmmm… - gimió sin poder evitarlo. No es que le arañara fuerte, es que eso lo volvía loco.
- Ahora me toca a mí… Zapatos y medias van juntas. – Bajó por su cuerpo y llegó hasta sus pies para sacárselos. Después volvió a donde estaba. – Esto se pone interesante... – le dijo cerca de su boca. Castle hizo un intento por besarla pero ella se apartó. – No tan rápido. Seguimos… - Kate se concentró en sus pectorales, besándolos, apretándolos, acariciándolos, 30 segundos. Castle soltó el aire que había estado aguantando. – Bien, dime.
- El sujetador. – Kate lo miró sugestivamente. Se sacó primero un bretel, luego el otro, lentamente viendo como él no le sacaba la vista a cada uno de sus movimientos. Se lo soltó atrás. – Yo te lo saco. – le dijo él repentinamente. Kate lo pensó unos segundos y volvió a inclinarse hacia él. Castle lo agarró con la boca presionando más de lo necesario, y ella lo sabía pero él no era el único que se estaba quemando por dentro. Tiró de él mientras ella se incorporaba y luego lo dejó a un costado. Castle cerró fuerte los ojos un momento, necesitaba calmarse o no llegaría.
- ¿Seguimos? – le preguntó ella cerca de su oído viendo que mantenía los ojos cerrados. Castle abrió los ojos y asintió. – Así me gusta… - Kate bajó por el torso de él y besó, lamió y acarició su estómago, bajando peligrosamente a la cintura del pantalón. Castle se mordió la lengua y apretó los labios para aguantar. 30 segundos. – ¿Así que quieres jugar rudo? Elige. – Castle respiró hondo y suspiró.
- Las medias. – Le dijo inflando el pecho orgulloso. A ella solo le quedaba una prenda y a él dos, solo tenía que aguantar un poco más. Kate volvió a recostarse a su lado y deslizó lentamente las medias por sus piernas mientras le mantenía la mirada. Luego volvió a acomodarse sobre él pero sin apoyarme.
- Estas muy cerca del premio. – Le dijo rozando sus labios. Se acercó a su oreja y jugó con su lóbulo, chupándolo, lamiéndolo, mordiéndolo. Castle aguantó el dulce tormento pensando en que muy pronto podría hacerla suya, faltaba poco. Pero ella no se daría por vencida tan fácilmente. Bajó su mano hasta su entrepierna y le acarició la parte interna del muslo. Él estaba tan excitado que el simple roce hizo que todo su cuerpo temblara.
- ¡Oh, dios…! – gritó sin poder contenerse. – Eso no vale. – se quejó. El pulso le latía sin control.
- Mmmm… me toca elegir. Me muero por un beso, ¿tú no?
- Si, mucho. Elige el beso.
- Mmmm… no, no, no. Prefiero los pantalones. – Se los sacó y siguió. – Parece que estamos empatados. Muerte súbita. ¿Listo? – Castle golpeó la cabeza contra el colchón para concentrarse, y luego asintió. Kate sonrió y bajó hasta sus piernas y se acercó lentamente a la parte interna de sus muslos. Castle levantó la cabeza para ver lo que hacía y luego la bajó resignado. Ella le lamió el muslo ávidamente.
- ¡Ah, mierda, no puedo! – dijo en un fuerte gemido. Kate se reincorporó para mirarlo.
- Gano de nuevo. Elijo los bóxers. – le dijo mientras le daba un beso en la comisura de los labios. Se los sacó y pudo ver su marcada erección, que era obra suya y no pudo evitar lamerse los labios. – Vamos, chico escritor, ¿dónde está ese control que tenías hoy? – le dijo provocándole.
- Soy hombre escritor. – le dijo mirándola fijamente.
- Entonces demuéstralo. – lo retó. Kate bajó esta vez hasta sus pies y comenzó a subir besando y acariciando una de sus piernas hasta llegar al muslo. Castle apretó las sábanas y tiró de las esposas casi hasta el punto de hacerle doler. Estaba a punto de sucumbir y entonces... Kate volvió a sentarse sobre él y se recostó sobre él apoyándose completamente, piel contra piel.
- 30 segundos. – le dijo haciendo que él abriera los ojos. – Tú elijes.
- ¿En serio lo preguntas? – Kate le sonrió provocativamente. Se movió para sacarse la última prenda que le quedaba. – Suéltame las sábanas. – Le dijo ansioso. Ella obedeció pero se tomó su tiempo. Como ella nuevamente estaba recostada sobre él, Castle no perdió la oportunidad. Levantó la cabeza y le besó uno de los pechos. Esta vez fue Kate la que tuvo que controlarse pero él no le dio tregua, le haría pagar su jueguito. Castle le succionó uno de los pezones haciéndole estremecer al punto que tuvo que dejar lo que estaba haciendo para sostenerse.
- Deja eso si quieres que te desate. – le advirtió.
- ¿Dónde está su control, detective? – le preguntó socarronamente. Kate se maldijo por dentro mientras lo terminaba de desatar. Cuando estuvo libre, Castle se sentó y le pasó ambos brazos por arriba de la cabeza y por los costados a ella para abrazarla y acariciarle la espalda. Kate se estremeció al sentir las frías esposas tocando la parte baja de su espalda.
- ¿No te molestan las esposas? Puedo sacártelas.
- ¿Y perderme el intercambio de roles? Ni soñando. – Le dijo y sin darle oportunidad de nada la besó apasionadamente, con hambre, como si hubiese pasado toda una vida sin hacerlo, explorando cada rincón y ella le respondió con el mismo fuego, ambos se devoraban en ese beso que tanto habían esperado. Castle le mordió esos labios carnosos que le hacían perder la razón, le exploró ávidamente con su lengua mientras la besaba hasta no poder más. Cuando la necesidad de aire fue mayor que su sed por el otro se separaron mirándose con ojos cargados de deseo contenido hasta ese momento y que ahora salía por cada poro de sus cuerpos.
Todavía sin aliento, Castle fue por su cuello, lo besó y lamió mientras acariciaba su espalda presionándola contra él, intensificando el contacto de sus cuerpos. Kate podía sentir su erección bajo su peso quemándola de deseo. Castle fue bajando por su cuerpo hasta llegar a sus pechos para besarlos, primero con urgencia, luego deteniéndose en su pezones que estaban duros de la excitación. Kate se había recostado hacia atrás para permitirle el acceso y gemía y suspiraba totalmente perdida en sus caricias. Castle se separó y ella se incorporó para besarlo con vehemencia mientras él presionaba sus glúteos contra él sintiendo el tortuoso roce que enviaba oleadas de placer a sus cuerpos.
- Mmm… - gimió Kate, mordiéndose el labio ahogando un grito. – Castle… te necesito… - empezó diciendo entrecortadamente.
- Me vuelves loco. – le confesó dentro de su boca. – No puedo…
- Te necesito ahora. – Castle la acomodó encima de él haciéndola suya como otras veces y a la vez como nunca antes lo había hecho. – Si, así Castle. – le susurró mientras él empezaba a moverse dentro suyo. Al principio lo hizo despacio porque ambos estaban tan al límite que cualquier movimiento los haría perder el control completamente. – Un poco más... – le rogó entre suspiros.
- No creo que pueda…
- Solo un poco más… - le repitió. Kate empezó a moverme arriba de él acompañándolo y profundizando el contacto. De a poco, ambos fueron aumentando el ritmo hasta que Castle no pudo más y sintió como todo su cuerpo explotaba y cuando ella lo sintió llegó al orgasmo haciéndola estremecer violentamente, clavándole las uñas en la espalda.
Ambos se quedaron inicialmente en la misma posición mientras calmaban sus respiraciones.
- Creo que podría acostumbrarme… a estas… reconciliaciones. – le dijo él todavía agitado.
- La próxima vez que te portes así… voy a esposarte…
- Eso me gusta…
- Desnudo… - le dijo acercándose a su boca.
- Mucho mejor… - él se acercó a ella.
- ¡En el barandal de una plaza!
Castle hizo un último esfuerzo para resistirse. Recogió el control del suelo y se levantó. Sin mirarla, se dirigió firme hacia el centro de su estudio, dejó el control sobre su escritorio y se dio vuelta decidido a pedirle que lo dejara solo.
- ¡Kate, por f— - y entonces la vio, y agradeció tener el escritorio a lado para sostenerse. Su mente se puso en blanco, estaba en shock, sus ojos no creían lo que veían. – ¡Dios! Eso es mucho cuero… y tan poco… – Castle la miraba de arriba abajo con los ojos desorbitados.
Kate iba vestida íntegramente de cuero, empezando por unas botas negras altas hasta la rodilla, unas bragas rojas que parecían señalar el objeto del deseo y un chaleco negro que solo se sujetaba por un botón y dejaba ver tanto su escote como su ombligo. Llevaba puestas unas medias de red que recorrían sus largas piernas. Y por último, pero no menos irresistible, su cara. Llevaba el pelo suelto enmarcando el contorno de su rostro. Estaba maquillada muy suavemente con los ojos delineados en negro resaltando sus fascinantes ojos color avellana que parecían despedir fuego por ellos mientras pasaba su lengua por su labio superior casi saboreando anticipadamente a su presa.
- ¿Te gusta el cuero? – le preguntó ella dando una vuelta sobre sí misma permitiéndole a él verla entera. Castle se tapó la boca con la mano para tapar un gemido, así que simplemente se limitó a asentir con la cabeza efusivamente. – Haz sido un mal chico, Ricky. – empezó mientras caminaba hacia él haciéndolo retroceder. Castle tragó saliva.
- Malo… muy malo. – Fue lo único que logró decir, tartamudeaba.
- Mmmm… - le susurró seductoramente acercándose más. – Tendré que buscarte un castigo apropiado. – lo tomó de ambas solapas de la camisa y tiró de ellas arrancándole por completo los botones.
- ¡Oh, mierda! – gritó Castle sorprendido.
- La camisa, Ricky, ¡fuera! – le ordenó. Castle obedeció de inmediato. – Así me gusta. – Le apoyó una mano en el torso. – Ahora... – lo empujó haciendo que cayera sentado en la cama. Castle retrocedió un poco poniéndose en el medio de la cama mientras Kate lo seguía y luego se sentaba a horcajadas sobre su regazo. – Las manos. – le pidió. Él extendió los brazos juntando las muñecas. – Buen chico. – le susurró mientras le ponía las esposas. Le levantó los brazos e hizo que se recostara de espaldas recargándose sobre él.
La cama de él no tenía rejas ni barrotes donde enganchar las esposas así que Kate había improvisado un agarre con unas sábanas en la cabecera de la cama. Mientras Kate estaba recostada sobre él, atándole las esposas, le daba una vista en primer plano de su escote. Hasta el momento, él seguía en estado de shock pero sentir el aroma de su piel tan cerca lo trajo de nuevo, y la tentación pudo más que todo. Se levantó lo más que pudo y hundió la cabeza entre sus pechos, besándola lentamente, degustándola. Kate había terminado de atarlo y al sentirlo se incorporó y movió el dedo índice en señal de negación.
- No, no, no, eso tendrás que ganártelo. – Él le sonrió y ella le devolvió el gesto para acto seguido acercarse al inicio de su cuello y lamérselo íntegro de abajo hacia arriba y hasta detrás de su oreja, para luego chuparle el lóbulo de la oreja.
- ¡Ah, dios! – gimió Castle visiblemente excitado.
- Vamos a jugar un juego… - le susurró al oído. Castle asintió enérgicamente. – Si logras mantenerte callado por 30 segundos podrás elegir entre un beso en cualquier parte del cuerpo o sacarme una prenda de ropa, con la única excepción de que para llegar a esta… - señaló las bragas. – tendrás que antes sacarme todo lo otro. Si pierdes, yo elijo. Por ejemplo… - Kate se apoyó sobre él y le besó intensamente el cuello haciéndolo gemir. – Perdiste. Elijo un beso, aquí. – le dijo con una sonrisa señalando su cuello. Lo acercó hasta la boca de él y este obedeció encantado. – Cuando logres sacarme todo, podrás liberarte de las sábanas. Si quieres sacarte las esposas puedes pedírmelo pero si aguantas, la próxima invertiremos los roles. – le aclaró levantándole un ceja. – La última regla es… no puedes llegar al orgasmo, hasta el final.
- ¿Qué? Por favor, Kate, solo con verte con esa ropa casi lo hago. – se quejó él indignado.
- Reglas son reglas. Empieza el juego. – Castle iba a protestar pero cuando ella se le acercó, cerró la boca y apretó los labios. Kate empezó despacio, recorriendo el contorno de su mandíbula muy suavemente, acercándose a su boca, le chupó el mentón y bajó por la parte anterior de su cuello hasta el inicio del torso. 30 segundos. – Muy bien, Castle. Elige. – Él la recorrió con la mirada, pensativo.
- El chaleco. – dijo finalmente. Kate se mordió el labio conteniendo una sonrisa haciendo que él dejara de respirar. Lo derretía ese gesto. Ella se acercó a su oído.
- Me cuesta desprenderme el botón, ¿me ayudas? – le dijo. Castle ahogó un gemido.
- Tengo las manos atadas. – le contestó.
- Que poca imaginación, chico escritor. – Kate se recostó sobre él una vez más y puso el botón del chaleco a la altura de su boca. Castle sentía que el corazón se le saldría del pecho y esto recién empezaba. Miró el botón, luego a ella que le miraba con una sonrisa que lo volvía loco y luego volvió a mirar el botón pasándose la lengua por los labios. Se acercó lentamente para maniobrar con los dientes. Mientras, ninguno de los dos emitía sonido porque necesitaban concentrarse, él en terminar con la tarea y ella en controlar sus reacciones al sentirlo presionar contra su pecho. Era una tortura para ambos. Castle logró zafar el botón en poco tiempo, ella se enderezó y lentamente fue sacándoselo dejando a la vista un sujetador color rojo. – Bien, siguiente. – Esta vez Kate empezó por su hombro y fue subiendo por la cara interna de su brazo hasta llegar a su mano, donde empezó a chuparle uno a uno los dedos. 30 segundos. – Vamos progresando. Te toca. – Castle se sentía cada vez más confiado.
- Las botas. – Kate se recostó a su lado boca arriba dándole a él una espectacular vista de todo su cuerpo. Se bajó los cierres de las botas y se las sacó dejando ver las medias de red que le recorrían las piernas. Ella se volvió a incorporar sobre él.
- Por donde… oh, si… - Kate bajó poco a poco por su pecho acariciándolo con las manos. Castle estaba resistiendo hasta que ella le clavó las uñas en los costados de la espalda y bajó por ella.
- Mmmm… - gimió sin poder evitarlo. No es que le arañara fuerte, es que eso lo volvía loco.
- Ahora me toca a mí… Zapatos y medias van juntas. – Bajó por su cuerpo y llegó hasta sus pies para sacárselos. Después volvió a donde estaba. – Esto se pone interesante... – le dijo cerca de su boca. Castle hizo un intento por besarla pero ella se apartó. – No tan rápido. Seguimos… - Kate se concentró en sus pectorales, besándolos, apretándolos, acariciándolos, 30 segundos. Castle soltó el aire que había estado aguantando. – Bien, dime.
- El sujetador. – Kate lo miró sugestivamente. Se sacó primero un bretel, luego el otro, lentamente viendo como él no le sacaba la vista a cada uno de sus movimientos. Se lo soltó atrás. – Yo te lo saco. – le dijo él repentinamente. Kate lo pensó unos segundos y volvió a inclinarse hacia él. Castle lo agarró con la boca presionando más de lo necesario, y ella lo sabía pero él no era el único que se estaba quemando por dentro. Tiró de él mientras ella se incorporaba y luego lo dejó a un costado. Castle cerró fuerte los ojos un momento, necesitaba calmarse o no llegaría.
- ¿Seguimos? – le preguntó ella cerca de su oído viendo que mantenía los ojos cerrados. Castle abrió los ojos y asintió. – Así me gusta… - Kate bajó por el torso de él y besó, lamió y acarició su estómago, bajando peligrosamente a la cintura del pantalón. Castle se mordió la lengua y apretó los labios para aguantar. 30 segundos. – ¿Así que quieres jugar rudo? Elige. – Castle respiró hondo y suspiró.
- Las medias. – Le dijo inflando el pecho orgulloso. A ella solo le quedaba una prenda y a él dos, solo tenía que aguantar un poco más. Kate volvió a recostarse a su lado y deslizó lentamente las medias por sus piernas mientras le mantenía la mirada. Luego volvió a acomodarse sobre él pero sin apoyarme.
- Estas muy cerca del premio. – Le dijo rozando sus labios. Se acercó a su oreja y jugó con su lóbulo, chupándolo, lamiéndolo, mordiéndolo. Castle aguantó el dulce tormento pensando en que muy pronto podría hacerla suya, faltaba poco. Pero ella no se daría por vencida tan fácilmente. Bajó su mano hasta su entrepierna y le acarició la parte interna del muslo. Él estaba tan excitado que el simple roce hizo que todo su cuerpo temblara.
- ¡Oh, dios…! – gritó sin poder contenerse. – Eso no vale. – se quejó. El pulso le latía sin control.
- Mmmm… me toca elegir. Me muero por un beso, ¿tú no?
- Si, mucho. Elige el beso.
- Mmmm… no, no, no. Prefiero los pantalones. – Se los sacó y siguió. – Parece que estamos empatados. Muerte súbita. ¿Listo? – Castle golpeó la cabeza contra el colchón para concentrarse, y luego asintió. Kate sonrió y bajó hasta sus piernas y se acercó lentamente a la parte interna de sus muslos. Castle levantó la cabeza para ver lo que hacía y luego la bajó resignado. Ella le lamió el muslo ávidamente.
- ¡Ah, mierda, no puedo! – dijo en un fuerte gemido. Kate se reincorporó para mirarlo.
- Gano de nuevo. Elijo los bóxers. – le dijo mientras le daba un beso en la comisura de los labios. Se los sacó y pudo ver su marcada erección, que era obra suya y no pudo evitar lamerse los labios. – Vamos, chico escritor, ¿dónde está ese control que tenías hoy? – le dijo provocándole.
- Soy hombre escritor. – le dijo mirándola fijamente.
- Entonces demuéstralo. – lo retó. Kate bajó esta vez hasta sus pies y comenzó a subir besando y acariciando una de sus piernas hasta llegar al muslo. Castle apretó las sábanas y tiró de las esposas casi hasta el punto de hacerle doler. Estaba a punto de sucumbir y entonces... Kate volvió a sentarse sobre él y se recostó sobre él apoyándose completamente, piel contra piel.
- 30 segundos. – le dijo haciendo que él abriera los ojos. – Tú elijes.
- ¿En serio lo preguntas? – Kate le sonrió provocativamente. Se movió para sacarse la última prenda que le quedaba. – Suéltame las sábanas. – Le dijo ansioso. Ella obedeció pero se tomó su tiempo. Como ella nuevamente estaba recostada sobre él, Castle no perdió la oportunidad. Levantó la cabeza y le besó uno de los pechos. Esta vez fue Kate la que tuvo que controlarse pero él no le dio tregua, le haría pagar su jueguito. Castle le succionó uno de los pezones haciéndole estremecer al punto que tuvo que dejar lo que estaba haciendo para sostenerse.
- Deja eso si quieres que te desate. – le advirtió.
- ¿Dónde está su control, detective? – le preguntó socarronamente. Kate se maldijo por dentro mientras lo terminaba de desatar. Cuando estuvo libre, Castle se sentó y le pasó ambos brazos por arriba de la cabeza y por los costados a ella para abrazarla y acariciarle la espalda. Kate se estremeció al sentir las frías esposas tocando la parte baja de su espalda.
- ¿No te molestan las esposas? Puedo sacártelas.
- ¿Y perderme el intercambio de roles? Ni soñando. – Le dijo y sin darle oportunidad de nada la besó apasionadamente, con hambre, como si hubiese pasado toda una vida sin hacerlo, explorando cada rincón y ella le respondió con el mismo fuego, ambos se devoraban en ese beso que tanto habían esperado. Castle le mordió esos labios carnosos que le hacían perder la razón, le exploró ávidamente con su lengua mientras la besaba hasta no poder más. Cuando la necesidad de aire fue mayor que su sed por el otro se separaron mirándose con ojos cargados de deseo contenido hasta ese momento y que ahora salía por cada poro de sus cuerpos.
Todavía sin aliento, Castle fue por su cuello, lo besó y lamió mientras acariciaba su espalda presionándola contra él, intensificando el contacto de sus cuerpos. Kate podía sentir su erección bajo su peso quemándola de deseo. Castle fue bajando por su cuerpo hasta llegar a sus pechos para besarlos, primero con urgencia, luego deteniéndose en su pezones que estaban duros de la excitación. Kate se había recostado hacia atrás para permitirle el acceso y gemía y suspiraba totalmente perdida en sus caricias. Castle se separó y ella se incorporó para besarlo con vehemencia mientras él presionaba sus glúteos contra él sintiendo el tortuoso roce que enviaba oleadas de placer a sus cuerpos.
- Mmm… - gimió Kate, mordiéndose el labio ahogando un grito. – Castle… te necesito… - empezó diciendo entrecortadamente.
- Me vuelves loco. – le confesó dentro de su boca. – No puedo…
- Te necesito ahora. – Castle la acomodó encima de él haciéndola suya como otras veces y a la vez como nunca antes lo había hecho. – Si, así Castle. – le susurró mientras él empezaba a moverse dentro suyo. Al principio lo hizo despacio porque ambos estaban tan al límite que cualquier movimiento los haría perder el control completamente. – Un poco más... – le rogó entre suspiros.
- No creo que pueda…
- Solo un poco más… - le repitió. Kate empezó a moverme arriba de él acompañándolo y profundizando el contacto. De a poco, ambos fueron aumentando el ritmo hasta que Castle no pudo más y sintió como todo su cuerpo explotaba y cuando ella lo sintió llegó al orgasmo haciéndola estremecer violentamente, clavándole las uñas en la espalda.
Ambos se quedaron inicialmente en la misma posición mientras calmaban sus respiraciones.
- Creo que podría acostumbrarme… a estas… reconciliaciones. – le dijo él todavía agitado.
- La próxima vez que te portes así… voy a esposarte…
- Eso me gusta…
- Desnudo… - le dijo acercándose a su boca.
- Mucho mejor… - él se acercó a ella.
- ¡En el barandal de una plaza!
Espero que haya cumplido con las expectativas. Saludos.
Última edición por nato_kine el Mar Oct 23, 2012 5:28 pm, editado 3 veces
nato_kine- Policia de homicidios
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Diooooosss ke pasadaaa me a encantadoo
mejor no te digo como me as dejadoooo
mejor no te digo como me as dejadoooo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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