Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
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Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Luego de hacer fics que nunca publiqué he tomado coraje como para empezar uno.
No es mi intención hacer una historia, simplemente quiero compartir con uds escenas sueltas, al azar que vienen a mi mente. Las escenas no tendrán orden, lo único que sé seguro es que todas serán 100% Caskett y que trataré de reflejar las personalidad que tienen en la serie.
En caso de que una escena lleve varias partes, lo aclararé.
Hecho ya las aclaraciones pertinentes, les dejo el primero, que es el último que escribí y me gusta mucho. Espero comentarios y ver que les parece, de si debo seguir o no.
No es mi intención hacer una historia, simplemente quiero compartir con uds escenas sueltas, al azar que vienen a mi mente. Las escenas no tendrán orden, lo único que sé seguro es que todas serán 100% Caskett y que trataré de reflejar las personalidad que tienen en la serie.
En caso de que una escena lleve varias partes, lo aclararé.
Hecho ya las aclaraciones pertinentes, les dejo el primero, que es el último que escribí y me gusta mucho. Espero comentarios y ver que les parece, de si debo seguir o no.
CENA SORPRESA
Ya era tarde cuando Kate llegó a su casa, exhausta luego de una persecución interminable que por suerte había terminado con el arresto del sospechoso.
Apenas entró a su departamento, volteó para poner llave y sin prestar demasiada atención, dejó las cosas en la barra de la cocina y abrió la heladera.
Pero entonces, divisó algo que se movía a su izquierda, por el rabillo del ojo, que enseguida la devolvió a la realidad. Echó un vistazo a su alrededor. En la pileta había varias ollas y utensilios pero estaban limpios. Dirigió la vista hacia la sala de estar y no podía creer lo que veían sus ojos. La mesa ratona estaba rodeada de velas que ella creía en su momento habían iluminado perfectamente los platos de comida que había sobre la mesa, junto con 2 copas de vino y una botella. Pudo ver algunas velas más esparcidas por la casa pero todas ya habían sido apagadas o se habían consumido.
Finalmente, pero no menos importante, dirigió su mirada al sillón. Un sentimiento de culpa la embargó. Allí estaba el que había hecho todo eso por ella, la comida, las velas, todo. Castle estaba sentado, casi recostado, en el sillón, completamente dormido. No roncaba pero desde allí podía ver como su pecho subía y bajaba lentamente.
Rodeó la cocina y se sentó muy lentamente a su lado para poder mirarlo mejor. Se mordió el labio, no podía creer lo hermoso y tranquilo que se veía. Hasta estaba tentada de sacarle una foto. Estaba vestido con un pantalón de traje y una camisa, la cual estaba arremangada hasta los codos y con los primeros botones abiertos. Seguramente, había decidido ponerse más cómodo mientras la esperaba. Le acarició muy suavemente la cara y él se movió un poco murmurando en sueños pero sin llegar a despertarse.
Teniendo en cuenta lo derretidas que estaban las velas Kate calculó que la había estado esperando desde hacía varias horas. El sentimiento de culpa volvió aunque ella sabía que había hecho todo lo posible para intentar comunicarse con él pero le había sido imposible, no había tenido ni un minuto a solas ni tranquila para siquiera poder sacar el teléfono de su bolsillo. Su teléfono. Lo sacó y vio que tenía varias llamadas de él y por último un mensaje… se lo había mandado hacía una hora. < Te tenía una sorpresa pero debes estar ocupada todavía. Quedará para otro día. Te extraño. > El mensaje hacía pensar que se iría a su casa pero no lo había hecho, se había quedado a esperarla.
Dejó el celular sobre la mesa y se lo quedó mirando unos segundos. Tenía que recompensarlo de alguna manera. Una idea cruzó por su mente y no pudo evitar esbozar una gran sonrisa. Pero tendría que actuar con mucha cautela.
Primero apoyó una rodilla a un costado de él. Se acomodó y apoyó la otra del otro lado, quedando sentada a ahorcajada sobre él pero sin que lo notara, todavía sin apoyar todo su peso sobre él. Empezó a desabrocharle muy cuidadosamente los botones que quedaban de la camisa y cuando terminó se la abrió suavemente. Volvió a acomodarse y poco a poco fue recargándose más sobre su regazo. Él balbuceó pero siguió sin reaccionar, lo cual no quitaba que ella casi dejara de respirar mientras notaba su reacción.
Se acercó a su cuello y comenzó a rozárselo con los labios, subiendo y bajando desde su oreja, pasando por su mandíbula y luego hasta casi la altura de la clavícula, mientras que con las manos le acariciaba el torso, esos pectorales que le encantaban y el estómago que si bien no era plano, también le gustaba. Porque mentir, todo él le fascinaba. Poco a poco, Castle fue reaccionando, primero balbuceando palabras inentendibles, luego se lo podía escuchar susurrar el nombre de Kate, aunque parecía que para él todo era parte de un sueño. Kate se acercó a su oído y empezó a susurrarle.
- Castle… despierta dormilón… - a continuación le lamió el lóbulo de la oreja.
- Mmmm… - murmuró. Parecía que no despertaba pero pronto sintió las manos de él en su cintura y a continuación notó que abría los ojos y la miraba entre confundido y dormido. – ¿Kate? ¿Dónde estoy?
- Todavía estás en mi casa… Gracias por la cena. Perdón por no poder llegar antes. – se acercó lentamente a su boca dándole tiempo a reaccionar y después lo besó tiernamente.
- Te llamé y…
- No tuve tiempo para nada, tuvimos que perseguir al sospechoso, estoy exhausta. – Subió las manos por su torso haciendo que él viera lo que había hecho y luego se las pasó por detrás de la nuca y le acarició el pelo. – Recién llego.
- No recuerdo haberme desabrochado toda la camisa. – dijo extrañado.
- ¿A no? Que raro, ¿no? – Le contestó con falsa inocencia. Castle bajó la vista hacia su pecho y luego la subió para mirarla. Ella le miraba con ojos pícaros y él no tardó en entender lo que ella había estado planeando. Castle subió las manos recorriendo la espalda de Kate por debajo de la camisa a la vez que la atraía más hacia él.
- ¿Esto sería una recompensa por el esfuerzo? – Sus bocas estaban a escasos centímetros. Kate se mordió el labio.
- Mmmm… se podría decir… a menos que prefieras otra cosa… - Le tiró un mordisco sin llegar a morderlo, solo para provocarlo.
- Oh, juega con fuego, detective. Tenga cuidado o se puede quemar. – Kate sonrió y se acercó a su oído.
- Ya me estoy quemando. – Retrocedió y apenas estuvo a su altura Castle atrapó sus labios con los suyos apasionadamente, mientras sus brazos la apretaban fuertemente contra su pecho. Se fundieron en un beso que parecía no terminar nunca, donde ambos respiraban el mismo aire, sus lenguas recorrían frenéticamente la boca del otro, exploraban cada rincón.
Kate se separó en busca de aire y mientras lo recuperaba aprovechó para quitarle la camisa a él y a la vez, él le desprendía la de ella. Antes de que pudiera sacársela completamente, ella se paró y le ofreció la mano para que la siguiera. Castle se levantó rápidamente y la rodeó con los brazos mientras se abalanzaba sobre su cuello. Fueron caminando instintivamente hacia la habitación de ella sin parar de besarse, de acariciarse, sacándose la ropa que todavía quedaba.
La puerta de la habitación estaba cerrada. Castle acorraló a Kate contra el marco de la puerta y la agarró de las nalgas levantándola del piso desprendiéndole un gemido a ella que a continuación le rodeó la cintura, enredando sus pies, sujetándose fuertemente a él. Solo vestidos con ropa interior, ella podía sentir su erección debajo suyo excitándola más todavía. Empezó a hacer fuerza con las piernas intensificando el roce haciendo que ambos comenzaran a perder el control.
- Kate… - susurró Castle visiblemente agitado.
- Abre la puerta… - le respondió ella de igual manera. Castle no se hizo rogar y aunque le costó, logró abrir la puerta. La condujo hasta la cama y la tumbó suavemente sobre ella. Sin perder el tiempo, le sacó el sujetador y empezó a estimular sus pechos, con sus manos, con su boca, con su lengua. Recorrió para centímetro de su cuerpo descubierto, de arriba abajo y de vuelta, concentrándose en la partes donde sabía que la volvían loca.
- Castle, para… - dijo entrecortadamente. – Yo era… la que tenía… que recompensarte… - Kate se agarraba de las sábanas como podía para poder controlarse.
- Tú eres mi recompensa. – Le dijo subiendo por su cuerpo hasta llegar a su altura. – Y pienso saborearte hasta que no pueda más. – La besó con hambre, con urgencia, devorando sus labios, luego volvió a su cuello, al lóbulo de su oreja. Kate gemía y cada tanto se le escapaban gritos que trataba de controlar como podía. Se sentía incapaz de resistirse, todo su cuerpo pedía más.
- Castle… por favor…
- ¿Quieres que pare?
- No… - lo agarró de la cara y lo levantó hasta quedar a su altura. – Quiero todo, dame todo lo que tengas. – Una gran sonrisa cargada de pasión apareció en el rostro de ambos. Kate lo besó y giró sobre él quedando arriba. Ambos se sacaron la prenda que les quedaba y ella se acomodó sobre él. Castle la tomó de la cintura y dirigió los movimientos haciéndola suya. De a poco ella empezó a marcar el ritmo y mientras lo hacía lo besaba y acariciaba su espalda, de a ratos suavemente, de a ratos arañándolo, de a ratos presionándolo más contra ella. Castle seguía estimulando sus pechos, lamiendo sus pezones, acariciando cada rincón. Muy pronto, ambos empezaron a aumentar el ritmo, y no tardaron mucho en llegar al orgasmo, en el punto más alto de esa tormenta de amor, lujuria y pasión que se desataba cada vez que estaban juntos.
Kate se tumbó a un costado de él en la cama, ambos estaban completamente sudados, acalorados y agitados.
- Si me vas a recompensar así… cada vez que me dejes esperando… empezará a gustarme que me dejen plantado – dijo Castle entrecortadamente mirándola de costado. Kate no pudo evitarlo y soltó una carcajada. Se volteó para mirarlo y se acercó para darle un beso.
- Con que me sorprendas seguido… me basta para recompensarte.
- Es bueno saberlo… - Se giró hacia ella y quedaron enfrentados. Le rodeó la cintura con los brazos pegándola a él. Le dio un suave beso en los labios, esta vez más lento, más romántico, lleno de amor. – Te extrañé…
- Yo también… - Pegó su frente a la de él y poco a poco a ambos empezó a ganarles el sueño.
- Te amo. – Le dijo Castle con los ojos cerrados. Kate todavía lo miraba.
- Yo también te amo, Castle. – Cerró los ojos y enredó sus dedos en el pelo de él.
Segundos después ambos dormían completamente relajados en los brazos del otro.
Apenas entró a su departamento, volteó para poner llave y sin prestar demasiada atención, dejó las cosas en la barra de la cocina y abrió la heladera.
Pero entonces, divisó algo que se movía a su izquierda, por el rabillo del ojo, que enseguida la devolvió a la realidad. Echó un vistazo a su alrededor. En la pileta había varias ollas y utensilios pero estaban limpios. Dirigió la vista hacia la sala de estar y no podía creer lo que veían sus ojos. La mesa ratona estaba rodeada de velas que ella creía en su momento habían iluminado perfectamente los platos de comida que había sobre la mesa, junto con 2 copas de vino y una botella. Pudo ver algunas velas más esparcidas por la casa pero todas ya habían sido apagadas o se habían consumido.
Finalmente, pero no menos importante, dirigió su mirada al sillón. Un sentimiento de culpa la embargó. Allí estaba el que había hecho todo eso por ella, la comida, las velas, todo. Castle estaba sentado, casi recostado, en el sillón, completamente dormido. No roncaba pero desde allí podía ver como su pecho subía y bajaba lentamente.
Rodeó la cocina y se sentó muy lentamente a su lado para poder mirarlo mejor. Se mordió el labio, no podía creer lo hermoso y tranquilo que se veía. Hasta estaba tentada de sacarle una foto. Estaba vestido con un pantalón de traje y una camisa, la cual estaba arremangada hasta los codos y con los primeros botones abiertos. Seguramente, había decidido ponerse más cómodo mientras la esperaba. Le acarició muy suavemente la cara y él se movió un poco murmurando en sueños pero sin llegar a despertarse.
Teniendo en cuenta lo derretidas que estaban las velas Kate calculó que la había estado esperando desde hacía varias horas. El sentimiento de culpa volvió aunque ella sabía que había hecho todo lo posible para intentar comunicarse con él pero le había sido imposible, no había tenido ni un minuto a solas ni tranquila para siquiera poder sacar el teléfono de su bolsillo. Su teléfono. Lo sacó y vio que tenía varias llamadas de él y por último un mensaje… se lo había mandado hacía una hora. < Te tenía una sorpresa pero debes estar ocupada todavía. Quedará para otro día. Te extraño. > El mensaje hacía pensar que se iría a su casa pero no lo había hecho, se había quedado a esperarla.
Dejó el celular sobre la mesa y se lo quedó mirando unos segundos. Tenía que recompensarlo de alguna manera. Una idea cruzó por su mente y no pudo evitar esbozar una gran sonrisa. Pero tendría que actuar con mucha cautela.
Primero apoyó una rodilla a un costado de él. Se acomodó y apoyó la otra del otro lado, quedando sentada a ahorcajada sobre él pero sin que lo notara, todavía sin apoyar todo su peso sobre él. Empezó a desabrocharle muy cuidadosamente los botones que quedaban de la camisa y cuando terminó se la abrió suavemente. Volvió a acomodarse y poco a poco fue recargándose más sobre su regazo. Él balbuceó pero siguió sin reaccionar, lo cual no quitaba que ella casi dejara de respirar mientras notaba su reacción.
Se acercó a su cuello y comenzó a rozárselo con los labios, subiendo y bajando desde su oreja, pasando por su mandíbula y luego hasta casi la altura de la clavícula, mientras que con las manos le acariciaba el torso, esos pectorales que le encantaban y el estómago que si bien no era plano, también le gustaba. Porque mentir, todo él le fascinaba. Poco a poco, Castle fue reaccionando, primero balbuceando palabras inentendibles, luego se lo podía escuchar susurrar el nombre de Kate, aunque parecía que para él todo era parte de un sueño. Kate se acercó a su oído y empezó a susurrarle.
- Castle… despierta dormilón… - a continuación le lamió el lóbulo de la oreja.
- Mmmm… - murmuró. Parecía que no despertaba pero pronto sintió las manos de él en su cintura y a continuación notó que abría los ojos y la miraba entre confundido y dormido. – ¿Kate? ¿Dónde estoy?
- Todavía estás en mi casa… Gracias por la cena. Perdón por no poder llegar antes. – se acercó lentamente a su boca dándole tiempo a reaccionar y después lo besó tiernamente.
- Te llamé y…
- No tuve tiempo para nada, tuvimos que perseguir al sospechoso, estoy exhausta. – Subió las manos por su torso haciendo que él viera lo que había hecho y luego se las pasó por detrás de la nuca y le acarició el pelo. – Recién llego.
- No recuerdo haberme desabrochado toda la camisa. – dijo extrañado.
- ¿A no? Que raro, ¿no? – Le contestó con falsa inocencia. Castle bajó la vista hacia su pecho y luego la subió para mirarla. Ella le miraba con ojos pícaros y él no tardó en entender lo que ella había estado planeando. Castle subió las manos recorriendo la espalda de Kate por debajo de la camisa a la vez que la atraía más hacia él.
- ¿Esto sería una recompensa por el esfuerzo? – Sus bocas estaban a escasos centímetros. Kate se mordió el labio.
- Mmmm… se podría decir… a menos que prefieras otra cosa… - Le tiró un mordisco sin llegar a morderlo, solo para provocarlo.
- Oh, juega con fuego, detective. Tenga cuidado o se puede quemar. – Kate sonrió y se acercó a su oído.
- Ya me estoy quemando. – Retrocedió y apenas estuvo a su altura Castle atrapó sus labios con los suyos apasionadamente, mientras sus brazos la apretaban fuertemente contra su pecho. Se fundieron en un beso que parecía no terminar nunca, donde ambos respiraban el mismo aire, sus lenguas recorrían frenéticamente la boca del otro, exploraban cada rincón.
Kate se separó en busca de aire y mientras lo recuperaba aprovechó para quitarle la camisa a él y a la vez, él le desprendía la de ella. Antes de que pudiera sacársela completamente, ella se paró y le ofreció la mano para que la siguiera. Castle se levantó rápidamente y la rodeó con los brazos mientras se abalanzaba sobre su cuello. Fueron caminando instintivamente hacia la habitación de ella sin parar de besarse, de acariciarse, sacándose la ropa que todavía quedaba.
La puerta de la habitación estaba cerrada. Castle acorraló a Kate contra el marco de la puerta y la agarró de las nalgas levantándola del piso desprendiéndole un gemido a ella que a continuación le rodeó la cintura, enredando sus pies, sujetándose fuertemente a él. Solo vestidos con ropa interior, ella podía sentir su erección debajo suyo excitándola más todavía. Empezó a hacer fuerza con las piernas intensificando el roce haciendo que ambos comenzaran a perder el control.
- Kate… - susurró Castle visiblemente agitado.
- Abre la puerta… - le respondió ella de igual manera. Castle no se hizo rogar y aunque le costó, logró abrir la puerta. La condujo hasta la cama y la tumbó suavemente sobre ella. Sin perder el tiempo, le sacó el sujetador y empezó a estimular sus pechos, con sus manos, con su boca, con su lengua. Recorrió para centímetro de su cuerpo descubierto, de arriba abajo y de vuelta, concentrándose en la partes donde sabía que la volvían loca.
- Castle, para… - dijo entrecortadamente. – Yo era… la que tenía… que recompensarte… - Kate se agarraba de las sábanas como podía para poder controlarse.
- Tú eres mi recompensa. – Le dijo subiendo por su cuerpo hasta llegar a su altura. – Y pienso saborearte hasta que no pueda más. – La besó con hambre, con urgencia, devorando sus labios, luego volvió a su cuello, al lóbulo de su oreja. Kate gemía y cada tanto se le escapaban gritos que trataba de controlar como podía. Se sentía incapaz de resistirse, todo su cuerpo pedía más.
- Castle… por favor…
- ¿Quieres que pare?
- No… - lo agarró de la cara y lo levantó hasta quedar a su altura. – Quiero todo, dame todo lo que tengas. – Una gran sonrisa cargada de pasión apareció en el rostro de ambos. Kate lo besó y giró sobre él quedando arriba. Ambos se sacaron la prenda que les quedaba y ella se acomodó sobre él. Castle la tomó de la cintura y dirigió los movimientos haciéndola suya. De a poco ella empezó a marcar el ritmo y mientras lo hacía lo besaba y acariciaba su espalda, de a ratos suavemente, de a ratos arañándolo, de a ratos presionándolo más contra ella. Castle seguía estimulando sus pechos, lamiendo sus pezones, acariciando cada rincón. Muy pronto, ambos empezaron a aumentar el ritmo, y no tardaron mucho en llegar al orgasmo, en el punto más alto de esa tormenta de amor, lujuria y pasión que se desataba cada vez que estaban juntos.
Kate se tumbó a un costado de él en la cama, ambos estaban completamente sudados, acalorados y agitados.
- Si me vas a recompensar así… cada vez que me dejes esperando… empezará a gustarme que me dejen plantado – dijo Castle entrecortadamente mirándola de costado. Kate no pudo evitarlo y soltó una carcajada. Se volteó para mirarlo y se acercó para darle un beso.
- Con que me sorprendas seguido… me basta para recompensarte.
- Es bueno saberlo… - Se giró hacia ella y quedaron enfrentados. Le rodeó la cintura con los brazos pegándola a él. Le dio un suave beso en los labios, esta vez más lento, más romántico, lleno de amor. – Te extrañé…
- Yo también… - Pegó su frente a la de él y poco a poco a ambos empezó a ganarles el sueño.
- Te amo. – Le dijo Castle con los ojos cerrados. Kate todavía lo miraba.
- Yo también te amo, Castle. – Cerró los ojos y enredó sus dedos en el pelo de él.
Segundos después ambos dormían completamente relajados en los brazos del otro.
Última edición por nato_kine el Mar Ene 01, 2013 6:48 pm, editado 38 veces
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 38
Localización : Argentina
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
si siii, me gusta la idea que tienes de momentos caskett y este ha sido muy bueno, alguno comico alguna riña y esos momentos picantones seguro los bordas por que se ve que lo haces muy muy bien, yo espero otros momentos tuyos gracias por escribir
choleck- Escritor - Policia
- Mensajes : 1967
Fecha de inscripción : 07/06/2012
Localización : en la parra
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
siguelo, es muy bueno
trinity640- Actor en Broadway
- Mensajes : 204
Fecha de inscripción : 01/07/2012
Edad : 47
Localización : Andalucia
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Pues para ser la primera vez que escribes un FIC, la verdad es que te tengo que dar un 10 sobre 10, uuuf. Creo que este tipo son mis favoritos y muchisimo más si está tan bien descrito. Este tipo de FIC es lo que te calma un poco en la espera de estos 17 diitas. Me encanta, haz plasmado esa parte juguetona de cada uno, que la tienen pero que todavia no hemos podido contemplar en la serie, ya me gustaría a mi y creo que a muchos poder ver una escenita así, pero creo que sería demasiado fuerte, y la tendrían que poner a otra hora y en otro canal JAJAJAJA
Me encanta, espero que la continues pronto...
Me encanta, espero que la continues pronto...
Invitado- Invitado
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Que estupenda idea has tenido, es genial.
Esta primera escena me ha encantado, llena de romanticismo y ternura sin olvidar las partes hot, ha sido una escena de 10 con un Castle muy detallista. Que suerte tener un hombre así jajaja
Continualo, me encanta la idea
PD: Me encanta tu forma de escribir, como describes cada escena, los diálogos, escribes de maravilla
Esta primera escena me ha encantado, llena de romanticismo y ternura sin olvidar las partes hot, ha sido una escena de 10 con un Castle muy detallista. Que suerte tener un hombre así jajaja
Continualo, me encanta la idea
PD: Me encanta tu forma de escribir, como describes cada escena, los diálogos, escribes de maravilla
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Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
me encantaaa sigueee
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me gusta, siguelo
ximcastle- Ayudante de policia
- Mensajes : 115
Fecha de inscripción : 06/02/2012
Edad : 27
Localización : Managua, Nicaragua
Escena 2: Pesadillas y revelaciones
Como les dije, las escenas son al azar, de acuerdo a como se me vayan ocurriendo.
Hoy estaba revisando mi carpeta de fics y encontré este que si bien es anterior al primero, quisiera compartirlo con uds.
Para que tengan una idea, la escribí hace tiempo, después de ver 47 seconds pero incluso antes que The Limey. Es una de las tantas versiones que había imaginado sobre como podían pasar las cosas entre ellos. No se hasta que punto es realista, pero me ha gustado dejarme llevar. Ya ustedes me dirán.
Entes de que empiecen a leer, aviso que es un poco largo, jeje.
Hoy estaba revisando mi carpeta de fics y encontré este que si bien es anterior al primero, quisiera compartirlo con uds.
Para que tengan una idea, la escribí hace tiempo, después de ver 47 seconds pero incluso antes que The Limey. Es una de las tantas versiones que había imaginado sobre como podían pasar las cosas entre ellos. No se hasta que punto es realista, pero me ha gustado dejarme llevar. Ya ustedes me dirán.
Entes de que empiecen a leer, aviso que es un poco largo, jeje.
REVELACIONES Y PESADILLAS
Kate y el equipo estaban investigando un caso. Castle intuía que podía estar relacionado con la muerte de su madre de Beckett pero había preferido no comentar nada por el momento.
El caso iba avanzando y Castle estaba cada vez más preocupado. Entonces, un llamado lo confirmó todo. Smith lo llamó para decirle que debía hacer lo posible por alejar a Beckett del caso o pondría en peligro su vida y la de todos las que la rodeaban.
Castle había logrado alejarla del caso durante todos esos meses pero no podría separarla de este, no sabía como, sin confesarle todo. ¿Cómo decirle que se aleje de este caso? ¿Qué excusa le pondría? No se le ocurría ninguna que pudiera siquiera hacer que ella lo pensara. Pensó y pensó pero nada se le ocurría.
Martha lo vio deambular por el estudio todo el día y sabía que él lo había llamado. Finalmente se decidió y fue a preguntarle que le pasaba. Castle se lo contó y le aconsejó que lo mejor sería que hablara con ella de una vez por todas. Si seguía ocultando ese secreto todos terminarían pagando las consecuencias. Ella tenía derecho a saber la verdad y actuar en consecuencia. Castle no quería aceptarlo. Sabía que si le decía la verdad iría a enfrentarlo todo sola… y lo odiaría de por vida. Siguió dándole vueltas un poco más al asunto pero finalmente se dio cuenta de que no quedaba otra. Juntó toda la información que tenía sobre el caso en un pendrive. Miró la hora y calculó que Kate estaría en su departamento así que se dirigió directamente para allá.
Al llegar a la puerta dudó. Estaba muy nervioso, todavía no sabía como contarle lo que sabía y le había ocultado todos esos meses. Juntó fuerza, respiró hondo y tocó la puerta. Hoyó pasos y luego Kate le abrió la puerta.
Tenía el pelo recogido en un rodete y estaba vestida sencilla. Tenía puesta una remera suelta que le dejaba un hombro descubierto, una calza negra y medias, iba descalza… probablemente ya estaba vestida para dormir. Tenía una pizza en la mano y lo miraba sonriéndole pero un poco desconcertada por su visita.
- Espero no molestar… perdón por no avisarte que venía.
- Está bien, estaba comiendo algo, ¿quieres una pizza?
- No, está bien. Vine porque necesitaba hablar algo importante contigo. – estaba serio y se lo notaba nervioso, lo cual extrañó a Kate.
- ¿Estás bien? ¿De que me tienes que hablar?
- Tienes que dejar de investigar este caso, deja que lo haga otro detective. – había decidido tratar de convencerla sin decirle nada.
- ¿De qué me hablas? ¿Por qué tendría que dejar a otro que haga mi trabajo? Estamos avanzando con la investigación.
- Por eso mismo, debes alejarte antes de que… Por favor, transfiérele el caso a otro detective. – Casi le rogaba.
- No entiendo, Castle. No voy a dejar el caso por un capricho tuyo. Habla claro.
Castle se quedó pensativo. Así no lograría nada. No quedaba otra. Suspiró y habló, sacó todo lo que tenía. Le contó de Smith, de que lo había llamado después de que habían hablado con el bombero, de que le había pedido que la alejara del caso, de que era la única forma de protegerla, de que él había estado investigando a sus espaldas el caso, de cómo le había ayudado Smith con el caso del alcalde, y por último, de las similitudes que había encontrado con algunas cosas del caso de su madre que le habían hecho pensar que estaba relacionado y que había sido confirmado por el llamado de Smith hoy al mediodía.
Beckett no daba crédito a lo que escuchaba, no podía creer que la alejara del caso de su madre cuando él mismo le había casi obligado a volver a abrirlo, de que le hubiera mentido todo este tiempo. Cuando terminó ella se quedó un momento sin decir nada, estaba en shock.
Entonces reaccionó, lo hizo con rabia, con indignación. Se acercó a él y empezó a empujarlo y a recriminarle.
- ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿Cómo pudiste mentirme todo este tiempo? Sabías lo importante que era para mí.
- Lo siento, Kate. Era la única forma de protegerte. Si te decía algo hubieses ido directamente a buscar al responsable.
- ¡Por supuesto que lo hubiese hecho, es lo que estado esperando hacer todos estos años! – él la atajaba como podía sin lastimarla. En parte sabía que se lo merecía pero lo había hecho por su bien.
- Justamente por eso. Porque hubiese sido lo mismo que pegarte un tiro yo mismo. Yo sería incapaz de eso. No podía permitir que te pasara nada.
- No tenías derecho. Esa elección era mía y de nadie más.
- Yo no podía… - Era tal la angustia e impotencia que cargaba en ese momento que se le cortó la vos. Kate estaba cada vez peor y casi le gritaba.
- ¡No necesito protección! ¡Se cuidarme bien sola! ¿Por qué, Castle?
- Tú sabes porque… - Su semblante cambió de pronto y la miró acusándola con la vista.
- ¿Yo? ¿De que me hablas? No cambies de tema. ¿Por qué me mentiste?
- ¡No eres quien para juzgarme ya que tú me mentiste también y jugaste conmigo!
- ¡Yo nunca te mentí! ¡Habla claro de una vez por todas!
- ¿Quieres que hable claro? De acuerdo. ¡Lo hice porque TE AMO y no te hagas la que no sabes de qué hablo porque sé que recuerdas todo y de que te confesé lo que sentía el día que te dispararon!
Kate se quedó estática, no sabía que hacer ni que decir. Castle siguió ya no podía parar.
- Recibí esa llamada y me dijo que si no te alejaba te matarían. ¿Qué querías que hiciera? No podía perderte de nuevo… no podría soportarlo... – no aguantó más y rápidamente se acercó a ella y la besó sin darle tiempo a reaccionar.
Al principio, Kate trató de empujarlo poniendo las manos en su pecho pero luego sintió como latía su corazón, latía con una velocidad e intensidad sorprendente. Eso sumado al beso la dejaron sin fuerzas y mientras de a poco respondía al beso, le empezaban a caer lágrimas de los ojos. Las lágrimas eran producto de la situación, de hablar del caso de su madre, de la confesión de él, de la pelea, del beso, de saber que todavía la amaba.
Inicialmente Castle la había agarrado de la nuca con una mano y de la cintura con la otra para evitar que ella se separara. Kate tenía las manos en el aire y prácticamente no se movía. Él siguió besándola, no podía pensar en nada más, no podía separar la boca de sus labios. Después de un momento, sintió que ella movía los labios y le respondía. El corazón de Castle se aceleró aún más. De a poco vio que empezaba a besarlo a él y sintió como ella lo rodeaba con los brazos, le pasó un brazo por arriba de los hombros y el otro por debajo del suyo, rodeándole la espalda. El beso fue largo pero no apresurado, ambos exploraban la boca del otro con sus lenguas, se mordían suavemente los labios, pero todo lo hacían lentamente, sintiendo cada movimiento.
Cuando su necesidad de oxígeno excedió la emoción del beso se separaron. Kate aprovechó para limpiarse las lágrimas y se dirigió a la cocina. Castle la vio y se sintió culpable. Se quedó a lado del sillón, sin saber si acercarse o no a ella.
- Perdóname, no tendría que haberte besado así. Me dejé llevar por la discusión.
- Las lágrimas no son por eso así que no te alagues tanto. Me sentí desbordada por la situación, eso es todo. – estaba seria. – Necesito pensar, será mejor que te vayas.
- Hasta que no me asegures que dejarás el caso, no me iré. Te seguiré a sol y a sombra si es necesario. – Él también estaba serio.
- No dejaré el caso. Tú has lo que quieras. Ya te he tenido 4 años siguiéndome así que me da lo mismo.
Castle se sentó en el sillón demostrando que hablaba en serio. Kate lo observó y entendió el mensaje.
- De acuerdo, si así lo quieres… - tomó una pizza y se dirigió a su habitación. – Hasta mañana. – cerró la puerta.
Castle se quedó pensativo. Era evidente que no dejaría el caso y menos si estaba relacionado con su madre. Recordó el pendrive que había llevado con la información. ¿Qué pensaría cuando decidió llevarlo? Le dio vueltas al asunto y decidió que si no podría apartarla del caso tendría que hacer lo que le dijo, cuidarla a sol y a sombra. Debía asegurarse de que nada le pasara. Sacó el pen de su camisa, lo miró y asintió. Ya sabía lo que debía hacer. Lo único que esperaba era no equivocarse porque eso significaba que la perdería para siempre.
Subió hasta la habitación y tocó la puerta.
- Kate, tengo una última cosa que mostrarte, es importante.
Del otro lado de la puerta Kate no sabía si abrirle o no. Desde que había subido no podía dejar de pensar en ese beso. Él casi la había obligado pero ella finalmente no solo no se resistió sino que había participado activamente en el beso… y aunque no quisiera aceptarlo le había encantado y se moría por volver a besarlo. Sin embargo, le había mentido con algo que para ella era sagrado… pero según él lo había hecho para protegerla… aunque habría que ver si era realmente así o solo lo decía para engañarla… estaba muy confundida.
- ¿Qué quieres ahora?
- Abre la puerta. No voy a decírtelo a través de una puerta. Es importante. – Abrió la puerta. – Será mejor que nos tomemos un café. Baja. – le dijo dirigiéndose a la cocina.
Kate dudó pero suponía que si no bajaba de todas maneras él no dejaría el tema.
Castle empezó a buscar las cosas para el café pero Kate lo interrumpió y le dijo que los haría ella mientras él hablaba así que se sentó y de a poco empezó a hablar.
- He estado pensando… que si no vas a dejar el caso… voy a ayudarte. – Kate se frenó y lo miró. Después siguió con el café. – No puedo quedarme de brazos cruzados mientras vas a que te maten. Por lo menos, si estoy cerca tuyo, podré hacer lo que no pude el día del funeral… ser tu escudo. – Al escuchar esto, a Kate se le cayó una taza al suelo. Ninguno de los dos se movió, solo se miraron. La expresión de él era clara, hablaba en serio, realmente recibiría una bala por ella. Kate respiró hondo tratando de calmarse y se puso a recoger la taza.
- Eso no va a pasar… no permitiré que eso vuelva a pasarme.
Castle se agachó y la ayudó con la taza pero cuando dejó los restos arriba de la mesada se percato de que se había cortado.
- ¿Cómo pretendes protegerme si ni siquiera puedes levantar una taza sin lastimarte? – le agarró la mano y la puso debajo de la pileta. Estaban uno a lado del otro.
- Es que no lo entiendes. Es simple, no me importa salir lastimado, solo me importa que a ti no te pase nada.
- Eres un idiota Castle si piensas que dejaré que algo te pase por mi culpa. Dame la información y yo me encargaré de arrestar a los culpables.
- No, o lo hacemos juntos o hablo con Gates y le cuento todo para que te saque del caso. – Kate retrocedió exaltada.
- ¡No serías capaz de hablar del capitán con ella! ¡Lo prometimos! ¡Nadie debe saber nada!
- El capitán está muerto, Kate. Yo lo apreciaba mucho pero él arriesgó su vida para protegerte y eso es lo que yo también busco así que no creo que se ofenda por eso. Si debo hacerlo para protegerte, lo haré sin pensarlo dos veces.
Se miraron atentamente unos segundos, desafiándose. Finalmente, ella se dio cuenta de que él tampoco cedería.
- Bueno, ¿tenemos un trato?
Beckett suspiró. – De acuerdo, tenemos un trato. Investigaremos esto juntos.
- Y todavía no pienso dejarte sola ni a sol ni a sombra así que me quedaré a dormir en el sillón.
- ¿Qué? ¡No! Eso no estaba en el trato.
- Si lo estaba, te dije que estaría cerca de ti. Ahora, ¿tienes una computadora para que te pueda mostrar la investigación que hice?
Kate se quedó mirándolo con odio. Se contuvo de seguir discutiendo y fue a buscar una notebook que tenía pero que nunca usaba. De paso, buscó algunas mantas y sabanas y bajó a la sala. Castle había terminado de limpiar la taza, se había puesto una venda en la mano y había colocado 2 tazas de café arriba de la mesa ratona.
Se acomodaron en el sillón, uno a lado del otro. Castle prendió la máquina y le alcanzó el café a Kate. A ella le gustó ese gesto tan familiar pero lo disimuló. Cuando la notebook terminó de arrancar puso el pen y empezó a explicarle todo lo que había conseguido de información nueva. No era mucho pero era bastante. Estuvieron varias horas leyendo y actualizando la pizarra de ella. Mientras hacían todo esto se relajaron y se olvidaron de la discusión que habían tenido. Kate se dio cuenta de por qué Castle le había ocultado la información, lo cual hacía que empezara a cuestionarse si no había sido muy dura con él. Se notaba que los involucrados eran gente importante y que al parecer tenían gente infiltrada en muchos campos de la política y las fuerzas. Eso significaba que podían manipular y comprar mucha gente, lo que los hacía muy peligrosos.
Ya era tarde así que cada tanto alguno se recostaba en el sillón para desperezarse. Cuando esto pasaba, el otro aprovechaba para mirarlo. La tensión entre ellos estaba cambiando. Habían empezado discutiendo, después se habían besado, luego tomaron distancia y finalmente habían vuelto a trabajar juntos y al relajarse y estar uno a lado del otro hacía que sus sentimientos afloraran, ahora la tensión volvía a ser sexual. Se tomaron varios cafés y ya era tarde cuando Castle sugirió que lo mejor sería que dejaran el resto para el otro día. Kate reconoció que estaba cansada y accedió. Se levantó y le dio las buenas noches mientras subía las escaleras. Castle apagó la máquina y acomodó las cosas en el sillón para dormir.
Kate intentó dormir pero tuvo una pesadilla en medio de la noche. Se levantó y fue a buscar un vaso de agua. Ya se había olvidado de que Castle estaba durmiendo en el sofá así que prendió la luz, despertándolo.
- Hey, ¿Qué pasa? ¿Ya es de día? – se levantó cegado por la luz.
- Lo siento, Castle. Me olvidé que estabas aquí. – le dijo sorprendida y avergonzada.
- ¿Qué hora es? ¿Estás bien? – se destapó y se levantó. Kate se dio cuenta de que él estaba con la camisa desabrochada y con el cinto del pantalón suelto. No pudo evitar mirarlo y se tapó con el vaso haciendo que tomaba agua, pero él se había dado cuenta. – Lo siento. – le dijo acomodándose el cinto. – Generalmente no duermo con tanta ropa pero no me pareció adecuado. – Se lo había dicho pensando en que mejoraría las cosas pero hizo el efecto contrario. Ella no pudo evitar imaginarlo vestido con menos ropa lo cual hizo que se mordiera el labio y se sonrojara.
Se obligó a concentrarse. – Estoy bien. Solo tuve una pesadilla, eso es todo. Puedes volver a acostarte, ya apago la luz.
- De acuerdo. Si necesitas un oído avísame. – le dijo desperezándose. Se volvió a soltar el cinto y esta vez se lo sacó del pantalón. Se acostó, se tapó y cerró los ojos. Kate se quedó mirándolo mientras tomaba el agua. Sin duda, verlo con la camisa abierta había despertado su imaginación. Verdaderamente, era hermoso.
Terminó el agua, apagó la luz y volvió a su habitación. Trató de dormir durante una hora pero no lo logró. No podía dejar de pensar en él. Finalmente, juntó fuerzas y bajó. Él seguía dormido. En la oscuridad, le tocó suavemente el hombro.
- Castle… - le susurró.
- Mmmmm… - le dijo dormido.
- No puedo dormir, me prestas tu oído…
Castle abrió un poco los ojos. Se corrió un poco dejándole lugar y palmeó el sillón.
- Acuéstate, soy todo oídos.
- ¿Qué? No voy a acostarme contigo.
- No voy a hacerte nada. Ppara cuando te des cuenta estarás dormida, vamos.
Dudó pero finalmente se acostó de espaldas a él. Para su sorpresa él se amoldó a ella y la abrazó. Apoyó su cabeza prácticamente en su nuca y le susurró al oído.
- ¿Con qué soñaste? - Kate se había quedado helada ante su cercanía, el corazón le latía a mil por hora. – ¿Ya te dormiste?
- No, lo siento… dijiste que no ibas a hacerme nada y…
- No lo estoy haciendo. Tuviste una pesadilla y yo solo quiero que te sientas contenida, nada más. Ahora cuéntame antes de que yo sea el que se duerma.
Poco a poco, Kate se fue calmando y le contó la pesadilla. Él le contestaba en susurros. Se notaba que estaba cansado pero le prestaba atención. Finalmente, en un momento, ella se relajó y dejó de hablar, estaba cerca de dormirse. Castle pensó que ya estaba dormida.
- ¿Te dormiste? – ella no contesto. – Veo que sí, me alegro. Aunque nunca me perdones… esta fue la mejor noche de mi vida… te amo tanto… no puedo dejar que nada te pase… así tenga que dar mi vida para ello.
Kate escuchó todo y no sabía que hacer… apenas podía respirar. Finalmente no aguantó más y se dio vuelta. Al notar esto, fue Castle el que se quedó sin respiración.
- Pensé que estabas dormida.
- Casi, pero no.
- Escuchaste lo…
- Si… ya no pienso mentir… – le dijo y lo abrazó hundiendo su nariz en su cuello. – Siento haberte mentido antes, lo siento. Espero que algún día me perdones.
- Sería más fácil si me dices por qué lo hiciste.
- Eran muchas cosas, casi me había muerto, el capitán estaba muerto, yo estaba con Josh y aunque no lo amaba realmente no quería lastimarlo. Aparte… creo que en ese momento no estaba lista para enfrentar esa confesión… sin embargo, me hizo dar cuenta de que quería algo más y desde el disparo he ido a terapia para poder resolver mis conflictos.
- ¿Cómo vas hasta ahora con la terapia?
Kate sonrió. – Bastante bien, creo que vamos avanzando. – le dijo y le dio un beso en el cuello que lo sorprendió pero trató de mantener la calma.
- Veo… - no se movió pero intentó abrazarla un poco mejor, acariciándole suavemente la espalda para ver como reaccionaba. Ella solo suspiró… era un suspiro que le decía que le gustaba así que se relajó y siguió. Le besó la frente. – Duerme, mañana tendremos un día complicado.
- Es cierto. Buenas noches, Rick. – Castle sonrió al escucharla pronunciar su nombre.
- Buenas noches, Kate.
El caso iba avanzando y Castle estaba cada vez más preocupado. Entonces, un llamado lo confirmó todo. Smith lo llamó para decirle que debía hacer lo posible por alejar a Beckett del caso o pondría en peligro su vida y la de todos las que la rodeaban.
Castle había logrado alejarla del caso durante todos esos meses pero no podría separarla de este, no sabía como, sin confesarle todo. ¿Cómo decirle que se aleje de este caso? ¿Qué excusa le pondría? No se le ocurría ninguna que pudiera siquiera hacer que ella lo pensara. Pensó y pensó pero nada se le ocurría.
Martha lo vio deambular por el estudio todo el día y sabía que él lo había llamado. Finalmente se decidió y fue a preguntarle que le pasaba. Castle se lo contó y le aconsejó que lo mejor sería que hablara con ella de una vez por todas. Si seguía ocultando ese secreto todos terminarían pagando las consecuencias. Ella tenía derecho a saber la verdad y actuar en consecuencia. Castle no quería aceptarlo. Sabía que si le decía la verdad iría a enfrentarlo todo sola… y lo odiaría de por vida. Siguió dándole vueltas un poco más al asunto pero finalmente se dio cuenta de que no quedaba otra. Juntó toda la información que tenía sobre el caso en un pendrive. Miró la hora y calculó que Kate estaría en su departamento así que se dirigió directamente para allá.
Al llegar a la puerta dudó. Estaba muy nervioso, todavía no sabía como contarle lo que sabía y le había ocultado todos esos meses. Juntó fuerza, respiró hondo y tocó la puerta. Hoyó pasos y luego Kate le abrió la puerta.
Tenía el pelo recogido en un rodete y estaba vestida sencilla. Tenía puesta una remera suelta que le dejaba un hombro descubierto, una calza negra y medias, iba descalza… probablemente ya estaba vestida para dormir. Tenía una pizza en la mano y lo miraba sonriéndole pero un poco desconcertada por su visita.
- Espero no molestar… perdón por no avisarte que venía.
- Está bien, estaba comiendo algo, ¿quieres una pizza?
- No, está bien. Vine porque necesitaba hablar algo importante contigo. – estaba serio y se lo notaba nervioso, lo cual extrañó a Kate.
- ¿Estás bien? ¿De que me tienes que hablar?
- Tienes que dejar de investigar este caso, deja que lo haga otro detective. – había decidido tratar de convencerla sin decirle nada.
- ¿De qué me hablas? ¿Por qué tendría que dejar a otro que haga mi trabajo? Estamos avanzando con la investigación.
- Por eso mismo, debes alejarte antes de que… Por favor, transfiérele el caso a otro detective. – Casi le rogaba.
- No entiendo, Castle. No voy a dejar el caso por un capricho tuyo. Habla claro.
Castle se quedó pensativo. Así no lograría nada. No quedaba otra. Suspiró y habló, sacó todo lo que tenía. Le contó de Smith, de que lo había llamado después de que habían hablado con el bombero, de que le había pedido que la alejara del caso, de que era la única forma de protegerla, de que él había estado investigando a sus espaldas el caso, de cómo le había ayudado Smith con el caso del alcalde, y por último, de las similitudes que había encontrado con algunas cosas del caso de su madre que le habían hecho pensar que estaba relacionado y que había sido confirmado por el llamado de Smith hoy al mediodía.
Beckett no daba crédito a lo que escuchaba, no podía creer que la alejara del caso de su madre cuando él mismo le había casi obligado a volver a abrirlo, de que le hubiera mentido todo este tiempo. Cuando terminó ella se quedó un momento sin decir nada, estaba en shock.
Entonces reaccionó, lo hizo con rabia, con indignación. Se acercó a él y empezó a empujarlo y a recriminarle.
- ¿Cómo pudiste hacerme esto? ¿Cómo pudiste mentirme todo este tiempo? Sabías lo importante que era para mí.
- Lo siento, Kate. Era la única forma de protegerte. Si te decía algo hubieses ido directamente a buscar al responsable.
- ¡Por supuesto que lo hubiese hecho, es lo que estado esperando hacer todos estos años! – él la atajaba como podía sin lastimarla. En parte sabía que se lo merecía pero lo había hecho por su bien.
- Justamente por eso. Porque hubiese sido lo mismo que pegarte un tiro yo mismo. Yo sería incapaz de eso. No podía permitir que te pasara nada.
- No tenías derecho. Esa elección era mía y de nadie más.
- Yo no podía… - Era tal la angustia e impotencia que cargaba en ese momento que se le cortó la vos. Kate estaba cada vez peor y casi le gritaba.
- ¡No necesito protección! ¡Se cuidarme bien sola! ¿Por qué, Castle?
- Tú sabes porque… - Su semblante cambió de pronto y la miró acusándola con la vista.
- ¿Yo? ¿De que me hablas? No cambies de tema. ¿Por qué me mentiste?
- ¡No eres quien para juzgarme ya que tú me mentiste también y jugaste conmigo!
- ¡Yo nunca te mentí! ¡Habla claro de una vez por todas!
- ¿Quieres que hable claro? De acuerdo. ¡Lo hice porque TE AMO y no te hagas la que no sabes de qué hablo porque sé que recuerdas todo y de que te confesé lo que sentía el día que te dispararon!
Kate se quedó estática, no sabía que hacer ni que decir. Castle siguió ya no podía parar.
- Recibí esa llamada y me dijo que si no te alejaba te matarían. ¿Qué querías que hiciera? No podía perderte de nuevo… no podría soportarlo... – no aguantó más y rápidamente se acercó a ella y la besó sin darle tiempo a reaccionar.
Al principio, Kate trató de empujarlo poniendo las manos en su pecho pero luego sintió como latía su corazón, latía con una velocidad e intensidad sorprendente. Eso sumado al beso la dejaron sin fuerzas y mientras de a poco respondía al beso, le empezaban a caer lágrimas de los ojos. Las lágrimas eran producto de la situación, de hablar del caso de su madre, de la confesión de él, de la pelea, del beso, de saber que todavía la amaba.
Inicialmente Castle la había agarrado de la nuca con una mano y de la cintura con la otra para evitar que ella se separara. Kate tenía las manos en el aire y prácticamente no se movía. Él siguió besándola, no podía pensar en nada más, no podía separar la boca de sus labios. Después de un momento, sintió que ella movía los labios y le respondía. El corazón de Castle se aceleró aún más. De a poco vio que empezaba a besarlo a él y sintió como ella lo rodeaba con los brazos, le pasó un brazo por arriba de los hombros y el otro por debajo del suyo, rodeándole la espalda. El beso fue largo pero no apresurado, ambos exploraban la boca del otro con sus lenguas, se mordían suavemente los labios, pero todo lo hacían lentamente, sintiendo cada movimiento.
Cuando su necesidad de oxígeno excedió la emoción del beso se separaron. Kate aprovechó para limpiarse las lágrimas y se dirigió a la cocina. Castle la vio y se sintió culpable. Se quedó a lado del sillón, sin saber si acercarse o no a ella.
- Perdóname, no tendría que haberte besado así. Me dejé llevar por la discusión.
- Las lágrimas no son por eso así que no te alagues tanto. Me sentí desbordada por la situación, eso es todo. – estaba seria. – Necesito pensar, será mejor que te vayas.
- Hasta que no me asegures que dejarás el caso, no me iré. Te seguiré a sol y a sombra si es necesario. – Él también estaba serio.
- No dejaré el caso. Tú has lo que quieras. Ya te he tenido 4 años siguiéndome así que me da lo mismo.
Castle se sentó en el sillón demostrando que hablaba en serio. Kate lo observó y entendió el mensaje.
- De acuerdo, si así lo quieres… - tomó una pizza y se dirigió a su habitación. – Hasta mañana. – cerró la puerta.
Castle se quedó pensativo. Era evidente que no dejaría el caso y menos si estaba relacionado con su madre. Recordó el pendrive que había llevado con la información. ¿Qué pensaría cuando decidió llevarlo? Le dio vueltas al asunto y decidió que si no podría apartarla del caso tendría que hacer lo que le dijo, cuidarla a sol y a sombra. Debía asegurarse de que nada le pasara. Sacó el pen de su camisa, lo miró y asintió. Ya sabía lo que debía hacer. Lo único que esperaba era no equivocarse porque eso significaba que la perdería para siempre.
Subió hasta la habitación y tocó la puerta.
- Kate, tengo una última cosa que mostrarte, es importante.
Del otro lado de la puerta Kate no sabía si abrirle o no. Desde que había subido no podía dejar de pensar en ese beso. Él casi la había obligado pero ella finalmente no solo no se resistió sino que había participado activamente en el beso… y aunque no quisiera aceptarlo le había encantado y se moría por volver a besarlo. Sin embargo, le había mentido con algo que para ella era sagrado… pero según él lo había hecho para protegerla… aunque habría que ver si era realmente así o solo lo decía para engañarla… estaba muy confundida.
- ¿Qué quieres ahora?
- Abre la puerta. No voy a decírtelo a través de una puerta. Es importante. – Abrió la puerta. – Será mejor que nos tomemos un café. Baja. – le dijo dirigiéndose a la cocina.
Kate dudó pero suponía que si no bajaba de todas maneras él no dejaría el tema.
Castle empezó a buscar las cosas para el café pero Kate lo interrumpió y le dijo que los haría ella mientras él hablaba así que se sentó y de a poco empezó a hablar.
- He estado pensando… que si no vas a dejar el caso… voy a ayudarte. – Kate se frenó y lo miró. Después siguió con el café. – No puedo quedarme de brazos cruzados mientras vas a que te maten. Por lo menos, si estoy cerca tuyo, podré hacer lo que no pude el día del funeral… ser tu escudo. – Al escuchar esto, a Kate se le cayó una taza al suelo. Ninguno de los dos se movió, solo se miraron. La expresión de él era clara, hablaba en serio, realmente recibiría una bala por ella. Kate respiró hondo tratando de calmarse y se puso a recoger la taza.
- Eso no va a pasar… no permitiré que eso vuelva a pasarme.
Castle se agachó y la ayudó con la taza pero cuando dejó los restos arriba de la mesada se percato de que se había cortado.
- ¿Cómo pretendes protegerme si ni siquiera puedes levantar una taza sin lastimarte? – le agarró la mano y la puso debajo de la pileta. Estaban uno a lado del otro.
- Es que no lo entiendes. Es simple, no me importa salir lastimado, solo me importa que a ti no te pase nada.
- Eres un idiota Castle si piensas que dejaré que algo te pase por mi culpa. Dame la información y yo me encargaré de arrestar a los culpables.
- No, o lo hacemos juntos o hablo con Gates y le cuento todo para que te saque del caso. – Kate retrocedió exaltada.
- ¡No serías capaz de hablar del capitán con ella! ¡Lo prometimos! ¡Nadie debe saber nada!
- El capitán está muerto, Kate. Yo lo apreciaba mucho pero él arriesgó su vida para protegerte y eso es lo que yo también busco así que no creo que se ofenda por eso. Si debo hacerlo para protegerte, lo haré sin pensarlo dos veces.
Se miraron atentamente unos segundos, desafiándose. Finalmente, ella se dio cuenta de que él tampoco cedería.
- Bueno, ¿tenemos un trato?
Beckett suspiró. – De acuerdo, tenemos un trato. Investigaremos esto juntos.
- Y todavía no pienso dejarte sola ni a sol ni a sombra así que me quedaré a dormir en el sillón.
- ¿Qué? ¡No! Eso no estaba en el trato.
- Si lo estaba, te dije que estaría cerca de ti. Ahora, ¿tienes una computadora para que te pueda mostrar la investigación que hice?
Kate se quedó mirándolo con odio. Se contuvo de seguir discutiendo y fue a buscar una notebook que tenía pero que nunca usaba. De paso, buscó algunas mantas y sabanas y bajó a la sala. Castle había terminado de limpiar la taza, se había puesto una venda en la mano y había colocado 2 tazas de café arriba de la mesa ratona.
Se acomodaron en el sillón, uno a lado del otro. Castle prendió la máquina y le alcanzó el café a Kate. A ella le gustó ese gesto tan familiar pero lo disimuló. Cuando la notebook terminó de arrancar puso el pen y empezó a explicarle todo lo que había conseguido de información nueva. No era mucho pero era bastante. Estuvieron varias horas leyendo y actualizando la pizarra de ella. Mientras hacían todo esto se relajaron y se olvidaron de la discusión que habían tenido. Kate se dio cuenta de por qué Castle le había ocultado la información, lo cual hacía que empezara a cuestionarse si no había sido muy dura con él. Se notaba que los involucrados eran gente importante y que al parecer tenían gente infiltrada en muchos campos de la política y las fuerzas. Eso significaba que podían manipular y comprar mucha gente, lo que los hacía muy peligrosos.
Ya era tarde así que cada tanto alguno se recostaba en el sillón para desperezarse. Cuando esto pasaba, el otro aprovechaba para mirarlo. La tensión entre ellos estaba cambiando. Habían empezado discutiendo, después se habían besado, luego tomaron distancia y finalmente habían vuelto a trabajar juntos y al relajarse y estar uno a lado del otro hacía que sus sentimientos afloraran, ahora la tensión volvía a ser sexual. Se tomaron varios cafés y ya era tarde cuando Castle sugirió que lo mejor sería que dejaran el resto para el otro día. Kate reconoció que estaba cansada y accedió. Se levantó y le dio las buenas noches mientras subía las escaleras. Castle apagó la máquina y acomodó las cosas en el sillón para dormir.
Kate intentó dormir pero tuvo una pesadilla en medio de la noche. Se levantó y fue a buscar un vaso de agua. Ya se había olvidado de que Castle estaba durmiendo en el sofá así que prendió la luz, despertándolo.
- Hey, ¿Qué pasa? ¿Ya es de día? – se levantó cegado por la luz.
- Lo siento, Castle. Me olvidé que estabas aquí. – le dijo sorprendida y avergonzada.
- ¿Qué hora es? ¿Estás bien? – se destapó y se levantó. Kate se dio cuenta de que él estaba con la camisa desabrochada y con el cinto del pantalón suelto. No pudo evitar mirarlo y se tapó con el vaso haciendo que tomaba agua, pero él se había dado cuenta. – Lo siento. – le dijo acomodándose el cinto. – Generalmente no duermo con tanta ropa pero no me pareció adecuado. – Se lo había dicho pensando en que mejoraría las cosas pero hizo el efecto contrario. Ella no pudo evitar imaginarlo vestido con menos ropa lo cual hizo que se mordiera el labio y se sonrojara.
Se obligó a concentrarse. – Estoy bien. Solo tuve una pesadilla, eso es todo. Puedes volver a acostarte, ya apago la luz.
- De acuerdo. Si necesitas un oído avísame. – le dijo desperezándose. Se volvió a soltar el cinto y esta vez se lo sacó del pantalón. Se acostó, se tapó y cerró los ojos. Kate se quedó mirándolo mientras tomaba el agua. Sin duda, verlo con la camisa abierta había despertado su imaginación. Verdaderamente, era hermoso.
Terminó el agua, apagó la luz y volvió a su habitación. Trató de dormir durante una hora pero no lo logró. No podía dejar de pensar en él. Finalmente, juntó fuerzas y bajó. Él seguía dormido. En la oscuridad, le tocó suavemente el hombro.
- Castle… - le susurró.
- Mmmmm… - le dijo dormido.
- No puedo dormir, me prestas tu oído…
Castle abrió un poco los ojos. Se corrió un poco dejándole lugar y palmeó el sillón.
- Acuéstate, soy todo oídos.
- ¿Qué? No voy a acostarme contigo.
- No voy a hacerte nada. Ppara cuando te des cuenta estarás dormida, vamos.
Dudó pero finalmente se acostó de espaldas a él. Para su sorpresa él se amoldó a ella y la abrazó. Apoyó su cabeza prácticamente en su nuca y le susurró al oído.
- ¿Con qué soñaste? - Kate se había quedado helada ante su cercanía, el corazón le latía a mil por hora. – ¿Ya te dormiste?
- No, lo siento… dijiste que no ibas a hacerme nada y…
- No lo estoy haciendo. Tuviste una pesadilla y yo solo quiero que te sientas contenida, nada más. Ahora cuéntame antes de que yo sea el que se duerma.
Poco a poco, Kate se fue calmando y le contó la pesadilla. Él le contestaba en susurros. Se notaba que estaba cansado pero le prestaba atención. Finalmente, en un momento, ella se relajó y dejó de hablar, estaba cerca de dormirse. Castle pensó que ya estaba dormida.
- ¿Te dormiste? – ella no contesto. – Veo que sí, me alegro. Aunque nunca me perdones… esta fue la mejor noche de mi vida… te amo tanto… no puedo dejar que nada te pase… así tenga que dar mi vida para ello.
Kate escuchó todo y no sabía que hacer… apenas podía respirar. Finalmente no aguantó más y se dio vuelta. Al notar esto, fue Castle el que se quedó sin respiración.
- Pensé que estabas dormida.
- Casi, pero no.
- Escuchaste lo…
- Si… ya no pienso mentir… – le dijo y lo abrazó hundiendo su nariz en su cuello. – Siento haberte mentido antes, lo siento. Espero que algún día me perdones.
- Sería más fácil si me dices por qué lo hiciste.
- Eran muchas cosas, casi me había muerto, el capitán estaba muerto, yo estaba con Josh y aunque no lo amaba realmente no quería lastimarlo. Aparte… creo que en ese momento no estaba lista para enfrentar esa confesión… sin embargo, me hizo dar cuenta de que quería algo más y desde el disparo he ido a terapia para poder resolver mis conflictos.
- ¿Cómo vas hasta ahora con la terapia?
Kate sonrió. – Bastante bien, creo que vamos avanzando. – le dijo y le dio un beso en el cuello que lo sorprendió pero trató de mantener la calma.
- Veo… - no se movió pero intentó abrazarla un poco mejor, acariciándole suavemente la espalda para ver como reaccionaba. Ella solo suspiró… era un suspiro que le decía que le gustaba así que se relajó y siguió. Le besó la frente. – Duerme, mañana tendremos un día complicado.
- Es cierto. Buenas noches, Rick. – Castle sonrió al escucharla pronunciar su nombre.
- Buenas noches, Kate.
Última edición por nato_kine el Mar Oct 23, 2012 5:22 pm, editado 6 veces
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 38
Localización : Argentina
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
sigueeeeeeeee....una pregunta...en el capi 1 no estaban ya juntos????
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me gustaron mucho las dos historias
continualo pronto
continualo pronto
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
castle&beckett..cris escribió:sigueeeeeeeee....una pregunta...en el capi 1 no estaban ya juntos????
Si, en la primera escena ya están juntos. Por eso aclaré que esta la había escrito hace mucho, antes que la otra y que muchas otras. No es una historia continua, simplemente son escenas que se me ocurren.
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 38
Localización : Argentina
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Que bueno que te hayas animado a subir los fics...los he leído y están muy pero muy atrapantes. Espero que sigas con mas historias caskett (es asi no? Jejej)
quierocreer- Escritor novato
- Mensajes : 3
Fecha de inscripción : 06/05/2012
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Tengo un problema ahora entre la primera y la segunda, me ha maravillado, es fantastica. De verdad espero que tengas muchas más como está. jajaja
Continuá pronto...
Continuá pronto...
Invitado- Invitado
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
nato_kine escribió:castle&beckett..cris escribió:sigueeeeeeeee....una pregunta...en el capi 1 no estaban ya juntos????
Si, en la primera escena ya están juntos. Por eso aclaré que esta la había escrito hace mucho, antes que la otra y que muchas otras. No es una historia continua, simplemente son escenas que se me ocurren.
aah vale jejeje me habia....confundido
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Escena 3: Una batalla épica
Me he divertido mucho escribiendo esta escena y realmente me gustaría verlo pasar aunque sea una vez en la serie.
UNA BATALLA ÉPICA
Durante casi una hora estuvieron disparándose sin lograr derribar a su oponente. Eran 2 contra 1 pero Castle parecía particularmente concentrado en no dejar que lo alcanzaran. Muy pronto pero no sin esfuerzo, logró derribar a Alexis, la cual en un inicio protestó pero al ver la hora se percató de que pronto sería la hora de marcharse. Mientras ambos permanecían ocultos, Alexis avisó que se quedaban solos porque ella iría a preparar sus cosas para el viaje a los Hampton mientras subía rápidamente las escaleras.
- ¡Esto es entre ud. y yo! – dijo Castle simulando una voz perversa y retadora. Kate no contestó pero una sonrisa asomó en su rostro. Su voz había sonado tan cerca que si hablaba delataría su posición. Aguzó el oído y esperó.
Solo pudieron mantenerse quietos por unos segundos y luego empezaron a correr por la sala, disparando sin siquiera ver dónde para luego refugiarse nuevamente. Ambos estaban agitados y, a pesar de ser un juego, la adrenalina corría en grandes cantidades por sus venas. Se mantuvieron un tiempo en silencio. A Kate le pareció escuchar un sonido a su derecha y sigilosamente se dirigió allí. Sorpresivamente, Castle la agarró desde atrás. Rápidamente la volteó y tomando sus muñecas las llevó hacia su espalda para que no pudiera dispararle, a la vez que la acorralaba con todo su cuerpo contra la biblioteca. Estaba atrapada, él la mantenía fuertemente agarrada y presionada evitando que pudiera zafarse. Notó que la sujetaba con ambas manos, eso solo podía significar que no tenía su arma encima.
- ¿Con qué piensas eliminarme, Castle? ¿Dónde está tu arma? – Tenía un tono triunfante. Castle sonrió pero no la soltó ni se inmutó.
- Se le acabó la carga… pero todavía puedo usar la tuya. – Tratando de moverse lo menos posible deslizó las manos por sus muñecas tanteando el arma. Si se concentraba, podría sacársela antes de que ella se zafara. Sin embargo… había algo que se moría por hacer desde que la había visto con el traje puesto. Le encantaba verla vestida así, jugando con él… y Alexis ya no estaba presente.
Sin aflojar las manos ni la presión sobre ella empezó a rozar con su nariz y su boca el rostro de Kate, rozando sus labios, sus ojos, su nariz, luego bajó lentamente por su mandíbula hasta llegar a su cuello, suspirando en su oído. Kate apenas respiraba, estaba aterrada de que Alexis los viera pero no podía resistirse, no podía zafarse aunque quisiera.
- Alexis puede bajar en cualquier momento… - Trató de decirlo con tono serio y preocupado pero su voz se cortaba por suspiros y pequeños gemidos. La derretían sus besos.
- Dijo que iría a preparar todo, todavía hay tiempo. – contestó sin dejar de rozarle el cuello y aspirando profundamente su aroma a cerezas y murmurando en su oído.
- Capaz se olvidó algo aquí y baja. – Trató de parecer tranquila nuevamente pero falló una vez más. No podía dejar de suspirar, él la enloquecía.
- Nunca pensé que me excitara tanto verte con este traje. – A Kate se le erizó la piel y su cuerpo se tensó ante la declaración. – Vigila la escalera. – le susurró en el oído para empezar a besarla cada vez más apasionadamente en el cuello, lamiéndolo, chupando el lóbulo de su oreja, mordisqueándolo. Muy pronto solo pudo concentrarse en eso y la soltó para dedicarse por completo a acariciarla aunque se le complicaba porque el traje era rígido. Kate hacía un gran esfuerzo para no cerrar los ojos y mantuvo la vista fija en la escalera. La ponía muy nerviosa que Alexis los viera pero de alguna manera eso también lo volvía más excitante. Estaba tan concentrada en las caricias, los besos y ver la escalera que cuando él la soltó, en vez de separarse, simplemente le rodeó los hombros y lo presionó más contra ella. Esto lo animó y pasó de acariciarle solo la espalda a bajar por sus caderas, apretando su trasero y sus muslos haciendo que Kate gimiera en silencio una y otra vez.
Estuvieron unos minutos así, sin poder despegarse uno del otro, cuando Kate oyó un ruido y vio la sombra de Alexis que se acercaba a la escalera. Su cuerpo se tensó por completo. Empujó a Castle hacia atrás, separándola de ella, e instintivamente levantó el brazo para dispararle y finalizar el juego, ambos juegos. "Menos mal que a pesar de todo no había soltado el arma", pensó. De esta forma, Alexis pensaría que habían estado jugando hasta ese momento.
Alexis bajó justo para ver como Kate le ganaba a su padre, lo cual significaba que ellas habían ganado. Le extrañó que ambos estuvieran tan agitados pero lo atribuyó al juego. Debe de haber sido una lucha feroz, pensó.
- ¡Bien hecho, Kate! – dijo Alexis muy contenta mientras se dirigía hacia ellos. – Sabía que tú podrías vengarme. Veo que ha sido una batalla épica.
- No tienes idea. – le dijo Castle sin apartar la vista de Kate y viéndola sugestivamente. Kate solo pudo exhalar un suspiro de alivio y esbozó una gran sonrisa. Nunca pensó que podría disfrutar tanto de un juego como ese.
- ¡Esto es entre ud. y yo! – dijo Castle simulando una voz perversa y retadora. Kate no contestó pero una sonrisa asomó en su rostro. Su voz había sonado tan cerca que si hablaba delataría su posición. Aguzó el oído y esperó.
Solo pudieron mantenerse quietos por unos segundos y luego empezaron a correr por la sala, disparando sin siquiera ver dónde para luego refugiarse nuevamente. Ambos estaban agitados y, a pesar de ser un juego, la adrenalina corría en grandes cantidades por sus venas. Se mantuvieron un tiempo en silencio. A Kate le pareció escuchar un sonido a su derecha y sigilosamente se dirigió allí. Sorpresivamente, Castle la agarró desde atrás. Rápidamente la volteó y tomando sus muñecas las llevó hacia su espalda para que no pudiera dispararle, a la vez que la acorralaba con todo su cuerpo contra la biblioteca. Estaba atrapada, él la mantenía fuertemente agarrada y presionada evitando que pudiera zafarse. Notó que la sujetaba con ambas manos, eso solo podía significar que no tenía su arma encima.
- ¿Con qué piensas eliminarme, Castle? ¿Dónde está tu arma? – Tenía un tono triunfante. Castle sonrió pero no la soltó ni se inmutó.
- Se le acabó la carga… pero todavía puedo usar la tuya. – Tratando de moverse lo menos posible deslizó las manos por sus muñecas tanteando el arma. Si se concentraba, podría sacársela antes de que ella se zafara. Sin embargo… había algo que se moría por hacer desde que la había visto con el traje puesto. Le encantaba verla vestida así, jugando con él… y Alexis ya no estaba presente.
Sin aflojar las manos ni la presión sobre ella empezó a rozar con su nariz y su boca el rostro de Kate, rozando sus labios, sus ojos, su nariz, luego bajó lentamente por su mandíbula hasta llegar a su cuello, suspirando en su oído. Kate apenas respiraba, estaba aterrada de que Alexis los viera pero no podía resistirse, no podía zafarse aunque quisiera.
- Alexis puede bajar en cualquier momento… - Trató de decirlo con tono serio y preocupado pero su voz se cortaba por suspiros y pequeños gemidos. La derretían sus besos.
- Dijo que iría a preparar todo, todavía hay tiempo. – contestó sin dejar de rozarle el cuello y aspirando profundamente su aroma a cerezas y murmurando en su oído.
- Capaz se olvidó algo aquí y baja. – Trató de parecer tranquila nuevamente pero falló una vez más. No podía dejar de suspirar, él la enloquecía.
- Nunca pensé que me excitara tanto verte con este traje. – A Kate se le erizó la piel y su cuerpo se tensó ante la declaración. – Vigila la escalera. – le susurró en el oído para empezar a besarla cada vez más apasionadamente en el cuello, lamiéndolo, chupando el lóbulo de su oreja, mordisqueándolo. Muy pronto solo pudo concentrarse en eso y la soltó para dedicarse por completo a acariciarla aunque se le complicaba porque el traje era rígido. Kate hacía un gran esfuerzo para no cerrar los ojos y mantuvo la vista fija en la escalera. La ponía muy nerviosa que Alexis los viera pero de alguna manera eso también lo volvía más excitante. Estaba tan concentrada en las caricias, los besos y ver la escalera que cuando él la soltó, en vez de separarse, simplemente le rodeó los hombros y lo presionó más contra ella. Esto lo animó y pasó de acariciarle solo la espalda a bajar por sus caderas, apretando su trasero y sus muslos haciendo que Kate gimiera en silencio una y otra vez.
Estuvieron unos minutos así, sin poder despegarse uno del otro, cuando Kate oyó un ruido y vio la sombra de Alexis que se acercaba a la escalera. Su cuerpo se tensó por completo. Empujó a Castle hacia atrás, separándola de ella, e instintivamente levantó el brazo para dispararle y finalizar el juego, ambos juegos. "Menos mal que a pesar de todo no había soltado el arma", pensó. De esta forma, Alexis pensaría que habían estado jugando hasta ese momento.
Alexis bajó justo para ver como Kate le ganaba a su padre, lo cual significaba que ellas habían ganado. Le extrañó que ambos estuvieran tan agitados pero lo atribuyó al juego. Debe de haber sido una lucha feroz, pensó.
- ¡Bien hecho, Kate! – dijo Alexis muy contenta mientras se dirigía hacia ellos. – Sabía que tú podrías vengarme. Veo que ha sido una batalla épica.
- No tienes idea. – le dijo Castle sin apartar la vista de Kate y viéndola sugestivamente. Kate solo pudo exhalar un suspiro de alivio y esbozó una gran sonrisa. Nunca pensó que podría disfrutar tanto de un juego como ese.
Última edición por nato_kine el Mar Oct 23, 2012 5:23 pm, editado 2 veces
nato_kine- Policia de homicidios
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Tienes razón jajaj que sexy. Pero dudo que nos den tanto, pero si una escena los dos jugando que se tropiezen y que el acabe encima de ella me encataría
Continúa pronto... (Llevas buen ritmo jajaja)
Continúa pronto... (Llevas buen ritmo jajaja)
Invitado- Invitado
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
me encantaaaa sigueeee
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Escena 4: La silla vacía
Aquí les dejo una cortita que se me ocurrió hace un rato.
Me gustaría saber si en el primer momento en que empezaron a leerlo pensaron que ellos estaban peleados.
LA SILLA VACÍA
Kate estaba sentada en su escritorio leyendo unos informes mientras esperaba a que Ryan llegara de hacer unas averiguaciones del caso. Esposito estaba en su escritorio revisando registros de llamadas.
Miró la silla de Castle… había estado vacía todo el día. No lo veía desde— ‘¡Basta!’, pensó. ‘Tienes que concentrarte en terminar el caso’. Fijó la vista en los informes y siguió leyendo.
Minutos después Esposito la sorprendió mirando fijamente la silla totalmente abstraída.
- Beckett… - no contestó. Probó más fuerte - ¡Beckett!
- ¿Encontraste algo? – preguntó ella tratando de disimular el susto.
- Eh, no… Ryan me avisó que venía con alg— ¿Estás bien? – Esposito hizo una pausa escrutándola. - ¿Pasó algo con Castle?
- ¿Qué podría haber pasado? – le contestó como si no entendiera de qué le hablaba.
- No se, dímelo tú que no paras de mirar su silla.
- ¡No estaba mirando nada! – dijo defendiéndose. – Solo estaba… pensando en el caso.
- Vamos Beckett, Castle no ha aparecido en todo el día, ¿no le preguntaste por qué?
- ¿Por qué tendría que preguntarle? Ni que me importara saber que hace a cada minuto. ¿Terminaste con los registros? – A toda costa tenía que cambiar el tema.
- De acuerdo, como quieras. – respondió Esposito resignado mientras sacudía las manos es señal de paz y se dirigía de vuelta a su escritorio.
Kate lo siguió con la mirada. Mientras esperaba a que se sentara de nuevo tamborileaba con el lápiz contra el escritorio, impaciente.
Miró el celular… ‘No, no puedo ser tan débil’, pensó. Respiró hondo mientras se decía a sí misma ‘¡No necesito saber que hace a cada minuto!’ Soltó el lápiz y agarró fuertemente el informe y se obligó a leer… ‘¿Cuánto había pasado desde que lo había visto?’... ‘¡Oh, maldición!’ dijo para sus adentros. Tomó el celular y le mandó un mensaje:
“¿Qué estás haciendo?”
Pasaron varios minutos y nada. Kate empezó a mover la pierna nerviosa. Levantó el tubo del teléfono y… Su celular sonó.
“Escribiendo… como te dije esta mañana.”
Él tenía razón, esa mañana le había dicho que estaba cerca de la fecha de entrega y que esta vez no quería dejarlo para lo último. Ella lo sabía, pero así y todo no había podido dejar de extrañarlo al ver la silla vacía, sin tener su café durante el día.
Estaba por dejar el celular sobre el escritorio cuando volvió a sonar.
“Yo también te extraño.”
Arrugó los ojos y la nariz y apretó los dientes, odiaba que la conociera tanto. No lo podía dejar así.
“Te odio.”
Sin poder evitarlo, le sacó la lengua al celular. Pasaron unos minutos que le parecieron eternos.
“Yo también te amo. Nos vemos a la noche.”
Kate se mordió el labio para contener una sonrisa. Se moría por darle un beso… ‘Oh, dios… Cómo me puede.’ Pensó soltando un suspiro. Faltaba mucho para la noche.
Miró la silla de Castle… había estado vacía todo el día. No lo veía desde— ‘¡Basta!’, pensó. ‘Tienes que concentrarte en terminar el caso’. Fijó la vista en los informes y siguió leyendo.
Minutos después Esposito la sorprendió mirando fijamente la silla totalmente abstraída.
- Beckett… - no contestó. Probó más fuerte - ¡Beckett!
- ¿Encontraste algo? – preguntó ella tratando de disimular el susto.
- Eh, no… Ryan me avisó que venía con alg— ¿Estás bien? – Esposito hizo una pausa escrutándola. - ¿Pasó algo con Castle?
- ¿Qué podría haber pasado? – le contestó como si no entendiera de qué le hablaba.
- No se, dímelo tú que no paras de mirar su silla.
- ¡No estaba mirando nada! – dijo defendiéndose. – Solo estaba… pensando en el caso.
- Vamos Beckett, Castle no ha aparecido en todo el día, ¿no le preguntaste por qué?
- ¿Por qué tendría que preguntarle? Ni que me importara saber que hace a cada minuto. ¿Terminaste con los registros? – A toda costa tenía que cambiar el tema.
- De acuerdo, como quieras. – respondió Esposito resignado mientras sacudía las manos es señal de paz y se dirigía de vuelta a su escritorio.
Kate lo siguió con la mirada. Mientras esperaba a que se sentara de nuevo tamborileaba con el lápiz contra el escritorio, impaciente.
Miró el celular… ‘No, no puedo ser tan débil’, pensó. Respiró hondo mientras se decía a sí misma ‘¡No necesito saber que hace a cada minuto!’ Soltó el lápiz y agarró fuertemente el informe y se obligó a leer… ‘¿Cuánto había pasado desde que lo había visto?’... ‘¡Oh, maldición!’ dijo para sus adentros. Tomó el celular y le mandó un mensaje:
“¿Qué estás haciendo?”
Pasaron varios minutos y nada. Kate empezó a mover la pierna nerviosa. Levantó el tubo del teléfono y… Su celular sonó.
“Escribiendo… como te dije esta mañana.”
Él tenía razón, esa mañana le había dicho que estaba cerca de la fecha de entrega y que esta vez no quería dejarlo para lo último. Ella lo sabía, pero así y todo no había podido dejar de extrañarlo al ver la silla vacía, sin tener su café durante el día.
Estaba por dejar el celular sobre el escritorio cuando volvió a sonar.
“Yo también te extraño.”
Arrugó los ojos y la nariz y apretó los dientes, odiaba que la conociera tanto. No lo podía dejar así.
“Te odio.”
Sin poder evitarlo, le sacó la lengua al celular. Pasaron unos minutos que le parecieron eternos.
“Yo también te amo. Nos vemos a la noche.”
Kate se mordió el labio para contener una sonrisa. Se moría por darle un beso… ‘Oh, dios… Cómo me puede.’ Pensó soltando un suspiro. Faltaba mucho para la noche.
Me gustaría saber si en el primer momento en que empezaron a leerlo pensaron que ellos estaban peleados.
Última edición por nato_kine el Mar Oct 23, 2012 5:23 pm, editado 2 veces
nato_kine- Policia de homicidios
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Yo si lo penseee jejejej
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Acabo de leer todas las historias/momentos y me han gustado mucho. Me alegra que las compartas por aquí. Esta última me encanta. Yo si que pensé que estaban peleados, al menos en un primer momento. Espero que sigas mostrando más historias. Un saludo!
okusak- Policia de homicidios
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Jajajajaja me gustaria ver esa escena en la serie ella sacandole la lengua al celular!
Invitado- Invitado
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Pues por mí, tu imaginación y tú podéis seguir deleitandonos con estas escenas. Me están gustando bastante.
Cata Castillo- Escritor - Policia
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Localización : Al sur del sur
Escena 5: El beso de mi vida
Muy pronto pondré una historia donde se desarrolla un caso de homicidio. Ya saben que me gusta describir las escenas así que es largo. Todavía tengo que corregirle cosas y separarlo por capítulos así que me llevará unos días. Calculo que lo pondré en un tema aparte.
Mientras, aquí va otra escena.
Mientras, aquí va otra escena.
EL BESO DE MI VIDA
Kate se despertó primero y recordó donde estaba, abrazada a Castle con las manos por dentro de su camisa, tocando su piel y su cara hundida en su cuello. Podía sentir su aroma, ese aroma que amaba.
Estaban en el sofá de su casa. Ella se concentró y recordó por qué. [ Castle se había quedado despierto viendo una película pero ella estaba cansada y aunque no le gustaba dormir sin él accedió y se fue sola a acostar. Pero una vez más había tenido pesadillas. Al despertar había notado que él no estaba en la cama y al bajar, lo había encontrado dormido en el sofá. No lo había querido despertar así que simplemente se había acostado a su lado. Castle se había percatado de ello pero prefirió simular que dormía. ]
Castle se despertó al sentir que ella se movía pero mantuvo los ojos cerrados un momento. Sintió como lo abrazaba por debajo de la ropa, y le encantaba pero trató de disimular lo mejor que pudo. Una vez que se acomodó, le pasó la mano lentamente por debajo de la remera y le acarició suavemente la espalda. Ella no solo no se corrió sino que lo abrazó más fuerte y suspiró. Se quedaron así un rato.
- Buenos días. – le dijo Kate adormilada cuando sintió su mano en la espalda.
- Buenos días. ¿Pudiste dormir?
- Si, gracias.
- Todavía es temprano, sigue durmiendo.
Kate se levantó y él pensó que se iría a dormir a la habitación. Se quedó mirando la puerta por donde la vio entrar. Sin embargo, 5 minutos después volvió a salir y se dirigió de nuevo al sillón. Esta vez se acomodó de espaldas a él.
Él le pasó el brazo por arriba para abrazarla y apoyó su cara cerca de la de ella. Estuvieron un rato en esa posición tratando de dormir pero ambos tenían poco sueño y la cercanía del otro empezaba a desatar algunos impulsos peligrosos.
Castle pasó la mano por debajo de su remera y le acarició el estómago, haciendo dibujos en ella, círculos. Kate se sorprendió un poco al principio pero le gustaba lo que le hacía así que lo dejó hacer.
- Kate, ¿te dormiste? – le susurró suavemente al oído.
- Mmm… no… que pasa. – le contestó distraída concentrada en sus caricias.
- ¿Me vas a dar mi beso de los buenos días? – Kate se mordió el labio para contener una sonrisa. El problema no era que no quisiera hacerlo, el problema era que sabía que él no quería solo un beso y ella quería hacerlo sufrir un poco por haberla dejado dormir sola la noche anterior.
- Mejor no… todavía… - se levantó y mientras subía a su habitación le dijo. – Me voy a bañar, tú prepara café.
Castle se quedó mirándola subir, era hermosa, incluso cuando lo rechazaba. Le había dicho que no… todavía… eso le daba esperanzas. Se levantó y preparó el café, y también hizo algunas tostadas para complementar.
Cuando ella bajó ya estaba vestida como para ir a trabajar.
- Ya preparé todo… ¿te molesta si me baño aquí?
- Eh… no… está bien…
- Grandioso. – subió la escalera y cerró la puerta. Se desvistió en la habitación y se metió en el baño para ducharse. Mientras estaba dentro Kate subió y vio la ropa de él en el suelo de su habitación. La levantó para acomodarla y se dio cuenta de que estaba sucia. Lo pensó un poco y decidió lavarla, si iba a la comisaría con esa ropa, llamaría la atención.
Cuando Castle salió del baño no encontró su ropa así que supuso que ella la tendría. Bajó a la sala, todavía mojado, con una toalla atada a la cintura y otra toalla en una mano. Cuando Kate se llevó la ropa no se percató de que él podría bajar en esa facha. Hace poco que estaban juntos y todavía le costaba acostumbrase. Al verlo todo mojado y sólo con la toalla tuvo que contener las ganas de tirársele encima. Estaba terriblemente atractivo.
- Kate, ¿has visto mi ropa?
- Estaba sucia así que la puse a lavar. No puedes aparecer en la comisaría con esa ropa.
- Para el caso, con esta tampoco. – le dijo señalando la toalla.
- Estará lista en media hora. Mientras, desayuna.
- De acuerdo. – Kate estaba del mismo lado de la barra y cuando él se acercó para agarrar la taza de café se dirigió directamente a ella y le pasó el brazo por el costado, casi acorralándola contra la barra.
- Me vas a mojar. – le dijo dirigiéndole una mirada furtiva.
- Si te molesta me puedes secar. – le tendió la otra toalla retándola y ella la agarró. Dudó un poco pero no quería ceder a él. Empezó por ponerle la toalla arriba de la cabeza para secarle el pelo. Cuando estuvo un poco más seco fue bajando a su cara, luego a su cuello y su nuca, después por su torso y por último, faltaba la espalda. Ella podría haberle pedido que se diera vuelta pero sabía cual era el juego de él. Pasó la toalla por detrás, casi como si lo abrazara y cuando ella empezó a presionar la toalla contra su espalda, Castle tuvo que agarrarse de la barra para no chocar contra ella. Estaban muy cerca el uno del otro pero ninguno cedía.
Kate estaba tan concentrada en el reto que no se dio cuenta de que estaba yendo muy abajo. Llegó a la toalla y esta empezó a zafarse. Por suerte, ella actuó rápido y pudo sostenerla antes de que se terminara de soltar. Tenía las dos manos agarrando ambos lados de la toalla. Castle se le acercó más y ella no podía hacer nada, donde soltara la toalla sería peor.
- Ahora ya no te mojo. – le dijo al oído, presionando su cuerpo contra el de ella. Kate se mordió el labio, apenas podía respirar.
- Castle… - le dijo en tono casi inaudible, su cercanía la atrapaba.
- ¿El beso? – susurró en su oído. Kate ya no podía hablar, no podía pensar. – Tomaré eso como un sí. – Se separó lentamente y luego se acercó a su boca muy despacio. Ella no se movió, solo miraba su boca, casi esperando a que la besara.
Entonces lo hizo. Inició muy suave, muy tierno. Sus labios apenas se rozaban, él le mordía el labio muy suavemente, después ponía un poco de distancia queriendo que ello lo buscara. Si no lo hacía volvía a rozarla y luego se separaba. Hacer eso era una tortura pero quería provocarla. Y lo logró. Cuando él se separó, ella no pudo aguantar más. Soltó una de las manos que tenía agarrando la toalla y lo agarró de la nuca para atraerlo y besarlo apasionadamente. Sus bocas entreabiertas se juntaron y sus lenguas emprendieron una danza frenética. Ese beso que había empezado tan lento sólo había conseguido encender todo lo que llevaban dentro.
Castle la abrazó por la cintura y empezó a acariciarle debajo de la ropa, subiendo y bajando por su espalda, mientras la apretaba más contra la mesa.
- Auch, Castle… me estás lastimando. – le dijo pero inmediatamente lo siguió besando.
- Lo… siento… - entonces la levantó tomándola de las caderas y la sentó en la mesa para luego tirar de ella y acercarla a su cuerpo.
- Gra… cias. – le decía dentro de su boca.
- Siempre. – se siguieron besando. Castle tenía la ventaja porque tenía las dos manos. Después de unos segundos, Kate se dio cuenta de que necesitaba más y termino por soltar la toalla para poder acariciarlo y atraerlo hacia ella con todo el cuerpo. La toalla cayó al piso pero a ninguno pareció importarle.
Castle bajó hasta su cuello y empezó a besarlo enérgicamente, alternando con lamidas y mordiscos. Kate por su parte disfrutaba de las caricias y del espectáculo ya que tenía a Richard Castle completamente desnudo en su sala. Castle se percató de que Kate estaba completamente vestida y él totalmente desnudo.
- Hay que equilibrar un poco las cosas. – le dijo mientras ella lo miraba sugestivamente y se mordía el labio. Kate se sacó la remera y Castle pudo ver nuevamente su cicatriz, aquella que había marcado un antes y un después. Se acercó a ella lentamente y la besó, transmitiéndole todo el amor que sentía.
Poco a poco, él fue recorriéndola con su boca y sus manos. Cuando llegó a su abdomen empezó a sacarle el pantalón mientras subía de nuevo para besarla en la boca. Ella le rodeó la cintura con las piernas y él la cargó hasta el sillón donde la acomodó suavemente. Terminó de sacarle la ropa prácticamente sin dejar de besarla y después se acomodó sobre ella quien le rodeó los hombros hundiendo sus manos en su pelo y acariciando su espalda. Castle siguió besándola, en los labios, en la frente, en las mejillas, en el cuello, no quería dejar nada sin besar, mientras sus manos seguían explorando su cuerpo que ahora estaba a merced de sus deseos.
Kate podía sentir todo su cuerpo vibrar con sus caricias y besos, así como también podía sentirlo reaccionar a él con su tacto y notaba su erección apoyada contra su abdomen. Ambos estaban casi al límite y lo sabían. Castle se separó un poco de ella y se acomodó mejor. La miró a los ojos, casi buscando su permiso… y lo tuvo, lo vio en su mirada, lo vio en ella. Entró lentamente, dándose tiempo para sentir todo, para sentirla suya una vez más. Kate gimió y presionó las manos en su espalda atrayéndolo cerca a la vez que lo besaba metiendo su lengua en la de él explorándola ávidamente. Él marcaba el ritmo pero estaba pendiente de las reacciones de ella, de sus suspiros, de sus gemidos, de sus sonrisas, de sus ojos que le quemaban. De a poco fue aumentando la velocidad y la profundidad de las embestidas hasta que finalmente sintió a Kate contorsionarse violentamente bajo su peso y exhalando un gemido de placer que llenó sus oídos de satisfacción haciéndolo llegar a él al orgasmo.
Castle aún agitado se acercó a su oído y le susurró. – El mejor beso de mi vida. – Kate no pudo contenerse y soltó una carcajada.
Estaban en el sofá de su casa. Ella se concentró y recordó por qué. [ Castle se había quedado despierto viendo una película pero ella estaba cansada y aunque no le gustaba dormir sin él accedió y se fue sola a acostar. Pero una vez más había tenido pesadillas. Al despertar había notado que él no estaba en la cama y al bajar, lo había encontrado dormido en el sofá. No lo había querido despertar así que simplemente se había acostado a su lado. Castle se había percatado de ello pero prefirió simular que dormía. ]
Castle se despertó al sentir que ella se movía pero mantuvo los ojos cerrados un momento. Sintió como lo abrazaba por debajo de la ropa, y le encantaba pero trató de disimular lo mejor que pudo. Una vez que se acomodó, le pasó la mano lentamente por debajo de la remera y le acarició suavemente la espalda. Ella no solo no se corrió sino que lo abrazó más fuerte y suspiró. Se quedaron así un rato.
- Buenos días. – le dijo Kate adormilada cuando sintió su mano en la espalda.
- Buenos días. ¿Pudiste dormir?
- Si, gracias.
- Todavía es temprano, sigue durmiendo.
Kate se levantó y él pensó que se iría a dormir a la habitación. Se quedó mirando la puerta por donde la vio entrar. Sin embargo, 5 minutos después volvió a salir y se dirigió de nuevo al sillón. Esta vez se acomodó de espaldas a él.
Él le pasó el brazo por arriba para abrazarla y apoyó su cara cerca de la de ella. Estuvieron un rato en esa posición tratando de dormir pero ambos tenían poco sueño y la cercanía del otro empezaba a desatar algunos impulsos peligrosos.
Castle pasó la mano por debajo de su remera y le acarició el estómago, haciendo dibujos en ella, círculos. Kate se sorprendió un poco al principio pero le gustaba lo que le hacía así que lo dejó hacer.
- Kate, ¿te dormiste? – le susurró suavemente al oído.
- Mmm… no… que pasa. – le contestó distraída concentrada en sus caricias.
- ¿Me vas a dar mi beso de los buenos días? – Kate se mordió el labio para contener una sonrisa. El problema no era que no quisiera hacerlo, el problema era que sabía que él no quería solo un beso y ella quería hacerlo sufrir un poco por haberla dejado dormir sola la noche anterior.
- Mejor no… todavía… - se levantó y mientras subía a su habitación le dijo. – Me voy a bañar, tú prepara café.
Castle se quedó mirándola subir, era hermosa, incluso cuando lo rechazaba. Le había dicho que no… todavía… eso le daba esperanzas. Se levantó y preparó el café, y también hizo algunas tostadas para complementar.
Cuando ella bajó ya estaba vestida como para ir a trabajar.
- Ya preparé todo… ¿te molesta si me baño aquí?
- Eh… no… está bien…
- Grandioso. – subió la escalera y cerró la puerta. Se desvistió en la habitación y se metió en el baño para ducharse. Mientras estaba dentro Kate subió y vio la ropa de él en el suelo de su habitación. La levantó para acomodarla y se dio cuenta de que estaba sucia. Lo pensó un poco y decidió lavarla, si iba a la comisaría con esa ropa, llamaría la atención.
Cuando Castle salió del baño no encontró su ropa así que supuso que ella la tendría. Bajó a la sala, todavía mojado, con una toalla atada a la cintura y otra toalla en una mano. Cuando Kate se llevó la ropa no se percató de que él podría bajar en esa facha. Hace poco que estaban juntos y todavía le costaba acostumbrase. Al verlo todo mojado y sólo con la toalla tuvo que contener las ganas de tirársele encima. Estaba terriblemente atractivo.
- Kate, ¿has visto mi ropa?
- Estaba sucia así que la puse a lavar. No puedes aparecer en la comisaría con esa ropa.
- Para el caso, con esta tampoco. – le dijo señalando la toalla.
- Estará lista en media hora. Mientras, desayuna.
- De acuerdo. – Kate estaba del mismo lado de la barra y cuando él se acercó para agarrar la taza de café se dirigió directamente a ella y le pasó el brazo por el costado, casi acorralándola contra la barra.
- Me vas a mojar. – le dijo dirigiéndole una mirada furtiva.
- Si te molesta me puedes secar. – le tendió la otra toalla retándola y ella la agarró. Dudó un poco pero no quería ceder a él. Empezó por ponerle la toalla arriba de la cabeza para secarle el pelo. Cuando estuvo un poco más seco fue bajando a su cara, luego a su cuello y su nuca, después por su torso y por último, faltaba la espalda. Ella podría haberle pedido que se diera vuelta pero sabía cual era el juego de él. Pasó la toalla por detrás, casi como si lo abrazara y cuando ella empezó a presionar la toalla contra su espalda, Castle tuvo que agarrarse de la barra para no chocar contra ella. Estaban muy cerca el uno del otro pero ninguno cedía.
Kate estaba tan concentrada en el reto que no se dio cuenta de que estaba yendo muy abajo. Llegó a la toalla y esta empezó a zafarse. Por suerte, ella actuó rápido y pudo sostenerla antes de que se terminara de soltar. Tenía las dos manos agarrando ambos lados de la toalla. Castle se le acercó más y ella no podía hacer nada, donde soltara la toalla sería peor.
- Ahora ya no te mojo. – le dijo al oído, presionando su cuerpo contra el de ella. Kate se mordió el labio, apenas podía respirar.
- Castle… - le dijo en tono casi inaudible, su cercanía la atrapaba.
- ¿El beso? – susurró en su oído. Kate ya no podía hablar, no podía pensar. – Tomaré eso como un sí. – Se separó lentamente y luego se acercó a su boca muy despacio. Ella no se movió, solo miraba su boca, casi esperando a que la besara.
Entonces lo hizo. Inició muy suave, muy tierno. Sus labios apenas se rozaban, él le mordía el labio muy suavemente, después ponía un poco de distancia queriendo que ello lo buscara. Si no lo hacía volvía a rozarla y luego se separaba. Hacer eso era una tortura pero quería provocarla. Y lo logró. Cuando él se separó, ella no pudo aguantar más. Soltó una de las manos que tenía agarrando la toalla y lo agarró de la nuca para atraerlo y besarlo apasionadamente. Sus bocas entreabiertas se juntaron y sus lenguas emprendieron una danza frenética. Ese beso que había empezado tan lento sólo había conseguido encender todo lo que llevaban dentro.
Castle la abrazó por la cintura y empezó a acariciarle debajo de la ropa, subiendo y bajando por su espalda, mientras la apretaba más contra la mesa.
- Auch, Castle… me estás lastimando. – le dijo pero inmediatamente lo siguió besando.
- Lo… siento… - entonces la levantó tomándola de las caderas y la sentó en la mesa para luego tirar de ella y acercarla a su cuerpo.
- Gra… cias. – le decía dentro de su boca.
- Siempre. – se siguieron besando. Castle tenía la ventaja porque tenía las dos manos. Después de unos segundos, Kate se dio cuenta de que necesitaba más y termino por soltar la toalla para poder acariciarlo y atraerlo hacia ella con todo el cuerpo. La toalla cayó al piso pero a ninguno pareció importarle.
Castle bajó hasta su cuello y empezó a besarlo enérgicamente, alternando con lamidas y mordiscos. Kate por su parte disfrutaba de las caricias y del espectáculo ya que tenía a Richard Castle completamente desnudo en su sala. Castle se percató de que Kate estaba completamente vestida y él totalmente desnudo.
- Hay que equilibrar un poco las cosas. – le dijo mientras ella lo miraba sugestivamente y se mordía el labio. Kate se sacó la remera y Castle pudo ver nuevamente su cicatriz, aquella que había marcado un antes y un después. Se acercó a ella lentamente y la besó, transmitiéndole todo el amor que sentía.
Poco a poco, él fue recorriéndola con su boca y sus manos. Cuando llegó a su abdomen empezó a sacarle el pantalón mientras subía de nuevo para besarla en la boca. Ella le rodeó la cintura con las piernas y él la cargó hasta el sillón donde la acomodó suavemente. Terminó de sacarle la ropa prácticamente sin dejar de besarla y después se acomodó sobre ella quien le rodeó los hombros hundiendo sus manos en su pelo y acariciando su espalda. Castle siguió besándola, en los labios, en la frente, en las mejillas, en el cuello, no quería dejar nada sin besar, mientras sus manos seguían explorando su cuerpo que ahora estaba a merced de sus deseos.
Kate podía sentir todo su cuerpo vibrar con sus caricias y besos, así como también podía sentirlo reaccionar a él con su tacto y notaba su erección apoyada contra su abdomen. Ambos estaban casi al límite y lo sabían. Castle se separó un poco de ella y se acomodó mejor. La miró a los ojos, casi buscando su permiso… y lo tuvo, lo vio en su mirada, lo vio en ella. Entró lentamente, dándose tiempo para sentir todo, para sentirla suya una vez más. Kate gimió y presionó las manos en su espalda atrayéndolo cerca a la vez que lo besaba metiendo su lengua en la de él explorándola ávidamente. Él marcaba el ritmo pero estaba pendiente de las reacciones de ella, de sus suspiros, de sus gemidos, de sus sonrisas, de sus ojos que le quemaban. De a poco fue aumentando la velocidad y la profundidad de las embestidas hasta que finalmente sintió a Kate contorsionarse violentamente bajo su peso y exhalando un gemido de placer que llenó sus oídos de satisfacción haciéndolo llegar a él al orgasmo.
Castle aún agitado se acercó a su oído y le susurró. – El mejor beso de mi vida. – Kate no pudo contenerse y soltó una carcajada.
Última edición por nato_kine el Mar Oct 23, 2012 5:24 pm, editado 2 veces
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 38
Localización : Argentina
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Estoy segura que leere tu historia
ximcastle- Ayudante de policia
- Mensajes : 115
Fecha de inscripción : 06/02/2012
Edad : 27
Localización : Managua, Nicaragua
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Llevava un capítulo de atraso, pero ya me lo he visto, el anterior el hecho de que ella le hechaze de menos me parecio fantastico y este pues un tanto muy muy HOT jajajaj
Espero que nos subas otro dentro de poco...
Espero que nos subas otro dentro de poco...
Invitado- Invitado
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