"Total oscuridad" Capítulo 26 (01-10-13)

Ya se echaba de menos esta historia, espero que puedas continuar pronto.

Sigue pronto

Capítulo 25

"Te fallan, te duele, y perdonas"

Aparca el coche enfrente de la cafetería. No hace ni diez minutos que llamó a su amiga para quedar a tomar algo. Le dijo que necesitaba desconectar por unos minutos del trabajo, pero era lista. Era detective. Sabía que Lanie no la creía, en verdad, necesitaba hablar con ella urgentemente.

- Hola - Saludó a su amiga cuando llegó a la mesa donde estaba. Lanie le regaló una sonrisa y un cariñoso abrazo.

Las dos se sentaron una enfrente de la otra. Pidieron sus cafés. Lanie no habló, decidió dejarle espacio a la detective y que sea ella la que empezase el tema. Si necesitaba desahogarse con alguien, ella estaba ahí.  Ella la escucharía.

- Hemos identificado a la victima, hablé con su hermana hace apenas unas horas...

La detective no se atreve a sacar el tema. Divaga por algún pensamiento en su mente y la doctora se ve obligada a hablar.

- ¿Lo echas de menos?- Directa y concisa.

- Sí - Fue lo único que contesto la detective.

- Sabes lo que tienes que hacer.

La detective asintió. Sabía lo que tenía que hacer. ¡Claro que lo sabía!. Sólo que le era muy difícil llevarlo a cabo.

- Me resulta tan difícil. Quiero hacerlo, pero tengo miedo.

- Sé que te hizo mucho daño, pero te voy a decir lo que pienso yo de todo esto.

- Es a lo que he venido.

La doctora asintió y ambas sonrieron.

- ¿Pasó algo de verdad?.

La mirada de la detective lo decía todo, no entendía nada.

- Me refiero- Se dedicó a explicarse- si es cierto que pasó algo, tú no lo viste. Y si Jim entendió mal. A ver, sé que es difícil pensar que se puede mal interpretar una situación así, pero no sé, a lo mejor...

- Hablé con él, me engañó- Interrumpió la detective.

- ¿Pero hablaste tú o le dejaste aclarar a él?.

- Bueno, no le voy a negar que estaba muy, muy cabreada para escucharle, pero...

- No hay peros que valgan Kate. Escúchalo. Escúchalo de una vez por todas.

La detective mira al suelo, mira su taza de café y se entretiene con él. No hablan,no más.
Terminaron sus respectivos cafés y se despidieron. Kate prometiéndole que sopesaría su consejo y Lanie que la llamaría más tarde, ya sea para lo del caso o para lo de su caso.

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Se encontraba de nuevo enfrente de la pizarra. Hace apenas unos minutos Ryan y Espósito la habían informado que encontraron a un testigo que decía a ver visto a la víctima con otro hombre en un callejón. Aún no tenían nada en claro, pero si alguien se reunían con otra persona en un callejón, algo raro había.

La pizarra tampoco es que estuviera muy llena. La foto de la víctima, una línea cronológica que le falta el hueco de en medio por rellenar, una pequeña información sobre su hermana, su distancia y su última discusión, y por último arriba en la esquina derecha un retrato robot del primer sospechoso. El hombre del callejón.

Sabía que en cuanto encontraran al sospechoso el caso cobraría un poco más de sentido, pero de momento no sabía qué hacer y para colmo la voz de Lanie retumbaba en su cabeza.

Como tantas veces desde que lleva en comisaría, su vista se volvió a posar en la silla del escritor. Miró al frente, a la pizarra. Suspiró.

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Una semana. Aunque se negara a ello y se evadiera de la realidad, ésta lo golpeaba cuando menos se lo esperaba, dejando todo pensamiento y se concentrara sólo en los días. Una semana, una semana sin verla.

Fue dura su decisión, pero no quiso forzarla y que se sintiera incómoda con él cerca. También sabía que no podrá soporta tenerla cerca y no poderla tocar o acariciar.

En esa semana tuvo mucho tiempo libre, muchísimo. Tuvo tiempo para ordenar "su vida" un poco. Se enfrascó a escribir, quiso dejar su frustración y tristeza en el teclado. Sí, se aburría.
Algunas noche le superaban, le inundaban las lágrimas, y se evadía del mundo con algunas copas de su bourbon. Alguna que otra oscura noche, en el suelo de su habitación, mirando la foto de Kate del espejo, se llegó a gastar una botella entera.

Ahora se encontraba en su despacho, escribiendo, siempre escribiendo.

Su madre hacía ya media hora que se había ido a la academia y Alexis había quedado con unos amigos. Escribía enloquecido, la inspiración le llegó de pronto y no quiso desaprovechar la ocasión, se conocía y sabía que como estaba cómo estaba, pronto se quedaría bloqueado de nuevo.

La copa de bourbon de cada día ya no estaba  a su lado, antes de irse su madre le había dicho por favor que dejara de beber, que no era la solución. Aceptó, más bien por su madre que por él mismo.

Dejó de escribir, y suspiró frustrado. Inspiración se fue y Nostalgia invadió su mente.

Se levantó y se fue hacia su habitación. Necesitaba una ducha, necesitaba despejar su mente.

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Dejó el caso a los chicos. Tomó una decisión y cogió su coche.

Decidida en un principio hasta que el corazón empezó a acelerarse cuando se aproximaba a su destino. Pero eso no le impidió seguir adelante.

Tomó la decisión que creyó correcta. Haría caso a Burke, haría caso a Lanie. Haría caso a su corazón.

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Pasó demasiado tiempo en la ducha. Las yemas de las manos se le habían arrugado. Se apretó la toalla y salió a su habitación para vestirse. El timbre le desvió de su camino y tuvo que dirigirse a la puerta.

Cuando abrió no podía creerse lo que veía. Sus plegarías habían sido escuchadas. La tenía en frente. 

Kate esperaba en la puerta. Esperaba a que Castle le diera permiso para entrar y en lo que el escritor se decidia ella se deleitaba con las vistas.

En algún momento de la situación sus miradas conectaron. Un escalofrío del escritor obligó a romper la magia del momento.

- Mejor entro antes de que te resfríes.

El escritor se echó a un lado y la dejó pasar.

- Iré a vestirme, espérame ahí, ¿vale?.

La detective asintió y se sentó en el sofá.

En cinco minutos estaban ya los dos sentados, en el mismo sofá, respetando las distancias.

- Pues tu dirás...

- Cuéntamelo todo.




Vale mientras escribía esto he tenido la sensación de que ya lo había hecho antes ¿podéis sacarme de dudas?.
Y de paso os pido perdón, he mirado por encima los primeros capítulos y ¡no veas los cambios que he hecho en este fic! Así que me siento mejor pidiéndoos perdón.


Comentad y critiarme. 

Me gusta mucho y espero que lo continues pronto, que este capitulo se me hizo corto.

Si! k bueno k hablen! Sigue asi no pidas perdon tu eres quien esta armando esta trama y tu sabras hacia donde la dirijes! Parece corto porque es realmente bueno, continua pronto!

Continúa pronto, quiero leer esa conversación ahora que por fin se ha decidido a hacerlo para aclarar todo.

Me encanta, continuaaaa

CONTINUUUA!! A ver si se aclaran ya las cosas...

Me lo leí como te dije pero no te había comentado.

Dios, me gustó mucho y estoy deseando leer la conversación entre Rick y Kate. Creo que hay más de lo que aparece detrás... Pobre Ryan...
Espero que estos dos se arrelen pronto y tengan muchos más hijos y que no pase nada. Y que al 3XA lo maten y lo metan en la cárcel pronto!

Vale es oficial, no tengo ordenador en mi casa, así que voy a tardar más en subir de lo que tenía planeado. Subiré cuando me sea posible. Ahora, aquí tenéis, espero que la charla os guste. Y que haya cumplido vuestras expectativas. Sin más aquí os lo dejo.
Comentad. Criticarme.
¿Cómo va el seguimiento de mi fic?¿Os gusta?.

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Capítulo 26

"No tengo miedo de intentarlo otra vez, tengo miedo de volver a sufrir por la misma razón."

Aunque se había mentalizado que ese momento llegaría. Aunque a veces pensaba en esa conversación y la practicaba para saber qué decir. Su garganta se secó, se le hizo un nudo y los labios se movían emitiendo un leve balbuceo.

Kate esperó pacientemente. Mientras esperaba en la puerta se prometió escucharle, darle tiempo, aunque empezaba a impacientarse.

- No sé que nos pasaba en aquellos días. Apenas dormíamos y la falta de sueño nos ganó a los dos. Discutimos. Decidí quedarme en casa ese día. Sabía que parte de tu enfado era por las hormonas, pero no pude más, esa situación me superó.
Las paredes me agobiaban y no paraba de pensar en nuestros gritos, así que cogí mi chaqueta y me fui. No tenía intención de emborracharme, pero no pude resistirme. Necesitaba liberar la mente.

Kate escuchaba atentamente sin perder detalle, aunque algunos le doliesen.

- Paseé durante una hora hasta llegar a un pequeño local. Dudé, pero me llegó un mensaje de que te quedabas en casa de Lanie y...simplemente entré. No sé por qué. A lo mejor el deseo de olvidarme de todo, yo que sé. Entré y empecé a beber.
Aún intento recordar cómo salí del bar o cómo llegué a casa y cómo lo hice acompañado. Sé que te sonará absurdo, pero es que es la verdad. No me acuerdo de nada. Entre en el bar y después me desperté en la cama, con una terrible jaqueca y...

- Y con otra en nuestra cama- La detective le interrumpió. Las palabras le dolían. No prometió no llorar. Simplemente lo hizo. Lloró.

Richard Castle dejó que Kate se desahogara y aunque su corazón se quebró nada más ver salir las lágrimas de sus verdes ojos, decidió dejarle espacio y retener sus ganas de abrazar y cunarla. Sus ganas de consolarla. Sabía que no tenía derecho. Era su culpa el que ella estuviera así.

"Muchas veces perdonas a alguien por el simple hecho de que lo quieres seguir teniendo en tu vida."

Cuando Kate terminó su llanto, levantó su cabeza y miró al escritor.

- Lo intento ¿sabes?. Intento poder perdonarte, porque aunque parezca una gran gilipollez, que pienso que lo es, en el fondo quiero hacerlo, porque estoy jodidamente enamorada de ti. Simplemente no podría separarme de ti.

En la cara del escritor se dibujó una sonrisa. Esperanzas. Pero el chico tenía un afán de estropear los momentos. Esta vez se inclinó hacia la mujer con intención de besarle, pero ésta se apartó.

- No puedo hacerlo de la noche a la mañana- Dijo.

- Pero has dicho...

- Sé lo que he dicho. Sé lo que siento. Sólo es que necesito tiempo...

- Pero...

- Yo sólo quería que me contaras. Escucharte. Pero necesito tiempo.

Kate se levantó dispuesta hacia la puerta y cuando su mano se posó en el pomo...

- ¿Te importa si regreso a la comisaría?.

La detective ni se giró, "Te lo agradecería" dijo. Y se fue.

Esa noche los dos pudieron dormir tranquilos. Con nuevas esperanzas por arreglar lo que estaba roto.

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Se levantó temprano esa mañana. Se vistió con una sonrisa en la cara.
Compró los dos cafés de siempre. Echaba de menos esa costumbre. Y mientras andaba hacia la doce hizo una llamada.

Cuando ella llegó a comisaría por la mañana, se encontró con un avanzado caso. Ryan se había quedado haciendo horas extras probando suerte por si encontraba a su sospechoso en una montaña de expedientes. Y cuando decidió irse a casa lo encontró.
Así que cuando llegó ya tenían identificado al primer sospechoso.

- Jamie Garris, cuarenta años, encarcelado por posesión de drogas y agresión a un agente al intentar escapar cuando le detuvieron. Nació aquí en NY, pero según su informe vivía en Connecticut cuando lo arrestaron.

- Buen trabajo chicos. Ahora hay que encontrarlo, ¿cuánto hace que salió?.

- Pues no más de mes y medio- Le informó Ryan.

- Bien id a la dirección que aparece, haber si sigue allí, localizarlo- Los dos asintieron.

- Ryan- Lo llamó antes de que se fuera- Anoche no dormiste en casa, no te habrás quedado toda la noche aquí ¿verdad?.

- Descuida, en cuanto lo identifiqué, me fui a casa de Espo. Me invitó. Bueno más bien me obligó, pero no te preocupes dormí con él.

La cara de la detective lo dijo todo.

- No es lo que piensas. Dor...dormimos separados ¿vale?.

- Vale. Ahora vamos, ve.

Sonrieron cómplices y el detective emprendió su camino y desapareció del edificio al lado de su compañero.

Al final sus sospechas eran ciertas, el caso no eras más que otro cualquiera. Sólo es que le estuvo dando demasiada vueltas a cosas que no iban con el caso. Al fin y al cabo.

Estaba tan sumergida en sus pensamientos que no se doy cuenta que el escritor había hecho acto de presencia en la comisaría y se dirigía hacia ella.

Todos lo allí presentes tenían una ligera idea de lo que había pasado. Más bien rumores. Sabían que se habían distanciado, pero no conocían los detalles. Así que se sorprendieron al ver al escritor y su sonrisa en la cara. Varias mujeres le sonrieron, pero sólo una lo hacía al margen de todo aquel panorama.

Victoria Gates deseó que esa situación entres ellos se arreglase de una vez por todas. Por eso no se sorprendió ver al señor Castle dirigirse a su despacho. Y tampoco lo hizo al escuchar de sus labios que por favor lo readmitiera de nuevo. Ya había cogido cariño al escritor y no lo ocultó los días en los que lo estuvo acompañando en el hospital, así que le sonrió y aceptó. Pero como era capitán y tenía que hacer lo que un capitán tenía que hacer, elevó la voz y le dijo que era la última oportunidad que le brindaba. Después le volvió a sonreir y lo vio partir hacia el escritorio de la inspectora.

- Hey.

La detective agradeció, con su sonrisa, el vaso de café que Richard le acercaba.

Unos segundo aguantando sus miradas hasta que el escritor la apartó.

- ¿En qué andáis metidos?.

Mientras Kate se dedicaba a explicarle al escritor lo que llevaban del caso, los detectives Ryan y Espósito apresaban a un tío de metro setenta en un callejón de la quinta avenida.
Aunque se resistía, Espo pudo agarrarlo de la capucha que colgaba en su espalda por culpa de la sudadera azul marino que llevaba. Puestas las esposas se lo llevaron a comisaría.

Cuando aparecieron por las puertas del ascensor de la comisaría se encontraron con una inspectora y un escritor completamente centrados en su conversación, tanto que no se habían dado cuenta de su presencia. Dejando al sospechoso a cargo de Ryan, Javier se acercó a ellos.

- Siento interrumpir, lo que sea que haya interrumpido, pero el sospechoso espera.

- ¡Oh! no sabía que habíais llegado, está bien, hacerlo vosotros, tengo que hacer una cosa.

- ¿A dónde vas?- Sin darse cuenta lo habían preguntado los dos hombre a la vez.

- Tengo que hacer algo y no quiero posponerlo, lo haréis bien. Y no os preocupéis.

Viendo cómo el escritor se levantaba:

- Quédate aquí y observada desde la sala, quiero saber luego tu opinión también.

- Vale.

Tras aguantar las miradas de ambos, cogió su bolso y los dejó.

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Sabía que el caso estaba casi cerrado y sabía que tarde o temprano tenía que hacer esa visita y cuando lo hiciera, se desahogaría, por lo menos un poco y después se sentirá mejor.

Aparcó el coche enfrente del edificio. Lo cerró, se asió el bolso al hombro y se dirigió dentro.

Ya estaba acostumbrado. Esa mujer no es que tuviera un horario fijo. Sabía de sus necesidades y de sus impulso y sabía que si estaba allí era por algo importante, no había pasado ni una semana desde su última consulta. Cinco días como mínimo.

No se sorprendió. Simplemente se sentó cuando la vio de pie, como teniendo un conflicto consigo misma.

- Vale, lo he hecho. He hablado con él.

Burke la miró, la analizó. Analizó todos sus movimientos y sus reacciones. Pudo atisbar alegría en sus ojos, pero sólo por un instante. El brillo de su mirada fue sustituido por preocupación, tristeza y pudo fijarse que un poco de culpa también.

- Y ¿cuál es el problema?.

- Pues...ese es el problema, que no lo sé. Le he dicho que me cuente todo. Le he escuchado y le he dicho lo que siento. Que le quiero y que me duele que esté alejado de mí...

- ¿Pero?.

Kate empezó su monólogo recorriendo la habitación haciendo círculos. Cuando Burke le preguntó se paró en seco. Lo miró, él la miró y se sostuvieron la mirada.

Viendo sus ojos escrutadores, desvió la vista y con un profundo suspiro se sentó en el sofá de cuero negro.

- Pero tengo algo que me sigue comiendo la cabeza, algo que se queda aquí y no se va. Me alegra que lo hayamos arreglado, pero algo me dice que nada volverá a ser igual. Que tarde o temprano desconfiaré de él, por lo que haga o por lo que diga. Es...no sé explicarlo.

- Rompió su confianza.

Ella asintió.

- Lo que siente es normal Kate, es la secuela que le quedan a las personas traicionadas.
Nada volverá a ser lo mismo, tiene razón. Pero todos en algún momento de nuestras vidas confiamos en alguien y en pocas ocasiones ,o en muchas, nos defraudan. Pero es lo que ocurre, necesitamos confiar en las personas y que las personas confíen en nosotros.
Es por eso que tenemos que superar el dolor. Confías y te traicionan, pero si de verdad te quieren y se preocupan de ti, aprenden de sus errores y no lo volverán a hacer. Sólo si te quieren.

Kate en todo el monólogo del doctor no se atrevió a mirarlo a la cara.

- Lo que has hecho es el primer paso. A lo mejor nunca podrás confiar plenamente en él como lo hacías antes, pero confiarás lo suficiente como para tenerlo contigo en tu vida.
Empezad de cero. Tener primera citas, pasead. Intenta que él restablezca de nuevo tu confianza. Que te haga sentirte cómoda, feliz de nuevo.

Kate asintió.

- No dejes que el miedo a ser traicionada de nuevo te impida ser feliz. Pero no te fuerces a ti misma, no hagas de tu vida un infierno si no puedes seguir adelante con él. Lo amas, pero si te hace daño no continúes, te dolerá más seguir con él si te hace sufrir, que dejarlo y buscar otra manera de ser feliz.
Todo es decisión tuya. Es tu vida. Tú decides.

- Es tan difícil.

- La vida nunca es fácil.

Asintió.

- ¿Ha vuelto a comisaría?.

- Sí, la verdad es que lo echaba de menos.

- Bien, seguid así, empezad de cero como he dicho antes, haz que se vuelva a ganar tu confianza de nuevo, pero no permitas que te haga sufrir de nuevo. Tu dolor te hace más fuerte.
Eres fuerte, lo superarás y finalmente serás feliz, eso sí, todo esto está en tus manos. El destino no está escrito, pero puedes elegir un propio camino y continuar en él. Con cautela.

Asintió.

- Me alegra haber venido- Sonrió.

- Y a mí haberme llevado esta sorpresa sobre tu progreso. Sigue así.

Y sin más salió de allí.

Lo cierto es que el escritor no es la primera vez que le defrauda, pero sí es la más dolorosa. Siempre supo perdonarlo, porque sabía que no lo volvería a hacer. Lo perdonó cuando investigó el caso de su madre. Y supo que no volvió a indagar en él sin mantenerla a ella informada.

Sabía lo que tenía que hacer. Poner las cartas sobre la mesa. Hablar con él y decirle a dónde van los tiros ahora.

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- ¿Confesó? - Preguntó nada más estar frente al escritorio de los detectives, con una sonrisa ambos asintieron.

- Mientras estabas fuera llegaron noticias de Lanie. Encontró cocaína en los análisis toxicológicos, y, había encontrado unas huellas parciales en el contorno de las manos.

- Supongo que nuestro sospechoso está relacionado con la parte de la coca.

- El señor Garris afirma ser su camello, les pasaba la droga.

- ¿Les?.

- Sí, se encargaba de traérsela personalmente a su casa, cada semana o así, y siempre que entraba se encontraba acompañado con una mujer.

- Un mujer eh...

- Ajá. Estuvo pasándoles la droga cada semana, siempre cuando lo llamaban, hasta hace cosa de un mes, que le llamaron irregularmente. Su última fue hace dos semanas.

- ¿Y la discusión del callejón?.

- Garris llamó a su cliente y cuando se reunieron le pidió el dinero por la última entrega hace una semana o así. Pero el señor Duncan alegaba que él no había encargado nada, se pelearon, pero nuestro camello decidió dejarlo ahí.

- ¿Fue él?.

- No. ¿Te acuerdas de las cámaras que encontramos a los alrededores para intentar averiguar la ruta de la víctima?, se ve cómo ambos toman rumbos contrarios.

- De todas formas no creo que sea él- Dijo Kevin.

- Bien, yo también lo creo, pero no lo descartemos aún, pudo haber cogido un atajo y haberlo matado. De todas formas quiero encontrar a la acompañante, la mujer. ¿La habéis identificado?.

- Garris están con los de retrato robot, supongo que no les quedarán mucho.

- Buen trabajo chicos.

Ambos asintieron.

- ¿Dónde está..?.

- Allí, en la sala- La interrumpieron. Les sacó la lengua a ambos a modo de burla y se dirigió a la sala.

Lo vio allí, concentrado en la máquina de café. Se quedó quieta, observando.

- Hey...

Sintió a alguien observándolo y se dio la vuelta, viéndola a ella en el dintel de la puerta. Mirándolo.

- Me estaba preparando uno. ¿Quieres?.

Negó.

- ¿Me lo contarás?, dónde estabas, quiero decir.

Negó.

Él sonrió y se sentó en el sofá, esperando a que ella hiciera lo mismo.

Por su parte Kate siguió sus movimientos con la mirada, se quedó de pie. Y siguió mirándolo.

- ¿Qué?.

- Castle, quiero decirte algo. Tenemos que hablar de...

- Hey, tenemos algo.

Maldijo en sus adentros a Espósito por haberle interrumpido cuando había acumulado las fuerzas necesarias para encarar al escritor. Pero se sacudió la cabeza y decidió dejar ese tema para cuando estuviera fuera de la comisaría.

- ¿Qué?.

- Ya han terminado el retrato, ¿a que no sabes quién es?.

Dijo enseñándole con una sonrisa el dibujo. Escritor y musa con caras de incrédulos.

- ¿La hermana?.

- La hermana.

Ambos detectives asintieron. Contentos por sus descubrimientos.

- Bien, llamadla, pero no le digáis nada de esto.

Asintieron de nuevo.

- Bien, es suficiente por hoy chicos. Habéis estado genial, ahora descansad, os lo merecéis.

- Te espero en casa- Le dijo Ryan.

Kate asintió.

- Adiós.

- Hasta mañana.

Ahora sólo quedaban la pareja.

- Bueno...¿qué querías hablarme?.

- Mmmm, nada, nada importante al menos. Es tarde y estoy agotada, ¿te veo mañana?.

Castle le iba a pedir que se fuera con él cenar, pero aceptó su decisión.

- Claro. Descansa.

Se miraron, esta vez no mantuvieron sus miradas, la detective no dejó que eso pasara. Salió de allí en menos de cinco minutos.

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Cuando llegó se esperaba a Ryan viendo la tele en el sofá. El panorama no era exactamente el que se imaginaba. Sí a la tele encendida. No a un Kevin despierto.
Sonrió y fue a despertarle. Se hizo el remolón, pero, somnoliento, aceptó irse a la cama.

Estaba agotada, había decidido hablar con él, pero no se sintió con fuerzas, ni con ganas.

Se fue a la cama, y durmió nada más caer en la cama.

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Sabía que la hora llegaría muy pronto. Sabía que lo acabarían arreglando. Sabía que volverían. Y sabía que su felicidad no dudaría más. Él mismo se las arreglaría para que eso ocurriera.
Sonrió cuando vio apagar las luces del apartamento de Beckett. Sonrió pensando en su plan. Y se rió a garganta limpia, porque sabía que sus vidas estaban en sus manos y ellos no tenían la menor idea.

Lo mejor aún queda por llegar.


Espero que os siga gustando y ya sabéis Comentad. CRITICADME.  

Continuaaaaaaaa

Me encanta que por fin hayan hablado y pico a pocovayan a darse ua nueva oportunidad. Espero que todos se den cuenta de que eso que les está psdando a todos tienen a un causante que los provoca.
edpero que puedas continuar pronto

Ay k miedo y ahora k les va a hacer? Ya mas daño no les puede hacer!  

SIGUIE

dios esto cada vez esta mejor  esperemos k no le pase nada malo y k puedan darse cuenta pronto de k todo fue un engaño para k no sufran mas! cada vez me encanta mas este fic continua pronto!

Ya se que hace timpo de esta historia, peeeero, CUANDO VAS A CONTINUAR?!!

Si lees mensajes anteriores, sabrás que hasta dentro de mucho no lo haré.