¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
Preciosos los dos, no había podido leerlos y comentarlos, no he tenido mucho tiempo, pero me han parecido magníficos, cada vez se te ve más soltura.
Muy bueno el capítulo de las canciones, me parecen de lo más acertadas, y muy de acuerdo con lo que quieren expresar los cantantes, jajajajajaja
En este con el desayuno del chocolate con churros me has matado, es mi preferido aunque no deba abusar de él, es de lo más típico, y sabrosooooo, jajajaja
Por supuesto que te comprendo que quisieras pasar hasta el último minuto con tu amiga, has obrado muy bien, a los amigos hay que cuidarlos siempre, son lo más importante junto con la familia, espero que hayas disfrutado mucho de su compañía y sobre todo de tus vacaciones, jajajajajaja
Sigue pronto, que aunque no te conteste tan seguido como antes no dejo de leerte, pero el tiempo del que dispongo en éste momento no es mucho, pero prometo dedicarte todo el que pueda.
BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
Muy bueno el capítulo de las canciones, me parecen de lo más acertadas, y muy de acuerdo con lo que quieren expresar los cantantes, jajajajajaja
En este con el desayuno del chocolate con churros me has matado, es mi preferido aunque no deba abusar de él, es de lo más típico, y sabrosooooo, jajajaja
Por supuesto que te comprendo que quisieras pasar hasta el último minuto con tu amiga, has obrado muy bien, a los amigos hay que cuidarlos siempre, son lo más importante junto con la familia, espero que hayas disfrutado mucho de su compañía y sobre todo de tus vacaciones, jajajajajaja
Sigue pronto, que aunque no te conteste tan seguido como antes no dejo de leerte, pero el tiempo del que dispongo en éste momento no es mucho, pero prometo dedicarte todo el que pueda.
BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
agecastbet- Escritor - Policia
- Mensajes : 2971
Fecha de inscripción : 27/12/2012
Localización : En la colina del loco - Madrid
Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
Precioso y si... LO SABIA! xD
Me ha gustad mucho, espero leer pronto el siguiente
Me ha gustad mucho, espero leer pronto el siguiente
AlwaysSerenity- Autor de best-seller
- Mensajes : 966
Fecha de inscripción : 14/10/2012
Edad : 27
Localización : Málaga (Andalucia) España
Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
sigueeeeeee preciosoooo el fic y los vestidoos
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
me encanta, continua pronto
_Caskett_- Escritor - Policia
- Mensajes : 2936
Fecha de inscripción : 22/01/2013
Localización : en un mundo feliz
Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
Esta geniaaal!!! Siguelo prontooo!!
alcalde100- Ayudante de policia
- Mensajes : 128
Fecha de inscripción : 18/03/2013
Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
Algo corto, lose . He tardado bastante tarde en subirle, lo se . Pero no me da tiempo para más. Lo siento
Tengo mañana un examen de historia y no se me da muy bien. Llevo sin separarme del libro toda la semana y si sumamos todo lo que he practicado para la olimpiada matematica (A la que mis profesores me han metido y es mañana por la tarde) y que debería de haber empezado a preparar la maleta para un viaje que hay organizado con mi instituto a francia que es en 19 días.. CONCLUSIÓN: El capitulo a salido algo más corto y he tardado bastante en subirle para ser la mierdecita que es Espero que ahora que he terminado el examen que tenía a la vista, poder dedicar un poco más de tiempo a escribir para así subir dos o tres capitulos antes de irme de extrangis a otro país Un beso enorme a todos los que seguis leyendo a pesar de mis parones repentinos y a los que comentais.
PD: Responderé a vuestros comentarios como vengo haciendo siempre solo que hoy no....Mañaanaaa Ahora enserio, tengo que irme a mimir si quiero estar descansada para el examen y la olimpiada, pero prometo que mañana por la tarde habré contestado a los comentarios.
Espero que os guste!!
Charlaron durante varias horas. Cada cierto tiempo alguien se disculpaba y abandonaba el comedor para volver a los pocos minutos para poner el resto de regalos bajo el decorado árbol. A las doce en punto, se dirigieron al hall con el fin de abrir los regalos y se quedaron impresionados de la belleza de este. Antes con los adornos quedaba fantástico pero ahora con los regalos debajo, cada uno de un tamaño y color, no había palabras para describirlo. Todos tenían un brillo en los ojos debido a la emoción del momento y a las luces del árbol. Decidieron que Martha empezaría abriendo los regalos, pero antes de eso sacaron una foto. La mujer mayor se sorprendió al ver que no la esperaba un regalo sino más. Sabía que la tenían aprecio pero era la que menos conocía en general a la gente. Abrió unos cuantos en los que había ropa y joyas. La verdad es que la gustaron todos. Algunos eran muy estrafalarios tal y como los llevaba para las actuaciones y otros eran muy refinados, perfectos para su edad e incluso la hacían más joven. En uno de ellos ponía: Con cariño, de la 12. La emocionó el saber que los detectives y sus parejas también la habían regalado algo. Pero el último regalo, fue sin duda, el mejor. Y como no, se lo había dado su hijo y su nieta, con la colaboración de Kate también. Era la filmografía de muchas de sus obras, desde sus inicios hasta el presente y con una foto de ella, algunos años atrás como portada.
Los siguientes en abrir regalos fueron Ryan y Espósito que tuvieron regalos más o menos parecidos. Uno de sus parejas y el resto del grupo en general. Castle tuvo su momento con ellos pues a Ryan le regalo un “Vasito de Leche” hecho de goma espuma. Mientras que a Espósito le regaló un Ferrari miniatura con un hombrecito vestido del ejército y con un billete de lotería de la mano haciendo pequeñas hondas, como si el coche estuviera en marcha, también de goma espuma. La idea se le había ocurrido al recordar el caso donde mataron a un hombre que había ganado la lotería y Castle fue preguntando a todos que harían si la ganasen. Esposito le dijo que se compraría un Ferrari y gracias a eso se inspiró en su regalo.
Minutos después de que Esposito y Ryan le agradecieran con sorna al escritor por sus regalos, Lanie tomo el relevó y empezó a desenvolver paquetes. Varios vestidos, y joyas por parte de las mujeres. Uno le encantó y miró a su amiga con cara de sorpresa.
- ¿Cómo sabías que…? – Preguntó.
- Cuando estábamos deambulando por las calles en busca de los regalos para estos – Señaló a los hombres – Vi como mirabas el vestido. Se te caía la baba así que le cogí – La sonrió y la forense le dedicó otra a ella. Lanie siguió abriendo los regalos y le lanzó una mirada asesina a Castle al abrir un paquete. Varios trajes de forense de todos los colores con los guantes de plástico a juego. Verde, naranja, amarillo, morado, rosa, azul, blanco… En fin, de todos los colores. El escritor sonrió como un niño y la dijo que así iría conjuntada siempre. Ella le contestó que como se le ocurrió aquello y él dijo que la había visto más de una vez con los guantes del mismo color que el traje. Otro regalo que también emociono a la forense fue el de Alexis. Había hecho una especie de álbum con fotos del tiempo en el que la pelirroja estuvo haciendo prácticas con ella en la morgue. Se acercó a ella y la abrazó después de echar un vistazo a las fotos por encima.
La siguiente fue Jenny. Algunos siguieron los consejos de Ryan y la compraron lo típico que se compra a las mujeres. Zapatos, maquillaje, ropa… pero las mujeres tuvieron un detalle más bonito con ella y la compraron ropa para el futuro bebé que tendría con el detective. Aún no se lo habían contado a nadie, pero la extraña barriguita que la estaba saliendo a Jenny les delató. Como no sabían si era niño o niña, compraron la ropita de un color que le valdría a cualquier sexo y así no habría problema. Los futuros padres se sorprendieron mucho y se emocionaron tanto que pequeñas lágrimas de alegría recorrieron sus rostros, dando las gracias a sus amigos.
La siguiente fue Alexis. Tenía un regalo bastante grande y decidió dejarlo para el final. Recibió ropa, calzado y maquillaje. Después desenvolvió un pequeño paquete encontrándose con una cajita decorada con abalorios. Cuando la abrió, no pudo evitar ponerse a chillar como una loca. Eran las llaves de un precioso Volkswagen beetle azul oscuro. Su padre la dijo que el coche estaba en Nueva York, y que hasta que no llegaran allí que no le podría usar. Ella asintió y abrazó con fuerza a su padre repitiendo “Gracias”. Después cogió con cuidado el paquete grande y empezó a romper el papel de envoltorio. Tras quitarle entero, se encontró con una caja negra. La abrió y su sorpresa fue enorme. Una guitarra azul, igual a la de la detective, pero con su nombre bordado en el cuerpo, justo debajo del puente. Alexis la observó con detenimiento, y se la tendió a Kate para que tocara algo. Ella al principió negó pero debido a la insistencia de la joven acabó aceptando y tocó una ligera parte de una canción. Alexis adoró el sonido que emitía el instrumento y se prometió a si misma que en sus tiempos libres la pediría a la detective que la enseñara.
Avril, por desgracia, era a la que menos conocían y muy a su pesar se dejaron guiar por Aarón a la hora de comprar los regalos. Como a todas las mujeres anteriores, sus regalos consistían en ropa joyas y maquillaje. Pero Kate quería darla algo especial y después de saber que su hermano la pediría matrimonio, pensó que sería el regalo perfecto. Lo comentó con Castle y aunque este no sabía lo de la pedida, aceptó encantado pues también le parecía una buena idea. Y allí estaba Avril, con una muñequita de goma eva muy parecida a ella y vestida con un traje de novia. La sorpresa fue enorme y no pudo evitar algunas lagrimillas. Miró a Aarón y este negó con la cabeza así que se acercó a Kate y la abrazó con todas sus fuerzas.
Después de varios minutos de emociones y agradecimientos, le tocó el turno a Aarón que abrió los regalos despacio y sin romper el papel pues sabía que a su hermana eso la ponía nerviosa. Los hombres le compraron un portátil de última generación, equipado con millones de cosas y una mochila para llevarlo a cualquier parte. Su hermana y Castle le compraron un muñeco de goma eva arrodillado en el suelo con un esmoquin y una cajita con un anillo en su interior. Aarón les miró y sonrió negando con la cabeza. Se imaginaba algo parecido, pero eso no. Aun así, el último regalo fue el mejor. Al quitar el papel decorado, se encontró con un álbum lleno de fotos de él y de Kate. De portada había una foto de ambos, ella subida a caballito en él en un gran parque lleno de árboles hace como poco 20 años. Aarón abrió el álbum y hecho un vistazo por encima a las fotos para luego verlas más detenidamente. Se paró en una especial. Kate iba con un peto negro, arremangado hasta las rodillas y con los tirantes colgando hacia abajo y con su nombre también hacia abajo en letras mayúsculas verdes en una pernera, una camiseta verde con el nombre en negro en el lado contrario al pantalón. Aarón iba con un peto negro, igual al de su hermana salvo que el nombre estaba en amarillo y con una camiseta amarilla firmada por todas partes. En el fondo, se podía ver diferentes grupos de peñas y un cartel colgado de una farola en la que ponía: Felices Fiestas, y debajo: San Juan.
- ¿Cómo la encontraste? – Preguntó.
- Me puse a mirar viejas cajas que había en la estantería de mi habitación y le encontré – Sonrió mirando el brillo especial en los ojos de su hermano.
- ¿Cuántos años teníais?- Preguntó Alexis.
- Pues yo tenía 17 y Kate 14 – Respondió Aarón
- ¿Y esa ropa? – Dijo Castle extrañado.
- Aquí durante las fiestas, los jóvenes se ponen este tipo de ropa. Se forman peñas y cada una tiene su local y su conjunto. Un peto y una camiseta con una sudadera. Son muy cómodos. A mí me encantaba llevarles porque significaba que durante esa semana no iba a dormir – Explicó con una gran sonrisa en la cara.
- ¡Que pasada! – Dijo Alexis – Ojala también fuera así en Nueva York.
- La verdad, fue una de las cosas que más eché de menos cuando me fui para allá – Apuntó Kate.
Después de la explicación, le tocó el turno a Castle. Varias camisas, algunos libros, corbatas… lo típico. Por parte de Alexis, recibió un abrebotellas en forma de placa de policía y una mini lamparita para poner en el portátil para cuando escribe por las noches. Se emocionó al saber que su hija se había acordado de él y justo después llegó el regalo especial. Una cajita con un lacito colocado encima. La abrió y se encontró con un rolex submarine negro. Le cogió y le miró, fijándose en la parte de atrás. Había un grabado. “R&K 12-12-12” El escritor se dio cuenta del curioso día en el que comenzó a salir con Kate. El día del fin del mundo. Se rio captando la atención de los demás y se acercó a su novia para besarla como nunca antes lo había hecho.
Después de esa escena de cariño, fue el momento de que Kate abriera sus regalos. Solo quedaba ella. Se agachó al lado del árbol y comenzó a rasgar papeles. Vestidos, maquillaje y colgantes fue lo que más abundó. Tomó uno de los cinco paquetes rectangulares que estaban apilados y se sorprendió al verlo. Seguidamente abrió los otros cuatro y miro a su hermano levantando ambas cejas. Volvió a observar las cinco novelas de la saga Nikki Heat en español, que estaban colocadas en el suelo. Ola de calor, Calor desnudo, Aumenta el calor, Calor helado y Calor muerto. No se había esperado eso. Después abrió un paquetito más pequeño y sacó una bolsa de tacto suave. La desabrochó y la puso hacia abajo dejando caer sobre su mano una preciosa cadena de plata brillante con un búho de ojos saltones también de plata colgando de ella. Detrás del búho ponía una R grabada en cursiva. La acarició con delicadeza y miró a Richard quien la miraba sin perder un detalle. Le sonrió y él a ella. Por último, tomó un regalo muy fino. Al abrirlo se quedó un poco aturdida. Era un DVD pero no tenía nada escrito. Se levantó y disculpándose, se dirigió a la cocina para ponerlo en el video. Todos la siguieron pues tenían intriga de que era. Todos salvo Aarón. Nada más empezar el video, un renacuajo se apodera de la pantalla mientras corre por toda la casa seguido del cámara. Los allí presentes reconocieron enseguida el lugar donde estaban. Era la misma casa en la que se encontraban en ese instante. Al llegar a la cocina, el crio pequeño se acercó a una mujer que estaba sentada en el sofá con un bebe en sus brazos. Desvió la atención del video para mirar a sus amigos. Todos la miraban expectantes.
- El niño pequeño es Aarón con 2 años y 8 meses. El que está grabando es mi padre. La mujer que está sentada en el sofá era mi madre – Contaba mientras en la cara mantenía una sonrisa triste.
- Y el bebe ¿Eres tú? – Preguntó Castle. Kate asintió y se echó a reír.
- Acababa de nacer ¿no? – Dijo mirando a su hermano.
- Creo que sí. Solo hay que verme – Miró a la televisión y todos le imitaron. Ahora, un niño con los ojos abiertos como platos, miraba a su hermanita recién nacida mientras intentaba llegar a tomarla la mano.
Se pasaron varias horas sentados enfrente del televisor sin perderse un solo minuto. Aarón había recopilado parte de su vida y de la de su hermana desde el nacimiento de ella hasta prácticamente el presente. Las 10 personas que estaban en la cocina observaron cómo había ido evolucionando la detective en su vida. Y el mayor cambio fue cuando murió su madre. Aun así, el video consiguió sacar muchas sonrisas.
Rondaba la medianoche cuando decidieron irse a dormir pues al día siguiente les esperaba un largo recorrido hasta llegar al lugar donde se reunirían con la familia de los hermanos. Al final habían accedido a ir y Kate llamó a sus primos para que contaran con ellos. Madrugaron y alrededor de las 13:00 llegaron a un gran terreno con un enorme chalet en el centro. La puerta de la verja que dividía la carretera del terreno estaba abierta así que aparcaron cerca y entraron sin ningún problema. Castle se fijó en su novia. Con cada paso que daban, se ponía más nerviosa y la temblaban las piernas. La agarró de la mano y espero unos segundos a su reacción. Parecía haberla calmado un poco pues sus piernas dejaron de temblar pero seguía nerviosa. Estaba muy nerviosa pues hacía muchos años que no les veía. Pero todos sus nervios se esfumaron al cruzar el umbral de la puerta de entrada del chalet. Sentados en una mesa se encontraban unas 50 personas charlando animadamente. Al oír la puerta moverse, miraron hacia ella y el silencio se adueñó de la sala.
- *¡Kate! ¡Aarón*! – Dijo un crío de apenas 5 años. Nada más verles, echó a correr hacia ellos. La detective se agachó y le cogió en brazos para pasarle segundos después a los brazos de su hermano. La gente que estaba sentada se fue aproximando a ellos y durante los siguientes cinco minutos lo único que hubo fueron abrazos, besos y más abrazos, unidos a las presentaciones de los americanos a los españoles y viceversa.
Nuria, una joven de unos 39 años, de pelo liso y rubio y bastante delgada, se acercó a Castle y le saludo con dos besos en la mejilla.
- *¿Eres Richard Castle, el escritor de best-sellers?* – Dijo mientras le miraba. Rick se quedó pensativo analizando las palabras de la mujer. Por mucho que fingiera, no entendía ni una sola palabra de Español. Para su suerte, Kate le vio algo abrumado y se acercó.
- *¿Le has dicho algo?* - Preguntó a su prima.
- * Le he preguntado que si es Richard Castle el escritor de best-sellers pero por lo visto no entiende Español* - Dijo ella sonreindo.
- *No, no lo entiende y si, si lo es.*
- *Pues dile que me firme un autógrafo y que encantada de conocerle* - La guiñó el ojo, fijándose en las manos unidas de la pareja que tenía enfrente. Jamás llegó a pensar que su primita pudiera estar en una relación con un famoso escritor de novelas y la preguntaría como le conoció, pero después. Todavía tenían toda la tarde por delante.
Tengo mañana un examen de historia y no se me da muy bien. Llevo sin separarme del libro toda la semana y si sumamos todo lo que he practicado para la olimpiada matematica (A la que mis profesores me han metido y es mañana por la tarde) y que debería de haber empezado a preparar la maleta para un viaje que hay organizado con mi instituto a francia que es en 19 días.. CONCLUSIÓN: El capitulo a salido algo más corto y he tardado bastante en subirle para ser la mierdecita que es Espero que ahora que he terminado el examen que tenía a la vista, poder dedicar un poco más de tiempo a escribir para así subir dos o tres capitulos antes de irme de extrangis a otro país Un beso enorme a todos los que seguis leyendo a pesar de mis parones repentinos y a los que comentais.
PD: Responderé a vuestros comentarios como vengo haciendo siempre solo que hoy no....Mañaanaaa Ahora enserio, tengo que irme a mimir si quiero estar descansada para el examen y la olimpiada, pero prometo que mañana por la tarde habré contestado a los comentarios.
Espero que os guste!!
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Charlaron durante varias horas. Cada cierto tiempo alguien se disculpaba y abandonaba el comedor para volver a los pocos minutos para poner el resto de regalos bajo el decorado árbol. A las doce en punto, se dirigieron al hall con el fin de abrir los regalos y se quedaron impresionados de la belleza de este. Antes con los adornos quedaba fantástico pero ahora con los regalos debajo, cada uno de un tamaño y color, no había palabras para describirlo. Todos tenían un brillo en los ojos debido a la emoción del momento y a las luces del árbol. Decidieron que Martha empezaría abriendo los regalos, pero antes de eso sacaron una foto. La mujer mayor se sorprendió al ver que no la esperaba un regalo sino más. Sabía que la tenían aprecio pero era la que menos conocía en general a la gente. Abrió unos cuantos en los que había ropa y joyas. La verdad es que la gustaron todos. Algunos eran muy estrafalarios tal y como los llevaba para las actuaciones y otros eran muy refinados, perfectos para su edad e incluso la hacían más joven. En uno de ellos ponía: Con cariño, de la 12. La emocionó el saber que los detectives y sus parejas también la habían regalado algo. Pero el último regalo, fue sin duda, el mejor. Y como no, se lo había dado su hijo y su nieta, con la colaboración de Kate también. Era la filmografía de muchas de sus obras, desde sus inicios hasta el presente y con una foto de ella, algunos años atrás como portada.
Los siguientes en abrir regalos fueron Ryan y Espósito que tuvieron regalos más o menos parecidos. Uno de sus parejas y el resto del grupo en general. Castle tuvo su momento con ellos pues a Ryan le regalo un “Vasito de Leche” hecho de goma espuma. Mientras que a Espósito le regaló un Ferrari miniatura con un hombrecito vestido del ejército y con un billete de lotería de la mano haciendo pequeñas hondas, como si el coche estuviera en marcha, también de goma espuma. La idea se le había ocurrido al recordar el caso donde mataron a un hombre que había ganado la lotería y Castle fue preguntando a todos que harían si la ganasen. Esposito le dijo que se compraría un Ferrari y gracias a eso se inspiró en su regalo.
Minutos después de que Esposito y Ryan le agradecieran con sorna al escritor por sus regalos, Lanie tomo el relevó y empezó a desenvolver paquetes. Varios vestidos, y joyas por parte de las mujeres. Uno le encantó y miró a su amiga con cara de sorpresa.
- ¿Cómo sabías que…? – Preguntó.
- Cuando estábamos deambulando por las calles en busca de los regalos para estos – Señaló a los hombres – Vi como mirabas el vestido. Se te caía la baba así que le cogí – La sonrió y la forense le dedicó otra a ella. Lanie siguió abriendo los regalos y le lanzó una mirada asesina a Castle al abrir un paquete. Varios trajes de forense de todos los colores con los guantes de plástico a juego. Verde, naranja, amarillo, morado, rosa, azul, blanco… En fin, de todos los colores. El escritor sonrió como un niño y la dijo que así iría conjuntada siempre. Ella le contestó que como se le ocurrió aquello y él dijo que la había visto más de una vez con los guantes del mismo color que el traje. Otro regalo que también emociono a la forense fue el de Alexis. Había hecho una especie de álbum con fotos del tiempo en el que la pelirroja estuvo haciendo prácticas con ella en la morgue. Se acercó a ella y la abrazó después de echar un vistazo a las fotos por encima.
La siguiente fue Jenny. Algunos siguieron los consejos de Ryan y la compraron lo típico que se compra a las mujeres. Zapatos, maquillaje, ropa… pero las mujeres tuvieron un detalle más bonito con ella y la compraron ropa para el futuro bebé que tendría con el detective. Aún no se lo habían contado a nadie, pero la extraña barriguita que la estaba saliendo a Jenny les delató. Como no sabían si era niño o niña, compraron la ropita de un color que le valdría a cualquier sexo y así no habría problema. Los futuros padres se sorprendieron mucho y se emocionaron tanto que pequeñas lágrimas de alegría recorrieron sus rostros, dando las gracias a sus amigos.
La siguiente fue Alexis. Tenía un regalo bastante grande y decidió dejarlo para el final. Recibió ropa, calzado y maquillaje. Después desenvolvió un pequeño paquete encontrándose con una cajita decorada con abalorios. Cuando la abrió, no pudo evitar ponerse a chillar como una loca. Eran las llaves de un precioso Volkswagen beetle azul oscuro. Su padre la dijo que el coche estaba en Nueva York, y que hasta que no llegaran allí que no le podría usar. Ella asintió y abrazó con fuerza a su padre repitiendo “Gracias”. Después cogió con cuidado el paquete grande y empezó a romper el papel de envoltorio. Tras quitarle entero, se encontró con una caja negra. La abrió y su sorpresa fue enorme. Una guitarra azul, igual a la de la detective, pero con su nombre bordado en el cuerpo, justo debajo del puente. Alexis la observó con detenimiento, y se la tendió a Kate para que tocara algo. Ella al principió negó pero debido a la insistencia de la joven acabó aceptando y tocó una ligera parte de una canción. Alexis adoró el sonido que emitía el instrumento y se prometió a si misma que en sus tiempos libres la pediría a la detective que la enseñara.
Avril, por desgracia, era a la que menos conocían y muy a su pesar se dejaron guiar por Aarón a la hora de comprar los regalos. Como a todas las mujeres anteriores, sus regalos consistían en ropa joyas y maquillaje. Pero Kate quería darla algo especial y después de saber que su hermano la pediría matrimonio, pensó que sería el regalo perfecto. Lo comentó con Castle y aunque este no sabía lo de la pedida, aceptó encantado pues también le parecía una buena idea. Y allí estaba Avril, con una muñequita de goma eva muy parecida a ella y vestida con un traje de novia. La sorpresa fue enorme y no pudo evitar algunas lagrimillas. Miró a Aarón y este negó con la cabeza así que se acercó a Kate y la abrazó con todas sus fuerzas.
Después de varios minutos de emociones y agradecimientos, le tocó el turno a Aarón que abrió los regalos despacio y sin romper el papel pues sabía que a su hermana eso la ponía nerviosa. Los hombres le compraron un portátil de última generación, equipado con millones de cosas y una mochila para llevarlo a cualquier parte. Su hermana y Castle le compraron un muñeco de goma eva arrodillado en el suelo con un esmoquin y una cajita con un anillo en su interior. Aarón les miró y sonrió negando con la cabeza. Se imaginaba algo parecido, pero eso no. Aun así, el último regalo fue el mejor. Al quitar el papel decorado, se encontró con un álbum lleno de fotos de él y de Kate. De portada había una foto de ambos, ella subida a caballito en él en un gran parque lleno de árboles hace como poco 20 años. Aarón abrió el álbum y hecho un vistazo por encima a las fotos para luego verlas más detenidamente. Se paró en una especial. Kate iba con un peto negro, arremangado hasta las rodillas y con los tirantes colgando hacia abajo y con su nombre también hacia abajo en letras mayúsculas verdes en una pernera, una camiseta verde con el nombre en negro en el lado contrario al pantalón. Aarón iba con un peto negro, igual al de su hermana salvo que el nombre estaba en amarillo y con una camiseta amarilla firmada por todas partes. En el fondo, se podía ver diferentes grupos de peñas y un cartel colgado de una farola en la que ponía: Felices Fiestas, y debajo: San Juan.
- ¿Cómo la encontraste? – Preguntó.
- Me puse a mirar viejas cajas que había en la estantería de mi habitación y le encontré – Sonrió mirando el brillo especial en los ojos de su hermano.
- ¿Cuántos años teníais?- Preguntó Alexis.
- Pues yo tenía 17 y Kate 14 – Respondió Aarón
- ¿Y esa ropa? – Dijo Castle extrañado.
- Aquí durante las fiestas, los jóvenes se ponen este tipo de ropa. Se forman peñas y cada una tiene su local y su conjunto. Un peto y una camiseta con una sudadera. Son muy cómodos. A mí me encantaba llevarles porque significaba que durante esa semana no iba a dormir – Explicó con una gran sonrisa en la cara.
- ¡Que pasada! – Dijo Alexis – Ojala también fuera así en Nueva York.
- La verdad, fue una de las cosas que más eché de menos cuando me fui para allá – Apuntó Kate.
Después de la explicación, le tocó el turno a Castle. Varias camisas, algunos libros, corbatas… lo típico. Por parte de Alexis, recibió un abrebotellas en forma de placa de policía y una mini lamparita para poner en el portátil para cuando escribe por las noches. Se emocionó al saber que su hija se había acordado de él y justo después llegó el regalo especial. Una cajita con un lacito colocado encima. La abrió y se encontró con un rolex submarine negro. Le cogió y le miró, fijándose en la parte de atrás. Había un grabado. “R&K 12-12-12” El escritor se dio cuenta del curioso día en el que comenzó a salir con Kate. El día del fin del mundo. Se rio captando la atención de los demás y se acercó a su novia para besarla como nunca antes lo había hecho.
Después de esa escena de cariño, fue el momento de que Kate abriera sus regalos. Solo quedaba ella. Se agachó al lado del árbol y comenzó a rasgar papeles. Vestidos, maquillaje y colgantes fue lo que más abundó. Tomó uno de los cinco paquetes rectangulares que estaban apilados y se sorprendió al verlo. Seguidamente abrió los otros cuatro y miro a su hermano levantando ambas cejas. Volvió a observar las cinco novelas de la saga Nikki Heat en español, que estaban colocadas en el suelo. Ola de calor, Calor desnudo, Aumenta el calor, Calor helado y Calor muerto. No se había esperado eso. Después abrió un paquetito más pequeño y sacó una bolsa de tacto suave. La desabrochó y la puso hacia abajo dejando caer sobre su mano una preciosa cadena de plata brillante con un búho de ojos saltones también de plata colgando de ella. Detrás del búho ponía una R grabada en cursiva. La acarició con delicadeza y miró a Richard quien la miraba sin perder un detalle. Le sonrió y él a ella. Por último, tomó un regalo muy fino. Al abrirlo se quedó un poco aturdida. Era un DVD pero no tenía nada escrito. Se levantó y disculpándose, se dirigió a la cocina para ponerlo en el video. Todos la siguieron pues tenían intriga de que era. Todos salvo Aarón. Nada más empezar el video, un renacuajo se apodera de la pantalla mientras corre por toda la casa seguido del cámara. Los allí presentes reconocieron enseguida el lugar donde estaban. Era la misma casa en la que se encontraban en ese instante. Al llegar a la cocina, el crio pequeño se acercó a una mujer que estaba sentada en el sofá con un bebe en sus brazos. Desvió la atención del video para mirar a sus amigos. Todos la miraban expectantes.
- El niño pequeño es Aarón con 2 años y 8 meses. El que está grabando es mi padre. La mujer que está sentada en el sofá era mi madre – Contaba mientras en la cara mantenía una sonrisa triste.
- Y el bebe ¿Eres tú? – Preguntó Castle. Kate asintió y se echó a reír.
- Acababa de nacer ¿no? – Dijo mirando a su hermano.
- Creo que sí. Solo hay que verme – Miró a la televisión y todos le imitaron. Ahora, un niño con los ojos abiertos como platos, miraba a su hermanita recién nacida mientras intentaba llegar a tomarla la mano.
Se pasaron varias horas sentados enfrente del televisor sin perderse un solo minuto. Aarón había recopilado parte de su vida y de la de su hermana desde el nacimiento de ella hasta prácticamente el presente. Las 10 personas que estaban en la cocina observaron cómo había ido evolucionando la detective en su vida. Y el mayor cambio fue cuando murió su madre. Aun así, el video consiguió sacar muchas sonrisas.
Rondaba la medianoche cuando decidieron irse a dormir pues al día siguiente les esperaba un largo recorrido hasta llegar al lugar donde se reunirían con la familia de los hermanos. Al final habían accedido a ir y Kate llamó a sus primos para que contaran con ellos. Madrugaron y alrededor de las 13:00 llegaron a un gran terreno con un enorme chalet en el centro. La puerta de la verja que dividía la carretera del terreno estaba abierta así que aparcaron cerca y entraron sin ningún problema. Castle se fijó en su novia. Con cada paso que daban, se ponía más nerviosa y la temblaban las piernas. La agarró de la mano y espero unos segundos a su reacción. Parecía haberla calmado un poco pues sus piernas dejaron de temblar pero seguía nerviosa. Estaba muy nerviosa pues hacía muchos años que no les veía. Pero todos sus nervios se esfumaron al cruzar el umbral de la puerta de entrada del chalet. Sentados en una mesa se encontraban unas 50 personas charlando animadamente. Al oír la puerta moverse, miraron hacia ella y el silencio se adueñó de la sala.
- *¡Kate! ¡Aarón*! – Dijo un crío de apenas 5 años. Nada más verles, echó a correr hacia ellos. La detective se agachó y le cogió en brazos para pasarle segundos después a los brazos de su hermano. La gente que estaba sentada se fue aproximando a ellos y durante los siguientes cinco minutos lo único que hubo fueron abrazos, besos y más abrazos, unidos a las presentaciones de los americanos a los españoles y viceversa.
Nuria, una joven de unos 39 años, de pelo liso y rubio y bastante delgada, se acercó a Castle y le saludo con dos besos en la mejilla.
- *¿Eres Richard Castle, el escritor de best-sellers?* – Dijo mientras le miraba. Rick se quedó pensativo analizando las palabras de la mujer. Por mucho que fingiera, no entendía ni una sola palabra de Español. Para su suerte, Kate le vio algo abrumado y se acercó.
- *¿Le has dicho algo?* - Preguntó a su prima.
- * Le he preguntado que si es Richard Castle el escritor de best-sellers pero por lo visto no entiende Español* - Dijo ella sonreindo.
- *No, no lo entiende y si, si lo es.*
- *Pues dile que me firme un autógrafo y que encantada de conocerle* - La guiñó el ojo, fijándose en las manos unidas de la pareja que tenía enfrente. Jamás llegó a pensar que su primita pudiera estar en una relación con un famoso escritor de novelas y la preguntaría como le conoció, pero después. Todavía tenían toda la tarde por delante.
RcKb- As del póker
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
Que bonito el regalo de Aaron a Kate
Y ahoa el reencuentro con la familia!!
CONTINUA PRONTO Y QUE TE VAYA BIEN!
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CONTINUA PRONTO Y QUE TE VAYA BIEN!
AlwaysSerenity- Autor de best-seller
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
Estupendo capítulo, jajajajaja me encantan los regalos, pero sobre todo los que se hacen los hermanos, ellos se conocen muy bien, no necesitan grandes regalos, sólo mantener sus sentimientos hacia su familia, jajajajaja
Lo del DVD, está genial, para que todos la vean como fue y en que se ha convertido su vida.
Claro que el encuentro con la familia española, seguro que no va a ser moco de pavo, sobre todo conociéndonos, jajajajajajajaja
Sigue, si puede ser prontito mejor que me muero de curiosidad, jajajajajaja
BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
Lo del DVD, está genial, para que todos la vean como fue y en que se ha convertido su vida.
Claro que el encuentro con la familia española, seguro que no va a ser moco de pavo, sobre todo conociéndonos, jajajajajajajaja
Sigue, si puede ser prontito mejor que me muero de curiosidad, jajajajajaja
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agecastbet- Escritor - Policia
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
muy bonitooo el capiii y me ha gustado muchísimo, sobretodo el regalo de Aarón y Kate y el que ha echo Rick a Lanie jaja buenísimo jaja
en fin continua pronto y bueno aqui esperando la contiiii ¡no tardesss y nos vemos!
en fin continua pronto y bueno aqui esperando la contiiii ¡no tardesss y nos vemos!
Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
preciosoooooo sigueloooooo me encantaaa
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
Me ha encantado el DVD y el detalle que ha tenido Kate con Alexis muy bonito
espero que puedas continuar pronto
BESOSS
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ZOMAtitos&Oreos- Autor de best-seller
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
me encanta, continua pronto
_Caskett_- Escritor - Policia
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
KateC_17 escribió:oooooh MAGNIFICOOO capitulooooo!!! me ha gustado muchooo jeje y Kate celosilla jeje me gustaría verlo, haber que hace jajaja
en fin muy buen capi sigueee plisss que ya quiero leerla contiii
Jjajajajaj es una de las facetas de este fic que se verán en Kate más adelante. Espero que os haya gustado!! Un besoo
RcKb- As del póker
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
agecastbet escribió:Preciosos los dos, no había podido leerlos y comentarlos, no he tenido mucho tiempo, pero me han parecido magníficos, cada vez se te ve más soltura.
Muy bueno el capítulo de las canciones, me parecen de lo más acertadas, y muy de acuerdo con lo que quieren expresar los cantantes, jajajajajaja
En este con el desayuno del chocolate con churros me has matado, es mi preferido aunque no deba abusar de él, es de lo más típico, y sabrosooooo, jajajaja
Por supuesto que te comprendo que quisieras pasar hasta el último minuto con tu amiga, has obrado muy bien, a los amigos hay que cuidarlos siempre, son lo más importante junto con la familia, espero que hayas disfrutado mucho de su compañía y sobre todo de tus vacaciones, jajajajajaja
Sigue pronto, que aunque no te conteste tan seguido como antes no dejo de leerte, pero el tiempo del que dispongo en éste momento no es mucho, pero prometo dedicarte todo el que pueda.
BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
No te preocupes si no puedes comentar. Se lo que es estar hasta arriba de cosas y no tener tiempo para nada. El desayuno del chocolate con churros tambien es mi favorito y ummmm que riicoo esta!!
Muchas gracias por comentar y por sacar tiempo para hacerlo!! Un besooo
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
AlwaysSerenity escribió:Precioso y si... LO SABIA! xD
Me ha gustad mucho, espero leer pronto el siguiente
Jejjej muchas gracias por comentar y por ... acertar!!
Un besoo
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
castle&beckett..cris escribió:sigueeeeeee preciosoooo el fic y los vestidoos
Muchas gracias por comentar!!
Un besoo
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
_Casckett_ escribió:me encanta, continua pronto
Muchas gracias por comentar!!
Un beso
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
alcalde100 escribió:Esta geniaaal!!! Siguelo prontooo!!
Gracias !! Espero que el siguiente tambien te guste
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
AlwaysSerenity escribió: Que bonito el regalo de Aaron a Kate
Y ahoa el reencuentro con la familia!!
CONTINUA PRONTO Y QUE TE VAYA BIEN!
Losee, mi hermano me hizo algo parecido (Y se me saltaron las lagrimas y todo al verlo) Fue precioso...
Espero que el rencuentro este a tu altura!! Un besoo enorme y muchas gracias por comentar.
PD: Tanto el examen, como la olimpiada me salieron genial jejej gracias por los animos
RcKb- As del póker
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
agecastbet escribió:Estupendo capítulo, jajajajaja me encantan los regalos, pero sobre todo los que se hacen los hermanos, ellos se conocen muy bien, no necesitan grandes regalos, sólo mantener sus sentimientos hacia su familia, jajajajaja
Lo del DVD, está genial, para que todos la vean como fue y en que se ha convertido su vida.
Claro que el encuentro con la familia española, seguro que no va a ser moco de pavo, sobre todo conociéndonos, jajajajajajajaja
Sigue, si puede ser prontito mejor que me muero de curiosidad, jajajajajaja
BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
Creo que siendo una familia como la han sido, que no han pasado por muchos momentos juntos desde la muerte de Johanna, los mejores regalos son los recuerdos aunque a veces te saquen alguna lagrimilla que otra... En fin, me alegro de que te haya gustado y de que en parte estés de acuerdo con mi punto de vista. Espero que el encuentro con la familia te guste
Un beso enorme y muchas gracias por sacar tiempo para comentarme
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
KateC_17 escribió:muy bonitooo el capiii y me ha gustado muchísimo, sobretodo el regalo de Aarón y Kate y el que ha echo Rick a Lanie jaja buenísimo jaja
en fin continua pronto y bueno aqui esperando la contiiii ¡no tardesss y nos vemos!
Una de las cosas que más me llamaron la atención de Lanie fue lo de los trajes y guantes a juego... a si que pense en hacer que Castle montara alguna de las suyas
Muchas gracias por comentar !! Un besoo
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
castle&beckett..cris escribió:preciosoooooo sigueloooooo me encantaaa
Muchas gracias !! Un besoo
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
angela_kate.b escribió:Me ha encantado el DVD y el detalle que ha tenido Kate con Alexis muy bonito
espero que puedas continuar pronto
BESOSS
Muchas gracias por comentar !! Un beso enorme y hasta la proxima!!
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
_Casckett_ escribió:me encanta, continua pronto
Muchas gracias por comentar!!! Un besooo
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Re: ¿Por qué tenia que pasar? Cap. 57 (26 Oct)
Se estrena mes, se estrena capitulo.
Se que he estado muchos, demasiados días sin dar señales en el fic, pero entre el viaje a Francia que marcho el lunes, los exámenes que últimamente parece que es lo único que veo, y mi preparación para la siguiente fase de la Olimpiada Matemática a la cual he pasado, me falta tiempo. El capitulo es más largo que de costumbre, bastante más. Os dije que tendríais dos capítulos antes de que me fuera a Francia, pero decidí hacer solo uno y más largo.
No se cuando volveré a subir algo nuevo. Vuelvo de Francia el domingo 9 a si que hasta ese día no podré volver a escribir nada. Y eso, sumado a dos pequeños One-Short que se me han ocurrido hacer pues.... Tardaré en volver a subir otro capitulo. Os pido disculpas adelantadas y espero que me podáis perdonar
Un beso enorme a todos, y muchas gracias por leer y comentar!!
Después de todas las presentaciones y saludos que lleva el no verse durante tanto tiempo, se sentaron todos alrededor de la mesa tras añadir diez sillas más al círculo. Cuando estuvieron sentados, Kate se fijó que había una silla libre y preguntó quién se sentaba allí. Su prima Sonia la dijo que era alguien que había salido un momento al coche a recoger algo y que enseguida volverá. Ella no le dio importancia y empezó a presentar a su familia y amigos.
- *Bueno, estos son Javier Espósito, Kevin Ryan y Lanie Parish trabajan conmigo en la comisaría. Richard Castle, famoso escritor que ya conoceréis todos…* - Iba a seguir hablando pero Nuria la interrumpió.
- *¿No nos tienes que decir algo más sobre Castle?* - Preguntó entrecerrando los párpados.
- *Mira que eres… No, no tengo nada más que decir* - Se intentó defender ella.
- *Familia…* - Dijo casi gritando Aarón – *Mi hermana y el famoso escritor son pareja* – Observó como todos miraron a Kate de repente y como ella se ponía roja como un tomate. Empezó a reírse sin control y cuando pudo calmarse después de recibir varias collejas por parte de la detective se acercó y la susurró al oído – Ves tampoco era tan difícil – Recibió otra colleja y se echó a reír de nuevo.
- *¿Estáis juntos?* - Pregunto una joven asiática, pocos años menor que Kate. Entonces los americanos se acordaron de la conversación que tuvieron en el loft de Castle, días antes de marchar para España. Aquella era una de las dos jóvenes chinas de las que hablaron los hermanos. Prácticamente a la vez, echaron un vistazo a su alrededor para encontrar a las dos jóvenes cubanas y a la otra joven china. Y las encontraron a las tres, cada una con sus rasgos típicos del país al que pertenecían. Pero las cuatro eran muy guapas.
- *Si* - Dijo en un susurro la detective.
- *Pues entonces queremos una prueba* - Kate notó aquella voz en su espalda y cuando la designó a la persona que era, abrió los ojos como platos y una sonrisa jamás vista en su rostro le iluminó como una farola ilumina una oscura y fría noche de invierno. Se giró y le vio, levantándose con velocidad para abrazarlo lo más fuerte que pudo. Él hombre la sujetó con sus brazos dejando un sonoro beso en su mejilla.
- *Basur tío, cuanto tiempo* - Dijo Aarón levantándose también de la silla y acercándose a él. Cuando estuvieron a la misma altura, ambos cerraron el puño y les chocaron para después abrir la mano como si al juntarles explotara una bomba y les hiciera retroceder hacia atrás, gritando “Fogg Willy”. Después se abrazaron y cada uno se sentó en su silla. Tal y como Kate predijo para sí misma, la silla libre que había en el círculo era de él. Volvió a sonreír como una tonta al pensar la cantidad de años que habían pasado desde la última vez que le vio.
En cambio, Castle no pudo evitar sentir una sensación extraña en su estómago y corazón. Algo a lo que la mayoría de la gente llama “celos” pero él, en este caso, prefería llamarlo “Envidia hacía una persona que se acerca demasiado a tu novia a pesar de saber que no tiene ninguna posibilidad con ella”. Sabía que Basur, como le había llamado Aarón, era un primo o tío, aunque descartaba la segunda por la edad de este, de Kate pero aun así sentía esa pelusa hacía él por acercarse tanto a ella. Alto, musculoso, de ojos marrones y pelo castaño. Con las palabras “Chef” y “Gourmet” tatuadas en la muñeca izquierda y en la derecha un cuchillo y un tenedor con el típico gorrito blanco con ondas cubriendo un poco los utensilios. O era un cocinero, o le gustaba la cocina eso estaba claro. Siguió analizándole y su instinto le hizo sentir cierta “Repulsión” hacía él pensando en lo muy diferentes que eran. Pero esa repulsión desapareció enseguida al recordar la gran sonrisa que mostró su novia al reconocer de quien era la voz. Si la hacía feliz, él también era feliz.
- * Bueno, ¿y que es de esa prueba?* - Repitió el joven al acomodarse en la silla.
- *Jesús, déjala en paz* - Dijo Raquel. “Así que se llama Jesús” pensó Castle. También se fijó en el inmenso parecido que tenían la mujer y el hombre y supo que eran hermanos.
- *No, quiero una prueba* - Se cruzó de brazos sin cambiar de opinión y clavó su mirada en su prima, quien cada vez tenía las mejillas más rojas.
- ¿Qué pasa? – Preguntó Castle al percatarse de las coloradas mejillas de ella y de que casi todos les miraban a los dos.
- Nada – Le contestó rápidamente. Aarón al ver la situación, aprovechó que estaba sentado al lado del escritor y le hizo un gesto para que se acercara a él. Le susurró algo al oído y Castle asintió preguntándole un casi inaudible “¿Estás seguro?” A lo que Aarón reafirmó cerrando el puño y levantando el dedo pulgar hacia arriba. Entonces, para sorpresa de todos, Castle se levantó y la tomó con una mano de la cintura y con otra de la nuca para unir sus bocas. Ella se sorprendió al principio pero al sentir los cálidos labios del escritor sobre los suyos le correspondió mostrándoles la prueba que tanto estaba deseando tener Jesús.
Por su parte, Rick esperaba recibir una bofetada o un empujón o algo parecido al atreverse a hacer eso delante de todos pero su sorpresa fue mayor cuando, después de separarse, le abrazó y dejó un suave beso en su mejilla.
- *¿te vale eso como prueba?* - Preguntó Kate mirando a su primo con superioridad. Le vio asentir con la cabeza así que decidió seguir con las presentaciones - *Bueno, estas son Alexis y Martha, hija y madre de Castle * - “Mierda” pensó. Se volvió a poner colorada al acordarse de que Alexis y Martha estaban delante cuando ellos se besaron. Sabía que ellas lo veían normal, pero aun así sentía mucha vergüenza al hacer alguna muestra de cariño a Castle delante de ellas. Se juró que mataría a su hermano por haber planeado aquello. Les vio susurrar y la mirada que le hizo Rick a Aarón al preguntarle que si estaba seguro confirmó sus dudas. Pero ya se encargaría de cantarle las cuarenta más tarde – *Esta es Jenny, la mujer de Ryan y ella es Avril, la novia de Aarón* - Kate dijo lo último con una sonrisa de maldad, esperando que su primo hiciera algo parecido que con ella y Castle pero no fue así. Simplemente dijo “Muy guapa” a lo que Aarón contesto “Lo sé” - *Oh, ¡Venga ya!* - Se quejó la detective - *A mí me obligas a besarme con él para demostrarte que estamos juntos y a Aarón con un “Muy guapa” – Dijo imitándole – te basta*.
- *Somos hombres Kate, nos entendemos entre nosotros* - Contestó su hermano.
- * Además, no tenías por qué haberte besado con él si no querías* - añadió Jesús, dando por finalizada la conversación.
- *Tú te callas* - Señaló a su hermano - *Y tú…* - Resopló frustrada - * Es inútil discutir con vosotros, siempre estás los dos unidos en mi contra* - La familia se rio debido al comentario de Kate y esta se dedicó a presentar a su amigos, sus familiares. Apenas se quedaron con algún nombre. Eran 50 personas y era imposible aprenderse todos. Castle apenas la prestaba atención al decir los nombres. Se estaba dedicando a analizar por encima a cada uno. Le llamó la atención las dos jóvenes asiáticas y las dos cubanas a quienes ya había observado antes y dos gemelos de unos… 25-30 años.
Una hora después, todas las presentaciones habían acabado y estaban charlando animadamente todos juntos en el salón, mientras Basur, Nuria y Raquel preparaban la comida en la cocina. Los críos pequeños de entre 3 y 14 años jugaban en el espacio libre del salón corriendo unos detrás de otros. El llanto de uno de los más pequeños llamó la atención de los adultos. Teo, el primo pequeño de los hermanos se había caído al suelo mientras huía de Sarah, dos años mayor que él. Sonia hizo un amago de levantarse para acercarse a su hijo pero Kate negó, diciendo que se ocupaba ella. Se levantó de la silla y se aproximó al niño que estaba sentado en el suelo, con las manos frotándose los ojos llorando sin control. La detective se agachó a su lado apartándole con delicadeza las manos de los ojos. Extendió la mano derecha para mostrarla dónde le dolía y ella la besó con ternura. Cuando se calmó, Teo alzó los brazos para que le cogiera y Kate lo hizo con mucho gusto. El chiquillo se apoyó en el pecho de su prima y rodeo su cuello con los brazos. Por su parte, la detective se acercó a la mesa con el niño en brazos.
Castle que no la quitó el ojo mientras intentaba calmar al pequeño. Sonrió casi sin darse cuenta al ver lo bien que se llevaba Kate con los niños. La idea de tener hijos con ella pasó por su cabeza por primera vez desde que eran pareja. Le encantaría tener a una mini Beckett o un mini Castle corriendo por la casa. Pero acababan de empezar su relación y no podía pensar aquello ahora y mucho menos sacar el tema con ella porque sabía que entonces sería el fin de sus sueños. De momento estaba genial tal y como se encontraba. Cuatro años. Cuatro años estuvo esperando para poder dar el paso y ahora que lo había conseguido no se adelantaría. De eso estaba seguro. Tenía que dar “Tiempo al tiempo” como la gustaba decir a su madre.
Cuando Teo se tranquilizó y descansó en los brazos de su prima, se separó un poco de ella y le cogió las mejillas con las manos. Esta las hinchó y se puso bizca, haciendo reír al pequeño. Su risa era contagiosa y al final todos acabaron como poco, sonriendo. Kate abrió un poco las piernas dejando sitió a Teo para ponerse de pie en la silla y le agarró las manos. El pequeño empezó a saltar mientras canturreaba una canción y con bastante maña se bajó de la silla cuando estaba distraída. Por debajo de la mesa se acercó a Castle y le tiró un poco del pantalón con su diminuta manita para llamar su atención. Rick se asomó y cuando le vio le hizo un gesto para que se pusiera a su lado. El niño accedió y le hizo un gesto a él, indicándoles que se agachara un poco. El escritor encorvó un poco la espalda para llegar a la altura de Teo y este puso una mano alrededor de la oreja del mayor para susurrarle algo. Pero no lo susurró. Lo dijo en voz alta.
-*¿Querez a mi pima?* - Se le oyó decir.
- * Mucho* - Contestó Castle. Había entendido lo que dijo. Y aunque no sabía mucho español, se podía defender. Kate sonrió al oírle decir aquello. Le quedaba tan bien el acento al hablar español que se derretía por dentro cada vez que lo hacía.
- *¿Y cuándo me dareiz un pimito?* - Preguntó el crío provocando la risa descontrolada de Aarón, las mejillas rojas de Kate que se escondía la cara entre sus manos y las risas del resto de los españoles.
- Eso, no lo he entendido – Dijo el escritor negando con la cabeza – Pero me imagino que no tenía que haberlo dicho ¿Verdad? – Apuntó viendo lo roja que se había puesto su novia.
- Ha dicho que… - Tuvo que tomar una pausa porque la risa le podía – Que haber… - Otra pausa – ¡Que haber cuando le dais un primito! – Aarón explotó de la risa al terminar de decir la frase y por primera vez las mejillas del escritor se tornaron de rosa también. Puso una mano en su nuca y miró al techo para reírse, intentando evitar la vergüenza que estaba pasando en ese momento. Alexis había sonreído ante la ocurrencia del pequeño. La verdad es que no la importaría tener un hermanito o hermanita pequeña y mucho menos que Kate fuese su madre. Se lo había planteado más de una vez desde que estaban juntos y estaba segura de que la detective era la mujer que tanto estuvo esperando para su padre. Desde que había entrado en su vida hace más de 4 años, la joven se había planteado un futuro con ella en su familia. Pero los acontecimientos sucedidos hacía un año la habían nublado esos pensamientos. Vio lo muy afectado que estaba su padre después de saber que le mintió y tuvo que saberlo en un interrogatorio y no porque se lo hubiera dicho ella. Y lo peor es que lo había vivido en primera fila. Cada día, veía entrar a su padre por la puerta y dirigirse a su cuarto, muchas veces sin saludar. Eso la mataba por dentro. Se prometió a si misma que nunca la perdonaría. Pero cuando vio entrar a su padre por la puerta, con una sonrisa de oreja a oreja y les dijo que la razón era porque al fin, Kate había decidido dar el paso, se olvidó de aquella promesa y aunque al principio la costó, acabó tratándola casi como antes. Pensó en ayudarles a salir de ese lio, pero prefirió esperar para ver que decía Kate. Había entendido todo desde el principio, debido a las clases que dio de español en su colegio y no pudo evitar que una risita interior saliera de su interior al oír al pequeño.
- *Eso no se dice Teo* - Dijo una Kate completamente colorada.
- *Pero me daréiz un pimito ¿no?* - Repitió el niño cruzándose de brazos mostrando su impaciencia. La detective miro a su hermano y susurro un “Ayúdame” pero el hombre la ignoro. Estaba disfrutando de aquello, y mucho.
- * Mira que espabilado* - Soltó uno de los gemelos. Teo al oírle, le miro y le sacó la lengua.
- *Tendrás primitos, o eso espero* - Confesó la detective, a quien el calor de sus mejillas había aumentado más si se podía. Aarón y Alexis la miraron de inmediato. Ninguno de los dos se esperaba esa contestación. Se imaginaban que esquivaría la pregunta de alguna forma pero hizo todo lo contrario.
Fue entonces, cuando Aarón supo que el alma de su hermana había resucitado derribando todos y cada uno de los ladrillos del muro interior que formo cuando su madre murió hace 22 años. La llegada del escritor a su vida la había cambiado por completo. Estaba consiguiendo recuperar la personalidad que siempre la había caracterizado y no la dura y fría detective que se decidió a mostrar al mundo. Volvía a ser ella y solo ella. Sabía que la muerte de su madre dejará una huella permanente, tanto en ella como en él, pues el tiempo no cura las heridas si no que las coloca una fina capa de piel por encima pero gracias a Castle, esa capa parecía ser cada vez más y más gorda.
Por otro lado, Alexis sonrió al escuchar esas palabras salir de la boca de la detective. Miro a su padre y por la cara que tenía comprendió que no había entendido lo que Kate dijo y se apuntó en la cabeza contárselo cuando ella no estuviera presente.
A medida que pasaban las horas, más gente iba llegando. Al final, sobre las 15:00 en el salón había unas 70 personas. Los adultos prepararon la mesa y media hora después todos empezaron a comer. Para picar, Basur había hecho una especia de plato, parecido a lo que ponen en los restaurantes, que ninguno supo acertar lo que era pero tenían que admitir que estaba buenísimo. También había los típicos entrantes españoles. Jamón, queso, chorizo etc. Después como segundo plato, una enorme paellera cruzaba la puerta llenando la sala de un olor delicioso. Los americanos miraron el plato con cara extraña. Nunca habían visto algo así y mucho menos lo habían probado. Pero al ver como lo comían el resto, se animaron ellos también y más de uno repitió. Pero lo más emotivo de la comida fue el postre. Nuria apagó las luces y abrió la puerta para dejar entrar a Basur con la tarta de chocolate. A lo lejos, parecía normal pero cuando se fue acercando, pudieron ver el mensaje escrito. Una tarta de chocolate rellena de nata y cubierta también de chocolate, rodeada toda ella por kit kats y en el centro escrito en chocolate blanco e iluminado por dos velas, ponía: “Bienvenidos a casa Beckett’s” Kate al verlo no pudo evitar que se le saltaran las lágrimas, y acabó contagiando la sentimentalidad a Aarón. Antes de cortarla, la detective le sacó varias fotos con el móvil. Quería tener un recuerdo de ella. Aarón hizo los honores y cortó la tarta con bastante maña. Repartió los pedazos y todos disfrutaron de aquel exquisito manjar preparado por el chef de la familia.
Pero los recuerdos llegan en el momento que menos te lo esperas. En la sobremesa, Neila de tan solo 2 años, se acercó gateando hacía su primo segundo. Aarón la cogió con todo el cariño del mundo pero la herida le tiró y casi cae a la pequeña al suelo. Aun así, aguanto el dolor para no dañar a la cría pero no pudo evitar que un grito desgarrador saliera de su garganta. Kate, al oírlo, se acercó rápidamente hacia él y cogió a la pequeña en sus brazos. Cuando tuvo los brazos libres, se colocó uno en el pecho en el lugar donde procedía el dolor. La detective dejó a Neila con el resto de niños y volvió donde estaba su hermano, rodeado de todos los demás.
- Creo que se me ha abierto la herida – Dijo mirando a Kate con un ojo pues el otro le mantenía cerrado por el dolor.
- Túmbate en el suelo – Le ordenó su hermana. Él la hizo caso y se recostó en el frío suelo de la sala - *¿Alguien tiene una manta?* - Preguntó. Fran, uno de los gemelos asintió y se fue a gran velocidad al coche – No tenías que haberla cogido.
- Lose, pero tranquila, no es nada – Dijo intentando esconder el dolor con una sonrisa pero eso con su hermana no colaba.
- Castle, ve al coche y coge la caja blanca que hay en el maletero – Le mandó Kate. A los pocos segundos, el escritor había desaparecido del lugar. Kate levantó la camiseta con cuidado a su hermano y comprobó que una de las heridas se había abierto. El apósito estaba ensangrentado y tan solo había pasado algunos minutos. Fran regresó con la manta y con cuidado la colocaron debajo de Aarón. Pocos segundos después, Castle entraba por la puerta con el maletín – Lanie – La forense le colocó la mano en el hombro a su amiga para hacerla entender que se ocupaba ella. Algunos adultos sacaron a los pequeños de allí, llevándoles a otro cuarto. Y después abandonaron la sala, quedando dentro Lanie, Kate y Avril.
- Te va a doler – Le dijo Lanie siendo sincera. Se agachó a su lado y le quitó el apósito con cuidado. Después sacó del maletín los instrumentos necesarios para coserle la herida y le miró.
- Haz lo que tengas que hacer – Declaró Aarón quien con los ojos se retorcía de dolor por dentro.
Desde fuera se podían oír algunos de los gritos que el joven no podía reprimir. Kate no había sido capaz de permanecer dentro así que salió fuera y cuando se iba a derrumbar, sintió unos brazos alrededor de su cuerpo, como si fueran su casa. Aquellos brazos que la apoyaron hacía casi un mes cuando recibió la llamada. Jamás había oído gritar así a si hermano. En su voz se podía notar todo el dolor que estaba pasando. Tenían que haber esperado a que se recuperase del todo para venir a España. Pero no lo hicieron y ahora él estaba allí dentro sufriendo.
Cuarto de hora después Lanie abría la puerta para dejarles pasar. Durante ese tiempo, la voz de Aarón no dejó de oírse y si no fuera por el apoyo de todos a su alrededor, Kate no hubiera podido aguantarlo. Fue ella quien entró la primera. Se acercó a su hermano que seguía tumbado en el suelo. Se le veía mal, muy mal. Estaba completamente pálido y estaba tiritando. Con la ayuda de Basur y los gemelos, Alfredo y Fran, le llevaron hasta un cuarto donde para su suerte había una cama y le ayudaron a recostarse en ella. Salieron de allí después de aconsejarle que descansara y entraron Kate y Avril. La segunda le dio un corto pero intenso beso en los labios y le cubrió con la manta que había recogido del suelo del salón. Salió de la habitación para dejarles solos. Kate, que había permanecido en el marco de la puerta, se acercó y se sentó en una silla arrimándola a la cama. Le tomó de la mano y notó como él se relajaba. Respiraba hondo, hinchando su pecho al inspirar y bajándole al espirar. Poco a poco se fue acompasando y cuando se sintió preparada para hablar le miró a los ojos aunque él los tenía cerrados.
- Lo siento – Susurró.
- ¿El qué? – Preguntó abriendo los ojos despacio.
- Esto – Apartó la vista mientras una lágrima caía de su ojo.
- Kate, sabes que no es culpa tuya…
- Si no hubiéramos venido tan pronto, hubieras podido recuperarte y ahora no estaríamos así – Le interrumpió.
- Si no hubiéramos venido tan pronto, hubiera cogido algún otro peso allí y Lanie no hubiera estado al lado para curarme – La sonrió mostrándola toda la calma que necesitaba en ese momento.
- Descansa, intenta dormir algo. Vendré a verte en un rato. Cualquier cosa que necesites avisa – Le dio un beso en la cabeza – Te quiero – Y con cuidado, cerró la puerta.
Respiró hondo un par de veces y se preparó para lo que venía ahora. Tendría que explicarles por qué Aarón tenía esas heridas y por enésima vez, su madre aparecería en estas fiestas.
Al entrar al salón, miles de ojos se posaron en ella. Noto como un escalofrío recorría su cuerpo y no pudo evitar que las imágenes del intento de asesinato de su hermano volvieran a su cabeza. Se sentó en su silla y esperó a que alguien comenzara la conversación. Sabía que debía hacerlo ella, pero no podía.
- *¿Qué le pasó?* - Se atrevió a preguntar Diego. Kate volvió a respirar hondo y para su fortuna, la mano de Castle se posó sobre la suya, acariciándola tiernamente para después agarrarla con firmeza. Ese simple gesto fue toda la fuerza que necesitaba para explicar lo sucedido. Y así lo hizo. Fue explicando cada una de las cosas ocurridas y los espectadores atendieron sin perder un solo detalle. Pero al llegar al momento dónde su madre entraba en la historia tuvo que parar, respirar hondo de nuevo y agarrarse a la mano de Castle, porque sentía que aquello era lo único que la mantenía a flote.
- *A parte de mi hermano, vosotros sois las personas que mejor sabéis lo mal que lo pasé cuando murió mamá. Desde entonces me propuse hacerla justicia. Y todavía lo estoy intentando – Su voz se quebraba – Metí una bala en el corazón al que la clavó aquellos cuchillos sin piedad, pero él no tenía nada que ver. Le contrataron para hacerlo y sabía quiénes lo hicieron. Sabía quiénes la querían muerta pero tuve que dispararle porque si no él hubiera matado a Castle - Se tomó un pequeño descanso para que sus familiares asimilaran lo que les estaba contando – Después atentaron contra mi vida. Me intentaron matar en el funeral de mi capitán, el cual sacrifico su vida para defenderme. Y si no hubiera sido por Rick, ahora estaría junto a mi madre. Vio al francotirador y corrió para apartarme. La bala casi le da a él – No fue capaz de mirarle. Solo el pensar que si hubiera llegado a tiempo y hubiera recibido la bala matándole, se le partía el corazón – Pero sobreviví y cuando vieron que a mí no me importaba morir, fueron a por lo que más quiero – Una lagrima humedeció sus mejillas – Aarón estaba caminando con Avril por la calle cuando se acercó alguien y le acuchilló. Yo no sabía nada hasta que me llamaron del hospital diciéndome que mi hermano estaba en quirófano y no sabían si seguiría con vida o no. Estaba en comisaría y me derrumbé. Me derrumbe. No podía perderle a él también. Ya perdí a mama y no soportaría que también se fuese Aarón – Su mirada estaba perdida en algún sitio indefinido de la sala - Así que gracias a Castle y a su avión privado fuimos a Sacramento y cuando le dieron el alta volvimos a Nueva York. Como no sabíamos quiénes eran los que le intentaban matar, decidimos venir a pasar las navidad a España. Así podría reposar y a la vez huir de los que le intentan matar – Terminó levantando la vista y haciendo un pequeño recorrido con ella por todos sus familiares. Tal y como ella se esperaba, estaban sorprendidos y angustiados por lo que su prima, para algunos y sobrina, para otros, les acababa de contar.
Nadie se atrevió a decir nada. Castle, al ver lo afligida que estaba la abrazó con todas sus fuerzas. Sabía lo duro que era para ella hablar de eso. Lo mucho que la costaba abrirse. Incluso con su familia. Pero aun así lo conto. Su familia merecía saberlo. Sin embargo, omitió varias cosas. No contó lo del divorcio, ni lo de la llamada de Gates. Supuso que se lo había guardado para no preocuparles más de lo que estaban.
- *Voy a ver qué tal está Aarón* - Dijo después de secarse la cara.
- ¿Dónde vas? – Preguntó Rick al ver que se levantaba.
- ¿Vienes? – Le contestó ella.
Ambos se levantaron y se dirigieron al cuarto donde se encontraba el recién paciente de una operación improvisada. Kate llamó a la puerta y entró. Al entrar, se encontró a Aarón despierto, tumbado sobre la cama y mirando al techo.
- ¿Ves alucinaciones o algo así? – Preguntó la detective con una pequeña sonrisa en la cara.
- Perdonad, estaba en mi mundo – Respondió él mirándoles a los dos. Por respuesta, recibió una sonrisa amiga de Castle y una negación con la cabeza por parte de su hermana.
- ¿Qué tal estás? – Dijo ella acercándose.
- Mejor. Lanie es una gran médica.
- Corrijo, medica forense – Intervino el escritor por primera vez.
- ¿Te duele? – Preguntó preocupada.
- Un poco, pero estoy mucho mejor – Admitió - ¿Vamos con los demás?
- ¿Seguro que estas bien? – Insistió Kate.
- Seguro. Vamos.
Volvieron al salón donde la conversación que tuvieron minutos antes había desaparecido. Entre todos, decidieron no hablar de aquello para no herir más a los hermanos. Así que durante el resto del día lo pasaron disfrutando de la compañía de parientes con los que hacía más de 15 años que no se reunían.
La pequeña Neila se acercó hacía Aarón y Kate la cogió. Le dio un besito en la mejilla como muestra de perdón y se bajó de los brazos de la detective para aproximarse a su hermano, Teo, que estaba jugando con unos cochecitos de plástico.
Al poco rato, Lorena, una joven de 14 años, castaña, de ojos marrones y muy guapa invitó les invitó a todos a bailar y muchos de ellos accedieron. Instaló la wii y se pusieron a jugar al Just Dance 4. En la primera ronda, jugaron Lorena, Kate, Alexis y Lanie. Las cuatro tenían suficiente maña y quedaron bastante igualadas. En cambio, en la siguiente ronda, jugaron Esposito, Castle, Ryan y Basur. Ninguno pasó de la primera estrella, provocando risas y burlas por parte de las chicas.
Pasaron el resto de la tarde divirtiéndose juntos, aprovechando las pocas horas que les quedaban antes de la despedida. El tiempo se les pasó volando y antes de que se dieran cuenta ya había anochecido. Cuando Kate miró el reloj comprobó que se había hecho demasiado tarde. Las 23:00. Deberían volver a casa. Tenían un par de horas de camino. Espero media hora más y cuando la gente empezó a irse, decidió que ellos también.
Lo peor en las reuniones familiares son las despedidas. No sabes cuánto tiempo pasara hasta que lo vuelvas a ver, o ni siquiera si les volverás a ver algún día. Las despedidas sin duda, es una de las peores cosas de la vida. Y en ese momento, los hermanos sentían una mayor atracción de la gravedad hacía sus familiares. Puede que solo pasen unos días hasta que los vuelvan a ver, o pueden que pasen muchos años. Y lo peor es, que no lo saben. No saben siquiera si les volverán a ver. Sobre todo ella. Es detective de homicidios. Cualquier día puede recibir un balazo y no sobrevivir. No volver a ver esos rostros tan conocidos pero a la vez tan lejanos… A pesar de todo ello, cuando llega el momento de partir, lo primero que hacen es asegurarse de que nadie se libre de tu abrazo y tus dos besos en la mejilla, pues aunque sea más fácil irse sin despedirse, sienten que si no lo haces, nunca has estado allí. Y una vez las despedidas terminaron, con lágrimas de nostalgia, los 10 “americanos” montaron en la oscura furgoneta, de vuelta a Santovenia.
Se que he estado muchos, demasiados días sin dar señales en el fic, pero entre el viaje a Francia que marcho el lunes, los exámenes que últimamente parece que es lo único que veo, y mi preparación para la siguiente fase de la Olimpiada Matemática a la cual he pasado, me falta tiempo. El capitulo es más largo que de costumbre, bastante más. Os dije que tendríais dos capítulos antes de que me fuera a Francia, pero decidí hacer solo uno y más largo.
No se cuando volveré a subir algo nuevo. Vuelvo de Francia el domingo 9 a si que hasta ese día no podré volver a escribir nada. Y eso, sumado a dos pequeños One-Short que se me han ocurrido hacer pues.... Tardaré en volver a subir otro capitulo. Os pido disculpas adelantadas y espero que me podáis perdonar
Un beso enorme a todos, y muchas gracias por leer y comentar!!
45
Después de todas las presentaciones y saludos que lleva el no verse durante tanto tiempo, se sentaron todos alrededor de la mesa tras añadir diez sillas más al círculo. Cuando estuvieron sentados, Kate se fijó que había una silla libre y preguntó quién se sentaba allí. Su prima Sonia la dijo que era alguien que había salido un momento al coche a recoger algo y que enseguida volverá. Ella no le dio importancia y empezó a presentar a su familia y amigos.
- *Bueno, estos son Javier Espósito, Kevin Ryan y Lanie Parish trabajan conmigo en la comisaría. Richard Castle, famoso escritor que ya conoceréis todos…* - Iba a seguir hablando pero Nuria la interrumpió.
- *¿No nos tienes que decir algo más sobre Castle?* - Preguntó entrecerrando los párpados.
- *Mira que eres… No, no tengo nada más que decir* - Se intentó defender ella.
- *Familia…* - Dijo casi gritando Aarón – *Mi hermana y el famoso escritor son pareja* – Observó como todos miraron a Kate de repente y como ella se ponía roja como un tomate. Empezó a reírse sin control y cuando pudo calmarse después de recibir varias collejas por parte de la detective se acercó y la susurró al oído – Ves tampoco era tan difícil – Recibió otra colleja y se echó a reír de nuevo.
- *¿Estáis juntos?* - Pregunto una joven asiática, pocos años menor que Kate. Entonces los americanos se acordaron de la conversación que tuvieron en el loft de Castle, días antes de marchar para España. Aquella era una de las dos jóvenes chinas de las que hablaron los hermanos. Prácticamente a la vez, echaron un vistazo a su alrededor para encontrar a las dos jóvenes cubanas y a la otra joven china. Y las encontraron a las tres, cada una con sus rasgos típicos del país al que pertenecían. Pero las cuatro eran muy guapas.
- *Si* - Dijo en un susurro la detective.
- *Pues entonces queremos una prueba* - Kate notó aquella voz en su espalda y cuando la designó a la persona que era, abrió los ojos como platos y una sonrisa jamás vista en su rostro le iluminó como una farola ilumina una oscura y fría noche de invierno. Se giró y le vio, levantándose con velocidad para abrazarlo lo más fuerte que pudo. Él hombre la sujetó con sus brazos dejando un sonoro beso en su mejilla.
- *Basur tío, cuanto tiempo* - Dijo Aarón levantándose también de la silla y acercándose a él. Cuando estuvieron a la misma altura, ambos cerraron el puño y les chocaron para después abrir la mano como si al juntarles explotara una bomba y les hiciera retroceder hacia atrás, gritando “Fogg Willy”. Después se abrazaron y cada uno se sentó en su silla. Tal y como Kate predijo para sí misma, la silla libre que había en el círculo era de él. Volvió a sonreír como una tonta al pensar la cantidad de años que habían pasado desde la última vez que le vio.
En cambio, Castle no pudo evitar sentir una sensación extraña en su estómago y corazón. Algo a lo que la mayoría de la gente llama “celos” pero él, en este caso, prefería llamarlo “Envidia hacía una persona que se acerca demasiado a tu novia a pesar de saber que no tiene ninguna posibilidad con ella”. Sabía que Basur, como le había llamado Aarón, era un primo o tío, aunque descartaba la segunda por la edad de este, de Kate pero aun así sentía esa pelusa hacía él por acercarse tanto a ella. Alto, musculoso, de ojos marrones y pelo castaño. Con las palabras “Chef” y “Gourmet” tatuadas en la muñeca izquierda y en la derecha un cuchillo y un tenedor con el típico gorrito blanco con ondas cubriendo un poco los utensilios. O era un cocinero, o le gustaba la cocina eso estaba claro. Siguió analizándole y su instinto le hizo sentir cierta “Repulsión” hacía él pensando en lo muy diferentes que eran. Pero esa repulsión desapareció enseguida al recordar la gran sonrisa que mostró su novia al reconocer de quien era la voz. Si la hacía feliz, él también era feliz.
- * Bueno, ¿y que es de esa prueba?* - Repitió el joven al acomodarse en la silla.
- *Jesús, déjala en paz* - Dijo Raquel. “Así que se llama Jesús” pensó Castle. También se fijó en el inmenso parecido que tenían la mujer y el hombre y supo que eran hermanos.
- *No, quiero una prueba* - Se cruzó de brazos sin cambiar de opinión y clavó su mirada en su prima, quien cada vez tenía las mejillas más rojas.
- ¿Qué pasa? – Preguntó Castle al percatarse de las coloradas mejillas de ella y de que casi todos les miraban a los dos.
- Nada – Le contestó rápidamente. Aarón al ver la situación, aprovechó que estaba sentado al lado del escritor y le hizo un gesto para que se acercara a él. Le susurró algo al oído y Castle asintió preguntándole un casi inaudible “¿Estás seguro?” A lo que Aarón reafirmó cerrando el puño y levantando el dedo pulgar hacia arriba. Entonces, para sorpresa de todos, Castle se levantó y la tomó con una mano de la cintura y con otra de la nuca para unir sus bocas. Ella se sorprendió al principio pero al sentir los cálidos labios del escritor sobre los suyos le correspondió mostrándoles la prueba que tanto estaba deseando tener Jesús.
Por su parte, Rick esperaba recibir una bofetada o un empujón o algo parecido al atreverse a hacer eso delante de todos pero su sorpresa fue mayor cuando, después de separarse, le abrazó y dejó un suave beso en su mejilla.
- *¿te vale eso como prueba?* - Preguntó Kate mirando a su primo con superioridad. Le vio asentir con la cabeza así que decidió seguir con las presentaciones - *Bueno, estas son Alexis y Martha, hija y madre de Castle * - “Mierda” pensó. Se volvió a poner colorada al acordarse de que Alexis y Martha estaban delante cuando ellos se besaron. Sabía que ellas lo veían normal, pero aun así sentía mucha vergüenza al hacer alguna muestra de cariño a Castle delante de ellas. Se juró que mataría a su hermano por haber planeado aquello. Les vio susurrar y la mirada que le hizo Rick a Aarón al preguntarle que si estaba seguro confirmó sus dudas. Pero ya se encargaría de cantarle las cuarenta más tarde – *Esta es Jenny, la mujer de Ryan y ella es Avril, la novia de Aarón* - Kate dijo lo último con una sonrisa de maldad, esperando que su primo hiciera algo parecido que con ella y Castle pero no fue así. Simplemente dijo “Muy guapa” a lo que Aarón contesto “Lo sé” - *Oh, ¡Venga ya!* - Se quejó la detective - *A mí me obligas a besarme con él para demostrarte que estamos juntos y a Aarón con un “Muy guapa” – Dijo imitándole – te basta*.
- *Somos hombres Kate, nos entendemos entre nosotros* - Contestó su hermano.
- * Además, no tenías por qué haberte besado con él si no querías* - añadió Jesús, dando por finalizada la conversación.
- *Tú te callas* - Señaló a su hermano - *Y tú…* - Resopló frustrada - * Es inútil discutir con vosotros, siempre estás los dos unidos en mi contra* - La familia se rio debido al comentario de Kate y esta se dedicó a presentar a su amigos, sus familiares. Apenas se quedaron con algún nombre. Eran 50 personas y era imposible aprenderse todos. Castle apenas la prestaba atención al decir los nombres. Se estaba dedicando a analizar por encima a cada uno. Le llamó la atención las dos jóvenes asiáticas y las dos cubanas a quienes ya había observado antes y dos gemelos de unos… 25-30 años.
Una hora después, todas las presentaciones habían acabado y estaban charlando animadamente todos juntos en el salón, mientras Basur, Nuria y Raquel preparaban la comida en la cocina. Los críos pequeños de entre 3 y 14 años jugaban en el espacio libre del salón corriendo unos detrás de otros. El llanto de uno de los más pequeños llamó la atención de los adultos. Teo, el primo pequeño de los hermanos se había caído al suelo mientras huía de Sarah, dos años mayor que él. Sonia hizo un amago de levantarse para acercarse a su hijo pero Kate negó, diciendo que se ocupaba ella. Se levantó de la silla y se aproximó al niño que estaba sentado en el suelo, con las manos frotándose los ojos llorando sin control. La detective se agachó a su lado apartándole con delicadeza las manos de los ojos. Extendió la mano derecha para mostrarla dónde le dolía y ella la besó con ternura. Cuando se calmó, Teo alzó los brazos para que le cogiera y Kate lo hizo con mucho gusto. El chiquillo se apoyó en el pecho de su prima y rodeo su cuello con los brazos. Por su parte, la detective se acercó a la mesa con el niño en brazos.
Castle que no la quitó el ojo mientras intentaba calmar al pequeño. Sonrió casi sin darse cuenta al ver lo bien que se llevaba Kate con los niños. La idea de tener hijos con ella pasó por su cabeza por primera vez desde que eran pareja. Le encantaría tener a una mini Beckett o un mini Castle corriendo por la casa. Pero acababan de empezar su relación y no podía pensar aquello ahora y mucho menos sacar el tema con ella porque sabía que entonces sería el fin de sus sueños. De momento estaba genial tal y como se encontraba. Cuatro años. Cuatro años estuvo esperando para poder dar el paso y ahora que lo había conseguido no se adelantaría. De eso estaba seguro. Tenía que dar “Tiempo al tiempo” como la gustaba decir a su madre.
Cuando Teo se tranquilizó y descansó en los brazos de su prima, se separó un poco de ella y le cogió las mejillas con las manos. Esta las hinchó y se puso bizca, haciendo reír al pequeño. Su risa era contagiosa y al final todos acabaron como poco, sonriendo. Kate abrió un poco las piernas dejando sitió a Teo para ponerse de pie en la silla y le agarró las manos. El pequeño empezó a saltar mientras canturreaba una canción y con bastante maña se bajó de la silla cuando estaba distraída. Por debajo de la mesa se acercó a Castle y le tiró un poco del pantalón con su diminuta manita para llamar su atención. Rick se asomó y cuando le vio le hizo un gesto para que se pusiera a su lado. El niño accedió y le hizo un gesto a él, indicándoles que se agachara un poco. El escritor encorvó un poco la espalda para llegar a la altura de Teo y este puso una mano alrededor de la oreja del mayor para susurrarle algo. Pero no lo susurró. Lo dijo en voz alta.
-*¿Querez a mi pima?* - Se le oyó decir.
- * Mucho* - Contestó Castle. Había entendido lo que dijo. Y aunque no sabía mucho español, se podía defender. Kate sonrió al oírle decir aquello. Le quedaba tan bien el acento al hablar español que se derretía por dentro cada vez que lo hacía.
- *¿Y cuándo me dareiz un pimito?* - Preguntó el crío provocando la risa descontrolada de Aarón, las mejillas rojas de Kate que se escondía la cara entre sus manos y las risas del resto de los españoles.
- Eso, no lo he entendido – Dijo el escritor negando con la cabeza – Pero me imagino que no tenía que haberlo dicho ¿Verdad? – Apuntó viendo lo roja que se había puesto su novia.
- Ha dicho que… - Tuvo que tomar una pausa porque la risa le podía – Que haber… - Otra pausa – ¡Que haber cuando le dais un primito! – Aarón explotó de la risa al terminar de decir la frase y por primera vez las mejillas del escritor se tornaron de rosa también. Puso una mano en su nuca y miró al techo para reírse, intentando evitar la vergüenza que estaba pasando en ese momento. Alexis había sonreído ante la ocurrencia del pequeño. La verdad es que no la importaría tener un hermanito o hermanita pequeña y mucho menos que Kate fuese su madre. Se lo había planteado más de una vez desde que estaban juntos y estaba segura de que la detective era la mujer que tanto estuvo esperando para su padre. Desde que había entrado en su vida hace más de 4 años, la joven se había planteado un futuro con ella en su familia. Pero los acontecimientos sucedidos hacía un año la habían nublado esos pensamientos. Vio lo muy afectado que estaba su padre después de saber que le mintió y tuvo que saberlo en un interrogatorio y no porque se lo hubiera dicho ella. Y lo peor es que lo había vivido en primera fila. Cada día, veía entrar a su padre por la puerta y dirigirse a su cuarto, muchas veces sin saludar. Eso la mataba por dentro. Se prometió a si misma que nunca la perdonaría. Pero cuando vio entrar a su padre por la puerta, con una sonrisa de oreja a oreja y les dijo que la razón era porque al fin, Kate había decidido dar el paso, se olvidó de aquella promesa y aunque al principio la costó, acabó tratándola casi como antes. Pensó en ayudarles a salir de ese lio, pero prefirió esperar para ver que decía Kate. Había entendido todo desde el principio, debido a las clases que dio de español en su colegio y no pudo evitar que una risita interior saliera de su interior al oír al pequeño.
- *Eso no se dice Teo* - Dijo una Kate completamente colorada.
- *Pero me daréiz un pimito ¿no?* - Repitió el niño cruzándose de brazos mostrando su impaciencia. La detective miro a su hermano y susurro un “Ayúdame” pero el hombre la ignoro. Estaba disfrutando de aquello, y mucho.
- * Mira que espabilado* - Soltó uno de los gemelos. Teo al oírle, le miro y le sacó la lengua.
- *Tendrás primitos, o eso espero* - Confesó la detective, a quien el calor de sus mejillas había aumentado más si se podía. Aarón y Alexis la miraron de inmediato. Ninguno de los dos se esperaba esa contestación. Se imaginaban que esquivaría la pregunta de alguna forma pero hizo todo lo contrario.
Fue entonces, cuando Aarón supo que el alma de su hermana había resucitado derribando todos y cada uno de los ladrillos del muro interior que formo cuando su madre murió hace 22 años. La llegada del escritor a su vida la había cambiado por completo. Estaba consiguiendo recuperar la personalidad que siempre la había caracterizado y no la dura y fría detective que se decidió a mostrar al mundo. Volvía a ser ella y solo ella. Sabía que la muerte de su madre dejará una huella permanente, tanto en ella como en él, pues el tiempo no cura las heridas si no que las coloca una fina capa de piel por encima pero gracias a Castle, esa capa parecía ser cada vez más y más gorda.
Por otro lado, Alexis sonrió al escuchar esas palabras salir de la boca de la detective. Miro a su padre y por la cara que tenía comprendió que no había entendido lo que Kate dijo y se apuntó en la cabeza contárselo cuando ella no estuviera presente.
A medida que pasaban las horas, más gente iba llegando. Al final, sobre las 15:00 en el salón había unas 70 personas. Los adultos prepararon la mesa y media hora después todos empezaron a comer. Para picar, Basur había hecho una especia de plato, parecido a lo que ponen en los restaurantes, que ninguno supo acertar lo que era pero tenían que admitir que estaba buenísimo. También había los típicos entrantes españoles. Jamón, queso, chorizo etc. Después como segundo plato, una enorme paellera cruzaba la puerta llenando la sala de un olor delicioso. Los americanos miraron el plato con cara extraña. Nunca habían visto algo así y mucho menos lo habían probado. Pero al ver como lo comían el resto, se animaron ellos también y más de uno repitió. Pero lo más emotivo de la comida fue el postre. Nuria apagó las luces y abrió la puerta para dejar entrar a Basur con la tarta de chocolate. A lo lejos, parecía normal pero cuando se fue acercando, pudieron ver el mensaje escrito. Una tarta de chocolate rellena de nata y cubierta también de chocolate, rodeada toda ella por kit kats y en el centro escrito en chocolate blanco e iluminado por dos velas, ponía: “Bienvenidos a casa Beckett’s” Kate al verlo no pudo evitar que se le saltaran las lágrimas, y acabó contagiando la sentimentalidad a Aarón. Antes de cortarla, la detective le sacó varias fotos con el móvil. Quería tener un recuerdo de ella. Aarón hizo los honores y cortó la tarta con bastante maña. Repartió los pedazos y todos disfrutaron de aquel exquisito manjar preparado por el chef de la familia.
Pero los recuerdos llegan en el momento que menos te lo esperas. En la sobremesa, Neila de tan solo 2 años, se acercó gateando hacía su primo segundo. Aarón la cogió con todo el cariño del mundo pero la herida le tiró y casi cae a la pequeña al suelo. Aun así, aguanto el dolor para no dañar a la cría pero no pudo evitar que un grito desgarrador saliera de su garganta. Kate, al oírlo, se acercó rápidamente hacia él y cogió a la pequeña en sus brazos. Cuando tuvo los brazos libres, se colocó uno en el pecho en el lugar donde procedía el dolor. La detective dejó a Neila con el resto de niños y volvió donde estaba su hermano, rodeado de todos los demás.
- Creo que se me ha abierto la herida – Dijo mirando a Kate con un ojo pues el otro le mantenía cerrado por el dolor.
- Túmbate en el suelo – Le ordenó su hermana. Él la hizo caso y se recostó en el frío suelo de la sala - *¿Alguien tiene una manta?* - Preguntó. Fran, uno de los gemelos asintió y se fue a gran velocidad al coche – No tenías que haberla cogido.
- Lose, pero tranquila, no es nada – Dijo intentando esconder el dolor con una sonrisa pero eso con su hermana no colaba.
- Castle, ve al coche y coge la caja blanca que hay en el maletero – Le mandó Kate. A los pocos segundos, el escritor había desaparecido del lugar. Kate levantó la camiseta con cuidado a su hermano y comprobó que una de las heridas se había abierto. El apósito estaba ensangrentado y tan solo había pasado algunos minutos. Fran regresó con la manta y con cuidado la colocaron debajo de Aarón. Pocos segundos después, Castle entraba por la puerta con el maletín – Lanie – La forense le colocó la mano en el hombro a su amiga para hacerla entender que se ocupaba ella. Algunos adultos sacaron a los pequeños de allí, llevándoles a otro cuarto. Y después abandonaron la sala, quedando dentro Lanie, Kate y Avril.
- Te va a doler – Le dijo Lanie siendo sincera. Se agachó a su lado y le quitó el apósito con cuidado. Después sacó del maletín los instrumentos necesarios para coserle la herida y le miró.
- Haz lo que tengas que hacer – Declaró Aarón quien con los ojos se retorcía de dolor por dentro.
Desde fuera se podían oír algunos de los gritos que el joven no podía reprimir. Kate no había sido capaz de permanecer dentro así que salió fuera y cuando se iba a derrumbar, sintió unos brazos alrededor de su cuerpo, como si fueran su casa. Aquellos brazos que la apoyaron hacía casi un mes cuando recibió la llamada. Jamás había oído gritar así a si hermano. En su voz se podía notar todo el dolor que estaba pasando. Tenían que haber esperado a que se recuperase del todo para venir a España. Pero no lo hicieron y ahora él estaba allí dentro sufriendo.
Cuarto de hora después Lanie abría la puerta para dejarles pasar. Durante ese tiempo, la voz de Aarón no dejó de oírse y si no fuera por el apoyo de todos a su alrededor, Kate no hubiera podido aguantarlo. Fue ella quien entró la primera. Se acercó a su hermano que seguía tumbado en el suelo. Se le veía mal, muy mal. Estaba completamente pálido y estaba tiritando. Con la ayuda de Basur y los gemelos, Alfredo y Fran, le llevaron hasta un cuarto donde para su suerte había una cama y le ayudaron a recostarse en ella. Salieron de allí después de aconsejarle que descansara y entraron Kate y Avril. La segunda le dio un corto pero intenso beso en los labios y le cubrió con la manta que había recogido del suelo del salón. Salió de la habitación para dejarles solos. Kate, que había permanecido en el marco de la puerta, se acercó y se sentó en una silla arrimándola a la cama. Le tomó de la mano y notó como él se relajaba. Respiraba hondo, hinchando su pecho al inspirar y bajándole al espirar. Poco a poco se fue acompasando y cuando se sintió preparada para hablar le miró a los ojos aunque él los tenía cerrados.
- Lo siento – Susurró.
- ¿El qué? – Preguntó abriendo los ojos despacio.
- Esto – Apartó la vista mientras una lágrima caía de su ojo.
- Kate, sabes que no es culpa tuya…
- Si no hubiéramos venido tan pronto, hubieras podido recuperarte y ahora no estaríamos así – Le interrumpió.
- Si no hubiéramos venido tan pronto, hubiera cogido algún otro peso allí y Lanie no hubiera estado al lado para curarme – La sonrió mostrándola toda la calma que necesitaba en ese momento.
- Descansa, intenta dormir algo. Vendré a verte en un rato. Cualquier cosa que necesites avisa – Le dio un beso en la cabeza – Te quiero – Y con cuidado, cerró la puerta.
Respiró hondo un par de veces y se preparó para lo que venía ahora. Tendría que explicarles por qué Aarón tenía esas heridas y por enésima vez, su madre aparecería en estas fiestas.
Al entrar al salón, miles de ojos se posaron en ella. Noto como un escalofrío recorría su cuerpo y no pudo evitar que las imágenes del intento de asesinato de su hermano volvieran a su cabeza. Se sentó en su silla y esperó a que alguien comenzara la conversación. Sabía que debía hacerlo ella, pero no podía.
- *¿Qué le pasó?* - Se atrevió a preguntar Diego. Kate volvió a respirar hondo y para su fortuna, la mano de Castle se posó sobre la suya, acariciándola tiernamente para después agarrarla con firmeza. Ese simple gesto fue toda la fuerza que necesitaba para explicar lo sucedido. Y así lo hizo. Fue explicando cada una de las cosas ocurridas y los espectadores atendieron sin perder un solo detalle. Pero al llegar al momento dónde su madre entraba en la historia tuvo que parar, respirar hondo de nuevo y agarrarse a la mano de Castle, porque sentía que aquello era lo único que la mantenía a flote.
- *A parte de mi hermano, vosotros sois las personas que mejor sabéis lo mal que lo pasé cuando murió mamá. Desde entonces me propuse hacerla justicia. Y todavía lo estoy intentando – Su voz se quebraba – Metí una bala en el corazón al que la clavó aquellos cuchillos sin piedad, pero él no tenía nada que ver. Le contrataron para hacerlo y sabía quiénes lo hicieron. Sabía quiénes la querían muerta pero tuve que dispararle porque si no él hubiera matado a Castle - Se tomó un pequeño descanso para que sus familiares asimilaran lo que les estaba contando – Después atentaron contra mi vida. Me intentaron matar en el funeral de mi capitán, el cual sacrifico su vida para defenderme. Y si no hubiera sido por Rick, ahora estaría junto a mi madre. Vio al francotirador y corrió para apartarme. La bala casi le da a él – No fue capaz de mirarle. Solo el pensar que si hubiera llegado a tiempo y hubiera recibido la bala matándole, se le partía el corazón – Pero sobreviví y cuando vieron que a mí no me importaba morir, fueron a por lo que más quiero – Una lagrima humedeció sus mejillas – Aarón estaba caminando con Avril por la calle cuando se acercó alguien y le acuchilló. Yo no sabía nada hasta que me llamaron del hospital diciéndome que mi hermano estaba en quirófano y no sabían si seguiría con vida o no. Estaba en comisaría y me derrumbé. Me derrumbe. No podía perderle a él también. Ya perdí a mama y no soportaría que también se fuese Aarón – Su mirada estaba perdida en algún sitio indefinido de la sala - Así que gracias a Castle y a su avión privado fuimos a Sacramento y cuando le dieron el alta volvimos a Nueva York. Como no sabíamos quiénes eran los que le intentaban matar, decidimos venir a pasar las navidad a España. Así podría reposar y a la vez huir de los que le intentan matar – Terminó levantando la vista y haciendo un pequeño recorrido con ella por todos sus familiares. Tal y como ella se esperaba, estaban sorprendidos y angustiados por lo que su prima, para algunos y sobrina, para otros, les acababa de contar.
Nadie se atrevió a decir nada. Castle, al ver lo afligida que estaba la abrazó con todas sus fuerzas. Sabía lo duro que era para ella hablar de eso. Lo mucho que la costaba abrirse. Incluso con su familia. Pero aun así lo conto. Su familia merecía saberlo. Sin embargo, omitió varias cosas. No contó lo del divorcio, ni lo de la llamada de Gates. Supuso que se lo había guardado para no preocuparles más de lo que estaban.
- *Voy a ver qué tal está Aarón* - Dijo después de secarse la cara.
- ¿Dónde vas? – Preguntó Rick al ver que se levantaba.
- ¿Vienes? – Le contestó ella.
Ambos se levantaron y se dirigieron al cuarto donde se encontraba el recién paciente de una operación improvisada. Kate llamó a la puerta y entró. Al entrar, se encontró a Aarón despierto, tumbado sobre la cama y mirando al techo.
- ¿Ves alucinaciones o algo así? – Preguntó la detective con una pequeña sonrisa en la cara.
- Perdonad, estaba en mi mundo – Respondió él mirándoles a los dos. Por respuesta, recibió una sonrisa amiga de Castle y una negación con la cabeza por parte de su hermana.
- ¿Qué tal estás? – Dijo ella acercándose.
- Mejor. Lanie es una gran médica.
- Corrijo, medica forense – Intervino el escritor por primera vez.
- ¿Te duele? – Preguntó preocupada.
- Un poco, pero estoy mucho mejor – Admitió - ¿Vamos con los demás?
- ¿Seguro que estas bien? – Insistió Kate.
- Seguro. Vamos.
Volvieron al salón donde la conversación que tuvieron minutos antes había desaparecido. Entre todos, decidieron no hablar de aquello para no herir más a los hermanos. Así que durante el resto del día lo pasaron disfrutando de la compañía de parientes con los que hacía más de 15 años que no se reunían.
La pequeña Neila se acercó hacía Aarón y Kate la cogió. Le dio un besito en la mejilla como muestra de perdón y se bajó de los brazos de la detective para aproximarse a su hermano, Teo, que estaba jugando con unos cochecitos de plástico.
Al poco rato, Lorena, una joven de 14 años, castaña, de ojos marrones y muy guapa invitó les invitó a todos a bailar y muchos de ellos accedieron. Instaló la wii y se pusieron a jugar al Just Dance 4. En la primera ronda, jugaron Lorena, Kate, Alexis y Lanie. Las cuatro tenían suficiente maña y quedaron bastante igualadas. En cambio, en la siguiente ronda, jugaron Esposito, Castle, Ryan y Basur. Ninguno pasó de la primera estrella, provocando risas y burlas por parte de las chicas.
Pasaron el resto de la tarde divirtiéndose juntos, aprovechando las pocas horas que les quedaban antes de la despedida. El tiempo se les pasó volando y antes de que se dieran cuenta ya había anochecido. Cuando Kate miró el reloj comprobó que se había hecho demasiado tarde. Las 23:00. Deberían volver a casa. Tenían un par de horas de camino. Espero media hora más y cuando la gente empezó a irse, decidió que ellos también.
Lo peor en las reuniones familiares son las despedidas. No sabes cuánto tiempo pasara hasta que lo vuelvas a ver, o ni siquiera si les volverás a ver algún día. Las despedidas sin duda, es una de las peores cosas de la vida. Y en ese momento, los hermanos sentían una mayor atracción de la gravedad hacía sus familiares. Puede que solo pasen unos días hasta que los vuelvan a ver, o pueden que pasen muchos años. Y lo peor es, que no lo saben. No saben siquiera si les volverán a ver. Sobre todo ella. Es detective de homicidios. Cualquier día puede recibir un balazo y no sobrevivir. No volver a ver esos rostros tan conocidos pero a la vez tan lejanos… A pesar de todo ello, cuando llega el momento de partir, lo primero que hacen es asegurarse de que nadie se libre de tu abrazo y tus dos besos en la mejilla, pues aunque sea más fácil irse sin despedirse, sienten que si no lo haces, nunca has estado allí. Y una vez las despedidas terminaron, con lágrimas de nostalgia, los 10 “americanos” montaron en la oscura furgoneta, de vuelta a Santovenia.
RcKb- As del póker
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