Sentimientos, sensaciones y situaciones(Stanathan)Epílogo/17-5-13(Terminado)

Al fin Ana un capi tuyo!!! ya extrañaba este fic, y me encanto este capi ademas ya deseo ver sus vacaciones asi Stana se relaja junto a Nathan

Sigue...!!!

Dios de verdad me encanta como escribes ! Me declaro fan tuya definitivamente !
Continuua(:

Por fin un poco de tranquilidad para la parejita, ¿no es así? jejeje, te echaba de menos, y ya sabes a tu ritmo, pero sigue!

Me encanta Ana estoy deseando ver esas mini vacaciones a ver si Stana se recupera del todo :-)

Sigue pronto por favor adoro tus historias

Agradezco mucho vuestros comentarios. El lunes subire capitulo nuevo ya que el fin de semana es para terminar el otro y así apartir del lunes dedicarme solo a este que es más largo.

Me parece una genial idea.

Me gusta mucho, me encanta. Espero el próximo, continúa.

muy bien,
yo espero

Es genial continua pronto, me encanta como escribes. Animo.

Se que esta semana no he subido parte y por eso hoy voy a subir dos
Uno de los motivos de no haber subido que creo que os interesará saber (espero) es que estoy empezando a escribir un nuevo fic pero es sobre Kate y Rick. Cuando lleve unos capítulos empezaré a subir el primero y si os gusta subiré más. No os digo de que va que es sorpresa jeje
Os dejo el capi nuevo, espero que os guste. Gracias por leer y comentar.

Capitulo 11: Sorpresa y mucha tranquilidad. Parte 1.

-¿Entonces vamos a una playa como la famosa playa del Carmen?-preguntó Stana mientras ojeaba una revista donde se veían los hoteles más lujosos y playas más conocidas de la zona.
Nathan levantó la vista de su periódico con una amplia sonrisa y miró lo que miraba Stana.
-Para que mantener más el secreto más tiempo.-Nathan señalo un hotel en concreto.-Este es nuestro hotel.
Stana vio que era el más lujoso y caro de todos. Tenía piscina privada para ellos solos, jacuzzi en la habitación…muchos lujos que Stana veía innecesarios.
Nathan al ver la cara de Stana escondió su sonrisa detrás de su periódico.
No dijeron nada más hasta que el avión empezó a descender y finalmente aterrizo.
Como un caballero Nathan cogio ambas maletas mientras Stana cogia los neceseres de ambos y su bolso.
Al salir a la puerta principal del aeropuerto notaron una sensación de calor húmedo y pegajoso, normal por la zona donde estaban.
En la zona de taxis había un todo terreno negro con un hombre de piel morena apoyado que sujetaba un cartel donde ponía sus apellidos.
Al hacerle un gesto con la mano el hombre fue hasta ellos y les ayudo con las maletas.
-¡Bienvenidos a Cancún señores!-Sonrió el hombre mientras les estrechaba las manos y les ponía unos collares con las flores típicas de la zona.-Soy Manuel y en nombre del “Hotel y spa rayos dorados” estamos encantados que hallan elegido nuestro hotel como alojamiento para unas maravillosas vacaciones.
-Muchas gracias, estamos encantados de estar aquí.-Le sonrió Stana antes de entrar en el coche ya que Manuel le había abierto una de las puertas traseras.
-Gracias.-dijo Nathan guiñándole un ojo antes de subirse al lado de Stana.
Manuel les fue contando un poco sobre la zona a donde iban, tanto cultura como gastronomía.
Algo le resulto extraño a Stana.
-¡Tulum! Yo pensé que el hotel estaba…
-Ya hemos llegado.-dijo Manuel a tiempo.-Les esperan en recepción. Yo me encargo de sus maletas.
-Gracias por todo Manuel.-Sonrió Nathan estrechándole la mano. -Vamos cariño.
Al bajarse del coche Stana no se esperaba ver lo que vio.
-Esto no es…
-No, te engañé.-Sonrió abrazándola por detrás.-Te conozco muy bien y se que el otro hotel no te iba a gustar tanto como este. Se que no te gustan las cosas ostentosas y lujosas eres una persona sencilla, y este viaje es por ti y quiero que estés completamente relajada y feliz.
-Eres maravilloso.-Sonrió dándose la vuelta y besándolo con ímpetu.-Gracias.
-Además este sitio es ideal para relajarnos y estar tranquilos, sin mucha gente alrededor.
Nathan y Stana entraron en recepción, y una mujer muy amable les llevo a su mejor cabaña, la más cercana al mar. La cabaña estaba compuesta por un mobiliario muy artesanal con una cama extragrande, un cuarto de baño y una maravillosa terraza con dos hamacas y un sencillo sofá.
-Es precioso.-Sonrió Stana tumbándose en una hamaca y mirando el mar.
-No olviden que tienen dos masajes orgánicos reservados, uno es dentro de diez minutos y el otro dentro de veinte. Si necesitan algo en recepción pueden pedirlo. Disfruten.-dijo la mujer marchándose.
-No sabía que teníamos masajes reservados.
-Era otra sorpresa.-Sonrió Nathan tumbándose con precaución en la otra hamaca por miedo a caerse.
Stana sonrió al ver lo precavido que era para no caerse.
-Por cierto el primero es para ti.-dijo cogiendole la mano.-Deberías ir yendo.
-Debería deshacer primero mi maleta.
-Tranquila, yo lo haré por los dos.
-¿No te importa?-preguntó poniéndose de pie y desviando su vista que miraba el maravilloso cielo azul turquesa y playa blanca hacia él.
-Colocar tu ropa interior y tus múltiples bikinis ¿Bromeas?
Ambos se rieron.
Stana se subió en la hamaca de él de forma rápida y ambos casi se caen, lo que provoco de nuevo la risa en ambos.
-Gracias por esto.
-Por ti, cualquier cosa.
Ahora ambos sentados con las piernas colgando y pegados. Stana aprovecho la cercanía para besarlo con todo el amor que sentía en esos momentos por él.
Nathan le rodeo la cintura y la estrecho más contra él.
-Creo que debería irme ya o no llegare al masaje.-Sonrió mientras tomaba aire.
-Estoy de acuerdo.
Stana le dio un suave beso y se marchó a la cabaña principal.
Nathan estuvo colocando la ropa de ambos y después se fue también a recibir su masaje no sin antes pedir algo en recepción.

-Ha sido increíble.-decía Stana saliendo de la cabaña al lado de Nathan con una amplia sonrisa y completamente relajada. Lo había esperado a que terminara, en la salita de espera.
Ambos volvían a su cabaña.
-Sabes antes casi me desmayo.-comentó mientras abría la puerta.
-¿Ha sido muy dura tu masajista?-preguntó preocupada.
-El masaje ha sido fantástico. No, el desmayo ha sido antes de irme a darme el masaje.
-No te entiendo.-dijo desconcertada sentándose en la cama.
-Tú mira tu armario y me entenderás.
En ese momento y al ver la cara de Nathan, Stana se tumbo en la cama desternillándose de risa.
-Tu ríete pero me ha faltado esto-dijo mostrando un hueco minúsculo en sus dedos-para tener que darme un baño de urgencia sino hubiera llevado un músculo muy tenso a la masajista.
Stana no paraba de reírse.
Nathan sonriendo se tumbo a su lado.
-Me encanta verte reír.-Le dijo acariciándole la cara y retirándole el pelo de la cara.
-Pues tú eres el culpable, por ser tan payaso.-Sonrió.
-Con tal de verte reír, hago lo que haga falta.
Se besaron dulcemente. Nathan se puso encima de Stana mientras le acariciaba el vientre por debajo de la camiseta.
Pero Stana se separo con cara de asco.
Nathan desconcertado la miró preocupado.
-Huelo mal, seguro que es por el masaje orgánico, creo que deberíamos ducharnos.
-¡Ahora!-Se quejó.
-Si, si no quieres que dejemos este olor tan fuerte en la cama, donde vamos a dormir esta noche.
-Tienes razón.-dijo resignado mientras ambos se ponían de pie.
-Anda ven, que podemos seguir en la ducha.-Sonrió guiñándole un ojo, quitándose la camiseta y a paso rápido se metió en el baño.
Nathan fue rápidamente hacia ella.

Cuando estaban terminando de vertirse tocaron a la puerta y Nathan fue a abrir.
-Señor lo que ha pedido esta tarde ya esta preparado, pueden salir por la terraza, esta justo delante.
-Muchas gracias.-Nathan le dio una propina y cerró la puerta.
-¿Quién era?-preguntó Stana acercándose a Nathan.
-La cena ya esta lista.-Nathan la miró de arriba a bajo.-Vaya, estas guapísima.-dijo al verla con un sencillo vestido de tirantes, corto y gasa blanca. El pelo suelto y un poco húmedo.
-Gracias-dijo acercándose a él y besándolo.-Tú también.
Nathan llevaba una camiseta de rayas anchas blancas y azules y unos pantalones cortos blancos. El pelo alborotado. Ambos iban descalzos.
-¿Vamos a cenar al restaurante?
-No, hoy no.-Sonrió conduciéndola hacia la terraza.
-Esto es mejor que cenar en la restaurante, mucho más.-Sonrió y dándole un beso en la mejilla se acerco al fuego.
Nathan la imitó y se sentó a su lado.
El hotel, por petición de Nathan, habían hecho una pequeña hoguera y poniendo una toalla en el suelo y una cesta con vino, dos platos típicos de la zona y fruta.

-Es tan bonito todo.-Sonreía Stana mientras miraba el mar ahora oscurecido por la noche y solo iluminado por la luna.
-Si, es muy relajante y natural todo.
Ambos estaban llenos y Stana estaba entre las piernas de Nathan y apoyada en su pecho mientras este comía y le ofrecía granos de uva.
-Gracias por esto.
Nathan le dio un beso en el cuello.
-Lo necesitabas y es bueno alejarse de tanto estrés de entrevistas, fiestas, focos y cámaras.
-Pensaba que adorabas todo eso.-dijo girándose sobre si misma para mirarlo a los ojos.
-Adoraba. Al principio es genial, es algo que no le pasa a todo el mundo y te llama la atención, pero te das cuenta que no eres tan especial como piensas al principio y que en cualquier momento se puede acabar. Ahora desde que estoy contigo y veo tu forma de pensar, pienso que hay cosas más importantes, naturales y sencillas que podrían hacerte más felices que las fiestas, focos, ser conocido por la calle y estar con mujeres diferentes.
-¿Cómo que?
-Como esto que tenemos tú y yo. Levantarme contigo todos los días eso si que me parece ahora increíble. De que me servia estar con muchas mujeres diferentes por la noche y a la mañana me levantaba casi siempre solo.
Se besaron dulcemente.
-Entonces el mujeriego y egocéntrico Nathan se acabo.-dijo orgullosa.
-Desde el momento que te conocí esas partes desaparecieron pero desde que me dejaste estar contigo y con el paso del tiempo lo he comprendido.
Stana sonrió ampliamente.
-Max tenia razón, eres lo que faltaba en mi vida para hacerme madurar.
Ambos rieron y se volvieron a besar más profundamente.
-Por cierto, ¿has hablado con él? Llevas mucho tiempo sin hablar con o de él.
-Hace poco recibí un email, era una foto de los tres, Danna esta preciosa. Me dijo que seguían en Paris y que podía que en unos meses vinieran por la ciudad. También preguntaba como estábamos nosotros y que nos echaban de menos. Con todo esto se me ha pasado enseñártelo.
-¿Y que le contentaste?
-Que cada día te quiero más y tú a mi-Stana se lo confirmó con un suave beso.-que seguimos con la serie como podrá ver por la televisión y que estamos deseando verlos también.
-Me encantaría verlos pronto.
-Y a mí.-Suspiró entristecido al acordarse que desde hacia dos años no veía a su mejor amigo ya que se había ido a trabajar a París.
-Si quieres cuando volvamos imprimimos esa foto, la ponemos en la estantería del salón y nos hacemos una foto con ella para que vean que siempre estarán con nosotros aunque estén lejos.
-Me parece una idea brillante.-Sonrió.
Se besaron de nuevo pero esta vez con más urgencia.
-Te apetece seguir en la cama, empieza a refrescar.-pidió Stana.
-Por supuesto.
Nathan se puso de pie y ofreciéndole la mano la ayudo a ponerse de pie y abrazados entraron en su cabaña.

Para el hotel me he inspirado en un hotel autentico, creo que se llama "Luv Tulum"

me ha encantado el capitulo, publica el proximo pronto plis

Que tiernos los dos. Ese asco de Stana, no será que está embarazada??? Jejejeje.

Sube pronto la continuación, plus.

Es magnifico!!me encantaa, siguelo pronto pliss! o si no jejejeje

MUY RELAJANTE, casi que me siento su vecina de cabaña. Me gusta mucho la sencillez del sitio y lo paradisíaco que parece, sigue pronto que me ha quedado un mono de vacaciones increíble. BESOTESSSSSSSSSSSS

Enseguida subo otro, muchas gracias por comentar y sobre la pregunta yaye solo digo...Pronto alguien estará embarazada... ahí lo dejo caer. Además si leeis la promo que puse en la primera publicación del fic se menciona

Precioso, me ha encantado, continúa.

sigueeeeee

Muy bueno,
Sigue

Capitulo 11: Mucha tranquilidad, amor y confesiones en la cama. Parte 2.

Nathan con una sonrisa de oreja a oreja, estiró el brazo pero no noto a Stana lo que hizo que abriera los ojos de golpe.
-Stana.-dijo empezando a preocuparse.
Se levantó y se enrollo la sabana en la cintura. Buscó sus calzoncillos y sus pantalones.
-Stana.-Volvió a llamarla mientras se acercaba a la terraza. Soltó el aire retenido al verla apoyada en la barandilla mirando al mar con su camiseta puesta. Se puso detrás de ella y la abrazó. -Me has preocupado.
-Me he despertado y no quería molestarte por eso he salido aquí y me he llevado la grata sorpresa de ver el amanecer.-Susurró.-Ha sido increíble.
-Que pena no haberlo visto.
-Estabas tan mono durmiendo. Pero si vuelve a pasar te despertaré.-Sonrió girándose en sus brazos.-Además esta noche has hecho mucho esfuerzo.-dijo con mirada pícara y acercándose a él, le beso el cuello.
Al escuchar eso Nathan sintió que se le hinchaba el pecho pero al pensarlo se le desinfló.
-¡Espera un momento! Me estas diciendo que hago mucho esfuerzo…me acabas de llamar viejo.
Stana no contestó sólo le sonrió de la manera más picante mordiéndose el labio.
-Te vas a enterar.-dijo cogiendola en brazos y entrando en la cabaña.
Nathan la puso sobre la cama, se bajo los pantalones y calzoncillos rápidamente y se puso encima de ella.
Empezó a besarle en cuello mientras metía sus manos debajo de la camiseta y apartándose se la quitó dejando a Stana completamente desnuda.
-Me gusta que en estos momentos no perdamos el tiempo.-Rió mientras la miraba de arriba a bajo con mirada lasciva y los ojos oscurecidos.
-Claro. Tiene que ser rápido, para aguantar.-Sonrió con malicia.
Nathan se separó de ella, quedando a horcajadas sobre ella.
-Me estas pinchando mucho.-Gruñó.
-Me encanta pincharte.-dijo dándole un pellizco en el culo.
Stana se movió seductoramente debajo de él, arqueando la cadera para crear fricción, lo que lo hizo enloquecer y que Nathan se sumergiera en su cuello mientas la acariciaba de arriba a bajo y viceversa parándose en los lugares más excitantes para ella. Stana entregada le acariciaba la espalda y el pelo, mientras le dedicaba gemidos.
Al pedirle repetidamente Stana que la hiciera completamente suya, Nathan al principio siguió torturándola para vengarse pero al no aguantar más le hizo caso y fueron uno durante largos minutos de danza conjunta hasta perder la cordura y no poder más.
Nathan se puso de lado dándole la espalda, acto que extraño a Stana y poniéndose pegada a él, lo abrazo por detrás.
-¿He hecho algo mal?-preguntó preocupada.
-Claro que no.-dijo Nathan girándose y poder mirarse a la cara.-Eres maravillosa.
-Entonces…
-¿Me ves mayor?-preguntó preocupado.
-Claro que no, estás genial tanto en edad como en cuerpo.-Sonrió acariciándole el torso sudoroso y desnudo.
-Entonces ¿porque a veces bromeas sobre mi edad? Hoy no ha sido la primera vez desde que nos conocimos.
-Porque me encanta picarte.-Sonrió besándole la frente.
Nathan se quedo callado.
-No se te ocurra pensarlo.-dijo cogiendole el rostro con cariño.-Lo siento, discúlpame, te he dicho que solo bromeaba.
-Sabes, es difícil no pensarlo, soy mayor que tú y eres guapísima…
-No sigas por ahí, por favor.-Nathan la miró extrañado.-Escúchame bien, no te quiero por tu juventud, te quiero por como eres de carácter y forma de ser, además de que tienes un encanto especial que adoro y amo, y que otros “jovencitos” no tienen, sino me crees, pregunta a tus fans locas. Y si todo eso no es suficiente-dijo bajando la voz y acercando sus labios al oído de él.-también para mí eres guapo y muy, pero que muy sexy.-Susurró y luego le dio un beso en la oreja.-Te quiero.
Nathan sonrió y la abrazó con fuerza.
-Yo también te quiero, eres especial y la única que me hace feliz.-Confesó ahora susurrándole ahora él a ella.
Después de un rato de mimos, caricias, besos y mucho amor pidieron un almuerzo “brunch”, ya que era muy tarde para desayunar y temprano para comer.
Cogieron lo que les habían traído y se lo comieron tumbados en las hamacas colgantes de la terraza entre bromas, sonrisas y risas.
-Espera la próxima voy a cogerla, dame otra.
Stana obedeció y le entrego otra uva.
Nathan lanzó la uva al aire y al intentar cogerla se balanceó tanto que al moverse que se cayó de la hamaca.
-¡Ay!-Se quejó Nathan.
Stana quitó los platos de su hamaca y se sentó al lado de él, en el suelo.
-¿Estás bien?-preguntó acariciándole la cara.
-Todo el dolor se me pasa cuando me miras así de preocupada, creo que se me pasa el dolor para no ver la preocupación en tu cara.-dijo con una dulce mirada .
-Ves, por estas cosas te quiero.-Sonrió y le dio un dulce beso en los labios. -Pero estás bien ¿Verdad?
-Si, tranquila. Ven pongamos los bañadores y bañémonos que tanto ver el mar…-Sugirió poniéndose de pie y ofreciéndole la mano.
-Claro, a mí también me apetece un montón.-dijo poniéndose de pie con la ayuda de su novio.
Se pusieron los bañadores, y con las toallas, la crema solar, las gafas de sol y dos libros, se tumbaron al sol.
-Me voy al agua.-corrió Nathan a zambullirse.
Stana que antes miraba el libro ahora veía a Nathan nadando y no podía dejar de sonreír y su boca se abrió completamente al verlo salir del agua minutos después todo mojado.
-Que ¿alguna fantasía al verme así?-preguntó parándose delante de ella.
-Muchas.-Sonrió cerrando el libro y cogiendo la crema. -¿Por qué no me pones crema y cuando te seques yo a ti?
-Por supuesto que si nos quemamos, no nos podremos tocar y eso si me dolería.-dijo sentándose en su toalla al lado de Stana y echándose crema en las manos. ¿Preparada?-Preguntó listo para untarla de crema.
-Espera-Stana se puso bocabajo y mirándolo con picardía se desabrochó la parte superior del bikini.-Ahora si. Nathan-dijo al ver que no hacia nada.
-Si claro, para que no te deje marca.
-Ni que fuera la primera vez que me ves con la espalda desnuda.
-Ya, pero nunca en público además de que me encanta tu espalda.-Susurró empezando a echarle crema por la espalda.
-No me digas que una de tus fantasías es ¿hacerlo con público?
-No, claro que no, no me refería a eso.
-Es que me lo pones muy difícil, el hecho de controlarme y debo ya que estamos en un lugar público.
-Pero ahora la poca gente del hotel estará en el comedor. Me encantaría hacer el amor contigo aquí.-Susurró sensualmente.
Nathan se apoyo en sus codos para hablarle al oído.
-Que te parece si una de estas noches nos damos un bañito y lo que no es solo un baño.-Susurró en su oído.
-Esa idea es muy buena.-dijo girando la cabeza y dándole un beso.

Decidieron pasar toda la tarde con baños de agua y sol, hasta la puesta de sol.
Después de verla abrazados, se arreglaron y fueron a cenar al restaurante del hotel donde tomaron una sencilla y tranquila cena.


Espero que os haya gustado también esta parte, muchas gracias por comentar y leer. Nos vemos a mitad de semana cuando subiré capítulo nuevo y puede que suba el primer capítulo del nuevo fic. Besos

Pues si, me ha gustado mucho, mejor dicho, me ha encantado. Sigue.

Me encanta, continua pronto.

Igual o incluso mas que la otra,

Continúa pronto.

Precioso, pobre Nathan, que se ve viejo

Me encanta Ana, sigue pronto por favor ^^

hermosooooo sigueee

Me encanto este capi de dos partes estuvo genial... continua pronto Ana...