Sueños sin fin: Actualizado 15 de noviembre FINAL(De Washington a New York)

Siento lo de tu abuela.

Ya habrá tiempo para dejar la continuación de esta bonita historia.

Ánimo Diana.

sigueee profaaa

He vuelto!
Siento la tardanza para subir la continuación pero ya nos los hagos esperar más. Aquí está la segunda parte y abrá una tercera.


Conforme el tiempo pasaba más me daba cuenta de que mi musa no iba a llegar. Ella siempre ha sido muy puntual y que no hubiese llegado aún no era una buena señal.
Estuve en Central Park un poco más de tres horas, la esperé con un ramo de rosas, quería disculparme, mi comportamiento no fue el más apropiado, debí hacerles saber a esas mujeres que ya no soy soltero, ya no más. He encontrado a mi otra parte, mi otra mitad.
Tenía que buscar otra manera de disculparme con ella. Tenía que perdonarme y no solo por el mal rato que la hice pasar sino por hacerla llorar. Ella me ama, no me lo ha dicho pero lo sé. La conozco, llevo cuatro años estudiando su comportamiento, memorizando sus movimientos y descubriendo sus sentimientos y estoy completamente seguro de que ella siente algo especial por mí.
-¡Demonios!- me grite internamente. Mi celular se había quedado sin batería. No tenía tiempo de regresar a mi casa a cargarlo. Tenía que idear una forma de hacerle comprender a Kate que soy completa y absolutamente suyo. Que no hay fuerza en este mundo que pueda separarme de ella. Es momento de hacerla olvidar mi pasado de mujeriego y millonario asediado por mujeres porque eso ya quedó atrás. Hace cuatro años, cuando la conocí, lo olvidé.
Comencé a caminar por el parque, sin rumbo fijo en mi ruta pero con un objetivo muy firme.
-¿Papá?- escuché a mi hija llamarme.
-¡Alexis! ¿Qué haces aquí? Pensé que estarías con tus amigos-
-Sí, lo estoy es solo que te vi a lo lejos y bueno… ¿Estás bien?-
-¿Qué? Sí, claro que estoy bien- le dije un tanto desanimado pero sonriendo para que ella me creyera.
-Papá- puso cara desaprobatoria.
-¿Qué? Estoy bien Alexis, anda ve con tus amigos, te están esperando-.
-Y lo pueden seguir haciendo papá. Es más, espérame, solo dos minutos-.
Alexis se fue con sus amigos, no sé qué les dijo pero todos empezaron a despedirse de ella y luego regresó a donde estaba yo.
-Bien, los veré otro día. Así que… bueno ¿Vas a contarme qué es lo que sucede?-
Le sonreí y la abracé.
-Gracias hija-
-No te preocupes papá. Vamos a caminar, yo invito esta vez-
-Supongo que yo la siguiente- dije viéndola.
-Así es pero… no será en Central Park- ambos reímos – ¿Y entonces? ¿Qué es lo que te tiene así? ¿Acaso Beckett?-
Le sonreí, no podía esconderle nada a mi hija. –Es que… bueno me encontró en una situación un poco comprometedora con unas fans, ella dijo que no había problema pero…- suspiré – la hice llorar.
-Papá, ella tiene que entender que es parte de tu trabajo, así te conoció-
-Sí Alexis pero no puedo evitar sentirme mal, yo debí ponerle un alto a esas mujeres-.
-Haber papá ¿Te besaron? ¿Te abrazaron coquetamente? ¿Te llevaron a un hotel?-
-No- contesté tajante y confundido por sus preguntas.
-¿Entonces? Beckett no debería enojarse por eso. Papá me he cansado de ver cómo te has esforzado todos estos años por dejar de ser el hombre que antes eras. Sé que desde que la conociste tu mundo se trasformó y comenzó a girar en torno a ella. Beckett debería verlo, si en realidad te amara debería saberlo- me dijo Alexis molesta por la reacción de Kate.
-Hija…-
-No papá, no quiero seguir viendo cómo ella te hace daño. Tu eres un hombre bueno y noble por eso sé que nunca se lo harías saber, pero te duele su actitud. Y si tú sufres yo también porque eres mi papá y no me gusta que te lastimen-.
-Alexis…-
-Lo siento papá, pero tú sabes que es verdad. ¿Ya te ha dicho que te ama?-
Bajé la cabeza –No, lo ha hecho-
-Papá, creo que ahora es tiempo de que sea ella la que luche por ti ¿no te parece?-
-Creo que puede que tengas razón-
-Papá…- Alexis sonrió y me abrazó -Vamos, tenemos que ir a la casa y de ahí a Times Square. Aún es tiempo de alcanzar buenos lugares para el inicio de año-

¿Castle le dará la razón a Alexis?
¿Beckett hará algo para reconciliarse con Castle?

Continuará...

Buena forma de seguir con la historia. Al menos ya sabemos que Castle estaba con su hija y no estaba por ahí solo.
Yo espero que Beckett se ponga las pilas e intente reconciliarse con Castle y que Castle no le haga mucho Castle a Beckett.
Con ganas de leer la siguiente parte!!

Continua!!! y q se reconcilien...

SIGUEEEE

SIGUEEEE.

Gracias por sus comentarios...
Esta es la tercera parte de la historia, espero que la disfruten

-Papá, tengo que hacer algo antes de irnos, no tardo- Sin esperar respuesta Alexis salió disparada del loft.
A la salida del mismo se encontró con Beckett que iba a subir para ver si Castle ya había dado alguna noticia.
-Hey- saludó Kate.
-Genial, precisamente contigo quería hablar- Beckett miró con curiosidad a la pelirroja –Vamos, no podemos hablar aquí- dijo jalándola del brazo.
-Ok, pero antes tengo que ver si tu padre está bien- dijo Beckett volteando al loft mientras Alexis prácticamente la arrastraba.
-De eso quiero hablarte- le dijo ella mirando fijamente a Beckett a los ojos.
-¿Él está bien, le pasó algo?- preguntó Kate preocupada.
-Está bien, bueno, físicamente lo está. Acompáñame para que podamos hablar ¿quieres?-
-Está bien- contestó poco convencida.
Ambas caminaron en silencio hasta llegar a un café que estaba a pocas cuadras del loft, ordenaron y se sentaron una frente a la otra. Entonces Beckett interrogó con la mirada a Alexis -¿De qué querías hablar?-
-Bien… Kate. Supongo que sí puedo llamarte así ¿cierto?- preguntó Alexis un poco temerosa.
Beckett le regaló una tierna sonrisa –Por supuesto que si Alexis-
-Ok Kate, necesito que me escuches con atención y que no me interrumpas porque estoy un poco molesta y no quiero ser descortés, sé que tú debes tener tus razones y aunque no las conozco las respeto, porque en el tiempo que llevo de conocerte he formado un buen concepto de ti ¿sabes?- Alexis hablaba apresuradamente, nerviosa.
-O-k- dijo Kate separando las letras.
-Bien, iré directo al grano porque no me gustan los rodeos, quiero ser puntual en lo que quiero decirte ya que eso de andar divagando con las palabras no me gusta mucho- decía Alexis haciendo muchos ademanes y apenas haciendo pausas para tomar aire.
-Alexis, mírame- le paró Kate. Ella obedeció –Bien, quiero que respiremos hondo y cerremos un par de segundos nuestros ojos porque estás muy ansiosa y me estás poniendo ansiosa a mí ¿De acuerdo?-
-De acuerdo-
-Bien ahora sí, despacio y tranquila, dime qué es eso de lo que querías hablarme- dijo Kate tiernamente.
-Ok- dijo Alexis, cerró los ojos y suspiró fuertemente – Se trata de mi papá. Él sufre Kate, sufre por ti-
Beckett levantó la mirada rápidamente y sintió cómo las palabras de Alexis la golpearon sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
-¿Rick sufre? ¿Por mi culpa?- apenas atinó a preguntar.
-Discúlpame Kate, no quise ser tan directa es solo que… Me duele ver a mi papá triste. Mira, tengo que reconocer que desde que te conoció él se convirtió en otra persona, se hizo un mejor hombre, no es que antes fuera malo. Me refiero más bien a que su vida se llenó de brillo, le diste color. Cada vez que le llamabas para algún caso su sonrisa no podía disimularse, el es feliz contigo. Y no puedo entender cómo es que la misma persona que le da tanta felicidad pueda hacerle tanto daño.
-Alexis yo…- intentó defenderse.
-No, espera, te pedí que no me interrumpieras- Kate asintió con la cabeza.
-No te voy a negar que cuando me enteré que ustedes dos por fin estaban juntos me enojé, me asusté y me sentí ofuscada pero eso poco a poco se fue desvaneciendo cuando veía ese brillo en la mirada de papá. Él te quiere y desde hace mucho tiempo, siempre ha estado ahí para ti ¿y tú? Desconfías de él en cada oportunidad, no es justo. Mira, no quería, no quiero -dijo rectificando- que esta plática se vuelva de reproches porque como dije al principio estoy segura de que tienes razones para comportarte cómo lo haces. Lo único que quería decirte es que papá es una buena persona, es simpático, inteligente, fuerte, intuitivo, y si, a veces inmaduro pero así lo conociste y quiero pensar que así te enamoraste de él. Él ya era lo que es antes de conocerte y así lo aceptaste. Richard Castle es una buena persona Kate y lo más importante es que te ama con todo su ser, lo he visto, y si, también ha tenido a muchas mujeres en su vida pero te eligió a ti-.
A esas alturas Beckett no podía retener más el llanto –Tienes razón Alexis- dijo cuando se serenó –Tu padre lo es todo para mí y no quiero perderlo por una tontería-
Alexis sonrió aliviada, se levantó de su asiento y se paró junto a la detective poniendo una mano en su hombro –Se que harás lo correcto, cuando las cosas se hacen por amor no hay nada que pueda salir mal- Se inclinó para darle un breve abrazo y antes de marcharse se volteó a verla.
-Estaremos en la azotea del edificio que está entre la 7ma avenida y la calle 46 ¿ok?-
Alexis se disponía a irse cuando Beckett la tomó de la mano –Alexis, gracias- ella sonrió y salió del lugar para encontrarse con su familia.
Beckett se quedó en el café pensando qué era lo que podía hacer. Alexis tenía razón, ella tenía que hacer algo. Si bien, Kate fue la que dio el primer paso firme en la relación, no había hecho nada más, le costaba trabajo aún acostumbrarse a la idea de que comparte su vida con Castle, darle acceso a cada puerta que por tanto tiempo ha mantenido cerrada.
Terminó su café y se dirigió al edificio que Alexis le había dicho. Una vez ahí se dio cuenta de que su futuro era con Castle, que no quería vivir si no lo hacía junto a él. Que ahora le tocaba a ella luchar por salvar ese hermoso amor que durante tanto tiempo ha sobrevivido.
Subió deprisa, el asensor solo la acercaba a su destino ella tenía que recorrer los últimos cuatro pisos a pie. Una vez que llegó, una enorme puerta se impuso ante ella, la única barrera que la separaba de la felicidad. La abrió y sintió como el frio golpeaba su cuerpo acalorado por la prisa que llevaba.
Sin pensarlo demasiado se dirigió con paso firme hacia donde había una mejor vista de Times Square, sabía que ahí los encontraría y así fue.
El escenario era digno de una gran película. Había antorchas por todos lados, servían para iluminar el lugar, al centro había una mesa con tres platos tapados, dos copas por cada asiento, una vacía y la otra con uvas. Hacia el fondo y más a la orilla del edificio un enorme sofá del que se podían distinguir tres cabezas. La de Martha, Alexis y la de Castle.
La pelirroja fue la que se percató de la presencia de la detective y disimuladamente le pidió a su abuela que la acompañara al baño.
-Pero Alexis, faltan solo unos cuantos minutos- protestó Rick.
-No tardamos papá, te aseguro que no empezarás el año nuevo solo- le sonrió y le dio un rápido beso en la mejilla.
Caminó rápidamente jalando a su abuela quien no sabía que Beckett estaba ahí.
-Pero querida, ¿por qué tanto apuro? Vas a hacer que me…- en eso levantó la vista y la vio.
-Kate, querida ¿Por qué no nos avisaste que venías? habríamos preparado algo más para ti-
-Shh- la reprendió Alexis –Es una sorpresa para papá- dijo susurrando.
-Oh- dijo Martha sorprendida –Está bien, te encargo a Richard-
-No se preocupe Martha, nunca más dejaré de cuidar de él- dijo viendo a Alexis.
****
Comencé a avanzar con paso lento pero firme, segura del motivo que me traía hasta aquí. Él se veía tan relajado sentado en ese sofá, no sé que estaría pensando pero cerró por un momento los ojos, disfrutando de la noche que esta vez se era especial, solo para nosotros.
Suspiró profundamente y una tímida sonrisa se posó en sus labios, era hermoso verlo a la luz de las antorchas, le daba a todo esto cierto toque de irrealidad. Me senté a su lado y provoqué que el saliera de su ensimismamiento.
-Beckett cómo…- dijo sorprendido
-Shh- le dije poniendo un dedo sobre sus labios –No importa cómo Castle lo que importa es que estoy aquí, que estamos aquí-
Él intentó besarme pero lo detuve aunque yo también tenía unas enormes ganas por besarlo y fundirme con él.
-Espera, tengo que decirte algo- le dije acariciando suavemente su rostro, él solo asintió con la cabeza.
-Primero quiero disculparme por no llegar a Central Park, por no llegar muchas veces a dónde tú me esperabas siempre paciente-
-No Kate yo…-
-Espera, ahora soy yo la que pido que no haya interrupciones-
-Yo no lo pedí antes- me dijo confundido.
Le sonreí –Pero ya alguien me lo pidió a mí el día de hoy y debo decir que estoy muy feliz de no haber interrumpido-
-Entonces, si no te interrumpo… ¿Podría ser muy feliz yo también?- dijo con una juguetona sonrisa.
-Ni te lo imaginas- le dije y luego lo besé lenta y apasionadamente. Me separé muy a mi pesar, si todo salía bien, y tenía que hacerlo, tendríamos toda una vida para disfrutarnos mutuamente.
-Ok, entonces, no te interrumpo- dijo con cara de niño bueno.
Agaché la mirada para tomar valor, me aclaré la garganta y luego lo miré directo a los ojos, trasmitiendo todo mi amor en esa mirada.
-Rick hoy, mientras venía hacia aquí, pensaba en los motivos por los cuales quiero estar contigo, y quiero que sepas que así como tú tienes atributos que te gustan de mí yo también tengo algunos que me gustan de ti.
Creo que eres la más egocéntrica, inmadura, presumida y desesperante persona que nunca jamás haya conocido –Castle puso cara de asombro- pero también eres el más tierno, romántico, juguetón, inteligente y atractivo hombre que nunca jamás quiero conocer. Y te amo Rick, te amo por sobre todas las cosas, te amo más de lo que mi corazón puede soportar. Quiero que seas la primer persona que vea todas las mañanas, quiero estar contigo en todo momento y quiero que seas la primera y la última persona a la que le diga “Te amo”-
Castle tenía los ojos vidriosos de la emoción e intentó abalanzarse sobre la detective pero esta lo paró justo a unos centímetros de su boca tomando su rostro entre sus manos.
-Richard Castle, te amo- le dijo viéndolo a los ojos.
Se encontraron en un mágico beso justo al momento en que la enorme esfera descendía en Times Square, señal de que el nuevo año estaba comenzando.
¿Fin?


Ojalá lo hayan disfrutado como yo al escribirlo.
No sé si hacer una cuarta parte espero que me den su opinión

todo por unas ... pero solo por eso una pelea tan fuerte?

SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEE

Sigueeeeeeeeeeee

Esta tercera parte es preciosa, me encanta como han solucionado al final la pelea. Me gusta mucho la conversación de Kate con Alexis, conversaciones así son las que faltan en la serie. Y la declaración de Kate a Castle me encanta
Yo te animo a que escribas una cuarta parte, me gusta mucho esta historia

valeria madueño von weber escribió:todo por unas ... pero solo por eso una pelea tan fuerte?

Hola Valeria En realidad fue más bien como el detonante, pero apoco no es linda la culminación??

Vas muy bien sigue.

Continua

Nunca había escrito una escena de este estilo así no sé si está del todo bien.
Espero que les guste y que lo disfruten. Esta es la cuarta y última parte de este Mini-Fic, ya los veré más adelante con escenas como las que eestan al inicio.
Gracias por sus comentarios


Entre besos Kate hablaba –Castle, vamos a mi departamento, quiero empezar este nuevo año contigo, quiero que seamos uno solo-

Castle sonrió y sin mucha demora aceptó.
-Quién diría detective, quién diría-

Cuando hubieron llegado al departamento, Kate sirvió dos copas de vino tinto. Apenas comenzaban a beberlas cuando no pudo resistirse más y se lanzó a los brazos de Rick quedando sentada en sus piernas.

Los besos al inicio fueron lentos, profundos, sin prisas pero conforme el tiempo avanzaba se tiñeron de pasión y entrega. Solo se separaban por momentos para poder tomar aire o contemplar uno del otro.

Sus lenguas luchaban por abrirse paso entre sus bocas. Apenas Castle se separaba para lograr ver a su musa cuando Kate ya estaba ansiosa de probar sus labios una vez más. Abría la boca dejándolo hacer y deshacer a su antojo. Chupaba, mordisqueaba, devoraba sus labios como si fuera lo último que haría en la vida.

Sus manos tenían voluntad propia, Kate tomaba a Rick de la nuca, por los hombros, acariciaba su rostro y él, él paseaba sus manos a lo largo de la fina pero fuerte espalda de su musa. De vez en cuando detenían la danza de besos para poder verse a los ojos y decirse con una mirada profunda o mucho que se aman. Kate sentía cómo con un solo roce de Castle se encendían en ella los más ardientes deseos. Sus respiraciones ya eran entrecortadas y sus alientos se mezclaban, respirándose mutuamente.

Fue entonces que Castle comenzó a avanzar. Primero la boca, luego detrás de la oreja, punto que hacía que a Kate se le erizara la piel. Ella lo acariciaba con lujuria. Luego avanzó hasta llegar al cuello, no quería perderse de un solo centímetro, quería que ella fuera suya por completo y que no hubiera un solo lugar sin explorar.

Conforme él continuaba, Kate se hundía cada vez más quedando debajo de él y entonces sintió que Castle comenzaba a hacerse camino hacia sus pechos y eso la excitaba a sobre manera. No pudo evitar que un gemido saliera de su boca al imaginar qué era lo que ocurriría segundos después. Entonces él hábilmente la comenzó a despojarla de su blusa, botón por botón haciendo de ese acto una lenta y candente tortura.

Ella levantó la cabeza para averiguar por qué él demoraba tanto y acto seguido él se levantó rápidamente chocando sus labios con los de ella, Kate no tardó en devolver el beso y movía sus manos rápidamente por todos lados. Entonces él se separó dejando el beso a medias y a una mujer con una mirada de sorpresa indescriptible, sonrió y sin pensarlo dos veces bajó para hacer lo suyo en los pechos de la detective. Besaba y masajeaba suavemente, succionaba de vez en cuanto para aumentar el placer. Ella hundía su cabeza en el cojín del sofá con la boca entreabierta, sumida por completo en el placer que Rick le estaba proporcionando.

Entonces Kate lo jaló para fundirse en un apasionado beso mientras ella tiraba insistentemente de su camisa para así poder disfrutar también del torso de su escritor favorito. Él se traslada nuevamente a su cuello mientras ella mordisquea su hombro y enreda sus piernas en la cintura de Castle. Él se levanta entendiendo las intenciones de Beckett y se van a su recámara, ahí estarán más cómodos.

Una vez ahí, Beckett se desengancha y queda parada enfrente de Castle, posa sus manos en el fuerte pecho de él y las baja sin apartar la vista del rostro del hombre que tiene enfrente. Comienza a desabrochar el cinturón mientras él se abre espacio para llegar a su boca y después se dedica a lo mismo que Kate, quitarse mutuamente los pantalones quedándose ambos en ropa interior, en el caso de Beckett solo la de abajo pues el sostén, hace rato que había salido volando.

Lentamente y como si de una danza sincronizada se tratase sus cuerpos comienzan a andar hacia la que será la única testigo de su entrega, la cama. Las piernas de Kate tocan el borde del colchón y se sienta en él jalando a Castle con ella hacía su perdición. Una vez ahí él se guía sus movimientos hasta que llegan al centro y se recuestan. Castle comienza a disparar su vasto arsenal de caricias y besos, Kate, ella se deja querer.

Las manos de ambos se mueven con maestría, con talento, como si llevasen ya varias vidas conociéndose. Cada caricia aumenta el deseo. Se besan eternamente con pasión, lujuria, deseo, determinación. Castle dibuja la silueta de su musa una y otra vez recorriendo cada rincón de ese cuerpo que lo tiene encantado, comienza en el rostro para pasar por el cuello, los hombros, los brazos y después de regreso para entornar su figura, llega hasta los glúteos y ahí se detiene, disfrutando del momento. Continúa por las piernas, ahora tiene que separar sus labios de la boca de la detective para proseguir su camino. Pasa con sus manos por los muslos, las rodillas, los tobillos para después darle paso a la boca y lengua que comienzan a desandar el mismo camino. Cuando llega a los muslos puede sentir cómo Kate se tensa consecuencia del deseo. Castle sonríe para sus adentros, sabiendo que también él puede volverla loca. Kate no puede más.

-Castle por favor- le dice entrecortadamente a causa de su respiración agitada.
-Un poco más detective, un poco más- contesta con la voz ronca a causa de la excitación.

Continúa con su trayecto hasta llegar a la intimidad de Kate, su tesoro más preciado, su punto más vulnerable. Sabe que tiene que ser delicado porque la ama y quiere hacerla sentir hasta lo inimaginable.

Masajea delicadamente con los dedos y puede sentir su humedad en ellos, a consecuencia, su miembro está a punto de explotar y ella puede darse cuenta cuando Castle se levanta para besarla mientras sigue haciendo magia con sus dedos. Entonces ella traza una línea traviesa por sus pectorales hasta llegar a su miembro y darle un suave y provocativo masaje.

-Kate- Castle suplica
-Castle- solo atina a contestar

Entonces se coloca encima de ella y la ve a los ojos como pidiéndole permiso, ella en respuesta separa sus piernas para recibirlo. Siente cómo la erección de Castle se desliza por sus muslos hasta ponerse justo enfrente de la entrada al paraíso. Kate suelta un gemido aún sin tenerlo dentro, su cuerpo se estremece y se le eriza toda la piel. Castle quiere ir lento, alargando lo más posible ese momento pero la urgencia es tanta que no puede contenerse y la penetra de una vez. Ella suelta un pequeño grito de placer que es callado por la boca del escritor. Se detiene un momento para que sus cuerpos se acostumbren a la presencia del otro. Un instante después comienza a moverse y Kate siente… todo.

Sus cuerpos están calientes, despreocupados de que afuera sea pleno invierno, porque en esa habitación se siente el calor del mismísimo infierno glorificado. En sus cuerpos ya se pueden sentir las primeras gotas que se unen con la humedad de su encuentro.

Conforme avanzan en esta danza de amor sus cuerpos demandan cada vez más y Castle aumenta la velocidad de sus embestidas. Ella clava sus uñas en su espalda y él apenas gruñe un poco por el dolor. Sus pechos suben y bajan acelerados, las piernas de Kate se enredan nuevamente en Castle para ayudarlo a llegar más profundo. Las sensaciones son indescriptibles, sus movimientos coordinados, sus caricias uniformes y su amor inimaginable.

Ella comienza a arquearse, señal de que esta cerca de llegar, Castle como respuesta aumenta el ritmo, ella siente que en cualquier momento puede estallar. Bien podría morir en ese momento ya que se siente como nunca antes, está viva.
-¡Castle!- grita cuando el orgasmo empieza a invadir su cuerpo -¡Te-amo!-
Los dos sincronizados como al principio, como cuando recién se conocieron, como cuando resuelven crímenes, como cuando hacen el amor, llegan al orgasmo. El primero de muchos que habrá a lo largo del año que recién comienza.

Después él se mantiene quieto por un instante mirando a Kate que con los ojos cerrados y una enorme sonrisa disfruta el momento. Se separa lentamente para acomodarse a un lado de ella. Ella voltea su rostro y se encuentra con unos bellos ojos azules que la devoran con la mirada.

-Castle eso fue…- cierra los ojos nuevamente –mmm… fue increíble-
-Estar contigo siempre es increíble- le dice besando su frente y abrazándola junto a su pecho.
-Te amo Rick- dice y levanta la mirada para ver su reacción.
-Dime que me amas- responde él.
-Always- se unen en un beso tierno, cargado de su hermoso amor. Y luego conforme la noche avanza se apodera de su voluntad sumergiéndolos en un mágico sueño en donde solo están Kate y Rick.
Fin


Bueno, aquí termina, espero que les haya gustado. Se aceptan todo tipo de comentarios siempre y cuando sean para mejorar. De antemano gracias por leer. Hasta la próxima

Fue un gusto leer este mini-fic me encanto y debo decir q este ultimo capi estuvo "hot"... me encanto la historia de principio a fin y como tu misma dijiste Hasta la proxima

preciosoooooo

Muy bueno, espero que sigas escribiendo mucho mas.

Me ha encantado!!
Espero que sigas escribiendo pronto

Que magnífica forma de terminar este pequeño relato. Ha sido precioso, muy tierno y a la vez hot. Me alegro de que decidieras hacer esta cuarta parte.
Con ganas de ver que próxima historia se te ocurre

Muchas gracias por todos sus comentarios
Aqui les dejo esto que escribí, es algo diferente, no es una escena es más bien un sentir, el sentir de Beckett. Un pequeño regalo para Castle.


Sola, con el replandor de la noche sobre mi, recordando los buenos momentos que tu y yo vivimos y que no volveran, y espero que no lo hagan ya que cada segundo que paso a tu lado quiero que sea una nueva aventura, un nuevo sentimiento como tantos que me haz hecho descubrir.

Sola, por que así lo que querido en este momento, por no tener valor de llamarte y decirte que vengas a por mi y solo por mi...

Sola, la vida se difruta y muchísimos nuevos sabores se apoderan de mi gusto, y otras texturas son las que prueban mis manos...

Espero poder tocarte, te he visto, te he sentido, eres realmente increible, me conoces y lo sabes todo de mi, lo más maravilloso es que a pesar de eso sigues queriéndome, tan paciente, tan inteligente, tan tierno, me retienes aqui, eres tan TU...

Eres un ángel que vino únicamente para mi, eres mio y nadie podrá apartarte de mi lado. Lucharé contra quien sea necesario, porque no puedo verte sin que mi corazón pierda la cordura, porque no puedo ser nadie más que yo misma cuando estoy a tu lado, me dejas ser simplemente yo...

No puedo creer aún que me hayas elegido a mi, de entre tantas fui yo... soy tan afortunada, tan afortunada...

Cuando te acercas es como si un terrible terremoto acabase de comenzar, teniendo epicentro justo en medio de mi pecho, las rodillas me flaquean, las manos no me responden si no es solo para abrazarte y fundirte a mi cuerpo con fuerza casi salvaje, mi respiración se extigue... no se si esta demasiado acelerada o definitivamente deje de efectuarla o tal vez una extraña combinación de ambos...

Mis ojos se clavan en tu cara cuando lentamente rodeas con tus brazos mi cintura y tu cuerpo se acerca lentamete al mio, ansio que me lleves hasta tu paraiso y me hagas prisionera de ti, pero al mismo tiempo deseo que el momento sea eterno y que no acabe jamás, te odio por hacerme sentir todo esto por ti, por provocarme hasta sacerme de quicio, por nublarme y solo hacerme pensar en ti, en tu piel, en tu cara, tu cuerpo, me tienes encantada y no quiero salir del hechizo, me enloqueces cuando me abrazas por sorpresa y me susurras al oido que amas y nunca te alajarás de mi, me fascina que me repitas que eres mio y no dejarás nunca que me vaya, que me protejerás de quien sea necesario por que ahora soy tu vida...

Soy tuya, de pies a cabeza, estando dormida o despierta tu estas siemprre omnipresente en mi mente y en mi corazón, te haz encarnado en él como si siempre hubieses sabido que era ahí a donde pertenecías, encajas perfectamente, eres perfecto y te amo por siempre y para toda la eternidad...


espero que les haya gustado hasta la próxima

Me encantó

Espero q sigas con más fic besos

SIGUEEE