''Prefiero arriesgarme al error, al error de no arriesgarme'' CAPÍTULO 3.

¡Hola a todos de nuevo! Le he cogido el gustillo a esto de escribir asique traigo una historia que si gusta pretendo que tenga varios capítulos y si no pues... me dedicaré a otra cosa jajaja. No os espereís gran cosa porque no soy una experta de los fics ni muchísimo menos como muchos/as de vosotros pero si os gusta me lo decís y continúo. Os dejo aquí el primer capítulo, a ver que os parece.
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''Prefiero arriesgarme al error, al error de no arriesgarme’’

Capítulo 1

Una semana. Ya hace una semana desde que se lo dijo; '’Necesito tiempo’’. Esa maldita frase aún retumba en su cabeza, al igual que la mirada de reproche que él la dedicó. Reproche porque no quería que las cosas salieran así. Reproche porque sabía que ella tampoco quería. Reproche hacia él mismo porque se sentía idiota por habérselo ocultado. Y ella le echa de menos, demasiado de menos. Necesita tenerle cerca. Es algo que no puede evitar desde que sabe lo que es estar con él, sentir sus caricias, sus besos y sus abrazos, desde que sabe lo que es despertarse y verle dormir, desde que sabe lo que es despertarse en medio de una pesadilla y que él la apriete contra su cuerpo simplemente para hacerla saber que está ahí, que siempre lo ha estado y que siempre lo iba a estar. Pero ya no está. Y no porque él no quisiera si no porque ella se lo había pedido.

-''Necesito tiempo''… ¡maldita la hora en la que dije esa frase!- se repite a ella misma una y otra vez mientras se deja caer en el sofá.

En el fondo Kate lo comprendía, después de todo ella también le había ocultado cosas; le había ocultado durante un año todo lo que sentía por él. Pero no era lo mismo, ahora eran una pareja y se suponía que tenían confianza. No era la primera vez que Castle le ocultaba cosas y a ella le dolía, realmente le dolía. ¿Es qué no confiaba en ella?; esa es la pregunta que lleva repitiéndose durante todo el mes; si realmente confiaba en ella, y si no era así… por qué.

Hacía casi un año él había hecho un pacto por su vida con un hombre que no conocía de nada y aquello pareció ser el final de su historia; una historia aún sin empezar. Pero al final resultó ser solo el principio. Ella había estado al borde de la muerte y realmente en lo único que pensaba en ese momento era en él; en volver a verlo, en decirle que le quería, que llevaba mucho tiempo haciéndolo y que el muro estaba completamente derribado gracias a él. Castle lo había hecho para protegerla porque la necesitaba a su lado, porque la quería. Aunque al principio no pudo entenderlo y se limito a decirle que él no tenía ningún derecho a decidir por ella y que habían acabado, después se dio cuenta de que ella habría hecho lo mismo por él; por no perderle. Pensaba que después de todo aquello y tantas otras situaciones complicadas ellos tenían total y absoluta confianza.

Y no puede evitar que una lágrima caiga por su mejilla cuando recuerda ese día; el día que parecía ser uno de los peores de su vida pero que finalmente se acabó convirtiendo en uno de los más felices después de atravesar el umbral de la puerta del loft de Castle, haciendo realidad los deseos de ambos, estando juntos de una vez por todas. Y por eso le duele todavía más que haya vuelto a ocultarle cosas importantes. Cosas que a ella realmente le importan, porque son las cosas de Castle, cosas importantes de su pasado y que ahora también pertenecen a su presente; al de los dos. O eso es lo que a ella le gustaría, porque parece ser que él no ha pensado igual.

No hace más que contradecirse en sus propios pensamientos; le echa de menos, mucho de menos, pero no puede evitar sentirse enfadada y triste. Ya no sabe si se siente así por el hecho de que él la haya ocultado el haber conocido a su padre en París durante el secuestro de Alexis, siendo él quien la había rescatado en realidad, y no la policía de Francia, o porque necesita verle. Y eso mismo, el hecho de no saber lo que de verdad quiere hace que se cabree más.

Siente el impulso de coger el teléfono y llamarle. Solo quiere escuchar su voz, porque no han hablado desde ese día, desde hace una semana que a ella, personalmente, se le ha hecho eterna. Se dirige a la nevera para buscar algo de comer cuando su estómago comienza a quejarse. Cuando se pone a pensar en él apenas nota el paso del tiempo, lleva casi una hora lamentándose por todo lo ocurrido, por haber perdido una semana a su lado. – ''El índice de tiempo perdido con Castle sube a cuatro años y una semana. Genial.'' - Se dice a sí misma mientras una sonrisa triste aparece en su cara.

Horas después sigue dando vueltas en la cama al igual que las últimas noches. No para de darle vueltas a las palabras que Meredith le dijo meses atrás: ''Un día comprendí que él sabía todo sobre mí; mis mayores secretos, mis traumas… suficiente para llenar un millón de novelas. Pero yo no sabía cosas de él ni para escribir un panfleto'' ¿Realmente le estaba ocurriendo a ella lo mismo? ¿Tenía tan poca confianza con ella como con Meredith? ''Por ejemplo cuando le preguntaba que sentía por no haber conocido a su padre él me sonreía, soltaba una gracia y cambiaba de tema.'' Después de escuchar aquello ella le había dado muchas vueltas al tema; no sabía ni la mitad de cosas que él sabía de ella, no sabía nada de su pasado y parecía ser que ahora tampoco de su presente.

Y recuerda aquel día, una semana atrás, levantándose de la cama en medio de la noche, en busca de Castle al notar que él no estaba ahí. Recuerda los susurros de Castle y Alexis en la cocina mientras ella se limitaba a escuchar desde la puerta de la habitación. Recuerda cada palabra que escuchó:

-¿No vas a contárselo a Kate?- Pregunta la pelirroja en tono triste, parecía haber estado llorando, probablemente a causa de otra de sus pesadillas sobre el secuestro.

-No… al menos de momento- Al escuchar aquellas palabras Kate no puede evitar seguir escuchando. ¿Contarle el qué?

-¿Por qué? No es algo que debas ocultarle papá, sabes que a ella le gusta saber que confías en ella porque ella siempre confió en ti.- Kate sonríe al escuchar eso pero con cierta tristeza; está segura de que se trata de algo importante.

-Porque ni siquiera sé si vamos a volver a verle Alexis. No quiero darle vueltas a algo que puede que no vuelva a ocurrir nunca, simplemente no quiero pensar en ello. Me duele pensar que después de todos estos años imaginándome como sería y porque no está aquí con nosotros le haya conocido, me haya gustado y que puede que no vuelva a verle jamás.

-¿Qué no quieres pensar en ello? ¡¿Cómo no vas a pensar en ello?!- Esta vez el tono que emplea Alexis es algo más elevado, parece molesta.- Has conocido a tu padre papá, no puedes simplemente dejarlo pasar y no pensar en ello. ¿Es que no quieres saber más? Me salvó la vida y a ti también. No estaríamos aquí si no fuera por él papá.- Kate siente que no puede moverse. La noticia la ha pillado totalmente desprevenida. Y no lo entiende. ¡¿Por qué demonios no se lo ha contado?! Siente ganas de salir ahí fuera y pedirle explicaciones, pero se queda ahí, quieta, esperando alguna explicación razonable de porque Castle se lo ha ocultado.

-Lo sé. Nos ha salvado la vida, estamos aquí gracias a él, es cierto. Yo siempre había pensado que mi padre era un tipo cobarde que había huido cuando se había enterado de que la abuela estaba embarazada. El año pasado en aquel caso de la CIA en el que nos vimos envueltos y Sophia me dijo aquello… quería investigar pero tenía miedo. Miedo por si era verdad pero también por si era mentira. No quería encontrarle y odiarle, odiarle más de lo que ya lo hacía por no haber estado a mi lado siempre. Pero ahora…

-Ahora te ha gustado y quieres conocerle de verdad, igual que yo. Sigo sin ver el problema.

-Vete a dormir calabaza, es tarde y apenas has pegado ojo estos días.

-¿Se lo contarás a ella? Creo que debería saberlo… es como de la familia, ¿o no?

-Sí pero… no lo sé Alexis, antes necesito asimilar todo esto.- Ella simplemente asiente y se va.

Kate la ve subir las escaleras hacia su habitación y a Castle dirigirse hacia donde está ella con la mirada en el suelo. Y sube la mirada y los ojos de ambos se encuentran. Y ahí él se da cuenta; se da cuenta de que ella lleva ahí un buen rato… demasiado rato.

No aguanta más y se levanta de la cama decidida; ha tomado una decisión.

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Una semana. Ya hace una semana desde que escuchó como se lo decía: ‘’Necesito tiempo’’. Y le duele. Le duele no poder abrazarla, besarla, acariciarla, ver su sonrisa; esa sonrisa que al fín era suya después de tantos años.

Él sabe que ambos quieren estar bien otra vez, pero ninguno da su brazo a torcer. Bueno en realidad él ha intentado hacerlo mandándola mensajes sin respuesta alguna. –‘’La has cagado Rick’’- se repite para sí una y otra vez.

Sabe que lo ha hecho mal. Pero necesitaba asumir todo lo que había pasado antes de poder contárselo. Fue realmente difícil sufrir el secuestro de su hija, pero conocer a su padre le había descolocado por completo. Nunca se lo había imaginado así; nunca se había imaginado que él hubiera estado preocupándose por ellos todos estos años y muchísimo menos leyendo sus libros.

Se había imaginado que cuando se lo contara a Kate, porque a pesar de lo que ella creía él pretendía contárselo, ella se enfadaría por no habérselo dicho de inmediato. Pero se había enfadado mucho más de lo que él pensaba. –‘’Supongo que el haberse enterado así no ha ayudado mucho…’’- dice suspirando.

El reloj ya marca las dos de la mañana y él todavía no ha pegado ojo. No puede parar de dar vueltas en la cama mientras piensa en ella, en lo mucho que le gustaría que estuviera ahí con él. -‘’Necesito tiempo… ¡maldita frase!’’- No aguanta más, dirige su mano hacia la mesita de noche, dónde está su iphone, lo desbloquea y comprueba que, como suponía, no hay llamadas perdidas suyas. Busca la foto con su sonrisa entre sus contactos, algo innecesario ya que se sabe su número de memoria. Y la ve. Ve a Kate y ve su sonrisa. Y no se lo piensa dos veces antes de comenzar a escribirla otro mensaje, aunque estaba casi seguro de que esta vez tampoco obtendría respuesta.

‘’Kate, te necesito. Una vez más: lo siento. Iba a contártelo, lo sabes. Solo necesitaba tiempo para asimilarlo, por favor… perdóname por no habértelo contado antes yo mismo.’’

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La vibración de su móvil la detiene. Desbloquea la pantalla y ve su mensaje, y se derrite por dentro. ‘’Kate, te necesito(…)’’ – Yo también te necesito - dice ella en un susurro como si él la fuera a escuchar. Guarda el móvil y retoma su camino acelerando el paso, preguntándose cómo ha sido tan estúpida de no haber hecho esto antes.

Veinte minutos más tarde está ahí, enfrente de la puerta de su loft, llamando a la puerta con golpes suaves, pero decidida. Son las dos y veinte de la mañana y ella ni siquiera ha contemplado la idea de que él puede haberse dormido en el tiempo que ella ha tardado en llegar tras recibir el mensaje. Pero la puerta se abre y a Kate no le quedan dudas; Castle no ha pegado ojo en toda la noche, igual que ella, y a juzgar por el tamaño de sus ojeras no es la única noche que lleva durmiéndose a las tantas. Y ahí está él, con el pelo revuelto y llevando únicamente los pantalones del pijama. Ante esta imagen ella no puede evitar emitir un suspiro y cerrar los ojos durante un par de segundos para después abrirlos y volver a ver a un desconcertado pero sexy Castle. Y de repente el silencio más absoluto y el cruce de miradas más intenso los invade. Él abre y cierra la boca varias veces, queriendo decir algo, gesto que no pasa desapercibido para ella, que sonríe de medio lado.

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Cuando es capaz de reaccionar a la presencia de Kate se aparta hacia un lado para dejarla pasar. Ella entra despacio pero con decisión, pronunciando un ‘’hola’’ casi inaudible. Cuando él se da la vuelta después de cerrar la puerta ella está más cerca de lo que él espera, lo que hace que se sobresalte. Si algo ha aprendido estos cuatro años es a leer a Kate, a interpretar su lenguaje corporal, pero en ocasiones como esta le cuesta. Sus ojos le dicen que ella le necesita, que quiere abrazarle y besarle como si no hubiera mañana, pero su cruce de brazos sobre el pecho la delata; tiene una pregunta preparada y a juzgar por su triste sonrisa teme la respuesta.

- ¿Quieres algo de beber? - dice él con una sonrisa mientras se dirige a la cocina al ver que ella no se decide a decir nada.

- Solo quiero que hablemos. Estoy harta de esta situación. - Le dice siguiéndole y sentándose en uno de los taburetes. – No podemos seguir así Rick… necesito preguntarte algo.

Él se da la vuelta quedando frente a ella y asiente observando sus ojos. Esta vez detecta en ellos cierta inseguridad y se maldice a sí mismo; se maldice porque por su culpa, por ocultarle lo de su padre, la Kate segura ha desaparecido para dejar paso de nuevo a la Kate insegura. Pero la inseguridad igual que vino se va, en cuestión de segundos, y es entonces cuando ella comienza a hablar.

-¿Qué he hecho mal?- Se produce un silencio de unos segundos que a Castle le parecen eternos - ¿Qué he hecho mal para que no me cuentes absolutamente nada, Rick? Yo pensaba que después de estos casi cinco años teníamos confianza.- Lo dice seria, mirándole a los ojos, sin temblar, sin dudar. Necesita saberlo. Necesita saber si él confía en ella como ella lo hace en él.

¡Muchísimas gracias a todos por los comentarios! Me habeís dejado alucinada de verdad. Me alegro mucho de que os haya gustado. Os traigo el siguiente capítulo, ¡a ver que os parece! No se cuando prodré traer el siguiente capítulo porque esta semana estoy de exámenes (la última, por fín ) pero intentaré que sea lo antes posible.
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Capítulo 2

''-¿Qué he hecho mal?- Se produce un silencio de unos segundos que a Castle le parecen eternos - ¿Qué he hecho mal para que no me cuentes absolutamente nada, Rick? Yo pensaba que después de estos casi cinco años teníamos confianza.- Lo dice seria, mirándole a los ojos, sin temblar, sin dudar. Necesita saberlo. Necesita saber si él confía en ella como ella lo hace en él.’’

Se ha quedado de piedra. No es capaz de articular una sola palabra, solo puede abrir y cerrar la boca, sin emitir sonido alguno. ¡¿Qué si confía en ella?! ¿Cómo puede hacerle esa pregunta? Ella es la única persona a la que él confiaría su propia vida. Admite que no ha estado nada fino ocultándole lo de su padre y permitiendo que ella se enterara como lo hizo pero… ¡Claro que confiaba en ella; confía en ella!

Da un paso al frente quedando más cerca de ella y la agarra fuertemente de la mano. Ella mira durante un instante sus manos, unidas de nuevo, siente el suave tacto de su piel y vuelve a levantar la mirada, encontrándose con sus ojos que la miran intensamente y en los que encuentra cierto miedo; miedo a perderla, deduce.

Castle tiene el semblante serio y se lo dice sin dudar, sin dejar de mirarla a los ojos, sin soltar su mano y en un tono suave, sonando sincero, pero firme:

-Kate, confío en ti. Confío en ti como no lo había hecho nunca antes en ninguna otra persona.

-Si de verdad confiaras en mí me contarías las cosas. – Se lo dice en un susurro casi inaudible, bajando su mirada, con el ceño fruncido y soltándose lentamente de su mano. – Meredith tenía razón… - En su rostro aparece algo parecido a una sonrisa, una sonrisa claramente sarcástica, y en sus ojos se atisba ese brillo especial que aparece cuando tiene ganas de llorar por la rabia acumulada, él conoce muy bien esa mirada.

La mano de Castle sigue suspendida en el aire. Desde que Kate se la ha soltado y pronunciado el nombre de su ex mujer ha vuelto a quedarse helado y no es capaz de reaccionar. ¡¿Meredith?! ¡¿Cómo que Meredith?! ¿Qué es lo que le había dicho para confundir a Kate de esta manera? Siempre había sabido que no fue una buena idea dejarlas cenar aquel día a solas, he aquí la prueba. ¿Qué demonios le había contado esa desequilibrada a la mujer de su vida para que de repente tuviera tantas dudas y de repente cuestionara tanto su confianza?

-Meredith… ¿Co-cómo que Meredith?- Lo dice en un susurro, sigue sin moverse, ni siquiera sabe si ella le ha oído hasta que Kate levanta su mirada clavando sus ojos en los de él. – Dijiste que no te había dicho nada malo, dijiste que incluso te gustaba un poco más después de aquella charla Kate, ¿en qué tiene razón? ¡¿En qué?! No puede tener razón en nada. Esa mujer no es coherente y tú lo sabes igual que yo, ¡está medio loca Kate! Tú me conoces mucho mejor ella, ¡sabes cómo soy realmente! – Esta vez utiliza un tono más elevado, ya ha reaccionado y no puede parar de gesticular bruscamente con las manos, como si estuviera intentando espantar una molesta mosca, y las palabras le salen atropelladamente. Se dispone a continuar hablando pero ella le interrumpe.

-No me dijo nada en la cena, me lo dijo antes de irse, cuando tu subiste a la habitación a por su bolso – Aprieta los labios fuertemente. Esta situación le da rabia, no tendría por qué estar ocurriendo. Castle la mira interrogante y ella se levanta como un resorte de la silla y comienza a andar de un lado a otro con la vista clavada en el suelo y se para quedando de espaldas a él. - ¿De verdad te conozco Castle? Porque yo creo que no.

Castle se acerca despacio, hasta una distancia prudente, sin invadir su espacio personal porque sabe que Kate está insegura y cuando es así hay que dejarla espacio; es otra de las cosas que ha aprendido esos cuatro años que estuvo esperándola, a dejarla espacio para respirar tranquila cuando está frustrada, como ahora. Ahora sí tiene miedo; ¿qué no le conoce? No sabe qué es lo que está pasando. Qué es lo que ella le dijo para hacer pensar así a Kate. Y se lo pregunta en un tono suave para que no suene ansioso, que es como realmente está, ansioso por saber qué demonios le dijo aquel día para crearle esta inseguridad y desconfianza en él:

-¿Qué te dijo, Kate? ¿Qué te dijo Meredith aquel día?- Se produce el silencio más absoluto y ella se da la vuelta lentamente hasta quedar frente a él de nuevo, levantando la vista del suelo para clavarla otra vez en sus ojos, en esos ojos azules infinitos que ella adora.

-Yo… Bueno ella… - Se había perdido en sus ojos y ahora ni siquiera le salían las palabras. ''Maldita sea’’. – Yo la pregunté por qué se había acabado lo vuestro, no sé porque lo hice, simplemente… tenía curiosidad. – El se inquieta y la asiente para hacerla entender que quiere que continúe hablando. – Me dijo que lo vuestro fue genial y me hizo una extraña comparación con un soufflé, pero también me dijo que llegó un momento en el que se cansó. Se cansó de que tú lo supieras absolutamente todo de ella y de que ella no supiera nada de ti, Castle. Me dijo que cada vez que te preguntaba que sentías por no haber conocido a tu padre tú sonreías y cambiabas de tema sutilmente. Y yo… yo me di cuenta de que conmigo hacías lo mismo. No te dije nada porque estaba segura de que llegado el momento, me contarías como te sentías; después de todo eso es lo que dices tú siempre ¿no? ''Cuando estés preparada me lo contarás’’ –Dice ella imitando su tono. - No quise presionarte con ello porque, bueno… - suelta una leve sonrisa – sé lo que es que te presionen con algo de lo que no te gusta hablar. Pero le has conocido Castle, le has conocido y no me has dicho absolutamente nada, igual que no me dijiste nada antes de que pasara. Y yo me he dado cuenta de que no sé nada de ti, absolutamente nada de tu pasado y parece ser que… tampoco de tu presente.

No da crédito. Siente ganas de reír pero también siente ganas de matar a su ex. ¿Cómo podía ser tan cara dura? Definitivamente estaba mal de la cabeza. Está alucinando y no se da cuenta de que Kate está esperando a que él diga algo. Meredith nunca se había preocupado lo más mínimo por él, por su pasado. ¿Por qué tendría él que decirle nada si a ella no le interesaba lo más mínimo? Y lo más importante… ¿Cómo podía Kate haberse creído semejante estupidez? ¿Cómo podría haberse creído que lo suyo con Meredith había terminado por eso? ¿Cómo podía pensar ella que él quería ocultarle nada? Es cierto que él está más acostumbrado a ''investigar'' sobre la vida de los demás que a contar la suya propia pero él no tenía nada que ocultar. Y si tuviera que hacerlo no lo haría con ella, eso lo tiene más que claro.

Sigue tan absorto en sus pensamientos que no se da cuenta de que Kate ha avanzado un paso hacia él. Bueno, si se da cuenta; se da cuenta cuando nota que sus ojos están clavados en él, porque está esperando a que él diga algo, está esperando a que le dé una razón para pensar que está equivocada, que lo que dice es mentira. Porque aunque ella odia equivocarse, en este caso le encantaría hacerlo. Y él lo sabe. Pero… ¿y si no estaba equivocada? Ella tenía razón; él nunca le había contado nada de su pasado. - ''Pero eso no significa que no confíe en ella, ¡maldita sea!’’ – piensa para sí.

Y entonces la escucha. Un susurro. Su nombre. Siempre le ha hecho gracia esa extraña manera con la que ella pasa de llamarle ''Castle'' a llamarle ''Rick'' en cuestión de segundos, pero tiene claro que le llame como le llame no suena ni parecido a cuando lo hacen otras personas, cuando ella pronuncia su nombre así, en un susurro, siente que todo lo demás desaparece. Y ahí está otra vez. Otro susurro. ''Rick’’. Cierra los ojos unos segundos y levanta la vista. Esos ojos verdes cada día le gustan más, expresan demasiado, son increíbles, igual que su boca, igual que ella, de arriba abajo. No quiere perderla, se niega.

-Ella no es tú Kate. – Lo dice serio, pero su cara refleja miedo, miedo a que ella piense que tiene cosas que ocultar; porque no es así. Se produce otro breve silencio antes de que el continúe hablando. – No sé cómo has podido creer nada de lo que te dijo. Ella jamás se preocupo por lo que yo sentía o dejaba de sentir, no tenía porque contarle nada si a ella no le interesaba. Supongo que me acostumbré a no contarle nada a nadie, a no hablar de mi pasado; de lo que sentía o dejaba de sentir. No era algo de lo que me gustara hablar, nunca me gusto ser el único de clase que nunca conoció a su padre ¿sabes?, el que nunca tuvo a su padre para enseñarle a andar en bici, para ir al buscarle al colegio, para jugar a fútbol… fue duro crecer sin él, sobre todo cuando veía lo bien que se llevaban el resto de mis amigos con sus padres, realmente les envidiaba, fue… de las cosas más duras que he vivido sin duda. Era un sentimiento demasiado importante, no me gustaba compartirlo con personas que solo fingían preocuparse por mí, cuando en realidad les daba igual....

Kate puede ver en los ojos de Castle el comienzo de algo que parecen ser lágrimas. Y se maldice a sí misma por haberle puesto en esa situación. Se siente estúpida; y más después de lo que él acaba de soltarle con total tranquilidad. Duda pero finalmente decide dar otro paso al frente y cogerle la mano para hacerle saber que está ahí. Se queda callada, esperando a que el continúe, cosa que, tras depositar un breve beso en la mano que Kate le acaba de dar, no tarda en hacer.

-Cuando era pequeño siempre tuve la esperanza de que él aparecería cualquier día por la puerta para quedarse con nosotros para siempre, pero cuando crecí me di cuenta de que eso nunca pasaría porque realmente nos había abandonado. – Una sonrisa triste aparece en su cara pero rápidamente, igual que apareció, se desvanece. – Le pedí a mi madre que me contara la historia, quería saber más, necesitaba saber por qué él no nos había querido en su vida, pero ella nunca me contó gran cosa. – Dice el mientras se encoje de hombros. – Escucha… - Acaricia la mano de Kate y vuelve a depositar un suave beso sobre ella haciendo que ésta se estremezca por el contacto. – No quiero que pienses que te oculto algo Kate, porque verdaderamente no tengo nada que ocultarte. Confía en mí. Por favor.

-Si no tienes nada que ocultarme, ¿por qué me ocultaste haberle conocido Rick?

-Necesitaba asimilar todo lo ocurrido Kate… - Dice él poniendo los ojos hacia arriba – No ha sido fácil ¿sabes? No he sabido absolutamente nada de él desde… bueno, desde nunca. Y un día aparece así, de repente. Es algo… extraño. Solo necesitaba hacerme a la idea antes de contártelo. Confío en ti, ¡claro que confío en ti!

-¿De verdad?

-Eres la única persona en la que confío de verdad Kate. A parte de Alexis y de mi madre claro. – Una sonrisa se dibuja en el rostro de ambos.

-Aún así ella tiene razón Rick… Tú siempre esperas que te cuente cosas sobre mi pasado, sobre lo que pienso y sobre lo que siento. Pero después de aquello me di cuenta de que tú… - No puede terminar de decir nada porque él deposita un dedo sobre sus labios, haciéndola callar.

-Ya te lo he dicho Kate. Después de relaciones en las que no se han preocupado por mí de verdad, ahora no estoy acostumbrado a contar nada a la persona que sé que sí se preocupa, que siempre lo ha hecho. Y lo siento. Lo siento porque tienes razón. Pero a partir de ahora, si quieres saber algo… solo tienes que preguntar.

Kate se ha quedado muda, sus palabras, su mirada y suave contacto de su dedo índice sobre sus labios la han trasladado una dimensión paralela en la que no hay nada más. ‘’Lo siento’’, ‘’Solo tienes que preguntar’’. Un escalofrío recorre su espalda cuándo el retira lentamente el dedo de sus labios. Definitivamente había sido idiota. Ella ni siquiera le ha dicho todavía esas dos palabras, no ha tenido el valor de hacerlo y él no la ha presionado ni le ha exigido nada; pero ahí estaba ella, exigiéndole saber sobre su pasado. Ahora lo pensaba fríamente y se daba cuenta de que si ella hubiera estado en el lugar de Castle se habría enfadado mucho por exigirle todo a cambio de nada. Se siente culpable. Pero ella aún no está preparada para pronunciar esas dos palabras, aunque cada día se siente mejor con él, eso sin duda.

Él se da cuenta de que Kate se ha ido a un mundo muy lejano; tiene la mirada perdida en algún lugar de su cara y está completamente quieta. Susurra su nombre para hacerla reaccionar y ella da un respingo, centrando su mirada en sus ojos de nuevo, emitiendo una leve sonrisa. Y se acerca otro paso, ahora sus cuerpos casi se tocan, están a escasos centímetros.

Ella nota como él se acerca un poco más. Se muere por lanzarse a su boca y sabe que él está en la misma situación, lo nota cuando él desvía los ojos hacia sus labios. Pero antes necesita saberlo. ‘’Solo tienes que preguntar’’. Y lo hace.

-Si no fue por eso… ¿Por qué se acabó lo vuestro? – Dice ella sin hacer movimiento alguno, evitando que sus cuerpos se separen de nuevo. Él tampoco emite ningún tipo de movimiento y se limita a contestar.

-Porque… - Una breve pausa y una débil sonrisa aparece en su rostro; es muy afortunado de que Meredith ya no esté en su vida porque no es capaz de imaginarse una vida sin la mujer que realmente quiere, la que tiene delante en ese mismo instante. – Estaba demasiado preocupada por ella misma y muy poco por los demás. Solo le importaba su carrera, no parecía ser consciente de que tenía una hija a la que cuidar. Podía consentir que no se preocupara por mí pero… ¿Por Alexis? Eso no iba a permitirlo. Yo no tenía por qué estar con una persona a la que no quería; lo único que me mantenía unido a ella era Alexis pero cuando me di cuenta de que eso tampoco nos unía… decidí hacer lo mejor para todos. Ella por un lado, con su carrera, y nosotros por otro, siendo una familia. Pensé que ella me pondría pegas, reaccionaría y se ocuparía más de su hija pero… no fue así.

Ahora Kate lo entendía. Entendía el por qué Martha no la soportaba y el por qué a Alexis no le gustaba pasar demasiado tiempo con ella. Era realmente un padrazo; se había ocupado de cuidarla siempre, de educarla y le había salido bien; muy bien. Se le derrite el corazón al pensar en un futuro, juntos; en el que él sea el padre de sus hijos. Se muerde el labio inconscientemente al pensar en esa idea y ese gesto no pasa desapercibido para él, que le aparta un rebelde mechón de pelo de la cara, haciendo que ella vuelva de ese mundo lejano al que se ha transportado varias veces en el rato que llevan hablando.

Ella ve como él la está mirando interrogante, queriendo saber qué es lo que está pasando por su mente. Pero está harta de hablar, ya tendrán tiempo para eso. Hoy no quiere comerse más la cabeza.

Se lanza a sus labios, directa, atrapándolos entre los suyos y haciendo que él se estremezca. Un agradable escalofrío recorre la espalda de ambos. Una semana separados era demasiado. Un beso corto, pero intenso. Se separan, se miran, emiten la más sincera de sus sonrisas y en sus ojos se ve reflejado un ‘’Te he echado de menos’’ que no les hace falta pronunciar. Porque si hay algo realmente especial en su relación es eso; que después de casi cinco años se conocen tanto, se conocen tan bien, que se lo dicen todo con la mirada; en momentos así les sobran las palabras.

Aunque a él no tanto. Ella lo escucha. Un débil pero claro y sincero ''te quiero’’ por parte de Castle. Ella se limita a volver a sus labios, en un beso largo, lento, sincero, mientras se pregunta en qué momento será capaz ella de pronunciar esas palabras. Sabe lo que siente ¡¿por qué le resulta tan difícil verbalizarlo?! Pero se lo ha prometido a ella misma; no más comeduras de cabeza por hoy.

Deja sus labios de nuevo, quedándose a escasos milímetros de ellos, sonriendo, y le coge de la mano con cierta ansiedad, dirigiendo a ambos hacia la habitación.

Él por su parte lo tiene claro. Confía en ella igual que ella lo hace en él, la quiere y está convencido de que ella a él también y que en algún momento no muy lejano se lo hará saber, poniendo en palabras sus sentimientos. O eso espera, porque verdaderamente se muere por escuchar esas dos palabras saliendo de su boca.


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GRACIAS POR LEER. Espero que os haya gustado, si es así, intentaré traer el siguiente capítulo lo antes posible.