MI VIDA SIN TI, Epílogo
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Cata Castillo
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Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
me encanta, estupendo capitulo, espero que continue asi de bien. Sigue pronto.
_Caskett_- Escritor - Policia
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Fecha de inscripción : 22/01/2013
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Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
Sencillamente me encanta, preciiosoooooooooo!! Me da pena la señora Rosemary, pensaba que su marido iba a ser el otro testigo. Ahora solo quiero leer la continuación, quiero algo con un giro inesperado cortito y el resto que sea muy bonito y tierno por favor!!!!
eli1213- Escritor novato
- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 12/04/2013
Edad : 24
Localización : España
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
POR FIIN!
Que bonito y que romantico y que pasional todo...
Esperemos que pueda salir pronto de su ''encarcelamiento'' y pueda presentar a Ricky a Alexis, Martha y los chicos y Lanie
CONTINUA PRONTO
Que bonito y que romantico y que pasional todo...
Esperemos que pueda salir pronto de su ''encarcelamiento'' y pueda presentar a Ricky a Alexis, Martha y los chicos y Lanie
CONTINUA PRONTO
AlwaysSerenity- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 14/10/2012
Edad : 27
Localización : Málaga (Andalucia) España
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
Holaaa:)
Para empezar quiero decirte que me llamo Carla y acabo de descubrir tu fi, lo empece a leer ayer, y n que he parado hasta acabar los capis (ten en cuenta que voy a clase jajajajajaja ) Tengo que decirte que me encanta y que me he enganchado mucho a el jejeje
Espero que continues pronto :3
Para empezar quiero decirte que me llamo Carla y acabo de descubrir tu fi, lo empece a leer ayer, y n que he parado hasta acabar los capis (ten en cuenta que voy a clase jajajajajaja ) Tengo que decirte que me encanta y que me he enganchado mucho a el jejeje
Espero que continues pronto :3
carly becket- Policia de homicidios
- Mensajes : 631
Fecha de inscripción : 19/10/2011
Edad : 28
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
¡Hola! Es viernes y aquí estoy con otro capítulo de mi historia. Poco a poco se acerca el final. Muchas gracias a todos los que leéis y comentáis. Espero que os guste este capítulo y ¡Feliz fin de semana!
AVISO: Aunque los principales personajes de esta historia pertenecen a Andrew Marlowe, otros que aparecen y todos los lugares y situaciones que se describen en esta historia, son producto de mi imaginación. Si por alguna casualidad, algo resultara conocido de haberlo leído en otro fic de Castle, es pura coincidencia. Si al narrar algo, cometo algún error sobre algún tema de los tratados, ruego que disculpéis mi ignorancia y mi atrevimiento a escribir sobre ello.
Capítulo 14:
“He amado hasta llegar a la locura;
y eso a lo que llaman locura, para mí,
es la única forma sensata de amar”
Françoise Sagan
Después de volver a hacer el amor, se quedaron de nuevo en silencio y abrazados. Solo se besaban y se acariciaban. Necesitaban esa unión y ese silencio y compartir solo los latidos de sus corazones.
Pero la curiosidad por conocer los que había sido la vida del otro, era mucha, así que entre beso y beso, fue Castle quien rompió el silencio.
- ¿Dónde estuviste todo este tiempo?
- En California, en un pueblito enano llamado Santa María Beach.
- ¿Ese pueblo donde vive una comunidad de hippies?
- ¿Has oído hablar de él? – preguntó sorprendida – yo no tenía ni idea de su existencia.
- Leí algo en un artículo en internet – explicó – me llamó mucho la atención, incluso pensé en ir para conocerlo por si podía usarlo como escenario de un crimen en alguna de mis novelas.
- Pues ya no hace falta que vayas, yo te cuento todo lo que quieras.
- ¿Has sido una hippie entonces?
- Una autentica hippie, que hacía pulseras y pendientes para venderlos en el mercadillo.
- ¿Y cómo era tu vida allí?, me hubiese encantado verte de esa guisa.
- Y me verás, te lo prometo – dijo ella pensando en la cantidad de fotos que tenía para enseñarle.
Kate empezó a explicarle como había sido su vida con Pam y posteriormente con la compañía de su padre y la llegada de su hijo. Volvió a disculparse, por haberse ido de esa manera.
Él le contestó diciendo que después de haber escuchado lo que Bracken había sido capaz de hacer, entendía que hubiese tenido que tomar esa decisión, aunque hubiese sido tan dolorosa. Ella le contó de la tarjeta del móvil, con las últimas fotos que se hicieron y como la escondió en su zapato, y que fue lo único que se llevó con ella.
- Te he echado de menos en cada momento del día y de la noche, Rick – dijo con los ojos llenos de lágrimas – solo de pensar el daño que te estaba haciendo me desesperaba.
- Ya está, mi vida – dijo limpiando sus lágrimas por enésima vez desde que se habían reencontrado – no hay marcha atrás, ya todo pasó. Ahora estamos los tres juntos, y eso es lo importante.
- Menos mal que tuve a Ricky, si no hubiese sido por mi niño, me hubiese vuelto loca, siento mucho que te hayas perdido esa parte de su vida.
- Yo también lo siento – suspiró él –me hubiese encantado acompañarte y mimarte durante el embarazo y haber estado ahí cuando nació. Anda sigue contándome como fue tu vida.
Le contó cómo era el pueblo, la casa, a lo que se dedicaban, la gente que vivía allí… también le habló de Mark y Kendra y de cómo la habían ayudado cuando nació el bebé.
- Así que Pam y tú erais pareja, ¿tengo motivos para ponerme celoso? – preguntó con esa sonrisa pícara que había heredado Ricky y que ella había echado tanto de menos.
- Claro que no – dijo incorporándose en la cama y proporcionándole a Castle una magnifica visión de sus pechos desnudos – eso era solo una tapadera, te he sido fiel todo el tiempo que estuvimos separados.
- Ven aquí – dijo atrayéndola de nuevo en un abrazo – me da igual aunque hubieses estado con alguien, lo que de verdad me importa es que ahora te tengo aquí conmigo, y eres mía.
- Solo tuya – y volvieron a besarse con pasión. Era mucho el atraso que tenían en besos y caricias y estuvieron otro rato recreándose en darse cariño.
Pero una idea rondaba por la mente de Kate, era algo que la había perseguido todo el tiempo que estuvo ausente. Cuando pararon un momento para tomar aire, ella se incorporó de nuevo y apoyándose en los codos, lo miró atentamente.
- Castle yo quería preguntarte algo – dijo titubeante.
- Tú dirás – dijo él mirándola fijamente, pues la había visto ponerse seria.
- Yo sé que no tengo derecho a reclamarte nada, pues para ti y para todos, yo estaba muerta, y no vayas a pensar que voy a echártelo en cara, pero yo necesito – empezó a titubear – yo… me gustaría saber…
- ¿Qué quieres saber? – preguntó perplejo, pues no terminaba de entender que le ocurría.
- Que conste que no voy a enfadarme.
- Pero enfadarte, ¿Por qué?
- ¿Has estado con muchas mujeres mientras yo no estaba? – soltó del tirón – solo quiero saberlo, es curiosidad, de verdad que no me enfado.
Castle no pudo evitar la sonrisa ante la pregunta de ella sobre el número de mujeres con las que había estado en su ausencia, y recordó su patética experiencia con Gina en aquel hotel de Chicago.
- No te rías, que yo lo he pasado muy mal cuando te veía rodeado de tantas mujeres guapas, o siempre con Gina y Paula en todos lados.
- ¿Qué me veías? – preguntó con extrañeza – ¿Cómo que me veías?, ¿Dónde?
- Pues en internet, te he seguido desde el día que me marché – explicó ella – me metía a diario en tu página y en todos los sitios donde daban noticias tuyas – también te vi en mi entierro – dijo esto bajando la mirada y conteniendo las lágrimas – te vi tan mal, tan triste, que casi estuve a punto de ir a buscarte para decirte que no tenías que llorar más porque no me había muerto.
- Aquellos fueron los peores días de mi vida – recordó Castle.
- ¡Ay Rick! – se abrazó a él – si supieras cuanto lo siento.
- Lo sé, mi vida, lo sé – dijo mientras la acariciaba – ahora sigue contándome que es lo mirabas por internet, para estar tan celosa.
- ¡No estoy celosa! – protestó – bueno, sí que lo estoy – terminó reconociendo. Cuando mi padre, se reunió con nosotros, me trajo el penúltimo libro de Nikki Heat, y a raíz de eso, empecé a seguir foros y páginas en internet, te veía en presentaciones y fiestas y siempre estabas rodeado de mujeres guapísimas.
- Ninguna tan guapa como tú – dijo dándole un tierno beso en los labios.
- Cuando leí lo pronto que iba a salir el último libro de la saga, pensé que matarías a Nikki.
- Estuve tentado de hacerlo, pero al final no pude, era como verte morir otra vez.
- ¿Y todas esas fans?, ¿les firmabas en el pecho?
- No he vuelto a firmar una teta desde que te conocí – dijo sonriendo – y a las firmas de libros y presentaciones me obligaban a ir, lo último de lo que tenía ganas era de fiesta. Y no tenía ni la menor idea, de lo morbosas que podéis llegar a ser las mujeres, parecían fascinadas con mi dolor, no te haces una idea de la de ellas que se acercaban para animarme y consolarme.
- Eso no es de morbosas, es de lobas roba hombres – dijo muy seria provocando la alegre risa de Castle.
- Pues quédate tranquila, que ninguna me robó.
- Y entonces ¿no has estado con ninguna mujer desde entonces?, ¿has permanecido puro y casto todo este tiempo? – preguntó curiosa y con tono irónico.
- No me apetecía estar con nadie que no fueras tu – dijo serio.
- ¡Oh vamos Castle!, tú me creías muerta, ¿ibas a estar así toda la vida?, ¿Nunca intentaste nada?
- No tenía ganas, Kate, solo hubo una vez… – se interrumpió al notar como se tensaba entre sus brazos.
- Cuéntame que pasó – le pidió ella.
- No pasó nada Kate, de verdad, no fue nada.
- Algo tuvo que pasar, ya te he dicho que no voy a enfadarme contigo, no puedo hacerlo, no es tu culpa, yo estaba muerta, es normal que tuvieses necesidad de estar con alguien.
- Por eso me reí antes – dijo – tú también vas a hacerlo cuando te lo cuente.
- No te entiendo.
- Verás…
Le fue contando su viaje a Chicago y el empeño de Gina en llevárselo a la cama. Sonrió ante su gesto de enfado. Sabía la aversión que les tenía a sus dos ex mujeres, sobre todo a la segunda. También le fue contando como él no fue capaz de darse cuenta de las intenciones de ésta.
- No me puedo creer que no notases sus avances – dijo intentando guardar la calma y pensando en lo tonto que podían llegar a ser los hombres, sobre todo Castle.
- Pues créetelo, pero como te he dicho antes no tienes de que preocuparte, porque no ocurrió nada.
Y le explicó su intento fallido de tener sexo con Gina.
- ¿Y estabais los dos ahí, desnudos en la cama?
- Como nuestras respectivas madres nos trajeron al mundo.
- ¿Y ella que hacía?
- Ya te lo he dicho – volvió a explicar – me besaba y me acariciaba por todos lados.
- ¿Todos, todos? – preguntó con carita de asco.
- Todos, todos.
- ¿Y nada de nada?
- Nada de nada, fui incapaz de izar bandera.
- ¿Gatillazo?
- En toda regla.
El sonido de su risa fue como música para sus oídos.
- Si, si, tu ríete de mis miserias – dijo intentando parecer serio.
- No me rio de ti – explicó – sino de la situación.
- Fue patética.
- ¿Y qué te pasó?
- ¿Qué, que me pasó?, Me pasó inspectora Becket, que eres una bruja que me ha castrado y no sirvo para estar con otra mujer que no seas tú.
- ¿Sabes?, me alegro de que no pudieses estar con ella, sé que sonará egoísta, pero te quiero solo para mí.
- Yo también. Aunque espero que no me vuelva a pasar otra vez.
- Yo no he notado ninguna anomalía – dijo con pícara sonrisa – aunque creo que voy a hacer un reconocimiento más exhaustivo – y mientras hablaba bajó la mano con suavidad por todo el vientre de él y llegó hasta su miembro que empezó a acariciar y que reaccionó endureciéndose con sus caricias.
- ¡Ay Kate! – jadeó él – ¿Qué me haces?
- Amarte – dijo dándole un beso en los labios para seguir haciendo un recorrido con sus labios por todo su cuerpo, hasta el bajo vientre de él y seguir con su boca lo que había empezado con las manos.
- ¡Kate! – gimió él – no voy a poder aguantar mucho más rato.
Cuando estuvo lo suficientemente preparado, se sentó encima de él a horcajadas y fue así como la penetró. Ella empezó a moverse, mientras él, la tomaba por las caderas para ayudarla en sus movimientos.
Verla así, jadeando de placer, cabalgando encima suyo, tenían a Castle enardecido de deseo. Sus alientos se mezclaban y terminaron los dos en un explosivo orgasmo, con Kate dejándose caer sobre el pecho de él agotada.
- Ciertamente necesitábamos ponernos al día, pero como sigamos a este ritmo vamos a dejar a Ricky huérfano – dijo Castle con una sonrisa.
- ¡Ricky!, pero ¿Qué hora es? – pregunto ella sintiéndose culpable por haberse olvidado de su hijo.
- Pues ya casi es la hora de comer – dijo él – ¿habrán llegado ya del parque?, no les hemos oído.
- Espero que sean ellos los que no nos hayan oído a nosotros – dijo apurada, mientras se levantaba y se ponía una bata – voy a ver si han vuelto.
- Aprovecho y entro al baño.
Kate salió al salón, pero el piso estaba vacío. Lo que ella no sabía, es que Jim había sido previsor y se había llevado el almuerzo del niño en un termo diciéndole a Pam, con una gran sonrisa que alargarían el paseo todo lo posible, pues lo de ellos iba a ir para largo.
Kate volvió a la habitación y oyó el agua de la ducha, estuvo tentada a entrar con él, pero se contuvo, seguro que su padre y Ricky estaban a punto de llegar.
Hizo la cama y sacó ropa limpia para ducharse ella una vez terminara Rick. Luego cogió la bolsa de viaje que Castle había atraído y la abrió para sacar y guardar la ropa que traía.
Cuando vio que todo lo que llevaba, hasta los calzoncillos, era de color negro, se prometió a si misma que lo primero que haría cuando saliese de su cautiverio, sería comprarle ropa de colores alegres que ya era hora de acabar con el luto que se había auto impuesto.
Castle salió de la ducha, con una toalla liada a la cintura y secándose el pelo con otra más pequeña, infinidad de gotitas relucían en la piel de su torso y brazos. Kate se relamió literalmente de gusto, pensando en lo que le gustaría secar esas gotas a besos y sin poder dejar de mirar como seguían su camino hacia el interior de la toalla.
La voz de Castle interrumpió sus lascivos pensamientos:
- ¿Han vuelto del parque?
- ¿Eh?, no, aun no, pero seguro que estarán a punto de hacerlo – dijo suspirando – será mejor que pase yo a la ducha. ¡Ah!, he guardado tu ropa en el armario y en el segundo cajón de la cómoda.
- Vale, voy vistiéndome y ya estoy yo pendiente por si vuelven.
Kate entró al baño, pensando en las ganas que tenía de volver a ducharse con Castle. Cada vez que se duchaban juntos lo pasaban estupendamente.
Castle se vistió con camiseta, vaqueros y tenis negros y salió al salón, justo en el momento que se abría la puerta y Pam, Jim y Ricky entraban en la casa. El bebé venía en su cochecito de lo más espabilado y sonriente, hablando y canturreando solo.
- ¡Hola! – dijo Castle – ¿Ya estáis aquí?, habéis tardado mucho.
- Pensamos que ibais a necesitar vuestro tiempo, ¿hemos interrumpido algo? – dijo Jim con una gran sonrisa.
- No, no, claro que no – dijo Castle sonrojado y bastante apurado, eso de que todos supieran a ciencia cierta lo que habían estado haciendo Kate y él, le daba cierto pudor.
- Por cierto hemos traído el almuerzo de un restaurante chino que hay aquí cerca – dijo Pam – voy a ir preparando la mesa.
- Mamamamama – dijo Ricky llamando la atención.
- Mamá está en la ducha – le explicó Castle, como si el bebé pudiese entenderlo – ¿Quieres venir con papá? – y extendió los brazos para sacarlo del coche a lo que Ricky correspondió estirando también sus bracitos.
El niño había comido ya y también había dormido un rato, así que estaba totalmente espabilado y con ganas de juerga. Castle lo sacó del coche y le dio un beso en el cachete, para pasar a continuación a hacerle pedorretas en la barriga, lo que provocó las carcajadas del niño.
Jim miraba la escena conmovido, pero Ricky se cansó pronto y empezó a patalear, pues quería que lo dejasen en el suelo, cosa que su padre hizo.
Una vez en el suelo, el crío empezó a gatear bastante deprisa, metiéndose por debajo de la mesa.
- No lo pierdas de vista – advirtió Jim con una sonrisa – gatea a una velocidad increíble par lo chico que es.
Castle no lo pensó y se echó al suelo para seguir a Ricky, lo que provocó la sonrisa de Pam al ver a ese hombre tan grande, gateando al ritmo de su bebé. Cuando Kate salió del baño, se quedó un rato contemplando la escena. Había añorado esos momentos familiares.
Rick y Ricky gateaban uno detrás del otro, cuando el niño se sentó en la alfombra, su padre hizo lo mismo, entonces Ricky aprovechó para gatear hasta su padre y trepar por sus piernas. Castle lo tomó por debajo de los brazos y tumbándose en el suelo empezó a alzarlo por los aires provocando otra tanda de sonoras carcajadas en el bebé.
- ¡A comer! – anunció Pam.
- ¿Dejas que papá vaya a comer? – preguntó Castle al chiquillo.
- Claro que te deja – dijo Kate cogiéndole al niño – Ricky se sienta en su trona y nos acompaña.
Así hicieron, acercaron la trona a la mesa y Kate sentó al niño, al que puso por delante algunos de sus juguetes preferidos, lo que lo mantuvo entretenido mientras los adultos almorzaban.
Cuando terminaron, Jim se ofreció amablemente a recoger y ellos salieron al jardín, aprovechando la soleada tarde para jugar con Ricky, hasta que empezó a refrescar y el bebé empezó a protestar porque tenía hambre.
Entraron a la casa y el diligente abuelo, ya había preparado la papilla de fruta, que Ricky engulló casi sin respirar, como era habitual en él.
Después de la merienda Ricky se echó una siesta, Pam salió a hacer unos recados, Jim se fue a su cuarto a leer y ellos se quedaron en el salón solos. Castle aprovechó el momento y empezó a besarla, pero ella después de corresponder durante un rato, lo paró diciendo:
- Quiero enseñarte algo.
Fue por el ordenador y lo colocó sobre la mesita, encendiéndolo.
- ¿Vamos a ver una peli? – preguntó Castle – ¿porno?
- No es eso precisamente, y tampoco es una peli, aunque se le parece.
Cuando se encendió, le dijo:
- Guardé cada momento de mi vida sin ti, para compartirla contigo cuando pudiésemos reunirnos de nuevo.
Y empezó a mostrarle las fotos que se había ido haciendo, durante el tiempo que estuvo escondida en Santa María Beach.
- ¿Te teñiste el pelo de rubio?
- Sí, pero volví a teñírmelo de mi color para el juicio.
- Eras una hippie muy guapa, aunque te veo rara con esa ropa tan holgada – mientras estaba en casa, siempre vestía ropa cómoda y deportiva.
- Yo también me sentía rara, aunque era muy cómoda.
Castle pudo ver a Kate en los diferentes momentos de su embarazo y conocer también el pueblo y la casa donde había vivido.
- Me hubiese encantado verte embarazada.
- ¿Embarazada o gorda como un tonel?
- No estabas gorda, estabas preciosa.
- Eso lo dices ahora, pero si me hubieses visto con los tobillos hinchados y haciendo pis cada cinco minutos, seguro que no te gustaba tanto.
- No te quejes, que a mí me gustas de todas formas.
Siguieron viendo más fotos. Castle hizo muchas preguntas que Kate respondía gustosa.
Luego Kate empezó a enseñarle las fotos de Ricky, desde el momento que nació, las de todos los días y las de los distintos momentos de la vida del niño, con su madre en la playa, ella dándole de mamar, en su habitación de Santa María, en el jardín, en el mercadillo.
Rick las miraba extasiado, pasaba las fotos una y otra vez, y no podía evitar que en más de una ocasión se le llenasen los ojos de lágrimas. Cuando por fin terminaron de ver las fotos, Castle tomó a Kate de las manos y muy serio, le dijo:
- Sé que aún es muy pronto, pero ¿te gustaría tener otro hijo conmigo?, quiero vivir contigo todos y cada uno de los momentos que has pasado sola en este embarazo.
- Me encantaría volver a ser madre – y le besó en los labios – y por mi podemos empezar a intentarlo cuando tú quieras.
- Esta noche sin falta – sonrió él – así que hoy Ricky dormirá con el abuelo.
- No creo que al abuelo le importe mucho.
A través del monitor escucharon que Ricky se había despertado de su siesta. Fue Castle quien se levantó para atenderlo. Le cambió el pañal y lo llevó a la sala. Pam volvía en ese momento de la calle y los saludó alegre:
- ¡Hola familia!, ¿Qué tal la tarde?
- Estupenda – dijo Kate – ahora que estamos los tres juntos, todo es estupendo y maravilloso.
- No sabes lo que me alegro de verte sonreír así, nunca te había visto tan feliz.
- Es que soy feliz ahora mismo, dijo mirando a Castle que jugaba con el niño.
La tarde transcurrió tranquila. Castle se ocupó de atender todas las necesidades del bebé, lo bañó, le dio de cenar, jugó con él otro rato y antes de dormir le contó un cuento que el niño escuchó con gran interés, probablemente por las diferentes voces y sonidos de animales que Castle hacía, que lo tenían totalmente alucinado.
Luego se lo pasó a su madre, mientras él ayudaba a Jim a llevar la cuna hasta su habitación, para volver a cogerlo en brazos y acunarlo hasta que se quedó dormido.
Kate los miraba con profundo amor, ella ya sabía lo buen padre que era Castle y verlo actuar así con su hijo, la tenía conmovida. Sabía que su niño no podía tener mejor padre, que el que tenía.
Con el niño ya dormido, los cuatro adultos estuvieron un rato charlando después de la cena, hasta que Castle sin ningún tipo de pudor, se levantó del sofá y tirando de la mano de Kate para que se levantase anunció:
- Nosotros nos vamos a dormir ya, que estamos muy cansados – lo que provocó que ella se sonrojara un poco ante la sonrisa comprensiva de su padre.
- ¡Qué durmáis bien chicos! – dijo Pam risueña – y no tengáis problema en levantaros tarde, que nosotros nos ocupamos del niño.
- Buenas noches – dijo Jim.
- Buenas noches – contestaron al unísono y se dirigieron a su habitación.
CONTINUARÁ…
AVISO: Aunque los principales personajes de esta historia pertenecen a Andrew Marlowe, otros que aparecen y todos los lugares y situaciones que se describen en esta historia, son producto de mi imaginación. Si por alguna casualidad, algo resultara conocido de haberlo leído en otro fic de Castle, es pura coincidencia. Si al narrar algo, cometo algún error sobre algún tema de los tratados, ruego que disculpéis mi ignorancia y mi atrevimiento a escribir sobre ello.
Capítulo 14:
“He amado hasta llegar a la locura;
y eso a lo que llaman locura, para mí,
es la única forma sensata de amar”
Françoise Sagan
Después de volver a hacer el amor, se quedaron de nuevo en silencio y abrazados. Solo se besaban y se acariciaban. Necesitaban esa unión y ese silencio y compartir solo los latidos de sus corazones.
Pero la curiosidad por conocer los que había sido la vida del otro, era mucha, así que entre beso y beso, fue Castle quien rompió el silencio.
- ¿Dónde estuviste todo este tiempo?
- En California, en un pueblito enano llamado Santa María Beach.
- ¿Ese pueblo donde vive una comunidad de hippies?
- ¿Has oído hablar de él? – preguntó sorprendida – yo no tenía ni idea de su existencia.
- Leí algo en un artículo en internet – explicó – me llamó mucho la atención, incluso pensé en ir para conocerlo por si podía usarlo como escenario de un crimen en alguna de mis novelas.
- Pues ya no hace falta que vayas, yo te cuento todo lo que quieras.
- ¿Has sido una hippie entonces?
- Una autentica hippie, que hacía pulseras y pendientes para venderlos en el mercadillo.
- ¿Y cómo era tu vida allí?, me hubiese encantado verte de esa guisa.
- Y me verás, te lo prometo – dijo ella pensando en la cantidad de fotos que tenía para enseñarle.
Kate empezó a explicarle como había sido su vida con Pam y posteriormente con la compañía de su padre y la llegada de su hijo. Volvió a disculparse, por haberse ido de esa manera.
Él le contestó diciendo que después de haber escuchado lo que Bracken había sido capaz de hacer, entendía que hubiese tenido que tomar esa decisión, aunque hubiese sido tan dolorosa. Ella le contó de la tarjeta del móvil, con las últimas fotos que se hicieron y como la escondió en su zapato, y que fue lo único que se llevó con ella.
- Te he echado de menos en cada momento del día y de la noche, Rick – dijo con los ojos llenos de lágrimas – solo de pensar el daño que te estaba haciendo me desesperaba.
- Ya está, mi vida – dijo limpiando sus lágrimas por enésima vez desde que se habían reencontrado – no hay marcha atrás, ya todo pasó. Ahora estamos los tres juntos, y eso es lo importante.
- Menos mal que tuve a Ricky, si no hubiese sido por mi niño, me hubiese vuelto loca, siento mucho que te hayas perdido esa parte de su vida.
- Yo también lo siento – suspiró él –me hubiese encantado acompañarte y mimarte durante el embarazo y haber estado ahí cuando nació. Anda sigue contándome como fue tu vida.
Le contó cómo era el pueblo, la casa, a lo que se dedicaban, la gente que vivía allí… también le habló de Mark y Kendra y de cómo la habían ayudado cuando nació el bebé.
- Así que Pam y tú erais pareja, ¿tengo motivos para ponerme celoso? – preguntó con esa sonrisa pícara que había heredado Ricky y que ella había echado tanto de menos.
- Claro que no – dijo incorporándose en la cama y proporcionándole a Castle una magnifica visión de sus pechos desnudos – eso era solo una tapadera, te he sido fiel todo el tiempo que estuvimos separados.
- Ven aquí – dijo atrayéndola de nuevo en un abrazo – me da igual aunque hubieses estado con alguien, lo que de verdad me importa es que ahora te tengo aquí conmigo, y eres mía.
- Solo tuya – y volvieron a besarse con pasión. Era mucho el atraso que tenían en besos y caricias y estuvieron otro rato recreándose en darse cariño.
Pero una idea rondaba por la mente de Kate, era algo que la había perseguido todo el tiempo que estuvo ausente. Cuando pararon un momento para tomar aire, ella se incorporó de nuevo y apoyándose en los codos, lo miró atentamente.
- Castle yo quería preguntarte algo – dijo titubeante.
- Tú dirás – dijo él mirándola fijamente, pues la había visto ponerse seria.
- Yo sé que no tengo derecho a reclamarte nada, pues para ti y para todos, yo estaba muerta, y no vayas a pensar que voy a echártelo en cara, pero yo necesito – empezó a titubear – yo… me gustaría saber…
- ¿Qué quieres saber? – preguntó perplejo, pues no terminaba de entender que le ocurría.
- Que conste que no voy a enfadarme.
- Pero enfadarte, ¿Por qué?
- ¿Has estado con muchas mujeres mientras yo no estaba? – soltó del tirón – solo quiero saberlo, es curiosidad, de verdad que no me enfado.
Castle no pudo evitar la sonrisa ante la pregunta de ella sobre el número de mujeres con las que había estado en su ausencia, y recordó su patética experiencia con Gina en aquel hotel de Chicago.
- No te rías, que yo lo he pasado muy mal cuando te veía rodeado de tantas mujeres guapas, o siempre con Gina y Paula en todos lados.
- ¿Qué me veías? – preguntó con extrañeza – ¿Cómo que me veías?, ¿Dónde?
- Pues en internet, te he seguido desde el día que me marché – explicó ella – me metía a diario en tu página y en todos los sitios donde daban noticias tuyas – también te vi en mi entierro – dijo esto bajando la mirada y conteniendo las lágrimas – te vi tan mal, tan triste, que casi estuve a punto de ir a buscarte para decirte que no tenías que llorar más porque no me había muerto.
- Aquellos fueron los peores días de mi vida – recordó Castle.
- ¡Ay Rick! – se abrazó a él – si supieras cuanto lo siento.
- Lo sé, mi vida, lo sé – dijo mientras la acariciaba – ahora sigue contándome que es lo mirabas por internet, para estar tan celosa.
- ¡No estoy celosa! – protestó – bueno, sí que lo estoy – terminó reconociendo. Cuando mi padre, se reunió con nosotros, me trajo el penúltimo libro de Nikki Heat, y a raíz de eso, empecé a seguir foros y páginas en internet, te veía en presentaciones y fiestas y siempre estabas rodeado de mujeres guapísimas.
- Ninguna tan guapa como tú – dijo dándole un tierno beso en los labios.
- Cuando leí lo pronto que iba a salir el último libro de la saga, pensé que matarías a Nikki.
- Estuve tentado de hacerlo, pero al final no pude, era como verte morir otra vez.
- ¿Y todas esas fans?, ¿les firmabas en el pecho?
- No he vuelto a firmar una teta desde que te conocí – dijo sonriendo – y a las firmas de libros y presentaciones me obligaban a ir, lo último de lo que tenía ganas era de fiesta. Y no tenía ni la menor idea, de lo morbosas que podéis llegar a ser las mujeres, parecían fascinadas con mi dolor, no te haces una idea de la de ellas que se acercaban para animarme y consolarme.
- Eso no es de morbosas, es de lobas roba hombres – dijo muy seria provocando la alegre risa de Castle.
- Pues quédate tranquila, que ninguna me robó.
- Y entonces ¿no has estado con ninguna mujer desde entonces?, ¿has permanecido puro y casto todo este tiempo? – preguntó curiosa y con tono irónico.
- No me apetecía estar con nadie que no fueras tu – dijo serio.
- ¡Oh vamos Castle!, tú me creías muerta, ¿ibas a estar así toda la vida?, ¿Nunca intentaste nada?
- No tenía ganas, Kate, solo hubo una vez… – se interrumpió al notar como se tensaba entre sus brazos.
- Cuéntame que pasó – le pidió ella.
- No pasó nada Kate, de verdad, no fue nada.
- Algo tuvo que pasar, ya te he dicho que no voy a enfadarme contigo, no puedo hacerlo, no es tu culpa, yo estaba muerta, es normal que tuvieses necesidad de estar con alguien.
- Por eso me reí antes – dijo – tú también vas a hacerlo cuando te lo cuente.
- No te entiendo.
- Verás…
Le fue contando su viaje a Chicago y el empeño de Gina en llevárselo a la cama. Sonrió ante su gesto de enfado. Sabía la aversión que les tenía a sus dos ex mujeres, sobre todo a la segunda. También le fue contando como él no fue capaz de darse cuenta de las intenciones de ésta.
- No me puedo creer que no notases sus avances – dijo intentando guardar la calma y pensando en lo tonto que podían llegar a ser los hombres, sobre todo Castle.
- Pues créetelo, pero como te he dicho antes no tienes de que preocuparte, porque no ocurrió nada.
Y le explicó su intento fallido de tener sexo con Gina.
- ¿Y estabais los dos ahí, desnudos en la cama?
- Como nuestras respectivas madres nos trajeron al mundo.
- ¿Y ella que hacía?
- Ya te lo he dicho – volvió a explicar – me besaba y me acariciaba por todos lados.
- ¿Todos, todos? – preguntó con carita de asco.
- Todos, todos.
- ¿Y nada de nada?
- Nada de nada, fui incapaz de izar bandera.
- ¿Gatillazo?
- En toda regla.
El sonido de su risa fue como música para sus oídos.
- Si, si, tu ríete de mis miserias – dijo intentando parecer serio.
- No me rio de ti – explicó – sino de la situación.
- Fue patética.
- ¿Y qué te pasó?
- ¿Qué, que me pasó?, Me pasó inspectora Becket, que eres una bruja que me ha castrado y no sirvo para estar con otra mujer que no seas tú.
- ¿Sabes?, me alegro de que no pudieses estar con ella, sé que sonará egoísta, pero te quiero solo para mí.
- Yo también. Aunque espero que no me vuelva a pasar otra vez.
- Yo no he notado ninguna anomalía – dijo con pícara sonrisa – aunque creo que voy a hacer un reconocimiento más exhaustivo – y mientras hablaba bajó la mano con suavidad por todo el vientre de él y llegó hasta su miembro que empezó a acariciar y que reaccionó endureciéndose con sus caricias.
- ¡Ay Kate! – jadeó él – ¿Qué me haces?
- Amarte – dijo dándole un beso en los labios para seguir haciendo un recorrido con sus labios por todo su cuerpo, hasta el bajo vientre de él y seguir con su boca lo que había empezado con las manos.
- ¡Kate! – gimió él – no voy a poder aguantar mucho más rato.
Cuando estuvo lo suficientemente preparado, se sentó encima de él a horcajadas y fue así como la penetró. Ella empezó a moverse, mientras él, la tomaba por las caderas para ayudarla en sus movimientos.
Verla así, jadeando de placer, cabalgando encima suyo, tenían a Castle enardecido de deseo. Sus alientos se mezclaban y terminaron los dos en un explosivo orgasmo, con Kate dejándose caer sobre el pecho de él agotada.
- Ciertamente necesitábamos ponernos al día, pero como sigamos a este ritmo vamos a dejar a Ricky huérfano – dijo Castle con una sonrisa.
- ¡Ricky!, pero ¿Qué hora es? – pregunto ella sintiéndose culpable por haberse olvidado de su hijo.
- Pues ya casi es la hora de comer – dijo él – ¿habrán llegado ya del parque?, no les hemos oído.
- Espero que sean ellos los que no nos hayan oído a nosotros – dijo apurada, mientras se levantaba y se ponía una bata – voy a ver si han vuelto.
- Aprovecho y entro al baño.
Kate salió al salón, pero el piso estaba vacío. Lo que ella no sabía, es que Jim había sido previsor y se había llevado el almuerzo del niño en un termo diciéndole a Pam, con una gran sonrisa que alargarían el paseo todo lo posible, pues lo de ellos iba a ir para largo.
Kate volvió a la habitación y oyó el agua de la ducha, estuvo tentada a entrar con él, pero se contuvo, seguro que su padre y Ricky estaban a punto de llegar.
Hizo la cama y sacó ropa limpia para ducharse ella una vez terminara Rick. Luego cogió la bolsa de viaje que Castle había atraído y la abrió para sacar y guardar la ropa que traía.
Cuando vio que todo lo que llevaba, hasta los calzoncillos, era de color negro, se prometió a si misma que lo primero que haría cuando saliese de su cautiverio, sería comprarle ropa de colores alegres que ya era hora de acabar con el luto que se había auto impuesto.
Castle salió de la ducha, con una toalla liada a la cintura y secándose el pelo con otra más pequeña, infinidad de gotitas relucían en la piel de su torso y brazos. Kate se relamió literalmente de gusto, pensando en lo que le gustaría secar esas gotas a besos y sin poder dejar de mirar como seguían su camino hacia el interior de la toalla.
La voz de Castle interrumpió sus lascivos pensamientos:
- ¿Han vuelto del parque?
- ¿Eh?, no, aun no, pero seguro que estarán a punto de hacerlo – dijo suspirando – será mejor que pase yo a la ducha. ¡Ah!, he guardado tu ropa en el armario y en el segundo cajón de la cómoda.
- Vale, voy vistiéndome y ya estoy yo pendiente por si vuelven.
Kate entró al baño, pensando en las ganas que tenía de volver a ducharse con Castle. Cada vez que se duchaban juntos lo pasaban estupendamente.
Castle se vistió con camiseta, vaqueros y tenis negros y salió al salón, justo en el momento que se abría la puerta y Pam, Jim y Ricky entraban en la casa. El bebé venía en su cochecito de lo más espabilado y sonriente, hablando y canturreando solo.
- ¡Hola! – dijo Castle – ¿Ya estáis aquí?, habéis tardado mucho.
- Pensamos que ibais a necesitar vuestro tiempo, ¿hemos interrumpido algo? – dijo Jim con una gran sonrisa.
- No, no, claro que no – dijo Castle sonrojado y bastante apurado, eso de que todos supieran a ciencia cierta lo que habían estado haciendo Kate y él, le daba cierto pudor.
- Por cierto hemos traído el almuerzo de un restaurante chino que hay aquí cerca – dijo Pam – voy a ir preparando la mesa.
- Mamamamama – dijo Ricky llamando la atención.
- Mamá está en la ducha – le explicó Castle, como si el bebé pudiese entenderlo – ¿Quieres venir con papá? – y extendió los brazos para sacarlo del coche a lo que Ricky correspondió estirando también sus bracitos.
El niño había comido ya y también había dormido un rato, así que estaba totalmente espabilado y con ganas de juerga. Castle lo sacó del coche y le dio un beso en el cachete, para pasar a continuación a hacerle pedorretas en la barriga, lo que provocó las carcajadas del niño.
Jim miraba la escena conmovido, pero Ricky se cansó pronto y empezó a patalear, pues quería que lo dejasen en el suelo, cosa que su padre hizo.
Una vez en el suelo, el crío empezó a gatear bastante deprisa, metiéndose por debajo de la mesa.
- No lo pierdas de vista – advirtió Jim con una sonrisa – gatea a una velocidad increíble par lo chico que es.
Castle no lo pensó y se echó al suelo para seguir a Ricky, lo que provocó la sonrisa de Pam al ver a ese hombre tan grande, gateando al ritmo de su bebé. Cuando Kate salió del baño, se quedó un rato contemplando la escena. Había añorado esos momentos familiares.
Rick y Ricky gateaban uno detrás del otro, cuando el niño se sentó en la alfombra, su padre hizo lo mismo, entonces Ricky aprovechó para gatear hasta su padre y trepar por sus piernas. Castle lo tomó por debajo de los brazos y tumbándose en el suelo empezó a alzarlo por los aires provocando otra tanda de sonoras carcajadas en el bebé.
- ¡A comer! – anunció Pam.
- ¿Dejas que papá vaya a comer? – preguntó Castle al chiquillo.
- Claro que te deja – dijo Kate cogiéndole al niño – Ricky se sienta en su trona y nos acompaña.
Así hicieron, acercaron la trona a la mesa y Kate sentó al niño, al que puso por delante algunos de sus juguetes preferidos, lo que lo mantuvo entretenido mientras los adultos almorzaban.
Cuando terminaron, Jim se ofreció amablemente a recoger y ellos salieron al jardín, aprovechando la soleada tarde para jugar con Ricky, hasta que empezó a refrescar y el bebé empezó a protestar porque tenía hambre.
Entraron a la casa y el diligente abuelo, ya había preparado la papilla de fruta, que Ricky engulló casi sin respirar, como era habitual en él.
Después de la merienda Ricky se echó una siesta, Pam salió a hacer unos recados, Jim se fue a su cuarto a leer y ellos se quedaron en el salón solos. Castle aprovechó el momento y empezó a besarla, pero ella después de corresponder durante un rato, lo paró diciendo:
- Quiero enseñarte algo.
Fue por el ordenador y lo colocó sobre la mesita, encendiéndolo.
- ¿Vamos a ver una peli? – preguntó Castle – ¿porno?
- No es eso precisamente, y tampoco es una peli, aunque se le parece.
Cuando se encendió, le dijo:
- Guardé cada momento de mi vida sin ti, para compartirla contigo cuando pudiésemos reunirnos de nuevo.
Y empezó a mostrarle las fotos que se había ido haciendo, durante el tiempo que estuvo escondida en Santa María Beach.
- ¿Te teñiste el pelo de rubio?
- Sí, pero volví a teñírmelo de mi color para el juicio.
- Eras una hippie muy guapa, aunque te veo rara con esa ropa tan holgada – mientras estaba en casa, siempre vestía ropa cómoda y deportiva.
- Yo también me sentía rara, aunque era muy cómoda.
Castle pudo ver a Kate en los diferentes momentos de su embarazo y conocer también el pueblo y la casa donde había vivido.
- Me hubiese encantado verte embarazada.
- ¿Embarazada o gorda como un tonel?
- No estabas gorda, estabas preciosa.
- Eso lo dices ahora, pero si me hubieses visto con los tobillos hinchados y haciendo pis cada cinco minutos, seguro que no te gustaba tanto.
- No te quejes, que a mí me gustas de todas formas.
Siguieron viendo más fotos. Castle hizo muchas preguntas que Kate respondía gustosa.
Luego Kate empezó a enseñarle las fotos de Ricky, desde el momento que nació, las de todos los días y las de los distintos momentos de la vida del niño, con su madre en la playa, ella dándole de mamar, en su habitación de Santa María, en el jardín, en el mercadillo.
Rick las miraba extasiado, pasaba las fotos una y otra vez, y no podía evitar que en más de una ocasión se le llenasen los ojos de lágrimas. Cuando por fin terminaron de ver las fotos, Castle tomó a Kate de las manos y muy serio, le dijo:
- Sé que aún es muy pronto, pero ¿te gustaría tener otro hijo conmigo?, quiero vivir contigo todos y cada uno de los momentos que has pasado sola en este embarazo.
- Me encantaría volver a ser madre – y le besó en los labios – y por mi podemos empezar a intentarlo cuando tú quieras.
- Esta noche sin falta – sonrió él – así que hoy Ricky dormirá con el abuelo.
- No creo que al abuelo le importe mucho.
A través del monitor escucharon que Ricky se había despertado de su siesta. Fue Castle quien se levantó para atenderlo. Le cambió el pañal y lo llevó a la sala. Pam volvía en ese momento de la calle y los saludó alegre:
- ¡Hola familia!, ¿Qué tal la tarde?
- Estupenda – dijo Kate – ahora que estamos los tres juntos, todo es estupendo y maravilloso.
- No sabes lo que me alegro de verte sonreír así, nunca te había visto tan feliz.
- Es que soy feliz ahora mismo, dijo mirando a Castle que jugaba con el niño.
La tarde transcurrió tranquila. Castle se ocupó de atender todas las necesidades del bebé, lo bañó, le dio de cenar, jugó con él otro rato y antes de dormir le contó un cuento que el niño escuchó con gran interés, probablemente por las diferentes voces y sonidos de animales que Castle hacía, que lo tenían totalmente alucinado.
Luego se lo pasó a su madre, mientras él ayudaba a Jim a llevar la cuna hasta su habitación, para volver a cogerlo en brazos y acunarlo hasta que se quedó dormido.
Kate los miraba con profundo amor, ella ya sabía lo buen padre que era Castle y verlo actuar así con su hijo, la tenía conmovida. Sabía que su niño no podía tener mejor padre, que el que tenía.
Con el niño ya dormido, los cuatro adultos estuvieron un rato charlando después de la cena, hasta que Castle sin ningún tipo de pudor, se levantó del sofá y tirando de la mano de Kate para que se levantase anunció:
- Nosotros nos vamos a dormir ya, que estamos muy cansados – lo que provocó que ella se sonrojara un poco ante la sonrisa comprensiva de su padre.
- ¡Qué durmáis bien chicos! – dijo Pam risueña – y no tengáis problema en levantaros tarde, que nosotros nos ocupamos del niño.
- Buenas noches – dijo Jim.
- Buenas noches – contestaron al unísono y se dirigieron a su habitación.
CONTINUARÁ…
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
me encanta que se vean tan felices despues de nlo que han pasado. Me encanta, continua pronto.
_Caskett_- Escritor - Policia
- Mensajes : 2936
Fecha de inscripción : 22/01/2013
Localización : en un mundo feliz
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
Estos últimos capítulos me tienen enamorada. Imaginarme a Castle ejerciendo de padre con Ricky es precioso. Castle es un padrazo.
Me gusta la conversación de los dos sobre la visa de Castle cuando creía que Beckett estaba muerta y como le cuenta lo de Gina. Hasta yo me he reído imaginándome la cara de Castle mientras se lo cuenta jaja
Jim y Pam estuvieron muy acertados dejándoles tiempo, lo necesitan
Me gusta mucho la escena de los dos viendo las fotos de la vida de Beckett y el pequeño en ese pueblecito y como Beckett acepta volver a tener otro hijo con Castle. Desde luego estos dos han decidido no perder el tiempo.
Genial Cata. No sé si decirte que estoy deseando leer el siguiente o no, porque la verdad es que no quiero que se acabe la historia pero como todo en la vida, tiene que acabar, así que estaré esperando el siguiente capítulo con ganas.
Me gusta la conversación de los dos sobre la visa de Castle cuando creía que Beckett estaba muerta y como le cuenta lo de Gina. Hasta yo me he reído imaginándome la cara de Castle mientras se lo cuenta jaja
Jim y Pam estuvieron muy acertados dejándoles tiempo, lo necesitan
Me gusta mucho la escena de los dos viendo las fotos de la vida de Beckett y el pequeño en ese pueblecito y como Beckett acepta volver a tener otro hijo con Castle. Desde luego estos dos han decidido no perder el tiempo.
Genial Cata. No sé si decirte que estoy deseando leer el siguiente o no, porque la verdad es que no quiero que se acabe la historia pero como todo en la vida, tiene que acabar, así que estaré esperando el siguiente capítulo con ganas.
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Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
Ahora si que empieza la historia, hasta este momento no era más que el rosario de la aurora, por lo que no me importaría que el fic siga muchos más capítulos, eso del segundo roro hay que verlo, jajajajajaja
Muy bonito como se cuentan todo el tiempo pasado, como se han mantenido unidos aún sin verse, más en él que en ella puesto que estaban en desigualdad de condiciones, claro que se ha enterado de todo, y de una solo vez.
Bien por que el niño le haya admitido desde el primer momento, como si intuyera a su padre, es verdad eso de que el perro y el niño, donde ven cariño, jajajajaja y de eso va a tener mucho, pero que mucho.
Sigue que la cosa está vista para sentencia, ya está todo en su sitio, como debe de ser. Así que ha rematar como corresponde a esta estupenda historia.
BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
Muy bonito como se cuentan todo el tiempo pasado, como se han mantenido unidos aún sin verse, más en él que en ella puesto que estaban en desigualdad de condiciones, claro que se ha enterado de todo, y de una solo vez.
Bien por que el niño le haya admitido desde el primer momento, como si intuyera a su padre, es verdad eso de que el perro y el niño, donde ven cariño, jajajajaja y de eso va a tener mucho, pero que mucho.
Sigue que la cosa está vista para sentencia, ya está todo en su sitio, como debe de ser. Así que ha rematar como corresponde a esta estupenda historia.
BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
agecastbet- Escritor - Policia
- Mensajes : 2971
Fecha de inscripción : 27/12/2012
Localización : En la colina del loco - Madrid
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
preciosoooooo sigueee
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
Por fin unos de los momentos mas esperados de esta historia finalmente se estan cumpliendo, me encanto el capitulo!!! simplemente genial!!
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
¡Que bonito el capítulo!
Me encanta Estos dos no pierden el tiempo, eh? jaja
Adoro las escenas de Rick y Ricky... es que me lo imagino con el bebé en brazos y me enamoro Ahora les toca llamar a la cigueña y que les traiga un hermanito/a para Ricky
Por favor, haz muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muuuuuuccchooooos capítulos más!
Tu fic es, ahora mismo, mi favorito de los que leo (y son bastantes) a si que sigue esta magnifica historia
Me encanta Estos dos no pierden el tiempo, eh? jaja
Adoro las escenas de Rick y Ricky... es que me lo imagino con el bebé en brazos y me enamoro Ahora les toca llamar a la cigueña y que les traiga un hermanito/a para Ricky
Por favor, haz muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muchos muuuuuuccchooooos capítulos más!
Tu fic es, ahora mismo, mi favorito de los que leo (y son bastantes) a si que sigue esta magnifica historia
Aitana- As del póker
- Mensajes : 253
Fecha de inscripción : 25/11/2012
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
ooooh muy bonitooo el capítulo!!! son una estupenda familia
ya era hora que vinieran los momentos alegres para los dos y el pequeño Ricky... ahhh es una preiosidad de niño
meha gustado muchooo el capi y estaré esperandoo impaciente la contiii jeje ¡nos vemos!
ya era hora que vinieran los momentos alegres para los dos y el pequeño Ricky... ahhh es una preiosidad de niño
meha gustado muchooo el capi y estaré esperandoo impaciente la contiii jeje ¡nos vemos!
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
mee encantooo el capii y el pequeño ricky tambien , un niñoo moniisiimo , asta yo le e cogido cariño jejeje.... sigue prontoo ..... nos vemos
stanathan_caskett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 27/04/2013
Edad : 23
Localización : cadiz
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
Ooooh me ha encantado este capi, es muy tiernooooooo!! Me encanta que Kate y Castle quieran tener más hijos, y los momentos en los que se cuentan como les ha ido después de la “muerte“ de Beckett y los momentos padre-hijo de los dos Ricks jajajaja espero que puedan salir pronto de ahí y contarle todo a los demás.
eli1213- Escritor novato
- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 12/04/2013
Edad : 24
Localización : España
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
Bueno Cata, es una pena que se esté acabando ya, pero bueno, te haces de rogar para escribir, nos das unos cuantos capis (tengo que decir que largos, eso si, genial) y nos abandonas de nuevo hasta Dios sabe cuando... en fin.. disfrutaremos de lo que quede.
Gracias por escribirlo.
Gracias por escribirlo.
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
Por fin las cosas van bien, jejejeje.
Un gran capítulo. Espero que puedas continuar pronto.
Un gran capítulo. Espero que puedas continuar pronto.
Yaye- Escritor - Policia
- Mensajes : 1751
Fecha de inscripción : 05/06/2012
Localización : Huelva
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
Continua pronto tengo ganas de saber que sucede...
yamicastkett- Actor en Broadway
- Mensajes : 209
Fecha de inscripción : 29/12/2012
Edad : 31
Localización : alicante
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
Me ha encantado. La verdasd es que lo leí el día en el que lo subistes. Pero por una o por otra razón no he podido comentar antes. Me ha encantado sobre todo la escena en la cual ella le pregunta si ha estado con alguna otra mujer y el sin más cuenta el suceso con Gina. ¡Kate es una bruja que lo ha castrado! Buenisimo, me he reído mucho
La escena en la cual le muestra el albúm y en como se encaminan hacia el dormirtorio para darle un hermanito al pequeño Ricky me ha encantado. Al igual que los momentos de Rick con el bebé. Espero que continues pronto...que ganas de la continuación.
La escena en la cual le muestra el albúm y en como se encaminan hacia el dormirtorio para darle un hermanito al pequeño Ricky me ha encantado. Al igual que los momentos de Rick con el bebé. Espero que continues pronto...que ganas de la continuación.
Invitado- Invitado
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
¡Hola! Como otra vez es martes, os dejo otro capítulo de esta historia. Este es ya el penúltimo, la historia está casi concluida y ya no hay más de donde estirar. Una vez que se resuelve la trama principal, como ha sido en este caso la separación de los protagonistas, cuesta trabajo seguir contando cosas de ellos, sin repetirse e intentar a la vez mantener el interés en la historia.
A pesar de todo espero que os siga gustando como va terminando esto, y como siempre digo, ¡Muchas gracias por leer y comentar! Intentaré por todos los medios tener el último capítulo listo para el viernes. ¡Feliz semana!
AVISO: Aunque los principales personajes pertenecen a Andrew Marlowe, otros que aparecen y todos los lugares y situaciones que se describen en esta historia, son producto de mi imaginación. Si por alguna casualidad, algo resultara conocido de haberlo leído en otro fic de Castle, es pura coincidencia. Si al narrar algo, cometo algún error sobre algún tema de los tratados, ruego que disculpéis mi ignorancia y mi atrevimiento a escribir sobre ello.
Capítulo 15:
“Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día,
sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.”
Juan XXIII
Mientras el jurado deliberaba, ellos no podían moverse del piso franco. No sabían cuánto tiempo tardarían en tomar su decisión, así que los días que pasaron allí les sirvieron a ambos para ir poniéndose poco a poco, al día en lo que habían sido sus vidas sin el otro. Castle vio las fotos que Kate había hecho y guardado para él, infinidad de veces, agradeciéndole el detalle de haberlo hecho, pues eso le hizo sentir que de alguna manera había sido participe en su vida y la de su hijo.
Aquella mañana, mientras Ricky estaba de paseo con su abuelo y Pam, Kate aprovechó para preguntarle que había pasado en su vida en esos meses que estuvieron separados, pero él le dijo, que su vida no había sido nada interesante y que no merecía la pena ser contada, aunque en realidad lo que pretendía era evitar que ella se entristeciese cuando supiese lo mal que lo había pasado.
Pero ella siguió insistiendo, pues quería saberlo todo de él, lo mismo que él había conocido todo de ella.
- Ya te he dicho que no me ocurrió nada interesante Kate – dijo Rick por enésima vez – no sé porque sigues insistiendo.
- Porque quiero saberlo – explicó ella – tú ya sabes cómo he vivido, donde, que me pasó y que he hecho en este tiempo, sin embargo, yo sigo sin saber nada de nada, lo único que conozco de ti en ese tiempo, es lo mismo que ya sabía, lo que había visto por internet y eso solo es tu faceta de escritor, no sé nada de como transcurrió tu vida personal.
- Pero, ¿Qué interés tienes en saber que aquellos fueron los peores días de mi vida?, que casi me vuelvo loco cuando me avisaron que habíais tenido un terrible accidente y que ni tú, ni tu padre habíais sobrevivido y que habíais muerto calcinados.
- ¡Oh Rick! – exclamó ella – yo no sabía…
- Kate, no quiero recordar esos días tan dolorosos, la angustia que sentí, las pesadillas, la impotencia al saber que te habían amenazado de muerte y no haber podido ayudarte, de ver como te enterraban junto a tus padres, de no tenerte conmigo y echarte de menos a cada instante, de llorar hasta quedarme sin lágrimas y de desear haber estado contigo ese día y haber muerto también.
Kate lloraba en silencio. Saber el daño que le había causado le dolía mucho.
- Ves, por eso no quiero contarte nada – dijo abrazándola y basándola – no quiero verte llorar más, ya pasó todo, no es tu culpa, todo ha terminado y debemos seguir hacia adelante.
- ¿Y si no condenan a Bracken? – preguntó temerosa – el jurado está tardando en deliberar y tengo miedo, de que al final se salga con la suya y lo absuelvan de todos los cargos.
- Es imposible que salga inocente – dijo con confianza Rick – el jurado tardará porque ha hecho tantas barbaridades que tienen que condenarle por todas ellas.
- Pero, ¿y si no va a la cárcel?, seguro que viene a por mí para terminar lo que empezó.
- Eso no va a pasar, pero en el hipotético caso de que pasara, nos iríamos del país y desapareceríamos para siempre, pero todos juntos.
- ¿Y Martha y Alexis? – preguntó ella – ¿Qué pasaría con ellas?
- Kate, no adelantemos acontecimientos, vamos a ver qué pasa y sea lo que sea, seguro que le encontramos solución – y le dio un besito – y ya que tienes tantas ganas de saber, voy a contarte las partes menos tristes de mi vida sin ti.
Empezó a relatarle lo que había hecho en ese tiempo, omitiendo las partes más dolorosas, como fueron las primeras semanas después de su muerte. Le habló de su trabajo en comisaría, de lo amable que había sido Gates con él, a pesar de todo y de que Lanie se había convertido en una gran amiga, siempre pendiente de su bienestar.
Le contó también de sus visitas al cementerio, de las rosas y de lo tonto que se sentía desde que había descubierto que había pasado horas hablándole a una sepultura vacía, lo que provocó que ella se acercase a besarle de nuevo y decirle un sentido:
- Gracias por quererme tanto.
- Siempre.
- Por cierto, ¿Qué pasó con mi casa y mis cosas?
Le explicó que había mantenido los alquileres por varios meses, hasta el día que fue a buscar nuevas pruebas contra Bracken y se encontró con la ecografía de Ricky. Le fue contando como se derrumbó y como fue luego con Lanie a vaciar la casa y meter todas sus cosas en cajas, pero que aunque dejó de pagar los alquileres, pues le parecía absurdo, todas sus cosas y las de su padre estaban guardadas en un trastero.
- Siento mucho no haberte dicho antes que estaba embarazada, quería darte una sorpresa, aunque después me alegré de que no supieras nada.
- Sí que fue una sorpresa – dijo él.
- Siento también, que te enterases de esa manera que íbamos a tener un hijo.
- Lo sé – dijo él – pero ahora solo piensa que estamos los tres juntos y que Ricky es demasiado pequeño para recordar el descontrol que ha vivido en sus primeros meses con tanto cambio y ya siempre seré parte de su vida, no va a recordar que no he estado con él, desde el principio.
- Claro que no – dijo ella segura – si ya te adora, lo único que quizás eche de menos la playa – dijo nostálgica – cuando hacía calor le encantaba bañarse conmigo en el mar.
- Tenemos una casa en la playa, por si no te acordabas – dijo sonriendo – así que los veranos y siempre que haga buen tiempo, nos iremos a Los Hamptons.
- Cuando salgamos de aquí sería un buen momento para pasar unos días allí – afirmó ella.
- ¿Volverás a la comisaría? – le preguntó.
- Supongo que sí, pero de momento quiero vivir un poco antes de volver al trabajo – explicó – porque una vez vuelva, tendrán que hacerme evaluaciones psicológicas, tendré que hacer un nuevo examen de tiro y un montón de trámites para reintegrarme a mi vida de policía, y para eso necesito vacaciones antes.
Él la miró con una sonrisa.
- Ya sé lo que estás pensando – dijo ella – el que haya estado varios meses viviendo en una casa a pie de playa sin hacer prácticamente nada, no quiere decir que no necesite vacaciones de las de verdad, con mi familia al completo, creo que los dos nos merecemos un periodo de tranquilidad sin mayores complicaciones.
- En cuanto salgamos de este encierro, nos vamos a Los Hamptons, y mientras estamos allí, podemos preparar la habitación del bebé, además tu padre puede quedarse en la habitación de invitados, mientras encuentra un nuevo lugar donde vivir, o se puede venir con nosotros si quiere a la casa de la playa.
- Menos mal que tienes un piso enorme, porque también hay que llevar allí todas mis cosas que están en el trastero.
- Poco a poco, ¿Vale?
Rick también le contó que había asistido al juicio todos los días, de su amistad con Rosemary, a quien pensaba llevar a conocer una vez pudiera salir de allí, y también le dijo que pensaba escribir un libro sobre Bracken para que todo el mundo supiese que clase de mala persona era.
El sonido de la puerta al abrirse interrumpió el beso que empezaban a darse. Eran Pam, Jim y Ricky que volvían de su paseo diario por el parque. El niño empezó a hacer ruiditos cuando vio a sus papás. Castle se levantó enseguida para sacarlo de la sillita y cogerlo en brazos, Ricky rio complacido, le caía muy bien ese señor que le hacía cosquillas y pedorretas y se tiraba al suelo a jugar con él.
A Kate mientras se le caía la baba al verlos juntos. Pam interrumpió diciendo.
- Chicos, os traigo noticias frescas, será mejor que os sentéis.
- ¿Ha ocurrido algo? – preguntó Castle.
- Pues si – dijo Pam – el jurado ha terminado de deliberar y mañana dará a conocer su veredicto y a raíz de eso el juez dictará sentencia.
- ¿Podría salir de aquí para asistir al veredicto? – preguntó Castle que paseaba balanceando a Ricky.
- No creo que haya ningún problema – dijo Pam – es más, yo misma te podría acercar, porque supongo que después querrás volver aquí.
- Claro, quiero quedarme aquí hasta que Kate pueda salir.
- ¿Y yo? – preguntó la aludida – ¿Puedo ir también?
- Pues eso ya no lo sé – dijo Pam dudosa – todos esperamos que salga culpable, pero si llegara a salir inocente de todos los cargos, tendrías que volver a desaparecer.
- Eso no va a volver a pasar – dijo Castle con total seguridad – Bracken va a ser condenado.
- Entonces ¿Puedo ir? – preguntó Kate de nuevo – me pongo gafas de sol y un sombrero, seguro que nadie me conoce.
- Pero hija – dijo Jim preocupado – ¿Por qué tienes ese interés en ir a ver a ese malnacido?
- Porque cuando se lo lleven esposado quiero mirarle a los ojos y que vea quien de los dos ha ganado, por eso – dijo categórica.
- Hablaré con los abogados, a ver que se puede hacer –dijo Pam.
Era ya la hora de comer y fue Castle quien se ofreció a preparar algo. Kate le hacía compañía con Ricky sentado sobre la encimera jugando con una naranja y bien sujeto por su madre para no caerse.
Mientras, Pam había hablado con Alice Forrester que a su vez habló con el fiscal, que le dijo que no veía inconveniente en que Kate asistiera al veredicto del jurado, pues estaba más que seguro de que saldría condenado y si era así, esa misma noche podría volver a su casa con su familia.
Así que mientras almorzaban Pam le dio a Kate la buena noticia, de que podría asistir a la mañana siguiente a la audiencia, que ella misma los llevaría a ambos y que no tendrían que guardar cola como el resto de los ciudadanos que irían, sino que podrían entrar por el mismo lugar que ella lo hizo cuando fue a declarar.
También le dijo que si Bracken salía culpable, como era de esperar, no tendría que volver al piso franco.
- ¿De verdad? – dijo ilusionada – me va a parecer mentira poder salir de aquí, no sé si empezar ya a hacer el equipaje, sobre todo las cosas de Ricky que tiene un montón.
- Bueno, pues yo me iré a un hotel – dijo Jim – ya iré a la cabaña otro día, me espera una gran limpieza.
- Puedes venir a casa con nosotros – dijo Castle – siempre serás bienvenido y tenemos sitio de sobra, así Kate y Ricky no te echarán tanto de menos.
- Muchas gracias, acepto tu invitación – dijo Jim sonriente – pero solo será hasta que encuentre un nuevo lugar donde instalarme, yo también tengo que volver a mi vida, aunque supongo que después de todo lo ocurrido, ya más de uno imaginará que he resucitado.
Terminaron de comer y dedicaron la tarde a organizar las cosas más necesarias para llevárselas, Castle habló con Kate de que necesitarían comprarle una cuna y más cosas a Ricky pues nada de lo que tenían allí, era de ella y Kate recordó con nostalgia los bonitos muebles que habían dejado en Santa María. Pam le aseguró que podrían encargarse de que una empresa de mudanzas, lo recogiera todo y se lo trajeran a Nueva York, aunque tardarían unos días y también les prometió que cuando quisieran les volvería a decorar el cuarto del niño.
Así se les fue la tarde hasta que llegó la hora de cenar. Después de la cena, ellos se retiraron a su habitación a descansar, ya que por la mañana tendrían que madrugar mucho. Ricky seguía durmiendo con el abuelo.
"Recordad que a lo largo de la historia ha habido tiranos y asesinos,
y durante un tiempo parecen invencibles, pero, al final,
siempre acaban cayendo. Siempre."
Mahatma Gandhi
A la mañana siguiente salieron muy temprano para la Audiencia. Kate había vuelto a vestirse de hippie, para gran regocijo de Castle, con una de sus largas faldas estampadas, blusa bordada y chaqueta amplia de punto, todo en alegres colores, que destacaban mucho más, al lado del triste vestuario de él. En la cabeza se puso un sombrero de tela, con una flor que casi le tapaba la cara y unas grandes gafas de sol. Estaba irreconocible.
Entraron por la puerta de atrás, evitando así todo el tumulto que había en la entrada principal. Los dejaron acceder a la vacía sala. Por primera vez, Castle llegó el primero y fue él quien guardó un sitio para Rosemary, quedando él, en medio de las dos mujeres. Kate estaba a su lado, nerviosa no solo, por haber podido salir de su encierro, también porque el resultado no fuese el esperado. Permanecía sentada al lado de Rick, camuflada bajo su disfraz.
Se abrieron las puertas de la sala y empezó a entrar el público. Rosemary llegó a su lugar habitual y se sorprendió gratamente al ver que Castle estaba allí. Cuando vio que no estaba solo, sonrió diciendo:
- Hoy te la has traído a ella también, me alegro de conocerte muchacha – dijo amable – aunque espero poder verte la cara pronto.
- Yo también me alegro de conocerla – dijo Kate sonriente y extendiendo la mano para corresponder al saludo – espero que una vez que se lea el veredicto me pueda quitar este disfraz.
- Ya verás como sí, hija – dijo la amable señora – ese malnacido tiene que pagar por todas las maldades que ha hecho.
El murmullo del público cesó. Entraron los abogados y los miembros del jurado. Luego entró el acusado, sorprendiendo a todos por lo avejentado que parecía, era como si en esos días que el jurado había tardado en deliberar, le hubiesen echado diez años encima por lo menos, era más que evidente que el senador tenía muy claro donde pasaría gran parte del resto de su vida.
Anunciaron la entrada del juez y este después de mandar sentar al público explicó que estaban allí para conocer el veredicto del jurado. El portavoz se levantó y empezó a enunciar todos y cada uno de los cargos por los que se había juzgado al senador. De todos salió culpable, cuando terminó y se sentó fue el juez el que tomó la palabra y empezó a decir cuántos años de condena tendría que pagar por cada uno de los cargos.
Castle que había llevado consigo su inseparable cuaderno de notas apuntaba a gran velocidad, todos los delitos y las penas que conllevaba cada uno. Cuando el juez terminó, hizo una rápida suma y le salieron 140 años de prisión más dos cadenas perpetuas por asesinato. El público no se pudo contener y empezó a aplaudir ante la sentencia. Bracken permanecía impasible, pero por su cara denotaba que aquel no era precisamente su mejor día.
El juez anunció que el condenado sería conducido de inmediato a la prisión de Sing Sing, donde cumpliría su condena. Luego dio por terminado el juicio, agradeciendo al jurado su colaboración y levantando la sesión.
Kate estaba exultante de felicidad, en el momento que se dictó sentencia, ella no se lo pensó y se quitó el sombrero y las gafas que ocultaban su cara. Castle la miró sorprendido, y con un poco de susto, le preguntó:
- Pero, ¿Qué haces?, deberías tener cuidado.
- Soy libre, Rick – dijo ella por toda respuesta mientas apretaba su mano con emoción.
- Es verdad, los dos somos libres por fin – dijo él abrazándola.
Bracken se levantó y fue esposado y escoltado por varios agentes de policía que lo llevarían hasta la salida, donde había ya un furgón policial esperándolo para llevarle hasta la cárcel.
Kate se levantó para acercarse al pasillo central por donde iba a pasar.
- ¡Kate! – llamó Castle – ¿Dónde vas?
- Tengo que verle la cara Rick – explicó ella – verle la cara y que él me vea a mí.
Él también abandonó su lugar y se colocó junto a ella, y con ellos también Rosemary. Entre gritos del público y abucheos, pasó Bracken por el pasillo hacia la salida de la sala. Kate se adelantó un poco, lo suficiente para que uno de los policías tuviese que parar y el senador pudiese verla, a ella y a su sonrisa de triunfo, que claramente quería decir: “Al final se hizo justicia y he sido yo, quien ha ganado” y que hizo agachar la cabeza al humillado político. La comitiva salió de la sala y ellos salieron detrás con el resto del público que allí había congregado, hasta la calle, donde había más gente e infinidad de cámaras de televisión que se aprestaron a inmortalizar aquel importante momento en la vida de muchos ciudadanos norteamericanos.
Cuando lo vieron entrar bien custodiado en el furgón policial, y que este salía de allí escoltado por varios coches patrulla y otros vehículos oficiales, se despidieron de Rosemary, prometiéndole que irían a visitarla para que conociera a Ricky y volvieron a entrar en la Audiencia para encontrarse con Pam que los esperaba en el despacho del fiscal.
La agente ya se había enterado del veredicto y cuando llegaron abrazó a Kate dándole la enhorabuena y alegrándose mucho porque por fin había terminado su cautiverio. Rick le preguntó si podía llamar por teléfono a la familia y el fiscal que también se encontraba presente le dijo sonriendo que ya podía llamar a quien quisiera, para darle luego las gracias a Kate por su colaboración en todo el proceso, y animándola a que saliese a la calle a pasear y a disfrutar de su libertad.
Castle llamó a su casa, le contestó Martha que se alegró de saber que todo había terminado. Le dijo a su madre, que esa misma tarde volvían a casa, y que Jim también iría con ellos. La mujer dijo que estaría encantada de recibirlos a todos, y que no se preocupasen por nada que ella se encargaba. Luego llamó a Alexis, a la que afortunadamente pilló saliendo de una clase. Después de contarle que todo había terminado y que volvían a casa esa tarde, le pidió que le hiciese un favor para Kate.
Salieron a la calle, Kate quería pasear e ir andando a todos lados, Pam se reía comprendiéndola.
- Si quieres puedes irte y nosotros vamos andando – le dijo a la agente.
- ¿Sabes que vivimos en Brooklyn?, hay bastante distancia hasta allí para ir andando.
- ¿En Brooklyn? – preguntó sorprendida – no tenía ni idea, como siempre dábamos tantos rodeos terminaba por despistarme, ¿tú lo sabías Castle?
- Ni idea – dijo también sorprendido – a mí también me marearon bastante cuando me llevaron allí – dijo mirando a una sonriente Pam.
- Creo que es mejor que vayamos a casa – dijo Pam – y hoy podéis ir los dos al parque con Ricky, creo que ese bebé se merece que lo paseen sus papás de una vez.
- Es una idea sensacional – corroboró Castle – tu padre también tiene que saber que todo ha terminado.
- De acuerdo – dijo ella – volvamos a casa.
Subieron al coche y Pam los llevó de vuelta a casa, sin dar rodeos esta vez. Allí los esperaba Jim ansioso, ya había visto por televisión como había terminado todo y estaba deseoso de abrazar a su hija, su pesadilla había terminado y por fin se había hecho justicia por su Johanna.
Kate entró a la casa. Estaba histérica, durante el trayecto no había parado de moverse en todo el rato, era más que evidente que toda esta situación la había desquiciado de los nervios. Se fundió en un abrazo con su padre, y cuando le dijo un emotivo: “Papá, todo ha terminado”, fue cuando todo el nerviosismo y la tensión que tenía, se hizo patente y empezó a llorar como una magdalena, mientras su padre la llevaba hasta el salón y se sentaba con ella en el sofá.
Ricky jugaba tranquilamente en su corralito rodeado de juguetes. Castle se fue a la cocina y empezó a preparar una tila para Kate, a ver si se tranquilizaba.
Entre los dos le contaron a Jim que había ocurrido esa mañana en el juzgado. Entre una cosa y otra, ya casi era la hora de comer y Pam fue al restaurante chino que había cerca para comprar el almuerzo.
Terminaron de comer y Jim les dijo que esa mañana no había salido a pasear a Ricky pues había estado pendiente del juicio, así que los invitó a que lo hicieran ellos, prometiéndole que él se encargaría de recoger las cosas del niño, para poder trasladarse esa misma noche al loft de Castle.
Kate se cambió de ropa, poniéndose unos vaqueros y una camiseta, estaba más que harta de su ropa hippie, mientras Castle había aprovechado para recoger su exiguo equipaje y también había vestido a Ricky para salir. Cuando salieron, Kate miraba a todos lados como si todo fuese una novedad. Llevaron al niño al parque cercano y aprovechando el buen tiempo, estuvieron jugando un rato sobre el césped.
Cuando volvieron al piso, se sorprendieron gratamente, pues entre Jim y Pam habían recogido prácticamente todo lo que allí tenían. Solo quedaba meter las cosas en la furgoneta y poner rumbo a la casa.
Cuando llegaron al portal de Castle, este llamó a Thomas, el portero para que le ayudase a subir las maletas. Kate se despidió de Pam, con cierto pesar, preguntándole que haría ahora.
- De momento tomarme unas vacaciones – dijo la agente – iré a visitar a mis padres y a mis hijos, y luego vuelta a empezar, con la siguiente misión que me encomienden.
- Gracias por todo Pam – dijo dándole un emotivo abrazo – gracias por ayudarme, por ser mi amiga y por cuidarnos a todos, de verdad, muchas gracias.
- Podría decirte que solo cumplía con mi trabajo, pero para mí también ha sido un placer conocerte y cuidar de ti. Eres una gran mujer, Kate y tienes un gran hombre a tu lado, se feliz amiga, te lo mereces – y volvieron a abrazarse.
- Ya sabes que tienes pendiente decorar la nueva habitación de Ricky – dijo Kate sonriendo.
- Claro que sí, y ya sabes que puedes llamarme cuando quieras, y por supuesto que espero esa invitación a tu boda.
- Faltaría más, tú serás una de las invitadas principales.
Pam se despidió también de Castle y Jim, ambos le dieron las gracias por todo y luego besó y achuchó a Ricky despidiéndose del niño también.
Subieron al loft, aunque ya se les había adelantado el portero con todas las cosas. La puerta estaba abierta y al entrar fueron recibidos por besos y abrazos y una gran pancarta de bienvenida, adornado todo con globos de colores que en seguida llamaron la atención del pequeño Ricky.
Este, pasó de los brazos de su padre, a los de su abuela y luego a los de su hermana, que no paraban de darle besos. Cuando por fin reinó un poco de calma, fue Alexis la que les dijo que les habían preparado una cosita, que fueran al dormitorio principal, a ver si les gustaba.
Allí, al lado de la cama estaba instalada una flamante cuna de madera blanca.
- ¿Y eso? – preguntó Kate – ¿habéis ido a comprar una cuna?
- Bueno – dijo Alexis – no es nueva, es mi cuna. Papá siempre ha sido muy apegado a las cosas y cuando me cambió la habitación de bebé, decidió guardarla abajo en el trastero. Cuando me llamó para decirme que volvíais a casa, y me pidió que te trajese algunas de tus cosas de donde las tenía guardadas, me acordé de mi cuna y pensé que la podría usar Ricky hasta que tenga su propio cuarto. Así que esta tarde he ido con Thomas, y él me ha ayudado a subirla y a montarla. Estaba tan bien embalada que sigue como nueva, espero que no te importe – dijo mirando a Kate.
- Por supuesto que no – dijo abrazando a la chica – ha sido todo un detalle.
- Y mira – dijo Alexis – he traído todo lo que me ha cabido en la maleta grande, espero que sea suficiente hasta que traigamos todo lo que falta – y la llevó hasta el armario donde le enseñó gran parte de su ropa y de sus zapatos perfectamente ordenados – estaba todo muy bien guardado.
- ¡Oh gracias a los dos! – dijo besando primero a Alexis y luego a Castle – que ganas de ponerme mi ropa y mis zapatos – y se quitó los tenis que llevaba puestos y se puso unas botas de tacón alto – a ver si me acuerdo de andar con tacones – lo que provocó la sonrisa de todos.
Martha, como siempre que estaba nerviosa por algún acontecimiento, había preparado una opípara cena y los llamó a todos. Incluso había preparado una papilla de verdura para Ricky. Los invitó a sentarse a todos para cenar y mientras comían, hablaron de muchas cosas. Cuando terminaron ya era tarde y cada uno se retiró a su habitación. Ricky dormía profundamente en la cuna de su hermana mayor.
- Mañana me gustaría ir a la comisaría, ¿te parece bien? – le preguntó a Castle.
- Me parece estupendo, todos se van a alegrar mucho de verte.
- Ahora me gustaría hacer una llamada, me dejas tu móvil – ella aun no tenía.
- Claro, llama cuanto quieras – le dijo él – ¿Quieres que me vaya?
- No hace falta – dijo tomándole de la mano – quiero hablar con Lanie.
A los dos tonos de llamada, contestó la alegre voz de la forense.
- ¡Enhorabuena chico escritor!, ¿Cómo ha ido todo?
- ¿Lanie?, soy yo.
- ¿Kate? – y hasta Castle pudo oír los sollozos emocionados de Lanie al otro lado del teléfono.
Kate la saludó diciéndole que era la primera persona a la que llamaba, mientras por detrás oía los gritos y saludos de Esposito. Estuvieron un rato hablando y les dijo que se verían al día siguiente. Lanie le pidió que llevase a Ricky, y Kate le dijo que pensaba hacerlo para que todos en la 12th. lo conocieran.
Cuando terminó de hablar se acostó junto a Castle, que la recibió en sus brazos y dándole un beso, le dijo:
- Bienvenida a tu vida, mi amor.
CONTINUARÁ…
A pesar de todo espero que os siga gustando como va terminando esto, y como siempre digo, ¡Muchas gracias por leer y comentar! Intentaré por todos los medios tener el último capítulo listo para el viernes. ¡Feliz semana!
AVISO: Aunque los principales personajes pertenecen a Andrew Marlowe, otros que aparecen y todos los lugares y situaciones que se describen en esta historia, son producto de mi imaginación. Si por alguna casualidad, algo resultara conocido de haberlo leído en otro fic de Castle, es pura coincidencia. Si al narrar algo, cometo algún error sobre algún tema de los tratados, ruego que disculpéis mi ignorancia y mi atrevimiento a escribir sobre ello.
Capítulo 15:
“Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día,
sin querer resolver el problema de mi vida todo de una vez.”
Juan XXIII
Mientras el jurado deliberaba, ellos no podían moverse del piso franco. No sabían cuánto tiempo tardarían en tomar su decisión, así que los días que pasaron allí les sirvieron a ambos para ir poniéndose poco a poco, al día en lo que habían sido sus vidas sin el otro. Castle vio las fotos que Kate había hecho y guardado para él, infinidad de veces, agradeciéndole el detalle de haberlo hecho, pues eso le hizo sentir que de alguna manera había sido participe en su vida y la de su hijo.
Aquella mañana, mientras Ricky estaba de paseo con su abuelo y Pam, Kate aprovechó para preguntarle que había pasado en su vida en esos meses que estuvieron separados, pero él le dijo, que su vida no había sido nada interesante y que no merecía la pena ser contada, aunque en realidad lo que pretendía era evitar que ella se entristeciese cuando supiese lo mal que lo había pasado.
Pero ella siguió insistiendo, pues quería saberlo todo de él, lo mismo que él había conocido todo de ella.
- Ya te he dicho que no me ocurrió nada interesante Kate – dijo Rick por enésima vez – no sé porque sigues insistiendo.
- Porque quiero saberlo – explicó ella – tú ya sabes cómo he vivido, donde, que me pasó y que he hecho en este tiempo, sin embargo, yo sigo sin saber nada de nada, lo único que conozco de ti en ese tiempo, es lo mismo que ya sabía, lo que había visto por internet y eso solo es tu faceta de escritor, no sé nada de como transcurrió tu vida personal.
- Pero, ¿Qué interés tienes en saber que aquellos fueron los peores días de mi vida?, que casi me vuelvo loco cuando me avisaron que habíais tenido un terrible accidente y que ni tú, ni tu padre habíais sobrevivido y que habíais muerto calcinados.
- ¡Oh Rick! – exclamó ella – yo no sabía…
- Kate, no quiero recordar esos días tan dolorosos, la angustia que sentí, las pesadillas, la impotencia al saber que te habían amenazado de muerte y no haber podido ayudarte, de ver como te enterraban junto a tus padres, de no tenerte conmigo y echarte de menos a cada instante, de llorar hasta quedarme sin lágrimas y de desear haber estado contigo ese día y haber muerto también.
Kate lloraba en silencio. Saber el daño que le había causado le dolía mucho.
- Ves, por eso no quiero contarte nada – dijo abrazándola y basándola – no quiero verte llorar más, ya pasó todo, no es tu culpa, todo ha terminado y debemos seguir hacia adelante.
- ¿Y si no condenan a Bracken? – preguntó temerosa – el jurado está tardando en deliberar y tengo miedo, de que al final se salga con la suya y lo absuelvan de todos los cargos.
- Es imposible que salga inocente – dijo con confianza Rick – el jurado tardará porque ha hecho tantas barbaridades que tienen que condenarle por todas ellas.
- Pero, ¿y si no va a la cárcel?, seguro que viene a por mí para terminar lo que empezó.
- Eso no va a pasar, pero en el hipotético caso de que pasara, nos iríamos del país y desapareceríamos para siempre, pero todos juntos.
- ¿Y Martha y Alexis? – preguntó ella – ¿Qué pasaría con ellas?
- Kate, no adelantemos acontecimientos, vamos a ver qué pasa y sea lo que sea, seguro que le encontramos solución – y le dio un besito – y ya que tienes tantas ganas de saber, voy a contarte las partes menos tristes de mi vida sin ti.
Empezó a relatarle lo que había hecho en ese tiempo, omitiendo las partes más dolorosas, como fueron las primeras semanas después de su muerte. Le habló de su trabajo en comisaría, de lo amable que había sido Gates con él, a pesar de todo y de que Lanie se había convertido en una gran amiga, siempre pendiente de su bienestar.
Le contó también de sus visitas al cementerio, de las rosas y de lo tonto que se sentía desde que había descubierto que había pasado horas hablándole a una sepultura vacía, lo que provocó que ella se acercase a besarle de nuevo y decirle un sentido:
- Gracias por quererme tanto.
- Siempre.
- Por cierto, ¿Qué pasó con mi casa y mis cosas?
Le explicó que había mantenido los alquileres por varios meses, hasta el día que fue a buscar nuevas pruebas contra Bracken y se encontró con la ecografía de Ricky. Le fue contando como se derrumbó y como fue luego con Lanie a vaciar la casa y meter todas sus cosas en cajas, pero que aunque dejó de pagar los alquileres, pues le parecía absurdo, todas sus cosas y las de su padre estaban guardadas en un trastero.
- Siento mucho no haberte dicho antes que estaba embarazada, quería darte una sorpresa, aunque después me alegré de que no supieras nada.
- Sí que fue una sorpresa – dijo él.
- Siento también, que te enterases de esa manera que íbamos a tener un hijo.
- Lo sé – dijo él – pero ahora solo piensa que estamos los tres juntos y que Ricky es demasiado pequeño para recordar el descontrol que ha vivido en sus primeros meses con tanto cambio y ya siempre seré parte de su vida, no va a recordar que no he estado con él, desde el principio.
- Claro que no – dijo ella segura – si ya te adora, lo único que quizás eche de menos la playa – dijo nostálgica – cuando hacía calor le encantaba bañarse conmigo en el mar.
- Tenemos una casa en la playa, por si no te acordabas – dijo sonriendo – así que los veranos y siempre que haga buen tiempo, nos iremos a Los Hamptons.
- Cuando salgamos de aquí sería un buen momento para pasar unos días allí – afirmó ella.
- ¿Volverás a la comisaría? – le preguntó.
- Supongo que sí, pero de momento quiero vivir un poco antes de volver al trabajo – explicó – porque una vez vuelva, tendrán que hacerme evaluaciones psicológicas, tendré que hacer un nuevo examen de tiro y un montón de trámites para reintegrarme a mi vida de policía, y para eso necesito vacaciones antes.
Él la miró con una sonrisa.
- Ya sé lo que estás pensando – dijo ella – el que haya estado varios meses viviendo en una casa a pie de playa sin hacer prácticamente nada, no quiere decir que no necesite vacaciones de las de verdad, con mi familia al completo, creo que los dos nos merecemos un periodo de tranquilidad sin mayores complicaciones.
- En cuanto salgamos de este encierro, nos vamos a Los Hamptons, y mientras estamos allí, podemos preparar la habitación del bebé, además tu padre puede quedarse en la habitación de invitados, mientras encuentra un nuevo lugar donde vivir, o se puede venir con nosotros si quiere a la casa de la playa.
- Menos mal que tienes un piso enorme, porque también hay que llevar allí todas mis cosas que están en el trastero.
- Poco a poco, ¿Vale?
Rick también le contó que había asistido al juicio todos los días, de su amistad con Rosemary, a quien pensaba llevar a conocer una vez pudiera salir de allí, y también le dijo que pensaba escribir un libro sobre Bracken para que todo el mundo supiese que clase de mala persona era.
El sonido de la puerta al abrirse interrumpió el beso que empezaban a darse. Eran Pam, Jim y Ricky que volvían de su paseo diario por el parque. El niño empezó a hacer ruiditos cuando vio a sus papás. Castle se levantó enseguida para sacarlo de la sillita y cogerlo en brazos, Ricky rio complacido, le caía muy bien ese señor que le hacía cosquillas y pedorretas y se tiraba al suelo a jugar con él.
A Kate mientras se le caía la baba al verlos juntos. Pam interrumpió diciendo.
- Chicos, os traigo noticias frescas, será mejor que os sentéis.
- ¿Ha ocurrido algo? – preguntó Castle.
- Pues si – dijo Pam – el jurado ha terminado de deliberar y mañana dará a conocer su veredicto y a raíz de eso el juez dictará sentencia.
- ¿Podría salir de aquí para asistir al veredicto? – preguntó Castle que paseaba balanceando a Ricky.
- No creo que haya ningún problema – dijo Pam – es más, yo misma te podría acercar, porque supongo que después querrás volver aquí.
- Claro, quiero quedarme aquí hasta que Kate pueda salir.
- ¿Y yo? – preguntó la aludida – ¿Puedo ir también?
- Pues eso ya no lo sé – dijo Pam dudosa – todos esperamos que salga culpable, pero si llegara a salir inocente de todos los cargos, tendrías que volver a desaparecer.
- Eso no va a volver a pasar – dijo Castle con total seguridad – Bracken va a ser condenado.
- Entonces ¿Puedo ir? – preguntó Kate de nuevo – me pongo gafas de sol y un sombrero, seguro que nadie me conoce.
- Pero hija – dijo Jim preocupado – ¿Por qué tienes ese interés en ir a ver a ese malnacido?
- Porque cuando se lo lleven esposado quiero mirarle a los ojos y que vea quien de los dos ha ganado, por eso – dijo categórica.
- Hablaré con los abogados, a ver que se puede hacer –dijo Pam.
Era ya la hora de comer y fue Castle quien se ofreció a preparar algo. Kate le hacía compañía con Ricky sentado sobre la encimera jugando con una naranja y bien sujeto por su madre para no caerse.
Mientras, Pam había hablado con Alice Forrester que a su vez habló con el fiscal, que le dijo que no veía inconveniente en que Kate asistiera al veredicto del jurado, pues estaba más que seguro de que saldría condenado y si era así, esa misma noche podría volver a su casa con su familia.
Así que mientras almorzaban Pam le dio a Kate la buena noticia, de que podría asistir a la mañana siguiente a la audiencia, que ella misma los llevaría a ambos y que no tendrían que guardar cola como el resto de los ciudadanos que irían, sino que podrían entrar por el mismo lugar que ella lo hizo cuando fue a declarar.
También le dijo que si Bracken salía culpable, como era de esperar, no tendría que volver al piso franco.
- ¿De verdad? – dijo ilusionada – me va a parecer mentira poder salir de aquí, no sé si empezar ya a hacer el equipaje, sobre todo las cosas de Ricky que tiene un montón.
- Bueno, pues yo me iré a un hotel – dijo Jim – ya iré a la cabaña otro día, me espera una gran limpieza.
- Puedes venir a casa con nosotros – dijo Castle – siempre serás bienvenido y tenemos sitio de sobra, así Kate y Ricky no te echarán tanto de menos.
- Muchas gracias, acepto tu invitación – dijo Jim sonriente – pero solo será hasta que encuentre un nuevo lugar donde instalarme, yo también tengo que volver a mi vida, aunque supongo que después de todo lo ocurrido, ya más de uno imaginará que he resucitado.
Terminaron de comer y dedicaron la tarde a organizar las cosas más necesarias para llevárselas, Castle habló con Kate de que necesitarían comprarle una cuna y más cosas a Ricky pues nada de lo que tenían allí, era de ella y Kate recordó con nostalgia los bonitos muebles que habían dejado en Santa María. Pam le aseguró que podrían encargarse de que una empresa de mudanzas, lo recogiera todo y se lo trajeran a Nueva York, aunque tardarían unos días y también les prometió que cuando quisieran les volvería a decorar el cuarto del niño.
Así se les fue la tarde hasta que llegó la hora de cenar. Después de la cena, ellos se retiraron a su habitación a descansar, ya que por la mañana tendrían que madrugar mucho. Ricky seguía durmiendo con el abuelo.
* * * * * * * * *
"Recordad que a lo largo de la historia ha habido tiranos y asesinos,
y durante un tiempo parecen invencibles, pero, al final,
siempre acaban cayendo. Siempre."
Mahatma Gandhi
A la mañana siguiente salieron muy temprano para la Audiencia. Kate había vuelto a vestirse de hippie, para gran regocijo de Castle, con una de sus largas faldas estampadas, blusa bordada y chaqueta amplia de punto, todo en alegres colores, que destacaban mucho más, al lado del triste vestuario de él. En la cabeza se puso un sombrero de tela, con una flor que casi le tapaba la cara y unas grandes gafas de sol. Estaba irreconocible.
Entraron por la puerta de atrás, evitando así todo el tumulto que había en la entrada principal. Los dejaron acceder a la vacía sala. Por primera vez, Castle llegó el primero y fue él quien guardó un sitio para Rosemary, quedando él, en medio de las dos mujeres. Kate estaba a su lado, nerviosa no solo, por haber podido salir de su encierro, también porque el resultado no fuese el esperado. Permanecía sentada al lado de Rick, camuflada bajo su disfraz.
Se abrieron las puertas de la sala y empezó a entrar el público. Rosemary llegó a su lugar habitual y se sorprendió gratamente al ver que Castle estaba allí. Cuando vio que no estaba solo, sonrió diciendo:
- Hoy te la has traído a ella también, me alegro de conocerte muchacha – dijo amable – aunque espero poder verte la cara pronto.
- Yo también me alegro de conocerla – dijo Kate sonriente y extendiendo la mano para corresponder al saludo – espero que una vez que se lea el veredicto me pueda quitar este disfraz.
- Ya verás como sí, hija – dijo la amable señora – ese malnacido tiene que pagar por todas las maldades que ha hecho.
El murmullo del público cesó. Entraron los abogados y los miembros del jurado. Luego entró el acusado, sorprendiendo a todos por lo avejentado que parecía, era como si en esos días que el jurado había tardado en deliberar, le hubiesen echado diez años encima por lo menos, era más que evidente que el senador tenía muy claro donde pasaría gran parte del resto de su vida.
Anunciaron la entrada del juez y este después de mandar sentar al público explicó que estaban allí para conocer el veredicto del jurado. El portavoz se levantó y empezó a enunciar todos y cada uno de los cargos por los que se había juzgado al senador. De todos salió culpable, cuando terminó y se sentó fue el juez el que tomó la palabra y empezó a decir cuántos años de condena tendría que pagar por cada uno de los cargos.
Castle que había llevado consigo su inseparable cuaderno de notas apuntaba a gran velocidad, todos los delitos y las penas que conllevaba cada uno. Cuando el juez terminó, hizo una rápida suma y le salieron 140 años de prisión más dos cadenas perpetuas por asesinato. El público no se pudo contener y empezó a aplaudir ante la sentencia. Bracken permanecía impasible, pero por su cara denotaba que aquel no era precisamente su mejor día.
El juez anunció que el condenado sería conducido de inmediato a la prisión de Sing Sing, donde cumpliría su condena. Luego dio por terminado el juicio, agradeciendo al jurado su colaboración y levantando la sesión.
Kate estaba exultante de felicidad, en el momento que se dictó sentencia, ella no se lo pensó y se quitó el sombrero y las gafas que ocultaban su cara. Castle la miró sorprendido, y con un poco de susto, le preguntó:
- Pero, ¿Qué haces?, deberías tener cuidado.
- Soy libre, Rick – dijo ella por toda respuesta mientas apretaba su mano con emoción.
- Es verdad, los dos somos libres por fin – dijo él abrazándola.
Bracken se levantó y fue esposado y escoltado por varios agentes de policía que lo llevarían hasta la salida, donde había ya un furgón policial esperándolo para llevarle hasta la cárcel.
Kate se levantó para acercarse al pasillo central por donde iba a pasar.
- ¡Kate! – llamó Castle – ¿Dónde vas?
- Tengo que verle la cara Rick – explicó ella – verle la cara y que él me vea a mí.
Él también abandonó su lugar y se colocó junto a ella, y con ellos también Rosemary. Entre gritos del público y abucheos, pasó Bracken por el pasillo hacia la salida de la sala. Kate se adelantó un poco, lo suficiente para que uno de los policías tuviese que parar y el senador pudiese verla, a ella y a su sonrisa de triunfo, que claramente quería decir: “Al final se hizo justicia y he sido yo, quien ha ganado” y que hizo agachar la cabeza al humillado político. La comitiva salió de la sala y ellos salieron detrás con el resto del público que allí había congregado, hasta la calle, donde había más gente e infinidad de cámaras de televisión que se aprestaron a inmortalizar aquel importante momento en la vida de muchos ciudadanos norteamericanos.
Cuando lo vieron entrar bien custodiado en el furgón policial, y que este salía de allí escoltado por varios coches patrulla y otros vehículos oficiales, se despidieron de Rosemary, prometiéndole que irían a visitarla para que conociera a Ricky y volvieron a entrar en la Audiencia para encontrarse con Pam que los esperaba en el despacho del fiscal.
La agente ya se había enterado del veredicto y cuando llegaron abrazó a Kate dándole la enhorabuena y alegrándose mucho porque por fin había terminado su cautiverio. Rick le preguntó si podía llamar por teléfono a la familia y el fiscal que también se encontraba presente le dijo sonriendo que ya podía llamar a quien quisiera, para darle luego las gracias a Kate por su colaboración en todo el proceso, y animándola a que saliese a la calle a pasear y a disfrutar de su libertad.
Castle llamó a su casa, le contestó Martha que se alegró de saber que todo había terminado. Le dijo a su madre, que esa misma tarde volvían a casa, y que Jim también iría con ellos. La mujer dijo que estaría encantada de recibirlos a todos, y que no se preocupasen por nada que ella se encargaba. Luego llamó a Alexis, a la que afortunadamente pilló saliendo de una clase. Después de contarle que todo había terminado y que volvían a casa esa tarde, le pidió que le hiciese un favor para Kate.
Salieron a la calle, Kate quería pasear e ir andando a todos lados, Pam se reía comprendiéndola.
- Si quieres puedes irte y nosotros vamos andando – le dijo a la agente.
- ¿Sabes que vivimos en Brooklyn?, hay bastante distancia hasta allí para ir andando.
- ¿En Brooklyn? – preguntó sorprendida – no tenía ni idea, como siempre dábamos tantos rodeos terminaba por despistarme, ¿tú lo sabías Castle?
- Ni idea – dijo también sorprendido – a mí también me marearon bastante cuando me llevaron allí – dijo mirando a una sonriente Pam.
- Creo que es mejor que vayamos a casa – dijo Pam – y hoy podéis ir los dos al parque con Ricky, creo que ese bebé se merece que lo paseen sus papás de una vez.
- Es una idea sensacional – corroboró Castle – tu padre también tiene que saber que todo ha terminado.
- De acuerdo – dijo ella – volvamos a casa.
Subieron al coche y Pam los llevó de vuelta a casa, sin dar rodeos esta vez. Allí los esperaba Jim ansioso, ya había visto por televisión como había terminado todo y estaba deseoso de abrazar a su hija, su pesadilla había terminado y por fin se había hecho justicia por su Johanna.
Kate entró a la casa. Estaba histérica, durante el trayecto no había parado de moverse en todo el rato, era más que evidente que toda esta situación la había desquiciado de los nervios. Se fundió en un abrazo con su padre, y cuando le dijo un emotivo: “Papá, todo ha terminado”, fue cuando todo el nerviosismo y la tensión que tenía, se hizo patente y empezó a llorar como una magdalena, mientras su padre la llevaba hasta el salón y se sentaba con ella en el sofá.
Ricky jugaba tranquilamente en su corralito rodeado de juguetes. Castle se fue a la cocina y empezó a preparar una tila para Kate, a ver si se tranquilizaba.
Entre los dos le contaron a Jim que había ocurrido esa mañana en el juzgado. Entre una cosa y otra, ya casi era la hora de comer y Pam fue al restaurante chino que había cerca para comprar el almuerzo.
Terminaron de comer y Jim les dijo que esa mañana no había salido a pasear a Ricky pues había estado pendiente del juicio, así que los invitó a que lo hicieran ellos, prometiéndole que él se encargaría de recoger las cosas del niño, para poder trasladarse esa misma noche al loft de Castle.
Kate se cambió de ropa, poniéndose unos vaqueros y una camiseta, estaba más que harta de su ropa hippie, mientras Castle había aprovechado para recoger su exiguo equipaje y también había vestido a Ricky para salir. Cuando salieron, Kate miraba a todos lados como si todo fuese una novedad. Llevaron al niño al parque cercano y aprovechando el buen tiempo, estuvieron jugando un rato sobre el césped.
Cuando volvieron al piso, se sorprendieron gratamente, pues entre Jim y Pam habían recogido prácticamente todo lo que allí tenían. Solo quedaba meter las cosas en la furgoneta y poner rumbo a la casa.
Cuando llegaron al portal de Castle, este llamó a Thomas, el portero para que le ayudase a subir las maletas. Kate se despidió de Pam, con cierto pesar, preguntándole que haría ahora.
- De momento tomarme unas vacaciones – dijo la agente – iré a visitar a mis padres y a mis hijos, y luego vuelta a empezar, con la siguiente misión que me encomienden.
- Gracias por todo Pam – dijo dándole un emotivo abrazo – gracias por ayudarme, por ser mi amiga y por cuidarnos a todos, de verdad, muchas gracias.
- Podría decirte que solo cumplía con mi trabajo, pero para mí también ha sido un placer conocerte y cuidar de ti. Eres una gran mujer, Kate y tienes un gran hombre a tu lado, se feliz amiga, te lo mereces – y volvieron a abrazarse.
- Ya sabes que tienes pendiente decorar la nueva habitación de Ricky – dijo Kate sonriendo.
- Claro que sí, y ya sabes que puedes llamarme cuando quieras, y por supuesto que espero esa invitación a tu boda.
- Faltaría más, tú serás una de las invitadas principales.
Pam se despidió también de Castle y Jim, ambos le dieron las gracias por todo y luego besó y achuchó a Ricky despidiéndose del niño también.
Subieron al loft, aunque ya se les había adelantado el portero con todas las cosas. La puerta estaba abierta y al entrar fueron recibidos por besos y abrazos y una gran pancarta de bienvenida, adornado todo con globos de colores que en seguida llamaron la atención del pequeño Ricky.
Este, pasó de los brazos de su padre, a los de su abuela y luego a los de su hermana, que no paraban de darle besos. Cuando por fin reinó un poco de calma, fue Alexis la que les dijo que les habían preparado una cosita, que fueran al dormitorio principal, a ver si les gustaba.
Allí, al lado de la cama estaba instalada una flamante cuna de madera blanca.
- ¿Y eso? – preguntó Kate – ¿habéis ido a comprar una cuna?
- Bueno – dijo Alexis – no es nueva, es mi cuna. Papá siempre ha sido muy apegado a las cosas y cuando me cambió la habitación de bebé, decidió guardarla abajo en el trastero. Cuando me llamó para decirme que volvíais a casa, y me pidió que te trajese algunas de tus cosas de donde las tenía guardadas, me acordé de mi cuna y pensé que la podría usar Ricky hasta que tenga su propio cuarto. Así que esta tarde he ido con Thomas, y él me ha ayudado a subirla y a montarla. Estaba tan bien embalada que sigue como nueva, espero que no te importe – dijo mirando a Kate.
- Por supuesto que no – dijo abrazando a la chica – ha sido todo un detalle.
- Y mira – dijo Alexis – he traído todo lo que me ha cabido en la maleta grande, espero que sea suficiente hasta que traigamos todo lo que falta – y la llevó hasta el armario donde le enseñó gran parte de su ropa y de sus zapatos perfectamente ordenados – estaba todo muy bien guardado.
- ¡Oh gracias a los dos! – dijo besando primero a Alexis y luego a Castle – que ganas de ponerme mi ropa y mis zapatos – y se quitó los tenis que llevaba puestos y se puso unas botas de tacón alto – a ver si me acuerdo de andar con tacones – lo que provocó la sonrisa de todos.
Martha, como siempre que estaba nerviosa por algún acontecimiento, había preparado una opípara cena y los llamó a todos. Incluso había preparado una papilla de verdura para Ricky. Los invitó a sentarse a todos para cenar y mientras comían, hablaron de muchas cosas. Cuando terminaron ya era tarde y cada uno se retiró a su habitación. Ricky dormía profundamente en la cuna de su hermana mayor.
- Mañana me gustaría ir a la comisaría, ¿te parece bien? – le preguntó a Castle.
- Me parece estupendo, todos se van a alegrar mucho de verte.
- Ahora me gustaría hacer una llamada, me dejas tu móvil – ella aun no tenía.
- Claro, llama cuanto quieras – le dijo él – ¿Quieres que me vaya?
- No hace falta – dijo tomándole de la mano – quiero hablar con Lanie.
A los dos tonos de llamada, contestó la alegre voz de la forense.
- ¡Enhorabuena chico escritor!, ¿Cómo ha ido todo?
- ¿Lanie?, soy yo.
- ¿Kate? – y hasta Castle pudo oír los sollozos emocionados de Lanie al otro lado del teléfono.
Kate la saludó diciéndole que era la primera persona a la que llamaba, mientras por detrás oía los gritos y saludos de Esposito. Estuvieron un rato hablando y les dijo que se verían al día siguiente. Lanie le pidió que llevase a Ricky, y Kate le dijo que pensaba hacerlo para que todos en la 12th. lo conocieran.
Cuando terminó de hablar se acostó junto a Castle, que la recibió en sus brazos y dándole un beso, le dijo:
- Bienvenida a tu vida, mi amor.
CONTINUARÁ…
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
Ooohh que bonito!! Lo de Lanie es precioso y espero que todos puedan conocer pronto a Ricky!!!Y que nadie le dé un infarto por ver que de pronto Kate y Jim han resucitado jajajajjaja!!
eli1213- Escritor novato
- Mensajes : 25
Fecha de inscripción : 12/04/2013
Edad : 24
Localización : España
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
Increíble capitulo, me encanto , y por fin estará ese tras las rejas, después de hacer sufrir a los dos!!!
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
oooooh por fin todo a acabadooo ahora podran ser felices definitivamente siii por fin se ha echo justiciaaa
realmente me ha encantado el fic, es MARAVILLOSO pero es una pena que este sea el penúltimo capítulooo con lo bien que estaba todo esto pero en fin todo lo bueno siempre se acaba ¿no?
me ha gustado mucho el capi y estaré esperando con ansias el último capitulo ¡hasta el viernes!besotesssss!
realmente me ha encantado el fic, es MARAVILLOSO pero es una pena que este sea el penúltimo capítulooo con lo bien que estaba todo esto pero en fin todo lo bueno siempre se acaba ¿no?
me ha gustado mucho el capi y estaré esperando con ansias el último capitulo ¡hasta el viernes!besotesssss!
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
GENIIALL.. . me encanto el capiitulooo. Escribes de fabula...
Siguee pronto...
BESOS.....
Siguee pronto...
BESOS.....
stanathan_caskett- As del póker
- Mensajes : 293
Fecha de inscripción : 27/04/2013
Edad : 23
Localización : cadiz
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
ME ENCANTA QUE LOS PLANES SALGAN BIEN, jajajajajajajaja
Esto es estupendo, me parece perfecto cómo te esta quedando el fic, ya que lo tienes casi completo, pero no estoy muy conforme con la pobre Rosmary, al fin ella lo ha perdido todo, a pesar de que el senador esté en la cárcel.
Bueno cuando vamos de boda, ehhhhh ¡¡¡¡¡¡¡¡
Para rematar el fic ya no puedes evitar poner el.......... y fueron perdices y comieron felices, jajajajajajajajaja
Sigue pronto que ahora tengo más ansiedad de saber que cuando faltaban más capítulos, siempre me pasa igual casi que es peor el final que todo el resto de capítulos, jajajajaja
BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSSSS y gracias por un relato tan ESTUPENDO.
Esto es estupendo, me parece perfecto cómo te esta quedando el fic, ya que lo tienes casi completo, pero no estoy muy conforme con la pobre Rosmary, al fin ella lo ha perdido todo, a pesar de que el senador esté en la cárcel.
Bueno cuando vamos de boda, ehhhhh ¡¡¡¡¡¡¡¡
Para rematar el fic ya no puedes evitar poner el.......... y fueron perdices y comieron felices, jajajajajajajajaja
Sigue pronto que ahora tengo más ansiedad de saber que cuando faltaban más capítulos, siempre me pasa igual casi que es peor el final que todo el resto de capítulos, jajajajaja
BESOTESSSSSSSSSSSSSSSSSSS y gracias por un relato tan ESTUPENDO.
agecastbet- Escritor - Policia
- Mensajes : 2971
Fecha de inscripción : 27/12/2012
Localización : En la colina del loco - Madrid
Re: MI VIDA SIN TI, Epílogo
Oooohhhhh, que bonito. Me ha encantado el capítulo entero. En la comisaría harán una fiesta cuando la vean aparecer.
Esto que puedas continuar pronto.
Esto que puedas continuar pronto.
Yaye- Escritor - Policia
- Mensajes : 1751
Fecha de inscripción : 05/06/2012
Localización : Huelva
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