Enséñame - AVISO: Parón/despedida (pg. 10) 21/08

Me ha gustado mucho el capitulo. Esta muy interesante y ¿me parece que los chicos con Lanie estan compinchados o es mera casualidad? diosss me has dejado intrigadaaaa  

Rick quiere saber que pasa... me gustaria saber como reacciona al saber que Kate esta de vuelta...

sigueeee prontoo plisss  que me gustaaa muchooo el ficcc y quiero saber que pasaraa!! jeje ¡nos vemos!!
besotess

ME ENCANTAAAAAAAAA, sigueep

Me encanta.
Continua pronto.

Precioso capítulo Alba, sabes de sobra que aquí tienes una fan para toda la vida, no me cansaré de repetírtelo.

Increíble como explicas los pasos de Castle a la hora de escribir el libro. "Atardeceres si nombre", bonito titulo, tengo ganas de saber de que trata exactamente, pero alguna idea voy sacando.

Y Espo y Ryan, para ser detectives que mal llevan lo de las escusas y demás, ¿Gates poniendo a Castle a hacer papeleo? ¡Si eso no lo consigue ni Beckett! jajajaja Pero bueno, a ver que pasa en esa salida de chicos, que... ¿puede que se cruce con la de chicas? Sería interesante ver la reacción de ellos dos, pero bueno, a ver que pasa.

Gracias por el capítulo y hasta el siguiente

Kynu escribió:Buen capítulo, aunque para mí algo "raro".
Veremos que tal esa noche de desahogo y el motivo de que los chicos lo hagan que me tiene un poco en vilo.

Excelente la narración, Alba.
El siguiente a la espera.

Muchas gracias Ana. ¿Raro? ¿En qué sentido? Intenté que fuese diferente, puede que eso es lo que te haya parecido raro.
El motivo es bastante fácil de averiguar, pero no daré pistas, tocará esperar

Gracias Ana.

Zeny_Mackenzie escribió:Qué maravilloso capítulo Alba.  En todo el relato del proceso creativo de Castle se dejan ver tus propios sentimientos por la escritura. Qué intriga me has dejado, ¿qué habrán preparado los chicos?  

¡Gracias Zeny! Bueno, supongo que es algo inevitable, me resulta fácil ponerme en el lugar de Castle a la hora de escribir  
Ummm ¡sorpresa! Ya sabrás lo que han ideado, lo que si te puedo adelantar es que lo sabrás pronto.
Besos.

Yaye escribió:Pero que cucos que son estos dos!!, seguro que se han aliado con Lanie y por eso han ido a invitarlo a salir. ¿que se traerán estos tres entre manos ??, jejejejeje.

Espero que puedas continuar pronto.

Pronto, muy pronto lo sabrás
Besos.

KateC_17 escribió: Me ha gustado mucho el capitulo. Esta muy interesante y ¿me parece que los chicos con Lanie estan compinchados o es mera casualidad? diosss me has dejado intrigadaaaa  

Rick quiere saber que pasa... me gustaria saber como reacciona al saber que Kate esta de vuelta...

sigueeee prontoo plisss  que me gustaaa muchooo el ficcc y quiero saber que pasaraa!! jeje ¡nos vemos!!
besotess

Muchas gracias. Esa es la pregunta clave, pero no adelantaré nada, deberás esperar a los próximos capítulos.

Con respecto a Rick, dentro de muy poco podrás saber como reacciona cuando sepa que Kate está de vuelta.

Besos.

SaraS17 escribió:Precioso capítulo Alba, sabes de sobra que aquí tienes una fan para toda la vida, no me cansaré de repetírtelo.

Increíble como explicas los pasos de Castle a la hora de escribir el libro. "Atardeceres si nombre", bonito titulo, tengo ganas de saber de que trata exactamente, pero alguna idea voy sacando.

Y Espo y Ryan, para ser detectives que mal llevan lo de las escusas y demás, ¿Gates poniendo a Castle a hacer papeleo? ¡Si eso no lo consigue ni Beckett! jajajaja Pero bueno, a ver que pasa en esa salida de chicos, que... ¿puede que se cruce con la de chicas? :think:Sería interesante ver la reacción de ellos dos, pero bueno, a ver que pasa.

Gracias por el capítulo y hasta el siguiente

Muchas gracias Sara  

Esa tengo que reconocer que ha sido mi parte favorita del capítulo, y con respecto al título, dice bastante de lo que el libro cuenta. He intentado dar algunas pinceladas de lo que se cuenta en él pero sin desvelar demasiado. Ya os iré contando poco a poco de que trata el libro.

Los pobres no tuvieron tiempo de inventar una mejor jajaja Si Gates consiguiese que Castle se encargase del papeleo sería un milagro. Me gustan tus comentarios, se nota que captas lo que quiero transmitir en cada capítulo.

Gracias a ti por leer y comentar.
Besos.

Elena_NyPD@ escribió:ME ENCANTAAAAAAAAA, sigueep

Muchas gracias.

_Caskett_ escribió:Me encanta.
Continua pronto.

Muchas gracias

Siento la espera, pero como prometí, os traigo un nuevo capítulo.

Este es para ti compi

Espero que os guste.

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CAPÍTULO 5: SÁBADO NOCHE

Me levanto de mi silla y contemplo el trabajo de una larga jornada laboral. Me esperezo estirando los brazos, entumecidos después de horas delante de informes y documentos. Sonrío por primera vez en lo que va de tarde, satisfecha con el resultado cuando observo mi mesa.

Escucho pasos a mi espalda y no necesito girarme para saber quienes son. Sin darme cuenta he aprendido a reconocerlos incluso por el modo en que caminan, y es que el carácter de cada uno queda reflejado en la manera de andar: firme y decidida frente a discreta y cálida. Cierro los ojos y escucho sus pisadas, a la vez que mi delicada pituitaria reconocer el olor de ambos.

- Os he estado buscando toda la tarde – les reprendo pues de algún modo tengo cierta responsabilidad sobre ellos - ¿Qué tenéis? - les pregunto sin girarme.
- Venimos de ver a Lanie – me informa Esposito – El informe de la muestra de ADN tomado de la víctima nos informa que se trata de Oliver Moreno – Ryan se acerca a la pizarra blanca y coloca una fotografía de la víctima – Tenía 33 años y trabajaba en una de las empresas punteras de Wall Street.
- ¿Un alto ejecutivo que, según los indicios, ha muerto de manera natural? Esto no me cuadra.

Veo como Ryan y Esposito se miran como si hubiese dicho algo fuera de lo común.

- ¿Tú, aventurándote a lanzar conjeturas antes de tener pruebas? ¿Te encuentras bien? - una sonrisa traviesa aparece en el rostro del moreno.
- No tiene gracia, Esposito.
- Has pasado demasiado tiempo junto a Castle. Al final, has acabado adoptando su modo de trabajar – me dice Ryan siguiendo con el juego de Esposito.

Tengo que reconocer que aunque lo ha dicho como una broma, Ryan ha dado en el clavo. De algún modo, durante algo más de cinco años he convivido con esa forma tan irracional de trabajar del escritor y, aunque al principio me resultaba irascible, poco a poco lo fui interiorizando como si se tratase de uno de mis métodos de trabajo. Después de todo, sus teorías, descabelladas aunque con cierta lógica, resultaban ser de gran ayuda y me había acostumbrado a ellas. Lo cierto es que me había habituado a conjeturar junto a él, algo de lo que hasta ahora no había sido plenamente consciente.

- Lo siento, Kate. Siento haberte hablado de él – me dice Ryan viendo mi reacción. Me había evadido del mundo y mi vista estaba fija en algún punto indescifrable de la comisaría.

Niego con la cabeza y vuelvo a tomar las riendas de la conversación.

- ¿Qué ha podido averiguar Lanie con los informes médicos?
- Oliver tenía un marcapasos desde los 8 años. Le diagnosticaron una cardiopatía congénita a los pocos mese de nacer pero no le dio ningún problema hasta que a los 8 años, en una de las revisiones rutinarias, le dijeron que las pulsaciones cuando estaba durmiendo le bajaban considerablemente. Le informaron de que requería un marcapasos. Cada cinco años desde su implantación, Oliver ha estado yendo a revisiones. La última fue hace dos semanas, y según nos ha dicho su cardiólogo, estaba perfectamente.
- Algo debió ocurrir en esa cabina de la noria – les respondo dando luz verde a todas las ideas que se han ido formando en mi mente - Ha sido un largo día; vayámonos a descansar.

Ryan y Esposito asienten y los veo dirigirse hacia sus mesas como si tuviesen prisa por algo. Sus comportamientos no dejan de inquietarme pero me doy cuenta que se está haciendo tarde y debo volver a casa para arreglarme o tendré que prepararme para uno de los sermones de Lanie.

Recojo los informes y cojo mi chaqueta. Me despido de los chicos y me voy colocando la prenda de cuero mientras me dirijo hacia el ascensor. Consulto mi reloj de pulsera, ese que siempre llevo conmigo y que tanto significa para mi. Las siete. Tengo una hora para llegar a casa y elegir el vestuario para la noche. Debía darme prisa o no llegaría a tiempo.




Miro la cama y observo diversas chaquetas, pantalones y corbatas esparcidas por ella. No sé a que lugar vamos a ir y eso crea dudas en mí a la hora de elegir qué ponerme. Me paseo alrededor de la cama, viendo las distintas prendas y pensando en la elección perfecta. Dubitativo, me acerco a un pantalón vaquero y una camisa blanca de corte árabe.

- Demasiado informal para la noche de un sábado – me respondo en voz alta a mi mismo, como si alguien más pudiese oírme y refutar mi opinión.

Me decanto por un pantalón clásico negro y una camisa verde agua. Una apuesta segura pero...

- Demasiado elegante.

Vuelvo a arrojar la ropa sobre la cama y comienzo nuevamente a caminar a su alrededor. Nunca he sido bueno para elegir mi vestuario. Generalmente solía optar por lo fácil y elegir camisas en tonos azules, el color con el que me sentía cómodo ya que desde pequeño llenaba mi armario por "hacer juego con mis ojos", según decía madre. Cuando decidía atreverme con algo diferente, quizá más arriesgado, era Alexis la que me hacía de estilista.

- Si sigues así, acabarás desgastando el suelo.
- Hola madre – las palabras salen de manera automática de mis labios, sin efusividad alguna, como si de un autómata me tratase.
- Querido, ¿tienes una cita?

Incrédulo por su pregunta, fijo mis ojos en ella.

- No madre, no saldría de casa para una cita - "no teniéndola a ella en mi cabeza" digo en un tono tan bajo que se mezcla con el sonido del viento que entra por la ventana de mi habitación – He seguido tu consejo. Esposito y Ryan vinieron a verme y me propusieron salir con ellos. Pasarán por mi dentro de una hora, pero no sé donde iremos y no estoy seguro sobre qué ponerme.
- Siempre puedes optar por el camino fácil...
- No madre, no voy a ponerme nada azul – la freno antes de que continue.
- Esta bien, hijo. No sé por qué le tienes tanto asco a ese color...
- A ella le gustaba mucho. Solía decir que resaltaba el color de mis ojos – inevitablemente vienen a mi mente todas esas ocasiones en las que me había dicho aquello, haciéndome sentir un gran vacío.
- Esta opción me gusta – sus palabras me hacen volver a la realidad. Madre está frente a mi con el primer vestuario que descarté.
- ¿No te parece demasiado informal?
- Nada es demasiado formal o informal. Todo depende del modo en que lo combines. Pruébatelo – me insta – Hoy seré yo quien te haga de estilista. Te espero en la cocina; voy a por una copa de vino ¿Quieres una?
- No, gracias. Voy a conducir.

Dicho esto, me deja en mi habitación, junto al que se ha convertido en mi vestidor improvisado. Me visto y me miro en el espejo, comprobando que, como siempre, tenía razón y la ropa me queda mejor de lo que había imaginado.

Sonrío a mi propio reflejo y salgo de la habitación, buscándola con la mirada.

- Tenías razón, madre – le digo mientras me coloco frente a ella.
- ¿Y cuándo Martha Rodgers no tiene razón? - ahí está ese lado teatral que no puede evitar sacar – Querido, los años dan a las personas cierta experiencia que nos permite aconsejar a los demás. Con el tiempo tú mismo lo comprobarás.

No sé por qué tengo la sensación de que la conversación se ha tornado más seria. Es como si se hubiese sobrepasado ese punto de inflexión que puede llevar a una caída empicada o a una subida empinada, pero que en cualquier caso, nunca será como lo ya pasado. Y es que es mi madre, la persona que mejor me conoce y la que hace que sopese mis acciones antes de acometerlas. Sabe como llevarme hasta donde ella quiera sin que sea capaz de verlo. Es buena en eso y lo sabe, a juzgar por el modo en que se comporta, como si lo que acaba de soltarme fuese algo banal, nada más lejos de la realidad.




El sonido de la puerta al ser golpeada me avisa que ha llegado la hora. Me dirijo hacia ella y al abrir veo a Lanie esperando pacientemente.

- Vaya, vas a arrasar con ese vestido – afirma mientras entra en mi apartamento.

Después de pensarlo mucho, había optado por el vestido rojo que me había comprado hace un año y aun esperaba ser estrenado. La parte superior estaba compuesta por dos triángulos que cubrían mis pechos, lleno de pliegues horizontales, y que quedaban anudados a mi cuello. La parte inferior se ajustaba a mis caderas con pliegues verticales. La espalda quedaba al descubierto con un escote bastante atrevido. Había decidido combinar el vestido con unos zapatos de tacón de color dorado a juego con el bolso de mano. El pelo me lo había dejado suelto, pronunciando algunas ondas en él de manera que quedase natural.

Lanie pasa por delante de mi sin dejar de observarme.

- ¿Qué?
- Chica, que parece que vayas pidiendo guerra.
- ¿Es que no se trataba de eso?

Me encanta descolocarla, hacerle creer que voy un paso por delante de ella, porque es entonces cuando se le desmonta todo su hilado entramado construido y yo me siento libre e, incluso, poderosa.

- No esperaba que lo tuvieses tan claro.

La conozco y sé que aunque no ha pronunciado su nombre, está pensando en él y en que mi comportamiento dista mucho de lo que ha visto días antes a causa precisamente de él. Lo que no sabe es que por dentro el dolor y la tristeza me desgarra, pero yo no lo dejo aflorar de nuevo.

- ¿Nos vamos? - le pregunto antes de que la conversación se torne más seria y acabe arrepintiéndome de seguir sus planes.

Lanie asiente sin decir nada más, como si intentase comprender que es lo que me ha hecho actuar de un modo tan diferente al de hace algo más de una semana. Yo simplemente la sigo, sin darle explicación alguna, al menos de momento.

Mi amiga ha venido en su coche, pero decide pedir un taxi y dejar su vehículo frente a mi casa.

- Ya vendré mañana a por él – me dice mientras nos acomodamos en el taxi.

Durante el trayecto, opto por ponerme al día sobre todo lo que ha sucedido durante mi estancia en DC. Ha pasado algo más de una semana desde mi llegada a Nueva York, pero lo cierto es que no he tenido tiempo para este tipo de conversaciones con Lanie y lo echaba de menos.

- ¿Y qué hay de ti? - le pregunto mientras noto disminuir notablemente la velocidad del taxi, signo inequívoco de que nos acercamos a nuestro destino.
- ¿A qué te refieres?
- A ti y a Esposito – le dijo sin rodeos, algo que con ella no necesito – He visto el modo en que te mira, como no aparta los ojos de ti.
- De mi y de cualquier mujer que se le presente. Pero no hemos salido para hablar de tíos ¡Es nuestra noche! - dice a voz en grito con una sonrisa que, inevitablemente, me contagia.

El taxista nos deja frente a una concurrida calle llena de luz y de risas, llena de vida. Un imponente edificio se yergue con firmeza en el centro de la vía. Tras pagar, Lanie y yo salimos del taxi.

- Estamos frente a "Webster hall", el centro de todas las fiestas en el último año, la discoteca de moda – me dice señalándome el deslumbrante edificio.

Sonrío ante el ímpetu y la energía que desbordaba Lanie y caminamos hacia la discoteca.

Amplias salas se abren camino ante la multitud que allí se congregaba. Diversas personas llenan la pista bailando al ritmo de las distintas canciones de salsa y merengue que suenan.

Nos acercamos a la barra y pedimos dos cosmopolitan.

- ¿Qué hacen dos preciosidades tan solas? - escucho que pregunta una sugerente voz a mi espalda que me eriza la piel.

Me giro y me encuentro con unos intensos ojos negros que me miran y me producen escalofríos. Esa mirada me inquieta, me hace sentir que es capaz de llegar a lo más profundo de mi y eso me cohíbe. Su melena larga y ondulada le da un aspecto juvenil. Su cuerpo se intuye torneado a través de la camisa y muy bronceado, por lo que deduzco que, o tiene un trabajo que realiza al aire libre o ha estado de vacaciones tomando el sol. Una extraña sensación se apodera de mi, y es que me inquieta a la vez que me atrae. Tiene algo que le hace resultar enigmático.

- Hemos venido a celebrar nuestra soltería – suelta Lanie dándome un pequeño codazo para que reaccione.
- Eso es estupendo – su mirada se encuentra con la mía y soy incapaz de apartarla. De algún modo, ejerce un magnético poder sobre mí – Soy Robert Miller.
- Yo soy Lanie Parish y ella es mi amiga Kate Beckett.

El enigmático hombre se acerca a Lanie y deposita un beso en cada una de sus mejillas para, a continuación, hacer lo mismo conmigo.

Noto su incipiente barba sobre mi mejilla y me estremezco con su roce. Sin poder evitarlo, enrojezco y doy gracia de que las luces sean tenues para evitar ser descubierta por él.

- He venido con un grupo de amigos ¿Por qué no os unís a nosotros?
- ¡Por supuesto! - exclama Lanie con una sonrisa.

Cuando Robert echa a andar, mi amiga se vuelve hacia mí y me fulmina con la mirada, reprendiéndome por mi comportamiento. Pero es que no lo puedo evitar. Hay algo en él que hace que enmudezca.

Robert nos presenta a sus amigos y pronto Lanie y yo hacemos amistad con Amanda, la más joven del grupo. Es una mujer vivaracha que no para de hablar y hacer reír a todos. Sin duda, es el alma de la fiesta.

En un momento de la noche, Robert me toma del brazo y me aleja un poco del grupo.

- ¿Te apetece bailar? - me susurra.

Sin saber por qué, no soy capaz de negarme y asiento, dejándome llevar por él hacia la pista, donde multitud de parejas bailan ajenas al resto del mundo.

Robert me agarra con uno de sus brazos por la cintura y me atrae hacia él.

- No eres de Estados Unidos, ¿verdad? - le pregunto para romper el hielo, descansando mi cabeza sobre su hombro.
- ¿Cómo lo has sabido?
- Aquí no tenemos por costumbre dar besos en la mejilla.
- Me has pillado – me dice resuelto y yo alzo la mirada, encontrándome con su sonrisa, esa que inevitablemente hace que se la devuelva. No sé que tiene pero hace que no sea capaz de controlar mis actos – Nací en Florencia, una ciudad del norte de Italia. A mi padre lo trasladaron a Nueva York cuando yo tenía nueve años y toda la familia nos mudamos aquí. Hay algunas costumbres que no he olvidado.
- Italia... Bonito país para nacer.
- ¿Has estado por allí?
- No, pero no lo descarto. Es más, espero que sea mi próximo destino.
- Si vas, avísame. No quiero perderme la ocasión de hacerte de guía. No todos los días se tiene a una preciosidad a la que mostrar lo mejor de mi país.

Descanso la cabeza en su hombro, evitando así que vea el color rojizo de mis mejillas.

- Kate – me susurra.
- ¿Sí?
- He querido hacer esto desde que te vi.

Sin darme tiempo a reaccionar, toma mi rostro entre sus manos y sus labios rozan los míos. Sé que debo frenarlo pero no puedo y me dejo llevar. Su lengua se abre camino en mi boca y juega con la mía, que pronto se entrega por completo a una lucha por ver quien lleva el control. Me pierdo entre sus besos y me dejo guiar por él. Pero de repente, todo cambia.

Ese inconfundible aroma llega a mi y es entonces cuando soy consciente de lo que estoy haciendo. Me separo bruscamente de él viendo incomprensión en sus ojos y cuando miro al frente me doy de bruces con la mirada de Castle, llena de rabia y dolor, un dolor que me llega como puñales que se clavan poco a poco en mi. Noto su ira y quiero salir corriendo a su encuentro, pero cuando lo intento es demasiado tarde. Él se marcha.




Tal y como me aseguraron, Ryan y Esposito llegan al loft a las ocho y, tras verles vestidos, sonrío comprobando que he acertado al escuchar a la gran Martha. Tras saludarla, los chicos me instan para salir cuanto antes del loft ya que el taxi no está esperando.

Durante el trayecto se niegan a decirme donde vamos, así que me tengo que conformar con irlo deduciendo por el rumbo que el taxista toma.

- ¿Webster Hall? - les pregunto cuando el taxi va frenando.
- ¿Lo conoces? - me pregunta Esposito.
- No he podido entrar porque su apertura coincidió con mi partida a DC. Pero si que he oído hablar de él.
- Entonces hemos acertado tío – le dice Ryan a Esposito – Esto te va a gustar, Castle.

Y no se equivocó. La discoteca es muy amplia, tanto que cuenta con tres plantas. Cada una está cerrada e insonorizada, lo que permite que la música sea diferente. En todas ellas hay una amplia pista y una zona de sofás donde tomar algo, según me va contando Esposito.

Nos acercamos a la barra y esperamos a que nos sirvan tres vodka. Esposito, el más asiduo a la discoteca, nos propone sentarnos en uno de los sofá con mejores vistas y así lo hacemos. Nos pasamos la noche hablando y poniéndonos al día de nuestras vidas, hasta que una preciosa figura, que sería capaz de reconocer a metros de distancia, entra en la pista acompañada de un hombre. Mi mente comienza a trabajar a mil por hora y soy incapaz de centrarme en lo que los chicos me explican.

¿Qué hace allí? ¿Ha vuelto de Washington y no me ha avisado? Con la excusa de ir al baño, me levanto y me acerco a la pista.

Me freno a escasos metros de ellos y es entonces cuando no tengo ninguna duda de que es ella. Me camuflo entre otras parejas y veo como sus cuerpos cada vez están más cerca, hasta que ocurre lo que nunca quise ver. Él la besa y lo peor de todo es que ella se lo permite. La ira me corre por dentro y me dejo ver. Pocos segundos después, Kate se encuentra con mis ojos y veo sorpresa reflejado en los suyos.

- ¡Castle! ¡Castle, por favor, espera...! - le escucho gritarme pero ya es demasiado tarde.

He echado a correr y solo me importa salir de allí. No puedo pensar ni quiero hacerlo. Solo quiero correr; correr sin más hasta que me falte el aliento; correr y olvidar lo que he visto; correr y dejar en un rincón todo aquello que lucha por salir.

.

Bueno le di sin querer y mandé un punto, mi móvil está fooofo. Hablando del fic...
¿Tu te crees que se puede hacer eso?
Pobre Castle y que asco robert!!!!! Me lo cargo!!! Me han entrado ganas de llorar, y como no quiero maaaaas, no tardes o morire
Aacabre llorando de verdad Jajaja adoro como escribes en serio

Elena_NyPD@ escribió:Bueno le di sin querer y mandé un punto, mi móvil está fooofo. Hablando del fic...
¿Tu te crees que se puede hacer eso?
Pobre Castle y que asco robert!!!!! Me lo cargo!!! Me han entrado ganas de llorar, y como no quiero maaaaas, no tardes o morire
Aacabre llorando de verdad Jajaja adoro como escribes en serio

Bueno, las cosas no podían ser de color de rosas, y menos después de llevar tanto tiempo sin verse. Las cosas podrían ser peores de lo que son estando tanto tiempo separados.
Robert no ha hecho nada que Kate no quisiese, así que realmente son culpables los dos, ya que ella en ningún momento le dijo que estuviese prometida. Y Castle... el pobre tuvo que verlo todo sin anestesia.
Intentaré no tardar demasiado y seguir con el ritmo que llevaba de un capítulo por semana.
Gracias  
Besos.

KateC_17 escribió:OOOOHH diosss  Rick la vio besandose con el tio ese, pobre que triste pero los fics asi me encantaaa!!!! :happyclap:y el tuyooo estaaa geniaaaaaal!!! :reverence:me encanta como va  

veamos que pasa ahora, me has dejado con muchas ganas de leer masss :bigcrying:me ha gustado muchísimo el capitulo y  espero que sigas pronto plis que me muero por saber que pasará ¡nos vemos!

besotess

Tengo que reconocer que me gustan los dramas jajajaja
Si no la llega a ver besándola, quizá Kate no se hubiese apartado de Robert, así que, como se suele decir, no hay mal que por bien no venga  
Muchas gracias
Intentaré tener el siguiente capítulo para la próxima semana.
Besos.

Ups, no me esperaba para nada esa actitud de Kate. Pobre Castle, encima ha visto todo desde primera fila, a ver ahora que excusa le pone.

Espero que puedas continuar pronto.

Sigueeee

Yaye escribió:Ups, no me esperaba para nada esa actitud de Kate. Pobre Castle, encima ha visto todo desde primera fila, a ver ahora que excusa le pone.

Espero que puedas continuar pronto.

Es lógico que sorprenda, realmente ni ella misma se esperaba reaccionar de ese modo ante un hombre que no fuese Castle. La excusa, para el próximo capítulo de la semana que viene

castle&beckett..cris escribió:Sigueeee

La próxima semana, más ^^

¡Que felicidad leerte!   

Y como suponía, ¡las salidas acabarían cruzándose! Aunque de la peor forma :(Esperaba que se encontraran, pero no que él la viera a ella besándose con otro, pobre Rick   Es normal que se vaya dolido y cabreado y de todo... a ver como termina esto, porque no creo que lleve a nada bueno.

En este capítulo se ve a la Kate de siempre, a esa que se cubre con una fuerte coraza, incluso con su mejor amiga, fingiendo que todo está bien y que tiene ganas de comerse el mundo cuando está destrozada por dentro, lo malo de fingir tanto tiempo es que te acabas engañando a ti misma, y además, no te lleva a nada bueno ocultar lo que sientes realmente, esperemos que no sea demasiado tarde cuando se dé cuenta de ello...

Sin duda, después de todo lo que ha pasado entre ellos y de como se está desarrollando la historia, nos toca sufrir bastante hasta que las cosas empiecen a cambiar de rumbo, pero estoy segura de que tu sabrás conducirnos de maravilla   

Lo dicho, un placer leerte  

SaraS17 escribió:¡Que felicidad leerte!   

Y como suponía, ¡las salidas acabarían cruzándose! Aunque de la peor forma :(Esperaba que se encontraran, pero no que él la viera a ella besándose con otro, pobre Rick   Es normal que se vaya dolido y cabreado y de todo... a ver como termina esto, porque no creo que lleve a nada bueno.

En este capítulo se ve a la Kate de siempre, a esa que se cubre con una fuerte coraza, incluso con su mejor amiga, fingiendo que todo está bien y que tiene ganas de comerse el mundo cuando está destrozada por dentro, lo malo de fingir tanto tiempo es que te acabas engañando a ti misma, y además, no te lleva a nada bueno ocultar lo que sientes realmente, esperemos que no sea demasiado tarde cuando se dé cuenta de ello...

Sin duda, después de todo lo que ha pasado entre ellos y de como se está desarrollando la historia, nos toca sufrir bastante hasta que las cosas empiecen a cambiar de rumbo, pero estoy segura de que tu sabrás conducirnos de maravilla   

Lo dicho, un placer leerte  

Y a mi que felicidad me da leer tus comentarios  

Intenté dar a entender en el anterior capítulo que esa noche de fiesta acabaría coincidiendo, pero lo que pasaría era sorpresa hasta este capítulo. Ni ella misma esperaba que el encuentro fuese de ese modo. Desde luego ha sido un duro golpe para Castle que traerá consecuencias.

Realmente lo que quise dar a entender desde el comienzo del fic es que en ningún momento Kate se desprende totalmente de esa coraza y tras prácticamente echar a Castle de su vida, ha vuelto a reconstruir las partes de ese muro que se había caído. Ella aun no se ha dado cuenta de lo que puede provocarle el ocultar sus sentimientos. Quien sabe que puede pasar cuando sea consciente de ello.

Cuando comencé a escribir este fic lo hice imaginándome como sería el comienzo de temporada. Yo esperaba un comienzo complicado, así que el fic es dramático al comienzo, pero cambiará.

Gracias por tus comentarios. Se nota que no pierdes detalle.
Besos.

Me ha encantado! Dios sabía que algo así iba a pasar escribes de maravilla Me cae mal Robert me lo cargare aunque Kate se lo permita, odio a todos lo que acechan a mi Katie

¿Para cuando el siguiente capi?

Soy nueva, besos.