Enséñame - AVISO: Parón/despedida (pg. 10) 21/08

Guau, menudo gapitulazo, me ha encantado ese Castle queriendo comenzar a vivir su vida denuevo y dejar de estar viviendo a base de recuerdos que lo único que hacía eran hahacerlo cerlos sufrir. Espero que las cosas se solucionen cuanto antes.

Continúa pronto.

El nuevo reto te sienta de maravilla Alba

Otro gran capítulo lleno de emoción y momentos con el que tu público puede sentirse identificado acentuando con ello que las circunstancias que has escrito se plasmen en la imaginación pudiendo ser fácilmente de seguir y sobre todo palpar.

Es grato ver cómo escritoras "anónimas" como tú, ante esa inmensidad de lo conocido, hacen y transmiten mucho más.

Enhorabuena.

Kynu escribió:El nuevo reto te sienta de maravilla Alba

Otro gran capítulo lleno de emoción y momentos con el que tu público puede sentirse identificado acentuando con ello que las circunstancias que has escrito se plasmen en la imaginación pudiendo ser fácilmente de seguir y sobre todo palpar.

Es grato ver cómo escritoras "anónimas" como tú, ante esa inmensidad de lo conocido, hacen y transmiten mucho más.

Enhorabuena.

Muchas gracias Ana.

Yo me quedo sin palabras con tus comentarios. Creo que sacas mucho más de lo que yo creo que se puede sacar de cada capítulo, y sinceramente me sorprende mucho.

Y es grato tener a lectoras como tú  Por cierto, me resulta curioso que me llames escritora, eso quisiera yo jajaja

Gracias guapa  

Yaye escribió:Guau, menudo gapitulazo, me ha encantado ese Castle queriendo comenzar a vivir su vida denuevo y dejar de estar viviendo a base de recuerdos que lo único que hacía eran hahacerlo cerlos sufrir. Espero que las cosas se solucionen cuanto antes.

Continúa pronto.

Muchas gracias  
Nadie puede vivir eternamente del recuerdo, en algún momento hay que seguir adelante y para Castle ha llegado el momento de vivir de nuevo su vida.
La próxima semana tendrás el siguiente capítulo y con respecto a que las cosas se solucionen, poco a poco.

KateC_17 escribió: vaya no habia comentado... ¡pero mejor tarde que nunca!  jajaja

Me ha gustado mucho el capítulo, vemos que se separaron porque a Kate, el trabajo le ocupaba el mayor tiempo y casi no podían estar juntos,  y eso al final, pues lo ha acabado separando... ¡que penita!
Pero me gusta esta actitud de Rick hacia la parte final quiere volver a ser el de antes y reir y eso... veamos que pasara...
sigueee prontooo con el fic plisssss que quiero leer mas capis     jajaja ¡nos vemos!

besotesss

Es la vida real, si Beckett llegase a aceptar esa propuesta de trabajo y por un casual Castle decidiera acompañarla, lo más probable es que Kate pasara mucho tiempo trabajando y poco con Castle, es lo que tiene trabajos que requieren tanto como el FBI.
Castle no podía estar sufriendo eternamente, en algún momento tenía que dejar esa actitud y ese momento ha llegado.
Si todo va bien, para finales de esta semana tendrás el próximo capítulo.

Gracias por comentar, se agradece mucho.
Besos.

Nueva semana, nuevo capítulo.
Espero que os guste.

Itzi, mi Lanie particular, gracias por estar siempre ahí.

________


Capítulo 3: Empezar de cero

Un intenso olor a productos químicos y podredumbre se cuela por cada resquicio del depósito. Tomo aire, embriagándome de ese aroma tan peculiar y a la vez, característico de aquella zona de la comisaría. Recuerdo las nauseas que esos intensos aromas me producían cuando era una novata. Ahora mi cuerpo se ha acostumbrado, e incluso me resulta reconfortante después de un largo día con olor a mentira, venganza, rencor, odio y envidia sentir como esa fuerte mezcla se apropia de mí.

Camino sin detenerme a observar a todos los trabajadores que se paran a mirar el huracán en el que me he convertido. Ya no soy capaz de controlar mis pasos y corro por el pasillo, estando a punto de   tropezar en varias ocasiones. Entro en la morgue como alma que lleva el diablo, provocando que Lanie, que estaba de espaldas a mi, diese un respingo.
Puedo notar su enfado a través de cada poro de su piel, emanando como la lava que corre por la ladera de un volcán tras su erupción.

- ¡Más te vale que sea algo importante Es...! - se gira quedando frente a mi.

Su mirada expresa sorpresa, incredulidad, asombro. Abre la boca tratando de pronunciar algo que finalmente no sale de sus labios. Sus ojos se fijan en los míos, anegados aun por esas gotas que corren libres por mi mejilla.

- Kate, pe... - me lanzo a ella, abrazándola con fuerzas. Había necesitado aquel abrazo tantas veces que ahora no me parece que sea real. Me aferro a ella como si fuese mi tabla de salvación, como si de algún modo su sola presencia fuese a modificar el caos en el que se  ha convertido mi vida.
- Cariño, cálmate – me dice mientras se separa de mi y me ofrece asiento en una de las sillas blancas que tiene en su lugar de trabajo - ¿Qué ha ocurrido con Castle?
- ¿Cómo lo has sabido?
- Vamos, Kate, te conozco. Solo hay una persona capaz de hacerte llorar de ese modo: el chico escritor. Nunca te he visto así, no te reconozco. ¿Qué sucede?
- Es... es una larga historia.
- Tengo todo el tiempo del mundo.

Poco a poco le fui contando todo lo sucedido desde lo sucedido desde el momento en que Castle me pidió matrimonio, sin saltarme un solo detalle. Confiaba en ella y necesitaba sus palabras.

- Hace dos semanas que no sé nada de él, Lanie – concluyo – Creí que lo tenía superado, que él ya no formaba parte de mi vida, que podría seguir adelante. Pero hoy me he dado cuenta que no puedo Lanie, no puedo.
- Cariño, ¿y por qué no te paraste a pensar en la estupidez que estabas haciendo?
- Lo que menos espero por tú parte es que me sermonees, para eso me basto yo sola.
- ¿Y qué quieres que te diga, Kate? Has desaprovechado la oportunidad de ser feliz, cerrándote por completo poniendo como excusa tu trabajo, como siempre haces.
- ¿A qué te refieres?
- Vamos, Kate, no te hagas la tonta conmigo. Sabes tan bien como yo que cuando una relación comienza a ir en serio, buscas una excusa para salir corriendo. Nunca has dejado que ningún hombre conozca a la verdadera Kate Beckett por ese muro que tú misma construiste. Sinceramente, tenía mis dudas de que alguien lo consiguiese cuando apareció Castle. Con él te he visto ser tú misma, sin esconderte detrás de esa máscara que te cubría permanentemente. Jamás creí que pudieras enamorarte de un hombre como lo hiciste del escritor, permitiendo incluso que destruyese ese muro. No puedo creer que después de dejar tus miedos de lado, vuelvas de nuevo con lo mismo y lo eches de tu vida.
- Yo no lo eché de mi vida, Lanie. No podía rechazar el irme a Los Ángeles. Firmé un contrato de permanencia por el que me comprometía a tener disponibilidad para trabajar en otras ciudades y Castle no podía venir conmigo. No podía ser egoísta y pedirle que se quedar a mi lado cuando casi no nos veíamos viviendo bajo el mismo techo. Lanie, lo hice pensando en él.
- Pues debiste pensar en él mucho antes, cariño – me dice suavizando su tono de voz - ¿No te has dado cuenta que has sido tú quien lo has echado de tu lado?  Castle lo dejó todo por ti y se marchó contigo a DC, y tú solo te centraste en tu trabajo. Si sabías que esa sería tu vida, ¿por qué no pensaste entonces en él y le dijiste que no te acompañara? No quisiste ser egoísta cuando le dijiste que volviese a Nueva York, sin embargo, ya lo habías sido. Querías tenerlo junto a ti sin dejar la nueva oportunidad que se presentaba en Washington y, en lugar de tratar de hacer compatible tu vida personal y la profesional, tiraste por la borda lo que Castle con tanto esfuerzo había conseguido: que te abrieses a él y consiguiese conocerte de verdad para formar parte de tu vida.

Rompo a llorar nuevamente ante sus palabras y esta vez sin consuelo alguno. No puedo dejar de pensar en él, en ese reproche en forma de mirada con la que se despidió de mi y me derrumbo. Lanie se acerca a mi y me abraza sin decir nada más, dejando que libere todos mis emociones en forma de lágrimas. No recuerdo en que momento Lanie se convirtió en la voz de mi conciencia pero lo cierto es que por eso acudo a ella cuando necesito ayuda o algún consejo. Y ahí está, dando en la clave, como siempre. Ella ha hecho que me de cuenta que he sido yo la que lo ha apartado de mi vida, así que tendré que ser yo quien mueve ficha esta vez.





Los rayos del sol se cuelan tenuemente a través de la ventana alumbrando la oscura habitación. Me despierto sobresaltada, empapada en sudor y atemorizada.  De nuevo he vuelto a tener aquel sueño que se me repite una y otra vez y en el que él es el protagonista. Agoniza sin que yo pueda hacer nada por evitarlo, muere en mis brazos por no haber dejado de lado mis miedos y haber permitido que hiciese su vida sin estar yo presente en ella. “Debo hacer algo con mi vida, no puedo seguir así” me digo a mi misma. Miro el reloj de mi móvil y descubro horrorizada que son las ocho de la mañana.

- No puede ser. Llego tarde – digo en voz alta, como si alguien pudiese oírme, algo imposible ya que estoy sola.

Enfadada conmigo misma por haber dejado que aquel sueño me alejara de la realidad durmiendo más de lo debido, me levanto como un resorte y me dirijo al baño. Necesito darme una ducha pero casi no tengo tiempo de relajarme y aclarar las ideas cuando debo salir corriendo para llegar al trabajo a tiempo.

Hace una semana que llegué a Nueva York y aun me parece que estoy encerrada en la estresante vida que llevaba en Washington. Mi vida se ha vuelto a centrar en el trabajo, algo que no ha pasado desapercibido para Lanie, quien no ha consentido un no por respuesta a su plan de salir esta noche y disfrutar de nuestra soltería. Yo alegué que aun seguía prometida, no me apetecía pensar en hombres cuando tenía a uno en la cabeza y parecía no tener intención de salir, al menos de momento, pero de nada sirvió mi excusa. En el fondo sabía que tenía razón, no podía seguir marchitándome así.

Rodeo mi cuerpo con una de las toallas del baño y me dirijo al armario en busca de la ropa para ir a trabajar. Una camisa de cuadros violetas con las mangas ajustadas al codo y un pantalón vaquero junto con unos zapatos negros de tacón es lo que elijo. Me fijo algunas mechones que de manera natural tienden a ondularse y me maquillo suavemente, de manera que quede natural. Miro mi reloj de pulsera y me maldigo.

- Debí levantarme antes. Necesito una taza de café pero no tengo tiempo... ¡Maldito seas, Castle!

Cojo las llaves del coche y entro en él sin perder el tiempo. Si no me doy prisa llegaré tarde y lo que menos necesito es una de las broncas de Gates, no estoy de humor para soportarla.

Conduzco respetando las normas de circulación ya que, para mi sorpresa, las carreteras están desiertas. Cuando estoy a dos manzanas de la comisaría, mi teléfono comienza a sonar.

- Beckett – contesto.
- Beckett, tenemos un nuevo caso – me informa Esposito – Apunta – me dice mientras anoto mentalmente la zona que me explica.
- Estaré allí en media hora – escucho de fondo como Ryan le pregunta algo y el moreno se despide de mi para volver al trabajo.

Atravieso la 65th con Madison Avenue y continuo por Park Avenue para tomar la 60th hacia Brooklyn, temiendo que el tráfico por allí fuese intenso, pero la suerte parece estar de mi lado y conduzco sin problema hasta la zona que Esposito me indicó.

- Ryan, ¿qué ha sucedido? - le pregunto cuando llego después de dar varias vueltas a la manzana en busca de un aparcamiento.
- Mira allí – señala con la mano una de las cabinas de la noria de Deno's Wonder Wheel Amusement & Kiddie Park – Los operarios están tratando de bajar a nuestra víctima de allí.
- ¿Cómo se dieron cuenta...
- … de que había una persona muerta allí? - concluye Esposito acercándose hacia nosotros. Yo asiento – He hablado con el dueño de la atracción. Al parecer no recordaba haber visto bajar a nadie de aquella cabina en los tres últimos viajes que hizo desde que se montó esa persona. Decidió echar un vistazo pero el motor se paró y no pudo hacer girar la noria, así que pidió la grúa a uno de los feriantes para ver que sucedía en aquella cabina. Así lo descubrió.
- ¿Te ha dicho algo más? ¿Recuerda haber visto algo fuera de lo común cuando esa persona se subió a la cabina?
- Palabras textuales – Esposito busca en su cuaderno hasta que comienza a leer – “No era un tipo mucho más raro de los que se suelen pasar por aquí” - el detective cierra aquel pequeño libreto y fija sus ojos en mi – Al parecer, el tipo de personas asiduas a este lugar hizo que el feriante no prestase demasiada atención a nuestra víctima. Me dijo que ha visto tantas cosas desde que está trabajando aquí que ya nada le extraña.
- Ryan, quiero que hables con los trabajadores del parque y te faciliten todas las cintas de las cámaras de seguridad que haya. Esposito, trata de hablar con personas que hubiesen visto a nuestra víctima por los alrededores de la noria. Necesitamos alguna información que nos lleve al origen de todo esto.

- Ya vuelve a ser la misma de siempre – escucho que le dice Ryan a Esposito.
- Se la ha echado de menos – comenta Esposito y Ryan asiente.

Una amplia sonrisa aparece en mis labios. Había extrañado aquello, el tener a un equipo conmigo con el que contar tanto profesional como personalmente. En la 12th tengo a mi familia, porque no solo son compañeros de trabajo, son mucho más, algo que ahora valoro en mayor medida. Se suele decir que no se sabe lo que se tiene hasta que se pierde, una frase que parece estar hecha para mi. Sé que a ellos nunca los perdí ni los perderé, pero en cierto modo los sentía fuera de mi vida en DC. Renuncié a mucho más que dejar la comisaría, renuncié a mi estabilidad, a ese colchón construido a través de fuertes lazos de amistad que evitaba mis caídas, a ese amor incondicional que solo la familia es capaz de ofrecer de manera altruista, renuncié a mi vida tal y como la conocía para emprender un nuevo camino hacia lo que yo esperaba que fuese la felicidad plena. Pero, ¿qué es la felicidad? Creía no conocerlo, cuan equivocada estaba. La felicidad no es un estado permanente, no es algo que te pueda acompañar durante toda la vida. La felicidad es perecedera, tan pronto llega, se va, es como aquellas estrellas fugaces que tras su paso crees haber sido protagonista de un mero espejismo. Felicidad son aquellas pequeños momentos de nuestra vida en los que nos sentimos plenos, afortunados, en los que una sonrisa aparece en nuestro rostro sin motivo aparente, en los que vivimos en una burbuja a la que intentamos que todo el que nos rodea, entre. Porque cuando se es feliz, solo quieres compartirlo con los demás y que todos se contagien de ella.

- Vaya, chica, ¿tengo que felicitarte por algo? ¿Hay un nuevo hombre en tu vida?
- ¿Por qué lo dices?
- Tienes esa cara de boba que solo se tiene después de un buen...
- ¡Lanie! - la paro antes de que siga con sus insinuaciones – Estás muy equivocada.
- ¿En lo del hombre o en lo de la sesión de …?
- Para ya – la fulmino con la mirada – Tenemos trabajo que hacer – Camino unos pasos y me giro hacia ella – Estas equivocada en todo.
- Eso va a cambiar. Prepárate para esta noche.

Tan solo esas palabras son suficientes para hacerme temblar. Sé que si se lo propone, Lanie puede ser muy insistente. Esta noche promete ser una de esas en las que se sale con la suya. Ya me imagino rodeada de viejos compañeros de Lanie o en una de aquellas discotecas de moda llenas de babosos. E inevitablemente sonrío, sabiendo que mi vida no tendría chispa si Lanie no estuviese en ella.

Sin mediar una palabra más, pasa ante mí y me sonríe pícaramente, antes de dirigirse hacia donde los operarios se encuentran intentando aun bajar a la víctima.


Una hora después, el cuerpo de la persona hallada en la cabina de la noria ha sido bajado tras un arduo trabajo de los operarios.

Cuando me acerco a Lanie, esta ya está tomando datos sobre la víctima.

- Varón, entre 30 y 35 años. Por sus rasgos y su tonalidad de piel, diría que es latinoamericano. No presenta signos de violencia. Todo parece indicar que fue una muerte natural. Necesitaré conocer su identidad para tener acceso a sus informes médicos. De ser cierta la primera impresión que da, esto no sería un caso nuestro. Podré darte más información cuando lo lleve a la morgue.

Anoto todos los datos y asiento.

- Te daré toda la información cuando disponga de ella.

Le hago una señal a Esposito para saber si ha descubierto algo más, pero este niega. Ryan sigue hablando con los operarios, así que a falta de tener nuevas pruebas, no puedo hacer nada. Informo a Esposito que me marcho a la comisaria y me dirijo al coche.

La última semana ha sido un caos en la 12th. Durante el año que he estado fuera, Gates, en un intento por mantener la unión de equipo, decidió darle mi puesto a una veterana inspectora conocida por su mano dura. Según me contó Ryan, la capitana parecía blanda comparada con Juls, la nueva inspectora. Su severidad se hizo patente en pocos días y así el equipo comenzó a trabajar a destajo sin dejar de maldecir el momento en que Gates decidió darle el puesto. Acostumbrada al trabajo de calle, Juls dejó abandonado el papeleo, haciendo que los detectives tuviesen que imitarla. Todo ello trajo consecuencias y una de ellas fue que, tras mi vuelta, tuve que poner al día todo lo que había quedado relegado durante mi estancia en Washington.

Sonrió pensando la cara de desagrado que pondría Castle si estuviese a mi lado. Nunca le gustó el papeleo, recuerdo que siempre pensé que sería el compañero perfecto salvo por el trabajo de comisaría. Prefería el riesgo, dándole igual lo que pudiese conllevar, a pasar horas entre informes y documentos. En multitud de ocasiones llegué a pensar que realmente estaba hecho para hacer justicia. Su manera de ver las cosas resultaba vital en la mayoría de los casos, pese a que me trajese más de un dolo de cabeza. La sonrisa desaparece cuando miro a mi lado y no lo veo. Pero evito caer nuevamente en ese círculo vicioso en el que él está como protagonista, llevándome a un estado de autodestrucción.

Me subo al coche y respiro hondo, tranquilizándome antes de meter la llave en el contacto y arrancar suavemente. Conduzco con calma, disfrutando de la música jazz que suena en la radio y del paisaje que dejo atrás para volver a mi lugar de trabajo, a las 12th. Tengo mucho trabajo que hacer, además de un nuevo caso y sé que Lanie no me permitirá que esté hasta tarde en la comisaría,  no esta noche, no la que ella ha calificado como “la noche de las chicas solteras”, así que cuando llego a la 12th, me dirijo a mi escritorio y abro la carpeta con todos los documentos e informes de al menos 30 casos. Suspiro, me paso la mano izquierda por el pelo y me reclino en mi silla. Me doy cuenta que los chicos tenían razón cuando afirmaban que no habían tocado un informe desde que me fui de Nueva York. Hay tantos papeles que mi mente comienza a saturarse tan solo con ver lo que tengo delante. Respiro hondo y trato de tranquilizarme. Aunque no me guste, es algo que debo hacer, es algo que conlleva mi trabajo y de lo que no me puedo librar.

- Me espera un largo día – digo en alto antes de centrar todo mi atención en la multitud de papeles que he esparcido por mi escritorio, delante de los que pasaré largas horas.

Me encanta.
La angustia en cómo se abre a Lanie y cómo ésta le sabe siempre plasmar con sincera amistad su "rol" dentro de esa relación. Las buenas amigas están para todo ¿no? Chapó por mostrarla tal y como nos gustaría que fueran en la realidad.

La conversación y el "derrumbe" de nuestra inspectora te ha quedado de 10, Alba.

El desarrollo del caso de lo más interesante y no creo que sea una simple muerte natural... no se, algo me dice mi instinto de "lectora empedernida" jajaja

Esa unión de nuevo en el equipo de la 12th por fin cobra vida; el comentario de Espósito me ha echo volcarme en el episodio como si lo estuviera viviendo ahí mismo.

Y bueno.. qué decir de esa "noche de chicas"... miedo me da Por que bueno, ya se sabe... Lanie es mucha Lanie

Eso sí ¿qué sueños son esos? Me dejas en la intriga.

Otra vez más, me quito el sombrero contigo. Mejoras a cada capítulo, no tiene desperdicio ninguno de los párrafos.

Esperando el siguiente. Besos Alba

Me encantaaaaaaaaa pero pobre Castle...¡Y encima Kate se va de caza por la noche!, que mala persona, le dijo que se fuese a Nueva York y ella vuelve allí y ni si quiera intenta arreglarlo:o? Esta Beckett tan caezonat como siempre...¡Espero que entre en razón y vaya a ver a Castle que si no me lo quedo yo!

Me encanta este fic, espero que lo sigas pronto haha.

Besos.

¡Increíble Alba! Se me agotan las palabras contigo, cada día te superas.

El principio ha sido brutal. Beckett, siempre tan fuerte, tan encerrada en si misma y ocultándose ante los demás, ver como no puede evitar derrumbarse ante Lanie y sacar todo lo que lleva dentro, y como siempre, Lanie ahí dispuesta para ella, para abrirle los ojos aunque duela, y darle un hombro en el que llorar y un abrazo para reconfortarla, en serio, brutal.

Y verla de nuevo por la 12th, trabajando con su equipo de siempre, ver a Espo y a Ryan tan contentos de tenerla de vuelta, ¡genial! Me encanta la relación que tienen entre ellos, ese lazo tan fuerte más allá de lo profesional.

A ver que pasa con el cadáver, no creo que sea de muerte natural, pero bueno, quién sabe, espero que sea uno de esos casos retorcidos, para ponerlos a prueba :PY sobre todo, ¡que ganas de leer esa noche con Lanie! Que miedo me da, a saber la que se lía, tal y como es el huracán Lanie   

En serio Alba, chapo todo el capítulo, de principio a fin   

¡Hasta el siguiente!

Kynu escribió:Me encanta.
La angustia en cómo se abre a Lanie y cómo ésta le sabe siempre plasmar con sincera amistad su "rol" dentro de esa relación. Las buenas amigas están para todo ¿no? Chapó por mostrarla tal y como nos gustaría que fueran en la realidad.

La conversación y el "derrumbe" de nuestra inspectora te ha quedado de 10, Alba.

El desarrollo del caso de lo más interesante y no creo que sea una simple muerte natural... no se, algo me dice mi instinto de "lectora empedernida" jajaja

Esa unión de nuevo en el equipo de la 12th por fin cobra vida; el comentario de Espósito me ha echo volcarme en el episodio como si lo estuviera viviendo ahí mismo.

Y bueno.. qué decir de esa "noche de chicas"... miedo me da :lol:Por que bueno, ya se sabe... Lanie es mucha Lanie

Eso sí ¿qué sueños son esos? Me dejas en la intriga.

Otra vez más, me quito el sombrero contigo. Mejoras a cada capítulo, no tiene desperdicio ninguno de los párrafos.

Esperando el siguiente. Besos Alba

Gracias Ana.
Tengo devoción por el personaje de Lanie y su papel dentro de la vida de Kate, y ya que en la serie no le dan el protagonismo que se merece, decidí dárselo yo en este capítulo. Me alegra haberme acercado a lo que esperabais de esta conversación.

Del caso, no adelantaré nada principalmente porque aun estoy dándoles vueltas a como desarrollarlo.

Esa unión de la 12th es lo que hace que el equipo sea tan bueno, más que un equipo son una familia, de ahí que se eche tanto de menos a uno de los miembros cuando se va.

La noche de chicas... solo diré que será movidita

Muchas gracias Ana.
Besos

Elena_NyPD@ escribió:Me encantaaaaaaaaa pero pobre Castle...¡Y encima Kate se va de caza por la noche!, que mala persona, le dijo que se fuese a Nueva York y ella vuelve allí y ni si quiera intenta arreglarlo:o? Esta Beckett tan caezonat como siempre...¡Espero que entre en razón y vaya a ver a Castle que si no me lo quedo yo!

Me encanta este fic, espero que lo sigas pronto haha.

Besos.

Bueno, si Castle ha pasado página y ha decidido seguir adelante con su vida, ¿por qué no iba a hacerlo Kate?
De todos modos, no te preocupes, las cosas van a cambiar muy pronto  

Muchas gracias. Intentaré tener el próximo capítulo hacia finales de esta semana.
Besos.

SaraS17 escribió:¡Increíble Alba! Se me agotan las palabras contigo, cada día te superas.

El principio ha sido brutal. Beckett, siempre tan fuerte, tan encerrada en si misma y ocultándose ante los demás, ver como no puede evitar derrumbarse ante Lanie y sacar todo lo que lleva dentro, y como siempre, Lanie ahí dispuesta para ella, para abrirle los ojos aunque duela, y darle un hombro en el que llorar y un abrazo para reconfortarla, en serio, brutal.

Y verla de nuevo por la 12th, trabajando con su equipo de siempre, ver a Espo y a Ryan tan contentos de tenerla de vuelta, ¡genial! Me encanta la relación que tienen entre ellos, ese lazo tan fuerte más allá de lo profesional.

A ver que pasa con el cadáver, no creo que sea de muerte natural, pero bueno, quién sabe, espero que sea uno de esos casos retorcidos, para ponerlos a prueba :PY sobre todo, ¡que ganas de leer esa noche con Lanie! Que miedo me da, a saber la que se lía, tal y como es el huracán Lanie   

En serio Alba, chapo todo el capítulo, de principio a fin   

¡Hasta el siguiente!

Guau Sara, mil gracias  

Como ya le he dicho a Kynu, para mi el personaje de Lanie es fundamental en la serie y me apetecía darle ese protagonismo que se merece y que por otra parte era necesario en este capítulo. Nadie como ella es capaz de entender a Beckett y de abrirle los ojos.

Siempre he pensando que en el caso de que Beckett se fuera a DC, Ryan y Esposito lo sentirían mucho. Son una pequeña familia y aunque se alegraran por ella de su trabajo en el FBI, es lógico que la echaran de menos y estuviesen deseando que volviese.

Con respecto al cadáver, estoy madurando en mi mente que hacer con él, así que ya veremos que sucede en los próximos capítulos. Y la noche de chicas, solo puedo decirte que va a ser de todo menos aburrida  

Muchas gracias por tus increíbles comentarios.
Besos.

Genial el capítulo. Miedo me da el pensar que se le ha podido ocurrir a Lanie para esa salida de chicas solteras, jejejejeje, conociéndola, que tiemble todo lugar por donde pasen  

Espero que puedas continuar pronto.

Yaye escribió:Genial el capítulo. Miedo me da el pensar que se le ha podido ocurrir a Lanie para esa salida de chicas solteras, jejejejeje, conociéndola, que tiemble todo lugar por donde pasen  

Espero que puedas continuar pronto.

Muchas gracias. Pues más que temblar por lo que se le haya ocurrido a Lanie para esa noche, habría que temblar por lo que pueda pasar esa noche jajajaja Y ya no digo más o adelantaré lo que no debo  

Si todo va bien, el siguiente capítulo estará a finales de semana.
Besos.

genial capitulo!!! muxo papeleo pero se viene la noxe de copas asi por lomenos un relajo tendra o no?
espero k empieze a actuar luego con lo de castle sino se nos va a buscar a otra el escritor!!!
continua pronto porfivor!!!

cururi escribió:genial capitulo!!! muxo papeleo pero se viene la noxe de copas asi por lomenos un relajo tendra o no?
espero k empieze a actuar luego con lo de castle sino se nos va a buscar a otra el escritor!!!
continua pronto porfivor!!!

¡Muchas gracias! Relajada no sé yo si estaré precisamente en ese noche que se avecina jajaja
Lo que si puedo decir es que los capítulos de sufrimiento van llegando a su fin
A finales de esta semana intentaré tener el siguiente capítulo.
Besos.

Beckett_Castle_Alba escribió:

SaraS17 escribió:¡Increíble Alba! Se me agotan las palabras contigo, cada día te superas.

El principio ha sido brutal. Beckett, siempre tan fuerte, tan encerrada en si misma y ocultándose ante los demás, ver como no puede evitar derrumbarse ante Lanie y sacar todo lo que lleva dentro, y como siempre, Lanie ahí dispuesta para ella, para abrirle los ojos aunque duela, y darle un hombro en el que llorar y un abrazo para reconfortarla, en serio, brutal.

Y verla de nuevo por la 12th, trabajando con su equipo de siempre, ver a Espo y a Ryan tan contentos de tenerla de vuelta, ¡genial! Me encanta la relación que tienen entre ellos, ese lazo tan fuerte más allá de lo profesional.

A ver que pasa con el cadáver, no creo que sea de muerte natural, pero bueno, quién sabe, espero que sea uno de esos casos retorcidos, para ponerlos a prueba :PY sobre todo, ¡que ganas de leer esa noche con Lanie! Que miedo me da, a saber la que se lía, tal y como es el huracán Lanie   

En serio Alba, chapo todo el capítulo, de principio a fin   

¡Hasta el siguiente!

Guau Sara, mil gracias  

Como ya le he dicho a Kynu, para mi el personaje de Lanie es fundamental en la serie y me apetecía darle ese protagonismo que se merece y que por otra parte era necesario en este capítulo. Nadie como ella es capaz de entender a Beckett y de abrirle los ojos.

Siempre he pensando que en el caso de que Beckett se fuera a DC, Ryan y Esposito lo sentirían mucho. Son una pequeña familia y aunque se alegraran por ella de su trabajo en el FBI, es lógico que la echaran de menos y estuviesen deseando que volviese.

Con respecto al cadáver, estoy madurando en mi mente que hacer con él, así que ya veremos que sucede en los próximos capítulos. Y la noche de chicas, solo puedo decirte que va a ser de todo menos aburrida  

Muchas gracias por tus increíbles comentarios.
Besos.

Yo opino lo mismo, el personaje de Lanie me encanta, es más, para mi gusto en la serie sale poco, podrían sacarle más partido. La verdad es que si, es una gran amiga y tiene a Beckett calada

Pues madura, a ver que se te ocurre jajaja Eso ya me lo imaginaba yo, ¡será alucinante seguro!

¿Increíbles comentarios? Son poco comparado con lo que mereces, gracias a ti por hacernos disfrutar con tu historia  

Me encanta, es genial.
Continua pronto.

_Caskett_ escribió:Me encanta, es genial.
Continua pronto.

Muchas gracias
Estoy en ello. Si todo va bien, el siguiente capítulo estará para finales de semana.

Una semana más, os traigo un nuevo capítulo.
Siento si por ahora la historia se ha desarrollado muy lenta, pero era necesario. A partir del próximo capítulo empezará la acción
Espero que os guste.

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CAPÍTULO 4: ATARDECERES SIN NOMBRE

Una escalera en espiral a vista de pájaro en tonos ocres y marrones ocupa el centro de aquel despacho. Una intensa actividad que no cesa desde hace una semana, llena las cuatro paredes con un intenso olor a dedicación. Las teclas del ordenador parecen echar humo, y es que estamos siendo testigos de la creación de una nueva obra del millonario novelista Richard Castle.

Paso una nueva página del documento de texto y entonces me bloqueo. Llevo siete días sin parar de escribir, con mi cerebro funcionando como una máquina suiza, pero esta máquina tienen un límite que no se puede sobrepasar, y acabo de ser consciente de ello. Repaso las páginas escritas hasta ahora y sonrío. Nunca antes había sido capaz de escribir casi 200 páginas en una semana, aunque bien es cierto que nunca había podido estar tanto tiempo en casa, escribiendo, como si no existiese el mundo. Supongo que el no tener ninguna clase de distracción hace que sea capaz de centrarme en lo que realmente se hacer: plasmar ideas en formas de palabras.

Vuelvo a la primera página y leo el título, siendo consciente que he realizado dicha acción tantas veces que he llegado a perder la cuenta. “Atardeceres sin nombre”, ese sería el título del nuevo libro que trataba de escribir con el mayor de los respetos hacia los grandes autores de ese tipo de novelas. Las tardes de documentación habían sido arduas, pero era algo sumamente necesario para meterme de lleno en un apasionante mundo del que yo tan solo soy un neófito.

Me centro y trato de dejar que la imaginación fluya, pero parece que hoy no es mi día. Nada, ni una sola palabra llega a mi mente. Me giro en la silla y veo su foto la cual, desde que se fue, me acompaña día a día. Observo su melena pelirroja caer por sus hombros y una sonrisa que lo ilumina todo como si fuese una estrella. Si, la estrella más brillante y cegadora de la galaxia. Mi pequeña Alexis, ¡cuanto la echo de menos! Tomo la imagen entre mis manos y la acaricio recordando aquellos tiempos en que mi pequeña era tan solo una niña.

- Richard, voy a... - como suele ser habitual, nadie tiene la deferencia de llamar antes de irrumpir en mi lugar de trabajo. Eso era algo que siempre me irritaba, pero con los años he llegado a tomármelo como una costumbre más en mi familia que incluso yo he llegado a adoptar - ¿Te ocurre algo hijo? - me pregunta al verme contemplando la foto de Alexis tomada de mi mano mientras nos dirigimos a una de sus lugares favoritos: la zona de recreo infantil de Central Park.
- La echo de menos – le confieso – Me preocupa que pueda pasarle algo, madre.
- Richard, sé que la sombra del miedo planea a tu alrededor, pero debes alejarla – se sienta en una de las dos sillas que hay frente a mi – Querido, Alexis sabe cuidar de si misma, no le ocurrirá nada. No puedes pretender que esté toda la vida bajo tu protección, no es sano ni para ella ni para ti. Sé que es difícil, pero tienes que intentar superar todo lo que ocurrió – a mi me mente vuelve de nuevo todo aquel sufrimiento y angustia que viví tras su secuestro en París.
- Lo sé mamá, pero no es fácil.
- Nadie dijo que ser padre fuese fácil – me dice golpeando suavemente mi mano antes de levantarse – Ahora debo irme, me esperan en la escuela de teatro.

Camina hacia la puerta de mi despacho y antes de salir se gira.

- Y... Richard, deberías salir un poco. No es bueno que estés tanto tiempo encerrado en casa. Llama a los chicos de la comisaría. Seguro que estarán encantados de saber de ti.

Como el huracán que llegó, se fue. Si antes era incapaz de seguir escribiendo, ahora lo era aun menos. Como siempre, tenía razón en todo lo que había dicho.

Llevo una semana sin hacer otra cosa que escribir y necesito despejar mi mente. Pero no me atrevo a hablar con Ryan y Esposito. Tras mi vuelta de Washington me he recluido en mi loft, junto a mi familia, queriendo dejar de lado todo lo que un día me unió a ella, incluyendo al equipo, aquellos que se habían comportado como verdaderos amigos conmigo. No sé como enfrentarlos después de haberme mantenido alejados de ellos tanto tiempo. Han formado parte en mi vida durante los años pasados en la comisaría y por eso, me da miedo el modo en que puedan reaccionar después de no saber nada de ellos durante meses.

Seis años atrás, cuando entré a formar parte de algún modo de la 12th, me sorprendí del arenoso equipo que estaba al frente.  Al mando, la dura, luchadora, tenaz, fuerte, enloquecedora y preciosa detective Kate Beckett, con su capacidad para hacer temblar incluso al más temeroso de los asesinos de Nueva York. Bajo sus órdenes, descubrí a dos leales compañeros que se habían convertido en un punto de apoyo fundamental para Kate, en su anclaje en un mundo frío, cruel, descorazonador.

Javier Esposito es el que toma las decisiones, el hermano que le guarda la espalda, el que la protege y da la cara por ella. De algún modo, Esposito se ha convertido en una de las personas que mejor la conoce. Siempre supe que de tener que elegir entre ella y yo, pese a considerarlo un buen amigo, se quedaría con ella. Eso me llevó a pensar que entre ellos pudiese existir algo más que una simple amistad o relación de compañeros, pero pronto lo descarté. Entre ellos se había forjado una estrecha relación, tan fuerte que de no conocerlos bien, se podría llegar a pensar algo que no es. Esposito es el salvavidas de Beckett y como tal, nunca permitiría que algo o alguien la pudiese herir o lastimar.

Kevin Ryan era la antítesis a todo ello. Vasito de leche, como suelo llamarlo, es incapaz de decir que no a algo, lo que le ha llevado a convertirse en “el chico de los videos de seguridad”. Es un buenazo que pronto se unió a todas mis teorías ayudándome a poner de los nervios a Beckett. Es la otra pata del equipo de la detective, tan importante como el moreno pero con un carácter más dulcificado y más objetivo en cuanto a decisiones radicales de Beckett se trataba. Dispuesto a hacer siempre lo correcto, no deja que su amistad con la inspectora se mezclase con su trabajo.

Después de haber pasado años junto a ambos detectives y conocerlos, de sobra sé que será Esposito quien reciba peor la noticia de que Beckett y yo ya estamos distanciados. Pero son mis amigos y los echo de menos.

- ¡Eso es! - me digo a mi mismo, comenzando a teclear con ansias, rellenando en pocos minutos la hoja del documento de texto que antes permanecía vacía.

“Atardeceres sin nombre” comienza a cobrar vida bajo mis dedos entre murallas y castillos, aromas de azahar y jazmín, sabores especiados y exóticos, el ocaso y el alba. Las palabras fluyen solas como si las hubiese estado conteniendo bajo un muro que acaba de ser derrumbado. Me vanaglorio de mi capacidad para sacar ideas del más absurdo de los pensamientos y darles forma como un escultor pule sus tallas hasta tomar la forma deseada.

Comienzo a navegar en aguas que ya no me resultan desconocidas y disfruto de la paz en la que me veo sumergido.

El sonido de la puerta al ser golpeada suavemente me sobresalta.

Salgo de ese mundo lleno de colores y matices, pese a ser lo contrario de lo que deseo, y me levanto de la silla,dejando visible en la pantalla del ordenador el documento de texto con la esperanza de volver sobre él en unos minutos. Me dirijo hacia la puerta del loft y la abro antes de que, quien sea que haya llamado, se marche.

Cuando abro no soy capaz de pronunciar palabra alguna.

- ¡Castle! - escucho como, con una gran alegría y sorpresa, pronuncian mi nombre y yo no puedo hacer otra cosa que enmudecer.

¿Qué hacen aquí? ¿Cómo sabían que había vuelto a Nueva York? Las únicas personas que lo saben son mi familia y... Kate. ¿Había sido ella quien se los había contado? En mi cerebro se agolpan las preguntas y eso comienza a marearme. Necesito respuestas, respuestas que me permitan entender la escena que tengo frente a mi.

- ¿Qué hacéis aquí? - consigo preguntarle finalmente.
- Estábamos preocupados por ti – me dice Ryan – Realmente, estábamos preocupados por los dos – se corrige y yo sé que se refiere a Kate – Hace meses que no sabemos nada de vosotros ni atendéis las llamadas. Pensamos en acercarnos por el loft por si Martha sabía algo de vosotros.
- ¿Ocurre algo? - Esposito me observa y comienzo a ponerme nervioso - ¿Dónde está Beckett? - y ahí está la pregunta que temía por su parte.
- Entrad – les digo echándome a un lado – Es largo de explicar.

Veo como los dos se miran y asienten, aceptando mi oferta. Entran con sigilo, como si fuese la primera vez que son invitados a mi loft. Tengo la sensación de que me están ocultando algo, jugando con ventaja en un juego del que yo incluso desconozco las reglas básicas. Descarto la idea de que se trate de algo importante, o de otro modo me lo hubiesen contado. “¿O no?” me descubro preguntándome después de cazar sus intercambios de miradas que me tienen contrariado. “¿De qué va todo esto?” La sensación de que algo ocurre bajo aquella inocente visita va cobrando cada vez mayor protagonismo. Puede que Esposito se me escapa de las manos y no sea capaz de ver bajo esa fachada que muestra cuando pretende parecer imperturbable, pero Ryan no es capaz de fingir. Parece un gato enjaulado y comprendo que la idea de presentarse en el loft fue de Esposito y su compañero no quiso que viniese solo. Pero, ¿a qué viene tanto misterio?

- ¿Queréis un café? - les pregunto, rompiendo el incómodo silencio que se ha instaurado.
- Sí, por favor – me dice Ryan y puedo notar el nerviosismo en sus palabras. Por más que lo intente, es incapaz de disimular.

“Averiguaré lo que ocurre” me digo a mi mismo mientras preparo las tres tazas de café. Me dirijo al salón con ellas y los observo mirar al frente ensimismados cada uno en sus propios pensamientos.

- Tomad – les digo mientras les tiendo las tazas – Sentaos – les indico el sofá.

Me siento frente a ellos y espero en silencio que sea alguno de los dos quien diga algo, después de todo, no he sido yo quien se ha presentado con una excusa barata frente a la puerta de la casa de un amigo.

- ¿Qué haces por Nueva York, Castle? - me pregunta Esposito.

Me reclino en el asiento y suspiro. Ha llegado el momento, de nada va a servir aplazarlo. Me armo de valor y comienzo a contarles todo lo ocurrido, notando como me quito un peso de encima al hablarlo con ellos. Veo sus caras de sorpresa ante mis palabras y comprendo que no se esperaban lo que ocurrió entre nosotros.

- ¿Así que Beckett y tú ya no estáis juntos? - noto dudas en Ryan al escoger las palabras.
- No exactamente. No hemos hablado desde hace un par de semanas. No lo hemos dejado, pero no sabemos nada el uno del otro. La relación se ha enfriado por la distancia y su dedicación íntegra al trabajo.

La respuesta de Esposito me deja noqueado.

- Nunca cambiará.

Me esperaba cualquier contestación por su parte, incluso que se marchara a intentar localizar a Kate después de lo que les había contado, sin embargo, en ningún momento esperé escuchar esas dos palabras, esa comprensión por su parte. Me sentí mal por haber pensado de él de aquel modo, pero no podía evitarlo, siempre había mostrado su lealtad hacia su compañera. Nunca creí que pudiese ser objetivo en algo tan delicado como la historia de la relación entre Kate y yo. Me he equivocado con él, ha demostrado ser un buen amigo.

- ¿Y no has sabido nada de ella en las últimas semanas? - me pregunta Ryan, lo que me hace pensar que trata de averiguar algo más, pero no consigo saber qué.
- Los primeros días fueron difíciles. La relación entre nosotros se fue enfriando desde que llegamos a Washington. Pese a vivir juntos hacíamos vidas por separado; yo escribía, o lo intentaba, y ella trabajaba sin parar. Creí que no habría diferencia entre aquello y el que cada uno viviese en una ciudad diferente, pero si que la hay. Las conversaciones por teléfono cada vez resultaban más tensas y se fueron espaciando en el tiempo, hasta que finalmente desaparecieron.

Ryan y Esposito cruzan una nueva mirada que no soy capaz de interpretar. ¿Pena? ¿Duda? ¿Inseguridad? El no saber lo que realmente sucede me pone cada vez más nervioso.

- ¿Has estado aquí, encerrado, desde que llegaste?
- Bueno, digamos que no tenía otra cosa que hacer. Estoy metido de lleno en un nuevo libro para el que he estado documentándome y eso ha ocupado todo mi tiempo.
- ¿Uno nuevo de la saga Nikki Heat? - me pregunta Esposito.
- La saga de Nikki Heat termina con el próximo libro, el cual ya está en la editorial esperando el visto bueno antes de ser publicado. El que estoy preparando no se asemeja a nada de lo que he escrito hasta ahora.
- ¿De qué se trata? - esta vez es Ryan quien pregunta.

Ninguno de los dos apartan la mirada de mi. Es como si les hubiese metido en una burbuja de la que desean saber todas sus características y propiedades.

- No puedo contaros nada. Es importante que no se desvele ni un solo dato hasta la publicación del libro, son órdenes de mi editora. Lo siento chicos.
- ¿Ni siquiera nos puedes decir el título que tendrá? - quiso saber Ryan.
- No, no puedo. Os pido que tengáis paciencia.

Ambos asienten y puedo notar un implícito “vale, Castle, tú ganas”. Sonrío, sintiéndome de un modo que hacía tiempo que no me sentía, sintiéndome de nuevo en casa. No me había dado cuenta cuanto de menos había echado esos momentos junto a ellos, esas conversaciones banales, intrascendentes, que me hacían sonreír y olvidar las preocupaciones que pudiese tener.

- Hemos tenido unas semanas bastantes ajetreadas en la comisaría pero hoy parece que ha vuelto la calma – me informa Esposito - ¿Por qué no te vienes esta noche y salimos? No puedes pasarte todos los días aquí encerrado, tío. ¿Que diría la prensa si se pasan tanto tiempo sin verte de fiesta?
- Pueden pensarse que te han cazado – interviene Ryan.
- Es que lo estoy, Ryan. Kate aun sigue siendo mi prometida.
- No te estamos diciendo que te líes con la primera que te encuentres – me dice Esposito – Solo que te dejes ver.

La idea loca de Esposito comienza a dar vueltas en mi cabeza. No me puedo creer que esté sopesando la idea, pero después de todo, ¿qué puedo hacer? Kate no esta en mi vida, o al menos no del modo en que yo esperaba que lo estuviese: como mi pareja, mi prometida. Sin embargo, sigue siéndolo y algo dentro de mi me dice que no quiero que deje de serlo. Aunque intente borrarla de mis pensamientos, de mis sentimientos, de mi mente, no lo consigo. Se ha llevado una parte de mi, una parte que no creo que llegue a recuperar nunca, una parte que viajará con ella siempre, esté donde esté y pase lo que pase entre nosotros. Pero no puedo seguir castigándome por lo que ha sucedido, nada conseguiré de ese modo.

Esposito y Ryan han venido a rescatarme del encierro en el que yo mismo me he recluido. No puedo rechazar su oferta, no puedo seguir lamentándome más.

- Está bien, saldré con vosotros – accedo viendo como sonríen tras mi respuesta.
- ¡Bien! – exclaman ambos.
- Os iré a buscar a la comisaría...
- ¡No! - me interrumpen los dos al unísono a voz en grito. Sus reacciones desmesuradas me confirman que me están ocultando. Si por algo he aceptado la propuesta, entre otras cosas, es para tratar de averiguarlo, y lo conseguiré.
- Nos pasaremos nosotros por aquí – me dice Esposito – Gates está de un humor de perros. Si te ve por allí, puede que te ponga con el papeleo si se cree que vas a volver a la comisaría.

Me parece una de las peores excusas que he escuchado en mucho tiempo, pero decido no preguntar.

- Te recogeremos a las ocho – me informa Ryan.
- Os estaré esperando.

Ambos asienten y se levantan, despidiéndose de mi hasta dentro de unas horas.

Me dirijo hacia mi despacho y veo el documento de texto abierto por la páginas donde lo dejé hace una hora. “Atardeceres sin nombre” deberá esperar para volver a cobrar vida bajo mis dedos. Me he pasado siete días completos entre palabras y palabras, sin hacer otra cosa que escribir, que darle forma a aquellas ideas que un día vinieron a mi mente. Lo que empezó como una idea loca que nada tenía que ver conmigo, ha ido cobrando vida poco a poco hasta convertirse en lo que es ahora. Sonrío contemplando lo que tras días de esfuerzo he conseguido crear y cierro el portátil para salir de mi despacho.

Hoy será una noche para olvidar, para dejar de lado todo lo ocurrido y vivir mi vida. Porque hoy no hay nada que me apetezca más que un atardecer sin nombre.

Buen capítulo, aunque para mí algo "raro".
Veremos que tal esa noche de desahogo y el motivo de que los chicos lo hagan que me tiene un poco en vilo.

Excelente la narración, Alba.
El siguiente a la espera.

Qué maravilloso capítulo Alba. En todo el relato del proceso creativo de Castle se dejan ver tus propios sentimientos por la escritura. Qué intriga me has dejado, ¿qué habrán preparado los chicos?  

Pero que cucos que son estos dos!!, seguro que se han aliado con Lanie y por eso han ido a invitarlo a salir. ¿que se traerán estos tres entre manos ??, jejejejeje.

Espero que puedas continuar pronto.

sigueee