Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
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Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
he editado el final de capitulo 5
javato- Ayudante de policia
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Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
Te está quedando genial!! Espero que puedas continuar pronto.
Yaye- Escritor - Policia
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Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
Alucinante, cuando puedas sigue
choleck- Escritor - Policia
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Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
WOOO sigueee prontooo me gustaaa muchooo y ya tengo ganas de leer mass jaja sigueeeeeee
Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
Hoy, a partir de las 4 de la tarde me pongo a cerrar la historia Le quedan un par capítulos más.
javato- Ayudante de policia
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Adelanto del capitulo 6
- Spoiler:
- - Nos vemos en unas horas.- Kate le besó tiernamente y fue a embarcarse en el avión. Había asumido su destino con calma, no quería estar en los federales, si tenía suerte quizás podría volver a la doce. Pero era un sueño utópico y los sueños son sólo estelas en el cielo. Antes hubiese luchado por aquel puesto. Pero al diablo, no es lo mismo andar sola que hacerlo con los mejores. Abrió la boca para que no se le taponasen los oídos.
Aquello no era real, pero ojala lo fuese como el tiempo que durase aquella visión en su mente. Él agua le acariciaba los tobillos, corría una ligera brisa que le acariciaba el pelo, le besaba el cuello y le hacía sentir en paz con el entorno que le rodeaba. La arena de la playa era blanca, a lo lejos en horizonte había un castillo, rodeado de arboles y más al fondo había una montaña cubierta de nieve. El atardecer bañaba todo de un tono rojizo, de entre el mar empezaron a surgir flores de loto que se posaban suavemente en la orilla y en el horizonte apareció un hombre, era Rick que se iba acercando lentamente, llevaba el torso desnudo, sólo tenía puesto un pantalón. Parpadeó un instante y cuando abrió los ojos estaba frente a ella. Le besó y empezó a deshacerle el nudo de su túnica de seda lentamente. Empezó a escucharse un sitar, no sabía de donde procedía aquella música pero su ritmo era lento y relajante. Rick le tumbó en la arena, abrió completamente la túnica que Kate llevaba puesta. Levantó su mano derecha que estaba llena de distintos colores y comenzó a dibujarle algo en vientre. Era una flor de loto, el centro de la flor estaba en su ombligo, de color amarillo. Los pétalos se extendían alrededor, de un rosa pálido bellísimo. Con el dedo índice de su mano izquierda trazó una línea sinuosa que se extendió hasta donde estaba su corazón y cuando el dedo llegó a su destino cambió de mano, empezó a dibujar un nenúfar. “¿Sabes lo que esto significa. Verdad?” preguntó Rick, “Si, que mi corazón dará soporte a algo hermoso que está creciendo en mi interior” respondió Kate complacida y sonriente.
Habían aterrizado, hubo un suave balanceo que le agitó la cabeza. Estaba en la capital del país. El otoño se había echado encima más rápido de lo que Kate estimó, agradeció tener un abrigo.
javato- Ayudante de policia
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Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
Bueno primero pedir disculpas me he retrasado y me retrasaré más de lo previsto en subir los dos capis que me quedan pero quiero hacerlos más largos y estoy escribiendo ambos a la paz (especialmente el último.) y sobre todo quiero hacerlos bien.
Pd: adelanto del capítulo 7
Pd: adelanto del capítulo 7
- Spoiler:
- El coche paró, por lo que la radio también lo hizo. Una mujer bajó de él. Fue a la puerta trasera derecha y ayudó a bajar a un niño que apenas rondaba los cinco años. Llevaba puesta una gorra de policía y una pistola de juguete sobresalía en su bolsillo. Sujetaba una carta entre sus manos
javato- Ayudante de policia
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Capítlo 6
Capítulo 6 parte uno. De vuelta a casa.
- Nos vemos en unas horas.- Kate le besó tiernamente y fue a embarcarse en el avión. Había asumido su destino con calma, no quería estar en los federales, si tenía suerte quizás podría volver a la doce. Pero era un sueño utópico y los sueños son sólo estelas en el cielo. Antes hubiese luchado por aquel puesto. Pero al diablo, no es lo mismo andar sola que hacerlo con los mejores. Subió al avión y tomo su asiento, le había tocado ventanilla. Abrió la boca para que no se le taponasen los oídos.
Aquello no era real, pero ojala lo fuese como el tiempo que durase aquella visión en su mente. Él agua le acariciaba los tobillos, corría una ligera brisa que le acariciaba el pelo, le besaba el cuello y le hacía sentir en paz con el entorno que le rodeaba. La arena de la playa era blanca, a lo lejos en horizonte había un castillo, rodeado de arboles y más al fondo había una montaña cubierta de nieve. El atardecer bañaba todo de un tono rojizo, de entre el mar empezaron a surgir flores de loto que se posaban suavemente en la orilla y en el horizonte apareció un hombre, era Rick que se iba acercando lentamente, llevaba el torso desnudo, sólo tenía puesto un pantalón. Parpadeó un instante y cuando abrió los ojos estaba frente a ella. Le besó y empezó a deshacerle el nudo de su túnica de seda lentamente. Empezó a escucharse un sitar, no sabía de donde procedía aquella música pero su ritmo era lento y relajante. Rick le tumbó en la arena, abrió completamente la túnica que Kate llevaba puesta. Levantó su mano derecha que estaba llena de distintos colores y comenzó a dibujarle algo en vientre. Era una flor de loto, el centro de la flor estaba en su ombligo, de color amarillo. Los pétalos se extendían alrededor, de un rosa pálido bellísimo. Con el dedo índice de su mano izquierda trazó una línea sinuosa que se extendió hasta donde estaba su corazón y cuando el dedo llegó a su destino cambió de mano, empezó a dibujar un nenúfar. “¿Sabes lo que esto significa. Verdad?” preguntó Rick, “Si, que mi corazón dará soporte a algo hermoso que está creciendo en mi interior” respondió Kate complacida y sonriente.
Habían aterrizado, hubo un suave balanceo que le agitó la cabeza y le despertó. Estaba en la capital del país. El otoño se había echado encima más rápido de lo que Kate estimó, agradeció tener un abrigo. Pidió un taxi a la salida del aeropuerto e indicó su destino. Cuando llegó se acordó de la primera vez que entró allí, en aquella ocasión se despidió de Rick, ahora lo haría de su trabajo, la vida es cíclica al fin y al cabo. Abrió la puerta y se identificó ante el guarda de seguridad.
Subió a la quinta planta y puso rumbo a la puerta de su jefe. Cerró los ojos un momento y llamó a la puerta.
- Adelante- Kate cerró la puerta y fue a la silla que había frente al escritorio, se sentó.
- Sabe que esto le va a costar el puesto. –
- Lo sé, no hay excusa posible para mi comportamiento – dijo Kate serenamente.
- Sabía de sobra que si se veía incapacitada para este caso le podríamos relevar perfectamente. Pero usted no sólo no ha desoído mis consejos si no que ha violado la norma más importante ¿Por qué?-
- Durante años de mi vida he trabajado con esos hombres, les debía mi lealtad y mi respeto. Por ello al ver que el caso no avanzaba contacté con ellos.-
- Eso le honra. Además ha conseguido una pista fiable para el caso. Por ello no vamos a presentar cargos. Lo único es que no podrá volver a trabajar para ningún cuerpo de seguridad del Estado. –
- Lo comprendo- Kate estaba serena. Sabía lo que iba a pasar pero, había asumido tranquilamente su destino.
- Está bien, eso es todo, entrégueme sus armas identificación y teléfono.- Kate sacó sus pertenencias y las puso sobre la mesa. – Y dígale al agente Stack que pase, debe estar en la puerta esperando-. Kate salió de aquel despacho y vio a su antiguo compañero. Parecía desolado y percibió destellos de lágrimas en sus ojos. No le dio tiempo a transmitirle el mensaje pues entró sin mediar palabra. Salió del edificio y una racha de aire le sorprendió por lo que cruzó sus brazos para cederle el menor calor posible. Tenía unas horas libres antes de volver a casa, sólo pensaba en estar con Rick, pero entonces recordó el sueño que tuvo en el avión. Así que preguntó a un viandante dónde había una farmacia cercana. Tuvo suerte pues sólo a unas calles más adelante se encontraba su destino. Una campanilla sonó cuando la puerta le atropelló. El farmacéutico le recibió con una sonrisa.
- Buenos días señorita. ¿En qué puedo atenderle?-
- Quisiera un test de embarazo.- el dependiente fue a buscarlo a la trastienda, mientras tanto observó un pequeño detalle de la farmacia. Una báscula para bebés. Se acercó a ella y la tocó. Los números empezaron a moverse cómo locos. Por un momento se imaginó yendo con Rick a pesar a un bebé, no puedo evitar sonreír.
- Aquí tiene son diez dólares.- Kate sacó el dinero y pagó al hombre. – Espero que tenga buena fortuna- le dijo.
Entró en una cafetería que había cerca, pidió un café y preguntó si podía usar el baño. Ante la respuesta afirmativa fue a él. Cinco minutos salió tenía la cara un poco desencajada. No sabía que sentía, quizá un poco de todo por eso estaba tan confusa. Miedo, ternura, inseguridad, felicidad y muchas cosas más se agolpaban en su pecho. Salió de la cafetería, no escuchó a la camarera quejarse pidiendo que le abonara la bebida. Corrió, corrió durante mucho tiempo sin rumbo. Quizá su subconsciente le traicionó de algún modo, pues había cruzado el parque Glover Archbold y en ese momento se encontraba delante de la casa que Rick iba a comprar para la vida que iban a tener ella y él en la capital. Por un instante se imaginó una escena, ella estaba sentada en el porche en un balancín de jardín, cubierta por el sol gracias al pequeño toldo que tenía el ornamento, Rick mientras tanto jugaba con una niña pequeña en la hierba del jardín, la Kate de ese momento lucía radiantemente una sonrisa. Parecía que todo era cómo debía. La Kate real cerró los ojos y regresó por donde había venido.
En el avión pasó todo el trayecto mirando por la ventanilla. Las nubes se amontonaban cómo algodón muy blando sobre un enorme lago de agua azul o parecían la espuma de un capuchino cuando sobrevolaban la tierra. Las gotas de rocío se acumulaban en el cristal, acababan de traspasar una nube. Llegó a Nueva York y antes de ver a Castle debía hacer algo.
“Vincit omnia veritas”. Kate se enjugó una lágrima que salió sin permiso.
- Aquí estoy otra vez mamá, después de todo. Ahora voy a ser yo la madre, tengo miedo y dudas. No quiero que me pase lo que a ti. No podría perdonarme perder la vida y que la persona que está en mi interior sufra por ello.- hizo una pausa y se pasó la mano por el pelo.- Pero más que miedo estoy agradecida de poder tener a Rick en todo esto. También estoy feliz pensando en el futuro. Creo que al final de todo podré ser feliz, la única espina que tengo es que no podré cerrar el pasado, pero tampoco puedo aferrarme a él, por ello vengo a disculparme. Sé que te hice una promesa, pero creo que es el momento de romperla, espero que puedas entenderlo.- Kate sonrió y al mismo tiempo no pudo contener las lágrimas.- Me acuerdo de cuando me diste aquella charla sobre los chicos. Por aquel entonces todo era distinto, ahora esa felicidad tiene el mismo molde, pero no el mismo contenido.- Se apoyó sobre la lápida y se puso en cuclillas. – Gracias por todo, lo único que podría pedir es que estuvieses aquí. Pero creo que estás orgullosa de mí y eso me basta. –
Pensó en pedir un taxi, pero no, prefería pasar. Su paseo fue bonito, el atardecer le iluminaba de una manera especial, era verdad eso de que las mujeres embarazadas se ponían más guapas. Kate parecía una luz que iluminaba un camino oscuro. Empezaba a asomar el ocaso porque el cielo se había pintado de rojo en el horizonte, la noche se estaba arreglando para salir y Kate recibió una llamada de Rick
- ¿Va todo bien?
- Quizá no podría ir mejor en mucho tiempo.- respondió Kate, su voz transmitía paz.
- Ven cuanto antes a mi apartamento. Necesito hablarte de algo- Rick sonaba preocupado.- Te quiero. – Kate se quedó un poco decepcionada quería disfrutar un poco más de su paseo. Llamó al timbre y abrió Rick. Le invitó a pasar con gesto. Había algo distinto en el salón. Un hombre mayor sentado en el sillón.
- Kate este es mi padre, Jackson Hunt, trabaja para la CIA-
- Hola Katherine, un placer conocerte.- Jackson le ofreció la mano, pero Kate no la aceptó. Pareció quedarse un poco decepcionado, así que dibujó una media sonrisa. Rick se quedó mirando parecía no dar crédito a lo que estaba viendo.
- Está bien, por hoy me despido muchacho-
- Podrías quedarte a cenar seguro que ha sido un mal entendido.- Rick miró a Kate con ira. Pero su padre había tomado una decisión así que se despidió cortésmente y cerró la puerta
- ¿Qué se supone que te pasa? Es mi padre por el amor de Dios-
- ¿Y qué?, ¿A que ha venido después de tantos años? –
- Se retira este año después de su última misión y decidió pasar a verme. Soy su hijo y está haciendo lo correcto.-
- ¿Seguro? Después de dejar que te criaras sin él.
- No, sabes de lo que hablas me ayudó a rescatar a Alexis cuando la secuestraron.-
- ¿Y seguro que él no estaba implicado?-
- Sólo te pido que seas racional Kate-
- Lo estoy siendo, el problema es que tu no lo eres-
- ¿Qué hay de malo en tener ilusión en volver a tu padre tras casi un año y medio sin saber de é?-
- Te lo digo por mi propia experiencia, lo peor es sentir que te lo arrebatan por cualquier circunstancia.- Kate se acercó y besó a Rick en la mejilla - Nos vemos mañana.- y Kate salió por la puerta.
Capítulo 6 parte dos. Rompiendo el pasado.
Kate dormía le despertó el zumbido del móvil. Era un mensaje de Rick, “he quedado con mi padre en la cafetería de siempre, ven si te apetece”. Si pudiera entender Castle que sólo quería su bien, ella tenía sobrada experiencia sobrada en el dolor de la perdida. Ella sabía que su padre volvería a irse, entonces Rick se hundiría. Se había ilusionado más de la cuenta, no le culpaba por ello, pero lo había hecho demasiado y un hombre de la CIA no podía ofrecerle una estabilidad, seguramente se volvería a ir cuando acabase de hacer lo que hubiese venido a hacer. Así que se vistió y fue a la cafetería. En la distancia vio cómo Rick y Jackson charlaban amigablemente y reían. Se acercó y cesó la conversación, por un momento se sintió una extraña en medio de donde no le habían llamado. Rick sonrió y le ofreció una silla a su lado. Kate tomó asiento.
-Bueno, no sé por dónde empezar.- Jackson suspiró un momento.- Bien como ya sabéis esta es mi última misión y tiene que ver con vosotros. Hace tiempo que tuviste un problema con un asesino al que llamabais 3XA. – Kate cerró los ojos un momento, sintió que el mundo se le venía encima. – En vuestro último encuentro no murió y por lo que se ha vuelto a la ciudad.- Mi última misión es matarle y asegurarnos que pasa de verdad.- Rick se sintió desolado, los temores más oscuros que guardó ese día en que creyó verle morir se hicieron realidad. Lo peor es que venía ahora, ahora que todo parecía ir bien. – Lamento ser portador de malas noticias, pero debemos ser realistas y afrontar la situación.-
- ¿Qué es lo que sabes de él?- preguntó Kate.
- Lleva un tiempo en la ciudad ósea que ya estará construyéndose su identidad para atacar. Pero es un maníaco y temo que esta vez no se ande con reparos y haga un ataque directo y frontal.
- Eso no puede ser, no sería su estilo.- dijo Rick.
- Lo sé, pero esta vez no podemos dejar nada al azar. Tomad – dijo dándole un arma a cada uno- Lo primero es empezar a repasar los acontecimientos de este último año. – pero eran tantos, la boda, el secuestro de Alexis, el caso de Bracken.
- ¿Y si?...- Rick dudó un momento
- ¿Y si se ha infiltrado en el FBI?- concluyeron Rick y Kate al unísono. Sus miradas se captaron, aquello les resultaba bastante familiar.
- Sería muy complicado.- dudó Jackson.
- Si pero ese tipo es un experto, sabe cómo hacer perfiles falsos sin dejar rastro alguno. Si se metía en los federales tendría acceso a Kate, sabemos de sobra que primero le gusta dañar el entorno de las personas a las que marca como objetivo. Primero sería Kate, luego quien sabe Alexis, mamá- los ojos de Jackson se iluminaron de manera distinta, Kate lo captó- y por último sería yo. Ahora que lo recuerdo, cuando iba a comprar la casa me dijeron que alguien estaba muy interesada en ella y si no en una del entorno. Volvería a ser la sombre que fue a nuestro lado que no supimos distinguir, como cuando se hizo pasar por policía.
- Está bien, yo me encargó del FBI y vosotros investigad vuestro pasado-
Rick pareció aliviado cuando colgó el teléfono.
- Bien, mi madre y Alexis están bien.-
- ¿Qué tal estás tú?
- Tengo cosas más importantes que preocuparme de mi mismo en este instante.- dijo Castle
- ¿Pensaste en lo que te dije?
- Sí, se que irá cuando todo esto acabe, pero quisiera disfrutar de esto un poco más. Así que discúlpame si lo hago mal. –
- No quiero verte sufrir eso es todo.-
- Lo sé, durante años crecí pensando que podría ser mi padre. Cuando supe que existía, que era real y a lo que se dedicaba entendí muchas cosas.- suspiró.- A él le debo mi obsesión de la estabilidad. De cerrar el pasado para que en futuro no pueda venir a derrumbarte.- Kate abrazó Rick, en ese momento abrazó a una persona más humana que nunca.
- Entonces es hora de que lo hagamos.- dijo Bekett. Investigaron varios días más pero su pasado no revelaba nada, la única pista medianamente sólida era una corazonada de Rick que su padre había ido a comprobar. A media tarde Jackson llamó, diciendo que tenía algo que se verían en una hora en el apartamento de Rick. Puntual, llamó a la puerta y se sentó en el sofá, parecía infinitamente fatigado.
-No ha sido fácil, pero tengo toda la información que necesitamos.- resopló – Ya no estoy para estos trotes. Tu corazonada era cierta, tras filtrar todos los nuevos agentes que habían ingresado en el FBI en este último año encontré uno que daba con el perfil que describiste, vivió un tiempo cerca de la casa que ibais a comprar, pero cuando despidieron a Kate tardó poco en mudarse aquí a Nueva York. Esos federales tienen un buen sistema de seguridad por eso he tardado tanto.-
- Ahora sólo tenemos que ir a su casa y preguntarle si es él el asesino que tanto buscamos- dijo Rick irónicamente.
- Es él estoy seguro.-
- ¿En que se basa?-
- Querida soy espía hasta ahora mis corazonadas han resuelto más de un caso y me han salvado el culo también en más de lo que crees.-
- ¿Bien pues a que esperamos?-
- Este hombre vive en un barrio residencial a las afueras. Tendremos que ser discretos.-
La noche los envolvía, unas pocas luces iluminaban la calle y estaban sentados en el coche esperando. Había una luz que iluminaba el interior de la casa.
- Voy a ver si observo algo por la casa.- dijo el padre de Castle – Esperadme aquí. Pasaron los minutos y su padre no volvía. Entonces una de las puertas traseras se abrió. Castle que estaba atrás no pudo reaccionar pues un cañón estaba a pocos centímetros de su cara. Kate echó mano a la pistola pero antes de que pudiera desenfundarla. Notó que algo se apretaba en asiento, algo con forma de pistola.
- No se mueva un solo centímetro y conduzca rápido. – Kate obedeció arrancó y avanzó el coche se fue en mitad de la noche.
- Veo que han traído a alguien más para jugar, pero esta vez. No habrá posibilidad de error, no sé cómo me han descubierto, pero no importa. Ahora acabaré lo que empecé hace tiempo- habían salido del residencial y se encontraban en un vertedero.
- Dejen lentamente sus armas en el suelo del coche, señorita Bekett usted en el suelo del asiento del copiloto. – Kate noto que conforme se iba moviendo el arma que le apuntaba hizo lo mismo. Ambos soltaron sus armas casi al mismo tiempo. – Ahora bájense tranquilamente del coche y no intenten huir, pues los mataré en el intento. Obedecieron y se bajaron. – Colocaos al lado de ese viejo bidón.- pusieron rumbo a viejo cilindro oxidado. Por el camino Rick le susurró a Kate.
- Necesitamos tiempo.- Kate captó lo que quería decir Rick.
- Dinos, ¿cómo sobreviviste? –
- He de reconocer que tuve suerte, pero conseguí sobrevivir, el resto fue fácil fue hacer lo de siempre una nueva identidad, un nuevo pasado.- dijo el 3XA en tono seco.
- Sólo que esta vez fallaste, dejaste una pista que nos ha llevado hasta ti. Has fracasado. – Kate se quedó de piedra al ver la frialdad de Castle para jugar frente a su ejecutor, iban a morir y cómo demonios podía ponerse a provocar a su asesino.-
- Si, pero vosotros vais a morir ósea que tampoco importa demasiado que haya fallado-
- Pues si nos vas a matar no te jactes de que lo haces con un plan elaborado, es obvio que has fracasado en tu plan y si nos vas a matar es por un despiste nuestro. – Rick finalizó esta frase riéndose. Ahora Kate sabía a lo que Rick con lo que jugaba, con el ego de su asesino tal vez tendrían una oportunidad. El verdugo sin identidad se acercó y con furia propinó un culatazo a Rick en la mejilla, era su oportunidad Kate le dio una patada en el costado que le dejó sin aire. Pero el 3XA sacó fuerzas de flaqueza y le dio a Kate un golpe que la tiró al suelo. Intentó levantarse pero el sonido de los gatillos retrocediendo se lo impidió.
- Se acabó- dijo apuntando a ambos.- Despedíos del…- un sonido cortó el aire, y el cuerpo del 3XA cayó al suelo. Una bala atravesó la noche y su cabeza pero no se había oído su procedencia. Ambos suspiraron había estado cerca.
- Creo que tiene sus ventajas tener un padre que sea espía.-dijo Rick con sorna. Kate no pudo contenerse y empezó a reír, estaba viva por poco. A la tarde siguiente y tras un almuerzo entre padre e hijo en el que Kate decidió no intervenir, Jackson se estaba despidiendo en el apartamento.
-Papá bajo tu equipaje al taxi- dijo Rick con tristeza.
-Está bien de acuerdo. Dame un momento- hizo una pausa. Y cuando vio que su hijo bajó con la maleta de dirigió a Kate – ¿Katherine puedes venir un momento?, no te he caído bien pero mi hijo te quiere y eso es bastante para mí, es difícil criarse sin un padre, pero creo que es más duro aún que te arrebaten a alguno de ellos. Algún día nacerá ese hijo y sé que seréis unos padres grandísimos. Espero que no me guardes rencor, durante mi vida no he podido dejar mi pasado atrás por eso es por lo que no he podido estar con la que es mi familia Martha, Rick o con Alexis, más de una vez pensé en dejar mi trabajo y ser para ellos la persona que se merecían. Pero mi pasado no me lo permitía Por ello quiero darte esto cómo regalo de boda- sacó de su bolsa una carpeta. -Aquí está toda la información que necesitas para encerrar a Bracken, todo lo que reuniste en tu casa y algo más. Sólo necesitas demostrar lo de las que hacía en las empresas. Te doy esto para que puedas dejar el pasado atrás, para que tengas esa oportunidad que yo no pude.- Kate se quedó sin palabras. Sólo pudo preguntar una cosa
- ¿Cómo sabes que estoy embarazada?
- Porque las mujeres se ponen mucho más guapas cuando se quedan embarazadas.-
- Nos vemos en unas horas.- Kate le besó tiernamente y fue a embarcarse en el avión. Había asumido su destino con calma, no quería estar en los federales, si tenía suerte quizás podría volver a la doce. Pero era un sueño utópico y los sueños son sólo estelas en el cielo. Antes hubiese luchado por aquel puesto. Pero al diablo, no es lo mismo andar sola que hacerlo con los mejores. Subió al avión y tomo su asiento, le había tocado ventanilla. Abrió la boca para que no se le taponasen los oídos.
Aquello no era real, pero ojala lo fuese como el tiempo que durase aquella visión en su mente. Él agua le acariciaba los tobillos, corría una ligera brisa que le acariciaba el pelo, le besaba el cuello y le hacía sentir en paz con el entorno que le rodeaba. La arena de la playa era blanca, a lo lejos en horizonte había un castillo, rodeado de arboles y más al fondo había una montaña cubierta de nieve. El atardecer bañaba todo de un tono rojizo, de entre el mar empezaron a surgir flores de loto que se posaban suavemente en la orilla y en el horizonte apareció un hombre, era Rick que se iba acercando lentamente, llevaba el torso desnudo, sólo tenía puesto un pantalón. Parpadeó un instante y cuando abrió los ojos estaba frente a ella. Le besó y empezó a deshacerle el nudo de su túnica de seda lentamente. Empezó a escucharse un sitar, no sabía de donde procedía aquella música pero su ritmo era lento y relajante. Rick le tumbó en la arena, abrió completamente la túnica que Kate llevaba puesta. Levantó su mano derecha que estaba llena de distintos colores y comenzó a dibujarle algo en vientre. Era una flor de loto, el centro de la flor estaba en su ombligo, de color amarillo. Los pétalos se extendían alrededor, de un rosa pálido bellísimo. Con el dedo índice de su mano izquierda trazó una línea sinuosa que se extendió hasta donde estaba su corazón y cuando el dedo llegó a su destino cambió de mano, empezó a dibujar un nenúfar. “¿Sabes lo que esto significa. Verdad?” preguntó Rick, “Si, que mi corazón dará soporte a algo hermoso que está creciendo en mi interior” respondió Kate complacida y sonriente.
Habían aterrizado, hubo un suave balanceo que le agitó la cabeza y le despertó. Estaba en la capital del país. El otoño se había echado encima más rápido de lo que Kate estimó, agradeció tener un abrigo. Pidió un taxi a la salida del aeropuerto e indicó su destino. Cuando llegó se acordó de la primera vez que entró allí, en aquella ocasión se despidió de Rick, ahora lo haría de su trabajo, la vida es cíclica al fin y al cabo. Abrió la puerta y se identificó ante el guarda de seguridad.
Subió a la quinta planta y puso rumbo a la puerta de su jefe. Cerró los ojos un momento y llamó a la puerta.
- Adelante- Kate cerró la puerta y fue a la silla que había frente al escritorio, se sentó.
- Sabe que esto le va a costar el puesto. –
- Lo sé, no hay excusa posible para mi comportamiento – dijo Kate serenamente.
- Sabía de sobra que si se veía incapacitada para este caso le podríamos relevar perfectamente. Pero usted no sólo no ha desoído mis consejos si no que ha violado la norma más importante ¿Por qué?-
- Durante años de mi vida he trabajado con esos hombres, les debía mi lealtad y mi respeto. Por ello al ver que el caso no avanzaba contacté con ellos.-
- Eso le honra. Además ha conseguido una pista fiable para el caso. Por ello no vamos a presentar cargos. Lo único es que no podrá volver a trabajar para ningún cuerpo de seguridad del Estado. –
- Lo comprendo- Kate estaba serena. Sabía lo que iba a pasar pero, había asumido tranquilamente su destino.
- Está bien, eso es todo, entrégueme sus armas identificación y teléfono.- Kate sacó sus pertenencias y las puso sobre la mesa. – Y dígale al agente Stack que pase, debe estar en la puerta esperando-. Kate salió de aquel despacho y vio a su antiguo compañero. Parecía desolado y percibió destellos de lágrimas en sus ojos. No le dio tiempo a transmitirle el mensaje pues entró sin mediar palabra. Salió del edificio y una racha de aire le sorprendió por lo que cruzó sus brazos para cederle el menor calor posible. Tenía unas horas libres antes de volver a casa, sólo pensaba en estar con Rick, pero entonces recordó el sueño que tuvo en el avión. Así que preguntó a un viandante dónde había una farmacia cercana. Tuvo suerte pues sólo a unas calles más adelante se encontraba su destino. Una campanilla sonó cuando la puerta le atropelló. El farmacéutico le recibió con una sonrisa.
- Buenos días señorita. ¿En qué puedo atenderle?-
- Quisiera un test de embarazo.- el dependiente fue a buscarlo a la trastienda, mientras tanto observó un pequeño detalle de la farmacia. Una báscula para bebés. Se acercó a ella y la tocó. Los números empezaron a moverse cómo locos. Por un momento se imaginó yendo con Rick a pesar a un bebé, no puedo evitar sonreír.
- Aquí tiene son diez dólares.- Kate sacó el dinero y pagó al hombre. – Espero que tenga buena fortuna- le dijo.
Entró en una cafetería que había cerca, pidió un café y preguntó si podía usar el baño. Ante la respuesta afirmativa fue a él. Cinco minutos salió tenía la cara un poco desencajada. No sabía que sentía, quizá un poco de todo por eso estaba tan confusa. Miedo, ternura, inseguridad, felicidad y muchas cosas más se agolpaban en su pecho. Salió de la cafetería, no escuchó a la camarera quejarse pidiendo que le abonara la bebida. Corrió, corrió durante mucho tiempo sin rumbo. Quizá su subconsciente le traicionó de algún modo, pues había cruzado el parque Glover Archbold y en ese momento se encontraba delante de la casa que Rick iba a comprar para la vida que iban a tener ella y él en la capital. Por un instante se imaginó una escena, ella estaba sentada en el porche en un balancín de jardín, cubierta por el sol gracias al pequeño toldo que tenía el ornamento, Rick mientras tanto jugaba con una niña pequeña en la hierba del jardín, la Kate de ese momento lucía radiantemente una sonrisa. Parecía que todo era cómo debía. La Kate real cerró los ojos y regresó por donde había venido.
En el avión pasó todo el trayecto mirando por la ventanilla. Las nubes se amontonaban cómo algodón muy blando sobre un enorme lago de agua azul o parecían la espuma de un capuchino cuando sobrevolaban la tierra. Las gotas de rocío se acumulaban en el cristal, acababan de traspasar una nube. Llegó a Nueva York y antes de ver a Castle debía hacer algo.
“Vincit omnia veritas”. Kate se enjugó una lágrima que salió sin permiso.
- Aquí estoy otra vez mamá, después de todo. Ahora voy a ser yo la madre, tengo miedo y dudas. No quiero que me pase lo que a ti. No podría perdonarme perder la vida y que la persona que está en mi interior sufra por ello.- hizo una pausa y se pasó la mano por el pelo.- Pero más que miedo estoy agradecida de poder tener a Rick en todo esto. También estoy feliz pensando en el futuro. Creo que al final de todo podré ser feliz, la única espina que tengo es que no podré cerrar el pasado, pero tampoco puedo aferrarme a él, por ello vengo a disculparme. Sé que te hice una promesa, pero creo que es el momento de romperla, espero que puedas entenderlo.- Kate sonrió y al mismo tiempo no pudo contener las lágrimas.- Me acuerdo de cuando me diste aquella charla sobre los chicos. Por aquel entonces todo era distinto, ahora esa felicidad tiene el mismo molde, pero no el mismo contenido.- Se apoyó sobre la lápida y se puso en cuclillas. – Gracias por todo, lo único que podría pedir es que estuvieses aquí. Pero creo que estás orgullosa de mí y eso me basta. –
Pensó en pedir un taxi, pero no, prefería pasar. Su paseo fue bonito, el atardecer le iluminaba de una manera especial, era verdad eso de que las mujeres embarazadas se ponían más guapas. Kate parecía una luz que iluminaba un camino oscuro. Empezaba a asomar el ocaso porque el cielo se había pintado de rojo en el horizonte, la noche se estaba arreglando para salir y Kate recibió una llamada de Rick
- ¿Va todo bien?
- Quizá no podría ir mejor en mucho tiempo.- respondió Kate, su voz transmitía paz.
- Ven cuanto antes a mi apartamento. Necesito hablarte de algo- Rick sonaba preocupado.- Te quiero. – Kate se quedó un poco decepcionada quería disfrutar un poco más de su paseo. Llamó al timbre y abrió Rick. Le invitó a pasar con gesto. Había algo distinto en el salón. Un hombre mayor sentado en el sillón.
- Kate este es mi padre, Jackson Hunt, trabaja para la CIA-
- Hola Katherine, un placer conocerte.- Jackson le ofreció la mano, pero Kate no la aceptó. Pareció quedarse un poco decepcionado, así que dibujó una media sonrisa. Rick se quedó mirando parecía no dar crédito a lo que estaba viendo.
- Está bien, por hoy me despido muchacho-
- Podrías quedarte a cenar seguro que ha sido un mal entendido.- Rick miró a Kate con ira. Pero su padre había tomado una decisión así que se despidió cortésmente y cerró la puerta
- ¿Qué se supone que te pasa? Es mi padre por el amor de Dios-
- ¿Y qué?, ¿A que ha venido después de tantos años? –
- Se retira este año después de su última misión y decidió pasar a verme. Soy su hijo y está haciendo lo correcto.-
- ¿Seguro? Después de dejar que te criaras sin él.
- No, sabes de lo que hablas me ayudó a rescatar a Alexis cuando la secuestraron.-
- ¿Y seguro que él no estaba implicado?-
- Sólo te pido que seas racional Kate-
- Lo estoy siendo, el problema es que tu no lo eres-
- ¿Qué hay de malo en tener ilusión en volver a tu padre tras casi un año y medio sin saber de é?-
- Te lo digo por mi propia experiencia, lo peor es sentir que te lo arrebatan por cualquier circunstancia.- Kate se acercó y besó a Rick en la mejilla - Nos vemos mañana.- y Kate salió por la puerta.
Capítulo 6 parte dos. Rompiendo el pasado.
Kate dormía le despertó el zumbido del móvil. Era un mensaje de Rick, “he quedado con mi padre en la cafetería de siempre, ven si te apetece”. Si pudiera entender Castle que sólo quería su bien, ella tenía sobrada experiencia sobrada en el dolor de la perdida. Ella sabía que su padre volvería a irse, entonces Rick se hundiría. Se había ilusionado más de la cuenta, no le culpaba por ello, pero lo había hecho demasiado y un hombre de la CIA no podía ofrecerle una estabilidad, seguramente se volvería a ir cuando acabase de hacer lo que hubiese venido a hacer. Así que se vistió y fue a la cafetería. En la distancia vio cómo Rick y Jackson charlaban amigablemente y reían. Se acercó y cesó la conversación, por un momento se sintió una extraña en medio de donde no le habían llamado. Rick sonrió y le ofreció una silla a su lado. Kate tomó asiento.
-Bueno, no sé por dónde empezar.- Jackson suspiró un momento.- Bien como ya sabéis esta es mi última misión y tiene que ver con vosotros. Hace tiempo que tuviste un problema con un asesino al que llamabais 3XA. – Kate cerró los ojos un momento, sintió que el mundo se le venía encima. – En vuestro último encuentro no murió y por lo que se ha vuelto a la ciudad.- Mi última misión es matarle y asegurarnos que pasa de verdad.- Rick se sintió desolado, los temores más oscuros que guardó ese día en que creyó verle morir se hicieron realidad. Lo peor es que venía ahora, ahora que todo parecía ir bien. – Lamento ser portador de malas noticias, pero debemos ser realistas y afrontar la situación.-
- ¿Qué es lo que sabes de él?- preguntó Kate.
- Lleva un tiempo en la ciudad ósea que ya estará construyéndose su identidad para atacar. Pero es un maníaco y temo que esta vez no se ande con reparos y haga un ataque directo y frontal.
- Eso no puede ser, no sería su estilo.- dijo Rick.
- Lo sé, pero esta vez no podemos dejar nada al azar. Tomad – dijo dándole un arma a cada uno- Lo primero es empezar a repasar los acontecimientos de este último año. – pero eran tantos, la boda, el secuestro de Alexis, el caso de Bracken.
- ¿Y si?...- Rick dudó un momento
- ¿Y si se ha infiltrado en el FBI?- concluyeron Rick y Kate al unísono. Sus miradas se captaron, aquello les resultaba bastante familiar.
- Sería muy complicado.- dudó Jackson.
- Si pero ese tipo es un experto, sabe cómo hacer perfiles falsos sin dejar rastro alguno. Si se metía en los federales tendría acceso a Kate, sabemos de sobra que primero le gusta dañar el entorno de las personas a las que marca como objetivo. Primero sería Kate, luego quien sabe Alexis, mamá- los ojos de Jackson se iluminaron de manera distinta, Kate lo captó- y por último sería yo. Ahora que lo recuerdo, cuando iba a comprar la casa me dijeron que alguien estaba muy interesada en ella y si no en una del entorno. Volvería a ser la sombre que fue a nuestro lado que no supimos distinguir, como cuando se hizo pasar por policía.
- Está bien, yo me encargó del FBI y vosotros investigad vuestro pasado-
Rick pareció aliviado cuando colgó el teléfono.
- Bien, mi madre y Alexis están bien.-
- ¿Qué tal estás tú?
- Tengo cosas más importantes que preocuparme de mi mismo en este instante.- dijo Castle
- ¿Pensaste en lo que te dije?
- Sí, se que irá cuando todo esto acabe, pero quisiera disfrutar de esto un poco más. Así que discúlpame si lo hago mal. –
- No quiero verte sufrir eso es todo.-
- Lo sé, durante años crecí pensando que podría ser mi padre. Cuando supe que existía, que era real y a lo que se dedicaba entendí muchas cosas.- suspiró.- A él le debo mi obsesión de la estabilidad. De cerrar el pasado para que en futuro no pueda venir a derrumbarte.- Kate abrazó Rick, en ese momento abrazó a una persona más humana que nunca.
- Entonces es hora de que lo hagamos.- dijo Bekett. Investigaron varios días más pero su pasado no revelaba nada, la única pista medianamente sólida era una corazonada de Rick que su padre había ido a comprobar. A media tarde Jackson llamó, diciendo que tenía algo que se verían en una hora en el apartamento de Rick. Puntual, llamó a la puerta y se sentó en el sofá, parecía infinitamente fatigado.
-No ha sido fácil, pero tengo toda la información que necesitamos.- resopló – Ya no estoy para estos trotes. Tu corazonada era cierta, tras filtrar todos los nuevos agentes que habían ingresado en el FBI en este último año encontré uno que daba con el perfil que describiste, vivió un tiempo cerca de la casa que ibais a comprar, pero cuando despidieron a Kate tardó poco en mudarse aquí a Nueva York. Esos federales tienen un buen sistema de seguridad por eso he tardado tanto.-
- Ahora sólo tenemos que ir a su casa y preguntarle si es él el asesino que tanto buscamos- dijo Rick irónicamente.
- Es él estoy seguro.-
- ¿En que se basa?-
- Querida soy espía hasta ahora mis corazonadas han resuelto más de un caso y me han salvado el culo también en más de lo que crees.-
- ¿Bien pues a que esperamos?-
- Este hombre vive en un barrio residencial a las afueras. Tendremos que ser discretos.-
La noche los envolvía, unas pocas luces iluminaban la calle y estaban sentados en el coche esperando. Había una luz que iluminaba el interior de la casa.
- Voy a ver si observo algo por la casa.- dijo el padre de Castle – Esperadme aquí. Pasaron los minutos y su padre no volvía. Entonces una de las puertas traseras se abrió. Castle que estaba atrás no pudo reaccionar pues un cañón estaba a pocos centímetros de su cara. Kate echó mano a la pistola pero antes de que pudiera desenfundarla. Notó que algo se apretaba en asiento, algo con forma de pistola.
- No se mueva un solo centímetro y conduzca rápido. – Kate obedeció arrancó y avanzó el coche se fue en mitad de la noche.
- Veo que han traído a alguien más para jugar, pero esta vez. No habrá posibilidad de error, no sé cómo me han descubierto, pero no importa. Ahora acabaré lo que empecé hace tiempo- habían salido del residencial y se encontraban en un vertedero.
- Dejen lentamente sus armas en el suelo del coche, señorita Bekett usted en el suelo del asiento del copiloto. – Kate noto que conforme se iba moviendo el arma que le apuntaba hizo lo mismo. Ambos soltaron sus armas casi al mismo tiempo. – Ahora bájense tranquilamente del coche y no intenten huir, pues los mataré en el intento. Obedecieron y se bajaron. – Colocaos al lado de ese viejo bidón.- pusieron rumbo a viejo cilindro oxidado. Por el camino Rick le susurró a Kate.
- Necesitamos tiempo.- Kate captó lo que quería decir Rick.
- Dinos, ¿cómo sobreviviste? –
- He de reconocer que tuve suerte, pero conseguí sobrevivir, el resto fue fácil fue hacer lo de siempre una nueva identidad, un nuevo pasado.- dijo el 3XA en tono seco.
- Sólo que esta vez fallaste, dejaste una pista que nos ha llevado hasta ti. Has fracasado. – Kate se quedó de piedra al ver la frialdad de Castle para jugar frente a su ejecutor, iban a morir y cómo demonios podía ponerse a provocar a su asesino.-
- Si, pero vosotros vais a morir ósea que tampoco importa demasiado que haya fallado-
- Pues si nos vas a matar no te jactes de que lo haces con un plan elaborado, es obvio que has fracasado en tu plan y si nos vas a matar es por un despiste nuestro. – Rick finalizó esta frase riéndose. Ahora Kate sabía a lo que Rick con lo que jugaba, con el ego de su asesino tal vez tendrían una oportunidad. El verdugo sin identidad se acercó y con furia propinó un culatazo a Rick en la mejilla, era su oportunidad Kate le dio una patada en el costado que le dejó sin aire. Pero el 3XA sacó fuerzas de flaqueza y le dio a Kate un golpe que la tiró al suelo. Intentó levantarse pero el sonido de los gatillos retrocediendo se lo impidió.
- Se acabó- dijo apuntando a ambos.- Despedíos del…- un sonido cortó el aire, y el cuerpo del 3XA cayó al suelo. Una bala atravesó la noche y su cabeza pero no se había oído su procedencia. Ambos suspiraron había estado cerca.
- Creo que tiene sus ventajas tener un padre que sea espía.-dijo Rick con sorna. Kate no pudo contenerse y empezó a reír, estaba viva por poco. A la tarde siguiente y tras un almuerzo entre padre e hijo en el que Kate decidió no intervenir, Jackson se estaba despidiendo en el apartamento.
-Papá bajo tu equipaje al taxi- dijo Rick con tristeza.
-Está bien de acuerdo. Dame un momento- hizo una pausa. Y cuando vio que su hijo bajó con la maleta de dirigió a Kate – ¿Katherine puedes venir un momento?, no te he caído bien pero mi hijo te quiere y eso es bastante para mí, es difícil criarse sin un padre, pero creo que es más duro aún que te arrebaten a alguno de ellos. Algún día nacerá ese hijo y sé que seréis unos padres grandísimos. Espero que no me guardes rencor, durante mi vida no he podido dejar mi pasado atrás por eso es por lo que no he podido estar con la que es mi familia Martha, Rick o con Alexis, más de una vez pensé en dejar mi trabajo y ser para ellos la persona que se merecían. Pero mi pasado no me lo permitía Por ello quiero darte esto cómo regalo de boda- sacó de su bolsa una carpeta. -Aquí está toda la información que necesitas para encerrar a Bracken, todo lo que reuniste en tu casa y algo más. Sólo necesitas demostrar lo de las que hacía en las empresas. Te doy esto para que puedas dejar el pasado atrás, para que tengas esa oportunidad que yo no pude.- Kate se quedó sin palabras. Sólo pudo preguntar una cosa
- ¿Cómo sabes que estoy embarazada?
- Porque las mujeres se ponen mucho más guapas cuando se quedan embarazadas.-
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Capítulo 7
Nota hay una parte de la narración que da paso a un video con música ponedlo por favor para terminar de leer el fic por favor
Capítulo 7 Primera parte Un último homenaje.
Se despertaron. Kate estaba acurrucada entre sus brazos. Ella estaba despierta sonreía ampliamente. Había pasado una semana desde que se había ido el padre de Rick.
- Tengo un par de noticias que darte.-
- Está bien, tú dirás- Se levantó abrió un cajón y de él sacó una carpeta de color marrón. Castle se incorporó un poco y apoyó la espalda en el cabecero. Kate avanzó dejó la carpeta sobre la cama y se metió junto a Castle. Acercó la carpeta y la abrió. Se quedó alucinado, no podía ser.
- Esto es… ¿Cómo lo has conseguido?-
- Tu padre nos dio su regalo de boda- Ahí estaba frente a él, el pasaporte a lo que tanto anhelaba, un futuro con Kate, un futuro tranquilo sin tener que preocuparse de sufrir por la vida de Kate o la suya propia. Aún estaba boquiabierto cuando Kate tomó su mano y con mimo la puso sobre su vientre. La cara de incredulidad se acentuó aún más y poco a poco se transformó en una sonrisa.
- ¿Estás?...-
- Si, papá- Rick empezó a reír, primero poco a poco luego no pudo contenerse.
- Esto es maravilloso.- Kate sonreía, había un tono de timidez reflejado en su cara. Así que iba a ser padre otra vez y esta vez no sabría describir la sensación, no es que no quisiese a Alexis, más incluso que a su vida, pero Kate iba a ser madre y ambos estarían juntos pasase lo que pasase. Abrazó a Kate y la besó.
- Acabas de hacerme el hombre más feliz del mundo.- dijo mientras que su dedo índice recorría la comisura de sus labios. Cerró los ojos un instante e imaginó cómo sería todo. Todo estaría lleno de luz, los días serían un lento peregrinar hacia la vejez junto a Kate y su hija o hijo hasta que este se separase de su lado y emprendiese su camino.
- Lamento romper el momento, pero tenemos que acabar esto. Debemos demostrar la pista de que Bracken ha usado las empresas para su montar toda esta trama. Había pensado en dárselas a Espo o Ryan una vez que tengamos todos los datos y que esto acabe para siempre. No quiero volver a la policía, no ahora que vamos a ser padres. Quisiera ser la madre que una vez se me escapó entre los dedos, por ello no puedo volver allí.- dijo Kate en tono melancólico. Rick lo comprendió y asintió con la cabeza.
- Entonces que así sea.- concluyó. Kate se fue a la ducha y él aprovechó para hacer el desayuno. Hizo tostadas, tortitas, café, zumo, sacó los cereales y los puso en un bol, frió un poco de panceta junto a unos huevos y cogió la botella de leche. Estaba nervioso y emocionado así que con prisa lo puso todo sobre la mesa. Kate bajó lentamente y miró extrañada la mesa.
- ¿Va a desayunar aquí un regimiento?- preguntó.
- Bueno, no sabía que podrías querer así que hice un poco de todo.- dijo trabadamente Rick. Kate se sirvió un poco de café y cogió una tostada. Una sonrisa empezó a dibujarse en su rostro, sus ojos reflejaron picardía, pero Rick no se dio cuenta.
- ¿Sabes?, te falta lo más importante. Y no me daré por satisfecha hasta que me lo traigas.- el horror se reflejó en la cara de Rick.
- ¿Qué? ,¿Qué puede faltar? está todo. – repuso Rick en sus ojos había un ápice de desesperación
- No, todo no. Creo… sí creo que debe ser eso, es un antojo de chocolate y no hay. Te lo comiste tú ayer.- dijo Kate seriamente. Rick cerró los ojos con rabia, ¿Cómo podía haber sido tan estúpido? Fue corriendo al dormitorio y se cambió bajó a la velocidad del viento y cuando estaba poniéndose bien el cuello de la camisa para salir Kate empezó a reír, eso le hizo pararse en seco. Giró sobre sus pasos y vio a Kate sentada en el sofá riendo sin poder contenerse.
- Muy graciosa- avanzó y se sentó en el sillón a su lado. Kate le dio un beso en la mejilla.
- Vale estoy embarazada, más de una vez necesitaré que me ayudes y que me cuides pero no creo que haciendo eso- señaló a los platos que se amontonaban en la mesa- sea lo mejor. ¿No crees?.
- Si, tal vez tengas un poquito de razón, pero no sabía qué hacer para complacerte.-
- Quizá esa sea una de las cosas que más me gusta de ti. Que siempre tratas de sacarme una sonrisa-.
Kate arrancó el coche, y avanzaron por la calle, Rick seguía observando el informe.
-¿Cómo demonios sabría mi padre que íbamos a proteger la memoria de Montgomery? No aparece nada sobre él.-
- Bueno, después de saber que tu padre ha sido un espía la mayor parte de tu vida y que vino a ayudarnos porque estabas en peligro, para volver a ausentarse, la verdad no lo sé. Creo que la pregunta es por donde empezamos-
- Mejor por la empresa de electrónica.- Sonó el móvil de Kate, debió ser algo importante pues viró bruscamente y cruzó a la calle que giraba a la izquierda. Condujo hasta una cafetería, parecía llevar allí cien años, los rótulos estaban desgastados por el paso de los años y alguna de sus bombillas se veía que estaban rotas a pesar de ser de día. La pintura estaba caída en algunas zonas dejando ver los ladrillos con que fue construido el edificio, al igual que la pintura algunas persianas mostraban el interior sin ningún pudor pues le faltaban listones. Rick pensó que ese sería un buen lugar para ambientar un asesinato en una de sus novelas. Entraron, la campanilla de la puerta sonó más como un cencerro que a lo que realmente debía emular. Miró sólo dos mesas ocupadas, en una había un señor mayor que tomaba café tranquilamente. En la otra había un hombre vestido de calle y que llevaba una gorra y gafas de sol. Era el agente Stack.
- ¿Qué es lo que quiere?- Inquirió Castle, había un punto de ira en su voz
- Si tiene la amabilidad de tomar asiento- mientras decía esto levantó su vista por encima de las gafas de sol. – Verá que lo que quiero es hacerles una propuesta.- Rick y Kate tomaron asiento, mientras tanto Stack bebió un poco de café. – Mis superiores se quedaron, bastante impresionados con la pista de las empresas, me han ordenado seguirla. Cuando leí su historial y supe lo de su caso y que su madre estaba involucrada, me pareció correcto invitarle a solucionarlo.-
- ¿Te pareció correcto?- preguntó Kate- ¿O hay alguna razón más en ello?
- Mis razones son sólo mías.- repuso secamente Braken.
- ¿Es un homenaje a ella, verdad?- dijo Rick en un tono que sólo usaba para infundir ánimos. Stack retiró una mano de la mesa. – No, no debes ocultarlo, se demasiado sobre eso créeme.- Kate le miró con extrañeza ¿cómo sabía Castle que Stack había estado casado si no llevaba alianza desde que lo conoció ella misma. Rick captó la mirada.- Lleva sudor seco en una forma perfectamente circular en el dedo, esa negrura sólo puede indicar que se puso el anillo de compromiso, pero sus dedos no eran los mismos que llevaron tiempo atrás esa sortija, por eso le estaba apretada y no podía transpirar la piel en esa zona, sudó y hasta hace poco no se lo quitó. Quizá hasta que tuvimos esta reunión y si quiere ayudarte Kate, sólo puede decir que ella ha muerto, tú eres su símbolo para hacer lo correcto por última vez.- conforme Castle había avanzado en su teoría las lágrimas cayeron por las mejillas de Stack hasta que Rick la finalizó que se había derrumbado y lloraba sin consuelo sobre su brazo. Kate cogió el brazo sobre el que lloraba.
- Lo siento- dijo Stack entre balbuceos- durante años de mi vida interpuse el trabajo a ella y murió sola. Cuando llegué al hospital era demasiado tarde, los médicos me dijeron que no había ido nadie a verla. Debí estar con ella, pero una última vez preferí trabajar a estar con ella.-
- Pero estás buscando la redención, quizá tarde, pero lo haces, eso dice algo bueno de ti- dijo Kate – Estamos aquí para rendir homenaje a las víctimas, incluso a las de nuestros propios errores.- Pidieron una tila, pareció hacer efecto sobre Stack. Mejoró un poco y se recompuso. Cuando salieron por la puerta y llegaron al coche ya parecía haberse quitado un peso de encima, había soltado el veneno que llevaba dentro.
Kate abrió el maletero y abrió donde se suponía debía estar la rueda de repuesto, pero en lugar de ello estaba el informe que le entregó su suegro. Se lo pasó a Stack.
- ¿Cómo lo has conseguido? Y además tiene aún más información, incluso han accedido a nuestras bases de datos. Esto es un trabajo de alguien muy profesional. La CIA ha metido sus narices en esto.
- Digamos que es un regalo de boda pendiente- repuso Castle.
- Está bien, me vale- hizo una breve pausa y repasó algunos datos más.- Esta noche empezaremos. Según la información que tengo uno de los directivos implicados de Air Magna se queda hasta tarde, es la primera empresa de la lista. Su sede está el en World Trade Center. Ir por la calle no nos serviría de nada ese sitio está demasiado bien vigilado, y si os ven conmigo ya sabéis lo que pasará, este es mi último caso, quisiera retirarme dejando algo bonito.-
Estaban llegando al apartamento de Castle cuando Kate le dijo.
- Sabes demasiado sobre anillos de compromisos.-
- Quizá demasiado- repuso Rick con pesadumbre. Se tocó el dedo en el que llevaba la alianza- lo que también sé es que este es el último.- Kate sonrió agradecida y le cogió la mano.
Capítulo 7 segunda parte Cartas.
El guarda de seguridad cayó en seco al suelo. Kate guardó su arma, el culatazo que propinó al pobre hombre que iba a montarse el coche le hizo retrasarse en su llegada a casa. Cogieron el ascensor, si todo iba según lo previsto debían de adormecer al segundo que estaría distraído en la garita. El ascensor era el principal fallo de seguridad de la empresa, daba al puesto de guardia una vez allí podrían hacer lo que quisieran con las cámaras y cómo era el FBI el que estaba actuando pocas pesquisas iban a sacar si denunciaban. El ascensor paró Castle iba delante. Pero el guarda no estaba distraído en su puesto. Su mala cena le había obligado a ir al baño, antes de que pudiese reaccionar Castle le propinó un puñetazo que lo tumbó. Agitaba la mano de dolor.
- Ves al final no voy a ser un estorbo.- dijo mientras se besaba un nudillo.
- No tenemos todo el día, Bekett vigile el perímetro. Yo voy revisar las cámaras- estaban en una sala enorme, por la subida calculó que estarían en la dos plantas por encima del hall. Anduvo con paso lento por la estancia, pistola en mano sobre una media altura, preparada por si se diese el caso. Pero algo le hizo detenerse, pasó por las hileras de mesas y se fijó en un detalle que había en la pared. Era una foto, en ella posaban Braken y el dueño de Air Magna. Sonríe, pensó, pronto será tu final. Se giró y notó como Castle le miraba preocupado. Ella sonrió, pareció que eso le complació pues aflojó los músculos de la cara.
- Bien, el sujeto en cuestión William Marcus, está en la quinta planta, he desactivado las cámaras, hagámoslo rápido y tendremos más tiempo para descansar para mañana-. Subieron, dieron al pasillo estaba lleno de puertas pero una al fondo tenía el contorno iluminado. Se pusieron alrededor de la puerta y se miraron. Los tres asintieron y Stack tiró la puerta de una patada.
- ¡Quieto FBI no se mueva!- William alzó las manos y las puso en su nuca. - Queremos información, si nos la facilita nos iremos conforme hemos venido y todos saldremos contentos.- El hombre ya mayor comenzó a tartamudear.
- ¿Que es todo esto?-
- No tiene que hacer preguntas, simplemente responderlas y nos iremos por esa misma puerta.- prosiguió Braken.
- No, hablaré sin un abogado.-
- No haga nada de lo que se arrepienta.- el tono era amenazante en Stack.
- William, cálmese podrá tener un abogado, si quiere pero déjenos hacerles unas preguntas primero.- la voz de Kate era suave y calmada.
- ¿Qué quieren y porqué irrumpen a estas horas?-
- Hubo un hombre que trabajó para ustedes- Kate acercó una silla y la puso junto a la mesa. Se había quedado enfrente del anciano, estaba otra vez jugando en casa.
- Rick por favor- Castle le acercó los informes que había sacado de una mochila que llevaba.- Este hombre Adam Malkovich trabajó para su empresa-
- Si, ¿le ha pasado algo?
- No, sólo queremos saber que cargos desempeñó para la empresa simplemente.- Rick se acercó a la máquina de agua que había y sacó un vaso lleno que ofreció a William. El líquido pareció tener propiedades positivas, pues el hombre se calmó y pareció más dispuesto a colaborar.
- Ese hombre estaba en I+D, consiguió que financiáramos un proyecto sobre aviones no tripulados, quería mejoras en las horas de autonomía y un mejor control de ellos.
- ¿Drones, así es?- William asintió.- Muchas gracias por su colaboración y disculpe las molestias- finalizó Kate.
- ¿Que va a pasar con los destrozos que han causado?- preguntó William, sonaba indignado.-
- Usted tiene unas cuentas que no nos están gustando en la capital, mejor será que arregle esos desperfectos usted mismo o tendremos que revisarlas más detalladamente.- dijo Stack con malicia. William palideció, parecía que iba a contratar a un carpintero.
Bajaron otra vez al aparcamiento, buscaron la salida que daba a un par de manzanas más allá del centro de comercio mundial. Los coches los habían dejado unas calles más adelante por precaución.
- Está bien. Por esta noche hemos acabado, id a casa a descansar. Por cierto, si todo esto se torciese he dejado una copia del informe en un lugar seguro. Id a la estación de autobuses del centro y con esta llave abriréis la taquilla quinientos veintitrés, ahora mismo iré a añadir la confesión de William.-
- John- Stack se giró. – Gracias – Kate le tocó en el brazo. Stack sonrió forzadamente y agachó la cabeza
- No hay que darlas- suspiró e irguió la cabeza- Sólo cumplo con mi trabajo-
Rick y Kate se montaron en el coche y pusieron rumbo a la casa de él. Estaban agotados.
- Cómo me gustaría darme un baño con algo de espuma, pero es tarde y la verdad sea dicha prefiero dormir.- dijo Kate mientras se masajeaba el cuello con la mano que había soltado del volante
- Dentro de poco podremos darnos todos los que sean necesarios.- dijo Castle tratando de animarle-
- Si, eso es verdad- notó que Castle le miraba al vientre.- He estado pensando, si fuese niño ¿qué te parecería que se llamase Richard en honor a cierto escritor de misterio?- Castle pareció ensancharse por momentos.
- La verdad pienso que no sería un mal nombre, ese escritor es rico, guapo y tiene a la mujer más hermosa del mundo. Sería para envidiarle. – la sonrisa de Rick se diluyó un momento, pareció dudar, pero al final lo dijo- y si fuese niña que tal llamarla Johana, para recordar que en este mundo hay esperanza?- si no llevase puesto el cinturón aquel frenazo le habría sacado por el cristal del coche.
- Baja un momento por favor- Kate parecía estar en shock, tenía la boca ligeramente abierta y los ojos le brillaban. Rick se quedó mirando el infinito su sonrisa se esfumó. Tenía la esperanza de que Kate pudiera entender que lo hizo con la mejor de sus intenciones. Bajó y cuando cerró la puerta, el coche salió a toda velocidad, el aire que levantó le movió la chaqueta. Y allí se quedó Rick mirando cómo se perdía su esposa en mitad de la noche. Sabía que iría a esos columpios. Pero no sabía si era adecuado presentarse. Desde la primera vez que mencionó a su madre allá en la comisaría hace tantos años no se había hundido tanto. Pero debía hacerlo, no había alejado a aquel niño de su mente para acobardarse a última hora. Pensó que Kate debía ser hija de la lluvia, pues siempre que se entristecía llovía y aquella vez no era la excepción. Tuvo que llamar a un taxi para cubrir el camino que le quedaba. Dejó cincuenta dólares de propina y se despidió del taxista. La lluvia arreciaba y una ligera niebla empezó a levantarse, pero eso no mellaba su determinación. El suelo estaba embarrado y se movía con dificultad, la única ventaja era que el camino se lo sabía de memoria. La lluvia le caía con rabia.
- ¡Kate! ¡Kate por favor!- la lluvia caló su ánimo pues Rick empezó a llorar, pero sus lágrimas se las borraba las gotas que caían violentamente.- ¡KATE! – pisó y su pié se hundió por lo que cayó al suelo embarrado, sacó el pié con dificultad y se incorporó, empezó a llorar desconsoladamente. - ¡No es justo Kate!- se pasó las manos con furia por sus ojos. Empezaban a vislumbrarse los columpios y una silueta sentada en ellos. – Kate...- empezó a correr, pero cayó otra vez más. Vio que la sombra se levantó y corrió hacia él. Se levantó una vez más y prosiguió estaba agotado, había sido una noche dura y correr por el barro la hacía aún peor. Vio que Bekett se acercaba, estaban ya a unos pocos pasos cuando ambos se resbalaron pero esta vez se abrazaron y se desmoronaron juntos, sus rodillas se hundieron un poco en contacto con el lodo.
- Perdóname, perdóname por favor- Castle apenas podía articular palabra pues tenía un nudo en la garganta que se deshacía poco a poco en lágrimas, pero no era sólo él. Kate lloraba sin consuelo. Ella le puso sus manos en sus mejillas, también su frente se apoyó en los labios de Rick.
- Me la arrebataron Rick, me quitaron a mi madre.- sus manos dejaron su cara para instalarse en la espalda, que apretó para descargar su furia - Por un momento cuando has mencionado su nombre, pensé que todo volvía a empezar. No quiero volver a sufrir, no quiero que tampoco la criatura que nazca lo haga.- miró Bekett a Castle a los ojos, en ellos se reflejaban el miedo, la angustia y el dolor que le seguía produciendo el pasado.
- No lo permitiré, no dejaré que eso pase te lo prometo. No volverás a cargar tu sola el peso del mundo, no mientras yo esté aquí. Lo siento Kate, no era mi intención hacerte sufrir. Pensé que…- pero no pudo continuar y la abrazó aún más fuerte.
Era de día y Kate dormía. Se levantó y se duchó, no supo cuanto tiempo estuvo bajo el agua, pero parecía limpiarle el alma del dolor que sufrió anoche. Cuando acabó bajó al salón, miró que todo estaba en orden, pero una cosa no, alguien había colado una nota bajo la puerta. “Su amiguito John Stack ya ha pagado el precio de jugar con fuego. Tienen veinticuatro horas para entregarme esos informes o su esposa y usted pagarán las consecuencias. La entrega han de hacérmela en la vieja fábrica metalúrgica de Iron&Lead de Nueva Jersey. Atentamente Senador y candidato a la presidencia William Bracken”. Cayó de rodillas, Rick se quedó desolado pues todo había acabado. Cerró los ojos un momento que pareció alargarse hasta la eternidad más absoluta. Abrió los ojos, la solución ya estaba en su mente, miró el reloj del móvil le quedaban veintidós horas. Subió al dormitorio y se vistió, por suerte Kate aún dormía. Cogió el Ferrari, fue hacia la estación, aparcó en la puerta y se metió en el edificio. Fue a la taquilla y había cinco cintas en las que había grabado las confesiones de siete empresas más del informe de su padre. Parecía que Stack había echado sus últimas horas extra. Volvió a su casa. Cuando cerró la puerta tras de sí Kate le miró preocupada, llevaba una de sus camisas. Sin nada más debajo salvo la ropa interior.
- ¿Dónde has estado?-
- No hay tiempo, vístete. Date prisa Kate por favor.- subió con ella al cuarto se quitó la camisa y la vio en ropa interior, Dios mio que guapa es pensó, no pudo evitarlo y se acercó hacia ella. Kate le miró - ¿Me vas a decir que pas…- no pudo acabar la frase pues un beso se lo impidió, pero era algo más. Era pasión sin medida, que se extendió por el cuello y luego por toda la habitación.
- ¿Qué es lo que pasa?. – dijo Kate mientras se vestían
- Se acerca el final de todo esto, Stack ha muerto, ha sido Bracken, se presenta a la presidencia y quiere silenciar a los últimos testigos.- Kate cerró los ojos, su reacción fue muy parecida a la de él. La diferencia es que ella lloró sin consuelo. Pero Rick le cogió por los brazos con fuerza - Kate necesito que seas fuerte, que seas la Kate de siempre, esto no va acabará aquí te hice una promesa anoche y la voy a cumplir aunque le vaya la vida en ello. –
- Está bien- Kate se serenó un poco. – ¿Qué plan tienes?
- Que confíes en mí.- Rick dijo esto en un tono que pareció tocar el alma de Bekett, pues no hizo más preguntas.
Fueron a Nueva Jersey en el Ferrari. Buscaron alojamiento en un viejo motel, y fueron a comprar algo de comida. El día transcurrió y llegó la noche no paró de llover en todo el día. Kate se durmió al fin. Entonces Castle buscó en los cajones con cuidado, en uno de ellos había papel y un bolígrafo por fortuna. Comenzó a escribir.
Queridísima Kate:
No sé por dónde empezar así que empezaré por el principio. Aún recuerdo cuando todo esto empezó. Quizá cómo un juego, en el que nos mirábamos y nos contábamos algo más que palabras. Cuanto me gustó ver que luchabas por abrirte a mí, aún sabiendo que tu pasado era turbulento. Podrías no esperar nada del mundo que tan mal te ha tratado. Pero nunca perdiste la fe o la esperanza en que el destino te reservaba a alguien. Dudaste, no te culpo, pues es de humanos y no somos perfectos.
Este último año ha sido extraño, difícil y muy hermoso. Me he alegrado al saber que por fin eras feliz aunque en algunos momentos has flaqueado. Casi hemos cerrado tu pasado y eso te permitirá tener la vida que debes. Sé que faltaré a mi promesa, pero quizá el destino quiso que nuestro cuento de hadas fuera ese tira y afloja y este último tiempo que ha sido el más feliz de mi vida por estar a tu lado completamente.
No puedo permitir que seas tú la que cargue con el peso del mundo una vez más. No puedo permitir que la vida que esperas de mi viva nuestro tormento de no tener la estabilidad que necesitábamos. A pesar de todo, el mundo seguirá, no se detendrá ante mi muerte y espero que tú tampoco lo hagas.
¿Quién sabe cómo será todo después de esta hermosa y triste aventura? Quizá algún día cuando llegue tu hora y si me has esperado podré pasar a buscarte, para tener el tiempo que tanto hemos anhelado. Quizá podamos pasear por la orilla del mar, con el agua meciéndose en nuestros pies. Me consuelo pensando en que quizá nuestro tiempo no sea terrenal, sino que sea la eternidad la que nos espera.
Con respecto a nuestro hijo me da igual cómo se llame. Sé que serás una buena madre, una vez me dijiste que tu trabajo era honrar a las víctimas, pero yo no soy una de ellas, he elegido este destino para mí. Si alguna vez la criatura pregunta por su padre dile que estaré orgulloso, que no tiene que cumplir expectativas, pues los valores que le enseñes le encaminarán a hacer acciones correctas y ellas hablarán más que de sobra por él o por ella.
Me despido de ti pidiéndote disculpas, pues he sido un cobarde y no he tenido el valor de despedirme de ti en persona, pero no podría hacerlo. No podría ver que te despiertas cómo cada mañana y me miras sonriente por estar a tu lado. Hay muchas cosas efímeras que dejaré en esta vida, pero lo único que perdurará será mi amor por ti querida mía.
Siempre tuyo Richard Alexander Rodgers
Releyó la carta una vez más, todo estaba en orden. Pensó en Alexis y en su madre, también ellas sufrirían. Pasó la noche en la que Rick se quedó contemplando a Kate durmiendo por última vez. El alba apuñaló a la noche dejando una herida abierta y rojiza, era la hora. Dejó la carta en la mesilla de noche y besó a Kate con ternura y esta se movió un poco y respiró profundamente, cerró la puerta con cuidado. Cogió el móvil y llamó a Espo – Oye tío, perdón por las horas pero necesito que me hagas un favor-. Apolo condujo al sol a un nuevo amanecer, los primeros rayos impactaron a Kate en la cara. Se despertó y no abrió los ojos no quería que la noche acabase para enfrentarse a su último día. Pasó el brazo por el lado de la cama dónde estaba Castle, pero no encontró nada.
- ¿Rick?- abrió los ojos y miró a ambos lados. No había nadie. -¿Rick?- este lamento se lanzó al aire y no obtuvo respuesta.
Su última compra. Una radio de segunda mano, que manera más tonta de gastar veinte dólares pensó. Avanzó los últimos metros, ante él se imponía la vieja fábrica siderúrgica. La puerta estaba abierta así que entró. El edificio era una vasta ruina abandonada a su suerte, pero aún se conservaba en pié. Vio que una puerta en que daba al tejado estaba abierta. Subió las escaleras y antes de pasar por el arco de la muerte miró hacia atrás. - Te quiero Katherine.- y su marcha fúnebre prosiguió.
Allí estaba, William Bracken, su victoria era inminente eso explicaba su sonrisa macabra.
- Bien señor Castle, veo que ha sido todo un caballero pero eso no salvará a su esposa, sólo alargará su sufrimiento.-
- Es la última oportunidad que tiene de redimirse Bracken – la risa diabólica del candidato era demencial.
- Enserio, ¿cree de veras que está aquí para dar órdenes o lecciones de moral?- sacó una pistola y disparó a Castle. La bala le alcanzó en la pierna y cayó, apretó fuerte la radio para que no sufriese daños, había una chimenea cerca así que se arrastró hacia ella para apoyar la espalda.
- Mire tengo que dar un discurso dentro de unas horas en Nueva York. Deme los informe y prometo rematarle rápido y su esposa no sufrirá.
- ¿Sabe? Me he olvidado de ellos en una comisaría de policía y por si acaso le daba por comprar policías la prensa los ha recibido también hace poco tiempo- La furia desorbitaba los ojos de Bracken. Rick cogió la radio y la encendió, sintonizó una emisora de noticias:
“Según un informe al que ha podido acceder esta cadena el Senador y candidato a Presidente William Bracken podría estar involucrado en una gran red tráfico de armas de alta tecnología, así como en otros escándalos, iremos ampliando la notica…”. Rick no pudo escuchar el resto, dos balas se lo habían impedido. Vio como el senador corría. De su boca empezó a manar sangre que nacía de su interior, no oía nada empezaba a perder el tacto, aquello le era muy familiar. Aparecieron Alexis, Martha y su padre.
- Esto es el final, lamento no haberme despedido de vosotros.- Rick levantó un brazo torpemente sus funciones vitales le empezaban a fallar. Pero no había nadie allí era una ilusión creada para endulzarle la muerte. Alexis se acercó y beso a su padre en la mejilla, no lloraba, estaba feliz. Su madre se acercó y le abrazó, cuando dejó de estrecharle asentía con la cabeza. Ahora era el turno de su padre que le estaba poniendo bien el pelo pues lo tenía revuelto.
- Estoy orgulloso hijo mío, has demostrado más valor del que yo tuve- dijo esto y le abrazó. Los tres retrocedieron unos pasos y miraron hacia atrás. Era Kate, estaba más radiante que nunca y llevaba un niño de su mano. Se acercó y se sentó junto a él y el niño hizo lo propio.
- Mira este es papá- dijo Kate con una sonrisa.- Se parece bastante a ti.- el niño beso a su padre en la mejilla y sonrió. Rick miró a Kate.
- Lo siento mucho- dijo Castle.
- No hay nada que disculpar- y le limpió la sangre que caía por su barbilla.
- Kate…- ese fue el último aliento de Richard Castle.
“Sabes John al final parece que todos tenemos nuestra recompensa. Cómo también la obtuvo William Bracken, tal día como hoy fue encerrado en prisión hace ya cinco años, el antiguo senador fue encarcelado en unos de los mayores escándalos recordados. Estaba implicado en todo tipo de delitos…”. El coche paró, por lo que la radio también lo hizo. Una mujer bajó de él. Fue a la puerta trasera derecha y ayudó a bajar a un niño, apenas rondaba los cinco años. Llevaba puesta una gorra de policía y una pistola de juguete sobresalía en su bolsillo. Sujetaba una carta entre sus manos, su mirada se fundió con las hileras interminables de lápidas. Su madre empujó la verja y él pequeño pasó corriendo. Se internó por la vereda que había entre la hierba.
- ¿Queda mucho?- preguntó con inquietud el pequeño.
- No- su madre sonrió al decirle esto y lo cogió en brazos. Tuvo miedo al ver la lápida con un ángel. Su madre lo notó y lo abrazó más fuerte, no podía pasar nada malo si estaba mamá con él. Se internaron en el cementerio aún más, el terreno empezó a elevarse, en lo alto de aquel pequeño montículo había una sola tumba. La lápida era simple, de mármol blanco. En ella se leía “Richard Alexander Rodgers” y un espacio más abajo “Semper Vobiscum”. Antes de la subida mamá le dejó en el suelo.
- Todo tuyo- le dijo mamá sonriente.
- Tengo miedo, vámonos.- protestó el niño.
- Tú querías venir. Ahora no puedes echarte atrás, de todos modos yo estaré sentada en aquel banco de cerca.- y con un dedo señaló a un asiento que había debajo de aquel gran árbol. El niño asintió y mamá le dio un beso. Empezó a subir, mamá por el contrario puso rumbo al banco, se sentó en él y sus manos se colocaron sobre sus rodillas. Tragó saliva, subió el tramo que le faltaba. Se quedó a unos cuantos pasos de la lápida. Nunca había estado en aquel lugar hasta que se lo pidió a mamá. Lo que ella no sabía, era, lo que él había escrito. Así que abrió el sobre que tenía entre sus manos con cuidado. Se había esmerado en hacer la caligrafía, papá iba a leer aquella carta y debía de entenderla. De todas maneras iba a leerla en voz alta, se lo había aconsejado mamá y mamá siempre daba buenos consejos. Se aclaró la garganta y leyó:
Querido papá:
Ya sé que no nos conocemos. Me llamo Richard Roy Castle y tengo cinco años. Mi mamá dice que eras una buena persona y el padre más valiente del mundo. Ojala te pudiera conocer pero mamá dice que vives en mi corazón y que me parezco a ti, que cuando sea mayor seré como tú eras cuando tu vivías. También me dijo que debía ser bueno para que mis actos hablen por mí. Esto último no lo entiendo muy bien, pero sé que he sido bueno porque Santa Claus me ha traído el set de policía que quería. Hay veces que mamá coge una foto en la que estáis los dos y se pone triste, ojalá puedas ayudarme yo no quiero ver a mamá llorar. Cuando la veo así le doy un abrazo y entonces empieza a sonreír, a mi me gusta que mamá este contenta, por eso, le ayudo en lo que me pide, hago los deberes y me lavo las manos antes de comer y los dientes antes de acostarme. Espero que puedas contestarme a esta carta lo antes posible y si no puedes por lo menos haz que mamá no se ponga triste.
Richard Roy Castle.
Una brisa sopló por el cementerio, el niño se giró y mamá estaba sentada en el banco con una sonrisa.
Epílogo:
Dobló aquel viejo pliego de papel que estaba amarillento, los años habían transcurrido inevitablemente y la mano que metió el papel tras el marco de aquella vieja foto era testigo de ello. Estaba arrugada su piel, pero los sentimientos era algo que no podía sucumbir al paso del tiempo. Nadie le había hecho estremecerse tanto con un simple beso. En esos días en que la memoria a corto plazo fallaba, había algo que no olvidaría jamás y es que Kate Bekett amaría por siempre a Rick Castle. Sus dedos debilitados por la edad recorrieron una vez más el cristal que emparedaba aquella imagen.
- No es lo mismo sin ti- una lágrima cayó sin vacilación- Hace cuarenta y cinco años que leí por primera vez esta carta en aquel desvencijado motel y a día de hoy podría recitarla de memoria. Mírame ahora, vencida por la edad y hablándole a una vieja foto- suspiró desahuciada- Mis días tocan a su fin y el mundo no sabrá lo mucho que sufrimos y lo mucho que nos amamos. Todo seguirá conforme lo establecido. Lo único que queda para demostrar que fuiste un gran hombre es tu hijo. En la distancia parece que estoy viendo tu fantasma. Se parece más a ti que a mí y con el paso de los años sus rasgos se han ido modelando haciendo un homenaje a tu memoria. Pero no es lo mismo.- Kate dejó el marco en mesilla de noche y se tumbó de lado en la cama.
- ¿Rick podría venir a mi despacho?-
-¿Si mi capitán?- Rick cerró la puerta tras de sí.
-¿Cuántos años tienes?-
- Cincuenta, señor. –
- Si, has sido un gran inspector de policía, superaste las cotas más altas, más incluso que las de tu madre, que lo dejó hace ya tanto tiempo- el capitán hizo una breve pausa.- Siempre has sido un policía diferente. Por ello quiero dejarte el cargo, quiero que seas el jefe de policía de esta comisaría.-
- No sé qué decir señor.-
- Diga que si simplemente-
Anne siempre había sido diferente, reservada, pero una persona totalmente distinta en la intimidad; impertinente, graciosa, infantil… Detrás de la máscara estaba la niña que se había negado a madurar, curiosa e inquieta y si imaginación era desbordante. Por ello estaba en aquel lugar, las oficinas de la editorial más importante del país.
- ¿Esta es su primera obra? –
- Si, así es-
- Veo que conoce el oficio –
- He ayudado a mi padre en más de una ocasión – hizo una pausa y continuó- Tiene usted que competir contra su abuelo-
- No lo creo, él era él, yo soy yo y aunque nos guste el misterio no creo que seamos tan iguales- Cuan equivocada estaba. Anne era Kate Bekett con el carácter de Richard Castle.
Kate se sentó en el sillón, acababa de terminar de leer el manuscrito de su nieta. Pareció que Rick le estuviese contando una historia, Anne era un calco a ella misma cuando era joven, pero ese carácter era de su abuelo. Miró por la ventana había un hombre vestido con chaqueta, camisa y vaqueros. Se encontraba en la distancia. ¿Qué haría su hijo frente a su edificio y no subía a verle?. Pero el teléfono sonó.
- Mamá-
-Abuela
- Tenemos una grandísimas noticias- prosiguió Rick
- Me van a publicar-
- Me van a ascender a jefe de policía.-
- Eso es maravilloso- Kate estaba muy emocionada- Hay que salir a celebrarlo ¿esta noche? Está bien- la velada fue muy amena, cuando terminaron de cenar dieron un paseo por el parque. Su nuera y su nieta iban unos metros más adelante.
- ¿Qué tal te va con la mejor arquitecto del país?-
- Mejor que nunca-
- Me alegro- dijo Kate en tono melancólico-
- Mamá, ¿puedo hacerte una pregunta?-
- No tengo nada que ocultarte hijo mío-
- ¿Porqué no rehiciste tu vida? Siempre has sido muy guapa.-
- Lo sé, pero una vez alguien me dijo que lo más importante no es lo vives, sino el modo en que lo haces. No podría amar a otro hombre cómo ame a tu padre y viviría una ilusión, que al final sería una mentira. ¿Por cierto que hacías esta mañana en frente de mi edificio?
- ¿Yo? Estaba tomando algo con los compañeros de trabajo, me manda recuerdos Esposito de su padre. A todo esto el bar sigue teniendo perdidas. He hablado con Alexis…- Kate dejó de escuchar supo que moriría sola, pero no cambiaría tantos años de soledad por los recuerdos. Siempre que abría la memoria en momentos de flaqueza y pensaba en su marido le daba el ánimo suficiente. Sólo lo cambiaría porque él estuviese aquí.
Pasaron unos días más, a la misma hora se asomaba aquella sombra por la calle, incluso un día llamaron a su puerta. Pero era su nieta había quedado con ella para tomar un café y hablar de sus cosas, ella fue a prepararlo todo, pues tenía un don especial para hacer café. Otra vez estaba aquel hombre frente al edificio, era igual que su hijo e igual que Rick en la distancia. Pero aquella vez no se desvaneció. Kate pestañeó un momento y dejo de escuchar a su nieta. Se levantó pues tenía la sensación de que aquel hombre iba a venir a verla, algo había cambiado, se sentía más joven, hacía tiempo que no se levantaba con esa agilidad. Abrió la puerta, era Richard Castle, el padre, quien estaba en la puerta sonriendo abiertamente y ofreciéndole su mano, invitándola a salir. Kate sonrió y no dejó de hacerlo cuando miró al sillón de dónde se había levantado, en él había una señora mayor con la mirada perdida en la ventana.
Fic dedicado a todos los del chat que me aguantáis día tras día a pesar de todo. Y una especial dedicatoria para Ana (A.k.a. Kynu) por sus detalles y por brindarme una conversación muy bonita la otra noche. También a Núria (a.k.a KateC_17) espero que a ti no te falten las ideas.
Capítulo 7 Primera parte Un último homenaje.
Se despertaron. Kate estaba acurrucada entre sus brazos. Ella estaba despierta sonreía ampliamente. Había pasado una semana desde que se había ido el padre de Rick.
- Tengo un par de noticias que darte.-
- Está bien, tú dirás- Se levantó abrió un cajón y de él sacó una carpeta de color marrón. Castle se incorporó un poco y apoyó la espalda en el cabecero. Kate avanzó dejó la carpeta sobre la cama y se metió junto a Castle. Acercó la carpeta y la abrió. Se quedó alucinado, no podía ser.
- Esto es… ¿Cómo lo has conseguido?-
- Tu padre nos dio su regalo de boda- Ahí estaba frente a él, el pasaporte a lo que tanto anhelaba, un futuro con Kate, un futuro tranquilo sin tener que preocuparse de sufrir por la vida de Kate o la suya propia. Aún estaba boquiabierto cuando Kate tomó su mano y con mimo la puso sobre su vientre. La cara de incredulidad se acentuó aún más y poco a poco se transformó en una sonrisa.
- ¿Estás?...-
- Si, papá- Rick empezó a reír, primero poco a poco luego no pudo contenerse.
- Esto es maravilloso.- Kate sonreía, había un tono de timidez reflejado en su cara. Así que iba a ser padre otra vez y esta vez no sabría describir la sensación, no es que no quisiese a Alexis, más incluso que a su vida, pero Kate iba a ser madre y ambos estarían juntos pasase lo que pasase. Abrazó a Kate y la besó.
- Acabas de hacerme el hombre más feliz del mundo.- dijo mientras que su dedo índice recorría la comisura de sus labios. Cerró los ojos un instante e imaginó cómo sería todo. Todo estaría lleno de luz, los días serían un lento peregrinar hacia la vejez junto a Kate y su hija o hijo hasta que este se separase de su lado y emprendiese su camino.
- Lamento romper el momento, pero tenemos que acabar esto. Debemos demostrar la pista de que Bracken ha usado las empresas para su montar toda esta trama. Había pensado en dárselas a Espo o Ryan una vez que tengamos todos los datos y que esto acabe para siempre. No quiero volver a la policía, no ahora que vamos a ser padres. Quisiera ser la madre que una vez se me escapó entre los dedos, por ello no puedo volver allí.- dijo Kate en tono melancólico. Rick lo comprendió y asintió con la cabeza.
- Entonces que así sea.- concluyó. Kate se fue a la ducha y él aprovechó para hacer el desayuno. Hizo tostadas, tortitas, café, zumo, sacó los cereales y los puso en un bol, frió un poco de panceta junto a unos huevos y cogió la botella de leche. Estaba nervioso y emocionado así que con prisa lo puso todo sobre la mesa. Kate bajó lentamente y miró extrañada la mesa.
- ¿Va a desayunar aquí un regimiento?- preguntó.
- Bueno, no sabía que podrías querer así que hice un poco de todo.- dijo trabadamente Rick. Kate se sirvió un poco de café y cogió una tostada. Una sonrisa empezó a dibujarse en su rostro, sus ojos reflejaron picardía, pero Rick no se dio cuenta.
- ¿Sabes?, te falta lo más importante. Y no me daré por satisfecha hasta que me lo traigas.- el horror se reflejó en la cara de Rick.
- ¿Qué? ,¿Qué puede faltar? está todo. – repuso Rick en sus ojos había un ápice de desesperación
- No, todo no. Creo… sí creo que debe ser eso, es un antojo de chocolate y no hay. Te lo comiste tú ayer.- dijo Kate seriamente. Rick cerró los ojos con rabia, ¿Cómo podía haber sido tan estúpido? Fue corriendo al dormitorio y se cambió bajó a la velocidad del viento y cuando estaba poniéndose bien el cuello de la camisa para salir Kate empezó a reír, eso le hizo pararse en seco. Giró sobre sus pasos y vio a Kate sentada en el sofá riendo sin poder contenerse.
- Muy graciosa- avanzó y se sentó en el sillón a su lado. Kate le dio un beso en la mejilla.
- Vale estoy embarazada, más de una vez necesitaré que me ayudes y que me cuides pero no creo que haciendo eso- señaló a los platos que se amontonaban en la mesa- sea lo mejor. ¿No crees?.
- Si, tal vez tengas un poquito de razón, pero no sabía qué hacer para complacerte.-
- Quizá esa sea una de las cosas que más me gusta de ti. Que siempre tratas de sacarme una sonrisa-.
Kate arrancó el coche, y avanzaron por la calle, Rick seguía observando el informe.
-¿Cómo demonios sabría mi padre que íbamos a proteger la memoria de Montgomery? No aparece nada sobre él.-
- Bueno, después de saber que tu padre ha sido un espía la mayor parte de tu vida y que vino a ayudarnos porque estabas en peligro, para volver a ausentarse, la verdad no lo sé. Creo que la pregunta es por donde empezamos-
- Mejor por la empresa de electrónica.- Sonó el móvil de Kate, debió ser algo importante pues viró bruscamente y cruzó a la calle que giraba a la izquierda. Condujo hasta una cafetería, parecía llevar allí cien años, los rótulos estaban desgastados por el paso de los años y alguna de sus bombillas se veía que estaban rotas a pesar de ser de día. La pintura estaba caída en algunas zonas dejando ver los ladrillos con que fue construido el edificio, al igual que la pintura algunas persianas mostraban el interior sin ningún pudor pues le faltaban listones. Rick pensó que ese sería un buen lugar para ambientar un asesinato en una de sus novelas. Entraron, la campanilla de la puerta sonó más como un cencerro que a lo que realmente debía emular. Miró sólo dos mesas ocupadas, en una había un señor mayor que tomaba café tranquilamente. En la otra había un hombre vestido de calle y que llevaba una gorra y gafas de sol. Era el agente Stack.
- ¿Qué es lo que quiere?- Inquirió Castle, había un punto de ira en su voz
- Si tiene la amabilidad de tomar asiento- mientras decía esto levantó su vista por encima de las gafas de sol. – Verá que lo que quiero es hacerles una propuesta.- Rick y Kate tomaron asiento, mientras tanto Stack bebió un poco de café. – Mis superiores se quedaron, bastante impresionados con la pista de las empresas, me han ordenado seguirla. Cuando leí su historial y supe lo de su caso y que su madre estaba involucrada, me pareció correcto invitarle a solucionarlo.-
- ¿Te pareció correcto?- preguntó Kate- ¿O hay alguna razón más en ello?
- Mis razones son sólo mías.- repuso secamente Braken.
- ¿Es un homenaje a ella, verdad?- dijo Rick en un tono que sólo usaba para infundir ánimos. Stack retiró una mano de la mesa. – No, no debes ocultarlo, se demasiado sobre eso créeme.- Kate le miró con extrañeza ¿cómo sabía Castle que Stack había estado casado si no llevaba alianza desde que lo conoció ella misma. Rick captó la mirada.- Lleva sudor seco en una forma perfectamente circular en el dedo, esa negrura sólo puede indicar que se puso el anillo de compromiso, pero sus dedos no eran los mismos que llevaron tiempo atrás esa sortija, por eso le estaba apretada y no podía transpirar la piel en esa zona, sudó y hasta hace poco no se lo quitó. Quizá hasta que tuvimos esta reunión y si quiere ayudarte Kate, sólo puede decir que ella ha muerto, tú eres su símbolo para hacer lo correcto por última vez.- conforme Castle había avanzado en su teoría las lágrimas cayeron por las mejillas de Stack hasta que Rick la finalizó que se había derrumbado y lloraba sin consuelo sobre su brazo. Kate cogió el brazo sobre el que lloraba.
- Lo siento- dijo Stack entre balbuceos- durante años de mi vida interpuse el trabajo a ella y murió sola. Cuando llegué al hospital era demasiado tarde, los médicos me dijeron que no había ido nadie a verla. Debí estar con ella, pero una última vez preferí trabajar a estar con ella.-
- Pero estás buscando la redención, quizá tarde, pero lo haces, eso dice algo bueno de ti- dijo Kate – Estamos aquí para rendir homenaje a las víctimas, incluso a las de nuestros propios errores.- Pidieron una tila, pareció hacer efecto sobre Stack. Mejoró un poco y se recompuso. Cuando salieron por la puerta y llegaron al coche ya parecía haberse quitado un peso de encima, había soltado el veneno que llevaba dentro.
Kate abrió el maletero y abrió donde se suponía debía estar la rueda de repuesto, pero en lugar de ello estaba el informe que le entregó su suegro. Se lo pasó a Stack.
- ¿Cómo lo has conseguido? Y además tiene aún más información, incluso han accedido a nuestras bases de datos. Esto es un trabajo de alguien muy profesional. La CIA ha metido sus narices en esto.
- Digamos que es un regalo de boda pendiente- repuso Castle.
- Está bien, me vale- hizo una breve pausa y repasó algunos datos más.- Esta noche empezaremos. Según la información que tengo uno de los directivos implicados de Air Magna se queda hasta tarde, es la primera empresa de la lista. Su sede está el en World Trade Center. Ir por la calle no nos serviría de nada ese sitio está demasiado bien vigilado, y si os ven conmigo ya sabéis lo que pasará, este es mi último caso, quisiera retirarme dejando algo bonito.-
Estaban llegando al apartamento de Castle cuando Kate le dijo.
- Sabes demasiado sobre anillos de compromisos.-
- Quizá demasiado- repuso Rick con pesadumbre. Se tocó el dedo en el que llevaba la alianza- lo que también sé es que este es el último.- Kate sonrió agradecida y le cogió la mano.
Capítulo 7 segunda parte Cartas.
El guarda de seguridad cayó en seco al suelo. Kate guardó su arma, el culatazo que propinó al pobre hombre que iba a montarse el coche le hizo retrasarse en su llegada a casa. Cogieron el ascensor, si todo iba según lo previsto debían de adormecer al segundo que estaría distraído en la garita. El ascensor era el principal fallo de seguridad de la empresa, daba al puesto de guardia una vez allí podrían hacer lo que quisieran con las cámaras y cómo era el FBI el que estaba actuando pocas pesquisas iban a sacar si denunciaban. El ascensor paró Castle iba delante. Pero el guarda no estaba distraído en su puesto. Su mala cena le había obligado a ir al baño, antes de que pudiese reaccionar Castle le propinó un puñetazo que lo tumbó. Agitaba la mano de dolor.
- Ves al final no voy a ser un estorbo.- dijo mientras se besaba un nudillo.
- No tenemos todo el día, Bekett vigile el perímetro. Yo voy revisar las cámaras- estaban en una sala enorme, por la subida calculó que estarían en la dos plantas por encima del hall. Anduvo con paso lento por la estancia, pistola en mano sobre una media altura, preparada por si se diese el caso. Pero algo le hizo detenerse, pasó por las hileras de mesas y se fijó en un detalle que había en la pared. Era una foto, en ella posaban Braken y el dueño de Air Magna. Sonríe, pensó, pronto será tu final. Se giró y notó como Castle le miraba preocupado. Ella sonrió, pareció que eso le complació pues aflojó los músculos de la cara.
- Bien, el sujeto en cuestión William Marcus, está en la quinta planta, he desactivado las cámaras, hagámoslo rápido y tendremos más tiempo para descansar para mañana-. Subieron, dieron al pasillo estaba lleno de puertas pero una al fondo tenía el contorno iluminado. Se pusieron alrededor de la puerta y se miraron. Los tres asintieron y Stack tiró la puerta de una patada.
- ¡Quieto FBI no se mueva!- William alzó las manos y las puso en su nuca. - Queremos información, si nos la facilita nos iremos conforme hemos venido y todos saldremos contentos.- El hombre ya mayor comenzó a tartamudear.
- ¿Que es todo esto?-
- No tiene que hacer preguntas, simplemente responderlas y nos iremos por esa misma puerta.- prosiguió Braken.
- No, hablaré sin un abogado.-
- No haga nada de lo que se arrepienta.- el tono era amenazante en Stack.
- William, cálmese podrá tener un abogado, si quiere pero déjenos hacerles unas preguntas primero.- la voz de Kate era suave y calmada.
- ¿Qué quieren y porqué irrumpen a estas horas?-
- Hubo un hombre que trabajó para ustedes- Kate acercó una silla y la puso junto a la mesa. Se había quedado enfrente del anciano, estaba otra vez jugando en casa.
- Rick por favor- Castle le acercó los informes que había sacado de una mochila que llevaba.- Este hombre Adam Malkovich trabajó para su empresa-
- Si, ¿le ha pasado algo?
- No, sólo queremos saber que cargos desempeñó para la empresa simplemente.- Rick se acercó a la máquina de agua que había y sacó un vaso lleno que ofreció a William. El líquido pareció tener propiedades positivas, pues el hombre se calmó y pareció más dispuesto a colaborar.
- Ese hombre estaba en I+D, consiguió que financiáramos un proyecto sobre aviones no tripulados, quería mejoras en las horas de autonomía y un mejor control de ellos.
- ¿Drones, así es?- William asintió.- Muchas gracias por su colaboración y disculpe las molestias- finalizó Kate.
- ¿Que va a pasar con los destrozos que han causado?- preguntó William, sonaba indignado.-
- Usted tiene unas cuentas que no nos están gustando en la capital, mejor será que arregle esos desperfectos usted mismo o tendremos que revisarlas más detalladamente.- dijo Stack con malicia. William palideció, parecía que iba a contratar a un carpintero.
Bajaron otra vez al aparcamiento, buscaron la salida que daba a un par de manzanas más allá del centro de comercio mundial. Los coches los habían dejado unas calles más adelante por precaución.
- Está bien. Por esta noche hemos acabado, id a casa a descansar. Por cierto, si todo esto se torciese he dejado una copia del informe en un lugar seguro. Id a la estación de autobuses del centro y con esta llave abriréis la taquilla quinientos veintitrés, ahora mismo iré a añadir la confesión de William.-
- John- Stack se giró. – Gracias – Kate le tocó en el brazo. Stack sonrió forzadamente y agachó la cabeza
- No hay que darlas- suspiró e irguió la cabeza- Sólo cumplo con mi trabajo-
Rick y Kate se montaron en el coche y pusieron rumbo a la casa de él. Estaban agotados.
- Cómo me gustaría darme un baño con algo de espuma, pero es tarde y la verdad sea dicha prefiero dormir.- dijo Kate mientras se masajeaba el cuello con la mano que había soltado del volante
- Dentro de poco podremos darnos todos los que sean necesarios.- dijo Castle tratando de animarle-
- Si, eso es verdad- notó que Castle le miraba al vientre.- He estado pensando, si fuese niño ¿qué te parecería que se llamase Richard en honor a cierto escritor de misterio?- Castle pareció ensancharse por momentos.
- La verdad pienso que no sería un mal nombre, ese escritor es rico, guapo y tiene a la mujer más hermosa del mundo. Sería para envidiarle. – la sonrisa de Rick se diluyó un momento, pareció dudar, pero al final lo dijo- y si fuese niña que tal llamarla Johana, para recordar que en este mundo hay esperanza?- si no llevase puesto el cinturón aquel frenazo le habría sacado por el cristal del coche.
- Baja un momento por favor- Kate parecía estar en shock, tenía la boca ligeramente abierta y los ojos le brillaban. Rick se quedó mirando el infinito su sonrisa se esfumó. Tenía la esperanza de que Kate pudiera entender que lo hizo con la mejor de sus intenciones. Bajó y cuando cerró la puerta, el coche salió a toda velocidad, el aire que levantó le movió la chaqueta. Y allí se quedó Rick mirando cómo se perdía su esposa en mitad de la noche. Sabía que iría a esos columpios. Pero no sabía si era adecuado presentarse. Desde la primera vez que mencionó a su madre allá en la comisaría hace tantos años no se había hundido tanto. Pero debía hacerlo, no había alejado a aquel niño de su mente para acobardarse a última hora. Pensó que Kate debía ser hija de la lluvia, pues siempre que se entristecía llovía y aquella vez no era la excepción. Tuvo que llamar a un taxi para cubrir el camino que le quedaba. Dejó cincuenta dólares de propina y se despidió del taxista. La lluvia arreciaba y una ligera niebla empezó a levantarse, pero eso no mellaba su determinación. El suelo estaba embarrado y se movía con dificultad, la única ventaja era que el camino se lo sabía de memoria. La lluvia le caía con rabia.
- ¡Kate! ¡Kate por favor!- la lluvia caló su ánimo pues Rick empezó a llorar, pero sus lágrimas se las borraba las gotas que caían violentamente.- ¡KATE! – pisó y su pié se hundió por lo que cayó al suelo embarrado, sacó el pié con dificultad y se incorporó, empezó a llorar desconsoladamente. - ¡No es justo Kate!- se pasó las manos con furia por sus ojos. Empezaban a vislumbrarse los columpios y una silueta sentada en ellos. – Kate...- empezó a correr, pero cayó otra vez más. Vio que la sombra se levantó y corrió hacia él. Se levantó una vez más y prosiguió estaba agotado, había sido una noche dura y correr por el barro la hacía aún peor. Vio que Bekett se acercaba, estaban ya a unos pocos pasos cuando ambos se resbalaron pero esta vez se abrazaron y se desmoronaron juntos, sus rodillas se hundieron un poco en contacto con el lodo.
- Perdóname, perdóname por favor- Castle apenas podía articular palabra pues tenía un nudo en la garganta que se deshacía poco a poco en lágrimas, pero no era sólo él. Kate lloraba sin consuelo. Ella le puso sus manos en sus mejillas, también su frente se apoyó en los labios de Rick.
- Me la arrebataron Rick, me quitaron a mi madre.- sus manos dejaron su cara para instalarse en la espalda, que apretó para descargar su furia - Por un momento cuando has mencionado su nombre, pensé que todo volvía a empezar. No quiero volver a sufrir, no quiero que tampoco la criatura que nazca lo haga.- miró Bekett a Castle a los ojos, en ellos se reflejaban el miedo, la angustia y el dolor que le seguía produciendo el pasado.
- No lo permitiré, no dejaré que eso pase te lo prometo. No volverás a cargar tu sola el peso del mundo, no mientras yo esté aquí. Lo siento Kate, no era mi intención hacerte sufrir. Pensé que…- pero no pudo continuar y la abrazó aún más fuerte.
Era de día y Kate dormía. Se levantó y se duchó, no supo cuanto tiempo estuvo bajo el agua, pero parecía limpiarle el alma del dolor que sufrió anoche. Cuando acabó bajó al salón, miró que todo estaba en orden, pero una cosa no, alguien había colado una nota bajo la puerta. “Su amiguito John Stack ya ha pagado el precio de jugar con fuego. Tienen veinticuatro horas para entregarme esos informes o su esposa y usted pagarán las consecuencias. La entrega han de hacérmela en la vieja fábrica metalúrgica de Iron&Lead de Nueva Jersey. Atentamente Senador y candidato a la presidencia William Bracken”. Cayó de rodillas, Rick se quedó desolado pues todo había acabado. Cerró los ojos un momento que pareció alargarse hasta la eternidad más absoluta. Abrió los ojos, la solución ya estaba en su mente, miró el reloj del móvil le quedaban veintidós horas. Subió al dormitorio y se vistió, por suerte Kate aún dormía. Cogió el Ferrari, fue hacia la estación, aparcó en la puerta y se metió en el edificio. Fue a la taquilla y había cinco cintas en las que había grabado las confesiones de siete empresas más del informe de su padre. Parecía que Stack había echado sus últimas horas extra. Volvió a su casa. Cuando cerró la puerta tras de sí Kate le miró preocupada, llevaba una de sus camisas. Sin nada más debajo salvo la ropa interior.
- ¿Dónde has estado?-
- No hay tiempo, vístete. Date prisa Kate por favor.- subió con ella al cuarto se quitó la camisa y la vio en ropa interior, Dios mio que guapa es pensó, no pudo evitarlo y se acercó hacia ella. Kate le miró - ¿Me vas a decir que pas…- no pudo acabar la frase pues un beso se lo impidió, pero era algo más. Era pasión sin medida, que se extendió por el cuello y luego por toda la habitación.
- ¿Qué es lo que pasa?. – dijo Kate mientras se vestían
- Se acerca el final de todo esto, Stack ha muerto, ha sido Bracken, se presenta a la presidencia y quiere silenciar a los últimos testigos.- Kate cerró los ojos, su reacción fue muy parecida a la de él. La diferencia es que ella lloró sin consuelo. Pero Rick le cogió por los brazos con fuerza - Kate necesito que seas fuerte, que seas la Kate de siempre, esto no va acabará aquí te hice una promesa anoche y la voy a cumplir aunque le vaya la vida en ello. –
- Está bien- Kate se serenó un poco. – ¿Qué plan tienes?
- Que confíes en mí.- Rick dijo esto en un tono que pareció tocar el alma de Bekett, pues no hizo más preguntas.
Fueron a Nueva Jersey en el Ferrari. Buscaron alojamiento en un viejo motel, y fueron a comprar algo de comida. El día transcurrió y llegó la noche no paró de llover en todo el día. Kate se durmió al fin. Entonces Castle buscó en los cajones con cuidado, en uno de ellos había papel y un bolígrafo por fortuna. Comenzó a escribir.
Queridísima Kate:
No sé por dónde empezar así que empezaré por el principio. Aún recuerdo cuando todo esto empezó. Quizá cómo un juego, en el que nos mirábamos y nos contábamos algo más que palabras. Cuanto me gustó ver que luchabas por abrirte a mí, aún sabiendo que tu pasado era turbulento. Podrías no esperar nada del mundo que tan mal te ha tratado. Pero nunca perdiste la fe o la esperanza en que el destino te reservaba a alguien. Dudaste, no te culpo, pues es de humanos y no somos perfectos.
Este último año ha sido extraño, difícil y muy hermoso. Me he alegrado al saber que por fin eras feliz aunque en algunos momentos has flaqueado. Casi hemos cerrado tu pasado y eso te permitirá tener la vida que debes. Sé que faltaré a mi promesa, pero quizá el destino quiso que nuestro cuento de hadas fuera ese tira y afloja y este último tiempo que ha sido el más feliz de mi vida por estar a tu lado completamente.
No puedo permitir que seas tú la que cargue con el peso del mundo una vez más. No puedo permitir que la vida que esperas de mi viva nuestro tormento de no tener la estabilidad que necesitábamos. A pesar de todo, el mundo seguirá, no se detendrá ante mi muerte y espero que tú tampoco lo hagas.
¿Quién sabe cómo será todo después de esta hermosa y triste aventura? Quizá algún día cuando llegue tu hora y si me has esperado podré pasar a buscarte, para tener el tiempo que tanto hemos anhelado. Quizá podamos pasear por la orilla del mar, con el agua meciéndose en nuestros pies. Me consuelo pensando en que quizá nuestro tiempo no sea terrenal, sino que sea la eternidad la que nos espera.
Con respecto a nuestro hijo me da igual cómo se llame. Sé que serás una buena madre, una vez me dijiste que tu trabajo era honrar a las víctimas, pero yo no soy una de ellas, he elegido este destino para mí. Si alguna vez la criatura pregunta por su padre dile que estaré orgulloso, que no tiene que cumplir expectativas, pues los valores que le enseñes le encaminarán a hacer acciones correctas y ellas hablarán más que de sobra por él o por ella.
Me despido de ti pidiéndote disculpas, pues he sido un cobarde y no he tenido el valor de despedirme de ti en persona, pero no podría hacerlo. No podría ver que te despiertas cómo cada mañana y me miras sonriente por estar a tu lado. Hay muchas cosas efímeras que dejaré en esta vida, pero lo único que perdurará será mi amor por ti querida mía.
Siempre tuyo Richard Alexander Rodgers
Releyó la carta una vez más, todo estaba en orden. Pensó en Alexis y en su madre, también ellas sufrirían. Pasó la noche en la que Rick se quedó contemplando a Kate durmiendo por última vez. El alba apuñaló a la noche dejando una herida abierta y rojiza, era la hora. Dejó la carta en la mesilla de noche y besó a Kate con ternura y esta se movió un poco y respiró profundamente, cerró la puerta con cuidado. Cogió el móvil y llamó a Espo – Oye tío, perdón por las horas pero necesito que me hagas un favor-. Apolo condujo al sol a un nuevo amanecer, los primeros rayos impactaron a Kate en la cara. Se despertó y no abrió los ojos no quería que la noche acabase para enfrentarse a su último día. Pasó el brazo por el lado de la cama dónde estaba Castle, pero no encontró nada.
- ¿Rick?- abrió los ojos y miró a ambos lados. No había nadie. -¿Rick?- este lamento se lanzó al aire y no obtuvo respuesta.
Su última compra. Una radio de segunda mano, que manera más tonta de gastar veinte dólares pensó. Avanzó los últimos metros, ante él se imponía la vieja fábrica siderúrgica. La puerta estaba abierta así que entró. El edificio era una vasta ruina abandonada a su suerte, pero aún se conservaba en pié. Vio que una puerta en que daba al tejado estaba abierta. Subió las escaleras y antes de pasar por el arco de la muerte miró hacia atrás. - Te quiero Katherine.- y su marcha fúnebre prosiguió.
Allí estaba, William Bracken, su victoria era inminente eso explicaba su sonrisa macabra.
- Bien señor Castle, veo que ha sido todo un caballero pero eso no salvará a su esposa, sólo alargará su sufrimiento.-
- Es la última oportunidad que tiene de redimirse Bracken – la risa diabólica del candidato era demencial.
- Enserio, ¿cree de veras que está aquí para dar órdenes o lecciones de moral?- sacó una pistola y disparó a Castle. La bala le alcanzó en la pierna y cayó, apretó fuerte la radio para que no sufriese daños, había una chimenea cerca así que se arrastró hacia ella para apoyar la espalda.
- Mire tengo que dar un discurso dentro de unas horas en Nueva York. Deme los informe y prometo rematarle rápido y su esposa no sufrirá.
- ¿Sabe? Me he olvidado de ellos en una comisaría de policía y por si acaso le daba por comprar policías la prensa los ha recibido también hace poco tiempo- La furia desorbitaba los ojos de Bracken. Rick cogió la radio y la encendió, sintonizó una emisora de noticias:
“Según un informe al que ha podido acceder esta cadena el Senador y candidato a Presidente William Bracken podría estar involucrado en una gran red tráfico de armas de alta tecnología, así como en otros escándalos, iremos ampliando la notica…”. Rick no pudo escuchar el resto, dos balas se lo habían impedido. Vio como el senador corría. De su boca empezó a manar sangre que nacía de su interior, no oía nada empezaba a perder el tacto, aquello le era muy familiar. Aparecieron Alexis, Martha y su padre.
- Esto es el final, lamento no haberme despedido de vosotros.- Rick levantó un brazo torpemente sus funciones vitales le empezaban a fallar. Pero no había nadie allí era una ilusión creada para endulzarle la muerte. Alexis se acercó y beso a su padre en la mejilla, no lloraba, estaba feliz. Su madre se acercó y le abrazó, cuando dejó de estrecharle asentía con la cabeza. Ahora era el turno de su padre que le estaba poniendo bien el pelo pues lo tenía revuelto.
- Estoy orgulloso hijo mío, has demostrado más valor del que yo tuve- dijo esto y le abrazó. Los tres retrocedieron unos pasos y miraron hacia atrás. Era Kate, estaba más radiante que nunca y llevaba un niño de su mano. Se acercó y se sentó junto a él y el niño hizo lo propio.
- Mira este es papá- dijo Kate con una sonrisa.- Se parece bastante a ti.- el niño beso a su padre en la mejilla y sonrió. Rick miró a Kate.
- Lo siento mucho- dijo Castle.
- No hay nada que disculpar- y le limpió la sangre que caía por su barbilla.
- Kate…- ese fue el último aliento de Richard Castle.
“Sabes John al final parece que todos tenemos nuestra recompensa. Cómo también la obtuvo William Bracken, tal día como hoy fue encerrado en prisión hace ya cinco años, el antiguo senador fue encarcelado en unos de los mayores escándalos recordados. Estaba implicado en todo tipo de delitos…”. El coche paró, por lo que la radio también lo hizo. Una mujer bajó de él. Fue a la puerta trasera derecha y ayudó a bajar a un niño, apenas rondaba los cinco años. Llevaba puesta una gorra de policía y una pistola de juguete sobresalía en su bolsillo. Sujetaba una carta entre sus manos, su mirada se fundió con las hileras interminables de lápidas. Su madre empujó la verja y él pequeño pasó corriendo. Se internó por la vereda que había entre la hierba.
- ¿Queda mucho?- preguntó con inquietud el pequeño.
- No- su madre sonrió al decirle esto y lo cogió en brazos. Tuvo miedo al ver la lápida con un ángel. Su madre lo notó y lo abrazó más fuerte, no podía pasar nada malo si estaba mamá con él. Se internaron en el cementerio aún más, el terreno empezó a elevarse, en lo alto de aquel pequeño montículo había una sola tumba. La lápida era simple, de mármol blanco. En ella se leía “Richard Alexander Rodgers” y un espacio más abajo “Semper Vobiscum”. Antes de la subida mamá le dejó en el suelo.
- Todo tuyo- le dijo mamá sonriente.
- Tengo miedo, vámonos.- protestó el niño.
- Tú querías venir. Ahora no puedes echarte atrás, de todos modos yo estaré sentada en aquel banco de cerca.- y con un dedo señaló a un asiento que había debajo de aquel gran árbol. El niño asintió y mamá le dio un beso. Empezó a subir, mamá por el contrario puso rumbo al banco, se sentó en él y sus manos se colocaron sobre sus rodillas. Tragó saliva, subió el tramo que le faltaba. Se quedó a unos cuantos pasos de la lápida. Nunca había estado en aquel lugar hasta que se lo pidió a mamá. Lo que ella no sabía, era, lo que él había escrito. Así que abrió el sobre que tenía entre sus manos con cuidado. Se había esmerado en hacer la caligrafía, papá iba a leer aquella carta y debía de entenderla. De todas maneras iba a leerla en voz alta, se lo había aconsejado mamá y mamá siempre daba buenos consejos. Se aclaró la garganta y leyó:
Querido papá:
Ya sé que no nos conocemos. Me llamo Richard Roy Castle y tengo cinco años. Mi mamá dice que eras una buena persona y el padre más valiente del mundo. Ojala te pudiera conocer pero mamá dice que vives en mi corazón y que me parezco a ti, que cuando sea mayor seré como tú eras cuando tu vivías. También me dijo que debía ser bueno para que mis actos hablen por mí. Esto último no lo entiendo muy bien, pero sé que he sido bueno porque Santa Claus me ha traído el set de policía que quería. Hay veces que mamá coge una foto en la que estáis los dos y se pone triste, ojalá puedas ayudarme yo no quiero ver a mamá llorar. Cuando la veo así le doy un abrazo y entonces empieza a sonreír, a mi me gusta que mamá este contenta, por eso, le ayudo en lo que me pide, hago los deberes y me lavo las manos antes de comer y los dientes antes de acostarme. Espero que puedas contestarme a esta carta lo antes posible y si no puedes por lo menos haz que mamá no se ponga triste.
Richard Roy Castle.
Una brisa sopló por el cementerio, el niño se giró y mamá estaba sentada en el banco con una sonrisa.
Epílogo:
Dobló aquel viejo pliego de papel que estaba amarillento, los años habían transcurrido inevitablemente y la mano que metió el papel tras el marco de aquella vieja foto era testigo de ello. Estaba arrugada su piel, pero los sentimientos era algo que no podía sucumbir al paso del tiempo. Nadie le había hecho estremecerse tanto con un simple beso. En esos días en que la memoria a corto plazo fallaba, había algo que no olvidaría jamás y es que Kate Bekett amaría por siempre a Rick Castle. Sus dedos debilitados por la edad recorrieron una vez más el cristal que emparedaba aquella imagen.
- No es lo mismo sin ti- una lágrima cayó sin vacilación- Hace cuarenta y cinco años que leí por primera vez esta carta en aquel desvencijado motel y a día de hoy podría recitarla de memoria. Mírame ahora, vencida por la edad y hablándole a una vieja foto- suspiró desahuciada- Mis días tocan a su fin y el mundo no sabrá lo mucho que sufrimos y lo mucho que nos amamos. Todo seguirá conforme lo establecido. Lo único que queda para demostrar que fuiste un gran hombre es tu hijo. En la distancia parece que estoy viendo tu fantasma. Se parece más a ti que a mí y con el paso de los años sus rasgos se han ido modelando haciendo un homenaje a tu memoria. Pero no es lo mismo.- Kate dejó el marco en mesilla de noche y se tumbó de lado en la cama.
- ¿Rick podría venir a mi despacho?-
-¿Si mi capitán?- Rick cerró la puerta tras de sí.
-¿Cuántos años tienes?-
- Cincuenta, señor. –
- Si, has sido un gran inspector de policía, superaste las cotas más altas, más incluso que las de tu madre, que lo dejó hace ya tanto tiempo- el capitán hizo una breve pausa.- Siempre has sido un policía diferente. Por ello quiero dejarte el cargo, quiero que seas el jefe de policía de esta comisaría.-
- No sé qué decir señor.-
- Diga que si simplemente-
Anne siempre había sido diferente, reservada, pero una persona totalmente distinta en la intimidad; impertinente, graciosa, infantil… Detrás de la máscara estaba la niña que se había negado a madurar, curiosa e inquieta y si imaginación era desbordante. Por ello estaba en aquel lugar, las oficinas de la editorial más importante del país.
- ¿Esta es su primera obra? –
- Si, así es-
- Veo que conoce el oficio –
- He ayudado a mi padre en más de una ocasión – hizo una pausa y continuó- Tiene usted que competir contra su abuelo-
- No lo creo, él era él, yo soy yo y aunque nos guste el misterio no creo que seamos tan iguales- Cuan equivocada estaba. Anne era Kate Bekett con el carácter de Richard Castle.
Kate se sentó en el sillón, acababa de terminar de leer el manuscrito de su nieta. Pareció que Rick le estuviese contando una historia, Anne era un calco a ella misma cuando era joven, pero ese carácter era de su abuelo. Miró por la ventana había un hombre vestido con chaqueta, camisa y vaqueros. Se encontraba en la distancia. ¿Qué haría su hijo frente a su edificio y no subía a verle?. Pero el teléfono sonó.
- Mamá-
-Abuela
- Tenemos una grandísimas noticias- prosiguió Rick
- Me van a publicar-
- Me van a ascender a jefe de policía.-
- Eso es maravilloso- Kate estaba muy emocionada- Hay que salir a celebrarlo ¿esta noche? Está bien- la velada fue muy amena, cuando terminaron de cenar dieron un paseo por el parque. Su nuera y su nieta iban unos metros más adelante.
- ¿Qué tal te va con la mejor arquitecto del país?-
- Mejor que nunca-
- Me alegro- dijo Kate en tono melancólico-
- Mamá, ¿puedo hacerte una pregunta?-
- No tengo nada que ocultarte hijo mío-
- ¿Porqué no rehiciste tu vida? Siempre has sido muy guapa.-
- Lo sé, pero una vez alguien me dijo que lo más importante no es lo vives, sino el modo en que lo haces. No podría amar a otro hombre cómo ame a tu padre y viviría una ilusión, que al final sería una mentira. ¿Por cierto que hacías esta mañana en frente de mi edificio?
- ¿Yo? Estaba tomando algo con los compañeros de trabajo, me manda recuerdos Esposito de su padre. A todo esto el bar sigue teniendo perdidas. He hablado con Alexis…- Kate dejó de escuchar supo que moriría sola, pero no cambiaría tantos años de soledad por los recuerdos. Siempre que abría la memoria en momentos de flaqueza y pensaba en su marido le daba el ánimo suficiente. Sólo lo cambiaría porque él estuviese aquí.
Pasaron unos días más, a la misma hora se asomaba aquella sombra por la calle, incluso un día llamaron a su puerta. Pero era su nieta había quedado con ella para tomar un café y hablar de sus cosas, ella fue a prepararlo todo, pues tenía un don especial para hacer café. Otra vez estaba aquel hombre frente al edificio, era igual que su hijo e igual que Rick en la distancia. Pero aquella vez no se desvaneció. Kate pestañeó un momento y dejo de escuchar a su nieta. Se levantó pues tenía la sensación de que aquel hombre iba a venir a verla, algo había cambiado, se sentía más joven, hacía tiempo que no se levantaba con esa agilidad. Abrió la puerta, era Richard Castle, el padre, quien estaba en la puerta sonriendo abiertamente y ofreciéndole su mano, invitándola a salir. Kate sonrió y no dejó de hacerlo cuando miró al sillón de dónde se había levantado, en él había una señora mayor con la mirada perdida en la ventana.
Fic dedicado a todos los del chat que me aguantáis día tras día a pesar de todo. Y una especial dedicatoria para Ana (A.k.a. Kynu) por sus detalles y por brindarme una conversación muy bonita la otra noche. También a Núria (a.k.a KateC_17) espero que a ti no te falten las ideas.
javato- Ayudante de policia
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Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
INCREIBLE!!
Me ha encantado a sido fantastico.... sin palabras
Me ha encantado como has descrito todo sin olvidarte de ningun detalle el final.....
Espero otra historia tuya por que me encantan
BESOSSS
Me ha encantado a sido fantastico.... sin palabras
Me ha encantado como has descrito todo sin olvidarte de ningun detalle el final.....
Espero otra historia tuya por que me encantan
BESOSSS
ZOMAtitos&Oreos- Autor de best-seller
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Edad : 25
Localización : Con los ZOMAtes parlantes XD
Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
El autor sabe que había comenzado a leer el fic, pero me cuesta mucho cuando toman un derrotero triste. Me encargo la portada para su historia por lo que me lo he leído y solo puedo decir que esta MUY BIEN. Asi todo un sube y baja de emociones y el final me ha dejado pero a la vez y solo tengo una palabra en la boca para definir el amor entre los dos ALWAYS.
Aquí os dejo la portada:
Aquí os dejo la portada:
Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
Kate&Rick escribió:El autor sabe que había comenzado a leer el fic, pero me cuesta mucho cuando toman un derrotero triste. Me encargo la portada para su historia por lo que me lo he leído y solo puedo decir que esta MUY BIEN. Asi todo un sube y baja de emociones y el final me ha dejado pero a la vez y solo tengo una palabra en la boca para definir el amor entre los dos ALWAYS.
Aquí os dejo la portada:
un inciso... javato va con V
Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
Kynu escribió:
un inciso... javato va con V
Uffff, que fallo. Ahora mismo lo corrigo.
Última edición por Kate&Rick el Lun Jun 10, 2013 9:56 am, editado 1 vez
Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
CORRREGIDO. Por favor BORRAR EL OTRO.
Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
Bueno.... antes de comentarte me lo he leido detenidamente, sacando la esencia párrafo por párrafo, sacando esos "detalles" que tu y yo sabemos.
Has creado una historia llena de un valor y amor incondicional, una realidad dicha y descrita.
Hay ciertos detalles que son capaces de traspasar cualquier muro emocional y transportarte en una 3ª persona vislumbrando desde arriba cada suceso y llevándote en ocasiones a ser la mismísima Kate sentada en ese sillón sabiendo que su amado la esperaba e iba a buscarla como prometió en aquella carta.
La verdad que hay mucho qué hablar, sobre todo de la 2ª parte y el epílogo, pero será en privado, si no te importa.
Gracias por la dedicatoria, pero sabes que el gusto fue mutuo y el disfrute también.
Has creado una historia llena de un valor y amor incondicional, una realidad dicha y descrita.
Hay ciertos detalles que son capaces de traspasar cualquier muro emocional y transportarte en una 3ª persona vislumbrando desde arriba cada suceso y llevándote en ocasiones a ser la mismísima Kate sentada en ese sillón sabiendo que su amado la esperaba e iba a buscarla como prometió en aquella carta.
La verdad que hay mucho qué hablar, sobre todo de la 2ª parte y el epílogo, pero será en privado, si no te importa.
Gracias por la dedicatoria, pero sabes que el gusto fue mutuo y el disfrute también.
Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
PD: añadiré que me ha gustado el detalle de esa "Anne" ^_^
javato- Ayudante de policia
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Fecha de inscripción : 21/05/2013
Edad : 110
Localización : La red
Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
Te ha quedado extraordinario, un relato precioso
choleck- Escritor - Policia
- Mensajes : 1967
Fecha de inscripción : 07/06/2012
Localización : en la parra
Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
jouuu ke tristeeee...me a gustado muchoooo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
gracias a todos :3
javato- Ayudante de policia
- Mensajes : 141
Fecha de inscripción : 21/05/2013
Edad : 110
Localización : La red
Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
Un fic precioso. Me a encantado, aunque el final un poco triste.
_Caskett_- Escritor - Policia
- Mensajes : 2936
Fecha de inscripción : 22/01/2013
Localización : en un mundo feliz
Re: Mi primer Fanfic. "After the end". (Terminado) últimos capítulos en comentarios
Por fin, después de tiempo, por fin te puedo comentar... ya te lo dije antes, I'm sorry por no hacerlo antes.
Me ha gustado muchísimo el fic, muy bien explicado. Mientras que leía, sentía que estaba dentro de la historia. Como ya me dijiste una vez, has hecho que yo me imaginase todo y eso me ha gustado muchísimo ç
La historia desde el principio me ha enganchado, muy intrigante y esas son las que mas me gustan.. desde el principio
Ha habido partes en que casi me has dado un infartito jeje pero eso mola mucho. Y el final... aunque sea triste, muy bonita, ver como Rick, despues de que Kate haya vivido su vida hasta el ultimo momento, ahora la vaya a buscar... esplendido
Despues, muchas gracias por dedicar el capi jeje y eres tu y los demas los que me aguntais y mas tu ya que te estuve molestando todo el rato para que subieras el capitulo muchas gracias
En fin, espero que sigas escribiendo historias asi...
¡nos vemos!
besoss
Me ha gustado muchísimo el fic, muy bien explicado. Mientras que leía, sentía que estaba dentro de la historia. Como ya me dijiste una vez, has hecho que yo me imaginase todo y eso me ha gustado muchísimo ç
La historia desde el principio me ha enganchado, muy intrigante y esas son las que mas me gustan.. desde el principio
Ha habido partes en que casi me has dado un infartito jeje pero eso mola mucho. Y el final... aunque sea triste, muy bonita, ver como Rick, despues de que Kate haya vivido su vida hasta el ultimo momento, ahora la vaya a buscar... esplendido
Despues, muchas gracias por dedicar el capi jeje y eres tu y los demas los que me aguntais y mas tu ya que te estuve molestando todo el rato para que subieras el capitulo muchas gracias
En fin, espero que sigas escribiendo historias asi...
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