Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
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Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
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Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
Aquí tenéis el principio de mi siguiente fic.
Ahora es más largo
No se si estará interesante pero yo creo que si que os gustara
Un domingo cualquiera, menos para él. Si corres te caes pero te levantas pues hazlo siempre porque este no se levantó...
-Varón de treinta y pocos con golpe en la cara y cabeza. Se desconoce la muerte...
-Hasta que lo examine yo –le corta Lanie a Esposito.
-Parece como si se hubiesen cebado con él hasta arrancarle la vida...
Beckett le mira de reojo como si, por 1º vez, la hubiese dado asco lo que dijo Castle.
-¿Y Ryan? La 1º vez que no lo veo trabajando.-se atrevió Beckett.
-¿No te has enterado? -la preguntó Esposito con incredulidad -Ayer Jennie se puso de parto.
-¿En serio? ¡Qué bien!
-¿Cómo será? Si sale a Ryan... ¡Uff! Me dan escalofríos.-Castle se arrepintió de decirlo porque Becket, Esposito y Lanie no le miraron precisamente bien.
-Lanie, ¿la cara está lo suficientemente “entera” como para reconocerlo?
-No pero seguro que con la ficha dental o las huellas de los dedos consigo identificarlo.
En la comisaría, Beckett estaba rellenando la pizarra con los datos que tenían mientras Castle pensaba en hombres lobo e historias mitológicas sin sentido.
-¡Ryan! Tío, ¿qué tal tú y Jennie y, el pequeño, también?
-Es, es... ¡perfecto! -le salía una sonrisa de más de cada oreja.
-Ryan -dijo Beckett abrazándole- estás más contento que una perdiz.
-Enhorabuena, tío.-Ryan cogió desprevenido a Castle después de su felicitación y casi lo tira al suelo del abrazo que le estampó y para colmo Esposito saltó:- Vale ya, que se van a pensar otra cosa, chicos.
De repente, sonó el teléfono que, como siempre, le cogió ella con su típico “Beckett”. Quien estuviera al otro lado la había dado la peor noticia en semanas por no decir unos meses casi algún año. Castle notó en sus ojos el agua que se iba acumulando hasta reventar.
-Beckett, ¿estás bien?- pero a esa pregunta no surgió la respuesta.
Ni siquiera colgó el teléfono, le dejó en la mesa y dejó a Lanie en línea, con Esposito, Castle y Ryan anonadados. Beckett se fue al baño aguantando las lágrimas como podía hasta que se encerró en uno de los apartados de este derramando un río de lágrimas que se las quitaba con las manos nerviosamente
Castle entró en el baño de mujeres, como anteriormente ya hizo en alguna ocasión, llamando a Beckett. No hubo respuesta para las 3 llamadas de él así que se dispuso a abrir cada puerta con la mentalidad de que daría efecto y claramente la hubo. Encontró solamente 1 puerta que no se abría, en este caso se atrevió a decir:
-Beckett como no habrás tiro la puerta abajo.-Castle pensó que esa broma la haría gracia pero Kate estaba demasiado afectada.
De repente, se abrió la puerta y vio a una Beckett sollozando con la cara roja. Castle en cuanto tuvo oportunidad de entrar a consolarla no se lo pensó 2 veces. Cuando entró la abrazó lo más fuerte que pudo y ella se lo agradeció enormemente.
-Kate, ¿Qué te dijo Lanie antes?
-¿Te acuerdas de Josh?-Castle asintió-Tú sabes que desde que cortamos nos llamábamos a veces y eso porque entablamos una “amistad” por decirlo así. Y hacía unas semanas que nos llevábamos bastante bien –hundió la cabeza- y me dijo que me echaba de menos y que si quería que nos viéramos...-Castle abrió los ojos como si lo hubiese pensado alguna vez pero creía que solo sería imaginaciones suyas- Yo le dije que no -prosiguió- y le expliqué que estábamos saliendo- levantó la cabeza con los ojos empapados- le sentó muy mal dijo que “tenía esperanzas de que volviéramos” y eso. Hace una semana que no hablábamos y la última vez me colgó sin que pudiera despedirme... Lo siento Rick, lo siento mucho.
En ese momento rompió a llorar en el hombro de Castle. Se abrazaron mutuamente. Y tras unos instantes mirándose a los ojos Rick la consola:
-Oye, tranquila, Kate. Mira no ha sido tu culpa. Te quiero y no me importa si te dijo eso porque tú le dijiste que no y no te escondiste para destapar nuestra relación a tu ex. Lávate la cara y vámonos a casa pero me tienes que prometer que vas a dejar el caso.
-No, Rick, no puedo...
-No admito un “no”. Ya se lo comunicaré a Gates.
Beckett no discutió su decisión. Estaba demasiado cansada, solo quería irse para morir en la cama.
Lo que pasa es que para seguir no se si tendré bastantes de estas
Pero creo que lo tendré pronto jajaja
Ahora es más largo
No se si estará interesante pero yo creo que si que os gustara
Un domingo cualquiera, menos para él. Si corres te caes pero te levantas pues hazlo siempre porque este no se levantó...
-Varón de treinta y pocos con golpe en la cara y cabeza. Se desconoce la muerte...
-Hasta que lo examine yo –le corta Lanie a Esposito.
-Parece como si se hubiesen cebado con él hasta arrancarle la vida...
Beckett le mira de reojo como si, por 1º vez, la hubiese dado asco lo que dijo Castle.
-¿Y Ryan? La 1º vez que no lo veo trabajando.-se atrevió Beckett.
-¿No te has enterado? -la preguntó Esposito con incredulidad -Ayer Jennie se puso de parto.
-¿En serio? ¡Qué bien!
-¿Cómo será? Si sale a Ryan... ¡Uff! Me dan escalofríos.-Castle se arrepintió de decirlo porque Becket, Esposito y Lanie no le miraron precisamente bien.
-Lanie, ¿la cara está lo suficientemente “entera” como para reconocerlo?
-No pero seguro que con la ficha dental o las huellas de los dedos consigo identificarlo.
En la comisaría, Beckett estaba rellenando la pizarra con los datos que tenían mientras Castle pensaba en hombres lobo e historias mitológicas sin sentido.
-¡Ryan! Tío, ¿qué tal tú y Jennie y, el pequeño, también?
-Es, es... ¡perfecto! -le salía una sonrisa de más de cada oreja.
-Ryan -dijo Beckett abrazándole- estás más contento que una perdiz.
-Enhorabuena, tío.-Ryan cogió desprevenido a Castle después de su felicitación y casi lo tira al suelo del abrazo que le estampó y para colmo Esposito saltó:- Vale ya, que se van a pensar otra cosa, chicos.
De repente, sonó el teléfono que, como siempre, le cogió ella con su típico “Beckett”. Quien estuviera al otro lado la había dado la peor noticia en semanas por no decir unos meses casi algún año. Castle notó en sus ojos el agua que se iba acumulando hasta reventar.
-Beckett, ¿estás bien?- pero a esa pregunta no surgió la respuesta.
Ni siquiera colgó el teléfono, le dejó en la mesa y dejó a Lanie en línea, con Esposito, Castle y Ryan anonadados. Beckett se fue al baño aguantando las lágrimas como podía hasta que se encerró en uno de los apartados de este derramando un río de lágrimas que se las quitaba con las manos nerviosamente
Castle entró en el baño de mujeres, como anteriormente ya hizo en alguna ocasión, llamando a Beckett. No hubo respuesta para las 3 llamadas de él así que se dispuso a abrir cada puerta con la mentalidad de que daría efecto y claramente la hubo. Encontró solamente 1 puerta que no se abría, en este caso se atrevió a decir:
-Beckett como no habrás tiro la puerta abajo.-Castle pensó que esa broma la haría gracia pero Kate estaba demasiado afectada.
De repente, se abrió la puerta y vio a una Beckett sollozando con la cara roja. Castle en cuanto tuvo oportunidad de entrar a consolarla no se lo pensó 2 veces. Cuando entró la abrazó lo más fuerte que pudo y ella se lo agradeció enormemente.
-Kate, ¿Qué te dijo Lanie antes?
-¿Te acuerdas de Josh?-Castle asintió-Tú sabes que desde que cortamos nos llamábamos a veces y eso porque entablamos una “amistad” por decirlo así. Y hacía unas semanas que nos llevábamos bastante bien –hundió la cabeza- y me dijo que me echaba de menos y que si quería que nos viéramos...-Castle abrió los ojos como si lo hubiese pensado alguna vez pero creía que solo sería imaginaciones suyas- Yo le dije que no -prosiguió- y le expliqué que estábamos saliendo- levantó la cabeza con los ojos empapados- le sentó muy mal dijo que “tenía esperanzas de que volviéramos” y eso. Hace una semana que no hablábamos y la última vez me colgó sin que pudiera despedirme... Lo siento Rick, lo siento mucho.
En ese momento rompió a llorar en el hombro de Castle. Se abrazaron mutuamente. Y tras unos instantes mirándose a los ojos Rick la consola:
-Oye, tranquila, Kate. Mira no ha sido tu culpa. Te quiero y no me importa si te dijo eso porque tú le dijiste que no y no te escondiste para destapar nuestra relación a tu ex. Lávate la cara y vámonos a casa pero me tienes que prometer que vas a dejar el caso.
-No, Rick, no puedo...
-No admito un “no”. Ya se lo comunicaré a Gates.
Beckett no discutió su decisión. Estaba demasiado cansada, solo quería irse para morir en la cama.
Lo que pasa es que para seguir no se si tendré bastantes de estas
Pero creo que lo tendré pronto jajaja
Última edición por BeckYvetteCaskett el Miér Dic 18, 2013 11:24 am, editado 1 vez
BeckYvetteCaskett- Actor en Broadway
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Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
Los fan-fics van en el apartado de FAN-FIC. No van en Ayuda
Muevo el tema
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treinta y uno- As del póker
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Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
Ya le tengo escrito la 2º parte y espero que os deje
Que disfrutéis todo lo que podáis y esperéis con ansia el siguiente
-Señor no la puede dejar en este caso.
-¿Por qué, señor Castle, debería hacer eso?
-Al que han matado es a Josh, un ex de ella.
-Ouh... Estará afectada. Entonces la trasladaré a otro caso. Buenas tardes.-se sentó en su silla como esperando a que Castle se fuera pero se equivocó.
-Señor, quiero que la de unos días de vacaciones.
-Eso no puede ser. Esta la comisaria a tope y no puedo dar días tan a la ligera.
-No puede hacerla eso, si viene solo se pondrá peor y su rendimiento bajaría en picado además de que tardaría más tiempo en recuperarse.
Y bajo el acecho de muchas incertidumbres y un tiempo de reflexión respondió.
-Está bien, Señor Castle, pero solo una semana de excedencia.
Castle la dio las gracias y se fue a su casa donde había alojado a Kate esos días.
Cuando entró procuró no hacer mucho ruido para que ella siguiera durmiendo. Fue a la habitación y la contemplo unos instantes, para creer que después de la tempestad viene la calma, y ella, en ese momento, lo era en toda su esencia.
Ya se disponía a salir pero oyó un susurro muy fino que le llamaba.
-Rick.-este se giró y la miró con dulzura.
-Dime- dijo mientras se acercaba hasta la cama y se sentaba junto a ella.
-No puedo reprimir esa sensación de tener que trabajar en....-no pudo continuar y, otra vez, se la llenaban los ojos de lágrimas.
-No, ya no. Hablé con Gates y te dio el permiso de excedencia durante una semana.
Beckett no tenía expresividad en la cara. Se quedó como si fuera una muñeca. No sonreía, no lloraba, no hacía nada. Y cuando salió de ese “trance” le dio un beso a Castle atrayéndole hacia ella. Este siguió las instrucciones que le había dado y la empujó hacia la cama quedándose tumbados besándose apasionadamente. Pero se acabó muy pronto. Kate le separo como si le preguntase con la mirada si estaba bien que lo hicieran cuando le habían matado hacía menos de 48 horas.
-Me encantas.
Esas 2 palabras la sedujeron por completo en un deseo irrefrenable por tenerle entre sus brazos y no dejarle escapar. Así que le cogió de la cara suavemente con las 2 manos y se dejó fundir entre sus besos, sus caricias y todo su amor.
Como Alexis estaba de viaje con su abuela, tenían toda la casa para ellos solos. No les importaba hacer ruido, era mejor para llenar el silencio con esos gemidos incontrolables.
Cuando se despertó Castle ya eran las 10 de la mañana y Beckett seguía dormitando. La miró con ternura y se rio. Estaba con una mano debajo de su cabeza con una pierna fuera de la colcha y otra metida como de medio lado. Ya se disponía a levantarse para hacer el desayuno cuando se gira y la ve con una sonrisa y los ojos abiertos.
-Buenos días.-la dice suavemente.
-Buenos días-contesta ella con una sonrisa- y ya son más que buenos-se ríe.
-Eso parece. ¿Te apetece desayunar?
-Tengo un hambre...
Castle como siempre hizo unas tortillas con sirope de chocolate, el preferido de ella. Cuando empezaron a comer sus tortitas con sirope les interrumpió una llamada de alguien al teléfono de Beckett. Ella descolgó y respondió:
-Beckett.
-Sí. ¿La parece bien a las 5 en The Blues?
-Muy bien, pues allí nos vemos. Adiós.
Castle la miró como diciéndola que quién había llamado pero esta siguió comiendo sus tortitas. No hablaron en todo el desayuno.
-¿Qué vamos hacer durante toda la tarde?
-Umm... Yo a las 5 me tengo que ir. Pero podemos ver una peli o estar juntitos.- dijo lo último con una sonrisa, un tanto, coqueta que a Rick le atrajo más de lo que él quiso.
-Me apunto al plan de estar juntitos- saltó con una mano levantada.
Hicieron al pie de la letra lo que planearon pero con un pequeño sueñecito en el sofá. Beckett se despierta y se acurruca más contra él hasta que se acuerda de que había quedado a las 5, encima, ya eran las 4:30 y estaba en pijama. Se intenta levantar tan rápido que casi tira a Castle del sofá.
-Pero, ¿dónde vas?- dijo bostezando.
-¿No te acuerdas de que me tengo que ir a las 5?- chilló desde la habitación cambiándose rápidamente sin éxito alguno.
-Y, ¿qué voy a hacer yo toda la tarde solo?-pregunta el niño interior de Castle.
-Ponte a jugar a la Play o mira una peli comiendo palomitas.
Sale de la habitación corriendo y vuelve a entrar. En cuestión de diez minutos ya estaba lista para irse. Va donde Castle.
-No me eches mucho de menos.- dijo mientras le plantaba un beso en los labios.
-Pues va a ser todo lo contrario, no voy a parar de pensar en ti.- balbuceó mientras la besaba.
-Tonto.- se despidió cuando salió de casa hacia la cafetería.
Tardó un cuarto de hora en llegar pero justo a tiempo. Se sentó en una mesa donde se encontraba otra señora de unos 50 o 60 años.
-Hola, señora Dadvinson.
-Hola, Katherine.
¿Os gustó?
Espero que si y el siguiente en 1 semanita.
Que disfrutéis todo lo que podáis y esperéis con ansia el siguiente
-Señor no la puede dejar en este caso.
-¿Por qué, señor Castle, debería hacer eso?
-Al que han matado es a Josh, un ex de ella.
-Ouh... Estará afectada. Entonces la trasladaré a otro caso. Buenas tardes.-se sentó en su silla como esperando a que Castle se fuera pero se equivocó.
-Señor, quiero que la de unos días de vacaciones.
-Eso no puede ser. Esta la comisaria a tope y no puedo dar días tan a la ligera.
-No puede hacerla eso, si viene solo se pondrá peor y su rendimiento bajaría en picado además de que tardaría más tiempo en recuperarse.
Y bajo el acecho de muchas incertidumbres y un tiempo de reflexión respondió.
-Está bien, Señor Castle, pero solo una semana de excedencia.
Castle la dio las gracias y se fue a su casa donde había alojado a Kate esos días.
Cuando entró procuró no hacer mucho ruido para que ella siguiera durmiendo. Fue a la habitación y la contemplo unos instantes, para creer que después de la tempestad viene la calma, y ella, en ese momento, lo era en toda su esencia.
Ya se disponía a salir pero oyó un susurro muy fino que le llamaba.
-Rick.-este se giró y la miró con dulzura.
-Dime- dijo mientras se acercaba hasta la cama y se sentaba junto a ella.
-No puedo reprimir esa sensación de tener que trabajar en....-no pudo continuar y, otra vez, se la llenaban los ojos de lágrimas.
-No, ya no. Hablé con Gates y te dio el permiso de excedencia durante una semana.
Beckett no tenía expresividad en la cara. Se quedó como si fuera una muñeca. No sonreía, no lloraba, no hacía nada. Y cuando salió de ese “trance” le dio un beso a Castle atrayéndole hacia ella. Este siguió las instrucciones que le había dado y la empujó hacia la cama quedándose tumbados besándose apasionadamente. Pero se acabó muy pronto. Kate le separo como si le preguntase con la mirada si estaba bien que lo hicieran cuando le habían matado hacía menos de 48 horas.
-Me encantas.
Esas 2 palabras la sedujeron por completo en un deseo irrefrenable por tenerle entre sus brazos y no dejarle escapar. Así que le cogió de la cara suavemente con las 2 manos y se dejó fundir entre sus besos, sus caricias y todo su amor.
Como Alexis estaba de viaje con su abuela, tenían toda la casa para ellos solos. No les importaba hacer ruido, era mejor para llenar el silencio con esos gemidos incontrolables.
Cuando se despertó Castle ya eran las 10 de la mañana y Beckett seguía dormitando. La miró con ternura y se rio. Estaba con una mano debajo de su cabeza con una pierna fuera de la colcha y otra metida como de medio lado. Ya se disponía a levantarse para hacer el desayuno cuando se gira y la ve con una sonrisa y los ojos abiertos.
-Buenos días.-la dice suavemente.
-Buenos días-contesta ella con una sonrisa- y ya son más que buenos-se ríe.
-Eso parece. ¿Te apetece desayunar?
-Tengo un hambre...
Castle como siempre hizo unas tortillas con sirope de chocolate, el preferido de ella. Cuando empezaron a comer sus tortitas con sirope les interrumpió una llamada de alguien al teléfono de Beckett. Ella descolgó y respondió:
-Beckett.
-Sí. ¿La parece bien a las 5 en The Blues?
-Muy bien, pues allí nos vemos. Adiós.
Castle la miró como diciéndola que quién había llamado pero esta siguió comiendo sus tortitas. No hablaron en todo el desayuno.
-¿Qué vamos hacer durante toda la tarde?
-Umm... Yo a las 5 me tengo que ir. Pero podemos ver una peli o estar juntitos.- dijo lo último con una sonrisa, un tanto, coqueta que a Rick le atrajo más de lo que él quiso.
-Me apunto al plan de estar juntitos- saltó con una mano levantada.
Hicieron al pie de la letra lo que planearon pero con un pequeño sueñecito en el sofá. Beckett se despierta y se acurruca más contra él hasta que se acuerda de que había quedado a las 5, encima, ya eran las 4:30 y estaba en pijama. Se intenta levantar tan rápido que casi tira a Castle del sofá.
-Pero, ¿dónde vas?- dijo bostezando.
-¿No te acuerdas de que me tengo que ir a las 5?- chilló desde la habitación cambiándose rápidamente sin éxito alguno.
-Y, ¿qué voy a hacer yo toda la tarde solo?-pregunta el niño interior de Castle.
-Ponte a jugar a la Play o mira una peli comiendo palomitas.
Sale de la habitación corriendo y vuelve a entrar. En cuestión de diez minutos ya estaba lista para irse. Va donde Castle.
-No me eches mucho de menos.- dijo mientras le plantaba un beso en los labios.
-Pues va a ser todo lo contrario, no voy a parar de pensar en ti.- balbuceó mientras la besaba.
-Tonto.- se despidió cuando salió de casa hacia la cafetería.
Tardó un cuarto de hora en llegar pero justo a tiempo. Se sentó en una mesa donde se encontraba otra señora de unos 50 o 60 años.
-Hola, señora Dadvinson.
-Hola, Katherine.
¿Os gustó?
Espero que si y el siguiente en 1 semanita.
BeckYvetteCaskett- Actor en Broadway
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Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
OH
¿De que hablará Kate con la madre de Josh? Está muy interesante... ¡sigue pronto!
¿De que hablará Kate con la madre de Josh? Está muy interesante... ¡sigue pronto!
Aitana- As del póker
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treinta y uno- As del póker
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Edad : 25
Localización : Pamplona/Navarra
Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
continuaaaa
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castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
Aquí tenéis la continuación de 4 paginas y media.
Os toca leer y comentar.
Cuando Beckett entra en casa busca a Castle con la mirada pero no estaba. Tenía un dilema muy difícil y necesitaba consejo pero vio que iba a aguantarse el problema. Llamó a Lanie quién fue para aconsejarla y calmarla.
-¿Qué puedo hacer Lanie?
-No sé, chica, piénsalo con la almohada. Es la mejor dando consejos.
-Hola, señora Dadvinson.
-Hola, Katherine.
-Lo siento mucho...- Beckett hizo acopio de sus fuerzas para no agachar la cabeza y poder seguir mirándola.
-No te preocupes Beckett si yo ya sabía que iba a pasar...
-Explíquese mejor.
-Últimamente se le notaba raro y me contó que, en un campamento en el que estuvo en África, mataron a un hombre que llegó con un disparo en el hombro y luego apareció muerto en una camilla.-Becket se quedó anonadada.
Beckett se quedó pensando un rato hasta que llegó Castle, un poco malhumorado.
-Ya era hora.-la salta –Te he estado llamando como unas 10 veces y me he ido hasta la comisaria a ver si estabas.
-Lo siento es que era importante.-le responde ella.
-Da igual. Oye, ¿con quién habías quedado?-la pregunta abrazándola por detrás.
-Con la señora Dadvinson.-le dice no esperando que se apartara como si le hubiese dado calambre.
-Amm... Bien.-el ambiente va cambiando.
-¿Qué te pasa ahora, Rick?
-Que desde que se murió has caído como en una pequeña depresión y quedas con su madre a escondidas y eso me hace pensar cosas...
-Pero, ¿cómo te atreves? Tú sabes lo sensible que puedo llegar a ser y era mi amigo y “en su día”-lo dijo con más énfasis que lo demás-novios pero yo ya no sentía nada por él. Es como si se muriese Gina o Meredith también te dolería porque fuiste su marido y entablasteis una relación...-no la dejó acabar.
-No saltes ahora con mis ex-mujeres porque no es lo mismo.
-Y esos pensamientos tuyos te los metes por donde te quepa porque yo no te he ocultado nada porque te iba a contar lo que me ha dicho pero ya veo que te “dolería demasiado”.-acabó por chillar el final.
-Pues si tanto me “duele” prefiero no quedarme a pensarlo y amargarme más.
Fueron, por parte de los 2, sus últimas palabras entre ellos. Castle se fue pegando un portazo y Beckett directa a la cama llorando. No se dejaba de preguntar si él tendría razón y la hubiese afectado tanto porque aún sentía algo por Josh. Pensarlo solo la dejaba un dolor de cabeza insoportable así que, al final, se acabó durmiendo entre sollozos.
En mitad de la noche se despertó muy nerviosa y llamó a Espo. Este se presentó en escasos 10 min.
-Hola, Espo.-tras ese saludo se abrazó fuertemente a su compañero.
-Beckett cuéntamelo todo.
Le relató todo lo ocurrido menos la información que la dio la madre de Josh.
-Oh, Kate. ¿Sabes dónde está Castle?-preguntó con impaciencia.
-No.-y en ese instante rompió a llorar.
Cogieron un par de botellas de wiski y se emborracharon a más no poder. Javi se la quedó mirando y se dio cuenta de lo que en realidad era Beckett para él. Es su compañera, su mejor amiga, (sin olvidar ni a Castle ni a Kevin), y no supo si fue el alcohol o fue ese sentimiento tan fuerte hacia ella lo que le llevó a acercarse a ella y besarla con todas sus fuerzas cogiéndola de la cintura. Ella se dejó llevar, no estaba de humor para preguntarle que hacía o si estaba bien.
Se sumieron en un largo y profundo beso con lengua que ninguno de los 2 querían que acabara. Hasta que Castle entró por la puerta.
-¡¿Qué coño hacéis besándoos?!
-Rick, te lo puedo explicar.
-No hay nada que explicar. Tú y yo discutimos y lo primero que haces es llamar a un amigo tuyo, emborracharte e intentar tirártele. Eso me dice que ya no te importo lo más mínimo.
Entonces Beckett se despierta cayéndola gotas de sudor por la cara con una angustia que no podía casi ni respirar. Se fue al baño a ducharse y a ver si se calmaba un poco.
Mientras, Castle no podía dormir. No tenía ira, sentía mucho dolor y decepción. Llegó a la conclusión de que sin ella no necesitaba ir más a la comisaría. De que sin ella ese juego de poli por la mañana y escritor por la noche se había esfumado. De que sin ella no podría volver a concentrarse en ningún caso porque ella era su caso. Y no podía renunciar a tenerla para siempre pero necesitaba tiempo para ordenar sus ideas y quererla aún más mas podría acabar de hacerlo demasiado tarde. Solo quería ser sus pensamientos, ser su vida, seguir formando recuerdos junto a ella siendo polis o siendo una pareja que se desean hasta más allá de lo incomprensible pero ahora no podía. No ahora...
No pudo reprimir todos aquellos recuerdos juntos en los que casi mueren, en los que cogen al malo, en los besos. En todos esos momentos están ellos 2 pensando no en sí mismo o en que va a hacer sino como podemos salir los 2 de esta porque se querían.
Todavía se acuerda de su 1º beso, esa noche que él la atrajo hacia su boca dejándose llevar los 2 hacia un espacio infinito de dulzura y amor o cuando la pegaron el tiro a Beckett, Castle pensó, mientras la operaban, que sin ella no valdría la pena vivir porque fue tan injusto que cuando veía que se iba que no podía haber nada por salvarla se declaró. ¿Con qué intención? Ni él mismo lo sabe. También se le encogió el corazón cuando recordó el congelador o el coche en el agua. Sentir que si no hacía nada no la podría seguir queriendo porque ya sería demasiado tarde y se da cuenta de que ahora que la tenía y que se habían peleado por los celos hacia un muerto se sentía estúpido pasar 4 años queriéndola en secreto y que por una tontería se pudiesen separar así que se dispuso a vestirse y volver con ella.
Kate ya se había duchado y puesto ropa limpia. Fue a la cocina para beber agua, aquel sueño la había dejado la boca muy seca. Estaba pasando por el salón para irse ya a la cama cuando oye que llaman a la puerta. A esas horas no podía ser nada bueno así que cogió su pistola y se acercó a la puerta. La abrió lentamente pero alguien la abrió de un golpe que cogió a Beckett desprevenida.
-Hola, nos volvemos a ver. Quería acabar el trabajo.
-3XA-dijo sorprendida.
Fue a por ella he intentó quitarla la pistola pero fue un error porque quién entraba por la puerta se llevó un tiro del forcejeo anterior.
-¡Castle!-gritó cayéndola una lágrima por la mejilla.
-Mira menos trabajo...-se calló de golpe por el tiro que le pegó Beckett en toda la nuca.
-Castle, por favor.-dijo llorando llamando a una ambulancia.
-Beckett escúchame solo me han dado un disparo en la pierna.-dijo para tranquilizarla.
-No, Rick, fui yo quién apretó el gatillo, fui yo quién te ha disparado he sido yo...-dijo abrazándole.
-Kate te quiero, ¿vale? Me da igual quién me haya disparado. Ha sido un accidente. Te quiero y quiero olvidar todo lo que ha pasado hoy.
-Vale.-susurró entre sollozos.
En cuanto le vio hay tirado en el suelo con un disparo pensó que su mundo estaba a punto de hundirse. Y ahora que estaba abrazándole con todas sus fuerzas sentía que nunca se podría hundir que no si él estaba junto a ella. Para eso es su Musa.
Llegaron los de la ambulancia en un par de minutos y les transportaron hasta el hospital más cerca. Le extrajeron la bala y le vendaron. Tendría que quedarse allí unos días para ver la evolución de la herida.
-Vete a casa a descansar lo necesitas.
-No hasta que no te vengas conmigo con un alta médico.
-Mira que eres terca, ¿eh?
-Sí, pero te quiero.-le plantó un beso que hasta se asustó.
Entraron por la puerta unos amigos que Beckett con el sueño que tuvo prefirió que no hubiesen venido...
A la a esperar el siguiente, ¿Qué pasara?
Ya se que eso no se hace
Pero bueno... jajaja
Os toca leer y comentar.
Cuando Beckett entra en casa busca a Castle con la mirada pero no estaba. Tenía un dilema muy difícil y necesitaba consejo pero vio que iba a aguantarse el problema. Llamó a Lanie quién fue para aconsejarla y calmarla.
-¿Qué puedo hacer Lanie?
-No sé, chica, piénsalo con la almohada. Es la mejor dando consejos.
-Hola, señora Dadvinson.
-Hola, Katherine.
-Lo siento mucho...- Beckett hizo acopio de sus fuerzas para no agachar la cabeza y poder seguir mirándola.
-No te preocupes Beckett si yo ya sabía que iba a pasar...
-Explíquese mejor.
-Últimamente se le notaba raro y me contó que, en un campamento en el que estuvo en África, mataron a un hombre que llegó con un disparo en el hombro y luego apareció muerto en una camilla.-Becket se quedó anonadada.
Beckett se quedó pensando un rato hasta que llegó Castle, un poco malhumorado.
-Ya era hora.-la salta –Te he estado llamando como unas 10 veces y me he ido hasta la comisaria a ver si estabas.
-Lo siento es que era importante.-le responde ella.
-Da igual. Oye, ¿con quién habías quedado?-la pregunta abrazándola por detrás.
-Con la señora Dadvinson.-le dice no esperando que se apartara como si le hubiese dado calambre.
-Amm... Bien.-el ambiente va cambiando.
-¿Qué te pasa ahora, Rick?
-Que desde que se murió has caído como en una pequeña depresión y quedas con su madre a escondidas y eso me hace pensar cosas...
-Pero, ¿cómo te atreves? Tú sabes lo sensible que puedo llegar a ser y era mi amigo y “en su día”-lo dijo con más énfasis que lo demás-novios pero yo ya no sentía nada por él. Es como si se muriese Gina o Meredith también te dolería porque fuiste su marido y entablasteis una relación...-no la dejó acabar.
-No saltes ahora con mis ex-mujeres porque no es lo mismo.
-Y esos pensamientos tuyos te los metes por donde te quepa porque yo no te he ocultado nada porque te iba a contar lo que me ha dicho pero ya veo que te “dolería demasiado”.-acabó por chillar el final.
-Pues si tanto me “duele” prefiero no quedarme a pensarlo y amargarme más.
Fueron, por parte de los 2, sus últimas palabras entre ellos. Castle se fue pegando un portazo y Beckett directa a la cama llorando. No se dejaba de preguntar si él tendría razón y la hubiese afectado tanto porque aún sentía algo por Josh. Pensarlo solo la dejaba un dolor de cabeza insoportable así que, al final, se acabó durmiendo entre sollozos.
En mitad de la noche se despertó muy nerviosa y llamó a Espo. Este se presentó en escasos 10 min.
-Hola, Espo.-tras ese saludo se abrazó fuertemente a su compañero.
-Beckett cuéntamelo todo.
Le relató todo lo ocurrido menos la información que la dio la madre de Josh.
-Oh, Kate. ¿Sabes dónde está Castle?-preguntó con impaciencia.
-No.-y en ese instante rompió a llorar.
Cogieron un par de botellas de wiski y se emborracharon a más no poder. Javi se la quedó mirando y se dio cuenta de lo que en realidad era Beckett para él. Es su compañera, su mejor amiga, (sin olvidar ni a Castle ni a Kevin), y no supo si fue el alcohol o fue ese sentimiento tan fuerte hacia ella lo que le llevó a acercarse a ella y besarla con todas sus fuerzas cogiéndola de la cintura. Ella se dejó llevar, no estaba de humor para preguntarle que hacía o si estaba bien.
Se sumieron en un largo y profundo beso con lengua que ninguno de los 2 querían que acabara. Hasta que Castle entró por la puerta.
-¡¿Qué coño hacéis besándoos?!
-Rick, te lo puedo explicar.
-No hay nada que explicar. Tú y yo discutimos y lo primero que haces es llamar a un amigo tuyo, emborracharte e intentar tirártele. Eso me dice que ya no te importo lo más mínimo.
Entonces Beckett se despierta cayéndola gotas de sudor por la cara con una angustia que no podía casi ni respirar. Se fue al baño a ducharse y a ver si se calmaba un poco.
Mientras, Castle no podía dormir. No tenía ira, sentía mucho dolor y decepción. Llegó a la conclusión de que sin ella no necesitaba ir más a la comisaría. De que sin ella ese juego de poli por la mañana y escritor por la noche se había esfumado. De que sin ella no podría volver a concentrarse en ningún caso porque ella era su caso. Y no podía renunciar a tenerla para siempre pero necesitaba tiempo para ordenar sus ideas y quererla aún más mas podría acabar de hacerlo demasiado tarde. Solo quería ser sus pensamientos, ser su vida, seguir formando recuerdos junto a ella siendo polis o siendo una pareja que se desean hasta más allá de lo incomprensible pero ahora no podía. No ahora...
No pudo reprimir todos aquellos recuerdos juntos en los que casi mueren, en los que cogen al malo, en los besos. En todos esos momentos están ellos 2 pensando no en sí mismo o en que va a hacer sino como podemos salir los 2 de esta porque se querían.
Todavía se acuerda de su 1º beso, esa noche que él la atrajo hacia su boca dejándose llevar los 2 hacia un espacio infinito de dulzura y amor o cuando la pegaron el tiro a Beckett, Castle pensó, mientras la operaban, que sin ella no valdría la pena vivir porque fue tan injusto que cuando veía que se iba que no podía haber nada por salvarla se declaró. ¿Con qué intención? Ni él mismo lo sabe. También se le encogió el corazón cuando recordó el congelador o el coche en el agua. Sentir que si no hacía nada no la podría seguir queriendo porque ya sería demasiado tarde y se da cuenta de que ahora que la tenía y que se habían peleado por los celos hacia un muerto se sentía estúpido pasar 4 años queriéndola en secreto y que por una tontería se pudiesen separar así que se dispuso a vestirse y volver con ella.
Kate ya se había duchado y puesto ropa limpia. Fue a la cocina para beber agua, aquel sueño la había dejado la boca muy seca. Estaba pasando por el salón para irse ya a la cama cuando oye que llaman a la puerta. A esas horas no podía ser nada bueno así que cogió su pistola y se acercó a la puerta. La abrió lentamente pero alguien la abrió de un golpe que cogió a Beckett desprevenida.
-Hola, nos volvemos a ver. Quería acabar el trabajo.
-3XA-dijo sorprendida.
Fue a por ella he intentó quitarla la pistola pero fue un error porque quién entraba por la puerta se llevó un tiro del forcejeo anterior.
-¡Castle!-gritó cayéndola una lágrima por la mejilla.
-Mira menos trabajo...-se calló de golpe por el tiro que le pegó Beckett en toda la nuca.
-Castle, por favor.-dijo llorando llamando a una ambulancia.
-Beckett escúchame solo me han dado un disparo en la pierna.-dijo para tranquilizarla.
-No, Rick, fui yo quién apretó el gatillo, fui yo quién te ha disparado he sido yo...-dijo abrazándole.
-Kate te quiero, ¿vale? Me da igual quién me haya disparado. Ha sido un accidente. Te quiero y quiero olvidar todo lo que ha pasado hoy.
-Vale.-susurró entre sollozos.
En cuanto le vio hay tirado en el suelo con un disparo pensó que su mundo estaba a punto de hundirse. Y ahora que estaba abrazándole con todas sus fuerzas sentía que nunca se podría hundir que no si él estaba junto a ella. Para eso es su Musa.
Llegaron los de la ambulancia en un par de minutos y les transportaron hasta el hospital más cerca. Le extrajeron la bala y le vendaron. Tendría que quedarse allí unos días para ver la evolución de la herida.
-Vete a casa a descansar lo necesitas.
-No hasta que no te vengas conmigo con un alta médico.
-Mira que eres terca, ¿eh?
-Sí, pero te quiero.-le plantó un beso que hasta se asustó.
Entraron por la puerta unos amigos que Beckett con el sueño que tuvo prefirió que no hubiesen venido...
A la a esperar el siguiente, ¿Qué pasara?
Ya se que eso no se hace
Pero bueno... jajaja
BeckYvetteCaskett- Actor en Broadway
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Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
me gusta esto promete sigue cuando puedas pero no tardes mucho porfi
trolido- As del póker
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Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
Muy bueno, pero tambien me asusto mas el beso de Beckett y Espo que el que Rick haya recibido un disparo.
Continua pronto.
Continua pronto.
_Caskett_- Escritor - Policia
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castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
Continua, lo llevas muy bien.
Delta5- Escritor - Policia
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Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
¡¡¡Ya llegué!!!
Vale si he tardado más de lo que suelo tardar pero no me venía la inspiración.
Dad gracias a las del grupo de wa que sus comentarios me ayudaron.
¡QUE DISFRUTEIS!
-Hola Espo, Ryan y mi queridísima Lanie.
-No te pases Castle que ya sabemos que soy más que eso.-saltó Lanie escapando una pequeña sonrisa.
Y mientras ellos se reían todo lo que querían. Beckett no dejaba de mirar a Javi. ¿Por qué soñó eso con él? Sabía que no podría ocultarlo demasiado y que se lo tendría que decir a Esposito y a Castle. Pero cómo...
-Javi. ¿Podemos hablar fuera? -el moreno asintió.
-¿Qué te pasa? –la pregunta.
-Ayer por la noche Castle y yo nos peleamos.-se tocaba el cuello, bajaba la vista, se frotaba los ojos. No sabía cómo seguir.-Al dormirme yo, ya de madrugada, pues soñé algo que te va a hacer reir. Seguro.
Mientras, dentro.
-¿Y cómo es el bebé? –le preguntó Castle.
-Tiene los ojos verdes y... –no pudo terminar.
-¡¿QUÉ?! –se oyó hasta fuera del hospital y provenía del mismo que estaba en el pasillo hablando con Kate.
-¿Qué soñaste conmigo “besándonos” en tu casa?
-Espo, lo sé es desorbitado pero se lo tengo que contar a Castle.
-¿Crees que se lo tomará bien?
-Esperemos que sí.
Beckett estaba muy nerviosa. No sabía cómo se lo iba a tomar pero no quería ocultarle nada. Quería que lo supiera, no soportaría otra discusión como la del anterior día por no contárselo. Quería dar el siguiente paso en su relación pero no sabía cómo hacerlo. Se sentía en ese momento preguntándose donde desembocaría este río. Y su miedo es que puede separarse el tramo al contárselo. Aun sabiendo lo que podía pasar, lo tenía claro. No iba a dejar que todo se fuera al traste por un sueño que ya se habló antes. No lo iba a permitir y, menos, si eso conduciría a perderle a él. El que la ha acompañado en todas sus aventuras como “amigos”, todos esos besos al resolver un caso, todas esas miradas que hacen que todo sea más mágico y fácil, todo lo que la produce esas sonrisas, todos esos cafés que la trae por la mañana y todos esos momentos que quiera o no son los más importantes de su vida. Ese beso en el callejón en que volcaron toda la pasión de los casi 3 años que llevaban siendo compañeros en aquellos 10 segundos que, en principio, fue para despistarle pero se convirtió en su 1º beso y nunca se olvidaría de ello. O el día en el que se fueron a Los Ángeles por el asesinato de Royce, esa confesión en ese sofá y todavía se arrepiente de no haberle besado ahí ni cuando le birlo el móvil a Gangs y se lo soltó. También se arrepiente de no besarle cuando estaba en el hospital después del disparo, ni en todas las veces que han resuelto el caso con su método de decirlo a la vez, ni cuando se quedaban solos en casa de alguno. Todos esos momentos fueron los que hicieron que aquel día en el que podía salir todo mal fue el mejor en mucho tiempo y siempre se acuerda de cuando la mira fijamente y la toca el pelo la quiere como nunca nadie lo hizo. Siempre.
Cuando se fueron todos, despidiéndose de los 2, comenzaron una conversación donde se lo diría en el momento preciso intentando no cagarla.
-Deberías irte a casa a descansar. Tienes los ojos rojos y eso que siempre les tienes preciosos. –la piropeó con una sonrisilla.
-Anda, Rick, sabes que no me voy a ir. –dijo sentándose en la cama.
-¿Qué le dijiste a Espo para que gritara así? –dijo casi riéndose.
-Una cosa que también me gustaría decirte a ti. –se iba poniendo cada vez más nerviosa. –El día en el que nos peleamos pues me fui a dormir y soñé que llamaba a Esposito para que me animara. Entonces después de varias copas nos besamos. –la cara de Castle mostró un leve dolor que pronto se le paso esbozando una sonrisa.
-Nunca paras de seducir a los hombres, ¿eh, viciosilla?
-¿No te lo tomas mal o te cabreas o ni un maldito pensamiento negativo?
-¿Por qué lo tendría que hacer? Yo me llevé el disparo porque fui a tu casa para decirte que te quiero y, a ver, si podría reunir las fuerzas suficientes para pedirte una cosa. –su rostro se volvió serio. –Pásame la chaqueta, por favor.
Cuando esta le pasó la chaqueta sacó una cajita aterciopelada de la que nunca olvidaría lo que llevaba dentro.
-Me jode pedírtelo así pero Katherine Houghton Beckett, ¿Quieres casarte conmigo?
Beckett sintió como una euforia invadiéndola por dentro y lo único que quería en aquel era tirarse a sus brazos diciéndole que sí, que lo quería para ella. Pero lo hizo más tranquila.
-¡Oh, dios mío! Pues claro que sí. Es lo único que quiero ahora que, como ya te dije una vez pero esta vez cambiando de persona, me gustaría que estuvieses a mi lado y que yo estuviera a tu lado, que podamos ir de la mano. Así que Richard Edgar Alexander Rogers Castle a la 3º es la vencida. –los 2 se rieron en su noche más especial.
Castle la puso el anillo con un diamante pequeño rodeado de brillantes. En ese momento se dio cuenta de que por fin la quería y lo podía expresar a los 4 vientos. Que el “que sin ella” se convirtió en un “con ella siempre”. De que todos los sentimientos que aún no había podido descubrir gracias a ella los compartían mutuamente. De que esos ojos llorosos que le estaban mirando eran de felicidad porque estaba con él. De que ese “siempre” que siempre la decía era para que la pudiese tranquilizar y estrecharla más en sus brazos sin que nadie ni nada pudieran separarles. Eran todo el uno para el otro y si no se podían tener les compensaba más morirse que seguir sufriendo.
Se quedaron abrazados dormitando en la cama del hospital como si la paz universal los hubiera cubierto como en una burbuja donde todo era perfecto si no se separaban. Siguieron así toda la noche hasta que una visita les despertó graciosamente.
-Buenos días. Esperamos no interrumpir nada. –dijo Martha entre risas con Alexis.
Beckett y Castle se despertaron también entre risas. Hasta que Alexis encuentra en un dedo de Kate un precioso anillo.
-¡Oh, dios mío! Te lo ha pedido, Beckett.
-Sí. Ayer por la noche. –dijo esta mirando a Rick a los ojos.
-¿Cómo habéis venido de Europa? El viaje no terminaba hasta dentro de 2 semanas.
-Bueno, nos llamó Katherine diciendo que te habías llevado un tiro en la pierna y nosotras tan comprensibles venimos a verte. –dijo la madre con un tono sarcástico.
-Madre, veo que sigues igual. –dijo Castle dándolas un beso a cada una.
-El anillo es precioso, papá. –dijo Alexis mientras se le enseñaba.
-¿Y cuándo te recuperas del todo, hijo? –preguntó.
-Esta tarde, si ha curado bien la herida, me dan el alta médica.
Las 2 se quedaron para que pudieran convencer a Beckett de que se fuera a casa para que se diera una ducha y descansara un poco.
Después de darse la ducha se encontraba más relajada pero no se lo iba a decir a Castle porque seguro que se lo echaba en cara. Se sentó en el sofá y abrió una carpeta que la proporcionó Espo. Iba sobre el caso de Josh. En un informe ponía básicamente lo que la relató la señora Dadvinson. Pero descubrió que, en un testimonio de uno de sus compañeros de África, contó que le dijo que había visto matar a un hombre, precisamente, el del disparo en el hombro.
Beckett empezó a encajar alguna pieza pero prefería encajarlas todas con Castle. Como siempre.
Cuando Kate llego al hospital estaba solo Martha porque Alexis se tuvo que ir.
-Madre vete a casa y descansa.
-Pero esta tarde te quiero ver volver a casa, ¿eh? –dijo con una sonrisa dándole un beso y diciendo adiós a Beckett.
-¿Quieres que te anime un poco con el caso de Josh? He descubierto cosas nuevas. –Castle asintió rápidamente.
-Mira las 2 historias contadas por su madre y por un compañero suyo en África coinciden. Las 2 afirman que había un hombre con un tiro en el hombro y que al día después murió en extrañas circunstancias. Pero lo que la madre no me dijo al hablar conmigo es que Josh vio quién le mató. Seguramente no se lo dijo para que no se preocupara pero, ¿cómo 2 semanas después la matan a él? ¿Por qué no hacerlo allí?
-Puede que esperaran para que no creáramos sospechas de que fue el mismo asesino. –Beckett no descartó esa posibilidad. –Y posiblemente le mataran para que no hablara.
-Voy a llamar a Ryan para que mande una orden de registro de la casa de Josh.
Mientras el registro, encontraron un móvil con llamadas desde hace 2 semanas hasta el día del asesinato. Pero algo se les escapó. Que es lo más vinculante al asesino.
A la os toca esperar otra semanita o así.
¡¡Nos leemos!!
Vale si he tardado más de lo que suelo tardar pero no me venía la inspiración.
Dad gracias a las del grupo de wa que sus comentarios me ayudaron.
¡QUE DISFRUTEIS!
-Hola Espo, Ryan y mi queridísima Lanie.
-No te pases Castle que ya sabemos que soy más que eso.-saltó Lanie escapando una pequeña sonrisa.
Y mientras ellos se reían todo lo que querían. Beckett no dejaba de mirar a Javi. ¿Por qué soñó eso con él? Sabía que no podría ocultarlo demasiado y que se lo tendría que decir a Esposito y a Castle. Pero cómo...
-Javi. ¿Podemos hablar fuera? -el moreno asintió.
-¿Qué te pasa? –la pregunta.
-Ayer por la noche Castle y yo nos peleamos.-se tocaba el cuello, bajaba la vista, se frotaba los ojos. No sabía cómo seguir.-Al dormirme yo, ya de madrugada, pues soñé algo que te va a hacer reir. Seguro.
Mientras, dentro.
-¿Y cómo es el bebé? –le preguntó Castle.
-Tiene los ojos verdes y... –no pudo terminar.
-¡¿QUÉ?! –se oyó hasta fuera del hospital y provenía del mismo que estaba en el pasillo hablando con Kate.
-¿Qué soñaste conmigo “besándonos” en tu casa?
-Espo, lo sé es desorbitado pero se lo tengo que contar a Castle.
-¿Crees que se lo tomará bien?
-Esperemos que sí.
Beckett estaba muy nerviosa. No sabía cómo se lo iba a tomar pero no quería ocultarle nada. Quería que lo supiera, no soportaría otra discusión como la del anterior día por no contárselo. Quería dar el siguiente paso en su relación pero no sabía cómo hacerlo. Se sentía en ese momento preguntándose donde desembocaría este río. Y su miedo es que puede separarse el tramo al contárselo. Aun sabiendo lo que podía pasar, lo tenía claro. No iba a dejar que todo se fuera al traste por un sueño que ya se habló antes. No lo iba a permitir y, menos, si eso conduciría a perderle a él. El que la ha acompañado en todas sus aventuras como “amigos”, todos esos besos al resolver un caso, todas esas miradas que hacen que todo sea más mágico y fácil, todo lo que la produce esas sonrisas, todos esos cafés que la trae por la mañana y todos esos momentos que quiera o no son los más importantes de su vida. Ese beso en el callejón en que volcaron toda la pasión de los casi 3 años que llevaban siendo compañeros en aquellos 10 segundos que, en principio, fue para despistarle pero se convirtió en su 1º beso y nunca se olvidaría de ello. O el día en el que se fueron a Los Ángeles por el asesinato de Royce, esa confesión en ese sofá y todavía se arrepiente de no haberle besado ahí ni cuando le birlo el móvil a Gangs y se lo soltó. También se arrepiente de no besarle cuando estaba en el hospital después del disparo, ni en todas las veces que han resuelto el caso con su método de decirlo a la vez, ni cuando se quedaban solos en casa de alguno. Todos esos momentos fueron los que hicieron que aquel día en el que podía salir todo mal fue el mejor en mucho tiempo y siempre se acuerda de cuando la mira fijamente y la toca el pelo la quiere como nunca nadie lo hizo. Siempre.
Cuando se fueron todos, despidiéndose de los 2, comenzaron una conversación donde se lo diría en el momento preciso intentando no cagarla.
-Deberías irte a casa a descansar. Tienes los ojos rojos y eso que siempre les tienes preciosos. –la piropeó con una sonrisilla.
-Anda, Rick, sabes que no me voy a ir. –dijo sentándose en la cama.
-¿Qué le dijiste a Espo para que gritara así? –dijo casi riéndose.
-Una cosa que también me gustaría decirte a ti. –se iba poniendo cada vez más nerviosa. –El día en el que nos peleamos pues me fui a dormir y soñé que llamaba a Esposito para que me animara. Entonces después de varias copas nos besamos. –la cara de Castle mostró un leve dolor que pronto se le paso esbozando una sonrisa.
-Nunca paras de seducir a los hombres, ¿eh, viciosilla?
-¿No te lo tomas mal o te cabreas o ni un maldito pensamiento negativo?
-¿Por qué lo tendría que hacer? Yo me llevé el disparo porque fui a tu casa para decirte que te quiero y, a ver, si podría reunir las fuerzas suficientes para pedirte una cosa. –su rostro se volvió serio. –Pásame la chaqueta, por favor.
Cuando esta le pasó la chaqueta sacó una cajita aterciopelada de la que nunca olvidaría lo que llevaba dentro.
-Me jode pedírtelo así pero Katherine Houghton Beckett, ¿Quieres casarte conmigo?
Beckett sintió como una euforia invadiéndola por dentro y lo único que quería en aquel era tirarse a sus brazos diciéndole que sí, que lo quería para ella. Pero lo hizo más tranquila.
-¡Oh, dios mío! Pues claro que sí. Es lo único que quiero ahora que, como ya te dije una vez pero esta vez cambiando de persona, me gustaría que estuvieses a mi lado y que yo estuviera a tu lado, que podamos ir de la mano. Así que Richard Edgar Alexander Rogers Castle a la 3º es la vencida. –los 2 se rieron en su noche más especial.
Castle la puso el anillo con un diamante pequeño rodeado de brillantes. En ese momento se dio cuenta de que por fin la quería y lo podía expresar a los 4 vientos. Que el “que sin ella” se convirtió en un “con ella siempre”. De que todos los sentimientos que aún no había podido descubrir gracias a ella los compartían mutuamente. De que esos ojos llorosos que le estaban mirando eran de felicidad porque estaba con él. De que ese “siempre” que siempre la decía era para que la pudiese tranquilizar y estrecharla más en sus brazos sin que nadie ni nada pudieran separarles. Eran todo el uno para el otro y si no se podían tener les compensaba más morirse que seguir sufriendo.
Se quedaron abrazados dormitando en la cama del hospital como si la paz universal los hubiera cubierto como en una burbuja donde todo era perfecto si no se separaban. Siguieron así toda la noche hasta que una visita les despertó graciosamente.
-Buenos días. Esperamos no interrumpir nada. –dijo Martha entre risas con Alexis.
Beckett y Castle se despertaron también entre risas. Hasta que Alexis encuentra en un dedo de Kate un precioso anillo.
-¡Oh, dios mío! Te lo ha pedido, Beckett.
-Sí. Ayer por la noche. –dijo esta mirando a Rick a los ojos.
-¿Cómo habéis venido de Europa? El viaje no terminaba hasta dentro de 2 semanas.
-Bueno, nos llamó Katherine diciendo que te habías llevado un tiro en la pierna y nosotras tan comprensibles venimos a verte. –dijo la madre con un tono sarcástico.
-Madre, veo que sigues igual. –dijo Castle dándolas un beso a cada una.
-El anillo es precioso, papá. –dijo Alexis mientras se le enseñaba.
-¿Y cuándo te recuperas del todo, hijo? –preguntó.
-Esta tarde, si ha curado bien la herida, me dan el alta médica.
Las 2 se quedaron para que pudieran convencer a Beckett de que se fuera a casa para que se diera una ducha y descansara un poco.
Después de darse la ducha se encontraba más relajada pero no se lo iba a decir a Castle porque seguro que se lo echaba en cara. Se sentó en el sofá y abrió una carpeta que la proporcionó Espo. Iba sobre el caso de Josh. En un informe ponía básicamente lo que la relató la señora Dadvinson. Pero descubrió que, en un testimonio de uno de sus compañeros de África, contó que le dijo que había visto matar a un hombre, precisamente, el del disparo en el hombro.
Beckett empezó a encajar alguna pieza pero prefería encajarlas todas con Castle. Como siempre.
Cuando Kate llego al hospital estaba solo Martha porque Alexis se tuvo que ir.
-Madre vete a casa y descansa.
-Pero esta tarde te quiero ver volver a casa, ¿eh? –dijo con una sonrisa dándole un beso y diciendo adiós a Beckett.
-¿Quieres que te anime un poco con el caso de Josh? He descubierto cosas nuevas. –Castle asintió rápidamente.
-Mira las 2 historias contadas por su madre y por un compañero suyo en África coinciden. Las 2 afirman que había un hombre con un tiro en el hombro y que al día después murió en extrañas circunstancias. Pero lo que la madre no me dijo al hablar conmigo es que Josh vio quién le mató. Seguramente no se lo dijo para que no se preocupara pero, ¿cómo 2 semanas después la matan a él? ¿Por qué no hacerlo allí?
-Puede que esperaran para que no creáramos sospechas de que fue el mismo asesino. –Beckett no descartó esa posibilidad. –Y posiblemente le mataran para que no hablara.
-Voy a llamar a Ryan para que mande una orden de registro de la casa de Josh.
Mientras el registro, encontraron un móvil con llamadas desde hace 2 semanas hasta el día del asesinato. Pero algo se les escapó. Que es lo más vinculante al asesino.
A la os toca esperar otra semanita o así.
¡¡Nos leemos!!
Última edición por BeckYvetteCaskett el Jue Nov 07, 2013 7:12 am, editado 1 vez
BeckYvetteCaskett- Actor en Broadway
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Edad : 24
Localización : Dreamworld, Castleland
Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
Precioso, cortito pero te ha quedado genial, sigueeee.
Delta5- Escritor - Policia
- Mensajes : 10286
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Localización : Ciudadano del Mundo
Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
Muy bueno. Continuaaaaaa
_Caskett_- Escritor - Policia
- Mensajes : 2936
Fecha de inscripción : 22/01/2013
Localización : en un mundo feliz
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
Aquí estoy de nuevo con la conti del fic!!
Sí, he tardado un poco más pero he escrito el doble para que disfrutéis el doble.
No me enrollo más. GRACIAS POR LEER!!!
Después de una semana ya en casa, Castle ya andaba bastante bien con muletas apoyando la pierna. Casa de Beckett. Él convenció a Martha y a Alexis para que terminaran el viaje así que se quedó con Beckett. Cuando iba a la comisaria no podía ir con ellos porque ninguno le dejaba entonces solo sabía protestar y decir:
-Me abuurrooo...
-Castle no empieces otra vez. –le dijo Beckett por décima vez en un día. –Sabes que nos puedes venir ya cuando andes sin muletas ya lo pensaré. –le dio una esperanza que pronto se le acabaría.
-Entonces ya mañana que empiezo la rehabilitación ya puedo, ¿no? –la preguntó con entusiasmo.
-No. –le deprimió.
-¿Por qué? Lo has dicho.
-No, yo te dije que cuando ya anduvieras sin muletas no al empezar la rehabilitación.
-No vale, encima que te hago el papeleo...
-Y yo te lo agradezco pero no quiero que te hagas daño. –le reconfortó dándole un beso en la frente.
-Chicos, que os puede echar Gates. –bromeó Espo que acababa de llegar.
-Hola, ¿eh? –dijo con sarcasmo Castle.
-Espo, ¿qué tenemos? –le preguntó Beckett.
-Encontramos al compañero de Josh en la ciudad. Está en la sala de descanso. Todavía no sabe que su amigo murió. –dijo apenado este.
-Vale. Castle, ¿vienes?
-No sé, me lo tengo que pensar, igual me hago daño. –la reprochó.
Kate se rio y fue hacia la sala de descanso viendo de reojo como Castle casi se mata por seguirla. Se paró para ver como su prometido se tropezaba con todo de lo rápido que quería ir. Cuando la alcanzo, resoplaba como si acabase de correr los 100 metros lisos.
-Aun así, no te vas a librar de la boda, ¿eh? –le chincha ella. Castle la hace una mueca de ironía y murmura algo que es indescifrable.
-Buenos días, señor Thomson. –saluda cordialmente Beckett mientras que Castle, primero, se tiene que sentar y, segundo, le da la mano con una pequeña sonrisa en la cara.
-Inspectora Beckett, me puede decir por qué estoy aquí, todavía no me han dicho nada.
-Hace un par de semanas asesinaron a su compañero de África, Josh Dadvinson.
-Se lo dije que iban a ir a por él, que, al ver aquello, no estaba seguro y solo me decía que eran coas mías. –dijo tapándose la cara con las palmas de las manos y arqueando un poco la espalda.
-¿Qué le dijo exactamente? –se atrevió a preguntar Castle.
-Me dijo todo nervioso que había visto como mataban a un hombre pero con las mismas se vino hacia Nueva York.
-¿Sabe si recibió alguna llamada extraña o comportamientos extraños después de que viera el asesinato? –preguntó esta vez ella.
-No, como le he dicho, vino me lo dijo, pasó un día más en el campamento y cogió el primer vuelo Nueva York. La única llamada que recibió fue la de su madre que se hacían todos los días por la noche antes de dormir.
-¿Hace cuánto que está en la ciudad?
-Pues... Hará 3 semanas.
Acabaron pronto pero a Rick le dio tiempo para unir una nueva teoría. Una de sus disparatadas teorías que pueden ser correctas.
-Beckett, se me ocurrió volver a casa de Josh. Me da la sensación de que allí hay algo más.
-Castle, ya le registraron de arriba abajo y solo encontraron el móvil con las llamadas.
-Sabes que puedo tener razón. Vayamos una vez más, por fiii. –dijo con su voz de niño pequeño.
-Está bien pero iré sola, tú casi no puedes andar por la comisaria. –se rio un poquitín.
-No. Yo voy contigo. 4 ojos ven mejor que 2. –insistió este.
-Castle, no voy a caer en tus maléficos planes.
-¿En serio? Porque creo que lo estoy consiguiendo. –dijo acercándose más a ella con su voz más seductora y sexy que sabía poner.
-Para que nos puede ver Gates. –dijo Kate como si fuera un juego solo que estaban en la sala de descanso y nadie les veía. –Castle –se dio la vuelta y sus labios se quedaron muy cerca de los de él.
-¿Sabes? Hueles a cerezas. –esa fue la frase que hizo que le besara con dulzura y, por otra parte, muy apasionadamente.
-Nos pueden pillar. –decía mientras le besaba sonriendo. Y en efecto les pillaron.
-Esperamos no molestar.
Los 2 se giraron asustados pensando que era Gates pero, por suerte, era Ryan con una personita entre sus brazos.
-Que preciosidad. –dijo Beckett un poco atontada.
-Toma, Castle, cógele. –se le dio con cuidado pero con firmeza.
Castle al cogerle se quedó mirando a esa cosita diminuta. Y, mientras le tenía en brazos, se le acerco a Beckett. Esa escena juntos con el bebé parecía como si ellos también quisiesen tener uno juntos pronto porque se querían. Luego le cogió esta con cuidado y con torpeza porque nunca había cogido a alguno aparte del de su amiga hace un par de años. Salieron donde los escritorios a enseñársele a Espo quien estaba con Lanie y con Jenny. Allí se formó un corrillo de gente alrededor de una cosilla. Ese comportamiento llamó la atención a Gates quien salió a ver qué pasaba y al ver al bebé demostró su faceta más dulce y la que todos desconocían, iluminándosela la cara.
-¿Sabéis cómo se llama? –preguntó Lanie.
-Aún no pero tenemos un par en mente que podrían ser los elegidos. –contestó Jenny con mucha felicidad.
-¡Ah! Y detective Ryan pásese luego para hablar la excedencia por paternidad. –le ordenó Gates.
-Sí, no se preocupe Señor. –afirmó este.
Cuando se fue a su despacho Beckett dijo algo que a todos les produjo nostalgia y, al menos, una pizca de felicidad.
-Vayámonos al bar a tomar algo y a recordar a Roy Montgomery ya que hoy hace 3 años desde que lo matarán. Así podremos honrar su memoria con una buena noticia.
Ninguno dijo que no así que cogieron sus chaquetas y se fueron al bar de Castle donde siempre solían ir después de un duro día para recordar lo que hacen en su trabajo y el por qué. La mayoría de veces les sube la moral y acaban un poco borrachos.
Ya, yendo cada uno a su casa, Rick y Kate se fueron en coche ya que Castle aún estaba con la pierna mal. Al llegar, venían riéndose por una gracia que soltó él y lo primero que hizo este fue tirar las muletas al suelo, no con fuerza, y tumbarse en el sofá, mientras que ella se fue a la habitación a cambiarse de ropa para ponerse el pijama. Estaban los 2 muy cansados de aquel día. Cuando fue a ver que hacía allí tirado en el sofá descubrió que se había quedado dormido.
-Otra vez no. –dijo resignada. –Pues no voy a ser yo quien te lleve a la cama.
-¿Y quién ha dicho que me tengas que llevar a la cama? –preguntó Castle con la sonrisa de traerse algo entre manos.
Beckett se dio la vuelva sorprendida de que la haya podido mentir tan bien. Y así, como estaba tumbado él solo, acabaron los dos tumbados juntos abrazándose.
Pero ese momento acabó pronto cuando surgió esa pregunta que haría que pudiesen volver a tener otra discusión.
-Oye, Kate. –dijo inseguro.
-Dime. –dijo con un raro presentimiento que asomó la cabeza por el tono de voz que puso. Muy serio. Demasiado serio.
-¿Por qué te afectó más la muerte de Josh que la de Royce? –cuando acabó de formular la pregunta se arrepintió mil veces de haberlo dicho.
-Castle, ¿cómo te atreves a preguntarme eso? –le suelta cabreada y decepcionada.
-Ya, lo siento. Déjalo, no contestes, es una pregunta estúpida.
-No puedo contestarte a eso porque no lo sé. Igual como pensaba que algún día iban a matar a Royce y nos habíamos dejado de hablar y eso...
-Pero tú le querías.
-Sí pero después del tesoro no pude más y me olvidé de él... pensando en ti. –lo último lo dijo muy bajito y avergonzada. No la gustaba decir los sentimientos tan profundos pero sabía que Castle era su caja fuerte, que por más que le dijera no se lo iba a contar a nadie ni la iba de dejar de querer.
-Date la vuelta. –al darse la vuelta quedaron muy cerca del uno al otro y ese escaso centímetro hizo que reconfortara hasta las más escondidas entrañas de esta.
-Recuerda que solo te quiero a ti. –le dijo en un susurro antes de que se besaran y se quedaran abrazados en el sofá. Tranquilizando el uno al otro, hacerle sentir que iban a salir de este bache porque ya superaron el muro de hace 2 años.
Después de un rato los 2 posiblemente tuvieran la misma preocupación a la vez.
-Castle, ¿y si lo nuestro no funciona? –preguntó preocupada.
-No pienses eso porque todavía no lo sabemos, estamos en el presente. Vivamos el presente y cuando llegue aquel presente que ahora es futuro nos preocuparemos entonces, pero yo ahora quiero aprovechar todo el tiempo contigo. –dijo poéticamente pero veía que le había entendido a medias. –Que te quiero.
-Fíjate que no lo sabía. –le respondió con sarcasmo, estampándole un beso que casi le deja sin aliento. –Yo también, gatito. Entonces, ¿nos vamos a la cama?
-¿Podemos hacerlo? Recuerda que tengo la pierna mal.
-Da igual hoy me toca hacértelo yo a ti, además así haces ejercicio que últimamente comes mucho.
-Es que estoy creciendo. –dijo echando a correr a la pata coja hacia la habitación.
Al día siguiente Beckett soñó algo extraño al igual que Castle. Pero este se despertó antes y vio que ella le estaba abrazando así que la tapó un poco más que hacía un poco de frío y se quedó junto a ella.
Luego cuando se despertó Kate se dio cuenta de que hoy iba a llegar tarde porque se había dormido. Se levantó corriendo despertándole.
-¿Dónde vas? Que es domingo. –dijo Castle adormilado.
-¿Domingo? Y, ¿por qué no me lo has dicho antes? –dijo volviendo a la cama.
-No me has dado ni tiempo. ¡Ah! Y arriba que tenemos que ir a casa de Josh a mirarlo todo otra vez.
-No, Castle, yo quiero dormir.
-Luego, ahora a la casa de Josh.
-Mira que eres pesado. –dijo yendo al baño.
Después de desayunar a medias, vestirse y coger el coche llegaron al bloque de pisos un poco destartalados. La apariencia es que ya tenían unos cuantos años y nadie se había molestado en arreglarlo mientras que los ofrecían para alquilarlo y, claro, una ganga así en pleno Manhattan no existen muchas.
Mientras subieron las escaleras, porque no había ascensor, Castle las pasaba putas con las muletas y el metro que había entre pared y pared. Cuando consiguieron llegar vivos al 4º entraron en el piso que estaba precintada la puerta.
-Muy bien, Castle. Y ahora, ¿qué?
-¡A buscar! –se emocionó demasiado.
-Espera, Castle. No tenemos una orden así que tienes que dejar todo donde estaba y no cojas nada, ¿eh?
-Que poco me conoces. –dijo decepcionado y cómico este.
-Busca y calla que para eso es tu idea. –le azuzó.
Estuvieron 3 cuartos de hora buscando y solo encontraron 4 trastos escondidos.
-Castle, no hay nada aquí. –dijo cansada sentándose en una silla.
-No te rindas tiene que haber algo que nos sirva para resolver algo.
-Para, en serio te vas a hacer daño en la pierna y hoy te toca rehabilitación y encima sin muletas. –le ordenó preocupada.
Se acercó a ella y la acarició la cara dándola un pequeño beso que la dio esperanza pero por poco.
-¿Me pueden decir que hacer aquí? –les pillo in fraganti Gates.
-Señor no es lo que parece. –se avergonzó de decir eso. Era poco creíble.
-Se lo que hacéis y donde lo hacéis, no hay excusa que valga inspectora Beckett. Ahora mismo se vienen conmigo a la comisaría.
-Así que no nos iban a pillar, ¿eh, Castle? –le echó en cara acostumbrada.
-Ha sido mala suerte. –se maldeció a sí mismo.
-Pero, ¿cómo se les ocurre entrar en un apartamento precintado y sin orden del juez?
Esposito y Ryan les deseaban suerte para que nos les echara del caso. Se oían los gritos hasta la planta principal. Cuando salieron Beckett tenía una cara de “ya te lo dije” y Castle de “vaya puta mierda”. No la expulsó del caso solo no podía salir de la comisaría ni ella ni él si no fuera porque había acabado la jornada o por alguna otra cosa comunicada. Lo que a Beckett hoy la imposibilitaba salir de la comisaría para acompañar a Castle a la rehabilitación. O eso pensaba ella...
Cuando Castle ya cogió un taxi para llegar al centro Beckett se le ocurrió una idea que tachó de “Idea de Castle en mi cabeza”. Preguntó a Gates si podía acompañar a Castle a rehabilitación que la estaba esperando abajo y coló. La dio luz verde para poner su plan en marcha.
Cuando llega al apartamento de Josh se empieza a arrepentir pero sigue adelante con su idea.
-Tengo que descubrir quién le mato, tengo que descubrirlo. –se auto habló para darse fuerzas.
Volvió a registrar el apartamento de punta a punta solo que esta vez encontró algo que prefería 1000 veces antes que fuese el diablo. Debajo de la alfombra había un tablón que se levantaba y debajo encontró una caja fuerte cerrada pero sin introducir el código para que se acabará de cerrar asía que la pudo abrir sin problemas. Dentro encontró unos papeles que les había visto hace un par de años y que esta vez no tendría remordimientos al entregarlos. De repente llama alguien y cuando lo va a coger era Castle.
-Beckett.
-¡Hola! –saludó como un niño pequeño.
-Castle, tenías razón. En el apartamento había algo más que el móvil.
-Y, ¿qué es?
-Cuando llegues a casa te lo explico es muy largo de contar pero aparece el número 08672241.
Los 2 se quedaron petrificados por ese número.
Os dejo con la intriga aunque muchos os acordareis de él.
Seguro que una parte no os gusta pero espero que lo hayáis disfrutado igual que yo al escribirlo.
NOS LEEMOS
Sí, he tardado un poco más pero he escrito el doble para que disfrutéis el doble.
No me enrollo más. GRACIAS POR LEER!!!
Después de una semana ya en casa, Castle ya andaba bastante bien con muletas apoyando la pierna. Casa de Beckett. Él convenció a Martha y a Alexis para que terminaran el viaje así que se quedó con Beckett. Cuando iba a la comisaria no podía ir con ellos porque ninguno le dejaba entonces solo sabía protestar y decir:
-Me abuurrooo...
-Castle no empieces otra vez. –le dijo Beckett por décima vez en un día. –Sabes que nos puedes venir ya cuando andes sin muletas ya lo pensaré. –le dio una esperanza que pronto se le acabaría.
-Entonces ya mañana que empiezo la rehabilitación ya puedo, ¿no? –la preguntó con entusiasmo.
-No. –le deprimió.
-¿Por qué? Lo has dicho.
-No, yo te dije que cuando ya anduvieras sin muletas no al empezar la rehabilitación.
-No vale, encima que te hago el papeleo...
-Y yo te lo agradezco pero no quiero que te hagas daño. –le reconfortó dándole un beso en la frente.
-Chicos, que os puede echar Gates. –bromeó Espo que acababa de llegar.
-Hola, ¿eh? –dijo con sarcasmo Castle.
-Espo, ¿qué tenemos? –le preguntó Beckett.
-Encontramos al compañero de Josh en la ciudad. Está en la sala de descanso. Todavía no sabe que su amigo murió. –dijo apenado este.
-Vale. Castle, ¿vienes?
-No sé, me lo tengo que pensar, igual me hago daño. –la reprochó.
Kate se rio y fue hacia la sala de descanso viendo de reojo como Castle casi se mata por seguirla. Se paró para ver como su prometido se tropezaba con todo de lo rápido que quería ir. Cuando la alcanzo, resoplaba como si acabase de correr los 100 metros lisos.
-Aun así, no te vas a librar de la boda, ¿eh? –le chincha ella. Castle la hace una mueca de ironía y murmura algo que es indescifrable.
-Buenos días, señor Thomson. –saluda cordialmente Beckett mientras que Castle, primero, se tiene que sentar y, segundo, le da la mano con una pequeña sonrisa en la cara.
-Inspectora Beckett, me puede decir por qué estoy aquí, todavía no me han dicho nada.
-Hace un par de semanas asesinaron a su compañero de África, Josh Dadvinson.
-Se lo dije que iban a ir a por él, que, al ver aquello, no estaba seguro y solo me decía que eran coas mías. –dijo tapándose la cara con las palmas de las manos y arqueando un poco la espalda.
-¿Qué le dijo exactamente? –se atrevió a preguntar Castle.
-Me dijo todo nervioso que había visto como mataban a un hombre pero con las mismas se vino hacia Nueva York.
-¿Sabe si recibió alguna llamada extraña o comportamientos extraños después de que viera el asesinato? –preguntó esta vez ella.
-No, como le he dicho, vino me lo dijo, pasó un día más en el campamento y cogió el primer vuelo Nueva York. La única llamada que recibió fue la de su madre que se hacían todos los días por la noche antes de dormir.
-¿Hace cuánto que está en la ciudad?
-Pues... Hará 3 semanas.
Acabaron pronto pero a Rick le dio tiempo para unir una nueva teoría. Una de sus disparatadas teorías que pueden ser correctas.
-Beckett, se me ocurrió volver a casa de Josh. Me da la sensación de que allí hay algo más.
-Castle, ya le registraron de arriba abajo y solo encontraron el móvil con las llamadas.
-Sabes que puedo tener razón. Vayamos una vez más, por fiii. –dijo con su voz de niño pequeño.
-Está bien pero iré sola, tú casi no puedes andar por la comisaria. –se rio un poquitín.
-No. Yo voy contigo. 4 ojos ven mejor que 2. –insistió este.
-Castle, no voy a caer en tus maléficos planes.
-¿En serio? Porque creo que lo estoy consiguiendo. –dijo acercándose más a ella con su voz más seductora y sexy que sabía poner.
-Para que nos puede ver Gates. –dijo Kate como si fuera un juego solo que estaban en la sala de descanso y nadie les veía. –Castle –se dio la vuelta y sus labios se quedaron muy cerca de los de él.
-¿Sabes? Hueles a cerezas. –esa fue la frase que hizo que le besara con dulzura y, por otra parte, muy apasionadamente.
-Nos pueden pillar. –decía mientras le besaba sonriendo. Y en efecto les pillaron.
-Esperamos no molestar.
Los 2 se giraron asustados pensando que era Gates pero, por suerte, era Ryan con una personita entre sus brazos.
-Que preciosidad. –dijo Beckett un poco atontada.
-Toma, Castle, cógele. –se le dio con cuidado pero con firmeza.
Castle al cogerle se quedó mirando a esa cosita diminuta. Y, mientras le tenía en brazos, se le acerco a Beckett. Esa escena juntos con el bebé parecía como si ellos también quisiesen tener uno juntos pronto porque se querían. Luego le cogió esta con cuidado y con torpeza porque nunca había cogido a alguno aparte del de su amiga hace un par de años. Salieron donde los escritorios a enseñársele a Espo quien estaba con Lanie y con Jenny. Allí se formó un corrillo de gente alrededor de una cosilla. Ese comportamiento llamó la atención a Gates quien salió a ver qué pasaba y al ver al bebé demostró su faceta más dulce y la que todos desconocían, iluminándosela la cara.
-¿Sabéis cómo se llama? –preguntó Lanie.
-Aún no pero tenemos un par en mente que podrían ser los elegidos. –contestó Jenny con mucha felicidad.
-¡Ah! Y detective Ryan pásese luego para hablar la excedencia por paternidad. –le ordenó Gates.
-Sí, no se preocupe Señor. –afirmó este.
Cuando se fue a su despacho Beckett dijo algo que a todos les produjo nostalgia y, al menos, una pizca de felicidad.
-Vayámonos al bar a tomar algo y a recordar a Roy Montgomery ya que hoy hace 3 años desde que lo matarán. Así podremos honrar su memoria con una buena noticia.
Ninguno dijo que no así que cogieron sus chaquetas y se fueron al bar de Castle donde siempre solían ir después de un duro día para recordar lo que hacen en su trabajo y el por qué. La mayoría de veces les sube la moral y acaban un poco borrachos.
Ya, yendo cada uno a su casa, Rick y Kate se fueron en coche ya que Castle aún estaba con la pierna mal. Al llegar, venían riéndose por una gracia que soltó él y lo primero que hizo este fue tirar las muletas al suelo, no con fuerza, y tumbarse en el sofá, mientras que ella se fue a la habitación a cambiarse de ropa para ponerse el pijama. Estaban los 2 muy cansados de aquel día. Cuando fue a ver que hacía allí tirado en el sofá descubrió que se había quedado dormido.
-Otra vez no. –dijo resignada. –Pues no voy a ser yo quien te lleve a la cama.
-¿Y quién ha dicho que me tengas que llevar a la cama? –preguntó Castle con la sonrisa de traerse algo entre manos.
Beckett se dio la vuelva sorprendida de que la haya podido mentir tan bien. Y así, como estaba tumbado él solo, acabaron los dos tumbados juntos abrazándose.
Pero ese momento acabó pronto cuando surgió esa pregunta que haría que pudiesen volver a tener otra discusión.
-Oye, Kate. –dijo inseguro.
-Dime. –dijo con un raro presentimiento que asomó la cabeza por el tono de voz que puso. Muy serio. Demasiado serio.
-¿Por qué te afectó más la muerte de Josh que la de Royce? –cuando acabó de formular la pregunta se arrepintió mil veces de haberlo dicho.
-Castle, ¿cómo te atreves a preguntarme eso? –le suelta cabreada y decepcionada.
-Ya, lo siento. Déjalo, no contestes, es una pregunta estúpida.
-No puedo contestarte a eso porque no lo sé. Igual como pensaba que algún día iban a matar a Royce y nos habíamos dejado de hablar y eso...
-Pero tú le querías.
-Sí pero después del tesoro no pude más y me olvidé de él... pensando en ti. –lo último lo dijo muy bajito y avergonzada. No la gustaba decir los sentimientos tan profundos pero sabía que Castle era su caja fuerte, que por más que le dijera no se lo iba a contar a nadie ni la iba de dejar de querer.
-Date la vuelta. –al darse la vuelta quedaron muy cerca del uno al otro y ese escaso centímetro hizo que reconfortara hasta las más escondidas entrañas de esta.
-Recuerda que solo te quiero a ti. –le dijo en un susurro antes de que se besaran y se quedaran abrazados en el sofá. Tranquilizando el uno al otro, hacerle sentir que iban a salir de este bache porque ya superaron el muro de hace 2 años.
Después de un rato los 2 posiblemente tuvieran la misma preocupación a la vez.
-Castle, ¿y si lo nuestro no funciona? –preguntó preocupada.
-No pienses eso porque todavía no lo sabemos, estamos en el presente. Vivamos el presente y cuando llegue aquel presente que ahora es futuro nos preocuparemos entonces, pero yo ahora quiero aprovechar todo el tiempo contigo. –dijo poéticamente pero veía que le había entendido a medias. –Que te quiero.
-Fíjate que no lo sabía. –le respondió con sarcasmo, estampándole un beso que casi le deja sin aliento. –Yo también, gatito. Entonces, ¿nos vamos a la cama?
-¿Podemos hacerlo? Recuerda que tengo la pierna mal.
-Da igual hoy me toca hacértelo yo a ti, además así haces ejercicio que últimamente comes mucho.
-Es que estoy creciendo. –dijo echando a correr a la pata coja hacia la habitación.
Al día siguiente Beckett soñó algo extraño al igual que Castle. Pero este se despertó antes y vio que ella le estaba abrazando así que la tapó un poco más que hacía un poco de frío y se quedó junto a ella.
Luego cuando se despertó Kate se dio cuenta de que hoy iba a llegar tarde porque se había dormido. Se levantó corriendo despertándole.
-¿Dónde vas? Que es domingo. –dijo Castle adormilado.
-¿Domingo? Y, ¿por qué no me lo has dicho antes? –dijo volviendo a la cama.
-No me has dado ni tiempo. ¡Ah! Y arriba que tenemos que ir a casa de Josh a mirarlo todo otra vez.
-No, Castle, yo quiero dormir.
-Luego, ahora a la casa de Josh.
-Mira que eres pesado. –dijo yendo al baño.
Después de desayunar a medias, vestirse y coger el coche llegaron al bloque de pisos un poco destartalados. La apariencia es que ya tenían unos cuantos años y nadie se había molestado en arreglarlo mientras que los ofrecían para alquilarlo y, claro, una ganga así en pleno Manhattan no existen muchas.
Mientras subieron las escaleras, porque no había ascensor, Castle las pasaba putas con las muletas y el metro que había entre pared y pared. Cuando consiguieron llegar vivos al 4º entraron en el piso que estaba precintada la puerta.
-Muy bien, Castle. Y ahora, ¿qué?
-¡A buscar! –se emocionó demasiado.
-Espera, Castle. No tenemos una orden así que tienes que dejar todo donde estaba y no cojas nada, ¿eh?
-Que poco me conoces. –dijo decepcionado y cómico este.
-Busca y calla que para eso es tu idea. –le azuzó.
Estuvieron 3 cuartos de hora buscando y solo encontraron 4 trastos escondidos.
-Castle, no hay nada aquí. –dijo cansada sentándose en una silla.
-No te rindas tiene que haber algo que nos sirva para resolver algo.
-Para, en serio te vas a hacer daño en la pierna y hoy te toca rehabilitación y encima sin muletas. –le ordenó preocupada.
Se acercó a ella y la acarició la cara dándola un pequeño beso que la dio esperanza pero por poco.
-¿Me pueden decir que hacer aquí? –les pillo in fraganti Gates.
-Señor no es lo que parece. –se avergonzó de decir eso. Era poco creíble.
-Se lo que hacéis y donde lo hacéis, no hay excusa que valga inspectora Beckett. Ahora mismo se vienen conmigo a la comisaría.
-Así que no nos iban a pillar, ¿eh, Castle? –le echó en cara acostumbrada.
-Ha sido mala suerte. –se maldeció a sí mismo.
-Pero, ¿cómo se les ocurre entrar en un apartamento precintado y sin orden del juez?
Esposito y Ryan les deseaban suerte para que nos les echara del caso. Se oían los gritos hasta la planta principal. Cuando salieron Beckett tenía una cara de “ya te lo dije” y Castle de “vaya puta mierda”. No la expulsó del caso solo no podía salir de la comisaría ni ella ni él si no fuera porque había acabado la jornada o por alguna otra cosa comunicada. Lo que a Beckett hoy la imposibilitaba salir de la comisaría para acompañar a Castle a la rehabilitación. O eso pensaba ella...
Cuando Castle ya cogió un taxi para llegar al centro Beckett se le ocurrió una idea que tachó de “Idea de Castle en mi cabeza”. Preguntó a Gates si podía acompañar a Castle a rehabilitación que la estaba esperando abajo y coló. La dio luz verde para poner su plan en marcha.
Cuando llega al apartamento de Josh se empieza a arrepentir pero sigue adelante con su idea.
-Tengo que descubrir quién le mato, tengo que descubrirlo. –se auto habló para darse fuerzas.
Volvió a registrar el apartamento de punta a punta solo que esta vez encontró algo que prefería 1000 veces antes que fuese el diablo. Debajo de la alfombra había un tablón que se levantaba y debajo encontró una caja fuerte cerrada pero sin introducir el código para que se acabará de cerrar asía que la pudo abrir sin problemas. Dentro encontró unos papeles que les había visto hace un par de años y que esta vez no tendría remordimientos al entregarlos. De repente llama alguien y cuando lo va a coger era Castle.
-Beckett.
-¡Hola! –saludó como un niño pequeño.
-Castle, tenías razón. En el apartamento había algo más que el móvil.
-Y, ¿qué es?
-Cuando llegues a casa te lo explico es muy largo de contar pero aparece el número 08672241.
Los 2 se quedaron petrificados por ese número.
Os dejo con la intriga aunque muchos os acordareis de él.
Seguro que una parte no os gusta pero espero que lo hayáis disfrutado igual que yo al escribirlo.
NOS LEEMOS
BeckYvetteCaskett- Actor en Broadway
- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 14/10/2013
Edad : 24
Localización : Dreamworld, Castleland
Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
sigueeee encantaaaaa! Y BUUUH JOSH
Apocalipsis.- As del póker
- Mensajes : 385
Fecha de inscripción : 08/08/2013
Edad : 27
Localización : Vivo con David el Nomo :3
Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
me lo he aventado todo hoy me encanta espero el prox.
Caskett(sariita)- Policia de homicidios
- Mensajes : 576
Fecha de inscripción : 25/10/2013
Edad : 24
Localización : En el mundo de los sueños
Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
continua me has dejado petrificada por la historia!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Caskett1123- As del póker
- Mensajes : 398
Fecha de inscripción : 12/11/2013
Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
Yaa por eso lo mateApocalipsis. escribió:sigueeee encantaaaaa! :inlove:Y BUUUH JOSH
BeckYvetteCaskett- Actor en Broadway
- Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 14/10/2013
Edad : 24
Localización : Dreamworld, Castleland
Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
o.o continuaaaaaaaaaaaaaaa
_Caskett_- Escritor - Policia
- Mensajes : 2936
Fecha de inscripción : 22/01/2013
Localización : en un mundo feliz
Re: Tengo que descubrirlo (COMPLETADO)
sigueeeee sigueeee!
Caskett(sariita)- Policia de homicidios
- Mensajes : 576
Fecha de inscripción : 25/10/2013
Edad : 24
Localización : En el mundo de los sueños
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