Asesinato en la 12º

anita escribió:MAGNIFICOOOOO!!! BRILLANTEEEEEEE!!! EXPECTACULAR!!!!! y asi podria decir mil cosas maaaas!!! En serio me ha encantado y estoy deseando de leer la otra parte, que pasara con Castle y Beckett ahora kk se han besado!!??

Un urra por ti Kate HIP HIP HURRA y otro HIP HIP HURRAAA y otroo!! HIP HIP HURRAAA :cheers: :cheers: :cheers: :cheers:

Y esta esta fraseeeeee!! aiiii me han entrado un noseke por la barriguitaa jejejeje

Kate escribió:Castle acaricio el cuerpo de Beckett, aun sin creerse que fuese ella.

Kate escribió:
Kate seguia llorando. Nadie nunca habia luchado tanto por ella, jamas.
El caballero habia derrotado al fin al dragon y tras un gran esfuerzo, habia ascendido al torreon.
Castle la habia rescatado, despues de todo. Y por fin pudo sentirse libre, y volver a ser ella misma.[/b]

Kate escribió:hola!!! aqui esta mi primer fic!!! no es algo de amor (solamente). es un caso "especial" que se complica, cumpliendo algunas de nuestras ideas!! y tranquis, tendra un pequeño roce entre Castle y Beckett!! al empezar no esta muy emocionante, pero va cambiando a lo largo de la historia... espero que os guste!!!!

El sonido del telefono movil altero el sueño profundo de Kate Beckett. A tientas, alago la mano y agarro el aparato.
- Beckett. – contesto.
- Beckett, soy Esposito. Tenemos un caso. – le respondio la voz al otro lado de la linea telefónica.
- Donde?? – pregunto Kate, aun somnolienta.
- En Riverside. – contesto el.
- Riverside?? Eso no esta en Coney Island?? – pregunto ella.
- Si.
- Nosotro no nos ocupamos de los casos de alli...
- Emmm... – Esposito dudo antes de decir: - Es un caso... especial.
Kate, aun algo extrañada, se despidio y colgo.


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Nada mas bajarse del coche, tres hombres se le acercaron, a toda prisa.
- Que tenemos?? – pregunto Beckett.
- Un hombre aparece muerto... – empezo el detective Esposito.
- Decir “muerto” no queda bien. – corto Castle. – Sois inspectores de homicidios. Esta claro que esta muerto. – Castle hizo una de sus observaciones tipicas, con explicaciones sin interes alguno para el resto de los oyentes...
- Y tras esta interesante pausa informativa... – dijo sarcásticamente la inspectora. Luego, le hizo un gesto a Esposito para que continuase.
- Un hombre en un saco, subido en la noria.
- Oh, seguro que era un romántico... – comento Castle. Al ver la mirada interrogante de sus compañeros, puso los ojos en blanco y empezo a explicar: - Cita con una chica... Ver el amanecer en una noria...
Todos resoplaron y le miraron.
- Si, Castle. Es muy romántico eso de meter en un saco a tu pareja para que se caye... – dijo Beckett. – Anda!! Quiza deberia probar eso contigo, a ver si dejas de decir chorradas!! – le dio unas palmaditas en el hombro.
Los dos detectives se rieron por lo bajo.
- Acabas de decir que somos pareja?? – Castle la miraba, expectante. Le encantaba hacer rabiar a su compañera. – Porque yo lo he oido. Y vosotros??
- Si, yo si!! – contesto Esposito, siguiéndole el juego al escritor.
- Yo lo he oido. – corroboro Ryan, asintiendo con la cabeza.
Ella esbozo una media sonrisa y se dio la vuelta, camino hacia el vagon de la noria. Dentro de el, Lanie estaba sentada en el asiento, examinando el cuerpo, tirado en el suelo boca abajo. Cuando la vio aparecer, levanto la cabeza de la hoja donde estaba apuntando datos y la saludo.
- Como murio??
- Un disparo en la frente. Fue desde muy cerca. – explico ella.
- Quiza conocia al asesino... Algo mas?? Aun no se por que nos han llamado a nosotros...
Lanie la miro preocupada. Lentamente, le dio la vuelta al cadáver. A Kate su cara le era muy familiar, pero en ese momento, no fue eso lo que le corto la respiracion. El asesino le habia quitado la camisa a la victima y sobre su torso desnudo, grabada en la piel, estaba una frase que Beckett bien conocia, que habia leido miles de veces una y otra vez: “Para la extraordinaria KB y todos mis amigos de la 12º”. Beckett noto que se le paraba el corazon. Se giro para mirar a Castle a la cara, que acababa de llegar, mientras hablaba con Ryan y Esposito.
- Lo se. – dijo el. – Yo me quede con la misma cara. Pero que sepas que yo no he sido.
- Ademas, aun no te ha contado lo mejor. – dijo Ryan. Miro a Lanie para invitarla a hablar.
- Emm... La victima se llamaba Greg Williams. Trabajaba en la comisaria.
- Si, lo conozco. – asintió Kate. – Y que??
- Pues... que hemos encontrado esto junto al cuerpo.
Lanie le tendio una hoja de papel humeda. Ella la examino cuidadosamente. Parecia una lista. En la cabezera, estaban escritas en letras grandes: La 12º . Pero eso no fue lo que paralizo el cuerpo de Kate. En la lista habia doce nombres, de los cuales, el primero estaba tachado, pero se podia leer. Ponia Greg Williams. Beckett leyo los demas: Harry Matthew, Emma Hanck, Lindsy Stekner, Roselyn Karpowski, Sidney Perlmutter, Lanie Parish, Javier Esposito, Kevin Ryan, Roy Montgomery, Richard Castle y Kate Beckett...

CONTINUARA...

Kate escribió:aqui dejo la continuacion!!!

- Que significa esto??? – dijo Beckett. – Es una amenaza o algo??
- Aun no sabemos nada. – contesto Ryan.
- Todos nosotros estamos en la lista y el primero ya ha muerto. – Beckett giro la cabeza y miro a Lanie. – Sabes que puede ser el arma con que escribio el mensaje??
- Si. – contesto Lanie. – Es un cuchillo de cocina normal y corriente.
- Entonces, no hay nada?? – pregunto Castle.
- Por ahora, no. Os dire mas después de la autopsia.
Kate Beckett se agarro la cabeza. Habia tratado otras veces con asesinos locos obsesivos. Entre ellos, Scott Dunn, el que hizo volar su apartamento. Pero este era distinto. Les conocia. No hablaba de su equipo. Se habian vuelto muy famosos gracias a Castle. Pero no sabia como el asesino sabia el nombre de las otras personas. Como el de Perlmutter, que casi ni salia del laboratorio. O Stekner, que trabajaba en los archivos.
Sabia que algo raro habia ahí dentro.
De pronto, llamaron al movil de Ryan.
- Ryan... Si... Donde??... Vale, ahora mismo vamos.
- Pasa algo?? – pregunto Castle.
- Si, ha aparecido otro cuerpo.


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- Herida de bala en la frente, desde una corta distancia... – anuncio el doctor Perlmutter.
- Tambien conocia al asesino... – comento Beckett.
- Pero bueno, Inspectora!!! – grito Perlmutter. – Quiere dejarme hacer mi trabajo en paz?? Y sin interrumpirme??
El doctor se dio media vuelta y volvio otra vez junto al cuerpo, bajo la mirada la mirada asombrada de Beckett.
- Que mosca le habra picado??? – pregunto Esposito.
- La de todos los dias, supongo. – dijo Castle.
La ultima victima habia aparecido en un parque a las afueras de Manhattan. Es decir, el asesino no tenia preparados los crímenes. Mataba en un orden riguroso y alli donde sus victimas se encontrasen. Greg vivia en Coney Island, bastante cerca de la feria donde aparecio.
- Harry Matthew. Trabajaba en la comisaria. – el doctor le dio la vuelta al cuerpo, mostrando su pecho desnudo. En el estaba escrito: “Ja, ja, ja. SMF” .
- Se esta riendo de nosotros... – susurro Beckett, mirando al cadáver.
- SMF??? Que es eso?? – pregunto Castle.
- Si lo supiésemos, no estariamos aquí. – dijo Perlmutter, irritado.
Kate se agacho y examino los bolsillos de la victima. Ahí, encontro una hoja de papel arrugada. Era una lista, con los mismo nombres que la anterior. Pero esta vez, tanto el primero como el segundo nombre estaban tachados... Pero eso no fue lo que llamo la atención de la inspectora. El ultimo nombre, el de Kate Beckett, estaba rodeado y de el salia una flecha que llegaba a parar entre dos nombres: Harry y Emma...
Beckett abrio los ojos, atonita. Miro a sus compañero, con una mirada que pedia a gritos su ayuda. Ella era la siguiente...

Kate escribió:GRACIAS, CHICAS!!!! aqui dejo la continuacion...

Oh, ese suave aroma a café relajaba a Richard por las mañanas. Caminando por la comisaria, penso que tal vez, podria hacerse un café para el y otro para su querida compañera. Pero al asomarse, se dio cuenta de que no estaba. En primer lugar, eso no extraño a Castle. No todos eran perfecto. Luego, se dio cuenta de que Beckett casi lo era, y que nunca habia llegado tarde al trabajo. Después, vino la preocupación. Esa sensación que sentia cuando notaba que Alexis estaba en peligro o que la podian hacer daño. Castle odiaba ese sentimiento. Corrio a su escritorio, esperando que sus cosas estuvieran ahí y que se hubiese ido al baño. No habia nada.
- Eh, chicos. – le dijo a los detectives, que estaban ojeando su ordenador. – Habeis visto a Beckett??
- No. – dijo Esposito.
- Creiamos que vendría contigo. – añadio Ryan.
- Pues no. – Castle puso cara de susto. En momentos como esos, solia asustarse con facilidad.
Cogio su movil y la llamo varias veces, bajo la mirada preocupada de los detectives. No lo cogia.
Richard les miro, esperando que ellos supiesen que hacer. Se le acercaron corriendo. De pronto, una idea paso por su mente.
- El GPS... – murmuro.
- GPS??? No sirve para nada – dijo Esposito.
- No hablo del GPS de su movil. – los dos le miraron, interrogantes. – Anoche fui a verla a su casa y sin que se diese cuenta, le coloque un pequeño dispositivo de GPS en el cuello de su camiseta.
En cualquier otro momento, ese comentario habria sido victima de burlas y risitas, pero en la comisaria no estaban de humor para eso.
Castle consulto el GPS de su movil. A los pocos segundo, un punto rojo aparecio en la pantalla.
- Esta en su casa. – susurro Castle.


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Llegaron lo mas rapido que pudieron con todo un grupo de patrullas y ambulancias, pero en su apartamento no habia nadie.
- Oh, apesta a cloroformo!! – exclamo Lanie cuando entro en la habitación.
- Cloroformo?? – repitio Castle.
- Si, es una sustancia para... – explico Lanie.
- Si, se lo que es el cloroformo. – corto el. – Decia que es muy raro que quisiese dormirla. No esta su cuerpo, no hay sangre por ninguna parte...
- Eh, mirad esto. – les llamo Ryan.
Estaba agachado junto a la mesita de café, observando un monton de ropa tirado en el suelo.
- Era esa la camiseta donde pusiste el GPS?? – le pregunto Esposito.
Castle se acerco mas y examino la ropa. Era la camiseta y las mallas que Kate llevaba la noche anterior. Busco en el cuello y saco el GPS.
- Lo sabia... – murmuro Castle. – Por eso le ha quitado la ropa...
- Castle. – llamo Esposito.
Le tendio una lista. Los nombres eran los mismos, pero ademas de la flecha de antes, al lado habia algo escrito: 12 horas. Luego le tendio el reloj del padre de Kate, que estaba parado en las doce y veintidós.
- No esta muerta. – dijo Castle. – Quiere retarnos, para encontrarla. Esta hora debe de ser cuando se la llevo, cuando empezo la cuenta atrás.
- No vamos a conseguirlo. – dijo Esposito. – No tenemos ni una pista.
Richard se quedo un rato pensando, con la mirada fija en el monton de ropa.
- Anoche, Kate dijo que solo podian entrar en su apartamento ella o el guardia de seguridad. Un tal... Flich... – dijo de repente.
- Por eso conocia a todos!! – dijo Ryan.
- Bien, volvamos a la comisaria y busquemos todo lo que encontremos sobre ese tal Flich. – dijo Esposito.


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- “Jacob Flich, 45 años. No esta casado y vive a las afueras de Long Island, cerca de Manhattan.” – leyo Ryan. – No hay nada mas.
- Nada de nada?? – Castle se acerco corriendo y se sento a su lado.
- Mmm... Ah, espera. – dijo el. – Tiene un hermano. Vive aquí, en Nueva York. Su nombre es Seamus Flich.
- Seamus Flich... – dijo Richard, pensativo. – No tiene un segundo nombre ni nada de eso??
Ryan tecleo algo en el ordenador. Unos segundo después, un archivo lleno de letras aparecio en la pantalla.
- Su nombre entero es Seamus Michael Flich. – anuncio. – Estaba casado, pero su mujer y sus hijos murieron en un accidente de trafico hara unos 5 meses.
- Seamus Michael Flich... SMF!!! – salto Castle.
- Es tan tonto como para haber dejado su nombre?? – inquirio Esposito.
- No quiere matar, quiere vengarse... – dijo Castle. – Y para ello, cuenta con la ayuda de su hermano.
- Venganza?? – pregunto Ryan, extrañado.
- Algo debio de pasarle... Algo que le dolio y os culpa a vosotros. – Castle dejo vagar su mirada por la comisaria hasta que se le ocurrio una idea. – Su familia!! Hay que investigar que sucedió.
- Eso esta hecho. – dijo Ryan mientras cogia el movil y hacia unas cuantas llamadas telefónicas.
Cuando se quedaron solos, Esposito empezo a hablar:
- Estas bien, tio??
- Si, por que no deberia estarlo?? – contesto el, sin mirarle a la cara.
- Porque van a matar a Beckett.
- Vale, puedo estar preocupado, pero nada mas. – insistio el. – Solo somos... compañeros.
- Ya... – Esposito no estaba del todo convencido. – Voy a empezar a buscar donde puede estar Beckett. Me ayudas??
- Dame unos minutos.
- Bien. – Esposito dio la vuelta y se encamino al despacho de Montgomery.
Castle se quedo parado, sintiendo como el dolor y la preocupación infectaban su cuerpo hasta sentir tanto dolor que casi ni querer moverse. Necesitaba encontrar a Beckett...


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Lo que primero que la inspectora Beckett sintio fue que tenia frio. Ligeras ráfagas de viento golpeaban su piel, lo que hacia que ella se estremeciera. Con todas las fuerzas posibles, abrio los ojos. Vio una estancia no muy grande, desolada. Supuso que debia estar en una fabrica o almacen o algo muy similar. Se miro el cuerpo. Estaba desnuda, unicamente vestida con ropa interior.
De pronto se asusto. No sabia como habia llegado ahí, ni lo que le habia pasado. Intento moverse, pero unas esposas ataban sus muñecas. A su vez, estas estaban enganchadas a unas gruesas cadenas que salian de la pared. Tiro con fuerza, pero lo unico que consiguió fue hacerse daño en la piel de las muñecas.
Sentia miedo. Miedo de que pudieran matarla. De que nadie se hubiese dado cuenta de que estaba ahí. De que sus compañeros nunca descubriesen a tiempo donde estaba...
Un ruido de pasos la saco de sus pensamientos.
- Inspectora, veo que esta bien. – le dijo una voz.
Un hombre canoso y con entradas se le acerco, sonriente.
- Quien es usted?? Que hago aquí??
- Inspectora, ahora no estamos en un interrogatorio. – el hombre se acerco y Beckett se alejo todo lo que pudo de el. – Ademas, en casos como estos, soy yo el que tiene la palabra, no tu.
Kate se quedo callada. Intentaba ocultar su miedo, para no parecer vulnerable frente a el. Pero no estuvo del todo convencida de haberlo conseguido.
- Tus amiguitos ya saben que no estas. Tendran 12 horas para encontrarte. Si no... – señalo la pistola que tenia en su chaqueta. – Ay, es una pena. Eres tan hermosa...
El hombre se abalanzo sobre ella y la agarro del cabello, para hecharle la cabeza un lado. El, empezo a olerle el cuello y ella se intento apartar, pero la tenia inmovilizada contra la pared.
El hombre, con la mano que tenia libre, empezo a recorrer el cuerpo semidesnudo de Kate, de forma despreciable, como si de un objeto se tratase. Eso fue el colmo para ella. Levanto la pierna y le dio un rodillazo en la entre pierna.
Kate vio con siniestro placer como el hombre se torcia hacia delante, jadeando. Cuando el se le acerco otra vez, levanto la pierna y le golpeo en el estomago. Pero la siguiente vez, la pillo desprevenida y el la agarro del pie, haciendo que Beckett se tambalease. Se acerco a ella y agarro las cadenas a las que tenia las manos atadas. De un tiron, las alzo en el aire, inmovilizando sus brazos y él le atesto un codazo en las costillas. Kate jadeo de dolor e intento doblarse, pero el hombre seguia tirando de las cadenas.
El hombre se le acerco tanto que casi pudo sentir su aliento.
- Vuelve a hacer algo como eso y te juro que te vuelo los sesos. – le susurro el al oido. – Me oyes??
- Si. – murmuro Kate con las ultimas fuerzas que le quedaban.
El hombre la solto de golpe y se fue, dejándola sola, tirada en el suelo.
Se palpo las costillas, para comprobar que no estaban rotas. No lo parecian, pero le dolia el pecho con solo respirar. Pero eso no era lo que hizo que a Kate se le escapase una discreta lagrima. Sabia que esas eran sus ultimas horas.

CONTINUARA!!!