Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
este capitulo me a E N C A N T A D O y tocando una de mis grandes pasiones!
yo me hubiese quedado con el carrera GT o el AC cobra...
por cierto el mitico de james bond es el DB5
para no tener ni idea de coches te a quedado muuuuuuuuuy bien te lo has currado!
yo me hubiese quedado con el carrera GT o el AC cobra...
por cierto el mitico de james bond es el DB5
para no tener ni idea de coches te a quedado muuuuuuuuuy bien te lo has currado!
vicky_heat- Moderador
- Mensajes : 1485
Fecha de inscripción : 23/07/2010
Edad : 30
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
vicky_heat escribió:este capitulo me a E N C A N T A D O y tocando una de mis grandes pasiones!
yo me hubiese quedado con el carrera GT o el AC cobra...
por cierto el mitico de james bond es el DB5
para no tener ni idea de coches te a quedado muuuuuuuuuy bien te lo has currado!
¡OIDO COCINA! Edito el post para poner el DB5. Me imagino que al tomar notas y luego leerlas para el FIC ¡, confundí el 5 por la S.
GRACIAS.
Lo que he dicho. Completamente negada para coches. De hecho, el que sube en el mío y quiere escuchar la radio tiene que cantar, ya que el hueco destinado a la radio lo uso de porta todo, menos para llevar la radio.
qwerty- Escritor - Policia
- Mensajes : 1631
Fecha de inscripción : 27/04/2011
Localización : En la luna de Valencia
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Yo con lo de los coches como que me quedo igual. Con mi C3 me basta y me sobra.
Muy bueno el capítulo.
Muy bueno el capítulo.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Genial el capítulo!! como todos los que escribes, me encanta este fic en general!!
rakel- Escritor - Policia
- Mensajes : 1218
Fecha de inscripción : 08/01/2011
Edad : 32
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Vaya! Este fic me ha enganchado que no veas! Espero que sigas muy pronto! A veces pienso que vuestras ideas son mas buenas que las de Marlowe! jajajaj. ¿Solo falta un capítulo? ¿No podrias alargarlo mas? En fin, supongo que los autores de fics tambien necesitan descansos!
Party_Castle- As del póker
- Mensajes : 356
Fecha de inscripción : 04/07/2011
Edad : 27
Localización : Cataluña/ L.A.!!!
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
partyCastle escribió:Vaya! Este fic me ha enganchado que no veas! Espero que sigas muy pronto! A veces pienso que vuestras ideas son mas buenas que las de Marlowe! jajajaj. ¿Solo falta un capítulo? ¿No podrias alargarlo mas? En fin, supongo que los autores de fics tambien necesitan descansos!
Gracias es todo un halago.
Y... no. Falta más de 1 capítulo, lo único que por problemas... míos. No tengo tiempo para subir más. Hace tiempo que se me acabaron las páginas colchón de las que hablé hace varias páginas y ahora ando bastante apurada con mis cosas.
Piensa que si es vuelta al trabajo deberá acabar o en la puerta de comisaría o con el pijamita y la cartera hecha para entrar como el primer día de escuela.
qwerty- Escritor - Policia
- Mensajes : 1631
Fecha de inscripción : 27/04/2011
Localización : En la luna de Valencia
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
- Prácticamente está hecho a mano. Lo vale. ¡Ei! La reserva está lista. Se me ha abierto el apetito. Si cenamos pronto antes cogeremos el coche para irnos al casino y luego… a lucirse por las discotecas.
Entraron al restaurante Tailandés y les tenían preparado todo un menú completo con los platos más tradicionales y algo menos tradicionales para cuando les entrase grima con el plato tradicional. Era un restaurante acogedor, con bastantes mesas pero el aforo estaba incompleto. Se encontraban en una sala del restaurante en la que no hacían espectáculo por lo que pasaron una velada agradable y sin distracciones.
Castle empezó a hablar de nuevo de coches y lo mucho que le gustaba la serie Rider Knight donde aparecía KITT y su homónimo malvado KARR. Poco a poco derivaron la conversación sobre sus programas de televisión favoritos, los que veían de jóvenes y al final parecía más un concurso donde uno preguntaba una escena y el otro tenía que adivinar a qué serie o película pertenecía, como otras tantas veces se habían retado para ver cual de los dos era mejor. Castle se creía que ganaría por goleada porque contaba con que a ella le gustaba más la lectura que la televisión y que sólo conocería las películas y series por encima pero se dio con un canto en los dientes en cuanto comprobó que ella era tan tele adicta como él, o al menos su memoria en situar los actores y escenas de películas y series era tan grande como la de él. El premio para el que ganase el concurso era estrenar el coche.
Al final de la velada Castle ganaba a Beckett por muy poco. Ella perdía debido a que Castle encontró su punto débil, empezó a preguntarle por series actuales. En los últimos años Beckett no había tenido tanto tiempo de ver la televisión. Mientras, Castle confesó que de vez en cuando se ponía la tele mientras escribía, prefería la caja tonta a la radio para tener un sonido que lo acompañase de fondo.
Sin embargo, si se refería a películas Beckett ganaba por un pequeño margen de diferencia ya que algunas veces, cuando acababa un caso y eran altas horas de la madrugada y no le apetecía más papeleo ni siquiera ojear sus novelas favoritas, prefería irse a un cine a descansar y desconectar durante hora y media antes que ver el teletienda en su casa. Prácticamente le daba igual el tipo de película, ya fuese una reposición reciente de cartelera, una película japonesa sin subtítulos o una en blanco y negro con un jovencísimo Clark Gable.
Les pareció que acabaron la cena antes de lo esperado porque el tiempo se les pasó deprisa. La noche apenas había empezado y Castle no quería demorarse mucho más porque tenía unas ganas tremendas de estrenar su juguete. Así, salieron del restaurante camino a la exposición donde el vehículo lo tenían a las puertas. Firmó el contrato y en cuanto tuvo en la mano la llave del coche le recorrió un escalofrío todo el cuerpo.
Beckett al ver que estaba más emocionado que un niño con una piruleta se dirigió directamente al asiento del copiloto. El concurso de series y películas lo había ganado él por lo que estrenaría el vehículo y había pactado que parte de la noche lo conduciría ella debido al pequeño margen de derrota, pero viendo su emoción le dejaría conducir lo que quisiera, no quería quitar la piruleta al niño.
Llegaron al Venetian por la puerta principal, no le hizo falta tocar el claxon o encender en un flash las luces largas para llamar la atención del aparcacoches. De hecho, con sólo el ruido de los 600 caballos de su motor llamaba la atención de cualquiera. La gente en la entrada del hotel se giró a mirar y se pararon a esperar qué celebridad bajaba del vehículo.
El joven mozo del hotel se acercó al vehículo mirándolo con más fervor que cuando llevaba a su novia a un lugar solitario y de la misma manera que la desnudaba mentalmente hasta llegar al lugar intentaba desnudar al vehículo y averiguar qué actor, cantante, deportista, político podría llevar dentro. Tal cual indicaba las normas del hotel, se acercó primero a la puerta del copiloto para realizar su servicio y abrir la puerta y ayudar en lo que fuera necesario a la persona sita en esa parte del vehículo. Ofreció la mano a la mujer de ese lado para ayudarla a salir. Ella aceptó la mano y sacando un pie fuera luego el otro, se incorporó del asiento con unas de las piernas más largas que había visto porque la falda que llevaba esa mujer tapaba poco más abajo de su trasero. No pudo evitar recorrerla desde los pies a la cabeza y se paró a mirarla a los ojos intentando reconocerla de alguna revista o película. Después de un par de segundos embobado, ella se soltó de su mano forzadamente y se acordó que tenía que abrir la puerta del piloto.
Rodeó el vehículo y al llegar a la puerta del piloto ya se estaba entreabriendo. Salió un hombre elegantemente vestido y con una sonrisa de actor de cine. Le tendió las llaves del vehículo con un billete plegado mientras no quitaba la vista a su acompañante. Cuando se apoderó de las llaves el hombre salió al encuentro de su pareja, apoyó la mano en su espalda y se dirigieron al interior del hotel.
- Rick, esto es peor que las presentaciones de tus libros.
- ¿Por qué?
- Todos nos están mirando.
- ¿Ves? Cuando luego vayamos a bailar verás cómo nos dejan entrar sin preguntar. El taxi de ayer no causó ninguna sensación.
- Es que el deportivo es demasiado… ostentoso.
- Pues lo elegiste tú.
- Ah, no. Ahora no me quieras echar el muerto a mí que lo del coche fue idea tuya.
- ¿Echar el muerto? Ya lo haces inconscientemente, ja, ja, ja.
- Hum… En el concesionario no parecía tan escandaloso como aquí.
- Estaba rodeado de otros parecidos y escogiste el que más destacaba.
- Hum. Bajo tu indicación “James” Castle. Me voy a la habitación.
- ¿Eh? ¿Qué? ¿Cómo? Creía… ¿Te vas?
- ¡Ei! Después de la cena tengo… ir al aseo… y terminar de arreglarme. Y… comprobar que han traído mis cosas.
- Controladora…
- No tardo, relájate.
- ¿Ahora eres tú la que me manda que me relaje? Ja, ja, ja. Creo que al fin la terapia del fin de semana está dando sus frutos…
Beckett se alejó hacia los ascensores sonriendo y después de quince minutos apareció de nuevo. Llevaba un recogido parecido a la noche anterior y se había adecuado el maquillaje para la noche. Al llegar a la altura de Castle percibió que también había marcado su perfume.
- ¿Ya estás lista del todo? Bonito peinado… y hueles bien.
- Tú aprovechaste en la tienda de caballeros para terminar de arreglarte ¿no? Aún parece que te acabes de echar el perfume. Ahora era mi turno.
- ¿Han traído todas las cosas?
- Sí. Y también me he dado cuenta que han traído el vestido lila limpio de la tintorería. ¿Tú sabes algo de eso?
- Nop.
- Pues mientes muy mal.
- Pero a que ha estado bien ir de compras.
- Sí – Castle vió que Beckett se llevaba la mano al botón de la chaquetilla pero sin la cara de pánico de la tienda.
- Vamos al casino.
- Vamos.
Entraron por segunda noche consecutiva al casino y se dirigieron al mostrador para recoger las fichas del casino.
- Kate ¿Cuánto te queda?
- Veamos… perdí un montón entero y del segundo después del desastre quedaban unos 7500. Así que aún tengo unos 107500… Más la ficha de la buena suerte ¿Y tu?
- Voy mejor que tú. Me quedan unos 75000.
- ¿Y a eso lo llamas ir mejor que yo?
- ¿Acaso no recuerdas que apostamos quién de los dos perdía antes el dinero?
- Ehhh. Sí. Me acuerdo.
- Ya se me ha ocurrido lo que nos podíamos apostar.
- Tú dilo primero y luego ya te digo si acepto.
- Aceptarás. El que gane. Mejor dicho, el que pierda primero todo el dinero elige las salas de baile. Si gano yo elijo dónde vamos a ir a menear el cuerpo y si ganas tú pues las eliges tú.
- ¿Aunque te haga ir a Studio 54 y hacerte bailar a lo Tony Manero?
- ¿No te das cuenta que con eso me harías feliz? Es que si gano yo, vamos al Studio 54 y te hago bailar conmigo al centro de la pista.
- Oh, Dios… Creo que va a ser difícil olvidar esta noche.
- ¿Te apuestas algo? Ja, ja, ja, ja.
- No, ya está bien de apuestas…
- Eso sí. Si me haces el favor…
- Cual favor.
- Me gustaría que esta noche…
- ¿Sí?
- Tu…
- Suéltalo ya. Después de todo el día que llevamos no vengas ahora con timideces.
- Me gustaría acabar el día como lo hemos empezado. Que tanto en el casino como luego vayamos juntos. Aunque a ojos de los demás les pueda parecer que somos pareja… quisiera que no le des tanta importancia aunque haya que fingir en algún momento para no dar tanta explicación. Esto te lo pido yo.
- ¿Cómo?
- Sé que no te importa demasiado la opinión de los demás pero cuando nos han confundido con una pareja ahí siempre te excusas, y a veces es peor, fíjate en lo que pasó ayer. Quisiera que al igual que hemos empezado el día divirtiéndonos juntos lo acabáramos también y si nos confunden pues… tampoco hay que dar muchas explicaciones a extraños… Quisiera a diferencia de ayer… apostar contigo en el casino. El día empezó muy bien y quisiera que acabara igual de bien.
- Eh… Sí, está bien. Tampoco… te iba a pedir que te fueras.
- Bien. ¿Por dónde empezamos?
- ¿Póquer?
- Hoy estoy de ánimos para parlotear. ¿Algo más informal?
- Black jack. Nos sentamos en una mesa para los dos.
- Estaría bien. Pero se me ocurre…
- ¿Sí?
- ¿Y si vamos al juego más escandaloso del casino? El único juego donde se divierte tanto el espectador como el jugador ya que puedes hacer apuestas con lo que hace el jugador
- ¿La ruleta?
- Casi. El tablero es casi idéntico. Y es el juego donde tienes mayores probabilidades de ganar así que será más complicado ver quien de los dos pierde su dinero.
- Creo que ya sé a qué juego te refieres.
- Muchas veces el hotel pone estas mesas más arrinconadas para no molestar a los jugadores de póquer y también las ponen bien a la vista como atractivo turístico. Estoy hablando de
- Craps. Dados.
Entraron al restaurante Tailandés y les tenían preparado todo un menú completo con los platos más tradicionales y algo menos tradicionales para cuando les entrase grima con el plato tradicional. Era un restaurante acogedor, con bastantes mesas pero el aforo estaba incompleto. Se encontraban en una sala del restaurante en la que no hacían espectáculo por lo que pasaron una velada agradable y sin distracciones.
Castle empezó a hablar de nuevo de coches y lo mucho que le gustaba la serie Rider Knight donde aparecía KITT y su homónimo malvado KARR. Poco a poco derivaron la conversación sobre sus programas de televisión favoritos, los que veían de jóvenes y al final parecía más un concurso donde uno preguntaba una escena y el otro tenía que adivinar a qué serie o película pertenecía, como otras tantas veces se habían retado para ver cual de los dos era mejor. Castle se creía que ganaría por goleada porque contaba con que a ella le gustaba más la lectura que la televisión y que sólo conocería las películas y series por encima pero se dio con un canto en los dientes en cuanto comprobó que ella era tan tele adicta como él, o al menos su memoria en situar los actores y escenas de películas y series era tan grande como la de él. El premio para el que ganase el concurso era estrenar el coche.
Al final de la velada Castle ganaba a Beckett por muy poco. Ella perdía debido a que Castle encontró su punto débil, empezó a preguntarle por series actuales. En los últimos años Beckett no había tenido tanto tiempo de ver la televisión. Mientras, Castle confesó que de vez en cuando se ponía la tele mientras escribía, prefería la caja tonta a la radio para tener un sonido que lo acompañase de fondo.
Sin embargo, si se refería a películas Beckett ganaba por un pequeño margen de diferencia ya que algunas veces, cuando acababa un caso y eran altas horas de la madrugada y no le apetecía más papeleo ni siquiera ojear sus novelas favoritas, prefería irse a un cine a descansar y desconectar durante hora y media antes que ver el teletienda en su casa. Prácticamente le daba igual el tipo de película, ya fuese una reposición reciente de cartelera, una película japonesa sin subtítulos o una en blanco y negro con un jovencísimo Clark Gable.
Les pareció que acabaron la cena antes de lo esperado porque el tiempo se les pasó deprisa. La noche apenas había empezado y Castle no quería demorarse mucho más porque tenía unas ganas tremendas de estrenar su juguete. Así, salieron del restaurante camino a la exposición donde el vehículo lo tenían a las puertas. Firmó el contrato y en cuanto tuvo en la mano la llave del coche le recorrió un escalofrío todo el cuerpo.
Beckett al ver que estaba más emocionado que un niño con una piruleta se dirigió directamente al asiento del copiloto. El concurso de series y películas lo había ganado él por lo que estrenaría el vehículo y había pactado que parte de la noche lo conduciría ella debido al pequeño margen de derrota, pero viendo su emoción le dejaría conducir lo que quisiera, no quería quitar la piruleta al niño.
Llegaron al Venetian por la puerta principal, no le hizo falta tocar el claxon o encender en un flash las luces largas para llamar la atención del aparcacoches. De hecho, con sólo el ruido de los 600 caballos de su motor llamaba la atención de cualquiera. La gente en la entrada del hotel se giró a mirar y se pararon a esperar qué celebridad bajaba del vehículo.
El joven mozo del hotel se acercó al vehículo mirándolo con más fervor que cuando llevaba a su novia a un lugar solitario y de la misma manera que la desnudaba mentalmente hasta llegar al lugar intentaba desnudar al vehículo y averiguar qué actor, cantante, deportista, político podría llevar dentro. Tal cual indicaba las normas del hotel, se acercó primero a la puerta del copiloto para realizar su servicio y abrir la puerta y ayudar en lo que fuera necesario a la persona sita en esa parte del vehículo. Ofreció la mano a la mujer de ese lado para ayudarla a salir. Ella aceptó la mano y sacando un pie fuera luego el otro, se incorporó del asiento con unas de las piernas más largas que había visto porque la falda que llevaba esa mujer tapaba poco más abajo de su trasero. No pudo evitar recorrerla desde los pies a la cabeza y se paró a mirarla a los ojos intentando reconocerla de alguna revista o película. Después de un par de segundos embobado, ella se soltó de su mano forzadamente y se acordó que tenía que abrir la puerta del piloto.
Rodeó el vehículo y al llegar a la puerta del piloto ya se estaba entreabriendo. Salió un hombre elegantemente vestido y con una sonrisa de actor de cine. Le tendió las llaves del vehículo con un billete plegado mientras no quitaba la vista a su acompañante. Cuando se apoderó de las llaves el hombre salió al encuentro de su pareja, apoyó la mano en su espalda y se dirigieron al interior del hotel.
- Rick, esto es peor que las presentaciones de tus libros.
- ¿Por qué?
- Todos nos están mirando.
- ¿Ves? Cuando luego vayamos a bailar verás cómo nos dejan entrar sin preguntar. El taxi de ayer no causó ninguna sensación.
- Es que el deportivo es demasiado… ostentoso.
- Pues lo elegiste tú.
- Ah, no. Ahora no me quieras echar el muerto a mí que lo del coche fue idea tuya.
- ¿Echar el muerto? Ya lo haces inconscientemente, ja, ja, ja.
- Hum… En el concesionario no parecía tan escandaloso como aquí.
- Estaba rodeado de otros parecidos y escogiste el que más destacaba.
- Hum. Bajo tu indicación “James” Castle. Me voy a la habitación.
- ¿Eh? ¿Qué? ¿Cómo? Creía… ¿Te vas?
- ¡Ei! Después de la cena tengo… ir al aseo… y terminar de arreglarme. Y… comprobar que han traído mis cosas.
- Controladora…
- No tardo, relájate.
- ¿Ahora eres tú la que me manda que me relaje? Ja, ja, ja. Creo que al fin la terapia del fin de semana está dando sus frutos…
Beckett se alejó hacia los ascensores sonriendo y después de quince minutos apareció de nuevo. Llevaba un recogido parecido a la noche anterior y se había adecuado el maquillaje para la noche. Al llegar a la altura de Castle percibió que también había marcado su perfume.
- ¿Ya estás lista del todo? Bonito peinado… y hueles bien.
- Tú aprovechaste en la tienda de caballeros para terminar de arreglarte ¿no? Aún parece que te acabes de echar el perfume. Ahora era mi turno.
- ¿Han traído todas las cosas?
- Sí. Y también me he dado cuenta que han traído el vestido lila limpio de la tintorería. ¿Tú sabes algo de eso?
- Nop.
- Pues mientes muy mal.
- Pero a que ha estado bien ir de compras.
- Sí – Castle vió que Beckett se llevaba la mano al botón de la chaquetilla pero sin la cara de pánico de la tienda.
- Vamos al casino.
- Vamos.
Entraron por segunda noche consecutiva al casino y se dirigieron al mostrador para recoger las fichas del casino.
- Kate ¿Cuánto te queda?
- Veamos… perdí un montón entero y del segundo después del desastre quedaban unos 7500. Así que aún tengo unos 107500… Más la ficha de la buena suerte ¿Y tu?
- Voy mejor que tú. Me quedan unos 75000.
- ¿Y a eso lo llamas ir mejor que yo?
- ¿Acaso no recuerdas que apostamos quién de los dos perdía antes el dinero?
- Ehhh. Sí. Me acuerdo.
- Ya se me ha ocurrido lo que nos podíamos apostar.
- Tú dilo primero y luego ya te digo si acepto.
- Aceptarás. El que gane. Mejor dicho, el que pierda primero todo el dinero elige las salas de baile. Si gano yo elijo dónde vamos a ir a menear el cuerpo y si ganas tú pues las eliges tú.
- ¿Aunque te haga ir a Studio 54 y hacerte bailar a lo Tony Manero?
- ¿No te das cuenta que con eso me harías feliz? Es que si gano yo, vamos al Studio 54 y te hago bailar conmigo al centro de la pista.
- Oh, Dios… Creo que va a ser difícil olvidar esta noche.
- ¿Te apuestas algo? Ja, ja, ja, ja.
- No, ya está bien de apuestas…
- Eso sí. Si me haces el favor…
- Cual favor.
- Me gustaría que esta noche…
- ¿Sí?
- Tu…
- Suéltalo ya. Después de todo el día que llevamos no vengas ahora con timideces.
- Me gustaría acabar el día como lo hemos empezado. Que tanto en el casino como luego vayamos juntos. Aunque a ojos de los demás les pueda parecer que somos pareja… quisiera que no le des tanta importancia aunque haya que fingir en algún momento para no dar tanta explicación. Esto te lo pido yo.
- ¿Cómo?
- Sé que no te importa demasiado la opinión de los demás pero cuando nos han confundido con una pareja ahí siempre te excusas, y a veces es peor, fíjate en lo que pasó ayer. Quisiera que al igual que hemos empezado el día divirtiéndonos juntos lo acabáramos también y si nos confunden pues… tampoco hay que dar muchas explicaciones a extraños… Quisiera a diferencia de ayer… apostar contigo en el casino. El día empezó muy bien y quisiera que acabara igual de bien.
- Eh… Sí, está bien. Tampoco… te iba a pedir que te fueras.
- Bien. ¿Por dónde empezamos?
- ¿Póquer?
- Hoy estoy de ánimos para parlotear. ¿Algo más informal?
- Black jack. Nos sentamos en una mesa para los dos.
- Estaría bien. Pero se me ocurre…
- ¿Sí?
- ¿Y si vamos al juego más escandaloso del casino? El único juego donde se divierte tanto el espectador como el jugador ya que puedes hacer apuestas con lo que hace el jugador
- ¿La ruleta?
- Casi. El tablero es casi idéntico. Y es el juego donde tienes mayores probabilidades de ganar así que será más complicado ver quien de los dos pierde su dinero.
- Creo que ya sé a qué juego te refieres.
- Muchas veces el hotel pone estas mesas más arrinconadas para no molestar a los jugadores de póquer y también las ponen bien a la vista como atractivo turístico. Estoy hablando de
- Craps. Dados.
qwerty- Escritor - Policia
- Mensajes : 1631
Fecha de inscripción : 27/04/2011
Localización : En la luna de Valencia
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
SOY ADICTA A TU FIC!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
NO VEO LA HORA DE TENER MUCHOSSSSSSSSSSSSS CAPITULOS MASSSSSSSSSSSS
GRACIAS POR CONTINUARLO
NO VEO LA HORA DE TENER MUCHOSSSSSSSSSSSSS CAPITULOS MASSSSSSSSSSSS
GRACIAS POR CONTINUARLO
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Me encanta!!! Necesitamos besoo yaaaaaaaaaaaaaaaa jejejejee
:)- Ayudante de policia
- Mensajes : 78
Fecha de inscripción : 22/07/2011
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
me encanta pero oye..una pregunta...
SE VAN A JUNTAR ESTOS DOS???..QUIERO DECIR..SE VAN A SINCERAR RESPECTO A LO QUE SIENTEN EL UNO X EL OTRO???
me encanta el fic...
SE VAN A JUNTAR ESTOS DOS???..QUIERO DECIR..SE VAN A SINCERAR RESPECTO A LO QUE SIENTEN EL UNO X EL OTRO???
me encanta el fic...
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Como me gusta este fic,se liaran estos al final y sobre todo quien perdera la apuesta jajaja.Esta muy interesante asi que sigue
Raúl- Moderador
- Mensajes : 1189
Fecha de inscripción : 18/05/2011
Edad : 32
Localización : Parla City
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Bueno, a ver como termina la noche. un capítulo espectacular, como siempre.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
ME EN-CAN-TA!
Es uno de mis fics favoritos.
Es uno de mis fics favoritos.
GabiiLovesMela<3- Escritor - Policia
- Mensajes : 1195
Fecha de inscripción : 24/07/2011
Edad : 29
Localización : Galicia
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
ains... que se nos acaba el finde!!!!!!!
que bien que esta tu fic!!!!!!!!
y que ganas de que sigas!!!!!!!
me encanta me encanta mucho
que bien que esta tu fic!!!!!!!!
y que ganas de que sigas!!!!!!!
me encanta me encanta mucho
IsaVera- Autor de best-seller
- Mensajes : 762
Fecha de inscripción : 10/01/2011
Edad : 40
Localización : Cartagena, Murcia
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
HOY TRAIGO RACIÓN DOBLE:
PRIMER PLATO
- - - - - - - - - - - - - - - - -
- Muchas veces el hotel pone estas mesas más arrinconadas para no molestar a los jugadores de póquer y también las ponen bien a la vista como atractivo turístico. Estoy hablando de
- Craps. Dados.
- Exacto. ¿Sabes jugar?
- Claro. ¿Por quién me tomas?
- Las reglas son complicadas y muchas personas entran en el juego sin conocer bien las apuestas.
- Rick. No es mi caso. Me desenvuelvo muy bien en un casino… Siempre y cuando por un despiste no se trate de gente millonaria como la de ayer… pero me conozco muy bien los juegos.
- ¿En qué faceta de la vida de Kate Beckett surgió esa adoración por el juego?
- Eso… es un secreto.
- ¿Llegaste a ser ludópata?
- Noo, si fuera así no entraría en un casino.
- ¿Robaste a la banca?
- Te digo lo mismo. Si fuera así no entraría en un casino.
- Seguro que no es tan malo. Cuéntamelo mientras me tomo un whisky, es que bbbrrruup – disimulando un eructo – Perdón. Aún me están repitiendo los grillos de la cena.
- Guarro. Y a mí aún me está dando asco vértelos comer. Con las patitas… entre los dientes – Beckett se raspaba el intermedio de los incisivos con una uña, como si fuera ella la que tenía una pata de grillo entre los dientes - arrgh. ¿Me pides otro a mí o aún estoy bajo la ley seca?
- Si piensas que los grillos son gambas crujientes tampoco era tan malo. Y sabían bastante bien. ¡Dos whiskys! Y no te tengo bajo la ley seca, pero recuerda que tenemos un coche con el que pasear y tú estás con medicación. Yo no voy a beber mucho hoy, es más, si bebes y te faltan reflejos para conducir… más parte para mí.
- La verdad es que no hay mucho que contar. Desde pequeña se me han dado bien los juegos de azar - Se acercaron a una de las mesas de Craps - Las cartas y dados ocupaban poco en la mochila del instituto, era mejor que estar siempre de cotilleo.
- Me cuesta verte de cotilleo con las chicas hablando de chicos y pensando qué ponerte para que se fijasen en ti.
- Es que yo no hablaba de cotilleo con el resto de las chicas o al menos con ese tipo de chicas. No me hacía falta hablar de ellos ya que al organizar alguna partida eran ellos los que venían a mí. Esas chicas podrían hablar lo que quisieran entre ellas que la que estaba todos los días con ellos era yo.
- Ah. Ya veo por donde vas. Pero les sería incómodo que les ganases.
- ¿Y quien te dice que estaban incómodos? – Dijo pícaramente - Tampoco pasaba nada si de vez en cuando me dejaba ganar.
- Ya… ¿Acabasteis jugando al Strip Póker?
- ¿Quieres que acabe de contarte la historia?
- Sí.
- Pues recuerda tu promesa de portarte bien y no preguntes cosas de ese estilo.
- Vaaale, pero no lo has negado. ¿te hiciste experta en el instituto?
- No y NO. Digamos que ahí adquirí la experiencia con las manos. ¿Nos vamos a la mesa de al lado? Parece más animada, hay alguien de racha… En primer curso del grado superior tuve un profesor de estadística muy bueno y basaba sus clases en la práctica, así que con él y otros compañeros de clase aprendí cosas bastante interesantes.
- Y comprobasteis si las clases prácticas eran correctas.
- Se puede decir que sí. Luego, un verano, para sacarme un dinero extra trabajé en una pequeña sala. No me hacía falta tener un certificado profesional, así que aquel verano terminé de aprenderme el funcionamiento de un pequeño casino. Uno grande es igual pero con más mesas, más gente y más organización, pero las reglas de los juegos son las mismas. Ya te dije que no había nada de especial. ¿Nos quedamos en esta mesa? Empieza la partida… apuesto a que consigue la línea de pase.
- Ha sido ilustrativo… La Kate Beckett del instituto y un trabajo de verano. Mis trabajos de verano eran peores. Créeme. Perdiste, ha sacado un 3.
- ¿En qué trabajaste para que sean peores? Déjame un rato y verás cómo se juega.
- Ehhh… Los detalles los dejo para otro momento pero durante un año entero fui mozo de cuadra, el trabajo de verano tuve que alargarlo… y te aseguro que recoger el estiércol no era lo peor. Si quieres ganar nuestra apuesta tienes que perder el dinero. ¿O tu orgullo de jugadora impide que pierdas?
- Déjame que me divierta un rato para ganar. Si luego hago las apuestas a tiradas duras o apuesto a box cars y snake eyes se me irá el dinero en un periquete… ¿Qué hay peor que recoger estiércol? – Asqueada.
- Ayudar al veterinario. Afortunadamente ahora puedo subir encima de un caballo y no tener que estar detrás de él o mirar dentro de él… o de una yegua. ¿Te pones en turno para tirar?
- Ahhg. Visceral.
- No podría ser más exacto. Y… ya que te das de experta en los Craps ¿algún consejo para un aprendiz como yo?
- Seguir el juego del apostador que esté en racha en ese momento y apostar a sus mismas apuestas y arriesgarlas un poco más.
- ¿Apostar al que más dinero gana?
- No. Apostar al que gana constantemente. Ése de la camisa hawaiana ha ganado en una apuesta mucho, pero en las cuatro rondas que llevamos sólo ha ganado ésta. La chica del Martini ha ganado en las cuatro tiradas aunque ha apostado menos dinero.
- ¿Con sólo cuatro tiradas ya te has fijado en todos?
- Casi todos. Apuesto 100 $ a Seven out para la siguiente tirada.
- 2 y 5. “Seven out”.
- ¡Wow! Y consigues 400 $ adicionales. La del Martini también lo hizo ¿Te fijaste en ella?
- No. Ahora es más por probabilidad que otra cosa. Si después de cuatro tiradas el jugador no saca El Punto, más vale que apuestes a siete que al punto. Si hubiera fallado, la próxima la habría hecho a siete pero con 150 $. Cuantas más veces esté sin sacar El Punto más probabilidad tienes de ganar. Claro, si no quieres arriesgarte a siete en la siguiente jugada siempre puedes hacer la apuesta de No Venir y esperar a que salga el siete cuando sea. Pero no es lo mismo ganar 100 que 400.
- Te lo tomas demasiado en serio…
- Es divertido.
- Pero casi habrá las mismas probabilidades de sacar Craps en la siguiente tirada que 7.
- Para apostar a Craps en la siguiente tirada prefiero hacer la apuesta de Horn a 4 costados.
- ¿Cómo? esa es peor.
- ¿Seguro? A veces ganarías tú con tus Craps y otras yo con el cuerno (Horn), pero me apuesto 10.000 de mis fichas para pasarlas a tu montón que si hacemos esa apuesta con la misma cantidad gano yo más dinero.
- ¿Apuesta dentro de la apuesta?
- Yo me tengo que librar de más dinero que tú para ganar nuestra apuesta personal ¿no? Y tampoco lo quiero poner todo encima de la mesa a una tirada absurda. Si gana mi Horn a 4 costados a tu Craps, 10.000 dólares de mi montón los paso a tu montón. ¿te atreves? – Sonriéndole desafiante.
- Acepto – Con el mismo tono desafiante.
Estuvieron apostando unos minutos hasta que llegó una jugada en la que les pareció que podían poner en práctica su apuesta.
- Venga, Rick. Empieza a apostar 100 dólares a Craps hasta que lo saque y yo lo haré al Horn de 4 lados.
- 3 y 5. El 8 gana.
- Hemos perdido Kate.
- Tú sigue. Otra vez 100 dólares.
- 2 y 3. El 5 gana.
- ¿Otra vez? – Pregunta Castle.
- Claro. Si empiezas a apostar a algo continúa hasta que se acabe el juego. Igual pierdes mucho dinero pero aún es peor cambiar de idea.
- 2 y 6. El 8 gana.
- Desde luego es la manera más rápida de perder dinero.
- Pero como jugamos con mucho y apostamos a perder es ideal poner en práctica este tipo de juego. Otros 100.
- 5 y 5. El 10 gana.
- ¡Casi! – Exclamó Beckett
- ¿Casi? Pero si tendría que sacar 12.
- Pero a mi me vale también el 11. Lo cobraría 15 a 1 y tú no te llevarías nada. Je, je, je.
- Ah! ¿Emocionada? Pon otros 100.
- Todavía no he empezado.
- 5 y 3. El 8 gana.
- Otra Rick.
- 6 y 4. El 10 gana.
- ¡Arrrgggh! – Exlamaron los dos.
- ¡Kate! He visto el otro 6 y se giró en el último momento al 4. ¿No deberíamos cambiar la apuesta al 8? Ya ha salido varias veces.
- Pon los 100 a Craps y haz lo que quieras con el 8. Yo sigo con mi Horn.
- 4 y 4. El 8 gana.
- ¡Gané! ¡Mi 8 ha ganado! ¡Mi 8 ha ganado! De 100 dólares…
- Ganas 116 dólares. Rick, hay que ser rápido en mates… Pon otros 100 a Craps.
- 6 y 6. El 12 gana. Craps.
- ¡Sí! – Exclamó Rick
- ¡Sí! – Exclamó Kate - ¿Por qué dices Sí?
- Porque he ganado, ha salido 12.
- Has ganado ¿qué? Te quedas igual.
- He ganado la apuesta.
- Pero te quedas igual y la nuestra la pierdes. Tu ganas 100 por 7, 700. Yo, al tener un Horn a 4 costados apuesto a cada número la cuarta parte, así que apuesto 25 dólares al 12 por 30… 750 pavos. Te gano. Así que ten – Beckett cogió el montón de fichas equivalente a 10.000 dólares y se las pasó al casillero de un incrédulo Castle.
- ¿Cómo?
- A la octava apuesta ha salido el 12 así que… en global… hemos perdido 700 dólares y al ganar la apuesta tú te quedas igual y yo he ganado 50 dólares. Pero me he quitado de medio esos 10.000. ¿Continuamos con otra?
- Me estás haciendo trampas.
- ¡NO! – Riéndose – Es divertido.
- Pero te podría haber ganado.
- Con Craps tienes menos posibilidad de ganar que respecto al Horn de 4. Tu juegas con 3 números así que tienes 1/3 para conseguir la apuesta de 1:7. Yo apuesto una cuarta parte a cada número pero si lo comparo con el tuyo tengo dos opciones de sacar 1:30 y una opción de sacar 1:15 que sería cuando me ganas. Es verdad que sacar el 3 es más fácil que sacar el 2 o 12 pero generalmente compensa. Además yo tengo una cuarta apuesta sobre el 11 que tú no tienes… a mí me gusta más el Horn de 4 costados… eso sí, siempre que estés dispuesto a perder lo que traes al casino. Ya has visto que después de 8 tiradas ha sido cuando ha salido. Lo normal es que hubiera salido el 7.
- ¿Sacaste A en estadística?
- Humm… B+. La moda no era lo mío.
- Pues viendo cómo vas vestida no diría lo mismo. Ja, ja, ja.
- Que idiota eres, aun perdiendo sales con esas. ¿No puedes hablar en serio por una vez?
- Mira, la chica del Martini, es la siguiente en tirar… Y parece que viene acompañada… se están acercando… ¿hago mi juego o me recomiendas hacer lo que haga ella?
- ¿Estás seguro de tu juego?
- Sí.
- Pues hazlo. Pero si pierdes mucho cámbiate al de ella que sigue ganando en bastantes tiros. Su compañero no lo hace mal y está ganando más dinero pero ella es la que tiene la buena suerte.
- ¡Vamos reina! ¡Da un poco de suerte a N.York! – La animó Castle.
- ¿Cómo saben que somos de N.York? – Preguntó el acompañante.
- ¿Eh? ¡No! – dejando Castle unas fichas en la línea de Pase – Me refería a mí. Yo soy de N.York ¿ustedes también lo son?
- ¡Vaya! Sí. Vivimos en el Soho. ¿Tú? o… debería decir ustedes también – Mirando a Beckett
- No – Aclaró Kate – Somos de Manhatan. Aunque ustedes no tienen aspecto de vivir en el Soho – Beckett pensó que le había salido la vena policial averiguando de dónde son realmente - ¡Oh! Disculpe, no era mi intención molestarles es que…
- Tiene razón. Vivimos en el Soho desde hace poco, no es molestia – Castle recogía sus ganancias – nos trasladamos por motivos de trabajo. Me llamo Peter Melev y mi esposa Carry.
- Encantada – Beckett le tendió la mano – Yo soy Kate, Kate Beckett y él… Rick
- Rick Castle, encantado – estrechándole la mano.
- ¿Creía que ustedes eran…? – Preguntó el hombre.
- Somos compañeros de trabajo – Aclaró Beckett, esta vez ya estaba prevenida.
- Rick Castle – Dijo en voz alta Carry – Me suena… ¿no es usted el escritor?
- Sí. Lo soy.
- ¿Y usted es compañera de trabajo?
- Sí. Por favor tutéame. Él escribe las novelas y yo le ayudo en algunas ideas base, soy como su asesora – Ya que habían reconocido a Castle, Beckett prefirió no dar mucho detalle de su trabajo y describió su situación en base al trabajo de Castle ateniéndose a la realidad. Vio que Castle sonrió cuando se describió de esa forma, esta vez no habrían malas interpretaciones.
Castle por su parte estaba más concentrado en el juego. Unas veces aplicaba su método y otras se fijaba en la chica pero siempre realizando apuestas más arriesgadas y con más dinero, empezaba a animarse contagiado por el ambiente de la mesa y empezó a jalear a su paisana: ¡Vamos NY!... ¡Que se note dónde están los yorkies! Castle estaba encadenando una racha que pronto vio cómo subían sus ganancias.
- ¿A que os dedicáis? – Preguntó Beckett.
- Yo soy maestra. Sopla los dados cariño – Peter hizo el gesto que le pidió – y él es abogado.
- Cariño ¿quieres una copa?
- Sí, tráeme un Martini seco.
- ¿Ustedes? … Perdón. ¿Vosotros queréis algo de beber? – Dirigiéndose a Beckett y Castle.
- No, gracias.
- Enseguida vengo.
Beckett, mientras hablaba con la mujer tampoco se distraía del juego. También estaba ganando bastantes apuestas en las tiradas y su montón de fichas también iba en un aumento considerable. Cuando su compañera de mesa apostaba, prácticamente ganaba todas. Y cuando Carry no apostaba, las “artes” de Beckett en la mesa de dados no le daban la espalda. Le extrañó que la mujer no apostara más fuerte pero como al final empezó a apostar más se imaginó que se habría dado cuenta de su suerte y dejó de pensar en la extrañeza.
Después de un rato largo, se presentó Peter con la bebida, se disculpó porque había una cola larga para atender las bebidas. Beckett, por instinto se giró disimuladamente para comprobar la cola de la barra y tal como le había parecido ver antes no había cola. Peter estaba mintiendo pero… habría ido al aseo. A veces, le pesaba ser desconfiada, pero ya no tenía remedio. Muchas veces veía las acciones “malas” y tenía que pensar en las acciones normales que podía tener una persona. Tenía que mentalizarse que no todos eran unos mentirosos y asesinos en potencia.
Llegó un momento en que el resto de componentes de la mesa se fijaron que habían dos parejas de N.Y. porque uno de los hombres no paraba de exclamar el nombre de la ciudad con unos montones de fichas considerables delante de ellos. La gente empezó a remolinarse en la mesa porque pocas veces habían visto ganar tanto dinero a la banca.
- ¡N.York! ¡N.York! ¡N.York! ¡N.York! – Gritaba Castle - ¿De donde son estos dados? – Preguntando a la gente.
- ¡De N.Y! - Contestaba el público al unísono.
PRIMER PLATO
- - - - - - - - - - - - - - - - -
- Muchas veces el hotel pone estas mesas más arrinconadas para no molestar a los jugadores de póquer y también las ponen bien a la vista como atractivo turístico. Estoy hablando de
- Craps. Dados.
- Exacto. ¿Sabes jugar?
- Claro. ¿Por quién me tomas?
- Las reglas son complicadas y muchas personas entran en el juego sin conocer bien las apuestas.
- Rick. No es mi caso. Me desenvuelvo muy bien en un casino… Siempre y cuando por un despiste no se trate de gente millonaria como la de ayer… pero me conozco muy bien los juegos.
- ¿En qué faceta de la vida de Kate Beckett surgió esa adoración por el juego?
- Eso… es un secreto.
- ¿Llegaste a ser ludópata?
- Noo, si fuera así no entraría en un casino.
- ¿Robaste a la banca?
- Te digo lo mismo. Si fuera así no entraría en un casino.
- Seguro que no es tan malo. Cuéntamelo mientras me tomo un whisky, es que bbbrrruup – disimulando un eructo – Perdón. Aún me están repitiendo los grillos de la cena.
- Guarro. Y a mí aún me está dando asco vértelos comer. Con las patitas… entre los dientes – Beckett se raspaba el intermedio de los incisivos con una uña, como si fuera ella la que tenía una pata de grillo entre los dientes - arrgh. ¿Me pides otro a mí o aún estoy bajo la ley seca?
- Si piensas que los grillos son gambas crujientes tampoco era tan malo. Y sabían bastante bien. ¡Dos whiskys! Y no te tengo bajo la ley seca, pero recuerda que tenemos un coche con el que pasear y tú estás con medicación. Yo no voy a beber mucho hoy, es más, si bebes y te faltan reflejos para conducir… más parte para mí.
- La verdad es que no hay mucho que contar. Desde pequeña se me han dado bien los juegos de azar - Se acercaron a una de las mesas de Craps - Las cartas y dados ocupaban poco en la mochila del instituto, era mejor que estar siempre de cotilleo.
- Me cuesta verte de cotilleo con las chicas hablando de chicos y pensando qué ponerte para que se fijasen en ti.
- Es que yo no hablaba de cotilleo con el resto de las chicas o al menos con ese tipo de chicas. No me hacía falta hablar de ellos ya que al organizar alguna partida eran ellos los que venían a mí. Esas chicas podrían hablar lo que quisieran entre ellas que la que estaba todos los días con ellos era yo.
- Ah. Ya veo por donde vas. Pero les sería incómodo que les ganases.
- ¿Y quien te dice que estaban incómodos? – Dijo pícaramente - Tampoco pasaba nada si de vez en cuando me dejaba ganar.
- Ya… ¿Acabasteis jugando al Strip Póker?
- ¿Quieres que acabe de contarte la historia?
- Sí.
- Pues recuerda tu promesa de portarte bien y no preguntes cosas de ese estilo.
- Vaaale, pero no lo has negado. ¿te hiciste experta en el instituto?
- No y NO. Digamos que ahí adquirí la experiencia con las manos. ¿Nos vamos a la mesa de al lado? Parece más animada, hay alguien de racha… En primer curso del grado superior tuve un profesor de estadística muy bueno y basaba sus clases en la práctica, así que con él y otros compañeros de clase aprendí cosas bastante interesantes.
- Y comprobasteis si las clases prácticas eran correctas.
- Se puede decir que sí. Luego, un verano, para sacarme un dinero extra trabajé en una pequeña sala. No me hacía falta tener un certificado profesional, así que aquel verano terminé de aprenderme el funcionamiento de un pequeño casino. Uno grande es igual pero con más mesas, más gente y más organización, pero las reglas de los juegos son las mismas. Ya te dije que no había nada de especial. ¿Nos quedamos en esta mesa? Empieza la partida… apuesto a que consigue la línea de pase.
- Ha sido ilustrativo… La Kate Beckett del instituto y un trabajo de verano. Mis trabajos de verano eran peores. Créeme. Perdiste, ha sacado un 3.
- ¿En qué trabajaste para que sean peores? Déjame un rato y verás cómo se juega.
- Ehhh… Los detalles los dejo para otro momento pero durante un año entero fui mozo de cuadra, el trabajo de verano tuve que alargarlo… y te aseguro que recoger el estiércol no era lo peor. Si quieres ganar nuestra apuesta tienes que perder el dinero. ¿O tu orgullo de jugadora impide que pierdas?
- Déjame que me divierta un rato para ganar. Si luego hago las apuestas a tiradas duras o apuesto a box cars y snake eyes se me irá el dinero en un periquete… ¿Qué hay peor que recoger estiércol? – Asqueada.
- Ayudar al veterinario. Afortunadamente ahora puedo subir encima de un caballo y no tener que estar detrás de él o mirar dentro de él… o de una yegua. ¿Te pones en turno para tirar?
- Ahhg. Visceral.
- No podría ser más exacto. Y… ya que te das de experta en los Craps ¿algún consejo para un aprendiz como yo?
- Seguir el juego del apostador que esté en racha en ese momento y apostar a sus mismas apuestas y arriesgarlas un poco más.
- ¿Apostar al que más dinero gana?
- No. Apostar al que gana constantemente. Ése de la camisa hawaiana ha ganado en una apuesta mucho, pero en las cuatro rondas que llevamos sólo ha ganado ésta. La chica del Martini ha ganado en las cuatro tiradas aunque ha apostado menos dinero.
- ¿Con sólo cuatro tiradas ya te has fijado en todos?
- Casi todos. Apuesto 100 $ a Seven out para la siguiente tirada.
- 2 y 5. “Seven out”.
- ¡Wow! Y consigues 400 $ adicionales. La del Martini también lo hizo ¿Te fijaste en ella?
- No. Ahora es más por probabilidad que otra cosa. Si después de cuatro tiradas el jugador no saca El Punto, más vale que apuestes a siete que al punto. Si hubiera fallado, la próxima la habría hecho a siete pero con 150 $. Cuantas más veces esté sin sacar El Punto más probabilidad tienes de ganar. Claro, si no quieres arriesgarte a siete en la siguiente jugada siempre puedes hacer la apuesta de No Venir y esperar a que salga el siete cuando sea. Pero no es lo mismo ganar 100 que 400.
- Te lo tomas demasiado en serio…
- Es divertido.
- Pero casi habrá las mismas probabilidades de sacar Craps en la siguiente tirada que 7.
- Para apostar a Craps en la siguiente tirada prefiero hacer la apuesta de Horn a 4 costados.
- ¿Cómo? esa es peor.
- ¿Seguro? A veces ganarías tú con tus Craps y otras yo con el cuerno (Horn), pero me apuesto 10.000 de mis fichas para pasarlas a tu montón que si hacemos esa apuesta con la misma cantidad gano yo más dinero.
- ¿Apuesta dentro de la apuesta?
- Yo me tengo que librar de más dinero que tú para ganar nuestra apuesta personal ¿no? Y tampoco lo quiero poner todo encima de la mesa a una tirada absurda. Si gana mi Horn a 4 costados a tu Craps, 10.000 dólares de mi montón los paso a tu montón. ¿te atreves? – Sonriéndole desafiante.
- Acepto – Con el mismo tono desafiante.
Estuvieron apostando unos minutos hasta que llegó una jugada en la que les pareció que podían poner en práctica su apuesta.
- Venga, Rick. Empieza a apostar 100 dólares a Craps hasta que lo saque y yo lo haré al Horn de 4 lados.
- 3 y 5. El 8 gana.
- Hemos perdido Kate.
- Tú sigue. Otra vez 100 dólares.
- 2 y 3. El 5 gana.
- ¿Otra vez? – Pregunta Castle.
- Claro. Si empiezas a apostar a algo continúa hasta que se acabe el juego. Igual pierdes mucho dinero pero aún es peor cambiar de idea.
- 2 y 6. El 8 gana.
- Desde luego es la manera más rápida de perder dinero.
- Pero como jugamos con mucho y apostamos a perder es ideal poner en práctica este tipo de juego. Otros 100.
- 5 y 5. El 10 gana.
- ¡Casi! – Exclamó Beckett
- ¿Casi? Pero si tendría que sacar 12.
- Pero a mi me vale también el 11. Lo cobraría 15 a 1 y tú no te llevarías nada. Je, je, je.
- Ah! ¿Emocionada? Pon otros 100.
- Todavía no he empezado.
- 5 y 3. El 8 gana.
- Otra Rick.
- 6 y 4. El 10 gana.
- ¡Arrrgggh! – Exlamaron los dos.
- ¡Kate! He visto el otro 6 y se giró en el último momento al 4. ¿No deberíamos cambiar la apuesta al 8? Ya ha salido varias veces.
- Pon los 100 a Craps y haz lo que quieras con el 8. Yo sigo con mi Horn.
- 4 y 4. El 8 gana.
- ¡Gané! ¡Mi 8 ha ganado! ¡Mi 8 ha ganado! De 100 dólares…
- Ganas 116 dólares. Rick, hay que ser rápido en mates… Pon otros 100 a Craps.
- 6 y 6. El 12 gana. Craps.
- ¡Sí! – Exclamó Rick
- ¡Sí! – Exclamó Kate - ¿Por qué dices Sí?
- Porque he ganado, ha salido 12.
- Has ganado ¿qué? Te quedas igual.
- He ganado la apuesta.
- Pero te quedas igual y la nuestra la pierdes. Tu ganas 100 por 7, 700. Yo, al tener un Horn a 4 costados apuesto a cada número la cuarta parte, así que apuesto 25 dólares al 12 por 30… 750 pavos. Te gano. Así que ten – Beckett cogió el montón de fichas equivalente a 10.000 dólares y se las pasó al casillero de un incrédulo Castle.
- ¿Cómo?
- A la octava apuesta ha salido el 12 así que… en global… hemos perdido 700 dólares y al ganar la apuesta tú te quedas igual y yo he ganado 50 dólares. Pero me he quitado de medio esos 10.000. ¿Continuamos con otra?
- Me estás haciendo trampas.
- ¡NO! – Riéndose – Es divertido.
- Pero te podría haber ganado.
- Con Craps tienes menos posibilidad de ganar que respecto al Horn de 4. Tu juegas con 3 números así que tienes 1/3 para conseguir la apuesta de 1:7. Yo apuesto una cuarta parte a cada número pero si lo comparo con el tuyo tengo dos opciones de sacar 1:30 y una opción de sacar 1:15 que sería cuando me ganas. Es verdad que sacar el 3 es más fácil que sacar el 2 o 12 pero generalmente compensa. Además yo tengo una cuarta apuesta sobre el 11 que tú no tienes… a mí me gusta más el Horn de 4 costados… eso sí, siempre que estés dispuesto a perder lo que traes al casino. Ya has visto que después de 8 tiradas ha sido cuando ha salido. Lo normal es que hubiera salido el 7.
- ¿Sacaste A en estadística?
- Humm… B+. La moda no era lo mío.
- Pues viendo cómo vas vestida no diría lo mismo. Ja, ja, ja.
- Que idiota eres, aun perdiendo sales con esas. ¿No puedes hablar en serio por una vez?
- Mira, la chica del Martini, es la siguiente en tirar… Y parece que viene acompañada… se están acercando… ¿hago mi juego o me recomiendas hacer lo que haga ella?
- ¿Estás seguro de tu juego?
- Sí.
- Pues hazlo. Pero si pierdes mucho cámbiate al de ella que sigue ganando en bastantes tiros. Su compañero no lo hace mal y está ganando más dinero pero ella es la que tiene la buena suerte.
- ¡Vamos reina! ¡Da un poco de suerte a N.York! – La animó Castle.
- ¿Cómo saben que somos de N.York? – Preguntó el acompañante.
- ¿Eh? ¡No! – dejando Castle unas fichas en la línea de Pase – Me refería a mí. Yo soy de N.York ¿ustedes también lo son?
- ¡Vaya! Sí. Vivimos en el Soho. ¿Tú? o… debería decir ustedes también – Mirando a Beckett
- No – Aclaró Kate – Somos de Manhatan. Aunque ustedes no tienen aspecto de vivir en el Soho – Beckett pensó que le había salido la vena policial averiguando de dónde son realmente - ¡Oh! Disculpe, no era mi intención molestarles es que…
- Tiene razón. Vivimos en el Soho desde hace poco, no es molestia – Castle recogía sus ganancias – nos trasladamos por motivos de trabajo. Me llamo Peter Melev y mi esposa Carry.
- Encantada – Beckett le tendió la mano – Yo soy Kate, Kate Beckett y él… Rick
- Rick Castle, encantado – estrechándole la mano.
- ¿Creía que ustedes eran…? – Preguntó el hombre.
- Somos compañeros de trabajo – Aclaró Beckett, esta vez ya estaba prevenida.
- Rick Castle – Dijo en voz alta Carry – Me suena… ¿no es usted el escritor?
- Sí. Lo soy.
- ¿Y usted es compañera de trabajo?
- Sí. Por favor tutéame. Él escribe las novelas y yo le ayudo en algunas ideas base, soy como su asesora – Ya que habían reconocido a Castle, Beckett prefirió no dar mucho detalle de su trabajo y describió su situación en base al trabajo de Castle ateniéndose a la realidad. Vio que Castle sonrió cuando se describió de esa forma, esta vez no habrían malas interpretaciones.
Castle por su parte estaba más concentrado en el juego. Unas veces aplicaba su método y otras se fijaba en la chica pero siempre realizando apuestas más arriesgadas y con más dinero, empezaba a animarse contagiado por el ambiente de la mesa y empezó a jalear a su paisana: ¡Vamos NY!... ¡Que se note dónde están los yorkies! Castle estaba encadenando una racha que pronto vio cómo subían sus ganancias.
- ¿A que os dedicáis? – Preguntó Beckett.
- Yo soy maestra. Sopla los dados cariño – Peter hizo el gesto que le pidió – y él es abogado.
- Cariño ¿quieres una copa?
- Sí, tráeme un Martini seco.
- ¿Ustedes? … Perdón. ¿Vosotros queréis algo de beber? – Dirigiéndose a Beckett y Castle.
- No, gracias.
- Enseguida vengo.
Beckett, mientras hablaba con la mujer tampoco se distraía del juego. También estaba ganando bastantes apuestas en las tiradas y su montón de fichas también iba en un aumento considerable. Cuando su compañera de mesa apostaba, prácticamente ganaba todas. Y cuando Carry no apostaba, las “artes” de Beckett en la mesa de dados no le daban la espalda. Le extrañó que la mujer no apostara más fuerte pero como al final empezó a apostar más se imaginó que se habría dado cuenta de su suerte y dejó de pensar en la extrañeza.
Después de un rato largo, se presentó Peter con la bebida, se disculpó porque había una cola larga para atender las bebidas. Beckett, por instinto se giró disimuladamente para comprobar la cola de la barra y tal como le había parecido ver antes no había cola. Peter estaba mintiendo pero… habría ido al aseo. A veces, le pesaba ser desconfiada, pero ya no tenía remedio. Muchas veces veía las acciones “malas” y tenía que pensar en las acciones normales que podía tener una persona. Tenía que mentalizarse que no todos eran unos mentirosos y asesinos en potencia.
Llegó un momento en que el resto de componentes de la mesa se fijaron que habían dos parejas de N.Y. porque uno de los hombres no paraba de exclamar el nombre de la ciudad con unos montones de fichas considerables delante de ellos. La gente empezó a remolinarse en la mesa porque pocas veces habían visto ganar tanto dinero a la banca.
- ¡N.York! ¡N.York! ¡N.York! ¡N.York! – Gritaba Castle - ¿De donde son estos dados? – Preguntando a la gente.
- ¡De N.Y! - Contestaba el público al unísono.
Última edición por qwerty el Jue Ago 25, 2011 6:51 am, editado 1 vez
qwerty- Escritor - Policia
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Localización : En la luna de Valencia
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
castle&beckett..cris escribió:me encanta pero oye..una pregunta...
SE VAN A JUNTAR ESTOS DOS???..QUIERO DECIR..SE VAN A SINCERAR RESPECTO A LO QUE SIENTEN EL UNO X EL OTRO???
me encanta el fic...
Raul escribió:
Como me gusta este fic,se liaran estos al final y sobre todo quien perdera la apuesta jajaja.Esta muy interesante asi que sigue
Jorja escribió:
Quiero beso!!!
Muy buen cap!!!
escribió:
Me encanta!!! Necesitamos besoo yaaaaaaaaaaaaaaaa jejejejee
¡Yo nunca he dicho que estos dos se van a liar! Como mucho beso PERO NO DE LA MANERA QUE ESPERÁIS
Si hubiese querido liarlos habrían tenido las oportunidades más o menos claras en...
- El martes de la última cena. Beckett le propuso: ¿Jugamos? Castle, que vio que no estaba en sus cabales eligió la opción Nº 2: las cartas, la opción Nº 1: revisarle la ropa interior que le asomaba por el escote, la dejó a un lado muy a su pesar.
- En la despedida del viernes noche: ¿Nos vamos a la cama? Si Beckett sigue la broma se lo mete en el dormitorio pero para ese entonces ya empezaba a ser ella de nuevo. Castle tenía claro que no pasaría, pero si se anima… igual no es tan caballero a pesar de su promesa de portarse bien.
- En el acantilado aunque ella estaba para mimitos no para planes mayores. Castle le dio los mimitos y respetó ese momento de debilidad de ella. En ningún otro caso ella se hubiera abrazado así a Castle.
- En la habitación cuando a Castle se le cambió el chip de necesito abrazar a mi fan número que además es una de las personas más importantes en mi vida y que la he ayudado de una manera que nunca imaginé a… esta es la mujer con la que me quiero quedar y donde quiero perderme. Estaban “incómodamente” abrazados pero aguantaron bastante rato hasta la llamada de Alexis terminando de cortar el momento.
- De compras, en la tienda de caballeros metiéndose Castle detrás de Beckett en los probadores. A estas alturas Castle ya andaba de niño juguetón y Beckett ya era ella misma. Salió escopetada mordiéndose el labio. Tampoco le molestó tanto esa insinuación, ni le gritó ni le pegó.
¡Gracias por vuestros comentarios!
qwerty- Escritor - Policia
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Localización : En la luna de Valencia
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
BREVE INTRODUCCIÓN AL JUEGO DE CRAPS
El juego de Dados o Craps es bastante sencillo pero lo que es complicado es la cantidad y tipos de apuestas disponibles, y también porque varían en función de la fase de la partida. Es por eso que si saca un 7 al principio es bueno y gana, y si se saca ese mismo 7 en la segunda fase del juego se pierde.
Paso a resumir el juego de una manera general para los que no lo conozcáis. Y si me equivoco me rectificáis que esto lo he sacado de una especie de Juegos Reunidos.
Se trata de un juego en el que se usan dos dados de 6 caras. La misión es sacar en una primera tirada un número o punto y luego repetir las tiradas de dados hasta que consigues sacar de nuevo ese punto y se acaba la partida. Cuando se lancen los dados tienen que rebotar en el lado contrario de la mesa donde se sitúa el jugador. Así de simple.
Ahora vienen las complicaciones:
En la primera tirada para conseguir El Punto pueden pasar varias cosas:
Si se saca sumando los dados un 7 o 11 ganas y se acaba esa partida. Como has ganado puedes elegir seguir jugando o pasar los dados a otro jugador.
Si se saca 2, 3 o 12 se consigue “craps” pierdes y se acaba la partida. Aquí tienes que dar los dados al siguiente jugador.
Si se saca alguno del resto de números: 4, 5, 6, 8, 9 ó 10 ese número obtenido se convierte en El Punto y se pasa a la segunda fase del juego.
Una vez establecido El Punto se pasa a la segunda fase del juego donde se tiene que volver a sacar El Punto y perseguir ese número con tantas tiradas haga falta.
Cuando se está en esta segunda fase se puede acabar de 2 maneras.
Si se saca de nuevo El Punto donde se gana y se elige pasar el turno a otro jugador o seguir jugando una partida nueva.
Si se saca un 7 se pierde por “Seven out” y se pasan los dados al siguiente jugador.
Todo esto es sin hacer apuestas… realmente cuando digo que se gana o se pierde llega a ser relativo, ya que en este juego tanto el jugador como los espectadores pueden apostar tanto a que se gana o pierde. Es decir, un pequeño ejemplo:
Se empieza la partida y un jugador coge los dados para establecer El Punto. Lanza los dados y saca un 3 o craps. Según el juego, pierde y pasa los dados a otro. Pero haciendo apuestas se puede apostar a craps, es decir que si apuestas 10 euros a craps y saca un 3 haciendo craps el apostante consigue la apuesta y cobra sus 20 euros por lo que para ese apostante no “pierde” ya que gana la apuesta.
Es decir, en todo momento puedes ir a favor o en contra del juego, unos apostantes querrán que consiga El Punto y otros no y cuando se pasa a la segunda parte del juego con El Punto establecido pasa algo parecido. Así que imaginaros el juego, unos gritando a que consiga la tirada y otros gritando lo contrario. De ahí que sea uno de los juegos más escandalosos del casino, por no decir el que más.
SI OS INTERESA que os explique el SISTEMA DE APUESTAS para conocer lo que son tiradas duras o algunas de las expresiones que he utilizado en el fic ME LO DECÍS Y LO DETALLARÉ pero ya os digo que es un poco lioso. Lo que sí os puedo decir es que es uno de los juegos donde mayor probabilidad tienes de ganar (haciendo apuestas poco arriesgadas) por lo que es bastante popular.
De ahí que en algunas películas hay gente más que emocionada sacando un 7 o 2 y otras veces parece que les dé un jamacuco cuando sacan esas mismas cifras.
El 2 se le llama snake eyes.
El 3 se le llama cross eyes.
El 12 se le llama box cars.
La apuesta más arriesgada y por lo tanto la que mayor dinero da es una vez establecido El Punto apostar a 2 o Snake eyes en la siguiente tirada.
El juego de Dados o Craps es bastante sencillo pero lo que es complicado es la cantidad y tipos de apuestas disponibles, y también porque varían en función de la fase de la partida. Es por eso que si saca un 7 al principio es bueno y gana, y si se saca ese mismo 7 en la segunda fase del juego se pierde.
Paso a resumir el juego de una manera general para los que no lo conozcáis. Y si me equivoco me rectificáis que esto lo he sacado de una especie de Juegos Reunidos.
Se trata de un juego en el que se usan dos dados de 6 caras. La misión es sacar en una primera tirada un número o punto y luego repetir las tiradas de dados hasta que consigues sacar de nuevo ese punto y se acaba la partida. Cuando se lancen los dados tienen que rebotar en el lado contrario de la mesa donde se sitúa el jugador. Así de simple.
Ahora vienen las complicaciones:
En la primera tirada para conseguir El Punto pueden pasar varias cosas:
Si se saca sumando los dados un 7 o 11 ganas y se acaba esa partida. Como has ganado puedes elegir seguir jugando o pasar los dados a otro jugador.
Si se saca 2, 3 o 12 se consigue “craps” pierdes y se acaba la partida. Aquí tienes que dar los dados al siguiente jugador.
Si se saca alguno del resto de números: 4, 5, 6, 8, 9 ó 10 ese número obtenido se convierte en El Punto y se pasa a la segunda fase del juego.
Una vez establecido El Punto se pasa a la segunda fase del juego donde se tiene que volver a sacar El Punto y perseguir ese número con tantas tiradas haga falta.
Cuando se está en esta segunda fase se puede acabar de 2 maneras.
Si se saca de nuevo El Punto donde se gana y se elige pasar el turno a otro jugador o seguir jugando una partida nueva.
Si se saca un 7 se pierde por “Seven out” y se pasan los dados al siguiente jugador.
Todo esto es sin hacer apuestas… realmente cuando digo que se gana o se pierde llega a ser relativo, ya que en este juego tanto el jugador como los espectadores pueden apostar tanto a que se gana o pierde. Es decir, un pequeño ejemplo:
Se empieza la partida y un jugador coge los dados para establecer El Punto. Lanza los dados y saca un 3 o craps. Según el juego, pierde y pasa los dados a otro. Pero haciendo apuestas se puede apostar a craps, es decir que si apuestas 10 euros a craps y saca un 3 haciendo craps el apostante consigue la apuesta y cobra sus 20 euros por lo que para ese apostante no “pierde” ya que gana la apuesta.
Es decir, en todo momento puedes ir a favor o en contra del juego, unos apostantes querrán que consiga El Punto y otros no y cuando se pasa a la segunda parte del juego con El Punto establecido pasa algo parecido. Así que imaginaros el juego, unos gritando a que consiga la tirada y otros gritando lo contrario. De ahí que sea uno de los juegos más escandalosos del casino, por no decir el que más.
SI OS INTERESA que os explique el SISTEMA DE APUESTAS para conocer lo que son tiradas duras o algunas de las expresiones que he utilizado en el fic ME LO DECÍS Y LO DETALLARÉ pero ya os digo que es un poco lioso. Lo que sí os puedo decir es que es uno de los juegos donde mayor probabilidad tienes de ganar (haciendo apuestas poco arriesgadas) por lo que es bastante popular.
De ahí que en algunas películas hay gente más que emocionada sacando un 7 o 2 y otras veces parece que les dé un jamacuco cuando sacan esas mismas cifras.
El 2 se le llama snake eyes.
El 3 se le llama cross eyes.
El 12 se le llama box cars.
La apuesta más arriesgada y por lo tanto la que mayor dinero da es una vez establecido El Punto apostar a 2 o Snake eyes en la siguiente tirada.
qwerty- Escritor - Policia
- Mensajes : 1631
Fecha de inscripción : 27/04/2011
Localización : En la luna de Valencia
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
SEGUNDO PLATO:
- - - - - - - - - - - - - - - - -
- ¡N.York! ¡N.York! ¡N.York! ¡N.York! – Gritaba Castle - ¿De donde son estos dados? – Preguntando a la gente.
- ¡De N.Y! - Contestaba el público al unísono.
Cada vez había más curiosos, Beckett con los dados entre los dedos dejaba que Castle los soplase ya que según él daba buena suerte. Aunque la suerte para Beckett estaba más en el giro de muñeca que en el soplido. Seguía ganando, a veces apostaba fuerte para perder y aún así había tiradas que ganaba por lo que su montón seguía en aumento.
- ¡Rick!
- ¡Dime!
- ¡O cambiamos nuestra apuesta o nos tiramos aquí toda la noche!
- ¿Cuánto llevas?
- Habré ganado unos 100 de los grandes ¿Y tú?
- Más o menos.
- ¿Nos vamos de la mesa?
- ¡NO! ¡Hay que perderlo!
- ¡Rick! Ahora que estamos en racha no deberías malgastar el dinero. Puedo devolverte lo que me prestaste y aún tendrías un pico en ganancias.
- ¡Vale que me devuelvas el dinero, sé que no lo aceptarías. Pero el pico de ganancias te lo quedas! Eso sí lo has ganado con tu esfuerzo… Pero… ¡Yo ya vine mentalizado a perderlo y si mañana tenemos la misma racha… en una hora lo recuperamos… así que…! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega!– Castle contagió a los de alrededor y empezaron todos a gritar - ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega!
La otra pareja de N. York, también habían conseguido grandes jugadas y la gente los animaba a seguir, querían ver cual de las cuatro personas ganaba más.
Como Beckett y Castle querían perder el dinero empezaron a hacer las apuestas que no se deben hacer y con una cantidad de dinero poco habitual en la mesa. Ese tipo de apuestas aún eran más seguidas por el público y casi prácticamente dejaron de lado a la pareja formada por Peter y Carry para pasar a animar a los otros dos newyorkinos. Estaban apostando a lo que no se debe hacer y les animaban cada vez que perdían su dinero. Era más entretenido ver si conseguían alguna de las apuestas imposibles que las apuestas más normales de Carry y Peter.
A Rick apenas le quedaban 15.000 y tenía toda la pinta de elegir las salas de baile, cosa que empezó a recordárselo a Beckett a cada inicio de partida. Pero una mala racha hizo que se igualasen los montones. Unos minutos más tarde a Beckett apenas le quedaban unos dólares pero dos tiradas seguidas apostando 300 dólares a Cross eyes y con los 4500 obtenidos de ganancias a Snake eyes le devolvieron 135.000 dólares perdidos. La gente ovacionó cada apuesta que hizo. Lo que acababa de ocurrir era prácticamente imposible y Beckett empezaba a sentir impotencia porque no era capaz de desprenderse del dinero.
- ¡Esto es un infierno Rick! Por una vez que juego a perder gano lo más complicado. ¡NO SE PUEDE SACAR UN 2 DESPUÉS DE UN 3! ¡ES IMPOSIBLE!
- Jo, jo, jo. Ya sé quien se va a subir a la barra del Bar Coyote.
- Tú – Contestó espantada.
- Creo que no. ¡Apuesto 500 a un 8 duro!
- 4 y 4. El 8 gana.
- ¡Mierda! He ganado…
- 4500. Con eso me das un respiro. Pongo 2000 a un Horn de 4 costados.
- 6 y 5. El 11 gana.
- ¡Dios! No puede ser… gano 500 por 15…
- 7500. Jo, jo, jo. Tenías razón, el cuerno ese es muy bueno. Carry ¿y tu marido?
- Está atendiendo a una llamada. Ahora vendrá.
- ¿Dónde está el 7? ¿Y El Punto?... Hace rato que no apuesto a Venir. 2000 a Venir.
- 4 y 3. El 7 gana y “Seven out” Siguiente jugador.
- 2000 menos. ¿Rick cuánto te queda?
- Menos que a ti. 5000 a que consigue la línea de pase.
- 4 y 3. el siete gana.
- ¿Qué? ¿Otra vez? 5000 más para el montón. Carry hace un par de tiradas y se oye.
- Se establece el punto en 4.
- Rick Apuesto 5.000 a un 10 duro. ¿y tú?
- Ya que el punto es 4 pues otros 5000 a 4 duro.
- ¿Crees que te saldrá en la primera tirada?
- Espero que no.
- 2 y 2. Se consigue el punto. ¿Quiere volver a tirar? – Aclamación del público ante la suerte de Castle. Mientras Carry lanzaba los dados como otra espectadora más, toda la atención la tenían el escritor y su musa con sus apuestas absurdas.
Castle sintió unos manotazos de llamada en la espalda, se giró y vio a un hombre de traje chaqueta como el de seguridad.
- Por favor. ¿Puede acompañarme? Y su pareja también.
- ¿Cómo? No le oigo.
- Si usted y su pareja puede acompañarnos.
- ¡Estamos jugando!
- ¿Pasa algo, Rick?
- Nos llaman.
- ¿Quién es usted?
- Seguridad del hotel. Acompáñenme – Les ordenó tajante.
- Pero estamos…
La gente de alrededor empezó a abuchear al encargado de seguridad porque quería llevarse su atracción.
- Síganme.
- ¿Y las fichas?
- No se preocupe por eso. Tienen que acompañarme.
- ¿A dónde? – Preguntó Beckett
- A dirección del hotel. – Se encaminaban por un pasillo hacia una zona menos ocupada.
- ¿Dirección? – Repitió Castle – No hemos hecho nada. ¿Por qué…? ¿Nos han robado en las suites?
- Está todo bien.
- ¿Le ha pasado algo al coche?
- El Aston Martin está en el garaje privado.
- ¿Saben el coche con el que hemos llegado? – Preguntó Beckett.
- Tenemos cámaras – haciendo una mueca indicando que es un trabajo elemental.
- Si nos llevan a seguridad… es que ha pasado algo gordo… - Meditó Castle. - ¿Qué ha pasado?
- Cuando lleguemos se lo dirán.
Habían bajado al primer sótano, después de pasar por el guarda de seguridad y tomarles nota de nombres y apellidos y darles unas tarjetas de “VISITANTE” los condujeron por una zona de acceso restringido del hotel. La decoración se ajustaba a oficinas y les dijeron que esperasen en medio de una salita.
- ¿Tú entiendes algo Rick?
- No. Conozco a un amigo de un amigo que se encarga de la seguridad de un hotel. Me llevó de visita turística pero cuando a un cliente se le “invita” a visitar las instalaciones privadas es porque ha robado, ha estafado o ha hecho algo que no debía.
- Pero nosotros no hemos hecho nada… vale que en la mesa de dados llamábamos un poco la atención pero no hemos hecho nada.
- En la mesa de dados han llamado algo más que la atención – Afirmó una voz a su espalda – Me llamo Ian Dunnoo. Soy el gerente del hotel, ofreciéndoles la mano como saludo.
- Buenas noches. Richard Castle – correspondió al saludo.
- Buenas noches. Kate Beckett. ¿Podría explicarnos esta… interrupción?
- Bueno… les debo de pedir que no sigan en la mesa de dados.
- ¿Por qué? – Preguntó Castle – No estábamos haciendo nada ilegal.
- Ya lo sé, pero no pueden seguir en esa mesa.
- ¿Por qué?
- Por la racha que llevan.
- Vamos… No es para tanto – contestó Castle – en todo el rato hemos estado ganando y perdiendo, ahora mismo tendremos una cantidad parecida a cuando entramos a la mesa.
- Es más – añadió Beckett – Rick tiene unos 50.000 menos de cuando entró y yo estoy ganando unos 15.000 más de cuando empezamos, realmente el hotel no está perdiendo dinero.
- Sí lo sé. Os estamos siguiendo desde el principio.
- ¿Entonces? ¿Qué problema hay?
- El problema está en que están llamando demasiado la atención.
- Sr. Dunnoo. Si llamamos la atención aún es mejor para usted. Había mucha más gente apostando que cuando entramos.
- Sólo les puedo decir que dejen de jugar en el casino. La reserva la tienen hasta mañana así que les pediría que se marchen a las suites y no salgan en toda la noche. Para compensar, el hotel les devuelve el dinero tal cual tenían antes de entrar en la mesa de Craps y les invita mañana a una sesión completa en el balneario del Gran Canyon.
- ¿Que nos manda a las habitaciones? Eso es… – Castle empezaba alterarse – inaudito. ¡Hemos pagado por la estancia! Somos libres de andar por donde queramos como de entrar y salir de donde sea.
- Yo soy el gerente del hotel. En cierto modo sí puedo hacer lo que les estoy pidiendo.
- Exijo una explicación. No hemos hecho un desfalco ni nada parecido. No puede retenernos de esa manera si no tienen algo contra nosotros.
- Puedo probar que los dados que estaban usando son trucados. Así que SÍ puedo hacer eso.
- ¿Qué? – Castle no se creía lo que iba a hacer. Ahora fue Beckett la que tomó el relevo en la defensa.
- No puede acusarnos sin una prueba.
- Los dados son la prueba. Están trucados. Sólo me faltaría presentar la denuncia para retenerles aquí y mandarles a la policía. Y como tampoco quiero que eso pase… - Tomó aire - Ya que sé que vosotros no trucasteis los dados y es por lo que les pido disculpas y les invito a la sesión en el balneario para subsanar el agravio.
- No puedo creer lo que estoy oyendo. Nos está amenazando de algo que no hemos hecho… nos amenaza con denunciarnos y ser su chivo expiatorio colándonos los dados a nosotros cuando ha sido otro el que los ha manipulado. ¡Yo si voy a denunciarle a la autoridad!
- La autoridad ya sabe de la situación y es la que me ha mandado que les retire de la mesa. Quisiera que llegásemos a un acuerdo pacíficamente y es por eso que les estoy pidiendo disculpas e intentar compensar las molestias. Me han pedido que les lleve a las habitaciones y que no salgan en toda la noche. Me gustaría que aceptasen de buen grado… si no me veré en la obligación de poner en marcha la denuncia.
- ¿Las autoridades están detrás de ésto? Si es la policía de verdad no me creo que manipulen pruebas para inculpar a inocentes… es un farol. Voy a denunciar al hotel por el trato recibido.
- No es un farol señorita. Las autoridades saben que los dados están trucados. Si no colaboran tendremos que retenerles… sin su permiso.
- No se atreverán… La policía de verdad no manipularía pruebas de esa forma. Sé lo que me digo.
- Pero la policía de verdad puede… tardar en esclarecer la denuncia que yo haga y retenerles en unas habitaciones no tan cómodas como en las que se hospedan actualmente. Luego, el hotel les compensaría por las molestias recibidas. Esa compensación no supondría ningún extra especial… pero ustedes acabarían su estancia de una manera menos agradable. ¿Me equivoco detective Beckett?
- ¿Sabe quien soy?
- Por supuesto. Cuando se hospedan hacemos las comprobaciones rutinarias de posibles contadores de cartas. El decirle que las autoridades conoce que los dados están trucados es para terminar de convencerles que no salgan de las habitaciones. No está en su jurisdicción Srta. Beckett pero sí podrían colaborar de esta manera.
Beckett miró de reojo a Castle para ver si aún estaba enojado. Le pareció ver que tampoco sabía que pensar. Ella, en comisaría, había utilizado como último recurso la estratagema de “perder” los papeles o alargar la llegada de resultados forenses para retener a sospechosos o sacar más información de alguien en shock que le costaba hablar. El gerente se lo había dicho directamente, por lo que había algún asunto policial y ellos se habían inmiscuido sin pretenderlo.
- Si… aceptamos subir a las habitaciones quiero saber por qué. Estábamos jugando con los dados del hotel. No me he dado cuenta que les hayan dado el cambiazo… estarían manipulados antes que llegásemos nosotros o… la otra pareja de N.Y. Esos estaban ganando mucho dinero, la chica nunca perdía y hacía apuestas pequeñas para no llamar tanto la atención. El marido se ha ido un par de veces y ha tardado más de la cuenta.
- Eso ya lo sé. Lo tenemos todo controlado… - matizó un poco más - ahora que ustedes están aquí. No puedo decirle los motivos porque no estoy autorizado. Sólo puedo decirles que estaban jugando en una mesa trucada. Nosotros somos quienes la hemos trucado.
- ¿Cómo? ¿Cómo?– Exclamaron los dos a la vez.
- Y pretendía denunciarnos a nosotros, esto es increíble.
- Está programada para sacar más veces de lo normal las combinaciones más inusuales y vosotros habéis estado apostando a ese tipo de jugadas. No podíamos retirar la mesa y reprogramarla sin llamar la atención, así que os hemos retirado a vosotros que sois los alborotadores, los que causáis la distracción. Como os he dicho se os devolverá el dinero en la cantidad anterior a entrar en esa mesa y no se acercarán a las mesas de dados en lo que queda de estancia. ¿Puedo preguntaros en qué estabais pensando cuando jugabais de esa forma?
- En perder el dinero – Contestó Castle.
- ¿Cómo? No entiendo. ¿Tenéis algún motivo en especial?
- No. Sólo queríamos perder – Contestó tajante Beckett.
- He visto a personas que querían perder su dinero para no dejarle un céntimo a su futura ex-esposa, para blanquear el dinero y cosas similares. Pero jugar para simplemente perder… es extraño.
- ¿Por qué nos ha sacado de la mesa? Si nos hubiera dejado un rato más lo habríamos conseguido. Aunque los dados estaban trucados y nos costaba perder… al final habríamos perdido y el hotel se queda con el dinero – Preguntó Castle.
- Porque erais demasiado escandalosos y se estaba alargando demasiado, llamabais demasiado la atención. Atraíais a demasiada gente y aunque hemos esperado se ha llegado a un punto que no podíamos esperar más y hemos decidido cortar.
- Demasiado escandalosos – Castle se acordaba cómo jaleaba a la gente a gritar N.Y. - ¿Tanto llamábamos la atención?
- Como dos Santa Claus en la visita a La Meca – Contestó una voz por la puerta por la que había entrado el gerente.
- - - - - - - - - - - - - - - - -
- ¡N.York! ¡N.York! ¡N.York! ¡N.York! – Gritaba Castle - ¿De donde son estos dados? – Preguntando a la gente.
- ¡De N.Y! - Contestaba el público al unísono.
Cada vez había más curiosos, Beckett con los dados entre los dedos dejaba que Castle los soplase ya que según él daba buena suerte. Aunque la suerte para Beckett estaba más en el giro de muñeca que en el soplido. Seguía ganando, a veces apostaba fuerte para perder y aún así había tiradas que ganaba por lo que su montón seguía en aumento.
- ¡Rick!
- ¡Dime!
- ¡O cambiamos nuestra apuesta o nos tiramos aquí toda la noche!
- ¿Cuánto llevas?
- Habré ganado unos 100 de los grandes ¿Y tú?
- Más o menos.
- ¿Nos vamos de la mesa?
- ¡NO! ¡Hay que perderlo!
- ¡Rick! Ahora que estamos en racha no deberías malgastar el dinero. Puedo devolverte lo que me prestaste y aún tendrías un pico en ganancias.
- ¡Vale que me devuelvas el dinero, sé que no lo aceptarías. Pero el pico de ganancias te lo quedas! Eso sí lo has ganado con tu esfuerzo… Pero… ¡Yo ya vine mentalizado a perderlo y si mañana tenemos la misma racha… en una hora lo recuperamos… así que…! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega!– Castle contagió a los de alrededor y empezaron todos a gritar - ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega! ¡Juega!
La otra pareja de N. York, también habían conseguido grandes jugadas y la gente los animaba a seguir, querían ver cual de las cuatro personas ganaba más.
Como Beckett y Castle querían perder el dinero empezaron a hacer las apuestas que no se deben hacer y con una cantidad de dinero poco habitual en la mesa. Ese tipo de apuestas aún eran más seguidas por el público y casi prácticamente dejaron de lado a la pareja formada por Peter y Carry para pasar a animar a los otros dos newyorkinos. Estaban apostando a lo que no se debe hacer y les animaban cada vez que perdían su dinero. Era más entretenido ver si conseguían alguna de las apuestas imposibles que las apuestas más normales de Carry y Peter.
A Rick apenas le quedaban 15.000 y tenía toda la pinta de elegir las salas de baile, cosa que empezó a recordárselo a Beckett a cada inicio de partida. Pero una mala racha hizo que se igualasen los montones. Unos minutos más tarde a Beckett apenas le quedaban unos dólares pero dos tiradas seguidas apostando 300 dólares a Cross eyes y con los 4500 obtenidos de ganancias a Snake eyes le devolvieron 135.000 dólares perdidos. La gente ovacionó cada apuesta que hizo. Lo que acababa de ocurrir era prácticamente imposible y Beckett empezaba a sentir impotencia porque no era capaz de desprenderse del dinero.
- ¡Esto es un infierno Rick! Por una vez que juego a perder gano lo más complicado. ¡NO SE PUEDE SACAR UN 2 DESPUÉS DE UN 3! ¡ES IMPOSIBLE!
- Jo, jo, jo. Ya sé quien se va a subir a la barra del Bar Coyote.
- Tú – Contestó espantada.
- Creo que no. ¡Apuesto 500 a un 8 duro!
- 4 y 4. El 8 gana.
- ¡Mierda! He ganado…
- 4500. Con eso me das un respiro. Pongo 2000 a un Horn de 4 costados.
- 6 y 5. El 11 gana.
- ¡Dios! No puede ser… gano 500 por 15…
- 7500. Jo, jo, jo. Tenías razón, el cuerno ese es muy bueno. Carry ¿y tu marido?
- Está atendiendo a una llamada. Ahora vendrá.
- ¿Dónde está el 7? ¿Y El Punto?... Hace rato que no apuesto a Venir. 2000 a Venir.
- 4 y 3. El 7 gana y “Seven out” Siguiente jugador.
- 2000 menos. ¿Rick cuánto te queda?
- Menos que a ti. 5000 a que consigue la línea de pase.
- 4 y 3. el siete gana.
- ¿Qué? ¿Otra vez? 5000 más para el montón. Carry hace un par de tiradas y se oye.
- Se establece el punto en 4.
- Rick Apuesto 5.000 a un 10 duro. ¿y tú?
- Ya que el punto es 4 pues otros 5000 a 4 duro.
- ¿Crees que te saldrá en la primera tirada?
- Espero que no.
- 2 y 2. Se consigue el punto. ¿Quiere volver a tirar? – Aclamación del público ante la suerte de Castle. Mientras Carry lanzaba los dados como otra espectadora más, toda la atención la tenían el escritor y su musa con sus apuestas absurdas.
Castle sintió unos manotazos de llamada en la espalda, se giró y vio a un hombre de traje chaqueta como el de seguridad.
- Por favor. ¿Puede acompañarme? Y su pareja también.
- ¿Cómo? No le oigo.
- Si usted y su pareja puede acompañarnos.
- ¡Estamos jugando!
- ¿Pasa algo, Rick?
- Nos llaman.
- ¿Quién es usted?
- Seguridad del hotel. Acompáñenme – Les ordenó tajante.
- Pero estamos…
La gente de alrededor empezó a abuchear al encargado de seguridad porque quería llevarse su atracción.
- Síganme.
- ¿Y las fichas?
- No se preocupe por eso. Tienen que acompañarme.
- ¿A dónde? – Preguntó Beckett
- A dirección del hotel. – Se encaminaban por un pasillo hacia una zona menos ocupada.
- ¿Dirección? – Repitió Castle – No hemos hecho nada. ¿Por qué…? ¿Nos han robado en las suites?
- Está todo bien.
- ¿Le ha pasado algo al coche?
- El Aston Martin está en el garaje privado.
- ¿Saben el coche con el que hemos llegado? – Preguntó Beckett.
- Tenemos cámaras – haciendo una mueca indicando que es un trabajo elemental.
- Si nos llevan a seguridad… es que ha pasado algo gordo… - Meditó Castle. - ¿Qué ha pasado?
- Cuando lleguemos se lo dirán.
Habían bajado al primer sótano, después de pasar por el guarda de seguridad y tomarles nota de nombres y apellidos y darles unas tarjetas de “VISITANTE” los condujeron por una zona de acceso restringido del hotel. La decoración se ajustaba a oficinas y les dijeron que esperasen en medio de una salita.
- ¿Tú entiendes algo Rick?
- No. Conozco a un amigo de un amigo que se encarga de la seguridad de un hotel. Me llevó de visita turística pero cuando a un cliente se le “invita” a visitar las instalaciones privadas es porque ha robado, ha estafado o ha hecho algo que no debía.
- Pero nosotros no hemos hecho nada… vale que en la mesa de dados llamábamos un poco la atención pero no hemos hecho nada.
- En la mesa de dados han llamado algo más que la atención – Afirmó una voz a su espalda – Me llamo Ian Dunnoo. Soy el gerente del hotel, ofreciéndoles la mano como saludo.
- Buenas noches. Richard Castle – correspondió al saludo.
- Buenas noches. Kate Beckett. ¿Podría explicarnos esta… interrupción?
- Bueno… les debo de pedir que no sigan en la mesa de dados.
- ¿Por qué? – Preguntó Castle – No estábamos haciendo nada ilegal.
- Ya lo sé, pero no pueden seguir en esa mesa.
- ¿Por qué?
- Por la racha que llevan.
- Vamos… No es para tanto – contestó Castle – en todo el rato hemos estado ganando y perdiendo, ahora mismo tendremos una cantidad parecida a cuando entramos a la mesa.
- Es más – añadió Beckett – Rick tiene unos 50.000 menos de cuando entró y yo estoy ganando unos 15.000 más de cuando empezamos, realmente el hotel no está perdiendo dinero.
- Sí lo sé. Os estamos siguiendo desde el principio.
- ¿Entonces? ¿Qué problema hay?
- El problema está en que están llamando demasiado la atención.
- Sr. Dunnoo. Si llamamos la atención aún es mejor para usted. Había mucha más gente apostando que cuando entramos.
- Sólo les puedo decir que dejen de jugar en el casino. La reserva la tienen hasta mañana así que les pediría que se marchen a las suites y no salgan en toda la noche. Para compensar, el hotel les devuelve el dinero tal cual tenían antes de entrar en la mesa de Craps y les invita mañana a una sesión completa en el balneario del Gran Canyon.
- ¿Que nos manda a las habitaciones? Eso es… – Castle empezaba alterarse – inaudito. ¡Hemos pagado por la estancia! Somos libres de andar por donde queramos como de entrar y salir de donde sea.
- Yo soy el gerente del hotel. En cierto modo sí puedo hacer lo que les estoy pidiendo.
- Exijo una explicación. No hemos hecho un desfalco ni nada parecido. No puede retenernos de esa manera si no tienen algo contra nosotros.
- Puedo probar que los dados que estaban usando son trucados. Así que SÍ puedo hacer eso.
- ¿Qué? – Castle no se creía lo que iba a hacer. Ahora fue Beckett la que tomó el relevo en la defensa.
- No puede acusarnos sin una prueba.
- Los dados son la prueba. Están trucados. Sólo me faltaría presentar la denuncia para retenerles aquí y mandarles a la policía. Y como tampoco quiero que eso pase… - Tomó aire - Ya que sé que vosotros no trucasteis los dados y es por lo que les pido disculpas y les invito a la sesión en el balneario para subsanar el agravio.
- No puedo creer lo que estoy oyendo. Nos está amenazando de algo que no hemos hecho… nos amenaza con denunciarnos y ser su chivo expiatorio colándonos los dados a nosotros cuando ha sido otro el que los ha manipulado. ¡Yo si voy a denunciarle a la autoridad!
- La autoridad ya sabe de la situación y es la que me ha mandado que les retire de la mesa. Quisiera que llegásemos a un acuerdo pacíficamente y es por eso que les estoy pidiendo disculpas e intentar compensar las molestias. Me han pedido que les lleve a las habitaciones y que no salgan en toda la noche. Me gustaría que aceptasen de buen grado… si no me veré en la obligación de poner en marcha la denuncia.
- ¿Las autoridades están detrás de ésto? Si es la policía de verdad no me creo que manipulen pruebas para inculpar a inocentes… es un farol. Voy a denunciar al hotel por el trato recibido.
- No es un farol señorita. Las autoridades saben que los dados están trucados. Si no colaboran tendremos que retenerles… sin su permiso.
- No se atreverán… La policía de verdad no manipularía pruebas de esa forma. Sé lo que me digo.
- Pero la policía de verdad puede… tardar en esclarecer la denuncia que yo haga y retenerles en unas habitaciones no tan cómodas como en las que se hospedan actualmente. Luego, el hotel les compensaría por las molestias recibidas. Esa compensación no supondría ningún extra especial… pero ustedes acabarían su estancia de una manera menos agradable. ¿Me equivoco detective Beckett?
- ¿Sabe quien soy?
- Por supuesto. Cuando se hospedan hacemos las comprobaciones rutinarias de posibles contadores de cartas. El decirle que las autoridades conoce que los dados están trucados es para terminar de convencerles que no salgan de las habitaciones. No está en su jurisdicción Srta. Beckett pero sí podrían colaborar de esta manera.
Beckett miró de reojo a Castle para ver si aún estaba enojado. Le pareció ver que tampoco sabía que pensar. Ella, en comisaría, había utilizado como último recurso la estratagema de “perder” los papeles o alargar la llegada de resultados forenses para retener a sospechosos o sacar más información de alguien en shock que le costaba hablar. El gerente se lo había dicho directamente, por lo que había algún asunto policial y ellos se habían inmiscuido sin pretenderlo.
- Si… aceptamos subir a las habitaciones quiero saber por qué. Estábamos jugando con los dados del hotel. No me he dado cuenta que les hayan dado el cambiazo… estarían manipulados antes que llegásemos nosotros o… la otra pareja de N.Y. Esos estaban ganando mucho dinero, la chica nunca perdía y hacía apuestas pequeñas para no llamar tanto la atención. El marido se ha ido un par de veces y ha tardado más de la cuenta.
- Eso ya lo sé. Lo tenemos todo controlado… - matizó un poco más - ahora que ustedes están aquí. No puedo decirle los motivos porque no estoy autorizado. Sólo puedo decirles que estaban jugando en una mesa trucada. Nosotros somos quienes la hemos trucado.
- ¿Cómo? ¿Cómo?– Exclamaron los dos a la vez.
- Y pretendía denunciarnos a nosotros, esto es increíble.
- Está programada para sacar más veces de lo normal las combinaciones más inusuales y vosotros habéis estado apostando a ese tipo de jugadas. No podíamos retirar la mesa y reprogramarla sin llamar la atención, así que os hemos retirado a vosotros que sois los alborotadores, los que causáis la distracción. Como os he dicho se os devolverá el dinero en la cantidad anterior a entrar en esa mesa y no se acercarán a las mesas de dados en lo que queda de estancia. ¿Puedo preguntaros en qué estabais pensando cuando jugabais de esa forma?
- En perder el dinero – Contestó Castle.
- ¿Cómo? No entiendo. ¿Tenéis algún motivo en especial?
- No. Sólo queríamos perder – Contestó tajante Beckett.
- He visto a personas que querían perder su dinero para no dejarle un céntimo a su futura ex-esposa, para blanquear el dinero y cosas similares. Pero jugar para simplemente perder… es extraño.
- ¿Por qué nos ha sacado de la mesa? Si nos hubiera dejado un rato más lo habríamos conseguido. Aunque los dados estaban trucados y nos costaba perder… al final habríamos perdido y el hotel se queda con el dinero – Preguntó Castle.
- Porque erais demasiado escandalosos y se estaba alargando demasiado, llamabais demasiado la atención. Atraíais a demasiada gente y aunque hemos esperado se ha llegado a un punto que no podíamos esperar más y hemos decidido cortar.
- Demasiado escandalosos – Castle se acordaba cómo jaleaba a la gente a gritar N.Y. - ¿Tanto llamábamos la atención?
- Como dos Santa Claus en la visita a La Meca – Contestó una voz por la puerta por la que había entrado el gerente.
Última edición por qwerty el Jue Ago 25, 2011 7:35 am, editado 2 veces
qwerty- Escritor - Policia
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GabiiLovesMela<3- Escritor - Policia
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
La que han liado con los dados,en serio ese es el peor juego,siempre se acaba mal jaja, y de las reglas ni me he enterado,soy mas de cartas.
Sigue asi
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Raúl- Moderador
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Me encantan!! Sigue pronto!
La que se ha formado por querer perder el dinero, es que son únicos para meterse en líos!!
La que se ha formado por querer perder el dinero, es que son únicos para meterse en líos!!
BrujaAle- Escritor - Policia
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