Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Sigue pronto! muy buen capítulo! Si es que son muy listos los niños y juntos más
BrujaAle- Escritor - Policia
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Edad : 41
Localización : En el Sur
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Llevas genial el fic!
GabiiLovesMela<3- Escritor - Policia
- Mensajes : 1195
Fecha de inscripción : 24/07/2011
Edad : 29
Localización : Galicia
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
me gusta el capitulo
tu no estas planeando un asesinato por que sabes muchas cosas ajjajjja
es bromaaaaaaaaaaaa
mola el capitulo quien sera el asesino que interesante por dios xDDDDDDDD
gracias por otro capituloooo
tu no estas planeando un asesinato por que sabes muchas cosas ajjajjja
es bromaaaaaaaaaaaa
mola el capitulo quien sera el asesino que interesante por dios xDDDDDDDD
gracias por otro capituloooo
______________________
CASKETT ALWAYS
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
- Entonces no debería haberles dejado entrar desde un principio.
- Pero ya le dije que quiero guardarme la baza de meterlos en acción. Para eso deben estar al día de los hechos.
En el rincón de la sala Beckett sentada en la mesa con Castle le estaba explicando la relación que tenían las víctimas y lo que había hablado con la agente Shaw y el sheriff Cornwell. Abrieron el archivo y lo repartieron en dos. Una parte era el perfil del asesino y la otra parte el perfil de las víctimas y la manera posible que el asesino contactaba con ellas. Cuando cada uno acabó con su parte se intercambiaron los papeles para leer el archivo completo. Prácticamente en una hora ya habían leído el informe completo de la agente Shaw.
Las cuatro personas que marcaban en las pantallas eran cuatro sospechosos de ser cómplices o encubridores del auténtico asesino del que apenas tenían detalles. Cogiendo al cómplice tenían la esperanza de atrapar al auténtico asesino.
Debido a las pruebas forenses encontradas habían cerrado el círculo a que los sospechosos eran trabajadores a tiempo parcial del hotel. Todos ellos tenían dos trabajos, en cualquiera de los dos trabajos podrían averiguar la procedencia de las víctimas, uno de los trabajos sería en el hotel y otro en algún departamento del estado o puesto de trabajo con esa cualidad.
Eric Collage, 23 años, trabaja en el aeropuerto en el puesto de sellado de billetes de avión. En el hotel trabaja como mozo de carga y reponedor.
Rupert Warne, trabaja en el ayuntamiento en el registro civil y en el hotel como ayudante en el servicio de la capilla.
Hunter Quirke, 36 años, taxista de turno compartido y en el hotel trabaja en el servicio de mantenimiento.
Madison Watson, 19 años camarera en una pizzería y asistenta en el servicio de habitaciones del hotel.
Tal como había dicho Beckett las víctimas no tenían nada en común. Por el momento eran víctimas al azar cuya única cosa en común era la procedencia al llegar a Las Vegas. Todas ellas seguían la lista mencionada del ingreso de los estados en la unión. La única fecha que coincidía con esa lista era la de la primera víctima. Todas las víctimas habían sido asesinadas por arma blanca.
El arma más característica era la daga de doble filo. Igual a las usadas por los cazadores para sacrificar a las presas una vez abatidas. Las otras armas eran muy comunes encontrarlas en el mercado. Los filos de los cuchillos eran normales, sólo se habían podido descartar unas pocas marcas ya que el grosor del filo era más pequeño, pero dados los rastros encontrados incrustados en los huesos se había podido ver que el cuchillo había sido afilado por una amoladora por lo que al variar el filo del cuchillo también daba la opción que el cuchillo fuera en un principio más ancho de lo que marcaban las muestras.
Lo que se demostraba era que el asesino usaba unos cuchillos de acero estándar. Usando ese utensilio afilado para el momento, tal cual se hace con el pavo a la hora de trincharlo en Navidad. El filo se le había dado con una amoladora donde la piedra daba un residuo normal. Por lo que tanto los cuchillos como la piedra de amolar se encuentran en cualquier ferretería, casa de menaje o cuchillería.
Del hacha se podía decir algo parecido. Era un hacha normal de la que se puede encontrar en las casas de armas, ferreterías o almacenes de herramientas de trabajo.
Del cortante y del destornillador se podía decir lo mismo. Es más, incluso barajaban la opción que cada una de las víctimas llevase ese instrumento encima. Habían encontrado un correo electrónico de la maestra diciendo que enviaría a sus hijos una carta sorpresa y en la habitación de la maestra encontraron unos recortes y una carta escrita a mano formando un collage, podían haber entrado en la habitación y luego degollarla en el canal del Venetian. Algo similar pasaba con el deportista, por las pruebas forenses parece que primero le habían clavado un destornillador en un ojo y luego lo remataron seccionándole la yugular. El destornillador podía llevarlo en la herramienta del coche o bien para ajustar algún anclaje de la silla corrediza o anclajes de los remos.
El arma más peculiar era la daga de doble filo. Pero esta arma pertenece a una fábrica de distribución nacional y que la mayoría tiendas de armas poseen esa daga. En gran parte de las tiendas el único registro que hacían era a las armas de fuego. Por lo que no pudieron rastrear esa arma más que al almacén general de la fábrica que posee en la zona oeste en California y a partir de ahí se realiza la distribución a 38 estados distintos.
Las pruebas forenses de las víctimas mostraban que no había signos de resistencia en ellos. Buena parte de las víctimas y todas las que llevaban pareja habían encontrado rastros de un agente narcótico y alucinógeno. Eso explicaba que las hubieran encontrado sin signos de violencia previo. Pero a la vez esas personas no estaban dormidas. Todas ellas estaban realizando una actividad, ya sea acostándose con la amante, jugando al golf o a punto de entrar en una discoteca.
Era un producto que aletargaba los sentidos sin llegar al punto de dormirlos. En la mayoría de las victimas se había encontrado este producto en los pulmones y como la primera víctima la habían puesto un paño en la boca, se imaginaban que el modo de introducir este producto en las víctimas era a través del olfato mediante un paño empapado.
Pero había algo que no encajaba del todo y esta línea estaba abierta. Al igual que la primera víctima había sido amordazada y asesinada prácticamente en el instante. Las otras víctimas y en especial las parejas habían inhalado ese producto y además habían seguido haciendo su vida normal.
Las víctimas no habían denunciado ese tipo de acoso por lo que el asesino había evolucionado y había encontrado la manera de introducir en el organismo de la víctima el narcótico sin que se diesen cuenta.
Paul Jules, contable y esposo de Lisa T. Jules tenía rastros de ese producto pero no le habían asesinado. Él, bajo declaración, dijo que no habían notado nada extraño en todo el tiempo que habían estado en Las Vegas. Desconocía la manera que habían inhalado el producto y si bien es verdad que se sintió mareado, lo achacó a que el vino de la cena era más fuerte de lo que había imaginado. La única vez que habían estado a solas fue la noche anterior al asesinato en su habitación, pero el día y las horas anteriores al suceso habían estado rodeados de gente y aparentemente sin que les sucediese nada extraño.
Los camareros y personal de servicio del restaurante fueron interrogados y no notaron nada anormal ni el resto de la clientela se había quejado de encontarse mareados, indispuestos o simplemente raros. Pensaron que les podían haber impregnado los bordes de los platos para que con el olor de la comida no lo notasen pero prácticamente descartaron esa opción ya que los platos que le sirvieron a ellos provenían de una pila por lo que igual les podía haber tocados a ellos o a la mesa de al lado. Los cocineros fueron descartados y el camarero también ya que en esa ocasión y con motivo del 10º aniversario de casados de la pareja y bajo petición del marido, el maitre del restaurante les hizo los honores de ser su camarero.
Al cabo de unos minutos la agente Shaw vio que la pareja estaba discutiendo o por lo menos no estaban de acuerdo en lo que hablaban. Se acercó para poner orden.
- ¿Qué pasa con el fondo de la clase? ¿Alborotando de nuevo?
- ¿Eh? ¡No! Disculpe, agente – empezó Beckett – no pasa nada. ¿Alguna novedad con el operativo?
- De momento no. ¿Habéis acabado con el archivo?
- Sí – ahora fue Castle quien probó suerte para conseguir acercarse a una de esas pantallas un momento – Si necesitamos volver a leerlo o repasarlo… ¿Se lo pedimos de nuevo o está grabado en alguna de esas pantallas táctiles? – Beckett se levantó acusándolo con la mirada de un “cállate”.
- Esas pantallas sólo las toca mi gente.
- ¿Y si tenemos que volver a leerlo?
- Esos dos ordenadores – señalando los que pertenecen a la sala de juntas del hotel – están en red con el resto. Si están libres, podéis usarlos. No tienen nuestros programas pero sí podéis ver todos los archivos digitalizados en lugar de papel. Sobra decir que no modifiquéis los archivos, ni los borréis. Creo que no podríais, pero aunque pudíerais no lo hagáis. ¿Te parece bien? – Dirigiéndose a Castle.
- Ahhh – Iba a pedir que le dejase usar alguno de sus aparatos o programas pero viendo que no estaba por la labor, tuvo que resignarse – Sí, me parece bien.
- ¿Qué discutíais? ¿Algo del caso?
- No, agente.
- ¿Cómo que no, Kate? – Beckett siguió con la mirada de cállate.
- ¿Entonces es del caso? – Quería saber si habían averiguado algo que no mostraran los archivos.
- No.
- Sí.
- NO. No es del caso porque no atañe ni a las víctimas, ni al asesino, ni a ustedes, no es del caso. Créame.
- SÍ. Sí corresponde al caso porque este pequeño debate es por el caso.
- ¿Me lo cuentas?
- No vale la pena, agente. Ya conoce a Castle, piensa en cualquier cosa ajena, insensata e inoportuna con la situación que lo rodea. Esta es de las situaciones en las que no hay que escucharlo.
- ¿Cómo que no? Quería pedirle que… – Beckett quería meterlo en un baúl, cerrarlo con llave, enterrarlo en el desierto y perder la llave – si se alarga mucho el operativo nos dejaría salir. Hemos visto que se centra en el hotel. El asesino, aunque haya dejado disperso los cadáveres por toda la ciudad… hoy toca la toma de contacto en este hotel, entonces… si se alarga mucho quería pedirle si nos deja salir de la sala y del hotel. Eso sí, prometo no aparecer por el hotel hasta mañana o hasta cuando diga usted… Asñi no la molestaríamos y nosotros podríamos seguir con nuestros planes.
- Sí que es tentador eso de perderos de vista…
- ¡Castle! – le gritó Beckett sin levantar mucho la voz – después de querer entrar aquí, tú también lo querías. Después de convencerles para que nos dejen estar y mirar los archivos… has prometido que te estarías quieto y te comportarías… Ahora no puedes dar marcha atrás. Es una falta de respeto, de consideración, y de… ¡Demonios! No se puede cambiar de idea así como así.
- Es que no hay acción. Es aburrido.
- ¿No quieres seguir los pasos de un asesino en serie para alguna novela tuya?
- Sí. Pero… esto es aburrido. Me gustaría seguir con nuestros planes. Quiero ir a bailar contigo.
- Pues piensa que nuestros planes ahora son éstos – Cada vez se enfrascaba en la discusión olvidándose de la agente Shaw.
- Más bien tus planes son éstos.
- Pues sí. Esto me va a venir de perlas antes de entrar el lunes a comisaría. ¿No dijiste que el venir a Las Vegas era un regalo para mí? Pues quiero hacer esto.
- Pero yo…
- ¿Ya estáis saliendo juntos? – Cortó la discusión la agente Shaw.
- ¿Cómo?... ¡No! – Ahora Beckett sí lo dijo en voz alta y algún agente se giró hacia ellos.
- Entonces supongo que ya os habéis acostado – Beckett no se creía lo que estaba oyendo.
- ¡No! – Lo dijo más bajo y Castle lo confirmó negándolo con la cabeza.
- Extraño… ¿Por qué estáis aqui? Y ¿Por qué habéis estado haciendo todas esas cosas?
- Agente Shaw. Eso no importa, ha sido una consideración por su parte el dejarnos estar aquí y…
- Sois un caso a estudiar y quiero saber si puedo contar con vosotros en un momento dado, quiero saber si vuestras facultades están en orden. Así que me vais a explicar brevemente qué andáis haciendo. Detective ¿Por qué te metiste en la sala de póquer ayer? Sé breve.
- Fue… por despiste. Creí que podía jugar contra esos tipos, que tenía su nivel de póquer. Luego, cuando… me fui, caí en la cuenta de lo que había pasado. No lo hice a propósito.
- Bien. ¿Por qué alquilasteis un helicóptero que se coge a las afueras?
- Eso puedo decirlo yo – Contestó Castle – Tenía contratada la jornada de vuelo para toda la mañana y está lejos de aquí. No quería perder mucho tiempo en el trayecto ya que prácticamente sólo hemos venido para día y medio.
- ¿El coche?
- Fue idea de Castle.
- Lo escogiste tú.
- Bajo tu indicación. James Bond.
- ¿Seguro que no os habéis acostado? – Interrumpió Shaw.
- NO – Contestaron al unísono.
- ¿El coche?
- Íbamos a salir a alguna sala de baile. Castle no quería hacer colas así que decidió alquilar un vehículo de alta gama para que nos dejasen entrar directamente. Él quería hacerse un capricho.
- Bien. No quiero saber más. ¿Por qué jugábais así en la mesa de Craps?
Los dos se miraron, no sabían cómo explicar de una manera coherente, lógica y que pareciese algo normal que jugar para perder 200.000 dólares era una apuesta entre ellos para escoger únicamente las salas de baile.
- ¿Y bien? Estoy esperando. ¿Por qué jugábais 300.000 dólares cada uno y queríais perderlos? No habéis bajado de los ciento y pico míl dólares y al paso que ibais no los habríais perdido en toda la noche – Castle pasó a contestar.
- Bueno, de los 300.000… En realidad jugábamos a… ahahhhhhhh “ahh-pples”… - Beckett le clavó el tacón del zapato en el pie para que se callase que 100.000 dólares eran una ficha amuleto y que no los iban a apostar. Primero para no explicar esa historia y después para que siguiera pensando que había sido una buena idea el haberlos sacado ya que si se hubiese esperado unos 20 minutos más no tendría que estar viviendo esta situación porque se habrían ido del hotel.
- ¿En realidad jugábais a…?
- En realidad jugábamos para divertirnos. Sólo eso – Beckett dejó de clavarle el tacón así que esa era la respuesta - Normalmente se juega para ganar y se tienen muchos nervios con eso, mientras que si juegas para perder no tienes esa ansia de ganar. Como quería que fuese un fin de semana para relajarnos y divertirnos y quería que Beckett se divirtiese como nunca lo había hecho… Le dí ese dinero para que lo derrochase, fui yo quien la convenció.
- ¿Seguro? – Escudriándolos a los dos.
- Es cosa de ricos atolondrados. Si a él no le importa perder su dinero… a mí tampoco… Son ricos, simplemente… esa fue una de las razones por las que no me dí cuenta de lo de la mesa de póquer ayer. A un tío de esos le había ganado más de 35.000, ¿Quién se iba a pensar…? Bueno… yo no lo pensé.
- Por último. ¿Por qué esto?
- No la entiendo, agente – Dijo Beckett.
- Has dicho que esto era un regalo para ti. ¿Por qué es un regalo? ¿Por qué te tenía que invitar a un fin de semana en Las Vegas de esta manera? Sobre todo, si todavía no estáis juntos.
- Yo… hace unas semanas… que… estoy de baja. No me encontraba muy bien… mis amigos querían animarme y esta ha sido la manera de hacerlo de Castle. Así que esto han sido como unas minivacaciones. Yo quería estar presente en este operativo porque me va a venir muy bien como rodaje para mi reincorporación el lunes.
- Ya veo… Estuvo cerca ¿no? – La agente Shaw estaba mirando el centro del pecho de Beckett, a la cicatriz, sabía reconocer las marcas de las balas en el cuerpo de las personas. Ella al darse cuenta se encogió abrochándose de nuevo la chaquetilla.
- Sí. Muy cerca.
- Me vale. No estáis tan mal como pensaba
- Pero ya le dije que quiero guardarme la baza de meterlos en acción. Para eso deben estar al día de los hechos.
En el rincón de la sala Beckett sentada en la mesa con Castle le estaba explicando la relación que tenían las víctimas y lo que había hablado con la agente Shaw y el sheriff Cornwell. Abrieron el archivo y lo repartieron en dos. Una parte era el perfil del asesino y la otra parte el perfil de las víctimas y la manera posible que el asesino contactaba con ellas. Cuando cada uno acabó con su parte se intercambiaron los papeles para leer el archivo completo. Prácticamente en una hora ya habían leído el informe completo de la agente Shaw.
Las cuatro personas que marcaban en las pantallas eran cuatro sospechosos de ser cómplices o encubridores del auténtico asesino del que apenas tenían detalles. Cogiendo al cómplice tenían la esperanza de atrapar al auténtico asesino.
Debido a las pruebas forenses encontradas habían cerrado el círculo a que los sospechosos eran trabajadores a tiempo parcial del hotel. Todos ellos tenían dos trabajos, en cualquiera de los dos trabajos podrían averiguar la procedencia de las víctimas, uno de los trabajos sería en el hotel y otro en algún departamento del estado o puesto de trabajo con esa cualidad.
Eric Collage, 23 años, trabaja en el aeropuerto en el puesto de sellado de billetes de avión. En el hotel trabaja como mozo de carga y reponedor.
Rupert Warne, trabaja en el ayuntamiento en el registro civil y en el hotel como ayudante en el servicio de la capilla.
Hunter Quirke, 36 años, taxista de turno compartido y en el hotel trabaja en el servicio de mantenimiento.
Madison Watson, 19 años camarera en una pizzería y asistenta en el servicio de habitaciones del hotel.
Tal como había dicho Beckett las víctimas no tenían nada en común. Por el momento eran víctimas al azar cuya única cosa en común era la procedencia al llegar a Las Vegas. Todas ellas seguían la lista mencionada del ingreso de los estados en la unión. La única fecha que coincidía con esa lista era la de la primera víctima. Todas las víctimas habían sido asesinadas por arma blanca.
El arma más característica era la daga de doble filo. Igual a las usadas por los cazadores para sacrificar a las presas una vez abatidas. Las otras armas eran muy comunes encontrarlas en el mercado. Los filos de los cuchillos eran normales, sólo se habían podido descartar unas pocas marcas ya que el grosor del filo era más pequeño, pero dados los rastros encontrados incrustados en los huesos se había podido ver que el cuchillo había sido afilado por una amoladora por lo que al variar el filo del cuchillo también daba la opción que el cuchillo fuera en un principio más ancho de lo que marcaban las muestras.
Lo que se demostraba era que el asesino usaba unos cuchillos de acero estándar. Usando ese utensilio afilado para el momento, tal cual se hace con el pavo a la hora de trincharlo en Navidad. El filo se le había dado con una amoladora donde la piedra daba un residuo normal. Por lo que tanto los cuchillos como la piedra de amolar se encuentran en cualquier ferretería, casa de menaje o cuchillería.
Del hacha se podía decir algo parecido. Era un hacha normal de la que se puede encontrar en las casas de armas, ferreterías o almacenes de herramientas de trabajo.
Del cortante y del destornillador se podía decir lo mismo. Es más, incluso barajaban la opción que cada una de las víctimas llevase ese instrumento encima. Habían encontrado un correo electrónico de la maestra diciendo que enviaría a sus hijos una carta sorpresa y en la habitación de la maestra encontraron unos recortes y una carta escrita a mano formando un collage, podían haber entrado en la habitación y luego degollarla en el canal del Venetian. Algo similar pasaba con el deportista, por las pruebas forenses parece que primero le habían clavado un destornillador en un ojo y luego lo remataron seccionándole la yugular. El destornillador podía llevarlo en la herramienta del coche o bien para ajustar algún anclaje de la silla corrediza o anclajes de los remos.
El arma más peculiar era la daga de doble filo. Pero esta arma pertenece a una fábrica de distribución nacional y que la mayoría tiendas de armas poseen esa daga. En gran parte de las tiendas el único registro que hacían era a las armas de fuego. Por lo que no pudieron rastrear esa arma más que al almacén general de la fábrica que posee en la zona oeste en California y a partir de ahí se realiza la distribución a 38 estados distintos.
Las pruebas forenses de las víctimas mostraban que no había signos de resistencia en ellos. Buena parte de las víctimas y todas las que llevaban pareja habían encontrado rastros de un agente narcótico y alucinógeno. Eso explicaba que las hubieran encontrado sin signos de violencia previo. Pero a la vez esas personas no estaban dormidas. Todas ellas estaban realizando una actividad, ya sea acostándose con la amante, jugando al golf o a punto de entrar en una discoteca.
Era un producto que aletargaba los sentidos sin llegar al punto de dormirlos. En la mayoría de las victimas se había encontrado este producto en los pulmones y como la primera víctima la habían puesto un paño en la boca, se imaginaban que el modo de introducir este producto en las víctimas era a través del olfato mediante un paño empapado.
Pero había algo que no encajaba del todo y esta línea estaba abierta. Al igual que la primera víctima había sido amordazada y asesinada prácticamente en el instante. Las otras víctimas y en especial las parejas habían inhalado ese producto y además habían seguido haciendo su vida normal.
Las víctimas no habían denunciado ese tipo de acoso por lo que el asesino había evolucionado y había encontrado la manera de introducir en el organismo de la víctima el narcótico sin que se diesen cuenta.
Paul Jules, contable y esposo de Lisa T. Jules tenía rastros de ese producto pero no le habían asesinado. Él, bajo declaración, dijo que no habían notado nada extraño en todo el tiempo que habían estado en Las Vegas. Desconocía la manera que habían inhalado el producto y si bien es verdad que se sintió mareado, lo achacó a que el vino de la cena era más fuerte de lo que había imaginado. La única vez que habían estado a solas fue la noche anterior al asesinato en su habitación, pero el día y las horas anteriores al suceso habían estado rodeados de gente y aparentemente sin que les sucediese nada extraño.
Los camareros y personal de servicio del restaurante fueron interrogados y no notaron nada anormal ni el resto de la clientela se había quejado de encontarse mareados, indispuestos o simplemente raros. Pensaron que les podían haber impregnado los bordes de los platos para que con el olor de la comida no lo notasen pero prácticamente descartaron esa opción ya que los platos que le sirvieron a ellos provenían de una pila por lo que igual les podía haber tocados a ellos o a la mesa de al lado. Los cocineros fueron descartados y el camarero también ya que en esa ocasión y con motivo del 10º aniversario de casados de la pareja y bajo petición del marido, el maitre del restaurante les hizo los honores de ser su camarero.
Al cabo de unos minutos la agente Shaw vio que la pareja estaba discutiendo o por lo menos no estaban de acuerdo en lo que hablaban. Se acercó para poner orden.
- ¿Qué pasa con el fondo de la clase? ¿Alborotando de nuevo?
- ¿Eh? ¡No! Disculpe, agente – empezó Beckett – no pasa nada. ¿Alguna novedad con el operativo?
- De momento no. ¿Habéis acabado con el archivo?
- Sí – ahora fue Castle quien probó suerte para conseguir acercarse a una de esas pantallas un momento – Si necesitamos volver a leerlo o repasarlo… ¿Se lo pedimos de nuevo o está grabado en alguna de esas pantallas táctiles? – Beckett se levantó acusándolo con la mirada de un “cállate”.
- Esas pantallas sólo las toca mi gente.
- ¿Y si tenemos que volver a leerlo?
- Esos dos ordenadores – señalando los que pertenecen a la sala de juntas del hotel – están en red con el resto. Si están libres, podéis usarlos. No tienen nuestros programas pero sí podéis ver todos los archivos digitalizados en lugar de papel. Sobra decir que no modifiquéis los archivos, ni los borréis. Creo que no podríais, pero aunque pudíerais no lo hagáis. ¿Te parece bien? – Dirigiéndose a Castle.
- Ahhh – Iba a pedir que le dejase usar alguno de sus aparatos o programas pero viendo que no estaba por la labor, tuvo que resignarse – Sí, me parece bien.
- ¿Qué discutíais? ¿Algo del caso?
- No, agente.
- ¿Cómo que no, Kate? – Beckett siguió con la mirada de cállate.
- ¿Entonces es del caso? – Quería saber si habían averiguado algo que no mostraran los archivos.
- No.
- Sí.
- NO. No es del caso porque no atañe ni a las víctimas, ni al asesino, ni a ustedes, no es del caso. Créame.
- SÍ. Sí corresponde al caso porque este pequeño debate es por el caso.
- ¿Me lo cuentas?
- No vale la pena, agente. Ya conoce a Castle, piensa en cualquier cosa ajena, insensata e inoportuna con la situación que lo rodea. Esta es de las situaciones en las que no hay que escucharlo.
- ¿Cómo que no? Quería pedirle que… – Beckett quería meterlo en un baúl, cerrarlo con llave, enterrarlo en el desierto y perder la llave – si se alarga mucho el operativo nos dejaría salir. Hemos visto que se centra en el hotel. El asesino, aunque haya dejado disperso los cadáveres por toda la ciudad… hoy toca la toma de contacto en este hotel, entonces… si se alarga mucho quería pedirle si nos deja salir de la sala y del hotel. Eso sí, prometo no aparecer por el hotel hasta mañana o hasta cuando diga usted… Asñi no la molestaríamos y nosotros podríamos seguir con nuestros planes.
- Sí que es tentador eso de perderos de vista…
- ¡Castle! – le gritó Beckett sin levantar mucho la voz – después de querer entrar aquí, tú también lo querías. Después de convencerles para que nos dejen estar y mirar los archivos… has prometido que te estarías quieto y te comportarías… Ahora no puedes dar marcha atrás. Es una falta de respeto, de consideración, y de… ¡Demonios! No se puede cambiar de idea así como así.
- Es que no hay acción. Es aburrido.
- ¿No quieres seguir los pasos de un asesino en serie para alguna novela tuya?
- Sí. Pero… esto es aburrido. Me gustaría seguir con nuestros planes. Quiero ir a bailar contigo.
- Pues piensa que nuestros planes ahora son éstos – Cada vez se enfrascaba en la discusión olvidándose de la agente Shaw.
- Más bien tus planes son éstos.
- Pues sí. Esto me va a venir de perlas antes de entrar el lunes a comisaría. ¿No dijiste que el venir a Las Vegas era un regalo para mí? Pues quiero hacer esto.
- Pero yo…
- ¿Ya estáis saliendo juntos? – Cortó la discusión la agente Shaw.
- ¿Cómo?... ¡No! – Ahora Beckett sí lo dijo en voz alta y algún agente se giró hacia ellos.
- Entonces supongo que ya os habéis acostado – Beckett no se creía lo que estaba oyendo.
- ¡No! – Lo dijo más bajo y Castle lo confirmó negándolo con la cabeza.
- Extraño… ¿Por qué estáis aqui? Y ¿Por qué habéis estado haciendo todas esas cosas?
- Agente Shaw. Eso no importa, ha sido una consideración por su parte el dejarnos estar aquí y…
- Sois un caso a estudiar y quiero saber si puedo contar con vosotros en un momento dado, quiero saber si vuestras facultades están en orden. Así que me vais a explicar brevemente qué andáis haciendo. Detective ¿Por qué te metiste en la sala de póquer ayer? Sé breve.
- Fue… por despiste. Creí que podía jugar contra esos tipos, que tenía su nivel de póquer. Luego, cuando… me fui, caí en la cuenta de lo que había pasado. No lo hice a propósito.
- Bien. ¿Por qué alquilasteis un helicóptero que se coge a las afueras?
- Eso puedo decirlo yo – Contestó Castle – Tenía contratada la jornada de vuelo para toda la mañana y está lejos de aquí. No quería perder mucho tiempo en el trayecto ya que prácticamente sólo hemos venido para día y medio.
- ¿El coche?
- Fue idea de Castle.
- Lo escogiste tú.
- Bajo tu indicación. James Bond.
- ¿Seguro que no os habéis acostado? – Interrumpió Shaw.
- NO – Contestaron al unísono.
- ¿El coche?
- Íbamos a salir a alguna sala de baile. Castle no quería hacer colas así que decidió alquilar un vehículo de alta gama para que nos dejasen entrar directamente. Él quería hacerse un capricho.
- Bien. No quiero saber más. ¿Por qué jugábais así en la mesa de Craps?
Los dos se miraron, no sabían cómo explicar de una manera coherente, lógica y que pareciese algo normal que jugar para perder 200.000 dólares era una apuesta entre ellos para escoger únicamente las salas de baile.
- ¿Y bien? Estoy esperando. ¿Por qué jugábais 300.000 dólares cada uno y queríais perderlos? No habéis bajado de los ciento y pico míl dólares y al paso que ibais no los habríais perdido en toda la noche – Castle pasó a contestar.
- Bueno, de los 300.000… En realidad jugábamos a… ahahhhhhhh “ahh-pples”… - Beckett le clavó el tacón del zapato en el pie para que se callase que 100.000 dólares eran una ficha amuleto y que no los iban a apostar. Primero para no explicar esa historia y después para que siguiera pensando que había sido una buena idea el haberlos sacado ya que si se hubiese esperado unos 20 minutos más no tendría que estar viviendo esta situación porque se habrían ido del hotel.
- ¿En realidad jugábais a…?
- En realidad jugábamos para divertirnos. Sólo eso – Beckett dejó de clavarle el tacón así que esa era la respuesta - Normalmente se juega para ganar y se tienen muchos nervios con eso, mientras que si juegas para perder no tienes esa ansia de ganar. Como quería que fuese un fin de semana para relajarnos y divertirnos y quería que Beckett se divirtiese como nunca lo había hecho… Le dí ese dinero para que lo derrochase, fui yo quien la convenció.
- ¿Seguro? – Escudriándolos a los dos.
- Es cosa de ricos atolondrados. Si a él no le importa perder su dinero… a mí tampoco… Son ricos, simplemente… esa fue una de las razones por las que no me dí cuenta de lo de la mesa de póquer ayer. A un tío de esos le había ganado más de 35.000, ¿Quién se iba a pensar…? Bueno… yo no lo pensé.
- Por último. ¿Por qué esto?
- No la entiendo, agente – Dijo Beckett.
- Has dicho que esto era un regalo para ti. ¿Por qué es un regalo? ¿Por qué te tenía que invitar a un fin de semana en Las Vegas de esta manera? Sobre todo, si todavía no estáis juntos.
- Yo… hace unas semanas… que… estoy de baja. No me encontraba muy bien… mis amigos querían animarme y esta ha sido la manera de hacerlo de Castle. Así que esto han sido como unas minivacaciones. Yo quería estar presente en este operativo porque me va a venir muy bien como rodaje para mi reincorporación el lunes.
- Ya veo… Estuvo cerca ¿no? – La agente Shaw estaba mirando el centro del pecho de Beckett, a la cicatriz, sabía reconocer las marcas de las balas en el cuerpo de las personas. Ella al darse cuenta se encogió abrochándose de nuevo la chaquetilla.
- Sí. Muy cerca.
- Me vale. No estáis tan mal como pensaba
Última edición por qwerty el Mar Sep 06, 2011 5:06 am, editado 2 veces
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Me acabo de dar cuenta que en la tabla que dejé hace unos días faltaba la columna del arma/daño principal al cuerpo, no sé cómo no la inserté.
En fin, si esa columna no está difícilmente Beckett y Castle sabrían antes de abrir los archivos que los habían asesinado por arma blanca.
Edito y actualizo....
En fin, si esa columna no está difícilmente Beckett y Castle sabrían antes de abrir los archivos que los habían asesinado por arma blanca.
Edito y actualizo....
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
genial capitulo
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CASKETT ALWAYS
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
que enganchadita me tienes....
lucia- As del póker
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Wouuu menudo capitulazo!!!!!!!
que bien, me encanta!!!!!!!
que bien, me encanta!!!!!!!
IsaVera- Autor de best-seller
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
- Ya veo… Estuvo cerca ¿no? – La agente Shaw estaba mirando el centro del pecho de Beckett, a la cicatriz, sabía reconocer las marcas de las balas en el cuerpo de las personas. Ella al darse cuenta se encogió abrochándose de nuevo la chaquetilla.
- Sí. Muy cerca.
- Me vale. No estáis tan mal como pensaba.
Mientras la agente Shaw volvía a su posición con el archivo, Castle insistió:
- ¿Nos dejará salir si el operativo se alarga?
- No vais a salir del hotel – Le contestó inmediatamente.
Beckett se giró hacia Castle con expresión de triunfo mientras que él no ocultó su contrariedad.
- Vamos Rick, verás como al final no es tan “aburrido”.
- Pues si no voy a salir… al menos voy a fisgonear en el ordenador – Se sienta en uno de los indicados y empieza a abrir el directorio de archivos para ver su distribución.
- Tú mismo.
- Es que… esos cuatro tipos ni siquiera son el asesino en serie. Vamos a perder el tiempo por sólo unos secuaces…
- Esto es la vida real, no es uno de tus libros en que en unas horas ya tienen el dispositivo montado, atrapan al asesino, le hacen confesar y lo procesan.
- Lo sé… Pero ya que nos han interrumpido podrían haberlo hecho en la mejor parte ¿no?
- La otra vez que trabajamos con la agente Shaw estabas emocionadísimo por trabajar con ella. ¿Se te han ido las ganas? ¿Fue algo pasajero? ¿Un deseo hecho realidad y que ya no te emociona tanto?
- No. Adoro esa mujer, hace un trabajo espléndido, la manera que capta la mente del criminal… los detalles para cogerlos… es auténtica… y sus cacharros… no me deja tocarlos – en su voz se percibía devoción hacia ella. Beckett no estaba acostumbrada a ese tipo de halagos hacia otra mujer, sobretodo de admiración sincera – Pero… ¿realmente prefieres esto a bailar conmigo? No te estoy pidiendo una cita… sólo un poco de diversión… vas a tener trabajo de sobra a partir del lunes.
Esta vez no se estaba burlando de ella ni le estaba haciendo alguna proposición indebida, así que le apoyó la mano en el hombro para que se girase y contestó igual de sincera.
- Rick, sí quiero hacer esto. Esto también es bueno para mí – Añadió con una suave sonrisa – Te prometo que bailaremos, yo también quería ir… no me ibas a llevar a rastras ¿entiendes?
- Entiendo – Le devolvió un gesto comprensivo.
- De acuerdo – Cogió una silla y se sentó a su lado – dime lo que estás mirando.
- Ellos ya han hecho prácticamente todo el trabajo, la conexión con el asesino es uno de esos cómplices y luego usando esos programas suyos podrán realizar las conexiones y cerrar el círculo mucho más. Ya has leído que el asesino sólo le gusta mancharse las manos en el acto final. El resto hace que se lo hagan los demás. Lo prepara todo pero a la distancia, todas las teorías que tengo no tienen dónde sustentarse. Así que me he pasado a las víctimas. Me ha llamado la atención eso que puede narcotizar a las víctimas por arte de magia. Estaba mirando si pone algo más.
- La magia no existe en los asesinatos.
- ¿No te acuerdas del caso que tuvimos con magos?
- Ellos eran ilusionistas y charlatanes. Lo que estamos viendo ahora… no se puede narcotizar a la gente por arte de magia… El primero fue con un pañuelo.
- Pero de los otros no se sabe nada. Sólo que los tranquiliza para que no tengan tan buenos reflejos y hacer así su faena. Pero lo hace sin que éstos se den cuenta, no los ataca y los asesina. Deja que haga su efecto y deja a las víctimas que sigan con sus planes…
- ¿Alguna prueba forense indica la procedencia del narcótico? Fabricante, distribución, esas cosas.
- Estaba en eso. Mira este archivo, aquí está. El narcótico es un componente que se encuentra en líquido o gas y es efectivo en cualquiera de sus dos estados, es incoloro, sin olor y una pequeña dosis es suficiente para atontar a alguien. En dosis elevadas paraliza los sistemas nerviosos y te mueres porque los pulmones, el corazón… deja de recibir la señal de funcionar, entras en colapso y te mueres por asfixia, parada cardíaca, muerte cerebral por falta de oxígeno o… todo junto. También tiene como efectos secundarios alucinaciones.
- Genial. Un líquido o gas que no lo notas hasta que no sientes sus efectos.
- Fue sustraído de una instalación militar y vendido en el mercado negro. Se vende principalmente como anestesia de animales. El rastreo ha acabado en un código postal de una cabaña abandonada en Illinois.
- ¿El almacén del que salió la daga tiene distribución en Illinois?
- Ehhh. Espera. No. En Illinois la distribuye el almacén de la zona norte en Michigan.
- No tiene relación… La daga del oeste y la dirección postal del norte… Ese cabrón se mueve aleatoriamente.
- Lleva 13 asesinatos, tiene que ser cuidadoso o un completo atolondrado que usa lo de aquí y lo de allá, lo que le viene a mano.
- ¿Qué más se sabe del gas?
- Nada.
- ¿Rastros en las víctimas?
- A ver… ¿te parece que ponga a la vista las 10 víctimas? Las otras tres serán una repetición de la pareja. Así cabe mejor en la pantalla.
- No. Dime las tres víctimas que dejas y busco los archivos de papel.
- Éstas,
- OK.
- Bien, la primera víctima sí que parece que fue la de pruebas, parece el asesinato más tosco. Se encontraron trazas del narcótico en pulmones, fosas nasales y boca.
- Le tapó todas las vías respiratorias.
- ¿Seguro que pertenece a la lista?
- Lo mataron con el mismo puñal que el banquero y la secretaria.
- ¿Y si hay otra persona usando el mismo arma?
- El informe de Shaw ponía que sólo hay un asesino. ¿Recuerdas? Así que no.
- En el resto de víctimas se encontraron trazas en los pulmones, sistema respiratorio y zona interna de la nariz. La interiorista y los jubilados también tenían en el exterior de la nariz bajo las fosas nasales pero no en la boca.
- Aquí veo que no han encontrado en la ropa. ¿Y tú?
- Tampoco.
- Entonces hace que lo inhalen sin forzarlos… no los rocían, por lo que no puede ser una especie de vaporizador…
- ¿Un plato de comida? Como condimento.
- Se habría encontrado en el estómago o en la boca.
- ¿Ambientador?
- No en el informe de Lisa T. Jules nadie de la sala salió más intoxicado… ¿Algún otro rastro en los pulmones o aparato respiratorio?
- Eh… - repasando todos los informes – este no, este no, la abueleta tabaco… su marido fumaba; este no, la interiorista perfume, no, el broker coca, el estudiante marihuana, el cocinero tenía restos de especias… y no. Nada, los del CSU han detectado otros productos pero no los mencionan como relevantes, así que no hay nada que los implique a todos, tienen lo normal en su cuerpo. En cuatro de ellos se encontraron restos de polen. La jubilada de Nueva Jersey violetas, llevaba un ramillete en la solapa, a las abueletas les gusta llevar esos ramilletes, parece que les quite el olor de polilla.
- ¡Eso es una falta de respeto!
- El amante de Georgia, tenía restos de azalea.
- Yo tengo el archivo de la amante, la secretaria de Georgia… también tenía ese rastro. Rick, ¿sabes si las azaleas son difíciles de encontrar?
- Ehhh, creo que es una flor silvestre que se cria en el sur, es posible que de donde vengan abunden porque en su habitación no las encontraron… Ehhh… sí, exacto, es una variedad común en Georgia.
- Pero son banqueros, trabajan bajo techo.
- Puede venir de los jardines de sus casas, del aeropuerto…
- Sí es posible.
- A ver, la maestra de Boston… rosa. A ver… la declaración del marido decía que estaban celebrando el 10º aniversario, él llevaba una en el ojal del chaqué. Nada, todo esto es dar vueltas tontamente.
- ¿Y el último? No hay que dejar nada por revisar.
- A ver… el universitario de Columbia… Tenía jazmín junto con los restos de marihuana.
- ¿Jazmín? Que esté fumando marihuana vale… ¿Qué pinta el jazmín en esto? ¿Pertenece al escenario del crimen?
- Ehhh… Un momento Kate. Lo encontraron en la piscina exterior del Palazzo. Tienen varios tipos de jazmines y sí es de una variedad de ellos, jazmín amarillo. ¿Jugando a las escondidas con alguna compañera de clase haciendo cosas obscenas?
- ¿Lo pone ahí o lo sabes por experiencia propia?
- Experiencia. ¿Qué me dices de tí? ¿Alguna vez has experimentado con la emoción de que te pillaran en público?
- ¿Sabes que puedo clavarte el tacón más fuerte que lo que he hecho antes?
- ¿Entonces es que sí? – Beckett se movió en el asiento dispuesta a cumplir su amenaza - Me callo.
- ¿No han encontrado fibras? De algún pañuelo o algo que les impregnase.
- No. Sólo el del primero.
- Tampoco parece que haya conexión con las cosas que han encontrado en su organismo… Es como si les hubieran puesto una mascarilla nasal y luego se la quitan.
- ¿Y si el asesino lo lleva puesto?… como un perfume. Si te acercas a saludar a dar dos besos podrías inhalarlo sin darte cuenta y no tendrías rastros.
- No me convence lo del perfume porque normalmente saludamos con la mano, y el asesino debe impregnarse demasiado para emanar la cantidad suficiente. Él tendría el riesgo de ser intoxicado, pero debe ser algo así.
- Bufff… Es complicado, Kate. Es todo demasiado aleatorio.
- Un asesino en serie es complicado. No pretenderás averiguar en unas horas lo que la policía de Las Vegas y el FBI no han podido.
- Estaría bien. Además, así le podrías dar definitivamente la patada en el culo al sheriff. No le hemos hecho nada y parece que nos tiene manía.
- Es lógico. Nos hemos metido en medio de su territorio. Si alguien sin avisar se mete en medio de mi trabajo a revolver los papeles y pretender hacer lo que yo hago incluso cambiándome el sistema… me enfadaría mucho, lo vería como un intruso.
- No hace falta que lo jures. Lo he sufrido en carnes propias.
- Dí más bien que yo te he sufrido a tí… ¡Ei, Rick! Mira. Hay movimiento.
- Yo los veo igual que antes.
- No, ahora están más tensos.
- ¿Vamos?
- Sí, pero no armes jaleo. Somos los intrusos y no conviene que nos tiren a un lado. Si se puede, ya haré que nos metan en el operativo.
- ¡Kate! ¿Realmente eres tú? ¿Pretendes saltarte el protocolo e inmiscuirte en esto?
- Si puedo… sí. No tienes idea las ganas que tengo de estar en medio de esto, y si es con Shaw, mejor.
Se pusieron tras los encargados del operativo a observar. Tenían a Madison Watson, la camarera y asistenta de habitaciones en primera plana de un de las pizarras. Estaba aproximándose a la mesa de Craps.
- Sr. Dunnoo - Preguntó sheriff - ¿hay alguna justificación para que una asistenta del servicio de habitaciones esté en la sala de juegos?
- No. Ya se lo he dicho antes. Sólo que vaya a jugar en su tiempo libre.
- Pínchame en esta pantalla, quiero que aparezca las cámaras de seguimiento de la chica – ordenó Shaw – allá deja fija la cámara del señuelo, a su orden hay que actuar. Avery, ordena a todas las unidades que estén en su posición.
- Sí. Muy cerca.
- Me vale. No estáis tan mal como pensaba.
Mientras la agente Shaw volvía a su posición con el archivo, Castle insistió:
- ¿Nos dejará salir si el operativo se alarga?
- No vais a salir del hotel – Le contestó inmediatamente.
Beckett se giró hacia Castle con expresión de triunfo mientras que él no ocultó su contrariedad.
- Vamos Rick, verás como al final no es tan “aburrido”.
- Pues si no voy a salir… al menos voy a fisgonear en el ordenador – Se sienta en uno de los indicados y empieza a abrir el directorio de archivos para ver su distribución.
- Tú mismo.
- Es que… esos cuatro tipos ni siquiera son el asesino en serie. Vamos a perder el tiempo por sólo unos secuaces…
- Esto es la vida real, no es uno de tus libros en que en unas horas ya tienen el dispositivo montado, atrapan al asesino, le hacen confesar y lo procesan.
- Lo sé… Pero ya que nos han interrumpido podrían haberlo hecho en la mejor parte ¿no?
- La otra vez que trabajamos con la agente Shaw estabas emocionadísimo por trabajar con ella. ¿Se te han ido las ganas? ¿Fue algo pasajero? ¿Un deseo hecho realidad y que ya no te emociona tanto?
- No. Adoro esa mujer, hace un trabajo espléndido, la manera que capta la mente del criminal… los detalles para cogerlos… es auténtica… y sus cacharros… no me deja tocarlos – en su voz se percibía devoción hacia ella. Beckett no estaba acostumbrada a ese tipo de halagos hacia otra mujer, sobretodo de admiración sincera – Pero… ¿realmente prefieres esto a bailar conmigo? No te estoy pidiendo una cita… sólo un poco de diversión… vas a tener trabajo de sobra a partir del lunes.
Esta vez no se estaba burlando de ella ni le estaba haciendo alguna proposición indebida, así que le apoyó la mano en el hombro para que se girase y contestó igual de sincera.
- Rick, sí quiero hacer esto. Esto también es bueno para mí – Añadió con una suave sonrisa – Te prometo que bailaremos, yo también quería ir… no me ibas a llevar a rastras ¿entiendes?
- Entiendo – Le devolvió un gesto comprensivo.
- De acuerdo – Cogió una silla y se sentó a su lado – dime lo que estás mirando.
- Ellos ya han hecho prácticamente todo el trabajo, la conexión con el asesino es uno de esos cómplices y luego usando esos programas suyos podrán realizar las conexiones y cerrar el círculo mucho más. Ya has leído que el asesino sólo le gusta mancharse las manos en el acto final. El resto hace que se lo hagan los demás. Lo prepara todo pero a la distancia, todas las teorías que tengo no tienen dónde sustentarse. Así que me he pasado a las víctimas. Me ha llamado la atención eso que puede narcotizar a las víctimas por arte de magia. Estaba mirando si pone algo más.
- La magia no existe en los asesinatos.
- ¿No te acuerdas del caso que tuvimos con magos?
- Ellos eran ilusionistas y charlatanes. Lo que estamos viendo ahora… no se puede narcotizar a la gente por arte de magia… El primero fue con un pañuelo.
- Pero de los otros no se sabe nada. Sólo que los tranquiliza para que no tengan tan buenos reflejos y hacer así su faena. Pero lo hace sin que éstos se den cuenta, no los ataca y los asesina. Deja que haga su efecto y deja a las víctimas que sigan con sus planes…
- ¿Alguna prueba forense indica la procedencia del narcótico? Fabricante, distribución, esas cosas.
- Estaba en eso. Mira este archivo, aquí está. El narcótico es un componente que se encuentra en líquido o gas y es efectivo en cualquiera de sus dos estados, es incoloro, sin olor y una pequeña dosis es suficiente para atontar a alguien. En dosis elevadas paraliza los sistemas nerviosos y te mueres porque los pulmones, el corazón… deja de recibir la señal de funcionar, entras en colapso y te mueres por asfixia, parada cardíaca, muerte cerebral por falta de oxígeno o… todo junto. También tiene como efectos secundarios alucinaciones.
- Genial. Un líquido o gas que no lo notas hasta que no sientes sus efectos.
- Fue sustraído de una instalación militar y vendido en el mercado negro. Se vende principalmente como anestesia de animales. El rastreo ha acabado en un código postal de una cabaña abandonada en Illinois.
- ¿El almacén del que salió la daga tiene distribución en Illinois?
- Ehhh. Espera. No. En Illinois la distribuye el almacén de la zona norte en Michigan.
- No tiene relación… La daga del oeste y la dirección postal del norte… Ese cabrón se mueve aleatoriamente.
- Lleva 13 asesinatos, tiene que ser cuidadoso o un completo atolondrado que usa lo de aquí y lo de allá, lo que le viene a mano.
- ¿Qué más se sabe del gas?
- Nada.
- ¿Rastros en las víctimas?
- A ver… ¿te parece que ponga a la vista las 10 víctimas? Las otras tres serán una repetición de la pareja. Así cabe mejor en la pantalla.
- No. Dime las tres víctimas que dejas y busco los archivos de papel.
- Éstas,
- OK.
- Bien, la primera víctima sí que parece que fue la de pruebas, parece el asesinato más tosco. Se encontraron trazas del narcótico en pulmones, fosas nasales y boca.
- Le tapó todas las vías respiratorias.
- ¿Seguro que pertenece a la lista?
- Lo mataron con el mismo puñal que el banquero y la secretaria.
- ¿Y si hay otra persona usando el mismo arma?
- El informe de Shaw ponía que sólo hay un asesino. ¿Recuerdas? Así que no.
- En el resto de víctimas se encontraron trazas en los pulmones, sistema respiratorio y zona interna de la nariz. La interiorista y los jubilados también tenían en el exterior de la nariz bajo las fosas nasales pero no en la boca.
- Aquí veo que no han encontrado en la ropa. ¿Y tú?
- Tampoco.
- Entonces hace que lo inhalen sin forzarlos… no los rocían, por lo que no puede ser una especie de vaporizador…
- ¿Un plato de comida? Como condimento.
- Se habría encontrado en el estómago o en la boca.
- ¿Ambientador?
- No en el informe de Lisa T. Jules nadie de la sala salió más intoxicado… ¿Algún otro rastro en los pulmones o aparato respiratorio?
- Eh… - repasando todos los informes – este no, este no, la abueleta tabaco… su marido fumaba; este no, la interiorista perfume, no, el broker coca, el estudiante marihuana, el cocinero tenía restos de especias… y no. Nada, los del CSU han detectado otros productos pero no los mencionan como relevantes, así que no hay nada que los implique a todos, tienen lo normal en su cuerpo. En cuatro de ellos se encontraron restos de polen. La jubilada de Nueva Jersey violetas, llevaba un ramillete en la solapa, a las abueletas les gusta llevar esos ramilletes, parece que les quite el olor de polilla.
- ¡Eso es una falta de respeto!
- El amante de Georgia, tenía restos de azalea.
- Yo tengo el archivo de la amante, la secretaria de Georgia… también tenía ese rastro. Rick, ¿sabes si las azaleas son difíciles de encontrar?
- Ehhh, creo que es una flor silvestre que se cria en el sur, es posible que de donde vengan abunden porque en su habitación no las encontraron… Ehhh… sí, exacto, es una variedad común en Georgia.
- Pero son banqueros, trabajan bajo techo.
- Puede venir de los jardines de sus casas, del aeropuerto…
- Sí es posible.
- A ver, la maestra de Boston… rosa. A ver… la declaración del marido decía que estaban celebrando el 10º aniversario, él llevaba una en el ojal del chaqué. Nada, todo esto es dar vueltas tontamente.
- ¿Y el último? No hay que dejar nada por revisar.
- A ver… el universitario de Columbia… Tenía jazmín junto con los restos de marihuana.
- ¿Jazmín? Que esté fumando marihuana vale… ¿Qué pinta el jazmín en esto? ¿Pertenece al escenario del crimen?
- Ehhh… Un momento Kate. Lo encontraron en la piscina exterior del Palazzo. Tienen varios tipos de jazmines y sí es de una variedad de ellos, jazmín amarillo. ¿Jugando a las escondidas con alguna compañera de clase haciendo cosas obscenas?
- ¿Lo pone ahí o lo sabes por experiencia propia?
- Experiencia. ¿Qué me dices de tí? ¿Alguna vez has experimentado con la emoción de que te pillaran en público?
- ¿Sabes que puedo clavarte el tacón más fuerte que lo que he hecho antes?
- ¿Entonces es que sí? – Beckett se movió en el asiento dispuesta a cumplir su amenaza - Me callo.
- ¿No han encontrado fibras? De algún pañuelo o algo que les impregnase.
- No. Sólo el del primero.
- Tampoco parece que haya conexión con las cosas que han encontrado en su organismo… Es como si les hubieran puesto una mascarilla nasal y luego se la quitan.
- ¿Y si el asesino lo lleva puesto?… como un perfume. Si te acercas a saludar a dar dos besos podrías inhalarlo sin darte cuenta y no tendrías rastros.
- No me convence lo del perfume porque normalmente saludamos con la mano, y el asesino debe impregnarse demasiado para emanar la cantidad suficiente. Él tendría el riesgo de ser intoxicado, pero debe ser algo así.
- Bufff… Es complicado, Kate. Es todo demasiado aleatorio.
- Un asesino en serie es complicado. No pretenderás averiguar en unas horas lo que la policía de Las Vegas y el FBI no han podido.
- Estaría bien. Además, así le podrías dar definitivamente la patada en el culo al sheriff. No le hemos hecho nada y parece que nos tiene manía.
- Es lógico. Nos hemos metido en medio de su territorio. Si alguien sin avisar se mete en medio de mi trabajo a revolver los papeles y pretender hacer lo que yo hago incluso cambiándome el sistema… me enfadaría mucho, lo vería como un intruso.
- No hace falta que lo jures. Lo he sufrido en carnes propias.
- Dí más bien que yo te he sufrido a tí… ¡Ei, Rick! Mira. Hay movimiento.
- Yo los veo igual que antes.
- No, ahora están más tensos.
- ¿Vamos?
- Sí, pero no armes jaleo. Somos los intrusos y no conviene que nos tiren a un lado. Si se puede, ya haré que nos metan en el operativo.
- ¡Kate! ¿Realmente eres tú? ¿Pretendes saltarte el protocolo e inmiscuirte en esto?
- Si puedo… sí. No tienes idea las ganas que tengo de estar en medio de esto, y si es con Shaw, mejor.
Se pusieron tras los encargados del operativo a observar. Tenían a Madison Watson, la camarera y asistenta de habitaciones en primera plana de un de las pizarras. Estaba aproximándose a la mesa de Craps.
- Sr. Dunnoo - Preguntó sheriff - ¿hay alguna justificación para que una asistenta del servicio de habitaciones esté en la sala de juegos?
- No. Ya se lo he dicho antes. Sólo que vaya a jugar en su tiempo libre.
- Pínchame en esta pantalla, quiero que aparezca las cámaras de seguimiento de la chica – ordenó Shaw – allá deja fija la cámara del señuelo, a su orden hay que actuar. Avery, ordena a todas las unidades que estén en su posición.
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qwerty- Escritor - Policia
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
jojoojojo que interesante esta el capitulooo
genial
gracias por otra historia
genial
gracias por otra historia
______________________
CASKETT ALWAYS
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
U.U Quiero momentos casckeeeett!!!!!
TU-FIC-ESTÁ-GENIAL!
Me encanta como describes los sentimientos!!
Quiero mááás!!!
TU-FIC-ESTÁ-GENIAL!
Me encanta como describes los sentimientos!!
Quiero mááás!!!
Stanathan- Escritor - Policia
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
- No. Ya se lo he dicho antes. Sólo que vaya a jugar en su tiempo libre.
- Pínchame en esta pantalla, quiero que aparezca las cámaras de seguimiento de la chica – ordenó Shaw – allá deja fija la cámara del señuelo, a su orden hay que actuar. Avery, ordena a todas las unidades que estén en su posición.
- Confirmado, las unidades listas – respondió Avery.
- Bien. Sólo queda que el señuelo dé la señal de contacto. Vosotros – dirigiéndose a los otros encargados de seguridad – seguid vigilando a los otros tres sospechosos, si hay movimiento avisad.
Vieron que Madison se acercaba hacia la mesa de Craps donde estaba Peter y Carry, dejó unas fichas encima del tablero y empezó a jugar. Vieron que poco a poco se acercaba a la posición de la pareja encubierta.
- Agente Shaw, el sospechoso nº 3 Hunter Quirke está en la sala contigua a la sala de los Craps – dijo uno de los responsables de seguridad del hotel.
- Está muy alejado. Avísame si se acerca o hace contacto con la sospechosa.
- Agente, creo conveniente avisarle que desde esa posición es capaz de ver el interior de la sala donde está ella. De momento se está tomando una copa pero es capaz de verla. Esa barra es un punto estratégico del hotel, desde ahí nosotros hacemos una vista rápida de esa sala y las dos adyacentes.
- Está bien. Avísame si hace algún movimiento extraño.
Madison había cogido los dados para jugar, ahora estaba en la posición del tirador junto a la pareja del FBI. En la sala de observación había tanta expectación como en la mesa de Craps. En la sala, expectantes a las tiradas y a los gestos tanto de la mujer como de la pareja de infiltrados y en la mesa de Craps el público seguía con atención los números que sacaba la joven. Al fin la señal esperada por la agente Shaw apareció.
- Todas las unidades, pasen a la acción. Recuerden, hay que reducirla fuera de la vista de todo el mundo. El asesino puede observarnos.
Peter y Carry recogieron sus fichas de la mesa y se marcharon. Vinieron dos empleados del hotel y cerraron la mesa alegando que el crupier les había avisado que la mesa no estaba en condiciones. Ante el abucheo del público vinieron 4 trabajadores de mantenimiento e intentaron explicar al público que si les descubría la comisión de juego podrían hacer nula la mesa y tener que devolver el dinero o recoger las ganancias a todos los jugadores. Si volvían en 15 minutos tendrían una mesa de Craps nueva.
Mientras, Madison al ver a los de mantenimiento receló de sus intenciones y quiso huir sin llamar la atención porque de esas personas sólo conocía a uno de ellos pero no a los otros tres. No es que conociera a toda la plantilla del hotel pero sospechó de ellos. De ese modo se dirigió hacia la salida de la sala y al ver a otro vigilante que no era ni Berwin ni Jeremiah giró para dirigirse hacia las zonas privadas.
Por otra parte el jefe de seguridad avisó a Shaw.
- Agente Shaw. El sospechoso de la barra, Hunter, se ha levantado de la silla y se dirige hacia el exterior del hotel. Ni siquiera ha acabado su bebida.
- ¿En qué momento ha hecho eso?
- Cuando la chica se ha ido hacia las dependencias de personal.
- Agentes de las salidas, interceptar al sospechoso Nº 3 Hunter Quirke cuando salga y traedlo aquí. Detened a la chica.
Madison paró un segundo a saludar a Alice la recepcionista de puerta de personal, tal como hacía siempre y se disculpó porque se había dejado el móvil en la taquilla. Activó el sensor dactilar del sistema de control de accesos y personal para indicar que había entrado y pasó al interior del recinto. Por el pasillo que converge a la zona de vestuarios se desvió por otro pasillo lateral que la llevaría a la zona de muelle de carga y descarga de camiones. A mitad camino entró en un cuarto de inspección y purga de tuberías, no se le podía llamar cuarto ya que parecía más un zulo de un metro de altura que otra cosa, rebuscó a oscuras y encontró la caja que había dejado esa mañana y se cambió de ropa. Si todo salía bien, al día siguiente sólo tendría que recoger la caja de allí. Un poco más y estaría en el muelle. Allí debería encontrarse con su socio.
Madison se giró y comprobó que nadie la seguía. Amainó el paso e intentó aplacar los nervios ya que le había parecido que el servicio de seguridad de la sala de Craps se había fijado en ella y no estaban por el alboroto del público. Debía ser su imaginación. Pasó la cortina de tiras de plástico transparente y abrió la última puerta, la que se encontraba junto al montacargas para acceder al muelle.
- ¿Madison Watson? – se sobresaltó con la voz que surgía de la cabina de expedición de mercancías – Haga el favor de detenerse.
- Lo siento, me he equivocado de puerta. Me he debido de confundir de pasillo, son todos iguales.
- Madison espere aquí – El agente con uniforme del hotel se acercó a ella cubriendo la trayectoria de ella hacia las escaleras del muelle al exterior, si quería escapar tendría que hacerlo saltando desde la plataforma de descarga de bultos.
- ¿Puede decirme cual es el pasillo para ir a los vestuarios? – reculaba hacia la puerta por donde había entrado.
- No. Usted se queda aquí.
- ¿Por qué? Soy trabajadora del hotel – Otros tres pasos hacia atrás. Sólo tenía que dar dos más para alcanzar la puerta o incluso si se abría las hojas del montacargas podría zafarse de ese individuo – Sólo quería ir a por el móvil a las taquillas. Sólo me he confundido de puerta, disculpe si le he molestado.
- No es molestia – Un paso más y con la mano Madison tienta el aire para encontrar la manilla de la puerta.
- Adiós – Madison empezó a sentir la flaqueza y temblor en las piernas, giró sobre los talones y se topa de bruces con una camisa blanca que parecía que tenía dentro una losa de hormigón revestida por una americana azul oscuro.
- Madison Watson. Acompáñeme. No intente escapar si no quiere que use la fuerza.
Madison por el sobresalto reculó de nuevo pero esta vez hacia la orilla de la plataforma. Volvió la cabeza y pudo ver al otro hombre de seguridad, el que vestía el uniforme del hotel. No tenía escapatoria. Aunque intentara saltar y salir corriendo la alcanzarían en menos de lo que tardaría en caer al suelo del salto. Sólo le quedaba una opción.
- Me amenazaron. Yo no quería hacerlo. Yo… yo…
- Señorita Watson, ahórrese las explicaciones para la persona al cargo. Acompáñeme.
A 200 metros de pasillos y escaleras de allí, la conversación de Madison no podía escucharse pero estaba siendo observada atentamente a través de un monitor por media docena de pares de ojos.
- ¿Tú crees que intentará huir?
- No, Rick. Se nota que está asustada. Los pasos son rígidos, ha encogido el cuello y aunque esté mirando al agente tiene la cabeza hacia abajo, como escondiéndose. Esa no ha matado ni a una mosca. La traerán aquí y sin esposarla.
- Lástima, no habrá acción – Kate lo miró de reojo, Castle estaba concentrado en la pantalla, sólo había sido uno de sus comentarios que lanzaba sin pensar, esta vez haría caso omiso a lo que había escuchado – ¿Qué hay del otro? ¿Lo han encontrado? Lo que no entiendo es por qué Shaw le ha dejado escapar.
- No lo ha dejado escapar. Ha preferido mantener a sus hombres en las posiciones. Tiene todas las salidas cubiertas por lo que le es prácticamente imposible escapar sin ser visto por cámaras o agentes.
- Pero… lo ha tenido en recepción a menos de 20 metros de los agentes de las entradas
- Sí pero el tipo tenía la suficiente precaución de mirar a su alrededor, ¿has visto que en un instante ha pasado de ir hacia la puerta a dirigirse hacia las zonas con más publico? Ese sí es de los que se escapa.
- Sí, se ha metido en el teatro y ya no lo hemos visto salir.
- La agente Shaw ha preferido dejar a sus hombres en las salidas para no abandonar esa posición y por si tiene que arrestar a alguno de los otros dos que quedan. Ahora, con el resto de efectivos va a intentar cercar a Quirke.
- ¿Puede llegar a ser peligroso?
- En el informe ponía que no. Los cómplices no llevan armas. El asesino se vale más de su ingenio que de la fuerza. Una pistola, un revolver, un arma blanca, es más difícil de ocultar y aquí hay un montón de detectores de presencia y cámaras. La tiene que tener encima.
- Agente Shaw, cambio – Se oyó por uno de los intercomunicadores portátiles.
- Dime.
- ¿Permanecemos en posición?
- Volved a vuestra posición de origen. Todavía no lo hemos encontrado.
El programa de reconocimiento facial funcionaba a pleno rendimiento. El sospechoso se había colado entre las bambalinas del teatro y ahora nadie lo encontraba.
Quirke había quedado con Madison en hacerlo esa noche. Así, como otras veces, la esperaría en la barra. Lo tenía todo preparado y sólo necesitaba de la acción de Madison. Como siempre, serían 5 minutos y las víctimas ni se enterarían. Pidió un chupito de burbon y un whisky doble con hielo. Desde su posición podía ver la sala adyacente y allí estaba Madison con un vestido verde pistacho resaltando sobre los demás. En cuanto se separase de la mesa de Craps iría a los aseos para encontrarse con ella, comprobaría si lo que Madison vio en la habitación era correcto y terminarían el trabajo, luego volverían a separarse. Madison tendría que volver a las víctimas para que no sospecharan nada y se reuniría con ella en el paseo a dos manzanas del hotel.
Esa noche, parecía que todo iba bien. Vio a Madison acercarse a sus víctimas así que pronto lo haría. En un momento vio algo extraño, tres personas con el uniforme de mantenimiento se acercaban a la sala, lo normal era que el personal de mantenimiento fuera por parejas. Uno de ellos, que no reconocía, lo miró por un instante. Eso también era raro. Esperaría la reacción de Madison pero ya estaba listo para irse. Si los habían descubierto entonces tendrían que poner en marcha el plan de huida: iría a por el coche y la buscaría en el muelle de carga. Ya le había dicho a Madison dónde colocarse para que no la vieran las cámaras de seguridad y dónde estaría él esperándola.
Desde allí puedo ver que Madison se dirigía a una de las salidas laterales. Esa gente de mantenimiento estaba retirando la mesa, no había ido a por ella pero ante su escapada… él también haría lo propio.
Se dirigió a la salida principal, le pareció ver que los de seguridad estaban tensos. Igual eran imaginaciones, pero… paró en el mostrador de información a saludar a Micaela y le preguntó sobre los espectáculos de esa noche. Cogió un folleto y a través del espejo de atrás de Micaela se fijó en los de seguridad, ahora uno de ellos lo estaba mirando fijamente. Si Paul tenía que decirle algo, no tendría esa cara. Se despidió de Micaela y se dirigió al teatro, conocía de una puerta sin pestillo ni detector que por la que se accedía al almacén de ropa y de allí a los montacargas. Subiría cuatro pisos y de allí se pasaría al edificio de al lado, al bloque B, para buscar la salida al piso superior de la galería comercial y de allí al exterior.
- Agente Shaw el sospechoso se dirige al montacargas.
- ¿Se puede ver a qué piso?
- No lo sé, la cámara más cercana al montacargas vigila el pasillo de acceso.
- Poned en pantalla todas las cámaras que dé ese montacargas. Avery, manda a los efectivos a esa zona. Sr. Dunnoo ¿A qué pisos da ese montacargas?
- Desde el 7º sótano al 5º piso.
- ¿Desde qué pisos se puede acceder al exterior?
- Desde el primer sótano al primer piso.
- Avery manda unidades al 6º, 4º, 3º sótano, que las unidades más cercanas cubran la salida del montacargas del primer sótano, planta baja y primer piso. Manda otras unidades para que se posicionen en tercer y quinto piso. ¿Sr. Dunnoo se le puede quitar la electricidad a ese montacargas para encerrarlo dentro?
- No tengo a nadie cerca de la maniobra de ese montacargas. Y si quitamos la electricidad de toda la zona entraría en marcha el grupo de emergencia. En pocos segundos el montacargas volvería a estar en marcha.
- Me dijo que tenía automatizado el hotel. ¿No se puede quitar el grupo?
- Le dije que tenía toda la parte del público y la parte global de la zona privada. Aún quedan algunas zonas parciales de la privada que no podemos controlarlas a distancia. Y el grupo sólo se puede quitar por completo manualmente, es por norma de seguridad.
- Avery. Informa.
- El sospechoso ha entrado en el montacargas. Nuestras unidades de las salidas han alcanzando la posición, las escaleras están cubiertas y dentro de poco los pisos más alejados estarán cubiertos.
- ¿Ves Kate? Esto es más interesante.
- Shh, calla.
- ¿Crees que se escabullirá?
- Ni idea.
- Pues yo digo que sí – Kate lo miró de reojo escéptica – es para hacerlo más interesante. Bajará en… el cuarto piso.
- Como te oiga Shaw y se cumpla te encierra con él cuando lo coja.
- Lo bueno es que no me ha oído.
- Agente, me informan que el montacargas está subiendo.
- Que las unidades del 6º y 4º sótano vayan a reforzar la salida. ¿Qué hay de la escalera de servicio y de incendio?
- Cubiertas.
- El montacargas ha pasado del primer piso.
- ¿Qué? ¿Sr. Dunnoo por dónde se puede escapar del tercero al quinto?
- Se me ocurre que volver a salir y buscar alguna escalera o pasillo que dé a la zona de público y buscar la salida.
- Se ha parado en el segundo piso.
- Que las unidades más cercanas vayan al segundo piso y envíen a otras al cuarto.
- Me informan que vuelve a subir el montacargas.
- ¿Se ha bajado en el segundo piso?
- La cámara del pasillo no muestra nada. Me informan que vuelve a parar en el cuarto piso.
- ¿Han llegado las unidades?
- Todavía no.
- Mierda.
- El montacargas se mueve… Ha parado en el quinto piso, las unidades han cogido a una persona que no es nuestro sospechoso.
- ¿Qué?
- Pínchame en esta pantalla, quiero que aparezca las cámaras de seguimiento de la chica – ordenó Shaw – allá deja fija la cámara del señuelo, a su orden hay que actuar. Avery, ordena a todas las unidades que estén en su posición.
- Confirmado, las unidades listas – respondió Avery.
- Bien. Sólo queda que el señuelo dé la señal de contacto. Vosotros – dirigiéndose a los otros encargados de seguridad – seguid vigilando a los otros tres sospechosos, si hay movimiento avisad.
Vieron que Madison se acercaba hacia la mesa de Craps donde estaba Peter y Carry, dejó unas fichas encima del tablero y empezó a jugar. Vieron que poco a poco se acercaba a la posición de la pareja encubierta.
- Agente Shaw, el sospechoso nº 3 Hunter Quirke está en la sala contigua a la sala de los Craps – dijo uno de los responsables de seguridad del hotel.
- Está muy alejado. Avísame si se acerca o hace contacto con la sospechosa.
- Agente, creo conveniente avisarle que desde esa posición es capaz de ver el interior de la sala donde está ella. De momento se está tomando una copa pero es capaz de verla. Esa barra es un punto estratégico del hotel, desde ahí nosotros hacemos una vista rápida de esa sala y las dos adyacentes.
- Está bien. Avísame si hace algún movimiento extraño.
Madison había cogido los dados para jugar, ahora estaba en la posición del tirador junto a la pareja del FBI. En la sala de observación había tanta expectación como en la mesa de Craps. En la sala, expectantes a las tiradas y a los gestos tanto de la mujer como de la pareja de infiltrados y en la mesa de Craps el público seguía con atención los números que sacaba la joven. Al fin la señal esperada por la agente Shaw apareció.
- Todas las unidades, pasen a la acción. Recuerden, hay que reducirla fuera de la vista de todo el mundo. El asesino puede observarnos.
Peter y Carry recogieron sus fichas de la mesa y se marcharon. Vinieron dos empleados del hotel y cerraron la mesa alegando que el crupier les había avisado que la mesa no estaba en condiciones. Ante el abucheo del público vinieron 4 trabajadores de mantenimiento e intentaron explicar al público que si les descubría la comisión de juego podrían hacer nula la mesa y tener que devolver el dinero o recoger las ganancias a todos los jugadores. Si volvían en 15 minutos tendrían una mesa de Craps nueva.
Mientras, Madison al ver a los de mantenimiento receló de sus intenciones y quiso huir sin llamar la atención porque de esas personas sólo conocía a uno de ellos pero no a los otros tres. No es que conociera a toda la plantilla del hotel pero sospechó de ellos. De ese modo se dirigió hacia la salida de la sala y al ver a otro vigilante que no era ni Berwin ni Jeremiah giró para dirigirse hacia las zonas privadas.
Por otra parte el jefe de seguridad avisó a Shaw.
- Agente Shaw. El sospechoso de la barra, Hunter, se ha levantado de la silla y se dirige hacia el exterior del hotel. Ni siquiera ha acabado su bebida.
- ¿En qué momento ha hecho eso?
- Cuando la chica se ha ido hacia las dependencias de personal.
- Agentes de las salidas, interceptar al sospechoso Nº 3 Hunter Quirke cuando salga y traedlo aquí. Detened a la chica.
Madison paró un segundo a saludar a Alice la recepcionista de puerta de personal, tal como hacía siempre y se disculpó porque se había dejado el móvil en la taquilla. Activó el sensor dactilar del sistema de control de accesos y personal para indicar que había entrado y pasó al interior del recinto. Por el pasillo que converge a la zona de vestuarios se desvió por otro pasillo lateral que la llevaría a la zona de muelle de carga y descarga de camiones. A mitad camino entró en un cuarto de inspección y purga de tuberías, no se le podía llamar cuarto ya que parecía más un zulo de un metro de altura que otra cosa, rebuscó a oscuras y encontró la caja que había dejado esa mañana y se cambió de ropa. Si todo salía bien, al día siguiente sólo tendría que recoger la caja de allí. Un poco más y estaría en el muelle. Allí debería encontrarse con su socio.
Madison se giró y comprobó que nadie la seguía. Amainó el paso e intentó aplacar los nervios ya que le había parecido que el servicio de seguridad de la sala de Craps se había fijado en ella y no estaban por el alboroto del público. Debía ser su imaginación. Pasó la cortina de tiras de plástico transparente y abrió la última puerta, la que se encontraba junto al montacargas para acceder al muelle.
- ¿Madison Watson? – se sobresaltó con la voz que surgía de la cabina de expedición de mercancías – Haga el favor de detenerse.
- Lo siento, me he equivocado de puerta. Me he debido de confundir de pasillo, son todos iguales.
- Madison espere aquí – El agente con uniforme del hotel se acercó a ella cubriendo la trayectoria de ella hacia las escaleras del muelle al exterior, si quería escapar tendría que hacerlo saltando desde la plataforma de descarga de bultos.
- ¿Puede decirme cual es el pasillo para ir a los vestuarios? – reculaba hacia la puerta por donde había entrado.
- No. Usted se queda aquí.
- ¿Por qué? Soy trabajadora del hotel – Otros tres pasos hacia atrás. Sólo tenía que dar dos más para alcanzar la puerta o incluso si se abría las hojas del montacargas podría zafarse de ese individuo – Sólo quería ir a por el móvil a las taquillas. Sólo me he confundido de puerta, disculpe si le he molestado.
- No es molestia – Un paso más y con la mano Madison tienta el aire para encontrar la manilla de la puerta.
- Adiós – Madison empezó a sentir la flaqueza y temblor en las piernas, giró sobre los talones y se topa de bruces con una camisa blanca que parecía que tenía dentro una losa de hormigón revestida por una americana azul oscuro.
- Madison Watson. Acompáñeme. No intente escapar si no quiere que use la fuerza.
Madison por el sobresalto reculó de nuevo pero esta vez hacia la orilla de la plataforma. Volvió la cabeza y pudo ver al otro hombre de seguridad, el que vestía el uniforme del hotel. No tenía escapatoria. Aunque intentara saltar y salir corriendo la alcanzarían en menos de lo que tardaría en caer al suelo del salto. Sólo le quedaba una opción.
- Me amenazaron. Yo no quería hacerlo. Yo… yo…
- Señorita Watson, ahórrese las explicaciones para la persona al cargo. Acompáñeme.
A 200 metros de pasillos y escaleras de allí, la conversación de Madison no podía escucharse pero estaba siendo observada atentamente a través de un monitor por media docena de pares de ojos.
- ¿Tú crees que intentará huir?
- No, Rick. Se nota que está asustada. Los pasos son rígidos, ha encogido el cuello y aunque esté mirando al agente tiene la cabeza hacia abajo, como escondiéndose. Esa no ha matado ni a una mosca. La traerán aquí y sin esposarla.
- Lástima, no habrá acción – Kate lo miró de reojo, Castle estaba concentrado en la pantalla, sólo había sido uno de sus comentarios que lanzaba sin pensar, esta vez haría caso omiso a lo que había escuchado – ¿Qué hay del otro? ¿Lo han encontrado? Lo que no entiendo es por qué Shaw le ha dejado escapar.
- No lo ha dejado escapar. Ha preferido mantener a sus hombres en las posiciones. Tiene todas las salidas cubiertas por lo que le es prácticamente imposible escapar sin ser visto por cámaras o agentes.
- Pero… lo ha tenido en recepción a menos de 20 metros de los agentes de las entradas
- Sí pero el tipo tenía la suficiente precaución de mirar a su alrededor, ¿has visto que en un instante ha pasado de ir hacia la puerta a dirigirse hacia las zonas con más publico? Ese sí es de los que se escapa.
- Sí, se ha metido en el teatro y ya no lo hemos visto salir.
- La agente Shaw ha preferido dejar a sus hombres en las salidas para no abandonar esa posición y por si tiene que arrestar a alguno de los otros dos que quedan. Ahora, con el resto de efectivos va a intentar cercar a Quirke.
- ¿Puede llegar a ser peligroso?
- En el informe ponía que no. Los cómplices no llevan armas. El asesino se vale más de su ingenio que de la fuerza. Una pistola, un revolver, un arma blanca, es más difícil de ocultar y aquí hay un montón de detectores de presencia y cámaras. La tiene que tener encima.
- Agente Shaw, cambio – Se oyó por uno de los intercomunicadores portátiles.
- Dime.
- ¿Permanecemos en posición?
- Volved a vuestra posición de origen. Todavía no lo hemos encontrado.
El programa de reconocimiento facial funcionaba a pleno rendimiento. El sospechoso se había colado entre las bambalinas del teatro y ahora nadie lo encontraba.
Quirke había quedado con Madison en hacerlo esa noche. Así, como otras veces, la esperaría en la barra. Lo tenía todo preparado y sólo necesitaba de la acción de Madison. Como siempre, serían 5 minutos y las víctimas ni se enterarían. Pidió un chupito de burbon y un whisky doble con hielo. Desde su posición podía ver la sala adyacente y allí estaba Madison con un vestido verde pistacho resaltando sobre los demás. En cuanto se separase de la mesa de Craps iría a los aseos para encontrarse con ella, comprobaría si lo que Madison vio en la habitación era correcto y terminarían el trabajo, luego volverían a separarse. Madison tendría que volver a las víctimas para que no sospecharan nada y se reuniría con ella en el paseo a dos manzanas del hotel.
Esa noche, parecía que todo iba bien. Vio a Madison acercarse a sus víctimas así que pronto lo haría. En un momento vio algo extraño, tres personas con el uniforme de mantenimiento se acercaban a la sala, lo normal era que el personal de mantenimiento fuera por parejas. Uno de ellos, que no reconocía, lo miró por un instante. Eso también era raro. Esperaría la reacción de Madison pero ya estaba listo para irse. Si los habían descubierto entonces tendrían que poner en marcha el plan de huida: iría a por el coche y la buscaría en el muelle de carga. Ya le había dicho a Madison dónde colocarse para que no la vieran las cámaras de seguridad y dónde estaría él esperándola.
Desde allí puedo ver que Madison se dirigía a una de las salidas laterales. Esa gente de mantenimiento estaba retirando la mesa, no había ido a por ella pero ante su escapada… él también haría lo propio.
Se dirigió a la salida principal, le pareció ver que los de seguridad estaban tensos. Igual eran imaginaciones, pero… paró en el mostrador de información a saludar a Micaela y le preguntó sobre los espectáculos de esa noche. Cogió un folleto y a través del espejo de atrás de Micaela se fijó en los de seguridad, ahora uno de ellos lo estaba mirando fijamente. Si Paul tenía que decirle algo, no tendría esa cara. Se despidió de Micaela y se dirigió al teatro, conocía de una puerta sin pestillo ni detector que por la que se accedía al almacén de ropa y de allí a los montacargas. Subiría cuatro pisos y de allí se pasaría al edificio de al lado, al bloque B, para buscar la salida al piso superior de la galería comercial y de allí al exterior.
- Agente Shaw el sospechoso se dirige al montacargas.
- ¿Se puede ver a qué piso?
- No lo sé, la cámara más cercana al montacargas vigila el pasillo de acceso.
- Poned en pantalla todas las cámaras que dé ese montacargas. Avery, manda a los efectivos a esa zona. Sr. Dunnoo ¿A qué pisos da ese montacargas?
- Desde el 7º sótano al 5º piso.
- ¿Desde qué pisos se puede acceder al exterior?
- Desde el primer sótano al primer piso.
- Avery manda unidades al 6º, 4º, 3º sótano, que las unidades más cercanas cubran la salida del montacargas del primer sótano, planta baja y primer piso. Manda otras unidades para que se posicionen en tercer y quinto piso. ¿Sr. Dunnoo se le puede quitar la electricidad a ese montacargas para encerrarlo dentro?
- No tengo a nadie cerca de la maniobra de ese montacargas. Y si quitamos la electricidad de toda la zona entraría en marcha el grupo de emergencia. En pocos segundos el montacargas volvería a estar en marcha.
- Me dijo que tenía automatizado el hotel. ¿No se puede quitar el grupo?
- Le dije que tenía toda la parte del público y la parte global de la zona privada. Aún quedan algunas zonas parciales de la privada que no podemos controlarlas a distancia. Y el grupo sólo se puede quitar por completo manualmente, es por norma de seguridad.
- Avery. Informa.
- El sospechoso ha entrado en el montacargas. Nuestras unidades de las salidas han alcanzando la posición, las escaleras están cubiertas y dentro de poco los pisos más alejados estarán cubiertos.
- ¿Ves Kate? Esto es más interesante.
- Shh, calla.
- ¿Crees que se escabullirá?
- Ni idea.
- Pues yo digo que sí – Kate lo miró de reojo escéptica – es para hacerlo más interesante. Bajará en… el cuarto piso.
- Como te oiga Shaw y se cumpla te encierra con él cuando lo coja.
- Lo bueno es que no me ha oído.
- Agente, me informan que el montacargas está subiendo.
- Que las unidades del 6º y 4º sótano vayan a reforzar la salida. ¿Qué hay de la escalera de servicio y de incendio?
- Cubiertas.
- El montacargas ha pasado del primer piso.
- ¿Qué? ¿Sr. Dunnoo por dónde se puede escapar del tercero al quinto?
- Se me ocurre que volver a salir y buscar alguna escalera o pasillo que dé a la zona de público y buscar la salida.
- Se ha parado en el segundo piso.
- Que las unidades más cercanas vayan al segundo piso y envíen a otras al cuarto.
- Me informan que vuelve a subir el montacargas.
- ¿Se ha bajado en el segundo piso?
- La cámara del pasillo no muestra nada. Me informan que vuelve a parar en el cuarto piso.
- ¿Han llegado las unidades?
- Todavía no.
- Mierda.
- El montacargas se mueve… Ha parado en el quinto piso, las unidades han cogido a una persona que no es nuestro sospechoso.
- ¿Qué?
Última edición por qwerty el Dom Sep 18, 2011 6:40 am, editado 3 veces
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
- ¿Han llegado las unidades?
- Todavía no.
- Mierda.
- El montacargas se mueve… Ha parado en el quinto piso, las unidades han cogido a una persona que no es nuestro sospechoso.
- ¿Qué?
- Me dicen que subió en el segundo piso, dentro había un hombre que se bajó en el cuarto cuando él se dirigía al quinto.
Kate se giró hacia Castle porque había acertado en el piso en que bajaría y vio que estaba serio pero con ese brillo en los ojos indicando lo feliz que estaba. Ella lo empujó levemente con el hombro y con un gesto de cabeza le indicó que se serenase.
- ¿Muestran algo las cámaras del cuarto piso?
- Todavía no.
- ¿Se ha podido escabullir por otro lugar? ¿Hay algún punto ciego Sr. Dunnoo?
- Yo diría que no.
- ¿Diría?
- Cre… creo que no.
- ¿Cree? Sr. Dunnoo – La agente estaba empezando a perder la paciencia.
- Agente Shaw, alguien con una bata blanca ha atravesado el pasillo.
- ¿Es nuestro hombre?
- Quizás, sólo se le ve la espalda.
- ¿Las unidades?
- Acercándose.
- ¿A dónde se dirige? ¿Sr., Dunnoo?
- Esa bata es como las de las cocinas.
- ¡Avery!
- Ya estoy dando órdenes.
- ¿A dónde dan las cocinas?
- Las cocinas dan a un pequeño comedor de autoservicio para los clientes cuando quieren tomar algo y no quieren bajar a los restaurantes y de allí a los pasillos del público, a los pasillos de servicios y…
- ¿Y?
- Y… hay otros tres montacargas para subir las bandejas y camareras del servicio de habitaciones.
- ¿Tienen cámaras dentro?
- No.
- ¿A qué pisos dan?
- A todos.
- ¿Los montacargas se pueden controlar?
- Sí.
- Bien, mirad si se sube a alguno de ellos y paradlo cuando esté dentro.
- No podemos saber cuando sube. No hay cámaras dentro de la cocina. Sólo en las puertas de entrada y salida.
- Bufff. Estamos como antes.
- Kate, ¿te recuerda esto al juego de las escaleras?
- Shhh. Ahórrate esos comentarios para luego. Puedes acabar mal.
- Bien, parad ahora los ascensores y esperad a que salga por alguna de las puertas. ¿La salida de emergencia?
- Cubierta.
- ¿Las unidades?
- Entrando por el pasillo hacia la cocina.
- ¿Nuestro sospechoso?
- No se le ha visto.
En medio minuto se vuelve a oír a Avery con las notificaciones de las unidades
- Las unidades han llegado al comedor.
- ¿Y el sospechoso?
- No está.
- ¿Qué? ¿Dónde has dicho que está?
- No está. En la cocina tampoco.
- ¿Cómo puede desaparecer?
- Con magia. Igual que el narcótico.
- Rick. Ya está bien. Calla o te hago callar.
- Las unidades han encontrado una bata en la papelera de la cocina. Tiene que haberse cambiado y salido al comedor como un cliente normal.
- Revisad los vídeos y pasarlos por reconocimiento facial. No debe andar lejos. Las unidades de las salidas a escaleras y ascensores mantengan la posición, el resto id por los pasillos.
- Agente – dijo otro de los vigilantes – creo que éste es nuestro hombre.
- Muéstramelo.
- Este hombre con sombrero. No se le ve bien la cara. Se ha cruzado con las unidades.
- Ahora la chaqueta es verde… Se ha cambiado o usa una chaqueta reversible… Informar del nuevo aspecto del sospechoso. Y localizarlo.
Cuando Hunter entró en la cocina saludó a unos compañeros. Iba a salir cuando vio el sombrero de cow-boy. Preguntó qué hacía allí ese sombrero y le dijeron que se lo había dejado un cliente, iban a esperar si el cliente volvía y en caso que no lo hiciera lo llevarían al departamento de atención al público. Se ofreció a llevarlo al “cuarto de las cosas” y daría aviso a administración por ellos, cosa que se lo agradecieron. Se quitó la casaca blanca de cocina, dio la vuelta a su chaqueta y poniéndose el sombrero salió al comedor, dispuesto a ir hacia el otro edificio y la galería comercial. Todavía no había visto a nadie de seguridad pero… aún tenía ese sentimiento de rareza al ver a Paul tenso en la puerta. Cogió una bandeja con un periódico encima e hizo el recorrido del comedor hacia la salida, intentando que el sombrero ocultase su cara. Dejó la bandeja en el expositor para ello y salió por la puerta.
Al salir se paró en la puerta, dobló el periódico por la mitad como si lo estuviese leyendo pero estaba escrutando los laterales del pasillo. Quería ir al otro edificio, pero al fondo del pasillo vio a 4 personas entre personal de seguridad y otros trajeados. Esos sí que no van juntos. Así que decidió dar un rodeo. Uno de los ascensores se abrió y salieron tres personas, ahora no había nadie. Entró y pulsó tres pisos más arriba, llegaría en un momento. En el pasillo de arriba conocía la escalera de servicio por la que se accedía al techo de la piscina cubierta, la que se usaba para cambiar los focos, por allí bajaría de nuevo para cruzar al edificio B, iría por la galería de las tuberías de agua de la piscina. Llamarla galería era clasificarla demasiado, apenas era un pasaje por el que transcurrían los servicios del hotel. Por esa galería podía llegar a la escalera de incendios ya que en esa galería no habían cámaras, y las que habían eran antiguas y tenían puntos ciegos. Podría escapar tanto por la galería como por la escalera.
- Agente Shaw. Lo tengo.
- ¿Dónde está?
- Séptima planta, pasillo 45.
- Envía una unidad. ¿Cuándo tardarán?
- 5 minutos.
- Entra en una puerta de servicio.
- ¿A dónde da?
- A la piscina cubierta.
- Kate, Éste sí que es escurridizo.
- Trabaja en mantenimiento. Debe tener una llave maestra de las puertas.
- ¿Por dónde se sale de la piscina?
- Por el cuarto, es la entrada principal. Hay una pequeña escalera que da al quinto, a la zona de los jacuzzi.
- En el montacargas del iba por el cuarto, así que las unidades vayan para allá.
Tres minutos más tarde…
- Me informan que han revisado la piscina y no lo han encontrado. No ha salido por las puertas de acceso a la piscina.
- ¿Dónde demonios se ha metido? Sr. Dunnoo. ¿Se le ocurre algo? Es su hotel.
- Quizás haya alguna puerta que yo no conozca. Se han hecho remodelaciones y quizás haya algo que no sepa.
10 minutos de silencio…
- Kate ¿crees realmente que se ha escapado?
- Yo diría que no, pero… quizás. Desde luego se conoce el hotel.
- Tenemos un posible contacto.
- ¿Dónde?
- En el edificio B. Está frente el ascensor 24B.
- Saca la imagen y paradlo.
- Un momento…
- Avery envía las unidades al edificio B. Las más cercanas ¿Cuánto tardan?
- 4 minutos.
- ¿Habéis visto a que planta ha ido?
- Está entrando. Tapa parte de la botonera con el cuerpo pero debe de ir al 1º, 4º o 7º.
- ¿Cuánto tardan las unidades en llegar a ese ascensor?
- Agente Shaw. Hay una manera más rápida de alcanzarlo.
- Cual Sr. Dunnoo.
- Por el ascensor que tenemos fuera, está encima de nosotros. Tardaría un minuto y está junto a la escalera de incendio.
- ¡Todos! Mantened posiciones. Avery avísame si cambia de posición. Sheriff venga conmigo y traiga a dos unidades suyas. Vamos a por esa lagartija.
Shaw se dirigía a la salita previa con tres walkies. Dos de los walkies se los dio al Sheriff para que los repartiese. Él ya estaba llamando a sus efectivos.
- Sólo tengo una unidad – la cual entraba por la puerta – el resto han ido de cacería, faltan dos hombres. Toma Horton – ofreciéndole uno de los walkies.
- Está bien. Dividámonos. Sus hombres al 1º. Yo al 4º y usted al 7º.
- ¿Necesitan a dos más? – Preguntó Beckett detrás de ellos. Ante la última orden de Shaw, Beckett había empujado a Castle para que se moviera. Se mantenía a distancia pero tras ella, ese era el momento de hablar.
- No – ordenó el Sheriff – ni siquiera va armada.
- El tipo ese tampoco. Sólo se trata de cerrarle el paso ¿no? – El sheriff miró a la agente Shaw. Se decidió en un segundo.
- Venid.
Los 6 se dirigieron al ascensor indicado por el gerente.
- ¿Se sabe algo del piso que ha pulsado? ¿Ha salido? – Pregunta Shaw por el walkie
- Todavía no, mantiene la puerta abierta para que pasen clientes.
- ¿Podrían prestarme unas esposas? – Preguntó Beckett en el interior del ascensor. El sheriff, le ofreció el walkie, unas esposas y una linterna – Gracias.
- Salid – dirigiéndose al personal del Sheriff – nosotros vamos al 4º, vosotros esperáis en el 7º. Si lo encontráis…
- Le cerraremos el paso, si puedo lo detendré y la mantendremos informada. En cuanto pueda llamaré para pedir refuerzos.
- No hagáis que me arrepienta – Y desapareció por la puerta del 4º.
- ¡Vaya! Quien se iba a imaginar que accederían a entrar en el operativo.
- No te emociones. Ha mandado a la unidad del Sheriff a la primera. Es la que da acceso a la calle. Ellos están en la cuarta, por ahí también se puede escapar y a nosotros nos han mandado a la séptima, si quieres escapar no lo haces por el séptimo piso. Serán ellos quienes lo encuentren – Llegan al piso y salen del ascensor.
- ¿Dónde vamos?
- A la escalera de incendios.
- ¿Y ya está?
- Sí. Sólo queda escuchar el walkie por ver por dónde anda.
- ¿Por qué te ha dado la linterna?
- Para usarla de porra.
- ¡Vaya! Resulta que el sheriff hasta se preocupa por nosotros.
- Es como si tú tienes una buena idea y pides un lápiz y te dan un cartón y tiza para escribir.
- Sería suficiente.
- Ya, suficiente.
- Por el walkie dicen que ha pasado del cuarto.
- ¿Entonces viene aquí, Kate?
- Puede ser, igual se ha bajado en otro piso con clientes. La escalera de incendios está ahí al fondo, lo esperamos aquí, en este cruce de pasillos. Toma – le entrega el walkie – bájale el volumen. Desde aquí veo parte del pasillo hacia los ascensores Si te apoyas ahí enfrente ¿ves la escalera de incendios? – Ambos se colocan en la posición que indica Beckett, uno frente al otro apoyados en la pared y pudiendo observar el pasillo central.
- Sí. A Shaw le estará dando un síncope por ver que Quirke ha pasado de piso.
- Je. Tal vez.
- Escucha, dicen que ha bajado en el séptimo. ¿Vamos a los ascensores?
- No. Mantenemos la posición. Avery seguro que ya ha enviado unidades por otros puntos, a nosotros nos han mandado la escalera de incendios así que toca quedarnos quietos.
- Así no lo capturaremos. ¿Quieres estar escondida?
- No estamos escondidos.
- ¿Cómo?
- Estoy dejando su vista libre. No querrás asustarlo o que piense que tiene la salida bloqueada. Somos… dos clientes que están hablando tranquilamente en un pasillo lateral por el que puede que circule si se dirige a la escalera de incendios.
- Captado.
Apenas pasa un minuto y Beckett ve a un tipo con chaqueta verde, sin sombrero pero bastante acalorado.
- Lo veo. Yo lo haré pero… ¿estás preparado?
- Sí.
- Todavía no.
- Mierda.
- El montacargas se mueve… Ha parado en el quinto piso, las unidades han cogido a una persona que no es nuestro sospechoso.
- ¿Qué?
- Me dicen que subió en el segundo piso, dentro había un hombre que se bajó en el cuarto cuando él se dirigía al quinto.
Kate se giró hacia Castle porque había acertado en el piso en que bajaría y vio que estaba serio pero con ese brillo en los ojos indicando lo feliz que estaba. Ella lo empujó levemente con el hombro y con un gesto de cabeza le indicó que se serenase.
- ¿Muestran algo las cámaras del cuarto piso?
- Todavía no.
- ¿Se ha podido escabullir por otro lugar? ¿Hay algún punto ciego Sr. Dunnoo?
- Yo diría que no.
- ¿Diría?
- Cre… creo que no.
- ¿Cree? Sr. Dunnoo – La agente estaba empezando a perder la paciencia.
- Agente Shaw, alguien con una bata blanca ha atravesado el pasillo.
- ¿Es nuestro hombre?
- Quizás, sólo se le ve la espalda.
- ¿Las unidades?
- Acercándose.
- ¿A dónde se dirige? ¿Sr., Dunnoo?
- Esa bata es como las de las cocinas.
- ¡Avery!
- Ya estoy dando órdenes.
- ¿A dónde dan las cocinas?
- Las cocinas dan a un pequeño comedor de autoservicio para los clientes cuando quieren tomar algo y no quieren bajar a los restaurantes y de allí a los pasillos del público, a los pasillos de servicios y…
- ¿Y?
- Y… hay otros tres montacargas para subir las bandejas y camareras del servicio de habitaciones.
- ¿Tienen cámaras dentro?
- No.
- ¿A qué pisos dan?
- A todos.
- ¿Los montacargas se pueden controlar?
- Sí.
- Bien, mirad si se sube a alguno de ellos y paradlo cuando esté dentro.
- No podemos saber cuando sube. No hay cámaras dentro de la cocina. Sólo en las puertas de entrada y salida.
- Bufff. Estamos como antes.
- Kate, ¿te recuerda esto al juego de las escaleras?
- Shhh. Ahórrate esos comentarios para luego. Puedes acabar mal.
- Bien, parad ahora los ascensores y esperad a que salga por alguna de las puertas. ¿La salida de emergencia?
- Cubierta.
- ¿Las unidades?
- Entrando por el pasillo hacia la cocina.
- ¿Nuestro sospechoso?
- No se le ha visto.
En medio minuto se vuelve a oír a Avery con las notificaciones de las unidades
- Las unidades han llegado al comedor.
- ¿Y el sospechoso?
- No está.
- ¿Qué? ¿Dónde has dicho que está?
- No está. En la cocina tampoco.
- ¿Cómo puede desaparecer?
- Con magia. Igual que el narcótico.
- Rick. Ya está bien. Calla o te hago callar.
- Las unidades han encontrado una bata en la papelera de la cocina. Tiene que haberse cambiado y salido al comedor como un cliente normal.
- Revisad los vídeos y pasarlos por reconocimiento facial. No debe andar lejos. Las unidades de las salidas a escaleras y ascensores mantengan la posición, el resto id por los pasillos.
- Agente – dijo otro de los vigilantes – creo que éste es nuestro hombre.
- Muéstramelo.
- Este hombre con sombrero. No se le ve bien la cara. Se ha cruzado con las unidades.
- Ahora la chaqueta es verde… Se ha cambiado o usa una chaqueta reversible… Informar del nuevo aspecto del sospechoso. Y localizarlo.
Cuando Hunter entró en la cocina saludó a unos compañeros. Iba a salir cuando vio el sombrero de cow-boy. Preguntó qué hacía allí ese sombrero y le dijeron que se lo había dejado un cliente, iban a esperar si el cliente volvía y en caso que no lo hiciera lo llevarían al departamento de atención al público. Se ofreció a llevarlo al “cuarto de las cosas” y daría aviso a administración por ellos, cosa que se lo agradecieron. Se quitó la casaca blanca de cocina, dio la vuelta a su chaqueta y poniéndose el sombrero salió al comedor, dispuesto a ir hacia el otro edificio y la galería comercial. Todavía no había visto a nadie de seguridad pero… aún tenía ese sentimiento de rareza al ver a Paul tenso en la puerta. Cogió una bandeja con un periódico encima e hizo el recorrido del comedor hacia la salida, intentando que el sombrero ocultase su cara. Dejó la bandeja en el expositor para ello y salió por la puerta.
Al salir se paró en la puerta, dobló el periódico por la mitad como si lo estuviese leyendo pero estaba escrutando los laterales del pasillo. Quería ir al otro edificio, pero al fondo del pasillo vio a 4 personas entre personal de seguridad y otros trajeados. Esos sí que no van juntos. Así que decidió dar un rodeo. Uno de los ascensores se abrió y salieron tres personas, ahora no había nadie. Entró y pulsó tres pisos más arriba, llegaría en un momento. En el pasillo de arriba conocía la escalera de servicio por la que se accedía al techo de la piscina cubierta, la que se usaba para cambiar los focos, por allí bajaría de nuevo para cruzar al edificio B, iría por la galería de las tuberías de agua de la piscina. Llamarla galería era clasificarla demasiado, apenas era un pasaje por el que transcurrían los servicios del hotel. Por esa galería podía llegar a la escalera de incendios ya que en esa galería no habían cámaras, y las que habían eran antiguas y tenían puntos ciegos. Podría escapar tanto por la galería como por la escalera.
- Agente Shaw. Lo tengo.
- ¿Dónde está?
- Séptima planta, pasillo 45.
- Envía una unidad. ¿Cuándo tardarán?
- 5 minutos.
- Entra en una puerta de servicio.
- ¿A dónde da?
- A la piscina cubierta.
- Kate, Éste sí que es escurridizo.
- Trabaja en mantenimiento. Debe tener una llave maestra de las puertas.
- ¿Por dónde se sale de la piscina?
- Por el cuarto, es la entrada principal. Hay una pequeña escalera que da al quinto, a la zona de los jacuzzi.
- En el montacargas del iba por el cuarto, así que las unidades vayan para allá.
Tres minutos más tarde…
- Me informan que han revisado la piscina y no lo han encontrado. No ha salido por las puertas de acceso a la piscina.
- ¿Dónde demonios se ha metido? Sr. Dunnoo. ¿Se le ocurre algo? Es su hotel.
- Quizás haya alguna puerta que yo no conozca. Se han hecho remodelaciones y quizás haya algo que no sepa.
10 minutos de silencio…
- Kate ¿crees realmente que se ha escapado?
- Yo diría que no, pero… quizás. Desde luego se conoce el hotel.
- Tenemos un posible contacto.
- ¿Dónde?
- En el edificio B. Está frente el ascensor 24B.
- Saca la imagen y paradlo.
- Un momento…
- Avery envía las unidades al edificio B. Las más cercanas ¿Cuánto tardan?
- 4 minutos.
- ¿Habéis visto a que planta ha ido?
- Está entrando. Tapa parte de la botonera con el cuerpo pero debe de ir al 1º, 4º o 7º.
- ¿Cuánto tardan las unidades en llegar a ese ascensor?
- Agente Shaw. Hay una manera más rápida de alcanzarlo.
- Cual Sr. Dunnoo.
- Por el ascensor que tenemos fuera, está encima de nosotros. Tardaría un minuto y está junto a la escalera de incendio.
- ¡Todos! Mantened posiciones. Avery avísame si cambia de posición. Sheriff venga conmigo y traiga a dos unidades suyas. Vamos a por esa lagartija.
Shaw se dirigía a la salita previa con tres walkies. Dos de los walkies se los dio al Sheriff para que los repartiese. Él ya estaba llamando a sus efectivos.
- Sólo tengo una unidad – la cual entraba por la puerta – el resto han ido de cacería, faltan dos hombres. Toma Horton – ofreciéndole uno de los walkies.
- Está bien. Dividámonos. Sus hombres al 1º. Yo al 4º y usted al 7º.
- ¿Necesitan a dos más? – Preguntó Beckett detrás de ellos. Ante la última orden de Shaw, Beckett había empujado a Castle para que se moviera. Se mantenía a distancia pero tras ella, ese era el momento de hablar.
- No – ordenó el Sheriff – ni siquiera va armada.
- El tipo ese tampoco. Sólo se trata de cerrarle el paso ¿no? – El sheriff miró a la agente Shaw. Se decidió en un segundo.
- Venid.
Los 6 se dirigieron al ascensor indicado por el gerente.
- ¿Se sabe algo del piso que ha pulsado? ¿Ha salido? – Pregunta Shaw por el walkie
- Todavía no, mantiene la puerta abierta para que pasen clientes.
- ¿Podrían prestarme unas esposas? – Preguntó Beckett en el interior del ascensor. El sheriff, le ofreció el walkie, unas esposas y una linterna – Gracias.
- Salid – dirigiéndose al personal del Sheriff – nosotros vamos al 4º, vosotros esperáis en el 7º. Si lo encontráis…
- Le cerraremos el paso, si puedo lo detendré y la mantendremos informada. En cuanto pueda llamaré para pedir refuerzos.
- No hagáis que me arrepienta – Y desapareció por la puerta del 4º.
- ¡Vaya! Quien se iba a imaginar que accederían a entrar en el operativo.
- No te emociones. Ha mandado a la unidad del Sheriff a la primera. Es la que da acceso a la calle. Ellos están en la cuarta, por ahí también se puede escapar y a nosotros nos han mandado a la séptima, si quieres escapar no lo haces por el séptimo piso. Serán ellos quienes lo encuentren – Llegan al piso y salen del ascensor.
- ¿Dónde vamos?
- A la escalera de incendios.
- ¿Y ya está?
- Sí. Sólo queda escuchar el walkie por ver por dónde anda.
- ¿Por qué te ha dado la linterna?
- Para usarla de porra.
- ¡Vaya! Resulta que el sheriff hasta se preocupa por nosotros.
- Es como si tú tienes una buena idea y pides un lápiz y te dan un cartón y tiza para escribir.
- Sería suficiente.
- Ya, suficiente.
- Por el walkie dicen que ha pasado del cuarto.
- ¿Entonces viene aquí, Kate?
- Puede ser, igual se ha bajado en otro piso con clientes. La escalera de incendios está ahí al fondo, lo esperamos aquí, en este cruce de pasillos. Toma – le entrega el walkie – bájale el volumen. Desde aquí veo parte del pasillo hacia los ascensores Si te apoyas ahí enfrente ¿ves la escalera de incendios? – Ambos se colocan en la posición que indica Beckett, uno frente al otro apoyados en la pared y pudiendo observar el pasillo central.
- Sí. A Shaw le estará dando un síncope por ver que Quirke ha pasado de piso.
- Je. Tal vez.
- Escucha, dicen que ha bajado en el séptimo. ¿Vamos a los ascensores?
- No. Mantenemos la posición. Avery seguro que ya ha enviado unidades por otros puntos, a nosotros nos han mandado la escalera de incendios así que toca quedarnos quietos.
- Así no lo capturaremos. ¿Quieres estar escondida?
- No estamos escondidos.
- ¿Cómo?
- Estoy dejando su vista libre. No querrás asustarlo o que piense que tiene la salida bloqueada. Somos… dos clientes que están hablando tranquilamente en un pasillo lateral por el que puede que circule si se dirige a la escalera de incendios.
- Captado.
Apenas pasa un minuto y Beckett ve a un tipo con chaqueta verde, sin sombrero pero bastante acalorado.
- Lo veo. Yo lo haré pero… ¿estás preparado?
- Sí.
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Me habría encantado acabar este fic para antes del estreno de la cuarta temporada, pero por asuntos propios y porque me animasteis a que hiciera la versión larga al final no he podido.
Nos seguimos leyendo.
Nos seguimos leyendo.
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Muy buenos los capítulos.
Cata Castillo- Escritor - Policia
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Ahhhh no me lo dejes asíiii
porfavorrr continuaaa
Gracias por los dos capitulos
son Geniales!!!!!!!
porfavorrr continuaaa
Gracias por los dos capitulos
son Geniales!!!!!!!
IsaVera- Autor de best-seller
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Se me ocurre así de pronto...
¿Alguno de vosotros/as sabría decir cómo narcotiza este asesino a sus víctimas?
Resumiendo lo escrito.
No le gusta inmiscuirse directamente mas que en el asesinato.
Le mete el narcótico por la nariz.
Parece que tiene un cómplice.
Todo, excepto la relación de los estrados parece aleatorio.
En el primer asesinato se encontró un paño con restos del narcótico.
El narcótico los atonta, no los deja KO
No se me ocurren más detalles...
¿Alguien se atreve a aventurar? La solución en próximas entregas
¿Alguno de vosotros/as sabría decir cómo narcotiza este asesino a sus víctimas?
Resumiendo lo escrito.
No le gusta inmiscuirse directamente mas que en el asesinato.
Le mete el narcótico por la nariz.
Parece que tiene un cómplice.
Todo, excepto la relación de los estrados parece aleatorio.
En el primer asesinato se encontró un paño con restos del narcótico.
El narcótico los atonta, no los deja KO
No se me ocurren más detalles...
¿Alguien se atreve a aventurar? La solución en próximas entregas
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Increíble capitulos
gracias por los capis
gracias por los capis
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CASKETT ALWAYS
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
No te preocupes, te seguiremos leyendo aunque haya empezado la temporada! Muy buenos capis!!
BrujaAle- Escritor - Policia
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
con ls flores¿¿¿
siguelo prontito porfa....
siguelo prontito porfa....
lucia- As del póker
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Apenas pasa un minuto y Beckett ve a un tipo con chaqueta verde, sin sombrero y bastante acalorado.
- Lo veo. Yo lo haré pero… ¿estás preparado?
- Sí.
Hunter Quirke se dirigía hacia la escalera de incendios. Parecía todo despejado, sólo le faltaban unos metros para la salida. Estaba claro que lo habían descubierto pero esa gente trajeada… no llevaba el uniforme de policía. Ya faltaba la mitad del pasillo.
Tenía que pensar cómo salir por la escalera de incendios. Había subido tan alto para evitar las cámaras de los pisos inferiores, las que grababan a la calle y a las terrazas bajas del quinto piso. Bajaría un piso por la escalera de incendios y allí esperaba encontrar el corredor de tramex, podría andar por el techo del corredor sin que las cámaras lo grabasen y que lo conduciría por la parte menos vigilada del edificio.
Cuando faltaban 10 metros para la puerta vió a una mujer apoyada en la pared con un vestido cortísimo, “bonitas piernas” pensó. Estaba hablando con alguien que no veía y ella lo miró. Siguió adelante pero en lugar de mirar hacia la puerta de la salida mantenía la vista en ella, había otro pasillo y podría aparecer alguien más.
La mujer seguía hablando con alguien, cuando estaba a dos metros del pasillo vió que ella volvió a girarse pero esta vez descaradamente hacia él, dio dos pasos más y podía ver buena parte del pasillo lateral. No había nadie y esa otra persona con la que hablaba era un hombre trajeado que también estaba apoyado en la pared. Eran dos clientes del hotel parados en el cruce de pasillos, pero… no les veía las manos. Las de ella entre su espalda y la pared y las de él una en el bolsillo y la otra detrás de su cuerpo.
Amainó el paso y dio dos más pero apegándose hacia la pared más alejada de ellos. Un paso más y pudo ver completamente al hombre que la acompañaba, en ese momento también se giró hacia él. Un paso más y ella había dejado de hablar con su acompañante y lo miraba sonriéndole mientras empezó a dirigirse hacia él… y aún tenía las manos en su espalda…
- Hola, buenas noches, ¿Podría decirme… – Dijo la mujer amablemente, él se paró por completo – dónde encontrar… - Retrocedió un paso y ella se aproximaba más, y más deprisa – el salón de… - ya no esperó más. Se dispuso a girar en redondo para tomar la otra dirección.
El sospechoso había visto a Beckett de lejos por lo que no podría ablanzarse sobre él y sorprenderlo, la otra opción que le quedaba era disimular, en ese momento echó en falta llevar su ropa de trabajo normal ya que ese vestido no tenía bolsillos ni cinturón y se había quedado con las manos ocupadas a pesar que premeditadamente se había dejado el bolso abajo. Ya le había dado a Castle el walkie, pero aún se había quedado con las esposas y su móvil en una mano y la linterna en la otra. Le resultaría complicado inmovilizarlo con las manos ocupadas así que pensó que la opción que quedaba era golpearlo con la linterna para reducirlo. Beckett quería esperar a tener al sospechoso a la distancia adecuada para propinarle el trancazo.
Quiso actuar como si fuera un cliente del hotel que busca preguntar la sala de descanso pero vió que Hunter recelaba. Ya fuese por todo el camino recorrido o por las ansias de salir fuera no se había trabado del todo que fuera una clienta normal ya que le mantenía la distancia, al acercarse más percibió que por el movimiento de sus piernas y cadera iba a girar en redondo. No tenía ganas que se le escapase, así que en un instante decidió placarlo y empujarlo contra la pared, si lo desequilibraba lo suficiente tendría tiempo de esposarlo.
Así, Beckett clavó los pies en la moqueta del pasillo para darse más impulso y tras acortar los tres pasos que los separaban se abalanzó contra él. Notó el contacto con el cuerpo del bombre pero también notó que giró en el aire, ese movimiento no lo había planeado. Casi en el mismo instante sintió un golpe en su hombro y en su cabeza, cuando abrió los ojos vió que estaba tendida en el suelo medio aturdida y sujetando al sospechoso del cinturón. Al abalanzarse contra él, Hunter había girado sobre sí mismo y como si de una llave marcial se tratase la había lanzado parcialmente contra la pared, los dos se habían golpeado contra el tabique y cayeron desplomados al suelo.
Notó que las piernas del sospechoso la estaban tirando hacia atrás y se estaba escabullendo de sus brazos, intentó levantarse y agarrarlo pero le falló el pié y perdió su agarre. Se le había escapado ese don nadie y eso la indignó porque en cualquier otro momento no había tenido problemas para reducirlo. Recuperó un poco más el sentido sacudiendo la cabeza y vió una sombra a su lado derecho, se dio cuenta que esa sombra la había estado llamando unas cuantas veces.
- Kate, ¡Kate! ¿Estás bien? ¿Kate?
Era Castle, ¿cómo era posible que estuviera ahí? Le había dicho que estuviera preparado pero en lugar de agarrar al sospechoso para que no huyera lo había dejado escapar. La indignación que sentía se transformó en furia contra Castle. Se apoyó en su hombro y como si de una salida de atletismo de 100 metros lisos se puso en pie mientras empezaba la carrera. Conforme se alejaba de Castle en persecuación del sospechoso le gritó.
- ¡Da nuestra posición y avisa por dónde se escapa el sospechoso!
Castle vio que si Beckett salía corriendo de esa manera no había sido para tanto el golpe que había recibido, había sido más aparatoso que dañino para ella. Volvió a dar volumen al walkie y empezó a hablar tocando todos los botones hasta que dio con una combinación en que le contestaban.
Siguió tras la estela de Beckett no tan rápido porque no se aclaraba con el walkie y no sabía hablar y correr a la vez, tenía que ir más despacio. Vio que había girado a la derecha dos pasillos más adelante, por donde estaban los ascensores generales y lo contó como pudo a la voz que estaba en la otra parte del aparato.
Beckett por su parte giró tras Hunter, casi lo había alcanzado cuando vio que giró por el siguiente pasillo, volvió a tomarle algo de distancia. Apretó más los dientes y sacó un poco más de fuerza en las piernas y volvió a recuperarle la distancia. Sabía volvería a desequilibrarse pero esta vez sabía lo que iba a hacer, conincidiendo con las zancadas de ambos Beckett le trabó la pierna de atrás e hizo que se cayera. Ella, debido a la zancadilla se desequilibró un poco y aprovechó para terminar de abalanzarse sobre él. Acabó a metro y medio de los ascensores con el sospechoso de bruces sobre el suelo y entre sus piernas. Estaba sentada sobre él.
Hunter intentó zafarse de nuevo pero ante su primer movimiento Beckett le chafó la cabeza contra el suelo y con la otra mano le cogió una de las suyas para colocársela a la espalda.
- Te tengo. Ni se te ocurra moverte.
- ¡Sueltaaaa!
- ¡Calla! – Le retorció la muñeca en la espalda para provocarle dolor – ¡Si no te estás quieto puedo romperte la muñeca!
- ¡Arrgggh! ¡Zorra! – Beckett encotró su otra mano y se la colocó en la espalda junto con la otra.
- ¿Qué has dicho? – Retorciéndole la otra mano igual que la primera.
- ¡Arrgggh! ¡Me haces daño!
- ¡Ah! Creí que habías dicho otra cosa – Aflojando un poco – Si no te mueves no te haré daño.
Beckett con el brazo y esa mano lo mantenía inmovilizado y empezó a rebuscar al lado del cuerpo para encontrar las esposas. En ese momento oyó un “Ding” del timbre del ascensor cuando llega a la planta, se imaginó que era Shaw o alguien de su equipo. Cuando oyó a coro dos masculinos “wow”. Levantó la vista y vio a cuatro personas, dos de ellos los reconoció enseguida, prácticamente se le olvidó volver a respirar y sintió que sus manos se quedaban heladas por momentos, lo mismo que sintió que probablemente se estaba quedando pálida.
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qwerty- Escritor - Policia
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
madre mia capitulo genial
continua pronto
que interesante
______________________
CASKETT ALWAYS
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Ya estaba echando de menos un capi nuevo de este fic! muy bueno, a ver qué cuatro son los que aparecen ante Kate! Sigue pronto!
BrujaAle- Escritor - Policia
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Localización : En el Sur
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Está genial!!!!! Continualo pronto!!!!
amy_beckett- Escritor novato
- Mensajes : 29
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Edad : 27
Localización : ... ()()¡¡¡En mI MUnDo!!!()()...
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
OO GENIALGENIAL!!!
Stanathan- Escritor - Policia
- Mensajes : 1511
Fecha de inscripción : 07/07/2011
Edad : 26
Localización : Tarragona
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