Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
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Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
WOW, WOW!!
¿Qué esperan? – dijo el reverendo - ¿se besan?
Diosss que se besen yaaa
¿Qué esperan? – dijo el reverendo - ¿se besan?
Diosss que se besen yaaa
carly becket- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 19/10/2011
Edad : 28
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Ahhhh!! k esperaran para darse el beso!!!, k emocion!!
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
A ver que pasa ahora U.U
No me fío nada de mi mamá postiza María Qwerty
Espero que sigas haciendo los capis así de bonitos
Me encanta, y espero que mi poco tiempo para escribir no se contagie
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GabiiLovesMela<3- Escritor - Policia
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Fecha de inscripción : 24/07/2011
Edad : 29
Localización : Galicia
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
A ver que pasa ahora U.U
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GabiiLovesMela<3- Escritor - Policia
- Mensajes : 1195
Fecha de inscripción : 24/07/2011
Edad : 29
Localización : Galicia
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
sigue porfavor!!!!! no tardes que me va a dar pampurrioooo jajajajajaj
Jani91- Actor en Broadway
- Mensajes : 162
Fecha de inscripción : 13/09/2011
Edad : 33
Localización : En la 12th
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
genial, simplemente genial, continualo pronto, plis
chelcas- Escritor - Policia
- Mensajes : 1437
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 31
Localización : México
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
La nueva pareja de casados se mantuvieron en posición porque la monotonía del discurso del reverendo hizo que les pareciese surrealista y no atendieron a lo que realmente decía.
- ¿Qué esperan? – dijo el reverendo - ¿se besan?
Durante toda la noche habían planeado el antes y el después de la boda. Luego, otras acciones surgieron espontáneas: la parte en la que Castle había dicho la opción de ser una petición real, diciéndolo de una manera poco sutil para que Beckett se metiera en su papel. Había sido completamente improvisada en ese momento y lo peor es que ella todavía no sabía si lo había dicho en serio. En realidad Castle tampoco lo tenía demasiado claro. Pero en ningún momento de la noche habían pensado ni hablado de los detalles propios de la ceremonia. Ya que ese hecho era algo secundario, la utilizaban como gancho para atrapar al asesino. Planearon el buscar el ramo, planearon cómo atraer a la agente Shaw sin que les encerrasen, planearon cómo atrapar al asesino, pero la boda… era sólo eso, algo que había que hacer hasta atrapar al asesino. Así que no pensaron más allá.
El reverendo había dicho las palabras definitivas, y reaccionaron sólo cuando les lanzó la pregunta directa. Se miraron, en silencio se preguntaban si tenían que hacerlo. Castle indicaba que no era idea suya pero era lo lógico para ese momento. Beckett indicando que sí era lo lógico pero se resignaba.
Ahora no tenían excusa para no besarse. Es más, era una obligación, porque ¿qué pareja de recién casados no lo haría?
Tras los discursos y las peticiones de los votos, volvieron a sentir las sensaciones de unas horas antes: en la mañana en el acantilado y las de la tarde en la habitación. Habían sido dos discursos de sinceración y estaban con las sensaciones a flor de piel. Esa tarde tuvieron la tentación de besarse pero por prudencia no lo hicieron. Ahora, esas sensaciones les ayudarían a dar el acercamiento final.
Repitiendo la escena, se soltaron de las manos y Castle las pasó por la espalda de su recién nombrada esposa. Beckett, recordando también el abrazo de Castle junto al ventanal, deslizó las manos hacia el cuello, acortando la distancia como si fuera a abrazarlo de nuevo. Pero ahora su cabeza no se desvió y fue directamente al encuentro de su boca. Pararon a mitad distancia para mirar los labios del otro por última vez y finalmente, recorrieron a ciegas la poca distancia que les quedaba.
Fue un beso tierno, recreándose en la carnosidad del nuevo labio que tenían entre los dientes. Se lo tomaron con más calma que la primera y última vez, ya que aquella vez fue de improvisto y sin darse tiempo ni a saborearse. Las intenciones de ellos eran las de cumplir con lo estipulado para una boda, pero sintieron la necesidad de perfeccionar la caricia. Se reclinaron más, se ciñeron más, la boca se abrió más, los dedos daban la señal para dar libertad al otro para que se recrease a su gusto. La sensación del roce de las lenguas fue el aviso para parar.
Se separaron rápidamente. Y aunque por un instante fijaron las miradas del uno en el otro, enseguida las desviaron como si dos niños avergonzados se hubieran atrevido a hacer una travesura que sus padres les habían prohibido.
- Bien, pasemos al despacho a formalizar los papeles. Tienen que firmar las actas.
Beckett giró en redondo y se alejó tras el reverendo. Castle reaccionó un poco más tarde y los siguió a unos pasos de ella y Shaw entre los dos.
- Ei, amigo – interrumpió Sam
- ¿Sí?
- Me había dicho que quería sorprender a su novia con una flor, sólo para ella ¿Llamo a mi socio?
- Sí, llámalo.
Shaw se paró un momento para ponerse a su altura.
- Seguro que le gusta, ¿cómo vais a hacer para despistarla? – Preguntó Shaw
- Primero tengo que llamar a mi socio para ver si ya ha llegado.
- ¿Y luego? ¿Dónde quedaréis?
- No sé. Él tiene que decírmelo.
- Bueno… llama. Que se te va a ir el tiempo.
Sam coge el móvil y marca unos números. Shaw y Castle sólo podían escuchar la conversación de Sam.
- Hola… por aquí ya han acabado.
- ¿Entonces estás aquí?
- Ajá. Perfecto si estás aquí
- ¿Dónde quedamos?
- Ajá. Sí. Sé dónde es.
- Si ya… Después de atender a los clientes…
- Muy bien… sí, entiendo…
- Sí…
- No…
- Nos vemos en Las Vegas, como siempre.
- Entonces ahora vamos ahí ¿no?
- Sí tranquilo, tengo a la compinche ideal.
- Sí, la madrina entretendrá a la novia hasta que el novio tenga su flor.
- Exacto, todo listo.
- Adiós.
Cuelga el teléfono y se dirige a Castle.
- Está todo preparado. Amigo, le prometo que va a darle la mayor sorpresa a su novia.
- Espero que sí. Y que valga la pena.
- Se lo aseguro.
Ya habían llegado a la mesa del despacho donde Larry les esperaba con el libro de actas. Tendió una pluma y le señaló el espacio para que lo rellenase con su rúbrica. En cuanto lo hizo, Castle se apartó hacia atrás y dejó espacio para las damas.
Beckett hizo lo mismo, firmó y dejó el sitio para que la agente Shaw firmase. En menos de un minuto todo había acabado. Se giró para buscar a Castle y que viera el resultado pero no lo encontró en el despacho
- ¿Rick? – dijo en voz alta. Pero no recibió respuesta.
- ¿Riiick? – insistió sin obtener resultado ninguno.
Beckett salió del despacho en dirección donde estaba el mostrador.
- ¿Richard? – Lo llamó con más preocupación.
Se dirigió a la sala de espera y se encontró allí con la pareja de Peter y Carry
- ¿Habéis visto a Castle? – Ellos negaron con la cabeza
- No ha salido por aquí.
Con paso ligero se dirigió a la capilla. Abrió las puertas pero lo único que encontró fue a otra pareja de novios. Sintió una presencia en su espalda.
- Jordan – exclamó casi aliviada - ¿Dónde está Castle? Sólo lo he perdido de vista unos segundos.
- Los mismos que yo.
- ¿Qué? ¿quieres decir…?
- Que no sé por dónde ha salido.
- ¿Qué? Tenías que vigilarle, Tenías…
- Tenía que averiguar dónde va a encontrarse con el asesino.
- ¿Entoncen van ahora a…?
- Ajá.
- ¿Lo dices así de tranquila?
- ¿Y tú lo dices así de alterada? La idea ha sido tuya.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
Este trocito ha salido con diálogos cortos... ya habrá tiempo para más parrafadas.
Siguen sin convencerme los votos... igual los cambio de aquí a que termine el fic.
- ¿Qué esperan? – dijo el reverendo - ¿se besan?
Durante toda la noche habían planeado el antes y el después de la boda. Luego, otras acciones surgieron espontáneas: la parte en la que Castle había dicho la opción de ser una petición real, diciéndolo de una manera poco sutil para que Beckett se metiera en su papel. Había sido completamente improvisada en ese momento y lo peor es que ella todavía no sabía si lo había dicho en serio. En realidad Castle tampoco lo tenía demasiado claro. Pero en ningún momento de la noche habían pensado ni hablado de los detalles propios de la ceremonia. Ya que ese hecho era algo secundario, la utilizaban como gancho para atrapar al asesino. Planearon el buscar el ramo, planearon cómo atraer a la agente Shaw sin que les encerrasen, planearon cómo atrapar al asesino, pero la boda… era sólo eso, algo que había que hacer hasta atrapar al asesino. Así que no pensaron más allá.
El reverendo había dicho las palabras definitivas, y reaccionaron sólo cuando les lanzó la pregunta directa. Se miraron, en silencio se preguntaban si tenían que hacerlo. Castle indicaba que no era idea suya pero era lo lógico para ese momento. Beckett indicando que sí era lo lógico pero se resignaba.
Ahora no tenían excusa para no besarse. Es más, era una obligación, porque ¿qué pareja de recién casados no lo haría?
Tras los discursos y las peticiones de los votos, volvieron a sentir las sensaciones de unas horas antes: en la mañana en el acantilado y las de la tarde en la habitación. Habían sido dos discursos de sinceración y estaban con las sensaciones a flor de piel. Esa tarde tuvieron la tentación de besarse pero por prudencia no lo hicieron. Ahora, esas sensaciones les ayudarían a dar el acercamiento final.
Repitiendo la escena, se soltaron de las manos y Castle las pasó por la espalda de su recién nombrada esposa. Beckett, recordando también el abrazo de Castle junto al ventanal, deslizó las manos hacia el cuello, acortando la distancia como si fuera a abrazarlo de nuevo. Pero ahora su cabeza no se desvió y fue directamente al encuentro de su boca. Pararon a mitad distancia para mirar los labios del otro por última vez y finalmente, recorrieron a ciegas la poca distancia que les quedaba.
Fue un beso tierno, recreándose en la carnosidad del nuevo labio que tenían entre los dientes. Se lo tomaron con más calma que la primera y última vez, ya que aquella vez fue de improvisto y sin darse tiempo ni a saborearse. Las intenciones de ellos eran las de cumplir con lo estipulado para una boda, pero sintieron la necesidad de perfeccionar la caricia. Se reclinaron más, se ciñeron más, la boca se abrió más, los dedos daban la señal para dar libertad al otro para que se recrease a su gusto. La sensación del roce de las lenguas fue el aviso para parar.
Se separaron rápidamente. Y aunque por un instante fijaron las miradas del uno en el otro, enseguida las desviaron como si dos niños avergonzados se hubieran atrevido a hacer una travesura que sus padres les habían prohibido.
- Bien, pasemos al despacho a formalizar los papeles. Tienen que firmar las actas.
Beckett giró en redondo y se alejó tras el reverendo. Castle reaccionó un poco más tarde y los siguió a unos pasos de ella y Shaw entre los dos.
- Ei, amigo – interrumpió Sam
- ¿Sí?
- Me había dicho que quería sorprender a su novia con una flor, sólo para ella ¿Llamo a mi socio?
- Sí, llámalo.
Shaw se paró un momento para ponerse a su altura.
- Seguro que le gusta, ¿cómo vais a hacer para despistarla? – Preguntó Shaw
- Primero tengo que llamar a mi socio para ver si ya ha llegado.
- ¿Y luego? ¿Dónde quedaréis?
- No sé. Él tiene que decírmelo.
- Bueno… llama. Que se te va a ir el tiempo.
Sam coge el móvil y marca unos números. Shaw y Castle sólo podían escuchar la conversación de Sam.
- Hola… por aquí ya han acabado.
- ¿Entonces estás aquí?
- Ajá. Perfecto si estás aquí
- ¿Dónde quedamos?
- Ajá. Sí. Sé dónde es.
- Si ya… Después de atender a los clientes…
- Muy bien… sí, entiendo…
- Sí…
- No…
- Nos vemos en Las Vegas, como siempre.
- Entonces ahora vamos ahí ¿no?
- Sí tranquilo, tengo a la compinche ideal.
- Sí, la madrina entretendrá a la novia hasta que el novio tenga su flor.
- Exacto, todo listo.
- Adiós.
Cuelga el teléfono y se dirige a Castle.
- Está todo preparado. Amigo, le prometo que va a darle la mayor sorpresa a su novia.
- Espero que sí. Y que valga la pena.
- Se lo aseguro.
Ya habían llegado a la mesa del despacho donde Larry les esperaba con el libro de actas. Tendió una pluma y le señaló el espacio para que lo rellenase con su rúbrica. En cuanto lo hizo, Castle se apartó hacia atrás y dejó espacio para las damas.
Beckett hizo lo mismo, firmó y dejó el sitio para que la agente Shaw firmase. En menos de un minuto todo había acabado. Se giró para buscar a Castle y que viera el resultado pero no lo encontró en el despacho
- ¿Rick? – dijo en voz alta. Pero no recibió respuesta.
- ¿Riiick? – insistió sin obtener resultado ninguno.
Beckett salió del despacho en dirección donde estaba el mostrador.
- ¿Richard? – Lo llamó con más preocupación.
Se dirigió a la sala de espera y se encontró allí con la pareja de Peter y Carry
- ¿Habéis visto a Castle? – Ellos negaron con la cabeza
- No ha salido por aquí.
Con paso ligero se dirigió a la capilla. Abrió las puertas pero lo único que encontró fue a otra pareja de novios. Sintió una presencia en su espalda.
- Jordan – exclamó casi aliviada - ¿Dónde está Castle? Sólo lo he perdido de vista unos segundos.
- Los mismos que yo.
- ¿Qué? ¿quieres decir…?
- Que no sé por dónde ha salido.
- ¿Qué? Tenías que vigilarle, Tenías…
- Tenía que averiguar dónde va a encontrarse con el asesino.
- ¿Entoncen van ahora a…?
- Ajá.
- ¿Lo dices así de tranquila?
- ¿Y tú lo dices así de alterada? La idea ha sido tuya.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
Este trocito ha salido con diálogos cortos... ya habrá tiempo para más parrafadas.
Siguen sin convencerme los votos... igual los cambio de aquí a que termine el fic.
Última edición por qwerty el Lun Jul 30, 2012 5:56 am, editado 1 vez
qwerty- Escritor - Policia
- Mensajes : 1631
Fecha de inscripción : 27/04/2011
Localización : En la luna de Valencia
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
muy bueno, continua pronto
chelcas- Escritor - Policia
- Mensajes : 1437
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 31
Localización : México
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Genial, como siempre! a ver qué pasa luego con la boda, traerá consecuencias, seguro!! Sigue pronto!
BrujaAle- Escritor - Policia
- Mensajes : 1361
Fecha de inscripción : 08/07/2011
Edad : 41
Localización : En el Sur
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
esta todo perfectoooooo!!!!!
siguelo prontoo
siguelo prontoo
Jani91- Actor en Broadway
- Mensajes : 162
Fecha de inscripción : 13/09/2011
Edad : 33
Localización : En la 12th
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
ERES GENIAL, TIENES UN DON
Plis no tardes en colgar la continuacion, me has dejado con la intriga TT
Plis no tardes en colgar la continuacion, me has dejado con la intriga TT
carly becket- Policia de homicidios
- Mensajes : 631
Fecha de inscripción : 19/10/2011
Edad : 28
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Me gusto muchooo
Continualo
Continualo
Maku_Stanathan- Policia de homicidios
- Mensajes : 652
Fecha de inscripción : 07/10/2011
Edad : 30
05/03/2012
A ver si soy capaz de sacar los capítulos como al principio...
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
- ¿Qué? Tenías que vigilarle, Tenías…
- Tenía que averiguar dónde va a encontrarse con el asesino.
- ¿Entonces van ahora a…?
- Ajá.
- ¿Lo dices así de tranquila?
- ¿Y tú lo dices así de alterada? La idea ha sido tuya.
- ¿Qué? No me creo que lo digas en serio – Abrió la cartera y sacó el móvil.
- No lo llames.
- ¿Qué? ¿Pero qué te pasa? Van a atentar contra él. Es nuestro inocente. Tengo que saber hacia dónde se dirigen.
- No lo llames porque no quiero asustar al asesino ni al tal Sam. En esto estoy de acuerdo con ellos, no voy a dejar que te metas en medio. – Beckett había colgado el teléfono pero al escuchar la respuesta vuelve a teclear buscando la marcación rápida.
- Creía que eras distinta. Creía que protegías a las víctimas…
- Y protejo al inocente… – cortándola para que no llamase – que tiene un localizador encima.
- ¿Eh?
- Cuando le di el anillo a Castle de paso le coloqué un localizador en la manga. Así que mientras no se quite la chaqueta sabré dónde está - La cara de asombro de Beckett hablaba por sí misma – Ya lo has visto antes con el otro detenido… por si acaso fallan las cámaras… o sale fuera de su cobertura… quiero localizarlo al instante. Ya he tenido suficiente por hoy en perseguir a uno por todo el hotel.
- ¿Entonces tú…?
- Yo… tengo unos chismes que me hacen la vida más fácil. – sacando del bolsillo una especie de PDA. - ¿Vienes? Pero ahora soy yo la que va a dirigir esto.
- Voy… y gracias… No sabía lo que tenías pensado.
- Lo sé. Es lo mismo que me habéis hecho vosotros pero en muuuuuucha menor medida. Aún no sé cómo te atreviste a planear algo sin mi autorización… por mucho reto personal que sea.
Beckett no pudo rechistar, fue tras ella al encuentro con Carry y Peter. Ellos entregaron un walkie y la pistola reglamentaria a su superiora. Recibieron la orden de ir de nuevo a la sala de juegos y permanecer atentos por si se dirigían hacia allí. El centro de operaciones tenía también una pantalla fija marcando la posición exacta del emisor que llevaba Castle.
- ¿Se mueven? ¿Alguien los sigue o se ha unido con ellos? – Preguntó Shaw por el walkie.
- Se dirigen hacia la salida del hotel. De momento van solos – se escuchó entrecortadamente.
- Enviad unidades. Mantened la distancia hasta que identifiquemos a nuestro hombre. Entonces actuad.
- A la orden.
- Y recordad que el gancho es un civil. No está entrenado para esta situación.
Beckett acompañaba a la agente Shaw pero su mirada iba hacia las puertas y escaleras, sabía que no los encontraría por esas puertas pero esa situación de tensión hacía que buscara lo que no podía encontrar. Pensaba que gracias al localizador de la agente Shaw irían tras ellos.
En un par de ocasiones pensó que la agente Shaw iba a salir por una de las puertas, tuvo que rectificar la dirección en el mismo momento que giraba. El camino que seguía… parecía que se dirigían a la parte interna del hotel.
- ¿Deseando ir tras ellos, detective?
- Sí. ¿Acaso no vamos a su encuentro?
- No. A la sala de operaciones.
- Pero…
- Yo no hago trabajo de calle detective, eso quedó atrás hace tiempo. Tan sólo cuando es estrictamente necesario.
- Creía que sí querría ir tras ellos. Con ese localizador… ¿Me permite unirme al equipo?
- No.
- ¿No? He realizado múltiples detenciones. ¿No confía en mi capacidad?
- Ah, sí. Si Capaz sí que eres. De detenerlos y también de arruinar mi operativo. Según tu plan eres la novia que está esperando al novio con tu nueva flor. Si te ven... y además el amarillo no es que sea muy discreto… te van a ver antes que tú a ellos, te reconocerán. No deberías tomarte esto de una manera tan personal. ¿O es que ese anillo empieza a tener su efecto en ti?
- Eh… no. No es eso. Él es mi compañero y a los compañeros se les apoya en cualquier circunstancia. Y yo estoy acostumbrada a actuar…
- ¿Seguro que es eso? Entonces, según tu plan y si estuvieras en mi lugar ¿Cuál es tu papel, detective? Es que… aunque estuvieras en N.York, en tu jurisdicción y tuvieras tu arma la respuesta sería la misma.
- Sí – A Beckett no le hizo falta reflexionar mucho, entendía la posición de Shaw – yo no debería aparecer en escena, como mucho para seguir el juego y hacer que yo sea la segunda víctima. Como ha pasado en otros de los asesinatos, en que fue a por los dos. Pero es que…
- Hay momentos que no puedes hacerlo todo, has elegido ser el actor que entra en escena así que no te puedes meter en la detención. Es como esto – abriendo la entrada a la sala de operaciones – Si estás al mando, no puedes ser agente de calle haciendo detenciones. Sólo en caso necesario y como apoyo. Tienes que elegir.
- Entiendo, pero es que de momento, yo sigo haciendo detenciones. Es la costumbre de ir tras ellos.
- Pues quédate aquí, que hoy tienes otro papel. Verás cómo te traen a Castle de una pieza.
- Está bien – resoplando – Una última pregunta ¿por qué llevas ese… dispositivo si no ibas a ir tras ellos?
- Estaba incomunicada con la sala, sólo podía saber si funcionaba el dispositivo o no se le había caído el rastreador mirando esto.
Esta vez no tenía ninguna excusa más, y además estaba completamente de acuerdo con Shaw. Objetivamente, si iba tras el asesino, pondría en más peligro a Castle de lo que estaba en ese momento.
- ¿Por dónde van? ¿Algún rastro de nuestro hombre?
- Han salido del edificio, se dirigen hacia la parte de carga de la galería. Ahora está muy transitada.
- Sacad un plano del exterior. Quiero saber que parques o sitios de fuera de la vista hay.
Mientras tanto…
- ¿No crees que tu amigo está un poco lejos del hotel?
- Viene con la furgoneta. Tiene que aparcar. Estamos cerca.
Castle, intentando disimular, miraba hacia los lados para ver si alguien les seguía. Prefería que fuesen los subordinados de Shaw y del sheriff Cornwell pero él no podía ver a nadie.
- ¿Qué te ocurre amigo?
- Nos estamos alejando mucho… Mi… novia se va a enfadar porque la he dejado allí – paró en medio de la acera e hizo el gesto de ir atrás - Debería volver.
- ¡No! Espera… está a la vuelta de la esquina. Un minuto y vuelves… ¡Te lo juro!
- Estoy mareado… quiero volver adentro. Sentarme.
- Vamos, seguro que es porque se ha tomado alguna copa de más – lo agarró del brazo para incitarle a seguirle - Habrás celebrado tu boda a lo grande.
- Un poco.
Giraron la esquina. Anduvieron unos metros y pararon junto a los setos que marcaban el límite del parque.
- ¿Y bien? ¿dónde está? – Preguntó.
La angustia y los nervios de saber que estaba en el momento crítico lo estaba exasperando. Ahora más que nunca deseaba ver los hombres del sheriff, buscaba también un reflejo amarillo tranquilizador por alguna esquina o detrás de algún árbol. Si al menos tuviese al otro implicado delante por lo menos sabría a qué se enfrentaba. Pero así ni siquiera era capaz de intuir si lo irían a atacar por la espalda.
- Ahí viene – con un gesto indicó la dirección.
* * * * * * * * * * * * * * * * * * * * * *
- ¿Qué? Tenías que vigilarle, Tenías…
- Tenía que averiguar dónde va a encontrarse con el asesino.
- ¿Entonces van ahora a…?
- Ajá.
- ¿Lo dices así de tranquila?
- ¿Y tú lo dices así de alterada? La idea ha sido tuya.
- ¿Qué? No me creo que lo digas en serio – Abrió la cartera y sacó el móvil.
- No lo llames.
- ¿Qué? ¿Pero qué te pasa? Van a atentar contra él. Es nuestro inocente. Tengo que saber hacia dónde se dirigen.
- No lo llames porque no quiero asustar al asesino ni al tal Sam. En esto estoy de acuerdo con ellos, no voy a dejar que te metas en medio. – Beckett había colgado el teléfono pero al escuchar la respuesta vuelve a teclear buscando la marcación rápida.
- Creía que eras distinta. Creía que protegías a las víctimas…
- Y protejo al inocente… – cortándola para que no llamase – que tiene un localizador encima.
- ¿Eh?
- Cuando le di el anillo a Castle de paso le coloqué un localizador en la manga. Así que mientras no se quite la chaqueta sabré dónde está - La cara de asombro de Beckett hablaba por sí misma – Ya lo has visto antes con el otro detenido… por si acaso fallan las cámaras… o sale fuera de su cobertura… quiero localizarlo al instante. Ya he tenido suficiente por hoy en perseguir a uno por todo el hotel.
- ¿Entonces tú…?
- Yo… tengo unos chismes que me hacen la vida más fácil. – sacando del bolsillo una especie de PDA. - ¿Vienes? Pero ahora soy yo la que va a dirigir esto.
- Voy… y gracias… No sabía lo que tenías pensado.
- Lo sé. Es lo mismo que me habéis hecho vosotros pero en muuuuuucha menor medida. Aún no sé cómo te atreviste a planear algo sin mi autorización… por mucho reto personal que sea.
Beckett no pudo rechistar, fue tras ella al encuentro con Carry y Peter. Ellos entregaron un walkie y la pistola reglamentaria a su superiora. Recibieron la orden de ir de nuevo a la sala de juegos y permanecer atentos por si se dirigían hacia allí. El centro de operaciones tenía también una pantalla fija marcando la posición exacta del emisor que llevaba Castle.
- ¿Se mueven? ¿Alguien los sigue o se ha unido con ellos? – Preguntó Shaw por el walkie.
- Se dirigen hacia la salida del hotel. De momento van solos – se escuchó entrecortadamente.
- Enviad unidades. Mantened la distancia hasta que identifiquemos a nuestro hombre. Entonces actuad.
- A la orden.
- Y recordad que el gancho es un civil. No está entrenado para esta situación.
Beckett acompañaba a la agente Shaw pero su mirada iba hacia las puertas y escaleras, sabía que no los encontraría por esas puertas pero esa situación de tensión hacía que buscara lo que no podía encontrar. Pensaba que gracias al localizador de la agente Shaw irían tras ellos.
En un par de ocasiones pensó que la agente Shaw iba a salir por una de las puertas, tuvo que rectificar la dirección en el mismo momento que giraba. El camino que seguía… parecía que se dirigían a la parte interna del hotel.
- ¿Deseando ir tras ellos, detective?
- Sí. ¿Acaso no vamos a su encuentro?
- No. A la sala de operaciones.
- Pero…
- Yo no hago trabajo de calle detective, eso quedó atrás hace tiempo. Tan sólo cuando es estrictamente necesario.
- Creía que sí querría ir tras ellos. Con ese localizador… ¿Me permite unirme al equipo?
- No.
- ¿No? He realizado múltiples detenciones. ¿No confía en mi capacidad?
- Ah, sí. Si Capaz sí que eres. De detenerlos y también de arruinar mi operativo. Según tu plan eres la novia que está esperando al novio con tu nueva flor. Si te ven... y además el amarillo no es que sea muy discreto… te van a ver antes que tú a ellos, te reconocerán. No deberías tomarte esto de una manera tan personal. ¿O es que ese anillo empieza a tener su efecto en ti?
- Eh… no. No es eso. Él es mi compañero y a los compañeros se les apoya en cualquier circunstancia. Y yo estoy acostumbrada a actuar…
- ¿Seguro que es eso? Entonces, según tu plan y si estuvieras en mi lugar ¿Cuál es tu papel, detective? Es que… aunque estuvieras en N.York, en tu jurisdicción y tuvieras tu arma la respuesta sería la misma.
- Sí – A Beckett no le hizo falta reflexionar mucho, entendía la posición de Shaw – yo no debería aparecer en escena, como mucho para seguir el juego y hacer que yo sea la segunda víctima. Como ha pasado en otros de los asesinatos, en que fue a por los dos. Pero es que…
- Hay momentos que no puedes hacerlo todo, has elegido ser el actor que entra en escena así que no te puedes meter en la detención. Es como esto – abriendo la entrada a la sala de operaciones – Si estás al mando, no puedes ser agente de calle haciendo detenciones. Sólo en caso necesario y como apoyo. Tienes que elegir.
- Entiendo, pero es que de momento, yo sigo haciendo detenciones. Es la costumbre de ir tras ellos.
- Pues quédate aquí, que hoy tienes otro papel. Verás cómo te traen a Castle de una pieza.
- Está bien – resoplando – Una última pregunta ¿por qué llevas ese… dispositivo si no ibas a ir tras ellos?
- Estaba incomunicada con la sala, sólo podía saber si funcionaba el dispositivo o no se le había caído el rastreador mirando esto.
Esta vez no tenía ninguna excusa más, y además estaba completamente de acuerdo con Shaw. Objetivamente, si iba tras el asesino, pondría en más peligro a Castle de lo que estaba en ese momento.
- ¿Por dónde van? ¿Algún rastro de nuestro hombre?
- Han salido del edificio, se dirigen hacia la parte de carga de la galería. Ahora está muy transitada.
- Sacad un plano del exterior. Quiero saber que parques o sitios de fuera de la vista hay.
Mientras tanto…
- ¿No crees que tu amigo está un poco lejos del hotel?
- Viene con la furgoneta. Tiene que aparcar. Estamos cerca.
Castle, intentando disimular, miraba hacia los lados para ver si alguien les seguía. Prefería que fuesen los subordinados de Shaw y del sheriff Cornwell pero él no podía ver a nadie.
- ¿Qué te ocurre amigo?
- Nos estamos alejando mucho… Mi… novia se va a enfadar porque la he dejado allí – paró en medio de la acera e hizo el gesto de ir atrás - Debería volver.
- ¡No! Espera… está a la vuelta de la esquina. Un minuto y vuelves… ¡Te lo juro!
- Estoy mareado… quiero volver adentro. Sentarme.
- Vamos, seguro que es porque se ha tomado alguna copa de más – lo agarró del brazo para incitarle a seguirle - Habrás celebrado tu boda a lo grande.
- Un poco.
Giraron la esquina. Anduvieron unos metros y pararon junto a los setos que marcaban el límite del parque.
- ¿Y bien? ¿dónde está? – Preguntó.
La angustia y los nervios de saber que estaba en el momento crítico lo estaba exasperando. Ahora más que nunca deseaba ver los hombres del sheriff, buscaba también un reflejo amarillo tranquilizador por alguna esquina o detrás de algún árbol. Si al menos tuviese al otro implicado delante por lo menos sabría a qué se enfrentaba. Pero así ni siquiera era capaz de intuir si lo irían a atacar por la espalda.
- Ahí viene – con un gesto indicó la dirección.
Última edición por qwerty el Lun Mar 05, 2012 7:17 am, editado 1 vez
qwerty- Escritor - Policia
- Mensajes : 1631
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Localización : En la luna de Valencia
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
muy interesante me encanta el capitulo gracias por subir
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
No tardes en seguir!!
BrujaAle- Escritor - Policia
- Mensajes : 1361
Fecha de inscripción : 08/07/2011
Edad : 41
Localización : En el Sur
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
WOOW!! Castle drogado, no sabe donde están los agentes encubiertos y a Beckett aunque diga que no el anillo le esta haciendo efecto...
No puedo esperar hasta el próximo capitulo continua pronto
No puedo esperar hasta el próximo capitulo continua pronto
Maku_Stanathan- Policia de homicidios
- Mensajes : 652
Fecha de inscripción : 07/10/2011
Edad : 30
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Vale, me lo e leido en dos dias...creo que tengo mas miopia que hace unos dias, pero a valido la pena.
Me encanta!!! ya podrias dedicarte a esta, me encanta cuando te enrollas en detalles
Sigue pronto, mata acastle y sigue pronto!!!
Me encanta!!! ya podrias dedicarte a esta, me encanta cuando te enrollas en detalles
Sigue pronto, mata acastle y sigue pronto!!!
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
muy bueno, sigue pronto!!!
chelcas- Escritor - Policia
- Mensajes : 1437
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Edad : 31
Localización : México
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
otro, otro, continualo plis
chelcas- Escritor - Policia
- Mensajes : 1437
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 31
Localización : México
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
No nos puedes dejar asi!
Espero que no le pase nada a Castle
Continua pronto plissss
Espero que no le pase nada a Castle
Continua pronto plissss
carly becket- Policia de homicidios
- Mensajes : 631
Fecha de inscripción : 19/10/2011
Edad : 28
Re: Vuelta al Trabajo - [Actualizado 18-04-2012]
Siento haber tardado algo más de un mes en actualizar. Pero poco a poco lo acabaré. Lo prometo.
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La angustia y los nervios de saber que estaba en el momento crítico lo estaba exasperando. Ahora más que nunca deseaba ver los hombres del sheriff, buscaba también un reflejo amarillo tranquilizador por alguna esquina o detrás de algún árbol. Si al menos tuviese al otro implicado delante por lo menos sabría a qué se enfrentaba. Pero así ni siquiera era capaz de intuir si lo irían a atacar por la espalda.
- Ahí viene – con un gesto indicó la dirección.
Castle se giró en la dirección que había señalado Sam. Podía ver algunas personas de vida nocturna y trasnochadores paseando por las aceras. Un Dodge negro a gran velocidad pitó inesperadamente a su espalda haciendo que se metiera de un salto unos pasos hacia el interior de la acera. Más al fondo, un Ford descapotable rojo ocupado por unas jovencitas sobreexcitadas de música circulaba lentamente. Incitaban a los viandantes a cantar con ellas las canciones de su Mustang. Volvió de nuevo a revisar la calle, pero no había rastro de ninguna furgoneta.
- ¿Dónde? No lo veo… ni a ninguna furgoneta.
- Vamos. Debe haberla dejado cerca – Lo empujó suavemente por su espalda y lo persuadió a reanudar los pasos.
- ¿Dónde? ¿No me has dicho que venía ya?
- Sí. Y ha llegado. Vamos dentro del parque. Hay unas luces mejores que estas de la calle. Ahí podrás ver lo que le ha traido a tu novia.
- No me importa. Si crees que a ella le gustará, me fío de vuestra opinión profesional.
Castle quería evitar a toda costa adentrarse en el parque porque veía que había árboles y una vegetación variada, seguro que esa vegetación formaba un obstáculo natural para su vigilancia… si es que estaba vigilado. Porque por mucho que mirase a los pocos transeúntes, todos tenían la misma apariencia de turistas en la ciudad.
Si los refuerzos estaban en azoteas o en alguna terraza superior, les sería imposible identificarle entre tanta vegetación… y además… ¡que era de noche! Comenzó a dudar si realmente los estaban vigilando. Pero dudar de eso significaba también dudar de la agente Shaw y también dudar de Beckett. Y eso era imposible, quería mentalizarse que esos temores eran infundados porque más allá de sus dudas confiaba ciegamente en la profesionalidad de las dos y de la lealtad de Beckett, no sólo lealtad hacia él o lealtad por él, sino lealtad al equipo. Aunque en ese momento el equipo lo formasen ellos dos solos. Beckett no es de las que deja tirado al compañero en apuros.
Se acercan a la puerta de acceso del parque. Cruzan el umbral de temática renacentista siguiendo la línea decorativa del edificio que enfrentaba. Pensó que afortunadamente no se adentraban en el parque pues seguían la línea de setos que lindaban con la calzada.
- Ahí está.
Castle no veía claramente. Los efectos de la droga estaban pasando lentamente pero aún persistían imágenes borrosas y alguna alucinación que otra como esos duendecillos de calzones bombachos que se encondían tras las los setos de bayas. Con calma se acercaban a una pequeña área, aproximadamente del tamaño del green del hoyo 9 del circuito Outlaw del Badlands Golf Club.
En un principio, cuando vio el lugar se tranquilizó un poco, pues pensaba que lo llevarían al interior del parque donde habría más vegetación y menos opciones de vigilarle. Le daba la sensación que ese claro permitía estar más a la vista.
- ¿Ves? Aquí hay una luz muy buena. Ven que te presente.
En efecto, un foco alumbraba un pequeño círculo empedrado que sobresalía del césped que lo rodeaba. Echó un vistazo de nuevo y vió una sombra cerca del empedrado. Su visión, borrosa por momentos, no le permitía distinguir con claridad al hombre y volvieron sus temores. No sólo porque iba a conocer en primera persona a uno de los criminales más buscado en todo el país, sino que esa zona diáfana no era tan visible como le había parecido al principio.
Se había dado cuenta que habían plantado unos árboles con una disposición determinada para que entrelazasen las ramas. De este modo, desde el interior daba sensación de amplitud y de estar al aire libre. En realidad, la cantidad de ramas y árboles alrededor de la zona imitaba a una pérgola, creando una perfecta jaula vegetal. Se trataba de un lugar donde los artistas: músicos, magos, charlatanes… se ponían bajo ese foco a expresar todo su talento ante el público congregado en el césped. Esos árboles formaban un resguardo perfecto para impedir el paso directo del sol para crea una zona fresca en el parque y a la vez no ser vistos desde el exterior por curiosos ajenos al espectáculo. En ese momento, quien iba a expresar su mejor talento bajo el foco iba a ser el asesino, ante un solo espectador.
- Buenas noches, me llamo Ban. Ban Greene – Saludó el nuevo.
- ¿Ban Grenn?
Le pareció haber escuchado bien el nombre pero intentó que se lo dijese completo, quería saber de primera mano quién era ese asesino. Quería sentirse más útil de lo que estaba siendo hasta ahora, pues creía que había sido incapaz de permanecer a la vista de todos y por lo menos quería sacarle algo de información.
Pensó que ese nombre era el real del asesino. Alguien tan meticuloso escondiendo sus datos también tendría su vanidad. Estaba casi seguro que no era falso porque aunque parezca una contradicción alguien que se esconde de todo el mundo, alguien que deja hacer todo el trabajo a los demás, y que lo controla todo a la distancia, en el momento de darse a conocer para cometer el mayor atentado contra la vida, en el momento que le toca ser él el protagonista de la acción y no tiene que esconderse, lo haría con todo de verdad.
Por eso estaba ahí, a cara descubierta, sin guantes, incluso debajo de una buena luz. Sí, definitivamente estaba casi seguro que ese nombre era el verdadero. Su complexión era bastante robusta, no era tan alto como él pero se le notaba que era fuerte, y la cara…. Ahora sí se maldecía el haber respirado tan fuerte en el ramo de rosas. Porque la cara que se mostraba ante él, tan conocida, era imposible que le perteneciera.
El rostro de Dick Coonan era imposible que fuera el de él. Castle sabía de sobra que la cara de Dick estaba junto a su cadáver bien muerto e incinerado. Su subconsciente en identificar los rostros conocidos con los personajes que le rodeaban no paraba, esperaba tener un momento de lucidez y volver a ver la realidad pero… si no podía verle la cara y hacer un retrato robot por lo menos intentaría conocer su nombre ya que incluso la complexión que veía de ese hombre podía ser falsa.
- Encantado Green. Yo soy Rick, Rick Castle.
Alargó la mano para saludarlo y Ban se la estrechó cordialmente.
- No. No soy Green. Mi apellido es Greene, G-R-E-E-N-E. Banastre Greene. Pero puedes llamarme Ban.
- Perdón, no sé lo que me pasa, seguramente he bebido algo más de la cuenta.
- Ja, ja, ja. Es lo que pasa en los días de bodas. Los novios os soléis pasar un poco con la bebida.
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La angustia y los nervios de saber que estaba en el momento crítico lo estaba exasperando. Ahora más que nunca deseaba ver los hombres del sheriff, buscaba también un reflejo amarillo tranquilizador por alguna esquina o detrás de algún árbol. Si al menos tuviese al otro implicado delante por lo menos sabría a qué se enfrentaba. Pero así ni siquiera era capaz de intuir si lo irían a atacar por la espalda.
- Ahí viene – con un gesto indicó la dirección.
Castle se giró en la dirección que había señalado Sam. Podía ver algunas personas de vida nocturna y trasnochadores paseando por las aceras. Un Dodge negro a gran velocidad pitó inesperadamente a su espalda haciendo que se metiera de un salto unos pasos hacia el interior de la acera. Más al fondo, un Ford descapotable rojo ocupado por unas jovencitas sobreexcitadas de música circulaba lentamente. Incitaban a los viandantes a cantar con ellas las canciones de su Mustang. Volvió de nuevo a revisar la calle, pero no había rastro de ninguna furgoneta.
- ¿Dónde? No lo veo… ni a ninguna furgoneta.
- Vamos. Debe haberla dejado cerca – Lo empujó suavemente por su espalda y lo persuadió a reanudar los pasos.
- ¿Dónde? ¿No me has dicho que venía ya?
- Sí. Y ha llegado. Vamos dentro del parque. Hay unas luces mejores que estas de la calle. Ahí podrás ver lo que le ha traido a tu novia.
- No me importa. Si crees que a ella le gustará, me fío de vuestra opinión profesional.
Castle quería evitar a toda costa adentrarse en el parque porque veía que había árboles y una vegetación variada, seguro que esa vegetación formaba un obstáculo natural para su vigilancia… si es que estaba vigilado. Porque por mucho que mirase a los pocos transeúntes, todos tenían la misma apariencia de turistas en la ciudad.
Si los refuerzos estaban en azoteas o en alguna terraza superior, les sería imposible identificarle entre tanta vegetación… y además… ¡que era de noche! Comenzó a dudar si realmente los estaban vigilando. Pero dudar de eso significaba también dudar de la agente Shaw y también dudar de Beckett. Y eso era imposible, quería mentalizarse que esos temores eran infundados porque más allá de sus dudas confiaba ciegamente en la profesionalidad de las dos y de la lealtad de Beckett, no sólo lealtad hacia él o lealtad por él, sino lealtad al equipo. Aunque en ese momento el equipo lo formasen ellos dos solos. Beckett no es de las que deja tirado al compañero en apuros.
Se acercan a la puerta de acceso del parque. Cruzan el umbral de temática renacentista siguiendo la línea decorativa del edificio que enfrentaba. Pensó que afortunadamente no se adentraban en el parque pues seguían la línea de setos que lindaban con la calzada.
- Ahí está.
Castle no veía claramente. Los efectos de la droga estaban pasando lentamente pero aún persistían imágenes borrosas y alguna alucinación que otra como esos duendecillos de calzones bombachos que se encondían tras las los setos de bayas. Con calma se acercaban a una pequeña área, aproximadamente del tamaño del green del hoyo 9 del circuito Outlaw del Badlands Golf Club.
En un principio, cuando vio el lugar se tranquilizó un poco, pues pensaba que lo llevarían al interior del parque donde habría más vegetación y menos opciones de vigilarle. Le daba la sensación que ese claro permitía estar más a la vista.
- ¿Ves? Aquí hay una luz muy buena. Ven que te presente.
En efecto, un foco alumbraba un pequeño círculo empedrado que sobresalía del césped que lo rodeaba. Echó un vistazo de nuevo y vió una sombra cerca del empedrado. Su visión, borrosa por momentos, no le permitía distinguir con claridad al hombre y volvieron sus temores. No sólo porque iba a conocer en primera persona a uno de los criminales más buscado en todo el país, sino que esa zona diáfana no era tan visible como le había parecido al principio.
Se había dado cuenta que habían plantado unos árboles con una disposición determinada para que entrelazasen las ramas. De este modo, desde el interior daba sensación de amplitud y de estar al aire libre. En realidad, la cantidad de ramas y árboles alrededor de la zona imitaba a una pérgola, creando una perfecta jaula vegetal. Se trataba de un lugar donde los artistas: músicos, magos, charlatanes… se ponían bajo ese foco a expresar todo su talento ante el público congregado en el césped. Esos árboles formaban un resguardo perfecto para impedir el paso directo del sol para crea una zona fresca en el parque y a la vez no ser vistos desde el exterior por curiosos ajenos al espectáculo. En ese momento, quien iba a expresar su mejor talento bajo el foco iba a ser el asesino, ante un solo espectador.
- Buenas noches, me llamo Ban. Ban Greene – Saludó el nuevo.
- ¿Ban Grenn?
Le pareció haber escuchado bien el nombre pero intentó que se lo dijese completo, quería saber de primera mano quién era ese asesino. Quería sentirse más útil de lo que estaba siendo hasta ahora, pues creía que había sido incapaz de permanecer a la vista de todos y por lo menos quería sacarle algo de información.
Pensó que ese nombre era el real del asesino. Alguien tan meticuloso escondiendo sus datos también tendría su vanidad. Estaba casi seguro que no era falso porque aunque parezca una contradicción alguien que se esconde de todo el mundo, alguien que deja hacer todo el trabajo a los demás, y que lo controla todo a la distancia, en el momento de darse a conocer para cometer el mayor atentado contra la vida, en el momento que le toca ser él el protagonista de la acción y no tiene que esconderse, lo haría con todo de verdad.
Por eso estaba ahí, a cara descubierta, sin guantes, incluso debajo de una buena luz. Sí, definitivamente estaba casi seguro que ese nombre era el verdadero. Su complexión era bastante robusta, no era tan alto como él pero se le notaba que era fuerte, y la cara…. Ahora sí se maldecía el haber respirado tan fuerte en el ramo de rosas. Porque la cara que se mostraba ante él, tan conocida, era imposible que le perteneciera.
El rostro de Dick Coonan era imposible que fuera el de él. Castle sabía de sobra que la cara de Dick estaba junto a su cadáver bien muerto e incinerado. Su subconsciente en identificar los rostros conocidos con los personajes que le rodeaban no paraba, esperaba tener un momento de lucidez y volver a ver la realidad pero… si no podía verle la cara y hacer un retrato robot por lo menos intentaría conocer su nombre ya que incluso la complexión que veía de ese hombre podía ser falsa.
- Encantado Green. Yo soy Rick, Rick Castle.
Alargó la mano para saludarlo y Ban se la estrechó cordialmente.
- No. No soy Green. Mi apellido es Greene, G-R-E-E-N-E. Banastre Greene. Pero puedes llamarme Ban.
- Perdón, no sé lo que me pasa, seguramente he bebido algo más de la cuenta.
- Ja, ja, ja. Es lo que pasa en los días de bodas. Los novios os soléis pasar un poco con la bebida.
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