Everything I Do (i Do It For You) Epilogo

Ante todo muchas gracias por vuestros comentarios. Bajo el capitulo 15 (que lo divido en dos partes) para que lo leais. Me piro a la tele grande para ver de nuevo 47 seconds (lo he grabado en disco duro)

Capitulo 15 (1ª parte)

Sentada en la terraza de la cafetería del Starbuck que había cerca del campo universitario donde estudiaba Alexis, Martha Rogers esperaba nerviosa la llegada de su hijo y de su nieta. Cuando Castle le había llamado aquella mañana y le había comentado que estaba en Nueva York se había alegrado mucho con la noticia. Luego, se alarmo pensando que podría tener algún problema con su lenta recuperación, pero su hijo la tranquilizó diciéndole que no tenía nada que ver con eso y que quería hablar con las dos de un asunto importante. Últimamente Castle era muy parco en palabras y presagiaba que amenazaba tormenta por algún lado.

Ale - ¿No ha llegado todavía?

Estaba tan ensimismada con sus pensamientos que no se había dado cuenta de la llegada de su nieta. Ésta le dio un dulce beso en la mejilla y se sentó a su lado.

Mar – No.

Alexis - ¿Crees que es algo grave?

Mar – No lo sé. Ya sabes que tu padre no esta muy hablador últimamente y no me ha contado el motivo por el que esta aquí. Eso sí, no debes preocuparte. No tiene nada que ver con su salud.

Ale – Pero sospechas algo…

Mar – Cuando nos vinimos de los Hamptons después de celebrar las fiestas con él no quería ver esta ciudad ni en pintura y ahora…

Ale – Y ahora esta aquí.

Mar – Algún asunto importante será. Quizás sobre las novelas…

Ale – Abuela, no intentes convencerme… tu y yo sabemos que…

Mar – Por ahí viene. Hija, por favor, intenta ser comprensiva, sea lo que sea.

Alexis volvió la cabeza para ver como su padre llegaba caminando hacia la cafetería. Su semblante serio no le presagiaba nada bueno.

Ale - ¿Dónde estará Royal?

Mar – Pues… no sé… en el loft o… quizás se haya quedado con Nicholas en…

Ale - ¿Seguro? Mi padre y ese perro se han convertido prácticamente en uno y que yo sepa Kay Capuccio todavía no ha vuelto de Europa.

Castle se acercó hasta ellas e intento dibujas una tímida sonrisa, aunque pensó que no lo había conseguido. Saludo a las dos con un efímero beso en la mejilla, casi sin tener contacto físico y se sentó frente a ellas.

Ric – Bueno ¿Habéis pedido ya?

Mar – No. Estábamos esperando a que tú vinieses.

Una vez habían pedido y consumido una buena merienda y después de haber hablado de varios asuntos triviales, Castle decidió que no podía dilatar la tarde sin ir al grano ni un minuto más.

Ric – Creo que ya es hora de que os hable y os explique porque estoy aquí. Me gustaría que no me interrumpieseis hasta que no termine.

Durante unos segundos los tres se quedaron en silencio y Castle resoplo nerviosamente.

Ric – Hace dos días me llego una carta del Departamento de Policía de Nueva York en el que me citaba a presentarme ante Gates ayer a las nueve de la mañana. Querían hablar conmigo sobre… mi nueva situación.

Alexis se levantó bruscamente con intención de irse, pero su padre le agarro suavemente la mano y la miro fijamente.

Ric – Creo haber sido muy claro cuando empece.

Mar – Alexis, por favor.

La chica volvió a sentarse y miro a su padre con aire retador.

Ric – No tenía ni idea del porque me habían citado y estaba furioso, pero pensé que lo mejor era venir hasta aquí para dejar claro con el NYPD mi situación.

Mar - ¿Y?

Ric – Sabéis que Kate, Kevin y Expósito fueron sancionados por lo que ocurrió hace siete meses. Gates ha tenido que reintegrarlos antes de tiempo por presiones, pero también le han ordenado…

Ale - ¿Si?

Ric – Quieren que siga colaborando con la policía de Nueva York durante un tiempo, como sanción por haber ocultado lo del capitán y… Alexis, te lo vuelvo a repetir ¡Siéntate!

CONTINUARA…

Y aqui la segunda parte:

Capitulo 15 (2ª parte)

Ale – No, no voy a hacerlo. Ya estas otra vez detrás de ella después de que…

Ric – Quiero que quede muy claro desde ahora. Kate no ha tenido nada ver con esto. Estoy seguro. Nunca haría…

Ale – Nunca haría que… algo que te hiciese daño. ¡Oh! Vamos, papa. No la defiendas más.

Ric - ¡No lo hago! Esto no es fácil… Gates tampoco estaba de acuerdo con mi vuelta y…

Ale – Pero ¿Has aceptado, no? ¿No te has negado?

Ric – Es… complicado. Creo que Smith…

Ale - ¿Smith? ¿Ese hombre? Pues di no. Papa, di no. Es muy fácil.

Ric – No lo es. Si me niego el pacto que Gates hizo con ellos se romperá.

Mar – A que te refieres, hijo mío.

Ric – Gates y los jefes del departamento llegaron a un acuerdo. Si Kate y los demás aceptaban sus sanción el nombre del capitán Montgomery no saldría perjudicado y su honra no quedaría manchada, pero si me niego…

Mar – No tendrán ningún reparo en hacerlo.

Ale – Y a ti que más te da. ¿Qué te puede pasar? ¿Te caerá una multa? Pues la pagas y ya está.

Ric – Pero ¿Y Roy? Su familia… y…

Ale – Y ¿Kate? ¿No?

Ric – Los despedirán a todos. Yo no puedo…

Ale – No puedes… ¿Qué? Acaso no tuvieron bastante con que les salvaras la vida cuando ni…

Ric – No sigas por ahí. No sabes de lo que estás hablando.

Ale – Si lo se. Crees que soy tonta. Es que no has escarmentado ¿Por qué te sigues fiando de las cuando estas…?

Mar – Alexis ¡Vale ya!

Ale - ¿Vas a apoyarle en esta locura?

Mar – Hace tiempo que tu padre es muy adulto para decidir su vida y lo que yo piense…

Ale - ¿Dónde esta Royal?

Ric - ¿Qué?

Ale – El perro… ¿Esta con ella, verdad?

Ric – Kay Capuccio quería que…

Ale – Vosotros, dilo papa, vosotros cuidarais del perro y no has tardado nada en recordárselo.

Ric – Esto no tiene nada que ver con lo que estamos hablando… quiero que comprendas… por favor.

Ale – No, no lo comprendo. Eres idiota, papa. Sigues siendo a pesar de todo un tonto infantil e inmaduro.

Ric – De acuerdo. Si eso es lo que piensas, no pienso discutirlo mas contigo. Si crees que es más maduro encerrarse en una casa sin querer que nadie te vea y aislarte de todo intentando recuperar algo que… por ahora no puedes hacer… pues tu misma hija. O lo que es mejor, como quiere mi ex – mujer, utilizar lo que me ha pasado para ganar dinero seguramente con novelas que escribirá otro y paseando mi desgracia por todo el mundo… pues lo siento… tu padre no es así de… maduro. Piensa que debe hacer lo correcto… aunque no le guste y le duela… yo…

Castle se levantó derrotado y enfilo hacia la calle intentando no derrumbarse delante de ellas. Las lagrimas de rabia intentaban luchar por salir, pero casi había conseguido eliminarlas. Mientras Martha y Alexis se habían quedado en sus asientos.

Mar – Si no vas ahora mismo detrás de tu padre y … vas a perder… Alexis… tu padre ha demostrado el mayor grado de madurez de esta familia en toda su vida y tu lo sabes. No lo pierdas, hija.

Ale – Pero… abuela… ¿Es que no recuerdas esos primeros meses en el hospital? Lo que hemos…

Mar – Perfectamente. Pero que no se te olvide que él es la persona que mas ha sufrido con todo esto. Nosotras hemos sido sus testigos. Y si el ha tomado esta decisión, aunque no la comprendamos, tenemos que apoyarle. Si no, no tendrá nada ni nadie en lo que sostenerse y…

Alexis salió corriendo detrás de su padre dejando a su abuela sentada en la cafetería con expresión agotada. No tardo mucho en alcanzar a su padre y lo rodeo con sus brazos por detrás. En un primer momento, Castle se asusto y casi estuvo a punto de rechazar el abrazo, pero las lágrimas y el desconsuelo de su hija hizo que respondiera positivamente al abrazo.

Ale – Lo siento ¡Papá, lo siento!

Ric – No llores, cariño… no llores.

Ale – Yo solo quiero que…

Ric – Que sea feliz. Ya lo sé. Eso es lo que queremos todos. Ser felices. No quiero que apruebes lo que voy a hacer, porque si pudiese no lo haría, pero no tengo otra alternativa. Si me negará, llevaría esa carga toda mi vida y no estoy dispuesto a hacerlo. Solo quiero que…

Ale – Que cuando me necesites, éste. Pues cuenta conmigo papa, siempre.

Ric – Gracias hija. Esa es mi calabaza. La chica valiente y madura de la que me siento orgullos todos los días. Gracias…

CONTINUARA

Estupendos los dos capítulos. Me encanta la historia. Gracias por seguir el ritmo y publicar a diario.

ole ole 1 parte y la 2 parte


Magnifico me gusta como escribes tu imaginación es genial

que tierno
Espero que puedas seguir pronto porque esta muy interesante.
Ojala se arreglen las cosas.

Wowww Alexis esta terrible
Que Kateblo ayude a superar todo asi Alexis lo ve y hace las pases
Gracias por subirlos

es sublime ,,, sobre todo la segunda parte

me encantan tus fics sobre todo en los dialogos, me parecen bastante creibles

haaaaaaaaaaaa!! , que lindo, continualo pronto

Genial muy lindo capitulo...
Pero que terca Alexis jajajaja...
Continualo pronto y gracias por escribir este cap tan largo como lo hiciste

Espectacular capítulo doble, me encanto =)

SIIIII Castle a vuelto pero joee que penita espero porfavor que no le pase nada que lo arrgle con Kate y que se queden con Royal como una familia normal y Alexis pobrcilla pero tambien deberia entender a su padre ¿no?
Me encanta tu fic me tienes enganchadita ES ABSOLUTAMENTE COMPLETAMENTE TOTALMENTE P E R F E C T O porfavor no tardes en subir capitulo nuevo y que se arregle todo que nos tienes en un sin vivir

PRECIOSOOOOOO

Hay sigo con mi historia. A ver como se esta dando la vuelta del equipo.

Capitulo 16

Aproximadamente un mes después…

Kate miraba distraída la mesa de Castle de hito en hito y suspiraba mientras negaba con la cabeza. El vínculo no había funcionado. Y eso que éste había sido sin preverlo. Mientras arreglaba el papeleo que ya se le empezaba a acumular después de un intenso mes de trabajo, pensaba en todo lo que había transcurrido desde que el equipo al completo comenzó a trabajar de nuevo y su relación con Castle.

Primero había sido lo del perro. Al día siguiente de que Castle aceptase la oferta casi obligada de Gates y después de otra noche de insomnio por culpa de Royal, había llegado con él a la comisaría, se había dirigido directamente a la… nueva mesa de trabajo de su compañero que estaba sacando cosas de una caja, le había soltado educadamente un excelente razonamiento por el cual el debía quedarse con el perro hasta que Kay volviese y como escueta respuesta, se estaba acostumbrando con la rutina diaria, Castle había levantado los ojos, la había mirado como si fuese una niña que no sabía ni cuidar de un perro y encogiéndose de hombros había dicho “Pues vale”.

Esa misma tarde y para que no hubiese problemas desde el principio les había contado a los tres que le había dicho a Gates toda la verdad. Javier respondió “Espero que no te equivoques”, el bueno de Kevin le había apoyado y Castle… Castle no dijo absolutamente nada.

Después estaba lo del café. Por alguna razón que no entendía, Castle solía llegar antes que ella a la comisaría y ya con el café en su mesa, así que ella no podía ofrecérselo. Según Ryan, Castle llegaba más temprano porque hacía ejercicio todos los días y utilizaba los vestuarios de la 12 para ducharse y asearse. A Kate le costaba creerle. Eso sí, los únicas veces que había podido adelantarle, ella le preparaba un descafeinado o un chocolate y se lo dejaba en su mesa, Castle se lo tomaba sin rechistar, pero todavía no le había oído agradecérselo.

Otro de los vínculos lo había desechado casi al instante por dos razones, una porque se lo había sugerido Lanie y otro porque podía llegar a ser delito. Y este no era otro que acosar a Castle en el ascensor, comérselo a besos, pedirle perdón por el resto de su vida con… bueno era escandaloso casi recordarlo. Desechado… por ahora.

Y el ultimo vínculo, él que la tenía allí aquella tarde había ocurrido la semana anterior. Justo hace siete días, en otro sábado por la tarde como aquel, casi sin nadie en la comisaría. Ella había llegado para realizar papeleo y se había encontrado con Castle y Royal. Después del saludo cortés al que se había acostumbrado, Castle se había dirigido a su mesa y comenzó con el papeleo. Como todavía no podía escribir bien con regularidad porque eso le suponía terribles dolores, escribía con un programa utilizando un micrófono que plasmaba sus palabras en letra impresa en el ordenador. Aquellas casi cuatro horas oyendo su voz y como describía, algunas veces más de lo que era necesario, Castle es escritor… no es policía, habían sido las mejores que habían compartido en aquel mes y eso que no se había dirigido la palabra en casi toda la tarde.

Y no es que tuviese quejas en cuanto a su actitud. Castle se implicaba y trabajaba en cada caso como uno más del equipo, como lo había hecho siempre, pero ahora no había grandes y elocuentes elucubraciones llenas de humor y complicidad. Eso si, sus escasas y ahora escuetas intervenciones solían ser tan acertadas como lo habían sido siempre y Gates estaba encantada con la vuelta del equipo, aunque no lo hubiese dicho en público.

Y ahí estaba ella, otro sábado por la tarde, otra velada sin planes y en el trabajo y buscando un vínculo con Castle que parecía no iba a encontrar. Justo cuando había decidido marcharse y realizar una visita a una pequeña feria del libro antiguo que había cerca de allí, la puerta del ascensor se abrió y Castle y Royal entraron en la 12.

Ric – Buenas tardes.

Kat – Buenas… tardes.

Mientras Castle se dirigía a su mesa, Royal se quedo un rato junto a Kate y ésta lo acaricio cariñosamente.

Ric – Caso 1325. La víctima, Marion…

En ese momento sonó el móvil de Kate y ésta lo cogió. Cuando vio quien era frunció el ceño y suspiró con fastidio. Castle, desde su asiento, seguía hablando de manera anodina, aunque no había sido ajeno al gesto de Kate…

Kat - ¿Si? Si… señora Meriwheter…

…

Kat - ¿Esta usted segura?

…

Kat – No es que no le crea, pero dudo que el director Trieste sea un hombre…

…

Kat – Esta bien. Mañana cuando nos veamos me lo cuenta usted todo.

…

Kat – Ya se lo dije. Por eso no se preocupe y del postre me encargo yo. Soy buena cocinera.

Seguro, pensó Castle, no se fíe ni un pelo, señora Meriwheter. Seguramente comprará el postre en alguna pastelería antes de quedar con usted. Y digo yo… ¿Quién diablos será la señora Meriwheter? A ti que más te da. Tu problema es otro, tu problema es terminar con el maldito papeleo y tu entrevista de mañana para cumplir las horas en servicios sociales que tienes que hacer en el comedor parroquial del padre… ¿Cómo era?

Ric – Interrogamos al sospechoso, Albert…

Castle dejó por un momento el trabajo que estaba haciendo y buscó un papel que tenía en su mochila.

Ric – Boniowski… vaya apellido… checo… ruso... ¿polaco?... El señor Soremsen nos dijo que conocía a la víctima y que…

CONTINUARA…

AVER SI LO ARREGLAN YAA DIOS SANTOOO

no lo entendi, , esta bueno, que arreglen sus problemas

jajjajaj
espero que sigas pronto es muy bueno y ademas es divertido

estas genial el capitulo

gracias por subir

Bueno yo a mi ritmo. Gracias de nuevo por vuestros comentarios. Recordaros a todos por si alguno se ha despistado que tanto Castle, Kate, Kevin y Javier por la sanción que se les impuso deben realizar trabajos para los servicios sociales a la comunidad de Nueva York. Kate los esta haciendo en la residencia de la tercera edad y Castle... bueno... Castle ya lo vereis.

Capitulo 17

Desde su situación privilegiada situada en el techo de su parroquia, donde intentaba arreglar la enésima gotera que sufría durante aquel duro invierno, el padre Paul Boniowski oteaba a sus parroquianos, que solían ser los habituales en una mañana de domingo después de la Eucaristía principal del día. La señora García, beata de costumbres fijas que rezaba por medio barrio durante toda la mañana, el matrimonio Calderón, una cariñosa pareja de ancianos que solía quedarse hablando como si fuese una pareja de recién casados en un banco de la iglesia, esperando a que se abriera el comedor porque sus pensiones no dan para mucho y Teresa, la hermana de la orden de las franciscanas, que solía venir todos los domingos a adecentar la iglesia… ¡ah! Y un barbudo con un perro ¡No! El barbudo con el perro era la primera vez que lo veía… en persona, pues si sabía muy bien quien era… su cita de la una…

Abajo, en tierra firme, Castle y Royal caminaban lentamente, uno al lado del otro, buscando a alguien que pudiera informarle por el paradero del padre Boniowski y se acercó a una señora de ascendencia hispana, que estaba encendiendo una vela delante de una bella imagen de la Virgen María.

Ric – Perdone… me gustaría saber…

Sra. Gar – Mas bajo, joven. Esta usted en la casa del… y el perro…

Ric – Lo siento… busco al padre Boniowski y el perro esta bien enseñado.

Sra. Gar – El comedor esta enfrente de la parroquia. Si lo que busca usted es un plato caliente allí…

Ric – No señora. No busco un plato caliente. Busco el padre Boniowski.

La señora García volvió a hacer un gesto con los dedos para que Castle hablara todavía más bajo de lo que ya lo hacía y señalo hacia un lugar indefinido del techo. Castle asintió en silencio y sin entender muy bien, se dirigió a la persona que estaba trabajando en aquel lugar. Supuso que aquel hombre le ayudaría en su búsqueda.

Ric – Perdón… soy Richard Castle, estoy buscando a…

Todos los presentes en la iglesia, menos el padre Boniowski, se volvieron hacia Castle y lo reprendieron con la mirada. Este se encogió de hombros y farfullo entre dientes.

Ric – Y como quieren que hable bajo… y el me escuche… con el allí… y yo aquí.

El padre Boniowski comenzó a bajar del andamio lentamente y sonrió ante la escena de la que había sido testigo. Cuando se halló en tierra firme, se acerco hasta Castle.

Ric – Me han dicho que usted…

En ese momento Castle adivino el alzacuellos debajo del mono de pintor de aquel hombre y sonrió confusamente.

Ric – Que usted es…

Pau – Paul Boniowski y usted es Richard Castle.

El padre Boniowski le saludo con un fuerte apretón de manos y Castle se sintió curiosamente observado, lo que le pareció extraño, porque cuando conocía a alguien solía ser al revés. Boniowski era un hombre de edad indefinida, aunque los sesenta ya los había cumplido seguramente, aunque parecía mantenerse en buena forma. Por lo que Castle podía vislumbrara había sido un hombre bastante guapo, que aún conservaba parte de su atractivo y unos escrutadores y curiosos ojos azules que por algún motivo que no supo entender a Castle le habían producido cierto cosquilleo por debajo de la nuca.

Pau – Bonito perro.

Ric – No es mío. Se lo estoy cuidando a… una persona.

Pau – Pues parece suyo.

Ante la respuesta, el padre Boniowski pudo observar como Castle se ponía tenso y decidió que era mejor cambiar de conversación. Mientras lo hacían, empezaron a caminar hacia el comedor social que se encontraba cerca de allí y salieron a la calle.

Pau – Bueno, le han dicho lo que va a usted a hacer aquí.

Ric – No. He supuesto que usted me lo diría…

Pau – En principio la idea era que echara usted una mano en el comedor social al mediodía, tres veces por semana, pero ya ha visto que aquí siempre hay muchas cosas por hacer.

Castle se paro en seco y le enseñó a Paul su mano enguantada agitándola suavemente por sus ojos.

Ric – No se si se ha dado usted cuenta pero…

Pau – Lo se, lo se. No crea que no se lo que le ha ocurrido a usted. Lo sé perfectamente, pero supongo que eso no le hace un inválido.

Ric – No, pero…

Pau - ¿Es que no sabe usted hacer nada?

Ric – Es usted muy gracioso.

Pau – No, es usted es que se ha puesto limites desde el principio, no yo.

En ese momento llegaron al comedor. Castle pudo calcular en unos segundos que había aproximadamente capacidad para unas trescientas personas. Parecía que estaban comenzando a preparar las mesas.
Ric – Se… cocinar.

Pau - ¿Qué? Pato a la naranja y miel y soufflé de chocolate blanco, por ejemplo…porque le puedo asegurar que nuestro menú es sano, pero mucho más sencillo.

Ric – Definitivamente es usted…

Pau – No se mosquee, hombre, que no es para tanto. Puede comenzar por servir…

Ric - ¿Servir?

Pau – Si. Cuando todos los comensales estén sentados comenzamos a servir las mesas. Ve usted aquella mujer bajita que parece muy dispuesta.

Ric – Si.

Pau – Ella le dirá lo que tiene que hacer. Yo voy a abrir el comedor. Me gusta charlar un poco con las personas mientras van entrando…

Ric – Ya… un poco de comprensión y charla esperanzadora no viene mal. Además, es su trabajo, se supone que usted tiene que saber hacerlo bien.

Paul se quedo mirando fijamente a Castle y sonrió complacido.

Pau – Touche. ¿Ve? Usted también puede ser muy gracioso si se lo propone.

Castle hizo un saludo gesticulando exageradamente y se dirigió hacia su primer día de trabajo en el comedor social. Mientras, Boniowski se dedico a la rutina de todos los días y recibió a las personas que ya estaban esperando en la puerta. Después se dedicó durante buena parte de la comida a observar a Castle y sus reacciones.

Al principio el escritor parecía encontrarse incómodo y con ganas de salir de allí lo más rápido que pudiese, cosa que a Paul le defraudo. Pero justo al servir el segundo plato Javier, un diablillo de ocho años, se había levantado de su asiento apresuradamente y en su carrera había tropezado con Castle y un par de platos de guisado habían acabado en el suelo. El chico y Castle se miraron por unos segundos, y el escritor le dedico una agradable sonrisa al niño consiguiendo que todos terminaran riendo tras el incidente. Desde ese momento, Castle pareció relajarse y lo que un primer momento Paul había definido como desagrado se había convertido en confianza, empatía e inmensa curiosidad. Desde ese momento Castle departió algunas palabras amables con cada una de las personas a las que servía y bromeo con los niños de manera desinteresada.

Ter – Me gusta el chico nuevo.

Paul sonrió ante el comentario de la hermana Teresa y sonrió.

Pau – A mi también. Aunque creo que todavía tiene mucho camino que recorrer para recuperar lo que ha perdido.

Ter - ¿A que se refiere?

Pau – Cosas mías… pero poco a poco.

Ter - ¿Cree usted que se quedará a comer con los demás cuando terminemos de servir?

Pau – Pregúntele, aunque yo creo que le dirá que sí. Este es de los que saben disfrutar de las cosas sencillas. Estoy seguro.

CONITINAURA…

que tierno, espero que sigas porque esta genial

fantástico todo que interesante el capi
gracias por subir capi

muy chulo!

Hermoso capítulo! Me gusta como lo llevas...

muya lindo, continualo pronto

Muchas gracias por vuestros comentarios. Aqui teneis el siguiente capitulo.

Capitulo 18

Unas semanas después…

Mientras Castle repasaba las últimas anotaciones que había escrito sobre el último caso resuelto, Royal miraba ilusionado como Kate preparaba café para los dos humanos y alguna fruslería para él. Y es que para ser un perro estaba bastante contento y no se podía quejar de la vida. Una de las mejores cosas que le habían sucedido últimamente es que definitivamente iba a compartir su vida perruna con Castle para siempre. Estaba convencido de que le hacía más falta al escritor que a Kay y todo su entorno, aunque siempre les echaría de menos. El único problema que el animal intuía es que su nuevo amo y la bella humana de ojos verdes seguían tristes y apenas se hablaban como no fuese del trabajo y eso al perro le entristecía.

Kat – Toma, Royal ¿Te gusta?

Castle levantó la cabeza y miro con disgusto a Kate y al perro. Ésta no fue ajena a su gesto y lo interrogó con la mirada.

Kat - ¿Qué?

Ric – No me gusta…

Kat - ¿Si?

Anda, dímelo, aunque sea para reñirme por comprarle un dulce al perro. Vamos…

Ric – No, nada.

Kate suspiro con fastidio y le dejo a Castle el café con aire disgustado.

Kat – El café.

Ric – Gracias.

Kat – Voy a bajar a ver a Lanie para que me de los informes del caso Schuster y así los podamos adjuntar al nuestro ¿Quieres una copia?

Ric – Si… por favor.

Kat – De acuerdo.

Cuando Kate se marcho, Castle miro y sonrió tristemente mientras veía como Royal disfrutaba de lo que Kate le había dejado. En ese momento se abrió el ascensor y una menuda anciana que se apoyaba en un bastón se dirigió hacia él con premura. Mientras se acercaba, Castle la observaba con curiosidad y se preguntaba que haría esa señora allí…

Sra. Mer – Perdone… joven… ¿Podría ayudarme?

Ric – Naturalmente que si.

Sra. Mer – Estoy buscando a la detective Katherine Beckett.

Ric – No esta en este momento. Kate ha tenido que bajar a hacer un recado en otras dependencias de la comisaría. Si le puedo servir yo…

Sra. Mer – No lo se. ¿Es usted…?

Ric – Richard Castle, su…

En ese momento toda la amabilidad de la señora Meriwheter se esfumo y agredió a Castle con el bastón en su dura cabeza.

Ric – Pero… ¡Señora! ¿Qué hace usted?

Sra. Mer – Así que usted es… el escritor. ¿Se puede (bastonazo) saber (bastonazo) porque diablos hace sufrir (bastonazo) a esa niña (bastonazo)?

Ric - ¿De que esta usted hablando?

Sra. Mer – Pues de Kate… de quien va a ser… como si usted no lo supiera. No me haga usted hablar, jovencito, que no respondo.

Mas tranquila y como si no hubiese pasado nada, la buena señora se sentó en una silla junto a Castle que buscaba sin éxito sangre en su dura cabeza pasándose la mano varias veces con fuerza.

Sra. Mer – No se queje. Apuesto a que la tiene muy dura.

Ric – Es usted un peligro público con ese bastón.

Ante el comentario de Castle los dos sonrieron y la tensión se relajo.

Sra. Mer – Bueno, entonces ¿Me va a ayudar usted o no?

Ric – Si me dijese de que se trata y al menos supiese quien es usted podría…

Sra. Mer – Es verdad. No me he presentado. Soy Amanda Meriwheter. Su compañera trabaja haciendo horas para servicios sociales en la residencia de la tercera edad donde vivo y…

Ric - ¡Ah! ¿Si? No lo sabía…

Sra. Mer – Será porque usted no se lo ha preguntado. ¿Me equivoco?

Ric – Yo… bueno… ¿Qué quiere que le diga?

Sra. Mer – Dígale que mis sospechas se han confirmado. Creo que el director Trieste esta tramando algo y me gustaría que revisase estos documentos que traigo por si saca algo en claro.

Ric - ¿A que se refiere?

Sra. Mer – Ella ya lo entenderá. Bueno, tenga usted los documentos. Yo debo irme antes de que sea la hora de la cena. Buenas tardes.

Ric – Buenas tardes.

Cinco minutos después de que la señora Meriwheter se hubiese marchado, Kate volvió a aparecer. Parecía no venir muy contenta y cuando llego hasta su mesa le entregó los papeles de Lanie en silencio.

Ric – Gracias… ¡eh! Por cierto… ha venido alguien a verte.

Kate miro a Castle fijamente y por una vez en mucho tiempo vio atisbos de curiosidad y cierto humor sardónico.

Kat - ¿Si? ¿Quién?

Ric – La señora Meriwheter y… me ha pegado varias veces repetidas en la cabeza con un bastón.

Kate sintió como le subían todos los colores a la cara sin poder contenerlos e intento sin éxito esquivar la mirada inquisitoria de Castle.

Ric – Te ha traído… estos papeles… dice que…

Kat - ¡Oh! Por favor, no fastidies ¿Los ha robado?

Ric – Y yo que se. Me los ha dejado para que te los diese y me ha dicho que aquí esta la clave de todo.

Kat – Ya… como su teoría de la semana pasada y los papeles que me hizo revisar hace dos…

Ric – Creo que merezco una respuesta después de… ¿Qué diablos os traéis entre manos esa mujer y tú?

Kate suspiró con fastidio y en un gesto valiente después de tantos meses se sentó en una silla frente a Castle que no dijo nada al respecto.

Kat – Esta empeñada en que el director del centro esta robando dinero a algunos de los residentes y… sospecha que algunas de las muertes de los últimos dos años son…

Ric - ¿Si?

Kat – Nada… no son nada. Por darle gusto estuve revisando algunos papeles de los que me dio y también comprobando los fallecimientos de los últimos dos años y… según lo que pude investigar esas personas murieron por causas naturales y… es una señora muy agradable, pero tiene una curiosidad desbordaba. Trabajo en seguros durante toda su vida y según ella descubrió muchos engaños y…

Ric - ¿Estas segura de que no tiene nada?

Kat - ¡Pues claro!

Ric - ¿Entonces que vas a hacer con los documentos?

Kat – Pues… tirarlos a la papelera antes de que alguien se de cuenta, vaya a ser que me busque un lío y… sería lo que me faltaba. Si tanto interés tienes…

Ric - ¿Qué? ¡No, no…! Ninguno…

Kat – Pues vale...

Ric – Pues eso…

Kate se levantó de la silla y tiro los papeles en la papelera más cercana a la mesa donde Castle trabajaba. En las dos horas siguientes, Kate pudo comprobar que Castle miraba a la papelera de hito en hito y comprendió que la curiosidad lo estaba matando. Pero… ¡Que tonta he sido! ¡Tú buscando un vínculo y lo podías haber encontrado si…! Cuando se lo cuente a Lanie me va a matar. Bueno… quizás no sea tarde todavía…aunque dará igual… porque no hay caso… o al menos eso creo. La mujer de limpieza esta entrando y va a recoger los papeles de la papelera… actúa rápido.

Kat – Se me ha olvidado decirle una cosa a Lanie. Ahora vengo.

Kate se alejo rápidamente de allí y empezó a bajar las escaleras, pero cuando pensó que ya no estaba a la vista de Castle, retrocedió sobre sus pasos y cotilleó a su compañero. Castle seguía en su mesa, mientras que la señora de la limpieza se acercaba amenazadora hacia la papelera. En ese momento Castle se levanto, miró alrededor suyo para ver que nadie lo veía, se acercó disimuladamente hasta la papelera y se agacho despacio recogiendo los documentos. Después se acerco hasta su mesa y abriendo su mochila los metió dentro. En la escalera, Kate se había sentado en un escalón y sonreía de oreja a oreja mientras intentaba luchar con una lágrima que empezaba a recorrer su cara…

CONTINUARA…

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