Everything I Do (i Do It For You) Epilogo

interesante el final, continualo pronto

me encanta espero que continues pronto

Eso no me lo esperaba

Aqui sigo con mi historia que espero que os siga gustando como al principio. Gracias de nuevo por vuestros comentarios.

Capitulo 31

Castle se sentó en una silla junto a su mesa con la cara totalmente paralizada por el terror.

Ric - ¿Qué les has hecho… hijo de…? ¿Qué…?

Jer – Todavía nada, aunque la detective Beckett tropezó accidentalmente mientras iba a recoger su coche en el garaje de su edificio y creo que tiene roto el tobillo derecho y una fea brecha en su ceja… eso si, la niña esta perfecta.

Ric – Yo… ¿Qué quieres que haga?

Jer – La primera vez lo tenía todo bien planeado, pero no contaba con que te harías el héroe y…

Ric - ¿Fuiste tú?

Jer – Si… quería que experimentaras lo cerca de la muerte que se puede estar… pero lo estropeaste todo… ni siquiera quería hacerte daño… yo solo quería acabar con ellos… con la mujer y esos dos… si te hubieses quedado donde te deje no te hubiese ocurrido nada, pero ahora…

Ric - ¿Qué quieres de mí?

Jer – Ahora eres un… ni siquiera lo sabes por que ni te has mirado desnudo al espejo en todos estos meses. Tienes miedo y ese brazo… no escribirás nunca más ¿Verdad?

Ric - ¡Cállate!

Jer – Ellas tienen razón… necesitas ayuda, pero…

Ric - ¿Dime que…?

Jer – Esta bien. Recuerdas el sitio… el de la explosión, solo tienes que ir al mismo lugar, pero en otra nave. Cuando salgas de ahí sin hacer ruido, sin levantar sospechas, sin llamar a nadie, regresas a tu coche y te mandaré un mensaje señalándote el lugar exacto donde están… una vez estés allí y entres en la nave tendrás que elegir…

Ric - ¿Elegir que…? ¿Y como sabré…?

Jer – No lo sabrás. Tendrás… que confiar en mí. No perdamos más tiempo. Si no estás en cinco minutos en tú coche, pensaré que me has desobedecido y nunca más sabrás nada de ellas, ni siquiera si están vivas o muertas. Te tengo controlado… así que date prisa.

Ric – Pero… ¿Oye? ¿Oye?

Castle continuó sentado durante unos segundos totalmente bloqueado por el terror. Tenía que pensar algo… rápido. No puedo llamar por teléfono… y dejar un mensaje… no… piensa, piensa. El quiere que vayas solo allí. Solo… ¡Eso es! Castle se agacho junto a Royal y cogiendo la cara del animal con suavidad con sus manos le hablo lentamente y mirándole a los ojos.

Ric – Royal, escúchame, yo… es un perro… si… pero es muy listo. Ellas están en peligro. Vas a quedarte aquí y esperar unos diez minutos. Cuando hayan pasado irás al despacho de Gates, ya se que no te cae bien a mi tampoco, pero irás y comenzarás a arañar la puerta. Cuando ella te abra tu le obligarás a seguirte… pero dónde… ¡Ya lo tengo!

Castle le quito al perro el localizador que este llevaba siempre y se lo puso en la muñeca izquierda. Busco rápidamente en un cajón de su mesa el control del localizador del perro. Casi nunca lo llevaba encima porque Royal no era de los que se fuesen muy lejos, pero ahora…

Ric – Escúchame… así podréis seguirme… ahora yo soy el perro y tú eres el amo… ¿Lo entiendes? Espero que sí… y que tenga un par de kilómetros de distancia, porque si no será inútil… ahora debo marcharme… ¡No! Royal… tú te quedas… ¡Te quedas!

Castle salió prácticamente corriendo de la comisaría. Cómo en ese momento el ascensor no estaba parado en su planta comenzó a bajar las escaleras casi de tres en tres y estuvo a punto de estrellarse un par de veces. Salió al garaje y corrió tan rápido como sus piernas se lo permitieron. Cuando llego a su coche cerró la puerta con brusquedad y se sentó agitado. En ese momento sonó el móvil con un mensaje, Castle lo leyó rápidamente y enfilo el coche hacia la calle de manera casi descontrolada.

Mientras tanto en la comisaría, Royal se había quedado justo en el mismo sitio donde lo había dejado su dueño. El animal parecía tener la mirada fija en un punto, sin moverse, como si fuese un perro cazador esperando el momento señalado para ir a por su presa. Pasaron tres, cinco, ocho… nueve… diez minutos. En ese momento el perro recogió el localizador de la mesa de Castle con la boca y se dirigió como una flecha al despacho de la capitana. Dejo en el suelo el control del localizador y empezó a arañar en la puerta del despacho del capitán.

Gat - ¿Pero se puede saber quien diablos…?

Gates se levantó de su mesa y se dirigió a la puerta. Al abrirla se encontró sorprendida con los ojos acaramelados de Royal.

Gat - ¿Pero que quieres tú? ¿Señor Castle? ¿Señor Castle? ¡Su perro…! Ya sabía que no era buena idea dejar entrar a un… ¿Pero que haces?

Royal intentaba empujar a Gates con el hocico hacia el ascensor y le enseñaba con cuidado para no romperlo el mando de su localizador.

Gat - ¡Señor Castle! ¿Pero… que es esto? Este aparato no es para localizarte ¿Dónde tienes el localizador? ¿Lo has perdido?

Royal seguía insistiendo e incluso con cuidado empezó a tirar con sus dientes del pantalón del capitán. Gates se agacho a la altura de los ojos del perro y le miro con atención.

Gat - ¿Es un aviso? ¿Esta ocurriendo algo malo… verdad?

Royal comenzó a ladrar con fuerza y seguía insistiendo… Gates encendió el mando del localizador y una pequeña pantalla de GPS se encendió. La señal del localizador era clara y nítida aunque parecía que en cualquier momento podía perderse. Gates miro a u lado y otro… prácticamente no había nadie en comisaría. Si Castle estaba en problemas y había acudido a ella es que Kate… podía estar en peligro.

Gat - ¡Vamos Royal! ¡Vamos!

Rápidamente cogió su arma reglamentaria y bajo en el ascensor acompañada por el perro. En su camino hacia el garaje para recoger su coche perdió la señal un par de veces pero una vez dentro de su coche con Royal de pasajero, salió a la calle y recupero la señal del localizador. Por precaución y por el tráfico que había intento mantener una distancia prudente… con Castle o eso suponía. Parecía que la estaba dirigiendo hacia las afueras de la ciudad… a un polígono industrial… si… al mismo sitio que… ¡Oh, Dios mío! ¿Qué es lo que estaba ocurriendo?

CONTINUARA…

que interesante lo has dejado. Sigue pronto!

Masssssss, es cortitoooo.
Gates los va a ayudar?? Eres una genia!!!!!
Como vas a dudar si nos gusta aun tu historia!!!
ME ENCANTAAAA!!!!!

Llevaba una semanita que no leía tu fic, no porque no quisiera sino por falta de tiempo. Y al tener tantos capítulos acumulados no encontraba el momento perfecto para leerlos todos seguidos. Eso si, una vez me he puesto al día he de decir que te estás currando una gran historia.

Lo del cura me lo imaginé, pero ahora no me esperaba el giro con el 3XK. Muy bueno! Y parece que pronto tendremos un nuevo integrante en el equipo de la 12th...Royal,jejeje

Está muy interesante. Sigue pronto.

siguelooooo

por favor continua porque esta genial

Lindo trauma se le sumará a Castle...
Excelente capítulo!!!

genial, sublime como siempre

Capitulo 32... y marchando...

Capitulo 32

Ale - ¿Kate…? ¿Te encuentras bien? Dime algo, por favor…

Alexis intentaba sanar con un poco de agua y un paño humedecido la brecha de la ceja derecha de la detective. Las dos estaban encerradas en una especie de celda oscura y húmeda. Una pequeña ventana era la única luz que se adivinaba y la chica había descubierto un lavabo en la celda… poco a poco, Kate empezó a quejarse y abrió los ojos lentamente.

Ale - ¡Gracias a Dios!

Kat - ¿Qué ha…? ¿Alexis? ¿Qué haces aquí? ¿Dónde estamos?

Kate intento ponerse de pie bruscamente y sintió un mareo y un fuerte dolor en su pierna derecha.

Ale - ¡No te muevas! Estoy intentando curarte esa herida tan fea en la cabeza y además creo que tienes el tobillo derecho con un esguince o incluso roto.

Kat - ¿Qué ha pasado?

Ale – No lo sé. Estaba en el campus universitario y fui a recoger el coche para ir al local donde habíamos quedado. Alguien estaba dentro y me puso rápidamente una venda en la cabeza… después me insto a meterme en un coche y me ha llevo hasta aquí. Cuando he entrado en la celda me ha quitado la venda y te he visto tendida en el camastro…

Kat – Yo… estaba en el garaje de mi coche… creo que alguien me había puesto una trampa… una cuerda o… tropecé y me caí… y después alguien me dio en la cabeza duramente y… hasta ahora ¿Le has visto la cara?

Ale – No… ¿Quién crees que…?

Kat – No lo se… aunque si nos ha cogido a las dos, es porque esta relacionado…

Jer - ¡Vaya, vaya! Ya veo que ha vuelto en sí. Me alegra saberlo.

Kat – Tyson…

Jer – Exacto.

Ale – Ese hombre no es…

Jer – Si querida niña, soy el triple asesino. Lo que ustedes dos no saben es que yo también fui el causante de lo que paso hace diez meses.

Kat – Fuiste tú… ¡Hijo de puta!

Ale - ¡Cabrón!

Jer – Pero que lenguaje es ese... creí que su padre le había educado mejor.

Kat – Entra aquí… ¡Cobarde!

Jer – Por favor detective… no me monten un numerito melodramático. El único culpable de lo que ocurrió fue él, se si hubiera quedado atado donde estaba la explosión apenas le habría afectado, eso si, le habría matado a usted y a sus dos compañeros.

Kat - ¿Qué quieres de nosotras?

Jer – Absolutamente nada. Yo solo lo quiero a él y esta vez jugará según mis reglas. Va a ser muy divertido. El tendrá que elegir…

Ale - ¿Elegir el que?

Jer – Muy fácil. Tendrá que elegir entre los dos. A una, si sabe jugar bien sus cartas, conseguirá salvarlo. A la otra… por desgracia… la perderá para siempre.

Ale – No le haga usted nada malo a él…

Kat – Nosotras…

Jer – Lo se, lo se… estarían las dos dispuestas a dar la vida por él. Eso ya lo se… con eso ya cuento… ahora quiero que se pongan las dos de nuevo esta venda en los ojos. Las voy a dirigir hacia un lugar. Usted, señorita Castle, ayudará a la detective a andar hacia allí. No quiero que hagan ninguna extraña ¿Me han entendido?

Kate y Alexis se taparon los ojos y prácticamente todo el rostro entero con una especie de bolsa de tela y comenzaron a andar. Tyson las guiaba con una cuerda que iba unida a las manos de Alexis y ésta a su vez ayudaba a Kate.

La detective iba calibrando por el camino si había alguna posibilidad de intuir el sitio exacto donde se encontraba Tyson y atacarle, pero desistió enseguida. El pie le dolía mucho cada vez que daba un paso, seguía algo mareada y sobre todo, por nada del mundo pondría en peligro la vida de Alexis, aunque temía que de todas formas ya lo estaban… y mucho.

Ale - ¿Te duele mucho?

Kat – Un poco… pero no te preocupes por mí. Estoy segura de que…

Ale - ¿Crees que él…?

Kat – Seguramente lo habría llamado para que venga… no se muy bien lo que le tendrá preparado, pero tu padre es muy listo y sabrá sacarnos de esta. Yo confío en él.

Ale – Yo también.

Tys - ¡Silencio! La detective se queda aquí…

Kate apretó suavemente las manos de Alexis para darle confianza. Sintió como Tyson le ataba las manos a una altura considerable, como si la cuerda que la sujetara estuviera colocada en algún techo. La pierna le dolía mucho y casi no podía tenerse en pie. De repente sintió como todo su cuerpo era arrastrado con fuerza y pudo intuir que estaba atada a un mecanismo con poleas. A los pocos segundos sintió como su cuerpo se quedaba suspendida en el aire, solo sujeta por las manos y también intuyo un ruido ensordecedor que provenía de abajo, de bastantes metros más abajo… y como subía hacia ella un calor sofocante… como de… fuego. Y en ese momento alguien le quito la venda de la cara y pudo ver con horror la macabra sorpresa que aquel hombre le había preparado a Castle.

CONTINUARA…

Que fuerte. Espero que Castle pueda salvarlas.

Y lo dejas asi?
Es excelente!

mas, mas, mas, lo dejas en lo mejor continua mu pronto plisss
jeje

no nos dejes asi, continualo porque no podemos aguantar mas

continuaaaaaaaaa por favorrrr

Que mente más retorcida tienes...Pero me gusta. A ver como las sacas de esta, a las chicas y a Castle.

malaaaaaaaaaaa siguee

Me voy a tener que revisar lo del sadismo, ya lo sabia yo (JEJE). Bueno ahi va el siguiente capitulo...

Capitulo 33

Castle conducía prácticamente como una autómata por las calles de Nueva York hacia el lugar donde el triple asesino le había citado. Sus manos estaban firmemente apoyadas al volante y en su cara se reflejaba un dolor y una angustia difíciles de definir. En muchos momentos durante aquel trayecto que duró unos veinte minutos sintió varias veces como su cuerpo se negaba a funcionar y seguir adelante pero supo controlarlo con rabia. Cada vez que tenía que soltar el volante con alguna mano esta se volvía temblorosa reflejando de alguna forma todo lo que sentía su cuerpo en aquel momento.

Aunque nunca se había planteado en todos aquellos meses si se arrepentía o no de haber salvado la vida de Kate y sus amigos y sufrir por ello las consecuencias que se reflejaban en su cuerpo, ahora lo tenía bastante claro. Lo volvería a hacer, no le cabía duda. Ninguno de los malos momentos que había pasado en el hospital recuperándose de las quemaduras de la explosión y ninguna de las interminables operaciones se podían comparar al dolor y la angustia que sentía en aquel momento. Y es que no era solo dolor físico, era otra sensación mucho mas intensa y profunda, la sensación de pérdida, de ausencia, de nada… y era devastadora. Nunca había experimentado lo que tuvo que sufrir Kate cuando perdió a su madre de manera tan horrible como en ese momento… Kate… Alexis…

Ric – Por favor… no se a quien pedirle… por favor ¡Que no les pase nada malo! ¡Que no les ocurra…!

Aún tenía nítida en su mente sus voces apenas hacia una hora cuando le hablaban y le reñían cariñosamente mientras preparaban la fiesta del bautizo de CJ. Pensar que nunca más…

Ric - ¡No! ¡No!¡ ¡No!

Solo deseaba en su interior que Royal hubiese cumplido su misión y que Gates lo hubiese entendido. Aunque el capitán no le que caía muy bien del todo, no había duda de que era una mujer inteligente y que seguramente en estos momentos estaría siguiendo su pista a una distancia prudencial. Ni siquiera tenia un arma para poder combatir contra ese ser monstruoso… ¿Qué le había dicho? ¿Qué tendría que elegir?

Ric - ¿Elegir que…? ¿Elegir que…?

Cuando Castle llegó al lugar donde Tyson le había citado, no muy lejos del sitio donde se había producido la explosión hacía diez meses, se bajo del coche y por unos segundos miro hacia la nave. Enseguida su cuerpo, su mente, su espíritu le ordenaron seguir hacia delante… no podía hacer otra cosa… no quería hacer otra cosa… sin ellas su vida ya no tendría ningún sentido… no sería absolutamente nada.

Cuando llegó hasta la puerta de la nave y puso sus manos sobre el picaporte sintió como esta se encontraba extremadamente caliente y oía un extraño ruido que provenía de dentro. Tiro con fuerza de la puerta y esta se abrió bruscamente.

La nave era de grandes dimensiones, prácticamente como un campo de fútbol americano. Todo parecía muy oscuro y solo se podía vislumbrar un poco de luz de alguna pequeña claraboya que se adivinaba en el techo de la nave. En el fondo de la misma Castle pudo divisar algo que lo dejo petrificado de terror por unos segundos. Pero no se amedrento, a pesar de los malos recuerdos que empezaron a revolotear en su cabeza. Una especie de arca funeraria de grandes dimensiones colocada en el suelo ardía con furor. Encima había una compleja estructura metálica parecida a un andamio con una base rectangular que parecía algo insegura, pero a la que se podía acceder desde cualquiera de los laterales. Justo encima Castle pudo divisar dos personas que estaban atadas por las manos y bailando en el aire sujetas al techo, o al menos eso es lo que el presuponía.

Ric - ¡Hija! ¡Kate!

Ale - ¡Papá!

Kat – Richard…

Ale – Aléjate de nosotras…

Kat – Ten cuidado…

Castle empezó a correr hacia la plataforma dispuesto a subir por uno de los laterales. En ese momento una voz que parecía provenir de fuera lo hizo detenerse en seco.

Jer – No tan deprisa, señor Castle.

Castle miró a un lado y al otro, pero Tyson no pacía encontrarse dentro de la nave. Entonces descubrió en una esquina un altavoz y lo comprendió todo…

Ric – Eres tan cobarde que ni siquiera…

Jer - ¡Cállese y escuche! Ya lo ha visto todo… bien, pues no crea que es tan fácil. Solo puede liberar a una de ellas, acercándola hasta la plataforma, en cuanto lo haga, el mecanismo que las mantiene sujetas a las dos se liberara y la otra caerá irremediablemente en la pira… ¿Lo ha entendido bien? Tiene que elegir… ¿Me oye? ¡Tiene que elegir!

Ric - ¡Serás hijo de…!

Durante unos segundos Castle estudió bien toda la plataforma… entonces divisó en la pared del fondo de la nave y en el techo de la misma algo que no había visto antes y lo tuvo muy claro.

Ric – No me harás elegir…

Jer - ¿Cómo has dicho? Tienes que hacerlo… no lo entiendes… si no lo haces… en cinco minutos a partir de ahora el mecanismo cederá de todas formas. Esta programado para hacerlo y ya se ha puesto en marcha.

Ric – El que no lo has entendido eres tú…

Y ante la sorpresa de Tyson, de Kate y de Alexis que intentaban seguir con la mirada todos sus pasos, Castle paso de la plataforma donde estaban atadas y se dirigió hacia el fondo… a una escalera metálica adosada a la pared y que conectaba con el tejado. Había intuido donde se encontraba el mecanismo que marcaba los pasos del desenlace fatal y hacia allí se dirigía con paso rápido.

Jer - ¡No! ¡No! ¡Esta jugando sucio de nuevo! ¡Tiene que seguir las reglas… tiene que seguir mis reglas!

Ric - ¡No lo haré…!

Jer – No llegará a tiempo… en cuatro minutos las dos estarán ardiendo y usted…

Ric – Yo… si llega el momento… me iré con ellas…

Ale - ¡Papá…!

Kat – Richard…

Ric – No os preocupéis, que eso no va a ocurrir. Los tres saldremos de esta mas o menos enteros. Tenéis que confiar en mí…

Ale – Confiamos en ti. Lo haremos…

Kat – Siempre… (pero que bien viene la palabreja en algunos momentos importantes… jeje).

Castle comenzó a subir ágilmente por la escalera hacia el techo, pensando en sus siguiente pasos una vez allí. Oía de fondo las palabras de ánimo de Kate y Alexis y eso le hacía sentir cada vez más seguro. En cuanto a Tyson, parecía haber desconectado la comunicación… eso no tenía porque suponer que fuese a por ellos. Si había sido tan cobarde para desaparecer dejando su espectáculo en la nave… no iba a hacerlo ahora. Pero cuando las liberara tendría que intentar… donde diablos se habría metido Gates y Royal… empezaba a creer que no había captado el mensaje y seguramente el pobre perro se habría vuelto loco intentando…

Ale - ¡Date prisa!

Kat – Esto cada vez esta más caliente…

Ric - ¡Sin presiones! Que uno no es un superhéroe…

Ale - ¡Papá! Creo que no es el momento…

Kat – Para bromear…

Ric – ¡Lo sé! Pero es mi manera de…

Cuando llego al techo de la nave se agarro con fuerza a la escalera metálica que recorría todo el techo pegada a la pared del mismo y se soltó confiando en la fuerza de sus brazos. Poco a poco, utilizando sus dos manos y balanceándose lentamente fue recorriendo el camino hasta el objeto que ahora veía claramente… En cada paso adelante (por decirlo de alguna forma) Castle temblaba pensando que su brazo derecho no pudiese soportar tanta presión y cediera… pero le aguantaba bien… aunque cada vez le dolía más… cuando llegó hasta el lugar pudo observar que este se encontraba prácticamente encima de la plataforma… entre donde se encontraba Kate y Alexis…sus brazos empezaba a notarse muy cansados… cuando consiguiera arrancar el mecanismo… si no ocurría nada malo… se arriesgaría y se tiraría hacia la plataforma… era una altura de cuatro… cinco… metros…tendría que caer sobre…

Ale - ¿Qué haces…?

Kat – Date prisa.

Ric – Bueno ¡Allá voy!

Castle liberó su mano derecha y durante unos segundos se quedo colgado solo de la izquierda, agarró la pequeña caja con la mano…

Ric - ¡Que sea lo que… Dios quiera… Si todo sale bien prometo…

Y arrancó la caja…

CONTINUARA…

No nos puedes dejar asi!!! Sigue pronto!!

Oh, en serio nos vas a dejar así??? xD Sigue pronto!