Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
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Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Dios gracias por escribir semejante fic!! Me encanta!! Pobre Kare, conozcp ésa sensación de vacio cuando consigues algo que llevas persiguiendo años y luego no es como esperabas. Genial!!
De nuevo gracias por deleitarnos con tu fic!
De nuevo gracias por deleitarnos con tu fic!
LeFleur89- Actor en Broadway
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Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa no había podido comentar pero el capitulo estuvo genialllllllllllllllllllllllll porfa otrooooo ojala no tardes tanto y si tardes que sea larguito jajajajajajajajajaj eso recompensa el tiempo de espera
moni valdes- As del póker
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Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
CAPITULO 25
Harry vio a Castle salir de la sala dejando a Kate sola. Por un momento dudó, no sabía bien si acercarse a ella o ir a preguntarle a él. Se decidió por este último.
- ¿Está bien? – le preguntó alcanzándole en la máquina de café
- Oh! Si. Supongo que si, aunque ella aún no lo sabe. Necesita asimilarlo. Atrapar a ese tío ha sido lo único que ha tenido en mente durante los últimos trece años. En este momento por su cabeza solo pasa un: “Y ahora ¿Qué?”
- No es necesario que nos ayudéis hoy, podéis volver a casa si queréis…
- No, ella quiere quedarse.
- Su idea de dimitir… ¿es por ti? –Harry no solía ser directa pero tenía sus razones
- Noo. Yo jamás le pediría eso. Al contrario, yo creo que se equivoca al hacerlo. ¿Por qué piensas eso?
- Sólo quería que me lo confirmases – Harry le cogió del brazo.
- Jamás le pediría que abandonase, ella es buena ¿sabes? Tampoco creo que sea por rabia hacía Gates, sólo tiene que darse cuenta que ahí fuera la necesitan.
- ¿Te podemos ayudar?
- No lo sé Harry – sonrío agradecido – te lo diré si es necesario. Ahora voy a llevarle este café y en unos minutos, cuando se tranquilice, volvemos con vosotros. Quiero pensar que se ha precipitado, pero es muy cabezota.
- Está bien, cuando esté preparada, nos vamos.
- Gracias Harry – ella le sonrío y soltando su brazo volvió al despacho de Gordon.
Richard la miró mientras se alejaba. No creía que ellos pudiesen ayudarle. Kate sólo puede ayudarse ella misma. Se encaminó a la sala con el café. Según se acercaba la vio en la misma posición en la que la había dejado un par de minutos antes.
- Lo siento, aquí no hay azúcar de vainilla, ni la estupenda cafetera de la 12. Tendrás que conformarte con este – le dijo él entregándole el café y rozando sus dedos adrede al hacerlo, como hacía siempre.
- Gracias – le dijo ella sonriéndole al recordar como él le había confesado que esperaba esa sonrisa cada vez que le llevaba un café.
Todavía no podía creer lo que Gates le había dicho. Todo había acabado, ahora por fin pagaría... “Vincit omnia Veritas” se dijo mientras jugueteaba con el anillo que colgaba de su cuello… Ya había acabado todo. La fastidiaba no haber sido ella quien le detuviese. Sentía una punzada de cobardía al estar a seis mil kilómetros de allí pero recordó las palabras de su padre: “Nadie nos devolverá a tu madre, y no quiero que nadie me quite a mi hija”, miró a Richard, sentado en una mesita frente a ella, no la quitaba ojo y parecía preocupado. Adelantó un poco su cuerpo acercándose a él y llevó su mano hasta su hombro, acariciando con su pulgar el cuello de él.
- Me encantaría conocer Europa contigo –le dijo
- Lo haremos –contestó él mirándola fijamente
- Todo esta bien Rick, ha sido tan rápido…. Siempre pensé que lo haría yo…
- Y lo has hecho tú, el que no estés allí ahora no quiere decir que lo hayas empezado tú. En cualquier caso, sea quien sea quien lo haya hecho, pagará por lo que hizo y eso era lo que buscabas.
Ella asintió en silencio, en realidad debería ser así, pero algo en su interior le decía que había fallado, no había sido capaz de hacerlo ella. No valía como policía, no había sido capaz de resolver su propio caso personal. Sentía un vacío inexplicable. Ya no iba a luchar de la misma forma que antes, había hecho bien en decirle a Gates que no iba a volver. En cada caso, imaginaba secretamente que el culpable era el hombre que mató a su madre, y luchaba por cada uno como si fuese propio, pero eso ya no iba a suceder jamás. Miraba a Castle, incluso a él le estaba traicionando, ella no era la Nikki Heat que el imaginaba, ella era débil, insegura, ni siquiera era la ardiente y sensual detective que el describía en sus escenas subidas de tono. ¿Cuánto tiempo tardaría él en aburrirse de ella? Ya no tendría que ir a la comisaría, ya se había metido en su cama y no le hacía falta el reto de conquistarla… ¿Qué pensaría él de ella ahora? Solo quería estar con él.
- Kate – ella salió de su ensimismamiento, él la miraba preocupado por el largo silencio
- ¿Si? – dijo tímidamente
- No sé lo que estarás pensando, pero cámbialo por esto : Te amo
Ella sintió un vuelco dentro de su estómago y el vértigo que le sucedió era la sensación más maravillosa que había sentido hace tiempo. La Kate guerrera se había rendido y daba la sensación que ese retiro de la batalla, no era para coger fuerzas, si no para abandonar la etapa y dejar paso a otra Kate diferente. No sabía si eso sería lo acertado, pero estaba tan cansada de luchar… Sus ojos, ese infinito azul. Se dejó llevar sin apenas darse cuenta, sumisamente, acercando su cara a la de el para respirar por su boca, esa de la que últimamente salían las palabras más adecuadas en los momentos más precisos.
- ¿Entienden porque en Inglaterra no se permiten las relaciones en el trabajo? – Les dijo Gordon a Harry y Jimmy mirando a través de los cristales de su despacho la escenita del largo beso que Beckett y Castle mantenían.
- No – dijo tajante Jimmy sin quitar los ojos del informe que estaba leyendo
- Esto es Inglaterra, no la maldita Disneylandia de ustedes los yankies – Gordon cogió el teléfono marcando un número corto
- Jefe, no debería alterarse tanto, es malo para su corazón – le dijo Jimmy sonriendo – si es que tiene…
- ¿Qué demonios están mirando todos? – espetó Gordon al teléfono – ¡pónganse a trabajar maldita sea! – y colgó el teléfono con brusquedad – y usted Brandon, no me saque más de mis casillas, tenemos un caso que resolver y esto parece una sala de cine…
- Resolveremos su caso, se besen o no se besen, incluso yo besaré a Harry mientras lo resolvamos – le dijo mirándole para ver como su semblante cambiaba cada vez más y se ponía rojo de ira.
- Está bien – dijo Harry – hablaré con ellos.
Harry salió del despacho y se acercó a la pareja.
- Chicos, Gordon se esta impacientando, olvidé deciros que aquí somos un poco “estrictos” con las relaciones en el trabajo, tenéis revolucionado al departamento…
Richard se separó de Kate sin dejar de mirarla, no sabía que podía estar pasando por su mente, porque ella no había hecho ningún caso a las palabras de Harry y no había ningún indicio de que quisiera poner fin a ese beso. Richard no dijo nada, se limitó a imitar a Kate escondiendo su labio inferior, miró a Harry, asintió y volvió a mirar a Kate sonriéndola divertido como queriéndole decir “nos han pillado en una trastada eres mi cómplice y me encanta”. La cogió de la mano y se incorporó tirando de ella
- ¿Vamos a por los malos? – le dijo y ella asintió.
Salieron de las oficinas de SI10 rumbo a la casa del joyero, habían hablado con Hunt, y él estaba allí revisando de nuevo el escenario del crimen y hablando con los vecinos. Mientras Harry conducía, Jimmy se volvió hacia el asiento trasero.
- Por cierto, tengo que hablar seriamente con vosotros dos. Lo que ha pasado antes en la oficina, no debería volver a repetirse – Kate le miró incrédula
- ¿Cómo? – le preguntó algo indignada
- Aquí el único que tiene derecho a desesperar al jefe soy yo, que sea la última vez que tomáis la iniciativa sin consultarme…
Los cuatro rieron. Jimmy tenía su propia lucha con Gordon desde que llegó a Londres y este quiso hacerle la vida imposible para que regresase a Nueva York. Mofarse de esa rigidez británica era el objetivo de Jimmy.
Cuando llegaron, Hunt tomaba notas en su libreta mientras hablaba con una mujer de mediana edad. Al verlos llegar, zanjó la conversación amablemente y cerrando la libreta se acercó a ellos con una sonrisa. Les puso al día sobre los vecinos, nadie sabía nada, nadie había visto ni oído nada. Estaban en blanco. Como el día anterior.
- ¿Has hablado con el forense? – preguntó Jimmy
- Aún no.
- Deberíamos hacerlo, aunque también me gustaría revisar las cámaras de seguridad de la Joyería y ver si podemos localizar al tipo que hizo el encargo el viernes a última hora. ¿Qué tal si nos separamos e intentamos averiguar algo antes de comer? Podíamos quedar en el mismo sitio donde comimos ayer, a eso de las ¿dos?
Richard y Kate pensaron al unísono que ya no era necesario que ellos se siguiesen custodiados y que ambos podrían ir juntos por un lado y Jimmy y Harry por otro.
- Por mi no hay problema teniente – dijo Hunt
- Bien, pues Kate y yo iremos a ver al forense, Kate – se dirigió a ella- por tu experiencia eh homicidios prefiero contar contigo para hablar con el forense, y vosotros iréis a la joyería, revisad las cámaras, no sólo de la joyería, mirad si hay en otros comercios cercanos que hayan podido grabar algo. Harry me da lo mismo si hay que saltarse permisos, cuanto antes acabemos con esto, antes podremos tener vacaciones.
Kate miró a Richard, se había acostumbrado a tenerle cerca en todos los casos y hoy precisamente no le apetecía separarse de él.
- ¿No podemos ir los tres a ver al forense? – preguntó Kate
- Aquí no existen los asesores, no me importa fastidiar a Gordon, pero creo que será bastante para el forense tener que dar cuentas a dos americanos, como para que le tengamos que explicar que Castle es un asesor en Nueva York. No le dejarían entrar, no nos serviría de nada y a ellos les podrá ayudar más.
Kate miró a Richard, él no había dicho nada, deseaba tanto como ella no separarse ni un minuto, pero entendía el razonamiento de Jimmy. Este era otro país y otra forma de trabajar muy diferente.
- Nos veremos para comer- le dijo cuando se acercó a ella dándole un beso en la mejilla.
- Nos vamos, dijo Jimmy, a las dos estaremos allí.
Jimmy y Kate se encaminaron al coche mientras Hunt se acercaba a un agente de uniforme que custodiaba la casa para indicarle que se marchaba y que le llamase si ocurría algo. Harry vio la cara de fastidio de Richard.
- No te preocupes tanto, Jimmy lo ha hecho para hablar con ella. Él sabe por lo que esta pasando.
A Richard le sorprendió lo que acababa de decirle Harry. Es decir que les habían tendido una pequeña trampa.
- ¿Crees que puede hacerle cambiar de opinión tan fácilmente?
- Puede que no, pero no pierde nada por hablar con ella ¿no? por eso te pregunté si era o no era por ti…
Hunt volvió hacia ellos y les indicó donde tenía el coche. Una vez dentro, Richard, que ya no sentía ningún tipo de rencor hacía él le preguntó
- Oye Colin – a este le sorprendió que le llamase por su nombre - ¿Qué pasó al final cuando volviste? ¿Te sancionaron por lo de la valija?
- La verdad es que no. Me dieron una dura reprimenda, pero como lo que habíamos descubierto en el consulado era más importante que mi atrevimiento, decidieron no hacerlo. Por cierto que han ido tirando del entramado y hay algún más embajadas implicadas en el asunto.
- Ah ¿si? – dijo Harry – tenéis que contarme ese caso, mi padre fue cónsul en Roma, pase mi niñez allí. Conozco a muchos de nuestros embajadores.
- Vaya – le dijo Richard – eres toda una caja de sorpresas…
- ¿Y estas tomando notas para un nuevo libro?
- Claroooo
- Ponerme al día mientras llegamos, quiero saber si conozco a alguno de los acusados.
Mientras, en el Jaguar, Jimmy mantuvo un inicial silencio. No quería hablarla. Sabía que era mejor dejar que ella meditase y así poder hacer mella en su mente cuando estuviese metida en el más profundo de sus pensamientos. Dejó pasar unos diez minutos, tras los cuales, con su habitual brusquedad le dijo
- ¿Por qué quieres abandonar? He visto tu historial, eres buena, llevas mucho en esto
- Demasiado
- ¿Demasiado? ¿Te metiste solo por un objetivo? No puedo creerlo ¿echar por la borda una vida por atrapar a un solo tipo?
- No creo que la echase por la borda, le han cogido.
- ¿Y ya esta? Ahora ¿volverás a la universidad, retomarás tus estudios y volverás a empezar?
- Bueno, esa posibilidad no me la había planteado, gracias por la idea, supongo que no tendré que repetir los dos años que estuve allí…
- ¿Y que vas a hacer? ¿Acabarla para meterte a fiscal e intentar que cumpla el máximo de condena?
A Kate las primeras preguntas no le molestaron, pero ahora la conversación estaba girando hasta un punto que empezaba a molestarla. Ella no tenía porqué darle ningún tipo de explicación. Le agradaba esa pareja, y les agradecía que hubiesen sido ellos los encargados de escoltarla, pero aún no eran tan amigos como para que la estuviese poniendo entre la espada y la pared.
- Creo que tienes la fea costumbre de meter tu nariz en temas que no son de tu incumbencia Brandon – dijo ella cortante
- Teniente Brandon – le dijo marcando mucho la palabra teniente para provocarla
- Si hablas de mi vida, no pretendas que te respete el cargo.
- Te hablo como un superior, si quiero conservar la mía necesito saber que ahí fuera puedo contar con polis como tú. Me cabrea que te rindas Beckett. Somos los guerreros, los encargados de proteger el camino, de poner orden, de restablecer la paz.
- Y como somos guerreros ¿tengo que desatender mi vida?
- Si la has desatendido es porque aún no habías aprendido lo suficiente. Hay tres reglas que debes cumplir, la primera es que la vida es un disparate y hay que tratarla como tal, un completo misterio, no merece la pena deducirla, es mejor dejarse sorprender. La segunda es que no debes perder el sentido del humor, o perderás la fuerza. Y la tercera es que debes aceptar los cambios, nada es para siempre.
- Ya. Muy bonito – le contestó irónica
- No las has cumplido. Te has dedicado a intentar llevar una vida planeada, sin humor, solo rigidez y ahora que por fin tienes un cambio, no lo aceptas y huyes.
- Te equivocas, pretendo cambiar, no huyo, cambio…
- No. No cambias, no aceptas que ha acabado y cambias ese objetivo por otro, tú huyes porque no eres capaz de cambiarlo.
Kate calló. No sabía que contestarle. Él dejo pasar unos segundos y continuó
- No tienes que ser perfecta y salir victoriosa de todo. Los guerreros somos frágiles y de ahí sale nuestro valor. No puedes rendirte en lo que te apasiona, tienes que encontrar la felicidad en lo que haces.
- Tal vez será porque no me apasiona …
- ¿Has visto tu historial? ¿Has visto tu número de casos resueltos?
- No llevo ninguna cuenta, no me interesa.
- Es cierto, elegiste ser una víctima, sin darte cuenta que podías ser cualquier otra cosa que te propusieses. Has sido la víctima de la muerte de tu madre durante años. Más víctima aún que ella. Porque ella murió, pero tu has estado todo este tiempo viviendo muerta. No tienes que empezar a vivir, ni parar de hacerlo, tan solo hazlo, sigue viviendo.
- No puedo seguir viviendo con tanta muerte a mí alrededor, no puedo con tanta tristeza.
- A mi me parece más triste que la gente no sepa vivir y cuando quiera hacerlo sea demasiado tarde. Convierte el dolor de ayer en la fuerza de hoy.
- Tengo miedo – se sinceró
- ¿De que?
- De fallar, no he sido capaz de detenerlo yo y era mi caso, el mio. Fallaré en el resto.
- Tienes que vivir el presente Kate, tienes que utilizar tu arma y destruir tu miedos, son el pasado o el futuro, pero no dejes que te marquen el presente. Solo tenemos el presente, aquí y ahora, sólo ese momento. No eres mejor que nadie, ni mejor, ni peor. Eres tú. Ahora.
Ella se tomo unos segundos.
- ¿Pensaste en abandonar?
- No hacía otra cosa… mate a mi compañero en defensa propia ¿no abandonarías tú si tu leal compañero te traicionase? ¿No tendrías miedo a que cualquiera pudiese matarte o de matar tú a cualquiera? Todos tenemos una historia Kate, todos. La tuya te ha hecho estar donde estas hoy, no la abandones ahora porque el caso se haya resuelto. Continua, sigue viviendo, acepta el cambio.
- ¿Qué te hizo continuar?
- Ya te lo dije. Ella. Volví a confiar... Y tú le tienes a él. ¿Tú crees que Ricky va a dejar que te equivoques?
- Él no va a estar en comisaria pendiente de lo que hago, Gates le echará en cuanto pueda.
- Pero le tendrás en casa ¿Qué mejor descanso del guerrero que ese?
- Bueno, eso ya se verá…
- Estas llena de miedos Kate. Tienes que romper también con ese. Su historia es el pasado, deja que te demuestre su presente.
- Lo pensaré.
- Hazlo, mi miedo era no encontrar polis decentes, no me falles Kate, te necesitamos ahí fuera.
Llegaron hasta el depósito, en silencio, Jimmy no quiso decirle nada más, había sido una larga charla. El forense les puso mil pegas, no había nada como un acento Neoyorkino en Londres para que se levantasen todo tipo de sospechas y miradas de desagrado. A Kate le hizo gracia, en Nueva York, descubrir un acento británico era gracioso pero aquí parecían leprosos. Hizo callar a Jimmy, intentando suavizar el recelo inicial, y tomó las riendas de la conversación con el forense. Este, finalmente claudicó y al ver que su interlocutora entendía perfectamente sus indicaciones e incluso hacía preguntas acertadas, se deshizo en toda clase de explicaciones sobre la muerte de las dos personas.
En otra parte de Londres, el otro equipo revisaba concienzudamente una serie de cintas de seguridad, intentando dar con la persona que según el joyero, le había hecho un encargo urgente, sin que por el momento, pudiesen localizarlo.
- Yo creo que este tipo se ha inventado lo del encargo para tener coartada, no ir a su casa, aparecer durante horas en la cinta de seguridad y mientras pagar a alguien para eliminar a su mujer y a su hija para irse con alguna amante con el dinero del seguro. ¿Por qué tendría seguro no? –preguntó Richard – y después volver a montar la joyería con todas las joyas que tendrá guardadas en algún lugar.
- No lo hemos comprobado – dijo Colin – no me pareció relevante.
- De paso podrías mirar si la mujer y la hija tenían seguro de vida – apuntó Harry.
Cuando dieron las dos de la tarde, los cinco se reunieron en el mismo restaurante del día anterior. Richard vio la cara de Kate, y notó que se había relajado por completo.
Comenzaron hablando del forense y su informe, y decidieron dejar de hablar de trabajo. Al fin y al cabo pretendían que esto fuese unas vacaciones. Harry le pregunto a Kate
- Entonces cuando resolvamos el caso ¿iréis a conocer un poco Europa no? – Kate sonrío
- Bueno, eso me ha dicho Rick, supongo que se hará cargo de lo que cueste el viaje a cuenta de ese aumento de ventas de sus libros el día que salga vuestro beso en la televisión…
- ¿Se besaron? – preguntó Colin
- Fue únicamente por no matar a alguien – aclaró Harry – claro que… tendré que decirle a mi padre que no vea ese programa…
Todos rieron, Lord Winfield podría sufrir un ataque al corazón si veía a su hija besarse con el escritor americano.
- ¿Cuánto tiempo queréis estar por Europa? – preguntó Colin a Richard
- Bueno, no lo sé – dijo él mirando a Kate – yo no tengo prisa.
- Técnicamente mis vacaciones empezarían al terminar este caso… creo que puedo disponer de 15 días ¿es poco? – preguntó
Jimmy la miró y la guiñó un ojo sonriendo. Richard captó el momento y analizó de nuevo la frase… Había decidido volver a ser poli.
*********************
FIN DEL CAPITULO 25
G R A C I A S por leer hasta aqui. Espero no defraudaros.
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
me ha encantado la conversación y que ella decida volver! las dudas de Kate también, en definitiva, este capítulo ha sido estupendo!!! =) sigue!
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Muy bueno, y estoy impaciente por saber cómo va a terminar....
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
muy buen capitulo, espero que los miedos de Kate no rompan la relacion... pero yo creo que lo de pensando lo que estes pensando: te amo ufff que bonito no rompas esta relacion!!
castlelover- As del póker
- Mensajes : 307
Fecha de inscripción : 26/02/2012
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Tienes talento para escribir Anver sin duda, como guionista para la serie serías buenísima
La conversación entre Jimmy y Beckett es magnífica, me gusta como lo expresas todo, cada palabra que utilizas, creas un diálogo maduro y muy bien elaborado, incluso me has hecho pensar a mi sobre mi vida con algunas palabras de Jimmy, utilizas las palabras adecuadas en cada escena y eso hace una historia interesante de leer.
Para mi es de tus mejores capitulos, los diálogos estan muy bien escritos, cada escena es realmente buena, esa conversación entre Beckett y Castle y ese beso que puso a Gordon de los nervios fue estupenda y divertida.
Me gustó como se resolvieron al final las dudas de Beckett, más de una vez me vendría bien tener a un Jimmy cerca, dando consejos es de los mejores jeje
Parece que veremos viaje por Europa antes de volver de nuevo al trabajo en la comisaría, estupendo.
A ver que ocurre en el siguiente capítulo, estoy deseando ver que nuevas ideas se te ocurren.
La conversación entre Jimmy y Beckett es magnífica, me gusta como lo expresas todo, cada palabra que utilizas, creas un diálogo maduro y muy bien elaborado, incluso me has hecho pensar a mi sobre mi vida con algunas palabras de Jimmy, utilizas las palabras adecuadas en cada escena y eso hace una historia interesante de leer.
Para mi es de tus mejores capitulos, los diálogos estan muy bien escritos, cada escena es realmente buena, esa conversación entre Beckett y Castle y ese beso que puso a Gordon de los nervios fue estupenda y divertida.
Me gustó como se resolvieron al final las dudas de Beckett, más de una vez me vendría bien tener a un Jimmy cerca, dando consejos es de los mejores jeje
Parece que veremos viaje por Europa antes de volver de nuevo al trabajo en la comisaría, estupendo.
A ver que ocurre en el siguiente capítulo, estoy deseando ver que nuevas ideas se te ocurren.
______________________
Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
me ha gustado mucho como esta escrito el capitulo
______________________
CASKETT ALWAYS
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
maria_cs escribió:me ha encantado la conversación y que ella decida volver! las dudas de Kate también, en definitiva, este capítulo ha sido estupendo!!! =) sigue!
Muchas gracias!! Pensé que con tanto dialogo acabaría aburriendo
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
marypaz escribió:Muy bueno, y estoy impaciente por saber cómo va a terminar....
Mil gracias, jajaja créeme yo también estoy deseando saber como acabara
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
castlelover escribió:muy buen capitulo, espero que los miedos de Kate no rompan la relacion... pero yo creo que lo de pensando lo que estes pensando: te amo ufff que bonito no rompas esta relacion!!
Si hay algo q me saca de quicio son las series en las que juntan y separan millones de veces a los protagonistas. Lo evito. Dudas, peleas, celos esta bien pero andar mareando con si y no me enferma.
En cuanto a la frase que mencionas creo q era el momento adecuado. Jejeje
Gracias !!!
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Teresita_yocastle$$NYPD escribió:me ha gustado mucho como esta escrito el capitulo
Mil gracias intentare seguir así!
Anver- Policia de homicidios
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Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Beckett_Castle_Alba escribió:Tienes talento para escribir Anver sin duda, como guionista para la serie serías buenísima
La conversación entre Jimmy y Beckett es magnífica, me gusta como lo expresas todo, cada palabra que utilizas, creas un diálogo maduro y muy bien elaborado, incluso me has hecho pensar a mi sobre mi vida con algunas palabras de Jimmy, utilizas las palabras adecuadas en cada escena y eso hace una historia interesante de leer.
Para mi es de tus mejores capitulos, los diálogos estan muy bien escritos, cada escena es realmente buena, esa conversación entre Beckett y Castle y ese beso que puso a Gordon de los nervios fue estupenda y divertida.
Me gustó como se resolvieron al final las dudas de Beckett, más de una vez me vendría bien tener a un Jimmy cerca, dando consejos es de los mejores jeje
Parece que veremos viaje por Europa antes de volver de nuevo al trabajo en la comisaría, estupendo.
A ver que ocurre en el siguiente capítulo, estoy deseando ver que nuevas ideas se te ocurren.
Ufs. Te he tenido q dejar para el final. Me he quedado de piedra con tu comentario.
Te recomiendo una película "el guerrero pacifico"
Supongo q todos necesitamos de vez en cuando q alguien a quien no conozcamos demasiado nos de una lección. Y supongo que hace unos días me dijeron algo que ha empezado a removerme y necesitaba compartirlo.
Me alegra mucho que os guste mi forma de escribir, la verdad es que no me lo estoy tomando a la ligera y me cuesta, agradezco que lo valoréis.
Mil gracias por tus comentarios. Sigues dejándome sin palabras y con la cara roja.
Anver- Policia de homicidios
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castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Anver escribió:Beckett_Castle_Alba escribió:Tienes talento para escribir Anver sin duda, como guionista para la serie serías buenísima
La conversación entre Jimmy y Beckett es magnífica, me gusta como lo expresas todo, cada palabra que utilizas, creas un diálogo maduro y muy bien elaborado, incluso me has hecho pensar a mi sobre mi vida con algunas palabras de Jimmy, utilizas las palabras adecuadas en cada escena y eso hace una historia interesante de leer.
Para mi es de tus mejores capitulos, los diálogos estan muy bien escritos, cada escena es realmente buena, esa conversación entre Beckett y Castle y ese beso que puso a Gordon de los nervios fue estupenda y divertida.
Me gustó como se resolvieron al final las dudas de Beckett, más de una vez me vendría bien tener a un Jimmy cerca, dando consejos es de los mejores jeje
Parece que veremos viaje por Europa antes de volver de nuevo al trabajo en la comisaría, estupendo.
A ver que ocurre en el siguiente capítulo, estoy deseando ver que nuevas ideas se te ocurren.
Ufs. Te he tenido q dejar para el final. Me he quedado de piedra con tu comentario.
Te recomiendo una película "el guerrero pacifico"
Supongo q todos necesitamos de vez en cuando q alguien a quien no conozcamos demasiado nos de una lección. Y supongo que hace unos días me dijeron algo que ha empezado a removerme y necesitaba compartirlo.
Me alegra mucho que os guste mi forma de escribir, la verdad es que no me lo estoy tomando a la ligera y me cuesta, agradezco que lo valoréis.
Mil gracias por tus comentarios. Sigues dejándome sin palabras y con la cara roja.
Me lo apunto, he estado leyendo el argumento y es tremendo.
Pues gracias por compartirlo, me has hecho pensar y las palabras que has escrito me han venido muy bien.
Se lo duro que puede resultar a veces escribir, llevo muchos años escribiendo, es una de mis pasiones y sé que a veces cuesta.
De nada, es un placer leer lo que escribes.
______________________
Castlet: What happens if you don’t like what you see?
Beckett: What happens if you don’t let me look?
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
que dices defraudar, ha sido perfecto , sigues con logica la historia y eso es importante.
buen trabajo
buen trabajo
trinity640- Actor en Broadway
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Fecha de inscripción : 01/07/2012
Edad : 47
Localización : Andalucia
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Si asi escribes dormida...sigue sin dormirrrrr!!!!! Jajaja
Excelente Ana!!!!! Y ella vuelve a ser poliii!!!!
Quiero el viaje y mas capissssss
Excelente Ana!!!!! Y ella vuelve a ser poliii!!!!
Quiero el viaje y mas capissssss
silvanalino- Escritor - Policia
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Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Si si si!!! Beckett vuelve al trabajo!!
Me ha encantado éste capítulo! Me he quedado con ganas de saber quienes eran las otras embajadas involucradas en el antiguo caso de Colin jeje
La conversación entre Jimmy y Kate ha sido fabulosa! Fantástica! Sublime!
Mañana otro capítulo?
Me ha encantado éste capítulo! Me he quedado con ganas de saber quienes eran las otras embajadas involucradas en el antiguo caso de Colin jeje
La conversación entre Jimmy y Kate ha sido fabulosa! Fantástica! Sublime!
Mañana otro capítulo?
LeFleur89- Actor en Broadway
- Mensajes : 215
Fecha de inscripción : 22/04/2012
Edad : 35
Localización : Madrid
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Anver como siempre tus capítulos son maravillosos , tu esfuerzo es bastante notable , muchas gracias por deleitarnos con tan buenos capítulos
Espero que lo puedas continuar muy muy pronto
Espero que lo puedas continuar muy muy pronto
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
CAPITULO 26.
A la misma hora en Nueva York, una feliz Sarah despertaba acordándose del día anterior. Para ella era muy importante haber podido ser útil a Victoria. Había disparado por primera vez a una persona y aunque eso no era algo por lo que sintiese orgullo, sabía que la próxima vez que la vida de alguien, o la suya propia, estuviese en peligro, podría volver a hacerlo. Victoria le había dicho que acudiese a la 12 en cuanto descansase. Iba a solicitar el traslado de Sarah de inmediato. Saltó de la cama para ponerse en marcha cuanto antes.
Para Gates aquel Domingo se iba a hacer demasiado corto, muy pocas horas por delante y demasiado trabajo que hacer. A pesar de no haber dormido, revisaba concienzudamente toda la información que Joyce había tenido en su poder, tenía a Ryan y a Espósito trabajando y revisando en los archivos de la policía, para contrastar los datos y descubrir más pistas sobre los agentes implicados en borrar y cambiar informes. Por su parte, su marido, como fiscal, ya había pedido al juez la orden de detención de Powell, y estaba deseando poder entregársela a su mujer, para que le detuviesen cuanto antes, mientras esperaba a que la orden llegase, se dedicaba también a leer toda la información y tomaba continuamente notas, soltando de vez en cuando un “esto es gordo”…
Sarah llegó a la 12 y preguntó por Gates. Un agente la acompañó hasta su despacho. Dudo unos segundos mirándola a través de los cristales, y finalmente llamó con los nudillos, haciendo que Victoria desviase la mirada y sonriese a la recién llegada, indicándola con un gesto de la mano que entrase. Durante un par de minutos, ambas conversaron distendidamente, o al menos eso era lo que le parecía desde fuera a Espósito. Gates cogió el teléfono y realizó una llamada, tras la cual sonrió a Sarah diciéndole algo y esta a su vez dio muestras de alegrarse por las palabras recibidas.
- ¿Qué miras así tío? – preguntó Ryan a Espósito
- Gates esta con Sarah.
- Ah! será por el disparo, estarán acordando una coartada.
- Puede ser – dijo Espósito y dejo der mirarlas para atender a su pantalla.
No acababa de concentrarse en lo que estaba haciendo, cuando sonó su teléfono y sin despegar los ojos de su pantalla lo cogió
- Espósito
- ¿Pueden venir un momento usted y Ryan a mi despacho? – dijo Gates
- A la orden – contestó sorprendido por la amabilidad de la que había hecho gala Gates
Ambos entraron al despacho, saludando a Sarah. Gates parecía satisfecha, y esa actitud no pasaba desapercibida por Espósito. Que estaría tramando.
- Como ustedes sabrán, el inspector Lewis lleva mucho tiempo pidiendo un cambio de comisaria, al parecer no se siente muy cómodo entre nosotros, y hoy he decidido concedérselo y enviarle a la 68, y a cambio Sarah vendrá a trabajar con nosotros.
- Vaya Sarah, me alegro – dijo Espósito.
- Hasta que la inspectora Beckett vuelva, ustedes dos se ocuparán de Sarah, Lewis ha recogido todas sus cosas, enséñenle su mesa, la comisaria y pónganse los tres a trabajar lo antes posible, lo que están haciendo es importante, cuanto antes tengamos todos los datos, antes podremos ir limpiando de corruptos este cuerpo.
Los tres asintieron, y acto seguido salieron del despacho, dejando a Gates masticando una de sus últimas frases, “hasta que la inspectora Beckett vuelva”…
- Espósito!! – grito y le hizo un gesto para que fuese
- Señor
- ¿Tiene usted el teléfono de Richard Castle?
Gates hizo algo que jamás había pensado que llegaría a hacer… llamar a Richard Castle, tres tonos, cuatro tonos…
- Sr. Castle soy Gates, si esta acompañado de la inspectora Beckett, no diga mi nombre e invente algo
- Hola Paula, ¿Qué tal las ventas? – dijo saliendo al paso e indicando al resto de comensales que saldría un momento a la calle para poder hablar – espera un segundo que salgo a la calle, aquí hay mucho jaleo y no te oigo.
- Esta bien Castle, cuando pueda hablar… - pasaron unos segundos
- Ya estoy fuera, dígame.
- Lo que voy a decirle, quedará entre usted y yo, y si me entero que no cumple se las verá conmigo
- Esta bien, diga.
- Apáñeselas como quiera, pero quiero a Beckett de vuelta en la comisaría.
- Yo no puedo intervenir en las decisiones de Beckett
- ¿Cómo?
- No puedo. Son sus decisiones – repitió de nuevo él
- Castle, no me venga con estupideces. Si ahora mismo hay alguien capaz de convencer a Beckett para que vuelva ese es usted. Haga el favor de traerla de vuelta y dejaré que siga colaborando con nosotros como hasta ahora, aunque le pondré ciertas “limitaciones”
- ¿Qué limitaciones?
- Ya lo sabrá cuando vuelvan.
- No, si he de convencerla, quiero saber que saco yo a cambio.
- Es usted una distracción para ella señor Castle, y no estoy dispuesta a que se escape ningún caso por distracciones. Su relación quedará al margen completamente de mi comisaria, y los problemas que tengan en casa, los dejarán en casa, usted será el responsable de hacer eso.
- Bueno, yo también tengo mis “peticiones” Gates – le dijo
- Escucho.
- En primer lugar, si la convenzo, no volveremos hasta que hayamos resuelto el caso que tenemos aquí abierto y nos tomemos quince días de vacaciones, ella lo necesita – Gates lo sopesó
- Esta bien y en segundo lugar?
- Dejará de amenazarme con echarme de su comisaria – Gates sonrió, no tenía intención de echarle, pero simularía que le molestaba
- Esta bien Castle – dijo emitiendo un bufido de aparente resignación - pero si mete la pata le echo
- La convenceré – contestó él tajante.
Castle colgó el teléfono sonriendo. Había sido sencillo, Kate ya estaba más que convencida. A su vez, Gates, al otro lado del océano sonreía también, pensando que no había tenido que hacer ninguna concesión, ella ya había dado por hecho que no volverían de inmediato.
Castle volvió a la mesa y besó en la mejilla a Kate, susurrándola al oído
- Tengo que contarte la conversación que acabo de tener. Vas a reírte – le dijo divertido.
Ella le miró algo intrigada. Esperaba que Paula no le hubiese metido en otro absurdo programita con fans, porque al final se iba a ganar que cuando llegase a Nueva York fuese a verla y…. le pasaban varias cosas por su mente… pero todas ilegales… O tal vez podría ser que tuviese que fingir estar con Harry…. Ufs…
- Voy a ir al baño y tu, me vas a seguir – le dijo al oído con tono autoritario
El sonrío pues tenía claro que la mente de Beckett era ahora mismo un hervidero de ideas equivocadas, estaba cogiéndole práctica a eso de interpretar los gestos de ella… y esas arruguitas en los labios, eran celos... seguro!!
- Disculparme un momento – dijo Kate – voy al baño – miró a Richard.
Richard la siguió con la mirada, disimulando como podía una media sonrisa. Si esto iba a ser así siempre, le iba a gustar el juego.
- Ahora vuelvo – dijo a los tres policías y se encamino hacía los baños.
Él abrió la puerta y entro a una pequeña antesala, que se dividía a su vez en otras dos puertas, el baño de señoras y el de caballeros. Apoyada en la pared, entre ambas puertas, Kate le esperaba con los brazos cruzados y cara de enfado.
Él se acercó divertido, apoyó la mano en la pared a la altura de la cabeza de Kate, acercando sus labios para besarla, pero ella no le dejó hacerlo
- ¿Qué pasa Castle? ¿Qué se le ha ocurrido ahora a tu representante? ¿Un sorteo para ver quien te quita tu ropa interior? Empiezo a estar harta.
- Humm, inspectora, se pone usted muy interesante cuando tiene celos – le dijo él sobre su oído besando su cuello y pegándose a su cuerpo – hasta me llama Castle…
Ella le separó con ambas manos fijando sus ojos en los de él, ahí estaba de nuevo esa tonta sonrisa mirándola
- Déjate de tonterías Castle ¿Qué ocurre?
- No era Paula – ella suspiró
- ¿Entonces quien era?
- No te lo vas a creer
- Inténtalo, por Dios Castle, me estas poniendo enferma.
- Eso es lo que pretendo, que tengas fiebre… yo tengo la cura – dijo volviendo a pegarse a ella y robándole un beso en los labios.
Ella se impacientó. Le encantaban esos labios, pero estaba demasiado preocupada por lo que podría estar tramando y necesitaba saberlo, volvió a separarle de ella y le interrogó con la mirada, apretando sus mandíbulas.
- Esta bien… pero no te lo vas a creer y te vas a reír
- Castle…
- Era Gates.
- ¿Gates? – preguntó ella incrédula - ¿Qué quiere de ti?
- Quiere que te convenza para que vuelvas – ella arrugó su nariz – y yo le he pedido un par de cosas a cambio
- No puedo creerlo…
- Te lo dije, que no te lo ibas a creer, y que te ibas a reír…. Te deja coger quince días de vacaciones y tengo su palabra que no volverá a amenazarme con echarme de la comisaría…. – su sonrisa se acentuó de sobremanera
- ¿Qué te ha dicho que?
- Si… ¿a que molaaa? – dijo con voz infantil - se ha puesto pesada ha dicho que no debía contar a nadie nuestra conversación y me ha dejado claro que me echará si meto la pata y que no quiere que nuestra relación te distraiga en la comisaria…
- ¿Y tú que le has dicho?
- Que te convencería, pero no me hace falta ¿eh pillina?
Kate se echó a reír, y ahora fue ella quien atrajo su cara a la de ella, besándole.
- Creo que antes de volver me vas a llevar a conocer Europa… y tu pagas –le dijo en su boca
- Eso será todo un placer inspectora, pero yo elegiré ciudad, transporte y hotel…
- Como quieras, pero incluye Venecia o no habrá trato…
- Hum… - volvió a besarla – habrá trato, Venecia, Florencia, Delfos, Budapest, Viena, Copenhague, Hamburgo, Madrid, Lisboa, Paris… - le dijo besándola por el cuello cada vez que nombraba una de las ciudades…
La puerta se abrió de golpe empujada por uno de los clientes del local, que al ver la escena, masculló un “perdón” mientras se perdía por la puerta del baño de caballeros.
Ambos rieron.
- Será mejor que volvamos. Parecemos dos adolescentes.
- Buenoooo, en mi caso, lo soy… un adolescente… enamorado – le dijo ante la mirada de sorpresa de ella y tomándola de la mano volvieron al comedor…
Pasaron la tarde haciendo teorías sobre quien podría haber asesinado a la mujer del joyero y su hija. Cada vez cobraba más fuerza la historia de Castle, inventando que el joyero quiso librarse de su mujer, cobrar el seguro y empezar una nueva vida, quizás al lado de otra persona… aún les faltaban datos, pero… parecía consistente.
Cuando por fin Robert Evans recibió la documentación necesaria para poder detener a Powell, la acarició con sus manos sabiendo lo importante que era para su mujer. Cogió su móvil y la llamó.
Gates colgó a su marido con una gran sonrisa en los labios, la satisfacción del trabajo bien hecho. Ahora había que ir a detenerle. ¿Iría ella en persona? ¿Mandaba un pelotón a por él? Sopesó la situación. Ese tipo era odioso. Se había cargado a varios policías a su paso, emponzoñando el cuerpo, creyéndose más listo que el resto y utilizando su potencial económico y político para reírse de todos. Si Beckett hubiese estado en Nueva York, le habría otorgado el honor de ir ella misma a detenerle, como compensación a sus años de lucha, pero ella no estaba. Mandar a sus compañeros no era lo mismo, ellos actuaban por fidelidad, no les movía la misma pasión que a ella. Pensaba en la forma más humillante que pudiese haber para detenerle, ya no se iba a reír más de nadie. Ahora le tocaba pagar. Se descartó a ella misma, que fuese un capitán a detenerle era demasiado honor. ¡Eso es! Mandaría a un novato. O aún mejor… mandaría a su novata. Si, Sarah le detendría. Que fuese una mujer, sola y con aspecto de adolescente sería una humillación digna para el.
Gates llamo a Sarah, Espósito y Ryan. Ella detendría a Powell, Espósito y Ryan le cubrirían la espalda desde lejos. Llevaría un coche patrulla, no uno camuflado.
- Sarah, mantén la calma, no dejes que te meta en ningún juego, muéstrale la orden, espósale, le lees sus derechos y al coche. Está en un club privado jugando al golf, si alguno de sus amiguitos fuese su abogado, le enseñas la orden de detención. Nadie podrá evitar que te lo lleves. ¿Entendido?
- Si señor.
Sarah aparcó el coche patrulla en la puerta del club privado, en una zona prohibida para aparcar, haciendo que uno de los guardias de seguridad saliese en su busca para que retirase el coche. Sarah, sin mirarle a la cara, le mostró su placa y le dijo que estaba en un asunto oficial. El vigilante la amenazo gritando a su espalda, con enviarle una grúa a retirar el coche. Sarah paró en seco, se giró y le dijo muy serenamente:
- Haga lo que tenga que hacer, quizá yo tenga que hacerlo también y detenerle por obstrucción a la justicia.
Ryan y Espósito habían parado cerca, observando la escena. El vigilante lanzó los brazos al aire resignado y ella prosiguió su camino.
- Wow Sarah, parece que aprendes deprisa – pensó Espósito en voz alta.
Después de preguntar en la recepción por la zona en la que estaba Powell, y tras tener que mostrar su placa para obtener una respuesta, se dirigió hasta donde le habían indicado, afortunadamente aún no había empezado a jugar, y se encontraba en la cafetería. Espósito la seguía a distancia enseñando su placa para acceder al recinto. Ryan se había quedado en el coche, temiendo que finalmente el vigilante cometiera la torpeza de avisar a una grúa.
- ¿Senador Powell? – preguntó Sarah a un grupo de cinco hombres que tomaban café de pie junto a la barra. Intentó mantener la calma, aquellos hombres eran políticos importantes, el Vicepresidente, el gobernador y dos congresistas.
- Hola querida – le dijo el senador - ¿Qué quiere de mi jovencita? ¿Un autógrafo quizá?
- Señor, soy Sarah Carter – le dijo mostrando su placa – tengo una orden de arresto contra usted, le ruego se de la vuelta para que pueda esposarle.
- ¿Sabe usted con quien esta hablando?
- Si señor, senador Powell – y sacando de su bolsillo la orden, se la mostró para que la leyese.
- Esto debe tratarse de un error – Sarah vio como miraba al vicepresidente.
- Por favor señor dese la vuelta.
- Insisto, esto debe tratarse de un error.
- Ya ha visto la orden, viene del juez. Por favor, dese la vuelta y procederé a informarle sobre sus derechos.
- ¿Quién se ha creído que es usted?
- Señor, tan solo soy policía, trabajo para los ciudadanos de Nueva York y en este momento cumplo con el mandato que me han encomendado las autoridades de la ciudad.
- Pagará por esta humillación – le dijo y se dio la vuelta.
Powell se dio la vuelta y Sarah lo esposó recitándole sus derechos en voz muy alta para que Expósito también los oyese, es más, todo aquel que estaba en la cafetería la oyó. No se le pasó por alto las miradas que cruzaron el senador y el vicepresidente.
El club de golf se había convertido en un revuelo, Sarah, casi una adolescente, conducía al senador esposado hasta el coche patrulla, Espósito había ido retrocediendo poco a poco, sin perder de vista la escena, pero sin dejarse ver, tal y como les había pedido Gates. Todo el mundo estaba pendiente de Sarah y el senador.
Sarah abrió la puerta trasera del coche patrulla y ayudo a meterse al senador, agarrando su cabeza para que no se golpease con la puerta. El senador echó un vistazo a su alrededor, y vio como gran parte de la alta sociedad de la ciudad, se arremolinaba tras las ventanas del edificio para comprobar lo que estaba pasando.
Como colofón final, Sarah puso la sirena y las luces de emergencia del coche patrulla, esto lo hizo recordando imágenes de Beckett, Montgomery, Smith… no soportaba que alguien matase a un policía.
Gates sonreía. Espósito y Ryan la miraban aturdidos. ¡Sabia hacerlo! Y además soltó una carcajada cuando Espósito contó como Sarah había puesto la sirena del coche patrulla.
La tarde del domingo, con la bestia encerrada e incomunicada, Gates decidió que tenían que descansar. Al día siguiente tendrían que ir al banco a por los documentos originales y entregarlos al fiscal.
En ese mismo instante, pero en Londres, Hunt se despedía de las dos parejas, que se marchaban hacía uno de los cientos de pub de Londres para cenar y tomar algo. El caso estaba aún sin resolver, seguirían al día siguiente. Jimmy sopesó la idea de Castle y llevaría al joyero a comisaria para interrogarle.
Varias horas después, y ya en la habitación, Richard esperaba sentado en la cama a que Kate saliese del baño, para poder darse una rápida ducha y quitarse el pegajoso olor a pub. Ella salió con una toalla alrededor de su cuerpo, se acercó a él, e inclinándose le beso mientras le decía
- Todo tuyo, no tardes, creo que … tengo una pregunta que hacerte – él sonrió
- Pensaba que sabías todo sobre mi…
- Si no quieres no te la hago… fuiste tu quien lo propuso
- En cinco minutos estaré preparado para que me cuentes que significa ese tatuaje tuyo…
Kate terminó de secarse y se metió desnuda en la cama. Era absurdo vestirse, además, le apetecía vestirse con la piel de él.
Richard salió dos minutos después, con una toalla enrollada en la cintura y gotas de agua por todo su torso.
- Bueno inspectora, mientras me pongo el pijama vaya haciéndome la pregunta…
- No te vistas – le sorprendió oírle decir eso y fue secándose con la toalla sin dejar de mirarla.
- Pregunta Kate.
- ¿En cuanto esta valorada tu fortuna? – él se deshizo de la toalla tirándola al suelo y levantó las sábanas para meterse en la cama, descubriendo que ella estaba también completamente desnuda.
- Ven aquí – le dijo abrazándola por la espalda– a esa pregunta no puedo contestarte.
- ¿Por qué? ¿tan personal es?
- Vamos Kate, primero no tengo ni idea del dinero que tengo, aumenta con las ventas y segundo, creo que no deberías tomarme el pelo así, tu sabes mejor que yo la cifra.
- ¿Yo?
- ¿Pretendes que me crea, pequeña cotilla, que no lo sabes? Seguro que miraste mis cuentas hace tiempo. Tienes mas control sobre ellas que yo – empezó a besarle el cuello - ¿Por qué me lo pones tan fácil? ¿me quieres contar la historia de tu tatuaje sin nada a cambio? – ella sonrió, la había pillado, ella ya sabía el importe de su fortuna.
Se dio la vuelta para ver su cara, y recibió una lluvia de besos sobre su nariz y su boca.
- Sé muchas cosas sobre ti Castle. Mas de las que tú crees.
- ¿Ah si? Deleitame con tu conocimiento inspectora Beckett.
Él la besó largamente, paseando sus dedos por la espalda de ella.
- Ahora que te dejaré venir a dormir a mi apartamento ¿vas a bajarme el alquiler? – preguntó ella.
- ¿Cómo?
- Sé que el apartamento es tuyo, lo compraste y les dijiste a los de la agencia que me llamasen para ofrecérmelo, evidentemente con ese precio, esa zona y ese apartamento, sabrías que no iba a rechazar la oferta. Buena jugada el que les pague a ellos y tu nombre no figure por ningún sitio, pero es tuyo.
- Te equivocas inspectora. No estas bien informada.
- Vamos Castle…
- Me encanta como dices Castle… pero estas equivocada, el apartamento no es mío.
- No sé porque lo niegas, sabes que te he pillado.
- Kate, el apartamento ya no es mío.
- Ah – dijo ella sorprendida – y … ¿Puedo saber a quien pago el alquiler ahora?
- El día antes de venirnos, estuve con mi abogado ¿recuerdas? – volvió a besarla
- Ah si, cuando viste a Gates.
- Lo puse a tu nombre – le dijo en su boca
- ¿Qué?
- Es tuyo.
Ella pegó un respingo. No le había dicho nada cuando se enteró que el apartamento era de él. Estuvo buscando durante algún tiempo otro para mudarse, pero no encontraba otro remotamente parecido y lo fue dejando en el olvido. Esto no le parecía bien. Ella no buscaba su dinero.
- ¿Por qué lo has hecho? – le dijo muy seria.
- ¿Por qué te quiero? ¿No has podido pensar que es por eso?
- Pero Rick, yo no quiero tu dinero… no me gusta que hagas eso.
- Kate, escucha. Déjame hablar –ella asintió – fui a mi abogado para cambiar de nombre varias propiedades, el piso donde vivíamos antes Alexis y yo que lo puse a su nombre, ella ya es mayor de edad, quizá quiera irse a vivir sola. El estudio de mi madre, que creía que era de la inmobiliaria. Y este lo he puesto a tu nombre porque aunque yo quiero que dejes esa casa y vengas a vivir conmigo, quiero que tengas donde volver si decides dejarme porque te aburra o te hartes de mi. Y no se porque te tienes que sentir tan mal, debería de darte una parte de mis ganancias por dejar que escriba sobre ti….
Ella le besó. Por una parte no le gustaba que lo hubiese hecho, pero por otra, estaba encantada con él.
- No creo que me aburra de ti. La palabra aburrimiento no es compatible con Richard Castle.
- Y ahora hazme una pregunta que de verdad quieras saber sobre mi, porque estoy impaciente por conocer la historia de este tatuaje, le dijo pasando las yemas de los dedos por encima de la piel tintada.
- Luego… -dijo ella lanzándose a su boca – ahora quiero darte las gracias por el apartamento ..
****************
FIN DEL CAPITULO 26
G R A C I A S por leer hasta aqui.
A la misma hora en Nueva York, una feliz Sarah despertaba acordándose del día anterior. Para ella era muy importante haber podido ser útil a Victoria. Había disparado por primera vez a una persona y aunque eso no era algo por lo que sintiese orgullo, sabía que la próxima vez que la vida de alguien, o la suya propia, estuviese en peligro, podría volver a hacerlo. Victoria le había dicho que acudiese a la 12 en cuanto descansase. Iba a solicitar el traslado de Sarah de inmediato. Saltó de la cama para ponerse en marcha cuanto antes.
Para Gates aquel Domingo se iba a hacer demasiado corto, muy pocas horas por delante y demasiado trabajo que hacer. A pesar de no haber dormido, revisaba concienzudamente toda la información que Joyce había tenido en su poder, tenía a Ryan y a Espósito trabajando y revisando en los archivos de la policía, para contrastar los datos y descubrir más pistas sobre los agentes implicados en borrar y cambiar informes. Por su parte, su marido, como fiscal, ya había pedido al juez la orden de detención de Powell, y estaba deseando poder entregársela a su mujer, para que le detuviesen cuanto antes, mientras esperaba a que la orden llegase, se dedicaba también a leer toda la información y tomaba continuamente notas, soltando de vez en cuando un “esto es gordo”…
Sarah llegó a la 12 y preguntó por Gates. Un agente la acompañó hasta su despacho. Dudo unos segundos mirándola a través de los cristales, y finalmente llamó con los nudillos, haciendo que Victoria desviase la mirada y sonriese a la recién llegada, indicándola con un gesto de la mano que entrase. Durante un par de minutos, ambas conversaron distendidamente, o al menos eso era lo que le parecía desde fuera a Espósito. Gates cogió el teléfono y realizó una llamada, tras la cual sonrió a Sarah diciéndole algo y esta a su vez dio muestras de alegrarse por las palabras recibidas.
- ¿Qué miras así tío? – preguntó Ryan a Espósito
- Gates esta con Sarah.
- Ah! será por el disparo, estarán acordando una coartada.
- Puede ser – dijo Espósito y dejo der mirarlas para atender a su pantalla.
No acababa de concentrarse en lo que estaba haciendo, cuando sonó su teléfono y sin despegar los ojos de su pantalla lo cogió
- Espósito
- ¿Pueden venir un momento usted y Ryan a mi despacho? – dijo Gates
- A la orden – contestó sorprendido por la amabilidad de la que había hecho gala Gates
Ambos entraron al despacho, saludando a Sarah. Gates parecía satisfecha, y esa actitud no pasaba desapercibida por Espósito. Que estaría tramando.
- Como ustedes sabrán, el inspector Lewis lleva mucho tiempo pidiendo un cambio de comisaria, al parecer no se siente muy cómodo entre nosotros, y hoy he decidido concedérselo y enviarle a la 68, y a cambio Sarah vendrá a trabajar con nosotros.
- Vaya Sarah, me alegro – dijo Espósito.
- Hasta que la inspectora Beckett vuelva, ustedes dos se ocuparán de Sarah, Lewis ha recogido todas sus cosas, enséñenle su mesa, la comisaria y pónganse los tres a trabajar lo antes posible, lo que están haciendo es importante, cuanto antes tengamos todos los datos, antes podremos ir limpiando de corruptos este cuerpo.
Los tres asintieron, y acto seguido salieron del despacho, dejando a Gates masticando una de sus últimas frases, “hasta que la inspectora Beckett vuelva”…
- Espósito!! – grito y le hizo un gesto para que fuese
- Señor
- ¿Tiene usted el teléfono de Richard Castle?
Gates hizo algo que jamás había pensado que llegaría a hacer… llamar a Richard Castle, tres tonos, cuatro tonos…
- Sr. Castle soy Gates, si esta acompañado de la inspectora Beckett, no diga mi nombre e invente algo
- Hola Paula, ¿Qué tal las ventas? – dijo saliendo al paso e indicando al resto de comensales que saldría un momento a la calle para poder hablar – espera un segundo que salgo a la calle, aquí hay mucho jaleo y no te oigo.
- Esta bien Castle, cuando pueda hablar… - pasaron unos segundos
- Ya estoy fuera, dígame.
- Lo que voy a decirle, quedará entre usted y yo, y si me entero que no cumple se las verá conmigo
- Esta bien, diga.
- Apáñeselas como quiera, pero quiero a Beckett de vuelta en la comisaría.
- Yo no puedo intervenir en las decisiones de Beckett
- ¿Cómo?
- No puedo. Son sus decisiones – repitió de nuevo él
- Castle, no me venga con estupideces. Si ahora mismo hay alguien capaz de convencer a Beckett para que vuelva ese es usted. Haga el favor de traerla de vuelta y dejaré que siga colaborando con nosotros como hasta ahora, aunque le pondré ciertas “limitaciones”
- ¿Qué limitaciones?
- Ya lo sabrá cuando vuelvan.
- No, si he de convencerla, quiero saber que saco yo a cambio.
- Es usted una distracción para ella señor Castle, y no estoy dispuesta a que se escape ningún caso por distracciones. Su relación quedará al margen completamente de mi comisaria, y los problemas que tengan en casa, los dejarán en casa, usted será el responsable de hacer eso.
- Bueno, yo también tengo mis “peticiones” Gates – le dijo
- Escucho.
- En primer lugar, si la convenzo, no volveremos hasta que hayamos resuelto el caso que tenemos aquí abierto y nos tomemos quince días de vacaciones, ella lo necesita – Gates lo sopesó
- Esta bien y en segundo lugar?
- Dejará de amenazarme con echarme de su comisaria – Gates sonrió, no tenía intención de echarle, pero simularía que le molestaba
- Esta bien Castle – dijo emitiendo un bufido de aparente resignación - pero si mete la pata le echo
- La convenceré – contestó él tajante.
Castle colgó el teléfono sonriendo. Había sido sencillo, Kate ya estaba más que convencida. A su vez, Gates, al otro lado del océano sonreía también, pensando que no había tenido que hacer ninguna concesión, ella ya había dado por hecho que no volverían de inmediato.
Castle volvió a la mesa y besó en la mejilla a Kate, susurrándola al oído
- Tengo que contarte la conversación que acabo de tener. Vas a reírte – le dijo divertido.
Ella le miró algo intrigada. Esperaba que Paula no le hubiese metido en otro absurdo programita con fans, porque al final se iba a ganar que cuando llegase a Nueva York fuese a verla y…. le pasaban varias cosas por su mente… pero todas ilegales… O tal vez podría ser que tuviese que fingir estar con Harry…. Ufs…
- Voy a ir al baño y tu, me vas a seguir – le dijo al oído con tono autoritario
El sonrío pues tenía claro que la mente de Beckett era ahora mismo un hervidero de ideas equivocadas, estaba cogiéndole práctica a eso de interpretar los gestos de ella… y esas arruguitas en los labios, eran celos... seguro!!
- Disculparme un momento – dijo Kate – voy al baño – miró a Richard.
Richard la siguió con la mirada, disimulando como podía una media sonrisa. Si esto iba a ser así siempre, le iba a gustar el juego.
- Ahora vuelvo – dijo a los tres policías y se encamino hacía los baños.
Él abrió la puerta y entro a una pequeña antesala, que se dividía a su vez en otras dos puertas, el baño de señoras y el de caballeros. Apoyada en la pared, entre ambas puertas, Kate le esperaba con los brazos cruzados y cara de enfado.
Él se acercó divertido, apoyó la mano en la pared a la altura de la cabeza de Kate, acercando sus labios para besarla, pero ella no le dejó hacerlo
- ¿Qué pasa Castle? ¿Qué se le ha ocurrido ahora a tu representante? ¿Un sorteo para ver quien te quita tu ropa interior? Empiezo a estar harta.
- Humm, inspectora, se pone usted muy interesante cuando tiene celos – le dijo él sobre su oído besando su cuello y pegándose a su cuerpo – hasta me llama Castle…
Ella le separó con ambas manos fijando sus ojos en los de él, ahí estaba de nuevo esa tonta sonrisa mirándola
- Déjate de tonterías Castle ¿Qué ocurre?
- No era Paula – ella suspiró
- ¿Entonces quien era?
- No te lo vas a creer
- Inténtalo, por Dios Castle, me estas poniendo enferma.
- Eso es lo que pretendo, que tengas fiebre… yo tengo la cura – dijo volviendo a pegarse a ella y robándole un beso en los labios.
Ella se impacientó. Le encantaban esos labios, pero estaba demasiado preocupada por lo que podría estar tramando y necesitaba saberlo, volvió a separarle de ella y le interrogó con la mirada, apretando sus mandíbulas.
- Esta bien… pero no te lo vas a creer y te vas a reír
- Castle…
- Era Gates.
- ¿Gates? – preguntó ella incrédula - ¿Qué quiere de ti?
- Quiere que te convenza para que vuelvas – ella arrugó su nariz – y yo le he pedido un par de cosas a cambio
- No puedo creerlo…
- Te lo dije, que no te lo ibas a creer, y que te ibas a reír…. Te deja coger quince días de vacaciones y tengo su palabra que no volverá a amenazarme con echarme de la comisaría…. – su sonrisa se acentuó de sobremanera
- ¿Qué te ha dicho que?
- Si… ¿a que molaaa? – dijo con voz infantil - se ha puesto pesada ha dicho que no debía contar a nadie nuestra conversación y me ha dejado claro que me echará si meto la pata y que no quiere que nuestra relación te distraiga en la comisaria…
- ¿Y tú que le has dicho?
- Que te convencería, pero no me hace falta ¿eh pillina?
Kate se echó a reír, y ahora fue ella quien atrajo su cara a la de ella, besándole.
- Creo que antes de volver me vas a llevar a conocer Europa… y tu pagas –le dijo en su boca
- Eso será todo un placer inspectora, pero yo elegiré ciudad, transporte y hotel…
- Como quieras, pero incluye Venecia o no habrá trato…
- Hum… - volvió a besarla – habrá trato, Venecia, Florencia, Delfos, Budapest, Viena, Copenhague, Hamburgo, Madrid, Lisboa, Paris… - le dijo besándola por el cuello cada vez que nombraba una de las ciudades…
La puerta se abrió de golpe empujada por uno de los clientes del local, que al ver la escena, masculló un “perdón” mientras se perdía por la puerta del baño de caballeros.
Ambos rieron.
- Será mejor que volvamos. Parecemos dos adolescentes.
- Buenoooo, en mi caso, lo soy… un adolescente… enamorado – le dijo ante la mirada de sorpresa de ella y tomándola de la mano volvieron al comedor…
Pasaron la tarde haciendo teorías sobre quien podría haber asesinado a la mujer del joyero y su hija. Cada vez cobraba más fuerza la historia de Castle, inventando que el joyero quiso librarse de su mujer, cobrar el seguro y empezar una nueva vida, quizás al lado de otra persona… aún les faltaban datos, pero… parecía consistente.
Cuando por fin Robert Evans recibió la documentación necesaria para poder detener a Powell, la acarició con sus manos sabiendo lo importante que era para su mujer. Cogió su móvil y la llamó.
Gates colgó a su marido con una gran sonrisa en los labios, la satisfacción del trabajo bien hecho. Ahora había que ir a detenerle. ¿Iría ella en persona? ¿Mandaba un pelotón a por él? Sopesó la situación. Ese tipo era odioso. Se había cargado a varios policías a su paso, emponzoñando el cuerpo, creyéndose más listo que el resto y utilizando su potencial económico y político para reírse de todos. Si Beckett hubiese estado en Nueva York, le habría otorgado el honor de ir ella misma a detenerle, como compensación a sus años de lucha, pero ella no estaba. Mandar a sus compañeros no era lo mismo, ellos actuaban por fidelidad, no les movía la misma pasión que a ella. Pensaba en la forma más humillante que pudiese haber para detenerle, ya no se iba a reír más de nadie. Ahora le tocaba pagar. Se descartó a ella misma, que fuese un capitán a detenerle era demasiado honor. ¡Eso es! Mandaría a un novato. O aún mejor… mandaría a su novata. Si, Sarah le detendría. Que fuese una mujer, sola y con aspecto de adolescente sería una humillación digna para el.
Gates llamo a Sarah, Espósito y Ryan. Ella detendría a Powell, Espósito y Ryan le cubrirían la espalda desde lejos. Llevaría un coche patrulla, no uno camuflado.
- Sarah, mantén la calma, no dejes que te meta en ningún juego, muéstrale la orden, espósale, le lees sus derechos y al coche. Está en un club privado jugando al golf, si alguno de sus amiguitos fuese su abogado, le enseñas la orden de detención. Nadie podrá evitar que te lo lleves. ¿Entendido?
- Si señor.
Sarah aparcó el coche patrulla en la puerta del club privado, en una zona prohibida para aparcar, haciendo que uno de los guardias de seguridad saliese en su busca para que retirase el coche. Sarah, sin mirarle a la cara, le mostró su placa y le dijo que estaba en un asunto oficial. El vigilante la amenazo gritando a su espalda, con enviarle una grúa a retirar el coche. Sarah paró en seco, se giró y le dijo muy serenamente:
- Haga lo que tenga que hacer, quizá yo tenga que hacerlo también y detenerle por obstrucción a la justicia.
Ryan y Espósito habían parado cerca, observando la escena. El vigilante lanzó los brazos al aire resignado y ella prosiguió su camino.
- Wow Sarah, parece que aprendes deprisa – pensó Espósito en voz alta.
Después de preguntar en la recepción por la zona en la que estaba Powell, y tras tener que mostrar su placa para obtener una respuesta, se dirigió hasta donde le habían indicado, afortunadamente aún no había empezado a jugar, y se encontraba en la cafetería. Espósito la seguía a distancia enseñando su placa para acceder al recinto. Ryan se había quedado en el coche, temiendo que finalmente el vigilante cometiera la torpeza de avisar a una grúa.
- ¿Senador Powell? – preguntó Sarah a un grupo de cinco hombres que tomaban café de pie junto a la barra. Intentó mantener la calma, aquellos hombres eran políticos importantes, el Vicepresidente, el gobernador y dos congresistas.
- Hola querida – le dijo el senador - ¿Qué quiere de mi jovencita? ¿Un autógrafo quizá?
- Señor, soy Sarah Carter – le dijo mostrando su placa – tengo una orden de arresto contra usted, le ruego se de la vuelta para que pueda esposarle.
- ¿Sabe usted con quien esta hablando?
- Si señor, senador Powell – y sacando de su bolsillo la orden, se la mostró para que la leyese.
- Esto debe tratarse de un error – Sarah vio como miraba al vicepresidente.
- Por favor señor dese la vuelta.
- Insisto, esto debe tratarse de un error.
- Ya ha visto la orden, viene del juez. Por favor, dese la vuelta y procederé a informarle sobre sus derechos.
- ¿Quién se ha creído que es usted?
- Señor, tan solo soy policía, trabajo para los ciudadanos de Nueva York y en este momento cumplo con el mandato que me han encomendado las autoridades de la ciudad.
- Pagará por esta humillación – le dijo y se dio la vuelta.
Powell se dio la vuelta y Sarah lo esposó recitándole sus derechos en voz muy alta para que Expósito también los oyese, es más, todo aquel que estaba en la cafetería la oyó. No se le pasó por alto las miradas que cruzaron el senador y el vicepresidente.
El club de golf se había convertido en un revuelo, Sarah, casi una adolescente, conducía al senador esposado hasta el coche patrulla, Espósito había ido retrocediendo poco a poco, sin perder de vista la escena, pero sin dejarse ver, tal y como les había pedido Gates. Todo el mundo estaba pendiente de Sarah y el senador.
Sarah abrió la puerta trasera del coche patrulla y ayudo a meterse al senador, agarrando su cabeza para que no se golpease con la puerta. El senador echó un vistazo a su alrededor, y vio como gran parte de la alta sociedad de la ciudad, se arremolinaba tras las ventanas del edificio para comprobar lo que estaba pasando.
Como colofón final, Sarah puso la sirena y las luces de emergencia del coche patrulla, esto lo hizo recordando imágenes de Beckett, Montgomery, Smith… no soportaba que alguien matase a un policía.
Gates sonreía. Espósito y Ryan la miraban aturdidos. ¡Sabia hacerlo! Y además soltó una carcajada cuando Espósito contó como Sarah había puesto la sirena del coche patrulla.
La tarde del domingo, con la bestia encerrada e incomunicada, Gates decidió que tenían que descansar. Al día siguiente tendrían que ir al banco a por los documentos originales y entregarlos al fiscal.
En ese mismo instante, pero en Londres, Hunt se despedía de las dos parejas, que se marchaban hacía uno de los cientos de pub de Londres para cenar y tomar algo. El caso estaba aún sin resolver, seguirían al día siguiente. Jimmy sopesó la idea de Castle y llevaría al joyero a comisaria para interrogarle.
Varias horas después, y ya en la habitación, Richard esperaba sentado en la cama a que Kate saliese del baño, para poder darse una rápida ducha y quitarse el pegajoso olor a pub. Ella salió con una toalla alrededor de su cuerpo, se acercó a él, e inclinándose le beso mientras le decía
- Todo tuyo, no tardes, creo que … tengo una pregunta que hacerte – él sonrió
- Pensaba que sabías todo sobre mi…
- Si no quieres no te la hago… fuiste tu quien lo propuso
- En cinco minutos estaré preparado para que me cuentes que significa ese tatuaje tuyo…
Kate terminó de secarse y se metió desnuda en la cama. Era absurdo vestirse, además, le apetecía vestirse con la piel de él.
Richard salió dos minutos después, con una toalla enrollada en la cintura y gotas de agua por todo su torso.
- Bueno inspectora, mientras me pongo el pijama vaya haciéndome la pregunta…
- No te vistas – le sorprendió oírle decir eso y fue secándose con la toalla sin dejar de mirarla.
- Pregunta Kate.
- ¿En cuanto esta valorada tu fortuna? – él se deshizo de la toalla tirándola al suelo y levantó las sábanas para meterse en la cama, descubriendo que ella estaba también completamente desnuda.
- Ven aquí – le dijo abrazándola por la espalda– a esa pregunta no puedo contestarte.
- ¿Por qué? ¿tan personal es?
- Vamos Kate, primero no tengo ni idea del dinero que tengo, aumenta con las ventas y segundo, creo que no deberías tomarme el pelo así, tu sabes mejor que yo la cifra.
- ¿Yo?
- ¿Pretendes que me crea, pequeña cotilla, que no lo sabes? Seguro que miraste mis cuentas hace tiempo. Tienes mas control sobre ellas que yo – empezó a besarle el cuello - ¿Por qué me lo pones tan fácil? ¿me quieres contar la historia de tu tatuaje sin nada a cambio? – ella sonrió, la había pillado, ella ya sabía el importe de su fortuna.
Se dio la vuelta para ver su cara, y recibió una lluvia de besos sobre su nariz y su boca.
- Sé muchas cosas sobre ti Castle. Mas de las que tú crees.
- ¿Ah si? Deleitame con tu conocimiento inspectora Beckett.
Él la besó largamente, paseando sus dedos por la espalda de ella.
- Ahora que te dejaré venir a dormir a mi apartamento ¿vas a bajarme el alquiler? – preguntó ella.
- ¿Cómo?
- Sé que el apartamento es tuyo, lo compraste y les dijiste a los de la agencia que me llamasen para ofrecérmelo, evidentemente con ese precio, esa zona y ese apartamento, sabrías que no iba a rechazar la oferta. Buena jugada el que les pague a ellos y tu nombre no figure por ningún sitio, pero es tuyo.
- Te equivocas inspectora. No estas bien informada.
- Vamos Castle…
- Me encanta como dices Castle… pero estas equivocada, el apartamento no es mío.
- No sé porque lo niegas, sabes que te he pillado.
- Kate, el apartamento ya no es mío.
- Ah – dijo ella sorprendida – y … ¿Puedo saber a quien pago el alquiler ahora?
- El día antes de venirnos, estuve con mi abogado ¿recuerdas? – volvió a besarla
- Ah si, cuando viste a Gates.
- Lo puse a tu nombre – le dijo en su boca
- ¿Qué?
- Es tuyo.
Ella pegó un respingo. No le había dicho nada cuando se enteró que el apartamento era de él. Estuvo buscando durante algún tiempo otro para mudarse, pero no encontraba otro remotamente parecido y lo fue dejando en el olvido. Esto no le parecía bien. Ella no buscaba su dinero.
- ¿Por qué lo has hecho? – le dijo muy seria.
- ¿Por qué te quiero? ¿No has podido pensar que es por eso?
- Pero Rick, yo no quiero tu dinero… no me gusta que hagas eso.
- Kate, escucha. Déjame hablar –ella asintió – fui a mi abogado para cambiar de nombre varias propiedades, el piso donde vivíamos antes Alexis y yo que lo puse a su nombre, ella ya es mayor de edad, quizá quiera irse a vivir sola. El estudio de mi madre, que creía que era de la inmobiliaria. Y este lo he puesto a tu nombre porque aunque yo quiero que dejes esa casa y vengas a vivir conmigo, quiero que tengas donde volver si decides dejarme porque te aburra o te hartes de mi. Y no se porque te tienes que sentir tan mal, debería de darte una parte de mis ganancias por dejar que escriba sobre ti….
Ella le besó. Por una parte no le gustaba que lo hubiese hecho, pero por otra, estaba encantada con él.
- No creo que me aburra de ti. La palabra aburrimiento no es compatible con Richard Castle.
- Y ahora hazme una pregunta que de verdad quieras saber sobre mi, porque estoy impaciente por conocer la historia de este tatuaje, le dijo pasando las yemas de los dedos por encima de la piel tintada.
- Luego… -dijo ella lanzándose a su boca – ahora quiero darte las gracias por el apartamento ..
****************
FIN DEL CAPITULO 26
G R A C I A S por leer hasta aqui.
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
siguelooooo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
muy bueno cada dia mejor
setejga- Ayudante de policia
- Mensajes : 67
Fecha de inscripción : 30/03/2012
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
VIVAAAAAAAAAAAAAA CAPITULO NUEVOOOOOOOOOOO
GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
ESCRIBES ALUCINANTE
GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
ESCRIBES ALUCINANTE
______________________
CASKETT ALWAYS
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
setejga escribió:muy bueno cada dia mejor
castle&beckett..cris escribió:siguelooooo
Teresita_yocastle$$NYPD escribió:VIVAAAAAAAAAAAAAA CAPITULO NUEVOOOOOOOOOOO
GRACIASSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS
ESCRIBES ALUCINANTE
G R A C I A S, si queréis capitulos nuevos, solo hay que pedirlos...
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Pues yo quiero masssss capitulosssss prontoooo!!!!
eectcastle- Ayudante de policia
- Mensajes : 136
Fecha de inscripción : 06/04/2012
Edad : 37
Localización : Castellon
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