"Directum" - ¿Qué hubiera pasado si Beckett y Castle hubieran sido abogados? [Capítulo "FINAL", página 17]

Cuanta falta me hacia este fic!!!

Sigue pronto

o.O estoy deseando leer el siguiente, pronto pronto pronto!! por favor! me encanta, este capitulo ha sido genial, como siempre adoro a Lanie!!

Sigue!!

dile a la dra. beckett que es muuuuuuuuuyyyyyyyyy mala!!! como ha dejado el fic, que intriga!!!!

Me encanta tu fic.
Síguelo pronto por favor, que no puedo esperar para seguir leyendo.

ahhhhhh, continua pronto,

muy bueno

porfavorrr capitulo nuevo plisssss!!!! me encanta, y juntalos!!!!

Llevo esperando mucho tiempo esperando a que subas capi y a merecido la pena! ) me a encantado este capitulo, es genial espero que puedas subir otro capi pronto!!!!!!! quiero leer la conversacion entre esos dos ya!! )

Uooooo!! Sigue yaaaa, por favor que lo hablen, que se perdonen y los
Juntas!! Porfiiiiii!! Me gusta mucho tu historia, es diferente pero has captado a la perfeccion su forma de ser. Que bien lo haces, no me extraña que tengas tantos seguidores, yo soy una de ellas!!

¡Buenas noches querida gente! Dra. Beckett me acaba de mandar otro capítulo que os dejo aquí con sumo gusto!
¡Que lo disfrutéis!

Capítulo 14

- Lo recuerda…

Martha Rodgers levantó la vista del periódico que estaba leyendo en la barra de la cocina. Vio a su hijo de pie, al lado de la mesilla del salón. Ni siquiera lo había oído entrar. Aún llevaba la americana negra puesta, las llaves colgando de una de sus manos, los hombros hundidos. Su rostro parecía pedir ayuda, apoyo, consuelo… En sus ojos se reflejaba cierto sufrimiento y rabia.

- Se acuerda de todo. Todo este tiempo, ella se acordaba… Y no me dijo nada. Me siento…

- Richard…

Su madre entonces comprendió a qué se refería. Dos días después de volver de Los Ángeles había logrado sonsacárselo. Lo había notado algo distante, con la mente puesta en otro lugar… Su hijo se había enamorado de aquella abogada.

- …abofeteado, humillado, avergonzado… -cayó al sofá, lanzando las llaves a cualquier lugar.- Creí haber visto un atisbo de esperanza en sus ojos cuando nos despedimos…

Martha no sabía si seguía hablando con ella o solo pronunciaba aquellas palabras para poder asimilarlo. Se acercó por el respaldo del sofá y lo abrazó, apoyando su mejilla sobre el cabello de su hijo.

- Cariño, no puedes pretender que cualquier mujer se enamore de ti.

- Ella no es cualquier mujer –cerró los ojos. Un dolor de cabeza comenzaba a surgir.- Ni siquiera me ha llamado.

- ¿Qué vas a hacer?

- Tengo que terminar el caso de Scollari.

- Richard, no puedes pretender trabajar con ella y no sentir nada.

- Se lo debo a Scollari, no lo hago por ella. ¿Alexis está en clase? –dijo después de un breve silencio.

Martha había deshecho aquel abrazo.

- Sí. Pero ya sabes que hoy pasa la noche en casa de una amiga…

- Con tal de no hacer los deberes –Rodgers se levantó.- Será mejor que acabe el manuscrito.

- Esta noche iba a salir –comenzó a decir Martha.- Si quieres…

- No. Voy a estar bien. De verdad –dijo ante la atenta mirada de su madre.

- A lo mejor deberías empezar a conocer mujeres. Tengo una amiga que…

- No empieces. La última no hacía más que hablar de su gato –comenzó a andar hacia su despacho.

- Como quieras, pero no puedes pretender quedarte de brazos cruzados.

Rodgers cerró la puerta de su despacho y se apoyó en ella. Suspiró, queriendo soltar todo el peso que llevaba dentro. Pasó la mayor parte del día encerrado. Solo salió para coger algo de comida. Sin que su madre se diera cuenta, agarró un vaso y una botella de whisky. Necesitaba un trago. Quemar en su mente las palabras que tanto daño le habían hecho aquel día.

***

El despacho solo estaba alumbrado por la tenue luz del flexo del escritorio. El silencio era abrumador. Kate Beckett era la única que se encontraba en el bufete. Eran las nueve de la noche de lo que estaba siendo un largo lunes.

Se había puesto en pie, cansada de aquella silla. Cansada de leer el caso de Scollari. Cansada de las malas jugadas de sus pensamientos. Su mano acaricio la tinta a mano del papel. Era la firma de Rodgers…

Espósito había interrumpido su conversación con Lanie para entregarle aquellos informes que daban la buena noticia por la que habían estado luchando: habían acusado a Zannetti de corrupción y el caso volvía a abrirse. Aún existían esperanzas.

Sonrió, aun mirando aquellos papeles. Rodgers había hecho un gran trabajo. Pero lo había hecho solo y aquello le dolió a Beckett. Ella había huido esas dos semanas, diciéndole que lo llamaría. Y él la había respetado.

Recordó cuando aquella mañana, después de que Esposito le hubiera dicho que Rodgers acababa de irse, había salido de su despacho y había percibido, al instante, aquel olor. Su olor. Cómo olvidarlo cuando aún creía tenerlo impregnado en su piel…

Miró su móvil. Sintió ganas de llamarlo. Pero después de todo ese tiempo, llegó a la conclusión que sería mejor ir a verlo.

Come up to meet you/Vengo a reunirme contigo

Tell you I’m sorry/A decirte que lo siento

You don’t know how lovely you are/Tú no sabes lo encantador que eres

I had to find you/Tenía que encontrarte

Tell you I need you/Decirte que te necesito

Tell you I set you apart/Decirte que me separé de ti

Beckett miró por última vez el papel que indicaba la dirección de la casa de Rodgers. Y una gota emborronó una palabra. Levantó la vista al cielo. Perfecto. Gimió y comenzó a andar más deprisa. Si no se equivocaba, estaba a tan solo unas manzanas. Pero la lluvia no dio tregua y comenzó a caer con más intensidad. Utilizó el portafolio como pequeño resguardo. Quizá demasiado tarde, porque su pelo ya estaba mojado.

Cinco minutos más tarde, el portero del edificio de apartamentos de Rodgers le abrió la puerta sin preguntar. El viaje en ascensor se hizo eterno. No tenía preparado qué decirle. ¿Querría verla?

El sonido de llegada y la apertura de las puertas no le dieron más tiempo a pensar. Anduvo por aquel pasillo en busca de la puerta. En aquel momento le invadió el pensamiento de que podría no estar solo… Podría volver otro día. Sin embargo, al llegar a su puerta su mano pulsó como un imán el timbre.


Rodgers abrió la puerta. No esperaba ninguna visita. Y cuando la vio, pensó que se trataba de una broma de su imaginación. Ella ladeó ligeramente la cabeza. Tenía el pelo mojado, los ojos oscuros y los labios entreabiertos. Su abrigo también estaba mojado. Rodgers tenía los primeros botones de su camisa desabrochados. Al verla así sintió frio. La rabia de aquella mañana apareció.

- Beckett, ¿qué quieres?

A ti, pensó para sus adentros, pero aquel no era el momento.

- ¿Puedo hablar contigo?

- Voy a traerte una toalla –respondió tras un breve silencio que pareció una eternidad.

Y dejó que entrara, cerrando la puerta tras ella.

- No es necesa…

Pero Rodgers ya había desaparecido. Beckett echó un rápido vistazo al salón, todo en tonos marrones. Aquel apartamento era muy masculino. Tímidamente se quitó el abrigo largo, empapado por la lluvía. Sin aviso, Rodgers apareció a su lado cogiéndole la prenda y el portafolio, a la vez que le daba una gran toalla roja.

- Sécate antes de que cojas frío…

Beckett ahora no sabía qué decir.

- Gracias.

Por suerte el resto de su ropa estaba lo suficientemente seca para no necesitar otra. Agradecía haber llevado botas altas aquel día.

- ¿Vas a hablarme desde la puerta? –quiso saber Rodgers. Quería sonar duro, pero no pudo evitar esconder cierta diversión en su pregunta.

Beckett aún seguía en el recibidor, sin saber qué hacer, con aquella gran toalla en brazos. Se miraron. Ella en el recibidor, él con los pies descalzos sobre la alfombra que cubría la zona de los sofás. Beckett se fijó en que tenía el pelo revuelto.

- Lo siento… -bajó la mirada, avergonzada. Se sentía torpe, incómoda. ¿Dónde estaba la Katherine Beckett que se comía a los demás abogados con su determinación?

Runnin’ in circles/Corriendo en círculos

Comin’ up tails/Llegando a las colas

Head son the science apart/Cabezas de la ciencia separadas

Nobody said it was easy/Nadie dijo que fuera fácil

It’s such a shame for us to part/Es tal vergüenza para nosotros el separarnos

Nobody said it was easy/Nadie dijo que fuera fácil

No one ever said it would be this hard/Nadie dijo jamás que sería así de dificil

Oh, take me back to the start/Oh, llévame de nuevo al comienzo

Ninguno de los dos dijo nada durante varios minutos.

- ¿Estás enfadado? –más que una pregunta, pareció una afirmación.

Rodgers levantó la vista para mirarla directamente a los ojos. Ella estaba sentada en el sofá y él en uno de los sillones, a su lado.

- Dijiste que llamarías.

- Necesitaba tiempo.

- Dijiste unos días…

- Tenía que pensar.

- Espero que Josh te haya ayudado.

Aquello sentó como una cuchillada a Beckett. Nunca hubiera imaginado que Rodgers pudiera sentir tanto odio hacia ella.

- Lo hemos dejado –Beckett rompió el contacto visual y miró sus manos, jugando con uno de los anillos que su madre le había regalado.

Rodgers no se esperaba esa contestación. No sabía qué conclusión sacar de aquella noticia. Aún se sentía dolido.

- ¿Por qué?

- Realmente me gustaba… Mucho. Pero no era suficiente –lo dijo sin mirarle. Reparó en que había un taco de papeles escritos a máquina sobre la mesilla.

Él se dio cuenta. Entonces, el otro motivo por el que estaba dolido volvió a estar presente.

- Son de mi libro… ¿pero tú eso ya lo sabías, no?

Beckett podía ver que los ojos de Rodgers pedían una explicación. Él sabía que ella lo sabía. Había escuchado aquella parte de la conversación con Lanie y por eso se había marchado.

- Rodgers…

- Es igual Beckett, no tienes por qué darme explicaciones.

Se levantó. No queriendo escuchar estúpidas excusas.

- Castle –lo llamó esta vez ella, al ver que se alejaba.

El tiempo pareció detenerse. Ambos experimentaron un deja vù, como si hubieran vivido aquello antes. Como si aquellas palabras ya hubiesen sido pronunciadas. En otro momento, en otra parte…

- ¿A qué has venido?

Estaban de pie. A menos de dos metros, frente a frente.

- Siento no haberte llamado Castle –sin quererlo, volvió a llamarlo así- siento haberte mentido respecto a lo que pasó…

- ¿Y qué es lo que pasó? Porque nunca lo hemos hablado. Nos besamos, nos acostamos… ¿Quieres seguir actuando como si nada hubiera pasado? Seremos amigos entonces.

- ¿Es eso lo que somos? ¿Amigos?

- No lo sé Kate, no sé qué somos…

Beckett sentía que aquella conversación era demasiado.

- Será mejor que tengamos esta conversación en otro momento –pasó por su lado, llegando hasta la puerta principal, entreabriéndola.

Él le impidió salir. No volvería a huir. Necesitaba una respuesta. Rodgers había agarrado su antebrazo. Ahora estaban tan cerca que sus respiraciones comenzaban a entrecortarse.

- ¿Qué es lo que quieres Beckett? ¿De qué tienes miedo?

- A ti, de ti… -murmuró. Sus ojos comenzaron a inundarse de lágrimas.- No quiero sufrir Rodgers, no quiero ser un número en tu larga lista de conquistas. Josh me dejó y en lo único que podía pensar era en ti. Solo te quiero a ti.

En un acto de valor, Beckett intentó alcanzar sus labios, sin resultado. Se acababa de sincerar. Y le daba igual. Había liberado un gran peso de su interior.

Rodgers tenía la mirada oscura. Ella acarició su labio inferior con su mano. A lo mejor también lo había perdido a él. A lo mejor ya era demasiado tarde. Recordó las palabras de Lanie. Pero sin previo aviso, sintió la madera contra su espalda, el golpe de una puerta, un relámpago en la oscuridad de la noche. Volvió a recordar lo que era sentir los labios de aquel hombre sobre su boca, sobre su piel, sus manos recorriendo su cuerpo… Volvió a sentir lo que todo ese tiempo había estado negando. Y su aroma, su olor, su sabor… embriagó todos sus sentidos.

Tell me you love me/Dime que me quieres

Come back and hunt me/Vuelve y frecuéntame

Oh, when I rush to the start/Oh, cuando acometo al comienzo

Nota de la autora: La canción es Coldplay – The Scientist. La escuché en un video de Castle y Beckett titulado “I Just Want You”. Si podéis, echarle un vistazo porque es uno de los mejores que he visto. ¿Cómo llegué a él? Nathan lo tiene marcado como favorito en twitter. Ahí lo tenéis: ¡un shipper en toda regla! Jajaja.

El jueves vuelvo de mis vacaciones y espero ver muchos comentarios, ¡¡millones de gracias por vuestra paciencia y por leer!!

QUE BONITOOOO!!! me encanta tu fic, es impresionante como metes situaciones reales de la serie!! gracias por seguir escribiendo aunque estes de vacaciones!

Bien, ésta soy yo a medida que leía el capítulo:


1-

2-

3-

¡No tengo nada más que añadir!

me encantaaa sigueee

o.O necesito mas, este fic es una droga, menuda forma de juntar tu imaginacion con escenas de la serie, soy tu fan!

Sigue rapido oor favor, por favor, por favor!!!

Muy bueno, continua
Pronto

Me encanta!
cada dia te superas!!!! es increible, deseo que subas otro capitulo pronto!

¡Regresé y ya sí que me quedo!

Muchísimas gracias por vuestros comentarios. Espero no tardar en escribir el siguiente (cierta promo me va a ayudar un poquito). Un abrazo enorme!

No sé que decirte después de este capítulo....
¡¡¡¡¡¡FANTÁSTICO!!!!!!!!
Me encanta este capítulo, adoro como mezclas las escenas de la serie con tu fic, ese momento de always en tu capitulo ha quedado precioso y esa especie de deja vu cuando Beckett lo llama Castle me encantó.
Maravilloso capítulo, y precioso canción, llevaba desde que empecé a leerlo intentando averiguar de quien era sin darme cuenta que ya lo habías puesto al final del capítulo. Me encanta Coldplay pero no conocía esta canción que le viene idea al capítulo.
No puedo decirte otra cosa que magnífico y que espero que lo continues pronto

me encanta =) siguee =)

Al igual que todo tiene un comienzo, también tiene un final. Seguro que os pilla por sorpresa. De hecho, no estaba pensado, pero hablando con mi querida editora Gema he llegado a la conclusión de que no doy a basto con dos fics. No penséis que ella me ha dicho que lo deje, no, no... La razón es simple: empiezo la universidad en una semana y me deja poco tiempo para escribir. Entonces he buscado el mejor de los "finales" para esta historia. Cuando la leáis entenderéis las comillas. MUCHÍSIMAS GRACIAS POR HABER LLEGADO HASTA AQUÍ. SOIS GENIALES

Capítulo 15

Katherine Beckett estaba sedienta. Su garganta estaba seca y la poca saliva de su boca era incapaz de calmarla. Además, tenía calor a pesar de estar desnuda. Abrió los ojos con lentitud. Aún era de noche. La habitación estaba oscura. Sentía el calor de una respiración en su nuca. Su brazo la atraía hacia su pecho. Tenía miedo de despertarle si se levantaba ahora, pero no aguantaba más. Con sumo cuidado, llevó su mano a la de él para zafarse de su abrazo. Con los pies se deshizo de las sábanas. Entonces, sentada sobre la cama fue cuando pudo mirar su rostro, iluminado tenuemente por la escasa luz de la ciudad. Él se movió en ese momento, quizá por la perdida del calor humano, pero no se despertó. La comisura de los labios de Beckett se curvó hasta acabar en una gran sonrisa recordando la noche anterior. Se mordió el labio cuando determinadas imágenes invadieron su mente. “Ya vale –se dijo a sí misma-. Más tarde podré calmar otra cosa…”
Buscó algo que ponerse por encima. Encontró su camisa azul tirada a los pies de la cama. Con una pequeña inhalación aspiró su aroma, para después ponérsela. Los pies la guiaron hasta la cocina sin necesidad de encender ninguna luz. Acabó de abrocharse el último botón y abrió la nevera. El frio del interior la invadió. Agradecida cogió una pequeña botella de agua y se hizo sitio sobre uno de los taburetes.
Una vez que se bebió casi toda la botella, se dio cuenta que no tenía ganas de dormir en absoluto, pero tampoco quería despertarle… “Quizá podría leer algo –pensó-.” Sin más rodeos de cabeza, se dirigió como pudo hacia la gran biblioteca. Sin embargo, cansada ya de aquella oscuridad, encendió la luz del escritorio. El Staircase de la pared cogió color. La estancia se iluminó, revelando la gran cantidad de libros en aquellas estanterías. Paseó entre ellas. Acarició el título de algunos libros. Contó la gran colección de sus obras… Optó por coger un clásico de Shakespeare, “Mucho ruido y pocas nueces”. Se sentó en su silla del escritorio. Sin querer, movió el ratón que estaba conectado a su portátil, abierto. La pantalla se encendió, mostrando un documento de Word en blanco. Se quedó varios segundos mirando a la pantalla, hipnotizada. “¿Qué es lo que habría querido escribir?”. Desechó la idea ladeando ligeramente la cabeza y lo cerró. Sonrió al ver la imagen del escritorio, aunque estaba invadida por cientos de iconos. Y uno llamó su atención.

- Directum… –leyó en un susurro.

La curiosidad comenzó a invadirla. Miró hacia la puerta de la habitación, entreabierta. Hizo el doble click sobre aquel documento y en segundos se abrió. Entrecerró los ojos para leer las primeras líneas…

“Nueva York tenía una estraña manera de despertar y era que nunca despertaba porque la ciudad nunca dormía. Ella acababa de salir a la calle, vestida con un shorts para correr, un top negro y unas zapatillas deportivas…”
“Beckett -Espósito salió del despacho.- Tienes una llamada.”
“- ¿Así te tomas la justicia? ¿Con dinero de por medio? -estaba poniéndose furiosa.- Déjame que le diga una cosa, señor Rodgers…”

- ¿Señor Rodgers? –Beckett pronunció aquellas palabras totalmente confusa.

“¿Qué demonios había escrito Castle sobre ellos? ¿Abogados?” Kate no sabía si reír o sacarle de la cama para que le explicara qué era lo que estaba leyendo. Volvió a mirar a la puerta del dormitorio. Frunció el ceño. Vio que la historia continuaba, por lo que decidió acabar de leerla. Más tarde tendrían una pequeña conversación.

***

- ¿Qué haces despierta?

Beckett levantó la mirada de la pantalla. Castle estaba acercándose a ella, mientras se restregaba los ojos por el sueño y bostezaba. Se había puesto una camiseta y los boxers. Kate estiro los brazos, leyendo a tiempo las últimas líneas de aquella historia.

- No lo sé, dímelo tú… Rodgers –dijo con desdén.

´Él paró en seco. Ella lo amenazaba con la mirada.

- ¿Es esto un juego? –preguntó tras varios segundos de silencio.
- ¿Un juego?
- Sí, ya sabes. Nos hacemos pasar por otros, tonteamos, jugamos…


Volvió a reanudar la marcha, dirigiéndose a ella con una pícara sonrisa en su rostro. Dispuesto a besarla. Lo volvía loco cuando llevaba una de sus camisas.

- No… -dijo con tranquilidad Beckett.

Giró la cara, impidiendo que Castle besara sus labios. Él cerró los ojos ante la negativa de ella. Apoyó sus manos sobre la silla.

- La verdad que no sé qué es lo que es –prosiguió Beckett-. Pero me gustaría saberlo ya que salgo en él.

Kate situó el documento en la primera página. Movió el portátil para que lo viera mejor.

- ¿Te suena?

Subió los pies a la silla. Abrazó sus piernas. Lo miraba seria, interrogante.

- ¿Sabes? Estás muy sexy, pero no me gusta cuando me miras así –dijo antes de mirar lo que ella le indicaba.

Tras varios minutos en los que él parecía absorto leyendo aquello, habló.

- Mmmmm…
- ¿Mmmmm, qué?
- ¿Sabes? Tengo sueño, y ya sabes que cuando tengo sueño…

Evitó mirarla a la vez que cerró de golpe la pantalla del portátil.

- No, no, no Castle. Quiero saber qué es eso.

Beckett lo cogió de la camiseta para evitar que se escapara. Se levantó de su silla y obligó que se sentara en ella ante su negativa. Para evitar que se levantara, optó por sentarse a horcajadas sobre él.

- ¿Es que vas a torturarme, detective?

Acercó su rostro al suyo. Llevó su mirada desde sus ojos hacia sus labios. Castle abrió ligeramente su boca. Ella sabía jugar con él. Demasiado. El aliento de Beckett acarició su oreja.

- Sabes muy bien que soy capaz de muchas cosas… -soltó en un susurro provocador.

Castle no pudo evitar cerrar los ojos. Instintivamente llevó una mano debajo de su camisa, con la intención de acariciar su piel.

- Con calma Rick. Aún tienes algo que contarme –dijo divertida, soltando una pequeña carcajada.

Apartó con agilidad su mano y puso las suyas sobre su pecho. Él suspiro y se rindió. Ella no dejaría de insistir hasta que no se lo contara.

- Es una historia. Sobre nosotros. Como abogados.
- Sé leer.
- ¿Entonces qué quieres saber? Esto ya es bastante embarazoso, Kate.
- Embarazoso es ver que has descrito mis pensamientos… ¿Cuándo empezaste a hacer esto?
- Hace un año, o más, no sé… Un día comencé a imaginarnos así.
- Creo que me acuerdo…
- … y luego otro día me hablaste de lo que era un shipper…
- ¿Qué quieres decir?
- He escrito un fan-fiction.
- ¿Qué? –Beckett se sorprendió.

“¿Richard Castle, el escritor de éxtio, escribiendo un fan-fiction?”

- Ya sabes, una historia sobre una pareja, ¿y sabes qué? Que me arrepiento. Debería haberlo hecho sobre Esposito y Lanie.
- Espera, espera… -se llevó una mano a la boca para evitar reír.
- No tiene gracia –estaba serio.

Castle parecía un niño pequeño, al que le habían descubierto sus revistas porno.

- Me ha gustado –confesó ella segundos más tarde, encogiéndose de hombros.
- ¿De verdad?
- Sí. Me recuerda mucho a nuestra historia, aunque faltan acontecimientos…
- Hay hechos que es mejor no recordar.

Aquello lo dijo con cierta tristeza. Beckett lo notó en su rostro y en su voz. Enredó sus manos con las de él. Puso un beso en ellas.

- ¿Por qué dejaste de escribir? –preguntó con la mirada baja.

La tristeza la había invadido por el comentario anterior. La culpa por haberle hecho pasar todo aquello.

- Porque por primera vez en mi vida, la realidad era mucho, mucho mejor.

Llevó un dedo a su barbilla para que lo mirara. Besó sus labios con delicadeza.

- No te eches la culpa por todo lo que ha pasado, Kate. Es lo que nos ha traído hasta aquí.
- Me gustaría que continuaras escribiéndola.
- ¿Puedo publicarla?
- No.

Beckett se levantó y le tendió la mano.

- ¿Puedo enseñársela a los chicos?
- No.

Andaban hacia la habitación.

- ¿A Lanie?
- No.
- ¿A mi madre?
- Castle… Cállate.

Beckett lo empujó. Castle cayó sobre el colchón. Ella comenzó a desabrocharse los botones de su camisa.

- Kate… -gimió.

Ella ya estaba encima de él. No podía hacer nada. “No creo que deba enterarse sobre que la publiqué en un foro…” Los besos y las caricias cortaron sus pensamientos. Solo había sitio para el ahora.


P.D: Me he creado un twitter para desvariar sobre la serie, ¡no dudéis en seguirme, que yo haré lo mismo! @drabeckett

Creo que no puedo decirte nada nuevo que no te haya dicho ya por privado

Me encanta éste humor y que Castle se comporte a veces como un crío

Pero hay dos cosas que me han matado, lo de Esplani y los últimos diálogos jeje

Ya sabes que tu querida editora estará aquí para cualquier cosa que quieras y que a ver si yo llego a escribir tan bien como tú!

No esperaba un final ya pero he de decirte que FANTAÁSTICO!!!
No podrías haberlo terminado mejor, cuando empecé a leerlo me hice un lio, pensaba que la realidad era que eran abogados, pero en cuanto salió Castle en escena quedó todo claro. Me encanta la idea de que todos los capítulos anteriores formaran parte de un fic que escribió Castle sobre ellos y el hecho de que lo hubiese publicado en un foro sin que Beckett lo supiese jaja Cuando empecé a leer tu fic creía que realmente eran abogados y el hecho de que nosotros solo fueramos participe del fic que Castle estaba escribiendo mientras ellos seguían siendo lo que son, escritor e inspectora me encanta. Esta mezcla de realidad y ficción te quedó genial, solo puedo decirte que has escrito un fic estupendo de principio a fin y que echaré de menos leer capítulos tuyos.

PD: Te sigo en twitter

Una sola palabra: INESPERADO!!!!
Me encanto este final diferente y fuera de lo normal

No sé que me ha sorprendido más, lo diferente que ha sido este fic o lo diferente que ha sido este final, sea como sea, fantástico, entre tu y Beckett_Castle_Alba me habéis alegrado el día!!! Voy a echar de menos esta historia, pero todo lo bueno se acaba, como las vacaciones y nunca mejor dicho

Pues nada, que ha sido genial y espero leerte pronto porque tu imaginación y tu forma de escribir son increíbles! Un beso!!!

Genial historia, genial final =)

Me ha sorprendido el giro de la trama es genial me encanta muy logrado y muy bien escrito.