"Directum" - ¿Qué hubiera pasado si Beckett y Castle hubieran sido abogados? [Capítulo "FINAL", página 17]

Este fic a parte de original es increible, me encanta el juego que se traen igual que en la serie, maravilloso, SIGUEEEEEE

ME GUSTAAAAAAAAAAAaaaaaaaaaaa estoy enamorada de esta fic muy original xDDDDDDDDDD

mil gracias Escritor@ por otro capituloooooooooooooooooooooo

Esta realmente bueno el fic
me encanta el trama, la manera en que lo llevas es estupendo

Ostras!!!! Rogers es Castle!! Jeje menuda sorpresa va a llevar Beckett cuando se entere!!
Me encanta como lo estás llevando!! Es la misma relación que en la primera temporada!!!
Enhorabuena!! Ya veo que le gusta a la gente! Lo ves? Innovador!! Jeje

Me está encantando. La tensión es como... como si estuviese intacta. Y lo de que sea escritor en secreto... ¡¡¡¡SIMPLEMENTE GENIAL!!!

Me tienes enganchada a tu fic, muy del estilo de batman o spiderman con identidades secretas pero manteniendo esa tensión sexual que ha habido entre los dos protagonistas desde el principio de la serie.

Increible, ¿que diría Beckett si supiera que Richard Castle es Rodgers en realidad?

Me encanta

Oh, excelente , espero la continuación con ansias.
Saludos

Nunca lo hubiera imaginado!!! Me encanta!!!

pero q puedo decir q no te hayan dicho ya
simplemente genial ..
coincido con los demas me encanta la tension entre
rogers y beckett es igual q en la serie y lo de el como
escritor en secreto woow realmente me ha sorprendido
y encantado a la vez
espero con ansias el prox capitulo

Siento no poder responder a vuestros comentarios uno a uno agredaciéndoos vuestras palabras, pero MILLONES DE GRACIAS. Me emociona muchísimo que os esté gustando, pero a la vez me aterra no llevar a buen puerto el fic en próximo capítulos Aquí os traigo la continuación, espero no haber bajado el listón. Como siempre, os agradezco muchísimo vuestras opiniones y gracias por leer
También agradacer a LeFleur89, porque suya es la idea de una Alexis algo distinta de lo que estamos acostumbrados y a que mi, personalmente, me encantó su sugerencia. ¡Graciaaaas otra vez Gema!

Capítulo 3


Kate Beckett aún sentía los labios de Rick Rodgers sobre su mano. Un ligero escalofrío recorrió su columna vertebral. Odiaba lo que ese hombre provocaba en ella y la manera en la que la ponía de los nervios. Aún no sabía cómo había accedido a ir esta noche.

- ¿Qué restaurante me ha dicho, señorita? –el taxista la sacó de sus pensamientos.
- The Pierre, al lado de Central Park.

El hombre no tardó en encontrar el sitio y en unos minutos Beckett bajaba del taxi, preparada para encontrarse con su madre para comer. Johanna Beckett la esperaba en una de las mesas del salón del restaurante. Levantó la mano en cuanto vio a su hija.

- No sueles retrasarte –comentó cuando Beckett se sentó en frente de ella, disculpándose por el retraso de unos minutos.
- Algunos apuntes de última hora sobre el juicio.
- Ya sé que habéis ganado. Ha salido en las noticias hace un momento –puso una mano sobre la de su hija.- Enhorabuena Bex.
- Gracias mamá –sonrió y cogió la carta.- ¿Qué has pedido?
- Algo de pasta. Tu padre me ha dicho que siente no poder estar con nosotras, ya sabes, el caso que llevamos nos está volviendo locos…
- ¿El de las drogas? –bajó la carta para mirar a su madre.
- Sí –su expresión cambió a una más alegre.- Pero no estamos aquí para hablar de trabajo, no, no.

Y así pusieron comienzo a una charla más animada sobre las últimas noticias de Nueva York y cotilleos de los habitantes de la isla de Manhattan. Comieron con tranquilidad, hasta que Beckett recibió un mensaje en su móvil. Cerró los ojos brevemente al leerlo.

- ¿Quién es? –preguntó Johanna al ver la reacción de su hija ante el mensaje.
- Rodgers… -respondió de mala gana.
- ¿El guapo abogado con el que te has enfrentado el último mes? –río.- No sé por qué te has comportado así con él. Es un hombre agradable.
- ¿Agradable? Es insoportable, egocéntrico, machista, infantil…
- Y divertido –cortó Johanna.- Conozco a su madre. Coincidí con ella en el teatro un día. Una gran actriz.
- Sí, seguro que Rodgers es el típico hijo mimado.
- No puedes decir eso, no le conoces –miró a su hija detenidamente.- Nunca sueles prejuzgar a la gente, no sé por qué a él sí.
- Mamá, no me ha dejado trabajar tranquilamente este mes. Le conozco –dobló la servilleta perfectamente. Su madre esperaba que continuara.- Es él quien se cree que sabe demasiado, ¿por qué demonios nos envió una máquina de café al despacho?
- No quedó contento cuando vino al buffet. Y tu padre está encantado con esa máquina. Fue todo un detalle. ¿Qué dice el mensaje? –Kate le enseñó la pantalla del móvil.

Antes se me olvidó felicitarte por la victoria. Recuérdamelo esta noche cuando nos veamos. Batman.

- ¿Le odias y quedas esta noche con él? –entrecerró los ojos.
- Vamos todos. Ni en sueños iría con él sola.
- ¿Y Josh? –su madre cambió de tema. Beckett no sabía a qué se refería.- Lleváis juntos desde hace cuatro años. Creí que a estas alturas ya estarías prometida, o con hijos.
- Tengo mucho trabajo mama.
- Me gustaría verte más… relajada. Desde que empezaste no has parado, ¿sabes? Me alegra que salgas esta noche. Podrías aprender de Rodgers.
- Lo que me faltaba –puso los ojos en blanco. Cogió la mano de su madre.- Estoy bien. Te prometo que las cosas van a cambiar, ¿vale?
- ¿Sabías que tiene una hija? –Beckett esperaba cualquier cosa, menos eso.

***

- Señor Rodgers, creo que sabe perfectamente por qué le he llamado.
- Sí… algo sobre Alexis –se removió incómodo en su asiento.

Estaba en el despacho del director del colegio de su hija. Después de salir del tribunal y hablar con Beckett, había recibido la llamada y ahora estaba ahí.

- Estamos preocupados por ella.
- ¿Qué ha hecho exactamente?
- Ha quitado los tornillos a varias sillas de sus compañeros, incluyendo la del profesor. Puede imaginarse las consecuencias.
- Bueno, esta vez no ha sido tan grave –intentó ocultar una sonrisa orgullosa.
- ¿Está sonriendo?
- ¿Yo? No –cogió una pequeña figura del escritorio del director y jugó con ella.- Ya sabe que desde que me divorcié, Alexis lo está pasando bastante mal.
- Usted debería poner orden en casa –la figurita salió volando por el despacho. Rick cerró los ojos ante el ruido del objeto al deshacerse en pedazos contra el suelo.- O al menos intentarlo.
- Le prometo que tendremos una charla –se levantó y le tendió una mano al director.
- Espero que la actitud de su hija cambie –le estrechó la mano.- Le mantendré informado.
- Lo mismo digo –se dirigió a la puerta.- Oh y… siento lo de la… figurita –añadió señalando el destrozo.
- ¿Y bien? ¿Qué te ha dicho ese imbécil? –Alexis estaba fuera, de brazos cruzados, esperándole.
- Oye, yo no te he enseñado a hablar así –la cogió del brazo, para que se levantara y anduviera con él hacia la salida.- Me estoy empezando a preocupar, Alexis.
- No me digas que no te ha gustado mi idea.
- Sí –no pudo evitar sonreír- aunque fue mejor la del gimnasio. Sin embargo –se puso serio- creo que va siendo hora de que te des cuenta que estas empezando a tirar tu futuro por la borda.
- ¿Y tú me lo dices? –Rick la miró, esperando una explicación.- Sé que has perdido el caso y –se acercó a él más, evitando así poder ser oídos.- no has escrito nada en meses.
- Suenas a tu abuela –paró frente a ella.- Haremos un trato. Yo escribo y gano el siguiente caso, y tú mejoras las notas.
- Trato hecho –y estrecharon la mano, sellando el pacto.

***

Quedaba una hora para salir hacia el club y Beckett aún no encontraba qué ponerse. Aún seguía con una toalla enredada a su cuerpo. Gimió, desesperada por no encontrar nada.

- ¿Aún sigues así? –Lanie se asomó por la puerta de la habitación.- Llevas media hora buscando un vestido.

Entró, dejando ver el ceñido vestido morado que llevaba y que le sentaba como un guante. Se sentó en el borde de la cama de matrimonio.
Beckett había invitado a Lanie y Espo a su casa para cenar algo antes de salir y celebrar la victoria en la intimidad. Josh no había podido acompañarlas porque le había surgido una cirugía de urgencia. En cierto modo se alegraba, no quería que hablaran de Rodgers con él delante, la hacía sentir incómoda y no entendía por qué.

- No encuentro el vestido adecuado…
- ¿Adecuado para volver loco a Richard?
- ¿De qué hablas? –se giró hacia ella, dejando de remover la ropa del armario.
- Venga nena, entre vosotros hay una tensión sexual increíble. Puede que tú no lo veas, pero yo sí que lo veo, ¿quieres hablar de ello?
- No hay nada que hablar –volvió a darle la espalda.
- Como quieras…
- Lo encontré –sonrió orgullosa. Lanie le dio el visto bueno con un ligero movimiento de cabeza.
- Totalmente loco –murmuró desinteresadamente.

***

- ¿Vas a salir?
- Solo a tomar algo con el equipo.

Richard barajaba ponerse una de las dos corbatas que sostenía en las manos frente al espejo de su habitación. Su madre se acercó por detrás.

- Si solo vas a tomar algo, mejor sin corbata.
- Gracias madre –le dio un beso en la mejilla. Rodgers llevaba una camisa roja, americana negra y pantalones vaqueros oscuros, terminando con unos zapatos negros con una ligera puntera.
- ¿Sabes que Alexis se ha ido hoy otra vez, no?
- No sé qué voy a hacer con ella –su rostro mostraba preocupación.
- Hablaré con ella.
- ¿Sabes? Eso no me tranquiliza.
- Es tal y como tú eras de joven…
- Lo sé –se movió por el cuarto hasta encontrar el bote de colonia y echarse un poco.
- ¿Y tú cuándo vas a rehacer tu vida? El otro día conocí a una chica…

Su madre estaba empeñada en ejercer de Celestina. Desde que se había divorciado de Meredith, no dejaba de buscar una futura candidata. Estaba cansada de sus fugaces aventuras con rubias.

- Aunque la abogada esa de la tele… ¿No le has pedido salir ya?
- Tiene novio.
- ¿Y desde cuándo eso ha sido un problema para ti?
- Es distinta.
- Justo lo que te hace falta. Y es preciosa –hubo un breve silencio. Rick guardó el ordenador con el que había estado escribiendo toda la tarde.- Me pregunto si no será con ella con la que has quedado.
- Está ella, sí, pero también están el resto –le dio un beso a su madre, a modo de despedida. Ella le siguió hasta la puerta de salida.
- Mira a ver si hay algún hombre para mí en esa fiesta.
- ¿Si lo busco te irás de mi casa?
- Richard, a veces me pregunto si hice bien en no darte en adopción.
- Yo también te quiero madre.

***

El club Salgamundi estaba a rebosar. Había una larga cola para entrar y entre esa multitud, se encontraban Ryan, Jenny, Esposito, Lanie y Beckett. La noche del viernes en NY estaba calmada.

- Rick no tardará en llegar –dijo Ryan, excusando a su jefe.

El rugir de un coche hizo que voltearan la cabeza en la dirección donde provenía el sonido. Y allí, frente al club, paró un Ferrari descapotable rojo con Richard Rodgers como conductor. Toda la gente de la cola se quedó mirándolo embobados.

- No me digas que tienes un Ferrari, tío –fue lo primero que dijo Esposito nada más llegar Rodgers hacia ellos.
- Me lo ha prestado un viejo amigo –miró a las abogadas.- Señoritas, están preciosas –halagó con una atractiva sonrisa en su rostro.

***

- ¿Sabes? Me hubiera sentido halagada por el piropo si cuando dijo “preciosas” no hubiera estado comiéndote a ti con la mirada –susurró Lanie a su amiga Kate.

Beckett llevaba un vestido negro con un gran escote en pico. La tela se ceñía perfectamente a su delgado y atractivo cuerpo. Sabía que estaba increíble y las miradas de los hombres, incluso de mujeres de aquel lugar no decían lo contrario.
Acababan de entrar cuando Rodgers les dijo que tenía una zona Vip reservada para ellos en una de las terrazas al aire libre que se encontraban en la azotea del edificio. Todos se habían mostrado encantados con aquel detalle del guapo abogado, pero Kate no pudo pensar que aquel hombre le encantaba sentirse el centro de atención.

- Tomy –Rodgers llamó a uno de los camareros una vez que estuvieron sentados en los tres cómodos sofás, dispuestos en círculo y con una pequeña mesa de cristal en el centro - Tráeles a estos chicos uno de tus mejores cócteles.
- Eso está hecho Rick –el camarero se colocó detrás de la barra y comenzó a hacer maravillas con los licores.
- Nunca había venido aquí. Es increíble –Jenny se abrazó a Ryan. Ambos compartían un sofá. Lanie y Espo otro y Rodgers y Beckett igual.
- Siempre que queráis venir, solo tenéis que llamarme –miró a Kate.- Eso también va por ti.
- Yo también tengo mis lugares para salir, ¿sabes?
- Qué sorpresa… No sabía que salías a divertirte a menudo, soltabas tu melena al viento…

Beckett se mordió el labio. Rodgers la estaba desafiando y ella no sabía qué contestarle. Pero no hizo falta porque Tomy, el camarero, volvió con seis vistosos cócteles para ellos.
El grupo comenzó una animada conversación sobre anécdotas de algunos de los juicios a los que se habían enfrentado. Beckett tuvo que admitir para sí que Rodgers era un gran orador y sí, era divertido y ella comenzaba a relajarse. De vez en cuando, notaba alguna mirada por el rabillo del ojo de Lanie, o la mirada atenta de Rick cuando ella hablaba, junto con la del resto. Nunca había sido consciente de la cantidad de veces que podías rozar tu mano con la de otro. Eso o que la mano de Rick era todo un imán.
La terraza comenzaba a llenarse y la música se hacía más potente por los altavoces.

- ¿Quién se anima a bailar? –Lanie se levantó, con ganas de marcha. Y para que Kate no se escapara, la cogió de la mano, obligando a que se levantara y la acompañara a la pista de baile. El resto del grupo las siguió.

Las tres mujeres comenzaron a mover su cuerpo. El alcohol había ayudado a que se desinhibieran un poco. Beckett miró hacia atrás y se encontró que Rodgers, con una ceja ligeramente levantada y la cabeza inclinada a un lado estaba mirándola el culo. Él se dio cuenta que había sido pillado y sorprendentemente, la miró a los ojos y desvió la vista hacia Espo, diciéndole algo. Beckett frunció el ceño, pero rápidamente volvió a seguir el ritmo a sus amigas, perdiéndose entre la multitud.
Las chicas se divirtieron con algunos pasos de baile y los chicos las imitaban divertidos. Beckett sintió la garganta seca y se dirigió a la barra en busca de un vaso de agua.

- ¿Ya te has cansado? –Rick se puso a su lado en la barra. La había seguido, y por una extraña razón, Beckett sonrió.
- Solo sedienta –acarició la solapa de la americana de Rodgers. Él se sorprendió por el gesto.- Y quizás algo más… -susurró, acercando su cara a la suya.
- ¿Sí? –apenas le salía la voz pero sonreía como un tonto.
- Ni lo sueñes –y le empujó, riéndose.- Dios Rick, qué fácil eres.
- Creo que yo también tomaré un vaso de agua –estaba serio. Aquella mujer le había engañado completamente. Sacó el móvil y vio que tenía un mensaje.
- ¿Estás bien?
- Es de mi madre. Alexis, mi hija, acaba de volver a casa… Y solo tiene quince años –sonó disgustado y preocupado.
- No sabía que tenías una hija –mintió.
- Me conoces muy poco, Kate –se bebió de un trago el vaso de agua.- Muy poco.
Beckett no sabía qué interpretar de esa última frase.
- Será mejor que me vaya –miró el reloj.- Mañana tenemos que ultimar unos papeles.
- ¿Un sábado?
- El deber nunca descansa –se encogió de hombros.
- Te acompaño, yo también tengo que irme. Alexis, ya sabes.
- Está bien.

Se despidieron de sus amigos y en poco tiempo estaban en el Ferrari, camino del edificio de apartamentos de Beckett. Rick la miraba por el rabillo del ojo. Aquel último mes se había divertido y mucho. Incomprensiblemente, sintió una pequeña punzada en el pecho al realizar que no volvería a trabajar contra ella.

- Ya hemos llegado –bajó del coche antes de que ella pudiera incluso abrir la puerta, algo que hizo él por ella.
- Qué caballero –le tendió la mano para ayudar a que saliera.- Bueno… -ya estaban de pie, uno frente al otro.- Creo que aquí nuestros caminos se separan.
- No tiene por qué. Podríamos ir a cenar algún día, o tomar un helado.
- ¿Pretendes que sea una de tus conquistas?
- O yo una de las tuyas –sonrió.- O simplemente amigos… -añadió antes de que pudiera contestar un no.
- Será mejor que no. Buena suerte en tu próximo juicio, Rodgers –sonrió de medio lado, dispuesta a irse.
- Oh, espera –Rick cogió algo del coche.- Es un pequeño regalo, como felicitación por haberme ganado en el caso.- Sostenía una pequeña caja rectangular.
- Vaya… Gracias. Es un gesto muy bonito Rick.
- Hasta pronto, Kate –para sorpresa de ella, se inclinó para darle un suave beso en la mejilla.

Y se fue con una sonrisa en el rostro, dejando a una Katherine Beckett algo perdida después de aquel gesto. Mientras subía por el ascensor, abrió la caja y se sorprendió al ver un libro de Richard Castle, el primero para ser exactos. Pasó la tapa y abrió la boca al ver, nada más ni nada menos, que una dedicatoria del mismísimo Castle.

Kate, podemos elegir el principio y el final de nuestros actos, pero muchas veces nos equivocamos al ponerles final a aquellos que nos asustan.
Rick Castle

Beckett se pasó toda la noche pensando en cómo diablos habría conseguido Rodgers aquel libro, y qué querría decir aquella dedicatoria de su escritor preferido. Lo que no sabía, era que su camino volvería a encontrarse con quien quería evitar.

P.D: Qué os ha parecido? Demasiado largo? Me he enrollado demasiado?

Es perfecto Se me hizo hasta corto de lo entretenido que es tu fic, me encanta, la escena del club entre Beckett y Rodgers es estupenda, además me dejas muy intrigada, ¿cómo se volverán a encontrar estos dos?

Continualo!!

Perfecto!!

me ha encantadoooooooooooooo

se me hizo corto, espero el siguiente con impaciencia

Es muy bueno! Me gusta demasiado esta historia, por lo tanto, nunca se me harán cortos los capítulos...
La faceta rebelde de Alexis genial!

me ha encantado tu capitulo oleeeeeeeeeeee y oleeeeeeeeee gracias por continuar


Josh tiene que irse lejos que me cae muy mal

Sube el proximo pronto por faaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

demasiado largo?? estoy ansiosa por leer el siguiente capítulo! no me imaginaba a alexis así pero es un cambio agradable!! (ya basta de tanta niña perfecta.. xD)
pufff me encanta tu fic, en serio, es genial!

Me encanto! haha esperaba que pasara algo entre
ellos el club xD
aun asi.esta perfecto... tu manera de escribir es increible
continua pronto

Quiero muchísimos capítulos más.

a mi me ha encantado, y de longitud es perfecto, siguelo por favor!!!!

Largo!? Para nada!! Me encanta!! Ains si es que es la misma tensión no resulta que en la serie!! Jeje
Y me encanta Alexis así!! Fijo que Castle era así cuando tenía su edad jeje

Aims me da penita del pobre Josh! No podríamos buscarle una sustituta? Me ofrezco voluntaria!! Jeje

Magnífico el fic Gabi!!

super hiper mega perfectoooooo!!!! me encantaaaa !! espero que continues muy pronto porque lo haces de maravilla!!!

Me encanta, me encanta, me encanta....!!!!! la idea es super original!!! en serio, escribes muy bien!! estoy deseando que subas otro capitulo, porfavor sube otro capitulo pronto!!!! creo que no podre esperar!!

quiero el siguiente YA!!!!!! por favor

Original, bien redactado, divertido, interesante... En resumen si es que lo tiene todo ¡es buenisimo! TU eres buenisima tu primero me encanto pero es que este es el siguiente nivel, entras por la puerta grande. Maravilloso, Maravilloso como diria el Señor Burns pues tu igual, tu maravillosa
Por favor danos mucho más de este fic hasta la llegada de Septiembre porque así dara gusto pasar el verano. SIGUEEE