Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Primero algo puedo decirte que fantástico el capítulo 3 y 4 de artillería pesada, me parece una historia estupenda, divertida, llena de momentos hot, me han encantado, y me gusto mucho el motivo por el que Beckett estaba rara.
Segundo, tu historia de cena para cuatro ha empezado divinamente. Me gustan esos nervios de Castle, parece todo un novato, eso de que sea diferente en el caso de Kate es muy bonito, significa que ella es especial para él. Me encanta, espero que lo continues en cuanto puedas
Segundo, tu historia de cena para cuatro ha empezado divinamente. Me gustan esos nervios de Castle, parece todo un novato, eso de que sea diferente en el caso de Kate es muy bonito, significa que ella es especial para él. Me encanta, espero que lo continues en cuanto puedas
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me hice adicta dectu fic TE FELICITO, escribes INCREIBLE!!!!!
No puedo esperar por mas capitulos, gracias por compartirlos!!!!
sigue cuando puedas
No puedo esperar por mas capitulos, gracias por compartirlos!!!!
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silvanalino- Escritor - Policia
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Escena 14: Un simple despertar
Aquí les dejo uno cortito para aquietar las aguas, jeje.
El segundo capítulo de la cena va en proceso pero todavía no lo terminé. A partir de mañana calculo que podré volver a mi ritmo diario. Saludos a todos.
El segundo capítulo de la cena va en proceso pero todavía no lo terminé. A partir de mañana calculo que podré volver a mi ritmo diario. Saludos a todos.
UN SIMPLE DESPERTAR
Kate sintió que estaba sola en la cama, abrió los ojos y lo confirmó, Castle no estaba con ella. Tanteó lo primero que encontró, una camisa de él, se la puso y se levantó de la cama. Se asomó por la puerta del estudio y lo vio preparando el desayuno y hablando con Alexis. Sabía que no podía salir así vestida por lo que decidió meterse en el baño y prepararse para irse, después de todo, tenía cosas que hacer.
Se dedicó primero a arreglarse el pelo y luego empezó a maquillarse aunque no mucho porque después iría a su casa a ducharse y cambiarse de ropa.
Mientras lo hacía, Castle entró con una bandeja a la habitación. Cuando no la vio, dejó la bandeja arriba de la cama y fue al baño. Tocó y se asomó. Se llevó una grata sorpresa cuando la vio vestida con su camisa. ‘No hay nada más sexy que ver a la mujer que amas vestida con tu camisa’, pensó. Se acercó por detrás y apoyó la cabeza en su hombro. Cuando vio el reflejo en el espejo se dio cuenta de que tenía los botones torcidos.
- Me fascina que uses mi camisa pero te pusiste mal los botones.
- Me la puse medio dormida. – dijo dejando de maquillarse para mirarse y mirar su reflejo en el espejo.
- Tiene solución. – muy lentamente, le desabrochó uno a uno los botones mientras que con los dedos le rozaba el cuerpo acariciándola. Ella no dijo nada, solo le mantuvo la mirada. La tensión se sentía en el aire. – Voy por el último. – advirtió bajando las manos. Kate apenas respiraba. Si bien apenas la tocaba, la tentación era muy grande y él también lo sabía. – Bien, ahora vamos a ponerla como se debe. – le enderezó la camisa y empezó a abrocharle bien los botones. A propósito, mantenía la camisa lejos del cuerpo de ella para poder mirarla. – Debo decir que desde aquí tengo una muy buena vista. – Kate giró la cabeza he hizo como si quisiera morderle la nariz.
- Más vale que te cuides. Termina de una vez que quiero maquillarme. – le advirtió. Castle abrochó el último. Tenía una sonrisa de oreja a oreja.
- Listo. Traje el desayuno, apúrate. – le pegó una palmada en el trasero, sorprendiéndola, y se dirigió a la bandeja para acomodar todo.
Se dedicó primero a arreglarse el pelo y luego empezó a maquillarse aunque no mucho porque después iría a su casa a ducharse y cambiarse de ropa.
Mientras lo hacía, Castle entró con una bandeja a la habitación. Cuando no la vio, dejó la bandeja arriba de la cama y fue al baño. Tocó y se asomó. Se llevó una grata sorpresa cuando la vio vestida con su camisa. ‘No hay nada más sexy que ver a la mujer que amas vestida con tu camisa’, pensó. Se acercó por detrás y apoyó la cabeza en su hombro. Cuando vio el reflejo en el espejo se dio cuenta de que tenía los botones torcidos.
- Me fascina que uses mi camisa pero te pusiste mal los botones.
- Me la puse medio dormida. – dijo dejando de maquillarse para mirarse y mirar su reflejo en el espejo.
- Tiene solución. – muy lentamente, le desabrochó uno a uno los botones mientras que con los dedos le rozaba el cuerpo acariciándola. Ella no dijo nada, solo le mantuvo la mirada. La tensión se sentía en el aire. – Voy por el último. – advirtió bajando las manos. Kate apenas respiraba. Si bien apenas la tocaba, la tentación era muy grande y él también lo sabía. – Bien, ahora vamos a ponerla como se debe. – le enderezó la camisa y empezó a abrocharle bien los botones. A propósito, mantenía la camisa lejos del cuerpo de ella para poder mirarla. – Debo decir que desde aquí tengo una muy buena vista. – Kate giró la cabeza he hizo como si quisiera morderle la nariz.
- Más vale que te cuides. Termina de una vez que quiero maquillarme. – le advirtió. Castle abrochó el último. Tenía una sonrisa de oreja a oreja.
- Listo. Traje el desayuno, apúrate. – le pegó una palmada en el trasero, sorprendiéndola, y se dirigió a la bandeja para acomodar todo.
Última edición por nato_kine el Mar Oct 23, 2012 5:34 pm, editado 3 veces
nato_kine- Policia de homicidios
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Edad : 39
Localización : Argentina
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Preciospoooooo sigueee
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Precioso!!!
Despertares asi son el paraiso
Despertares asi son el paraiso
silvanalino- Escritor - Policia
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Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Para ser un "simple" despertar ME HA ENCANTADO espero que nos traigas pronto, la segunda parte de "cena para cuatro".
Continua pronto...
Continua pronto...
Invitado- Invitado
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Bendita imaginación la tuya. Sigue imaginando y compartiendo. Gracias.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Que maravilla de despertar, un despertar así no tiene precio jaja Es estupendo
Escena 13: Cena para cuatro_Parte 2
Finalmente, luego de unos días complicados, he aquí el capi final de Cena para cuatro.
Previamente::
- ¿Les parece si nos sentamos? Ya todo está listo.
- Antes necesitaría hablar algo contigo Rick, a solas. – le dijo Jim seriamente. Castle sintió un repentino escalofrío atravesar su espalda y apretó la mano de Kate que todavía sostenía.
Comentarios de la autora:
- Espero que haya merecido la pena la espera.
- Realmente me costó pensar los diálogos teniendo en cuenta la personalidad de los personajes, sin perder el toque de humor que seguro tendrá esta escena en la serie, y buscar temas que conociera y que no tuviera que ponerme a inventar cosas que en realidad no conozco. No me parecía creíble ponerme a inventarle un pasado a Kate así que solo hice alusiones vagas al tema.
- Fue difícil plantear el personaje de Jim porque solo ha aparecido 3 o 4 veces en total y nunca en situaciones tranquilas así que tenía que pensar bien sobre como mostrarlo. Espero haberlo planteado correctamente.
- Para aquellos que hayan visto la escena eliminada del capítulo 3x13, donde muestran una variación de la presentación de Jim con Castle, podrán ver que metí parte de ese diálogo modificado porque realmente me gustó.
- GRACIAS POR SEGUIR LEYENDO. HASTA MAÑANA.
LES DESEO UN FELIZ DÍA DE LA PRIMAVERA PARA AQUELLOS QUE VIVEN EN EL HEMISFERIO SUR Y UN BUEN COMIENZO DEL OTOÑO PARA LOS DEL HEMISFERIO NORTE.
CENA PARA CUATRO
Previamente::
- ¿Les parece si nos sentamos? Ya todo está listo.
- Antes necesitaría hablar algo contigo Rick, a solas. – le dijo Jim seriamente. Castle sintió un repentino escalofrío atravesar su espalda y apretó la mano de Kate que todavía sostenía.
PARTE 2: EL MOMENTO DE LA VERDAD
Kate y Castle se miraron un segundo y luego él le soltó y se dirigió hacia Jim un poco dubitativo.
- Eh… si, por supuesto, vayamos a mi estudio. – le dijo señalándole con el brazo el lugar.
- Kate… - la llamó Marta para captar su atención que hasta ese momento todavía seguía viendo como Castle entraba al estudio. - ¿Qué te parece si me ayudas a servir los platos? – le propuso tomándola del brazo. Kate volvió la vista hacia la puerta del estudio, que ahora estaba cerrada, para luego mirar a Marta. Le sonrió y asintió. - ¡Grandioso! – exclamó efusivamente. – Y mientras, quiero que me cuentes qué tan nervioso estaba Richard con esto. – Kate se rio y empezó a contarle mientras caminaban hacia la cocina.
Mientras, en el estudio, Castle entró después de Jim y cerró la puerta, respiró hondo y se dio vuelta. Jim estaba inspeccionando con la vista el lugar y luego fijó su atención en un portarretratos que estaba sobre el escritorio. Lo levantó y vio una foto donde se la veía a Kate, mirando a la cámara sonriente, con Castle abrazándola y besándole el cuello. Jim sonrió y levantó la vista para mirarlo mientras daba vuelta el portarretratos en dirección a Castle.
- Si quiere saber si mis intenciones con su hija son serias— - empezó Castle, hablando rápido pero Jim lo interrumpió.
- Tranquilo Rick, respira, no voy a hacerte nada. Sé perfectamente que quieres a Katie. No es por eso que quería hablar contigo. – Castle, que hasta el momento contenía la respiración, soltó un suspiro, aliviado, aunque extrañado… ‘¿De qué querría hablarle?’
- En ese caso, usted dirá. - dijo.
- ¿Quiero saber como está? – le preguntó señalando a Kate en la foto.
- ¿No es algo que debería preguntarle a ella? – le dijo. Jim asintió mientras volvía a mirar la foto.
- Sabes, antes de que su madre muriera, Katie era un libro abierto para mí, podía saber que le pasaba con tan solo verla, pero después… - hizo una pausa y suspiró. Dejó el portarretratos en su lugar y miró a Castle. – Le pregunté, pero sé que no me cuenta todo, solo me dijo que estaba muy feliz por la relación que están empezando, y básicamente, de nada más.
- ¿Qué es lo que le preocupa exactamente? – quiso saber.
- Su madre… no me ha querido contar mucho sobre el tema pero sé que han estado avanzando en el caso. Quiero saber como lo está tomando. – Castle asintió lentamente mientras meditaba la respuesta.
- A decir verdad, en este último tiempo, bastante mejor que antes. Se dio cuenta de que tiene que tener la cabeza fría y sabe que tiene no solo mi apoyo, sino el de sus compañeros. Estamos investigando a fondo, no queremos dejar cabos sueltos, para poder atrapar a todos los responsables. Aparte, todavía sigue yendo a terapia así que eso también le ayuda mucho. – Jim escuchó atentamente y cuándo Castle terminó, se quedaron ambos en silencio. Finalmente, Jim asintió aliviado.
- Me quedo tranquilo… pero si notas algún cambio, me gustaría saberlo.
- No se preocupe. – le aseguró.
- Bien. Será mejor que salgamos o Katie pensará que te estoy torturando. – Castle soltó una risa nerviosa.
- ¿Quién podría pensar eso? – le dijo mientras se dirigía a la puerta. Jim le sonrió y lo siguió.
Castle esperó a que lo alcanzara y abrió la puerta, donde se encontraron con Kate, que tenía toda la impronta de haber estado intentando escuchar detrás de la puerta.
- Eh… - carraspeó. - ¿Todo bien? Justo venía a buscar— ¿De qué hablaban? – preguntó finalmente, como algo casual. Castle y Jim se miraron.
- Le estaba diciendo a Rick que me en mi época, todos me consideraban lento por haber tardado tres años en darme cuenta de que estaba enamorado de tu madre, pero ustedes nos ganaron. – Ambos miraron sorprendidos a Jim y luego se miraron entre ellos con una sonrisa.
- A fuego lento. – le dijo Castle a ella. Kate agrandó la sonrisa y se mordió el labio.
- A fuego lento… – repitió ella.
- Demasiado, diría yo. – dijo Marta atrás de ellos. Todos la miraron y luego se rieron. – Ya está todo listo. – avisó señalando la mesa. - ¿Comemos?
Todos asintieron y empezaron a caminar hacia la mesa. Marta iba seguida por Jim, luego Kate y por último Castle, que le seguía de cerca.
- Yo también estoy feliz por lo nuestro. – le susurró Castle mientras pasaba rápidamente por su lado para llegar a Marta. Kate se detuvo unos segundos pensando de qué habrían conversado él y su padre. Mientras, Castle hablaba con su madre y le indicaba los lugares en dónde sentarse. Cuando Kate llegó a la mesa, él se puso detrás suyo y le acomodó la silla.
- ¿Qué te contó mi padre? – le susurró mientras le corría la silla. Castle se agachó para ponerse cerca de su oído.
- Te mueres por saberlo, ¿no? – le contestó con una gran sonrisa. Kate le echó una mirada fulminante. – Tendrás que hacer mérito para saberlo. – le besó en la mejilla y antes de que pudiera decirle algo, se incorporó y se sentó en la mesa.
Estaban dispuestos Castle y su madre de un lado y Kate con su padre del otro. Kate y Castle estaban uno frente al otro. No era algo al azar, habían planeado todo con antelación para mantener a sus padres a raya.
Primero hicieron un brindis por el encuentro y luego comenzaron con la comida. Al principio, ninguno habló puesto a que todos tenían hambre.
- Debo felicitarte Rick, la comida está deliciosa. – le dijo Jim luego de unos minutos.
- Es cierto. – coincidió Marta. – Me pregunto porque no te convertiste en chef.
- Porque me gusta escribir. – aclaró Castle.
- Hubieses sido tan buen cocinero… Podrías haber tenido tu propio restaurante. – siguió Marta casi como si no lo hubiese oído.
- Así me va muy bien, cocinar solo es un pasatiempo.
- Tonterías. Es solo que eres muy vago para seguir horarios. – dijo Marta.
- Te recuerdo… que vives en esta casa gracias a lo que gano escribiendo.
- No me vengas con eso, que buena falta te hace. Que sería de la pobre Alexis si no tuviera un adulto en la casa. – Kate casi se atraganta con la comida intentando no reírse y Jim los miraba divertido.
- ¡Madre! Sabes que estoy aquí, ¿cierto? – Castle miró a su madre con mala cara y luego a Kate, que se tapaba la boca con la mano para no reírse, en busca de ayuda. Kate carraspeó y cambió de tema.
- Castle, no me dijiste que mi papá ya conocía a tu madre. – le dijo en tono acusador. Él hizo memoria y entonces recordó.
- ¡Oh, si! Es cierto, lo siento. Es solo que toda esa situación me superó, yo estaba muy alterado. Y también conoció a mi hija Alexis, ¿no es así?- le preguntó él a Jim.
- Así es, aunque solo cruzamos un saludo, todos estábamos muy alterados ese día. – hizo una pausa. - A propósito, ¿no venía a la cena?
- Me olvidé de decirte, papá. Tenía que estudiar para un examen. – le dijo Kate a su padre.
- En ese caso, tendrías que enseñarle como aprobar un examen estudiando el día anterior. – bromeó Jim.
- ¿Así que el día anterior? – dijo Castle intrigado. – La tenía más como una chica muy responsable. – acotó sonriendo.
- ¿Katie? ¡No!—
- Papá, no hace falta que alimentes a los animales. – le advirtió.
- ¿Qué? No… ¿por qué? – preguntó Castle. – ¿Acaso tienes algo que esconder? – la retó.
- ¿Yo? ¡Por supuesto que no! – dijo levantando la voz exageradamente. ‘¡Oh, si!’, pensó Castle, ‘esconde algo y tarde o temprano lo averiguaré’. Jim abrió la boca para hablar y entonces… – ¿Alguien quiere más ensalada? – preguntó ella cambiando de tema. Todos negaron y siguieron comiendo.
- Dime Rick, ¿cómo está tomando Alexis su relación? – dijo Jim rompiendo el silencio. Castle y Kate se miraron.
- Bueno… al principio le costó un poco aceptar que lo nuestro iba en serio, no se lo esperaba.
- Para el caso, creo que ni nosotros nos lo esperábamos. – aclaró Kate.
- Es algo normal, muchacho, con tus antecedentes… - dijo Marta.
- Madre, no me estás ayudando. – la reprendió. – Como sea… luego de algunas conversaciones y teniendo en cuenta que siempre ha admirado a Kate… Actualmente lo está tomando bastante bien, aunque eso no quita que a veces me reclame algo de atención.
- Es algo común teniendo en cuenta que es hija única. – dijo Jim. – Te lo digo por experiencia. – aclaró señalando a Kate sutilmente con la cabeza a lo que Castle le contestó con una sonrisa.
- Me gustaría saber más de esa experien—
- Castle, no presiones. – le advirtió Kate y Castle agrandó la sonrisa, le divertía mucho provocarla. – Alexis también habló conmigo. – dijo siguiendo con el tema. – Vino a verme hace unas semanas, básicamente para preguntarme cuales eran mis intenciones contigo.
- ¿Alexis te fue a ver? ¿Y qué le dijiste?
- Nada nuevo, que lo mío era en serio, que te amo, y que quiero lo mejor para nosotros. – Kate estiró su brazo por arriba de la mesa y enredó sus dedos con los de él. Castle le levantó la mano y le besó el dorso, a lo que ella sonrió.
- ¿Hace unas semanas dijiste? – preguntó pensativo, y Kate asintió. – Y yo que pensé que su cambio de actitud había sido por mi pero parece que fue por ti. – dijo un poco desilusionado.
La comida siguió y continuaron hablando de temas triviales, del estudio de teatro de Marta, de cómo estaba las cosas en la comisaría, de cómo iba el libro de Castle. Después Jim quiso saber qué lo había impulsado a escribir sobre homicidios, cosa que Kate también había querido saber desde hacía mucho, y cuando estaba por empezar a contarlo Marta lo cortó empezando a relatar su propia versión de la historia. Cuando se quisieron dar cuenta, Jim y Marta, hablaban de la infancia de sus hijos.
Kate y Castle se miraban, tenían que buscar la forma de pararlos, ¿pero cómo? Castle le hizo señas con la cabeza en dirección a la cocina y Kate asintió. Ambos se pararon y se juntaron a lado de la heladera.
- Si siguen así van a empezar a mostrar fotos. – le dijo Castle preocupado.
- Tenemos que distraerlos con algo… - miraron a su alrededor y entonces se les ocurrió la misma idea. Cada uno agarró una puerta de la heladera y la abrió.
- ¡El postre! – exclamaron en un susurro, al mismo tiempo. Cruzaron una mirada y se sonrieron. Castle miró en dirección a la mesa, ninguno de los dos parecía estar prestándoles atención, así que volvió a mirar a Kate y se acercó para darle un beso, no largo, pero dulce. Kate imitó el gesto y le devolvió el beso.
- Prepara el postre para servirlo y yo levanto los platos, ¿te parece? – le preguntó Kate. Castle asintió así que ella se dirigió a la mesa. - ¿Qué les parece si comemos el postre? – preguntó haciendo que tanto Jim como Marta se callaran y la miraran. ‘Parece que resultaba’, pensó. Ambos asintieron y se levantaron. Marta fue a ayudar a su hijo con el postre mientras Jim ayudaba a su hija con la mesa. Cuando todo estuvo listo, volvieron a sentarse y Castle sirvió postre para todos.
Una vez que terminaron de comer, Kate se ofreció a lavar todo y aunque Castle inicialmente no quería, ella insistió en que era lo justo porque él había cocinado.
Mientras, Marta le ofreció un café a Jim en la sala, lo que él aceptó encantado, y una vez lejos del oído de sus hijos, se pusieron a conversar sobre lo que pensaban de la relación de ambos.
Kate empezó a lavar y Castle se dedicó a terminar de limpiar la mesa y las cosas que todavía quedaban arriba de ella. Cuando terminó, Kate todavía seguía lavando así que se puso detrás de ella y le rodeó la cintura con los brazos, hundió la cabeza en su pelo y se deleitó con su aroma para luego apoyar la cabeza en su hombro.
- Creo que todo ha salido bien después de todo. – le dijo suavemente al oído. Kate apoyó su cabeza contra la de él, mientras seguía con lo suyo.
- Creo que si. – le contestó. - ¿Vas a contarme qué quería mi padre? – le preguntó disimulando la curiosidad.
- No te lo mereces… - le dijo serio. Kate dejó de lavar y lo miró. – Tal vez, si me cuentas una anécdota de tu pasado lo podría pensar… y no vale mentir ni inventar. – aclaró finalmente, por las dudas. Kate lo miró con los ojos entornados y luego siguió lavando.
- Déjamelo pensar. – le dijo.
- ¿Después te vas con tu padre o te quedas a hacerme compañía? – le preguntó acariciándole delicadamente el estómago.
- No te lo mereces… - le dijo imitándole. Castle levantó la cabeza de su hombro. – Tal vez, si me cuentas lo que te dijo mi padre, podría pensar en quedarme. – dijo ella. Castle rezongó y volvió a apoyar la cabeza en su hombro. ‘Derrotado en su propio juego’, pensó.
Kate y Castle se miraron un segundo y luego él le soltó y se dirigió hacia Jim un poco dubitativo.
- Eh… si, por supuesto, vayamos a mi estudio. – le dijo señalándole con el brazo el lugar.
- Kate… - la llamó Marta para captar su atención que hasta ese momento todavía seguía viendo como Castle entraba al estudio. - ¿Qué te parece si me ayudas a servir los platos? – le propuso tomándola del brazo. Kate volvió la vista hacia la puerta del estudio, que ahora estaba cerrada, para luego mirar a Marta. Le sonrió y asintió. - ¡Grandioso! – exclamó efusivamente. – Y mientras, quiero que me cuentes qué tan nervioso estaba Richard con esto. – Kate se rio y empezó a contarle mientras caminaban hacia la cocina.
Mientras, en el estudio, Castle entró después de Jim y cerró la puerta, respiró hondo y se dio vuelta. Jim estaba inspeccionando con la vista el lugar y luego fijó su atención en un portarretratos que estaba sobre el escritorio. Lo levantó y vio una foto donde se la veía a Kate, mirando a la cámara sonriente, con Castle abrazándola y besándole el cuello. Jim sonrió y levantó la vista para mirarlo mientras daba vuelta el portarretratos en dirección a Castle.
- Si quiere saber si mis intenciones con su hija son serias— - empezó Castle, hablando rápido pero Jim lo interrumpió.
- Tranquilo Rick, respira, no voy a hacerte nada. Sé perfectamente que quieres a Katie. No es por eso que quería hablar contigo. – Castle, que hasta el momento contenía la respiración, soltó un suspiro, aliviado, aunque extrañado… ‘¿De qué querría hablarle?’
- En ese caso, usted dirá. - dijo.
- ¿Quiero saber como está? – le preguntó señalando a Kate en la foto.
- ¿No es algo que debería preguntarle a ella? – le dijo. Jim asintió mientras volvía a mirar la foto.
- Sabes, antes de que su madre muriera, Katie era un libro abierto para mí, podía saber que le pasaba con tan solo verla, pero después… - hizo una pausa y suspiró. Dejó el portarretratos en su lugar y miró a Castle. – Le pregunté, pero sé que no me cuenta todo, solo me dijo que estaba muy feliz por la relación que están empezando, y básicamente, de nada más.
- ¿Qué es lo que le preocupa exactamente? – quiso saber.
- Su madre… no me ha querido contar mucho sobre el tema pero sé que han estado avanzando en el caso. Quiero saber como lo está tomando. – Castle asintió lentamente mientras meditaba la respuesta.
- A decir verdad, en este último tiempo, bastante mejor que antes. Se dio cuenta de que tiene que tener la cabeza fría y sabe que tiene no solo mi apoyo, sino el de sus compañeros. Estamos investigando a fondo, no queremos dejar cabos sueltos, para poder atrapar a todos los responsables. Aparte, todavía sigue yendo a terapia así que eso también le ayuda mucho. – Jim escuchó atentamente y cuándo Castle terminó, se quedaron ambos en silencio. Finalmente, Jim asintió aliviado.
- Me quedo tranquilo… pero si notas algún cambio, me gustaría saberlo.
- No se preocupe. – le aseguró.
- Bien. Será mejor que salgamos o Katie pensará que te estoy torturando. – Castle soltó una risa nerviosa.
- ¿Quién podría pensar eso? – le dijo mientras se dirigía a la puerta. Jim le sonrió y lo siguió.
Castle esperó a que lo alcanzara y abrió la puerta, donde se encontraron con Kate, que tenía toda la impronta de haber estado intentando escuchar detrás de la puerta.
- Eh… - carraspeó. - ¿Todo bien? Justo venía a buscar— ¿De qué hablaban? – preguntó finalmente, como algo casual. Castle y Jim se miraron.
- Le estaba diciendo a Rick que me en mi época, todos me consideraban lento por haber tardado tres años en darme cuenta de que estaba enamorado de tu madre, pero ustedes nos ganaron. – Ambos miraron sorprendidos a Jim y luego se miraron entre ellos con una sonrisa.
- A fuego lento. – le dijo Castle a ella. Kate agrandó la sonrisa y se mordió el labio.
- A fuego lento… – repitió ella.
- Demasiado, diría yo. – dijo Marta atrás de ellos. Todos la miraron y luego se rieron. – Ya está todo listo. – avisó señalando la mesa. - ¿Comemos?
Todos asintieron y empezaron a caminar hacia la mesa. Marta iba seguida por Jim, luego Kate y por último Castle, que le seguía de cerca.
- Yo también estoy feliz por lo nuestro. – le susurró Castle mientras pasaba rápidamente por su lado para llegar a Marta. Kate se detuvo unos segundos pensando de qué habrían conversado él y su padre. Mientras, Castle hablaba con su madre y le indicaba los lugares en dónde sentarse. Cuando Kate llegó a la mesa, él se puso detrás suyo y le acomodó la silla.
- ¿Qué te contó mi padre? – le susurró mientras le corría la silla. Castle se agachó para ponerse cerca de su oído.
- Te mueres por saberlo, ¿no? – le contestó con una gran sonrisa. Kate le echó una mirada fulminante. – Tendrás que hacer mérito para saberlo. – le besó en la mejilla y antes de que pudiera decirle algo, se incorporó y se sentó en la mesa.
Estaban dispuestos Castle y su madre de un lado y Kate con su padre del otro. Kate y Castle estaban uno frente al otro. No era algo al azar, habían planeado todo con antelación para mantener a sus padres a raya.
Primero hicieron un brindis por el encuentro y luego comenzaron con la comida. Al principio, ninguno habló puesto a que todos tenían hambre.
- Debo felicitarte Rick, la comida está deliciosa. – le dijo Jim luego de unos minutos.
- Es cierto. – coincidió Marta. – Me pregunto porque no te convertiste en chef.
- Porque me gusta escribir. – aclaró Castle.
- Hubieses sido tan buen cocinero… Podrías haber tenido tu propio restaurante. – siguió Marta casi como si no lo hubiese oído.
- Así me va muy bien, cocinar solo es un pasatiempo.
- Tonterías. Es solo que eres muy vago para seguir horarios. – dijo Marta.
- Te recuerdo… que vives en esta casa gracias a lo que gano escribiendo.
- No me vengas con eso, que buena falta te hace. Que sería de la pobre Alexis si no tuviera un adulto en la casa. – Kate casi se atraganta con la comida intentando no reírse y Jim los miraba divertido.
- ¡Madre! Sabes que estoy aquí, ¿cierto? – Castle miró a su madre con mala cara y luego a Kate, que se tapaba la boca con la mano para no reírse, en busca de ayuda. Kate carraspeó y cambió de tema.
- Castle, no me dijiste que mi papá ya conocía a tu madre. – le dijo en tono acusador. Él hizo memoria y entonces recordó.
- ¡Oh, si! Es cierto, lo siento. Es solo que toda esa situación me superó, yo estaba muy alterado. Y también conoció a mi hija Alexis, ¿no es así?- le preguntó él a Jim.
- Así es, aunque solo cruzamos un saludo, todos estábamos muy alterados ese día. – hizo una pausa. - A propósito, ¿no venía a la cena?
- Me olvidé de decirte, papá. Tenía que estudiar para un examen. – le dijo Kate a su padre.
- En ese caso, tendrías que enseñarle como aprobar un examen estudiando el día anterior. – bromeó Jim.
- ¿Así que el día anterior? – dijo Castle intrigado. – La tenía más como una chica muy responsable. – acotó sonriendo.
- ¿Katie? ¡No!—
- Papá, no hace falta que alimentes a los animales. – le advirtió.
- ¿Qué? No… ¿por qué? – preguntó Castle. – ¿Acaso tienes algo que esconder? – la retó.
- ¿Yo? ¡Por supuesto que no! – dijo levantando la voz exageradamente. ‘¡Oh, si!’, pensó Castle, ‘esconde algo y tarde o temprano lo averiguaré’. Jim abrió la boca para hablar y entonces… – ¿Alguien quiere más ensalada? – preguntó ella cambiando de tema. Todos negaron y siguieron comiendo.
- Dime Rick, ¿cómo está tomando Alexis su relación? – dijo Jim rompiendo el silencio. Castle y Kate se miraron.
- Bueno… al principio le costó un poco aceptar que lo nuestro iba en serio, no se lo esperaba.
- Para el caso, creo que ni nosotros nos lo esperábamos. – aclaró Kate.
- Es algo normal, muchacho, con tus antecedentes… - dijo Marta.
- Madre, no me estás ayudando. – la reprendió. – Como sea… luego de algunas conversaciones y teniendo en cuenta que siempre ha admirado a Kate… Actualmente lo está tomando bastante bien, aunque eso no quita que a veces me reclame algo de atención.
- Es algo común teniendo en cuenta que es hija única. – dijo Jim. – Te lo digo por experiencia. – aclaró señalando a Kate sutilmente con la cabeza a lo que Castle le contestó con una sonrisa.
- Me gustaría saber más de esa experien—
- Castle, no presiones. – le advirtió Kate y Castle agrandó la sonrisa, le divertía mucho provocarla. – Alexis también habló conmigo. – dijo siguiendo con el tema. – Vino a verme hace unas semanas, básicamente para preguntarme cuales eran mis intenciones contigo.
- ¿Alexis te fue a ver? ¿Y qué le dijiste?
- Nada nuevo, que lo mío era en serio, que te amo, y que quiero lo mejor para nosotros. – Kate estiró su brazo por arriba de la mesa y enredó sus dedos con los de él. Castle le levantó la mano y le besó el dorso, a lo que ella sonrió.
- ¿Hace unas semanas dijiste? – preguntó pensativo, y Kate asintió. – Y yo que pensé que su cambio de actitud había sido por mi pero parece que fue por ti. – dijo un poco desilusionado.
La comida siguió y continuaron hablando de temas triviales, del estudio de teatro de Marta, de cómo estaba las cosas en la comisaría, de cómo iba el libro de Castle. Después Jim quiso saber qué lo había impulsado a escribir sobre homicidios, cosa que Kate también había querido saber desde hacía mucho, y cuando estaba por empezar a contarlo Marta lo cortó empezando a relatar su propia versión de la historia. Cuando se quisieron dar cuenta, Jim y Marta, hablaban de la infancia de sus hijos.
Kate y Castle se miraban, tenían que buscar la forma de pararlos, ¿pero cómo? Castle le hizo señas con la cabeza en dirección a la cocina y Kate asintió. Ambos se pararon y se juntaron a lado de la heladera.
- Si siguen así van a empezar a mostrar fotos. – le dijo Castle preocupado.
- Tenemos que distraerlos con algo… - miraron a su alrededor y entonces se les ocurrió la misma idea. Cada uno agarró una puerta de la heladera y la abrió.
- ¡El postre! – exclamaron en un susurro, al mismo tiempo. Cruzaron una mirada y se sonrieron. Castle miró en dirección a la mesa, ninguno de los dos parecía estar prestándoles atención, así que volvió a mirar a Kate y se acercó para darle un beso, no largo, pero dulce. Kate imitó el gesto y le devolvió el beso.
- Prepara el postre para servirlo y yo levanto los platos, ¿te parece? – le preguntó Kate. Castle asintió así que ella se dirigió a la mesa. - ¿Qué les parece si comemos el postre? – preguntó haciendo que tanto Jim como Marta se callaran y la miraran. ‘Parece que resultaba’, pensó. Ambos asintieron y se levantaron. Marta fue a ayudar a su hijo con el postre mientras Jim ayudaba a su hija con la mesa. Cuando todo estuvo listo, volvieron a sentarse y Castle sirvió postre para todos.
Una vez que terminaron de comer, Kate se ofreció a lavar todo y aunque Castle inicialmente no quería, ella insistió en que era lo justo porque él había cocinado.
Mientras, Marta le ofreció un café a Jim en la sala, lo que él aceptó encantado, y una vez lejos del oído de sus hijos, se pusieron a conversar sobre lo que pensaban de la relación de ambos.
Kate empezó a lavar y Castle se dedicó a terminar de limpiar la mesa y las cosas que todavía quedaban arriba de ella. Cuando terminó, Kate todavía seguía lavando así que se puso detrás de ella y le rodeó la cintura con los brazos, hundió la cabeza en su pelo y se deleitó con su aroma para luego apoyar la cabeza en su hombro.
- Creo que todo ha salido bien después de todo. – le dijo suavemente al oído. Kate apoyó su cabeza contra la de él, mientras seguía con lo suyo.
- Creo que si. – le contestó. - ¿Vas a contarme qué quería mi padre? – le preguntó disimulando la curiosidad.
- No te lo mereces… - le dijo serio. Kate dejó de lavar y lo miró. – Tal vez, si me cuentas una anécdota de tu pasado lo podría pensar… y no vale mentir ni inventar. – aclaró finalmente, por las dudas. Kate lo miró con los ojos entornados y luego siguió lavando.
- Déjamelo pensar. – le dijo.
- ¿Después te vas con tu padre o te quedas a hacerme compañía? – le preguntó acariciándole delicadamente el estómago.
- No te lo mereces… - le dijo imitándole. Castle levantó la cabeza de su hombro. – Tal vez, si me cuentas lo que te dijo mi padre, podría pensar en quedarme. – dijo ella. Castle rezongó y volvió a apoyar la cabeza en su hombro. ‘Derrotado en su propio juego’, pensó.
F I N
Comentarios de la autora:
- Espero que haya merecido la pena la espera.
- Realmente me costó pensar los diálogos teniendo en cuenta la personalidad de los personajes, sin perder el toque de humor que seguro tendrá esta escena en la serie, y buscar temas que conociera y que no tuviera que ponerme a inventar cosas que en realidad no conozco. No me parecía creíble ponerme a inventarle un pasado a Kate así que solo hice alusiones vagas al tema.
- Fue difícil plantear el personaje de Jim porque solo ha aparecido 3 o 4 veces en total y nunca en situaciones tranquilas así que tenía que pensar bien sobre como mostrarlo. Espero haberlo planteado correctamente.
- Para aquellos que hayan visto la escena eliminada del capítulo 3x13, donde muestran una variación de la presentación de Jim con Castle, podrán ver que metí parte de ese diálogo modificado porque realmente me gustó.
- GRACIAS POR SEGUIR LEYENDO. HASTA MAÑANA.
LES DESEO UN FELIZ DÍA DE LA PRIMAVERA PARA AQUELLOS QUE VIVEN EN EL HEMISFERIO SUR Y UN BUEN COMIENZO DEL OTOÑO PARA LOS DEL HEMISFERIO NORTE.
Última edición por nato_kine el Mar Oct 23, 2012 5:34 pm, editado 2 veces
nato_kine- Policia de homicidios
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Creo que estuvo perfecto, y ademas sabes que me encanta como escribis!!!!!
Y como las dos estamos en Argentina, FELIZ DIA DE LA PRIMAVERA!!! Con un dia a puro sol y un sp INCREIBLE... que mas se puede pedir...un capi mas???? Jajajajajaj
Pensa que es finde largo y hasta el lunes no llega Castle!!!!
Y como las dos estamos en Argentina, FELIZ DIA DE LA PRIMAVERA!!! Con un dia a puro sol y un sp INCREIBLE... que mas se puede pedir...un capi mas???? Jajajajajaj
Pensa que es finde largo y hasta el lunes no llega Castle!!!!
silvanalino- Escritor - Policia
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Estuvo genial asi me lo imagino
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castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Shura-chan- Policia de homicidios
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Gracias aquí OTOÑO adoro está época, en cuanto al capítulo a estado genial. Muchisimas gracias.
Espero que nos tengas algo nuevo preparado..
Espero que nos tengas algo nuevo preparado..
Invitado- Invitado
Escena 15: Complejos y condiciones
Aclaro por las dudas que aquí, el término "hacer puchero" es lo que en otros lados tal vez algunos conocen como "hacer morritos".
COMPLEJOS Y CONDICIONES
Castle se había lastimado el hombro izquierdo en una de sus muchas investigaciones para su libro así que hacía unos días que debía usar un cabestrillo en el brazo. Durante los primeros días, había dejado de ir a la comisaría así que Kate venía a verlo cuando salía del trabajo y se ocupaba de cuidarlo y hacerle compañía, cosa que Marta agradecía mucho porque cuando él se lastimaba era peor que un chico.
Un viernes, Kate había estado muy ocupada con un caso y para cuando había logrado liberarse, la hora de la cena había pasado hace rato. Dudó un momento sobre si ir o no al loft porque realmente estaba cansada y suponía que Castle ya estaría durmiendo o casi. Dudó unos momentos y decidió llamar por teléfono.
- Hola. – dijo Marta del otro lado.
- Hola Marta, habla Kate. Recién termino—
- Oh, Kate, que bueno que llamas, ¿ya estás viniendo? – le interrumpió.
- Eh, no, llamaba para ver como estaba todo, pensaba irme a mi casa…
- Richard no ha querido comer, insistió en que te esperaría. Le dije que probablemente estarías ocupada para no venir pero no quiso saber nada. – le dijo. Kate miró la hora pensativa.
- De acuerdo, pasaré por mi casa a buscar algo de ropa e iré para allá. Nos vemos en un rato.
- Oh, muchas gracias, querida.
- No se preocupe, hablaré con él. Hasta luego. – y cortó el teléfono. Se quedó un momento pensando qué tendría que buscar en su casa y luego recogió sus cosas, saludó a los muchachos y salió rumbo a su apartamento. Estaba bastante cansada como para volver a la noche así que se quedaría a dormir con Castle. Juntó una muda de ropa, el cargador de su teléfono y algunas cosas más y salió en dirección al loft.
Kate llegó a la puerta y tocó. Enseguida, Marta le abrió la puerta.
- Hola querida, pasa. – le dijo saludándola con un beso. – Richard está acostado en su cama mirando la tele. Le dejé una bandeja con comida hace unas horas pero todavía no la ha tocado.
- Hola. Yo me encargo de que el bebé coma, no se preocupe. – le dijo en broma como para tranquilizarla. Marta le contestó con una sonrisa.
- No sabes cuánto me alegra que estés aquí. Me iré a acostar, Alexis vino de visita pero salió con sus amigas así que no te alarmes si escuchas ruidos a la noche.
- De acuerdo, que descanse. – Marta le dio un abrazo y luego se dirigió escaleras arriba.
Kate miró unos segundos la puerta de la habitación de Castle, donde podía verse la luz prendida, caminó hasta ella y luego se asomó por la puerta.
- Hola enfermo. – le dijo.
- Hey, sabía que vendrías. – le contestó él con una gran sonrisa.
- Me dijo tu mamá que no quieres comer. – le dijo acusadoramente mientras se sentaba en la cama a lado de la bandeja de comida. – Eso no se hace.
- Me sentía solo, no tenía ganas de comer. – le dijo poniendo cara de niño abandonado.
- ¿Y qué pasaba si no venía?
- Pero viniste.
- Pero casi no vengo.
- Pero podrías simplemente haberte ido a tu casa y mandado un mensaje pero llamaste para ver como estaba. – Kate no dijo nada, en el fondo ella había esperado que Marta le dijera que fuera.
- De acuerdo, tú ganas. Pero no me gusta que no comas. – le dijo mientras miraba lo que había en la bandeja.
- ¿Ya comiste? – le preguntó acercándosele en la cama.
- No tuve tiempo… nos tocó un caso difícil. – le respondió mirándolo, ahora de cerca, y le sonrió. – Me hicieron falta tus teorías. – Castle le sonrió y le dio un beso, que al principio empezó lento y dulce pero teniendo en cuenta que no se había visto en todo el día, se fue haciendo cada vez más apasionado. Castle se sacaba el cabestrillo estando acostado así que la agarró con ambas manos y la hizo sentarse encima suyo. Si bien el hombro le dolía, en ese momento solo le importaba ella, así que se concentró en besarla, en recorrer esa boca, ese cuello y sentir ese aroma que había anhelado sentir todo el día.
Sin embargo, una repentina puntada le atravesó el hombro haciendo que se separaran abruptamente. Castle se quedó quieto unos momentos esperando que el dolor pasara.
- ¿Estás bien? – le preguntó viéndole la cara. Él apretó los labios pero asintió. – Bien, en ese caso, ¿que te parece si vamos a comer algo? Esta comida ya está fría.
- Está bien. – le dijo un poco más repuesto. – Ahora tengo hambre… - Kate le sonrió y se levantó de la cama con la bandeja. Cuando estaba por salir, Castle habló. - …pero con una condición. – Kate frenó y lo miró desde la puerta.
- ¿Cuál?
- Cuando estamos en la cocina te cuesta soltarte por si aparece alguien y no vas a querer besarme una vez que estemos allí… – Kate sabía que tenía razón, todavía le daba vergüenza que Marta o Alexis los vieran incluso besándose. – …así que quiero un último beso antes de salir.
La idea no le desagradaba en lo más mínimo, pero antes quiso hacerlo sufrir un poquito. Volvió a dejar la bandeja arriba de la cama mientras Castle se bajaba de ella.
- De acuerdo, ¿me prometes que una vez que te dé el beso, vamos a la cocina?
- Lo prometo. – aseguró levantando la mano derecha en señal de juramento.
Se le acercó lentamente y cuando él estaba cerrando los ojos, cambió de dirección, le dio un beso en la mejilla y salió disparada con la bandeja hacia la cocina sin dejarle tiempo a nada.
Cuando estaba cruzando la sala escuchó:
- ¡Hey, eso no vale, no era lo que quería! ¡Vuelve aquí tramposa!
Mientras se dirigía a la cocina, Kate tuvo que esforzarse mucho para contener la risa y no tirar la bandeja.
- ¡Vamos Castle, me lo prometiste, vamos a comer algo! – le gritó.
Pasaron unos minutos y no apareció. Ya estaba por ir a buscarlo cuando lo vio asomarse por la sala. Notó que tenía puesta una camisa pero estaba desabrochada. ‘Le queda terriblemente bien aunque sin camisa se ve mil veces mejor’, pensó.
Castle se imaginó lo que podía estar pensando por la forma en que lo recorría con la mirada y se mordía el labio.
- ¿Ves algo que te guste? – le preguntó haciéndose el seductor. Kate se sonrojó y trató hacer como si nada.
- No te ilusiones, solo estaba viendo que te pusiste mal la camisa.
- Supongamos que te creo. – le dijo. – ¿De que forma me la pondría bien teniendo el cabestrillo?
- Hace unos minutos no parecía que tuvieras muchos problemas para moverlo. – le dijo con una mirada sugestiva.
- Oh, detective, ¿por qué de repente es tan mala conmigo? – se le acercó y trató de besarla pero ella retrocedió y le hizo una señal de no con el dedo. – Mala… ¿me ayudas a ponérmela bien por lo menos?
- Eso si lo puedo hacer. – se puso frente a él y le sacó la camisa.
- Dije a ponérmela, no a sacármela.
- Shhh. – le susurró – ¿quieres que te ayude o no? – le sacó el cabestrillo con cuidado y le pasó la manga de la camisa. Después volvió a colocárselo y le estiró el resto de la prenda para que pasara el brazo en la otra manga.
Mientras, él le dijo haciendo puchero: - Sabías perfectamente que el beso no era en la mejilla.
- Nunca dijiste donde. Me pediste un beso y yo te lo di. Punto.
- No es justo. No lo aclaré porque me parecía obvio. – rezongó. A Kate se le escapó una sonrisa. Cuando se ponía así era difícil negarle las cosas.
Cuando terminó de subírsela a los hombros, lo agarró del cuello de la camisa y lo acomodó para que quedara de espaldas a la escalera y a la puerta de entrada. Así vería si alguien aparecía.
- Que cosa con los hombres, nada les viene bien. – se quejó. – Bueno, pero uno chiquito, te prohíbo que avances y ni se te ocurra usar la lengua. – le advirtió en voz baja. A Castle se le iluminó la cara.
Lo atrajo hacia ella muy lentamente, saboreando el momento mientras estaba atenta a cualquier ruido que escuchara. Sus labios se rozaban, pero ella no terminaba de completar el beso. Castle se contenía lo mejor que podía de comerle la boca pero estaba empezando a transpirar del esfuerzo.
- Vamos Kate, que va a terminar por venir alguien. – le suplicó sin apartar los ojos de su boca. Instintivamente, se lamía los labios saboreando anticipadamente esos apetitosos labios que le quitaban el sueño.
- No, no, no, paciencia… – le dijo tocando apenas sus labios cuando modulaba.
Él no pudo aguantar más e intentó besarla pero ella retrocedió.
- Cuidado… si lo haces de nuevo, no hay beso. – Castle transpiraba más todavía.
Lo observó y vio como trataba de contenerse, apenas respiraba. Se notaba que le costaba porque estaba sudando como loco. Al verlo así, sintió que lo amaba más que nunca. Si pudiera se lo comería a besos pero por el momento solo podía darle uno.
Finalmente, Kate tiró un poco más del cuello de la camisa y lo beso muy lentamente, saboreando cada segundo de ese contacto pero a la vez conteniéndose para no provocarlo más de la cuenta. Castle la tomó de la cintura y la acariciaba suavemente. Ambos sentían que podían quedarse así todo el tiempo del mundo, sintiendo la tranquilidad del silencio, la cercanía del otro...
Entonces se escucharon ruidos provenientes de la puerta y se separó rápidamente de él dejando a Castle todavía embobado con el beso.
- ¡Castle! – le gritó en un susurró. - ¡Despierta y ve a abrocharte la camisa! – le ordenó. Castle todavía parecía en una nube pero le sonrió pícaramente y levantó el pulgar. ‘Ya lograré sacarte la vergüenza’, pensó.
Un viernes, Kate había estado muy ocupada con un caso y para cuando había logrado liberarse, la hora de la cena había pasado hace rato. Dudó un momento sobre si ir o no al loft porque realmente estaba cansada y suponía que Castle ya estaría durmiendo o casi. Dudó unos momentos y decidió llamar por teléfono.
- Hola. – dijo Marta del otro lado.
- Hola Marta, habla Kate. Recién termino—
- Oh, Kate, que bueno que llamas, ¿ya estás viniendo? – le interrumpió.
- Eh, no, llamaba para ver como estaba todo, pensaba irme a mi casa…
- Richard no ha querido comer, insistió en que te esperaría. Le dije que probablemente estarías ocupada para no venir pero no quiso saber nada. – le dijo. Kate miró la hora pensativa.
- De acuerdo, pasaré por mi casa a buscar algo de ropa e iré para allá. Nos vemos en un rato.
- Oh, muchas gracias, querida.
- No se preocupe, hablaré con él. Hasta luego. – y cortó el teléfono. Se quedó un momento pensando qué tendría que buscar en su casa y luego recogió sus cosas, saludó a los muchachos y salió rumbo a su apartamento. Estaba bastante cansada como para volver a la noche así que se quedaría a dormir con Castle. Juntó una muda de ropa, el cargador de su teléfono y algunas cosas más y salió en dirección al loft.
Kate llegó a la puerta y tocó. Enseguida, Marta le abrió la puerta.
- Hola querida, pasa. – le dijo saludándola con un beso. – Richard está acostado en su cama mirando la tele. Le dejé una bandeja con comida hace unas horas pero todavía no la ha tocado.
- Hola. Yo me encargo de que el bebé coma, no se preocupe. – le dijo en broma como para tranquilizarla. Marta le contestó con una sonrisa.
- No sabes cuánto me alegra que estés aquí. Me iré a acostar, Alexis vino de visita pero salió con sus amigas así que no te alarmes si escuchas ruidos a la noche.
- De acuerdo, que descanse. – Marta le dio un abrazo y luego se dirigió escaleras arriba.
Kate miró unos segundos la puerta de la habitación de Castle, donde podía verse la luz prendida, caminó hasta ella y luego se asomó por la puerta.
- Hola enfermo. – le dijo.
- Hey, sabía que vendrías. – le contestó él con una gran sonrisa.
- Me dijo tu mamá que no quieres comer. – le dijo acusadoramente mientras se sentaba en la cama a lado de la bandeja de comida. – Eso no se hace.
- Me sentía solo, no tenía ganas de comer. – le dijo poniendo cara de niño abandonado.
- ¿Y qué pasaba si no venía?
- Pero viniste.
- Pero casi no vengo.
- Pero podrías simplemente haberte ido a tu casa y mandado un mensaje pero llamaste para ver como estaba. – Kate no dijo nada, en el fondo ella había esperado que Marta le dijera que fuera.
- De acuerdo, tú ganas. Pero no me gusta que no comas. – le dijo mientras miraba lo que había en la bandeja.
- ¿Ya comiste? – le preguntó acercándosele en la cama.
- No tuve tiempo… nos tocó un caso difícil. – le respondió mirándolo, ahora de cerca, y le sonrió. – Me hicieron falta tus teorías. – Castle le sonrió y le dio un beso, que al principio empezó lento y dulce pero teniendo en cuenta que no se había visto en todo el día, se fue haciendo cada vez más apasionado. Castle se sacaba el cabestrillo estando acostado así que la agarró con ambas manos y la hizo sentarse encima suyo. Si bien el hombro le dolía, en ese momento solo le importaba ella, así que se concentró en besarla, en recorrer esa boca, ese cuello y sentir ese aroma que había anhelado sentir todo el día.
Sin embargo, una repentina puntada le atravesó el hombro haciendo que se separaran abruptamente. Castle se quedó quieto unos momentos esperando que el dolor pasara.
- ¿Estás bien? – le preguntó viéndole la cara. Él apretó los labios pero asintió. – Bien, en ese caso, ¿que te parece si vamos a comer algo? Esta comida ya está fría.
- Está bien. – le dijo un poco más repuesto. – Ahora tengo hambre… - Kate le sonrió y se levantó de la cama con la bandeja. Cuando estaba por salir, Castle habló. - …pero con una condición. – Kate frenó y lo miró desde la puerta.
- ¿Cuál?
- Cuando estamos en la cocina te cuesta soltarte por si aparece alguien y no vas a querer besarme una vez que estemos allí… – Kate sabía que tenía razón, todavía le daba vergüenza que Marta o Alexis los vieran incluso besándose. – …así que quiero un último beso antes de salir.
La idea no le desagradaba en lo más mínimo, pero antes quiso hacerlo sufrir un poquito. Volvió a dejar la bandeja arriba de la cama mientras Castle se bajaba de ella.
- De acuerdo, ¿me prometes que una vez que te dé el beso, vamos a la cocina?
- Lo prometo. – aseguró levantando la mano derecha en señal de juramento.
Se le acercó lentamente y cuando él estaba cerrando los ojos, cambió de dirección, le dio un beso en la mejilla y salió disparada con la bandeja hacia la cocina sin dejarle tiempo a nada.
Cuando estaba cruzando la sala escuchó:
- ¡Hey, eso no vale, no era lo que quería! ¡Vuelve aquí tramposa!
Mientras se dirigía a la cocina, Kate tuvo que esforzarse mucho para contener la risa y no tirar la bandeja.
- ¡Vamos Castle, me lo prometiste, vamos a comer algo! – le gritó.
Pasaron unos minutos y no apareció. Ya estaba por ir a buscarlo cuando lo vio asomarse por la sala. Notó que tenía puesta una camisa pero estaba desabrochada. ‘Le queda terriblemente bien aunque sin camisa se ve mil veces mejor’, pensó.
Castle se imaginó lo que podía estar pensando por la forma en que lo recorría con la mirada y se mordía el labio.
- ¿Ves algo que te guste? – le preguntó haciéndose el seductor. Kate se sonrojó y trató hacer como si nada.
- No te ilusiones, solo estaba viendo que te pusiste mal la camisa.
- Supongamos que te creo. – le dijo. – ¿De que forma me la pondría bien teniendo el cabestrillo?
- Hace unos minutos no parecía que tuvieras muchos problemas para moverlo. – le dijo con una mirada sugestiva.
- Oh, detective, ¿por qué de repente es tan mala conmigo? – se le acercó y trató de besarla pero ella retrocedió y le hizo una señal de no con el dedo. – Mala… ¿me ayudas a ponérmela bien por lo menos?
- Eso si lo puedo hacer. – se puso frente a él y le sacó la camisa.
- Dije a ponérmela, no a sacármela.
- Shhh. – le susurró – ¿quieres que te ayude o no? – le sacó el cabestrillo con cuidado y le pasó la manga de la camisa. Después volvió a colocárselo y le estiró el resto de la prenda para que pasara el brazo en la otra manga.
Mientras, él le dijo haciendo puchero: - Sabías perfectamente que el beso no era en la mejilla.
- Nunca dijiste donde. Me pediste un beso y yo te lo di. Punto.
- No es justo. No lo aclaré porque me parecía obvio. – rezongó. A Kate se le escapó una sonrisa. Cuando se ponía así era difícil negarle las cosas.
Cuando terminó de subírsela a los hombros, lo agarró del cuello de la camisa y lo acomodó para que quedara de espaldas a la escalera y a la puerta de entrada. Así vería si alguien aparecía.
- Que cosa con los hombres, nada les viene bien. – se quejó. – Bueno, pero uno chiquito, te prohíbo que avances y ni se te ocurra usar la lengua. – le advirtió en voz baja. A Castle se le iluminó la cara.
Lo atrajo hacia ella muy lentamente, saboreando el momento mientras estaba atenta a cualquier ruido que escuchara. Sus labios se rozaban, pero ella no terminaba de completar el beso. Castle se contenía lo mejor que podía de comerle la boca pero estaba empezando a transpirar del esfuerzo.
- Vamos Kate, que va a terminar por venir alguien. – le suplicó sin apartar los ojos de su boca. Instintivamente, se lamía los labios saboreando anticipadamente esos apetitosos labios que le quitaban el sueño.
- No, no, no, paciencia… – le dijo tocando apenas sus labios cuando modulaba.
Él no pudo aguantar más e intentó besarla pero ella retrocedió.
- Cuidado… si lo haces de nuevo, no hay beso. – Castle transpiraba más todavía.
Lo observó y vio como trataba de contenerse, apenas respiraba. Se notaba que le costaba porque estaba sudando como loco. Al verlo así, sintió que lo amaba más que nunca. Si pudiera se lo comería a besos pero por el momento solo podía darle uno.
Finalmente, Kate tiró un poco más del cuello de la camisa y lo beso muy lentamente, saboreando cada segundo de ese contacto pero a la vez conteniéndose para no provocarlo más de la cuenta. Castle la tomó de la cintura y la acariciaba suavemente. Ambos sentían que podían quedarse así todo el tiempo del mundo, sintiendo la tranquilidad del silencio, la cercanía del otro...
Entonces se escucharon ruidos provenientes de la puerta y se separó rápidamente de él dejando a Castle todavía embobado con el beso.
- ¡Castle! – le gritó en un susurró. - ¡Despierta y ve a abrocharte la camisa! – le ordenó. Castle todavía parecía en una nube pero le sonrió pícaramente y levantó el pulgar. ‘Ya lograré sacarte la vergüenza’, pensó.
Última edición por nato_kine el Mar Oct 23, 2012 5:35 pm, editado 2 veces
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 39
Localización : Argentina
Escena 16: Control
Les dejo este cortito que seria una especie de continuación del anterior. Espero que les guste.
CONTROL
Castle salió del estudio muy contento, hacia la cocina donde se encontró con Alexis y Kate hablando.
- Hola, calabaza, ¿la pasaste bien? ¿Quieres comer algo con nosotros? – preguntó mientras la abrazaba y le daba un beso en la cabeza.
- Hola, papá. Justo te iba a ver y a desearte buenas noches. – Castle se separó y rodeó la isla de la cocina para ponerse junto a Kate. – Estoy cansada así que prefiero irme a dormir. Veo que estás mejor.
- No me puedo quejar. Nunca me han cuidado con tanta pa— - Kate le pegó en la pierna por debajo de la mesa para que se cuidara con lo que decía. Castle cerró la boca repentinamente y se corrigió. – Quiero decir… con tanta responsabilidad.
- Me alegro mucho. Hasta mañana entonces. – dijo mientras se dirigía a las escaleras.
- Buenas noches. – dijeron al unísono.
Mientras Alexis subía, Kate le dio la espalda a Castle siguiéndola con la vista así que él aprovechó la oportunidad y la agarró de la cintura, atrayéndola mientras le corría el pelo para besarla en el cuello y en la nuca. Kate intentó quejarse:
- Tu hija puede bajar en cualquier momento, para. – le dijo.
- Me lo debes por haberme pateado. – le aclaró sin soltarla.
- Mmmm… Está bien, pero más te vale controlarte. – le dijo, rendida a sus besos.
Le besó un lado del cuello, mientras que con el brazo le acariciaba la cintura y el abdomen. Luego fue a su nuca haciendo que se le erizara la piel. Volvió a su cuello y subió para lamerle el lóbulo de la oreja haciendo que Kate soltara un suspiro.
- Veo que he encontrado su punto débil, detective. – le susurró seductoramente.
Kate sonrió y levantó su brazo para acariciarle el pelo de la nuca. – Cállate si no quieres que me arrepienta. – le dijo.
Entonces Castle, sin decir nada, siguió besándole. Finalmente volvió a su cuello donde, en vez de besarla, le chupó sonoramente el cuello. Kate se percató de lo que Castle había hecho y le pegó un codazo para que le soltara.
- ¿Hiciste lo que creo que hiciste? ¿Cómo demonios le explico a Lanie que tengo un chupón en el cuello?
- Hola, calabaza, ¿la pasaste bien? ¿Quieres comer algo con nosotros? – preguntó mientras la abrazaba y le daba un beso en la cabeza.
- Hola, papá. Justo te iba a ver y a desearte buenas noches. – Castle se separó y rodeó la isla de la cocina para ponerse junto a Kate. – Estoy cansada así que prefiero irme a dormir. Veo que estás mejor.
- No me puedo quejar. Nunca me han cuidado con tanta pa— - Kate le pegó en la pierna por debajo de la mesa para que se cuidara con lo que decía. Castle cerró la boca repentinamente y se corrigió. – Quiero decir… con tanta responsabilidad.
- Me alegro mucho. Hasta mañana entonces. – dijo mientras se dirigía a las escaleras.
- Buenas noches. – dijeron al unísono.
Mientras Alexis subía, Kate le dio la espalda a Castle siguiéndola con la vista así que él aprovechó la oportunidad y la agarró de la cintura, atrayéndola mientras le corría el pelo para besarla en el cuello y en la nuca. Kate intentó quejarse:
- Tu hija puede bajar en cualquier momento, para. – le dijo.
- Me lo debes por haberme pateado. – le aclaró sin soltarla.
- Mmmm… Está bien, pero más te vale controlarte. – le dijo, rendida a sus besos.
Le besó un lado del cuello, mientras que con el brazo le acariciaba la cintura y el abdomen. Luego fue a su nuca haciendo que se le erizara la piel. Volvió a su cuello y subió para lamerle el lóbulo de la oreja haciendo que Kate soltara un suspiro.
- Veo que he encontrado su punto débil, detective. – le susurró seductoramente.
Kate sonrió y levantó su brazo para acariciarle el pelo de la nuca. – Cállate si no quieres que me arrepienta. – le dijo.
Entonces Castle, sin decir nada, siguió besándole. Finalmente volvió a su cuello donde, en vez de besarla, le chupó sonoramente el cuello. Kate se percató de lo que Castle había hecho y le pegó un codazo para que le soltara.
- ¿Hiciste lo que creo que hiciste? ¿Cómo demonios le explico a Lanie que tengo un chupón en el cuello?
Última edición por nato_kine el Mar Oct 23, 2012 5:35 pm, editado 2 veces
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 39
Localización : Argentina
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me encanta y quisiera una especie de continuacion a ese, un interrogatorio de Lanie
ximcastle- Ayudante de policia
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Fecha de inscripción : 06/02/2012
Edad : 27
Localización : Managua, Nicaragua
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Creo que no te comenté los últimos, me encantan. Adoro tus fics, sigue pronto!
okusak- Policia de homicidios
- Mensajes : 749
Fecha de inscripción : 03/05/2012
Edad : 34
Localización : Entre la nebulosa Nervitana y el país de nunca jamás.
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Me encantaaa sig ueee
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Fecha de inscripción : 20/03/2011
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Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
El primero fue super bonito el que ella lo cuide, y el seguno me ha encantado. Espero que lo sigas jajajaja
El primero fue super bonito el que ella lo cuide, y el seguno me ha encantado. Espero que lo sigas jajajaja
Invitado- Invitado
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Wow dos capis seguidos y conectados!! Me encantan, como siempre.
Y del de la cena no te comenté pero también me encantó, yo si me veo al padre de Kate mas o menos asi, porque después de saber todo lo que Castle ha hecho por ella no creo que se oponga para nada a la relación.
Sigue en cuanto puedas!!
Y del de la cena no te comenté pero también me encantó, yo si me veo al padre de Kate mas o menos asi, porque después de saber todo lo que Castle ha hecho por ella no creo que se oponga para nada a la relación.
Sigue en cuanto puedas!!
azuladna- Ayudante de policia
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Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Genial , como siempre
Shura-chan- Policia de homicidios
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Escena 17: Aquel baño de tiempo atrás
AQUEL BAÑO DE TIEMPO ATRÁS
Hacía poco tiempo que Kate había vuelto a la comisaría así que a ambos todavía se les hacía difícil mantener las apariencias mientras estaban trabajando. Aunque sonara raro, no les resultaba tan dificultoso cuando estaban con gente, con sus compañeros. La verdadera prueba era cuando estaban “solos” dentro de la comisaría, rodeados del movimiento de la gente que iba y venía sin prestarles atención, porque la tentación era grande, las miradas se hacían más prolongadas, los silencios nunca habían significado tantas cosas.
Habían estado todo el día de un lado a otro investigando un doble homicidio. Apenas y habían tenido tiempo de comer algo todos juntos en la sala de la comisaría mientras comparaban registros de cuentas bancarias. No habían tenido ningún mínimo tiempo a solas y ambos empezaban a sentir como aumentaba la tensión entre ellos, cada gesto, cada vez que estaban cerca, sentían un magnetismo que los instaba a acercarse, a tocarse, aunque solo fuera un roce.
Ya era tarde ese día y quedaba poca gente dando vueltas por la comisaría. Espo y Ryan ya se habían ido. Kate estaba sentada en su escritorio ojeando un archivo mientras esperaba a que le mandaran un informe. Castle estaba sentado a su lado en su lugar habitual, observándola. De vez en cuando, Kate levantaba la vista y él le sonreía. Ella le respondía disimuladamente, manteniéndole la mirada, sin hablar, no hacía falta, en ellos las palabras estaban sobrevaluadas. Y luego ella volvía a mirar el archivo.
Luego de un rato y de muchas miradas, Castle ya no sabía qué hacer. Intentó entretenerse con su teléfono pero no le duró mucho la distracción. Enseguida que empezó a dar vueltas por las aplicaciones terminó viendo unas fotos que se habían sacado el día anterior. Era inútil, no podía pensar en otra cosa que no fuera ella.
Castle guardó el teléfono y se levantó de la silla para ponerse detrás suyo. Se inclinó sobre ella poniendo la cabeza casi a la altura de su hombro pero sin tocarla. Estiró su brazo hacia el archivo e hizo como si le mostraba algo.
- Estaba pensando… - le dijo en voz baja mientras deslizaba su otra mano por debajo de su suéter acariciándole suavemente la parte baja de la espalda con la yema de los dedos. Kate se quedó repentinamente sin aire y se estremeció íntegra.
- ¿Qué haces? – preguntó. - ¡Saca la mano o te la corto! – le retó en un susurro mientras miraba para un lado y para el otro.
- No hay prácticamente nadie… – se excusó.
- Castle, por favor, siéntate. – le pidió ella sin moverse.
- Solo si me dices que no te gusta. – Kate mantenía la mirada en el archivo pero él pudo ver como se mordía el labio.
- Sabes qué podría pasar si alguien se entera, así que si quieres seguir trabajando—
Castle se acercó más a su oído. - ¿Sabes que llevo horas muriéndome por darte un beso? – le susurró suavemente mientras movía unos papeles sobre el escritorio y al mismo tiempo movía sus dedos por su columna.
Kate cerró los ojos unos segundos, era imposible no sentir nada cuando él la tocaba así, tan suavemente, y aunque no quisiera reconocerlo, el hecho de que pudieran agarrarlos, en cierto punto, empezaba a gustarle. Volvió a morderse el labio pensativa y luego miró a su alrededor comprobando que solo había algunos agentes que iban y venían.
- ¿Recuerdas el lugar donde me encontraste leyendo Heat Wave? – le preguntó mientras sacaba algunas cosas del cajón de su escritorio. Después lo miró directamente a los ojos. Castle asintió. - 5 minutos. – le dijo simplemente, y se levantó y caminó sin siquiera darse vuelta para mirarlo, aunque sin prisa.
Castle esbozó una sonrisa mientras la veía alejarse. Miró su reloj y cronometró el tiempo. Sabía perfectamente cual era el lugar… Había sido en el baño de mujeres donde la había sorprendido buscando la escena de sexo de su libro. ‘La famosa página 105, ¿cómo olvidarlo?’
Cuando faltaba menos de un minuto empezó a caminar disimuladamente en dirección al baño. Cuando llegó y miró el cartel de la puerta esbozó una gran sonrisa. El cartel rezaba: “Fuera de servicio. Prohibido entrar”. Probó la puerta pero no abría así que tocó.
- Kate, ¿estás ahí? Ábreme. – dijo mientras miraba a ambos lados del pasillo. Escuchó el pestillo de la puerta y vio abrirse la puerta.
Apenas entró Kate cerró la puerta y la trabó. Se dio vuelta rápidamente, lo rodeó con los brazos y lo besó apasionadamente sorprendiéndolo por la velocidad con que se había movido, acorralándolo contra la pared de azulejos. Él reaccionó enseguida, abrazándola y respondiéndole el beso con el mismo ímpetu. Ambos habían estado controlándose todo el día y por fin podían disfrutar del otro, de tenerlo en sus brazos, de compartir sus sabores, de sentir el aroma del otro, de sentir su tacto. Cuando su necesidad de aire los superó se separaron un poco sin dejar de abrazarse.
- Yo también me estaba muriendo. – le dijo ella agitada.
- Ya me doy cuenta. – le contesto divertido mientras la giraba para presionarla ahora a ella contra la pared. – Ahora me toca a mí. – Le dijo rozando sus labios tentativamente y luego volvió a besarla, metiéndole la lengua invasivamente en la boca, recorriéndola por completo, buscando el tacto de su lengua.
Castle se acomodó para agarrarla de más abajo y la levantó del suelo. Kate gimió dentro de su boca y le rodeó la cintura con las piernas para aferrarse fuertemente a él. Cuando él sintió que ella estaba bien agarrada volvió a subir sus manos por su espalda, por debajo de su ropa, frotándole los costados y la espalda, sacándole otro gemido. Kate presionó sus manos contra su espalda y su cabeza para ahondar más el beso y luego se separó para empezar a besarle el cuello mientras enredaba sus dedos en su cabello.
Ninguno se había percatado de la gran necesidad que tenían del otro hasta que se besaron, y luego no podían soltarse, no querían. Solo se separaban para recuperar el aire y luego volvían a besarse y acariciarse. Cada beso era distinto, algunos apasionados, otros descontrolados, algunos lentos, otros llenos de amor, algunos cargados de excitación pura.
Pasados unos minutos, Kate escuchó un ruido vago proveniente de afuera y recordó el lugar en el que estaban y notó que si seguían así pronto no habría vuelta atrás, no solo porque se daba cuenta de lo excitado que estaba él, sino de lo que ella misma sentía. Empezó a bajar la intensidad de los besos mientras aflojaba las piernas para soltarse y apoyarse en el piso. Lo agarró del cuello de la camisa y rompió el beso separándolo un poco.
- Tenemos que parar. – le dijo mirándolo todavía de cerca y visiblemente agitada, pero seria. - Estamos en el baño de la comisaría. – le recordó y lo empujo un poco más hacia atrás para correrse de la pared. Castle se quedó unos segundos parado en el lugar, recomponiéndose, mientras la veía caminar hacia las piletas con espejos, y luego la siguió. Se puso detrás de ella, le rodeó la cintura, posando suavemente las manos en su estómago, y apoyó la cabeza en su hombro. Kate le sonrió a su reflejo y acarició sus manos.
- Lo siento, tienes razón. – le dijo. Giró la cabeza y colocó su boca a la altura de su oído y le susurró. – Gracias por salvarme la vida.
Habían estado todo el día de un lado a otro investigando un doble homicidio. Apenas y habían tenido tiempo de comer algo todos juntos en la sala de la comisaría mientras comparaban registros de cuentas bancarias. No habían tenido ningún mínimo tiempo a solas y ambos empezaban a sentir como aumentaba la tensión entre ellos, cada gesto, cada vez que estaban cerca, sentían un magnetismo que los instaba a acercarse, a tocarse, aunque solo fuera un roce.
Ya era tarde ese día y quedaba poca gente dando vueltas por la comisaría. Espo y Ryan ya se habían ido. Kate estaba sentada en su escritorio ojeando un archivo mientras esperaba a que le mandaran un informe. Castle estaba sentado a su lado en su lugar habitual, observándola. De vez en cuando, Kate levantaba la vista y él le sonreía. Ella le respondía disimuladamente, manteniéndole la mirada, sin hablar, no hacía falta, en ellos las palabras estaban sobrevaluadas. Y luego ella volvía a mirar el archivo.
Luego de un rato y de muchas miradas, Castle ya no sabía qué hacer. Intentó entretenerse con su teléfono pero no le duró mucho la distracción. Enseguida que empezó a dar vueltas por las aplicaciones terminó viendo unas fotos que se habían sacado el día anterior. Era inútil, no podía pensar en otra cosa que no fuera ella.
Castle guardó el teléfono y se levantó de la silla para ponerse detrás suyo. Se inclinó sobre ella poniendo la cabeza casi a la altura de su hombro pero sin tocarla. Estiró su brazo hacia el archivo e hizo como si le mostraba algo.
- Estaba pensando… - le dijo en voz baja mientras deslizaba su otra mano por debajo de su suéter acariciándole suavemente la parte baja de la espalda con la yema de los dedos. Kate se quedó repentinamente sin aire y se estremeció íntegra.
- ¿Qué haces? – preguntó. - ¡Saca la mano o te la corto! – le retó en un susurro mientras miraba para un lado y para el otro.
- No hay prácticamente nadie… – se excusó.
- Castle, por favor, siéntate. – le pidió ella sin moverse.
- Solo si me dices que no te gusta. – Kate mantenía la mirada en el archivo pero él pudo ver como se mordía el labio.
- Sabes qué podría pasar si alguien se entera, así que si quieres seguir trabajando—
Castle se acercó más a su oído. - ¿Sabes que llevo horas muriéndome por darte un beso? – le susurró suavemente mientras movía unos papeles sobre el escritorio y al mismo tiempo movía sus dedos por su columna.
Kate cerró los ojos unos segundos, era imposible no sentir nada cuando él la tocaba así, tan suavemente, y aunque no quisiera reconocerlo, el hecho de que pudieran agarrarlos, en cierto punto, empezaba a gustarle. Volvió a morderse el labio pensativa y luego miró a su alrededor comprobando que solo había algunos agentes que iban y venían.
- ¿Recuerdas el lugar donde me encontraste leyendo Heat Wave? – le preguntó mientras sacaba algunas cosas del cajón de su escritorio. Después lo miró directamente a los ojos. Castle asintió. - 5 minutos. – le dijo simplemente, y se levantó y caminó sin siquiera darse vuelta para mirarlo, aunque sin prisa.
Castle esbozó una sonrisa mientras la veía alejarse. Miró su reloj y cronometró el tiempo. Sabía perfectamente cual era el lugar… Había sido en el baño de mujeres donde la había sorprendido buscando la escena de sexo de su libro. ‘La famosa página 105, ¿cómo olvidarlo?’
Cuando faltaba menos de un minuto empezó a caminar disimuladamente en dirección al baño. Cuando llegó y miró el cartel de la puerta esbozó una gran sonrisa. El cartel rezaba: “Fuera de servicio. Prohibido entrar”. Probó la puerta pero no abría así que tocó.
- Kate, ¿estás ahí? Ábreme. – dijo mientras miraba a ambos lados del pasillo. Escuchó el pestillo de la puerta y vio abrirse la puerta.
Apenas entró Kate cerró la puerta y la trabó. Se dio vuelta rápidamente, lo rodeó con los brazos y lo besó apasionadamente sorprendiéndolo por la velocidad con que se había movido, acorralándolo contra la pared de azulejos. Él reaccionó enseguida, abrazándola y respondiéndole el beso con el mismo ímpetu. Ambos habían estado controlándose todo el día y por fin podían disfrutar del otro, de tenerlo en sus brazos, de compartir sus sabores, de sentir el aroma del otro, de sentir su tacto. Cuando su necesidad de aire los superó se separaron un poco sin dejar de abrazarse.
- Yo también me estaba muriendo. – le dijo ella agitada.
- Ya me doy cuenta. – le contesto divertido mientras la giraba para presionarla ahora a ella contra la pared. – Ahora me toca a mí. – Le dijo rozando sus labios tentativamente y luego volvió a besarla, metiéndole la lengua invasivamente en la boca, recorriéndola por completo, buscando el tacto de su lengua.
Castle se acomodó para agarrarla de más abajo y la levantó del suelo. Kate gimió dentro de su boca y le rodeó la cintura con las piernas para aferrarse fuertemente a él. Cuando él sintió que ella estaba bien agarrada volvió a subir sus manos por su espalda, por debajo de su ropa, frotándole los costados y la espalda, sacándole otro gemido. Kate presionó sus manos contra su espalda y su cabeza para ahondar más el beso y luego se separó para empezar a besarle el cuello mientras enredaba sus dedos en su cabello.
Ninguno se había percatado de la gran necesidad que tenían del otro hasta que se besaron, y luego no podían soltarse, no querían. Solo se separaban para recuperar el aire y luego volvían a besarse y acariciarse. Cada beso era distinto, algunos apasionados, otros descontrolados, algunos lentos, otros llenos de amor, algunos cargados de excitación pura.
Pasados unos minutos, Kate escuchó un ruido vago proveniente de afuera y recordó el lugar en el que estaban y notó que si seguían así pronto no habría vuelta atrás, no solo porque se daba cuenta de lo excitado que estaba él, sino de lo que ella misma sentía. Empezó a bajar la intensidad de los besos mientras aflojaba las piernas para soltarse y apoyarse en el piso. Lo agarró del cuello de la camisa y rompió el beso separándolo un poco.
- Tenemos que parar. – le dijo mirándolo todavía de cerca y visiblemente agitada, pero seria. - Estamos en el baño de la comisaría. – le recordó y lo empujo un poco más hacia atrás para correrse de la pared. Castle se quedó unos segundos parado en el lugar, recomponiéndose, mientras la veía caminar hacia las piletas con espejos, y luego la siguió. Se puso detrás de ella, le rodeó la cintura, posando suavemente las manos en su estómago, y apoyó la cabeza en su hombro. Kate le sonrió a su reflejo y acarició sus manos.
- Lo siento, tienes razón. – le dijo. Giró la cabeza y colocó su boca a la altura de su oído y le susurró. – Gracias por salvarme la vida.
Quiero suponer que todos aquellos que son fans de la serie saben a qué baño me refiero porque si no, me ofenderé terriblemente.
Bueno, ya he cumplido por hoy. Son las 4 de la madrugada así que me voy a hacer noni. Menos mal que mañana, o bueno hoy, es domingo y mis viejos no están así que puedo levantarme tarde, jeje.
Última edición por nato_kine el Mar Oct 23, 2012 5:37 pm, editado 2 veces
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 39
Localización : Argentina
Re: Tan solo, mi imaginación y yo - ACTUALIZADO 02/01
Mmm... a que baño te refieres?
Es broma, es broma . Gracias por seguir subiendo fics. Me encantan. Espero que sigas pronto. Un saludo!
Es broma, es broma . Gracias por seguir subiendo fics. Me encantan. Espero que sigas pronto. Un saludo!
okusak- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 03/05/2012
Edad : 34
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