VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
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Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
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Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
StanabNC escribió:hOla chicas, vamos a ver;
De entrada, justo ahora acabo de empezar el capitulo y solo llevo 4 lineas...
asi que paciencia, todo llega!
Y por otra parte; dije que la historia llegaba a su final pero estoy perdida en cuanto a eso por lo tanto vamos a olvidarlo, por ahora.Quizá lo alargo hasta el Capitulo 24, es decir, igual que una temporada de la serie..!
Ya veremos, todo depende de lo que se me ocurra para éste que estoy empezando!
(: bss!
A MI TAMBIEN ME ALEGRASTE LA MAÑANA!!! TU SABES QUE SEGUIREMOS TUS CAPITULOS TODA LA ETERNIDAD!!!!!! YA LOS QUEREMOS!!!!! TU PUEDES!!!!! BESOSSS
silvanalino- Escritor - Policia
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Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
Chicas, es mejor que os alegrais porqué hay siguiente capitulo y no por un "QUIZA lo alargo hasta el C24!" .. Imaginaros que luego al C17 digo: "haré dos más y el 19 sera el ultimo."
¿Luego qué...?
Ahora mismo ni yo se cuál sera a próxima frase del C16..
Mi consejo es que no hagais caso de mis Quizás porqué son muy irrelevantes!!
¿Luego qué...?
Ahora mismo ni yo se cuál sera a próxima frase del C16..
Mi consejo es que no hagais caso de mis Quizás porqué son muy irrelevantes!!
StanabNC- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 17/11/2010
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
StanabNC escribió:Chicas, es mejor que os alegrais porqué hay siguiente capitulo y no por un "QUIZA lo alargo hasta el C24!" .. Imaginaros que luego al C17 digo: "haré dos más y el 19 sera el ultimo."
¿Luego qué...?
Ahora mismo ni yo se cuál sera a próxima frase del C16..
Mi consejo es que no hagais caso de mis Quizás porqué son muy irrelevantes!!
TE VOY A DECIR UN FRASE QUE UTILIZAMOS MUCHISIMO EN ARGENTINA: "UNO MAS Y NO MOLESTAMOS MAS!!!"
STANA: TE ESPERAMOS, VOS TRANQUILA, YO CREO QUE SI VAS A LLEGAR AL 24 PERO NOS PONEMOS CONTENTAS CAPITULO A CAPITULO Y ASI NO TENES PRESION. TE PARECE?????
silvanalino- Escritor - Policia
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Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
silvanalino escribió:StanabNC escribió:Chicas, es mejor que os alegrais porqué hay siguiente capitulo y no por un "QUIZA lo alargo hasta el C24!" .. Imaginaros que luego al C17 digo: "haré dos más y el 19 sera el ultimo."
¿Luego qué...?
Ahora mismo ni yo se cuál sera a próxima frase del C16..
Mi consejo es que no hagais caso de mis Quizás porqué son muy irrelevantes!!
TE VOY A DECIR UN FRASE QUE UTILIZAMOS MUCHISIMO EN ARGENTINA: "UNO MAS Y NO MOLESTAMOS MAS!!!"
STANA: TE ESPERAMOS, VOS TRANQUILA, YO CREO QUE SI VAS A LLEGAR AL 24 PERO NOS PONEMOS CONTENTAS CAPITULO A CAPITULO Y ASI NO TENES PRESION. TE PARECE?????
Es justo lo que necesito!!
trabajo fatal con presión...
..
StanabNC- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 17/11/2010
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
tomate el tiempo que necesites pero no te olvides de nosotras!
vicky_heat- Moderador
- Mensajes : 1485
Fecha de inscripción : 23/07/2010
Edad : 30
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
vicky_heat escribió:tomate el tiempo que necesites pero no te olvides de nosotras!
No me olvido reina! Estoy siempre pensando que será lo próximo que escribiré, pensando en algo que podria dar un giro o dar mucho juego a como esta en ese momento la historia..., no puedo evitarlo, pero no tengo la inspiracion divina que quisiera tener para que no tuvieras que esperar tanto... i'm so sorry!
Pensad que soy la primera en querer tenerlo para saber vuestras opiniones!
... !
StanabNC- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 17/11/2010
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
Stana tranquila que te esperamos el tiempo que haga falta, con lo que nos has dado hasta ahora que menos podemos hacer que esperar el tiempo que tu necesites.
angela_beckett- Actor en Broadway
- Mensajes : 170
Fecha de inscripción : 19/12/2010
Edad : 44
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
Ya sabes pQueña... Don´t worry! Be happy!
anita- Moderador
- Mensajes : 1155
Fecha de inscripción : 05/08/2010
Edad : 35
Localización : JereZ =D
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
pues no!!! yo digo que no!!! yo no te espero, que los sepas. y ya no me hablo contigo, vale???
- Spoiler:
- sabes que es bromaaaaaaaa!!! tomate tu tiempo, tranquila!!! (la frase de la cuadruple T!!!) aunque tenga que sufrir... porque esta semana no hay castle... y no me pueda concentrar en clase... por tu culpa... y este tan desesperada que me he leido tu fic entero otra vez... pero si, me aguantare!!!
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
jejej eso nosotros seguiremos aqui hasta que llegue la continuacion... ( no te vas a librar de nosotros tan facilmente...... )
Asi que tomate todo el tiempo que necesites.....
Asi que tomate todo el tiempo que necesites.....
IsaVera- Autor de best-seller
- Mensajes : 762
Fecha de inscripción : 10/01/2011
Edad : 40
Localización : Cartagena, Murcia
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
Esta increible espero que pronto este el prox. capitulo
karla rodgers- As del póker
- Mensajes : 295
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Edad : 30
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
El capitulo fue lo MAXIMOOOOOOO!!!!
Ahora a esperar. La imagacion tarda en llegar
Ahora a esperar. La imagacion tarda en llegar
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
Queremos otroooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo! Aunque claro queremos uno muy buenoasi que como dice Kate: tomate tu tiempo tranquila (ahora se me va a pegar la frase TTTT o mejor dicho de las 5 T) Pero queremos un capi yaaaaaa!! M e estoy contradiciendo yo sola!!
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
Antes de reprocharme estas dos semanas y cuatro días que he tardado en subir un nuevo capitulo...
leed!
..luego hablamos!
Antes de leer:
.................................................
Capitulo XVII
Katherine Beckett. Al leer su nombre en la etiqueta blanca y rectangular del sobre, su cuerpo reaccionó con un pequeño temblor general. Había conseguido estar serena y tranquila durante todo el día y ahora el simple echo de tener ese sobre en sus manos había desatado todos sus miedos. Se estaba arrepintiendo de aquel “prefiero ir sola” que había respondido a ambos cuándo se ofrecieron para acompañarla.
Un suave zumbido la hizo volver al presente.
- Beckett. - contestó sin prestar atención al nombre que parpadeaba en la pantalla.
- Te arrepientes de haber dicho que no a mi propuesta. - afirmó él.
- ¿Castle? - pregunto Kate, asombrada de su saludo tan peculiar.
- ¿Sigues pensando lo mismo? - insistió.
Kate se levantó del asiento dejando el sobre en su lugar. Con la blackberry pegada en su oído, sin responder, concentrada buscando a la persona que seguía detrás de la linea, no podía evitar sonreír al pensar que se había saltado sus palabras y ahora estaba ahí.
- ¿Katherine Beckett? - preguntó a sus espaldas una voz femenina.
Ésta se giró respondiendo un si rápido, aún con el móvil pegado a su oído.
- ¿Castle? - pregunto ella en susurros, a la vez que volvía a girarse recogiendo lo que era suyo.
- Todo irá bien. - dijo el escritor seguro de sus palabras.
Ella sonrió. Recogió el sobre y guardó su móvil mientras entraba al interior del box dónde le leerían los resultando que ella no se atrevía a mirar.
En el aparcamiento, a un paso de entrar al interior del edificio que tantas veces había pisado ese último mes, el tono entrante de llamada que tenía adjudicado para su madre cogió desprevenido a Rick.
- Hola – contestó sorprendido al ver la palabra “Home” en la pantalla.
- Algo que no va bien... - la voz de Martha estaba apagada. - Deberías venir a casa cuánto antes.
- ¿De que se trata? - quiso saber.
- Es mejor que te lo cuente cuándo estés aquí. No tardes. - su tono le preocupo.
- Madre... - insistió.
- Tú hija. - le corto Martha.
Aquellas dos palabras hicieron que cualquier escusa tonta, cualquier motivo para retrasar el momento de volver a casa dejara de existir.
Calles anchas, callejones que quedan disimulados por grandes edificios construidos a su lado. Tiendas con grandes rótulos que hacen sombra a las pequeñas tiendas, a las de siempre. Aquellas que sus paredes tienen más historias por contar que cualquier persona que haya vivido noventa años.
Semáforos, muchos semáforos a lo largo de las distintas avenidas. Algunos coches pasando a toda velocidad rozando el ámbar y otros que dejan que cambie a rojo. No tienen prisa - piensa él, dando una mirada fugaz al interior del Honda Civic blanco detenido al carril de su derecha. - Y ellos tampoco. - vuelve a afirmar, mirando a un grupo de chicos y chicas que no dejan de andar y detenerse a cada escaparate a lo largo de la acera contigua a dónde él sigue parado.
Rick levantó la mirada hacia al cielo a la espera de una luz verde. Aún no.
En un día cualquier, cuándo se puede permitir perderse por la ciudad y sus múltiples lugares verdaderamente increíbles, le daría igual malgastar uno, dos...,dieciocho minutos parado en un semáforo; eso a veces le servía de inspiración. Cada simple detalle de decoración en un escaparate, cada gesto de una madre a su hija, cada beso tímido de esa pareja joven que no hace ni dos días han empezado a salir juntos. Luces, ruidos agradables, coches particulares, taxis, edificios vertiginosamente altos, parques de ensueño ideales para una o varias escenas de película. Para todo esto y muchos más detalles que ahora no venían a su mente, por todo lo que podía pasar por ella en menos de una milésima de segundo, hoy..., ahora no tenia tiempo.
En el apartamento, Martha no dejaba de imaginar cualquier posible lugar en dónde ella podría encontrarse. La nota que había leído seguía en su mano, sus ojos no dejaban de mirarla y ver esas cinco palabras que parecían estar en negrita, sobresaliendo entre todas las demás; Volveré cuándo lo haya encontrado..
- ¡Richard! - exclamó su madre al oír las llaves entrando en la cerradura.
- ¿Y Alexis? - preguntó, sabiendo que la respuesta no seria la que él necesitaba escuchar.
- Será mejor que lo leas.
Su madre la enseño la nota, deslizándola por la barra de la cocina. Éste la cogió con gran ímpetu y empezó a leerla con la misma rapidez. Sus ojos iban de margen a margen del papel. Su mente no lo comprendía, aquello debía tratarse de una inocentada fuera de temporada. Su Alexis no era del tipo de chicas que hacían algo así.
- La he estado llamando desde que he leí la nota pero no coge el teléfono. Ashley tampoco sabe nada. - prosiguió. - Crees que Kate y los chicos podrían...
- Se trata de Alexis, madre. Se como piensa y creo que se por dónde se estará moviendo...
- Entiendo que quieras ser tu quien la encuentre Richard, pero tu sólo no podrás recorrer la ciudad de nueva york en un día, además – su tono de voz cambió a uno más optimista - sólo hace unas horas que es fuera, seguramente volverá cuándo vea que se hace tarde.
- En mis peores novelas. - murmuró en voz alta, andando hacía el sofá.
- Si..., tienes razón. - aprobó su madre, siguiéndolo. - En ealidad es capaz de andar toda la noche y seguir preguntando hasta que lo encuentre, ¿pero crees realmente que puede encontrarlo?
- Se trata de Alexis... - volvió a repetir Castle. Se había quedado sin ideas para un razonamiento que sonara convincente.
- Sí ,se trata de tu hija, pero también de Wave. ¿Acaso no recuerdas como se puso cuándo perdió a.... bueno, la mascota de Ashley?
- Claro, no suelo verte cada día encima de la mesa leyendo una revista... - dijo, queriendo romper la tensión del momento, pero no duro mucho. - Puso la casa patas arriba, removió hasta el último cojín... - recordó su padre.
- ¿Y recuerdas lo que le dijiste?
- “Para encontrar a un roedor hay que pensar como un...” ¡ESO ES! - exclamó Rick levantándose del sofá. - ¡Eres la mejor!
Rick alcanzo su americana de pasada, dio un beso a su madre y salió de su apartamento dejando que la puerta se cerrara del impulso dado al salir.
Martha inspiró dejando salir el aire con lentitud mientras observaba esa puerta que acababa de cerrarse. Su sexto sentido le decía que iba a necesitar ayuda, y sabía muy bien a quién llamar, a quien Richard necesitaría oír en el peor de los casos ya que a ella no querrá escucharla, pero aún era temprano y en el fondo deseaba no tener que hacer esa llamada.
Nueva York puede resultar un lugar increíble si te levantas con buen pié o una trampa si el día se vuelve negro de repente. Nunca es igual, todo cambia según el estado anímico de cada persona. Hoy para unos estaría siendo así; una trampa, un laberinto al qué descubrir el camino para llegar a la solución, a alguien que no sabes dónde está. Y ésta a su vez quizá espera ser encontrada, o sólo desea encontrar aquél algo o a alguien perdido. Afortunadamente, para Kate el día brillaba a su favor. Ahora se sentía estúpida al pensar en los nervios y el miedo que había tenido poco antes de saber que las pruebas; los análisis, las radiografías, etc. no podían haber salido mejor.
Acababa de salir dejando que esas puertas automáticas se siguieran abriendo y cerrando para muchos otros visitantes, alguna vez pacientes quizás. Necesitaba compartir la noticia con los suyos y la primera persona en quien pensaba, con el permiso de su padre, empezaba por R.
De camino a su coche, mantuvo el móvil pegado al oído a la espera de esa voz que quería volver a oír.
El sonido de llamada se hizo monótono. Rick era de las personas que solían responder al momento, aún así no le dio mucha importancia. Llamaría más tarde o lo más probable es que la llamara él en cuanto viera las llamadas entrantes en su móvil. - pensó en su fuero interior.
La no respuesta por parte de Castle, convertía al padre de Kate en un hombre afortunado. Éste respondió al segundo tono, alegrándose de saber las buenas noticias y aceptando la petición de su hija con mucho entusiasmo.
- ¿Necesitas que traiga algo, hija? - quiso saber su padre.
- No... bueno, quizás si..., pero ésto lo dejo en tus manos. - el tono travieso de su voz dejaba muy claro a Jim a qué se refería.
- Cuenta con ello. ¿Algo más? .
- Si, se puntual. Sobre las dos creo que estará apunto. - intuyó ella.
- Ahí estaré. Hasta luego cariño.
- Hasta luego papá.
Kate acababa de auto esclavizarse en la cocina durante lo que restaba de mañana, pero ésto no iba a ser nada comparado con el momento de disfrutar del menú que ya llevaba pensando desde la noche anterior.
Canción recomendada;
Live After You - Daughtry
Habían pasado... Ni siquiera él sabia en qué hora del día se encontraba. Sólo sabia que el sol ya no resplandecía por el mismo angulo que al salir de su apartamento, que las nubes habían crecido y amenazaban querer amargarle lo que le restaba de horas antes no dejara paso a un brillo más blanco, y en ese momento, en cuarto creciente.
Los faros delanteros del ferrari alumbraban a todo aquel que decidía anteponerse a su camino; 3rd Ave, a la altura de la E58th St. Al segundo cruce, Rick giro el volante en dirección a la E 60th St. Ahí siguió recto con los ojos concentrados en busca de alguna persona parecida a su hija o algo que le llamara la atención.
Tres calles más abajo, la Gran Army Plaza quedó dentro de su campo de visión junto con el bullicio de personas que se encontraban ahí. A unos cinco minuto de ese punto de encuentro para muchos, el escritor decidió detener el deportivo y hacer ese último tramo a pie hasta una de los accesos de Central Park [South].
Una larga pasarela de asfalto rodeada por todo tipo de vegetación de varios tipos, tamaños y familias, daba la bienvenida a todos aquellos que día tras día, como aquel, enlejían ese acceso para sumergirse en unos de los paraderos mas buscados por turistas y los mismos neoyorquinos.
Para Castle cada rincón de aquel parque, cada hoja desprendiéndose de los altos y esbeltos arboles plantados de manera que a vista de todos resulta perfecto, cada farola situada al lado de los bancos que acababa de dejar atrás, le recordaba a su hija.
Alexis siempre había admirado la belleza del parque , desde pequeña, y no dudaba en pedir a su padre que la llevara todos los fines de semana; esa era su gran salida. Habían tenido otras y todas muy productivas, curiosas, divertidas..., pero el central park era un icono para ellos, un recuerdo muy importante de su infancia.
Siguiendo por dónde sus pies le llevaban, estaba apunto de cruzar el túnel del tiempo, así es como lo llamaba ella. Una de las anécdotas de ese pequeño túnel es el miedo que le llegaba a tener a medida que lo atravesaban. Solía entrar corriendo, pero a la mitad retrocedía para aferrarse a la mano de su padre, observando cualquier mínimo detalle de su estructura. Una vez fuera, volvía a alejarse escaleras arriba en busca de nuevas experiencias, colores, algo que llamara a su curiosidad.
Resultaba imposible encontrar un solo tramo vacío. Allá donde mirase veía a hombres, mujeres y niños andando uno al lado de otro o alejados porque una niña quiere que su madre vea algo que a ella le a sorprendido. Algunos con la mochila en la espalda y otros con un bolso cruzado. Niños de la edad de la Alexis de sus recuerdos, muchos con su gorra para protegerse del sol; aunque cada vez se apreciaba menos.
El desconcierto de no saber dónde se encontraba, el haber tenido una fe ciega en ese sitio por lo que representaba para ellos, para él como padre, hizo aflorar sus sentimientos dejando que éstos humedecieran sus ojos, nublando su visión.
Cuanto más se adentraba, cuanto más veía, eso significaba una nueva explosión de recuerdos que volvían al presente, situaciones visualizadas que alguna vez habían servido, de nuevo, para su inspiración; padres con sus hijos en su salida de hombres, chicas sentadas en la hierva contándose sus mayores secretos, aquellos no que se atreven a contar a su madre, madres descansando después del largo paseo con sus respectivos hijos de apenas seis, dos o doce meses; algunos valientes que decidieron empezar a cuidarse haciendo footing, y otros más expertos corriendo a un ritmo ya pre establecido por ellos mismos, disfrutando del paisaje y la música grabada en su mp3 o ipod.
Sin darse cuenta, Richard había llegado a una zona muy significativa de la infancia de su hija. Ahí fue dónde hizo su primera enemiga, y con los días pasaron a ser su otra mitad, respectivamente.
Viendo aquella escultura parecía como si el tiempo no hubiera pasado. Alice seguía igual de joven y bronceada que desde el 1959, año en la que fue construida.
Aquella increíble escultura, construida a diferencia de las demás para que los niños pudieran palpar con sus manos su textura, sentarse al lado de la pequeña y traviesa Alice, tocar al gato, abrazar al conejo y jugar con el sombrerero loco, seguía despertando la misma ilusión, ese mismo brillo en los ojos de los más pequeños, y mayores. Observándola, era como si viera a su hija sentada en una de aquellas setas, posando a la espera que su padre le hiciera la foto. Y no solo una sola, guardaba un buen número de ellas, algunas en las que salia sola, y en otras acompañada.
Abatido por el largo día que llevaba, Rick decidió sentarse en una de las setas, en la mas grande. Ahora que no había muchos niños, podía permitírselo.
A la cuarta o quinta escena revivida mentalmente en ese mismo lugar, en el bolsillo de su chaqueta el móvil volvió a sonar. Al ver su nombre no le sorprendió, tarde o temprano sabía que le llamaría.
Kate se paseaba nerviosa por el extenso salón de su apartamento, esperando una respuesta a esa llamada; ya era la segunda vez y la segunda vez que no respondía.
- ¡Como se puede ser tan terco! - exclamó la inspectora terminando con la llamada.
- Paciencia querida, yo llevo toda la mañana intentándolo... - dijo Martha, recibiendo el apoyo de Jim. - Pensé que a ti te haría más caso, pero veo que tampoco solucionaré nada. - hizo una pausa y siguió hablando. - Mi nieta perdida por ahí en busca de su perro y mi hijo perdido buscándolos a ellos... ¡seguro que alguien lo compraría cómo trama para de una novela! - enfatizó la actriz con un claro humor en sus palabras.
- Los encontraremos Martha, palabra de inspectora. - le prometió Kate, sentándose a su lado.
- Lo sé. Y aún y no ser inspectora se que también lo harías... - soltó la madre de Richard con una sonrisa en su rostro.
- Aunque me pese ... - empezó a hablar Jim - la compañía es de lo mejor, pero tengo que irme. Cualquier cosa, llamame, ¿vale, hija?
- Lo haré, no te preocupes.
Jim abrazo a su hija. Sólo imaginarse en esa misma situación, le entraba el pánico y ahora que la volvía a ver feliz y recuperada, no quería desaprovechar ninguna oportunidad.
- Esperemos que la próxima vez podamos vernos en una situación menos tensa... - dijo el hombre dándole la mano a la madre de Richard. - ya verá como antes de terminar el día los tiene a los dos de nuevo en casa.
- Gracias, Jim. - le agradeció ella.
- Adiós hija, - volvió a despedirse. - y gracias por la comida. Me alegra saber que has heredado el talento de tu madre.
- ¿Eso significa que voy a tenerte cada día a comer? - ironizó
- Siempre que tu quieras. - contesto su padre bajando las escaleras.
- Cuidate. Te llamo mañana- añadió ella.
Beckett cerró la puerta sonriente mientras recordaba esa velada tan padre e hija; las había echado de menos y saber que se iban a repetir más a menudo la hacia feliz.
- Un gran hombre tu padre.. - comentó Martha desde el sofá.
- Si. - contestó Kate con una sonrisa especial.
- Tiene suerte de tenerte como hija. Y en ciertos aspectos le envidio...
- Ser inspectora de homicidios no me hace perfecta y Castle... - calló pensando en sus próximas palabras. - ¿tan malo es como hijo? Tiene sus momentos, puedo hacerme una idea, pero viendo cómo es con Alexis...
- Bueno, a veces parece que Alexis sea la mayor y Richard el pequeño. A parte de eso...., no, no puedo quejarme. - confeso Martha. - Él también a sufrido mucho, y yo no se lo puse fácil, en parte me siento culpable en eso.
- ¿Su padre...? - preguntó la inspectora, con mucho tacto a la hora de pronunciarlo.
- Si. Y sin quererlo el siguió el mismo camino; dos matrimonios y ninguno bueno.
- En cierto modo, si hubo algo bueno.
- Alexis. - dijo ella antes de que Beckett lo pronunciara – Para Richard, Alexis es..., a veces creo que intenta protegerla demasiado y eso ella lo odia.
- Me di cuenta. Meses atrás vino a comisaría para hablar con él por unas clases de violín, si no recuerdo mal. - le contó - Lo dejo KO. - la actriz se limitó a asentir.
- Creo que lo mejor será que vuelva a casa. - comentó. - Si aparece Alexis se encontrara la casa vacía y a saber en que condiciones vuelve....
- Te acompaño. - decidió Kate.
- Gracias cariño, pero no tienes porqué....
- Insisto. Llamaré a Espósito y Ryan para que se lleven más agentes y hagan vigilancia en las zonas dónde frecuentan los dos. Nosotras les esperaremos en casa, así aprovecho y te doy esa receta. -propuso con su mejor sonrisa.
Las dos cogieron sus pertenencias dispuestas a poner un nuevo rumbo por delante.
- Es inútil que lo llames, no te lo cojera. - dijo Martha, muy segura de si misma al ver a Kate con la blackberry de nuevo pegada en el oído.
- No me importa. Tarde o temprano tendrá que responder, dudo que soporte más de catorce llamadas seguidas... - respondió ella.
Kate cerró la puerta de su piso con fuerza dando doble giro con la llave, mientras seguida manteniendo el móvil en la otra mano. Castle tendría que dar señales de una manera u otra; ella no pensaba darse por vencida.
Tercera.
Octava.
Richard empezaba a estar harto de las constantes llamadas. No dejaba de repetirse "Ojala me fallara la batería". Sólo pedía unas horas mas de tranquilidad, ¿eso era pedir mucho?
- ¡Ven aquí! - gritó una chica.
Aquella orden proveniente de su alrededor hizo abrir los ojos a Rick, despertando su curiosidad.
Un perro paso por delante de él a toda velocidad. Un poco más lejos la que seria su dueña intentaba ir detrás suya con la correa en las manos. Rick no dudo en ayudarla. Saltó de la seta y empezó a correr detrás de lo que parecía un yorkshire.
- ¡No huyas! - le recomendado Castle. - Vamos pequeño, ven aquí.
Ante esas palabras, a la orden de Rick el perro aminoro su carrera quedando sentado con sus ojos negros fijos en él.
- ¡Buen chico! -dijo él mientras lo alzaba.
Rick sin dejar de acariciar al yorkshire, volvió a la estatua de Alice donde la chica le esperaba apoyada a la seta que había detrás del conejo.
- ¡Muchas gracias! - dijo su dueña, viendo al hombre con el perro entre sus brazos. - no se como se lo echo..., pero gracias. -repitió.
Rick sonrió a la chica dejando a la mascota en sus brazos.
- ¡Eres un travieso Wave! - le dijo, la chica con el pelo rubio, al perro mientas lo acariciaba.
- ¿Le has llamado Wave? - preguntó justo después de oír como le llamaba.
- Si, lo encontré hace unas semanas cerca de dónde vivo. Estaba herido y decidí recogerlo a escondidas. No puedo tener animales, no me lo permiten, pero hice buenas migas con el portero y algunos de los que trabajan en el hotel...
La chica fue bajando su tono de voz al ver la mirada penetrante y analizadora de Rick, eso la asusto.
- Creo que ahora entiendo porqué me ha echo caso... ¡hola chiquitín! - le llamo, pasando su mano por debajo la barbilla del yorkshire. - Sabes quien soy, ¿verdad? - a ese apodo el perro movió la cabeza soltando algún ladrido. - ¡Veras cuándo te vea Alexis...!
- Alexis... - bisbiseo ella. - ¿Sr. Rodgers? - preguntó sorprendida.
Rick levanto los ojos hacia al altura de la joven al escuchar como le había llamado.
- ¿Eres de la CIA? - preguntó él frunciendo el ceño. La chica negó con una breve sonrisa en sus labios. - ¿FBI? - ésta se rió ante las expresiones de Castle.
- No. Soy Courtney. Courtney Lawless.
- ¿Courtney? - repitió él de forma interrogativa.
- Quizá no me reconoce, ha pasado mucho tiempo...
Richard intentaba recordar a esa chica, pero su melena rubia y ondulada no le resultaba familiar.
- Hace once años, al lado de Alice – dijo ella señalando la estatua. - nos pusimos a debatir con Alexis quien era mejor de los dos; el conejo o el sombrerero. Aún tengo la foto que nos hizo una a cada lado de su favorito. Ella defendía a su loco sombrerero y yo a mi adorable conejo. Nunca he superado que alguien más pequeño que yo me llevara la contraria, sin embargo..., con el tiempo entendí que tenia razón, ahora soy fan del sombrerero loco.
- Es curioso, Alexis dijo lo mismo del conejo. - le confesó. - Hay que ver como has cambiado, ¡y eres rubia! - recalcó.
- Soy rubia, y a mucha honra.
- Eso es lo que me ha echo dudar, te recordaba con el pelo oscuro.
- Durante el verano que nos trasladamos a Europa, empece aclarármelo y termine rubia.
- ¡Alexis se va a llevar una doble sorpresa!
- Entonces, ¿el perro es suyo?
- Si. Ese escurridizo aprovecho que la puerta estaba abierta cuando salia mi madre, para escabullirse. Imagino que no supo volver y acabo perdido. Se lo regale hace unos meses, lo sacamos de la perrera. Estaba muy preocupada, le había cogido mucho cariño.
- ¡Eres un perro con suerte Wave! - éste ladro. - ¡..y muy travieso! - añadió ella.
En el cielo de Nueva York un fuerte estruendo alarmó a todos los que pasaban o permanecían a su alrededor. Wave también reacciono al efecto atmosférico.
- Parece que no le gustan los truenos. - advirtió la chica.
- No, los odia. - le informó él. - ¿Te llevo a casa? Ésto no tiene muy buena pinta.. - dijo mirando el cielo.
En pocos minutos el cielo neoyorquino se había cubierto de una espesa oscuridad, decorado con unas nubes densas y cargadas de lluvia amenazando descargar en breves segundos.
- No se preocupe, vivo cerca. Nos estamos en un hotel de la E 73rd St.
- Te acompaño de todos modos, no tengo el coche mucho más lejos de esa calle.
El ferrari le esperaba a unos quince minutos andando de la dirección que le había dicho Courtney, pero ahora mismo la distancia que necesitaría andar para llegar a el y conducir hasta casa había dejado de importarle.
- Sabe, mi madre es una gran admiradora de sus libros...
Courtney siguió hablando de los libros y su estada en Europa con el padre de Alexis camino de la entrada de su vivienda. Una vez allí, se despidieron no sin antes acordar un plan para que al día siguiente fuese uno de los mas importantes para su hija, para Castle, y alma gemela para Courtney.
Desde las ventanas del apartamento de los Rodgers, Martha observaba esa cortina densa que parecía no tener fin.
La puerta del apartamento se abrió dejando paso a una Alexis cabizbaja. Ésta entró sin mirar quién pudiera haber al interior de la sala sumergida en su único pensamiento. La pelirroja venia empapada y con una expresión en la cara que hablaba por si sola; no había habido suerte.
- ¡ALEXIS! - exclamaron Kate y Martha con diferente timbre de voz.
- Cariño, nos has tenido muy preocupados. - Martha voló a su encuentro, rodeándola con sus brazos.
- Se a ido. - titubeo la chica. - Lo rescate de la perrera precisamente para darle una familia, esa mujer confió en mi, incluso Wave lo hizo y yo ahora lo he perdido.
- Tranquila, cariño. Seguro que aparecerá. - le reconforto su abuela, ahora tranquila.
- ¿Has venido sola...? - quiso preguntarle la inspectora en un tono de indiferencia en su voz.
- Si...
Las miradas de Beckett y Martha se encontraron compartiendo un mismo presentimiento y con el un mismo deseo.
- Abuela. - la llamo su nieta.
- Dime cariño. - respondió, dejándole un beso en la frente.
- A papá no le habrá echo mucha gracia que saliera sin decir nada... - dijo en forma de pensamiento propio, pero en voz alta. -¿No? - concluyó.
- Bueno... él... - empezó Martha, pero Kate se ofreció para seguir con la narración.
- Alexis, tu padre salió a buscarte cuando supo lo que habías echo. Tú abuela vino a verme, me lo contó y al no saber nada de ti ni de él empezamos a pensar lo peor pero has aparecido y ahora..., bueno, sólo tenemos que esperar a que él aparezca.
- Tuve que imaginarlo cuándo te vi aquí. - soltó sin pensar. - No me mal interpretes, por mi puedes venir siempre que quieras, - aclaró Alexis - pero me es extraño que tu estés aquí y mi padre no...
Kate se limitó a asentir con una de sus mejores sonrisas de cariño.
- No creo que tarde... – volvió a hablar la chica. - con éste tiempo es inútil seguir buscando.
Tras unos segundos de silencio, el teléfono del apartamento se hizo oír, sonando insistentemente. Martha se levantó, llegó hasta él y volvió al sofá con las chicas mientras atendía la llamada.
- ¿Si...? - dijo con incertidumbre.
- Quisiera hablar con la Sra. Martha Rodgers, por favor.
- Si, soy yo... - contestó, mientras se apoyaba al brazo del sofá después de oír la voz de la chica qué llamaba.
- Le llamo del Lenox Hill's Hospital. Vera, su hijo a tenido un accidente y...
Los ojos de Martha se quedaron paralizados. Todo su cuerpo dejo de tener vida propia por un momento, sólo un pequeño temblor general y el latido acelerado de su corazón, junto a una respiración entrecortada, se mantenían presentes.
- ¿Oiga? ¿Hay alguien...? - pregunto la enfermera.
- Si, disculpe. Me llamo Kate Beckett, una amiga de la familia. ¿Castle..., -rectificó – Richard se encuentra bien?- su voz intentaba sonar mas serena ,pero había un toque de nerviosismo en ella.
- No deben preocuparse, dentro de lo que cabe sólo han sido heridas superficiales. - al oírlo, Kate no pudo evitar respirar hondo; también las chicas, que la estaban observando con interés.. - En estos momentos se encuentra en observación, pero hoy mismo se podrá ir a casa si no hay ninguna anomalía. Si quieren que les llame cuándo...
- Muchas gracias - la corto Kate.- En unos minutos estaremos aquí.
Kate devolvió el teléfono a su sitio y sin tener que hablar, las tres chicas salieron precipitándose hacia el coche de la inspectora rumbo al hospital.
El trafico que se había formado en la avenida Lexington, no era nada que no fuera habitual a esas horas de la tarde. Des de el punto dónde se encontraban las chicas se podían divisar el centenar de vehículos; particulares, taxis, transporte publico...,que se veían concentrados en los distintos carriles, todos deseando llegar a su destino.
Kate siguió todo rectos unos metros más. Al llegar a la intersección entre la avenida Lexington y la 77th St. puso el indicador en dirección éste, aparcando justo al lado de la boca de entrada y salida del metro y la entrada de emergencias del hospital.
- Oiga, lo siento pero aquí no puede aparcar. ¿No ha visto que está...?
- ¡Policía de Nueva York! – le cortó, enseñando su placa. - ¿Algo que objetar?
- No... - dijo con un simple hilo de voz el mozo de la ambulancia.
Martha entro con la vista puesta en el área de recepción, sin importarle lo que pudiese estar ocurriendo a su alrededor, seguida de su nieta. Kate les seguía detrás.
- Ésto es increíble.. - murmuró Kate en voz alta.
A muy pocos pasos de dónde se encontraban ellas, dónde las puertas separaban la zona restringida de la publica, una muchedumbre de gente, entre ellos personal medico, rodeaban al escritor de novelas de éxito, mientras él seguía firmando ejemplares de su última novela, algunas carpetas, simples folios en blanco e incluso tatuando algunas partes del cuerpo con su firma.
Con una expresión de rabia en su rostro, Beckett se hizo paso entre todos los que le rodeaban.
- ¡CASTLE! - le llamó furiosa y a la vez incrédula delante aquella situación.
- ¡OH! - exclamó sorprendido - Hol... - no le dio tiempo a terminar el saludo.
Beckett lo agarró por la manga de su chaqueta, con ímpetu, arrastrándolo a una distancia suficiente para poder hablar con el.
- Vale, vale..., ¡yo también me alegro de verte! - comentó él, justo cuándo Kate se detuvo en seco dándole una bofetada. - AAH! - exclamó sorprendido, poniéndose la mano en la mejilla. - ¿A qué a venido eso?
- ¿Que a qué avenido? ¿TU SABES LO PREOCUPADA QUE ESTABA TU MADRE? - dijo casi chillando - ¿Por qué no cogiste las llamadas? ¿Te crees que ésto es una simple pueblo de montaña? ¿Que puedes ir tú sólo en busca de Alexis? - al finalizar esa pregunta, el dedo indice de Richard señalo a su izquierda. - ¿Qué? - preguntó ella con cara de pocos amigos.
Richard levanto las cejas moviendo ligeramente la cabeza en la misma dirección que seguía señalando su dedo. Ésta se giró dándose cuenta del gran número de personas, algunas, las mismas que rodeaban a Castle minutos antes de que llegaran, que estaban observándoles. Kate frunció el ceño, bajando la mirada avergonzada por el espectáculo que acababa de dar. La chica volvió a mirar a Castle, apartándolo más de dónde se encontraban.
- ¡Ésto no es una isla desierta dónde solo estás tu, Castle! No tienes ni idea de lo mal que lo hemos pasado sin saber dónde demonios estabas andando... ¡y con este tiempo! - le reprocho, ésta vez en voz más baja.
- ¿Hemos? - preguntó con una sonrisa que iba creciendo mientras la miraba a los ojos.
El silencio se adueño de ellos por un momento. Kate dio unos pasos hacía atrás aclarándose la voz. Miro a su izquierda de nuevo; Alexis estaba abrazada a Martha con su cabeza apoyada al hombro de ella. La mirada de Kate se cruzo con la de la actriz, con una suave sonrisa en los labios de ambas.
- Dime Castle, no pudiste soportar la idea de que yo tuviera un accidente y tu no..., ¿Verdad? - dijo la inspectora con segundas, cambiando radicalmente de tema. - ¿Por qué no llamaste? ¿Por qué, sólo tu? Que habría pasado si en vez de tu lo hubiese encontrado..., otra persona, cualquiera que...
- ¿Quien ha dicho que lo haya encontrado? - susurró él.
- Tú mismo. - mintió ella.
- No. Yo no he dicho nada... - dijo totalmente convencido.
- Puede que sea por qué sólo tengo que estudiar tu expresión para darme cuenta de todo.
Con esta última frase, Beckett se alejo de la zona de urgencias en dirección a Espósito, el cual acababa de aparecer por la puerta, a la vez que respondía a la llamada que acababa de recibir.
Un nuevo caso acababa de abrirse en alguna zona de nueva york; al oeste de la octava avenida.
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Ahora decidme, si no ha valido la pena la espera...!!
.. !!!!!!
leed!
..luego hablamos!
Antes de leer:
- Spoiler:
- Cada palabra en color significa que existe un documento fotográfico que encontrareis a continuación dentro de un spoiler! xo.
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Capitulo XVII
Katherine Beckett. Al leer su nombre en la etiqueta blanca y rectangular del sobre, su cuerpo reaccionó con un pequeño temblor general. Había conseguido estar serena y tranquila durante todo el día y ahora el simple echo de tener ese sobre en sus manos había desatado todos sus miedos. Se estaba arrepintiendo de aquel “prefiero ir sola” que había respondido a ambos cuándo se ofrecieron para acompañarla.
Un suave zumbido la hizo volver al presente.
- Beckett. - contestó sin prestar atención al nombre que parpadeaba en la pantalla.
- Te arrepientes de haber dicho que no a mi propuesta. - afirmó él.
- ¿Castle? - pregunto Kate, asombrada de su saludo tan peculiar.
- ¿Sigues pensando lo mismo? - insistió.
Kate se levantó del asiento dejando el sobre en su lugar. Con la blackberry pegada en su oído, sin responder, concentrada buscando a la persona que seguía detrás de la linea, no podía evitar sonreír al pensar que se había saltado sus palabras y ahora estaba ahí.
- ¿Katherine Beckett? - preguntó a sus espaldas una voz femenina.
Ésta se giró respondiendo un si rápido, aún con el móvil pegado a su oído.
- ¿Castle? - pregunto ella en susurros, a la vez que volvía a girarse recogiendo lo que era suyo.
- Todo irá bien. - dijo el escritor seguro de sus palabras.
Ella sonrió. Recogió el sobre y guardó su móvil mientras entraba al interior del box dónde le leerían los resultando que ella no se atrevía a mirar.
En el aparcamiento, a un paso de entrar al interior del edificio que tantas veces había pisado ese último mes, el tono entrante de llamada que tenía adjudicado para su madre cogió desprevenido a Rick.
- Hola – contestó sorprendido al ver la palabra “Home” en la pantalla.
- Algo que no va bien... - la voz de Martha estaba apagada. - Deberías venir a casa cuánto antes.
- ¿De que se trata? - quiso saber.
- Es mejor que te lo cuente cuándo estés aquí. No tardes. - su tono le preocupo.
- Madre... - insistió.
- Tú hija. - le corto Martha.
Aquellas dos palabras hicieron que cualquier escusa tonta, cualquier motivo para retrasar el momento de volver a casa dejara de existir.
Calles anchas, callejones que quedan disimulados por grandes edificios construidos a su lado. Tiendas con grandes rótulos que hacen sombra a las pequeñas tiendas, a las de siempre. Aquellas que sus paredes tienen más historias por contar que cualquier persona que haya vivido noventa años.
Semáforos, muchos semáforos a lo largo de las distintas avenidas. Algunos coches pasando a toda velocidad rozando el ámbar y otros que dejan que cambie a rojo. No tienen prisa - piensa él, dando una mirada fugaz al interior del Honda Civic blanco detenido al carril de su derecha. - Y ellos tampoco. - vuelve a afirmar, mirando a un grupo de chicos y chicas que no dejan de andar y detenerse a cada escaparate a lo largo de la acera contigua a dónde él sigue parado.
Rick levantó la mirada hacia al cielo a la espera de una luz verde. Aún no.
En un día cualquier, cuándo se puede permitir perderse por la ciudad y sus múltiples lugares verdaderamente increíbles, le daría igual malgastar uno, dos...,dieciocho minutos parado en un semáforo; eso a veces le servía de inspiración. Cada simple detalle de decoración en un escaparate, cada gesto de una madre a su hija, cada beso tímido de esa pareja joven que no hace ni dos días han empezado a salir juntos. Luces, ruidos agradables, coches particulares, taxis, edificios vertiginosamente altos, parques de ensueño ideales para una o varias escenas de película. Para todo esto y muchos más detalles que ahora no venían a su mente, por todo lo que podía pasar por ella en menos de una milésima de segundo, hoy..., ahora no tenia tiempo.
En el apartamento, Martha no dejaba de imaginar cualquier posible lugar en dónde ella podría encontrarse. La nota que había leído seguía en su mano, sus ojos no dejaban de mirarla y ver esas cinco palabras que parecían estar en negrita, sobresaliendo entre todas las demás; Volveré cuándo lo haya encontrado..
- ¡Richard! - exclamó su madre al oír las llaves entrando en la cerradura.
- ¿Y Alexis? - preguntó, sabiendo que la respuesta no seria la que él necesitaba escuchar.
- Será mejor que lo leas.
Su madre la enseño la nota, deslizándola por la barra de la cocina. Éste la cogió con gran ímpetu y empezó a leerla con la misma rapidez. Sus ojos iban de margen a margen del papel. Su mente no lo comprendía, aquello debía tratarse de una inocentada fuera de temporada. Su Alexis no era del tipo de chicas que hacían algo así.
- La he estado llamando desde que he leí la nota pero no coge el teléfono. Ashley tampoco sabe nada. - prosiguió. - Crees que Kate y los chicos podrían...
- Se trata de Alexis, madre. Se como piensa y creo que se por dónde se estará moviendo...
- Entiendo que quieras ser tu quien la encuentre Richard, pero tu sólo no podrás recorrer la ciudad de nueva york en un día, además – su tono de voz cambió a uno más optimista - sólo hace unas horas que es fuera, seguramente volverá cuándo vea que se hace tarde.
- En mis peores novelas. - murmuró en voz alta, andando hacía el sofá.
- Si..., tienes razón. - aprobó su madre, siguiéndolo. - En ealidad es capaz de andar toda la noche y seguir preguntando hasta que lo encuentre, ¿pero crees realmente que puede encontrarlo?
- Se trata de Alexis... - volvió a repetir Castle. Se había quedado sin ideas para un razonamiento que sonara convincente.
- Sí ,se trata de tu hija, pero también de Wave. ¿Acaso no recuerdas como se puso cuándo perdió a.... bueno, la mascota de Ashley?
- Claro, no suelo verte cada día encima de la mesa leyendo una revista... - dijo, queriendo romper la tensión del momento, pero no duro mucho. - Puso la casa patas arriba, removió hasta el último cojín... - recordó su padre.
- ¿Y recuerdas lo que le dijiste?
- “Para encontrar a un roedor hay que pensar como un...” ¡ESO ES! - exclamó Rick levantándose del sofá. - ¡Eres la mejor!
Rick alcanzo su americana de pasada, dio un beso a su madre y salió de su apartamento dejando que la puerta se cerrara del impulso dado al salir.
Martha inspiró dejando salir el aire con lentitud mientras observaba esa puerta que acababa de cerrarse. Su sexto sentido le decía que iba a necesitar ayuda, y sabía muy bien a quién llamar, a quien Richard necesitaría oír en el peor de los casos ya que a ella no querrá escucharla, pero aún era temprano y en el fondo deseaba no tener que hacer esa llamada.
Nueva York puede resultar un lugar increíble si te levantas con buen pié o una trampa si el día se vuelve negro de repente. Nunca es igual, todo cambia según el estado anímico de cada persona. Hoy para unos estaría siendo así; una trampa, un laberinto al qué descubrir el camino para llegar a la solución, a alguien que no sabes dónde está. Y ésta a su vez quizá espera ser encontrada, o sólo desea encontrar aquél algo o a alguien perdido. Afortunadamente, para Kate el día brillaba a su favor. Ahora se sentía estúpida al pensar en los nervios y el miedo que había tenido poco antes de saber que las pruebas; los análisis, las radiografías, etc. no podían haber salido mejor.
Acababa de salir dejando que esas puertas automáticas se siguieran abriendo y cerrando para muchos otros visitantes, alguna vez pacientes quizás. Necesitaba compartir la noticia con los suyos y la primera persona en quien pensaba, con el permiso de su padre, empezaba por R.
De camino a su coche, mantuvo el móvil pegado al oído a la espera de esa voz que quería volver a oír.
El sonido de llamada se hizo monótono. Rick era de las personas que solían responder al momento, aún así no le dio mucha importancia. Llamaría más tarde o lo más probable es que la llamara él en cuanto viera las llamadas entrantes en su móvil. - pensó en su fuero interior.
La no respuesta por parte de Castle, convertía al padre de Kate en un hombre afortunado. Éste respondió al segundo tono, alegrándose de saber las buenas noticias y aceptando la petición de su hija con mucho entusiasmo.
- ¿Necesitas que traiga algo, hija? - quiso saber su padre.
- No... bueno, quizás si..., pero ésto lo dejo en tus manos. - el tono travieso de su voz dejaba muy claro a Jim a qué se refería.
- Cuenta con ello. ¿Algo más? .
- Si, se puntual. Sobre las dos creo que estará apunto. - intuyó ella.
- Ahí estaré. Hasta luego cariño.
- Hasta luego papá.
Kate acababa de auto esclavizarse en la cocina durante lo que restaba de mañana, pero ésto no iba a ser nada comparado con el momento de disfrutar del menú que ya llevaba pensando desde la noche anterior.
- Spoiler:
- Sushi de Salmón
http://glutoniana.files.wordpress.com/2010/09/sushi_nigiri_salmon_2.jpg
Rollitos de pasta brick con pollo y queso brie.
http://www.cocina.org/wp-content/uploads/rollitos-pasta-brick-pollo-queso-brie.jpg
Canción recomendada;
Live After You - Daughtry
Habían pasado... Ni siquiera él sabia en qué hora del día se encontraba. Sólo sabia que el sol ya no resplandecía por el mismo angulo que al salir de su apartamento, que las nubes habían crecido y amenazaban querer amargarle lo que le restaba de horas antes no dejara paso a un brillo más blanco, y en ese momento, en cuarto creciente.
Los faros delanteros del ferrari alumbraban a todo aquel que decidía anteponerse a su camino; 3rd Ave, a la altura de la E58th St. Al segundo cruce, Rick giro el volante en dirección a la E 60th St. Ahí siguió recto con los ojos concentrados en busca de alguna persona parecida a su hija o algo que le llamara la atención.
Tres calles más abajo, la Gran Army Plaza quedó dentro de su campo de visión junto con el bullicio de personas que se encontraban ahí. A unos cinco minuto de ese punto de encuentro para muchos, el escritor decidió detener el deportivo y hacer ese último tramo a pie hasta una de los accesos de Central Park [South].
- Spoiler:
- Ruta de Castle.
https://2img.net/h/i417.photobucket.com/albums/pp253/Sorikawa/RtaRichard.png
Mapa completo;
https://2img.net/h/i417.photobucket.com/albums/pp253/Sorikawa/RRichardM.png
Foto acceso al parque.
https://2img.net/h/i417.photobucket.com/albums/pp253/Sorikawa/RRichardF.png
Una larga pasarela de asfalto rodeada por todo tipo de vegetación de varios tipos, tamaños y familias, daba la bienvenida a todos aquellos que día tras día, como aquel, enlejían ese acceso para sumergirse en unos de los paraderos mas buscados por turistas y los mismos neoyorquinos.
Para Castle cada rincón de aquel parque, cada hoja desprendiéndose de los altos y esbeltos arboles plantados de manera que a vista de todos resulta perfecto, cada farola situada al lado de los bancos que acababa de dejar atrás, le recordaba a su hija.
Alexis siempre había admirado la belleza del parque , desde pequeña, y no dudaba en pedir a su padre que la llevara todos los fines de semana; esa era su gran salida. Habían tenido otras y todas muy productivas, curiosas, divertidas..., pero el central park era un icono para ellos, un recuerdo muy importante de su infancia.
Siguiendo por dónde sus pies le llevaban, estaba apunto de cruzar el túnel del tiempo, así es como lo llamaba ella. Una de las anécdotas de ese pequeño túnel es el miedo que le llegaba a tener a medida que lo atravesaban. Solía entrar corriendo, pero a la mitad retrocedía para aferrarse a la mano de su padre, observando cualquier mínimo detalle de su estructura. Una vez fuera, volvía a alejarse escaleras arriba en busca de nuevas experiencias, colores, algo que llamara a su curiosidad.
Resultaba imposible encontrar un solo tramo vacío. Allá donde mirase veía a hombres, mujeres y niños andando uno al lado de otro o alejados porque una niña quiere que su madre vea algo que a ella le a sorprendido. Algunos con la mochila en la espalda y otros con un bolso cruzado. Niños de la edad de la Alexis de sus recuerdos, muchos con su gorra para protegerse del sol; aunque cada vez se apreciaba menos.
El desconcierto de no saber dónde se encontraba, el haber tenido una fe ciega en ese sitio por lo que representaba para ellos, para él como padre, hizo aflorar sus sentimientos dejando que éstos humedecieran sus ojos, nublando su visión.
Cuanto más se adentraba, cuanto más veía, eso significaba una nueva explosión de recuerdos que volvían al presente, situaciones visualizadas que alguna vez habían servido, de nuevo, para su inspiración; padres con sus hijos en su salida de hombres, chicas sentadas en la hierva contándose sus mayores secretos, aquellos no que se atreven a contar a su madre, madres descansando después del largo paseo con sus respectivos hijos de apenas seis, dos o doce meses; algunos valientes que decidieron empezar a cuidarse haciendo footing, y otros más expertos corriendo a un ritmo ya pre establecido por ellos mismos, disfrutando del paisaje y la música grabada en su mp3 o ipod.
Sin darse cuenta, Richard había llegado a una zona muy significativa de la infancia de su hija. Ahí fue dónde hizo su primera enemiga, y con los días pasaron a ser su otra mitad, respectivamente.
Viendo aquella escultura parecía como si el tiempo no hubiera pasado. Alice seguía igual de joven y bronceada que desde el 1959, año en la que fue construida.
- Spoiler:
- Localización.
https://2img.net/h/i417.photobucket.com/albums/pp253/Sorikawa/alicewonderl.png
https://2img.net/h/i417.photobucket.com/albums/pp253/Sorikawa/aliceWonder.png
Monumento Alice in Wonderland.
http://www.flickr.com/photos/jag9889/2409403578/sizes/l/in/photostream
Aquella increíble escultura, construida a diferencia de las demás para que los niños pudieran palpar con sus manos su textura, sentarse al lado de la pequeña y traviesa Alice, tocar al gato, abrazar al conejo y jugar con el sombrerero loco, seguía despertando la misma ilusión, ese mismo brillo en los ojos de los más pequeños, y mayores. Observándola, era como si viera a su hija sentada en una de aquellas setas, posando a la espera que su padre le hiciera la foto. Y no solo una sola, guardaba un buen número de ellas, algunas en las que salia sola, y en otras acompañada.
Abatido por el largo día que llevaba, Rick decidió sentarse en una de las setas, en la mas grande. Ahora que no había muchos niños, podía permitírselo.
A la cuarta o quinta escena revivida mentalmente en ese mismo lugar, en el bolsillo de su chaqueta el móvil volvió a sonar. Al ver su nombre no le sorprendió, tarde o temprano sabía que le llamaría.
Kate se paseaba nerviosa por el extenso salón de su apartamento, esperando una respuesta a esa llamada; ya era la segunda vez y la segunda vez que no respondía.
- ¡Como se puede ser tan terco! - exclamó la inspectora terminando con la llamada.
- Paciencia querida, yo llevo toda la mañana intentándolo... - dijo Martha, recibiendo el apoyo de Jim. - Pensé que a ti te haría más caso, pero veo que tampoco solucionaré nada. - hizo una pausa y siguió hablando. - Mi nieta perdida por ahí en busca de su perro y mi hijo perdido buscándolos a ellos... ¡seguro que alguien lo compraría cómo trama para de una novela! - enfatizó la actriz con un claro humor en sus palabras.
- Los encontraremos Martha, palabra de inspectora. - le prometió Kate, sentándose a su lado.
- Lo sé. Y aún y no ser inspectora se que también lo harías... - soltó la madre de Richard con una sonrisa en su rostro.
- Aunque me pese ... - empezó a hablar Jim - la compañía es de lo mejor, pero tengo que irme. Cualquier cosa, llamame, ¿vale, hija?
- Lo haré, no te preocupes.
Jim abrazo a su hija. Sólo imaginarse en esa misma situación, le entraba el pánico y ahora que la volvía a ver feliz y recuperada, no quería desaprovechar ninguna oportunidad.
- Esperemos que la próxima vez podamos vernos en una situación menos tensa... - dijo el hombre dándole la mano a la madre de Richard. - ya verá como antes de terminar el día los tiene a los dos de nuevo en casa.
- Gracias, Jim. - le agradeció ella.
- Adiós hija, - volvió a despedirse. - y gracias por la comida. Me alegra saber que has heredado el talento de tu madre.
- ¿Eso significa que voy a tenerte cada día a comer? - ironizó
- Siempre que tu quieras. - contesto su padre bajando las escaleras.
- Cuidate. Te llamo mañana- añadió ella.
Beckett cerró la puerta sonriente mientras recordaba esa velada tan padre e hija; las había echado de menos y saber que se iban a repetir más a menudo la hacia feliz.
- Un gran hombre tu padre.. - comentó Martha desde el sofá.
- Si. - contestó Kate con una sonrisa especial.
- Tiene suerte de tenerte como hija. Y en ciertos aspectos le envidio...
- Ser inspectora de homicidios no me hace perfecta y Castle... - calló pensando en sus próximas palabras. - ¿tan malo es como hijo? Tiene sus momentos, puedo hacerme una idea, pero viendo cómo es con Alexis...
- Bueno, a veces parece que Alexis sea la mayor y Richard el pequeño. A parte de eso...., no, no puedo quejarme. - confeso Martha. - Él también a sufrido mucho, y yo no se lo puse fácil, en parte me siento culpable en eso.
- ¿Su padre...? - preguntó la inspectora, con mucho tacto a la hora de pronunciarlo.
- Si. Y sin quererlo el siguió el mismo camino; dos matrimonios y ninguno bueno.
- En cierto modo, si hubo algo bueno.
- Alexis. - dijo ella antes de que Beckett lo pronunciara – Para Richard, Alexis es..., a veces creo que intenta protegerla demasiado y eso ella lo odia.
- Me di cuenta. Meses atrás vino a comisaría para hablar con él por unas clases de violín, si no recuerdo mal. - le contó - Lo dejo KO. - la actriz se limitó a asentir.
- Creo que lo mejor será que vuelva a casa. - comentó. - Si aparece Alexis se encontrara la casa vacía y a saber en que condiciones vuelve....
- Te acompaño. - decidió Kate.
- Gracias cariño, pero no tienes porqué....
- Insisto. Llamaré a Espósito y Ryan para que se lleven más agentes y hagan vigilancia en las zonas dónde frecuentan los dos. Nosotras les esperaremos en casa, así aprovecho y te doy esa receta. -propuso con su mejor sonrisa.
Las dos cogieron sus pertenencias dispuestas a poner un nuevo rumbo por delante.
- Es inútil que lo llames, no te lo cojera. - dijo Martha, muy segura de si misma al ver a Kate con la blackberry de nuevo pegada en el oído.
- No me importa. Tarde o temprano tendrá que responder, dudo que soporte más de catorce llamadas seguidas... - respondió ella.
Kate cerró la puerta de su piso con fuerza dando doble giro con la llave, mientras seguida manteniendo el móvil en la otra mano. Castle tendría que dar señales de una manera u otra; ella no pensaba darse por vencida.
Tercera.
Octava.
Richard empezaba a estar harto de las constantes llamadas. No dejaba de repetirse "Ojala me fallara la batería". Sólo pedía unas horas mas de tranquilidad, ¿eso era pedir mucho?
- ¡Ven aquí! - gritó una chica.
Aquella orden proveniente de su alrededor hizo abrir los ojos a Rick, despertando su curiosidad.
Un perro paso por delante de él a toda velocidad. Un poco más lejos la que seria su dueña intentaba ir detrás suya con la correa en las manos. Rick no dudo en ayudarla. Saltó de la seta y empezó a correr detrás de lo que parecía un yorkshire.
- ¡No huyas! - le recomendado Castle. - Vamos pequeño, ven aquí.
Ante esas palabras, a la orden de Rick el perro aminoro su carrera quedando sentado con sus ojos negros fijos en él.
- ¡Buen chico! -dijo él mientras lo alzaba.
Rick sin dejar de acariciar al yorkshire, volvió a la estatua de Alice donde la chica le esperaba apoyada a la seta que había detrás del conejo.
- ¡Muchas gracias! - dijo su dueña, viendo al hombre con el perro entre sus brazos. - no se como se lo echo..., pero gracias. -repitió.
Rick sonrió a la chica dejando a la mascota en sus brazos.
- ¡Eres un travieso Wave! - le dijo, la chica con el pelo rubio, al perro mientas lo acariciaba.
- ¿Le has llamado Wave? - preguntó justo después de oír como le llamaba.
- Si, lo encontré hace unas semanas cerca de dónde vivo. Estaba herido y decidí recogerlo a escondidas. No puedo tener animales, no me lo permiten, pero hice buenas migas con el portero y algunos de los que trabajan en el hotel...
La chica fue bajando su tono de voz al ver la mirada penetrante y analizadora de Rick, eso la asusto.
- Creo que ahora entiendo porqué me ha echo caso... ¡hola chiquitín! - le llamo, pasando su mano por debajo la barbilla del yorkshire. - Sabes quien soy, ¿verdad? - a ese apodo el perro movió la cabeza soltando algún ladrido. - ¡Veras cuándo te vea Alexis...!
- Alexis... - bisbiseo ella. - ¿Sr. Rodgers? - preguntó sorprendida.
Rick levanto los ojos hacia al altura de la joven al escuchar como le había llamado.
- ¿Eres de la CIA? - preguntó él frunciendo el ceño. La chica negó con una breve sonrisa en sus labios. - ¿FBI? - ésta se rió ante las expresiones de Castle.
- No. Soy Courtney. Courtney Lawless.
- ¿Courtney? - repitió él de forma interrogativa.
- Quizá no me reconoce, ha pasado mucho tiempo...
Richard intentaba recordar a esa chica, pero su melena rubia y ondulada no le resultaba familiar.
- Hace once años, al lado de Alice – dijo ella señalando la estatua. - nos pusimos a debatir con Alexis quien era mejor de los dos; el conejo o el sombrerero. Aún tengo la foto que nos hizo una a cada lado de su favorito. Ella defendía a su loco sombrerero y yo a mi adorable conejo. Nunca he superado que alguien más pequeño que yo me llevara la contraria, sin embargo..., con el tiempo entendí que tenia razón, ahora soy fan del sombrerero loco.
- Es curioso, Alexis dijo lo mismo del conejo. - le confesó. - Hay que ver como has cambiado, ¡y eres rubia! - recalcó.
- Soy rubia, y a mucha honra.
- Eso es lo que me ha echo dudar, te recordaba con el pelo oscuro.
- Durante el verano que nos trasladamos a Europa, empece aclarármelo y termine rubia.
- ¡Alexis se va a llevar una doble sorpresa!
- Entonces, ¿el perro es suyo?
- Si. Ese escurridizo aprovecho que la puerta estaba abierta cuando salia mi madre, para escabullirse. Imagino que no supo volver y acabo perdido. Se lo regale hace unos meses, lo sacamos de la perrera. Estaba muy preocupada, le había cogido mucho cariño.
- ¡Eres un perro con suerte Wave! - éste ladro. - ¡..y muy travieso! - añadió ella.
En el cielo de Nueva York un fuerte estruendo alarmó a todos los que pasaban o permanecían a su alrededor. Wave también reacciono al efecto atmosférico.
- Parece que no le gustan los truenos. - advirtió la chica.
- No, los odia. - le informó él. - ¿Te llevo a casa? Ésto no tiene muy buena pinta.. - dijo mirando el cielo.
En pocos minutos el cielo neoyorquino se había cubierto de una espesa oscuridad, decorado con unas nubes densas y cargadas de lluvia amenazando descargar en breves segundos.
- No se preocupe, vivo cerca. Nos estamos en un hotel de la E 73rd St.
- Te acompaño de todos modos, no tengo el coche mucho más lejos de esa calle.
El ferrari le esperaba a unos quince minutos andando de la dirección que le había dicho Courtney, pero ahora mismo la distancia que necesitaría andar para llegar a el y conducir hasta casa había dejado de importarle.
- Sabe, mi madre es una gran admiradora de sus libros...
Courtney siguió hablando de los libros y su estada en Europa con el padre de Alexis camino de la entrada de su vivienda. Una vez allí, se despidieron no sin antes acordar un plan para que al día siguiente fuese uno de los mas importantes para su hija, para Castle, y alma gemela para Courtney.
- Spoiler:
Localización.
https://2img.net/h/i417.photobucket.com/albums/pp253/Sorikawa/direCourtLaw-1.png
Fachada principal.- E73rd ST. - (Entre la 5th Ave y la Madison)
https://2img.net/h/i417.photobucket.com/albums/pp253/Sorikawa/direCourtL.png
Fachada - 5nAvenida - (delante del Central Park.)
https://2img.net/h/i417.photobucket.com/albums/pp253/Sorikawa/MapaCourtney3D.png
Desde las ventanas del apartamento de los Rodgers, Martha observaba esa cortina densa que parecía no tener fin.
La puerta del apartamento se abrió dejando paso a una Alexis cabizbaja. Ésta entró sin mirar quién pudiera haber al interior de la sala sumergida en su único pensamiento. La pelirroja venia empapada y con una expresión en la cara que hablaba por si sola; no había habido suerte.
- ¡ALEXIS! - exclamaron Kate y Martha con diferente timbre de voz.
- Cariño, nos has tenido muy preocupados. - Martha voló a su encuentro, rodeándola con sus brazos.
- Se a ido. - titubeo la chica. - Lo rescate de la perrera precisamente para darle una familia, esa mujer confió en mi, incluso Wave lo hizo y yo ahora lo he perdido.
- Tranquila, cariño. Seguro que aparecerá. - le reconforto su abuela, ahora tranquila.
- ¿Has venido sola...? - quiso preguntarle la inspectora en un tono de indiferencia en su voz.
- Si...
Las miradas de Beckett y Martha se encontraron compartiendo un mismo presentimiento y con el un mismo deseo.
- Abuela. - la llamo su nieta.
- Dime cariño. - respondió, dejándole un beso en la frente.
- A papá no le habrá echo mucha gracia que saliera sin decir nada... - dijo en forma de pensamiento propio, pero en voz alta. -¿No? - concluyó.
- Bueno... él... - empezó Martha, pero Kate se ofreció para seguir con la narración.
- Alexis, tu padre salió a buscarte cuando supo lo que habías echo. Tú abuela vino a verme, me lo contó y al no saber nada de ti ni de él empezamos a pensar lo peor pero has aparecido y ahora..., bueno, sólo tenemos que esperar a que él aparezca.
- Tuve que imaginarlo cuándo te vi aquí. - soltó sin pensar. - No me mal interpretes, por mi puedes venir siempre que quieras, - aclaró Alexis - pero me es extraño que tu estés aquí y mi padre no...
Kate se limitó a asentir con una de sus mejores sonrisas de cariño.
- No creo que tarde... – volvió a hablar la chica. - con éste tiempo es inútil seguir buscando.
Tras unos segundos de silencio, el teléfono del apartamento se hizo oír, sonando insistentemente. Martha se levantó, llegó hasta él y volvió al sofá con las chicas mientras atendía la llamada.
- ¿Si...? - dijo con incertidumbre.
- Quisiera hablar con la Sra. Martha Rodgers, por favor.
- Si, soy yo... - contestó, mientras se apoyaba al brazo del sofá después de oír la voz de la chica qué llamaba.
- Le llamo del Lenox Hill's Hospital. Vera, su hijo a tenido un accidente y...
Los ojos de Martha se quedaron paralizados. Todo su cuerpo dejo de tener vida propia por un momento, sólo un pequeño temblor general y el latido acelerado de su corazón, junto a una respiración entrecortada, se mantenían presentes.
- ¿Oiga? ¿Hay alguien...? - pregunto la enfermera.
- Si, disculpe. Me llamo Kate Beckett, una amiga de la familia. ¿Castle..., -rectificó – Richard se encuentra bien?- su voz intentaba sonar mas serena ,pero había un toque de nerviosismo en ella.
- No deben preocuparse, dentro de lo que cabe sólo han sido heridas superficiales. - al oírlo, Kate no pudo evitar respirar hondo; también las chicas, que la estaban observando con interés.. - En estos momentos se encuentra en observación, pero hoy mismo se podrá ir a casa si no hay ninguna anomalía. Si quieren que les llame cuándo...
- Muchas gracias - la corto Kate.- En unos minutos estaremos aquí.
Kate devolvió el teléfono a su sitio y sin tener que hablar, las tres chicas salieron precipitándose hacia el coche de la inspectora rumbo al hospital.
- Spoiler:
Localización:
https://2img.net/h/i417.photobucket.com/albums/pp253/Sorikawa/LHills-Starb.png
Foto hospital (Entrada de emergencia)
https://2img.net/h/i417.photobucket.com/albums/pp253/Sorikawa/LHills3D.png
El trafico que se había formado en la avenida Lexington, no era nada que no fuera habitual a esas horas de la tarde. Des de el punto dónde se encontraban las chicas se podían divisar el centenar de vehículos; particulares, taxis, transporte publico...,que se veían concentrados en los distintos carriles, todos deseando llegar a su destino.
Kate siguió todo rectos unos metros más. Al llegar a la intersección entre la avenida Lexington y la 77th St. puso el indicador en dirección éste, aparcando justo al lado de la boca de entrada y salida del metro y la entrada de emergencias del hospital.
- Oiga, lo siento pero aquí no puede aparcar. ¿No ha visto que está...?
- ¡Policía de Nueva York! – le cortó, enseñando su placa. - ¿Algo que objetar?
- No... - dijo con un simple hilo de voz el mozo de la ambulancia.
Martha entro con la vista puesta en el área de recepción, sin importarle lo que pudiese estar ocurriendo a su alrededor, seguida de su nieta. Kate les seguía detrás.
- Ésto es increíble.. - murmuró Kate en voz alta.
A muy pocos pasos de dónde se encontraban ellas, dónde las puertas separaban la zona restringida de la publica, una muchedumbre de gente, entre ellos personal medico, rodeaban al escritor de novelas de éxito, mientras él seguía firmando ejemplares de su última novela, algunas carpetas, simples folios en blanco e incluso tatuando algunas partes del cuerpo con su firma.
Con una expresión de rabia en su rostro, Beckett se hizo paso entre todos los que le rodeaban.
- ¡CASTLE! - le llamó furiosa y a la vez incrédula delante aquella situación.
- ¡OH! - exclamó sorprendido - Hol... - no le dio tiempo a terminar el saludo.
Beckett lo agarró por la manga de su chaqueta, con ímpetu, arrastrándolo a una distancia suficiente para poder hablar con el.
- Vale, vale..., ¡yo también me alegro de verte! - comentó él, justo cuándo Kate se detuvo en seco dándole una bofetada. - AAH! - exclamó sorprendido, poniéndose la mano en la mejilla. - ¿A qué a venido eso?
- ¿Que a qué avenido? ¿TU SABES LO PREOCUPADA QUE ESTABA TU MADRE? - dijo casi chillando - ¿Por qué no cogiste las llamadas? ¿Te crees que ésto es una simple pueblo de montaña? ¿Que puedes ir tú sólo en busca de Alexis? - al finalizar esa pregunta, el dedo indice de Richard señalo a su izquierda. - ¿Qué? - preguntó ella con cara de pocos amigos.
Richard levanto las cejas moviendo ligeramente la cabeza en la misma dirección que seguía señalando su dedo. Ésta se giró dándose cuenta del gran número de personas, algunas, las mismas que rodeaban a Castle minutos antes de que llegaran, que estaban observándoles. Kate frunció el ceño, bajando la mirada avergonzada por el espectáculo que acababa de dar. La chica volvió a mirar a Castle, apartándolo más de dónde se encontraban.
- ¡Ésto no es una isla desierta dónde solo estás tu, Castle! No tienes ni idea de lo mal que lo hemos pasado sin saber dónde demonios estabas andando... ¡y con este tiempo! - le reprocho, ésta vez en voz más baja.
- ¿Hemos? - preguntó con una sonrisa que iba creciendo mientras la miraba a los ojos.
El silencio se adueño de ellos por un momento. Kate dio unos pasos hacía atrás aclarándose la voz. Miro a su izquierda de nuevo; Alexis estaba abrazada a Martha con su cabeza apoyada al hombro de ella. La mirada de Kate se cruzo con la de la actriz, con una suave sonrisa en los labios de ambas.
- Dime Castle, no pudiste soportar la idea de que yo tuviera un accidente y tu no..., ¿Verdad? - dijo la inspectora con segundas, cambiando radicalmente de tema. - ¿Por qué no llamaste? ¿Por qué, sólo tu? Que habría pasado si en vez de tu lo hubiese encontrado..., otra persona, cualquiera que...
- ¿Quien ha dicho que lo haya encontrado? - susurró él.
- Tú mismo. - mintió ella.
- No. Yo no he dicho nada... - dijo totalmente convencido.
- Puede que sea por qué sólo tengo que estudiar tu expresión para darme cuenta de todo.
Con esta última frase, Beckett se alejo de la zona de urgencias en dirección a Espósito, el cual acababa de aparecer por la puerta, a la vez que respondía a la llamada que acababa de recibir.
Un nuevo caso acababa de abrirse en alguna zona de nueva york; al oeste de la octava avenida.
.................................................
Ahora decidme, si no ha valido la pena la espera...!!
.. !!!!!!
Última edición por StanabNC el Vie Feb 11, 2011 11:24 am, editado 1 vez
StanabNC- Autor de best-seller
- Mensajes : 847
Fecha de inscripción : 17/11/2010
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
stana es muy chulo, que digo chulo chulisimo!!! pero hay una cosa que no entiendo muy bien es el final ¿me lo podrías explicar?
xonika- As del póker
- Mensajes : 474
Fecha de inscripción : 13/08/2010
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
AHIII DIOS MIOOO QUE SI HA VALIDO LA PENA ESPERAR....??? PUES UNA Y MIL VECEEEEEEEEESS!!
YA NO RECORDABA (memoria de pez ) ASI QUE ME RE-LEI LOS ULTIMOS CAPS.... PERO ...UFF LA ESPERA HA VALIDO LA PENA CUANTOS SUCESOS EN UN SOLO CAP (por cierto esto no es un cap son tres en uno !!)...CUANDO LEI LO DEL ACCIDENTE DE CASTLE CASI ME DA ALGO ...PERO BUENO TE AGRADEZCO QUE NO ME DEJASES CON LA INTRIGA DE SI SERIA MUY GRAVE O NOO, MILL GRACIASSS,ESTE SIN DUDA ES EL MEJOR CAPITULO DE TODOS !
YA NO RECORDABA (memoria de pez ) ASI QUE ME RE-LEI LOS ULTIMOS CAPS.... PERO ...UFF LA ESPERA HA VALIDO LA PENA CUANTOS SUCESOS EN UN SOLO CAP (por cierto esto no es un cap son tres en uno !!)...CUANDO LEI LO DEL ACCIDENTE DE CASTLE CASI ME DA ALGO ...PERO BUENO TE AGRADEZCO QUE NO ME DEJASES CON LA INTRIGA DE SI SERIA MUY GRAVE O NOO, MILL GRACIASSS,ESTE SIN DUDA ES EL MEJOR CAPITULO DE TODOS !
vicky_heat- Moderador
- Mensajes : 1485
Fecha de inscripción : 23/07/2010
Edad : 30
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
Ohhh la espera ha valido la pena
y encima ha sido extra largo y con fotos
y encima ha sido extra largo y con fotos
errauskine- Autor de best-seller
- Mensajes : 966
Fecha de inscripción : 02/11/2010
Localización : Bizkaia
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
Ha merecido muchisimo la espera, es aun mejor de lo que esperaba, Grandioso!!!!!!
Enhorabuena!!!
y porfa Continua!! xDDDD
Enhorabuena!!!
y porfa Continua!! xDDDD
IsaVera- Autor de best-seller
- Mensajes : 762
Fecha de inscripción : 10/01/2011
Edad : 40
Localización : Cartagena, Murcia
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
uff si que a valido la pena!! que guay ! sigue (porfis esta vez no tardes tanto!)
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
PRECIOSO
Y superMEGAultra documentado, no le falta detalle
La xavala que encuentra a Wave... mmm... me recuerda a alguien, pero no, no consigo averiguar a quien
Pero Stana! yo tampoco he entendido muy bien el final
aXuxOn!!!
Y superMEGAultra documentado, no le falta detalle
La xavala que encuentra a Wave... mmm... me recuerda a alguien, pero no, no consigo averiguar a quien
Pero Stana! yo tampoco he entendido muy bien el final
aXuxOn!!!
anita- Moderador
- Mensajes : 1155
Fecha de inscripción : 05/08/2010
Edad : 35
Localización : JereZ =D
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
Veo hay dudas con el final.. :S
Para quien no lo haya leído aún, lo dejo en spoiler!
Para quien no lo haya leído aún, lo dejo en spoiler!
- Spoiler:
Supongo que la duda este en el último diálogo entre Kate y Castle.
"- ¡Ésto no es una isla desierta dónde solo estás tu, Castle! No tienes ni idea de lo mal que lo hemos pasado sin saber dónde demonios estabas andando... ¡y con este tiempo! - le reprocho, ésta vez en voz más baja.
- ¿Hemos? - preguntó con una sonrisa que iba creciendo mientras la miraba a los ojos.
El silencio se adueño de ellos por un momento. Kate dio unos pasos hacía atrás aclarándose la voz. Miro a su izquierda de nuevo; Alexis estaba abrazada a Martha con su cabeza apoyada al hombro de ella. La mirada de Kate se cruzo con la de la actriz, con una suave sonrisa en los labios de ambas.
- Dime Castle, no pudiste soportar la idea de que yo tuviera un accidente y tu no..., ¿Verdad? - dijo la inspectora con segundas, cambiando radicalmente de tema. - ¿Por qué no llamaste? ¿Por qué, sólo tu? Que habría pasado si en vez de tu lo hubiese encontrado..., otra persona, cualquiera que...
- ¿Quien ha dicho que lo haya encontrado? - susurró él.
- Tú mismo. - mintió ella.
- No. Yo no he dicho nada... - dijo totalmente convencido.
- Puede que sea por qué sólo tengo que estudiar tu expresión para darme cuenta de todo.
Con esta última frase, Beckett se alejo de la zona de urgencias en dirección a Espósito, el cual acababa de aparecer por la puerta, a la vez que respondía a la llamada que acababa de recibir.
Un nuevo caso acababa de abrirse en alguna zona de nueva york; al oeste de la octava avenida. "
Todo lo que he puesto en azul, hace referencia al perro.
Ella sabe que lo ha encontrado, nada mas verlo. La situación en la que lo encuentran es una clara pista que a kate le sirven para darse cuenta de que a encontrado a Wave!! De lo contrario, habria visto un Castle totalmente abatido...
mmm mejor asi? :S de todos modos haré algo en el próximo capitulo para q entendais éste final!
StanabNC- Autor de best-seller
- Mensajes : 847
Fecha de inscripción : 17/11/2010
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
StanabNC escribió:Veo hay dudas con el final.. :S
Para quien no lo haya leído aún, lo dejo en spoiler!
- Spoiler:
Supongo que la duda este en el último diálogo entre Kate y Castle.
mmm mejor asi? :S de todos modos haré algo en el próximo capitulo para q entendais éste final!
QUEDO TODO MUY CLARO, ESCRIBES TAN BIEN QUE NO HACE FALTA NINGUN TIPO DE ACLARACION...LA ESPERA POR ESTE CAPITULO SI QUE VALIO LA PENA....QUE INTENSO!!!!!!!!!!!!!!!! GRACIAS, MIL GRACIAS....CAMBIE MI CLASE DE HISTORIA POR TU CAPITULO!!!!! JAJAJJ Y FUE MUCHO PERO MUCHO MEJOR!!!!!!!!!!! NO PUDE MAS Y LO LEI DESDE MI MOVIL..... GRACIAS Y YA LO SABES: QUIERO MAS CAPITULOS!!!!!!!!!!
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: VENGANZA - Yo decido cuando termina el juego. -
que si a valido la pena esperar¿?¿...mmm....pues hombre...CLARO K SI!!!!!!!
me a encantado!!! a sido totalmente OOOOOOO
la ultima frase es
pero no se ha acabado verdad¿?¿?¿NO AUN PLIS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
k bien k wave sta bien...
me a encantado!!! a sido totalmente OOOOOOO
la ultima frase es
pero no se ha acabado verdad¿?¿?¿NO AUN PLIS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
k bien k wave sta bien...
casbeck2- Moderador
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