Nuestros días - Capítulo IX (02-02-13)

Hola a tod@s. Una vez más les agradezco por sus increíbles comentarios. Acá les dejo el cuarto capítulo. Voy a intentar dejar de lado los dramas... por un ratico. ¡Disfruten!

“¡Kate, Kate, despierta! ¡Kate, ¿qué te pasa?! ¡No me hagas esto! ¡Por favor, mírame! ¡Abre los ojos, mi amor!” – Grita él mientras la sacude enérgicamente.
Capítulo IV

Minutos después…

Abro los ojos y lo primero que veo frente a mí es la cara de Rick, me mira con evidente preocupación. Estoy desorientada y aturdida, no comprendo qué pasó. Lo último que recuerdo es que estábamos en el sofá y Rick se ofreció a prepararme un té, cerré los ojos y… nada, no recuerdo nada más.

Rick: -“¡¿Cariño, cómo te sientes?! ¡¿Te duele la cabeza?! ¡¿Te duele algo?!” – Preguntó agitado.
Kate: -“No, no me duele nada. Estoy bien” – Dijo y trató de incorporarse.
Rick: -“No, no, no te levantes, aún tienes las manos heladas – Dijo mientras tomaba las manos de ella entre las suyas.
Kate: -“Estoy bien, tranquilo. Seguramente fue un pequeño vahído debido al poco descanso” – Explicó tratando de quitar importancia a lo sucedido.
Rick: -“¡Que pequeño vahído ni que pequeño vahído! Se te fueron los tiempos y hasta el color de la cara. Vamos al médico ahora mismo” – Pronunció mientras se levantaba del sofá.
Kate: -“Rick, Rick, serénate, estoy bien” – Pidió mientras lo tomaba del brazo y él volvía a sentarse en el sofá – “Hey, hey, no pasa nada” – Susurró y lo acarició retirándole el flequillo de la frente.
Rick: -“Está bien, pero insisto que esto no es normal. Creo que es mejor que nos acostemos, tienes que reposar” – La levantó y la llevó en brazos hasta la habitación, la ayudó a cambiarse y se sentó en el borde de la cama.
Kate: -“No me mires así, me pones nerviosa” – Suplicó al sentir sus ojos clavados en ella –“Ya pasó, no fue nada”.
Rick: -“La gente no anda por ahí desmayándose por nada, Kate. Así que a descansar y a reponerse. Y si vuelves a sentirte mal me lo dices de inmediato, ¿está bien?” – Dijo mientras acomodaba las sábanas alrededor de ella.
Kate: “Está bien, papá” – Rio divertida.
Rick: -“Ríete todo lo que quieras. No te imaginas el susto que me diste, detective. Por cierto, olvídate de ir a trabajar mañana” – Dijo seriamente.
Kate: -“Rick…” – Se quejó.
Rick: -“Rick nada, tienes que hacer a un lado las preocupaciones. Además, mañana iremos al médico para que te revise y estar tranquilos” – Le dio un pequeño beso en la punta de la nariz.
Kate: -“Ay no, amor. No quiero ir” – Replicó poniendo cara de niña pequeña.
Rick: -“Me encanta cuando me llamas amor” – Sonrió y le dio un corto beso en los labios – “Y sí, sí vamos a ir al médico, sin protestas. Ahora vamos a apagar los teléfonos porque esta noche, tú y yo, estamos fuera de servicio” – Se levantó de la cama para colocarse la ropa de dormir y se acostó a su lado, abrazándola desde atrás y besándole el cuello.

Me dijo que se siente bien y que no debo preocuparme, pero lo cierto es que aún no puedo sacarme el miedo del cuerpo. El sólo hecho de imaginar que pueda pasarle algo serio me paraliza. No estaré tranquilo hasta que un médico me diga que está bien. Creo que la gente piensa que cuando vivimos cerca o con un policía, aprendemos a lidiar con el temor y hasta logramos controlarlo, pero ése no es mi caso, sobre todo si se trata de ella. La única certeza que tengo es que ya no sabría vivir si no la tengo conmigo.


Ya es de mañana, Rick me despertó temprano porque debemos ir al médico. No encontré manera de hacerlo desistir. En el fondo creo que es lo mejor porque, aunque no quiera admitirlo delante de él, yo también estoy un poco alarmada. Sin embargo, estoy segura que el médico nos dirá lo mismo que le he dicho a Rick, que todo se debe al exceso de trabajo y al poco descanso que he tenido durante las últimas semanas.

Rick: -“¿Estás segura que no quieres desayunar? ¿Es que te sientes mal otra vez?” – Preguntó mirándola fijamente.
Kate: -“No, cariño, ya no te mortifiques más. Creo que es mejor que vaya en ayunas a la consulta por si es necesario realizarme algunos análisis” – Contestó cariñosamente.
Rick: -“Está bien, pero insisto que sigues pálida” – Replicó y tomó su teléfono celular – “Voy a telefonear a Ryan para avisarle que no iremos a la comisaría en la mañana” – Informó y se dispuso a llamar por teléfono.
Kate: -“Bien. Dile que iremos por la tarde y que, por favor, se lo comunique a Gates” – Rick asintió.


Doctor: -“Su esposa está bastante anémica, pero no se alarme, es cuestión de cambiarle la dieta y someterla a un régimen rico en vitaminas, minerales y…” – Kate se encontraba en el apartado del consultorio terminando de vestirse y desde allí escuchó las indicaciones del doctor con una sonrisa en los labios, aliviada porque, como ella pensó, no era nada grave – “…hierro inyectado para que se recupere más rápido” – Le informó a Rick. A Kate se le borró la sonrisa de la cara cuando escuchó la palabra inyectado.
Kate: -“¿Inyecciones? ¿Dijo inyecciones, doctor? A mí no me van a inyectar nada” – Dijo saliendo rápidamente del apartado y arrugando la cara. Rick sonrió divertido.
Doctor: -“Tranquila, sólo serán unos pequeños pinchazos y nada más”.
Rick: -“Vaya, vaya, esto sí que es una sorpresa. Así que la valiente detective Beckett le tiene miedo a las inyecciones” – Se burló y se acercó a ella.
Kate: -“No es miedo, es… es que no me gustan las agujas y punto” – Respondió enojada.
Rick: -“No te molestes, tienes que hacer lo que te diga el doctor, es por tu bien” – Explicó tratando de hacerla entender.
Doctor: -“Es importante que cumpla las indicaciones al pie de la letra” – Comentó mirándolos a ambos.
Rick: -“Así será doctor, yo me encargaré de ello” – Afirmó – “Vámonos amor” – Dijo y la tomó de la mano para salir del consultorio.
Kate: -“Creo que tenemos tiempo de pasar por la comisaría antes que llegue la hora del almuerzo. Quiero hablar personalmente con Gates”.
Rick: -“Bien, vamos para allá” – Respondió y le besó la mano.


Kate: -“Buenos días, señor. ¿Puedo pasar?” – Preguntó desde la puerta del despacho de la capitana.
Gates: -“Detective Beckett, pensé que vendría en la tarde” – Respondió y le hizo señas para que entrara y se sentara.
Kate: -“He tenido que ir al médico, últimamente no me he sentido muy bien” – Comentó mientras tomaba asiento.
Gates: -“Lo he notado, aunque he preferido no comentar nada. Creo que está muy pálida y hasta ojerosa. ¿Qué le ha dicho el doctor?” – Preguntó con cierto aire de preocupación.
Kate: -“Que se trata de una anemia y que debo mejorar mi alimentación”.
Gates: -“Creo que será mejor que se tome unos días libres para que se reponga”.
Kate: -“No es necesario, señor. Sólo debo cuidarme un poco más” – Alegó rápidamente.
Gates: -“Es mi última palabra. No quiero verla por acá en, al menos, un par de días, ¿entendido?” – Ordenó seriamente.
Kate: -“Sí, señor” – Resopló.
Gates: -“Bien. Ahora retírese, creo que la esperan” – Comentó mientras dirigía su mirada hacia Castle quien miraba de reojo hacia el despacho mientras hablaba con Ryan y Esposito – “Por cierto, bonito anillo” – Agregó mientras cerraba la puerta y se volvía hacia su escritorio con una sonrisa en los labios, dejando a Kate con los ojos abiertos como platos.

Rick: -“¿Qué te ha dicho?”.
Kate: -“Prácticamente me ha botado de la comisaría” – Respondió algo molesta.
Rick: -“¿Cómo?”.
Kate: -“Me exigió que me tomara unos días libres para descansar. Y aunque he intentado negarme no ha sido posible convencerla” – Explicó.
Rick: -“Tengo que preguntarle qué hizo para que le hicieras caso. Necesito saber cómo convencerte y no morir en el intento” – Dijo divertidamente mientras Ryan y Esposito reían sonoramente.
Kate: -“Muy gracioso. Vamos, sácame de aquí” – Espetó y comenzó a andar hacia el ascensor.
Rick: -“Con gusto. Adiós chicos” – Se despidió.
Javier: -“Adiós. Y cuidado con lo que dices, hermano, parece que no es su mejor día” – Le advirtió.
Kevin: -“Sí, mejor te andas con cuidado” – Agregó divertido.
Kate: -“¡Rick! ¿Vienes o qué?” – Dijo molesta desde la puerta del ascensor. Rick apuró el paso para alcanzarla.


Salimos de la comisaría, está muy callada, apenas ha pronunciado palabra desde que nos subimos al carro. La noto algo distraída, se ha dedicado a mirar por la ventanilla durante gran parte del trayecto. La conozco y sé que no le ha gustado que Gates la haya obligado a tomarse unos días libres. Para ella el trabajo es parte fundamental de su vida, trabajar todos los días la hace sentir útil. Debo intentar animarla y hacer que disfrute al máximo cada uno de los minutos que le robamos a nuestra rutina diaria.

Rick: -“¿Quieres almorzar en algún lugar en especial?” – Preguntó cuando se detuvieron en un semáforo.
Kate: -“No sé, no se me ocurre nada” – Respondió girando la cara hacia él.
Rick: -“¡Tengo una idea!” – Exclamó emocionado.
Kate: -“¡Ay Dios! ¿Debo preocuparme?”.
Rick: -“Es necesario que empieces el tratamiento. ¿Acaso no confías en mí?” – Preguntó falsamente ofendido.
Kate: -“Confío, confío. Pero igualmente no dejan de preocuparme tus ideas” – Dijo divertida.


No sé qué he hecho para merecerme un hombre tan especial como Rick. Hemos almorzado en un lugar maravilloso. Se trata de la terraza de un restaurante que se encuentra en la parte más alta de un edificio y desde allí tenemos las vistas más increíbles de la ciudad. Sé que quiere que despeje mi mente y me olvide de la visita al médico y de las vacaciones obligadas. No ha dejado de hacer chistes y contar historias para hacerme reír. Ahora estamos disfrutando del postre.

Rick: -“¿Cómo va ese tratamiento de chocolate?” – Preguntó mientras comían helados.
Kate: -“Su paciente mejora, doctor” – Respondió y le regaló una sonrisa.
Rick: -“¡Qué bueno! ¿Seguro te sientes bien?”.
Kate: -“Ya escuchaste al doctor, Rick. No es más que una simple anemia” – Trató de tranquilizarlo.
Rick: -“No te enfades, Kate. Es que tú eres… eres…” – Susurró y bajó la cara – “No me pidas que no me preocupe porque eso es imposible” – Dijo levantando la mirada y clavándola en la de ella.
Kate: -“Lo sé, Rick. Tú también eres importante para mí, lo más importante” – Dijo y le acarició la mejilla.
Rick: -“¿Qué pasó? ¿Otro escalofrío?” – Preguntó alarmado cuando ella se estremeció.
Kate: -“Debe ser por el frío”.
Rick: -“Sí, puede ser. Aunque me inclino a pensar que es por mi encanto natural” – Comentó levantando las cejas repetidamente.
Kate: -“Tonto” – Dijo y le golpeó suavemente el hombro.
Rick: -“Vamos a casa, está haciendo demasiado frío y creo que va a empezar a llover” – Indicó y le tendió una mano invitándola a levantarse.


Kate: -“¿No crees que la capitana está exagerando con lo de los días de descanso? Con o sin anemia yo soy capaz de cumplir con mi trabajo” – Soltó algo molesta cuando se subían al carro, momentos después de haber salido del restaurante.
Rick: -“Eso no lo dudo, pero creo que deberías prestar más atención a lo que haces” – Respondió seriamente.
Kate: -“¿Por qué lo dices? – Preguntó asombrada.
Rick: -“Por el golpe que te diste ahí” – Señaló la cara interna de la muñeca de la mano derecha de Kate. Ella miró sorprendida el moratón que tenía en ese lugar.
Kate: -“¿Cómo me hice esto? No me he golpeado con nada. Al menos no lo recuerdo” – Indicó y se percató de la preocupación de él – “¿Sabes lo que pasa? Es que tú me nublas los sentidos y haces que olvide lo que hago” – Agregó tratando de suavizar el ambiente.
Rick: -“¡Qué halagador! Pero a despabilar Kate, como sigas así te vas a fracturar algo” – Comentó mirando la marca con una profunda preocupación en el rostro y echó a andar el carro.

Rick: -“¿Vienes a casa conmigo? Quiero que estemos juntos cuando le cuente a Alexis y a mi madre nuestra gran noticia” – Dijo emocionado.
Kate: -“Mejor llévame a mi apartamento, necesito arreglarme un poco, luego te alcanzo en el loft”.
Rick: -“De acuerdo. ¿Te parece si organizo una cena e invito a los chicos, Lanie y a tu padre?”.
Kate: -“Es buena idea. Así compartimos nuestra felicidad con todos” – Contestó sonriéndole.

Rick: -“Bueno, hermosa dama, hemos llegado a su destino”.
Kate: -“Gracias por traerme, Castle”.
Rick: -“¿Castle?, yo prefiero que me llames amorcito, cielito, corazón, hermoso,…” – Dijo mientras la miraba divertido.
Kate: -“Está bien. Gracias por traerme, gatito” – Respondió con tono sugestivo.
Rick: -“¡Hey!” – Exclamó haciéndose el ofendido.
Kate: -“Gracias por traerme, mi amor” – Contestó cariñosamente.
Rick: -“Eso me gusta más”.
Kate: -“Me voy, estoy agotada. Necesito descansar un poco antes de ir a tu casa”.
Rick: -“Muy pronto será nuestra casa” – Corrigió él – “¿Quieres que venga por ti?” – Preguntó seguidamente.
Kate: -“No te preocupes, yo iré hasta allá. Ahora sí, me voy” – Dijo haciendo ademán de bajarse del carro.
Rick: -“Pero… pero… ¿Así, sin un besito?” – Preguntó tomándola del brazo.
Kate: -“¿Nunca te cansas?” – Cuestionó mientras se acercaba lentamente a él.
Rick: -“Nunca. Me muero por besarte” – Respondió y comenzó a besarla.
Kate: -“¿Sabes? Cada vez que besas oigo campanas. Te amo” – Pronunció y se bajó rápidamente del carro, dejando a Rick con la boca abierta.
Rick: -“¡Qué mujer! Kate, eres el regalo más bonito que nadie me ha dado” – Dijo mirándola embelesado mientras ella se alejaba.

Como siempre les digo, gracias por leer =)
Espero sus comentarios.

Hola, una vez más. Les comparto el próximo capítulo. Les adelanto que no me ha convencido mucho, fue todo lo que pude lograr, no di para más. Bloqueo total. Las responsabilidades de la universidad no ayudan mucho. Espero mejorar para el siguiente.

Rick: -“¡Qué mujer! Kate, eres el regalo más bonito que nadie me ha dado” – Dijo mirándola embelesado mientras ella se alejaba.

CAPÍTULO V

Estoy entrando a casa, me muero por sumergirme en la bañera y quedarme allí un buen rato. Siento los músculos contraídos, pesados. Sé que se me pasará cuando mi cuerpo entre en contacto con el agua caliente. Estoy feliz, como hace tanto no lo estaba. Me pregunto cómo reaccionarán los demás cuando Rick y yo les contemos que nos vamos a casar. Conociéndolos como los conozco, sé que se alegrarán por nosotros; además, no creo que les resulte sorpresivo, estoy segura que ellos sabían que esto pasaría tarde o temprano, estaban más claros que nosotros mismos. Me preocupa un poco la reacción de la capitana Gates, sé que ella no puede oponerse a nuestra relación pero temo que no nos permita seguir trabajando juntos. Me desvisto y miro mi reflejo en el espejo, noto otro moretón en la cadera. Es raro, al igual que el primero, no tengo idea de cómo me lo hice. Me sumerjo en el agua y siento cómo mi cuerpo se relaja, me recuesto en una pared de la tina y apoyo mi cabeza en el borde. Qué sensación tan placentera, ojalá él estuviera aquí conmigo. De repente, siento algo líquido que baja de mi nariz, me seco con una toalla y noto que ésta se manchó de rojo. Es sangre, estoy sangrando por la nariz. Mejor que Rick no se entere, no es necesario que se preocupe por nada. No debe ser nada serio, no puede ser nada serio. Cierro los ojos, necesito descansar antes de que llegue la hora de la cena.

Ya invité a todos para que vengan a cenar esta noche. Alexis llegará en un rato de la universidad y mi madre está en su estudio de actuación y pronto estará en casa. No le he comentado a nadie el motivo real de la cena, sólo les he dicho que queremos reunirnos con ellos para compartir una noche entre familia y amigos. No puedo negar que me alarma un poco la reacción de mi hija y de Jim. Pienso que el papá de Kate verá con buenos ojos que su Katie se case conmigo, creo que le he demostrado que la amo y que quiero hacerla feliz. Yo estoy seguro que Kate y yo ya hemos vivido suficientes momentos amargos, ahora sólo nos queda ser felices.


Rick: -“Es extraño que Kate aún no haya llegado. Me dijo que vendría temprano” – Comentó a Martha mientras miraba su reloj de muñeca.
Martha: -“Se le habrá hecho tarde. Recuerda que las chicas necesitamos nuestro tiempo para arreglarnos” – Respondió mientras tomaba un sorbo de vino.
Rick: -“Será como dices. ¿Has sabido algo de Alexis?”.
Martha: -“Hablé con ella hace poco, me dijo que estará aquí en unos minutos”.
Rick: -“Yo abro” – Se levantó rápidamente cuando oyó sonar el timbre – “Hey, chicos. Adelante” – Saludó a Ryan, Jenny, Lanie y Esposito.

Jim y Alexis han llegado, están todos menos ella. ¿Será que le pasó algo? La llamo y no me contesta el teléfono, estoy angustiado. Aunque quiero aparentar tranquilidad, estoy seguro que ya todos se dieron cuenta de mi nerviosismo. Vuelvo a llamarla y nada. Me disculpo con todos, les comunico que iré por Kate y que pronto estaré de vuelta con ella.


Abro los ojos lentamente, inicialmente no sé dónde me encuentro. Poco a poco, me doy cuenta que estoy en mi baño. Me siento tan relajada, tan descansada, necesitaba este baño urgentemente. De repente, me acuerdo de la cena. No tengo idea de qué hora es, no sé cuánto tiempo he estado aquí. Me incorporo, salgo de la tina y me envuelvo en una toalla. Me dispongo a salir del baño y entonces veo la toalla manchada de sangre. La oculto en una cesta de ropa para evitar que Rick la vea. Salgo rápidamente del baño en busca de un reloj, me doy cuenta que es tarde, estoy retrasada para la cena. Voy por mi teléfono para llamar a Rick y disculparme por el retraso, en cuanto lo tomo veo que me ha llamado seis veces. Comienzo a marcar su número telefónico y escucho que llaman a mi puerta.

Kate: -“Hey” – Dijo a Rick al abrir la puerta y verlo allí – “Estaba por llamarte para avisarte que llegaría un poco tarde” – Comentó haciéndose a un lado para dejarlo pasar.
Rick: -“¿Qué ha pasado? ¿Estás bien?” – Preguntó visiblemente alarmado mientras pasaba al interior del apartamento.
Kate: -“Estoy bien. Es sólo que me quedé dormida en la tina y se me pasó el tiempo volando” – Contestó y le dio un beso en la mejilla.
Rick: -“Es que te llamé varias veces y no atendiste el teléfono. Me preocupé”.
Kate: -“No lo tenía conmigo y por eso no lo escuché. Discúlpame por no llegar a tiempo a la cena” – Se disculpó.
Rick: -“No pasa nada. Vine por ti. Ya todos están en casa” – Dijo y le regaló una sonrisa.
Kate: -“Estaré lista en veinte minutos” – Aclaró y se dirigió a su habitación.
Rick: -“Bien, aquí te espero” – Respondió y se sentó en el sofá.


Al cabo de una media hora, arribamos al loft. Encontramos a los invitados charlando animadamente. Kate saluda a cada uno y se disculpa por haberlos hecho esperar.

Lanie: -“A ver, ¿qué se traen entre manos?” – Preguntó con curiosidad a Kate mientras la ayudaba a servir unas bebidas en la cocina.
Kate: -“No sé a qué te refieres, Lanie” – Respondió aparentando que no sabía de qué estaba hablando.
Lanie: -“Chica, a mí no puedes engañarme. Te he visto cuchichear con Castle casi toda la noche”.
Kate: -“No se te escapa nada, ¿no Lanie?”.
Lanie: -“Sabes que no. Así que suéltalo. ¿Qué pasa?” – Interrogó con más curiosidad que antes.
Kate: -“Me pidió matrimonio” – Soltó rápidamente.
Lanie: -“¿Quién?” – Preguntó sorprendida.
Kate: -“Castle, ¿quién más iba a ser?”
Lanie: -“¿Matrimonio? ¿Kate, estás segura? ¿Matrimonio? ¿Qué contestaste? Porque ya le contestaste, ¿verdad?” – Seguía preguntando.
Kate: -“Sí, ya le contesté” – Dijo mostrándole el anillo como respuesta.
Lanie: -“¡Por fin! No sé qué estaban esperando. Felicidades amiga” – Gritó mientras la abrazaba emocionada.
Kate: -“Shhh… Aún no se lo decimos a los demás. Lo haremos esta noche”.
Rick: -“Hola amor. Creo que es hora” – Susurró Rick en su oído.

Rick: -“Quisiera pedirles un momento de atención” – Dijo mientras se acercaba al salón. Todos hicieron silencio y lo miraron atentos – “Los hemos invitado esta noche porque queremos compartir algo muy importante con ustedes”.
Kate: -“Así es, queremos hacerlos partícipes de nuestra felicidad”.
Martha: -“¿De qué se trata? Ya despertaron mi curiosidad”.
Rick: -“Pues…” – Dijo y se aclaró la garganta – “Le he propuesto matrimonio a Kate” – Declaró mientras miraba a Kate.
Kate: -“Y yo le he dicho que sí” – Siguió y lo tomó de la mano.
Jim: -“¿De verdad? No sabes lo feliz que me haces, hija” – Dijo y se levantó para abrazar a Kate.
Kate: -“Yo también soy muy feliz, papá. Finalmente soy feliz” – Sollozó mientras abrazaba a su padre.
Rick: -“Alexis, ¿qué te parece la noticia?” – Preguntó al ver que su hija los miraba fijamente como tratando de digerir la noticia.
Alexis: -“Ehhh… Esto ha sido una sorpresa para mí. Yo sabía que lo de ustedes era serio, pero igual me han sorprendido”.
Kate: -“¿Ha sido una sorpresa grata o no?” – Preguntó nerviosa.
Alexis: -“Claro que es grata. Yo sé que mi papá sólo será feliz contigo” – Contestó mientras se levantaba para felicitar y abrazar a la pareja.
Rick: -“Hija, no sabes lo que esto significa para mí. Gracias por aceptarlo” – Dijo Castle mientras abrazaba a su hija.
Alexis: -“Sólo quiero que seas feliz, papá” – Susurró.
Rick: -“Lo soy, hija. Lo soy”.
Kate: -“Alexis, sólo quiero decirte que yo amo a tu papá y que mi único deseo es hacerlo feliz” – Pronunció mientras se acercaba a Alexis.
Alexis: -“Lo sé, Kate. Sé que van a ser felices” – Contestó y ambas se abrazaron.

Han transcurrido varios minutos desde que dimos la noticia, todos nos abrazan y brindan por nuestra felicidad y futuro juntos. Mi papá se acercó a mí, tomó mi mano y nos alejamos disimuladamente del resto.

Jim: -“Sabes hija, a un padre los hijos nunca le crecen. Te vi graduarte, hacerte profesional y puedo verte enamorada, casada, teniendo bebés y siempre vas a ser mi niña, siempre vas a ser mi Katie” – Dijo con lágrimas en los ojos.
Kate: -“¿Estás contento por mi compromiso con Rick?” – Preguntó.
Jim: -“Mucho. Sé que si alguien es capaz de hacerte feliz y de cuidarte es él. Y también de soportarte, no podemos mentirnos, tú tienes tu carácter y en ocasiones no es muy dulce que digamos” – Comentó divertido y la abrazó.
Rick: -“¿Interrumpo?”.
Jim: -“No. Sólo estaba felicitando a Kate” – Respondió amablemente.
Rick: -“Jim, quiero decirle que siempre voy a estar con Kate, amándola, cuidándola, apoyándola. Sólo la muerte podrá separarnos”.
Jim: -“Estoy seguro de eso”.
Rick: -“El conocerla fue como un terremoto. Y hasta el día de hoy, cada vez que la miro siento un sacudón dentro de mí” – Confesó tomando a Kate por la cintura y acercándola a él.
Kate: -“Eso que acabas de decir es muy lindo” – Agregó Kate mirándolo a los ojos.
Rick: -“Es absolutamente verdad” – Dijo y la besó en los labios.
Martha: -“Sé que están dichosos al igual que nosotros, pero no coman delante de los pobres” – Exclamó divertida causando la risa de los presentes.
Javier: -“Propongo otro brindis por los futuros esposos” – Pronunció y levantó su copa, siendo imitado por los demás.
Lanie: -“Por cierto, ¿ya tienen fecha para el matrimonio?”.
Kate: -“Aún no”.
Rick: -“Pero será pronto, muy pronto. Si es por mí, nos casamos mañana mismo”.
Kevin: -“¿Ya decidieron cuándo se lo dirán a Gates?”
Rick: -“Todavía no hablamos de ello”.
Kate: -“Tendrá que ser pronto. Es mejor que se lo digamos nosotros antes que se entere por alguien más. Aunque creo que sospecha algo, esta mañana se dio cuenta del anillo”.

Todos nos reunimos alrededor de la mesa, cenamos y seguimos comentando la noticia. Todo era risas, alegrías, brindis y buenos deseos, hasta que Kate…

Rick: -“Kate, ¿eso es sangre?” – Preguntó mientras señalaba el rostro de Kate.
Kate: -“¿Dónde?” – Dijo mientras se tocaba la cara y todos miraban sorprendidos.
Rick: -“En la nariz, te está sangrando la nariz” – Contestó mientras se levantaba rápidamente y se paraba a su lado.
Kate: -“Es sólo una gota, debe ser emocional, no es poca cosa lo que hemos vivido estos últimos días” – Trató de calmar a Rick.
Rick: -“No vuelvas con eso. Recuerda que estás enferma y que debes empezar las inyecciones” – Espetó seriamente.
Jim: -“¿Inyecciones? ¿Qué tienes?” – Preguntó sobresaltado.
Kate: -“Es una simple anemia, pero Castle está empeñado en hacerlo más grande de lo que es” – Protestó.
Alexis: -“¿Has ido al médico?”.
Rick: -“Sí fuimos esta mañana y le ha diagnosticado anemia. Debe cuidar su alimentación y colocarse varias inyecciones. Inyecciones que ya compré, por cierto” – Informó, ganándose una mirada intimidatoria por parte de Kate.
Lanie: -“Si quieres empezar con las inyecciones ahora mismo, estoy a la orden”.
Rick: -“Me parece buena idea. Voy a buscar las inyecciones” – Dijo y se ganó la segunda mirada intimidatoria de la noche.

Kate: -“¿Por qué no podemos comenzar el tratamiento mañana?” – Preguntó quejumbrosa, echada boca abajo en la cama mientras Rick le tomaba la mano.
Lanie: -“¡Qué cobarde amiga!”.
Kate: -“Suavecito, por favor. Que no me duela”.
Lanie: -“Eso me lo estás diciendo a mí o a Castle” – Comentó divertida y Rick no pudo evitar reír.
Kate: -“No le veo la gracia”.
Rick: -“Tranquila, cariño. Ya verás cómo ni sientes el pinchazo” – Trató de animarla.
Lanie: -“Sólo será un piquete, aunque las inyecciones de hierro suelen doler un poco”.
Kate: -“¡Ay, ay, ay, me duele!” – Se quejó.
Lanie: -“No seas exagerada, apenas te toqué con el algodón. Respira profundo y piensa en algo bonito”.
Rick: -“¿Algo bonito? Entonces te recomiendo que pienses en mí” – Dijo con tono gracioso y le besó la mano.
Lanie: -“Ya está. Te dije que no te dolería”.
Kate: -“Sí me dolió” – Se quejó haciendo pucheros.
Rick: -“Si quieres quédate en la cama, yo bajaré a despedirlos a todos”.
Kate: -“Está bien. Agradéceles de mi parte que hayan venido. Adiós Lanie” – Se despidió.
Lanie: -“Adiós chica. Nos vemos mañana para la próxima inyección”.

Lanie: “¿Viste el moratón que tiene en la cadera?” – Preguntó mientras salían de la habitación.
Rick: -“Sí y lo que más me preocupa es que no es el único. Hoy le descubrí otro en una de sus muñecas” – Contestó con semblante serio.
Lanie: -“¿Y qué te ha dicho?”.
Rick: -“Que no sabía que lo tenía y que no recuerda haberse golpeado. Eso no es todo, anoche se desmayó y últimamente ha tenido escalofríos”.
Lanie: -“¿Qué más les dijo el médico?” – Preguntó con preocupación.
Rick: -“Que se trata de anemia, nada más. Pero, tengo miedo Lanie, tengo miedo que tenga algo más serio”.
Lanie: -“De momento no hay porqué preocuparse. Sin embargo, conseguiré una cita con el mejor especialista de la ciudad para que la examine, mañana mismo si es preciso”.
Rick: -“Gracias Lanie”.


Gracias por leer. Aprecio sus comentarios =)

Les dejo otro capítulo, está un poco corto. Quiero aclararles que no tengo conocimientos de medicina, así que lo más seguro es que hayan equivocaciones. Espero les guste. Sé que las cosas pintan mal, les pido que tengan un poquito de fe. No me odien!

Lanie: -“De momento no hay porqué preocuparse. Sin embargo, conseguiré una cita con el mejor especialista de la ciudad para que la examine, mañana mismo si es preciso”.
Rick: -“Gracias Lanie”.

CAPÍTULO VI

Tengo un presentimiento que me asusta, un pálpito que ni siquiera me dejó dormir, prácticamente pasé la noche en vela. Anoche no fui capaz de decirle a Castle que es posible que Kate tenga algo más que una simple anemia, aunque creo que él siente lo mismo. Javier me preguntó si me ocurría algo cuando me trajo a casa. Debo ensayar mi mejor cara, no quiero que nadie perciba mi preocupación. Tengo esperanzas que esto no sea más que mi paranoia desatada, pido al cielo que mi amiga no tenga nada de lo que está cruzando por mi cabeza.


Kate: -“Buenos días” – Saludó a Rick mientras salía de la habitación.
Rick: -“Buenos días. ¿Dormiste bien?” – Preguntó y se acercó a ella para besarla.
Kate: -“Sí, mejor que nunca. Siento que recargué energías” – Dijo y se sentó frente a la barra de la cocina.
Rick: -“Me alegro. ¿Qué piensas hacer hoy?” – Le acercó una taza de café.
Kate: -“Hmmm… está delicioso” – Dijo mientras saboreaba el café –“No sé, creo que podría ir a trabajar”.
Rick: -“Nada de eso. Recuerda que Gates te ha dado un par de días libres. Además…” – Se calló de repente.
Kate: -“¿Ademas…?”.
Rick: -“Lanie consiguió una cita con un especialista para que te atienda” – Dijo temeroso de la reacción de ella.
Kate: -“¿Qué? ¿Por qué?” – Preguntó algo molesta – “No es necesario. Te dije que ya estoy bien”.
Rick: -“Sé que estás bien, pero no está de más una segunda opinión” – Respondió y se acercó a ella por detrás – “¿Lo harás por mí?” – Susurró en su oído. Kate resopló.
Kate: -“Está bien. ¿Cuándo debo ir?” – Preguntó con fastidio.
Rick: -“Iremos esta tarde”.
Kate: -“Bien. Ahora me pregunto, ¿qué podríamos hacer mientras tanto para no aburrirnos?” – Preguntó y se dio vuelta sonriendo de manera sugestiva.
Rick: -“Se me ocurren algunas ideas” – Contestó mientras la besaba en el cuello.

Muchos minutos después…

Kate: -“Buena técnica para evitar aburrimientos” – Dijo mientras regaba besos sobre el pecho de él, después de una sesión de amor y pasión.
Rick: -“Te lo dije” – Respondió orgulloso.
Kate: -“Tampoco ha sido para tanto” – Dijo tratando de picar su ego.
Rick: -“¿Eh…?” – Fue interrumpido por el timbre de su teléfono celular. Puso cara de fastidio cuando vio de quién se trataba – “Hola Gina”.
Gina: -“…”
Rick: -“No creo que pueda ir hoy” – Ahora la cara de fastidio era de Kate.
Gina: -“…”
Rick: -“Está bien, está bien. Estaré allí en un par de horas. Adiós” – Colgó el teléfono y miró a Kate – “Era Gina”.
Kate: -“Ya veo, ¿qué quería?”.
Rick: -“Decirme que tengo que ir a tratar unos asuntos con la editorial. No he podido negarme” – Explicó y la besó en la frente.
Kate: -“Entiendo. Creo que es mejor dejar la cita con él médico para otro día”.
Rick: -“Nada de eso. Irás aunque yo no pueda acompañarte. Llamaré a Lanie para que vaya contigo” – Dijo cogiendo el teléfono.
Kate: -“No hace falta. Puedo ir sola, tampoco es que me estoy muriendo. Ahora, levantémonos que muero de hambre”.
Rick: -“También yo. Tenemos que reponer fuerzas después de tanta actividad física” – Dijo sonriendo y besándola en los labios.


Debería estar con ella. Quiero salir corriendo de esta estúpida reunión. No sé cuántas veces he visto la hora y este maldito reloj no avanza. Estoy reunido con Gina, Paula y unos representantes de la editorial. La reunión está resultando más larga de lo que puedo soportar. Estamos discutiendo formalismos acerca del nuevo contrato. Bueno, estamos es mucho decir, están, porque yo ni siquiera escucho lo que dicen. Mi cuerpo está aquí pero mi mente está en otra parte, está con ella.

Doctor Justin Dawson. Hematólogo. Leo en la puerta que está frente a mí. Esto de estar sola en la sala de espera de un hospital no es para nada grato. Debí hacerle caso a Rick y pedirle a Lanie que me acompañara. Sigo pensando que no es necesario estar aquí, pero lo hago sólo por complacerlo, sé que está preocupado y quiero borrarle cualquier signo de intranquilidad. A decir verdad, yo también necesito estar segura que todo está bien, ahora más que nunca. No puedo dejar de preguntarme qué pasaría si… Basta, debo borrar esos pensamientos de mi cabeza. Nada pasa. Ojalá él estuviera aquí conmigo.

Kate: -“Buenas tardes, doctor Dawson” – Saludó al entrar al consultorio.
Doctor: -“Buenas tardes. Adelante, señorita… Beckett” – Contestó mientras leía los datos de ella en una carpeta – “Tome asiento. He hablado con la doctora Parish acerca de usted”.
Kate: -“Sí, lo imagino. Ella y mi novio hacen esto más grande de lo que es. Ya me han dicho que se trata de anemia”.
Doctor: -“Bien, seguramente es así, pero investigar otro poco nunca está de más” – Comentó gentilmente – “¿Le parece si comenzamos la evaluación?”.
Kate: -“Está bien, estoy lista”.
Doctor: -“Sígame” – Pronunció mientras caminaba y Kate lo seguía – “Siéntese allí, por favor” – Dijo señalando una camilla – “¿Le ha ocurrido algo fuera de lo normal últimamente?” – Preguntó.
Kate: -“Han estado saliéndome algunos moratones en el cuerpo” – Contestó mientras le mostraba el que tenía en la muñeca.
Doctor: -“¿Se ha caído o golpeado con algo?”.
Kate: -“No. Yo no sé por qué me salen. Son recientes, yo siempre he sido muy sana”.
Doctor: -“¿Ha tenido dolores de cabeza, calambres, palpitaciones, dificultad para respirar? ¿Ha sangrado por la nariz?” – Preguntó el doctor seriamente mientras examinaba sus ojos.
Kate: -“Sí, algunas veces he sentido una especie de opresión en el pecho que me impide respirar con normalidad y he sangrado por la nariz un par de veces” – Respondió algo nerviosa.
Doctor: “¿Siente cansancio continuamente?” – Volvió a preguntar.
Kate: “En ocasiones he sentido más cansancio de lo normal, no siempre. Estoy segura que se debe a mi trabajo. Soy detective de policía”.
Doctor: -“Seguro que sí. Bien, ya hemos terminado. La espero allá” – Dijo y señaló su escritorio.
Kate: -“Doctor, ¿no tengo nada verdad?” – Preguntó nerviosa mientras se acercaba al escritorio del doctor, recibiendo como respuesta, una sonrisa.
Doctor: -“Hemorragias leves, anemia, hemoglobina baja, palidez, falta de respiración, hematomas espontáneos, cansancio” – Leyó el doctor en su hoja de anotaciones.
Kate: -“Doctor, ¿me puede decir de una vez que tengo?” – Le temblaba la voz.
Doctor: -“Es necesario repetir estos exámenes de sangre y practicarle otros más especializados. Quiero asegurarme antes de dar un diagnóstico definitivo”.
Kate: -“¿Es algo grave?”.
Doctor: -“Los exámenes dirán la última palabra, señorita Beckett. Pero, me temo que esto es algo más serio”.
Kate: -“No entiendo, doctor. ¿Qué pasa? ¿Es que me puedo morir? ¿Me voy a morir?” – Sollozó.
Doctor: -“Como ya le dije, no puedo dar un diagnóstico sin estar seguro”.
Kate: -“Por favor, necesito que sea claro conmigo. Hábleme sin medias tintas y sin frases médicas, porque eso a mí no me sirve. Yo necesito saber la verdad” – Dijo firmemente.
Doctor: -“Está bien, si así lo quiere, voy a sincerarme con usted. Sospecho que pudiese estar sufriendo una especie de leucemia llamada aplasia medular” – Explicó con voz suave. Kate permaneció callada, con la mirada perdida, tratando a asimilar lo que estaba escuchando.
Kate: -“Eso quiere decir que estoy en peligro de muerte” – Susurró y ya no pudo evitar que brotaran las lágrimas.
Doctor: -“La ciencia ha hecho muchos avances con respecto a la aplasia medular, por eso no quiero apresurarme”.
Kate: -“¿Cuál sería el siguiente paso?” – Preguntó intentando no derrumbarse.
Doctor: -“Los nuevos exámenes de laboratorio me permitirán indagar a qué se debe realmente la disminución de hematíes y el comportamiento de todos los componentes de su sangre”.
Kate: -“¿Y después?”.
Doctor: -“Una punción de columna para extraer muestras medulares para…”
Kate: -“No puedo… Tengo… tengo que salir de aquí” – Interrumpió al doctor y salió corriendo sin saber adónde.


No sé cuánto tiempo tengo dando vueltas sin rumbo, no sé hace cuánto tiempo salí de la consulta del médico. No sé si todo esto es cierto o es producto de mi imaginación. Es mejor que despiertes, Kate. Deja de tener sueños que nunca se harán realidad. Pensé que finalmente había logrado la felicidad, qué manera tan despiadada de volverme a la realidad. No entiendo qué pude haber hecho para que la vida se porte tan cruel conmigo, se plante malcriada, me zarandee, me golpee tan duro, tanto que parece que nunca va a parar. Lo único que me provoca es correr, correr, correr durísimo, correr hasta que las piernas no me respondan, correr hasta que ya no me acuerde ni cómo me llamo.


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