Nuestros días - Capítulo IX (02-02-13)

A ver, he leído sus comentarios y van desde tristeza hasta odio jejeje... Espero que éste último sea en broma. Bueno, sin más les dejo el siguiente capítulo. Creo que me van a odiar más.

Lo único que me provoca es correr, correr, correr durísimo, correr hasta que las piernas no me respondan, correr hasta que ya no me acuerde ni cómo me llamo.

CAPÍTULO VII

Rick: -“Kate, finalmente contestas. He estado llamándote, ¿dónde estás?” – Preguntó cuando Kate atendió su llamada.
Kate: -“Estoy en el parque que está cerca de casa” – Contestó tratando de sonar lo más serena posible.
Rick: -“Bien, voy para allá, necesito verte”.
Kate: -“Ya me iba a casa, Rick. ¿Te parece que lo dejemos para otro día?”
Rick: -“Amor, ¿qué pasa? ¿Estás bien?” – Preguntó alarmado.
Kate: -“Estoy bien, Rick. Hablamos mañana” – Dijo y colgó inmediatamente el teléfono, rompiendo a llorar.

1 hora después…

Rick: -“Kate, ¿estás allí?” – Dijo mientras golpeaba la puerta del apartamento de ella – “Ábreme la puerta, por favor”.
Kate: -“Hola, Rick” – Dijo al abrir la puerta, tratando de ocultar que había estado llorando – “¿Qué pasa? ¿Por qué llamas así?”.
Rick: -“Es que me preocupé porque no me abrías. Sé que pasa algo, Kate. Lo noté en tu voz cuando hablamos por teléfono” – Dijo y entró al apartamento.
Kate: -“Nada pasa. ¿Qué puede estar pasando?” – Preguntó y esbozó una sonrisa.
Rick: -“No lo sé, dímelo tú. ¿Ha pasado algo en el médico? ¿Qué te ha dicho?” – Preguntó alarmado.
Kate: -“Me confirmó el diagnóstico anterior. Me dijo que debo seguir con las inyecciones un tiempo más”.
Rick: -“¿Seguro que no estás ocultándome nada?”.
Kate: -“Seguro, mi amor” – Dijo y se acercó para abrazarlo.
Rick: -“Bien. He quedado con Alexis para cenar juntos, ¿quieres venir con nosotros?”.
Kate: -“Si no te importa prefiero quedarme en casa. El doctor también ha dicho que debo descansar para ayudar a reponer energías”.
Rick: -“De acuerdo, pero quiero que sepas que te voy a extrañar” – Susurró en su oído.
Kate: -“Yo también te voy a extrañar mucho” – Respondió y se acercó a sus labios para besarlo.
Rick: -“Si sigues besándome así, llamaré a Alexis para cancelar la cena” – Dijo mirando absorto sus labios.
Kate: -“Nada de eso, debes dedicarle tiempo a tu hija. Nos vemos mañana”.
Rick: -“Hasta mañana, amor” – Se despidió dándole otro beso. Kate cerró la puerta, apoyó su espalda en ella y poco a poco se deslizó hasta llegar al piso, comenzando a llorar.

No sé cómo decirte lo que pasa. No puedo romperte el corazón de esa manera. Cómo te digo que es posible que me esté muriendo. Nunca dejé que nadie estuviera tan cerca de mi corazón, pero tú conseguiste la llave y abriste la puerta. No debí permitir que te encerraras allí porque ahora no hay manera de que pueda sacarte. Estoy completamente segura de que tú eres mi felicidad, pero no sé si yo pueda ser la tuya.


Kate: -“Buenos días, doctor” – Saludó al doctor Dawson al entrar a su consultorio.
Doctor: -“Buenos días, señorita Beckett”.
Kate: -“Kate, por favor, llámeme Kate. Quiero pedirle disculpas por la forma en que me fui ayer, pero usted entenderá” – Trató de explicarse.
Doctor: -“Entiendo, sé que lo que le dije no es fácil de asimilar, pero me alegra que haya vuelto”.
Kate: -“Doctor, necesito que me diga qué debo hacer”.
Doctor: -“Bueno, como le expliqué ayer, hay que practicarle exámenes más especializados para confirmar o descartar el diagnóstico”.
Kate: -“¿Y cuándo podría hacérmelos y cuánto tiempo tardaría?”.
Doctor: -“Si lo desea, podríamos empezar ahora mismo y tendríamos los resultados antes de mediodía” – Explicó.
Kate: -“Empecemos de una vez”.


Me encuentro entre cables, agujas, médicos y enfermeras, y sólo puedo pensar en ti, Rick. Pensar en tu voz, en tus besos, en tus caricias me da valor. Aunque no puedo verte, siento que estás conmigo siempre, acompañándome, tomándome de la mano.

Kate: -“Dígame doctor, ¿cómo han salido los exámenes?” – Preguntó nerviosa una vez practicados los análisis.
Doctor: -“Ya no es necesario hacerle la punción lumbar, ya tenemos muestras de tejido medular” – Respondió.
Kate: -“Concrete, por favor” – Imploró.
Doctor: -“El tejido medular es muy fibroso”.
Kate: -“¿Y eso qué quiere decir?”.
Doctor: -“Lo siento, todo da positivo. Kate, tiene aplasia medular” – Explicó mientras veía el rostro de Kate bañado en lágrimas.
Kate: -“¿Cuál es el próximo paso?” – Preguntó tratando de reponerse.
Doctor: -“Hay que buscar un donante lo más rápido posible. Tiene que ser alguien que tenga su misma estructura sanguínea. Sus padres o hermanos”.
Kate: -“Soy hija única y mi madre murió”.
Doctor: -“¿Y su padre?”.
Kate: -“Él ha sufrido tanto. No sé si sería capaz de pedirle algo así”.
Doctor: -“Debemos actuar con rapidez, Kate”.
Kate: -“Bien, doctor. Ahora debo irme, tengo mucho que pensar. Gracias” – Dijo despidiéndose y saliendo del consultorio. Inmediatamente tomó su teléfono y realizó una llamada – “Hola, necesito hablar contigo. ¿Puedes ir a casa?”.

Lanie: -“Hola amiga, aquí estoy” – Dijo mientras entraba al apartamento de Kate.
Kate: -“Hola Lanie” – Dijo girándose hacia Lanie y dejando la puerta abierta.
Lanie: -“¿Qué pasa, Kate? ¿Has estado llorando?” – Se acercó a ella.
Kate: -“Lanie, yo…” – Pronunció y su voz se quebró.
Lanie: -“¿Qué tienes, Kate? ¿Por qué estás así?” – Preguntó preocupada.
Kate: -“Porque creo que no me quiero casar con Rick” – Respondió.
Rick: -“¡Hola!” – Saludó desde la puerta.
Lanie: -“Hola Castle” – Contestó mientras Kate trataba de secar sus lágrimas.
Rick: -“Las atrapé. Seguro están planificando nuestro matrimonio, ¿verdad?” – Dijo alegre – “¿Y a ustedes qué les pasa? Están como raras. Kate…”
Lanie: -“¿Raras? Para nada, chico escritor” – Respondió tratando de parecer lo más natural posible – “Bueno, yo ya me iba. Los dejo solos par de tortolitos” – Dijo sonriendo y se acercó a Kate – “Kate, tú sabes que lo amas y sabes que él te adora. Piensa bien lo que vas a decirle” – Susurró a Kate – “Adiós” – Se despidió y salió del apartamento.
Rick: -“Si te abrazo muy fuerte, me dices” – Dijo mientras rodeaba su cintura desde atrás – “Es que cuando te tengo tan cerca, no quiero soltarte” – Kate cerró los ojos tratando de frenar las lágrimas.
Kate: -“No me aprietes tanto, Rick” – Soltó.
Rick: -“¿Cómo hago? Es que me da miedo soltarte. Me da miedo que un día descubras que soy el desastre en persona, te entre la razón en la cabeza y me dejes” – Dijo y metió la nariz en el cuello de ella.
Kate: -“Tenemos que hablar” – Susurró, se liberó de su abrazo y se giró quedando frente a él.
Rick: -“Kate, ¿estás llorando? – Preguntó asustado.
Kate: -“Castle, esto es más duro para mí que para ti. Pero tiene que ser así” – Dijo incapaz de mirarlo a los ojos – “Toma, te lo regreso” – Y le devolvió el anillo de compromiso.
Rick: -“Pero es tuyo” – Respondió sin entender lo que estaba pasando.
Kate: -“No lo quiero. Ya no quiero casarme contigo, se acabó” – Y las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos.
Rick: -“¿Qué está pasando, Kate? No entiendo nada” – Dijo y sus ojos se humedecieron.
Kate: -“Pasa que se acabó, esas cosas pasan”.
Rick: -“Pasa con la gente que no se quiere, nosotros nos amamos, mi amor” – Dijo y trató de tomar su mano.
Kate: -“Se acabó, Castle. Ya no le des más vueltas al asunto” – Soltó y retiro bruscamente su mano para que él no pudiera tomarla.
Rick: -“Deja de jugar, Kate” – Dijo seriamente.
Kate: -“No estoy jugando. No busques más explicaciones. Se acabó. ¿No puedes entenderlo?” – Gritó.
Rick: -“No, no puedo entenderlo” – Respondió en el mismo tono – “¿Hablaste con alguien?”.
Kate: -“No hablé con nadie. Simplemente lo descubrí, Castle. Revisé mi corazón y los vi a todos, a mis papás, a mis amigos, a mis compañeros, menos a ti, tú no estás allí”.
Rick: -“No digas eso, mi amor, por favor” – Suplicó llorando.
Kate: -“No estás, Castle. No te oigo, no te veo, no te siento. Seguramente fue un momento, un buen rato. Sólo sé que no quiero casarme contigo. Busca a otra persona que te quiera, que te quiera de verdad, no como yo. Lo siento, Castle, pero esto se acabó” – Dijo y sintió que las piernas la abandonaban. Sabía que lo estaba hiriendo pero tenía que hacerlo por su bien.
Rick: -“Esto tiene que ser una broma. No puedes decirme esas cosas, Kate” – Dijo desesperado.
Kate: -“Yo sé que todo esto es de golpe, pero…”
Rick: -“Tienes razón, es de golpe. Es un golpe directo en el centro del corazón. Me estás matando Kate” – La interrumpió.
Kate: -“Las cosas pasan y yo no quiero seguir mintiéndote”.
Rick: -“¿Mintiéndome? ¿Todo ha sido mentira? Dios, yo debo ser el idiota más grande del mundo para no darme cuenta cuándo las cosas son verdad y cuándo son un juego” – Dijo amargamente.
Kate: -“Íbamos muy rápido Castle y me costó asimilarlo” – Agregó y le dio la espalda – “Analicé bien las cosas y creo que es mejor decir adiós y que cada quien siga su camino” – Y se le quebró la voz.
Rick: -“¿Es eso? ¿Vamos muy rápido? Entonces yo te doy más tiempo – Dijo y se acercó a ella – “¿Qué quieres? ¿Quieres que te espere? Perfecto, yo te espero sin problemas. Yo te espero tres, cinco, diez años, los que quieras. Pero no me dejes, mi amor. No me dejes en este pozo, por favor – Suplicó en su oído.
Kate: -“No. Castle, entiéndelo, por favor. Quiero que te vayas. Allá afuera hay alguien para ti y estoy segura que me olvidarás pronto” – Contestó llorando.
Rick: “¿Tú crees que en lo que yo salga por esa puerta voy a olvidar todo lo que he vivido contigo?”.
Kate: -“No lo hagas más difícil. ¡Vete ya!” – Gritó. Rick la miró con lágrimas en los ojos y luego se dirigió a la puerta.
Rick: -“Siempre te voy a amar, Kate” – Susurró y dejó el anillo en la mesa antes de salir del apartamento.
Kate: -“Perdóname, mi amor” – Murmuró y cayó de rodillas mientras lloraba amargamente.

Una vez más, gracias por leer =)

Hola. Subo el siguiente capítulo, disculpen la tardanza. Espero que les guste. Y como siempre les digo, millones de gracias por sus comentarios.

Kate: -“Perdóname, mi amor” – Murmuró y cayó de rodillas mientras lloraba amargamente.
CAPÍTULO VIII

Qué estará pasando allá arriba. Esto es muy raro, por qué de un momento a otro Kate quiere terminar con Castle, justo ahora cuando es tan feliz y tienen planes para casarse. No entiendo nada. Será que fue la consulta con el doctor lo que hizo que cambiara de opinión. No puede ser, no quiero imaginar que mis sospechas sean ciertas. Ahora menos que nunca voy a irme, aquí me quedaré hasta que pueda subir a hablar con ella. Si no me equivoco, ése que va saliendo del edificio es Castle y creo que está llorando.

Lanie: -“Castle, espera, ¿qué pasó?” – Dijo mientras se acercaba a él.
Rick: -“Kate me dejó, no quiere saber nada de mí. Hasta me devolvió el anillo” – Respondió llorando.
Lanie: -“¿Qué pasó? ¿Qué hiciste?”.
Rick: -“No sé, todavía estoy recogiendo los pedazos. No entiendo qué pasó” – Dijo visiblemente alterado.
Lanie: -“Cálmate, Castle” – Dijo tratando de tranquilizarlo.
Rick: -“Yo no necesito calmarme, yo lo que necesito es aire, aire, meterme todo el aire del mundo en los pulmones para no morirme asfixiado”.
Lanie: -“¿Quieres hablar? ¿Quieres que vayamos a algún lado?”.
Rick: -“No, gracias Lanie. Este dolor tengo que pasarlo solo hasta que desaparezca, si es que algún día pasa y no desaparezco yo en el intento”.
Lanie: -“Lo siento mucho, de verdad. No entiendo a Kate”.
Rick: -“Sube, por favor. Sé que ella tampoco está bien. Te necesita”.
Lanie: -“Ahora mismo. Cuídate” – Contestó y ambos dieron media vuelta y se alejaron.

Lanie: -“¡Kate!” – Llamó desde la puerta abierta del apartamento. Al no recibir respuesta se dirigió a la habitación y allí la encontró, tumbada en la cama, llorando – “Kate, ¿qué pasó? Castle salió de aquí destrozado”.
Kate: -“Ay Lanie”.
Lanie: -“¿Qué pasa? Estás asustándome.
Kate: -“Me voy a morir, Lanie” – Dijo entre sollozos.
Lanie: -“¿Qué estás diciendo?” – Preguntó alarmada.
Kate: -“Estos son los resultados de mis análisis” – Dijo mientras se sentaba y le acercaba unos papeles – “Tengo aplasia medular” – Confesó.
Lanie: -“Eso no puede ser cierto” – Dijo mientras examinaba detenidamente los resultados.
Kate: -“Pero lo es”.
Lanie: -“Escúchame, el doctor Dawson es de los mejores tratando esta enfermedad” – Dijo y se sentó a su lado en la cama.
Kate: -“Lanie, ya no quiero darle más vueltas al asunto, me voy a morir”.
Lanie: -“Cállate, no vuelvas a decir eso. Tienes que luchar” – Dijo y la abrazó – “¿Qué te dijo el doctor acerca del tratamiento?”.
Kate: -“Que necesito un donante de médula que sea compatible conmigo” – Explicó.
Lanie: -“Puede ser tu papá”.
Kate: -“No quiero saber nada. No quiero saber cómo debo retrasar mi muer…
Lanie: -“Kate, te prohíbo que digas esas cosas” – Interrumpió enfadada.
Kate: -“Necesito pensar qué hacer con mi vida o con lo poco que me queda de ella”.
Lanie: -“Kate…”
Kate: -“Necesito estar sola, por favor” – Suplicó.
Lanie: -“De acuerdo. Pero quiero que sepas que lo más lejos que iré será hasta el sofá de tu sala. Allí estaré si quieres hablar o si solamente necesitas compañía” – Dijo y salió de la habitación. Kate se volvió a tumbar en la cama.


Rick: -“Madre, no entiendo, no entiendo nada. Debo ser un hombre ciego, no vi las señales, no las entendí” – Dijo entre lágrimas, sentado en el sofá del salón del loft.
Martha: -“Richard, el amor es así, difícil” – Contestó y posó su mano en el hombro de él.
Rick: -“Si pudiera entender qué pasó, podría llorar con algún sentido, con alguna lógica”.
Martha: -“¿Tú no te imaginas nada? Alguna razón debe tener Kate para terminar todo así”.
Rick: -“Lo único que sé es que me dio donde más me duele” – Dijo con profundo dolor mientras se levantaba del sofá y se dirigía a su estudio, dejando a Martha en medio de una gran preocupación.


Miro a mi alrededor y lo único que encuentro es soledad y silencio, un silencio interrumpido únicamente por el teléfono que no se cansa de repicar de la misma manera que Rick no se cansa de llamar. No entiendo qué ocurre, qué está pasando con mi vida. A cada paso que doy siento que se me va estrechando más y más el camino. Yo nunca pensé que la vida me iba a castigar de esta manera. No quiero hacerle más daño del que ya le he hecho, por eso es mejor que nos alejemos ahora. En este momento la única certeza que tengo es que siempre voy a tenerlo en mi corazón. El teléfono una vez más, su cara sonriente me saluda desde la pantalla. Ya deja de llamar, por favor.


Estoy sentado frente a mi escritorio con una foto nuestra entre mis manos. Yo te conocía, Kate. Tú me mirabas y a través de tus ojos podía observar el centro de tu corazón donde tenía mi casa, esa casa que tú misma construiste para mí. Ahora yo me pregunto, ¿por qué me desalojaste? ¿Cuándo se me acabó el contrato? ¿Es que acaso llegó alguien más y me sacó a patadas? Siento que la desesperación se apodera de mí y no puedo evitar empezar a destrozar todo lo que tengo delante de mí.

Martha: -“Pero Richard, ¿qué haces? No, no, así no” – Dijo mientras entraba a la oficina de su hijo e intentaba calmarlo.
Rick: -“Eso es lo que yo digo madre, así no. Así no se le juega a una persona que pone las cartas sobre la mesa. Yo bajé mis defensas ante ella, fui transparente. Nunca me comporté con alguien como hice con ella” – Gritó dolido y se abrazó a su madre.
Martha: -“Lo sé. Y tienes derecho a que te explique. Nadie puede obligar a otro a que lo quiera, pero cuando se ama a alguien tan bonito, tan de frente, al menos se tiene el derecho a saber qué pasó” – Dijo tratando de consolarlo.
Rick: -“¿Qué hago, mamá? Me siento solo y perdido. Tengo el alma destrozada, no puedo más”.
Martha: -“Hijo, ve, ve con ella y pregúntale, habla con ella, pero eso sí, como un caballero, sin rabia, Richard, sin violencia”.
Rick: -“Yo lo único que tengo es dolor”.
Martha: -“Y eso no lo puedes controlar, yo lo sé. Pero la vida es tan corta, Richard, que si no corres tras lo que tú crees verdadero nunca sabrás cómo habría sido” – Rick besa a su madre en la frente y sale decidido a hablar con Kate – “Ve a encontrarte con tu verdad, mi amor. Ojalá esta vez no te maltrate tanto”.


Ya es de noche cuando decido salir de mi habitación. Encuentro a Lanie sentada en el sofá. Me acerco lentamente y me siento a su lado.

Lanie: -“¿Te sientes mejor?” – Preguntó y le sonrió.
Kate: -“Siento que estoy en un carrusel que no para de dar vueltas. Estoy mareada y aturdida” – Contestó con la mirada perdida.
Lanie: -“¿Qué vas a hacer con Castle? Él también está sufriendo”.
Kate: -“Lo sé y no te imaginas cómo me duele mentirle”.
Lanie: -“Tienes que hablar con él, explicarle lo que está pasando” – Dijo y pasó su brazo sobre los hombros de Kate.
Kate: -“No puedo decírselo. No quiero obligarlo a que esté conmigo por compromiso”.
Lanie: -“¿Cómo puedes pensar que él estaría contigo sólo por compromiso? Sabes que te ama sinceramente”.
Kate: -“Yo también lo amo, cada segundo que pasa lo amo más. Por eso, no puedo condenarlo a sufrir conmigo” – Contestó con lágrimas en los ojos.
Lanie: -“Ya está sufriendo, y él no se merece que le ocultes algo tan serio”.
Kate: -“Creo que es lo mejor”.
Lanie: -“Bueno, está visto que cuando se te mete algo en la cabeza no hay quién te haga cambiar de idea” – Dijo frustrada – “Creo que es mejor que trates de dormir, necesitas descansar. ¿Quieres que me quede contigo?”.
Kate: -“No es necesario, ve a casa” – Respondió y ambas se levantaron del sofá.
Lanie: -“Prométeme que pensarás lo que hemos hablado”.
Kate: -“Lo intentaré”.
Lanie: -“Bien, me conformo con eso, por los momentos. Hasta mañana, cariño” – Se despidió mientras se dirigía hacia la puerta.
Kate: -“Hasta mañana, Lanie. Gracias por todo” – Dijo y cerró la puerta.


Estoy caminando en su parque favorito, en nuestro parque favorito, donde compartimos tantos momentos felices. Necesito despejar mi mente antes de ir a hablar con ella. Ya perdí la cuenta de las veces que le he marcado a su teléfono y no me ha contestado ni una vez. Miro a una joven pareja demostrándose libremente su amor. Deseo que vivan su historia a toda velocidad, sin mirar para ningún lado, porque nunca se sabe cuándo llegará el capítulo final. De repente, el timbre de mi teléfono me trae a la realidad, tengo la esperanza que sea ella, contesto rápidamente sin siquiera fijarme en quién es.

Rick: -“Kate, ¿eres tú?” – Contestó el teléfono sobresaltado.
Gina: -“Lamento desilusionarte pero no soy ella”.
Rick: -“Lo siento, Gina. Pensé que… No me hagas caso, ¿qué quieres?”.
Gina: -“Necesito hablar contigo de inmediato”.
Rick: -“Gina, discúlpame pero éste no es mi mejor momento” – Dijo con fastidio.
Gina: -“Por tu tono es fácil adivinar que no estás bien. ¿Tienes problemas con la detective?” – Preguntó interesada.
Rick: -“Algo así, pero no deseo hablar de eso”.
Gina: -“Está bien, entiendo. Aun así, necesito discutir urgentemente algo contigo”.
Rick: -“De acuerdo, voy para tu casa” – Resopló.

Rick: -“Sé que es importante, pero en estos momentos no estoy de humor para iniciar una gira de promoción por Canadá” – Comentó.
Gina: -“Es tu obligación, Richard. Además, creo que un cambio de aires te va a hacer bien”.
Rick: -“Yo no necesito cambiar de aires, lo único que me hace falta está aquí en Nueva York. Necesito respirar el mismo aire que Kate, aunque ella no sienta lo mismo” – Dijo con tristeza y Gina sintió pena por él.
Gina: -“Tienes que tomarlo con calma. Esas cosas pasan, muchas veces las parejas se distancian, nosotros somos ejemplo de ello. Tienes que saber que amar también es esperar. Acepta irte de viaje y lo más seguro es que cuando regreses las cosas se resuelvan” – Dijo sinceramente.
Rick: -“¿Tú crees?”.
Gina: -“Estoy segura”.
Rick: -“Está bien, puede ser que tengas razón. Iré con una condición”.
Gina: -“¿Cuál?” – Preguntó.
Rick: -“Que el viaje sea mañana mismo” – Contestó decidido.


Esta tarde salgo para Canadá. No quería irme sin antes hablar con Kate. Pero he analizado mejor la situación y creo que es mejor no abrumarla con mi presencia y dejar que piense mejor las cosas.

Martha: -“Querido, Gina te ha mandado la hora de salida del vuelo y el cronograma de actividades que debes cumplir en Canadá” – Dijo y se acercó al sillón donde Rick estaba tirado.
Rick: -“Ajá” – Susurró mientras miraba fijamente y acariciaba una foto de Kate.
Martha: -“Aunque creo que podrías cancelar el vuelo e irte caminando, ¿te parece? – Preguntó divertida cuando notó que él no estaba prestándole atención.
Rick: -“Sí, me parece buena idea” – Contestó sin apartar la vista de la foto.
Martha: -“Richard, no estás prestándome atención”.
Rick: -“Claro que sí. Me dijiste que Gina me envió la hora de las actividades y el cronograma del vuelo, ya lo tengo claro”.
Martha: -“Ya veo. ¿Has hablado con Kate?” – Se atrevió a preguntar.
Rick: -“No. Me he cansado de llamarla y no me responde” – Respondió con tristeza.
Martha: -“A lo mejor este tiempo que estarán separados les hace bien. Puedes aclarar tus ideas y ella puede pensar qué lugar ocupas en su vida”.
Rick: -“Y, ¿si no ocupo ninguno?”.
Martha: -“No seas tonto. Tú crees que a ella se le va a pasar así de fácil eso tan intenso que siente por ti. Estoy segura que lo que tiene es miedo, y el miedo a veces es bueno porque te aleja de las locuras”.
Rick: -“No sé qué tan bueno es eso. Porque entonces el miedo puede apartarla de mí, que soy un loco ambulante” – Dijo y medio sonrió.
Martha: -“Hijo, si su destino es estar juntos no tienes de qué preocuparte. Lo que ha de ser, será”.
Rick: -“Madre, necesito que me hagas un favor” – Dijo y se incorporó rápidamente.


No tuve ánimos de ir hasta la cama. Dormí en el sofá, bueno, realmente pasé la noche porque no pude dormir ni un segundo. Tengo a Rick revoloteando en mi mente, no puedo sacarlo de allí. Empiezo a dudar de mi decisión, comienzo a pensar que Lanie puede tener razón. Si de algo estoy segura es que, después de todo lo que ha hecho por mí, no merece que le mienta de esta manera, no debo decidir por él. Dios, estoy hecha un lío. No sé qué hacer. Están llamando a la puerta, ¿será él?

Kate: -“¡Martha!” – Exclamó sorprendida al abrir la puerta.
Martha: -“Hola, Kate. ¿Puedo pasar?” – Preguntó.
Kate: -“Sí, adelante. Siéntate, por favor” – Contestó mientras se hacía a un lado para que Martha pasara.
Martha: -“Gracias” – Dijo y se sentó, Kate hizo lo mismo quedando frente a frente.
Kate: -“¿Cómo está él?” – Preguntó bajando la mirada.
Martha: -“Te lo podrás imaginar, está muy afectado” – Dijo mirándola fijamente.
Kate: -“Martha, yo… yo no sé qué decirte” – Susurró.
Martha: -“Él está mal, creo que ni siquiera ha podido dormir y por lo que veo no es el único. ¿Qué está pasando, Kate?” – Preguntó.
Kate: -“Es complicado” – Contestó.
Martha: -“Yo sé que lo amas, lo dicen tus ojos. Eso es imposible de ocultar aunque te empeñes en hacerlo”.
Kate: -“No creo que podamos tener un futuro juntos, ya no. Es mejor que Castle me olvide” – Dijo levantándose del sillón.
Martha: -“No creo que eso sea posible, está destrozado”.
Kate: -“Ya se le pasará” – Dijo tratando de ahogar el llanto.
Martha: -“Hoy se fue de viaje fuera del país”.
Kate: -“¿Se fue?” – Preguntó alarmada.
Martha: -“Sí, debe realizar una gira de promoción. Estará fuera alrededor de un mes. Me pidió que te entregara esto” – Se levantó del sofá y extendió un sobre blanco que Kate se apresuró en tomar – “Será mejor que me vaya, no quiero importunarte más”.
Kate: -“Martha, ojalá algún día puedan perdonarme” – Dijo mientras apretaba el sobre contra su pecho.
Martha: -“Pido, por el bien de ambos, que pienses bien las cosas y tomes la decisión correcta. Adiós, querida” – Dijo y salió por la puerta. Kate abrió el sobre con manos temblorosas y comenzó a leer.

Mi amor…
No sé qué pasó. Te pido que me perdones si hice algo mal. Quiero decirte que no puedo complacerte y alejarme de ti porque, simplemente, eso no es posible. Estoy pegado a ti aunque no quieras verlo. Estar separados no nos hace bien a ninguno de los dos.
Siempre estarás dentro de mí, Kate, y sé que aunque lo niegues, yo también estoy ahí, dentro de ti, y eso es algo que nada ni nadie podrá cambiar. Lo que más deseo es estar contigo, hacer desaparecer tus inseguridades y tus miedos, seguir existiendo para ti.
No comprendo qué te hizo tomar esta decisión, pero la respeto porque estoy seguro que va a ser algo pasajero. Estoy convencido que, más temprano que tarde, estaremos juntos, casados y rodeados de niños, porque tú y yo estamos irreversible e indeclinablemente destinados a amarnos.
En estos momentos voy camino a otro país, pero ten por seguro que te llevo conmigo. Sé que será así durante todo lo que me quede de vida. No voy a darme por vencido, Kate. Voy a lograr que te cases conmigo y que seamos felices siempre, siempre. Debes pensar que estoy loco, que aun y cuando me dijiste que ya no me amas yo sigo insistiendo, y seguiré haciéndolo porque te amo, sólo eso, te amo, y sé que tú también me amas.
Mi intención al escribirte esta carta es acariciarte aunque sea con mis palabras. Aunque esté lejos hay algo que está claro, mi alma se queda contigo.

TE AMO.
Tu Castle.

Kate: -“Voy a curarme, voy a vencer esta maldita enfermedad, para poder buscarte y pedirte perdón” – Dijo con la voz entrecortada por el llanto.


Gracias por leer y comentar =)