CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
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Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
me gusta pero seguro que Kate se devio enojar y sentir triste ala vez
Caskett(sariita)- Policia de homicidios
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Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
muy bueno, continua pronto
_Caskett_- Escritor - Policia
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Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
Holaaa! Graaaacias por seguir comentando y leyendo, os dejo el siguiente capi que lo he intentado hacer un poco más largo. Espero que os guste, besoos!
Capítulo 12
Capítulo 12
Me despierto y me cuesta abrir los ojos, los párpados me pesan, como en esas mañanas de resaca en las que casi no puedes moverte. Finalmente abro los ojos con gran lentitud y los entrecierro al notar la luz que entra por las ventanas, iluminando la habitación. Entonces me fijo con detenimiento en la habitación. No la reconozco. Intento hacer memoria pero no me acuerdo de nada. ¿Fue una de mis borracheras y terminé en el cuarto de alguna mujer? Sí, seguramente es eso. Extiendo mi brazo derecho buscando a la desconocida en el otro lado de la cama, pero justo ahí es donde se termina el colchón. Repito la misma acción para buscarla en el otro lado pero… ¿Una cama individual? Frunzo el ceño y abro los ojos por completo. Me intento incorporar un poco pero un fuerte dolor en la cabeza me lo impide. Gimo de dolor llevándome una mano a la cabeza y veo a un hombre que se acerca a mí. Entonces lo recuerdo, yo persiguiendo al acosador por las escaleras, forcejeando con él y… Negro. No consigo recordar que pasó después, lo veo todo negro. De repente me entra el pánico de que ese hombre pueda ser el acosador y cuando posa su mano en mi brazo y pronuncia mi nombre, me revuelvo bruscamente intentando alejarme de él y levantarme de la cama. Pido ayuda a gritos cuando otro hombre y una mujer más se acercan a mí para sujetarme entre los tres. Me entra impotencia de no poder defenderme pero aún así sigo luchando contra ellos para que me suelten, hasta que siento un leve pinchazo en mi brazo y mis ojos se cierran haciéndome dormir a la fuerza.
Me despierto sintiendo leves pinchazos en mi cabeza y estiro mis músculos abriendo los ojos poco a poco.
- Señor Castle, ¿cómo se encuentra? – la voz del hombre que está frente a la cama llama mi atención, haciéndome mirarle. Lleva una bata blanca y me resulta familiar.
- Mmm, ¿dónde estoy? – murmuro intentando recordar algo. Entonces de nuevo recuerdo todo y regresa el pánico, me incorporo con mucho esfuerzo e intento levantarme de la cama pero el hombre me lo impide.
- Por favor señor, tranquilícese –me dice intentando que me vuelva a tumbar- está usted en el hospital, necesita descansar.
Lejos de tranquilizarme, me inquieto más, no consigo fiarme de todo lo que me dice y solo pienso en irme de aquí.
- No, no, no –niego confuso- me quiero ir a casa –y de nuevo intento levantarme luchando contra las manos del hombre que me sujeta, hasta que escucho una voz que me tranquiliza, que conozco.
- Castle –se acerca a mí y pone su mano en mi hombro- tranquilízate, no pasa nada, ¿vale? –dice mientras me ayuda a tumbarme de nuevo.
Es Kate, es ella. Está aquí. No entiendo nada pero al menos ella me tranquiliza.
- ¿Qué ha pasado? – la miro extrañado y ansioso de entender algo.
- Señor Castle, le dieron un fuerte golpe en la cabeza que le ha mantenido inconsciente durante unas horas, pero ya le hemos realizado las pruebas correspondientes y no es nada grave, solamente necesita descansar –responde el que supongo que es el doctor e intento asimilar toda la información-. Me retiro, si necesitan algo llámeme detective –dice esto último dirigiéndose a Kate.
- Gracias doctor –dice Kate y tras esto el hombre cierra la puerta de la habitación dejándonos solos.
Kate se sienta en una silla que hay al lado de mi cama pero no dice nada y yo sigo intentando recordar algo pero no lo consigo.
- Estoy asustado –confieso mientras estiro mi brazo buscando su mano.
Ella me sonríe con ternura y agarra mi mano con la suya.
- Ya está Castle, no te preocupes –dice mientras acaricia suavemente mi mano.
- ¿Qué ha pasado? –pregunto de nuevo esperando una respuesta más concreta que la del doctor.
- Pues esperaba que me lo contaras tú… –dice frunciendo los labios-. Pero al parecer el acosador entró en tu habitación del hotel después de que me fuera… -su voz se apaga durante unos segundos y continúa hablando- peleasteis, te golpeó en la cabeza y escapó. Te ha encontrado la mujer de la limpieza del hotel tirado en el suelo en medio de las escaleras.
- Sí, después del golpe lo veo todo negro.
- Es lógico, te ha dejado inconsciente.
Poco a poco recuerdo todo lo que pasó con ella, todo lo que le dije y cómo la eché. Me resulta extraño que esté aquí.
- ¿Y cómo te has enterado de que estaba aquí? –pregunto mirándola a los ojos.
- Castle que me echaras no quiere decir que no siga con el caso y nos informan en seguida de cualquier cosa que pase contigo –suelta mi mano tras decir esto provocándome una mueca de fastidio.
Me entra una culpabilidad enorme al escuchar esas palabras. Puede que me pasara, no era necesario tratarla así.
- Siento todo lo que te dije Kate –digo avergonzado.
- Detective Beckett o Beckett solamente, como prefieras –dice con seriedad-. Y no dijiste nada que no fuera verdad, yo soy eso, una simple policía –se levanta de la silla evitando mi mirada, haciendo una pausa.-Estoy orgullosa de lo que hago, pero entiendo que la gente como tú no sea capaz de valorar nada…
- Ka… Beckett, yo no quise decir eso… -suspiro intentando buscar las palabras adecuadas pero ella me interrumpe.
- No he venido a hablar de eso –dice tajante.- Quiero hacerte unas preguntas acerca de lo que pasó pero volveré en otro momento en que te encuentres mejor.
Sus palabras me caen encima como un jarrón de agua fría y creo que debería haber llamado al doctor para que me pusiera la anestesia antes de escucharlas. A pesar de todo, sé que tiene razón y entiendo que esté enfadada. Al fin y al cabo esto era lo que quería, ¿no? Poner distancia entre nosotros y ella lo está haciendo perfectamente. Me odio a mí mismo por mi indecisión. Por querer alejarla porque sé que es lo mejor pero querer evitar que se vaya cuando veo que se aleja. Veo que se acerca a la puerta para marcharse y me entra la inevitable necesidad de detenerla.
- Beckett –la llamo consiguiendo que se pare en la puerta-. No te vayas, por favor.
Noto que duda durante unos segundos sin moverse de la puerta y tras soltar un suspiro comienza a hablar.
- Llamaré a alguien para que no estés solo –sentencia y se va cerrando la puerta tras ella.
Suspiro y cierro los ojos intentando resignarme. No sé qué tiene esa mujer que me engancha tanto y que no puedo dejarla por mucho que lo intento.
Al cabo de unos minutos entra una enfermera con la cena y tras ella el mismo doctor de antes.
- ¿Cómo se encuentra? –me pregunta el doctor.
- Bien –digo sin ánimo-. ¿Cuándo me puedo ir?
- Bueno, si va todo bien, mañana por la mañana le revisaré y podrá irse.
Asiento y le doy las gracias. Tras revisarme y acercarme la cena, ambos se retiran. Miro la habitación mientras como, me siento muy solo y no me gusta nada estar así. Cuando termino de cenar, la puerta se abre y me ataca la esperanza de que sea Kate pero esta se esfuma al ver entrar al detective Ryan.
- Ey, Castle –saluda animado-. ¿Cómo estás?
- Bien, bien –respondo mirándole extrañado-. ¿Qué haces aquí?
- Las órdenes de la jefa, quiero que te vigilemos por si tu fanática se pasa por aquí –dice divertido.
- No necesito…
- Lo siento Castle –me interrumpe- digas lo que digas me voy a quedar, no quiero sufrir el mal carácter de Beckett si se entera de que no le he hecho caso.
- ¿Y por qué no ha venido ella? –pregunto con curiosidad de saber la excusa que ha puesto, a pesar de saber la verdadera razón.
- Dice que tenía una pista que seguir y ha ido con Espósito –se encoge de hombros-. Excusas para no hacer la parte aburrida… -sonríe divertido.
- Ryan de verdad puedes irte, prometo que no le diré nada a Beckett.
- De ninguna manera –me mira seguro-. Es lo que me toca hacer y aquí estaré, además después vendrán a hacerme el relevo.
- ¿Ella? –pregunto ilusionado pero intentando que no se me note.
- Espósito –dice, y nos quedamos en silencio durante unos minutos hasta que lo rompe-. Ah, mañana ya puedes regresar a tu casa, ya han terminado todo lo que tenían que hacer por allí, y Beckett se ha encargado y nos ha pedido el favor de que la ayudemos a vigilarte.
- No lo necesito –digo mientras niego con mi cabeza y él me mira un poco sorprendido.
- Creo que después del incidente de hoy no deberías rechazar la protección –se sienta en el sillón que hay en la habitación y tras una breve pausa frunce el ceño y habla mirándome-. Lo que no entiendo es por qué Beckett nos ha pedido ese favor, ella es buena, te aseguro que estabas protegido por la mejor y siempre se basta por ella sola…
Carraspeo a modo de interrupción y me tumbo en la cama acomodándome y evitando continuar con esa conversación. No veo necesario contarle lo que ha pasado y dar explicaciones sobre por qué no quiero que Kate continúe a mi lado. Además cualquiera de las opciones que se me ocurren me resultan poco viables. ¿Qué le diría? ¿Qué su jefa me gusta? ¿Qué ha sido capaz de enloquecerme en apenas unos días? ¿Qué prefiero alejarme ahora antes de que sea demasiado tarde? Sacudo la cabeza. Definitivamente no podría dar una razón que no me avergonzara.
- La prensa te acusa de fiestero y en cambio veo que eres de dormirte a la hora de los niños –dice Ryan soltando una risilla.
- Bueno, no todos los días me golpean así en la cabeza –respondo divertido- pero un día de estos podríais venir Espósito y tú a una de mis fiestas, verás que lo que dice la prensa es cierto.
- Te tomo la palabra –dice señalándome con su dedo índice mientras sonríe.
- Buenas noches –digo cerrando los ojos.
- Buenas noches.
Consigo dormirme rápidamente, seguramente los medicamentos que me han dado tengan mucho que ver en eso. Al cabo de un rato que no sé exactamente cuánto tiempo es, me despierto. En la habitación reina la oscuridad y alcanzo a escuchar la voz de Ryan hablando por teléfono casi en susurros.
- ¿Cómo que no puede? –dice un poco alterado pero sin alzar la voz a quien sea que tenga en el otro lado del teléfono.- Beckett sabes que me quedaría pero mañana tenía planeado… -se calla de repente.
La conversación me empieza a resultar de lo más interesante al descubrir que al otro lado del teléfono está Kate y presto atención.
- Está bien, gracias –dice finalmente Ryan y cuelga.
¿Ya? ¿Eso ha sido todo? Imagino cosas en mi cabeza intentando darle sentido a esa conversación, ha sido demasiado corta. Alguien que no puede venir y Ryan que no puede quedarse… ¡Espósito! Sí, seguramente es él quien no puede venir, Ryan me había dicho que le iba a hacer el relevo. Y si Ryan no puede quedarse y era Kate la que llamaba… Significa eso que… ¿Sí? ¡A lo mejor viene ella! Me ilusiono de repente como un niño pequeño y en este momento me doy cuenta de que estoy perdido. Si me pongo así solamente por la esperanza de verla aparecer por esa puerta, creo que no voy a poder dejarla ir. Ya estoy demasiado enganchado a ella y pienso que es hora de aceptarlo y luchar. Sí, luchar por ella, por una oportunidad. Tiene novio y ¿qué? Yo soy Richard Castle, seductor por naturaleza. Y sé que a ella le atraigo, aunque sea un poco, lo noté el día que la besé. Correspondió a mi beso y si no llega a ser por la interrupción del maldito acosador, ¿quién sabe cómo hubiese acabado la cosa? Necesito dejar de darlo todo por perdido y por lo menos intentarlo, al menos necesito llevarme su rechazo y eso será suficiente razón para alejarme por completo. Porque ahora mismo ya me ha quedado claro que no estoy preparado para alejarme.
Poco a poco me vuelvo a dormir entre pensamiento y pensamiento y cuando despierto de nuevo ya es de día. Miro alrededor de la habitación y veo a Espósito sentado en el sillón.
- Tío, ya era hora –dice levantándose y acercándose a mí-. ¿Cómo te encuentras?
- Bien –digo mirándole con el ceño fruncido-. Pensé que no podías venir… -digo incorporándome.
- ¿Tú cómo sabes eso? –pregunta y me encojo de hombros.
En ese momento entra el doctor y tras una revisión me da el alta. Cuando termino de arreglarme salgo junto a Espósito, que se encargará de llevarme a casa.
Estamos en mi loft, Espósito se va a quedar haciéndome compañía durante el día. Nos sentamos a tomar unas cervezas y entonces me pregunta.
- ¿Tienes algún problema con Beckett? Me resultó muy extraño que nos pidiera a Ryan y a mí que le ayudáramos contigo, hasta habló con la capitana para que pudiéramos repartirnos los tiempos -dice dando un trago a su cerveza.
- Bueno… -dudo por un momento- pensé que estaba agobiada de tener que estar pendiente a todas horas de mí…
- ¿Beckett? No lo creo –niega con su cabeza- se queja al principio pero al final se toma cualquier orden muy en serio, por eso me extrañó…
- ¿Podrías darme el teléfono de la capitana de vuestra comisaría? –pregunto sin dejarle continuar -.Me gustaría llamar para agradecer por las atenciones que han tenido conmigo.
- Claro –se levanta y coge algo de su chaqueta-. Toma esta tarjeta, aquí está el número –me la entrega y se lo agradezco.
Pasamos parte del día charlando animadamente y después de comer observo que Espósito se ha quedado dormido y aprovecho la oportunidad. Me dirijo a mi habitación con el teléfono en las manos y marco el número que pone en la tarjeta que antes Espósito me ha dado.
- Gates –responde una voz neutra al otro lado del teléfono.
- Buenas tardes, mi nombre es Richard Castle –me presento educadamente-. ¿Es usted la capitana de la comisaría?
- Señor Castle –dice en un tono que no logro entender y advierto que conoce mi nombre-. Sí, dígame, ¿en qué puedo ayudarle?
- Bueno, quería agradecerle a usted y a todos sus hombres por tomarse la molestia de ponerme protección –digo con sinceridad-. Le aseguro que le informaré al Alcalde, gran amigo mío, de sus excelentes servicios.
- Oh, se lo agradezco –dice con entusiasmo-. Y tenga por seguro que no es ninguna molestia, en esta comisaría reina la responsabilidad y mantener seguros a los ciudadanos es una de nuestras obligaciones, además…
- Sí, pero… -digo interrumpiéndola, evitando que me suelte un rollo institucional- hay algo con lo que no estoy del todo satisfecho –finjo decepción en la voz.
- ¿Dígame? –se apresura a decir- ¿Necesita más hombres?
- No, solamente es que he cambiado de opinión -hago una pausa y pienso que cuando Kate se entere me va a querer matar- me gustaría que la detective Beckett se encargara exclusivamente de mi protección, que todo continúe como estos días. Lo he pensado detenidamente y me va a resultar más incómodo tener a alguien diferente cada día, además la detective se toma muy en serio su trabajo y es buena…
- No se preocupe señor Castle –dice interrumpiéndome-. Le informaré a Beckett y estará allí lo antes posible, sin problema.
- Muchas gracias –agradezco triunfal.
- Para eso estamos, ahora debo volver a mi trabajo –dice despidiéndose-. Y no se olvide de nuestra mención ante el Alcalde… -suelta con interés- adiós.
- Por supuesto, no se preocupe, hasta luego –me despido y cuelgo mientras salgo de la habitación.
No puedo evitar una sonrisa de oreja a oreja. Ha regresado el verdadero Richard Castle, imparable y caprichoso a la vez. Sé a ciencia cierta que cuando llegue Kate me va a torturar, disparar, golpear o… ¿violar? Mmm, la verdad es que esa opción no estaría nada mal. Pero no me importa, mientras sea una orden directa de su capitana, ella no puede negarse y no le va a quedar de otra que aguantarse.
- ¡Tío! ¿Qué hora es? –dice Espósito al despertarse, un poco acelerado.
- La hora de irte –digo sonriente y al ver que frunce el ceño, me explico mejor.- Va a venir Beckett, va a volver a estar conmigo a tiempo completo y no creo que tarde, así que te doy el resto del día libre.
- ¿Tú? ¿Me das tiempo libre? –sonríe con ironía-. Tengo que seguir con el caso y la única que podría hacer eso es Beckett, pero te aseguro que eso no va a pasar, ni en mis mejores sueños –hace una mueca-. Pero si dices que no va a tardar, me voy –dice cogiendo su chaqueta y le acompaño a la puerta.
- Gracias Espósito –digo agradecido-. Y tenemos una fiesta pendiente, lo hablé ayer con Ryan, cuando todo este lío se resuelva, nos vemos.
- Hecho, nos vemos –se despide y sale por la puerta, la cual cierro tras él.
Estoy ansioso porque llegue Kate. Como si fuera una primera cita, podría decir que estoy hasta nervioso. Miro el reloj una y otra vez y parece que el tiempo no pasa, se ha quedado congelado o quizás la pila ha dejado de funcionar. Puf, relájate Rick. Me pongo a recoger un poco la casa, aunque en realidad está todo bastante ordenado, y cuando termino me siento en el sillón a ver la televisión pero sin prestar atención.
Cuando pasa un rato, que se me hace eterno, suena el timbre.
- ¡Por fin! –exclamo para mí mismo y me levanto yendo rápidamente a la puerta para abrirla.
Cuando abro la puerta me encuentro a una Kate demasiado seria. Me mira con cara de enfado, con los brazos cruzados y no puedo evitar esbozar una amplia sonrisa, al fin y al cabo ya me esperaba esa reacción. Ella arquea una ceja ante mi sonrisa y me mira con más furia aún si es posible.
- ¡Detective Beckett! –digo manteniendo mi sonrisa mientras me echo a un lado para dejarle pasar.- Es un placer volver a verla, adelante.
Gruñe sin dejar de mirarme mal y pasa a mi loft arrastrando su inseparable y pequeña maleta. Cierro la puerta cuando pasa y vuelvo a sonreír. Ahora sí, ya no tiene escapatoria, y suelto una risilla ante ese pensamiento.
Me despierto sintiendo leves pinchazos en mi cabeza y estiro mis músculos abriendo los ojos poco a poco.
- Señor Castle, ¿cómo se encuentra? – la voz del hombre que está frente a la cama llama mi atención, haciéndome mirarle. Lleva una bata blanca y me resulta familiar.
- Mmm, ¿dónde estoy? – murmuro intentando recordar algo. Entonces de nuevo recuerdo todo y regresa el pánico, me incorporo con mucho esfuerzo e intento levantarme de la cama pero el hombre me lo impide.
- Por favor señor, tranquilícese –me dice intentando que me vuelva a tumbar- está usted en el hospital, necesita descansar.
Lejos de tranquilizarme, me inquieto más, no consigo fiarme de todo lo que me dice y solo pienso en irme de aquí.
- No, no, no –niego confuso- me quiero ir a casa –y de nuevo intento levantarme luchando contra las manos del hombre que me sujeta, hasta que escucho una voz que me tranquiliza, que conozco.
- Castle –se acerca a mí y pone su mano en mi hombro- tranquilízate, no pasa nada, ¿vale? –dice mientras me ayuda a tumbarme de nuevo.
Es Kate, es ella. Está aquí. No entiendo nada pero al menos ella me tranquiliza.
- ¿Qué ha pasado? – la miro extrañado y ansioso de entender algo.
- Señor Castle, le dieron un fuerte golpe en la cabeza que le ha mantenido inconsciente durante unas horas, pero ya le hemos realizado las pruebas correspondientes y no es nada grave, solamente necesita descansar –responde el que supongo que es el doctor e intento asimilar toda la información-. Me retiro, si necesitan algo llámeme detective –dice esto último dirigiéndose a Kate.
- Gracias doctor –dice Kate y tras esto el hombre cierra la puerta de la habitación dejándonos solos.
Kate se sienta en una silla que hay al lado de mi cama pero no dice nada y yo sigo intentando recordar algo pero no lo consigo.
- Estoy asustado –confieso mientras estiro mi brazo buscando su mano.
Ella me sonríe con ternura y agarra mi mano con la suya.
- Ya está Castle, no te preocupes –dice mientras acaricia suavemente mi mano.
- ¿Qué ha pasado? –pregunto de nuevo esperando una respuesta más concreta que la del doctor.
- Pues esperaba que me lo contaras tú… –dice frunciendo los labios-. Pero al parecer el acosador entró en tu habitación del hotel después de que me fuera… -su voz se apaga durante unos segundos y continúa hablando- peleasteis, te golpeó en la cabeza y escapó. Te ha encontrado la mujer de la limpieza del hotel tirado en el suelo en medio de las escaleras.
- Sí, después del golpe lo veo todo negro.
- Es lógico, te ha dejado inconsciente.
Poco a poco recuerdo todo lo que pasó con ella, todo lo que le dije y cómo la eché. Me resulta extraño que esté aquí.
- ¿Y cómo te has enterado de que estaba aquí? –pregunto mirándola a los ojos.
- Castle que me echaras no quiere decir que no siga con el caso y nos informan en seguida de cualquier cosa que pase contigo –suelta mi mano tras decir esto provocándome una mueca de fastidio.
Me entra una culpabilidad enorme al escuchar esas palabras. Puede que me pasara, no era necesario tratarla así.
- Siento todo lo que te dije Kate –digo avergonzado.
- Detective Beckett o Beckett solamente, como prefieras –dice con seriedad-. Y no dijiste nada que no fuera verdad, yo soy eso, una simple policía –se levanta de la silla evitando mi mirada, haciendo una pausa.-Estoy orgullosa de lo que hago, pero entiendo que la gente como tú no sea capaz de valorar nada…
- Ka… Beckett, yo no quise decir eso… -suspiro intentando buscar las palabras adecuadas pero ella me interrumpe.
- No he venido a hablar de eso –dice tajante.- Quiero hacerte unas preguntas acerca de lo que pasó pero volveré en otro momento en que te encuentres mejor.
Sus palabras me caen encima como un jarrón de agua fría y creo que debería haber llamado al doctor para que me pusiera la anestesia antes de escucharlas. A pesar de todo, sé que tiene razón y entiendo que esté enfadada. Al fin y al cabo esto era lo que quería, ¿no? Poner distancia entre nosotros y ella lo está haciendo perfectamente. Me odio a mí mismo por mi indecisión. Por querer alejarla porque sé que es lo mejor pero querer evitar que se vaya cuando veo que se aleja. Veo que se acerca a la puerta para marcharse y me entra la inevitable necesidad de detenerla.
- Beckett –la llamo consiguiendo que se pare en la puerta-. No te vayas, por favor.
Noto que duda durante unos segundos sin moverse de la puerta y tras soltar un suspiro comienza a hablar.
- Llamaré a alguien para que no estés solo –sentencia y se va cerrando la puerta tras ella.
Suspiro y cierro los ojos intentando resignarme. No sé qué tiene esa mujer que me engancha tanto y que no puedo dejarla por mucho que lo intento.
Al cabo de unos minutos entra una enfermera con la cena y tras ella el mismo doctor de antes.
- ¿Cómo se encuentra? –me pregunta el doctor.
- Bien –digo sin ánimo-. ¿Cuándo me puedo ir?
- Bueno, si va todo bien, mañana por la mañana le revisaré y podrá irse.
Asiento y le doy las gracias. Tras revisarme y acercarme la cena, ambos se retiran. Miro la habitación mientras como, me siento muy solo y no me gusta nada estar así. Cuando termino de cenar, la puerta se abre y me ataca la esperanza de que sea Kate pero esta se esfuma al ver entrar al detective Ryan.
- Ey, Castle –saluda animado-. ¿Cómo estás?
- Bien, bien –respondo mirándole extrañado-. ¿Qué haces aquí?
- Las órdenes de la jefa, quiero que te vigilemos por si tu fanática se pasa por aquí –dice divertido.
- No necesito…
- Lo siento Castle –me interrumpe- digas lo que digas me voy a quedar, no quiero sufrir el mal carácter de Beckett si se entera de que no le he hecho caso.
- ¿Y por qué no ha venido ella? –pregunto con curiosidad de saber la excusa que ha puesto, a pesar de saber la verdadera razón.
- Dice que tenía una pista que seguir y ha ido con Espósito –se encoge de hombros-. Excusas para no hacer la parte aburrida… -sonríe divertido.
- Ryan de verdad puedes irte, prometo que no le diré nada a Beckett.
- De ninguna manera –me mira seguro-. Es lo que me toca hacer y aquí estaré, además después vendrán a hacerme el relevo.
- ¿Ella? –pregunto ilusionado pero intentando que no se me note.
- Espósito –dice, y nos quedamos en silencio durante unos minutos hasta que lo rompe-. Ah, mañana ya puedes regresar a tu casa, ya han terminado todo lo que tenían que hacer por allí, y Beckett se ha encargado y nos ha pedido el favor de que la ayudemos a vigilarte.
- No lo necesito –digo mientras niego con mi cabeza y él me mira un poco sorprendido.
- Creo que después del incidente de hoy no deberías rechazar la protección –se sienta en el sillón que hay en la habitación y tras una breve pausa frunce el ceño y habla mirándome-. Lo que no entiendo es por qué Beckett nos ha pedido ese favor, ella es buena, te aseguro que estabas protegido por la mejor y siempre se basta por ella sola…
Carraspeo a modo de interrupción y me tumbo en la cama acomodándome y evitando continuar con esa conversación. No veo necesario contarle lo que ha pasado y dar explicaciones sobre por qué no quiero que Kate continúe a mi lado. Además cualquiera de las opciones que se me ocurren me resultan poco viables. ¿Qué le diría? ¿Qué su jefa me gusta? ¿Qué ha sido capaz de enloquecerme en apenas unos días? ¿Qué prefiero alejarme ahora antes de que sea demasiado tarde? Sacudo la cabeza. Definitivamente no podría dar una razón que no me avergonzara.
- La prensa te acusa de fiestero y en cambio veo que eres de dormirte a la hora de los niños –dice Ryan soltando una risilla.
- Bueno, no todos los días me golpean así en la cabeza –respondo divertido- pero un día de estos podríais venir Espósito y tú a una de mis fiestas, verás que lo que dice la prensa es cierto.
- Te tomo la palabra –dice señalándome con su dedo índice mientras sonríe.
- Buenas noches –digo cerrando los ojos.
- Buenas noches.
Consigo dormirme rápidamente, seguramente los medicamentos que me han dado tengan mucho que ver en eso. Al cabo de un rato que no sé exactamente cuánto tiempo es, me despierto. En la habitación reina la oscuridad y alcanzo a escuchar la voz de Ryan hablando por teléfono casi en susurros.
- ¿Cómo que no puede? –dice un poco alterado pero sin alzar la voz a quien sea que tenga en el otro lado del teléfono.- Beckett sabes que me quedaría pero mañana tenía planeado… -se calla de repente.
La conversación me empieza a resultar de lo más interesante al descubrir que al otro lado del teléfono está Kate y presto atención.
- Está bien, gracias –dice finalmente Ryan y cuelga.
¿Ya? ¿Eso ha sido todo? Imagino cosas en mi cabeza intentando darle sentido a esa conversación, ha sido demasiado corta. Alguien que no puede venir y Ryan que no puede quedarse… ¡Espósito! Sí, seguramente es él quien no puede venir, Ryan me había dicho que le iba a hacer el relevo. Y si Ryan no puede quedarse y era Kate la que llamaba… Significa eso que… ¿Sí? ¡A lo mejor viene ella! Me ilusiono de repente como un niño pequeño y en este momento me doy cuenta de que estoy perdido. Si me pongo así solamente por la esperanza de verla aparecer por esa puerta, creo que no voy a poder dejarla ir. Ya estoy demasiado enganchado a ella y pienso que es hora de aceptarlo y luchar. Sí, luchar por ella, por una oportunidad. Tiene novio y ¿qué? Yo soy Richard Castle, seductor por naturaleza. Y sé que a ella le atraigo, aunque sea un poco, lo noté el día que la besé. Correspondió a mi beso y si no llega a ser por la interrupción del maldito acosador, ¿quién sabe cómo hubiese acabado la cosa? Necesito dejar de darlo todo por perdido y por lo menos intentarlo, al menos necesito llevarme su rechazo y eso será suficiente razón para alejarme por completo. Porque ahora mismo ya me ha quedado claro que no estoy preparado para alejarme.
Poco a poco me vuelvo a dormir entre pensamiento y pensamiento y cuando despierto de nuevo ya es de día. Miro alrededor de la habitación y veo a Espósito sentado en el sillón.
- Tío, ya era hora –dice levantándose y acercándose a mí-. ¿Cómo te encuentras?
- Bien –digo mirándole con el ceño fruncido-. Pensé que no podías venir… -digo incorporándome.
- ¿Tú cómo sabes eso? –pregunta y me encojo de hombros.
En ese momento entra el doctor y tras una revisión me da el alta. Cuando termino de arreglarme salgo junto a Espósito, que se encargará de llevarme a casa.
Estamos en mi loft, Espósito se va a quedar haciéndome compañía durante el día. Nos sentamos a tomar unas cervezas y entonces me pregunta.
- ¿Tienes algún problema con Beckett? Me resultó muy extraño que nos pidiera a Ryan y a mí que le ayudáramos contigo, hasta habló con la capitana para que pudiéramos repartirnos los tiempos -dice dando un trago a su cerveza.
- Bueno… -dudo por un momento- pensé que estaba agobiada de tener que estar pendiente a todas horas de mí…
- ¿Beckett? No lo creo –niega con su cabeza- se queja al principio pero al final se toma cualquier orden muy en serio, por eso me extrañó…
- ¿Podrías darme el teléfono de la capitana de vuestra comisaría? –pregunto sin dejarle continuar -.Me gustaría llamar para agradecer por las atenciones que han tenido conmigo.
- Claro –se levanta y coge algo de su chaqueta-. Toma esta tarjeta, aquí está el número –me la entrega y se lo agradezco.
Pasamos parte del día charlando animadamente y después de comer observo que Espósito se ha quedado dormido y aprovecho la oportunidad. Me dirijo a mi habitación con el teléfono en las manos y marco el número que pone en la tarjeta que antes Espósito me ha dado.
- Gates –responde una voz neutra al otro lado del teléfono.
- Buenas tardes, mi nombre es Richard Castle –me presento educadamente-. ¿Es usted la capitana de la comisaría?
- Señor Castle –dice en un tono que no logro entender y advierto que conoce mi nombre-. Sí, dígame, ¿en qué puedo ayudarle?
- Bueno, quería agradecerle a usted y a todos sus hombres por tomarse la molestia de ponerme protección –digo con sinceridad-. Le aseguro que le informaré al Alcalde, gran amigo mío, de sus excelentes servicios.
- Oh, se lo agradezco –dice con entusiasmo-. Y tenga por seguro que no es ninguna molestia, en esta comisaría reina la responsabilidad y mantener seguros a los ciudadanos es una de nuestras obligaciones, además…
- Sí, pero… -digo interrumpiéndola, evitando que me suelte un rollo institucional- hay algo con lo que no estoy del todo satisfecho –finjo decepción en la voz.
- ¿Dígame? –se apresura a decir- ¿Necesita más hombres?
- No, solamente es que he cambiado de opinión -hago una pausa y pienso que cuando Kate se entere me va a querer matar- me gustaría que la detective Beckett se encargara exclusivamente de mi protección, que todo continúe como estos días. Lo he pensado detenidamente y me va a resultar más incómodo tener a alguien diferente cada día, además la detective se toma muy en serio su trabajo y es buena…
- No se preocupe señor Castle –dice interrumpiéndome-. Le informaré a Beckett y estará allí lo antes posible, sin problema.
- Muchas gracias –agradezco triunfal.
- Para eso estamos, ahora debo volver a mi trabajo –dice despidiéndose-. Y no se olvide de nuestra mención ante el Alcalde… -suelta con interés- adiós.
- Por supuesto, no se preocupe, hasta luego –me despido y cuelgo mientras salgo de la habitación.
No puedo evitar una sonrisa de oreja a oreja. Ha regresado el verdadero Richard Castle, imparable y caprichoso a la vez. Sé a ciencia cierta que cuando llegue Kate me va a torturar, disparar, golpear o… ¿violar? Mmm, la verdad es que esa opción no estaría nada mal. Pero no me importa, mientras sea una orden directa de su capitana, ella no puede negarse y no le va a quedar de otra que aguantarse.
- ¡Tío! ¿Qué hora es? –dice Espósito al despertarse, un poco acelerado.
- La hora de irte –digo sonriente y al ver que frunce el ceño, me explico mejor.- Va a venir Beckett, va a volver a estar conmigo a tiempo completo y no creo que tarde, así que te doy el resto del día libre.
- ¿Tú? ¿Me das tiempo libre? –sonríe con ironía-. Tengo que seguir con el caso y la única que podría hacer eso es Beckett, pero te aseguro que eso no va a pasar, ni en mis mejores sueños –hace una mueca-. Pero si dices que no va a tardar, me voy –dice cogiendo su chaqueta y le acompaño a la puerta.
- Gracias Espósito –digo agradecido-. Y tenemos una fiesta pendiente, lo hablé ayer con Ryan, cuando todo este lío se resuelva, nos vemos.
- Hecho, nos vemos –se despide y sale por la puerta, la cual cierro tras él.
Estoy ansioso porque llegue Kate. Como si fuera una primera cita, podría decir que estoy hasta nervioso. Miro el reloj una y otra vez y parece que el tiempo no pasa, se ha quedado congelado o quizás la pila ha dejado de funcionar. Puf, relájate Rick. Me pongo a recoger un poco la casa, aunque en realidad está todo bastante ordenado, y cuando termino me siento en el sillón a ver la televisión pero sin prestar atención.
Cuando pasa un rato, que se me hace eterno, suena el timbre.
- ¡Por fin! –exclamo para mí mismo y me levanto yendo rápidamente a la puerta para abrirla.
Cuando abro la puerta me encuentro a una Kate demasiado seria. Me mira con cara de enfado, con los brazos cruzados y no puedo evitar esbozar una amplia sonrisa, al fin y al cabo ya me esperaba esa reacción. Ella arquea una ceja ante mi sonrisa y me mira con más furia aún si es posible.
- ¡Detective Beckett! –digo manteniendo mi sonrisa mientras me echo a un lado para dejarle pasar.- Es un placer volver a verla, adelante.
Gruñe sin dejar de mirarme mal y pasa a mi loft arrastrando su inseparable y pequeña maleta. Cierro la puerta cuando pasa y vuelvo a sonreír. Ahora sí, ya no tiene escapatoria, y suelto una risilla ante ese pensamiento.
Always_- Escritor novato
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Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
Pues si que es bien largo, y te ha quedado genial, continua pronto.
Última edición por Delta5 el Dom Dic 08, 2013 10:19 am, editado 1 vez
Delta5- Escritor - Policia
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Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
me mola mucho tu fic
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CASKETT ALWAYS
Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
continua INCREIBLE!!!!!!!
Caskett1123- As del póker
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Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
muy bueno, me gusta. continuaaaa
_Caskett_- Escritor - Policia
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Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
Ay madre, que liante que es Rick....jajajajaja soy yo Kate y le hubiese matado ya!! jajaja
KFragantCherry- Ayudante de policia
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Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
Que me va gustando lo que llevas de la historia, no he podido parar de leer. Creo que Castle debería de temer por la situación que se ha buscado con Kate, a ver ahora como le explica el porque de su comportamiento :-)
Espero que puedas continuar pronto.
Espero que puedas continuar pronto.
Yaye- Escritor - Policia
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Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
jajajaja que travieso el Rick continua
Caskett(sariita)- Policia de homicidios
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Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
Pobre Kate... La espera una buena jajaja!! Tengo ganas de leer el siguienteeee:)
Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
PERDÓN PERDÓN! Los examenes me han dejado sin tiempo para nada, prometo que intentaré actualizar lo antes posible. No digo más, espero que os guste, besooooos!
Capítulo 13
Capítulo 13
Estoy preparando la cena con el delantal puesto, realmente me estoy esmerando, quiero que a Kate le guste. Desde que entró por la puerta se ha limitado a ignorarme, apenas me ha respondido a algunas cosas con monosílabos o algún asentimiento de cabeza. He notado que estaba decaída, me esperaba una gran bronca, ser víctima de “la furia Beckett”, pero apenas se ha quejado. Ahora mismo está dándose un baño, es lo único que parece que de verdad le ha apetecido cuando se lo he propuesto. Me imagino por un segundo cómo debe ser tomarse un baño con ella e intento controlar mis pensamientos mientras sigo pendiente de que no se me queme lo que tengo puesto al fuego. De repente llaman a la puerta provocándome una mueca de queja y me acerco a esta para abrirla pero cuando voy a hacerlo, me detengo. Tengo que ser cuidadoso debido a los acontecimientos de las últimas horas, así que me acerco a la mirilla y al comprobar que es la vecina, abro con mi mejor sonrisa.
- Buenas noches Ricky –saluda la chica sonriéndome.
Es mi vecina, la que está buena, y ahora hace gala de eso más que nunca con la ropa que lleva puesta. Lleva un pantalón corto y un top muy ceñido a sus pechos que deja al aire libre su abdomen. Su cuerpo está ligeramente bañado en sudor, lo que me provoca irremediablemente, parece ser que viene de hacer deporte. Hace poco tiempo desde que se mudó y la conocí, pero hemos hablado en muchas ocasiones y tonteado en la mayoría de ellas. Tenía pendiente invitarla a salir.
- Buenas noches Emma –saludo tras haber repasado con mi vista su cuerpo.
- Perdona que te moleste –dice seductoramente mientras se apoya en el marco de la puerta- pero es que me iba a duchar y no tengo agua… -suspira fijando su mirada en mis ojos- y quería saber si a ti tampoco te funciona o si solo es problema mío.
- Bueno, em… -carraspeo nervioso por su actitud, me intenta seducir y lo está consiguiendo.- Creo… creo que sí, me funciona, todo –aseguro sonriendo.
- Ah, pues qué mala suerte –pone cara de tristeza- con lo acalorada que estoy… -dice suspirando y acercándose peligrosamente a mí- voy a tener que esperar para ducharme.
- Si quieres… -empiezo a decir siguiendo su juego de seducción y acercándome también a ella. Pero de pronto soy interrumpido por un ruido que empieza a sonar fuertemente y sin descanso. Me giro mirando hacia el interior del loft y me doy cuenta de la nube de humo que se ha formado en la cocina, ha saltado la alarma de incendios. Corro hacia el fuego para apagarlo e intentar salvar la cena, pero me doy cuenta de que va a ser imposible. Intento dispersar el humo moviendo mis brazos de un lado a otro, mientras el pitido de la alarma se clava en mis oídos aumentando mi estrés en ese momento. Emma se ha acercado a mí al ver la situación y cojo el teléfono con la intención de llamar a los de la alarma para que hagan que ese horrible sonido pare. Entonces veo cómo Kate baja rápidamente las escaleras, envuelta solamente en una toalla y con varias gotas de agua recorriendo su cuerpo para perderse por lugares que no puedo disfrutar. Abro la boca sin poder apartar mi vista de ella y se acerca un poco a mí.
- ¡Castle! ¿Qué ha pasado? –pregunta mientras mira a su alrededor, hasta que detiene su mirada en Emma y me mira frunciendo el ceño.
- Yo… -me quedo sin palabras y bajo la vista al hueco entre sus pechos, a lo que ella responde subiéndose la toalla y agarrando con más fuerza el nudo que la mantiene alrededor de su cuerpo.
- ¡Castle! –exclama sacándome de mi atontamiento-. ¿Quieres llamar para que paren la alarma o pretendes que vengan los bomberos? –dice desesperada, mirándome con cara de enfado y señalando el teléfono que tengo entre las manos.
Entonces reacciono mirando el teléfono y marco el número. Tras una corta conversación, la alarma deja de sonar provocando un gran alivio a nuestros oídos y cuelgo el teléfono tras dar las gracias.
- Ya está solucionado –digo sonriendo ampliamente mientras miro a ambas mujeres que se han quedado calladas mirándome-. Aquí no ha pasado nada.
- Yo me voy Ricky, no quiero molestar a la parejita –dice Emma y Kate abre los ojos como platos ante el comentario.
- No… no molestas Emma –digo intentando arreglar la situación, pero ella me ignora y tras dedicarme una sonrisa sale del loft cerrando la puerta. Entonces me encuentro con la mirada de Kate que tiene una irónica sonrisa en la cara.
- ¿Ricky? –dice elevando una ceja-. Es alucinante, cada día una.
- ¿Celosa detective? –sonrío con suficiencia.
- ¡Ja! Ya te gustaría –responde girándose hacia las escaleras y yo aprovecho para disfrutar de la vista de sus increíbles piernas-. Pero eso de que nos llamen parejita no me gusta en absoluto –dice girándose de nuevo hacia mí para señalarme con su dedo acusadoramente.
- Pues va a tener que empezar a compensarme –digo divertido acercándome a ella.
- ¿Por qué? –pregunta sin entender a qué me refiero.
- Porque siempre que estoy con alguna mujer, llegas tú y la espantas –sonrío mirándola-. Y si tus celos no me van a dejar estar con ninguna, creo que deberías hacer algo –digo de forma seductora y acaricio su hombro con la punta de uno de mis dedos mientras fijo mi mirada en sus ojos.
- ¡No son celos idiota! –exclama dándome un manotazo para apartar mi mano-. Ya te dije que mientras tenga que hacer el espantoso trabajo de protegerte, no quiero que nadie entre.
- Era la vecina… -sonrío manteniendo mi actitud-. ¿Segura que no son celos? –pregunto mientras coloco un mechón de su pelo detrás de su oreja-. ¿Tu novio, el doctor, te completa en todos los sentidos o necesitas ayuda en eso? Soy un magnífico voluntario… –digo divertido, alzando las cejas.
Entonces de nuevo me da un manotazo, apartando bruscamente mi mano e interrumpiéndome.
- ¡Cállate! –grita-. No te haces una idea de lo capullo que eres –la miro a los ojos y veo dolor en ellos. Tras decir eso, sube con rapidez las escaleras perdiéndose en el piso de arriba.
- ¡Joder! –exclamo para mí mismo, lamentándome por lo que acaba de pasar. Soy un imbécil, y un capullo, tiene toda la razón. Me he sentido fatal cuando he visto cómo le dolía mi comentario. Pero entonces… ¿eso quiere decir…? ¿Problemas con el doctor? Debería alegrarme si es así, pero en cambio no puedo, me siento mal. He sentido algo que no sabría explicar cuando la he visto mal. Ahora entiendo lo decaída que ha estado toda la tarde… Y yo molestándola con mis estúpidos comentarios. Imbécil, imbécil Rick, eres un completo imbécil.
Tengo que arreglar esto. Miro el desastre en la cocina, la cena que había preparado está toda quemada y decido llamar al italiano para pedirla. Me siento en el sillón a ver la televisión mientras espero a que traigan la cena y le doy tiempo y espacio a Kate.
Al cabo de una media hora llaman a la puerta y tras comprobar que son los del restaurante italiano, abro. Cuando tengo la mesa preparada con todo, se me ocurre una idea. Cojo mi chaqueta y sin hacer demasiado ruido para que Kate no se entere, salgo del loft. Me acerco a una floristería que hay cerca y que por suerte aún está abierta.
- Una rosa roja, por favor – le digo a la mujer encargada de la tienda.
- ¿Solo una? –me mira por encima de sus gafas de ver.
- Sí, solamente una –aseguro sonriendo.
- Esta crisis está dañando hasta al romanticismo- dice la mujer como para ella misma mientras se acerca a las rosas para coger una.
- Muchas gracias –digo cuando pago-. Y que sepa que a veces una sola rosa es mucho más romántico, seguramente un ramo la agobiaría, voy a triunfar con una rosa –sonrío mientras salgo de la tienda y la mujer sacude la cabeza sonriendo también- voy a triunfar –repito y comienzo a caminar alegremente por la calle, protegiendo la rosa de la gente.
Cuando regreso al loft, todo está igual, parece que Kate no se ha enterado de mi fugaz huída y mucho mejor que así sea. Dejo la chaqueta y subo decidido las escaleras. Me acerco a la puerta de la habitación de Kate y llamo golpeándola con mis nudillos. Tras esperar unos segundos y no recibir respuesta vuelvo a llamar.
- Kate, sé que estás ahí –digo hablándole a la puerta-. La cena está lista, por favor baja.
Espero unos segundos pero nada, no responde. Intento abrir la puerta pero tiene el cerrojo echado.
- Kate, venga, por favor -lo intento de nuevo pero tampoco logro una respuesta por su parte.- Kate, te juro que soy capaz de tirar la puerta abajo –digo desesperándome- siempre es algo que he querido hacer, así que no voy a dudar en hacerlo realidad.
Al ver que tampoco responde, me dispongo a hacer lo que he dicho, ya que me empiezo a preocupar.
- Si estás cerca de la puerta, apártate porque la voy a tirar –digo mientras dejo la rosa en el suelo y me preparo cogiendo carrerilla. Pero cuando estoy a punto de lanzarme contra la puerta con toda la fuerza de mi cuerpo, Kate abre haciéndome desistir de mis intenciones inmediatamente.
- ¿Qué quieres? –dice con voz quebrada y sin mirarme.
Se me encoge el corazón al verla. Tiene los ojos con ese brillo que solo las lágrimas dan y me siento terriblemente culpable.
- Es que la cena ya está lista y…
- No tengo hambre –se apresura a decir, interrumpiéndome e intenta volver a cerrar la puerta pero se lo impido con mi pie.
- Kate, lo siento, soy un imbécil y no tendría que haber dicho nada –digo arrepentido, mirándola a los ojos-. Y tienes razón, soy un capullo, el capullo más grande de Nueva York. Mira, no sé qué habrá pasado con tu doctor, sé que no es asunto mío, pero quiero que sepas que me parece que tienes la sonrisa más bonita que he visto en toda mi vida –confieso con completa sinceridad- y nadie se merece que la pierdas, no me gusta nada verte así –cojo la rosa que había dejado en el suelo y se la doy provocando una tímida sonrisa en ella mientras mira la rosa-. Así que por favor, acepta las disculpas de este capullo y baja a cenar conmigo.
- ¿Sabes que te pasas el tiempo disculpándote conmigo por tus comentarios? –levanta la cabeza mirándome seria y cuando estoy a punto de volver a disculparme, sonríe-. Disculpas aceptadas, y gracias por la rosa –dice mientras la huele y vuelve a sonreír, esta vez ampliamente- me encanta.
- Si me vas a sonreír así, creo que te voy a dar una a cada minuto – sonrío yo también y ella se sonroja ligeramente.
- Anda, vamos a cenar –dice comenzando a andar por el pasillo y yo la sigo, feliz por haber arreglado la situación.
- Está todo buenísimo pero no puedo más –dice Kate llevándose las manos a su vientre-. Creo que ha merecido la pena que se te quemara la cena, no sé si lo tuyo hubiese estado tan bueno… -duda con tono divertido en su voz.
- Ha de saber detective, que soy un gran cocinero –sonrío orgulloso-. Estas manos saben hacer muchas más cosas aparte de escribir –le guiño un ojo poniendo mi sonrisa más seductora.
Carraspea y sacude la cabeza sonriendo.
- No sé si es que tus comentarios siempre van hacia el mismo tema o es que he tomado demasiado vino y soy una mal pensada –confiesa mientras ríe suavemente.
- Bueno, si quieres -empiezo a decir de forma sugerente mientras acerco mi silla un poco a la de ella- podemos abrir otra botella –sonrío de medio lado mientras señalo la botella que sigue vacía sobre la mesa- y descubrir cómo de mal puedes llegar a pensar.
Ella me mira a los ojos fijamente, de una manera intensa y yo me pierdo en esos ojos que me atrapan con tanta facilidad. Noto cómo se mueve un poco inquieta en la silla pero sin apartar la mirada de la mía. Nos quedamos callados durante unos pocos segundos hasta que trago saliva y dirijo mi mirada a sus labios, los cuales se encuentran entreabiertos, haciéndome desearlos mucho más. Y por ese mismo deseo me dejo llevar y acerco lentamente mi cara a la suya para lograr atrapar su boca con la mía, para intentar volver a sentir su sabor. Pero justo cuando estoy a punto de conseguirlo, el timbre suena por toda el loft sobresaltándonos y provocando que Kate se separe al instante de mí.
- Buenas noches Ricky –saluda la chica sonriéndome.
Es mi vecina, la que está buena, y ahora hace gala de eso más que nunca con la ropa que lleva puesta. Lleva un pantalón corto y un top muy ceñido a sus pechos que deja al aire libre su abdomen. Su cuerpo está ligeramente bañado en sudor, lo que me provoca irremediablemente, parece ser que viene de hacer deporte. Hace poco tiempo desde que se mudó y la conocí, pero hemos hablado en muchas ocasiones y tonteado en la mayoría de ellas. Tenía pendiente invitarla a salir.
- Buenas noches Emma –saludo tras haber repasado con mi vista su cuerpo.
- Perdona que te moleste –dice seductoramente mientras se apoya en el marco de la puerta- pero es que me iba a duchar y no tengo agua… -suspira fijando su mirada en mis ojos- y quería saber si a ti tampoco te funciona o si solo es problema mío.
- Bueno, em… -carraspeo nervioso por su actitud, me intenta seducir y lo está consiguiendo.- Creo… creo que sí, me funciona, todo –aseguro sonriendo.
- Ah, pues qué mala suerte –pone cara de tristeza- con lo acalorada que estoy… -dice suspirando y acercándose peligrosamente a mí- voy a tener que esperar para ducharme.
- Si quieres… -empiezo a decir siguiendo su juego de seducción y acercándome también a ella. Pero de pronto soy interrumpido por un ruido que empieza a sonar fuertemente y sin descanso. Me giro mirando hacia el interior del loft y me doy cuenta de la nube de humo que se ha formado en la cocina, ha saltado la alarma de incendios. Corro hacia el fuego para apagarlo e intentar salvar la cena, pero me doy cuenta de que va a ser imposible. Intento dispersar el humo moviendo mis brazos de un lado a otro, mientras el pitido de la alarma se clava en mis oídos aumentando mi estrés en ese momento. Emma se ha acercado a mí al ver la situación y cojo el teléfono con la intención de llamar a los de la alarma para que hagan que ese horrible sonido pare. Entonces veo cómo Kate baja rápidamente las escaleras, envuelta solamente en una toalla y con varias gotas de agua recorriendo su cuerpo para perderse por lugares que no puedo disfrutar. Abro la boca sin poder apartar mi vista de ella y se acerca un poco a mí.
- ¡Castle! ¿Qué ha pasado? –pregunta mientras mira a su alrededor, hasta que detiene su mirada en Emma y me mira frunciendo el ceño.
- Yo… -me quedo sin palabras y bajo la vista al hueco entre sus pechos, a lo que ella responde subiéndose la toalla y agarrando con más fuerza el nudo que la mantiene alrededor de su cuerpo.
- ¡Castle! –exclama sacándome de mi atontamiento-. ¿Quieres llamar para que paren la alarma o pretendes que vengan los bomberos? –dice desesperada, mirándome con cara de enfado y señalando el teléfono que tengo entre las manos.
Entonces reacciono mirando el teléfono y marco el número. Tras una corta conversación, la alarma deja de sonar provocando un gran alivio a nuestros oídos y cuelgo el teléfono tras dar las gracias.
- Ya está solucionado –digo sonriendo ampliamente mientras miro a ambas mujeres que se han quedado calladas mirándome-. Aquí no ha pasado nada.
- Yo me voy Ricky, no quiero molestar a la parejita –dice Emma y Kate abre los ojos como platos ante el comentario.
- No… no molestas Emma –digo intentando arreglar la situación, pero ella me ignora y tras dedicarme una sonrisa sale del loft cerrando la puerta. Entonces me encuentro con la mirada de Kate que tiene una irónica sonrisa en la cara.
- ¿Ricky? –dice elevando una ceja-. Es alucinante, cada día una.
- ¿Celosa detective? –sonrío con suficiencia.
- ¡Ja! Ya te gustaría –responde girándose hacia las escaleras y yo aprovecho para disfrutar de la vista de sus increíbles piernas-. Pero eso de que nos llamen parejita no me gusta en absoluto –dice girándose de nuevo hacia mí para señalarme con su dedo acusadoramente.
- Pues va a tener que empezar a compensarme –digo divertido acercándome a ella.
- ¿Por qué? –pregunta sin entender a qué me refiero.
- Porque siempre que estoy con alguna mujer, llegas tú y la espantas –sonrío mirándola-. Y si tus celos no me van a dejar estar con ninguna, creo que deberías hacer algo –digo de forma seductora y acaricio su hombro con la punta de uno de mis dedos mientras fijo mi mirada en sus ojos.
- ¡No son celos idiota! –exclama dándome un manotazo para apartar mi mano-. Ya te dije que mientras tenga que hacer el espantoso trabajo de protegerte, no quiero que nadie entre.
- Era la vecina… -sonrío manteniendo mi actitud-. ¿Segura que no son celos? –pregunto mientras coloco un mechón de su pelo detrás de su oreja-. ¿Tu novio, el doctor, te completa en todos los sentidos o necesitas ayuda en eso? Soy un magnífico voluntario… –digo divertido, alzando las cejas.
Entonces de nuevo me da un manotazo, apartando bruscamente mi mano e interrumpiéndome.
- ¡Cállate! –grita-. No te haces una idea de lo capullo que eres –la miro a los ojos y veo dolor en ellos. Tras decir eso, sube con rapidez las escaleras perdiéndose en el piso de arriba.
- ¡Joder! –exclamo para mí mismo, lamentándome por lo que acaba de pasar. Soy un imbécil, y un capullo, tiene toda la razón. Me he sentido fatal cuando he visto cómo le dolía mi comentario. Pero entonces… ¿eso quiere decir…? ¿Problemas con el doctor? Debería alegrarme si es así, pero en cambio no puedo, me siento mal. He sentido algo que no sabría explicar cuando la he visto mal. Ahora entiendo lo decaída que ha estado toda la tarde… Y yo molestándola con mis estúpidos comentarios. Imbécil, imbécil Rick, eres un completo imbécil.
Tengo que arreglar esto. Miro el desastre en la cocina, la cena que había preparado está toda quemada y decido llamar al italiano para pedirla. Me siento en el sillón a ver la televisión mientras espero a que traigan la cena y le doy tiempo y espacio a Kate.
Al cabo de una media hora llaman a la puerta y tras comprobar que son los del restaurante italiano, abro. Cuando tengo la mesa preparada con todo, se me ocurre una idea. Cojo mi chaqueta y sin hacer demasiado ruido para que Kate no se entere, salgo del loft. Me acerco a una floristería que hay cerca y que por suerte aún está abierta.
- Una rosa roja, por favor – le digo a la mujer encargada de la tienda.
- ¿Solo una? –me mira por encima de sus gafas de ver.
- Sí, solamente una –aseguro sonriendo.
- Esta crisis está dañando hasta al romanticismo- dice la mujer como para ella misma mientras se acerca a las rosas para coger una.
- Muchas gracias –digo cuando pago-. Y que sepa que a veces una sola rosa es mucho más romántico, seguramente un ramo la agobiaría, voy a triunfar con una rosa –sonrío mientras salgo de la tienda y la mujer sacude la cabeza sonriendo también- voy a triunfar –repito y comienzo a caminar alegremente por la calle, protegiendo la rosa de la gente.
Cuando regreso al loft, todo está igual, parece que Kate no se ha enterado de mi fugaz huída y mucho mejor que así sea. Dejo la chaqueta y subo decidido las escaleras. Me acerco a la puerta de la habitación de Kate y llamo golpeándola con mis nudillos. Tras esperar unos segundos y no recibir respuesta vuelvo a llamar.
- Kate, sé que estás ahí –digo hablándole a la puerta-. La cena está lista, por favor baja.
Espero unos segundos pero nada, no responde. Intento abrir la puerta pero tiene el cerrojo echado.
- Kate, venga, por favor -lo intento de nuevo pero tampoco logro una respuesta por su parte.- Kate, te juro que soy capaz de tirar la puerta abajo –digo desesperándome- siempre es algo que he querido hacer, así que no voy a dudar en hacerlo realidad.
Al ver que tampoco responde, me dispongo a hacer lo que he dicho, ya que me empiezo a preocupar.
- Si estás cerca de la puerta, apártate porque la voy a tirar –digo mientras dejo la rosa en el suelo y me preparo cogiendo carrerilla. Pero cuando estoy a punto de lanzarme contra la puerta con toda la fuerza de mi cuerpo, Kate abre haciéndome desistir de mis intenciones inmediatamente.
- ¿Qué quieres? –dice con voz quebrada y sin mirarme.
Se me encoge el corazón al verla. Tiene los ojos con ese brillo que solo las lágrimas dan y me siento terriblemente culpable.
- Es que la cena ya está lista y…
- No tengo hambre –se apresura a decir, interrumpiéndome e intenta volver a cerrar la puerta pero se lo impido con mi pie.
- Kate, lo siento, soy un imbécil y no tendría que haber dicho nada –digo arrepentido, mirándola a los ojos-. Y tienes razón, soy un capullo, el capullo más grande de Nueva York. Mira, no sé qué habrá pasado con tu doctor, sé que no es asunto mío, pero quiero que sepas que me parece que tienes la sonrisa más bonita que he visto en toda mi vida –confieso con completa sinceridad- y nadie se merece que la pierdas, no me gusta nada verte así –cojo la rosa que había dejado en el suelo y se la doy provocando una tímida sonrisa en ella mientras mira la rosa-. Así que por favor, acepta las disculpas de este capullo y baja a cenar conmigo.
- ¿Sabes que te pasas el tiempo disculpándote conmigo por tus comentarios? –levanta la cabeza mirándome seria y cuando estoy a punto de volver a disculparme, sonríe-. Disculpas aceptadas, y gracias por la rosa –dice mientras la huele y vuelve a sonreír, esta vez ampliamente- me encanta.
- Si me vas a sonreír así, creo que te voy a dar una a cada minuto – sonrío yo también y ella se sonroja ligeramente.
- Anda, vamos a cenar –dice comenzando a andar por el pasillo y yo la sigo, feliz por haber arreglado la situación.
- Está todo buenísimo pero no puedo más –dice Kate llevándose las manos a su vientre-. Creo que ha merecido la pena que se te quemara la cena, no sé si lo tuyo hubiese estado tan bueno… -duda con tono divertido en su voz.
- Ha de saber detective, que soy un gran cocinero –sonrío orgulloso-. Estas manos saben hacer muchas más cosas aparte de escribir –le guiño un ojo poniendo mi sonrisa más seductora.
Carraspea y sacude la cabeza sonriendo.
- No sé si es que tus comentarios siempre van hacia el mismo tema o es que he tomado demasiado vino y soy una mal pensada –confiesa mientras ríe suavemente.
- Bueno, si quieres -empiezo a decir de forma sugerente mientras acerco mi silla un poco a la de ella- podemos abrir otra botella –sonrío de medio lado mientras señalo la botella que sigue vacía sobre la mesa- y descubrir cómo de mal puedes llegar a pensar.
Ella me mira a los ojos fijamente, de una manera intensa y yo me pierdo en esos ojos que me atrapan con tanta facilidad. Noto cómo se mueve un poco inquieta en la silla pero sin apartar la mirada de la mía. Nos quedamos callados durante unos pocos segundos hasta que trago saliva y dirijo mi mirada a sus labios, los cuales se encuentran entreabiertos, haciéndome desearlos mucho más. Y por ese mismo deseo me dejo llevar y acerco lentamente mi cara a la suya para lograr atrapar su boca con la mía, para intentar volver a sentir su sabor. Pero justo cuando estoy a punto de conseguirlo, el timbre suena por toda el loft sobresaltándonos y provocando que Kate se separe al instante de mí.
Última edición por Always_ el Vie Ene 17, 2014 9:21 am, editado 1 vez
Always_- Escritor novato
- Mensajes : 15
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Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
SIGUE !!!!! ME ENCANTA TU FIC
lia castle beckett- Escritor novato
- Mensajes : 2
Fecha de inscripción : 15/01/2014
Edad : 31
Localización : new york
Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
Por fin nos deleitas con otro capi pero nos dejas en ascuas de nuevo. Ojala Rick deje de estropear las cosas con Kate y pronto empiezen algo! Continua pf!
Verispu- As del póker
- Mensajes : 437
Fecha de inscripción : 24/06/2013
Edad : 46
Localización : Mexico, Oaxaca
Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
Dejarnos con un casi beso ¡ES PREMEDITACIÓN Y ALEVOSÍA! No es justooooo!!!! Ahora quiero más!
KFragantCherry- Ayudante de policia
- Mensajes : 127
Fecha de inscripción : 20/10/2013
Edad : 31
Localización : Dreamworld
Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
Que capullo puede llegar a ser Rick en algunos momentos. Menos mal que luego sabe como poder enmendar lo que y hace y nadie puede resistirse a esa sonrisa . Quién habrá llamado a la puerta?? Jo, lo ha hecho en el momento mas oportuno.
Esperoi que puedas continuar pronto
Esperoi que puedas continuar pronto
Yaye- Escritor - Policia
- Mensajes : 1751
Fecha de inscripción : 05/06/2012
Localización : Huelva
Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
Me encanta está, muy bien hilado
tiufg- Escritor novato
- Mensajes : 20
Fecha de inscripción : 09/01/2014
Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
Holaaaaaaa! Mil perdones por tardar tanto, pero no me queda tiempo para nada. Es cortito pero lo he preferido subir aún así, es mejor que nada. Bueno, muchas gracias por leerlo como siempre. Besoooos!
- No sé si es que tus comentarios siempre van hacia el mismo tema o es que he tomado demasiado vino y soy una mal pensada –confiesa mientras ríe suavemente.
- Bueno, si quieres -empiezo a decir de forma sugerente mientras acerco mi silla un poco a la de ella- podemos abrir otra botella –sonrío de medio lado mientras señalo la botella que sigue vacía sobre la mesa- y descubrir cómo de mal puedes llegar a pensar.
Ella me mira a los ojos fijamente, de una manera intensa y yo me pierdo en esos ojos que me atrapan con tanta facilidad. Noto cómo se mueve un poco inquieta en la silla pero sin apartar la mirada de la mía. Nos quedamos callados durante unos pocos segundos hasta que trago saliva y dirijo mi mirada a sus labios, los cuales se encuentran entreabiertos, haciéndome desearlos mucho más. Y por ese mismo deseo me dejo llevar y acerco lentamente mi cara a la suya para lograr atrapar su boca con la mía, para intentar volver a sentir su sabor. Pero justo cuando estoy a punto de conseguirlo, el timbre suena por todo el loft sobresaltándonos y provocando que Kate se separe al instante de mí.
Capítulo 14
- No sé si es que tus comentarios siempre van hacia el mismo tema o es que he tomado demasiado vino y soy una mal pensada –confiesa mientras ríe suavemente.
- Bueno, si quieres -empiezo a decir de forma sugerente mientras acerco mi silla un poco a la de ella- podemos abrir otra botella –sonrío de medio lado mientras señalo la botella que sigue vacía sobre la mesa- y descubrir cómo de mal puedes llegar a pensar.
Ella me mira a los ojos fijamente, de una manera intensa y yo me pierdo en esos ojos que me atrapan con tanta facilidad. Noto cómo se mueve un poco inquieta en la silla pero sin apartar la mirada de la mía. Nos quedamos callados durante unos pocos segundos hasta que trago saliva y dirijo mi mirada a sus labios, los cuales se encuentran entreabiertos, haciéndome desearlos mucho más. Y por ese mismo deseo me dejo llevar y acerco lentamente mi cara a la suya para lograr atrapar su boca con la mía, para intentar volver a sentir su sabor. Pero justo cuando estoy a punto de conseguirlo, el timbre suena por todo el loft sobresaltándonos y provocando que Kate se separe al instante de mí.
Capítulo 14
Abro la puerta, maldiciendo interiormente la interrupción que nos acaba de asaltar a Kate y a mí. Estaba a punto de…
- ¡Hola, hola! –dice una Lanie sonriente-. Soy experta en rupturas y traigo todo lo necesario para curarlas –asegura mientras alza una bolsa de plástico llena de algo y yo frunzo el ceño mirándola, aún con mi mente viajando por los labios de la detective-. Espero que no te importe que haya venido, chico escritor, pero es que como ahora tienes la exclusividad de mi amiga, no me ha quedado de otra que venir aquí por la situación de máxima alerta.
- ¿Lanie? ¿Qué haces aquí? –pregunta Kate desconcertada mientras se acerca hasta nosotros. En ese momento reacciono, invitando a Lanie a pasar con mi mejor sonrisa y sosteniendo la bolsa que trae entre mis manos.
- Claro que no me importa, eres bienvenid…
- Oh, ven aquí –me interrumpe la forense y se lanza a los brazos de Kate, abrazándola con ímpetu, dándome incluso la sensación de que le está dejando sin aire.- Lo siento mucho nena, ese tío es un verdadero estúpido, estas muy buena, no debe estar en su sano juicio, tú vales mucho más –dice hablando demasiado rápido mientras no suelta a Kate, la cual intenta zafarse del abrazo sonriendo-. Además, no entiendo cómo se atreve… ¿A ti? ¿Cómo ha sido capaz de ponerte…?
- ¡Lanie! –la interrumpe Kate con rápidez y dirige la mirada hacia a mí. Yo me limito a carraspear, sintiéndome fuera de lugar.
- No os preocupéis –sonrío de forma amable mirando a ambas- os dejo solas y mientras aprovecho para escribir un rato, que voy muy atrasado con los plazos… Estaré en el estudio por si necesitáis algo, encantado de verte Lanie, puedes venir aquí las veces que quieras –digo de forma caballerosa para después retirarme, dejando la bolsa sobre la encimera.
-Chica, este tío sabe cómo derretir a una mujer…
Es lo último que alcanzo a escuchar que dice Lanie antes de cerrar la puerta del estudio y que me hace sonreír sacudiendo la cabeza. De todas las amigas que podría tener Kate, definitivamente ha escogido a la más loca.
Me acomodo en la silla del escritorio y enciendo el ordenador con la intención de escribir, aunque sé que no lo voy a hacer. Todo lo que ha dicho Lanie ocupa mi mente. ¿Ese tío habrá engañado a Kate con otra? Me hierve la sangre solamente de pensarlo. No puedo entender cómo alguien puede desaprovechar la oportunidad de estar con ella, mientras yo me muero por conseguir una. Y pensándolo fríamente, mejor para mí, pero ver sufrir a Kate no me gusta en absoluto. Me alegro de que su amiga haya venido a verla, sé que le va a ayudar mucho conversar de cosas de las que conmigo no puede, pero… ¡maldita sea!, ¿no había otro momento? Parece que todo se alinea para que en el momento en el que Kate y yo conseguimos un acercamiento, alguien lo interrumpa.
Así me quedo pensando en todo durante largo rato, hasta que decido salir del estudio para ver qué están haciendo la pareja de amigas. Pero antes de cruzar la puerta, mi lado cotilla aparece y pego la oreja a ésta, intentando escuchar algo. “No sé, creo que no existe nadie para mí, siempre falla algo y ya estoy cansada Lanie…”, es lo que alcanzo a escuchar por boca de Kate. Esas palabras me estremecen, y ni yo mismo entiendo por qué. De repente me entran ganas de salir y decirle que no se rinda, que yo estoy aquí para ella. En seguida descarto esa idea tan loca y vuelvo a pegar la oreja a la puerta. “Pues chica, aprovecha lo que tienes en casa, he visto como te mira el escritor y yo no desaprovecharía la oportunidad de…” Lanie es interrumpida por Kate que le regaña y yo río entre dientes. Regreso a mi silla inquieto por lo que he escuchado y deseando que Kate haga caso a los consejos de la forense.
Finalmente, tras unos minutos, decido salir del estudio, y esta vez de verdad. Cuando abro la puerta sonrío inevitablemente ante la imagen que tengo delante. Kate carcajea por algo que debe haber dicho Lanie, y ese sonido se me antoja como la mejor música que jamás he oído.
-Vaya, veo que no lo estáis pasando nada mal –digo mientras me acerco a ellas y miro las tarrinas de helado que tienen entre las manos como un niño pequeño.- ¿Tenéis helado y no me avisáis? –pongo mi mejor cara de cachorro abandonado, provocando la risa de ambas.
- Es una terapia contra hombres –dice Lanie señalándome con la cuchara mientras Kate asiente dándole la razón.
- No sé si os lo he contado, pero tengo un lado muy femenino –sonrío alzando las cejas mientras me siento en el sofá que hay al lado de ellas-. Las mujeres ven en mí un gran confidente, así que os puedo ayudar con esa terapia.
- Sí, ya me imagino qué clase de confidente –susurra Kate irónicamente y me mira sonriente.
- Eso ha dolido –me llevo una mano al pecho dramáticamente.- Pero el caso aquí es si me vais a dar helado o no.. –río entre dientes mientras ellas me miran divertidas.
- Cederé por esta vez, pero no te acostumbres –me advierte la detective mientras me acerca su tarrina para compartir.
Y charlando animadamente sobre todo tipo de temas, entre risas y helado se nos pasa gran parte de la noche, hasta que Lanie se levanta del sofá diciendo que es hora de que se vaya. La despedimos sonrientes, agradeciendo que haya venido y se va satisfecha con su trabajo al ver a Kate animada.
Kate y yo volvemos al sofá y nos sentamos en silencio, realmente agotados de tantas risas.
- Gracias por esta noche, realmente necesitaba algo así –agradece rompiendo el silencio.
- Agradéceselo a la loca de Lanie –asiento mirándola-. No me imagino cómo debe ser verla borracha…
- Por eso no bebe, ella sobria ya es un terremoto andante –ríe suavemente y apoya la cabeza en el sofá cerrando los ojos tras un suspiro.
Y yo simplemente me quedo observándola, admirando su belleza, hasta que cojo la suficiente fuerza para hablar.
- Kate… -comienzo a hablar dubitativo y ella abre los ojos poniéndome atención-. Antes de que llegara Lanie, tú y yo…
- Castle –se apresura a interrumpirme- es tarde, debería irme a dormir –sentencia levantándose del sofá ante mi atenta mirada, dejándome sin saber qué decir.- Buenas noches.
- Buenas noches Kate.
Y cuando la veo desaparecer por la escalera, yo también me voy a mi habitación para intentar conciliar el sueño. Mañana será otro día, otro día para conseguir esa oportunidad que tanto ansío.
- ¡Hola, hola! –dice una Lanie sonriente-. Soy experta en rupturas y traigo todo lo necesario para curarlas –asegura mientras alza una bolsa de plástico llena de algo y yo frunzo el ceño mirándola, aún con mi mente viajando por los labios de la detective-. Espero que no te importe que haya venido, chico escritor, pero es que como ahora tienes la exclusividad de mi amiga, no me ha quedado de otra que venir aquí por la situación de máxima alerta.
- ¿Lanie? ¿Qué haces aquí? –pregunta Kate desconcertada mientras se acerca hasta nosotros. En ese momento reacciono, invitando a Lanie a pasar con mi mejor sonrisa y sosteniendo la bolsa que trae entre mis manos.
- Claro que no me importa, eres bienvenid…
- Oh, ven aquí –me interrumpe la forense y se lanza a los brazos de Kate, abrazándola con ímpetu, dándome incluso la sensación de que le está dejando sin aire.- Lo siento mucho nena, ese tío es un verdadero estúpido, estas muy buena, no debe estar en su sano juicio, tú vales mucho más –dice hablando demasiado rápido mientras no suelta a Kate, la cual intenta zafarse del abrazo sonriendo-. Además, no entiendo cómo se atreve… ¿A ti? ¿Cómo ha sido capaz de ponerte…?
- ¡Lanie! –la interrumpe Kate con rápidez y dirige la mirada hacia a mí. Yo me limito a carraspear, sintiéndome fuera de lugar.
- No os preocupéis –sonrío de forma amable mirando a ambas- os dejo solas y mientras aprovecho para escribir un rato, que voy muy atrasado con los plazos… Estaré en el estudio por si necesitáis algo, encantado de verte Lanie, puedes venir aquí las veces que quieras –digo de forma caballerosa para después retirarme, dejando la bolsa sobre la encimera.
-Chica, este tío sabe cómo derretir a una mujer…
Es lo último que alcanzo a escuchar que dice Lanie antes de cerrar la puerta del estudio y que me hace sonreír sacudiendo la cabeza. De todas las amigas que podría tener Kate, definitivamente ha escogido a la más loca.
Me acomodo en la silla del escritorio y enciendo el ordenador con la intención de escribir, aunque sé que no lo voy a hacer. Todo lo que ha dicho Lanie ocupa mi mente. ¿Ese tío habrá engañado a Kate con otra? Me hierve la sangre solamente de pensarlo. No puedo entender cómo alguien puede desaprovechar la oportunidad de estar con ella, mientras yo me muero por conseguir una. Y pensándolo fríamente, mejor para mí, pero ver sufrir a Kate no me gusta en absoluto. Me alegro de que su amiga haya venido a verla, sé que le va a ayudar mucho conversar de cosas de las que conmigo no puede, pero… ¡maldita sea!, ¿no había otro momento? Parece que todo se alinea para que en el momento en el que Kate y yo conseguimos un acercamiento, alguien lo interrumpa.
Así me quedo pensando en todo durante largo rato, hasta que decido salir del estudio para ver qué están haciendo la pareja de amigas. Pero antes de cruzar la puerta, mi lado cotilla aparece y pego la oreja a ésta, intentando escuchar algo. “No sé, creo que no existe nadie para mí, siempre falla algo y ya estoy cansada Lanie…”, es lo que alcanzo a escuchar por boca de Kate. Esas palabras me estremecen, y ni yo mismo entiendo por qué. De repente me entran ganas de salir y decirle que no se rinda, que yo estoy aquí para ella. En seguida descarto esa idea tan loca y vuelvo a pegar la oreja a la puerta. “Pues chica, aprovecha lo que tienes en casa, he visto como te mira el escritor y yo no desaprovecharía la oportunidad de…” Lanie es interrumpida por Kate que le regaña y yo río entre dientes. Regreso a mi silla inquieto por lo que he escuchado y deseando que Kate haga caso a los consejos de la forense.
Finalmente, tras unos minutos, decido salir del estudio, y esta vez de verdad. Cuando abro la puerta sonrío inevitablemente ante la imagen que tengo delante. Kate carcajea por algo que debe haber dicho Lanie, y ese sonido se me antoja como la mejor música que jamás he oído.
-Vaya, veo que no lo estáis pasando nada mal –digo mientras me acerco a ellas y miro las tarrinas de helado que tienen entre las manos como un niño pequeño.- ¿Tenéis helado y no me avisáis? –pongo mi mejor cara de cachorro abandonado, provocando la risa de ambas.
- Es una terapia contra hombres –dice Lanie señalándome con la cuchara mientras Kate asiente dándole la razón.
- No sé si os lo he contado, pero tengo un lado muy femenino –sonrío alzando las cejas mientras me siento en el sofá que hay al lado de ellas-. Las mujeres ven en mí un gran confidente, así que os puedo ayudar con esa terapia.
- Sí, ya me imagino qué clase de confidente –susurra Kate irónicamente y me mira sonriente.
- Eso ha dolido –me llevo una mano al pecho dramáticamente.- Pero el caso aquí es si me vais a dar helado o no.. –río entre dientes mientras ellas me miran divertidas.
- Cederé por esta vez, pero no te acostumbres –me advierte la detective mientras me acerca su tarrina para compartir.
Y charlando animadamente sobre todo tipo de temas, entre risas y helado se nos pasa gran parte de la noche, hasta que Lanie se levanta del sofá diciendo que es hora de que se vaya. La despedimos sonrientes, agradeciendo que haya venido y se va satisfecha con su trabajo al ver a Kate animada.
Kate y yo volvemos al sofá y nos sentamos en silencio, realmente agotados de tantas risas.
- Gracias por esta noche, realmente necesitaba algo así –agradece rompiendo el silencio.
- Agradéceselo a la loca de Lanie –asiento mirándola-. No me imagino cómo debe ser verla borracha…
- Por eso no bebe, ella sobria ya es un terremoto andante –ríe suavemente y apoya la cabeza en el sofá cerrando los ojos tras un suspiro.
Y yo simplemente me quedo observándola, admirando su belleza, hasta que cojo la suficiente fuerza para hablar.
- Kate… -comienzo a hablar dubitativo y ella abre los ojos poniéndome atención-. Antes de que llegara Lanie, tú y yo…
- Castle –se apresura a interrumpirme- es tarde, debería irme a dormir –sentencia levantándose del sofá ante mi atenta mirada, dejándome sin saber qué decir.- Buenas noches.
- Buenas noches Kate.
Y cuando la veo desaparecer por la escalera, yo también me voy a mi habitación para intentar conciliar el sueño. Mañana será otro día, otro día para conseguir esa oportunidad que tanto ansío.
Última edición por Always_ el Mar Mar 04, 2014 12:01 pm, editado 1 vez
Always_- Escritor novato
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castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
K bonito capi! Muy tierno y alegre! Pero nos debes ese beso interumpido eh, tanto le esta costando enamorarla haber sino se cansa de esperar a que ella se decida! Ya ponle ls pilas. Kate o le van a ganar el mandando!
Verispu- As del póker
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Localización : Mexico, Oaxaca
Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
X dios! llevo leyendo toda la noche!! este fic es simplemente perfecto, por favor, continua lo antes posible!! q me va a dar un algo jajajajaja
DidiBcn- Ayudante de policia
- Mensajes : 104
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Edad : 35
Localización : Barcelona
Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
Muy chulooo!!! Siguelo prontooo:)
alcalde100- Ayudante de policia
- Mensajes : 128
Fecha de inscripción : 18/03/2013
Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
Estos dos cada vez más cerca, aunque siempre son interrumpidos. Que buen momento han pasado los tres con el helado, buena terapia contra rupturas como dice Lanie, jejejejeje.
Espero que puedas continuar pronto.
Espero que puedas continuar pronto.
Yaye- Escritor - Policia
- Mensajes : 1751
Fecha de inscripción : 05/06/2012
Localización : Huelva
Re: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS (CAPÍTULO 14- ACTUALIZADO 04/03/14)
que bueno capis nuevos!!!!
Caskett(sariita)- Policia de homicidios
- Mensajes : 576
Fecha de inscripción : 25/10/2013
Edad : 24
Localización : En el mundo de los sueños
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