Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Mañana intentaré tener el siguiente capítulo listocastle&beckett..cris escribió:Siguee
rikala- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Yaye escribió:Se me había pasado comentarte el capítulo
Parece que estos dos han congeniado muy bien, y ha bastado una sola noche viéndola dormir para que la inspiración llegue a él.
Que será lo que se le ha ocurrido a Rick? Un cambio de look a lo radical para que pueda volver a verlos a todos y que pueda estar con él??
Que ganas de leer el siguiente
Con que te guste y lo leas, yo ya soy feliz
Es que Rick, bueno, creo que todos sabemos como es Rick
En el siguente capítulo se podrá ver la idea de Rick, aunque no se si a Kate le va a gustar mucho.... Ahí lo dejo
Mañana intentaré actalizar, por eso
rikala- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
¡Hola de nuevo! He vuelto con un nuevo capítulo, un poquito más largo que los otros
He estado pensando en que ahora que estoy de vacaciones tengo más tiempo para escribir y podré actualizar más seguido
Bueno, no os entretengo más, espero que os guste el capítulo y muchas gracias por leer y comentar!
_________________________________________________________________________________
Habían pasado dos semanas desde que Richard Castle se había ido de la ciudad donde se encontraba aquella mujer que le había dejado embelesado. En esas semanas no habían dejado de hablar tanto por mensajes como por videollamadas, y cada vez se iban conociendo mejor. Pero ahora el escritor ya se encontraba en Nueva York y estaba dispuesto a llevar a cabo su plan. Así que sin más, al día siguiente de llegar a la gran manzana, se acercó a la comisaría 12 para integrarse como nuevo colaborador de la policía.
Nada más llegar, entró en el despacho de la capitana Gates y le entregó los papeles firmados por él y por el alcalde.
-Señor Castle, ¿Por qué a decidido colaborar con la policía? –Preguntó sin apartar los ojos de los papeles.
-Bueno, es por tema de documentación para mis libros. Verá, quiero plasmar el verdadero día a día de la policía de Nueva York observando su trabajo. –Se explicó Castle.
-Le voy a ser franca, señor Castle. No me gusta que venga aquí merodeando por las instalaciones de esta comisaría jugando a ser policía, ¿me entiende? –Rick asintió. –Pero no me ha quedado otra cosa más que aceptar gracias a la presión del alcalde, así que ya puede empezar su día a día aquí, señor Castle.
Rick salió con una sonrisa de oreja a oreja y se fue a presentar a sus nuevos compañeros.
-Hola, soy Richard Castle, el nuevo colaborador de la policía. –Dijo a dos hombres que estaban sentados en sus respectivos escritorios haciendo papeleo. El primero en levantar la cabeza fue el rubio el cual se levanto y le tendió la mano al escritor.
-Hola, yo soy Kevin, aunque aquí siempre te llaman por el apellido, así que soy Ryan. –El policía le sonrió. El otro policía también se levantó y le fue a dar la mano.
-Yo soy Esposito, aunque puedes llamarme Espo. –El moreno también le sonrió y él le devolvió la sonrisa. Acababa de conocer a los que fueron compañeros de Kate, pues ella misma les había nombrado en alguna ocasión.
-Ven Castle, ¿te puedo llamar Castle verdad? –El escritor asintió. –Te voy a enseñar la comisaría. –Ryan empezó a caminar. –Bueno, aquí tenemos el despachó de Gates, justo al lado la sala de reuniones –Dijo señalando la sala contigua. –Bueno, aquí como has podido ver están nuestros escritorios, ah y ella es la detective Green, que también está en nuestro equipo. –Se paró delante de la mujer, la cual se levantó y se acercó hasta Castle para presentarse.
-Hola, soy Richard Castle. –Le dio la mano el escritor y la detective le dio un apretón cordial.
-Bridget Green, un placer. –Le dijo. Era alta, rubia y de ojos verdes y para ser sinceros, era guapa.
-Lo mismo digo.
-Vale, seguimos Castle. –El escritor se despidió de aquella detective y siguió a Ryan. –Esta es la sala de interrogatorios, y justo aquí tenemos lo que aquí llamamos el cine, pues es donde puedes ver el interrogatorio. –Siguieron caminando y llegaron a otra sala. –Para acabar, aquí tenemos la mejor parte de la comisaría, la sala de descanso, donde tomamos los cafés y hablamos de cosas extraoficiales. –Castle miró la sala y miró a la pequeña cafetera. -¿Quieres un café? –Le ofreció el policía.
-Claro. –Ryan se puso de inmediato a preparar dos cafés mientras le contaba con fastidio todo el papeleo que tenía que hacer. –Toma. –Le dio su taza de café. –Antes de que bebas te tengo que advertir de que el café es el peor café que vas a probar en tu vida, pero el presupuesto no da para nada más. –Castle dio un sorbo y estuvo a punto de escupirlo, aunque consiguió tragárselo.
-Madre mía, esto es una bomba. –Dijo con el mal sabor de boca que le había provocado el café.
-A partir del décimo café, el sabor mejora.
-Eso espero. –Ryan se rió.
Se pasó todo el día y parte de la tarde con los dos policías y se fijó en que ambos tenían una foto con Kate, así que antes de irse, no dudó en preguntar.
-¿Quién es esa mujer? –Preguntó señalando el marco. Los dos policías se pusieron tensos. Pero quien habló primero fue Espo.
-Fue nuestra compañera desde hacía muchos años.
-¿Qué le pasó? –A Rick le dolía preguntarles eso, pero era la única manera de poder empezar a investigar.
-Fue asesinada por una bomba hace un año. –Dijo esta vez Ryan. –Nunca encontramos al culpable. –Ambos agacharon la cabeza.
-Vaya, lo siento mucho. –Dijo sinceramente Rick. Ellos asintieron. –Si puedo ayudar en algo, en lo que sea, solo decírmelo.
-Aquí no nos hemos quedado de brazos cruzados, Castle. –Replicó Esposito. –Cuando no tenemos ningún caso y no tenemos mucho papeleo, nos ponemos a investigar.
-Me gustaría ayudar. –Los detectives le miraron. –Si vosotros me dejáis, claro. –Ambos pensaron la idea hasta que Ryan habló.
-Al fin y al cabo estás en nuestro equipo, así que un par de ojos más no nos vendrían mal. –Ryan asintió convencido. Rick sonrió agradecido.
-Bueno, es un poco tarde ya, nos vemos mañana chicos. –Se despidió Castle.
-Adiós. –Dijeron Espo y Ryan al unísono.
Castle decidió volver andando a casa y no coger un taxi para así ir pensando en su primer día en la comisaría y de todo lo que había pasado. Luego pensó en Kate. Sabía que ella no lo estaba pasando bien, como era normal, escondida y muerta para todo el mundo. Pero hoy había podido comprobar el dolor que sus compañeros sufrían por la pérdida de su compañera. Mientras pensaba en ello, abría la puerta del loft, el cual, aunque pareciera raro, estaba vacío de pelirrojas. Fue hasta la cocina y ahí se encontró una nota que le decía que se habían ido de compras y que no volverían hasta después de cenar. Así que aprovechó la soledad para llamar a Kate por vídeollamada. Tardó unos segundos en contestar pero le recibió con una gran sonrisa.
-Hola Rick. –Le encantaba cómo pronunciaba su nombre.
-Hola Kate. –Le sonrió. -¿Qué tal el día?
-Agotada. –Tiró la cabeza hacia atrás a modo de cansancio. –Hoy mi jefe me ha dado una montaña de papeles para organizar y me he pasado el día en el almacén. –Puso cara de fastidio. -¿Tu que tal el día escritor? –Rick pensó en no contarle nada de su incorporación en la 12, pero al fin y al cabo se acabaría enterando por la prensa, y eso sería peor. Kate, al ver que el escritor tardaba en contestar, le miró preocupada. -¿Todo bien Rick?
-Eh, sí. Pero tengo que contarte una cosa. –Miró a Kate, preocupado por la reacción que ella pudiera tener.
-Claro dime. –Le sonrió para que siguiera hablando.
-Verás, como ya te dije ayer volví a Nueva York después de la gira, y yo seguía pensando en ti, en cómo ayudarte a volver a tu casa. Así que pensé en unirme a la policía como colaborador y así poder intentar descubrir quien anda detrás de todo este lío. Así que esta misma mañana he empezado, y he conocido a Ryan y Esposito, tus compañeros. –Rick, justo en ese momento se dio cuenta de que Kate estaba llorando.
-¿Por qué me haces esto? –Dijo sollozando.
-Porque quiero que seas feliz y que puedas volver a ver a tus amigos y a tu padre, que puedas hacerle justicia a tu madre y que puedas salir a pasear tranquilamente sin tener que ir mirando continuamente si alguien te sigue. –Rick necesitaba hacerle saber que todo lo que estaba haciendo era por su bienestar. Kate dejó de llorar pero todavía le caía alguna lágrima rebelde.
-No quiero que arriesgues tu vida por mi. –Confesó la ex policía.
-Y no lo haré. Iré con cuidado y atacaremos por sorpresa. Y una vez estén todos en la cárcel, tu podrás volver a Nueva York y recuperar tu vida. Y yo te ayudaré en todo lo que necesites.
-Gracias. Muchas gracias Rick. Nadie nunca había hecho eso por mi. Aunque si haces esto, ten muchísimo cuidado, tu, Ryan y Espo. –Sonrió Kate.
-Por supuesto que lo tendremos. –Le devolvió la sonrisa. -Me encantaría poder estar ahí y abrazarte. –Confesó Rick.
-Y a mi que estuvieras. –Dijo Kate. Rick se disculpó un momento de Kate mientras pedía una pizza para cenar. Luego siguieron charlando de temas triviales hasta que picaron a la puerta de Rick. Se volvió a disculpar y fue a pagar y recoger la pizza. Una vez volvió al sofá empezó a comer, mientras Kate hacía lo mismo con su cena.
Y así se pasaban los días ellos dos, hablando cuando tenían tiempo, normalmente a la hora de cenar. Tanto uno como el otro no sabían bien bien que tipo de relación tenían. Sí, se habían besado, pero tampoco hablaban de ello por si el otro se molestaba. Así que por el momento se consideraban amigos. Buenos amigos, por eso.
He estado pensando en que ahora que estoy de vacaciones tengo más tiempo para escribir y podré actualizar más seguido
Bueno, no os entretengo más, espero que os guste el capítulo y muchas gracias por leer y comentar!
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Habían pasado dos semanas desde que Richard Castle se había ido de la ciudad donde se encontraba aquella mujer que le había dejado embelesado. En esas semanas no habían dejado de hablar tanto por mensajes como por videollamadas, y cada vez se iban conociendo mejor. Pero ahora el escritor ya se encontraba en Nueva York y estaba dispuesto a llevar a cabo su plan. Así que sin más, al día siguiente de llegar a la gran manzana, se acercó a la comisaría 12 para integrarse como nuevo colaborador de la policía.
Nada más llegar, entró en el despacho de la capitana Gates y le entregó los papeles firmados por él y por el alcalde.
-Señor Castle, ¿Por qué a decidido colaborar con la policía? –Preguntó sin apartar los ojos de los papeles.
-Bueno, es por tema de documentación para mis libros. Verá, quiero plasmar el verdadero día a día de la policía de Nueva York observando su trabajo. –Se explicó Castle.
-Le voy a ser franca, señor Castle. No me gusta que venga aquí merodeando por las instalaciones de esta comisaría jugando a ser policía, ¿me entiende? –Rick asintió. –Pero no me ha quedado otra cosa más que aceptar gracias a la presión del alcalde, así que ya puede empezar su día a día aquí, señor Castle.
Rick salió con una sonrisa de oreja a oreja y se fue a presentar a sus nuevos compañeros.
-Hola, soy Richard Castle, el nuevo colaborador de la policía. –Dijo a dos hombres que estaban sentados en sus respectivos escritorios haciendo papeleo. El primero en levantar la cabeza fue el rubio el cual se levanto y le tendió la mano al escritor.
-Hola, yo soy Kevin, aunque aquí siempre te llaman por el apellido, así que soy Ryan. –El policía le sonrió. El otro policía también se levantó y le fue a dar la mano.
-Yo soy Esposito, aunque puedes llamarme Espo. –El moreno también le sonrió y él le devolvió la sonrisa. Acababa de conocer a los que fueron compañeros de Kate, pues ella misma les había nombrado en alguna ocasión.
-Ven Castle, ¿te puedo llamar Castle verdad? –El escritor asintió. –Te voy a enseñar la comisaría. –Ryan empezó a caminar. –Bueno, aquí tenemos el despachó de Gates, justo al lado la sala de reuniones –Dijo señalando la sala contigua. –Bueno, aquí como has podido ver están nuestros escritorios, ah y ella es la detective Green, que también está en nuestro equipo. –Se paró delante de la mujer, la cual se levantó y se acercó hasta Castle para presentarse.
-Hola, soy Richard Castle. –Le dio la mano el escritor y la detective le dio un apretón cordial.
-Bridget Green, un placer. –Le dijo. Era alta, rubia y de ojos verdes y para ser sinceros, era guapa.
-Lo mismo digo.
-Vale, seguimos Castle. –El escritor se despidió de aquella detective y siguió a Ryan. –Esta es la sala de interrogatorios, y justo aquí tenemos lo que aquí llamamos el cine, pues es donde puedes ver el interrogatorio. –Siguieron caminando y llegaron a otra sala. –Para acabar, aquí tenemos la mejor parte de la comisaría, la sala de descanso, donde tomamos los cafés y hablamos de cosas extraoficiales. –Castle miró la sala y miró a la pequeña cafetera. -¿Quieres un café? –Le ofreció el policía.
-Claro. –Ryan se puso de inmediato a preparar dos cafés mientras le contaba con fastidio todo el papeleo que tenía que hacer. –Toma. –Le dio su taza de café. –Antes de que bebas te tengo que advertir de que el café es el peor café que vas a probar en tu vida, pero el presupuesto no da para nada más. –Castle dio un sorbo y estuvo a punto de escupirlo, aunque consiguió tragárselo.
-Madre mía, esto es una bomba. –Dijo con el mal sabor de boca que le había provocado el café.
-A partir del décimo café, el sabor mejora.
-Eso espero. –Ryan se rió.
Se pasó todo el día y parte de la tarde con los dos policías y se fijó en que ambos tenían una foto con Kate, así que antes de irse, no dudó en preguntar.
-¿Quién es esa mujer? –Preguntó señalando el marco. Los dos policías se pusieron tensos. Pero quien habló primero fue Espo.
-Fue nuestra compañera desde hacía muchos años.
-¿Qué le pasó? –A Rick le dolía preguntarles eso, pero era la única manera de poder empezar a investigar.
-Fue asesinada por una bomba hace un año. –Dijo esta vez Ryan. –Nunca encontramos al culpable. –Ambos agacharon la cabeza.
-Vaya, lo siento mucho. –Dijo sinceramente Rick. Ellos asintieron. –Si puedo ayudar en algo, en lo que sea, solo decírmelo.
-Aquí no nos hemos quedado de brazos cruzados, Castle. –Replicó Esposito. –Cuando no tenemos ningún caso y no tenemos mucho papeleo, nos ponemos a investigar.
-Me gustaría ayudar. –Los detectives le miraron. –Si vosotros me dejáis, claro. –Ambos pensaron la idea hasta que Ryan habló.
-Al fin y al cabo estás en nuestro equipo, así que un par de ojos más no nos vendrían mal. –Ryan asintió convencido. Rick sonrió agradecido.
-Bueno, es un poco tarde ya, nos vemos mañana chicos. –Se despidió Castle.
-Adiós. –Dijeron Espo y Ryan al unísono.
Castle decidió volver andando a casa y no coger un taxi para así ir pensando en su primer día en la comisaría y de todo lo que había pasado. Luego pensó en Kate. Sabía que ella no lo estaba pasando bien, como era normal, escondida y muerta para todo el mundo. Pero hoy había podido comprobar el dolor que sus compañeros sufrían por la pérdida de su compañera. Mientras pensaba en ello, abría la puerta del loft, el cual, aunque pareciera raro, estaba vacío de pelirrojas. Fue hasta la cocina y ahí se encontró una nota que le decía que se habían ido de compras y que no volverían hasta después de cenar. Así que aprovechó la soledad para llamar a Kate por vídeollamada. Tardó unos segundos en contestar pero le recibió con una gran sonrisa.
-Hola Rick. –Le encantaba cómo pronunciaba su nombre.
-Hola Kate. –Le sonrió. -¿Qué tal el día?
-Agotada. –Tiró la cabeza hacia atrás a modo de cansancio. –Hoy mi jefe me ha dado una montaña de papeles para organizar y me he pasado el día en el almacén. –Puso cara de fastidio. -¿Tu que tal el día escritor? –Rick pensó en no contarle nada de su incorporación en la 12, pero al fin y al cabo se acabaría enterando por la prensa, y eso sería peor. Kate, al ver que el escritor tardaba en contestar, le miró preocupada. -¿Todo bien Rick?
-Eh, sí. Pero tengo que contarte una cosa. –Miró a Kate, preocupado por la reacción que ella pudiera tener.
-Claro dime. –Le sonrió para que siguiera hablando.
-Verás, como ya te dije ayer volví a Nueva York después de la gira, y yo seguía pensando en ti, en cómo ayudarte a volver a tu casa. Así que pensé en unirme a la policía como colaborador y así poder intentar descubrir quien anda detrás de todo este lío. Así que esta misma mañana he empezado, y he conocido a Ryan y Esposito, tus compañeros. –Rick, justo en ese momento se dio cuenta de que Kate estaba llorando.
-¿Por qué me haces esto? –Dijo sollozando.
-Porque quiero que seas feliz y que puedas volver a ver a tus amigos y a tu padre, que puedas hacerle justicia a tu madre y que puedas salir a pasear tranquilamente sin tener que ir mirando continuamente si alguien te sigue. –Rick necesitaba hacerle saber que todo lo que estaba haciendo era por su bienestar. Kate dejó de llorar pero todavía le caía alguna lágrima rebelde.
-No quiero que arriesgues tu vida por mi. –Confesó la ex policía.
-Y no lo haré. Iré con cuidado y atacaremos por sorpresa. Y una vez estén todos en la cárcel, tu podrás volver a Nueva York y recuperar tu vida. Y yo te ayudaré en todo lo que necesites.
-Gracias. Muchas gracias Rick. Nadie nunca había hecho eso por mi. Aunque si haces esto, ten muchísimo cuidado, tu, Ryan y Espo. –Sonrió Kate.
-Por supuesto que lo tendremos. –Le devolvió la sonrisa. -Me encantaría poder estar ahí y abrazarte. –Confesó Rick.
-Y a mi que estuvieras. –Dijo Kate. Rick se disculpó un momento de Kate mientras pedía una pizza para cenar. Luego siguieron charlando de temas triviales hasta que picaron a la puerta de Rick. Se volvió a disculpar y fue a pagar y recoger la pizza. Una vez volvió al sofá empezó a comer, mientras Kate hacía lo mismo con su cena.
Y así se pasaban los días ellos dos, hablando cuando tenían tiempo, normalmente a la hora de cenar. Tanto uno como el otro no sabían bien bien que tipo de relación tenían. Sí, se habían besado, pero tampoco hablaban de ello por si el otro se molestaba. Así que por el momento se consideraban amigos. Buenos amigos, por eso.
rikala- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Buena idea la de Rick de incorporarse a la policía para investigar la supuesta muerte de Kate y ayudarla a recuperar sus vida. Esperemosbque entre los tres nontarden mucho tiempo en hacerlo. ¿será capaz Rick de ocultarle a Rayan y Expo por mucho tiempo que Kate está viva?
Espero que puedas continuar pronto
Espero que puedas continuar pronto
Yaye- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Hola! Ya estoy de vuelta
Muchas gracias por seguir leyendo y comentando, así alegráis a cualquiera
Aquí os dejo otro cachito de esta historia, espero que os guste!!
________________________________________________________
Rick llevaba mes y medio en la comisaría, el cual le había servido para conocer mejor a los detectives y a Lanie, la forense y mejor amiga de Kate. Referente al caso todavía seguían estancados. Rick había orientado el caso de la “muerte” de Kate hacia el caso del asesinato de la madre de esta, así que seguían buscando la conexión entre los asesinatos y el senado.
Por otra parte, Kate miraba en el ordenador las fotos que había conseguido hacer de todo lo pertinente al caso de su madre días antes de fingir su muerte. Había mirado esos papeles y objetos muchas veces, pero no pararía hasta encontrar alguna prueba.
Dejando de lado el tema profesional, Kate y Rick hacía ya un par de meses que se conocían. Gracias a las vídeollamadas y a los mensajes, se hicieron grandes amigos, por no decir que ambos empezaban a tener una atracción muy fuerte por la otra persona.
Así que Rick no dudó en prepararse una pequeña maleta y visitar a Kate por sorpresa ese mismo fin de semana. Les dijo a su madre y Alexis que se iba a los Hamptons a escribir y que le diera el aire. Ninguna de ellas se opusieron, pues veían que Rick estaba un poco estresado desde que empezó a colaborar con la policía.
Tras cuatro horas en la carretera llegó al pequeño pueblo donde vivía Kate. Se acercó al supermercado y compró la botella de vino más cara que ahí había. Luego condujo por las pequeñas calles apenas transitadas y se paró en frente de su casa. Cogió la botella de vino y se dispuso a picar a la puerta.
-¡Hola Jen! –Utilizó su nombre falso por si había alguien que podía escucharles. Kate vestía con una camiseta tres tallas más grande y unos pantalones de chandal negros.
-¿Rick? –Dijo con sorpresa. -¿Qué haces aquí?
-Bueno, hacía un par de meses que no nos veíamos y te echaba de menos. –Puso cara de niño pequeño y Kate rió al verlo y se acercó para abrazarle amistosamente. Rick recibió el abrazo con los brazos abiertos.
-Bueno, pasa, no te quedes ahí fuera. –Le hizo el gesto de que entrara y él entró sonriente.
-¿Dónde dejo esto? –Refiriéndose a la botella de vino.
-No tenías porque traer nada. –Replicó pero al ver la cara de Rick lo aceptó. –Déjala en la encimera de la cocina y luego lo sirvo para comer. ¿Por qué te quedas a comer verdad?
-Bueno, si no queda más remedio. –Bromeó Rick ganándose un manotazo de Kate en el brazo. –¡Aiii, que duele! –Se quejó aunque sonreía.
Hicieron la comida entre los dos mientras se gastaban bromas y reían sin parar. Siguieron así mientras comían, pues ninguno de los dos quería hablar sobre la frustración por la falta de pruebas en el caso de la madre de Kate.
Después de recoger la mesa y limpiar los platos, se acomodaron en el sofá mientras veían una peli que daban por la tele, aunque ninguno de los dos no le hacía mucho caso.
-¿Hasta cuando estás? –Le preguntó Kate pensando que solo pasaría el día.
-Bueno, mierda, casi se me olvida, tengo que llamar al hotel de aquí para reservar. –Se levantó de golpe y fue a buscar su móvil dispuesto a llamar.
-Eh Rick. –Le llamó Kate. Este se giró para ver que quería. –Tengo una habitación de invitados. Si quieres te puedes quedar. –Kate tenía esa habitación principalmente para Alex, el hijo de Amber, el cual cuando sus padres salían a cenar o algo, se quedaba con Kate.
-No quiero ser molestia Kate. –Dijo sinceramente Rick.
-No lo eres Rick. De verdad que no me importa. –Se sonrieron.
-Bueno, en ese caso, acepto. Pero –Dijo alargando la “e” y captando la atención de Kate. –solo si puedo invitarte a cenar esta noche. –Kate se lo pensó unos segundos antes de dar su respuesta.
-Eh, bueno, ¿porque no? Acepto. –Rick sonrió de oreja a oreja como un niño con un caramelo. -Pero algo sencillo. Y no muy caro. –Condicionó.
-Si solo me pones esas objeciones creo que podré encontrar algo bonito. –Dijo mientras pensaba en buscar luego un restaurante en el ordenador que se había traído.
-Oye Rick, si vienes a pasar el fin de semana aquí, ¿dónde está tu maleta?
-Muy observadora. –Le dedicó una sonrisa. –La tengo todavía en el coche. Voy a buscarla. –Rick salió a buscar la maleta y entró a los pocos minutos. Kate le condujo escaleras arriba hasta una habitación con una cama individual, una mesa y un armario.
-No es mucho, pero algo es algo.
-Estás perfecta, Kate. –Kate se lo agradeció con una sonrisa.
-Y aquí tienes tu baño. –Señalándole la puerta de al lado. Justo en ese momento Castle recibió una llamada. Era Esposito.
-Castle. –Saludó como hacían sus amigos policías.
-Hola tío. Acabamos de salir del trabajo e íbamos a tomar unas cervezas, ¿te vienes? –Le invitó. Castle puso el altavoz para que Kate pudiera escuchar una voz familiar que hacía tiempo que no escuchaba.
-Me encantaría, Espo. –Al decir el nombre, Kate le miró con los ojos muy abiertos. –Pero estoy en los Hamptons pasando el fin de semana.
-Bueno, pues otro día será.
-¿Habéis encontrado algo nuevo? –Preguntó, pues sabía que el equipo que investigaba el caso se quedaba los sábados haciendo horas extra.
-Tenemos una pista, pero ya sabes que no podemos actuar sin avisar a Gates personalmente, y hoy no estaba. –Dijo con fastidio.
-¿Qué habéis encontrado?
-Tenemos órdenes de no hablar por teléfono sobre el caso, Castle. En cuanto vuelvas, quedamos y te lo explicamos.
-Es verdad. A veces se me olvidan las normas. Te llamo en cuanto esté por la ciudad.
-Vale tío. Nos vemos. –Se despidió y ambos colgaron.
-¿Qué será esa pista? –Preguntó Kate con nerviosismo.
-No lo sé, y hasta que no vuelva no lo podré saber, porque como has oído, no podemos hablar del caso por teléfono por si nos lo están pinchando.
-Esta seguridad no la había cuando yo todavía estaba por ahí.
-Supongo que les bastó perder –Castle dijo esa última palabra entre comillas. –a una de sus mejores inspectoras para no perder a más por el mismo caso. –Kate asintió.
____________
¿Qué será esta pista? En dos capítulos más sobre el caso, porque en el siguiente...
NOS VAMOS DE CENA!!
¿Quién se apunta?
Muchas gracias por seguir leyendo y comentando, así alegráis a cualquiera
Aquí os dejo otro cachito de esta historia, espero que os guste!!
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Rick llevaba mes y medio en la comisaría, el cual le había servido para conocer mejor a los detectives y a Lanie, la forense y mejor amiga de Kate. Referente al caso todavía seguían estancados. Rick había orientado el caso de la “muerte” de Kate hacia el caso del asesinato de la madre de esta, así que seguían buscando la conexión entre los asesinatos y el senado.
Por otra parte, Kate miraba en el ordenador las fotos que había conseguido hacer de todo lo pertinente al caso de su madre días antes de fingir su muerte. Había mirado esos papeles y objetos muchas veces, pero no pararía hasta encontrar alguna prueba.
Dejando de lado el tema profesional, Kate y Rick hacía ya un par de meses que se conocían. Gracias a las vídeollamadas y a los mensajes, se hicieron grandes amigos, por no decir que ambos empezaban a tener una atracción muy fuerte por la otra persona.
Así que Rick no dudó en prepararse una pequeña maleta y visitar a Kate por sorpresa ese mismo fin de semana. Les dijo a su madre y Alexis que se iba a los Hamptons a escribir y que le diera el aire. Ninguna de ellas se opusieron, pues veían que Rick estaba un poco estresado desde que empezó a colaborar con la policía.
Tras cuatro horas en la carretera llegó al pequeño pueblo donde vivía Kate. Se acercó al supermercado y compró la botella de vino más cara que ahí había. Luego condujo por las pequeñas calles apenas transitadas y se paró en frente de su casa. Cogió la botella de vino y se dispuso a picar a la puerta.
-¡Hola Jen! –Utilizó su nombre falso por si había alguien que podía escucharles. Kate vestía con una camiseta tres tallas más grande y unos pantalones de chandal negros.
-¿Rick? –Dijo con sorpresa. -¿Qué haces aquí?
-Bueno, hacía un par de meses que no nos veíamos y te echaba de menos. –Puso cara de niño pequeño y Kate rió al verlo y se acercó para abrazarle amistosamente. Rick recibió el abrazo con los brazos abiertos.
-Bueno, pasa, no te quedes ahí fuera. –Le hizo el gesto de que entrara y él entró sonriente.
-¿Dónde dejo esto? –Refiriéndose a la botella de vino.
-No tenías porque traer nada. –Replicó pero al ver la cara de Rick lo aceptó. –Déjala en la encimera de la cocina y luego lo sirvo para comer. ¿Por qué te quedas a comer verdad?
-Bueno, si no queda más remedio. –Bromeó Rick ganándose un manotazo de Kate en el brazo. –¡Aiii, que duele! –Se quejó aunque sonreía.
Hicieron la comida entre los dos mientras se gastaban bromas y reían sin parar. Siguieron así mientras comían, pues ninguno de los dos quería hablar sobre la frustración por la falta de pruebas en el caso de la madre de Kate.
Después de recoger la mesa y limpiar los platos, se acomodaron en el sofá mientras veían una peli que daban por la tele, aunque ninguno de los dos no le hacía mucho caso.
-¿Hasta cuando estás? –Le preguntó Kate pensando que solo pasaría el día.
-Bueno, mierda, casi se me olvida, tengo que llamar al hotel de aquí para reservar. –Se levantó de golpe y fue a buscar su móvil dispuesto a llamar.
-Eh Rick. –Le llamó Kate. Este se giró para ver que quería. –Tengo una habitación de invitados. Si quieres te puedes quedar. –Kate tenía esa habitación principalmente para Alex, el hijo de Amber, el cual cuando sus padres salían a cenar o algo, se quedaba con Kate.
-No quiero ser molestia Kate. –Dijo sinceramente Rick.
-No lo eres Rick. De verdad que no me importa. –Se sonrieron.
-Bueno, en ese caso, acepto. Pero –Dijo alargando la “e” y captando la atención de Kate. –solo si puedo invitarte a cenar esta noche. –Kate se lo pensó unos segundos antes de dar su respuesta.
-Eh, bueno, ¿porque no? Acepto. –Rick sonrió de oreja a oreja como un niño con un caramelo. -Pero algo sencillo. Y no muy caro. –Condicionó.
-Si solo me pones esas objeciones creo que podré encontrar algo bonito. –Dijo mientras pensaba en buscar luego un restaurante en el ordenador que se había traído.
-Oye Rick, si vienes a pasar el fin de semana aquí, ¿dónde está tu maleta?
-Muy observadora. –Le dedicó una sonrisa. –La tengo todavía en el coche. Voy a buscarla. –Rick salió a buscar la maleta y entró a los pocos minutos. Kate le condujo escaleras arriba hasta una habitación con una cama individual, una mesa y un armario.
-No es mucho, pero algo es algo.
-Estás perfecta, Kate. –Kate se lo agradeció con una sonrisa.
-Y aquí tienes tu baño. –Señalándole la puerta de al lado. Justo en ese momento Castle recibió una llamada. Era Esposito.
-Castle. –Saludó como hacían sus amigos policías.
-Hola tío. Acabamos de salir del trabajo e íbamos a tomar unas cervezas, ¿te vienes? –Le invitó. Castle puso el altavoz para que Kate pudiera escuchar una voz familiar que hacía tiempo que no escuchaba.
-Me encantaría, Espo. –Al decir el nombre, Kate le miró con los ojos muy abiertos. –Pero estoy en los Hamptons pasando el fin de semana.
-Bueno, pues otro día será.
-¿Habéis encontrado algo nuevo? –Preguntó, pues sabía que el equipo que investigaba el caso se quedaba los sábados haciendo horas extra.
-Tenemos una pista, pero ya sabes que no podemos actuar sin avisar a Gates personalmente, y hoy no estaba. –Dijo con fastidio.
-¿Qué habéis encontrado?
-Tenemos órdenes de no hablar por teléfono sobre el caso, Castle. En cuanto vuelvas, quedamos y te lo explicamos.
-Es verdad. A veces se me olvidan las normas. Te llamo en cuanto esté por la ciudad.
-Vale tío. Nos vemos. –Se despidió y ambos colgaron.
-¿Qué será esa pista? –Preguntó Kate con nerviosismo.
-No lo sé, y hasta que no vuelva no lo podré saber, porque como has oído, no podemos hablar del caso por teléfono por si nos lo están pinchando.
-Esta seguridad no la había cuando yo todavía estaba por ahí.
-Supongo que les bastó perder –Castle dijo esa última palabra entre comillas. –a una de sus mejores inspectoras para no perder a más por el mismo caso. –Kate asintió.
____________
¿Qué será esta pista? En dos capítulos más sobre el caso, porque en el siguiente...
NOS VAMOS DE CENA!!
¿Quién se apunta?
rikala- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Que bien!!, pista, pista, jejejejejejejejejejeje, a ver si pronto ya van aclarando el caso y terminan con todo. Me gusta esa iniciativa de Rick de ir a verla y quedarse en finde con ella, así pueden conocerse mejor personalmente, aunque ya lo hagan por videollamadas, no es lo mismo :-)
Espero que puedas continuar pronto.
Espero que puedas continuar pronto.
Yaye- Escritor - Policia
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castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
07.19.201523:00:36
La espera valio la pena..esta super..deseo que continues y ojala sea pronto...
pd: algun dia quisiera escribir un fic como este...
La espera valio la pena..esta super..deseo que continues y ojala sea pronto...
pd: algun dia quisiera escribir un fic como este...
BRIGITTEALWAYSBELIEVE- As del póker
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
La pista enfocará un poco más al culpable y a sus cómplicesYaye escribió:Que bien!!, pista, pista, jejejejejejejejejejeje, a ver si pronto ya van aclarando el caso y terminan con todo. Me gusta esa iniciativa de Rick de ir a verla y quedarse en finde con ella, así pueden conocerse mejor personalmente, aunque ya lo hagan por videollamadas, no es lo mismo :-)
Espero que puedas continuar pronto.
Pues caldo que no es lo mismo! Es mejor hablar cara a cara
Ahora mismo actualizo
rikala- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Ya mismo actualizoo!!castle&beckett..cris escribió:Sihueee
rikala- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Jajajaja me encantan los puntos suspensivos que no acaban las frases me alegra que te guste y... Ahora mismo continuo!!BRIGITTEALWAYSBELIEVE escribió:07.19.201523:00:36
La espera valio la pena..esta super..deseo que continues y ojala sea pronto...
pd: algun dia quisiera escribir un fic como este...
rikala- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Buenaaas! Ya estoy de vuelta . Siento no haber actualizado en una semana pero he estado fuera estos días y me ha sido imposible por la falta de wifi Gracias por seguir leyendo y comentando y espero que os guste este capítulo!
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Kate estaba delante de su armario con la toalla enrollada en su cuerpo mirando qué se podía poner para la cena. No le había dicho dónde iban, y si tenía que ir formal o más de diario. Así que empezó a sacar toda la ropa del armario y empezó a seleccionar sus posibilidades.
Por otro lado, Rick, en la habitación de al lado se desvestía para irse a duchar. A él no le preocupaba mucho la ropa que iba ponerse, pues ya la había seleccionado al hacer la maleta el día anterior. Había encontrado un restaurante muy bonito y elegante en la ciudad, y no había dudado en reservar una mesa.
Tardó diez minutos en ducharse y después se afeitó aún con la toalla en la cintura. Una vez acabado se fue a la habitación y se empezó a vestir con un traje negro, conjuntado con una camisa morado oscuro y una corbata del mismo color que el traje. Después se peinó, se puso colonia y bajó al piso de abajo a esperar a Kate.
Esta ya se había decidido por un vestido algo ajustado y con escote en la espalda de color azul marino. Se dejó el pelo suelto aunque se lo rizó más de lo normal. Se maquilló algo más de lo que solía maquillarse, resaltando sus ojos y se puso su colonia favorita. Para acabar se puso los tacones y bajó para encontrarse con Rick.
-Perdona por hacerte esperar. –Se disculpó Kate mientras bajaba el último escalón. Rick se quedó embobado viéndola y tardó en responder.
-Estás preciosa. –Fue lo único que atinó a decir y haciendo que Kate se sonrojara.
-Tu también estas muy guapo. –Se quedaron mirando unos segundos.
-¿Vamos? –Rick puso su brazo para que Kate se cogiera de él y ella accedió. Salieron de casa así y cuando estaban a punto de llegar al coche de Rick, Kate pensó en lo que pensaría Amber si la viera así con Rick. No le dio tampoco muchas vueltas al asunto.
Tardaron media hora en llegar hasta el restaurante y Kate se sorprendió por la decoración de este. Era como si hubieras pasado de estar en Estados Unidos a la mismísima Italia.
-Buenas Noches, pareja. –Saludó el metre. -¿Tienen reservado?
-Sí. A nombre de Richard Castle. –Dijo él.
-Muy bien, acompáñenme. –El metre les fue conduciendo entre las mesas del restaurante hasta llegar a una que estaba un poco más apartada de las demás.
-Gracias. –Dijo Castle. El metre se fue y Rick acompañó a Kate hasta su silla.
-Gracias. –Agradeció ella algo sonrojada. Rick se fue hasta su silla y se sentó.
Ambos pidieron la especialidad de la casa, la cual estaba exquisita y la acompañaron con uno de los mejores vinos. Mientras cenaban hablaban de temas triviales y se hacían alguna que otra broma.
-Pues para ser un escritor súper ventas aquí no ha venido nadie a pedirte una foto. –Reía Kate.
-Eso será porque la gente tiene vergüenza, no por nada. –Se justificaba Rick. Ya estaban por el postre. Habían vuelto a pedir lo mismo, un tiramisú que como todo en ese restaurante, estaba buenísimo. De repente se acercó un hombre hacia Rick.
-Perdone... –Rick le interrumpió.
-¿Quieres una foto? –El hombre se quedó sin saber que hacer, así que ignoró la pregunta.
-Solo venía a decirle que se le ha caído la chaqueta. –Dijo señalando el suelo, donde se encontraba la americana de Rick.
-Oh vaya, gracias. –El hombre se fue y a Kate se le escapó una carcajada. –A mi no me hace gracia. –Dijo intentando parecer enfadado.
-Tendrías que haber visto tu cara. –Kate no podía parar de reír. Tardó unos minutos en recuperarse. –Reconoce que ha sido gracioso.
-Bueno, igual un poco sí. –Reconoció el escritor.
Una vez pagada la cena, se fueron a dar una vuelta ya que todavía no era muy tarde. Iban cogidos del brazo e iban pensando cada uno en sus cosas. Kate pensaba en lo adorable que era Rick y en lo bien que se lo pasaba cada vez que hablaba con él. Hacía tiempo que no se sentía así de feliz. Rick, por otro lado, pensaba en como podía hacer que Kate le viera como algo más que un amigo. Sabía que si empezaban una relación sería muy difícil verse, pues ella no podía ir a Nueva York a no ser que el caso de su madre se solucionara. Él iría hasta su casa todos los fines de semana si hiciera falta, o incluso podrían ir a los Hamptons... Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando Kate se paró.
-Este es el río más importante de la ciudad y este puente el más antiguo de este estado. –Explicó Kate.
-Es muy bonito. –Rick ahí vio la oportunidad de declararse. –Kate. –Ésta le miró. –Sé que solo nos conocemos de dos meses y que igual es muy precipitado decirte esto pero es que en estos dos últimos meses, mi vida ha dado un giro de 180 grados. Nunca antes he sentido lo que siento cada vez que te miro a los ojos, cada vez que me sonríes.
-Rick yo...
-Sé que para ti es difícil pensar en nosotros de la manera que te estoy planteando y esperaré lo que haga falta para que tu estés preparada y segura, al igual que haré todo lo posible por que puedas volver a tu casa, a tu verdadero hogar, y poder reunirte de nuevo con los tuyos. –A Kate se le escaparon un par de lágrimas al oír todo lo que ese hombre era capaz de hacer por ella sin pedir nada a cambio. Rick se acercó a ella y le secó las lágrimas con dulzura y le dio un beso en la frente. –Empieza a hacer frío, será mejor que volvamos. –Rick, al ver que Kate temblaba, la abrazó y así llegaron al coche, sin mediar palabra, pues Kate todavía seguía pensando en que le podría decir a Rick, si estaba preparada o no para tener una relación sentimental. Rick no quería decir nada para darle su espacio a Kate, para que pudiera ordenar sus ideas.
En el coche siguieron en silencio, pero no era un silencio incómodo, si no más bien un simple silencio. Cada uno seguía con sus pensamientos y de vez en cuando uno miraba al otro sin que este se diera cuenta.
Llegaron a casa de Kate media hora después y todavía en silencio entraron. Cuando Rick iba a darle las buenas noches, Kate finalmente habló.
-Siento haber tardado tanto en contestar pero necesitaba asimilar la información. –Hizo una breve pausa. –Nunca antes en mi vida, ni cuando vivía en Nueva York, nadie se había mostrado tan tenaz a ayudarme a ser feliz, y parece que tu, en dos meses has conseguido sacarme esa sonrisa que no aparecía desde el asesinato de mi madre. –Rick iba a decir algo, pero Kate le interrumpió. –No Rick, déjame acabar por favor. –Él asintió. –Créeme cuando te digo que me pensaré tu propuesta, porque yo también estoy sintiendo algo por ti, y necesito averiguar qué es exactamente, por que si es lo que me pienso que es, -Ambos sonrieron. -no me gustaría tomar decisiones precipitadas de las que luego me pueda arrepentir.
-Con esto me das más motivos para esperar. –Dijo Rick con una sonrisa. Kate se la devolvió. –Creo que me voy ya a dormir, se ha hecho muy tarde. –Se acercó a Kate y le dio un beso en la mejilla, pero casi tocando la comisura de los labios y dejando a Kate inmóvil.
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¿Qué os ha parecido la declaración?
¿Tardará mucho Kate en decidirse?
En e próximo capítulo volvemos con el caso
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Kate estaba delante de su armario con la toalla enrollada en su cuerpo mirando qué se podía poner para la cena. No le había dicho dónde iban, y si tenía que ir formal o más de diario. Así que empezó a sacar toda la ropa del armario y empezó a seleccionar sus posibilidades.
Por otro lado, Rick, en la habitación de al lado se desvestía para irse a duchar. A él no le preocupaba mucho la ropa que iba ponerse, pues ya la había seleccionado al hacer la maleta el día anterior. Había encontrado un restaurante muy bonito y elegante en la ciudad, y no había dudado en reservar una mesa.
Tardó diez minutos en ducharse y después se afeitó aún con la toalla en la cintura. Una vez acabado se fue a la habitación y se empezó a vestir con un traje negro, conjuntado con una camisa morado oscuro y una corbata del mismo color que el traje. Después se peinó, se puso colonia y bajó al piso de abajo a esperar a Kate.
Esta ya se había decidido por un vestido algo ajustado y con escote en la espalda de color azul marino. Se dejó el pelo suelto aunque se lo rizó más de lo normal. Se maquilló algo más de lo que solía maquillarse, resaltando sus ojos y se puso su colonia favorita. Para acabar se puso los tacones y bajó para encontrarse con Rick.
-Perdona por hacerte esperar. –Se disculpó Kate mientras bajaba el último escalón. Rick se quedó embobado viéndola y tardó en responder.
-Estás preciosa. –Fue lo único que atinó a decir y haciendo que Kate se sonrojara.
-Tu también estas muy guapo. –Se quedaron mirando unos segundos.
-¿Vamos? –Rick puso su brazo para que Kate se cogiera de él y ella accedió. Salieron de casa así y cuando estaban a punto de llegar al coche de Rick, Kate pensó en lo que pensaría Amber si la viera así con Rick. No le dio tampoco muchas vueltas al asunto.
Tardaron media hora en llegar hasta el restaurante y Kate se sorprendió por la decoración de este. Era como si hubieras pasado de estar en Estados Unidos a la mismísima Italia.
-Buenas Noches, pareja. –Saludó el metre. -¿Tienen reservado?
-Sí. A nombre de Richard Castle. –Dijo él.
-Muy bien, acompáñenme. –El metre les fue conduciendo entre las mesas del restaurante hasta llegar a una que estaba un poco más apartada de las demás.
-Gracias. –Dijo Castle. El metre se fue y Rick acompañó a Kate hasta su silla.
-Gracias. –Agradeció ella algo sonrojada. Rick se fue hasta su silla y se sentó.
Ambos pidieron la especialidad de la casa, la cual estaba exquisita y la acompañaron con uno de los mejores vinos. Mientras cenaban hablaban de temas triviales y se hacían alguna que otra broma.
-Pues para ser un escritor súper ventas aquí no ha venido nadie a pedirte una foto. –Reía Kate.
-Eso será porque la gente tiene vergüenza, no por nada. –Se justificaba Rick. Ya estaban por el postre. Habían vuelto a pedir lo mismo, un tiramisú que como todo en ese restaurante, estaba buenísimo. De repente se acercó un hombre hacia Rick.
-Perdone... –Rick le interrumpió.
-¿Quieres una foto? –El hombre se quedó sin saber que hacer, así que ignoró la pregunta.
-Solo venía a decirle que se le ha caído la chaqueta. –Dijo señalando el suelo, donde se encontraba la americana de Rick.
-Oh vaya, gracias. –El hombre se fue y a Kate se le escapó una carcajada. –A mi no me hace gracia. –Dijo intentando parecer enfadado.
-Tendrías que haber visto tu cara. –Kate no podía parar de reír. Tardó unos minutos en recuperarse. –Reconoce que ha sido gracioso.
-Bueno, igual un poco sí. –Reconoció el escritor.
Una vez pagada la cena, se fueron a dar una vuelta ya que todavía no era muy tarde. Iban cogidos del brazo e iban pensando cada uno en sus cosas. Kate pensaba en lo adorable que era Rick y en lo bien que se lo pasaba cada vez que hablaba con él. Hacía tiempo que no se sentía así de feliz. Rick, por otro lado, pensaba en como podía hacer que Kate le viera como algo más que un amigo. Sabía que si empezaban una relación sería muy difícil verse, pues ella no podía ir a Nueva York a no ser que el caso de su madre se solucionara. Él iría hasta su casa todos los fines de semana si hiciera falta, o incluso podrían ir a los Hamptons... Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando Kate se paró.
-Este es el río más importante de la ciudad y este puente el más antiguo de este estado. –Explicó Kate.
-Es muy bonito. –Rick ahí vio la oportunidad de declararse. –Kate. –Ésta le miró. –Sé que solo nos conocemos de dos meses y que igual es muy precipitado decirte esto pero es que en estos dos últimos meses, mi vida ha dado un giro de 180 grados. Nunca antes he sentido lo que siento cada vez que te miro a los ojos, cada vez que me sonríes.
-Rick yo...
-Sé que para ti es difícil pensar en nosotros de la manera que te estoy planteando y esperaré lo que haga falta para que tu estés preparada y segura, al igual que haré todo lo posible por que puedas volver a tu casa, a tu verdadero hogar, y poder reunirte de nuevo con los tuyos. –A Kate se le escaparon un par de lágrimas al oír todo lo que ese hombre era capaz de hacer por ella sin pedir nada a cambio. Rick se acercó a ella y le secó las lágrimas con dulzura y le dio un beso en la frente. –Empieza a hacer frío, será mejor que volvamos. –Rick, al ver que Kate temblaba, la abrazó y así llegaron al coche, sin mediar palabra, pues Kate todavía seguía pensando en que le podría decir a Rick, si estaba preparada o no para tener una relación sentimental. Rick no quería decir nada para darle su espacio a Kate, para que pudiera ordenar sus ideas.
En el coche siguieron en silencio, pero no era un silencio incómodo, si no más bien un simple silencio. Cada uno seguía con sus pensamientos y de vez en cuando uno miraba al otro sin que este se diera cuenta.
Llegaron a casa de Kate media hora después y todavía en silencio entraron. Cuando Rick iba a darle las buenas noches, Kate finalmente habló.
-Siento haber tardado tanto en contestar pero necesitaba asimilar la información. –Hizo una breve pausa. –Nunca antes en mi vida, ni cuando vivía en Nueva York, nadie se había mostrado tan tenaz a ayudarme a ser feliz, y parece que tu, en dos meses has conseguido sacarme esa sonrisa que no aparecía desde el asesinato de mi madre. –Rick iba a decir algo, pero Kate le interrumpió. –No Rick, déjame acabar por favor. –Él asintió. –Créeme cuando te digo que me pensaré tu propuesta, porque yo también estoy sintiendo algo por ti, y necesito averiguar qué es exactamente, por que si es lo que me pienso que es, -Ambos sonrieron. -no me gustaría tomar decisiones precipitadas de las que luego me pueda arrepentir.
-Con esto me das más motivos para esperar. –Dijo Rick con una sonrisa. Kate se la devolvió. –Creo que me voy ya a dormir, se ha hecho muy tarde. –Se acercó a Kate y le dio un beso en la mejilla, pero casi tocando la comisura de los labios y dejando a Kate inmóvil.
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¿Qué os ha parecido la declaración?
¿Tardará mucho Kate en decidirse?
En e próximo capítulo volvemos con el caso
rikala- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Que bonitooooooo. Esperemos que Kate no tarde mucho en decidirse y que pronto tenga la oportunidad de volver a poder vivir con normalidad su vida
Yaye- Escritor - Policia
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Localización : Huelva
Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Holaa!! La inspiración viene cuando quiere, y últimamente no para de venir así que ya tengo el siguiente capítulo
Muchísimas gracias por leer y comentar y espero que os guste
______________________________________________________________
Kate había salido a comprar mientras Rick se encargaba de la comida. Aunque los dos trataran de disimularlo, la tensión entre ellos había aumentado, pero Kate, por mucho que le costara, tenía que pensarlo bien antes de dar el siguiente paso.
Rick estaba concentrado en la comida cuando sonó el timbre. Rick fue a abrir la puerta pensando que era Kate, que necesitaba ayuda con la compra, pero se encontró con una mujer que no conocía.
-Hola. –Saludó Rick.
-Hola. Tu debes de ser Rick. –Éste asintió y la interrogó con la mirada. –Yo soy Amber, la vecina de al lado, además de la amiga de Jennifer. –Sonrió ampliamente.
-Vaya, pues encantado. –Le tendió la mano a modo de presentación y ella la aceptó.
-¿Está Jen?
-Pues la verdad es que no. Ha salido a comprar un par de cosas que faltan para la comida, pero supongo que no tardará en llegar. –Explicó el escritor.
-Vaya, bueno, dile de mi parte que esta tarde se pase por mi casa a tomar algo. –Le pidió.
-Eso está hecho. –Dijo guiñándole un ojo.
-Un placer conocerte Rick. Y gracias. –Dijo ella mientras ya se alejaba de su casa.
-Igualmente. –Contestó, y cerró la puerta.
Cuando volvió Kate de la compra Rick le pasó el recado de Amber a Kate y se pusieron a comer tranquilamente. Empezaron hablando de Amber y acabaron el postre hablando de Alexis.
Rick ayudó a Kate a recogerlo y limpiarlo todo y cogió su maleta para volver a la gran manzana para poder reunirse con Espo y Ryan.
-Te llamo en cuanto llegue. –Le dijo Rick.
-¡No te olvides!
-Pero si yo no.... –Al ver la cara de Kate rectificó. –No me olvido. –Dijo poniendo cara de niño. Se acercaron y se dieron un cálido abrazo.
Tras cuatro horas de trayecto, con alguna que otra parada, Rick llegó a su casa, donde se encontraban su madre y su hija.
-¡Hola! –Saludó nada más entrar.
-Hola papá. –Saludó Alexis desde la cocina. -¿Qué tal por los Hamptons?
-Bien, vuelvo tranquilo y relajado. ¿Qué tal por aquí?
-Bastante estresante, debo decir. No he parado en casa casi nada. –Respondió esta vez su madre.
Estuvieron charlando un rato hasta que Rick les comentó que había quedado con Ryan y Esposito para hablar del caso.
-¿Y eso no puede esperar a mañana? –Preguntó Martha.
-Es un caso muy importante, y todos los del equipo tenemos que saber la información antes de mañana para poder empezar a investigar. –Explicó el escritor.
-Papá, pero tu no eres policía, ¿por qué tienes que hacer su trabajo?
-No hago su trabajo, calabaza, solo les ayudo porque quiero documentarme para mi próximo libro. –Aunque ni Alexis ni Martha estaban muy convencidas, dejaron ir a Rick al bar donde habían quedado.
Por el camino llamó a Kate con el manos libres y le contó que ya había llegado y que ahora se reuniría con los detectives. Kate le dijo que la llamara en caso de que hubiera algo importante y quedaron en llamarse al día siguiente como solían hacer.
Rick aparcó justo al lado del bar y entró, donde se encontró con sus nuevos compañeros.
-Hola. –Les dio la mano a cada uno a modo de saludo, se sentaron y pidieron unas cervezas las cuales el camarero trajo al instante. -¿Qué hay de nuevo?
-Empezamos a investigar a Montgomery, Mcallister y Raglan y hemos llegado a la conclusión de que después de todo lo que hicieron con el tema de los secuestros, alguien tuvo que enterarse, alguien poderoso como una persona del Senado, y el cual les pediría un dinero a cambio de mantener el pico cerrado. –Explicó Espo.
-Pero ellos no podrían pagar nada con su sueldo de policía y con una familia a cargo. –Interrumpió Rick.
-Exacto, lo que nos lleva a que es posible que este personaje tan importante tuviera muchos tratos sucios, los cuales Montgomery y los demás sabían y tenían pruebas de ellos, así que suponemos que alguno de los tres tenía información con la que contrachantajear a este individuo. –Siguió Ryan.
-Pero Montgomery, Mcallister y Raglan murieron todos un año antes de que fueran directamente a por Beckett. –Dedujo Castle.
-Efectivamente. Así que pensamos que esos papeles pueden estar en el apartamento de Beckett. –Rick lo pensó unos segundos.
-Por lo que me contasteis, Kate no sabía quien era el culpable antes de que la asesinaran, así que si tuviera esos papeles, ¿no creéis que ya los habría mirado?
-Igual Montgomery se los dio hace muchísimo tiempo y por eso no se acordaba de ellos. –Inquirió Ryan.
-Sea como sea mañana habrá que ir al apartamento de Beckett a inspeccionar, su padre ya nos ha dado las llaves y nos ha dicho que no ha ido des del día de su muerte. –Acabó Esposito.
Pagaron las cervezas y cada uno se fue a su casa. Rick no sabía cómo contárselo a Kate, pues por teléfono no podía porque no era seguro. Decidió ir a la vieja usanza y enviarle una carta explicándole todo lo del caso y lo que harían al día siguiente. Luego la puso en un sobre de la editorial para no levantar sospechas y esperó hasta el día siguiente para enviarla él mismo desde correos.
******EN OTRA PARTE DE LA CIUDAD******
-¡Ya sabía yo que seguirían investigando! –Dijo una voz des del teléfono.
-¿Qué hacemos señor? –Dijo el interlocutor.
-Esperaremos a ver qué hacen, quiero que vigilen a eso detectives las 24 horas del día.
-También hay un nuevo miembro en ese equipo, señor.
-¿Quién? –Dijo enfadado.
-El escritor Richard Castle. Empezó a colaborar con esa comisaría hace mes y medio.
-Quiero que investiguen sus movimientos desde que empezó su última gira de libros, controlad sus últimos gastos y también pónganle vigilancia como a los detectives.
-Eso está hecho, señor. Le envío las novedades en cuanto las tenga.
-De acuerdo, espero su llamada. –El jefe colgó.
__________
¿Rick está en problemas?
¿Cómo acabará la cosa?
En el próximo capítulo más
Muchísimas gracias por leer y comentar y espero que os guste
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Kate había salido a comprar mientras Rick se encargaba de la comida. Aunque los dos trataran de disimularlo, la tensión entre ellos había aumentado, pero Kate, por mucho que le costara, tenía que pensarlo bien antes de dar el siguiente paso.
Rick estaba concentrado en la comida cuando sonó el timbre. Rick fue a abrir la puerta pensando que era Kate, que necesitaba ayuda con la compra, pero se encontró con una mujer que no conocía.
-Hola. –Saludó Rick.
-Hola. Tu debes de ser Rick. –Éste asintió y la interrogó con la mirada. –Yo soy Amber, la vecina de al lado, además de la amiga de Jennifer. –Sonrió ampliamente.
-Vaya, pues encantado. –Le tendió la mano a modo de presentación y ella la aceptó.
-¿Está Jen?
-Pues la verdad es que no. Ha salido a comprar un par de cosas que faltan para la comida, pero supongo que no tardará en llegar. –Explicó el escritor.
-Vaya, bueno, dile de mi parte que esta tarde se pase por mi casa a tomar algo. –Le pidió.
-Eso está hecho. –Dijo guiñándole un ojo.
-Un placer conocerte Rick. Y gracias. –Dijo ella mientras ya se alejaba de su casa.
-Igualmente. –Contestó, y cerró la puerta.
Cuando volvió Kate de la compra Rick le pasó el recado de Amber a Kate y se pusieron a comer tranquilamente. Empezaron hablando de Amber y acabaron el postre hablando de Alexis.
Rick ayudó a Kate a recogerlo y limpiarlo todo y cogió su maleta para volver a la gran manzana para poder reunirse con Espo y Ryan.
-Te llamo en cuanto llegue. –Le dijo Rick.
-¡No te olvides!
-Pero si yo no.... –Al ver la cara de Kate rectificó. –No me olvido. –Dijo poniendo cara de niño. Se acercaron y se dieron un cálido abrazo.
Tras cuatro horas de trayecto, con alguna que otra parada, Rick llegó a su casa, donde se encontraban su madre y su hija.
-¡Hola! –Saludó nada más entrar.
-Hola papá. –Saludó Alexis desde la cocina. -¿Qué tal por los Hamptons?
-Bien, vuelvo tranquilo y relajado. ¿Qué tal por aquí?
-Bastante estresante, debo decir. No he parado en casa casi nada. –Respondió esta vez su madre.
Estuvieron charlando un rato hasta que Rick les comentó que había quedado con Ryan y Esposito para hablar del caso.
-¿Y eso no puede esperar a mañana? –Preguntó Martha.
-Es un caso muy importante, y todos los del equipo tenemos que saber la información antes de mañana para poder empezar a investigar. –Explicó el escritor.
-Papá, pero tu no eres policía, ¿por qué tienes que hacer su trabajo?
-No hago su trabajo, calabaza, solo les ayudo porque quiero documentarme para mi próximo libro. –Aunque ni Alexis ni Martha estaban muy convencidas, dejaron ir a Rick al bar donde habían quedado.
Por el camino llamó a Kate con el manos libres y le contó que ya había llegado y que ahora se reuniría con los detectives. Kate le dijo que la llamara en caso de que hubiera algo importante y quedaron en llamarse al día siguiente como solían hacer.
Rick aparcó justo al lado del bar y entró, donde se encontró con sus nuevos compañeros.
-Hola. –Les dio la mano a cada uno a modo de saludo, se sentaron y pidieron unas cervezas las cuales el camarero trajo al instante. -¿Qué hay de nuevo?
-Empezamos a investigar a Montgomery, Mcallister y Raglan y hemos llegado a la conclusión de que después de todo lo que hicieron con el tema de los secuestros, alguien tuvo que enterarse, alguien poderoso como una persona del Senado, y el cual les pediría un dinero a cambio de mantener el pico cerrado. –Explicó Espo.
-Pero ellos no podrían pagar nada con su sueldo de policía y con una familia a cargo. –Interrumpió Rick.
-Exacto, lo que nos lleva a que es posible que este personaje tan importante tuviera muchos tratos sucios, los cuales Montgomery y los demás sabían y tenían pruebas de ellos, así que suponemos que alguno de los tres tenía información con la que contrachantajear a este individuo. –Siguió Ryan.
-Pero Montgomery, Mcallister y Raglan murieron todos un año antes de que fueran directamente a por Beckett. –Dedujo Castle.
-Efectivamente. Así que pensamos que esos papeles pueden estar en el apartamento de Beckett. –Rick lo pensó unos segundos.
-Por lo que me contasteis, Kate no sabía quien era el culpable antes de que la asesinaran, así que si tuviera esos papeles, ¿no creéis que ya los habría mirado?
-Igual Montgomery se los dio hace muchísimo tiempo y por eso no se acordaba de ellos. –Inquirió Ryan.
-Sea como sea mañana habrá que ir al apartamento de Beckett a inspeccionar, su padre ya nos ha dado las llaves y nos ha dicho que no ha ido des del día de su muerte. –Acabó Esposito.
Pagaron las cervezas y cada uno se fue a su casa. Rick no sabía cómo contárselo a Kate, pues por teléfono no podía porque no era seguro. Decidió ir a la vieja usanza y enviarle una carta explicándole todo lo del caso y lo que harían al día siguiente. Luego la puso en un sobre de la editorial para no levantar sospechas y esperó hasta el día siguiente para enviarla él mismo desde correos.
******EN OTRA PARTE DE LA CIUDAD******
-¡Ya sabía yo que seguirían investigando! –Dijo una voz des del teléfono.
-¿Qué hacemos señor? –Dijo el interlocutor.
-Esperaremos a ver qué hacen, quiero que vigilen a eso detectives las 24 horas del día.
-También hay un nuevo miembro en ese equipo, señor.
-¿Quién? –Dijo enfadado.
-El escritor Richard Castle. Empezó a colaborar con esa comisaría hace mes y medio.
-Quiero que investiguen sus movimientos desde que empezó su última gira de libros, controlad sus últimos gastos y también pónganle vigilancia como a los detectives.
-Eso está hecho, señor. Le envío las novedades en cuanto las tenga.
-De acuerdo, espero su llamada. –El jefe colgó.
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¿Rick está en problemas?
¿Cómo acabará la cosa?
En el próximo capítulo más
rikala- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Uff, como le pongan vigilancia a todos, incluido Rick, me da a mi que pronto se van a encontrar con la sorpresa de que Kate está viva.
A ver so pronto dan con ellos de una vez.
A ver so pronto dan con ellos de una vez.
Yaye- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Puede ser, puede ser....Yaye escribió:Uff, como le pongan vigilancia a todos, incluido Rick, me da a mi que pronto se van a encontrar con la sorpresa de que Kate está viva.
A ver so pronto dan con ellos de una vez.
rikala- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Holaa de nuevo!! Ya tengo el siguiente capítulo, algo más intensillo que los demás pero bueno, ¡Que empiece la acción!
Muchísimas gracias por seguir leyendo y comentando esta historia Espero que os guste!!
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Estaban entrando en el portal del que una vez fue el apartamento de Kate. Iban Ryan, Espo, Green y él y arriba ya les esperaba Jim, el padre de Beckett, quien había accedido a dejarles entrar en el apartamento sin tener que pedir una orden judicial.
-Buenos días señor Beckett. –Saludó Ryan dándole la mano. –Gracias por dejarnos entrar en el apartamento de Kate.
-Hola chicos. –Los demás asintieron a modo de saludo. –No hay ningún problema. El apartamento está intacto, no he vuelto a entrar desde su muerte. –Rick se fijó en el dolor que reflejaban sus ojos, y es que era normal, pues perder a tu mujer y a tu hija no debía ser fácil de superar. -Adelante. –Jim abrió la puerta y los detectives y Castle entraron. –Cuando acabéis llamadme. Yo estaré en la cafetería de aquí al lado.
-De acuerdo. –Dijo Esposito. Jim se fue y los policías empezaron a trabajar mientras Castle observaba un poco la casa. Miró por las estanterías, buscando falsos fondos o libros falsos donde poder guardar información.
Green miró en su ordenador por si ahí había algo bajo llave, pero lo único que encontró referente al caso es lo que todos ya sabían y tenían apuntado en una pizarra en comisaría.
Ryan y Esposito empezaron a revisar cajones y armarios pero ahí tampoco había esa información tan buscada e importante. Castle entró en la habitación de Kate ya que ninguno de los demás se había parado a mirar antes, ya fuera porque todavía no habían llegado hasta ahí o más bien porque en parte no se veían con fuerzas de hacerlo.
Las mesitas de noche estaban completamente vacías y debajo de la cama tampoco había nada. Revisó por encima los cajones de ropa interior y el armario de la ropa. Ahí encontró un joyero, y al abrirlo encontró un anillo, pero no era un anillo cualquiera.
Un día hablando con Kate, él le preguntó qué cosa material le gustaría recuperar de su anterior vida en el hipotético caso de que no pusiese volver y ella le respondió que el anillo de su madre, el cual no había podido llevarse porque el día anterior se le había roto la cadena.
Así que Rick cogió el anillo sin que nadie se diera cuenta y se lo metió en el bolsillo del pantalón.
-¿Habéis encontrado algo? –Preguntó Espo des del comedor.
-Aquí no hay nada. –Dijo Ryan con frustración.
-El disco duro estaba intacto lo cual indica que no ha habido ninguna manipulación. –Sentenció Green.
-Aquí puede que no haya nada pero y si está en otro lugar, como un almacén o la casa donde pasaba los veranos o algo por el estilo. –Sugirió Castle.
-Tienes razón, Castle. Ahora lo hablamos con Jim. –Dijo Ryan. Una vez abajo, Jim les dijo que lo único que tenían en propiedad era una cabaña a 100 quilómetros de Nueva York y un trastero donde Kate guardó algunas cosas al cambiarse de piso.
-Muchas gracias, Jim. –Agradeció Espo cogiendo las llaves de los dos lugares.
-Si encontráis algo, llamadme, por favor. –Jim se despidió de ellos y se fue andando a su casa.
-Muy bien, Espo y yo nos vamos a la cabaña, vosotros dos id al trastero. –Organizó Ryan, y cada uno se fue a su coche.
Rick y Bridget no tardaron más que diez minutos en llegar y localizar el trastero.
-Parece que es este. –Dijo Rick mirando el número.
-Si. –Corroboró Green y abrió la persiana del trastero. Allí habían muchos muebles y estaba prácticamente lleno. –Cuanto antes empecemos, antes acabaremos. –Y con esta frase, empezaron a buscar.
Estuvieron una hora mirando, hasta que Rick descubrió un falso fondo en un cajón de uno de los muebles, y al abrirlo encontró un sobre con el escudo de la policía de Nueva York y dirigido a Johanna Beckett. La madre de Kate.
-Green. Creo que lo he encontrado. –La detective llegó hasta él y abrieron el sobre, el cual estaba lleno de documentos. Rick, antes de leer nada sacó el móvil y empezó a hacer fotos a todas las hojas. -¿Qué haces?
-Hacer fotos.
-Eso ya lo veo. ¿Pero para qué haces fotos?
-Por si acaso. –Dijo Rick. –No quiero que luego esta información desaparezca como tantas cosas en este caso y que volvamos a estar casi como al principio. –Explicó mientras hacía una foto a la última hoja.
-Mira, aquí sale solo un nombre y en mayúsculas. –Indicó Green. –Madre mía. Esto es imposible.
-¿Quién es? –Preguntó Rick, ya que no podía ver lo que ponía en la hoja.
-Es William Bracken.
-¿El senador? -Preguntó Rick ahora muy sorprendido.
-Por aquellas todavía no era, pero aquí hay una hoja de lo que parecen traspasos de grandes cantidades de dinero que iban a una cuenta a su nombre. –Green cerró la carpeta y se levantó. –Hay que llevar esto a la comisaría cuanto antes. –Rick también se levantó y salieron del trastero cerrando la persiana al salir. Cogieron el coche y llamaron a los chicos para decirles que fuesen ya hacía comisaría, que ya lo habían encontrado. Cuando giraban por una calle cercana a la comisaría el coche de atrás se abalanzó contra ellos y los empujó haciendo que Green tuviera que hacer grandes esfuerzos para mantener el coche mínimamente en la carretera.
Al final, sin poder evitarlo, se estamparon contra un árbol, y el airbag salió.
-¿Estás bien Castle?
-Si, ¿y tu?
-Bien. –Estaban gritando sin darse cuenta. Se escuchó un golpe en el maletero, como si alguien estuviera cogiendo algo. –Mierda, la carpeta. –Ambos salieron como pudieron del coche, pero ya era demasiado tarde. Se les acercaron un par de personas para preguntar si necesitaban un médico, pero ambos negaron con la cabeza.
Volvieron a la comisaría y fueron directos al despacho de Gates a contarle lo sucedido.
-¿Han podido ver al agresor? –Preguntaba la capitana.
-No, señor. –Respondió Green.
-¿Y se han llevado la información? –Ambos asintieron.
-Por suerte hice fotos de todas las hojas. Están en mi móvil. –Explicó Castle.
-Buen trabajo, señor Castle. Pídale a Tory que se las descargué del móvil y así poder verlas mejor.
-De acuerdo, señor. – Castle y Green fueron a la sala contigua y Rick le dio su móvil a Tory y en menos de dos minutos ya tenían las fotos en la pantalla. Ryan y Espo no tardaron mucho más en llegar, y al no ver los documentos en físico y solo ver fotos, tuvieron que explicarles el accidente que habían tenido.
Castle deseaba llamar a Kate y explicarle las novedades. Solo esperaba que no tardara mucho en recibir la carta que esa misma mañana le había enviado.
******POR OTRO LADO******
-Bien, repasemos el plan. –Dijo el hombre que mandaba en el coche donde se encontraban.
-Pico, espero a que abra y ataco. –Repasó el otro. -¿Cómo estás tan seguro de que es ella?
–En la carta que le ha escrito en escritorzuelo ese le da información que me hace estar seguro de que es ella. –Explicó. -Muy bien. Yo ahora me voy. Vendré en dos días donde tu ya sabes. –El otro asintió y salió del coche. El jefe cogió el coche y se fue por donde había venido.
Una vez delante de su puerta picó al timbre y esperó a que Jennifer Johnson, o mejor dicho, Kate Beckett saliera a abrirle la puerta. No tardó mucho en abrir y cuando lo hizo al principio se sorprendió, pero luego le sonrió.
-Hey, hola, ¿qué qui... –No le dio tiempo a que acabara de formular la pregunta, pues se abalanzó contra ella, cayéndose ambos al suelo y le tapó la boca con un pañuelo mojado en cloroformo, dejándola inconsciente en segundos.
______
Parece que Kate conocía a su captor.... ¿Quién será?
En el próximo... MÁS!
Muchísimas gracias por seguir leyendo y comentando esta historia Espero que os guste!!
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Estaban entrando en el portal del que una vez fue el apartamento de Kate. Iban Ryan, Espo, Green y él y arriba ya les esperaba Jim, el padre de Beckett, quien había accedido a dejarles entrar en el apartamento sin tener que pedir una orden judicial.
-Buenos días señor Beckett. –Saludó Ryan dándole la mano. –Gracias por dejarnos entrar en el apartamento de Kate.
-Hola chicos. –Los demás asintieron a modo de saludo. –No hay ningún problema. El apartamento está intacto, no he vuelto a entrar desde su muerte. –Rick se fijó en el dolor que reflejaban sus ojos, y es que era normal, pues perder a tu mujer y a tu hija no debía ser fácil de superar. -Adelante. –Jim abrió la puerta y los detectives y Castle entraron. –Cuando acabéis llamadme. Yo estaré en la cafetería de aquí al lado.
-De acuerdo. –Dijo Esposito. Jim se fue y los policías empezaron a trabajar mientras Castle observaba un poco la casa. Miró por las estanterías, buscando falsos fondos o libros falsos donde poder guardar información.
Green miró en su ordenador por si ahí había algo bajo llave, pero lo único que encontró referente al caso es lo que todos ya sabían y tenían apuntado en una pizarra en comisaría.
Ryan y Esposito empezaron a revisar cajones y armarios pero ahí tampoco había esa información tan buscada e importante. Castle entró en la habitación de Kate ya que ninguno de los demás se había parado a mirar antes, ya fuera porque todavía no habían llegado hasta ahí o más bien porque en parte no se veían con fuerzas de hacerlo.
Las mesitas de noche estaban completamente vacías y debajo de la cama tampoco había nada. Revisó por encima los cajones de ropa interior y el armario de la ropa. Ahí encontró un joyero, y al abrirlo encontró un anillo, pero no era un anillo cualquiera.
Un día hablando con Kate, él le preguntó qué cosa material le gustaría recuperar de su anterior vida en el hipotético caso de que no pusiese volver y ella le respondió que el anillo de su madre, el cual no había podido llevarse porque el día anterior se le había roto la cadena.
Así que Rick cogió el anillo sin que nadie se diera cuenta y se lo metió en el bolsillo del pantalón.
-¿Habéis encontrado algo? –Preguntó Espo des del comedor.
-Aquí no hay nada. –Dijo Ryan con frustración.
-El disco duro estaba intacto lo cual indica que no ha habido ninguna manipulación. –Sentenció Green.
-Aquí puede que no haya nada pero y si está en otro lugar, como un almacén o la casa donde pasaba los veranos o algo por el estilo. –Sugirió Castle.
-Tienes razón, Castle. Ahora lo hablamos con Jim. –Dijo Ryan. Una vez abajo, Jim les dijo que lo único que tenían en propiedad era una cabaña a 100 quilómetros de Nueva York y un trastero donde Kate guardó algunas cosas al cambiarse de piso.
-Muchas gracias, Jim. –Agradeció Espo cogiendo las llaves de los dos lugares.
-Si encontráis algo, llamadme, por favor. –Jim se despidió de ellos y se fue andando a su casa.
-Muy bien, Espo y yo nos vamos a la cabaña, vosotros dos id al trastero. –Organizó Ryan, y cada uno se fue a su coche.
Rick y Bridget no tardaron más que diez minutos en llegar y localizar el trastero.
-Parece que es este. –Dijo Rick mirando el número.
-Si. –Corroboró Green y abrió la persiana del trastero. Allí habían muchos muebles y estaba prácticamente lleno. –Cuanto antes empecemos, antes acabaremos. –Y con esta frase, empezaron a buscar.
Estuvieron una hora mirando, hasta que Rick descubrió un falso fondo en un cajón de uno de los muebles, y al abrirlo encontró un sobre con el escudo de la policía de Nueva York y dirigido a Johanna Beckett. La madre de Kate.
-Green. Creo que lo he encontrado. –La detective llegó hasta él y abrieron el sobre, el cual estaba lleno de documentos. Rick, antes de leer nada sacó el móvil y empezó a hacer fotos a todas las hojas. -¿Qué haces?
-Hacer fotos.
-Eso ya lo veo. ¿Pero para qué haces fotos?
-Por si acaso. –Dijo Rick. –No quiero que luego esta información desaparezca como tantas cosas en este caso y que volvamos a estar casi como al principio. –Explicó mientras hacía una foto a la última hoja.
-Mira, aquí sale solo un nombre y en mayúsculas. –Indicó Green. –Madre mía. Esto es imposible.
-¿Quién es? –Preguntó Rick, ya que no podía ver lo que ponía en la hoja.
-Es William Bracken.
-¿El senador? -Preguntó Rick ahora muy sorprendido.
-Por aquellas todavía no era, pero aquí hay una hoja de lo que parecen traspasos de grandes cantidades de dinero que iban a una cuenta a su nombre. –Green cerró la carpeta y se levantó. –Hay que llevar esto a la comisaría cuanto antes. –Rick también se levantó y salieron del trastero cerrando la persiana al salir. Cogieron el coche y llamaron a los chicos para decirles que fuesen ya hacía comisaría, que ya lo habían encontrado. Cuando giraban por una calle cercana a la comisaría el coche de atrás se abalanzó contra ellos y los empujó haciendo que Green tuviera que hacer grandes esfuerzos para mantener el coche mínimamente en la carretera.
Al final, sin poder evitarlo, se estamparon contra un árbol, y el airbag salió.
-¿Estás bien Castle?
-Si, ¿y tu?
-Bien. –Estaban gritando sin darse cuenta. Se escuchó un golpe en el maletero, como si alguien estuviera cogiendo algo. –Mierda, la carpeta. –Ambos salieron como pudieron del coche, pero ya era demasiado tarde. Se les acercaron un par de personas para preguntar si necesitaban un médico, pero ambos negaron con la cabeza.
Volvieron a la comisaría y fueron directos al despacho de Gates a contarle lo sucedido.
-¿Han podido ver al agresor? –Preguntaba la capitana.
-No, señor. –Respondió Green.
-¿Y se han llevado la información? –Ambos asintieron.
-Por suerte hice fotos de todas las hojas. Están en mi móvil. –Explicó Castle.
-Buen trabajo, señor Castle. Pídale a Tory que se las descargué del móvil y así poder verlas mejor.
-De acuerdo, señor. – Castle y Green fueron a la sala contigua y Rick le dio su móvil a Tory y en menos de dos minutos ya tenían las fotos en la pantalla. Ryan y Espo no tardaron mucho más en llegar, y al no ver los documentos en físico y solo ver fotos, tuvieron que explicarles el accidente que habían tenido.
Castle deseaba llamar a Kate y explicarle las novedades. Solo esperaba que no tardara mucho en recibir la carta que esa misma mañana le había enviado.
******POR OTRO LADO******
-Bien, repasemos el plan. –Dijo el hombre que mandaba en el coche donde se encontraban.
-Pico, espero a que abra y ataco. –Repasó el otro. -¿Cómo estás tan seguro de que es ella?
–En la carta que le ha escrito en escritorzuelo ese le da información que me hace estar seguro de que es ella. –Explicó. -Muy bien. Yo ahora me voy. Vendré en dos días donde tu ya sabes. –El otro asintió y salió del coche. El jefe cogió el coche y se fue por donde había venido.
Una vez delante de su puerta picó al timbre y esperó a que Jennifer Johnson, o mejor dicho, Kate Beckett saliera a abrirle la puerta. No tardó mucho en abrir y cuando lo hizo al principio se sorprendió, pero luego le sonrió.
-Hey, hola, ¿qué qui... –No le dio tiempo a que acabara de formular la pregunta, pues se abalanzó contra ella, cayéndose ambos al suelo y le tapó la boca con un pañuelo mojado en cloroformo, dejándola inconsciente en segundos.
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Parece que Kate conocía a su captor.... ¿Quién será?
En el próximo... MÁS!
rikala- Escritor - Policia
- Mensajes : 2043
Fecha de inscripción : 16/07/2012
Localización : Conquistando el mundo ù.ú
Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Menos mal que a Rick se le ocurrió hacer fotos a todas las hojas y de esa forma no han perdido todo. No me esperaba yo que tan pronto los atacasen.
¿quién será el captor de Kate? Esperemos que la vecina cotilla estuviese mirando por la ventana y avise a Rick de lo sucedido.
Espero que puedas continuar pronto.
¿quién será el captor de Kate? Esperemos que la vecina cotilla estuviese mirando por la ventana y avise a Rick de lo sucedido.
Espero que puedas continuar pronto.
Yaye- Escritor - Policia
- Mensajes : 1751
Fecha de inscripción : 05/06/2012
Localización : Huelva
Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
18:44:1507.29.2015
Por favor continua esta super ... deseo saber quien se ha llevado a kate...y que hara rick para rescatarla ..magnific
Por favor continua esta super ... deseo saber quien se ha llevado a kate...y que hara rick para rescatarla ..magnific
BRIGITTEALWAYSBELIEVE- As del póker
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Fecha de inscripción : 15/06/2015
Localización : BOGOTA
Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
En cierto modo, (de manera secundaria) Amber está algo implicada en el asunto, como podrás comprobar en el siguiente capítuloYaye escribió:Menos mal que a Rick se le ocurrió hacer fotos a todas las hojas y de esa forma no han perdido todo. No me esperaba yo que tan pronto los atacasen.
¿quién será el captor de Kate? Esperemos que la vecina cotilla estuviese mirando por la ventana y avise a Rick de lo sucedido.
Espero que puedas continuar pronto.
rikala- Escritor - Policia
- Mensajes : 2043
Fecha de inscripción : 16/07/2012
Localización : Conquistando el mundo ù.ú
Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
BRIGITTEALWAYSBELIEVE escribió:18:44:1507.29.2015
Por favor continua esta super ... deseo saber quien se ha llevado a kate...y que hara rick para rescatarla ..magnific
Continúo ahora mismo y así podrás saber quien se ha llevado a Kate! :p
rikala- Escritor - Policia
- Mensajes : 2043
Fecha de inscripción : 16/07/2012
Localización : Conquistando el mundo ù.ú
Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Buenaas! Ya estoy aquí de vuelta con un capítulo de lo más tenso. Ya sabréis quien es el captor de Kate y alguna que otra cosa más
Muchísimas gracias por leer y comentar y espero que os guste el capítulo!!!
_______________________________________________
Tras pasar por diferentes estados de sueño e inconsciencia, Kate Beckett consiguió abrir los ojos. No fue muy difícil, pues la habitación donde se encontraba estaba en penumbra. Al ver que no estaba ni atada ni amordazada, se levantó tan rápido como pudo, pero le pesaba tanto el cuerpo que tuvo que ayudarse de la pared. Inspeccionó la sala y comprobó por qué no estaba ni atada ni amordazada: la sala estaba plenamente insonorizada y tenía una gran puerta de hierro. Por lo demás dentro de la habitación solo había un retrete.
La puerta se abrió de golpe, sorprendiendo a Kate y apareció la última persona que había visto antes de ser drogada. Tenía suposiciones de que no era trigo limpio, pero jamás hubiese dicho que trabajaba para ellos.
-Vaya, vaya, vaya. Veo que ya te has despertado, Jennifer. ¿O debería llamarte Kate? –Tenía una sonrisa macabra en el rostro, una sonrisa que no había visto jamás en él desde que lo conocía.
-¿Por qué haces esto, Matt? –Kate le aguantó la mirada fríamente. No podía creerse que el marido de su mejor amiga le hubiera hecho aquello.
-Bueno, pagan bien ¿sabes? –Explicó. –Y el dinero es algo que últimamente escasea en mi casa.
-Vaya, te veo muy preocupado por “tu familia”. –Kate puso comillas para ironizar. –Pero cuando pegas a Amber entonces da igual ¿no? –Directamente Amber no se lo había confesado, pero el exceso de maquillaje y su comportamiento de sirvienta cada vez que él estaba en casa era evidente.
-Sabía que esa zorra no podía cerrar el pico. –Matt se puso nervioso.
-Ella nunca me ha dicho nada, pero se nota ¿sabes? Así que no te andes con tonterías y explícame exactamente qué hago aquí. –Utilizó el tono que solía usar en sus tiempos de inspectora.
-Calma, Kate. Aquí el que manda soy yo, no una mísera mujer como tú. –Lo dijo con asco. –Tienes suerte de no tener ningún rasguño, todavía, claro. –Sonrío con maldad. –Pero lo único que tienes que hacer de momento es esperar como una buena chica y los demás ya se encargarán de matarte. Aunque esta vez de verdad. –Dijo todavía sonriendo y se fue cerrando la gruesa puerta.
Media hora después Matt abrió una pequeña puerta y dejó lo que se suponía que tenía que comer. Kate al principio ignoró la manzana y el vaso de agua pero luego se dio cuenta del hambre que tenía. Cogió lo que había y se fue a la otra punta de la habitación y empezó a comer. Tenía que recuperar fuerzas si quería enfrentarse a quien fuera que viniera a matarla.
*****EN NUEVA YORK******
Richard Castle entraba por la puerta de su casa al acabar su jornada en la comisaría. Había sido un día duro, sobretodo por el hecho que se lo habían pasado buscando pistas que pudiesen inculpar al Senador Bracken. De momento no habían conseguido unir todos los hilos, solo algunos, y de muy poca relevancia. Y Kate seguía sin cogerle el teléfono. Lo llevaba probando desde el día anterior, después del accidente que ella y Green tuvieron el accidente.
Volvió a intentar llamar. Nada. El teléfono estaba desconectado. Y eso era raro en Kate, pues siempre estaba disponible en ese sentido. Probó a llamar al fijo, sin tener suerte.
Se estaba empezando a preocupar. ¿Y si le había pasado algo? Se fue a su despacho y busco en los periódicos del estado donde vivía Kate si había alguna noticia en la que pudiera aparecer algo. Nada. Lo cual era una buena noticia, aunque no podía quitarse la angustia de la cabeza. Probó otra vez con el teléfono.
-Vamos Kate, cógelo. –Dijo mientras el teléfono sonaba. –Vamos. –Estaba llegando a un estado de desesperación. El teléfono volvía a decirle que estaba apagado o fuera de cobertura.
******CASA DE AMBER******
Eran pasadas las doce y Matt seguía sin aparecer. Amber estaba preocupada pero por otro lado en parte quería que le hubiese pasado algo a su marido y le hiciera salir del pozo donde él la estaba hundiendo. Claro que en eso tampoco quería pensar, pues al fin y al cabo tenían a Alex, y tampoco quería que sufriera si le pasaba algo a su padre.
La puerta se abrió interrumpiendo los pensamientos de Amber y un ebrio Matt entró por la puerta.
-Matt, ¿dónde has estado? –Preguntó Amber acercándose a él y ayudándole a quitarse la chaqueta.
-Y a ti que te importa, zorra. –Alargaba las palabras, signo de embriaguez. -¿Alex está durmiendo? –Su voz cambió al hablar de su hijo.
-Alex no está aquí, cariño. Se fue al campamento el otro día, ¿recuerdas? –Amber utilizó un tono amable al dirigirse hacia su marido.
-¿Y mi cena? –Preguntó de repente.
-Son más de las doce...
-¡Quiero mi cena! –Matt gritó y le pegó una bofetada a su mujer, tirándola al suelo. Una vez allí le volvió a pegar, esta vez más fuerte, por imposible que pareciera.
-Ya voy. –Dijo Amber casi sin aliento. Se levantó como pudo y se dirigió a la cocina, para prepararle algo rápido y a la vez bueno a Matt. Y allí no pudo contenerse las lágrimas y empezó a llorar en silencio.
Sirvió el plato de espaguetis a la carbonara en un plato y se lo entregó a Matt, el cual empezó a comer sin decir ni una palabra.
De repente sonó el teléfono, algo raro para las horas que eran.
-¿Quieres cogerlo? Ese cacharro me está poniendo dolor de cabeza. –Dijo Matt malhumorado. Amber cogió el teléfono.
-¿Diga?
-Hola, ¿eres Amber?
-Sí, soy yo. –La voz del hombre le sonaba de algo, pero no conseguía recordar de qué.
-Soy Richard Castle, ¿se acuerda? Hablamos el otro día. –Tenía voz de preocupación, y por las horas que eran, algo tenía que estar pasando.
-Sí, claro que me acuerdo. ¿Qué quieres? –No pudo reprimir la pregunta.
-Verás, sé que es muy tarde, y lo siento mucho si te he despertado pero verás, llevo un día intentando hablar con Jennifer, pero el fijo no lo coge y el móvil lo tiene apagado. ¿Sabes algo de ella? –Preguntó el escritor.
-La verdad es que no. La última vez que la vi fue ayer por la tarde cuando fuimos al supermercado, pero hoy no la he visto en todo el día. –Ahora Amber se estaba empezando a preocupar. Matt se acercó a su mujer y le hizo señas amenazantes para que colgara. –Rick, la verdad es que ahora no puedo hablar.
-Vale, si perdona. Por favor, llámame si tienes novedades de ella. –Le suplicó Rick.
-Claro, adiós.
-Adiós. –Se despidió Rick. Amber colgó.
-Ni se te ocurra hablar con ese escritor en tu vida. ¿Queda claro? –Amber tardó en contestar, lo que hizo que Matt la cogiera del cuello y le levantara la cabeza. –Te he hecho una pregunta.
-Sí, queda claro. –Respondió Amber con lágrimas en los ojos.
______
¿Qué os ha parecido?
¿Sospechabais de él? y si no, ¿de quien sospechabais?
Más tensión en el próximo capítulo
Muchísimas gracias por leer y comentar y espero que os guste el capítulo!!!
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Tras pasar por diferentes estados de sueño e inconsciencia, Kate Beckett consiguió abrir los ojos. No fue muy difícil, pues la habitación donde se encontraba estaba en penumbra. Al ver que no estaba ni atada ni amordazada, se levantó tan rápido como pudo, pero le pesaba tanto el cuerpo que tuvo que ayudarse de la pared. Inspeccionó la sala y comprobó por qué no estaba ni atada ni amordazada: la sala estaba plenamente insonorizada y tenía una gran puerta de hierro. Por lo demás dentro de la habitación solo había un retrete.
La puerta se abrió de golpe, sorprendiendo a Kate y apareció la última persona que había visto antes de ser drogada. Tenía suposiciones de que no era trigo limpio, pero jamás hubiese dicho que trabajaba para ellos.
-Vaya, vaya, vaya. Veo que ya te has despertado, Jennifer. ¿O debería llamarte Kate? –Tenía una sonrisa macabra en el rostro, una sonrisa que no había visto jamás en él desde que lo conocía.
-¿Por qué haces esto, Matt? –Kate le aguantó la mirada fríamente. No podía creerse que el marido de su mejor amiga le hubiera hecho aquello.
-Bueno, pagan bien ¿sabes? –Explicó. –Y el dinero es algo que últimamente escasea en mi casa.
-Vaya, te veo muy preocupado por “tu familia”. –Kate puso comillas para ironizar. –Pero cuando pegas a Amber entonces da igual ¿no? –Directamente Amber no se lo había confesado, pero el exceso de maquillaje y su comportamiento de sirvienta cada vez que él estaba en casa era evidente.
-Sabía que esa zorra no podía cerrar el pico. –Matt se puso nervioso.
-Ella nunca me ha dicho nada, pero se nota ¿sabes? Así que no te andes con tonterías y explícame exactamente qué hago aquí. –Utilizó el tono que solía usar en sus tiempos de inspectora.
-Calma, Kate. Aquí el que manda soy yo, no una mísera mujer como tú. –Lo dijo con asco. –Tienes suerte de no tener ningún rasguño, todavía, claro. –Sonrío con maldad. –Pero lo único que tienes que hacer de momento es esperar como una buena chica y los demás ya se encargarán de matarte. Aunque esta vez de verdad. –Dijo todavía sonriendo y se fue cerrando la gruesa puerta.
Media hora después Matt abrió una pequeña puerta y dejó lo que se suponía que tenía que comer. Kate al principio ignoró la manzana y el vaso de agua pero luego se dio cuenta del hambre que tenía. Cogió lo que había y se fue a la otra punta de la habitación y empezó a comer. Tenía que recuperar fuerzas si quería enfrentarse a quien fuera que viniera a matarla.
*****EN NUEVA YORK******
Richard Castle entraba por la puerta de su casa al acabar su jornada en la comisaría. Había sido un día duro, sobretodo por el hecho que se lo habían pasado buscando pistas que pudiesen inculpar al Senador Bracken. De momento no habían conseguido unir todos los hilos, solo algunos, y de muy poca relevancia. Y Kate seguía sin cogerle el teléfono. Lo llevaba probando desde el día anterior, después del accidente que ella y Green tuvieron el accidente.
Volvió a intentar llamar. Nada. El teléfono estaba desconectado. Y eso era raro en Kate, pues siempre estaba disponible en ese sentido. Probó a llamar al fijo, sin tener suerte.
Se estaba empezando a preocupar. ¿Y si le había pasado algo? Se fue a su despacho y busco en los periódicos del estado donde vivía Kate si había alguna noticia en la que pudiera aparecer algo. Nada. Lo cual era una buena noticia, aunque no podía quitarse la angustia de la cabeza. Probó otra vez con el teléfono.
-Vamos Kate, cógelo. –Dijo mientras el teléfono sonaba. –Vamos. –Estaba llegando a un estado de desesperación. El teléfono volvía a decirle que estaba apagado o fuera de cobertura.
******CASA DE AMBER******
Eran pasadas las doce y Matt seguía sin aparecer. Amber estaba preocupada pero por otro lado en parte quería que le hubiese pasado algo a su marido y le hiciera salir del pozo donde él la estaba hundiendo. Claro que en eso tampoco quería pensar, pues al fin y al cabo tenían a Alex, y tampoco quería que sufriera si le pasaba algo a su padre.
La puerta se abrió interrumpiendo los pensamientos de Amber y un ebrio Matt entró por la puerta.
-Matt, ¿dónde has estado? –Preguntó Amber acercándose a él y ayudándole a quitarse la chaqueta.
-Y a ti que te importa, zorra. –Alargaba las palabras, signo de embriaguez. -¿Alex está durmiendo? –Su voz cambió al hablar de su hijo.
-Alex no está aquí, cariño. Se fue al campamento el otro día, ¿recuerdas? –Amber utilizó un tono amable al dirigirse hacia su marido.
-¿Y mi cena? –Preguntó de repente.
-Son más de las doce...
-¡Quiero mi cena! –Matt gritó y le pegó una bofetada a su mujer, tirándola al suelo. Una vez allí le volvió a pegar, esta vez más fuerte, por imposible que pareciera.
-Ya voy. –Dijo Amber casi sin aliento. Se levantó como pudo y se dirigió a la cocina, para prepararle algo rápido y a la vez bueno a Matt. Y allí no pudo contenerse las lágrimas y empezó a llorar en silencio.
Sirvió el plato de espaguetis a la carbonara en un plato y se lo entregó a Matt, el cual empezó a comer sin decir ni una palabra.
De repente sonó el teléfono, algo raro para las horas que eran.
-¿Quieres cogerlo? Ese cacharro me está poniendo dolor de cabeza. –Dijo Matt malhumorado. Amber cogió el teléfono.
-¿Diga?
-Hola, ¿eres Amber?
-Sí, soy yo. –La voz del hombre le sonaba de algo, pero no conseguía recordar de qué.
-Soy Richard Castle, ¿se acuerda? Hablamos el otro día. –Tenía voz de preocupación, y por las horas que eran, algo tenía que estar pasando.
-Sí, claro que me acuerdo. ¿Qué quieres? –No pudo reprimir la pregunta.
-Verás, sé que es muy tarde, y lo siento mucho si te he despertado pero verás, llevo un día intentando hablar con Jennifer, pero el fijo no lo coge y el móvil lo tiene apagado. ¿Sabes algo de ella? –Preguntó el escritor.
-La verdad es que no. La última vez que la vi fue ayer por la tarde cuando fuimos al supermercado, pero hoy no la he visto en todo el día. –Ahora Amber se estaba empezando a preocupar. Matt se acercó a su mujer y le hizo señas amenazantes para que colgara. –Rick, la verdad es que ahora no puedo hablar.
-Vale, si perdona. Por favor, llámame si tienes novedades de ella. –Le suplicó Rick.
-Claro, adiós.
-Adiós. –Se despidió Rick. Amber colgó.
-Ni se te ocurra hablar con ese escritor en tu vida. ¿Queda claro? –Amber tardó en contestar, lo que hizo que Matt la cogiera del cuello y le levantara la cabeza. –Te he hecho una pregunta.
-Sí, queda claro. –Respondió Amber con lágrimas en los ojos.
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¿Qué os ha parecido?
¿Sospechabais de él? y si no, ¿de quien sospechabais?
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rikala- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Yo de los vecinos la verdad es que no sospechaba. Esperemos que Amber no le haga caso y trate de localizar a Kate, que siga a su marido y con la ayuda de Rick y sus antiguos compañeros consigan rescatarla.
Espero que puedas continuar pronto
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Yaye- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
En el próximo capítulo podrás descubrir un poquito más de la historia de Amber a partir de un sucesoYaye escribió:Yo de los vecinos la verdad es que no sospechaba. Esperemos que Amber no le haga caso y trate de localizar a Kate, que siga a su marido y con la ayuda de Rick y sus antiguos compañeros consigan rescatarla.
Espero que puedas continuar pronto
Espero continuar entre esta noche y mañana:D
rikala- Escritor - Policia
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Re: Buscando una nueva vida (Actualizado 11/12/2015)
Aquí estoy de vuelta! Este capítulo se centra más en Amber y Matt pero bueno, que en el próximo nos centraremos en la busca de Kate
Bueno, como digo siempre, muchas gracias por leer y comentar y espero que os guste este capítulo!
_________________________________
Habían pasado tres días des de que Rick había hablado con Amber, pero esta no le había llamado todavía con noticias de Kate. El escritor había probado de llamar tanto a Kate como a Amber, pero ninguna de las dos le cogía el teléfono.
Así que a las cuatro de la mañana de ese mismo viernes, Richard Castle cogió el coche para investigar qué estaba pasando con Kate. Dejó una nota a su madre y a Alexis diciendo que se había tenido que ir a los Hamptons porque la casa tenía un escape de agua.
Ya llevaba la mitad del camino cuando paró a airearse y a tomar un café para despejarse. Eran las seis de la mañana, y el alba empezaba a salir.
Llegó al pueblo de Kate sobre las ocho y media y se lo encontró prácticamente vacío, lo cual era normal por las horas que eran. Aparcó el coche delante de la casa de Kate y anduvo los pocos metros hasta su puerta, la cual estaba cerrada. Picó varias veces, pero nadie abrió la puerta. Rick pasó al plan B. Rodeó la casa hasta encontrar una ventana que tenía el pestillo roto y por la cual cosa estaba abierta. La ventana no era muy grande, y a Rick le costó bastante pasar, lo cual en otras circunstancias hubiera sido gracioso.
-¡¿Jennifer?! –Usó su nombre falso por si había alguien en la casa. –¿Jen estás ahí? –Estaba entre el salón y la cocina y dispuesto a subir al piso superior. -¿Kate? –Ya estaba en su habitación y abrió el armario, sin encontrar nada más que ropa y zapatos. Caminó sigilosamente hacia la otra habitación, la habitación donde había dormido él días atrás, pero también estaba vacía. Bajó de nuevo al salón y se sentó en el sofá, dándose cuenta que en la mesita de café, se encontraba el móvil de Kate. Intentó encenderlo, pero la batería se habría acabado días atrás.
Tiró la cabeza para atrás de cansancio y eso provocó que se quedara dormido media hora.
Al despertarse y viendo que eran las diez de la mañana, investigó la dirección del trabajo de Kate, la cual estaba a media hora en coche.
En el trabajo no habían visto a Kate, o en este caso a Jennifer en cuatro días, lo cual era muy extraño en ella, pues no había faltado ni un día desde que entró a trabajar.
Exasperado, fue hasta la casa de Amber, pero se dio cuenta de que la puerta estaba entornada. Rick la abrió lentamente, pero parecía que ahí no había nadie. Caminó por el salón y cuando estaba a punto de llegar a la cocina, se encontró a Amber inconsciente en el suelo y con una fea brecha en la cabeza.
-¡Amber! –Rick se agachó e intentó despertarla, pero sin éxito. La cogió en brazos y la llevó hasta su coche para llevarla a un hospital, el cual se encontraba a una calle de donde vivía.
-¿Qué ha pasado? –Preguntó la enfermera que le atendió nada más llegar al hospital y había traído una camilla para Amber.
-La he ido a visitar esta mañana y me la he encontrada inconsciente en el suelo. Parece que le hayan pegado una paliza. –Analizó Rick.
-Eso parece. Ahora, si me disculpa, me la llevo para hacerle pruebas. –Rick asintió y la enfermera se la llevó por los pasillos del hospital.
******POR OTRO LADO******
Hacía un par de días que había llegado ese tipo, el cual se caracterizaba por medir casi dos metros y estar bien musculado. Tenía la mirada fría y le llamaban Maddox. Des de su llegada, su vida en esa mugrienta celda cambió. Cada día, más o menos por la misma hora, venía y le hacía preguntas referentes al caso de su madre. Ella no abría la boca, aunque tampoco sabía quién era el culpable. Pero su silencio se pagaba con bofetadas, puñetazos y patadas, las cuales estaban demacrando a Kate.
Esa mañana, como ya de costumbre, la puerta se abrió y Maddox volvió a aparecer.
-Hola, inspectora, ¿Qué tal van sus heridas? Ya sabe que si no quiere tener más, solo debe contestar a mis preguntas. ¿Es un juego sencillo, no cree? –Kate le miró fríamente pero Maddox la ignoró. –Muy bien. Empecemos. ¿Qué sabes de mi jefe? –Kate lo miró en silencio, sin decir nada. Maddox le dio una bofetada en la cara. -¿Quién te ha ayudado a esconderte? –Kate siguió con su táctica. Llevaba muchos años esperando respuestas y un leve fallo de ese tipo podría proporcionárselas. –Muy bien voy a cambiar el rumbo de esta conversación. ¿Qué ha averiguado el señor Castle? –Kate se quedó helada al escuchar el nombre de su amigo. –Veo que lo conoce. Una pena que ya no lo pueda volver a ver más. Parecían tan unidos. –En otras circunstancias, Kate habría pensado que era un farol, pero al tratarse de Rick no pudo más que abalanzarse contra Maddox e intentar, en vano, atacarle. Maddox la empujó hacia el suelo brutalmente, haciendo que Kate se diera un golpe en la cabeza.
Empezaba a ver borroso a casusa de ese golpe, pero pudo ver como Maddox se iba riéndose. Kate no pudo más que cerrar los ojos y descansar de los golpes.
Se despertó al escuchar la puerta abrirse, aunque esta vez era Matt quien venía con su ración de comida.
-¿No has pensado en responder a las preguntas? –Matt parecía amable, aunque eso podría ser debido a que estaba sobrio.
-¿Qué le han hecho a Rick? –Preguntó directamente Kate. Sabía que Matt era el más débil de los dos hombres que ella había visto.
-Si te digo la verdad, no tengo ni la más remota idea. Pero si Maddox te ha dicho que no le volverás a ver, será por algo. –Kate no dejaba de pensar en él, en lo que ese monstruo podría ser capaz de hacerle.
-¿Qué le dices a Amber que estás haciendo todo el día fuera de casa? –Kate quería ponerle nervioso para poder sacarle información o incluso poder encontrar la forma de salir de allí.
-No es de tu incumbencia lo que hablo o dejo de hablar con mi mujer. –Matt rehuyó del tema, pero Kate no podía dejar escapar tal oportunidad.
-Eso será igual porque la única forma con la que te comunicas con tu mujer es mediante la violencia y el maltrato. –A Kate le daba rabia que su amiga estuviese pasando por eso.
-¡Te he dicho que no es de tu incumbencia! –Gritó Matt y le pegó una bofetada a Kate, la cual inconscientemente se tocó ahí donde él la había pegado.
******EN EL HOSPITAL******
La enfermera salió de la sala donde se encontraba y Rick se levantó rápidamente.
-¿Cómo ha ido?
-Le hemos curado las heridas y hemos tratado las contusiones. Además le hemos enyesado el brazo a causa de una rotura. En tres horas como máximo ya le podremos dar el alta.
-Muchas gracias, enfermera. –Esta asintió. -¿Puedo pasar a verla?
-Me temo que solo familiares directos, pero como esta despierta puedo preguntarle si quiere que pase. –Explicó la amable enfermera.
-Eso estaría muy bien. –La enfermera volvió a la habitación y salió segundos después.
-Dice que puede pasar.
-Muchas gracias. –La enfermera sonrió y se fue de vuelta a su trabajo. Rick entró en la habitación.
-Mira que me esperaba a cualquiera menos a ti, Rick. –Intentó bromear Amber.
-¿Cómo te encuentras? –Preguntó un Rick preocupado.
-He tenido momentos mejores. –Amber sonrió tristemente.
-¿Ha…? –Rick no se atrevía a hacer la pregunta. -¿Ha sido tu marido? –Amber se quedó pensativa unos segundos.
-Sí. –Admitió. –Yo quería ayudarte a buscar a Kate, pero él no me dejaba y decía que lo dejara estar. Cuando iba a llamarte porque sospechaba que él pudiera tener algo que ver, me pilló y me dio esta paliza. –Explicó la mujer.
-Un hombre que reacciona así es que ya lo ha hecho antes. ¿Cuánto hace que…? –Dejó la frase en el aire.
-Hará unos dos años. Cuando perdió el trabajo y se empezó a aficionar a la bebida. –Rick apretó los puños de rabia. –Pero es igual Rick. Una al final ya se acostumbra a maquillarse en exceso.
-No puedes acostumbrarte a eso. ¿Tienes un hijo, verdad? –Amber asintió. -¿Dónde está?
-Está en una acampada. No vuelve hasta la semana que viene.
-Bien. En cuanto te den el alta iremos a buscar a tu hijo y os llevaré a un lugar seguro, ¿vale? –Amber al principio hizo intento de rechistar pero luego lo pensó mejor y asintió. –Muy bien. No te preocupes más de sufrir y aguantar.
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¿Qué os ha parecido?
Bueno, como digo siempre, muchas gracias por leer y comentar y espero que os guste este capítulo!
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Habían pasado tres días des de que Rick había hablado con Amber, pero esta no le había llamado todavía con noticias de Kate. El escritor había probado de llamar tanto a Kate como a Amber, pero ninguna de las dos le cogía el teléfono.
Así que a las cuatro de la mañana de ese mismo viernes, Richard Castle cogió el coche para investigar qué estaba pasando con Kate. Dejó una nota a su madre y a Alexis diciendo que se había tenido que ir a los Hamptons porque la casa tenía un escape de agua.
Ya llevaba la mitad del camino cuando paró a airearse y a tomar un café para despejarse. Eran las seis de la mañana, y el alba empezaba a salir.
Llegó al pueblo de Kate sobre las ocho y media y se lo encontró prácticamente vacío, lo cual era normal por las horas que eran. Aparcó el coche delante de la casa de Kate y anduvo los pocos metros hasta su puerta, la cual estaba cerrada. Picó varias veces, pero nadie abrió la puerta. Rick pasó al plan B. Rodeó la casa hasta encontrar una ventana que tenía el pestillo roto y por la cual cosa estaba abierta. La ventana no era muy grande, y a Rick le costó bastante pasar, lo cual en otras circunstancias hubiera sido gracioso.
-¡¿Jennifer?! –Usó su nombre falso por si había alguien en la casa. –¿Jen estás ahí? –Estaba entre el salón y la cocina y dispuesto a subir al piso superior. -¿Kate? –Ya estaba en su habitación y abrió el armario, sin encontrar nada más que ropa y zapatos. Caminó sigilosamente hacia la otra habitación, la habitación donde había dormido él días atrás, pero también estaba vacía. Bajó de nuevo al salón y se sentó en el sofá, dándose cuenta que en la mesita de café, se encontraba el móvil de Kate. Intentó encenderlo, pero la batería se habría acabado días atrás.
Tiró la cabeza para atrás de cansancio y eso provocó que se quedara dormido media hora.
Al despertarse y viendo que eran las diez de la mañana, investigó la dirección del trabajo de Kate, la cual estaba a media hora en coche.
En el trabajo no habían visto a Kate, o en este caso a Jennifer en cuatro días, lo cual era muy extraño en ella, pues no había faltado ni un día desde que entró a trabajar.
Exasperado, fue hasta la casa de Amber, pero se dio cuenta de que la puerta estaba entornada. Rick la abrió lentamente, pero parecía que ahí no había nadie. Caminó por el salón y cuando estaba a punto de llegar a la cocina, se encontró a Amber inconsciente en el suelo y con una fea brecha en la cabeza.
-¡Amber! –Rick se agachó e intentó despertarla, pero sin éxito. La cogió en brazos y la llevó hasta su coche para llevarla a un hospital, el cual se encontraba a una calle de donde vivía.
-¿Qué ha pasado? –Preguntó la enfermera que le atendió nada más llegar al hospital y había traído una camilla para Amber.
-La he ido a visitar esta mañana y me la he encontrada inconsciente en el suelo. Parece que le hayan pegado una paliza. –Analizó Rick.
-Eso parece. Ahora, si me disculpa, me la llevo para hacerle pruebas. –Rick asintió y la enfermera se la llevó por los pasillos del hospital.
******POR OTRO LADO******
Hacía un par de días que había llegado ese tipo, el cual se caracterizaba por medir casi dos metros y estar bien musculado. Tenía la mirada fría y le llamaban Maddox. Des de su llegada, su vida en esa mugrienta celda cambió. Cada día, más o menos por la misma hora, venía y le hacía preguntas referentes al caso de su madre. Ella no abría la boca, aunque tampoco sabía quién era el culpable. Pero su silencio se pagaba con bofetadas, puñetazos y patadas, las cuales estaban demacrando a Kate.
Esa mañana, como ya de costumbre, la puerta se abrió y Maddox volvió a aparecer.
-Hola, inspectora, ¿Qué tal van sus heridas? Ya sabe que si no quiere tener más, solo debe contestar a mis preguntas. ¿Es un juego sencillo, no cree? –Kate le miró fríamente pero Maddox la ignoró. –Muy bien. Empecemos. ¿Qué sabes de mi jefe? –Kate lo miró en silencio, sin decir nada. Maddox le dio una bofetada en la cara. -¿Quién te ha ayudado a esconderte? –Kate siguió con su táctica. Llevaba muchos años esperando respuestas y un leve fallo de ese tipo podría proporcionárselas. –Muy bien voy a cambiar el rumbo de esta conversación. ¿Qué ha averiguado el señor Castle? –Kate se quedó helada al escuchar el nombre de su amigo. –Veo que lo conoce. Una pena que ya no lo pueda volver a ver más. Parecían tan unidos. –En otras circunstancias, Kate habría pensado que era un farol, pero al tratarse de Rick no pudo más que abalanzarse contra Maddox e intentar, en vano, atacarle. Maddox la empujó hacia el suelo brutalmente, haciendo que Kate se diera un golpe en la cabeza.
Empezaba a ver borroso a casusa de ese golpe, pero pudo ver como Maddox se iba riéndose. Kate no pudo más que cerrar los ojos y descansar de los golpes.
Se despertó al escuchar la puerta abrirse, aunque esta vez era Matt quien venía con su ración de comida.
-¿No has pensado en responder a las preguntas? –Matt parecía amable, aunque eso podría ser debido a que estaba sobrio.
-¿Qué le han hecho a Rick? –Preguntó directamente Kate. Sabía que Matt era el más débil de los dos hombres que ella había visto.
-Si te digo la verdad, no tengo ni la más remota idea. Pero si Maddox te ha dicho que no le volverás a ver, será por algo. –Kate no dejaba de pensar en él, en lo que ese monstruo podría ser capaz de hacerle.
-¿Qué le dices a Amber que estás haciendo todo el día fuera de casa? –Kate quería ponerle nervioso para poder sacarle información o incluso poder encontrar la forma de salir de allí.
-No es de tu incumbencia lo que hablo o dejo de hablar con mi mujer. –Matt rehuyó del tema, pero Kate no podía dejar escapar tal oportunidad.
-Eso será igual porque la única forma con la que te comunicas con tu mujer es mediante la violencia y el maltrato. –A Kate le daba rabia que su amiga estuviese pasando por eso.
-¡Te he dicho que no es de tu incumbencia! –Gritó Matt y le pegó una bofetada a Kate, la cual inconscientemente se tocó ahí donde él la había pegado.
******EN EL HOSPITAL******
La enfermera salió de la sala donde se encontraba y Rick se levantó rápidamente.
-¿Cómo ha ido?
-Le hemos curado las heridas y hemos tratado las contusiones. Además le hemos enyesado el brazo a causa de una rotura. En tres horas como máximo ya le podremos dar el alta.
-Muchas gracias, enfermera. –Esta asintió. -¿Puedo pasar a verla?
-Me temo que solo familiares directos, pero como esta despierta puedo preguntarle si quiere que pase. –Explicó la amable enfermera.
-Eso estaría muy bien. –La enfermera volvió a la habitación y salió segundos después.
-Dice que puede pasar.
-Muchas gracias. –La enfermera sonrió y se fue de vuelta a su trabajo. Rick entró en la habitación.
-Mira que me esperaba a cualquiera menos a ti, Rick. –Intentó bromear Amber.
-¿Cómo te encuentras? –Preguntó un Rick preocupado.
-He tenido momentos mejores. –Amber sonrió tristemente.
-¿Ha…? –Rick no se atrevía a hacer la pregunta. -¿Ha sido tu marido? –Amber se quedó pensativa unos segundos.
-Sí. –Admitió. –Yo quería ayudarte a buscar a Kate, pero él no me dejaba y decía que lo dejara estar. Cuando iba a llamarte porque sospechaba que él pudiera tener algo que ver, me pilló y me dio esta paliza. –Explicó la mujer.
-Un hombre que reacciona así es que ya lo ha hecho antes. ¿Cuánto hace que…? –Dejó la frase en el aire.
-Hará unos dos años. Cuando perdió el trabajo y se empezó a aficionar a la bebida. –Rick apretó los puños de rabia. –Pero es igual Rick. Una al final ya se acostumbra a maquillarse en exceso.
-No puedes acostumbrarte a eso. ¿Tienes un hijo, verdad? –Amber asintió. -¿Dónde está?
-Está en una acampada. No vuelve hasta la semana que viene.
-Bien. En cuanto te den el alta iremos a buscar a tu hijo y os llevaré a un lugar seguro, ¿vale? –Amber al principio hizo intento de rechistar pero luego lo pensó mejor y asintió. –Muy bien. No te preocupes más de sufrir y aguantar.
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