Mucho más que algo en común-Tamyalways-Epílogo subido
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Capítulo 26
Buenos días, os dejo con un nuevo capítulo de la historia, con otro momento bonito y entrañable. Espero que os guste.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 26
POV RICK
Conseguimos que descansara durante unas horas pero cuando se despertó no dejaba de darme la lata con ir a conocer a su hija y ya no podía decirle que esperara un poco más porque estaba empezando a inquietarse y eso no era bueno para ella pero mucho menos para los que estábamos a alrededor.
- Kate tranquilízate. El doctor ha dicho que ahora viene una enfermera para llevarte.
- Ya, pero de eso hace mucho tiempo.
- Kate han pasado cinco minutos.
- No.
- Si.
- Vale, quizás esté un poco nerviosa.
- ¿Un poco nerviosa? - dije riéndome de verla casi temblando.
- No todos los días…
- Se conoce a tu hijo, lo entiendo. Pero va a ir todo bien. Vas a enamorarte de ella en cuanto lo veas y ella de ti lo sé.
- ¿Cómo estas tan seguro?
- Porque es fácil enamorarse de ambas - dije sonriéndole para intentar calmarla y ella me devolvía la sonrisa, esa sonrisa que hacía que mi corazón se pusiera a bailar.
- Estoy tan nerviosa que no sé cómo puedo estar parada más de dos segundos. Es como si necesitara tocarla para saber…
- Para saber que está bien - dije acabando por ella y la vi asentir - Kate te entiendo. Pero todo va a ir bien te lo prometo.
- Ahora mismo…
- Sé que mi promesa no te vale para nada - dije sonriéndole - anda voy a ver si viene ya la enfermera - dije riéndome mientras salía hacia fuera para quitarme la locura de Kate de encima.
Apenas salí por la puerta apareció la enfermera con una silla de ruedas y se paró al verme en la puerta.
- ¿Eso es para ella? - dije señalando la silla.
- Sí, el doctor no quiere que pase mucho tiempo de pie.
- Vale, pero se encargara usted de dársela. Va a enfadarse cuando le diga que la use - dije con una sonrisa entrando detrás de ella.
- Hola Kate. Vengo para llevarte a ver a tu hija.
- ¿Y eso? - dijo señalando la silla.
- Para llevarte.
- No, va a ser que no – dijo mientras se sentaba decidida en la cama.
- Kate no debes caminar. Son órdenes del médico.
- No, por favor, puedo andar, tampoco es para tanto.
- Si quieres, voy a por el doctor. Pero creo que me dejo muy claro que con ella o tendrías que esperar unos días más.
- Pero… - vi como dudaba y sonreí al ver su cara, sin duda la enfermera había ganado esa partida - está bien – respondió sentándose en la silla con cara de pocos amigos.
- Mejor la llevo yo - dije colocándome detrás de ella para poder empujar la silla.
- Estas disfrutando con esto ¿verdad? - pregunto molesta y no puedo evitar reírme - serás… esta te la guardo.
- ¿Ah sí? ¿Y que me vas a hacer? Si quieres pienso en unas cuantas cosas que puedes hacerme - digo en tono de broma y vi como se mordía el labio para evitar que viera la sonrisa que se dibujaba en su cara.
Cuando llegamos a la cristalera donde se podía ver la sala de las incubadoras, Kate ya no podía más con los nervios. Se retorcía las manos sobre sus piernas, se mordía el labio y no dejaba de mover las piernas. Me gustaba verla así, no es que me gustara verla nerviosa pero si por algo tan bonito como era conocer a nuestra pequeña.
- Ahora te voy a llevar a una sala donde podrás cambiarte y te llevaré a ver a tu hija - dijo la enfermera.
- ¿Estas bien?
- Si - dice con los ojos vidriosos de la emoción.
- Disfruta de este momento, te espero fuera - dije besándola suavemente y con una sonrisa la deje pasar.
No podía estar más emocionado. No tanto como cuando yo la conocí, pero sabía lo importante que era para ella. Estaba deseando verla de cerca, pero como de momento no era posible pasar los dos, me conformaba con verlas a ambas desde la ventana.
No tuve que esperar mucho para ver como Kate entraba ayudada por la enfermera al interior de la sala. Andaba con dificultad pero con una sonrisa en la cara pasando entre las incubadoras llenas de niños. De repente se paró delante de la nuestra pequeña y sentí una emoción tremenda, tanto es así que no pude evitar que las lágrimas cayeran por mis mejillas al verlas juntas por primera vez.
POV KATE
Entré con paso complicado entre todos esos pequeños buscando a la mía. Estaba tan nerviosa y emocionada por verla por primera vez que me temblaba todo el cuerpo y si no es por la enfermera que iba a ayudándome a cada paso que daba quizás no hubiera podido llegar hasta donde estaba ella.
- Es está de aquí, esta es su hija - dijo la enfermera parando de golpe. No podía verla todavía porque el cuerpo de la enfermera me tapaba, pero cuando la enfermera se aseguró que estaba bien que podía soltarme, se quitó y la vi, sentí una explosión de sentimientos que nunca antes había sentido.
Estaba viendo su carita por primera vez. Y era algo que no puedo explicar con palabras. Era preciosa, pero Castle tenía razón, era tan pequeña que me daba miedo hasta de que pudiera romperse.
No podía dejar de sonreír a la vez que lloraba sin poder evitarlo. Era un sentimiento increíble era como si me doliera el corazón de tanta felicidad. Nunca antes había visto algo tan bonito, nunca antes nadie me había hecho sentir así.
- ¿Quiere tocarla?
- Yo… ¿puedo?
- Claro. Hoy no la cogerás pero en poco tiempo podrás cogerla, es más, será bueno para ella sentir la piel de su madre - dijo la enfermera mientras manipulaba la incubadora para que pudiera meter la mano. Tenía miedo de tocarla y de que pudiera hacerle daño y la enfermera debió de darse cuenta – tranquila, es mucho más fuerte de lo que parece.
Yo trague saliva y con cuidado metí mi mano sin llegar a tocarla, aun me sentía extraña de poder hacerlo y entonces mi pequeña se movió hacia mi mano y nuestras pieles se tocaron, sentí una electricidad que me recorría todo el cuerpo y llore de la gran alegría que sentía, porque hasta este momento, no me di cuenta de lo importante de este momento.
La acaricie y por primera ver sentir esa pielecita enrojecida bajos mis dedos me puso la piel de gallina. Sonara presuntuoso, pero hubiera jurado que me reconoció. Y se lo dije.
- ¡Ey! Chiquitina, soy yo, la que te hablaba cuando me dabas pataditas, vamos a pasar mucho tiempo juntas, así que empieza a acostumbrarte a mi voz, porque a partir de ahora vas a oírme mucho. Tienes que ponerte bien rápido, porque no sé si podre estar lejos de ti, así que deja de remolonear y crece rápido. Tu padre no me dijo que fueras tan bonita, te pareces a él, aunque esos ojitos, creo reconocerlos… ¿Sabes? Entre las dos vamos a volver loco a ese de ahí afuera, vas a tener que ayudarme, porque sola es muy aburrido.
- Tenemos que salir ya. Tienes que descansar.
- ¿No puedo quedarme un poco más?
- No es recomendable. Esta tarde si quieres podrás venir otra vez. ¿Te parece?
- Vale - dije resignada a dejarla porque después de verla, de tocarla, sabía que no iba a querer separarme más de ella en mi vida, iba a ser un infierno todo esto tiempo, quería llevármela a casa, quería estar a cada momento con ella, quería que estuviera bien, quería que dejara de sufrir que pudiera vivir feliz y sana, eso es lo que quería.
Al salir la enfermera me ayudo a cambiarme y ya cansada casi sin poder aguantar más me deje caer sobre la silla exhausta a pesar del poco esfuerzo que había tenido que hacer, pero estaba feliz, muy feliz.
Cuando salí hacia el exterior me encontré con Rick que me miraba con los ojos vidriosos sin duda de haber estado llorando. Estaba sonriendo y yo también ambos éramos felices de poder disfrutar de nuestra hija.
-Déjela ya me encargo yo-dice Rick despidiendo a la enfermera y acercándose hacia mí. Ambos no podemos dejar de sonreír.
-Es increíble-digo de repente sin poder evitar de nuevo emocionarme por lo que acaba de pasar y Rick se agacha quedando cara a cara y con la ternura que siempre me dedica me las limpia.
-te he visto. Por el cristal-dice señalando un enorme cristal a poca distancia.
-Ha sido increíble. He tocado sus deditos, y se los he contado y su carita y todo…es perfecta.
-Claro se parece a su madre.
-¿Se parece?
-Claro-dice sonriendo.
-No soy buena para sacar parecidos.
-Pues créeme se parece a ti, ¿no ves lo guapa que es?
-Sí, es muy guapa. Quiero llevármela a casa ya. No quiero separarme de ella.
-Lo sé. Eres madre Kate es normal que te sientas así.
-Entonces porque no pudo estar con ella.
-Dale un poco de tiempo, después no te separaras de ella. Ahora vamos a la habitación tienes que descansar.
-Ok-dije dejando llevar pero con la sensación de que algo se me rompía en el interior al separarme de ella, cada paso era una puñalada en el corazón. Sin duda estaba completamente enamorada de esa pequeña, sin duda mi hija ya me había robado el corazón.
CONTINUARÁ…
Gracias a todos por leer hasta aquí y espero vuestros comentarios. Recordad que mañana será el último capítulo de la semana y hasta el martes no podré volver a publicar, espero dejaros con un buen sabor de boca.
Gracias y que paséis un buen día.
XXOO
Twitter: tamyalways
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 26
POV RICK
Conseguimos que descansara durante unas horas pero cuando se despertó no dejaba de darme la lata con ir a conocer a su hija y ya no podía decirle que esperara un poco más porque estaba empezando a inquietarse y eso no era bueno para ella pero mucho menos para los que estábamos a alrededor.
- Kate tranquilízate. El doctor ha dicho que ahora viene una enfermera para llevarte.
- Ya, pero de eso hace mucho tiempo.
- Kate han pasado cinco minutos.
- No.
- Si.
- Vale, quizás esté un poco nerviosa.
- ¿Un poco nerviosa? - dije riéndome de verla casi temblando.
- No todos los días…
- Se conoce a tu hijo, lo entiendo. Pero va a ir todo bien. Vas a enamorarte de ella en cuanto lo veas y ella de ti lo sé.
- ¿Cómo estas tan seguro?
- Porque es fácil enamorarse de ambas - dije sonriéndole para intentar calmarla y ella me devolvía la sonrisa, esa sonrisa que hacía que mi corazón se pusiera a bailar.
- Estoy tan nerviosa que no sé cómo puedo estar parada más de dos segundos. Es como si necesitara tocarla para saber…
- Para saber que está bien - dije acabando por ella y la vi asentir - Kate te entiendo. Pero todo va a ir bien te lo prometo.
- Ahora mismo…
- Sé que mi promesa no te vale para nada - dije sonriéndole - anda voy a ver si viene ya la enfermera - dije riéndome mientras salía hacia fuera para quitarme la locura de Kate de encima.
Apenas salí por la puerta apareció la enfermera con una silla de ruedas y se paró al verme en la puerta.
- ¿Eso es para ella? - dije señalando la silla.
- Sí, el doctor no quiere que pase mucho tiempo de pie.
- Vale, pero se encargara usted de dársela. Va a enfadarse cuando le diga que la use - dije con una sonrisa entrando detrás de ella.
- Hola Kate. Vengo para llevarte a ver a tu hija.
- ¿Y eso? - dijo señalando la silla.
- Para llevarte.
- No, va a ser que no – dijo mientras se sentaba decidida en la cama.
- Kate no debes caminar. Son órdenes del médico.
- No, por favor, puedo andar, tampoco es para tanto.
- Si quieres, voy a por el doctor. Pero creo que me dejo muy claro que con ella o tendrías que esperar unos días más.
- Pero… - vi como dudaba y sonreí al ver su cara, sin duda la enfermera había ganado esa partida - está bien – respondió sentándose en la silla con cara de pocos amigos.
- Mejor la llevo yo - dije colocándome detrás de ella para poder empujar la silla.
- Estas disfrutando con esto ¿verdad? - pregunto molesta y no puedo evitar reírme - serás… esta te la guardo.
- ¿Ah sí? ¿Y que me vas a hacer? Si quieres pienso en unas cuantas cosas que puedes hacerme - digo en tono de broma y vi como se mordía el labio para evitar que viera la sonrisa que se dibujaba en su cara.
Cuando llegamos a la cristalera donde se podía ver la sala de las incubadoras, Kate ya no podía más con los nervios. Se retorcía las manos sobre sus piernas, se mordía el labio y no dejaba de mover las piernas. Me gustaba verla así, no es que me gustara verla nerviosa pero si por algo tan bonito como era conocer a nuestra pequeña.
- Ahora te voy a llevar a una sala donde podrás cambiarte y te llevaré a ver a tu hija - dijo la enfermera.
- ¿Estas bien?
- Si - dice con los ojos vidriosos de la emoción.
- Disfruta de este momento, te espero fuera - dije besándola suavemente y con una sonrisa la deje pasar.
No podía estar más emocionado. No tanto como cuando yo la conocí, pero sabía lo importante que era para ella. Estaba deseando verla de cerca, pero como de momento no era posible pasar los dos, me conformaba con verlas a ambas desde la ventana.
No tuve que esperar mucho para ver como Kate entraba ayudada por la enfermera al interior de la sala. Andaba con dificultad pero con una sonrisa en la cara pasando entre las incubadoras llenas de niños. De repente se paró delante de la nuestra pequeña y sentí una emoción tremenda, tanto es así que no pude evitar que las lágrimas cayeran por mis mejillas al verlas juntas por primera vez.
POV KATE
Entré con paso complicado entre todos esos pequeños buscando a la mía. Estaba tan nerviosa y emocionada por verla por primera vez que me temblaba todo el cuerpo y si no es por la enfermera que iba a ayudándome a cada paso que daba quizás no hubiera podido llegar hasta donde estaba ella.
- Es está de aquí, esta es su hija - dijo la enfermera parando de golpe. No podía verla todavía porque el cuerpo de la enfermera me tapaba, pero cuando la enfermera se aseguró que estaba bien que podía soltarme, se quitó y la vi, sentí una explosión de sentimientos que nunca antes había sentido.
Estaba viendo su carita por primera vez. Y era algo que no puedo explicar con palabras. Era preciosa, pero Castle tenía razón, era tan pequeña que me daba miedo hasta de que pudiera romperse.
No podía dejar de sonreír a la vez que lloraba sin poder evitarlo. Era un sentimiento increíble era como si me doliera el corazón de tanta felicidad. Nunca antes había visto algo tan bonito, nunca antes nadie me había hecho sentir así.
- ¿Quiere tocarla?
- Yo… ¿puedo?
- Claro. Hoy no la cogerás pero en poco tiempo podrás cogerla, es más, será bueno para ella sentir la piel de su madre - dijo la enfermera mientras manipulaba la incubadora para que pudiera meter la mano. Tenía miedo de tocarla y de que pudiera hacerle daño y la enfermera debió de darse cuenta – tranquila, es mucho más fuerte de lo que parece.
Yo trague saliva y con cuidado metí mi mano sin llegar a tocarla, aun me sentía extraña de poder hacerlo y entonces mi pequeña se movió hacia mi mano y nuestras pieles se tocaron, sentí una electricidad que me recorría todo el cuerpo y llore de la gran alegría que sentía, porque hasta este momento, no me di cuenta de lo importante de este momento.
La acaricie y por primera ver sentir esa pielecita enrojecida bajos mis dedos me puso la piel de gallina. Sonara presuntuoso, pero hubiera jurado que me reconoció. Y se lo dije.
- ¡Ey! Chiquitina, soy yo, la que te hablaba cuando me dabas pataditas, vamos a pasar mucho tiempo juntas, así que empieza a acostumbrarte a mi voz, porque a partir de ahora vas a oírme mucho. Tienes que ponerte bien rápido, porque no sé si podre estar lejos de ti, así que deja de remolonear y crece rápido. Tu padre no me dijo que fueras tan bonita, te pareces a él, aunque esos ojitos, creo reconocerlos… ¿Sabes? Entre las dos vamos a volver loco a ese de ahí afuera, vas a tener que ayudarme, porque sola es muy aburrido.
- Tenemos que salir ya. Tienes que descansar.
- ¿No puedo quedarme un poco más?
- No es recomendable. Esta tarde si quieres podrás venir otra vez. ¿Te parece?
- Vale - dije resignada a dejarla porque después de verla, de tocarla, sabía que no iba a querer separarme más de ella en mi vida, iba a ser un infierno todo esto tiempo, quería llevármela a casa, quería estar a cada momento con ella, quería que estuviera bien, quería que dejara de sufrir que pudiera vivir feliz y sana, eso es lo que quería.
Al salir la enfermera me ayudo a cambiarme y ya cansada casi sin poder aguantar más me deje caer sobre la silla exhausta a pesar del poco esfuerzo que había tenido que hacer, pero estaba feliz, muy feliz.
Cuando salí hacia el exterior me encontré con Rick que me miraba con los ojos vidriosos sin duda de haber estado llorando. Estaba sonriendo y yo también ambos éramos felices de poder disfrutar de nuestra hija.
-Déjela ya me encargo yo-dice Rick despidiendo a la enfermera y acercándose hacia mí. Ambos no podemos dejar de sonreír.
-Es increíble-digo de repente sin poder evitar de nuevo emocionarme por lo que acaba de pasar y Rick se agacha quedando cara a cara y con la ternura que siempre me dedica me las limpia.
-te he visto. Por el cristal-dice señalando un enorme cristal a poca distancia.
-Ha sido increíble. He tocado sus deditos, y se los he contado y su carita y todo…es perfecta.
-Claro se parece a su madre.
-¿Se parece?
-Claro-dice sonriendo.
-No soy buena para sacar parecidos.
-Pues créeme se parece a ti, ¿no ves lo guapa que es?
-Sí, es muy guapa. Quiero llevármela a casa ya. No quiero separarme de ella.
-Lo sé. Eres madre Kate es normal que te sientas así.
-Entonces porque no pudo estar con ella.
-Dale un poco de tiempo, después no te separaras de ella. Ahora vamos a la habitación tienes que descansar.
-Ok-dije dejando llevar pero con la sensación de que algo se me rompía en el interior al separarme de ella, cada paso era una puñalada en el corazón. Sin duda estaba completamente enamorada de esa pequeña, sin duda mi hija ya me había robado el corazón.
CONTINUARÁ…
Gracias a todos por leer hasta aquí y espero vuestros comentarios. Recordad que mañana será el último capítulo de la semana y hasta el martes no podré volver a publicar, espero dejaros con un buen sabor de boca.
Gracias y que paséis un buen día.
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BRIGITTEALWAYSBELIEVE- As del póker
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Capítulo 27
Buenos días, os dejo con el último capítulo de la semana y espero dejaros con un buen sabor de boca para poder pasar estas fiestas. Gracias a todos por estar ahí, por seguir desde el principio esta locura.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 27
POV RICK
Pasaron unos días desde que nació nuestra pequeña y el médico nos dijo que podríamos entrar los dos y por fin, tenerla un ratito en nuestros brazos. Estábamos muy emocionados por dar ese paso, paso que nos acercaba cada vez más a ella.
Luego estaba la otra noticia que a Kate no le había gustado tanto pero que era una buena a pesar de todo. Ese día le darían el alta.
Sabía que eso la venía molestando desde que el doctor la aviso que tendría que irse a casa. El estar a solo unos metros de la pequeña, la tranquilizaba algo, pero ahora que tendría que irse, eso la atormentaba.
- Ya he recogido todo - dije metiendo la última prenda de ropa que había acumulado los días que llevábamos allí. La miré y vi que estaba llorando, era como si decirle eso hubiera echo real que nos íbamos - Kate, todo está bien – la reprendí, acercándome a ella y envolviéndola entre mis brazos.
- No quiero irme. No sin ella.
- Lo sé cariño. Pero mañana estaremos de nuevo aquí para verla.
- Pero…
- Todo va a salir bien. Cuando te quieras dar cuenta estaremos en casa de nuevo, todos juntos.
- Eso espero - dijo escondiendo su cara en mi cuello haciéndome cosquillas. Había echado tanto de menos poder abrazarla que me sentí reacio a separarme de ella.
- Chicos, es la hora - exclamo mi madre entrando a la habitación.
- Gracias - dije separándome de Kate y cogiéndole de la mano para tirar de ella.
- Yo me encargo de la bolsa. Vosotros id con vuestra pequeña.
- Gracias madre - digo mientras la abrazaba.
Nos despedimos de mi madre que arrastraba la maleta con sus ruedines y volví a agarrar a Kate de la mano para seguir el camino que nos llevaba a nuestra pequeña, ese camino que ya nos conocíamos de memoria. Ese camino que habíamos hecho tantas veces en estos días que llegue a contarlos. Los pasos que nos separan de nuestra hija eran 147 pasos exactamente. Quizás poco para otros pero para nosotros todo un mundo que iba a aumentar en apenas unas horas.
- ¿Estas nerviosa? – pregunte a Kate al notar como sus manos empezaban a sudar.
- Sí, ¿tú no?
- Estoy muerto de miedo - dije haciéndola reír.
- Estoy deseando poder cogerla, pero me da miedo que…
- No le harás daño, al revés la ayudaras, eso es lo que dicen los médicos.
- Ya pero…
- Pero nada - dije parándola para mirarla fijamente - Kate eres su madre no puedes hacerle daño - dije sonriéndole y ella me sonrió nerviosa.
- Como he tenido tanta suerte contigo - dijo sonriéndome mientras me abraza por la espalda.
- La suerte es mía Kate - dije dándome la vuelta y besándola suavemente en los labios con una leve caricia.
- No quiero irme pero…
- ¿Pero qué?
- Tengo ganas de estar a solas contigo.
- ¿A solas? - dije mirándola pícaramente - ¿Qué quieres hacer que tienes que ser a solas? – la pique mientras besaba cuello.
- Ya lo verás. Ahora será mejor que entremos a ver a nuestra pequeña.
- Sí, será mejor – dije cediéndole el paso para que ambos pudiéramos acceder al vestidor donde los atuendos estériles nos esperaban vestirnos.
POV KATE
Era día de avances, el primer día que entrabamos juntos y el primer día que iba a tener a mi pequeña entre mis brazos y eso hacía que estuviera nerviosa y emocionada a la vez.
Cuando la enfermera nos avisó para acceder a la unidad de prematuros, sentí como Rick entrelazaba sus dedos con los míos y enseguida busque su mirada que iba acompañada de una gran sonrisa igual o mayor que la mía.
Seguimos a la enfermera hasta donde estaba nuestra pequeña que con solo unos días de vida ya se le notaba la mejoría, poco a poco empezaba a crecer y cada día la veía mucho mejor que el anterior y eso me ayudaba a seguir viva, durante el tiempo que tenía que pasar lejos de ella.
En cuanto entramos y la vi, una sonrisa iluminó mi cara sin ni siquiera pensarlo. Era tan bonita que mi corazón se desbocada al verla.
- Bien ¿preparados? ¿Quién quiere ser el primero?
- Ella - dijo Rick mirándome y yo se lo agradecí con una sonrisa.
La enfermera sacó con sumo cuidado de la incubadora a nuestra pequeña y con delicadeza la colocó sobre mis brazos haciendo que me estremeciera al sentir su pequeño cuerpo sobre mis brazos.
Tenía miedo, más bien pánico. No soportaría que le pasara nada, tenía miedo de que pudiera pasarle cualquier cosa tras sacarla de su burbuja de seguridad. Pero cuando la tuve en brazos y vi cómo me reconocía, se adaptaba buscando mi cuerpo, escondiendo su carita en mi pecho buscando quizá alimento, hizo que me recorriera todo el cuerpo una fuerte electricidad.
- Es increíble - dijo Rick acercándose a nosotras colocándose detrás para verla mejor - se nota que te reconoce. ¿Cómo no? Sabe que eres su mama y quien va a alimentarla.
- Cuando la tengas en tus brazos también se enamorará de ti.
- Ya, como en mis brazos en ningún lado ¿no?, soy una gran almohada - dijo haciéndome reír.
- Está muy tranquila.
- Esta con su madre, con quien va a estar más segura - dijo besándome suavemente en la cabeza haciendo que se me erizara los pelos - Es la mejor imagen de mi vida.
- Es tan pequeña, apenas noto su peso en mis brazos.
- Sí, es pequeña pero también es muy inteligente - dijo Rick al ver como se movía recostándose mejor sobre mis brazos. Toque su pelito negro y sentí que eso era lo mejor que me había pasado en la vida.
- Rick.
- ¿Si?
- ¿Estás preparado?
- ¿Ya?
- No quieres…
- Claro… solo… no quiero hacerle daño.
- No le harás daño.
- Es muy pequeña y mis manos son demasiado grandes…
- Rick estará muy a gusto. Verás cómo estará fenomenal. Vamos no seas miedica - dije picándole y trago saliva mientras colocaba sus brazos muy juntos para hacer el hueco pequeño y recibir el pequeño cuerpo de nuestra princesa - Allison, este es papa. Papa tiene miedo de hacerte daño pero verás que bien se está en sus brazos - dije entregándosela y Rick se impresiono al sentir su cuerpo pequeño en sus brazos. Le mire y vi como sus ojos brillaban por las lágrimas que estaban a punto de caer.
- Esto es increíble – dijo a media voz - Hola princesa, soy tu papa. Eres mi pequeña, nuestra pequeña - dijo mirándome con una sonrisa y yo se la devolví - ¿Sabes? Tienes a mucha gente que te quiere deseando conocerte. Vas a ser la princesa de la casa. ¿Y sabes otra cosa? Esta que está aquí, tu mama, te quiere mucho. ¿Y sabes que tienes la mejor madre del mundo? es una persona increíble, es una heroína.
- Castle no le mientas ya a la niña - dije golpeándole suavemente en el hombro.
- No es mentira. Lo que pasa, es que no quiere que nadie se entere. Es un secreto – le dijo susurrando y haciéndome reír - ¿y ves? vas a ser muy guapa. Te parecerás a ella y serás la más guapa.
- Rick para. Allison no le hagas caso. Mejor hablemos de tu papa - dije sonriendo - es un gran tipo, un gran escritor, un hombre que dará la vida por ti si hace falta. Es el mejor padre que podrías tener, ya lo ha sido con tu hermanita y verás cómo lo va a ser también contigo - cuando acabe mi charla con mi hija, le miré y vi que tenía su mirada clavada sobre la mía casi sin parpadear - ¿Qué?
- Te falta decir que es irresistiblemente guapo - dijo con una sonrisa arrogante en la cara haciéndome reír.
- ¿Cómo me había olvidado de eso? - dije sin parar reír.
- Que no se te vuelva a olvidar - dijo depositando sus labios sobre los míos en un tierno beso que me tomo por sorpresa pero que me encantó.
- Siento interrumpir, pero el tiempo se acabó. La peque tiene que volver a la incubadora.
- ¡Oh…! - dije de repente dándome cuenta de que esto solo era un espejismo y que ahora llegaba la realidad, tendríamos que irnos y nuestra obligación era dejarla aquí sola.
- ¿Quieres despedirte de ella? - dijo Rick ofreciéndome a la niña y yo asentí con una sonrisa triste en la cara. Él le dio un suave beso en la cabecita antes de dejarla sobre mis brazos consiguiendo que me sintiera de nuevo completa. Me di cuenta que ahora si había conseguido hacer realidad mi sueño, había conseguido ser madre de esta preciosidad y me iba a pasar el resto de mi vida siendo feliz a su lado.
La besé suavemente en la cabecita acariciando su suave pelito y dejándola en las manos de la enfermera que la volvió a meter en la incubadora. Allí empezó a moverse inquieta como si echara de menos nuestros brazos y sentí un dolor en mi pecho por dejarla allí, por verla así.
- Estará bien. Mañana volveremos a tenerla con nosotros - dijo Rick abrazándome y sabía que tenía razón pero no podía quitarme ese sentimiento de abandono de lo más profundo de mi corazón.
CONTINUARÁ…
Gracias a todos por llegar hasta aquí, ahora un descansito de la historia pero volveré el martes para empezar con los últimos capítulos, ya queda muy poquito.
Deciros que ya tengo otra empezada y en cuanto acabe esta más o menos empezaré a subirla, es completamente AU con drama y mucho Caskett.
Gracias por estar ahí y que paséis una buena SEMANA SANTA
XXOO
Twitter: tamyalways
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 27
POV RICK
Pasaron unos días desde que nació nuestra pequeña y el médico nos dijo que podríamos entrar los dos y por fin, tenerla un ratito en nuestros brazos. Estábamos muy emocionados por dar ese paso, paso que nos acercaba cada vez más a ella.
Luego estaba la otra noticia que a Kate no le había gustado tanto pero que era una buena a pesar de todo. Ese día le darían el alta.
Sabía que eso la venía molestando desde que el doctor la aviso que tendría que irse a casa. El estar a solo unos metros de la pequeña, la tranquilizaba algo, pero ahora que tendría que irse, eso la atormentaba.
- Ya he recogido todo - dije metiendo la última prenda de ropa que había acumulado los días que llevábamos allí. La miré y vi que estaba llorando, era como si decirle eso hubiera echo real que nos íbamos - Kate, todo está bien – la reprendí, acercándome a ella y envolviéndola entre mis brazos.
- No quiero irme. No sin ella.
- Lo sé cariño. Pero mañana estaremos de nuevo aquí para verla.
- Pero…
- Todo va a salir bien. Cuando te quieras dar cuenta estaremos en casa de nuevo, todos juntos.
- Eso espero - dijo escondiendo su cara en mi cuello haciéndome cosquillas. Había echado tanto de menos poder abrazarla que me sentí reacio a separarme de ella.
- Chicos, es la hora - exclamo mi madre entrando a la habitación.
- Gracias - dije separándome de Kate y cogiéndole de la mano para tirar de ella.
- Yo me encargo de la bolsa. Vosotros id con vuestra pequeña.
- Gracias madre - digo mientras la abrazaba.
Nos despedimos de mi madre que arrastraba la maleta con sus ruedines y volví a agarrar a Kate de la mano para seguir el camino que nos llevaba a nuestra pequeña, ese camino que ya nos conocíamos de memoria. Ese camino que habíamos hecho tantas veces en estos días que llegue a contarlos. Los pasos que nos separan de nuestra hija eran 147 pasos exactamente. Quizás poco para otros pero para nosotros todo un mundo que iba a aumentar en apenas unas horas.
- ¿Estas nerviosa? – pregunte a Kate al notar como sus manos empezaban a sudar.
- Sí, ¿tú no?
- Estoy muerto de miedo - dije haciéndola reír.
- Estoy deseando poder cogerla, pero me da miedo que…
- No le harás daño, al revés la ayudaras, eso es lo que dicen los médicos.
- Ya pero…
- Pero nada - dije parándola para mirarla fijamente - Kate eres su madre no puedes hacerle daño - dije sonriéndole y ella me sonrió nerviosa.
- Como he tenido tanta suerte contigo - dijo sonriéndome mientras me abraza por la espalda.
- La suerte es mía Kate - dije dándome la vuelta y besándola suavemente en los labios con una leve caricia.
- No quiero irme pero…
- ¿Pero qué?
- Tengo ganas de estar a solas contigo.
- ¿A solas? - dije mirándola pícaramente - ¿Qué quieres hacer que tienes que ser a solas? – la pique mientras besaba cuello.
- Ya lo verás. Ahora será mejor que entremos a ver a nuestra pequeña.
- Sí, será mejor – dije cediéndole el paso para que ambos pudiéramos acceder al vestidor donde los atuendos estériles nos esperaban vestirnos.
POV KATE
Era día de avances, el primer día que entrabamos juntos y el primer día que iba a tener a mi pequeña entre mis brazos y eso hacía que estuviera nerviosa y emocionada a la vez.
Cuando la enfermera nos avisó para acceder a la unidad de prematuros, sentí como Rick entrelazaba sus dedos con los míos y enseguida busque su mirada que iba acompañada de una gran sonrisa igual o mayor que la mía.
Seguimos a la enfermera hasta donde estaba nuestra pequeña que con solo unos días de vida ya se le notaba la mejoría, poco a poco empezaba a crecer y cada día la veía mucho mejor que el anterior y eso me ayudaba a seguir viva, durante el tiempo que tenía que pasar lejos de ella.
En cuanto entramos y la vi, una sonrisa iluminó mi cara sin ni siquiera pensarlo. Era tan bonita que mi corazón se desbocada al verla.
- Bien ¿preparados? ¿Quién quiere ser el primero?
- Ella - dijo Rick mirándome y yo se lo agradecí con una sonrisa.
La enfermera sacó con sumo cuidado de la incubadora a nuestra pequeña y con delicadeza la colocó sobre mis brazos haciendo que me estremeciera al sentir su pequeño cuerpo sobre mis brazos.
Tenía miedo, más bien pánico. No soportaría que le pasara nada, tenía miedo de que pudiera pasarle cualquier cosa tras sacarla de su burbuja de seguridad. Pero cuando la tuve en brazos y vi cómo me reconocía, se adaptaba buscando mi cuerpo, escondiendo su carita en mi pecho buscando quizá alimento, hizo que me recorriera todo el cuerpo una fuerte electricidad.
- Es increíble - dijo Rick acercándose a nosotras colocándose detrás para verla mejor - se nota que te reconoce. ¿Cómo no? Sabe que eres su mama y quien va a alimentarla.
- Cuando la tengas en tus brazos también se enamorará de ti.
- Ya, como en mis brazos en ningún lado ¿no?, soy una gran almohada - dijo haciéndome reír.
- Está muy tranquila.
- Esta con su madre, con quien va a estar más segura - dijo besándome suavemente en la cabeza haciendo que se me erizara los pelos - Es la mejor imagen de mi vida.
- Es tan pequeña, apenas noto su peso en mis brazos.
- Sí, es pequeña pero también es muy inteligente - dijo Rick al ver como se movía recostándose mejor sobre mis brazos. Toque su pelito negro y sentí que eso era lo mejor que me había pasado en la vida.
- Rick.
- ¿Si?
- ¿Estás preparado?
- ¿Ya?
- No quieres…
- Claro… solo… no quiero hacerle daño.
- No le harás daño.
- Es muy pequeña y mis manos son demasiado grandes…
- Rick estará muy a gusto. Verás cómo estará fenomenal. Vamos no seas miedica - dije picándole y trago saliva mientras colocaba sus brazos muy juntos para hacer el hueco pequeño y recibir el pequeño cuerpo de nuestra princesa - Allison, este es papa. Papa tiene miedo de hacerte daño pero verás que bien se está en sus brazos - dije entregándosela y Rick se impresiono al sentir su cuerpo pequeño en sus brazos. Le mire y vi como sus ojos brillaban por las lágrimas que estaban a punto de caer.
- Esto es increíble – dijo a media voz - Hola princesa, soy tu papa. Eres mi pequeña, nuestra pequeña - dijo mirándome con una sonrisa y yo se la devolví - ¿Sabes? Tienes a mucha gente que te quiere deseando conocerte. Vas a ser la princesa de la casa. ¿Y sabes otra cosa? Esta que está aquí, tu mama, te quiere mucho. ¿Y sabes que tienes la mejor madre del mundo? es una persona increíble, es una heroína.
- Castle no le mientas ya a la niña - dije golpeándole suavemente en el hombro.
- No es mentira. Lo que pasa, es que no quiere que nadie se entere. Es un secreto – le dijo susurrando y haciéndome reír - ¿y ves? vas a ser muy guapa. Te parecerás a ella y serás la más guapa.
- Rick para. Allison no le hagas caso. Mejor hablemos de tu papa - dije sonriendo - es un gran tipo, un gran escritor, un hombre que dará la vida por ti si hace falta. Es el mejor padre que podrías tener, ya lo ha sido con tu hermanita y verás cómo lo va a ser también contigo - cuando acabe mi charla con mi hija, le miré y vi que tenía su mirada clavada sobre la mía casi sin parpadear - ¿Qué?
- Te falta decir que es irresistiblemente guapo - dijo con una sonrisa arrogante en la cara haciéndome reír.
- ¿Cómo me había olvidado de eso? - dije sin parar reír.
- Que no se te vuelva a olvidar - dijo depositando sus labios sobre los míos en un tierno beso que me tomo por sorpresa pero que me encantó.
- Siento interrumpir, pero el tiempo se acabó. La peque tiene que volver a la incubadora.
- ¡Oh…! - dije de repente dándome cuenta de que esto solo era un espejismo y que ahora llegaba la realidad, tendríamos que irnos y nuestra obligación era dejarla aquí sola.
- ¿Quieres despedirte de ella? - dijo Rick ofreciéndome a la niña y yo asentí con una sonrisa triste en la cara. Él le dio un suave beso en la cabecita antes de dejarla sobre mis brazos consiguiendo que me sintiera de nuevo completa. Me di cuenta que ahora si había conseguido hacer realidad mi sueño, había conseguido ser madre de esta preciosidad y me iba a pasar el resto de mi vida siendo feliz a su lado.
La besé suavemente en la cabecita acariciando su suave pelito y dejándola en las manos de la enfermera que la volvió a meter en la incubadora. Allí empezó a moverse inquieta como si echara de menos nuestros brazos y sentí un dolor en mi pecho por dejarla allí, por verla así.
- Estará bien. Mañana volveremos a tenerla con nosotros - dijo Rick abrazándome y sabía que tenía razón pero no podía quitarme ese sentimiento de abandono de lo más profundo de mi corazón.
CONTINUARÁ…
Gracias a todos por llegar hasta aquí, ahora un descansito de la historia pero volveré el martes para empezar con los últimos capítulos, ya queda muy poquito.
Deciros que ya tengo otra empezada y en cuanto acabe esta más o menos empezaré a subirla, es completamente AU con drama y mucho Caskett.
Gracias por estar ahí y que paséis una buena SEMANA SANTA
XXOO
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Re: Mucho más que algo en común-Tamyalways-Epílogo subido
Me encantaaa sigueee
Que significa AU??
Que significa AU??
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Capítulo 28
Buenos días, ya estamos de vuelta. Aquí os dejo un nuevo capítulo después de los días de vaca, ya queda muy poquito para acabar la historia espero que la sigáis disfrutando.
Agradecer una vez más la labor de mi compañera
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 28
POV RICK
Llevábamos dos semanas en casa, casi un mes desde que nuestra pequeña había nacido y aun seguíamos esperando a que nos dieran permiso para llevárnosla a casa.
Se había vuelta una rutina para los dos. Levantarnos temprano ducharnos juntos para ahorrar tiempo, desayunar y salir disparados hacia el hospital. Allí pasábamos todo el día hasta que acababa la hora de visitas y volvíamos a casa ambos desanimados por que se acabara otro día y volviéramos a casa sin ella.
Yo lo llevaba mal pero peor era llegar a casa y ver como Kate se venía abajo. Ella más que nadie la necesitaba a su lado. Se le hacía un mundo tener que retornar a casa una vez acababa el día. Llevaba un montón de tiempo de baja y aún así no había nombrado ni un solo día la comisaria. No pensaba en otra cosa que en nuestra pequeña, apenas hablábamos de nada solo de nuestra princesa; era como si su mundo se hubiera parado y necesitábamos que alguien le diera al “play”; no podíamos seguir en esta pausa de nuestra vida. Solo la veía sonreír el tiempo que estaba con ella y eso me hacía sentir mal. No sabía cómo ayudarla, me sentía inútil.
Hoy era un día bastante malo, habíamos vuelto a discutir porque le había pedido que pasáramos un rato más en la cama que quería pasar tiempo con ella, pero se levantó enfadada y se estaba duchando sola mientras yo estaba todavía tumbado en la cama sin saber que hacer para mejorar todo esta situación.
Pensé que todo lo malo se había acabado… y quizás fuera así pero la necesitábamos en casa para empezar una vida normal… tenía que ser eso.
Me levante y sin decir nada me metí en la ducha donde ella empezaba a lavarse la cabeza. Aproveche el momento y quite sus manos, usando las mías para lavarle el cabello, masajeándola, intentando apagar un poco el estrés que le corría por dentro.
- Rick… - dijo en un tono bajo, tranquila por mis caricias.
Me arrime más a ella, quedando pegado a su cuerpo desnudo, colocado mi boca sobre su oído y no puedo evitar susurrarle.
- Te quiero Kate, pase lo que pase, te quiero.
En ese instante rompió a llorar, su cuerpo se transformó, rompiéndose por todo ese dolor que llevaba acumulado. Y la abrace, atrayéndola hacia mí con fuerza sin soltarla en ningún momento.
Cuando sentí que se calmaba, la gire quedando cara a cara con ella. Con mi mano subí su cara para mirarla a los ojos y vi aún sus ojos enrojecidos por el llanto. Los bese despacio y con todo el amor que sentía por ella, una simple caricia pero que hizo que ambos nos quedáramos con muchas ganas de más.
- Lo siento.
- No tienes que hacerlo, no pasa nada Kate.
- Deberías odiarme. Me estoy comportando como una idiota… yo lo siento mucho…
- Estas bajo una presión tremenda cariño, y yo también lo estoy. Pero esto se está acabando, ya pronto podremos volver a casa con nuestra princesita y todo irá bien, irá mucho mejor que bien.
- Tengo tanto miedo de volver a perderte.
- No me perderás, me oyes - dije haciendo hincapié en ello y obligándola a que me mirara a los ojos, porque siempre que hablábamos con ellos no nos equivocábamos.
- Si sigo así, lo haré. Te quiero Rick, quiero estar contigo… pero necesito tenerla en casa, necesito saber que de una vez por todas todo este calvario se ha pasado.
- Kate nunca acabara. Cuando se es madre siempre tienes ese temor, te vuelves sobreprotector con ella… lo sé por experiencia - dije haciéndola sonreír - serás una gran madre pero no solo se puede ser madre Kate. Eres madre, mujer, policía, amiga, hija… eres persona Kate no puedes centrarte solo en eso, si no te volverás loca.
- No sé cómo hacerlo.
- Déjate llevar Kate… déjate llevar por lo que sientes en cada momento - dije besándola con amor, apretándola contra mi cuerpo.
Nos vestimos entre besos y salimos rumbo al hospital media hora más tarde de lo normal lo que me hizo sacar una sonrisa, hoy por fin había cambiado algo en la rutina además de la magnífica ducha.
Llegamos al hospital ambos más relajados y felices. La charla y como no, la buena mañana llena de “algo más” nos había sentado de fábula. Sentía que todo iba a salir bien, que hoy empezábamos un nuevo rumbo.
Entramos en el hospital y cogimos el camino hacia nuestra pequeña, ya todo el personal nos conocía, formaba parte de nuestras vidas. Cuando llegamos a la ventana de la sala vimos que nuestra pequeña no estaba y me inquiete ante esa imagen, pero mucho peor fue lo de Kate.
- ¿Qué?... - dijo Kate mirando hacia todos los lados y yo intente calmarla aunque también estaba muy nervioso.
- Kate tranquila, vamos a esperar a ver que dicen los médicos.
- No puedo esperar - dijo parando a la primera enfermera que paso por allí - perdone, Allison Castle…no está. ¿Qué ha pasado?
- ¡Ah…! estábamos esperándoles, pero como no vinieron a su hora, el doctor decidió hacerlo ya.
- ¿Hacer qué? - pregunté nervioso.
- Unas pruebas… - iba a seguir pero Kate no le dejo, estaba empezando a ponerse demasiado nerviosa.
- Pruebas de que…
-Tranquila, pruebas respiratorias. Es normal antes de mandarla a casa.
- ¿Mandarla a casa? - pregunté sorprendido.
- Sí, si todo va bien podrán llevársela ya a casa. Pero eso será mejor que se lo cuente el médico. Por allí viene - dijo señalando a nuestra espalda.
- Doctor… doctor… - lo llamo Kate atropellando las palabras por los nervios.
- Ya están aquí. Os estaba esperando pero quise empezar sin vosotros.
- Para hacerle pruebas a mi pequeña pero… es verdad que es…
- Quería hacerlas cuanto antes para que podáis llevárosla esta tarde.
- ¿En serio?
- Si todo va a bien, no veo por qué no, pero tenemos que esperar los resultados.
- Rick ¿lo has escuchado?
- Sí, creo que por fin vamos a estar todos en casa.
- Todo ha cambiado. Nos ha cambiado por fin el karma - dijo riéndose de mi por estar siempre hablando de ello y del futuro.
- Bueno, primero tenemos que esperar.
- Entonces hay dudas… - pregunto Kate preocupada de nuevo.
- No, si… quiero decir. No tiene por qué haber problemas, pero a lo mejor necesita algún día más, así que no nos precipitemos.
- ¿No podemos verla?
- Ahora no, estamos en la planta de diagnóstico donde están los distintos aparatos para llevar a cabo esas pruebas. Vosotros iros a tomar un café a la cafetería y yo os aviso cuando tenga los resultados.
- Pero…
- Kate ya lo has oído. Tenemos que esperar y para esperar aquí mejor vamos y nos tomamos un buen café.
- Bueno, no es muy bueno, pero mejor que el de la máquina es - dijo el médico con una sonrisa - iros tranquilos, está en buenas manos. Espero daros una buena noticia cuando volváis.
- Gracias doctor - dije despidiéndome. Cogí a Kate de la mano y con una sonrisa la saque de allí.
Llegamos a la cafería y tras pedir nuestros cafés nos sentamos en una mesa de fuera para disfrutar un poco del buen tiempo que hacía. La verdad es que hacia un montón de tiempo que no disfrutábamos de la luz solar.
- ¿Estas nerviosa?
- Claro que lo estoy. Es normal, parece que por fin han escuchado mis súplicas. Si podemos llevárnosla, ¿Qué vamos a hacer?
- Pues disfrutar de ella.
- No tenemos la habitación preparada.
- Tenemos la cuna en la habitación. De momento estará con nosotros cuando tenga que ocupar su habitación estará lista. Te prometo que lo estará.
- Tenemos que llamar a todos, hay que celebrar esta gran noticia - dijo emocionada y la mire con una sonrisa, por fin parecía estar saliendo de ese pozo donde se había metido ella sola y del que parecía que no iba a salir - ¿Por qué sonríes?
- Porque me alegro de verte feliz - dije recogiendo un mechón de pelo detrás de su oreja.
- Mucha culpa la tienes tú – dijo mordiéndose en labio mientras sonreía y no pude evitar besarla.
- No quiero que este día acabe nunca - dije besándole suavemente la punta de la nariz y sentí como cerraba los ojos para sentir mejor el momento.
- Prometo que todo va a ir bien a partir de ahora. Te prometo que voy a poner todo de mi parte.
- Lo sé. Vamos a ser felices Kate, estoy seguro de ello.
- Kate…Rick - escuchamos que alguien nos llamaba y cuando nos giramos, allí estaba el doctor mirándonos - ya tengo los resultados.
Y ahí estaba nuestro futuro más cercano, el más cercano porque pasara lo que pasara ella era nuestro futuro. Cerré los ojos y agarré a Kate de la mano esperando a saber cuál iba a ser ese destino que nos estaba esperando a la vuelta de la esquina.
CONTINUARÁ…
Mañana un nuevo capítulo para que la espera sea mucho más corta. Gracias a todos por vuestra paciencia y espero que lo disfrutéis.
Comentarios siempre bienvenidos.
XXOO
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Agradecer una vez más la labor de mi compañera
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 28
POV RICK
Llevábamos dos semanas en casa, casi un mes desde que nuestra pequeña había nacido y aun seguíamos esperando a que nos dieran permiso para llevárnosla a casa.
Se había vuelta una rutina para los dos. Levantarnos temprano ducharnos juntos para ahorrar tiempo, desayunar y salir disparados hacia el hospital. Allí pasábamos todo el día hasta que acababa la hora de visitas y volvíamos a casa ambos desanimados por que se acabara otro día y volviéramos a casa sin ella.
Yo lo llevaba mal pero peor era llegar a casa y ver como Kate se venía abajo. Ella más que nadie la necesitaba a su lado. Se le hacía un mundo tener que retornar a casa una vez acababa el día. Llevaba un montón de tiempo de baja y aún así no había nombrado ni un solo día la comisaria. No pensaba en otra cosa que en nuestra pequeña, apenas hablábamos de nada solo de nuestra princesa; era como si su mundo se hubiera parado y necesitábamos que alguien le diera al “play”; no podíamos seguir en esta pausa de nuestra vida. Solo la veía sonreír el tiempo que estaba con ella y eso me hacía sentir mal. No sabía cómo ayudarla, me sentía inútil.
Hoy era un día bastante malo, habíamos vuelto a discutir porque le había pedido que pasáramos un rato más en la cama que quería pasar tiempo con ella, pero se levantó enfadada y se estaba duchando sola mientras yo estaba todavía tumbado en la cama sin saber que hacer para mejorar todo esta situación.
Pensé que todo lo malo se había acabado… y quizás fuera así pero la necesitábamos en casa para empezar una vida normal… tenía que ser eso.
Me levante y sin decir nada me metí en la ducha donde ella empezaba a lavarse la cabeza. Aproveche el momento y quite sus manos, usando las mías para lavarle el cabello, masajeándola, intentando apagar un poco el estrés que le corría por dentro.
- Rick… - dijo en un tono bajo, tranquila por mis caricias.
Me arrime más a ella, quedando pegado a su cuerpo desnudo, colocado mi boca sobre su oído y no puedo evitar susurrarle.
- Te quiero Kate, pase lo que pase, te quiero.
En ese instante rompió a llorar, su cuerpo se transformó, rompiéndose por todo ese dolor que llevaba acumulado. Y la abrace, atrayéndola hacia mí con fuerza sin soltarla en ningún momento.
Cuando sentí que se calmaba, la gire quedando cara a cara con ella. Con mi mano subí su cara para mirarla a los ojos y vi aún sus ojos enrojecidos por el llanto. Los bese despacio y con todo el amor que sentía por ella, una simple caricia pero que hizo que ambos nos quedáramos con muchas ganas de más.
- Lo siento.
- No tienes que hacerlo, no pasa nada Kate.
- Deberías odiarme. Me estoy comportando como una idiota… yo lo siento mucho…
- Estas bajo una presión tremenda cariño, y yo también lo estoy. Pero esto se está acabando, ya pronto podremos volver a casa con nuestra princesita y todo irá bien, irá mucho mejor que bien.
- Tengo tanto miedo de volver a perderte.
- No me perderás, me oyes - dije haciendo hincapié en ello y obligándola a que me mirara a los ojos, porque siempre que hablábamos con ellos no nos equivocábamos.
- Si sigo así, lo haré. Te quiero Rick, quiero estar contigo… pero necesito tenerla en casa, necesito saber que de una vez por todas todo este calvario se ha pasado.
- Kate nunca acabara. Cuando se es madre siempre tienes ese temor, te vuelves sobreprotector con ella… lo sé por experiencia - dije haciéndola sonreír - serás una gran madre pero no solo se puede ser madre Kate. Eres madre, mujer, policía, amiga, hija… eres persona Kate no puedes centrarte solo en eso, si no te volverás loca.
- No sé cómo hacerlo.
- Déjate llevar Kate… déjate llevar por lo que sientes en cada momento - dije besándola con amor, apretándola contra mi cuerpo.
Nos vestimos entre besos y salimos rumbo al hospital media hora más tarde de lo normal lo que me hizo sacar una sonrisa, hoy por fin había cambiado algo en la rutina además de la magnífica ducha.
Llegamos al hospital ambos más relajados y felices. La charla y como no, la buena mañana llena de “algo más” nos había sentado de fábula. Sentía que todo iba a salir bien, que hoy empezábamos un nuevo rumbo.
Entramos en el hospital y cogimos el camino hacia nuestra pequeña, ya todo el personal nos conocía, formaba parte de nuestras vidas. Cuando llegamos a la ventana de la sala vimos que nuestra pequeña no estaba y me inquiete ante esa imagen, pero mucho peor fue lo de Kate.
- ¿Qué?... - dijo Kate mirando hacia todos los lados y yo intente calmarla aunque también estaba muy nervioso.
- Kate tranquila, vamos a esperar a ver que dicen los médicos.
- No puedo esperar - dijo parando a la primera enfermera que paso por allí - perdone, Allison Castle…no está. ¿Qué ha pasado?
- ¡Ah…! estábamos esperándoles, pero como no vinieron a su hora, el doctor decidió hacerlo ya.
- ¿Hacer qué? - pregunté nervioso.
- Unas pruebas… - iba a seguir pero Kate no le dejo, estaba empezando a ponerse demasiado nerviosa.
- Pruebas de que…
-Tranquila, pruebas respiratorias. Es normal antes de mandarla a casa.
- ¿Mandarla a casa? - pregunté sorprendido.
- Sí, si todo va bien podrán llevársela ya a casa. Pero eso será mejor que se lo cuente el médico. Por allí viene - dijo señalando a nuestra espalda.
- Doctor… doctor… - lo llamo Kate atropellando las palabras por los nervios.
- Ya están aquí. Os estaba esperando pero quise empezar sin vosotros.
- Para hacerle pruebas a mi pequeña pero… es verdad que es…
- Quería hacerlas cuanto antes para que podáis llevárosla esta tarde.
- ¿En serio?
- Si todo va a bien, no veo por qué no, pero tenemos que esperar los resultados.
- Rick ¿lo has escuchado?
- Sí, creo que por fin vamos a estar todos en casa.
- Todo ha cambiado. Nos ha cambiado por fin el karma - dijo riéndose de mi por estar siempre hablando de ello y del futuro.
- Bueno, primero tenemos que esperar.
- Entonces hay dudas… - pregunto Kate preocupada de nuevo.
- No, si… quiero decir. No tiene por qué haber problemas, pero a lo mejor necesita algún día más, así que no nos precipitemos.
- ¿No podemos verla?
- Ahora no, estamos en la planta de diagnóstico donde están los distintos aparatos para llevar a cabo esas pruebas. Vosotros iros a tomar un café a la cafetería y yo os aviso cuando tenga los resultados.
- Pero…
- Kate ya lo has oído. Tenemos que esperar y para esperar aquí mejor vamos y nos tomamos un buen café.
- Bueno, no es muy bueno, pero mejor que el de la máquina es - dijo el médico con una sonrisa - iros tranquilos, está en buenas manos. Espero daros una buena noticia cuando volváis.
- Gracias doctor - dije despidiéndome. Cogí a Kate de la mano y con una sonrisa la saque de allí.
Llegamos a la cafería y tras pedir nuestros cafés nos sentamos en una mesa de fuera para disfrutar un poco del buen tiempo que hacía. La verdad es que hacia un montón de tiempo que no disfrutábamos de la luz solar.
- ¿Estas nerviosa?
- Claro que lo estoy. Es normal, parece que por fin han escuchado mis súplicas. Si podemos llevárnosla, ¿Qué vamos a hacer?
- Pues disfrutar de ella.
- No tenemos la habitación preparada.
- Tenemos la cuna en la habitación. De momento estará con nosotros cuando tenga que ocupar su habitación estará lista. Te prometo que lo estará.
- Tenemos que llamar a todos, hay que celebrar esta gran noticia - dijo emocionada y la mire con una sonrisa, por fin parecía estar saliendo de ese pozo donde se había metido ella sola y del que parecía que no iba a salir - ¿Por qué sonríes?
- Porque me alegro de verte feliz - dije recogiendo un mechón de pelo detrás de su oreja.
- Mucha culpa la tienes tú – dijo mordiéndose en labio mientras sonreía y no pude evitar besarla.
- No quiero que este día acabe nunca - dije besándole suavemente la punta de la nariz y sentí como cerraba los ojos para sentir mejor el momento.
- Prometo que todo va a ir bien a partir de ahora. Te prometo que voy a poner todo de mi parte.
- Lo sé. Vamos a ser felices Kate, estoy seguro de ello.
- Kate…Rick - escuchamos que alguien nos llamaba y cuando nos giramos, allí estaba el doctor mirándonos - ya tengo los resultados.
Y ahí estaba nuestro futuro más cercano, el más cercano porque pasara lo que pasara ella era nuestro futuro. Cerré los ojos y agarré a Kate de la mano esperando a saber cuál iba a ser ese destino que nos estaba esperando a la vuelta de la esquina.
CONTINUARÁ…
Mañana un nuevo capítulo para que la espera sea mucho más corta. Gracias a todos por vuestra paciencia y espero que lo disfrutéis.
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Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Capítulo 29
Buenos días, aquí estoy con un capítulo más, ya queda muy pero que muy poquito…2 capítulos más y esto habrá acabado. Gracias a todos por compartir esta historia conmigo.
Gracias por supuesto a mi compañera por su trabajo y su apoyo.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 29
POV KATE
Cuando vimos entrar al doctor a la cafetería buscándonos a nosotros sentí unos nervios en el estómago que casi me hacen caerme al suelo. Nos levantamos inmediatamente y miré a Rick, le agarré fuerte de la mano y él enseguida me atrajo hacia él abrazándome con fuerza por la cintura.
- ¿Y bien? - preguntó el impaciente por los dos.
- Todo parece normal, no veo nada que…
- ¿Nada qué? - dije yo casi sin voz, sintiendo la boca seca.
- No hay nada malo que impida que os la podáis llevar.
- ¿Nos la podemos llevar? - pregunté como una tonta que no entendía nada.
- Kate podemos llevárnosla a casa - dijo Rick de repente abrazándome con fuerza, tanta fuerza que casi pierdo el equilibrio. Pero me abrace con él y llore, llore como una posesa, pero esta vez por la máxima felicidad posible, porque por fin empezaba mi nueva vida, una vida con ellos en casa, una vida en familia.
- Es el mejor momento desde que la vi por primera vez.
- Nos vamos, por fin, por fin - se puso a gritar Rick mientras saltaba sin dejar de sonreír y yo me emocione de verlo tan feliz.
- No me voy a sentir mal porque estéis tan felices de no volver a verme - dijo el doctor bromeando con nosotros - ahora os daré una serie de recomendaciones para que no tengáis ningún problema al cuidar de la pequeña. Tendréis que venir en un par de semanas para ver que todo va bien aunque creo que todo ira perfecto. Y como no, si veis que algo va mal solo tenéis que llamarme a cualquier hora para que os diga cómo proceder.
- Claro doctor. Nos ocuparemos bien de ella. Tiene unos padres que vamos a cuidar de ella más que nada en esta vida - dijo Rick mirándome mientras entrelaza nuestros dedos.
- Bien, entonces nos vemos en un ratito. Voy a preparar a la princesa y vosotros pasad por enfermería allí os dirán lo que tenéis que hacer.
Pasamos por la enfermería y nos dieron unas mínimas pautas para que la niña no perdiera peso, aunque decían que era algo normal. También teníamos que tener especial cuidado de que no cogiera algún virus, aparte de que era muy pequeña sus defensas estaban un poco más bajas de lo normal. Yo tenía miedo, mucho miedo de que pudiera pasarle algo, pero las enfermeras intentaban tranquilizarnos lo máximo posible.
- Todo irá bien, ya veréis - decía la enfermera sonriendo a Rick, aunque sentí celos, y es que no podía evitarlo, sabia que gustaba a todas las mujeres, tenía algo especial que hacía que las mujeres se sintieran atraídas por él, sin el hacer nada. Pero ese pensamiento se me fue cuando sentí como Rick me agarraba de la mano y me besaba la mejilla a la vez que contestaba a la enfermera.
- Si, todo saldrá bien.
Me abracé a él feliz de todo lo que nos estaba pasando, feliz de volver a vivir y por supuesto de tenerlo cerca, de tenerlo a mi lado, a nuestro lado. Si no lo tuviera nada sería igual.
- Chicos, aquí traigo a vuestra pequeña princesa - dijo el médico apareciendo con Allison en sus brazos. Enseguida con una gran sonrisa me acerque a él y se la quité de las manos.
- Hola princesa. Nos vamos a casa. Dile hola a papa - dije colocándola para que Rick pudiera verla. Se agacho despacio y beso suavemente la cabecita de nuestra pequeña.
- Hola cariño, vas a tu casa, con tu familia - dijo Rick con cariño.
- Bueno, ya lo tenéis todo. En cuanto queráis podéis iros.
- Todo esto parece un sueño, me cuesta creérmelo – decía Rick mientras empezábamos a andar hacia la salida.
- Pues no lo es. Nos vamos, nos vamos los tres.
- Bien, ¿tenéis cómo iros? – pregunto el doctor que nos acompañaba.
- Mi madre y Alexis tienen que estar de camino.
- Bien. Cuidaros los tres. Estoy seguro de que os va a ir todo muy bien.
- Muchas gracias por todo. A todos - dije emocionada.
- Si sobre todo por tener que aguantarla a ella - dijo Rick riéndose mientras me señalaba.
- Te libras porque tengo a nuestra hija en brazos, sino te enterarías - dije en tono de broma.
En ese preciso momento Martha y Alexis aparecieron justo delante de nosotros. Ambas con sonrisas en la cara, pero también con una sombra de preocupación. Aún no sabían con seguridad que Allison se venía con nosotros a casa.
- Hola hijo, hola querida. Eso significa… - dijo señalando a nuestra princesa.
- Eso significa que se viene con nosotros a casa - dijo Rick con una sonrisa y enseguida escuchamos gritos de júbilo.
- ¿Entonces a que estamos esperando?
- A que vinierais para colocar a la peque en su sillita.
- Menos mal que la hemos traído, por que la hemos traído ¿no? - pregunto mi madre a Alexis que le respondió con una sonrisa.
- Anda vamos a casa ya. Tenemos mucho que celebrar - dijo Alexis con una sonrisa.
Llegamos a la casa todos juntos, pero cuando abrimos la puerta nos encontramos con todos los que faltaban, los que pertenecían también a nuestra familia. Todos estaban con copas de cava en la mano dispuestos a celebrar y un gran cartel daba la bienvenida a la pequeña de la casa.
- Bienvenida a tu casa Allison - dijeron todos a la vez. Ella era la protagonista de la fiesta.
- A ver como esta mi sobrina - dijo Lanie acercándose para verla - es preciosa, menos mal que se parece a ti Kate sino…
- Muy graciosa - dijo poniendo cara de pocos amigos y haciéndolos reír.
- ¿Puedo verla? - pregunto un mi padre nervioso y cuando se la ofrecí para cogerla, nos emocionamos los dos.
- ¿Te animas papa?
- Pero…
- No pasará nada, vamos – dije sonriendo y el con cuidado la recibió en sus brazos. No era la primera vez que la veía, pero si era la primera vez que la sentía en sus brazos. Se emocionó y sus ojos se llenaron de lágrimas que amenazaban con caer por su rostro.
Primero me miro a mí y después a Rick, haciéndonos sonreír. Mi marido me paso un brazo sobre los hombros y los dos vimos como mi padre disfrutaba de tener a su nieta en brazos por primera vez. Su nieta, esa que tanto le hubiera gustado conocer a mi madre. Estoy seguro que los dos en ese momento recordamos a mama.
- Bien. Quiero daros las gracias a todos por estar aquí en un día tan especial para Kate y para mí – dijo Rick en voz alta mirándolos a todos - Quiero daros las gracias por compartir nuestra felicidad, esto es por ti Allison, toda esta gente que está aquí te quiere y formará parte de tu vida - dijo acariciando a la pequeña mientras no dejaba de sonreír - y ahora a disfrutar - dijo mientras mi padre devolvía a mi princesa para que pudiera cogerla.
Estaba muy despierta a pesar de que debía estar cansada, pero allí estaba ella, con los ojos abiertos pegados a los míos, tan azules como los de su padre. La mire y pensé que no podía ser más bella. Era preciosa.
- No me puedo creer todo esto – dije sin darme cuenta que estaba expresando mis pensamientos en voz alta.
- ¿Todo esto? – me pregunto Rick acercándose.
- Toda esta felicidad que me llena por dentro. Es como un espejismo – dije con la mirada perdida en nuestra pequeña.
- No es un sueño, no es un espejismo… toda esto es real Kate. Muy real. Y quizás no sea así siempre pero si algo hemos aprendido es que estando juntos somos muchos más felices y que podemos con todo.
- En eso tienes razón.
- Y ahora somos tres, el poder de tres - dijo haciéndome reír.
- Todo lo que hemos pasado… todo ha sido tan duro… pero ahora el tenerla en casa, el verte con ella en brazos rodeada de la gente que queremos… esto es increíble. Merece la pena todo lo que hemos pasado por vivir momentos como estos.
- Merece la pena cualquier cosa por estar contigo Kate - dijo mirándola fijamente a los ojos y me sonroje mientras me besaba.
- Tortolitos déjense de darse arrumacos y vamos a disfrutar un poco - dijo Lanie apareciendo con dos copas, pero yo señale a la niña - anda déjamela a mí. Tengo derecho de disfrutar de sobrina - exclamo pidiéndomela con una sonrisa en la cara.
- Vale pequeña, te vas con tu tía, pero no le hagas caso sobre lo que te diga de papa. Papa es genial - le dijo bajito, pero lo suficientemente alto para que ambas pudiéramos oírle.
- Anda déjate de tonterías y pásame a mi niña. Vosotros disfrutad, ya tendréis tiempo de sobra para estar con ella - dijo llevándosela para enseñársela a los chicos.
- Nunca tendré suficiente de ella – dije de repente - quiero decir que…
- Te entiendo. Ya la echas de menos - dijo riéndose.
- Algo así.
- Disfrutemos un poco. En un rato estará de nuevo aquí.
- Ya pero…
- Kate…
- Vale…vale…Bien, ¿por nosotros? - pregunto haciendo chocar nuestras copas.
- Por nosotros - dije sonriéndome y sentí que nunca antes en mi vida había sido más feliz que en ese instante. Ahora lo tenía todo, ahora mismo era plenamente feliz.
CONTINUARÁ…
Mañana más y mejor, os recuerdo que quedan dos capítulos para el final. Estoy triste pero a la vez feliz de que hayáis disfrutado y sufrido con ella. Gracias a todos.
XXOO
Twitter: tamyalways
Gracias por supuesto a mi compañera por su trabajo y su apoyo.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 29
POV KATE
Cuando vimos entrar al doctor a la cafetería buscándonos a nosotros sentí unos nervios en el estómago que casi me hacen caerme al suelo. Nos levantamos inmediatamente y miré a Rick, le agarré fuerte de la mano y él enseguida me atrajo hacia él abrazándome con fuerza por la cintura.
- ¿Y bien? - preguntó el impaciente por los dos.
- Todo parece normal, no veo nada que…
- ¿Nada qué? - dije yo casi sin voz, sintiendo la boca seca.
- No hay nada malo que impida que os la podáis llevar.
- ¿Nos la podemos llevar? - pregunté como una tonta que no entendía nada.
- Kate podemos llevárnosla a casa - dijo Rick de repente abrazándome con fuerza, tanta fuerza que casi pierdo el equilibrio. Pero me abrace con él y llore, llore como una posesa, pero esta vez por la máxima felicidad posible, porque por fin empezaba mi nueva vida, una vida con ellos en casa, una vida en familia.
- Es el mejor momento desde que la vi por primera vez.
- Nos vamos, por fin, por fin - se puso a gritar Rick mientras saltaba sin dejar de sonreír y yo me emocione de verlo tan feliz.
- No me voy a sentir mal porque estéis tan felices de no volver a verme - dijo el doctor bromeando con nosotros - ahora os daré una serie de recomendaciones para que no tengáis ningún problema al cuidar de la pequeña. Tendréis que venir en un par de semanas para ver que todo va bien aunque creo que todo ira perfecto. Y como no, si veis que algo va mal solo tenéis que llamarme a cualquier hora para que os diga cómo proceder.
- Claro doctor. Nos ocuparemos bien de ella. Tiene unos padres que vamos a cuidar de ella más que nada en esta vida - dijo Rick mirándome mientras entrelaza nuestros dedos.
- Bien, entonces nos vemos en un ratito. Voy a preparar a la princesa y vosotros pasad por enfermería allí os dirán lo que tenéis que hacer.
Pasamos por la enfermería y nos dieron unas mínimas pautas para que la niña no perdiera peso, aunque decían que era algo normal. También teníamos que tener especial cuidado de que no cogiera algún virus, aparte de que era muy pequeña sus defensas estaban un poco más bajas de lo normal. Yo tenía miedo, mucho miedo de que pudiera pasarle algo, pero las enfermeras intentaban tranquilizarnos lo máximo posible.
- Todo irá bien, ya veréis - decía la enfermera sonriendo a Rick, aunque sentí celos, y es que no podía evitarlo, sabia que gustaba a todas las mujeres, tenía algo especial que hacía que las mujeres se sintieran atraídas por él, sin el hacer nada. Pero ese pensamiento se me fue cuando sentí como Rick me agarraba de la mano y me besaba la mejilla a la vez que contestaba a la enfermera.
- Si, todo saldrá bien.
Me abracé a él feliz de todo lo que nos estaba pasando, feliz de volver a vivir y por supuesto de tenerlo cerca, de tenerlo a mi lado, a nuestro lado. Si no lo tuviera nada sería igual.
- Chicos, aquí traigo a vuestra pequeña princesa - dijo el médico apareciendo con Allison en sus brazos. Enseguida con una gran sonrisa me acerque a él y se la quité de las manos.
- Hola princesa. Nos vamos a casa. Dile hola a papa - dije colocándola para que Rick pudiera verla. Se agacho despacio y beso suavemente la cabecita de nuestra pequeña.
- Hola cariño, vas a tu casa, con tu familia - dijo Rick con cariño.
- Bueno, ya lo tenéis todo. En cuanto queráis podéis iros.
- Todo esto parece un sueño, me cuesta creérmelo – decía Rick mientras empezábamos a andar hacia la salida.
- Pues no lo es. Nos vamos, nos vamos los tres.
- Bien, ¿tenéis cómo iros? – pregunto el doctor que nos acompañaba.
- Mi madre y Alexis tienen que estar de camino.
- Bien. Cuidaros los tres. Estoy seguro de que os va a ir todo muy bien.
- Muchas gracias por todo. A todos - dije emocionada.
- Si sobre todo por tener que aguantarla a ella - dijo Rick riéndose mientras me señalaba.
- Te libras porque tengo a nuestra hija en brazos, sino te enterarías - dije en tono de broma.
En ese preciso momento Martha y Alexis aparecieron justo delante de nosotros. Ambas con sonrisas en la cara, pero también con una sombra de preocupación. Aún no sabían con seguridad que Allison se venía con nosotros a casa.
- Hola hijo, hola querida. Eso significa… - dijo señalando a nuestra princesa.
- Eso significa que se viene con nosotros a casa - dijo Rick con una sonrisa y enseguida escuchamos gritos de júbilo.
- ¿Entonces a que estamos esperando?
- A que vinierais para colocar a la peque en su sillita.
- Menos mal que la hemos traído, por que la hemos traído ¿no? - pregunto mi madre a Alexis que le respondió con una sonrisa.
- Anda vamos a casa ya. Tenemos mucho que celebrar - dijo Alexis con una sonrisa.
Llegamos a la casa todos juntos, pero cuando abrimos la puerta nos encontramos con todos los que faltaban, los que pertenecían también a nuestra familia. Todos estaban con copas de cava en la mano dispuestos a celebrar y un gran cartel daba la bienvenida a la pequeña de la casa.
- Bienvenida a tu casa Allison - dijeron todos a la vez. Ella era la protagonista de la fiesta.
- A ver como esta mi sobrina - dijo Lanie acercándose para verla - es preciosa, menos mal que se parece a ti Kate sino…
- Muy graciosa - dijo poniendo cara de pocos amigos y haciéndolos reír.
- ¿Puedo verla? - pregunto un mi padre nervioso y cuando se la ofrecí para cogerla, nos emocionamos los dos.
- ¿Te animas papa?
- Pero…
- No pasará nada, vamos – dije sonriendo y el con cuidado la recibió en sus brazos. No era la primera vez que la veía, pero si era la primera vez que la sentía en sus brazos. Se emocionó y sus ojos se llenaron de lágrimas que amenazaban con caer por su rostro.
Primero me miro a mí y después a Rick, haciéndonos sonreír. Mi marido me paso un brazo sobre los hombros y los dos vimos como mi padre disfrutaba de tener a su nieta en brazos por primera vez. Su nieta, esa que tanto le hubiera gustado conocer a mi madre. Estoy seguro que los dos en ese momento recordamos a mama.
- Bien. Quiero daros las gracias a todos por estar aquí en un día tan especial para Kate y para mí – dijo Rick en voz alta mirándolos a todos - Quiero daros las gracias por compartir nuestra felicidad, esto es por ti Allison, toda esta gente que está aquí te quiere y formará parte de tu vida - dijo acariciando a la pequeña mientras no dejaba de sonreír - y ahora a disfrutar - dijo mientras mi padre devolvía a mi princesa para que pudiera cogerla.
Estaba muy despierta a pesar de que debía estar cansada, pero allí estaba ella, con los ojos abiertos pegados a los míos, tan azules como los de su padre. La mire y pensé que no podía ser más bella. Era preciosa.
- No me puedo creer todo esto – dije sin darme cuenta que estaba expresando mis pensamientos en voz alta.
- ¿Todo esto? – me pregunto Rick acercándose.
- Toda esta felicidad que me llena por dentro. Es como un espejismo – dije con la mirada perdida en nuestra pequeña.
- No es un sueño, no es un espejismo… toda esto es real Kate. Muy real. Y quizás no sea así siempre pero si algo hemos aprendido es que estando juntos somos muchos más felices y que podemos con todo.
- En eso tienes razón.
- Y ahora somos tres, el poder de tres - dijo haciéndome reír.
- Todo lo que hemos pasado… todo ha sido tan duro… pero ahora el tenerla en casa, el verte con ella en brazos rodeada de la gente que queremos… esto es increíble. Merece la pena todo lo que hemos pasado por vivir momentos como estos.
- Merece la pena cualquier cosa por estar contigo Kate - dijo mirándola fijamente a los ojos y me sonroje mientras me besaba.
- Tortolitos déjense de darse arrumacos y vamos a disfrutar un poco - dijo Lanie apareciendo con dos copas, pero yo señale a la niña - anda déjamela a mí. Tengo derecho de disfrutar de sobrina - exclamo pidiéndomela con una sonrisa en la cara.
- Vale pequeña, te vas con tu tía, pero no le hagas caso sobre lo que te diga de papa. Papa es genial - le dijo bajito, pero lo suficientemente alto para que ambas pudiéramos oírle.
- Anda déjate de tonterías y pásame a mi niña. Vosotros disfrutad, ya tendréis tiempo de sobra para estar con ella - dijo llevándosela para enseñársela a los chicos.
- Nunca tendré suficiente de ella – dije de repente - quiero decir que…
- Te entiendo. Ya la echas de menos - dijo riéndose.
- Algo así.
- Disfrutemos un poco. En un rato estará de nuevo aquí.
- Ya pero…
- Kate…
- Vale…vale…Bien, ¿por nosotros? - pregunto haciendo chocar nuestras copas.
- Por nosotros - dije sonriéndome y sentí que nunca antes en mi vida había sido más feliz que en ese instante. Ahora lo tenía todo, ahora mismo era plenamente feliz.
CONTINUARÁ…
Mañana más y mejor, os recuerdo que quedan dos capítulos para el final. Estoy triste pero a la vez feliz de que hayáis disfrutado y sufrido con ella. Gracias a todos.
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Capítulo 30
Buenos días, os dejo con el penúltimo capítulo de la historia esto llega a su fin. Quiero daros las gracias a todos los que estáis desde el principio y a los que os habéis unido después sin vosotros esto no tendría sentido.
Quiero darle las gracias por supuesto a mi compañera, porque sin ella todo esto sería distinto y sin duda mucho peor para vosotros poder leerla. Así que gracias por tu apoyo, tu trabajo y tus consejos.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 30
POV RICK
Estaba plácidamente dormido cuando empecé a escuchar como nuestra pequeña lloraba como siempre cada dos horas durante las últimas noches, desde que llegamos a casa hacía apenas unos días.
- Me levanto yo - dije casi con los ojos pegados dejando un beso en la cabeza de Kate que estaba tumbada en la cama igual o más cansada que yo.
Me levante y me dirigí hacia su habitación, esa habitación que entre Kate y yo habíamos decorado de una forma perfecta para una luchadora como era nuestra pequeña. Me asome a su cunita y estaba llorando, pero al verme se calmó.
La cogí en brazos y le bese suavemente su cabecita mientras la colocaba con cuidado en el cambiador. La limpie con sumo cuidado y tras dejarla limpita la mecí en mis brazos para calmarla de su sofoco y de paso, para intentar que se volviera a dormir.
- Vamos Ali tienes que intentar dormir. Eres igual de cabezota que tu madre - dije riéndome porque sabía que ahora mismo estaba oyéndome. Debería estar durmiendo, ese era el plan de turnarse, que el otro descansase, pero yo hacía lo mismo cuando ella se despertaba, la escuchaba hablar desde la cama, le cantaba a nuestra pequeña para calmarla y no sabía cómo lo hacía, pero lo conseguía mucho más rápido que yo.
Me paseaba alrededor de la habitación intentando dormirla pero seguía con los ojos muy abiertos mirándome mientras se agarraba a mi camiseta.
- No tienes muchas ganas de dormir ¿verdad? Tienes que hacerlo por papa, ¿vale?
Pero ella seguía ahí, podía ver su sonrisa en la penumbra y pensé que era lo más maravilloso del mundo, me daba igual no dormir nada en todo el día si podía disfrutar de ella aunque solo fuera un rato.
Cuando vi que la cosa iba para largo terminó sentándome en el sillón colocándolo estratégicamente para mirar por la ventana. Puedo ver por los agujeritos las estrellas brillar allí fuera e iluminaban la carita de mi princesa haciéndola aún más bella si eso era posible. Me quede embobado mirándola y no me di cuenta del tiempo que la pequeña llevaba dormida. Salí de mi embobamiento me di cuenta de que por fin había caído rendida y que estaba abrazada a mí con sus ojitos cerrados y su respiración tranquila.
Me levante despacio para no despertarla y la coloque en la cuna. La arrope con delicadeza y le acaricie el pelo, su abundante pelo negro. Sonreí ante esa imagen y tras asegurarme de que todo esta correcto volví a nuestra habitación.
Me arrime a la cama metiéndome en ella y volví a mi posición anterior abrazándome a la espalda de Kate pegando mi cuerpo al suyo para conseguir su calor.
- ¿Ya lo has conseguido?
- Si, me tienes que enseñar cuál es tu secreto para conseguirlo mucho más rápido - digo y la escuché reír.
- No hay secreto, es que la peque quiere tanto a su papa que quiere pasar mucho tiempo con él. No es que sea cabezota - dice respondiéndome a mi pregunta de antes, estaba oyéndome como supuse – igual que yo - dijo girándose encarándome y acariciando mi cara - me encanta estar contigo – dijo justo antes de besarme y de hacerme sonreír.
- A mí sí que me encanta estar contigo. Eres la mujer de mi vida, te quiero tanto Kate que… no puedo dejar de sonreír cuando estoy contigo… bueno cuando estamos bien juntos - dije sonriéndole - no quiero volver a estar mal nunca.
- Ni yo. Vamos a estar bien, lo sé.
- Duerme, tenemos que aprovechar que nuestra princesa esta dormidita.
- Si hay que aprovechar - dice colocándose cerca de mí, tanto que casi esta encima de mí y yo aún tire más de ella para acercarla a mí. Cierro los ojos y me deje llevar por la tranquilidad y a la serenidad que me da tenerla cerca.
Me desperté aun muerto de sueño y escuche como Kate estaba con nuestra pequeña gracias al intercomunicador. Kate le cantaba a nuestra pequeña mientras le daba de comer.
Estaba muy a gusto en la cama, escuchando a Kate, pero preferí verlas en directo. Así que me levante con un gran esfuerzo y me acerque a la habitación de mi princesa.
Cuando entre me encuentro a Kate dándole de mamar a nuestra pequeña. La niña se agarra con fuerza a su madre y ella no le quita ojo y le canta para tranquilizarla.
- ¿Qué haces mirándonos? ¿No te tengo dicho que es algo intimo? - dijo de repente haciendo que me sorprenda por su instinto de detective a pesar de saber que es la mejor.
Entró y me colocó a su lado, le beso la cabeza y me quedo mirando como mi pequeña come, es un acto tan natural y bonito a la vez.
- ¿Cómo está la renacuajo?
- Con hambre, como siempre - dice Kate y tenía razón. Teníamos miedo cuando la trajimos por si perdía peso, pero paso todo lo contrario. Estaba creciendo a pasos agigantados y apenas se parecía en nada a la pequeñina que llego a casa. Ya era una niña completamente sana y eso era lo principal.
- ¿Qué quieres que hagamos hoy?
- Me da igual.
- ¿Quieres que salgamos a dar una vuelta al parque con ella?
- Claro, me gustaría mucho.
- Bien. Voy a preparar el desayuno y salimos disparados.
- Bien, pero sin prisas. Tú princesa parece que va despacio y tiene para rato.
Me dispuse a preparar un gran desayuno para ambos, para recuperar fuerzas. Estaba deseando poder disfrutar del buen día con mi familia y solo esperaba que Alexis pudiera reunirse luego con nosotros. Estaba feliz, no podía estarlo más. Esto era increíble.
Caminando por el parque, Kate empujando del carrito con nuestra bebe. A esas horas del día el parque estaba lleno de gente corriendo y mire a Kate y la veo mirarlos con nostalgia.
- ¿Echas de menos algo?
- No… si… bueno, nada que no vaya a poder volver a hacer.
- Eso te lo aseguro. Cuando necesites tiempo para ti, para hacer cualquier cosa puedes contar conmigo, ya los sabes.
- Tengo todo lo que necesito ahora - dijo con esa sonrisa suya que me tenía completamente enamorado.
Nos sentamos en un banco cercano donde los rayos de sol calentaban lo justo. Miraras por donde miraras el verde predominaba, pero yo estaba hechizado por otro verde, el de los ojos de mi mujer, de la mujer de mi vida, de mi compañera y amante.
- ¿Qué miras? – dijo Kate sonrojada al ver como casi la atravieso con mi mirada.
- Lo guapas que eres.
- Rick… - dijo vergonzosa.
- ¿Qué? No miento - dije besándola suavemente - soy el hombre más feliz del mundo.
- Yo tampoco puedo quejarme - dijo mordiéndose el labio mientras sonreía.
- Bueno, yo sí.
- ¿Si?
- Si. De que no podamos tener algo de intimidad.
- Rick… ¿eres un adolescente o algo así? ¿No puedes aguantar?
- No si te tengo a mi lado - dije haciéndola reír.
- Pues creo que de momento tendrás que aguantarte a no ser que encuentres a una niñera de la que podamos fiarnos.
- Por allí viene una - digo justo al ver como Alexis se acerca a nosotros a un buen pasó con una gran sonrisa en la cara y va directa a ver a su hermanita.
- ¿Dónde está mi princesita? - dice mientras le hace carantoñas que enseguida animan a la peque de la casa, luego dio un beso a Kate mientras yo me quede esperando.
- ¿Qué pasa que tu padre ya es el último mono?
- No papa - dice abrazándome con fuerza y yo la apretó aún con más.
- ¿Qué tal?
- Bien. Tenía un hueco y he venido corriendo. Tenía muchas ganas de verla, a todos - dijo al ver mi mirada.
- Estoy feliz de veros a las tres así juntas.
- ¿Te gusta estar rodeados de chicas? - dice Kate sonriendo burlándose de mí.
- Muy graciosa. Yo… me gusta teneros cerca. Aunque para el próximo prefiero un niño ya toca.
- No lo digas ni en broma – dijo Kate - déjame disfrutar un poco de Allison.
- ¿Eso significa que cuando pase un tiempo vamos a por el segundo?
- Eso significa que no es un no rotundo a aumentar la familia.
- Si quieres podemos practicar ya - dije besándola suavemente.
- Por favor - dijo Alexis poniendo cara de asco haciéndonos reír a Kate y a mí.
- Tranquila no tenemos tiempo para ello - dije parando de reír.
- Si necesitas a alguien para cuidar de ella yo…
- ¿Lo dices en serio?
- Claro, es mi hermana será increíble pasar tiempo con ella.
- ¿Has visto? Ya he conseguido una niñera en la que podemos confiar - le digo a Kate haciéndola reír por mi entusiasmo.
- Gracias Alexis pero ahora será mejor que disfrutemos del momento - dijo Kate cogiendo a Allison que no dejaba de moverse y se la paso a Alexis que la cogió para acunarla. Otra imagen que quería guardar para siempre en mi memoria.
- Ahora sí que no puedo ser más feliz - dije a Kate en el oído mientras la abrazaba por la espalda - y ya estoy deseando buscar al niño.
- Rick… - dijo Kate riñéndome.
CONTINUARÁ…
Mañana último capítulo de la historia, espero que lo hayáis disfrutado.
Ya estoy preparando una nueva historia que espero poder subirla lo antes posible. Se llamara Devuélveme las ganas de vivir y tendrá mucho Caskett, os dejo un pequeño resumen.
Rick Castle se ha convertido en un chico algo introvertido y que está peleado con el mundo después de que ocurriera un accidente donde perdió lo que más le importaba en la vida. Cuatro años después, alguien entra en su vida cambiándola por completo. ¿Podrá dejar el pasado atrás para poder volver a vivir?
Bueno el resumen ya sabéis que no dice mucho pero espero que le deis un oportunidad y entonces veréis si merece o no la pena.
Gracias a todos de nuevo y que paséis un buen día.
XXOO
Quiero darle las gracias por supuesto a mi compañera, porque sin ella todo esto sería distinto y sin duda mucho peor para vosotros poder leerla. Así que gracias por tu apoyo, tu trabajo y tus consejos.
Los personajes no me pertenecen…
Capítulo 30
POV RICK
Estaba plácidamente dormido cuando empecé a escuchar como nuestra pequeña lloraba como siempre cada dos horas durante las últimas noches, desde que llegamos a casa hacía apenas unos días.
- Me levanto yo - dije casi con los ojos pegados dejando un beso en la cabeza de Kate que estaba tumbada en la cama igual o más cansada que yo.
Me levante y me dirigí hacia su habitación, esa habitación que entre Kate y yo habíamos decorado de una forma perfecta para una luchadora como era nuestra pequeña. Me asome a su cunita y estaba llorando, pero al verme se calmó.
La cogí en brazos y le bese suavemente su cabecita mientras la colocaba con cuidado en el cambiador. La limpie con sumo cuidado y tras dejarla limpita la mecí en mis brazos para calmarla de su sofoco y de paso, para intentar que se volviera a dormir.
- Vamos Ali tienes que intentar dormir. Eres igual de cabezota que tu madre - dije riéndome porque sabía que ahora mismo estaba oyéndome. Debería estar durmiendo, ese era el plan de turnarse, que el otro descansase, pero yo hacía lo mismo cuando ella se despertaba, la escuchaba hablar desde la cama, le cantaba a nuestra pequeña para calmarla y no sabía cómo lo hacía, pero lo conseguía mucho más rápido que yo.
Me paseaba alrededor de la habitación intentando dormirla pero seguía con los ojos muy abiertos mirándome mientras se agarraba a mi camiseta.
- No tienes muchas ganas de dormir ¿verdad? Tienes que hacerlo por papa, ¿vale?
Pero ella seguía ahí, podía ver su sonrisa en la penumbra y pensé que era lo más maravilloso del mundo, me daba igual no dormir nada en todo el día si podía disfrutar de ella aunque solo fuera un rato.
Cuando vi que la cosa iba para largo terminó sentándome en el sillón colocándolo estratégicamente para mirar por la ventana. Puedo ver por los agujeritos las estrellas brillar allí fuera e iluminaban la carita de mi princesa haciéndola aún más bella si eso era posible. Me quede embobado mirándola y no me di cuenta del tiempo que la pequeña llevaba dormida. Salí de mi embobamiento me di cuenta de que por fin había caído rendida y que estaba abrazada a mí con sus ojitos cerrados y su respiración tranquila.
Me levante despacio para no despertarla y la coloque en la cuna. La arrope con delicadeza y le acaricie el pelo, su abundante pelo negro. Sonreí ante esa imagen y tras asegurarme de que todo esta correcto volví a nuestra habitación.
Me arrime a la cama metiéndome en ella y volví a mi posición anterior abrazándome a la espalda de Kate pegando mi cuerpo al suyo para conseguir su calor.
- ¿Ya lo has conseguido?
- Si, me tienes que enseñar cuál es tu secreto para conseguirlo mucho más rápido - digo y la escuché reír.
- No hay secreto, es que la peque quiere tanto a su papa que quiere pasar mucho tiempo con él. No es que sea cabezota - dice respondiéndome a mi pregunta de antes, estaba oyéndome como supuse – igual que yo - dijo girándose encarándome y acariciando mi cara - me encanta estar contigo – dijo justo antes de besarme y de hacerme sonreír.
- A mí sí que me encanta estar contigo. Eres la mujer de mi vida, te quiero tanto Kate que… no puedo dejar de sonreír cuando estoy contigo… bueno cuando estamos bien juntos - dije sonriéndole - no quiero volver a estar mal nunca.
- Ni yo. Vamos a estar bien, lo sé.
- Duerme, tenemos que aprovechar que nuestra princesa esta dormidita.
- Si hay que aprovechar - dice colocándose cerca de mí, tanto que casi esta encima de mí y yo aún tire más de ella para acercarla a mí. Cierro los ojos y me deje llevar por la tranquilidad y a la serenidad que me da tenerla cerca.
Me desperté aun muerto de sueño y escuche como Kate estaba con nuestra pequeña gracias al intercomunicador. Kate le cantaba a nuestra pequeña mientras le daba de comer.
Estaba muy a gusto en la cama, escuchando a Kate, pero preferí verlas en directo. Así que me levante con un gran esfuerzo y me acerque a la habitación de mi princesa.
Cuando entre me encuentro a Kate dándole de mamar a nuestra pequeña. La niña se agarra con fuerza a su madre y ella no le quita ojo y le canta para tranquilizarla.
- ¿Qué haces mirándonos? ¿No te tengo dicho que es algo intimo? - dijo de repente haciendo que me sorprenda por su instinto de detective a pesar de saber que es la mejor.
Entró y me colocó a su lado, le beso la cabeza y me quedo mirando como mi pequeña come, es un acto tan natural y bonito a la vez.
- ¿Cómo está la renacuajo?
- Con hambre, como siempre - dice Kate y tenía razón. Teníamos miedo cuando la trajimos por si perdía peso, pero paso todo lo contrario. Estaba creciendo a pasos agigantados y apenas se parecía en nada a la pequeñina que llego a casa. Ya era una niña completamente sana y eso era lo principal.
- ¿Qué quieres que hagamos hoy?
- Me da igual.
- ¿Quieres que salgamos a dar una vuelta al parque con ella?
- Claro, me gustaría mucho.
- Bien. Voy a preparar el desayuno y salimos disparados.
- Bien, pero sin prisas. Tú princesa parece que va despacio y tiene para rato.
Me dispuse a preparar un gran desayuno para ambos, para recuperar fuerzas. Estaba deseando poder disfrutar del buen día con mi familia y solo esperaba que Alexis pudiera reunirse luego con nosotros. Estaba feliz, no podía estarlo más. Esto era increíble.
Caminando por el parque, Kate empujando del carrito con nuestra bebe. A esas horas del día el parque estaba lleno de gente corriendo y mire a Kate y la veo mirarlos con nostalgia.
- ¿Echas de menos algo?
- No… si… bueno, nada que no vaya a poder volver a hacer.
- Eso te lo aseguro. Cuando necesites tiempo para ti, para hacer cualquier cosa puedes contar conmigo, ya los sabes.
- Tengo todo lo que necesito ahora - dijo con esa sonrisa suya que me tenía completamente enamorado.
Nos sentamos en un banco cercano donde los rayos de sol calentaban lo justo. Miraras por donde miraras el verde predominaba, pero yo estaba hechizado por otro verde, el de los ojos de mi mujer, de la mujer de mi vida, de mi compañera y amante.
- ¿Qué miras? – dijo Kate sonrojada al ver como casi la atravieso con mi mirada.
- Lo guapas que eres.
- Rick… - dijo vergonzosa.
- ¿Qué? No miento - dije besándola suavemente - soy el hombre más feliz del mundo.
- Yo tampoco puedo quejarme - dijo mordiéndose el labio mientras sonreía.
- Bueno, yo sí.
- ¿Si?
- Si. De que no podamos tener algo de intimidad.
- Rick… ¿eres un adolescente o algo así? ¿No puedes aguantar?
- No si te tengo a mi lado - dije haciéndola reír.
- Pues creo que de momento tendrás que aguantarte a no ser que encuentres a una niñera de la que podamos fiarnos.
- Por allí viene una - digo justo al ver como Alexis se acerca a nosotros a un buen pasó con una gran sonrisa en la cara y va directa a ver a su hermanita.
- ¿Dónde está mi princesita? - dice mientras le hace carantoñas que enseguida animan a la peque de la casa, luego dio un beso a Kate mientras yo me quede esperando.
- ¿Qué pasa que tu padre ya es el último mono?
- No papa - dice abrazándome con fuerza y yo la apretó aún con más.
- ¿Qué tal?
- Bien. Tenía un hueco y he venido corriendo. Tenía muchas ganas de verla, a todos - dijo al ver mi mirada.
- Estoy feliz de veros a las tres así juntas.
- ¿Te gusta estar rodeados de chicas? - dice Kate sonriendo burlándose de mí.
- Muy graciosa. Yo… me gusta teneros cerca. Aunque para el próximo prefiero un niño ya toca.
- No lo digas ni en broma – dijo Kate - déjame disfrutar un poco de Allison.
- ¿Eso significa que cuando pase un tiempo vamos a por el segundo?
- Eso significa que no es un no rotundo a aumentar la familia.
- Si quieres podemos practicar ya - dije besándola suavemente.
- Por favor - dijo Alexis poniendo cara de asco haciéndonos reír a Kate y a mí.
- Tranquila no tenemos tiempo para ello - dije parando de reír.
- Si necesitas a alguien para cuidar de ella yo…
- ¿Lo dices en serio?
- Claro, es mi hermana será increíble pasar tiempo con ella.
- ¿Has visto? Ya he conseguido una niñera en la que podemos confiar - le digo a Kate haciéndola reír por mi entusiasmo.
- Gracias Alexis pero ahora será mejor que disfrutemos del momento - dijo Kate cogiendo a Allison que no dejaba de moverse y se la paso a Alexis que la cogió para acunarla. Otra imagen que quería guardar para siempre en mi memoria.
- Ahora sí que no puedo ser más feliz - dije a Kate en el oído mientras la abrazaba por la espalda - y ya estoy deseando buscar al niño.
- Rick… - dijo Kate riñéndome.
CONTINUARÁ…
Mañana último capítulo de la historia, espero que lo hayáis disfrutado.
Ya estoy preparando una nueva historia que espero poder subirla lo antes posible. Se llamara Devuélveme las ganas de vivir y tendrá mucho Caskett, os dejo un pequeño resumen.
Rick Castle se ha convertido en un chico algo introvertido y que está peleado con el mundo después de que ocurriera un accidente donde perdió lo que más le importaba en la vida. Cuatro años después, alguien entra en su vida cambiándola por completo. ¿Podrá dejar el pasado atrás para poder volver a vivir?
Bueno el resumen ya sabéis que no dice mucho pero espero que le deis un oportunidad y entonces veréis si merece o no la pena.
Gracias a todos de nuevo y que paséis un buen día.
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Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Epílogo
Buenos días a todos, todo lo bueno llega a su fin así que hoy termina esta historia que tanto me costó empezar a subir pero que me alegro haberlo hecho por como habéis reaccionado a ella, siempre estáis ahí así que gracias.
Gracias a mi compañera por ser un apoyo y por hacer mis historias mucho más fáciles de entender y de leer.
Los personajes no me pertenecen…
Epílogo
Un año después
POV RICK
Estoy tan feliz o más que hace un año. Hoy hace un añito nuestra princesa y ahí esta tan despierta como siempre gateando por toda la zona de juegos que tiene acondicionada para ella. Kate la mira mientras prepara la tarta para celebrar el cumpleaños de nuestra pequeña.
- Allison cariño ¿te vienes con papa? - digo con cariño y enseguida alza sus manitas para que la coja. La subo a mis brazos con cuidado y me la llevo a la cocina para estar junto a su madre. La coloco en su sillita y me acercó a Kate por la espalda.
- Hola preciosa, ¿necesitas mi ayuda? - pregunto abrazándola con fuerza.
- Puedes soltarme para que pueda continuar - dice con una sonrisa en la cara.
- Si quieres puedo seguir yo.
- No, tengo ganas de hacerlo yo.
- Vale, voy a dar un paseo con Allison volvemos enseguida.
- Bien. Pero no tardes mucho.
- Vale - digo besándole la mejilla y dejándola enfrascada en lo suyo, era una imposible tontería intentar sacarla de allí, cuando empezaba algo solo quería acabarlo - Vamos Allison dejemos a mama sola antes de que se ponga como una loca - digo bajito pero lo justo para que Kate me oiga.
Pasamos un buen rato en el parque disfrutando de la mañana de padre e hija, pero tenía que tener cuidado porque en los últimos días estaba empezando a aventurarse y ya se colocaba de pie e intentaba dar sus primeros pasos. Tenía miedo de que se cayera pero sabía que para conseguirlo tendría que apechugar con algunas caídas. La vi cómo se colocaba de pie y aunque quería que lo intentara, Kate me mataría si pasaba y ella no estaba delante además de que empezaba a hacerse tarde y teníamos que arreglarnos para el evento. Cogí a Allison y me la lleve a casa donde pronto se reunirían todos los que la queríamos para celebrar que hacía ya un año nació la princesa de nuestras vidas.
Cuando entramos por la puerta Kate estaba toda llena de harina y chocolate y tenía todo el pelo desordenado pero aun así estaba guapísima.
- Mira Allison que guapa esta mama - dije sonriendo y vi como Kate se sonrojaba.
- No digas tonterías. Voy a irme a la ducha y tú princesita te vienes conmigo - dice cogiendo a nuestra pequeña en brazos.
- ¿Y yo?
- Tú arregla todo este lio - dice señalando la cocina y desapareciendo de mí vista antes de que pudiera oponerme.
Con una sonrisa me puse manos a la obra y en cuanto acabe salí disparado para arreglarme, tenía que estar perfecto para este día tan especial. Cuando empezó la fiesta no podía dejar de sonreír por estar con la gente que quería, me sentí afortunado de tener tanta gente que quería a mi niña, estaba feliz por ello.
Pasamos un día increíble, un día que no iba a olvidar en mi vida. Deje a Kate jugando con nuestra pequeña y yo me puse a limpiar un poco el desastre tras una gran fiesta.
Cuando acabe me acerque hacia el salón y vi a mi esposa en el suelo cuidando de nuestra pequeña que estaba de pie apoyada en la mesa sin dejar de mirar a su madre.
- Vamos cariño ven con mama - decía Kate llamándola con gusto y cogiendo su peluche favorito.
Vi como nuestra pequeña empezaba a excitarse y empezó a ponerse nerviosa cada vez que empezaba así terminaba en el suelo justo antes de dar el primer pasito. Pero esta vez fue distinto. De repente vi como mi pequeña casi corriendo más que andado se acerca a su madre a gran velocidad intentando mantener el equilibrio dando sus primeros pasos hasta acabar en los brazos de su madre que la agarro justo a tiempo antes de volver a terminar en el suelo. Fue una imagen increíble y más al ver a Kate tan feliz como estaba por otro avance más de nuestra princesa.
- Rick… Rick… ¿lo has visto? - empezó a gritar emocionada poniéndose de pie con nuestra pequeña en brazos. Me acerque a ella y le di un beso a cada una.
- Lo he visto.
- Ha sido increíble. Ya mismo está corriendo.
- No lo dudo - digo riéndome visiblemente emocionado porque solo volver la cabeza atrás cuando hace apenas unos meses no sabíamos ni siquiera si íbamos a poder disfrutar de ella. Ahora parece todo eso malo tan lejano…
- ¿Estás bien?
- Si… estoy feliz – digo besando a Kate suavemente en sus labios y enseguida siento las manitas de mi niña pidiéndome atención y siento que muero de amor por esa enana que me tiene robado el corazón.
- Papa sito - dijo mientras la cogía y la llenaba de besos haciéndola reír. Pero de repente veo que se refriega los ojitos y su boquita se abre con ganas - ¿Tienes sueñito? - preguntó más para mí que para ella mientras la abrazo contra mi cuerpo.
- Será mejor que la lleves a acostar.
- Voy. Ahora vuelvo - digo besando a Kate y con cuidado subo a nuestra pequeña para que pueda descansar tras el largo día.
Con el tiempo había conseguido que mi pequeña durmiera mucho mejor, ya tenía más experiencia sobre todo de los primeros meses y más ahora que Kate había vuelto a su trabajo después de una larga baja por maternidad. Los últimos tres meses habían sido un poco caóticos pero me imagino que para Kate había sido peor, sabía lo que le costaba marchar cada mañana y volver tarde. Pero a pesar de todo eso, cada minuto que tenía libre lo pasaba con nosotros, me alegraba saber que ya tenía más motivos para estar en casa que para quedarse en la comisaría trabajando, con la llegada de Allison su vida había cambiado por completo, nuestra vida había cambiado por completo.
- Hola - digo acercándome hacia el sofá y sentándome a su lado. Enseguida Kate se recuesta contra mi hombro y veo que cierra los ojos del cansancio que tiene acumulado - ¿Quieres irte a dormir?
- No, quiero estar un rato así, contigo. Quiero pasar un rato con mi marido - dice sonriéndome y yo me muero solo de saber que quiere hacerlo.
- Te quiero Kate.
- Y yo - dice mirando hacia el suelo.
- ¿Qué pasa?
- Tengo algo que decirte y no sé cómo - dice nerviosa y yo pienso lo peor. Otra vez un caso, otra vez un pozo del que no puede salir.
- ¿Qué ha pasado? - digo con dolor en mi voz.
- No… no es nada malo. Es solo… que no lo tenía previsto.
- ¿Entonces…?
- Estoy embarazada Rick - dice de golpe y me pilla por sorpresa. Pienso de nuevo en la primera vez que me lo dijo y lo diferente que fue todo y esta vez no pierdo la oportunidad de abrazarla con todas mis fuerzas casi dejándola sin respiración.
- Si… no puedo respirar.
- Lo siento - dije soltándola con una sonrisa en la cara.
- ¡Estas feliz!
- Lo dudabas.
- No… yo solo…. no habíamos vuelto hablar de ello y apenas estamos disfrutando de Allison y…
- Estoy feliz de que venga ahora. No se llevara mucho con Allison y así podrán jugar. Solo espero que esta vez sí sea un hombrecito sino… - dije a tono de broma haciéndonos reír a los dos.
- Me alegro de que esta vez sea diferente... solo espero que esta vez todo vaya bien.
- Todo irá bien. Recuerdo que si estamos juntos nada puedo ir mal.
- Juntos.
- Juntos - digo y beso sus labios como sellando un acuerdo para siempre, el acuerdo del amor eterno.
OCHO MESES DESPUES
Allí estaba con la campeona de mi mujer trayendo al mundo a nuestro futuro bebe. Otra vez más y esta vez por decisión de ambos decidimos no saber el sexo del bebe, eso hacía todo esto aún más emocionante. No solté la mano de Kate en ningún momento y no podía dejar de acariciarla y de dejarle besos por todos lados.
- Vamos Kate… ya queda poco.
- Kate tienes que empujar un poco más y tendrás a tu pequeño en brazos. Vamos que tú puedes.
Agarré con fuerza su mano y deje un beso suave en su cabeza. Ahí estaba aguantando como una campeona. Luchando porque nuestro bebe salga a este mundo. Solo agradecía que estaba vez el embarazo hubiera sido tan plácido.
Kate empezó a empujar con fuerza hasta que lo siguiente que se escuchó fue a nuestro pequeño llorando.
- ¿Quieres cortar el cordón?
- ¿Puedo?
- Claro, anda ven - dijo el doctor y yo me acerque corriendo tragando saliva. Lo cogí con cuidado casi con miedo y con ayuda del doctor corté el cordón.
De repente el médico se lo llevo y yo aproveche para volver a su lado, al lado de mi mujer.
- ¿Y él bebe?
- Lo están preparando. Espera un minuto impaciente - le digo bromeando pero antes de que ella pudiera contestarme aquí estaba ya de nuevo el doctor.
- Aquí traigo a vuestro machote - dice y de repente me doy cuenta de lo que ha dicho.
- ¿Es un niño?
- Si, por fin tienes al hombrecito de la casa - dice colocándolo sobre los brazos de Kate que lo coge y lo besa despacio mientras no puede evitar emocionarse.
- Es precioso.
- Si lo es. ¿Cómo quieres que le llamemos? ¿Tienes algún nombre relacionado con algún caso? - preguntó en tono de broma por la elección de Allison.
- No… creo que es mucho mejor llamarle Ricky Junior. Richard Alexander Castle Beckett.
- ¿En serio? - pregunto sorprendido.
- Si… creo que es perfecto - dice mirándome y yo beso sus labios con una sonrisa de completa felicidad.
- Gracias. Voy a por Alexis y Allison ahora vengo - me agacho y beso la cabecita de mi pequeño justo antes de salir.
Cuando llegue enseguida Alexis se acercó para conocer a su hermanito y yo con Allison en brazos me acerque para que Kate pudiera verla y ella también conociera a su hermanito.
- Hola princesa. Este es tu hermanito.
- ¿Cómo se llama? - pregunto Alexis y yo le respondo con un gran orgullo.
- Richard Alexander.
- Me alegro por ti papa. Sé que te hacia ilusión.
- Si, lo reconozco, bastante.
Me encantaba verlos a todos allí juntos, me encantaba disfrutar de mi gran familia pero sobre todo me encantaba poder disfrutar de ella. Me ponía a pensar en todo lo que habíamos vivido, en todo lo que habíamos pasado y ahora me daba cuenta que cualquier cosa merecía la pena solo por estar en el momento en que me encontraba ahora. Estaba completamente feliz.
Recuerdo el momento en que dude en volver con ella, en el que pensaba que podía ser porque estaba embarazada o que ella podría pensarlo. Recuerdo cada vez que pienso en que algo puede ir mal… en que siempre tendremos a alguien en común ahora mucho más pero no es solo eso. No solo somos algo en común. No solo somos dos personas que tenemos a dos pequeños a nuestro cargo, dos persona sangre de nuestra sangre, es mucho más. Ella es mi mujer, mi amiga, mi amante y sobre todo y lo más importante mi compañera para todo… mi compañera de vida esa que siempre me acompañara pase lo que pase, siempre.
FIN
Gracias a todos por llegar hasta el final y gracias por participar de ella en todos los medios posibles.
Nos vemos pronto con una nueva historia, ya avisaré. Me gustaría que fuera la semana que viene pero todavía no puedo asegurarlo. Estad atentos que volveré con fuerza.
XXOO
Twitter: tamyalways
Gracias a mi compañera por ser un apoyo y por hacer mis historias mucho más fáciles de entender y de leer.
Los personajes no me pertenecen…
Epílogo
Un año después
POV RICK
Estoy tan feliz o más que hace un año. Hoy hace un añito nuestra princesa y ahí esta tan despierta como siempre gateando por toda la zona de juegos que tiene acondicionada para ella. Kate la mira mientras prepara la tarta para celebrar el cumpleaños de nuestra pequeña.
- Allison cariño ¿te vienes con papa? - digo con cariño y enseguida alza sus manitas para que la coja. La subo a mis brazos con cuidado y me la llevo a la cocina para estar junto a su madre. La coloco en su sillita y me acercó a Kate por la espalda.
- Hola preciosa, ¿necesitas mi ayuda? - pregunto abrazándola con fuerza.
- Puedes soltarme para que pueda continuar - dice con una sonrisa en la cara.
- Si quieres puedo seguir yo.
- No, tengo ganas de hacerlo yo.
- Vale, voy a dar un paseo con Allison volvemos enseguida.
- Bien. Pero no tardes mucho.
- Vale - digo besándole la mejilla y dejándola enfrascada en lo suyo, era una imposible tontería intentar sacarla de allí, cuando empezaba algo solo quería acabarlo - Vamos Allison dejemos a mama sola antes de que se ponga como una loca - digo bajito pero lo justo para que Kate me oiga.
Pasamos un buen rato en el parque disfrutando de la mañana de padre e hija, pero tenía que tener cuidado porque en los últimos días estaba empezando a aventurarse y ya se colocaba de pie e intentaba dar sus primeros pasos. Tenía miedo de que se cayera pero sabía que para conseguirlo tendría que apechugar con algunas caídas. La vi cómo se colocaba de pie y aunque quería que lo intentara, Kate me mataría si pasaba y ella no estaba delante además de que empezaba a hacerse tarde y teníamos que arreglarnos para el evento. Cogí a Allison y me la lleve a casa donde pronto se reunirían todos los que la queríamos para celebrar que hacía ya un año nació la princesa de nuestras vidas.
Cuando entramos por la puerta Kate estaba toda llena de harina y chocolate y tenía todo el pelo desordenado pero aun así estaba guapísima.
- Mira Allison que guapa esta mama - dije sonriendo y vi como Kate se sonrojaba.
- No digas tonterías. Voy a irme a la ducha y tú princesita te vienes conmigo - dice cogiendo a nuestra pequeña en brazos.
- ¿Y yo?
- Tú arregla todo este lio - dice señalando la cocina y desapareciendo de mí vista antes de que pudiera oponerme.
Con una sonrisa me puse manos a la obra y en cuanto acabe salí disparado para arreglarme, tenía que estar perfecto para este día tan especial. Cuando empezó la fiesta no podía dejar de sonreír por estar con la gente que quería, me sentí afortunado de tener tanta gente que quería a mi niña, estaba feliz por ello.
Pasamos un día increíble, un día que no iba a olvidar en mi vida. Deje a Kate jugando con nuestra pequeña y yo me puse a limpiar un poco el desastre tras una gran fiesta.
Cuando acabe me acerque hacia el salón y vi a mi esposa en el suelo cuidando de nuestra pequeña que estaba de pie apoyada en la mesa sin dejar de mirar a su madre.
- Vamos cariño ven con mama - decía Kate llamándola con gusto y cogiendo su peluche favorito.
Vi como nuestra pequeña empezaba a excitarse y empezó a ponerse nerviosa cada vez que empezaba así terminaba en el suelo justo antes de dar el primer pasito. Pero esta vez fue distinto. De repente vi como mi pequeña casi corriendo más que andado se acerca a su madre a gran velocidad intentando mantener el equilibrio dando sus primeros pasos hasta acabar en los brazos de su madre que la agarro justo a tiempo antes de volver a terminar en el suelo. Fue una imagen increíble y más al ver a Kate tan feliz como estaba por otro avance más de nuestra princesa.
- Rick… Rick… ¿lo has visto? - empezó a gritar emocionada poniéndose de pie con nuestra pequeña en brazos. Me acerque a ella y le di un beso a cada una.
- Lo he visto.
- Ha sido increíble. Ya mismo está corriendo.
- No lo dudo - digo riéndome visiblemente emocionado porque solo volver la cabeza atrás cuando hace apenas unos meses no sabíamos ni siquiera si íbamos a poder disfrutar de ella. Ahora parece todo eso malo tan lejano…
- ¿Estás bien?
- Si… estoy feliz – digo besando a Kate suavemente en sus labios y enseguida siento las manitas de mi niña pidiéndome atención y siento que muero de amor por esa enana que me tiene robado el corazón.
- Papa sito - dijo mientras la cogía y la llenaba de besos haciéndola reír. Pero de repente veo que se refriega los ojitos y su boquita se abre con ganas - ¿Tienes sueñito? - preguntó más para mí que para ella mientras la abrazo contra mi cuerpo.
- Será mejor que la lleves a acostar.
- Voy. Ahora vuelvo - digo besando a Kate y con cuidado subo a nuestra pequeña para que pueda descansar tras el largo día.
Con el tiempo había conseguido que mi pequeña durmiera mucho mejor, ya tenía más experiencia sobre todo de los primeros meses y más ahora que Kate había vuelto a su trabajo después de una larga baja por maternidad. Los últimos tres meses habían sido un poco caóticos pero me imagino que para Kate había sido peor, sabía lo que le costaba marchar cada mañana y volver tarde. Pero a pesar de todo eso, cada minuto que tenía libre lo pasaba con nosotros, me alegraba saber que ya tenía más motivos para estar en casa que para quedarse en la comisaría trabajando, con la llegada de Allison su vida había cambiado por completo, nuestra vida había cambiado por completo.
- Hola - digo acercándome hacia el sofá y sentándome a su lado. Enseguida Kate se recuesta contra mi hombro y veo que cierra los ojos del cansancio que tiene acumulado - ¿Quieres irte a dormir?
- No, quiero estar un rato así, contigo. Quiero pasar un rato con mi marido - dice sonriéndome y yo me muero solo de saber que quiere hacerlo.
- Te quiero Kate.
- Y yo - dice mirando hacia el suelo.
- ¿Qué pasa?
- Tengo algo que decirte y no sé cómo - dice nerviosa y yo pienso lo peor. Otra vez un caso, otra vez un pozo del que no puede salir.
- ¿Qué ha pasado? - digo con dolor en mi voz.
- No… no es nada malo. Es solo… que no lo tenía previsto.
- ¿Entonces…?
- Estoy embarazada Rick - dice de golpe y me pilla por sorpresa. Pienso de nuevo en la primera vez que me lo dijo y lo diferente que fue todo y esta vez no pierdo la oportunidad de abrazarla con todas mis fuerzas casi dejándola sin respiración.
- Si… no puedo respirar.
- Lo siento - dije soltándola con una sonrisa en la cara.
- ¡Estas feliz!
- Lo dudabas.
- No… yo solo…. no habíamos vuelto hablar de ello y apenas estamos disfrutando de Allison y…
- Estoy feliz de que venga ahora. No se llevara mucho con Allison y así podrán jugar. Solo espero que esta vez sí sea un hombrecito sino… - dije a tono de broma haciéndonos reír a los dos.
- Me alegro de que esta vez sea diferente... solo espero que esta vez todo vaya bien.
- Todo irá bien. Recuerdo que si estamos juntos nada puedo ir mal.
- Juntos.
- Juntos - digo y beso sus labios como sellando un acuerdo para siempre, el acuerdo del amor eterno.
OCHO MESES DESPUES
Allí estaba con la campeona de mi mujer trayendo al mundo a nuestro futuro bebe. Otra vez más y esta vez por decisión de ambos decidimos no saber el sexo del bebe, eso hacía todo esto aún más emocionante. No solté la mano de Kate en ningún momento y no podía dejar de acariciarla y de dejarle besos por todos lados.
- Vamos Kate… ya queda poco.
- Kate tienes que empujar un poco más y tendrás a tu pequeño en brazos. Vamos que tú puedes.
Agarré con fuerza su mano y deje un beso suave en su cabeza. Ahí estaba aguantando como una campeona. Luchando porque nuestro bebe salga a este mundo. Solo agradecía que estaba vez el embarazo hubiera sido tan plácido.
Kate empezó a empujar con fuerza hasta que lo siguiente que se escuchó fue a nuestro pequeño llorando.
- ¿Quieres cortar el cordón?
- ¿Puedo?
- Claro, anda ven - dijo el doctor y yo me acerque corriendo tragando saliva. Lo cogí con cuidado casi con miedo y con ayuda del doctor corté el cordón.
De repente el médico se lo llevo y yo aproveche para volver a su lado, al lado de mi mujer.
- ¿Y él bebe?
- Lo están preparando. Espera un minuto impaciente - le digo bromeando pero antes de que ella pudiera contestarme aquí estaba ya de nuevo el doctor.
- Aquí traigo a vuestro machote - dice y de repente me doy cuenta de lo que ha dicho.
- ¿Es un niño?
- Si, por fin tienes al hombrecito de la casa - dice colocándolo sobre los brazos de Kate que lo coge y lo besa despacio mientras no puede evitar emocionarse.
- Es precioso.
- Si lo es. ¿Cómo quieres que le llamemos? ¿Tienes algún nombre relacionado con algún caso? - preguntó en tono de broma por la elección de Allison.
- No… creo que es mucho mejor llamarle Ricky Junior. Richard Alexander Castle Beckett.
- ¿En serio? - pregunto sorprendido.
- Si… creo que es perfecto - dice mirándome y yo beso sus labios con una sonrisa de completa felicidad.
- Gracias. Voy a por Alexis y Allison ahora vengo - me agacho y beso la cabecita de mi pequeño justo antes de salir.
Cuando llegue enseguida Alexis se acercó para conocer a su hermanito y yo con Allison en brazos me acerque para que Kate pudiera verla y ella también conociera a su hermanito.
- Hola princesa. Este es tu hermanito.
- ¿Cómo se llama? - pregunto Alexis y yo le respondo con un gran orgullo.
- Richard Alexander.
- Me alegro por ti papa. Sé que te hacia ilusión.
- Si, lo reconozco, bastante.
Me encantaba verlos a todos allí juntos, me encantaba disfrutar de mi gran familia pero sobre todo me encantaba poder disfrutar de ella. Me ponía a pensar en todo lo que habíamos vivido, en todo lo que habíamos pasado y ahora me daba cuenta que cualquier cosa merecía la pena solo por estar en el momento en que me encontraba ahora. Estaba completamente feliz.
Recuerdo el momento en que dude en volver con ella, en el que pensaba que podía ser porque estaba embarazada o que ella podría pensarlo. Recuerdo cada vez que pienso en que algo puede ir mal… en que siempre tendremos a alguien en común ahora mucho más pero no es solo eso. No solo somos algo en común. No solo somos dos personas que tenemos a dos pequeños a nuestro cargo, dos persona sangre de nuestra sangre, es mucho más. Ella es mi mujer, mi amiga, mi amante y sobre todo y lo más importante mi compañera para todo… mi compañera de vida esa que siempre me acompañara pase lo que pase, siempre.
FIN
Gracias a todos por llegar hasta el final y gracias por participar de ella en todos los medios posibles.
Nos vemos pronto con una nueva historia, ya avisaré. Me gustaría que fuera la semana que viene pero todavía no puedo asegurarlo. Estad atentos que volveré con fuerza.
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