Back to the past

Capítulo 1

Puede que algunos ya lo hayan leído ya que en verano lo empecé a publicar en fanfiction.net
Esta historia es de Beckett adolecente en su último año de instituto, con casi 18 años, que tiene lugar más o menos al 1998.
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Esto es el instituto. Un lugar donde las hormonas lo dominan todo. Esa vitalidad y sensación de que puedes hacer de todo, que eres libre, de que tienes toda una vida por delante, vives el momento... hasta que te das cuenta que no eres la única así. Otra niñata se interpone en tu camino, creyéndose superior a ti y te arruina la vida.
Esa zorra, también llamada Verónica, me ha quitado el novio y también mi orgullo personal. Un día a la salida del instituto simplemente me pasa por el lado, empujándome, y se lanza a sus brazos. Y él la mira sonriendo y la besa delante de mí apoyado en su moto. Me quedo con la boca abierta a escasos dos metros y poco a poco consigo reaccionar. De mi boca sale un ‘Cabrón’ furioso e indignado, y él me mira aún abrazado a esa.
-Lo siento Becks – dice y sonríe, volviendo a mirar a Verónica, quien aprovecha para besarlo apasionadamente delante de mí lanzándome una mirada de victoria.
Siento una mano en mi hombro y me doy cuenta de la realidad. Medio instituto ha presenciado la escena más vergonzosa y traumática de mi vida. Gente que pasa por los lados se ríe de mí y hacen chistes. Aún estoy paralizada mientras contemplo a la nueva parejita yéndose en moto, y deseando que se me trague la tierra.
- Tranquila Becks. Tom es un idiota. Él se lo pierde. –Me dice Madison a mi lado. Y me empuja para salir de ahí. – ¿Sabes que haremos? – yo la miro – Ahora iremos a tu casa y nos desahogaremos ya sabes cómo – y me guiña un ojo.
Me quede pensando un momento, asumiendo todo lo que acababa de pasar. Madison me miraba esperando una reacción por mi parte, y finalmente hice una mueca intentando parecer una sonrisa y dije- ¿Película, helado y música? – Levanté una ceja y nos sonreímos con complicidad.
- Esa es mi chica – dijo y nos reímos mientras íbamos de camino a casa.


- Ah no. Drama romántico no. – Me quito la cinta de las manos.
- ¿Por qué no? Me gusta Titanic! – Estaban en su habitación con música a un volumen alto puesta sentadas sobre almohadas y decidiendo que película mirar.
- ¿Estas de broma? – le lancé una mirada asesina- estamos superando una ruptura, así que mejor una comedia o de terror. Mas bien terror.
- Ver a Leonardo diCaprio me ayudará a superar la ruptura. Solo tengo que compararlo con Tom y me sube la moral –suspiré en plan enamorada, aguantando el dolor que me supuso decir su nombre.
Madison me tiro una almohada a la cara – Ja ja ja, muy graciosa… Hazme caso de una vez.
- Esta bien... – dije con cara de fastidio poniendo los ojos en blanco. – ¿Y que quieres mirar entonces?
- Que te parece “La matanza de Texas” – dijo en pose teatral mostrando la película.
-No- dije rotundamente. No pensaba ver una masacre precisamente ahora o me daría ideas no precisamente buenas.
- Joo.. ¿y Halloween VI? – dijo posando ojitos de niña buena. A Madison le encantaban las pelis de terror, y estaba poniendo la escusa de mi ruptura para hacérmelas ver.
- No, nada de terror.
- Mala persona.. estoy intentando ayudar! – pasó a la siguiente. – Y que tal “Entrevista con el vampiro”? No es del todo terror y sale Tom Cruise y Brad Pitt.
- Esta no está mal… los vampiros son unos de mis seres mitológicos favoritos. – sonreí, pero luego miré entre todas las películas del suelo y cogí una - ¿Y si miramos “Regreso al futuro”? – dije ilusionada. Era una de mis pelis favoritas. De pequeña la ponía una y otra vez sin parar, y hacía mucho tiempo que no la veía.
- Bueno… - dijo mirándome mientras ponía mi mejor cara – esta bieen… miraremos esa, pero solo porque sé que te encanta la ciencia ficción. – sonreí de oreja a oreja mordiéndome ligeramente la lengua y puse la cinta al reproductor.
Madison fue a buscar helados al congelador y los trajo. Paré la música, y nos pusimos a ver la película. Estábamos solas en casa. Mis padres no iban a volver hasta tarde.
Cuando estaba a punto de terminar, en la escena en que intentaban que el coche funcionara con los relámpagos, sentimos unos golpes a la puerta de mi habitación. Puse pausa y pregunté quién era.
- Soy yo hija, puedo pasar?
- Sí – abrió la puerta y nos encontró a Madison y a mí al suelo mirando la tele y con tarinas de helado vacías por el suelo. – ¿Que haces aquí tan pronto, mamá?
- He terminado antes de trabajar. – respondió.- Hola Madison, no sabía que vendrías.
- Hola sra. Beckett – dijo poniendo cara seria.
- Katie, te dije que limpiaras tu habitación y ahora está peor. Cuando ella se marche ya te puedes poner las pilas. – se giró para cerrar la puerta pero volvió a entrar - ¿Mañana no tenías un examen de historia?
- No – respondí rápido, pero ella me miró y supo que era mentira. Me había olvidado completamente del examen.
- ¡Katherine! ponte a estudiar, que desde que sales por ahí con ese tal Tom tus notas han bajado.
Me sentaron fatal esas palabras y se me empezaron a escapar algunas lágrimas.
- Tranquila mamá que eso ya no será un problema. – grito con la mirada clavada en el suelo. Su madre se dio cuenta de que le pasaba y fue a consolarla.
- Lo siento Katie, sea lo que sea que te hizo eso ya pasó.. – me dijo mientras me abrazaba fuete a ella. Necesitaba ese abrazo, ahora me daba la sensación de haberme quitado un peso de encima. – Vamos hija… tu eres mejor que él, que nunca me llegó a caer bien, pero no pasa nada… - se separaron un poco. Madison contemplaba la escena.
- Me dejó por otra- dije entre sollozos desahogándome. Ella me acarició la cabeza y me sonrió tiernamente.
- Tranquila todo va a ir bien desde ahora. Vigila más con quien sales, hija. – Se levantó y se dispuso a irse – hoy te dejo quedar con tu amiga, pero a partir de mañana debes estudiar.
- De acuerdo mamá – dije.
Ya me sentía mucho mejor. Terminamos la película y Madison se fue.
Mañana sería un día difícil, pero tenía la sensación de que saldría adelante.

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Iré poniendo un capitulo cada día hasta el que tengo escrito, pero si quereis leerlo ya lo buscais en Fanfiction.

Esta súper bien, me encantan los fics de cuando son jóvenes. Sube el próximo pronto.

MEEE ENCANTAAAAAAAA Aunq7 ya lo he leido en fanfiction...me encantaa me lo vuelvo a leer Aunque ya te lo dije por WA soy helena <3

Sigueee

Gracias por las reviews!!! :')      


Capítulo 2

No quería levantarme ni ir al instituto. Enterré la cabeza a la almohada unos minutos más. No había dormido muy bien, pero más que tener el corazón roto por culpa de Tom, lo que más sentía era vergüenza, traición, y miedo. Mucho miedo de volver a la realidad. De sentir como los otros alumnos me miran al pasar susurrando lo ocurrido. De encontrarse a Tom. De encontrarse a Verónica o a otra por el estilo. Y lo peor de todo: verlos juntos riéndose de mí. De lo tonta que había sido para salir con él. Había sido mi primer novio. Estábamos a punto de cumplir 3 meses. Creía que iba todo bien entre nosotros, aunque la última semana prácticamente no nos habíamos visto, pero eso no era extraño en él. Él nunca había querido profundizar la relación. Solo escapadas románticas, citas, besos, muchos besos… no habíamos llegado a más, pero confiaba en él, o eso creía. Me sentía traicionada.
Levanté un poco la cabeza y miré el despertador. Iba a llegar tarde. Me levanté y cogí las cosas para el instituto después de vestirme y peinarme un poco. No desayuné y fui directamente a buscar mi moto. En llegar ya tocaba el timbre de clase. Dejé la moto y entré corriendo a mi clase. Al abrir la puerta todos se giraron. Ya estaban sentados haciendo un examen. ¡Mierda el examen de historia! No había estudiado nada. No estaba de humor. El día cada vez me iba peor.
El profesor me regañó por llegar tarde y me dio el examen. Lo dejé prácticamente en blanco, porque tampoco había escuchado en clase. En terminar, me fui pitando de ahí para ir a la siguiente clase.
En el descanso Madison se me acercó con una sonrisa intentando animarme.
- ¿A que no sabes qué día es hoy?
- ¿El peor de mi vida? – dije irónica.
- No, ese fue ayer – la fulminé con la mirada- hoy es viernes.
- Vale… ¿y?
- Hay una fiesta privada de mayores y tengo contactos, así que iremos – me miró con una sonrisa traviesa. Me quedé mirándola. Ahora quizá no estaba de humor por fiestas, pero me encantaba ir. - ¿Qué me dices?
- Supongo que me vendrá bien para distraerme… - hice media sonrisa encogiéndome de hombros.
- ¡Evidentemente! – Me dio una rápida abrazada – piensa que aunque hubieses dicho que no te hubiera arrastrado hasta ahí.
Me reí. Madison era mi mejor amiga, y siempre conseguía animarme.

Por la tarde quedamos en su casa. Yo traje unos vestidos para escoger cual ponerme y maquillaje. Y ella tenía todas sus cosas ahí.
Mis padres sabían que iría a una fiesta con ella esta noche. No les había dado detalles, pero sabían que si me digieran que no me inventaría una excusa o me escaparía de casa para ir, así que preferían no preguntar. Aparte de que siempre respetaba la hora de volver, porque serían capaces de llamar a la policía si no apareciera.
Después de cenar y prepararnos, nos dirigimos a la fiesta. Yo llevaba un mini vestido purpura y ella uno negro.
Se celebraba en un pabellón de ahí cerca. Entramos y di un vistazo rápido. Estaba muy bien decorado, con una pista de baile enorme, luces de colores, había una barra enorme a cada lado y unas butacas y mesas al fondo. La música estaba altísima. Me gustaba, esto hacia que se me subiera el ánimo y sonriera.
Con Madison fuimos a bailar. Había bastante gente también bailando y cada vez iba llegando más. Nos movíamos al ritmo de la música de forma alocada riéndonos. Un poco después nos fuimos a la barra a buscar algo para beber. Decidimos tomar vodka con blue tropic. Me gusta ese sabor dulce que tiene. Al cabo de un rato empezó a sonar una canción que nos encanta a las dos y salimos disparadas a bailar otra vez después.
El tiempo pasaba volando al ritmo de la noche. En la pista de baile Madison encontró al que nos iba invitado con unos amigos. Nos unimos a ellos. Eran tres chicos de unos 20 años o más, el que conocía ella era rubio y bastante guapo, otro era normalillo, y el último era moreno y alto. Cuando lo estaba mirando de golpe nuestras miradas se encontraron. Incluso con las luces parpadeantes del recinto pude ver sus increíbles ojos azules. Dejé de escuchar la música. Estaba atrapada en su mirada y parecía que a él le pasaba lo mismo. Se acercó a mí y empezamos a bailar juntos. Poco a poco nos fuimos soltando y me cogió de la cintura. Yo puse las manos apoyadas alrededor de su cuello. Nos miramos mientras movíamos nuestros cuerpos el uno contra el otro, cada vez más cerca. Deslizó un poco sus manos hacia abajo, y yo le iba acariciando la espalda y sus increíbles brazos. La música se volvió más sensual. Enterró su cabeza en mi cuello, apartándome el pelo con la nariz y rozándome con sus labios. Me olvidé del resto del mundo, solo existíamos nosotros. Moví mis caderas contra las suyas con más intensidad y eché la cabeza hacia atrás. Separó un poco la cabeza y apoyó su frente sobre la mía. Le miré los labios. Estaba tan cerca que no me podía resistir. Él parecía pensar lo mismo, ya que, poco a poco fuimos acortando la distancia que nos separaba y nuestros labios se unieron. Una extraña electricidad recorrió nuestros cuerpos. Ni siquiera le conocía, no sabía ni su nombre, pero la sensación que me invadió en ese momento era como si hubiésemos estado juntos toda la vida. Como si fuera mi otra mitad.
Nos separamos levemente mirándonos a los ojos. Tenían un brillo especial nunca visto. Volvió a mirar mis labios y cerré los ojos entregándome a él. Chocaron intensamente, entreabriendo nuestras bocas para profundizar más el beso. Nos saboreamos mutuamente durante una eternidad hasta que nos separamos para recuperar el aire. Sonreímos tontamente sin quitarnos la mirada de encima. Me mordí el labio sonrojándome. Nunca me había liado con un tío de esa manera, pero no me arrepentía de haberlo hecho. Dejé otra vez la mente en blanco cuando me acarició la cara con una mano, y, atraídos por un magnetismo irracional, nos volvimos a besar.
Bailamos abrazados e intercalando besos un tiempo indeterminado, hasta que él me susurró si quería irme a sentar y tomar algo.
Yo asentí y nos dirigimos a la barra. Por el camino pude ver a Madison bailando con los otros dos chicos al medio de la pista. Nos sentamos y él pidió dos margaritas.
Se giró hacia a mí, mirándome intensamente. Se debatía las palabras que iba a decir exactamente.
- Eso es un poco violento después de lo ocurrido, pero… - las palabras le salían entrecortadamente - ¿Cómo te llamas?
Me puse a reír antes de contestar. Él se me quedó mirando.
- Kate Beckett – le extendí la mano teatralmente con una sonrisa - ¿Y tú?
- Rick Castle – encajó mi mano también sonriendo – un placer Kate.
- Igualmente – dije, y nos reímos.
- Tienes unos ojos preciosos – dijo mirándome, y yo me sonrojé mirando hacia otro lado mientras me ponía un mechón de mi pelo detrás de la oreja.
- Lo mismo puedo decir de los tuyos. Son increíbles. – dije volviendo a mirarle.
Nos quedamos un momento en silencio con esa electricidad recorriendo nuestros cuerpos. Me daba la sensación de estar en una nube. El camarero nos hizo volver a la realidad dejando nuestras copas.
- Oye Kate, ¿y qué estudias? – dijo intentando iniciar una conversación para conocerse mejor.
- Estoy al último curso de instituto, y aún no sé muy bien lo que haré el año que viene.
- ¿En el instituto? Me parecías más grande... – dijo con tono de sorpresa
- ¡Y qué más da! La edad no importa.
- Tienes razón – sonreímos – Espera un momento, – le miré de golpe arrugando la frente- entonces no puedes beber alcohol – dijo quitándome la copa de la mano.
- ¡Eh! ¡Devuélveme eso! – dije abalanzándome sobre él – Me faltan dos meses para los 18, así que no pasa nada, abuelo.
-¿Abuelo?- dijo alzando las cejas de una forma muy sexy y divertida fingiendo estar ofendido- Pero si solo tengo unos años más.
- ¿Ah sí? ¿Cuántos? – dije acosadora haciendo morritos.
- 22.
- Aja… si que eres viejo… no sé cómo he podido estar contigo
- Muy graciosa.
- Devuélveme mi copa. – Dije parando una mano. Me miró achicando los ojos y luego se rindió y me la dio. Sonreí orgullosa, y después de dar un trago se me acercó y nos volvimos a besar.


Espero que os guste esta manera de conocerse Beckett y Castle. ¡Review!

ME ENCANTAAAAAA jdjshdhw es que edtoy completamente enganchada a este fic sadbnejensnw

WUOOOOOOOOOOOO ES ES ES ES NO TENGO PALABRAS UDCNKDOSBAKDJFJKSZBBXKXKDBSKSBD CON ESO TE LO DIGO TODO

Awww me a encantado!! Menos mal que estas en el grupo de whats que si no no lo hubiera leido!! Por favor sube el siguiente pronto, necesito leer más de tu fic. 
Me parece increíble la forma en la que se han conocido Kate y Rick pero muy acorde a como me los imagino yo de jóvenes.
Un beso, de tu admiradora no-secreta ajajja xD

Me encantaaaaaaaa sube más por favor

Jajajaja Me alegro muchísimo de que os guste a todos!!! Y Gracias por las reviews <3

Dije que subiría un capitulo al día, pero como seguro que hay días que me olvidaré, pues hoy subo otro



Capítulo 3

Hablamos animadamente durante mucho rato, pero que se nos pasó volando. Me contó que era escritor y que le acababan de publicar su primera novela y saldría a la venda en pocas semanas. Le pregunté si me la dejaría leer antes, ya que me gustaba mucho leer. Sonrió encantado de que me interesase por la lectura y quedamos en que me dejaría el borrador un día de la semana que viene. Nos dimos nuestros teléfonos para seguir viéndonos.
Cuando queríamos volver a bailar, una voz me llamó por detrás.
Era Madison con los otros dos chicos, que Rick me había dicho que se llamaban Matt y Tyler.
- ¡Hey Becks! – me dio una abrazada – Nos ha costado encontraros, parejita. – dijo con una mirada insinuadora.
Nos reímos todos, y Rick y yo nos miramos sonrojándonos un poco.
- Hola Madi – dije, ya que no sabía que más decir en ese momento.
- Tío, no sabíamos que habías venido a ligar, eh… - dijo el que era bajito a Rick, y luego de golpearle amistosamente en la espalda se dirigió a mí. – Soy Tyler y él es Matt.
- Encantada – sonreí.
- Ya son las cuatro y media y a las cinco hemos estar en casa – dijo Madison – deberíamos empezar a marcharnos.
La miré con cara de fastidio. No me podía creer que ya nos tuviéramos que ir. No quería separarme aún de Rick. Quería estar con él toda la noche. Por el rabillo del ojo vi desilusión en su cara, y me hizo enternecer.
Suspiré y dije - Esta bieen… supongo que será mejor que nos vayamos ya…
- Vale – y adivinándome los pensamientos me dijo – te espero en la entrada y mientras te despides de él. – me guiñó el ojo y arrastró a los otros dos con ella.
Miré a Rick con cara triste y puse mi mano sobre la suya.
- Prométeme que me llamarás y nos veremos pronto – lo miré a los ojos intensamente rezando a las estrellas que dijera que sí. Quería estar con él, ya que ahora él inexplicablemente era muy importante para mí.
- Por supuesto – sonrió – Siempre.
Nos acercamos hasta quedar nuestras narices pegadas y me dijo:
-Además tienes de leer mi libro.
Me puse a reír y le di un suave beso de despedida. Pero, cuando me iba a separar, él me abrazó con fuerza estrechándome entre sus brazos como si me fuera a escapar.
Y nos quedamos así abrazados durante un par de minutos. La gente alrededor nuestro seguía bailando y escuchando la música, pero casi no nos dábamos cuenta.
- ¿No puedo hacer nada para que te quedes un rato más? – me susurró al oído.
Acurruqué más la cabeza en su cuello y suspiré.
- Lo siento, mis padres me van a matar si llego tarde en casa. –Y finalmente nos separamos.
Pasó la mano por mi hombro y nos dirigimos a fuera donde estaba Madison y los chicos.
- Por fin chica, creía que te tendría que volver a buscar dentro. –dijo justo en vernos. Me separé de Castle y me fui con ella. Les dijimos adiós a todos, poniendo énfasis en Rick, y empezamos a andar hacia nuestras casas.
Madison me miraba inquisitiva a mi lado. Quería detalles. Intenté centrarme en andar, asimilando lo que me acababa de suceder con Castle, pero finalmente ella habló.
- Bueno Kate, ¿no crees que me tienes que dar una explicación? –dijo parándose.
Me giré hacia ella y me dispuse a contarle lo que sucedió. No podía mentirle a mi mejor amiga. Respiré a hondo y empecé.
- No sé muy bien lo que me pasó, pero en mirarnos sentí una cosa que no había sentido jamás. – Ella escuchaba atentamente – Solo podía centrarme en él, en sus ojos, en todo… y, nos fuimos acercando y bailamos juntos… y… nos besamos. – cerré los ojos y volví a andar. Si le tenía que explicar todos mis sentimientos en medio de la calle llegaríamos tarde.
- No, si eso ya lo vi, y joder Becks, me distraje un momento y en cuando me giré hacia a ti para presentártelos ya estabas abrazada a ese tío. ¿Cómo es posible?- dijo alucinada. La verdad es que una parte de mi también se preguntaba cómo había sucedido eso tan rápidamente. Nunca me había pasado, y teniendo en cuenta que ayer aún tenía novio, se sentía muy irreal.
- No sé, fue un sentimiento mutuo, y simplemente pasó – suspiré – Oye podemos hablar de eso mañana, estoy cansada y me empieza a doler todo.
- Vale, pero no te vas a librar de mí.
Llegamos delante de mí casa a las 5 en punto. Probablemente mis padres estaban despiertos para comprobar que llegaba.
- Y dime, ¿os volveréis a ver? – preguntó después de un rato de silencio mientras yo metía la llave a la cerradura.
- Sí, tenemos nuestros números y hemos pensado en quedar un día de estos.
- Mejor, por la mirada que tienes parece especial. – me guiñó el ojo con una sonrisa, y yo me quedé parada un momento. ¿Tanto se me notaba? – Eso nunca te pasó con Tom. Me alegro por ti.
- Gracias Madi. – Abrí la puerta – hasta mañana – nos sonreímos y subí al piso.
Como había previsto mis padres me esperaban despiertos al sofá. En entrar me acerqué a ellos y les di un beso en la mejilla.
- ¿Qué tal hija? ¿Todo bien? ¿No ha pasado nada en la fiesta que debamos preocuparnos? ¿Has bebido mucho, o alguna otra cosa? – Me preguntó mi padre de tirón como siempre.
- No papá, todo ha ido bien y ha sido genial. Y como podéis ver no estoy en el suelo borracha.
- Mejor Katie, tienes que entender que nos preocupamos por ti, somos tus padres, y está bien que te diviertas, pero en ver por las noticias incidentes de adolecentes en fiestas como las que vas, no podemos evitarlo – dijo mi madre.
- De acuerdo, y ahora me voy a dormir, que estoy agotada. – Les di otro beso de buenas noches a cada uno en la mejilla y me fui a mi cuarto.
Me puse el pijama y me acosté en la cama. Estaba feliz. Rápidamente me fui quedando dormida pensando en él, en sus ojos, en sus caricias, en sus besos… Aún podía sentir sus labios tocando los míos. El corazón me latía muy fuerte. Atrás había quedado toda la tristeza y miedos de ayer. Me sentía como nueva.
Creo que me he enamorado de Rick Castle.

Espero que os siga gustando

Sigueeeee

Abrí los ojos y miré el reloj. Eran las 12. Decidí levantarme aunque me dolía un poco la cabeza. Me dirigí al baño. Me miré al espejo y tenía las mejillas un poco sonrojadas. Cerré los ojos un momento y las imágenes de ayer por la noche me pasaron como flashes por mi cerebro. Sonreí en acordarme de Rick y nuestros besos.
Después de lavarme los dientes, cogí el móvil. Tenía una llamada perdida de Madison. Me pregunté cómo se había podido despertar tan “temprano” después de una fiesta. Decidí llamarla luego. Me moría de hambre.
Fui a la cocina y encontré a mi madre. Mi padre estaba trabajando. Hablamos un poco mientras comía unos cereales y luego me puse a ver la televisión.
Por la tarde decidí finalmente llamar a Madison. Le conté con más detalles lo mío con Rick, y ella me contó cosas sobre de que conocía a Matt. También me contó que no solo era yo la que se había comportado de manera impulsiva y fuera de lo habitual, sino que ellos también se sorprendieron de que Rick se liara conmigo. Finalmente nos despedimos y quedamos en que nos veríamos el lunes al instituto.
Me dediqué la tarde a estudiar y hacer deberes. No quería volver a pasar por lo mismo que en el examen de historia. Pero hice un par de pausas. Una por ir a comer un donut y prepararme un café, y la otra porqué recibí una llamada de él.
Estaba concentrada cuando de golpe empezó a sonar el móvil. Con ver su número en la pantalla mi corazón dio un salto, y con los dedos un poco temerosos, pulsé la tecla verde y contesté.
- ¿Si?
- Hey Kate, soy yo…
Sonreí. Ya sabía que era él, pero al oír su voz mis sentidos se desconectaron del mundo.
- Hola Rick, ¿Qué tal?
- Bien, la verdad es que he estado durmiendo toda la mañana.
- Yo igual. – solté una pequeña carcajada.
- Emm… Kate… -empezó a decir
- Dime.
- ¿Quieres quedar mañana a tomar un café o algo?
- Sí.- respondí rápidamente antes de que dijera algo más. Quizá no debería parecer una desesperada, pero es que no me podía resistir…
- Perfecto – sonrió satisfecho – entonces quedamos a las… ¿6 de la tarde? ¿Te viene bien?
- Sí, por mi bien, ¿Dónde?
- ¿En el Tecla’s Café?
- Ok, está a unas tres manzanas de donde vivo.
- Vale, entonces hasta mañana.
- Hasta mañana – colgamos y sonreí. ¡Volvería a verlo! Casi no podía ni esperar a mañana. Me parecía increíble ser tan afortunada.
Unos minutos después, decidí volver a llamar a Madison para contarle eso. Ella también estaba muy contenta.
- ¡No sabes cuánto me alegro Becks! No lo dejes escapar.
Hablamos un poco más y luego fui a cenar. Mis padres me preguntaron por qué estaba tan contenta, yo solo les respondí con una sonrisa y un “he tenido un buen día y creo que mañana también lo será”. No insistieron con el tema así que me fui a leer un rato y a dormir.

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Faltaban cinco minutos para las seis cuando llegué al Café. Iba muchas veces ahí a escribir, pero esta era la primera que quedaba con una chica. Me senté al lado de la ventana, y el camarero, que ya me conocía me vino a preguntar si quería lo de siempre. Yo le respondí que estaba esperando a alguien, y se marchó un poco sorprendido.
Aún no me parecía real que esa chica tan joven y guapa hubiera aceptado tan rápidamente vernos otra vez. Los recuerdos de la fiesta me parecían un precioso sueño envueltos de una nube de felicidad irracional. Tenía miedo a despertarme y ver que en realidad todas las sensaciones habían sido magnificadas por el efecto del alcohol en ambos, y en realidad esa conexión mágica no existiera. Pero aún así, no me la podía quitar de la cabeza. Había estado pensando en Kate desde que se alejó de la fiesta junto a su amiga. Hasta soñé con ella dos veces. Necesitaba verla ya.
Miré el reloj. Ya eran las seis. Me giré hacia la puerta y no la vi. Me empezaba a poner nervioso. Suspiré tratando de calmarme y me dije a mi mismo que seguramente estaba a punto de llegar. Volví a mirar el reloj. Había pasado medio minuto. Ni rastro de ella. Volví a mirar la hora. La manecilla del reloj parecía ir a camera lenta…
Y de golpe noté su presencia. Me giré y la vi, andando hacia a mí con una sonrisa en los labios. Estaba preciosa, iba con unos tejanos y una camiseta de color cereza, su pelo largo y castaño le caía por los hombros haciendo ondas.
Me levanté sonriendo y nos dimos un abrazo a modo de saludo. Nos separamos y ella se sentó delante de mí.
- Hola Kate, me alegro de volverte a ver.
- Hola Rick, yo igual – me contestó mirándome fijamente a los ojos.
Si había tenido dudas de que nuestra conexión hubiese dejado de existir, ahora habían desaparecido todas. Era increíble. Ella era increíble. No podía dejar de mirarla.
El camarero volvió a preguntarnos que queríamos tomar y pedimos nuestros cafés. El suyo era con leche y vainilla. Dulce como ella pensé. En volver para traérnoslos miró a Kate y luego me guiñó el ojo.
Kate percibió ese gesto y me interrogó con la mirada.
-Vengo a este Café muchas veces a escribir. – Ella estaba escuchando atentamente - Me he pasado horas enteras aquí sentado, y él ya me conoce.
- Vaya… debe de ser difícil escribir un libro, crear a los personajes, inventar la historia,… bueno, supongo, yo nunca he escrito un relato de más de dos páginas. - bebió un poco de su café y se quemó ligeramente el labio y como acto reflejo se lo humedeció con la lengua. Me quedé embobado mirado su boca. Mi mente se acordó de la sensación de estarla besándola, y me moría de ganas de volverlo a hacer.
- Bueno… sí que cuesta un poco, pero a mi es lo que más me gusta hacer. Escribo desde pequeño y siempre había soñado en que me publicaran un libro. Así que con un poco de paciencia lo he conseguido – y realmente me sentía orgulloso de aquello.
- Me lo tienes que dejar leer – dijo guiñándome el ojo.
Miré la bolsa de mi lado. Lo había traído por si realmente lo quería o solo lo había dicho a la fiesta por puro compromiso y ligar. Por su mirada parecía que tenía ganas de leerlo, así que lo cogí y se lo entregué.
- Lo traje por si te acordabas y te apetecía leerlo algún día. – dije serio. Aunque pareciese una chorrada, para mí era importante que ella quisiera leerlo. Quiero que le guste, que me dé su opinión.
- ¡Oh! ¡Muchas gracias! – sonrió ilusionada cogiendo el libro y lo miró atentamente.
No podía ser más perfecta pensé mientras la observaba sonriente. Ha valido la pena traer el libro.
Charlamos durante mucho tiempo. Me contó cosas de su vida, yo le conté de la mía. Hablamos de cosas banales, y cada vez nos íbamos acercando más el uno al otro. En un punto de la conversación puse mi mano sobre la suya. Ella se sonrojó un poco el primer momento en un gesto adorable, y continuamos hablando.
- … la verdad es que estoy muy feliz de haberte conocido y haber podido quedar hoy, Rick. – me dijo.
Nos quedamos un momento en silencio mirándonos a los ojos. Le apreté un poco la mano y dije:
- La verdad es que por mí también es una gran suerte. Eres increíble Kate, y ahora mismo no quería estar en ningún otro lugar que no fuera a tu lado.
Y no nos hizo falta ninguna otra palabra. Acercamos nuestras cabezas la poca distancia que nos separaba y nos besamos. Realmente había deseado ese momento desde que la vi entrar. Sus labios eran como una droga. Perdí el sentido de donde estábamos y me centré en ella. Ahondamos un poco el beso y luego sonriendo nos separamos. No quería que esa cosa mágica nuestra terminara nunca. Quería estar a su lado.
- ¿Quieres salir conmigo? – le pregunté.
Me miró a los ojos con un brillo especial y asintió con la cabeza.
- Sí
Reí de felicidad y ella se unió a mí para después volver a besarnos.
Continuamos hablando y mirándonos intensamente un rato más, hasta que llegó la hora de marcharnos. Salimos de la cafetería y caminamos por la calle cogidos de la mano. La acompañé hasta su casa y nos despedimos con un beso. Prometimos llamarnos y hacer alguna cosa especial durante la semana.
La observé subir las escaleras mientras se cerraba la puerta, y suspiré.
El corazón me iba más deprisa de lo normal. Kate Beckett era realmente perfecta. Creo que me he enamorado.

Sigueloooo

SUGUEEEEEEEE SIGUEEEEEEEEEEEEEEE
ME ENCANTA MUCHOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Escribes genial,,)

Gracias por todas las reviews!!! No se me da bien contestarlas individualmente, porque siempre voy diciendo "gracias", así que mejor las contesto todas aquí.   
Gracias a las del grupo del Whats por darme la idea de poner el mi fic en el foro, y Caskett_Dever me encanta Jon Snow!!!!

Capítulo 5

Subí por las escaleras, como hacía normalmente para hacer más ejercicio, y entré en el piso. Pero allí mi felicidad desapareció. Mi madre me estaba esperando sentada al sofá. No podía librarme de lo que sea que me tenía que decir, así que lentamente me acerqué a ella.
- Katherine, ¿no crees que tienes algo que contarme? –empezó. Deseé que no fuera nada relacionado con Rick, así que dije otra cosa.
- Lo siento, probablemente he suspendido el examen de historia… Debería haber estudiado…
- No me refería a eso, hija, pero luego lo hablamos.
Me quedé mirándola helada. Por favor que no sea sobre Richard Castle.
- Estas muy feliz… - mierda, no quería escuchar como continuaba – teniendo en cuenta que hace un par de días estabas llorando desconsolada porque Tom te había dejado, creo que me debes una explicación. ¿Quieres empezar?
- Lo he superado bastante rápido… Hablar con Madison me ha ayudado a..
- ¡Katherine! – me cortó – ¡déjate de excusas y cuéntame quien es ese chico con el que te has besado a la entrada!
Me quedé con la boca abierta. Quería desaparecer de la habitación e irme muy lejos, muy muy lejos. No podía pronunciar ni una palabra.
- ¿Ahora no me dices nada? Pues ya te puedes acostumbrar porque estas castigada.
- ¿Qué? ¡No! ¿¡Por qué!? – Balbuceé indignada – ¡No he hecho nada malo! ¡Él es buena persona!
- ¿Pero has visto cuantos años tiene? ¡Es mucho más mayor que tú! No puedes salir con él.
- Es mi vida, y sí que puedo. ¡Tú ni siquiera le conoces!
- ¡Anda ya! ¡Ni que tú lo conocieras de toda la vida! – dijo sarcástica – y dime, ¿cómo y cuando lo conociste? – alzó las cejas amenazante.
-Nos conocimos el otro día – no sabía si continuar, pero ella no pararía con hasta saberlo, e igualmente estaba castigada - … en la fiesta…
- ¿¡Me estás diciendo que os conocisteis en una fiesta!? - se me quedó mirando alucinada – Katherine se te ha terminado salir para siempre, y como lo vuelvas a ver te enviaré a la academia militar! – las lagrimas empezaron a nublarme la vista. Era muy cruel. – ¿Pero no ves que ese chico solo te quiere para aprovecharse de ti? No quiero que te haga daño.
Empecé a llorar. No quería escucharla. Ella no sabía nada. Él nunca me haría daño, lo sabía. Y me fui corriendo a mi habitación, cerrando la puerta de golpe. Sentí como gritaba “Katherine no hemos terminado” pero el sonido de su voz quedaba amortiguada por mis sollozos.
Me tumbé en la cama y abrazada a la almohada lloré durante horas. Nada me impediría dejar de ver a Rick. Ahora él era mi novio, y le quería.
Sentí como llegaba mi padre y mi madre le empezó a explicar que tenía otro novio que había conocido en una fiesta y era mayor. Sentí como él también se enfadaba conmigo. Como venía hacia mi habitación y me empezaba a gritar desde el otro lado de la puerta. Me quedé callada, llorando acurrucada en la cama. No pensaba salir de aquí. Finalmente se fue.
No cené. No tenía hambre. Vinieron un par de veces más a intentar hablar conmigo, pero yo no les abrí. Ojalá ahora estuviera con él. Él me abrazaría y me consolaría. Me alejaría de mis problemas... Cogí su libro de mi bolso y decidí empezarlo a leer.
Poco a poco me fui olvidando de mis padres. Estaba inmersa en la lectura. Era realmente bueno escribiendo. La trama de misterio me atrapó.

Abrí los ojos y volvía a ser lunes. La burbuja en que he estado viviendo ese fin de semana estalló por culpa de la realidad. Mis padres seguían enfadados conmigo. Yo estaba castigada. Hoy iría al instituto. ¿Y si alguien sabe lo mío con Rick? No es que me avergonzara ni nada por el estilo, pero me daba miedo de que se hable de mí y que piensen que soy una zorra porque el día después de que me dejaran ya estaba saliendo con otro tío. Aunque la verdad es que por mí la única zorra que hay es Verónica, que está con el cabrón de mi exnovio. Le odio.
Vi que tenía el libro de Castle en la mano. Ayer me debí quedar dormida mientras leía. Me moría de ganas de verlo otra vez. Me parecía increíble que fuera tan dependiente de él haciendo tan poco que nos conocíamos. Sonreí. El corazón me latía fuerte en el pecho y me dio fuerzas para empezar el día.
Pero sería difícil. Sería salir de la habitación y entrar en un campo de batalla. Con un poco de suerte mis padres ya se habían ido a trabajar.
Me cambié y preparé las cosas que necesitaba y salí de la habitación sin hacer ruido. Escuchando supe que solo estaba mi padre en casa. Sería fácil de esquivarlo. Abrí la puerta de casa y salí más rápido que un ninja.
De camino paré en un café a desayunar. Era pronto, así que me tomé mi tiempo. Llegué al instituto cuando aún faltaban cinco minutos. En la entrada me encontré con unos amigos de Tom. Pasé de ellos cuando me empezaron a decir cosas como “La pobre Katie esta solita” y se reían. Si ellos supieran… pensé, y entré a clase.
El día transcurrió mejor de lo que me esperaba. Estuve todo el rato con Madison hablando de Rick y de mis padres. Ella cree que si nos queremos nada nos impedirá estar juntos como en las películas. El problema es que aunque vea la forma en que él me mira no sé si realmente me quiere tanto. ¿Y si mi madre tuviese razón y Castle me terminara rompiendo el corazón? ¿Y si la edad realmente importa? Me iban surgiendo algunas dudas, y necesitaba respuestas.
Al salir vi a Tom y Verónica besándose delante del instituto. Pasé intentando no mirar, pero él me llamó.
- ¡Hey Becks! Me han dicho que tienes un nuevo novio. – lo miré con una cara diciéndole cállate de una vez, pero él continuó – debería haber supuesto que no me querías tanto como decías. En realidad te tiras al primero que se te pasa por delante, eh Becks! – y se rió con Verónica y unos cuantos más.
No pude controlarme. Me acerqué a él y le planté una ostia en la cara.
- Eso por ser un cerdo infiel – volví a darle – y eso por meterte en mi vida, idiota! –cuando iba a volver a hacerlo, me cogió por la muñeca y se me acercó sujetándome la barbilla con la otra mano.
- ¡A mí no me hables así eh nena! Que te doy una sola ostia y tu preciosa cara desaparece. – Lo miré con rabia – y créeme, entonces tu nuevo novio te abandonará, porque solo te quiere por tu cuerpo. Igual que yo. – se rió de mí y me dio un empujón.
- ¡Eres un capullo! – grité desesperada y me fui llorando.
No podía ser verdad. Solo eran mentiras. Simples mentiras que me decía por odio. Celos de que haya encontrado a alguien mejor que él. A que no llorara por dejarme. Tom era muy cruel. ¿Cómo pude salir con él?
En llegar a casa aún no había nadie, así que me preparé un bocadillo, cogí unas galletas y zumo y me volví a encerrar a mi cuarto.
Lloré. Lloré por las palabras de mi madre. Por las palabras de Tom. Por miedo a que tuvieran razón. Por todo.
Mi móvil sonó. Era Rick. No sabía si cogerlo o no. Y después de pensarlo un momento decidí colgar. Al cabo de cinco minutos volvió a sonar. Esa vez lo cogí.
- ¿Qué quieres Castle? – dije sollozando.


-- Continuará --


PD: Alguien me puede decir como se cambia el titulo del tema para que se sepa el capitulo que he puesto nuevo como mucha otra gente hace???

E gusta mucho sigue cuando puedas

Puto Tom... Se merece una ostia de Rick. Me huele que va a ser a lo Romeo y Julieta

Pero ME ENCANTA Y AUNQUE LO REPITO ESCRIBES DE MIEDO. SIGUEEEE
Y más que nos guste Jon . :-$

Caskett_Dever escribió:Puto Tom... Se merece una ostia de Rick. Me huele que va a ser a lo Romeo y Julieta

jajajaja soy demasiado positiva y arcoiris para hacer un drama como Romeo y Juleta    

Y respecto a la ostia.... todo a su debido tiempo   

MUCHAS GRACIAS POR LEER A TODOS!!!! 

Cooooontinua:)

Muchísimas gracias por las reviews, y que paseis un buen fin de año!!!


Capítulo 6


- ¿Qué quieres Castle? – dije sollozando
- Kate ¿Estás bien? - me preguntó en tono preocupado. Yo no podía contestar. Seguía llorando al otro lado de la línea. -¡Kate! Dime algo! ¿Alguien te ha hecho daño? - Se estaba poniendo nervioso.
- Rick... -llegué a decir.
- Kate tranquila, yo te protegeré, dime qué te pasa.
- Mis padres me odian -sollocé - y... - se me rompió la voz - mi exnovio me ha amenazado...
- Kate...
- Por favor Rick, dime que no tienen razón... Dime que me quieres... - hubo una pausa donde solo se escucharon mis respiraciones entrecortadas.
- Kate... Claro que te quiero! - su respuesta me hizo sonreír - Eres muy importante para mí, si yo te pedí que fueses mi novia es por algo. - Dejé de llorar. Sus palabras me habían llegado hondo. Respondí:
- Gracias Rick, yo también te quiero - Mis palabras eran muy sinceras. Supe que al otro lado él sonreía. Todos mis miedos iban desapareciendo. Desde el principio supe que eran mentiras, pero me habían llegado a afectar mucho.
- Y entonces, que has dicho de un exnovio? – preguntó
- Oh, si, emm... buena pregunta…– empecé, se quedó esperando mi respuesta – Estuve saliendo con un chico que se llama Tom, y me dejó por otra la semana pasada. – oí como retenía el aire. – Y hoy en salir del instituto me ha empezado a decir cosas recriminándome que ya estaba saliendo con otro.
- Exactamente ¿Qué te ha dicho? – notaba como contenía la rabia.
- No importa Castle – intenté calmarlo – es un idiota, y se equivoca.
- Te juro que si un día veo a ese cabrón se va a montar un follón de los buenos. – me dijo con furia, y yo solté una carcajada. Lo estaba deseando. Quiero que Rick le dé una lección a ese capullo. Pero tampoco quiero que se meta en problemas. Me conformaba con saber que lo haría si se diera el caso.
- Gracias por defenderme.
- Siempre – contestó.
- Bueno… - suspiré - pasamos al siguiente problema: Mis padres.
- ¿Se han enterado de lo nuestro? – dedujo
- Ajá… Creen que eres demasiado mayor para mí y que solo me quieres por interés.
- Pues se equivocan. – dijo rotundamente.
- Lo sé. – Sonreí – también me han amenazado con enviarme a una academia militar si te vuelvo a ver – y me puse a reír.
- La verdad es que estarías muy sexy con el uniforme de camuflaje…
- ¡Castle! – le reñí mientras me sonrojaba.
- Eres preciosa, seguro que todo te queda bien. – me sonrojé aún más.
- Todo no, pero casi todo – le dije con una pizca de chulería – deberíamos vernos más para que puedas comprobarlo.
- Mmm… me gusta la idea.
Nos quedamos en silencio un momento.
- ¿Crees que debería venir un día de estos para hablar con tus padres y que me conozcan? – espetó.
- No, tal como están antes de que dijeras hola te habrían dado una paliza. - hice una pausa – Primero intentaré hablar con ellos y cuando llegue el momento te conocerán.
-De acuerdo.
- Mientras, creo que deberíamos vernos. Me da igual si estoy castigada.
- Eso suena muy bien. Romper la ley, encuentros furtivos, vivir al máximo,…
- Tampoco te pases, Rick, que no quiero que me descubran. – nos reímos.
Estuvimos hablando durante mucho tiempo, hasta que oí a mis padres llegar. Nos despedimos, y con los ánimos renovados después de nuestra conversación, me dispuse a enfrentarme a ellos.

Salí de mi habitación y fui a la sala de estar. Me quedé parada un momento, viendo por la puerta de la cocina como guardaban la compra que traían, hasta que se percataron de mi presencia. Nos observamos en silencio durante unos instantes. Finalmente hablaron.
- Hola Katie – dijo mi padre.
- Hola – hice una mueca parecida a una sonrisa y continué – supongo que queréis hablar…
Ellos se miraron. Supongo que querían ir con cuidado para no terminar igual que ayer.
- Cariño, ya sabes lo que pensamos de todo esto, y tienes que comprender que tenemos razón. –Dijo mi madre.
- Lo que queremos decir es que tu solo estas con ese para vengarte de Tom o algo parecido, y mientras, él se está aprovechando de que estas herida y necesitas a alguien. Y eso terminará mal. – continuó mi padre.
Me los quedé mirando. Nada de esto era lo que me había pasado, y ahí llegaba la parte difícil: que comprendieran mis sentimientos reales.
- No. No es eso. Para nada. Os equivocáis. – negué con la cabeza.
- Katie haznos caso, que eso no va a terminar bien. – dijo mi padre
- No. Él es muy importante para mí, y aunque haga muy poco que nos conocemos, yo le quiero y él a mi también.
- Eso te lo parece a ti, pero te estás engañando. – dijo mi madre
- ¡No me estoy engañando! ¡Es lo que siento! – hice una pausa y bajé la mirada- Lo que siento por él nunca lo sentí por Tom.
- Katie… -empezó mi madre.
- No conseguiréis apartarme de él.
- Katherine, Te estamos advirtiendo porqué te queremos. –dijo mi padre.
Nos miramos un momento y dije:
- Yo seguiré con él.
- ¡Pero es mayor! No quiero ni imaginar lo que te puede hacer, eres nuestra niña…
- ¡Yo también soy mayor! Y creo que soy perfectamente responsable de mis actos.
- ¡Al menos dinos como se llama! –preguntó mi madre.
- Rick Castle.
- Vale, haz lo que quieras con ese tal Rick, pero luego no nos vengas llorando porque te advertimos.
- Ok, eso ya lo veremos.
- Y sigues castigada.
-Pues vale, pero con eso no me vais a poder impedir que lo vea.
- Ya veremos cómo lo verás si te encerramos en casa.
- ¡Ja! Eso no os lo creéis ni vosotros!
- Katie, te estás ganando una buena..
- Creo que hemos terminado.
Y dicho eso volví a mi habitación. Creo que no ha ido tan mal como esperaba la conversación. Les había quedado claro que seguiría con él, y poco a poco lo irían asumiendo.
Hoy tampoco cené. Me quedé leyendo el libro de Rick. Ya casi iba por la mitad. Cuando me iba a dormir le envié un SMS de buenas noches, que él me respondió al instante con un “Buenas noches cariño. Te tengo preparada una sorpresa ”
Me moría de curiosidad por saber de qué se trataba. Y pensando en él, me fui quedando dormida.

El día siguiente fue mucho mejor. Desayuné con mi padre, pero no nos dijimos mucho más que un buenos días. En el instituto ni Tom ni nadie se metió conmigo, y como siempre, estuve todo el rato con Madison.
A la salida, cuando ya me iba hacia casa, de golpe lo vi.
Rick me estaba esperando apoyado en una moto delante del instituto. Mi cara se iluminó y fui hacia él casi corriendo. Madison, que contemplaba la escena, debía pensar que su teoría de que éramos como los protagonistas de una peli era cierta. Me lancé a sus brazos y me apretó contra su pecho, mientras me susurraba en la oreja “Preciosa, te voy a secuestrar”, y luego recorrió mi cuello con besos, subiendo hacia mi mandíbula y finalmente llegando a mis labios, donde nos dimos un beso apasionado.
Subí a su moto abrazándome a él con fuerza y nos marchamos. Por el rabillo del ojo pude ver la cara de Tom a lo lejos contemplando la escena y pensé: ¡Chúpate esa, idiota!


-- continuara--

Me encanta! Continua prooonto y FELIZ AÑO NUEVO:)

Siguweee

MUY LINDA HISTORIA Y FELIZ AÑO NUEVO

Aww me encanta. Sobre todo la última escena.
Cuando leí lo de " tengo una sorpresa preparada" pensé que iba a pegarle una paliza a Tom, pero fue mucho mejor lo que escribiste. Y lo úlitmo "Chupate esa Idiota" fue lo mejor.
Espero que puedas continuar pronto.
Un beso desde Valladolid