I LOVE AFFAIR (CAPITULO 12)

Me encantó el cpaítulo, por fin se despertó Castle!!!
Que se lo digan Alexis y Kate, y después lo calme Martha =)

Excelente capitulo,es una gran historia,y ahora Castle esta despertando,como se tomara todo lo que le ha ocurrido.
La 1 o la 2 seria la eleccion,pero no se decidirme por una jeje

Ha habido de todo un poco (hasta los que se han rajado como si fuesen ellos los que tuviesen que contárselo a Castle je, je) Bueno, la opción elegida es la primera. Pobrecitas mías. Espero que no se ponga muy melodramático. Uy perdón, empiezo ya.

CAPITULO 9

Kate y Alexis se miraron un momento en silencio sin saber que contestar.

R - ¿Tan… grave es?

K - ¿Qué?

A – No… no… no.

K – Lo mejor será que llamemos al doctor Monroe para que te vea.

R – Por favor… decidme algo.

A - Bueno… esta bien. No te vamos a engañar. Has sufrido una lesión grave en el hueso… nunca me acuerdo del nombre.

K – Escafoides.

A – Eso… gracias Kate. Al parecer es la lesión más grave que hay en la muñeca. Y… bueno…

K – Lo que tu hija intenta decirte es que la recuperación es lenta y dolorosa y que quizás…

R – Mi mano no vuelva a ser la de antes…

K – Pero no pienses en eso ahora. Porque de lo demás estás mucho mejor.

A – Y tu escribes con la cabeza y con el corazón, no con las manos.

R – Eso… eso te lo ha dicho la abuela.

Kate y Alexis sonrieron ante el comentario de Castle. Este cerró los ojos durante unos segundos. En ese momento apareció el doctor Monroe.

- Vaya, vaya, es que nadie me iba a avisar de que mi enfermo por fin ha despertado.

Castle volvió a abrir los ojos y se quedo pasmado cuando vio al doctor.

R – Pero… ¿Qué? ¿Quién? (en bajito a Kate y Alexis) ¿Es un…?

A – Si.

K – Ya te hemos dicho que es muy largo de contar.

- Ahora mismo quiero a ustedes dos fuera de esta habitación mientras yo hablo con el enfermo y le examino. Será mejor que vayan a darle la noticia a la señora Martha. Yo soy el doctor Tadeo Monroe.

Y le estrecho con suavidad la mano a Castle (la buena claro).

K – Esta bien.

A – No tarde por favor.

Cuando Kate y Alexis salieron de la habitación corrieron hacia la habitación de Martha para contarle la buena noticia. Casi matan a la pobre mujer del susto.

M – Pero ¿Habéis hablado con él?

A – Que si abuela. Que si.

M – ¿Le habéis contado lo de…?

K – Si. Tu nieta le soltó su frase y parece que funciono.

A – Aunque en ese momento fue cuando el doctor Monroe entro y nos echo fuera.

M – Lo importante es que ya esta fuera de peligro. Y ahora que no se os olvide lo que os dije hace once días.

Kate y Alexis asintieron a la vez. Después bajaron con Martha que desayunó mientras esperaban que el doctor Monroe acabará de revisar y hablar con Castle. Cuando salió se acerco a ellas.

- Bueno… la cuestión parece que marcha favorablemente. Pero tengo que pedirles un favor a las tres. No me lo atosiguen mucho. Se que quieren hablar con él de muchas cosas pero todas a la vez no. Así que vayan pasando de una en una y no se alarguen mucho. Después es bueno que descanse un poco. ¿Me han entendido?

CONTINUARA

Bueno, me ha salido un capítulo bastante corto para lo que suele ser habitual en mí, pero quería haceros la siguiente pregunta. Bueno en realidad no es una pregunta. Es un orden ¿En que orden queréis que entren a hablar con Castle? Yo pongo el que a mí me parece más lógico, pero si otro es el mayor votado pues realizaré ese. Mi orden es:

1. Martha.
2. Alexis.
3. Kate.

Estoy de acuerdo contigo 1 martha 2 alexis y 3 kate .

el capitulo perfeeeeeecto me ha encantado en cuanto puedas sube el siguiente capi

Orden perfecto, asi Kate es la ultima y mejor

Gracias por otro capítulo!!
1-Alexis.
2-Martha.
3-Kate.

Capitulo perfecto y el orden tb!!!!!!

genial capitulo






gracias por el capituloOOoOOo

Un capítulo genial, corto pero importante.
El orden me parece perfecto, me da que esta vez no te vamos a liar mucho...jajaja

Así me gusta, que todos penséis igual que yo. Voy a tener que tomarme otra vez las pastillas pa el ego que últimamente lo tengo muy subido.


CAPITULO 10

K, A y M – Perfectamente.

El doctor salió de la habitación y las tres se quedaron un momento en silencio.

M – Jesús, que hombre más sieso. Si no fuera porque le ha salvado la vida a mi hijo, le…

Alexis y Kate rieron ante el comentario de Martha.

A – Anda abuela, entra tú primero. Nosotras dos ya le hemos visto consciente y podremos esperar.

K – Alexis tiene razón. Entre usted primero.

M – Como queráis. Allá voy.

Y con gesto melodramático entro en la habitación.

K - ¿Tú estas segura de que perteneces a esa familia?

A – Eso me pregunto yo todos los días.

Y las dos sonrieron y salieron un momento fuera. Mientras, Martha entro en la habitación donde estaba su hijo. El doctor lo había incorporado un poco la cama y Castle estaba mirándose en un pequeño espejo la cicatriz que se le había quedado en la ceja derecha.

R – Madre, pasa de una vez.

Martha se acerco hasta él y le dio un beso en la mejilla.

M – Ay querido, menudo susto que nos has dado a todos. Pero… ¿Tú estas loco? ¿Cómo se te ocurrió hacer algo así? ¿Tú sabes la que has organizado? ¿Debería de…?

R – Madre, madre si lo que va a ser es darme un sermón, mejor…

M - Perdona, pero nos has tenido muy preocupados a todos y necesitaba desahogarme.

Dulcemente le cogió la mano a su hijo y suspiró.

R – La he liado buena ¿verdad?

M – Un poco.

R – Para ti debe ser complicado esta situación. Encerrada, sin televisión, sin tiendas, sin amigas con las que cotillear, sin…

M – Ay hijo por Dios, no me lo recuerdes.

R – Perdona. Oye, entre tú y yo ¿El doctor Monroe es un poco raro?

M - ¿Raro? Y eso que solo le conoces de media hora. Es tan serio que cada vez que estás en su presencia tengo la sensación de que he hecho algo malo y debo excusarme. Pero ha ayudado a traerte de vuelta y eso es lo importante. Ahora en serio, has debido de sufrir mucho al ocultarnos todo esto durante tanto tiempo.

R – No quería poneros en peligro. Creía que era la única forma de que… ¿Lo entiendes, verdad?

M – Pues claro que lo entiendo. Bueno, es mejor que deje a entrar a alguna de tus otras dos chicas, que estarán impacientes. He de decirte que han estado muy preocupadas por ti. Por favor, no te quejes mucho delante de ellas, que te conozco. Y sobre todo intenta quitarle a Kate de la cabeza la absurda idea de que ella es la culpable de todo esto.

R – Pero claro que no… esta bien madre. Lo haré.

M – Y tú tomate las cosas con calma. Se que es difícil y que ahora lo verás todo negro, pero confío en ti y se que encontrarás una salida válida para todo esto. ¿Di que lo entiendes con la cabeza?

Castle observó a su madre durante unos instantes con orgullo y sonrió tristemente afirmando despacio con la cabeza.

R – Lo entiendo.

Martha le dio un beso a su hijo en la mejilla y salió de la habitación. Allí estaban Alexis y Kate impacientes.

A - ¿Cómo esta?

M – Bien. Mejor de lo que yo pensaba. Cuando he entrado se estaba mirando en un espejo que supongo le dejaría el doctor para ver la cicatriz que se le ha quedado en la ceja. Presumido.

Kate y Alexis sonrieron ante el comentario de Martha.

K – Venga Alexis. Entra.

A - ¿Estas segura?

K – Pues claro que sí, cariño.

Alexis llamo a la puerta con los nudillos y espero.

R – Adelante quien sea.

A - ¡Ay, Dios! Pero que tonto es.

Y entro.

R – Ey, calabaza. Pasa y ven aquí. Ven a darle un abrazo a tu achacoso padre.

Alexis se acercó hasta él y le abrazo con tanta fuerza que Castle hizo un pequeño gesto dolor.

A – Uy, perdón ¿Te he hecho daño?

R – No, hija. Anda, siéntate aquí a mi vera.

Alexis se sentó donde su padre le decía.

R – Hija, siento mucho lo que ha pasado. Yo…

A – No tienes porque disculparte papa. Se perfectamente porque has hecho esto. Ha sido porque… ¿Por Kate verdad?

Castle se puso colorado como un tomate ante la respuesta de su hija.

R – Yo… ahora mismo estoy hecho un lío y… tengo miedo.

A - ¿Miedo? ¿Tú? ¿De qué?

R - ¿Y si… nos tenemos que esconder eternamente? ¿Qué será de ti, de tus sueños? ¿De tu abuela? ¿De Kate? Os he metido en un lío… que…

A – Para, para… Mira papa. Ahora lo más importante es que te pongas bien. Estoy segura de que el FBI nos sacará de esta. No vamos a estar en este lugar eternamente.

R – Lo siento, en vez de servirte de ánimos, te lo pongo más difícil. Hija, en serio ¿Cómo estas? ¿Echas mucho de menos a Ashley?

A – Estoy… medianamente bien. Y claro que echo de menos a Ashley. Pero eso es normal.

R – Pero que madura eres. Yo no se como eres de nuestra familia.

A – Eso mismo digo yo. Tenías que haber visto a la abuela. A los dos días de estar aquí ya creía que le iba a dar un ataque de histeria. Insistió en salir al pueblo, pero el doctor Monroe le dijo que si quería salir debería hacerlo como si fuese de los maíz. E imagínatelo, la abuela decía que de eso nada y estuvieron un buen rato discutiendo. Al final ella tuvo que claudicar y…

Castle empezó a reír con ganas con muestras evidentes de dolor.

R - ¡Ay, por Dios! Para, para… que me matas… me estas queriendo decir que tu abuela se disfrazo de… no, eso es imposible.

A – Que si, te lo juro.

R – No seas cruel, que me matas. Esto es una tortura china. Mi pobre cabeza no consigue imaginarse. Bueno… si… ¡Ay, por Dios!

Y estuvieron un buen rato riendo.

A – Bueno, será mejor que te deje por ahora y deje a Kate que entre.

R – De acuerdo. Dame otro abrazo de los Castle.

Y se abrazaron. Cuando Alexis salió busco a Kate que estaba en la cocina tomando un café y se acerco a ella.

A – Todo tuyo.

Kate salió disparada y despacio entro en la habitación.

K – ¿Se puede?

R – Adelante.

Kate se acerco y le cogió a Castle la mano dulcemente con ternura. Durante unos segundos estuvieron sin decirse nada.

R - ¿Cómo estas?

K – Yo… bien. Eso debería de preguntártelo yo a ti.

R – Ya… pero lo mío es obvio. Yo…

K – Castle no tienes porque…

R – Quiero hacerlo. Lo siento. Pero… no podía hacer otra cosa. Kate yo… cuando te dispararon y pensé que ibas a morir me sentí tan culpable que creí que iba a volverme loco. Después aparecieron los papeles de Montgomery en mi casa y pensé que de alguna forma Dios me ponía aquello para llevarlo a cabo. Se que es un absurdo, pero… ¿Estas muy enfadada conmigo?

K – ¿Qué te hace pensar eso?

R – Yo… no lo se.

K – No estoy enfadada contigo. Es más si alguien debe pedir perdón aquí soy yo… yo te empuje…

R – Hey, de eso nada. Ni se te ocurra pensarlo. Si hice esto fue porque yo libre y conscientemente quise hacerlo.

K - ¿Te arrepientes de ello?

R – Por supuesto que no. Quizás puede que algo en la forma, pero no en el fondo.

K – En eso voy a darte la razón. Lo que tú has hecho por mí ha sido lo más maravilloso que nadie…

R – Kate, por favor, que soy yo. No te pongas en plan melodramático ni novelero. Lo echo, echo esta. Lo único que deseo es que esto sirva para algo y que salgamos pronto de aquí, sobre todo por la salud de mi madre y de los que la rodeamos.

Kate empezó a reír ante el comentario de Castle que se unió a ella.

K – Verás como esto que has hecho tiene su recompensa. Quiero que… me prometas una cosa.

R – Dime.

K – Cuando todo esto haya acabado quiero que vayamos juntos a ver a Lawford en la cárcel. Quiero hacerle ver que siempre, ya sea más tarde o más temprano, hay justicia y que mi madre…

R – No… yo… Kate… ese tiene que ser tu momento. Yo solo soy el valeroso…

K – Has dejado de ser el valeroso compañero hace mucho tiempo. Tú y yo ahora estamos al mismo nivel. ¿O es que no lo has entendido? Quiero que sea nuestro momento y no quiero que sea el último.

Castle se quedo en silencio y durante un rato se miraron dulcemente sin decirse nada. Después Kate le dio un dulce beso en la mejilla.

K – Y ahora… es mejor…

R – Que descanse un poco.

K – Si… porque si no el doctor Monroe nos reñirá a las tres y con razón.

R – De acuerdo. Pero no te vayas.

K – No lo haré.

Kate le volvió a coger la mano y Castle cerro los ojos, empezó a relajarse y
poco a poco se quedo dormido.
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Los días fueron pasando y Castle poco a poco empezó a sentirse mejor. Tres días después de volver a la consciencia, comenzó a dar cortos paseos para acostumbrarse a la férula que debía llevar durante en su rodilla durante un tiempo. Seguían sin tener noticias del FBI y la agente Shaw, pero todos intentaban pasar los días lo mejor que podían. Solo Kate parecía estar más nerviosa de lo normal, sobre todo últimamente. Y es que no aguantaba más. Quería estar a solas con Castle y decirle todo lo que sentía por él, pero parecía que nunca era el momento adecuado. Un precioso día por la mañana y mientras Castle estaba sentado en el banco del porche mirando los verdes pastos de aquella zona, Kate salió con una toalla dispuesta a darse un baño en un lago que había cerca de allí.

K – Buenos días…

R – Buenos días… ¿A dónde vas’

K – A un lago que hay aproximadamente a dos kilómetros de aquí. De vez en cuando voy a darme un baño allí. Me relaja hacerlo. ¿Quieres venir conmigo?

R - ¿Dos kilómetros? Es un poco lejos para mi todavía maltrecha rodilla ¿Crees que podré llegar hasta allí?

K – Yo te ayudaré. Iremos poco a poco paseando por aquel sendero. Anda… anímate.

CONTINUARA

La pregunta es bien sencilla. ¿Aceptará Castle la propuesta?

1. Si.

2. No.

3. No, pero después de que Kate se haya ido se arrepentirá y buscará la forma de llegar hasta el lago.

me gusta el capitulo

1. Si

o el 3 xDDDDDDDDDDD



me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaa escribes super increìble como siempre

La 1 o la 3 no se me gustan las dos .

me encanta este fic madre mia esta genial!!!!!!!!!!!

en cuanto puedas sube el siguiente capi

Obviamente la 1!!!!!!!!!!!!!!!!
Gracias por otro capítulo!! Qe bien que Castle se este recuperando!!

No, no, no, no, no, la 3 noooooooo. Si va sólo igual se pierde, peeeeero si va con ella ¿de qué hablaran por el camino? Lo de los sentimientos y declaraciones tiene que ser en el lago, sin dolor de rodilla y sin interrupciones. Así que la 1: SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII.

PD: Me lo he pensado, la 3 podía tener sus ventajas. A escondidas la ve bañándose... mmmm ahora no me decido!

NANANANANANANANANANANANANANANAANANA me encantaaaaaaaaaaaaa!

Coincido! 1 o 3 jajaja, es genial!!!
Amo el fic =)

Jaja Evidentemente la opción 1...

Qué buen capi, me ha gustado mucho!
Gracias!

Muy bueno! Creo que me quedo con la 1

La 3!! muchas ventajas!!
me encanta tu fic!!! síguelo

Que gran capitulo,menudo cachondeo se traian todas eh.
Lo dice uno que ha estado con un aparato y muletas en la rodilla,que Beckett se va a bañar,me voy de cabeza,sean 2 o 20 km.Asi que opcion 1 claramente
Sigue asi

Bueno, aunque he estado tentada de darle un poco de guasa al asunto y decidirme por la 3, voy a hacer caso al sentir general y haré la 1.


CAPITULO 11

R - ¿Dos kilómetros? Es un poco lejos para mi todavía maltrecha rodilla ¿Crees que podré llegar hasta allí?

K – Yo te ayudaré. Iremos poco a poco paseando por aquel sendero. Anda… anímate.

Castle miró a Kate durante unos segundos. En realidad le apetecía estar a solas con ella. Necesitaba decirle…

K - ¿Te decides o no?

R – Esta bien. Espérame aquí. Voy a decirle a los demás que voy contigo.

Castle entró en la casa. En la pequeña salita Jim estaba leyendo tranquilamente un diario en un sillón y Alexis estaba estudiando. Gracias a Dios, antes de viajar hasta allí, los del FBI le habían dejado tanto a ella como a su abuela coger todo lo que quisieran. Y la chica no había dudado en traerse sus libros de la universidad para intentar no perder aquel año. Su madre todavía estaba durmiendo y los Monroe hacía horas que estaban en el campo trabajando.

R – Me voy con Kate al lago. Le acompañaré mientras se baña. Quiero decir…

A – Te hemos entendido.

J – Que os… pasadlo bien.

Castle volvió a salir algo confundido por las respuestas. Jim y Alexis se miraron cómplicemente y sonrieron.

K - ¿Vamos?

R – Si.

Kate le ofreció el brazo derecho a Castle para que él se cogiera a ella y se fuese apoyando para andar. Castle agradeció el gesto y se agarro con fuerza a ella. Durante unos segundos eternos se miraron casi sin respirar y comenzaron a andar en silencio. Solo se oía algún pájaro sobrevolando aquel lugar. Por el sendero donde caminaban la sombra de unos árboles les protegían del sol. La primavera estaba llegando y empezaba a notarse.

K – ¿Puedo preguntarte algo?

R – Dime.

K – Tengo una… curiosidad. ¿Cómo conseguiste las fotos de Coonan y Lawford?

R – No se si debería filtrar mis fuentes.

K – Te he dicho que tengo mi arma en la cómoda de mi habitación y que todavía tiene balas.

R – Vale, vale. No te lo vas a creer. Me las dio Finn Rourke.

K – ¿Aquella bestia que conocimos en…?

R – Si. En nuestras averiguaciones el pobre Michael y yo llegamos a la conclusión que aunque sabíamos que Lawford era el dragón no podíamos conectarlo con el caso de hacía veinte años ni con tu madre, pero si con Coonan y el contrabando. Así que cuando mataron a Michael pensé que quizás Rourke había descubierto que esa mierda seguía en sus calles a pesar de que Coonan había muerto y Vong estaba en la cárcel y que había seguido investigando.

K - ¿Y lo había hecho?

R – Si. Por suerte o por desgracia ser un criminal en estos casos tiene sus ventajas y llego más lejos que tú y yo. Pero cuando vio quien era la persona que estaba detrás de todo aquello fue más… juicioso que el loco que tienes delante de ti y no hizo absolutamente nada.

K - ¿Y por que te las dio?

Castle se paro un momento y miró a Kate intensamente a los ojos.

R – Digamos que desperté su lado romántico.

K – Yo… entiendo.

Y siguieron caminando en silencio.

R - ¿Puedo hacerte una pregunta yo a ti?

K – Dispara.

R - ¿No sabía que en el pueblo vendiesen bañadores? No me parecen los amish…

K – Y no los venden.

R - ¿Entonces como te vas a bañar?

K – Imagina.

En ese momento Castle se paro y se tambaleó un poco. Kate le miro alarmada.

K - ¿Te encuentras bien?

R - ¿Qué si me encuentro bien? No. ¿Me estás diciendo que vas a bañarte…?

Kate hizo un mohín con la cara y rió con ganas.

K – Con una camiseta que me ha dejado tu hija y mis braguitas de Hello Kitty.

Otro mareo.

R – Tú me quieres matar, Catherine Beckett.

Y siguieron andando hasta que llegaron al lago. Kate ayudo a Castle a sentarse bajo la protección de un árbol y encima de una manta que había cogido antes de salir. Dejo también una pequeña fiambrera que traía con un par de sándwich y dos refrescos. Después se aparto un poco y se quito las botas, los calcetines y los pantalones que llevaba y se metió en el lago.

K – Uy, que fría esta.

Desde su posición, Castle podía verla perfectamente. Estaba embelesado ante aquel espectáculo que Kate le estaba ofreciendo solo a él y pudo comprobar que había partes de su cuerpo que no habían sufrido ningún daño por la paliza brutal que le habían dado hacía tres semanas, pero supo contenerse. Kate se alejo un poco más de él y Castle, que estaba bastante cansado por la caminata, cerro los ojos y se quedo tranquilamente dormido.

Kate salió del agua y se acercó a él en silencio. Al verlo así, dormido tranquilamente a la sombra de aquel árbol, todavía con las visibles secuelas de aquella paliza que casi los separa para siempre, con una barba de varios días para ir acorde con los hombres de la casa y con varios kilos menos debido a la lenta convalecencia, Catherine Beckett no pudo aguantar más y le dio un dulce beso en los labios. Castle abrió los ojos y lentamente la miro intrigado.


R - ¿Qué… haces?

K – Besarte.

Otro beso.

R – Eso ya lo veo.

K - ¿Entonces porque preguntas?

Oto beso más intenso.

R – Kate… yo.

K – Calla y bésame. Es mi forma de decirte… es mi forma…

Otro beso.

R – Comprendo.

Durante unos minutos siguieron besándose con la única interrupción para poder respirar. Después Kate se recostó en el pecho de Castle, apoyados en el tronco de aquel frondoso árbol que les cobijaba y estuvieron un buen rato en silencio.

R - ¿Sabes lo que dicen de los besos?

K - ¿Qué dicen?

“Sacado de la Wikipedia”

Poniendo voz de maestro.

R – Existe documentación científica que demuestra que es muy beneficioso besar a otra persona. Por lo que se ve estimula un hormona que tenemos en el cerebro de nombre complicado que influye en funciones básicas como enamorarse, el parto, el amamantamiento y el… ejem… orgasmo. También se asocia con la afectividad, la ternura y el acto de tocar. Los besos apasionados liberan adrenalina en la sangre, aumentan el ritmo cardiaco, la tensión arterial y el nivel de glucosa en sangre. Expertos en una organización británica (estos ingleses) aseguran que besar a la pareja es el mejor antídoto contra la depresión y una excelente forma de mejorar la salud y conminan a la personas a besar más…

K – Quiero más.

Beso.

R – Adrenalina.

Beso.

K – Antidepresivo.

Otro beso.

R – Ya me acuerdo del nombre de la hormona. Oxitocina.

K - ¿Oxi… que?

Otro.

R – Estos científicos son la leche.

Mas besos.

K – Seguro que hicieron muchas pruebas para llegar a la misma conclusión que estamos llegando tú y yo.

Risas y otro beso.

K - ¿Ejem… orgasmo?

En ese momento se quedaron los dos en silencio y se miraron eternamente. Una voz en la lejanía los despertó a los dos como de un sueño.

A - ¡Papa! ¡Kate! ¿Estáis aquí? Tengo que deciros algo importante.

CONTINUARA

Vaya con la niña, que inoportuna. Aunque con Castle convaleciente y en aquel sitio el tema podía haber sido un poco… incómodo. Ahí va la pregunta. ¿Qué viene a decirles Alexis?

1. Han llamado del FBI. Han surgido complicaciones y tienen que volver a huir y salir de aquel maravilloso lugar. Los hombres de Lawford pueden estar cerca.

2. Han llamado del FBI. Jordana y Gates han conseguido paralizar las cuentas de Lawford y ya no hay ningún peligro porque al viejo abogado todo el mundo le ha abandonado. Están fuera de peligro y pueden volver a casa.

3. Han llamado del FBI. Unos hombres en la cárcel (seguramente cómplices de Rourke) han matado a Lawford en la cárcel. Están fuera de peligro y pueden volver a casa.

Aiiiiish no se están tan acarameladitos ahi ... buuus hombre si se van a casa y siguen teniendo momentazos como hasta ahora si... pero AYYYY NO SE!!!

el capitulo estupendo me ha encantado.

felicidades por el fic!!!

No hay mas palabras para describir este capitulo

SUMATORIA DE LA NUMERO DOS Y TRES

La 2.
Gracias por otro capítulo!! Por fín beso!!!!!!!! Espero que no se arrepientan ninguno de los dos después.