Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
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Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
Bueno, antes de nada, presentarme (aunque ya sé que hay un apartado para las presentaciones). He de decir que mi nombre no es "Sofia" pero para los que ya hayan visto "For Lovers Only" lo entenderán. Me encanta Castle y... más o menos llevo leyéndoos desde que se creó este foro. Así que creo que era hora de mostrar mi presencia por aquí.
Esta historia la he escrito a lo largo de la tercera temporada, digamos que no tiene comienzo a partir de cualquier capítulo en especial. Sí, cojo algunas cosas como el asunto de Josh y África, o ciertos momentos que pasaron. Algunas cosas que pasaron en la serie en mi historia no pasan.
Comencé a escribirlo con un vocabulario y una expresión poco seria, no sé por qué, quizás porque no pensaba publicarlo. Así que espero que no os aburra mucho, ni que os parezca mal que tenga algunos errores (seguro que bastantes) Que eso, espero que os guste, aunque el primer capítulo es una pequeña introducción.
HUMMINGBIRD HEARTBEAT
Capítulo 1
Katherine Beckett, con taza de café en mano derecha y archivos del último caso en la izquierda, se dirigió a su escritorio dispuesta a pasar una estupendísima noche delante de un ordenador y con una fabulosa montaña de papeles que la ayudarían a relajarse muchísimo más de lo que ya estaba. Cansada se frotó la cara con las dos manos ya vacías, pues todo estaba ahora apoyado en la mesa, y se recostó todo lo que pudo en el respaldo de su, sí, cómo no, estupenda silla.
“ ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!”
Si pudiera abriría la ventana y dejaría ver al resto del mundo su GRAN carácter.
-Bueno, tía buena, usted y yo vamos a pasar a mejor vida esta noche.
-¿Lanie?-sorprendida levantó el cuello para ver a su mejor amiga avanzar hacia ella- ¿Qué haces aquí, “tía buena”?
-¡Ay cariño! Es que no recuerdo la última vez que tú y yo, yo o tú, las dos juntas o por separado, yo acompañada o tú con alguien…
-Sí, Lanie, creo que esa parte me ha quedado clara.
-Bueno, pues-se sentó en la silla correspondiente a cierto escritor- que no recuerdo la última vez que salimos. Últimamente todo es asesinatos y yo hablando sola con muertos. Y tú no haces más que lamentarte y suspirar tristemente por los rincones.
-¡Yo no me lamento ni suspiro por las esquinas!
-Sí lo haces, te estás muriendo por dentro, y te entiendo porque yo también lo haría con alguien como él.
-Lanie, no sigas por ahí porque…
-Lo sé, no he venido a hablar de él. He venido a hablar de NOSOTRAS. Tú y yo, esta noche y mogollón de hombres a nuestros pies.
-Sabes que yo…
-Me da igual, hazlo por mí, deja el papeleo para mañana como cualquier policía normal, ponte guapa y tremendamente sexy como cualquier mujer en su sano juicio un viernes por la noche, y ven a divertirte conmigo a una fiesta privada a la que me han invitado.
-No sé…- una traviesa sonrisa amenazaba con escapársele de los labios.
-¡Sí! Eso ha sido un sí muy claro. Nos emborracharemos y pondremos a Castle a caer de un burro, dime que no lo deseas y estarás mintiendo.
- Dentro de una hora en tu casa, vamos en mi coche- aceptó por fin.
***
Una ducha rápida, el secador enchufado, el neceser del maquillaje abierto, las sombras de ojos esparcidas por el lavabo, la toalla en el suelo y Kate enfundada en un vestido azul marino de encaje. Con una combinación de sombras oscuras y rímel, colorete resaltando sus pómulos y labios espectaculares, se puso los zapatos más bonitos y con más tacón que se había comprado la semana pasada y salió decidida.
Al mismo tiempo Richard Castle cruzó la alfombra roja como una estrella de cine, sonrisa seductora patentada, gafas de sol innecesarias en plena madrugada, pero le hacían demasiado guapo como para quitárselas, camisa negra ajustada, pantalón a juego, zapatos brillantes y fama por un tubo.
***
-Si no fuera porque te esperaba a ti no sabría quien eres.
-No seas exagerada.
-En serio Kate, estás guapísima. Cuando dije “sexy” no pensé que te lo tomarías tan en serio.
La detective sonrió, no se encontraba con ganas ni de salir, ni de ir a una fiesta, ni de hablar con ningún hombre. Y sin embargo, sin saber por qué, había tenido la necesidad de arreglarse demasiado para estar increíblemente perfecta.
Lanie y ella se subieron al coche, última mirada al pequeño espejo camuflado encima de sus cabezas, una afirmación de la una a la otra, llaves en el contacto y motor en marcha.
Siguiendo las instrucciones de su mejor amiga se dirigieron a una zona de Nueva York bastante conocida por las fiestas privadas y de gala repletas de famosos.
-Aparcamiento privado, ¡qué nivel, Lanie! ¿Pero dónde me traes?
- Un amigo me dio un par de entradas.
-¿Un amigo? A no ser que tu amigo sea rico o esté loco no entiendo cómo te puede regalar dos entradas para una fiesta como ésta si una de ellas no la incluye a él. Así que lo de “amigo” sobra. Desembucha.
Lanie Parish deja escapar una ligera mueca traviesa.
-Está bien, lo confieso, no es del todo un amigo. Pero me regaló dos entradas porque a él le sobran. Es uno de los que organiza el evento.
- Así que, ¿rico? ¡Qué callado te lo tenías! Pero podías haberme avisado- detuvo el vehículo justo al lado de un armario empotrado de piel oscura, con gafas de sol, no porque le hicieran guapo, y pinganillo en la oreja derecha- que tengo el coche hecho un desastre, ¡qué vergüenza!
El armario empotrado le tendió una ficha de aparcamiento a la vez que mostraba gran indiferencia por su coche.
***
Un gran tumulto de gente les impedía ver la entrada del local. La fila se extendía por varios metros y la edad de esas personas era variada, pero sobre todo, chicas que parecían supermodelos. Haciéndose paso llegaron hasta otro armario empotrado, de piel clara y sin gafas de sol, que con lista en una mano y bolígrafo en la otra, iba tachando los nombres o dejando pasar a la chica que le pareciera más guapa.
-Lo siento, guapas, pero muchas como vosotras están en la fila.
-Ya- sonrió Lanie- pero ninguna de ellas estaría esperando si tuviera esto, ¿verdad?- le mostró dos pases vip y el portero sonrió.
-Ah, bueno, si es así, me libraré de decirles que no a dos chichas que son más que una alegría para la vista.
Kate le sonrío haciéndose paso y empujando la puerta pesada detrás del portero, Lanie le guiñó un ojo, y antes de volverse para entrar, no pudo más que flirtear un poco.
-Los he visto más pelotas, pero tienes ahí a cien chicas que les encantaría aceptar una cita tuya con tal de que las dejes pasar.
-Ninguna como tú, preciosa.
Lanie se sonrojó, el chico no estaba nada mal. Se hizo la interesante.
-Tal vez en otra ocasión.
Ambas cruzaron el umbral. Una alfombra roja las guiaba hasta unas grandes escaleras, de las dimensiones y grandeza propias de un teatro antiguo. Los periodistas, sentados en unas butacas plegables y comiendo un bocadillo, se alertaron ante su entrada, pero pronto deshicieron el amago de levantarse al ver que no se trataba de nadie importante.
-¿Periodistas? Lanie, ahora sí que empiezo a asustarme- le dijo por lo bajo.
-¿Asustarte? Esto es nivel y lo demás tonterías, tú disfruta que, ni resolviendo dos casos por día, podrías pagarte esto.
Empezaron a subir los escalones cuando escucharon cierto revuelo a sus espaldas.
-Eh, Alan, ¿esa no es la famosa inspectora de Richard Castle?
-¿Qué?
Al momento todos estaban puestos en pie, y con los botones rojos de ”grabar” de sus cámaras ya pulsados, dispuestos a confirmar la sospecha.
-Corre- le susurró Beckett.
Cuando estuvieron seguras de que el peligro había pasado y de que los pobres, no habían podido cruzar el perímetro que separaba a la fiesta de pública y privada, dejaron los abrigos en el ropero y caminaron hasta la definitiva puerta, que fue abierta por un hombre con smoking que les deseó una buena noche.
-¡Vaya!
Era una mezcla entre el lujo y la discoteca más conocida de la ciudad en un sábado noche. A un lado estaba la barra libre, la lujosa barra libre, con altas y guapas camareras, altos y guapos consumidores, camareros sirviendo de un lado a otro y canapés por doquier. Por otro lado estaba la pista de baile a oscuras, con luces parpadeantes, completamente abarrotada. Mujeres adineradas refregaban sus cuerpos con los de hombres más adinerados todavía. Todos bailaban con todos. Y había que decirlo, la música era buena.
-Lanie, yo no creo que todavía esté hecha para esto.
-¿Todavía? Eso quiere decir que usted, doña perfecta, ¿ha experimentado estos placeres de la vida?
-Sí, he ido a discotecas y he bailado, sí, también de manera provocativa con algún chico o como quieras llamarlo, e incluso bebido en mi juventud los sábados por la noche. ¿Qué pasa? ¿No te lo esperabas?
-Claro que me lo esperaba, sólo pretendía que lo admitieras. Y claro que todavía estás hecha para esto. Me voy a pedir algo, ¿vienes, o te vas directamente a mostrarme cómo sabes mover ese cuerpo enfundado en ese minivestido?
-Te acompaño, a ver si por casualidad nos encontramos a ese “amigo” tuyo y me lo presentas.
-Sí…claro- titubeó- aunque no creo que quieras que te lo presente.
-¿Y por qué no? Que ya no tenga novio no quiere decir nada, además, ya sé que es tuyo.
-No lo decía por eso, la verdad. Yo me refería a que…
- ¿Castle?
Esta historia la he escrito a lo largo de la tercera temporada, digamos que no tiene comienzo a partir de cualquier capítulo en especial. Sí, cojo algunas cosas como el asunto de Josh y África, o ciertos momentos que pasaron. Algunas cosas que pasaron en la serie en mi historia no pasan.
Comencé a escribirlo con un vocabulario y una expresión poco seria, no sé por qué, quizás porque no pensaba publicarlo. Así que espero que no os aburra mucho, ni que os parezca mal que tenga algunos errores (seguro que bastantes) Que eso, espero que os guste, aunque el primer capítulo es una pequeña introducción.
HUMMINGBIRD HEARTBEAT
Capítulo 1
Katherine Beckett, con taza de café en mano derecha y archivos del último caso en la izquierda, se dirigió a su escritorio dispuesta a pasar una estupendísima noche delante de un ordenador y con una fabulosa montaña de papeles que la ayudarían a relajarse muchísimo más de lo que ya estaba. Cansada se frotó la cara con las dos manos ya vacías, pues todo estaba ahora apoyado en la mesa, y se recostó todo lo que pudo en el respaldo de su, sí, cómo no, estupenda silla.
“ ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!”
Si pudiera abriría la ventana y dejaría ver al resto del mundo su GRAN carácter.
-Bueno, tía buena, usted y yo vamos a pasar a mejor vida esta noche.
-¿Lanie?-sorprendida levantó el cuello para ver a su mejor amiga avanzar hacia ella- ¿Qué haces aquí, “tía buena”?
-¡Ay cariño! Es que no recuerdo la última vez que tú y yo, yo o tú, las dos juntas o por separado, yo acompañada o tú con alguien…
-Sí, Lanie, creo que esa parte me ha quedado clara.
-Bueno, pues-se sentó en la silla correspondiente a cierto escritor- que no recuerdo la última vez que salimos. Últimamente todo es asesinatos y yo hablando sola con muertos. Y tú no haces más que lamentarte y suspirar tristemente por los rincones.
-¡Yo no me lamento ni suspiro por las esquinas!
-Sí lo haces, te estás muriendo por dentro, y te entiendo porque yo también lo haría con alguien como él.
-Lanie, no sigas por ahí porque…
-Lo sé, no he venido a hablar de él. He venido a hablar de NOSOTRAS. Tú y yo, esta noche y mogollón de hombres a nuestros pies.
-Sabes que yo…
-Me da igual, hazlo por mí, deja el papeleo para mañana como cualquier policía normal, ponte guapa y tremendamente sexy como cualquier mujer en su sano juicio un viernes por la noche, y ven a divertirte conmigo a una fiesta privada a la que me han invitado.
-No sé…- una traviesa sonrisa amenazaba con escapársele de los labios.
-¡Sí! Eso ha sido un sí muy claro. Nos emborracharemos y pondremos a Castle a caer de un burro, dime que no lo deseas y estarás mintiendo.
- Dentro de una hora en tu casa, vamos en mi coche- aceptó por fin.
***
Una ducha rápida, el secador enchufado, el neceser del maquillaje abierto, las sombras de ojos esparcidas por el lavabo, la toalla en el suelo y Kate enfundada en un vestido azul marino de encaje. Con una combinación de sombras oscuras y rímel, colorete resaltando sus pómulos y labios espectaculares, se puso los zapatos más bonitos y con más tacón que se había comprado la semana pasada y salió decidida.
Al mismo tiempo Richard Castle cruzó la alfombra roja como una estrella de cine, sonrisa seductora patentada, gafas de sol innecesarias en plena madrugada, pero le hacían demasiado guapo como para quitárselas, camisa negra ajustada, pantalón a juego, zapatos brillantes y fama por un tubo.
***
-Si no fuera porque te esperaba a ti no sabría quien eres.
-No seas exagerada.
-En serio Kate, estás guapísima. Cuando dije “sexy” no pensé que te lo tomarías tan en serio.
La detective sonrió, no se encontraba con ganas ni de salir, ni de ir a una fiesta, ni de hablar con ningún hombre. Y sin embargo, sin saber por qué, había tenido la necesidad de arreglarse demasiado para estar increíblemente perfecta.
Lanie y ella se subieron al coche, última mirada al pequeño espejo camuflado encima de sus cabezas, una afirmación de la una a la otra, llaves en el contacto y motor en marcha.
Siguiendo las instrucciones de su mejor amiga se dirigieron a una zona de Nueva York bastante conocida por las fiestas privadas y de gala repletas de famosos.
-Aparcamiento privado, ¡qué nivel, Lanie! ¿Pero dónde me traes?
- Un amigo me dio un par de entradas.
-¿Un amigo? A no ser que tu amigo sea rico o esté loco no entiendo cómo te puede regalar dos entradas para una fiesta como ésta si una de ellas no la incluye a él. Así que lo de “amigo” sobra. Desembucha.
Lanie Parish deja escapar una ligera mueca traviesa.
-Está bien, lo confieso, no es del todo un amigo. Pero me regaló dos entradas porque a él le sobran. Es uno de los que organiza el evento.
- Así que, ¿rico? ¡Qué callado te lo tenías! Pero podías haberme avisado- detuvo el vehículo justo al lado de un armario empotrado de piel oscura, con gafas de sol, no porque le hicieran guapo, y pinganillo en la oreja derecha- que tengo el coche hecho un desastre, ¡qué vergüenza!
El armario empotrado le tendió una ficha de aparcamiento a la vez que mostraba gran indiferencia por su coche.
***
Un gran tumulto de gente les impedía ver la entrada del local. La fila se extendía por varios metros y la edad de esas personas era variada, pero sobre todo, chicas que parecían supermodelos. Haciéndose paso llegaron hasta otro armario empotrado, de piel clara y sin gafas de sol, que con lista en una mano y bolígrafo en la otra, iba tachando los nombres o dejando pasar a la chica que le pareciera más guapa.
-Lo siento, guapas, pero muchas como vosotras están en la fila.
-Ya- sonrió Lanie- pero ninguna de ellas estaría esperando si tuviera esto, ¿verdad?- le mostró dos pases vip y el portero sonrió.
-Ah, bueno, si es así, me libraré de decirles que no a dos chichas que son más que una alegría para la vista.
Kate le sonrío haciéndose paso y empujando la puerta pesada detrás del portero, Lanie le guiñó un ojo, y antes de volverse para entrar, no pudo más que flirtear un poco.
-Los he visto más pelotas, pero tienes ahí a cien chicas que les encantaría aceptar una cita tuya con tal de que las dejes pasar.
-Ninguna como tú, preciosa.
Lanie se sonrojó, el chico no estaba nada mal. Se hizo la interesante.
-Tal vez en otra ocasión.
Ambas cruzaron el umbral. Una alfombra roja las guiaba hasta unas grandes escaleras, de las dimensiones y grandeza propias de un teatro antiguo. Los periodistas, sentados en unas butacas plegables y comiendo un bocadillo, se alertaron ante su entrada, pero pronto deshicieron el amago de levantarse al ver que no se trataba de nadie importante.
-¿Periodistas? Lanie, ahora sí que empiezo a asustarme- le dijo por lo bajo.
-¿Asustarte? Esto es nivel y lo demás tonterías, tú disfruta que, ni resolviendo dos casos por día, podrías pagarte esto.
Empezaron a subir los escalones cuando escucharon cierto revuelo a sus espaldas.
-Eh, Alan, ¿esa no es la famosa inspectora de Richard Castle?
-¿Qué?
Al momento todos estaban puestos en pie, y con los botones rojos de ”grabar” de sus cámaras ya pulsados, dispuestos a confirmar la sospecha.
-Corre- le susurró Beckett.
Cuando estuvieron seguras de que el peligro había pasado y de que los pobres, no habían podido cruzar el perímetro que separaba a la fiesta de pública y privada, dejaron los abrigos en el ropero y caminaron hasta la definitiva puerta, que fue abierta por un hombre con smoking que les deseó una buena noche.
-¡Vaya!
Era una mezcla entre el lujo y la discoteca más conocida de la ciudad en un sábado noche. A un lado estaba la barra libre, la lujosa barra libre, con altas y guapas camareras, altos y guapos consumidores, camareros sirviendo de un lado a otro y canapés por doquier. Por otro lado estaba la pista de baile a oscuras, con luces parpadeantes, completamente abarrotada. Mujeres adineradas refregaban sus cuerpos con los de hombres más adinerados todavía. Todos bailaban con todos. Y había que decirlo, la música era buena.
-Lanie, yo no creo que todavía esté hecha para esto.
-¿Todavía? Eso quiere decir que usted, doña perfecta, ¿ha experimentado estos placeres de la vida?
-Sí, he ido a discotecas y he bailado, sí, también de manera provocativa con algún chico o como quieras llamarlo, e incluso bebido en mi juventud los sábados por la noche. ¿Qué pasa? ¿No te lo esperabas?
-Claro que me lo esperaba, sólo pretendía que lo admitieras. Y claro que todavía estás hecha para esto. Me voy a pedir algo, ¿vienes, o te vas directamente a mostrarme cómo sabes mover ese cuerpo enfundado en ese minivestido?
-Te acompaño, a ver si por casualidad nos encontramos a ese “amigo” tuyo y me lo presentas.
-Sí…claro- titubeó- aunque no creo que quieras que te lo presente.
-¿Y por qué no? Que ya no tenga novio no quiere decir nada, además, ya sé que es tuyo.
-No lo decía por eso, la verdad. Yo me refería a que…
- ¿Castle?
Última edición por Sofia el Vie Mar 01, 2013 1:36 am, editado 20 veces
Sofia- Ayudante de policia
- Mensajes : 137
Fecha de inscripción : 05/07/2011
Edad : 30
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
Sofia
Felicidades por colgar este primer capitulo, es miuy bueno, estoy deseando leer el proximo, me encanto es una delicia leer tu historia.
Enhorabuena
2 pulgares arriba más para ti
Felicidades por colgar este primer capitulo, es miuy bueno, estoy deseando leer el proximo, me encanto es una delicia leer tu historia.
Enhorabuena
2 pulgares arriba más para ti
Netto10- As del póker
- Mensajes : 358
Fecha de inscripción : 27/03/2011
Edad : 45
Localización : I'm the weapon
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
diooos esta genial sube otro capi pronto please!! y bienvenida.
Carla_Bk- Policia de homicidios
- Mensajes : 569
Fecha de inscripción : 14/04/2011
Edad : 26
Localización : L.A.
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
Wow, genial, me encanta!!!!!!!! Gracias por este fic tan increible!!
rakel- Escritor - Policia
- Mensajes : 1218
Fecha de inscripción : 08/01/2011
Edad : 32
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
Sofia, genial tu ficsss!!!!
gracias por compartirlo con nosotros!!!!!!!!!
felicitaciones!!!
gracias por compartirlo con nosotros!!!!!!!!!
felicitaciones!!!
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
excelente capi
continua esta muy bien
felicidades gracias por la fic
no lo dejes a asi dio mio
continua esta muy bien
felicidades gracias por la fic
no lo dejes a asi dio mio
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
Bienvenida Sofia y gracias por subir el fic,bueno espero que nos sigas sorprendiendo con otro capitulo pronto
Raúl- Moderador
- Mensajes : 1189
Fecha de inscripción : 18/05/2011
Edad : 32
Localización : Parla City
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
Me encanta!! otro otro y cuanto antes mejor
:)- Invitado
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
Felicidades por el fic! Esta muy bueno Siguelo pronto!
Maite- As del póker
- Mensajes : 376
Fecha de inscripción : 13/12/2010
Edad : 30
Localización : Viña del Mar,chile
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
Una historia preciosa. Ya con ganas de leer el siguiente.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
Muchísimas gracias por todos vuestros comentarios, de verdad. Me ha sorprendido muchísimo tener tantos en tan poco tiempo. Que sepáis que yo me leo vuestras historias aunque todavía no haya comentado por aquí, estoy en proceso.
Aquí va otro capítulo, es cortito porque en el word no lo parecía tanto.
Sé que me lío yo sola con las palabras y que a veces no se me entiende lo que quiero decir, como lo he escrito hace tiempo le he echado un vistazo antes de ponerlo, cambié algunas frases por otras, pero sigue casi intacto.
Os dejo abajo aunque sé que puede ser una tontería, por si os interesa, vestidos en los que me inspiré que podría llevar Kate y también la canción que se menciona en el capítulo.
Capítulo 2
“Take over control” estaba en su mejor parte: la famosa frase pegadiza y el estribillo incitador a bailarlo.
Era imposible hablar, si querías ser escuchado debías gritar. Richard Castle compartía algunas batallitas con algunos amigos que se había encontrado en la barra tomándose unas copas. Se alegró de verles y como todos eran compartidores de grandes hazañas juntos, comenzaron a rememorarlas mientras el escritor se pedía un cubata. Unas cuantas risas por allá, un par de palmadas en la espalda, juramentos contra otros y promesas de que tendrían que repetir “aquello que…”.Por último, un “me alegro de verte” y frases de despedida-nos-vemos-en-la-pista-de-baile. Se giró cubata en mano y cuál fue su sorpresa al encontrársela de frente, casi al punto de tirarle la bebida por encima.
Kate iba distraída mirando a un lado y a otro buscando cual podría ser aquel misterioso amigo de Lanie, como iba hablando con ella no se dio cuenta de que casi acababa de chocar contra alguien.
Frente a frente, casi pegados y un claro rozamiento de hombros.
-Lo sien…- se detuvo antes de terminar la palabra, “madre mía”- to.
-¿Castle?
-¡Vaya!- exclamó faltándole el aire.
La doctora Parish los observaba desde afuera divertida. Cuando Castle le dio aquellas entradas le pidió que una fuera para Beckett, pues él llegaba tarde a casa ya que había quedado con Alexis, como el caso ya estaba resuelto no iba a volver a la comisaría ese fin de semana. Él se había encontrado por casualidad con ella y aprovechó la ocasión, además porque no creía que Beckett estuviera dispuesta a ir a una fiesta “de las suyas” o “de esas” o “de ese tipo” casi organizada por él y además si la invitaba con sonrisa pícara (la sonrisa pícara era inevitable, lo intentaba pero no conseguía ocultarla cada vez que le proponía algo que pudiera tener doble sentido) y qué mejor que la mejor amiga de ella para convencerla. Pero la verdad nunca creyó que iría, albergaba la esperanza, eso sí.
-Voy a pedir algo- dijo aún a sabiendas de que los otros dos no le habían escuchado, ya no por el hecho de la música a todo volumen, sino porque estaban demasiado ocupados mirándose el uno al otro. Sorteando a Castle, se situó detrás del escritor, donde momentos antes se encontraban los amigos de él y pidió una copa al camarero.
Castle tragó con dificultad, frente a él una inspectora enfundada en un vestido azul marino oscuro de media manga y escote de encaje, lo suficientemente corto como para que su imaginación se perdiera entre sus largas piernas y sus tacones de vértigo última moda. Tenía un aire de diva ochentera condenadamente perfecta. El pelo largo algo ondulado y alborotado, cayéndole por los hombros, un maquillaje intenso, que hacía que el poder de sus ojos verdes triplicara su efecto y un maldito pintalabios demasiado tentador. “¡Joder” gritó en su mente “perdón por la expresión” se auto -regañó, “tengo ganas de llevarme el puño a la boca y morderme hasta que me duela” Y no sólo estaba frente a él, estaba casi pegada a él, mirándole de esa manera y con la canción de “take over control” de fondo.
Como si estuviera describiendo la escena de uno de sus libros narraba mentalmente: “¿Pero es que nadie se da cuenta de ello? TAKE OVER CONTROL, ¡TAKE OVER CONTROL! Y aun por encima en el momento “justo” de la canción, ese que produce esa sensación extraña en el estómago mientras la música suena descontroladamente.”
-¿Qué haces aquí?-consiguió decir ella al fin, después de esos diez segundos mirándose intensamente.
-Bueno, cuando uno organiza una fiesta, suele acudir a ella…
¿Su fiesta? ¿SU FIESTA? Iba a matar a Lanie, oh sí, desde luego la mataría. Y no podía pensar en qué más iba a hacerle porque él estaba increíblemente sexy. Y punto, se acababa ahí la cosa. La camisa tenía los dos primeros botones desabrochados y él tenía esa forma de moverse, de mirar, de hablar con doble intención. Él tenía “esa” colonia.
-Lanie- se limitó a decir como justificación de su absurda pregunta teniendo en cuenta de que él era el organizador y ella no sabía nada.
-Ya, bueno, no te enfades con ella, le dije que no te dijera que la cosa tendría que ver conmigo, sabía que no vendrías y por si fuera poco, siendo viernes- tuvo que gritar, pues en ese momento la gente se alteró más en la pista de baile.
Kate dejó escapar la típica sonrisa de “no tienes remedio pero no me importa” y se dejó observar por los atentos ojos del escritor.
-Estás muy guapa- dejó entrever una pequeña sonrisilla.
Se sonrojó. “Dios, Dios, Dios, que no siga, que no siga, que no siga mirándome así o juro que no respondo”
-Gracias, supongo-volvió a sonreír y él también lo hizo- . Tú también.
-Bueno, yo siempre.
De nuevo la sonrisa de “no tienes remedio Castle, pero me encantas” acompañada de un pequeño golpe en el brazo.
-Auch- se quejó bromeando.
-Ese ego, Castle.
-¿Quieres tomar algo?- preguntó con el fin de salir de aquella situación incómoda.
-Sí, algo me tomaré- le miró a los ojos, fijamente, demasiado. Y él casi se cae de la impresión: “condenadamente sexy”.
........
Aquí va otro capítulo, es cortito porque en el word no lo parecía tanto.
Sé que me lío yo sola con las palabras y que a veces no se me entiende lo que quiero decir, como lo he escrito hace tiempo le he echado un vistazo antes de ponerlo, cambié algunas frases por otras, pero sigue casi intacto.
Os dejo abajo aunque sé que puede ser una tontería, por si os interesa, vestidos en los que me inspiré que podría llevar Kate y también la canción que se menciona en el capítulo.
Capítulo 2
“Take over control” estaba en su mejor parte: la famosa frase pegadiza y el estribillo incitador a bailarlo.
Era imposible hablar, si querías ser escuchado debías gritar. Richard Castle compartía algunas batallitas con algunos amigos que se había encontrado en la barra tomándose unas copas. Se alegró de verles y como todos eran compartidores de grandes hazañas juntos, comenzaron a rememorarlas mientras el escritor se pedía un cubata. Unas cuantas risas por allá, un par de palmadas en la espalda, juramentos contra otros y promesas de que tendrían que repetir “aquello que…”.Por último, un “me alegro de verte” y frases de despedida-nos-vemos-en-la-pista-de-baile. Se giró cubata en mano y cuál fue su sorpresa al encontrársela de frente, casi al punto de tirarle la bebida por encima.
Kate iba distraída mirando a un lado y a otro buscando cual podría ser aquel misterioso amigo de Lanie, como iba hablando con ella no se dio cuenta de que casi acababa de chocar contra alguien.
Frente a frente, casi pegados y un claro rozamiento de hombros.
-Lo sien…- se detuvo antes de terminar la palabra, “madre mía”- to.
-¿Castle?
-¡Vaya!- exclamó faltándole el aire.
La doctora Parish los observaba desde afuera divertida. Cuando Castle le dio aquellas entradas le pidió que una fuera para Beckett, pues él llegaba tarde a casa ya que había quedado con Alexis, como el caso ya estaba resuelto no iba a volver a la comisaría ese fin de semana. Él se había encontrado por casualidad con ella y aprovechó la ocasión, además porque no creía que Beckett estuviera dispuesta a ir a una fiesta “de las suyas” o “de esas” o “de ese tipo” casi organizada por él y además si la invitaba con sonrisa pícara (la sonrisa pícara era inevitable, lo intentaba pero no conseguía ocultarla cada vez que le proponía algo que pudiera tener doble sentido) y qué mejor que la mejor amiga de ella para convencerla. Pero la verdad nunca creyó que iría, albergaba la esperanza, eso sí.
-Voy a pedir algo- dijo aún a sabiendas de que los otros dos no le habían escuchado, ya no por el hecho de la música a todo volumen, sino porque estaban demasiado ocupados mirándose el uno al otro. Sorteando a Castle, se situó detrás del escritor, donde momentos antes se encontraban los amigos de él y pidió una copa al camarero.
Castle tragó con dificultad, frente a él una inspectora enfundada en un vestido azul marino oscuro de media manga y escote de encaje, lo suficientemente corto como para que su imaginación se perdiera entre sus largas piernas y sus tacones de vértigo última moda. Tenía un aire de diva ochentera condenadamente perfecta. El pelo largo algo ondulado y alborotado, cayéndole por los hombros, un maquillaje intenso, que hacía que el poder de sus ojos verdes triplicara su efecto y un maldito pintalabios demasiado tentador. “¡Joder” gritó en su mente “perdón por la expresión” se auto -regañó, “tengo ganas de llevarme el puño a la boca y morderme hasta que me duela” Y no sólo estaba frente a él, estaba casi pegada a él, mirándole de esa manera y con la canción de “take over control” de fondo.
Como si estuviera describiendo la escena de uno de sus libros narraba mentalmente: “¿Pero es que nadie se da cuenta de ello? TAKE OVER CONTROL, ¡TAKE OVER CONTROL! Y aun por encima en el momento “justo” de la canción, ese que produce esa sensación extraña en el estómago mientras la música suena descontroladamente.”
-¿Qué haces aquí?-consiguió decir ella al fin, después de esos diez segundos mirándose intensamente.
-Bueno, cuando uno organiza una fiesta, suele acudir a ella…
¿Su fiesta? ¿SU FIESTA? Iba a matar a Lanie, oh sí, desde luego la mataría. Y no podía pensar en qué más iba a hacerle porque él estaba increíblemente sexy. Y punto, se acababa ahí la cosa. La camisa tenía los dos primeros botones desabrochados y él tenía esa forma de moverse, de mirar, de hablar con doble intención. Él tenía “esa” colonia.
-Lanie- se limitó a decir como justificación de su absurda pregunta teniendo en cuenta de que él era el organizador y ella no sabía nada.
-Ya, bueno, no te enfades con ella, le dije que no te dijera que la cosa tendría que ver conmigo, sabía que no vendrías y por si fuera poco, siendo viernes- tuvo que gritar, pues en ese momento la gente se alteró más en la pista de baile.
Kate dejó escapar la típica sonrisa de “no tienes remedio pero no me importa” y se dejó observar por los atentos ojos del escritor.
-Estás muy guapa- dejó entrever una pequeña sonrisilla.
Se sonrojó. “Dios, Dios, Dios, que no siga, que no siga, que no siga mirándome así o juro que no respondo”
-Gracias, supongo-volvió a sonreír y él también lo hizo- . Tú también.
-Bueno, yo siempre.
De nuevo la sonrisa de “no tienes remedio Castle, pero me encantas” acompañada de un pequeño golpe en el brazo.
-Auch- se quejó bromeando.
-Ese ego, Castle.
-¿Quieres tomar algo?- preguntó con el fin de salir de aquella situación incómoda.
-Sí, algo me tomaré- le miró a los ojos, fijamente, demasiado. Y él casi se cae de la impresión: “condenadamente sexy”.
........
Última edición por Sofia el Mar Ago 28, 2012 12:55 am, editado 1 vez
Sofia- Ayudante de policia
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Edad : 30
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
dios mio perfecto capitulo
me gusta mucho quiero mas
la musica me encanta
felcidades escribes muy bien
me gusta mucho quiero mas
la musica me encanta
felcidades escribes muy bien
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
Genial capítulo
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
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Localización : Al sur del sur
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
Geniaaaal! Otro!
Maite- As del póker
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Fecha de inscripción : 13/12/2010
Edad : 30
Localización : Viña del Mar,chile
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
GENIAL ...SOFIA...
QUIERO MAS...
BIENVENIDA AL FORO ESCRIBES GENIAL
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BIENVENIDA AL FORO ESCRIBES GENIAL
stana_alexis- Actor en Broadway
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Edad : 47
Localización : Venezuela
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
Sofia
Dos capitulos en un día WOW, esta INCREIBLE tu historia, me la lei completa una vez más y no dejo de gritar de la EMOCION, es perfecta.
2 pulgares arriba más para ti
PD. Siguelo pronto soy tu Fan
Dos capitulos en un día WOW, esta INCREIBLE tu historia, me la lei completa una vez más y no dejo de gritar de la EMOCION, es perfecta.
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Netto10- As del póker
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Edad : 45
Localización : I'm the weapon
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
Dices que no te explicas más y no querías subirlo??????Pués muy mal en pensar eso porque está muy bien.Genial idea y la canción perfecta.Espero que subas el otro fic que dices que tienes aunque sea del final de la 2ª temporada cuando acabes éste.
Me alegro que te hayas registrado al final que aquí hay muy buen rollo y esperamos seguir leyendo más historias.Así que esperando más!!!
Me alegro que te hayas registrado al final que aquí hay muy buen rollo y esperamos seguir leyendo más historias.Así que esperando más!!!
mdm- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 04/05/2011
Edad : 45
Localización : Granada
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
La fiesta esta muuyy interesante,los dos intentando contenerse.por cierto si es ese vestido el que lleva ella, a mi me daria algo jejeje
Sigue pronto
Sigue pronto
Raúl- Moderador
- Mensajes : 1189
Fecha de inscripción : 18/05/2011
Edad : 32
Localización : Parla City
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
guaauuu me has dejado sin palabras, esta genial!!
Donde estabas metida???? jajaja
eres una gran narradora, me encanta tu historia, espero con muchisimas ganas que sigas subiendo capitulos y ver que pasa
esta genial
Donde estabas metida???? jajaja
eres una gran narradora, me encanta tu historia, espero con muchisimas ganas que sigas subiendo capitulos y ver que pasa
esta genial
IsaVera- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 10/01/2011
Edad : 40
Localización : Cartagena, Murcia
Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
No me puedo creer que tenga tantos comentarios. MUCHAS GRACIAS, de verdad, de verdad, de verdad.
Me encanta que me comentéis, y también me encanta que me digáis qué os gustaría que mejorara o no sé, cualquier cosa.
Vale, definitivamente tengo un problema con las yuxtapuestas, las copulativas y las subordinadas. Acabo de leerme el capítulo y me dije: En serio, tienes que dejar de utilizar tantas comas y tantas "y".
Así queeeee... espero que no moleste que algunos capítulos contengan algunas palabras mal sonantes :S o que estén algo, solo algo, subidos de tono. Avisadme por si acaso.
Como mis capítulos suelen hablar de canciones pues ya sabéis, al final de todo, música.
Capítulo 3
Media hora más tarde Kate pudo observar como sus dos compañeros también estaban enterados de la fiesta, al parecer ella era la única que no sabía nada y que había acudido engañada. Ryan conversaba divertido junto a su novia con Espósito y Lanie. Con una bandeja de canapés que le habían cogido a un camarero apoyada en un taburete y con sus cubatas en la mano, se reían de cosas sin importancia, cotilleaban sobre la gente que bailaba, que si aquella no sé qué, aquel no sé cuánto, risas por allí, cubata por allá.
Beckett mantenía los codos apoyados de espaldas contra la barra, observaba la pista de baile y sin poder evitarlo un poco de nostalgia comenzó a invadirla. No era que a ella le encantara ir de botellón y bailar desenfrenadamente con cualquiera que se le pusiera delante a sus diecisiete años, además porque siempre había criticado a todos aquellos quinceañeros que salían a creerse mayores. Pero un día, cuando se dio cuenta, se había acostumbrado, acostumbrado a los idiotas de turno que intentaban algo con ella, habituado al botellón y a no beber más de un cubata cuando todavía era demasiado joven, y también se había acostumbrado a él, a ese chico del que estaba enamorada. Los bailes subidos de tono los sábados por la noche, las discusiones, las mentiras, los abrazos, lo cabrón que era, pero lo inmensamente feliz que a veces llegaba a hacerla, los besos… y las demás chicas. Dejó escapar un suspiro y estiró el brazo, poniendo una postura un tanto extraña para coger el cubata que descansaba en la barra sin girarse por completo.
Castle hablaba con otros amigos, desde la posición en la que estaba podía observarla, se la veía triste. Disculpándose con las personas con las que ya mantenía una conversación hacía demasiado tiempo se retiró y se acercó a ella.
-Sabía que eras un tanto “especial”- dijo con retintín- pero no imaginé que lo eras tanto como para no gustarte una fiesta como esta.
Ella volvió a sonreír, suspirando de nuevo. La invadía una sensación que nunca más creyó que podría volver a sentir. Cuando se arreglaba un sábado por la noche y traspasaba la puerta de alguna casa donde se celebraba una fiesta, lo hacía por un solo motivo; él. No le importaban los demás chicos, gustarle a alguien más o divertirse bailando. Lo buscaba y si la ocasión lo permitía se saludaban con un par de besos, entonces bailaba lo más sensual que podía y a veces ambos terminaban montando un escándalo visto por muchos,y hay que decirlo, la mayoría decía que les daban envidia. Se dejaban envolver por su propia atmósfera y aquel baile no era nada apropiado para ser visto por el público, pero no podían evitarlo, cada vez que se encontraban bailando una canción en una misma habitación se atraían como imanes. Los polos opuestos se atraen.
-¿Beckett?- la sacó de su ensoñación, ¡vaya! Que no le contestara falsamente ofendida ya era algo extraño, ¿pero que no le hablara tan siquiera?
-Cállate Castle- le sonrió y a continuación volvió a sentirla, esa sensación. Y entonces comenzó a preocuparse porque no se había sentido tan atada a nadie desde “él”, aunque pareciera ilógico que un amor de adolescencia pudiera significar tanto, pero aquel amor adolescente le había llevado en parte a ser quien era hoy en día, había marcado muchas etapas de su vida y si había algo de lo que estaba completamente segura es que no estaba dispuesta a volver a pasar por todo lo que pasó con nadie más. Y se volvió a enamorar más tarde y otros le rompieron de nuevo el corazón pero, aunque cicatrizado, siempre había estado roto desde”él”. Con Castle comenzaba a sentir ese deseo a flor de piel, ganas de cogerle de la camisa y besarle desesperadamente, de abrazarle con cariño, por muy cursi que pudiera parecer y de bailar, sí, bailar con él hasta no poder más.
Richard Castle notó el brilló que de sus ojos dejó escapar la inspectora Beckett. No podía contenerse, lo llevaba haciendo desde hacía tres años y lo había hecho muy bien. Incluso cuando aún mantenía una relación con Gina se había contenido, puede que estuviera con su ex -mujer sí, pero Beckett tenía ciertos gestos demasiado atrayentes. Quiso acercarse en ese momento y besarla, pero sabía que aquello no estaría bien, ella tenía novio.
-¿Estás bien?-preguntó algo dudoso al ver que aquel brillo se seguía manteniendo en sus ojos.
-Sí, es… es sólo algo de nostalgia- levantó una mano, y con un dedo señalándole, le amenazó- y no pienses mal Castle, que te conozco.
Él levantó una ceja en su asombro y dejó ver su cara más picaresca.
-Eso sí que no me lo esperaba- sonrió.
-Hay muchas cosas que no sabes de mí - con sonrisa seductora dejó la comodidad de la barra y se acercó más a él invadiendo su espacio personal, dejando sus caras a una distancia prudente pero demasiado cerca-, pero que podía ser rebelde y tremendamente sensual cuando me lo proponía, sí, y no digas que no.
¿Eso había salido de su propia boca? Quiso que la tierra le tragara y rezó porque él no se riera de ella. La verdad es que no era del todo cierto, ella no estaba segura de si en realidad estaba siendo sexy, simplemente se fijaba en la reacción de la otra persona. Aunque no lo pareciese, no era la persona tan segura que aparentaba ser.
-Entonces si es así, sabrá muy bien eso de que no se debe jugar con fuego, inspectora, o tal vez podría quemarse- le susurró lo más bajo que el ruido del local le permitió.
-¿Eso es una amenaza?
-Mírelo como quiera-acto seguido sonrió con la broma y ella también, otra vez suspirando-. En serio Beckett, ¿estás bien?
-Sí, sólo me acordé de algo y…pensaba. Es todo. ¿Y tú qué tal? La fiesta parece tener éxito, y ya no te digo la música, la gente está totalmente descontrolada.
-Pues a ti no parece convencerte ya que no te veo bailando, ¿qué pasa?- acortó la poca distancia, y cuando creyó que Beckett estaba segura de que la besaría, se acercó a su oído- ¿es que ya no sabes ser rebelde, alocada y tremendamente sensual o es que necesitas que te lo recuerden?
Ella se separó, con el corazón casi fuera del sitio, de su cuello para mirarle a los ojos sorprendida por lo que acababa de hacer: casi besarla y decirle algo así al oído.
-No me tientes Rick- le dijo tonteando a propósito-, que puedes conseguir lo que deseas.
-Entonces voy a tentarte todo lo que pueda.
Ella volvió a mirarle sorprendida. Era cierto que en ocasiones se acercaban hasta tal punto y bromeaban de su situación sentimental entre ellos, ¿pero eran sólo bromas, no? Aquello se les estaba yendo de las manos y ambos sabían dónde podría acabar la historia.
***
Espósito le dio un codazo a Lanie, Ryan y Jenny ya estaban bailando desde hacía unos minutos, ellos estaban aprovechando los últimos canapés antes de reunirse con sus amigos cuando Espósito los vio: Beckett y Castle con sus cuerpos completamente pegados y casi a punto de besarse, ambos sonriéndose. Lanie dejó escapar una larga carcajada.
-Al fin, pensé que nunca llegaría el momento- suspiró aliviada la forense.
-No cantes victoria antes de tiempo, que sabiendo cómo son, aún pueden torcerse las cosas.
***
“I like it”. Ella le sonrió, como sólo ella sabía sonreírle y él no se quedó atrás, su sonrisa más traviesa no tardó en atravesar su cara.
-“Dale mamita tírame ese baile, dale mamita tírame ese baile”- en un español lo más perfecto que pudo la invitó a seguirle a la pista para que de una vez por todas se lo demostrara, agitó las manos haciendo gestos que indicaban perfectamente un “sígueme”, demasiado gallito, muy claro.
Ella se lo pensó, dos segundos, porque la temperatura de su cuerpo en ese momento no le permitía pensar en lo que más quería hacer en ese momento, sino que le decía ya directamente que atacara.
Agarró la mano de Castle arrastrándolo hasta la pista de baile, se metió entre la gente, confundiéndose, eso era lo realmente bueno, bailar desentonadamente pero no desentonar. Cuando encontró un sitio donde realmente no se podían mover, donde sus cuerpos estaban pegados a los de otras personas compartiendo el sudor, donde estaban alejados de la vista de linces de sus amigos, tiró de él de nuevo, provocándole. Castle le miró sorprendido, asustado incluso, preguntándose por el autocontrol que él mismo podía tener hasta explotar definitivamente y Dios, ella le estaba poniendo tanto... perdonando la expresión de nuevo en su mente.
Ella aún sosteniendo su mano, se colocó frente a él, dedicándole una mirada realmente seductora, la verdad es que no sabía de dónde salía esa actitud de ella, quizás la adrenalina, el alcohol o el deseo que desde hacía tiempo sentía por Castle.
-Tú lo has querido- le dijo lo más alto que pudo para que él la escuchara.
Richard tragó en secó, por segunda vez en la noche, gracias a la inspectora y se preparó para lo peor. Lo que nunca se llegó a imaginar es que para nada estaba preparado para lo que sucedería a continuación.
......
Me encanta que me comentéis, y también me encanta que me digáis qué os gustaría que mejorara o no sé, cualquier cosa.
Vale, definitivamente tengo un problema con las yuxtapuestas, las copulativas y las subordinadas. Acabo de leerme el capítulo y me dije: En serio, tienes que dejar de utilizar tantas comas y tantas "y".
Así queeeee... espero que no moleste que algunos capítulos contengan algunas palabras mal sonantes :S o que estén algo, solo algo, subidos de tono. Avisadme por si acaso.
Como mis capítulos suelen hablar de canciones pues ya sabéis, al final de todo, música.
Capítulo 3
Media hora más tarde Kate pudo observar como sus dos compañeros también estaban enterados de la fiesta, al parecer ella era la única que no sabía nada y que había acudido engañada. Ryan conversaba divertido junto a su novia con Espósito y Lanie. Con una bandeja de canapés que le habían cogido a un camarero apoyada en un taburete y con sus cubatas en la mano, se reían de cosas sin importancia, cotilleaban sobre la gente que bailaba, que si aquella no sé qué, aquel no sé cuánto, risas por allí, cubata por allá.
Beckett mantenía los codos apoyados de espaldas contra la barra, observaba la pista de baile y sin poder evitarlo un poco de nostalgia comenzó a invadirla. No era que a ella le encantara ir de botellón y bailar desenfrenadamente con cualquiera que se le pusiera delante a sus diecisiete años, además porque siempre había criticado a todos aquellos quinceañeros que salían a creerse mayores. Pero un día, cuando se dio cuenta, se había acostumbrado, acostumbrado a los idiotas de turno que intentaban algo con ella, habituado al botellón y a no beber más de un cubata cuando todavía era demasiado joven, y también se había acostumbrado a él, a ese chico del que estaba enamorada. Los bailes subidos de tono los sábados por la noche, las discusiones, las mentiras, los abrazos, lo cabrón que era, pero lo inmensamente feliz que a veces llegaba a hacerla, los besos… y las demás chicas. Dejó escapar un suspiro y estiró el brazo, poniendo una postura un tanto extraña para coger el cubata que descansaba en la barra sin girarse por completo.
Castle hablaba con otros amigos, desde la posición en la que estaba podía observarla, se la veía triste. Disculpándose con las personas con las que ya mantenía una conversación hacía demasiado tiempo se retiró y se acercó a ella.
-Sabía que eras un tanto “especial”- dijo con retintín- pero no imaginé que lo eras tanto como para no gustarte una fiesta como esta.
Ella volvió a sonreír, suspirando de nuevo. La invadía una sensación que nunca más creyó que podría volver a sentir. Cuando se arreglaba un sábado por la noche y traspasaba la puerta de alguna casa donde se celebraba una fiesta, lo hacía por un solo motivo; él. No le importaban los demás chicos, gustarle a alguien más o divertirse bailando. Lo buscaba y si la ocasión lo permitía se saludaban con un par de besos, entonces bailaba lo más sensual que podía y a veces ambos terminaban montando un escándalo visto por muchos,y hay que decirlo, la mayoría decía que les daban envidia. Se dejaban envolver por su propia atmósfera y aquel baile no era nada apropiado para ser visto por el público, pero no podían evitarlo, cada vez que se encontraban bailando una canción en una misma habitación se atraían como imanes. Los polos opuestos se atraen.
-¿Beckett?- la sacó de su ensoñación, ¡vaya! Que no le contestara falsamente ofendida ya era algo extraño, ¿pero que no le hablara tan siquiera?
-Cállate Castle- le sonrió y a continuación volvió a sentirla, esa sensación. Y entonces comenzó a preocuparse porque no se había sentido tan atada a nadie desde “él”, aunque pareciera ilógico que un amor de adolescencia pudiera significar tanto, pero aquel amor adolescente le había llevado en parte a ser quien era hoy en día, había marcado muchas etapas de su vida y si había algo de lo que estaba completamente segura es que no estaba dispuesta a volver a pasar por todo lo que pasó con nadie más. Y se volvió a enamorar más tarde y otros le rompieron de nuevo el corazón pero, aunque cicatrizado, siempre había estado roto desde”él”. Con Castle comenzaba a sentir ese deseo a flor de piel, ganas de cogerle de la camisa y besarle desesperadamente, de abrazarle con cariño, por muy cursi que pudiera parecer y de bailar, sí, bailar con él hasta no poder más.
Richard Castle notó el brilló que de sus ojos dejó escapar la inspectora Beckett. No podía contenerse, lo llevaba haciendo desde hacía tres años y lo había hecho muy bien. Incluso cuando aún mantenía una relación con Gina se había contenido, puede que estuviera con su ex -mujer sí, pero Beckett tenía ciertos gestos demasiado atrayentes. Quiso acercarse en ese momento y besarla, pero sabía que aquello no estaría bien, ella tenía novio.
-¿Estás bien?-preguntó algo dudoso al ver que aquel brillo se seguía manteniendo en sus ojos.
-Sí, es… es sólo algo de nostalgia- levantó una mano, y con un dedo señalándole, le amenazó- y no pienses mal Castle, que te conozco.
Él levantó una ceja en su asombro y dejó ver su cara más picaresca.
-Eso sí que no me lo esperaba- sonrió.
-Hay muchas cosas que no sabes de mí - con sonrisa seductora dejó la comodidad de la barra y se acercó más a él invadiendo su espacio personal, dejando sus caras a una distancia prudente pero demasiado cerca-, pero que podía ser rebelde y tremendamente sensual cuando me lo proponía, sí, y no digas que no.
¿Eso había salido de su propia boca? Quiso que la tierra le tragara y rezó porque él no se riera de ella. La verdad es que no era del todo cierto, ella no estaba segura de si en realidad estaba siendo sexy, simplemente se fijaba en la reacción de la otra persona. Aunque no lo pareciese, no era la persona tan segura que aparentaba ser.
-Entonces si es así, sabrá muy bien eso de que no se debe jugar con fuego, inspectora, o tal vez podría quemarse- le susurró lo más bajo que el ruido del local le permitió.
-¿Eso es una amenaza?
-Mírelo como quiera-acto seguido sonrió con la broma y ella también, otra vez suspirando-. En serio Beckett, ¿estás bien?
-Sí, sólo me acordé de algo y…pensaba. Es todo. ¿Y tú qué tal? La fiesta parece tener éxito, y ya no te digo la música, la gente está totalmente descontrolada.
-Pues a ti no parece convencerte ya que no te veo bailando, ¿qué pasa?- acortó la poca distancia, y cuando creyó que Beckett estaba segura de que la besaría, se acercó a su oído- ¿es que ya no sabes ser rebelde, alocada y tremendamente sensual o es que necesitas que te lo recuerden?
Ella se separó, con el corazón casi fuera del sitio, de su cuello para mirarle a los ojos sorprendida por lo que acababa de hacer: casi besarla y decirle algo así al oído.
-No me tientes Rick- le dijo tonteando a propósito-, que puedes conseguir lo que deseas.
-Entonces voy a tentarte todo lo que pueda.
Ella volvió a mirarle sorprendida. Era cierto que en ocasiones se acercaban hasta tal punto y bromeaban de su situación sentimental entre ellos, ¿pero eran sólo bromas, no? Aquello se les estaba yendo de las manos y ambos sabían dónde podría acabar la historia.
***
Espósito le dio un codazo a Lanie, Ryan y Jenny ya estaban bailando desde hacía unos minutos, ellos estaban aprovechando los últimos canapés antes de reunirse con sus amigos cuando Espósito los vio: Beckett y Castle con sus cuerpos completamente pegados y casi a punto de besarse, ambos sonriéndose. Lanie dejó escapar una larga carcajada.
-Al fin, pensé que nunca llegaría el momento- suspiró aliviada la forense.
-No cantes victoria antes de tiempo, que sabiendo cómo son, aún pueden torcerse las cosas.
***
“I like it”. Ella le sonrió, como sólo ella sabía sonreírle y él no se quedó atrás, su sonrisa más traviesa no tardó en atravesar su cara.
-“Dale mamita tírame ese baile, dale mamita tírame ese baile”- en un español lo más perfecto que pudo la invitó a seguirle a la pista para que de una vez por todas se lo demostrara, agitó las manos haciendo gestos que indicaban perfectamente un “sígueme”, demasiado gallito, muy claro.
Ella se lo pensó, dos segundos, porque la temperatura de su cuerpo en ese momento no le permitía pensar en lo que más quería hacer en ese momento, sino que le decía ya directamente que atacara.
Agarró la mano de Castle arrastrándolo hasta la pista de baile, se metió entre la gente, confundiéndose, eso era lo realmente bueno, bailar desentonadamente pero no desentonar. Cuando encontró un sitio donde realmente no se podían mover, donde sus cuerpos estaban pegados a los de otras personas compartiendo el sudor, donde estaban alejados de la vista de linces de sus amigos, tiró de él de nuevo, provocándole. Castle le miró sorprendido, asustado incluso, preguntándose por el autocontrol que él mismo podía tener hasta explotar definitivamente y Dios, ella le estaba poniendo tanto... perdonando la expresión de nuevo en su mente.
Ella aún sosteniendo su mano, se colocó frente a él, dedicándole una mirada realmente seductora, la verdad es que no sabía de dónde salía esa actitud de ella, quizás la adrenalina, el alcohol o el deseo que desde hacía tiempo sentía por Castle.
-Tú lo has querido- le dijo lo más alto que pudo para que él la escuchara.
Richard tragó en secó, por segunda vez en la noche, gracias a la inspectora y se preparó para lo peor. Lo que nunca se llegó a imaginar es que para nada estaba preparado para lo que sucedería a continuación.
......
Última edición por Sofia el Miér Ago 29, 2012 2:36 pm, editado 3 veces
Sofia- Ayudante de policia
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Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
SOFIA
ESPECTACULAR
Sin duda alguna es un gran capitulo, sigue así que me ha encantado.
Me quede sin palabras para animarte a que lo continues.
2 pulgares arriba más para ti
ESPECTACULAR
Sin duda alguna es un gran capitulo, sigue así que me ha encantado.
Me quede sin palabras para animarte a que lo continues.
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Re: Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]
y lo dejas asi y lo dejas asi madre miaaaa!!!! lo dejas asi!!!!!!!! xD sube pronto el siguiente capi please el fic esta increible!!!
Carla_Bk- Policia de homicidios
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