Hummingbird heartbeat: Capítulo 18 [01/03/13]

Por favor,siguelo que me he quedado con todas las ganas de otro mas

Me ha encantado esta historia y yo también he llegado a pensar si Kate fue violada o no, suno ¿A qué viene esas reacciones?, por favor, ten tiempo para subir un capítulo, sigue!

porfavor no lo abandones, recien vengo a encontrar el fic y me lo he leido todo , pero me quede con las ganas de seguir leyendo, me gusto mucho, y tengo muchas dudas con respecto al pasado de Kate, y ver si se dan una oportunidad "Caskett" , ojala lo continues,

Increíble. Espero que lo continúes.

yo acabo de leer los 16 capitulos y espero que lo continues por favor porque entre la intriga del asesinato de la niña de 16 años y el momento que viven estos dos Castle y Beckett con el pasado de ella me estoy quedando anonadada...please pronto sube algun capitulo nuevo

Tengo un capítulo en el ordenador desde hace meses. Pero no lo subí porque pensé que ya era demasiado tarde para continuar con esto. Empecé la uni, me mudé y estoy estresada, y como no tengo mucho tiempo pues pensé que no lo iba a continuar, hasta que leí vuestros comentarios y me entró la inspiración de nuevo, sí, justo ahora, cuando mañana tengo un examen del que no tengo ni idea, pero eh, no pasa nada. La musa es lo que tiene, que aparece cuando no tiene que aparecer.

Comprenderé si no os gusta u os aburre, porque la verdad el Caskett se me olvidó en este capítulo (MENTIRA), pero es que con el examen de mañana no tengo tiempo a añadirle otra parte (que buena falta le hace). Después de años (sin exagerar), ahí va otro capítulo.

Y sí, años, cuando comencé escribiendo esto tenía 16, lo publiqué con 17... y no voy a decir cuantos años tengo ahora porque me matáis por haceros esperar tanto.

Capítulo 17

Max, Jim y una joven Kate Beckett trotaban por Central Park. Kate, correa en mano, intentaba frenar el acelerado paso de su perro, sin mucho éxito, mientras su padre le hablaba de política. Ella estaba muy lejos de allí, no es que le disgustase hablar de política, pero su padre aprovechaba a soltar por la boca todo lo que su madre le prohibía hablar en casa por motivos de cordura. Y entre una cosa y la otra, Max aprovechó el momento para librarse de la lentitud de su dueña y hacer que la correa se le escapase de entre las manos.

-¡Max!

Salió corriendo detrás de su gran Golden Retriever dejando a Jim Beckett con la palabra en la boca.

-¡Max!-volvió a gritar mientras aumentaba a velocidad y observaba como la correa que arrastraba el perro hacía tropezar a algunos deportistas.
-¡Kate!

Y allí estaba la familia: el perro corriendo sin rumbo, la hija tras del perro y el padre tras la hija.

-¡Kate! ¡Sé que lo has hecho a propósito! ¡Pero es importante que conozcas la diferencia entre democracia y dictadura! ¡Que aunque el candidato esté buenísimo no significa que sea un buen político!

Notaba como el moño que tenía empezaba a deshacerse y además había tropezado unos metros atrás, por lo que llevaba las mallas manchadas de tierra en las rodillas, sudaba, y por si su aspecto no fuera poco para verla, la gente no dejaba de observarla, ya no porque corriera detrás de un perro que parecía loco, sino porque un señor no dejaba de gritarle cosas extrañas a sus espaldas.

De repente Max se frenó en seco, provocando que ella volviera a tropezar para poder frenar. Y cuando pudo levantarse, no sin antes quejarse de una rodilla, levantó la vista para ver nada más y nada menos a su perro con…

-¿Kate?

“NO PUEDE SER” gritó en su cabeza y quiso que un platillo volante atravesase el cielo para poder distraer a Jack Fitzgerald y así salir corriendo. Aunque no sabía qué podía ser más probable, que la tierra la tragase o que unos extraterrestres decidiesen invadir la Tierra en aquel mismo momento. Pero no quería sonar demasiado cliché, así que optó por la segunda opción. La idea de los extraterrestres era demasiado atractiva.

-Eh…

Un ladrido de su perro distrajo a Jack, que desvió la vista hacia él mientras le seguía acariciando en la cabeza haciéndole un pequeño masaje, que al perro parecía gustarle. Entonces se dijo a sí misma: “Es el momento. ¡CORRE!”. Y cuando se dio la vuelta para salir de allí lo más deprisa posible se dio cuenta de que no podía irse. “Tiene a tu perro, idiota”.

-¿Kate?-la pilló haciendo movimientos extraños, mientras giraba indecisa sobre sí misma.
-¿Hola?-se llevó la mano a su pelo, deshaciéndose el moño y poniéndose la goma en la muñeca.

Max se deshizo de las manos de Jack para meterse entre las piernas de su dueña.

-¿Así que el perro es tuyo?-se acercó a ella sonriendo y observó como con una mano intentaba peinarse y con la otra limpiar sus rodillas.
-Mmm, sí.
-¿Sabes? No creí que eras la clase de chica que persiguen. Pensé que eras de las perseguidas.

Iba a contestarle con un insulto cuando se fijó en la gota de sudor que resbalaba por su cuello, perdiéndose en una camiseta blanca muy ajustada y sudada. Bajó la vista hacia sus pantalones de Nike mordiéndose el labio inferior.

“¡Pero qué te pasa Kate Beckett!”

Cuando volvió a levantar la vista Jack Fitzgerald la miraba sonriente consciente del efecto que estaba provocando en ella.

-¡Katherine Houghton Beckett!

Su padre apareció fatigado y pronunciando su nombre completo, como si no supiera que ella lo odiaba.

-¿Houghton?-preguntó Jack curioso sin dejar de sonreír.
-Cállate.

Se giró hacia su padre que la miraba curioso por la presencia de un adolescente desconocido en la escena, mientras Max se paseaba entre las piernas de ambos.

-Papá…-murmuró.
-¿Qué te ha pasado?-rió su padre al ver las pintas de su hija.
-Nada-masculló muriéndose de vergüenza e imaginando la cara que tendría Jack a su espalda.
-El karma, hija. Eso es para que aprendas a escucharme. Luego dicen que los hombres no pueden hacer dos cosas a la vez, pues anda que las mujeres…

No tuvo que imaginarse la risa de Jack porque la escuchó perfectamente.

“¿Dónde narices se ha metido el maldito platillo volante? ¡Aparece!” pensó.

-Papá, escucharte a ti es como hacer cinco cosas a la vez, hablas de cinco temas distintos al mismo tiempo.

Max ladró pareciendo de acuerdo y Jim Beckett volvió a reparar en la presencia de una persona extraña.

-¿Has sido tú quién ha detenido al perro?-le preguntó a Jack.
-Sí, señor Beckett. Aunque la verdad se detuvo sólo.
-¿Señor Beckett? ¿Nos conocemos? –se giró hacia su hija-Kate, cuantas veces te digo al día que no hables con desconocidos por muy guapos que sean.

La cara de Kate no podría estar más roja.

-¡Papá!-exclamó protestando- ¡Lo conozco!
-¿Ah sí?

Ella asintió sin decir nada más porque estaba tan avergonzada y nerviosa que sabía que si hablaba las palabras saldrían de su boca atropelladamente.

-Jack Fitzgerald, señor. Su hija y yo nos conocemos del instituto-le tendió la mano a Jim mientras echaba un vistazo a Kate, que con la mirada le advertía que tuviese cuidado con lo que decía.

-Encantado. Y muchas gracias por coger a Max.
-De nada.

Los tres se quedaron mirando unos minutos hasta que Jim habló para anunciar que debían irse.

-Creo que con este último sprint ha sido suficiente por hoy. ¿Nos vamos, Kate?

“¡Sí! ¡Sí, nos vamNO! ¿Por qué no quiero irme?”

-La verdad, es que si no estás muy cansada Kate, podríamos correr juntos. Así puedo comentarte algunas dudas sobre arte y sobre el trabajo que nos mandó presentar el señor Shearing.

Iba a matar a Jack. Lo iba a matar de verdad. E iba a cometer el crimen perfecto.

-¡Es cierto!-exclamó su padre-¿Qué tal el trabajo? ¿El señor Shering vuelve a estar de humor?

Jack sonrió y Kate quiso quitarle la sonrisa de un puñetazo en la nariz.

-¿Vuelve? Ese hombre no sabe lo que es el buen humor-intervino Jack queriendo librarla del tema.
-Bueno, yo… Yo…

Los dos hombres la miraron esperando a que su pasajera tartamudez pasase.

-¿Creo que puedo quedarme? No estoy muy cansada.-miró a su padre pidiéndole permiso.
-Yo la acompañaré a casa, señor Beckett. No se preocupe.
-Bien.

Jim Beckett los miró desconfiado. Desde que su hija había salido siete meses con un “grunge” sólo por fastidiarle, y porque el chico era muy guapo, no se fiaba ni de su hija, ni de cualquiera con un físico medianamente aceptable.

-Me llevaré a Max, no quiero que vuelvas a casa sin una pierna.
-Muy gracioso, papá.

El perro se despidió de ambos adolescentes y él y Jim Beckett se alejaron por dónde habían venido.

Los dos adolescentes se miraron sin saber qué hacer.

-Bueno-empezó Jack, pero no pudo terminar porque un puñetazo en su brazo se lo impidió.-¡Eh! ¿Se puede saber a qué viene eso?
-¿Cómo se te ocurre sacar el tema del señor Shearing? ¡Sabes que falté a clase y que entregué el trabajo tarde! ¡Sabes que ahora sólo tengo opción a un suficiente! ¡Y sabes que no tienes clase de arte!
-Eh, eh, tranquila-sonrió al ver lo roja que tenía la cara de lo enfadada que estaba.
-¿Y aun por encima te ríes? ¡Me pones de los nervios!-gritó.
-Al menos te pongo de alguna manera…

La mano de Kate Beckett no resistió más y sus dedos agarraron su perfecta y masculina nariz.

-¡Ah! ¡Ah! ¡Kate! ¡Para! ¡PARA!
-Me asombra que suspires así mi nombre y me pidas que pare. ¿No lo hago bien?

Jack rió ante la gracia de ella, pero pronto se le borró la sonrisa de la cara cuando ella volvió a tirarle de la nariz.

-¡Está bien! ¡Lo siento! ¡LO SIENTO!
-¿Qué has dicho?

Los deportistas que pasaban los miraban extrañados.

-¡Lo siento, Kate!-la miró a los ojos suplicando.
-Eso está mejor. Pero creí que habíamos quedado en que nos llamaríamos por los apellidos.
-No, no,-se tocó su dolorida nariz- en todo caso tú tendrías que llamarme por mi apellido, pero ya sabes que por tener esa boquita…-se detuvo al ver la mano de ella acercase de nuevo a su cara-Ya sabes que por ser tú puedes llamarme Jack.
-Que yo sepa siempre me has llamado Becks hasta hace una semana.
-Me gusta más Kate. Es más sexy.

Ella volvió a golpearle el brazo, esta vez mucho más suave.

-Contigo sólo gano moratones, ¿eh?-ambos rieron.

Él la cogió de la cintura para guiarla y empezaron a correr.

-Oye, ¿qué tal la primera vez falsificando la firma de tu madre?
-¿Y quién te dice a ti que fue la primera vez?-sonrieron- Bien, supongo, aunque no me pude librar del enfado monumental del señor Shearing. Sólo espero que no se le dé por llamar a casa o estaré en problemas. ¿Y tú?
-¿Yo qué?
-¿Te saltas las clases muy a menudo?
-Más o menos-observó la ceja levantada de ella.
-¿Más o menos?
-Sí.
-¿Y nunca te pillan?
-Bah, alguna vez en el pasillo. Una hora al terminar las clases en el aula de castigo y punto.

Hablaron de todo un poco, hasta que ambos decidieron que era el momento de parar. Kate se había olvidado completamente de su aspecto, y mientras él paró en un puesto para comprar un par de botellas de agua, aprovechó para hacerse una coleta alta despeinada y para sacarse su ancha sudadera gris de la universidad de Nueva York.

Jack se giró para mirarla sacudiéndose el resto de tierra de sus rodillas, dejándola en una postura muy interesante para ver su escote a través de la camiseta blanca de manga larga que llevaba.

-Deberías haberte quitado la sudadera mientras corrías. Vas a resfriarte. Estás sudada y hace frío.

Disimuladamente giró la cabeza hacia su hombro, lo más cerca del sobaco que podía estar sin parecer maleducada, e inspiró. Él se rió al ver la escena.

-No seas tonta, no hueles mal.
-¿Seguro?-preguntó nerviosa.
-Seguro. El que debe oler mal soy yo.

“¿Mal? Si su olor a colonia mezclada con su sudor es lo más sex…Kate, por favor. Contrólate.”

Negó con la cabeza incapaz de hablar y él le tendió la botella de agua. Después se desató la sudadera de cremallera de Nike, a juego con su pantalón de chándal, de la cintura para ponérsela sin abrocharla.

-Ven aquí- la agarró de la cintura y la atrajo hacia su cuerpo, pasando una mano por encima de sus hombros-.No quiero que tu padre me culpe de que su hija coja un resfriado.

Aquel gesto fue tan bonito que casi se cae al suelo.

Él la acompañó hasta su casa y al llegar al portal de su edificio los dos se miraron sin saber qué decirse.

-Por cierto- habló él- ¿Con un “grunge”? ¿En serio?
-¡Oh, vamos! Acababa de cumplir 15 y él era mayor que yo. Además mi padre estaba totalmente en contra y eso me daba mucho morbo. Acabé saliendo con él 7 meses sólo para llevarle la contraria. Ahora piensa que estoy salida, y cada vez que ve un chico medianamente guapo me aleja de él.

Se rieron. Pero pronto la sonrisa se desvaneció de sus bocas.

-Entonces deberías tener cuidado conmigo.
-¿Por qué?
-Porque soy muy guapo y podría gustarte.

Ella se rió.

-Te lo tienes muy creído, ¿no?
-Sí, pero es que es cierto.

Se mordió el labio inferior con fuerza, y lo miró fijamente sin saber qué decir o hacer.

-Debería…subir.
-Y yo irme a casa, que el olor a pollo quemado empieza a notarse. Deberías probar a estar cerca de mí cuando no huela a sudor. Estoy seguro que esa es la causa que te tira para atrás.
-Sí, debe de ser eso.

Él se acercó a ella. Le latía tan rápido y tan fuerte el corazón que quiso alejarse de él por miedo a que lo notase, lo que hizo que se quedase apoyada en el portal del edificio y Jack aprovechó para acorralarla.

-Hasta mañana, Kate.

Cada vez estaba más cerca de su cara y notaba las manos de él jugando en su cintura. Las llaves se le cayeron de las manos cuando notó sus labios en su mejilla derecha, muy cerca de su boca. Después otro beso adornó su mejilla izquierda. Él se rió mientras acariciaba por última vez su cintura y se marchaba regalándole una última sonrisa.

-¡Katherine Houghton Beckett!

Fue lo primero que escuchó al entrar por la puerta de su casa y se preguntó qué tenía su nombre para que les gustase tanto a sus padres.
Johanna Beckett apareció por la puerta de su despacho con mirada divertida.

-Tu padre me ha dicho que has ido a correr con un amigo tuyo muy guapo, ¿cómo era su nombre? ¡Ah, sí! Jack.

La cara de Kate se puso completamente roja. Sobre todo cuando su padre apareció en la escena con una taza de café en mano de camino al salón. Se paró en seco al ver a las dos mujeres de su vida con gesto misterioso.

-¿De qué va el tema?-preguntó.
-Nada-contestó su hija.

Johanna no se pudo contener las ganas y lo preguntó sin más.

-¡Bueno! ¿Os besasteis?
-¿Quién con quién?-exclamó su padre alarmado casi tirando la taza de café al suelo.
-Eso mamá, ¿quién se besó con quién?-preguntó su hija como si acabase de llegar y la cosa no fuese con ella.
-¡Kate!-exclamó su madre-Vamos, vamos. Quiero los detalles. Besa bien, mal, con lengua, sin lengua…

La cara de Jim Beckett se puso de todos los colores posibles.

-¡Johanna!
-¡Mamá!
-¿De qué te extrañas, Jim? Dejas a tu hija con un chico guapísimo, ¿y esperas que sólo vaya a correr con él?
-¡Sí!-contestaron padre e hija a la vez.
-¿Ah, sí?-preguntó su madre extrañada- Creí que te gustaba.
-Y me gusta.
-¿Te gusta?-Jim Beckett estaba confundido y Kate no sabía si volver a abrir la puerta y salir de casa como única escapatoria.

***

-Steven Daniels.

La detective Kate Beckett entró en la sala de interrogatorios mirando fijamente al joven sentado en la silla. Alto, pelo rubio y con unos remolinos que bajo su punto de vista, y si fuera adolescente, le hacían parecer de lo más adorable.

-¿Inspectora?
-¿Podrías recordarme qué hiciste el viernes por la noche?
-Creí habérselo contado el otro día-contestó de lo más tranquilo mientras veía cómo la inspectora se sentaba frente a él.
-El caso es Steven, ¿me contaste la verdad?
-¿A qué se refiere?

Kate Beckett pensó que mentía muy bien porque la cara de póker que el chico mantenía era perfecta.

-A esto-abrió la carpeta de cartón y sacó las fotos impresas y con un círculo rojo rodeando la fecha y hora- Central Park, tú y unos cuantos amigos. ¿Acaso esa es la nueva zona vip de H2O?
-Eso no tiene nada que ver con lo de Jordan, se lo prometo.

Puso una voz tan dulce e inocente que casi se lo llega a creer.

-¿Por qué no me lo explicas y así soy yo la que afirme que eso no tiene nada que ver con la muerte de tu mejor amiga?
-Es evidente ¿no? ¿Qué quiere que le explique? ¿Que me fui al parque y me fumé unos porros y bebí alcohol con mis amigos? Eso fue lo que hice.
-No fue la primera vez, ¿verdad?

Él la miró agachando la cabeza.

-No.
-¿Y qué me puedes decir de la zona en la que estabais?
-¿Qué pasa?
-Entre esos árboles-señaló un lugar en la foto- apareció Jordan.
-Yo no la vi…
-Dudo que la vieses con el pedo que llevabas encima.

De repente una idea pasó por su cabeza… Si los chicos tenían droga, y aquella no era la primera vez, era posible que la comprasen en el propio parque.

-¿A quién comprasteis la droga?
-¿Qué?, ¿qué tiene que ver eso?

No hicieron falta palabras para que Steven Daniels contestase a la pregunta, bastó con una simple mirada.

-A Jason Morgan.

Kate levantó las cejas con asombro sin pasar por alto la cara de incertidumbre que tenía su “sospechoso” en ese momento.

-¿Hay algo más que quieras añadir, Steven? Sabes que me enfadaré si descubro que me ocultas algo-Jason es mi amigo, pero también lo era Jordan y…
-¿Y qué?
-Jason es el chico popular y perfecto por el que suspiran todas las chicas pero también pasa droga de parte de una banda del barrio con la que nadie se atreve a meterse.
-¿Qué banda es esa?
-Los “Bloody Tears”. A nosotros nos venía bien porque nos proporcionaba mercancía y él se ganaba un dinerillo extra. Todos contentos. Pero… hace unos días en el comedor del instituto, haciendo las apuestas de siempre, para ver con cuántas tías podíamos liarnos en menos de una hora, él no quiso participar. Me pareció raro así que cuando nos quedamos solos le pregunté. Me dijo que no le pasaba nada. Y le creí. Pero al día siguiente le vi discutiendo en la puerta del instituto con un tío de la banda, y después de mucho insistir me lo contó.
-¿Qué te contó?
-Al parecer les había demostrado que era alguien de confianza y querían meterle en el grupo. Jason cuando comenzó a trabajar para ellos no era eso lo que tenía en mente. Yo le dije que les dijese que no, pero él dijo que no podía.
-¿Por qué?
-Porque estaba demasiado involucrado y ya no le dejarían salir, además…
-¿Además?
-Me contó que para ser miembro oficial de la banda había que hacer como una especie de ritual de iniciación.
-Explícate.
-Elegían a una chica y él tenía que conseguir que se acostase con él, fuese como fuese, y grabarlo en vídeo Después como trofeo, debía entregarle la ropa interior de ella al jefe, además de la grabación. Daban puntos extras si empleaba violencia, ya sabe…

Katherine Beckett salió de la sala de interrogatorios dando un portazo y reuniéndose con sus compañeros. Volvían a tener investigación, pero no sabía hasta qué punto quería llegar. No apuntaba a nada bueno

***

Llevaban dos meses tonteando. Al menos desde el punto de vista de Madison Keller. Y el punto de vista de su mejor amiga llevaba siendo el mono-tema de conversación durante ese periodo de tiempo.

-Vamos, Kate, ¿a qué esperas?
-¿A mi madre para que venga a recogerme?
-Sabes de lo que estoy hablando. ¿Qué esperas para liarte con Jack y dejar de ser virgen de una vez?
-¡Madison! ¡Baja la voz!
-Según tú, ser virgen no es un problema.
-Y no lo es, pero no hace falta que se entere media ciudad, gracias.
-¿Cuál es el problema entonces?
-Él.
-Si mis ojos no ven mal, y entonces también medio instituto vería mal, está como un tren.
-Vamos, Madison, ¿con cuántas se ha liado ya esta semana?
-¿Tres que yo sepa?
-Cuatro. Se ha liado con cuatro chicas y luego viene y tontea conmigo, como tú dices .Y... yo no soy así. No quiero ser otra más. Lo peor de todo es que sé que lo voy a ser, porque no puedo pretender importarle.
-Pues yo creo que le importas, Kate.
-Ya no sé qué pensar, un día me dice una cosa y al día siguiente ya está saliendo con otra…
-Igual si le dijeses que sí…
-Si le dijese que sí ahora mismo todo el instituto sabría que Fizt consiguió llevarse a Kate Beckett a su coche.
-Conozco a muchísimas chicas que se morirían por una noche en su coche.
-Pues yo no, ¿vale? No quiero comerme las babas, y otras cosas, de otras.
-Perdona.
-¿Por qué?
-Por insistir tanto. Te entiendo y tienes razón. Es sólo que… nunca te había visto así, tan pillada por alguien. Jack se ha vuelto uno de mis mejores amigos, y reconozco que como amigo es una gran persona, pero no me gustaría estar pillada por él porque sé que lo pasaría mal. Es cierto que me sé la mitad de su vida sexual, no se conforma con tener a las chicas, sino que también tiene que cantarlo a los cuatro vientos, pero… a la vez, cuando lo veo contigo es como si fuera un chico diferente, te mira… no sé.
-¿Cómo me mira?
-No lo sé, es difícil explicarlo, es como si te adorase… Nunca le he visto mirar a una chica así. ¿Y qué me dices de cuando te abraza, eh?

Kate mira a su mejor amiga sonrojándose.

-¿Qué pasa cuando me abraza?
-Además de que Olivia se muere de celos cuando os ve, pasa que te acaricia y tú te dejas hacer, e incluso muchas veces se las devuelves, ¡delante de todos!
-¿Qué? No hacemos eso, Madi.
-Me gustaría representártelo pero la gente nos tacharía de lesbianas.
-¿Desentonamos mucho?
-¿Mucho? No, lo siguiente. A veces pienso que os lo vais a montar delante de todos.
-Madison Anne Keller…-susurró muerta de vergüenza mirando hacia los lados.
-Es cierto, primero te abraza, después te toca el culo, y es ahí cuando sonríes, después te haces falsamente la ofendida y empezáis a tocaros por todas partes con la excusa de estar peleando.
-Es cierto… lo reconozco. Y no puedo evitarlo. Me gusta cuando hace eso, lo admito.
-¡Por fin! Gracias Señor, a mi amiga le siguen poniendo los hombres.
-¡Madi!
-¿Qué? Pasaste de “mira que buenos están todos los chicos no me decido por ninguno y estoy muy salida así que me lío con todos” a “Me pone Jack pero digo que no pero me pone y además le quiero."
-No he dicho nada de quererle…
-No hace falta, lo llevas pintado en la cara.




*Con la mano en el pecho* Juro solemnemente que para la próxima semana, cuando termine los exámenes, continuaré.

Te tomo la palabra. Me encanta tu historia, me tiene muy intrigada. Cuando he visto que has actualizado, casi me caigo del sofá, jejejeje. Espero que la inspiración te venga de menudo, pero que te deje con tiempo para lo estudios eh, . En definitiva, aquí tienes una fan-escusa para seguir este maravilloso fic. Ánimo. SIgue!.

buenisimoooo ya esperaba continuación, me gusto el cap. aunque no tuviera Caskett, sirve para saber de la vida de Kate,pero porfa no lo abandones tanto tiempo... que estés bien...

GRACIAAAAAAAAAAAAAAS!
hasta la semana que viene!

Me lo he tenido que volver a leer desde el principio porque hacía tanto que no actualizabas que ya se me había olvidado de qué iba jajaja
Me encanta este fic, cuando empezaste a subirlo al foro yo no estaba registrada pero me leía todos los fics y el tuyo era de mis favoritos. Estaba super enganchada, pero luego dejaste de escribir...No sabes la alegría que he sentido al ver que habías continuado! Espero que para el próximo capítulo no tardes tanto!

Me encanta!!! Espero que subas pronto el siguiente

Precioso, sigue cuando puedas.

jajaajjaaj sigueeeee

Estos días me he estado leyendo todo tu fic y me encanta!
Pleaseeee continualo!

waaaw este fic lo he leído todo sin parar jjj continua pronto

nos hagas esperar mucho

No me matéis, por favor, por favor, por favor. Cuando juré solemnemente que publicaría una semana después lo pretendía cumplir hasta que me di cuenta de que aún me quedaban los exámenes de la otra carrera que estoy estudiando (vivo al límite y estudio dos carreras). Y después de terminar comencé con las prácticas de la otra. Resumiendo: clase todos los días de 8:30 de la mañana a 19:30 de la tarde. Y a eso añadirle hacer apuntes y trabajos. MORÍ. (Y sigo muriendo poco a poco). Y ahora por fin he encontrado un minuto para continuar escribiendo, y aunque no es muy largo os lo dejo. Voy a seguir escribiendo hoy así que estos días iré subiendo lo que tenga. PERDÓN. Comprendo que os enfade que diga una cosa y haga otra, pero en serio, no sé de dónde voy a sacar tiempo.

Capítulo 18 (primera parte)

-¿Entonces te vienes?
-No lo sé, Madie…
-¡Vamos Becks! Es la fiesta del año, ¡y en la playa!
-Estamos en mayo.
-¿Y? Al parecer llegará una ola de calor este fin de semana, ¿es no ves las noticias?
-Sigo castigada…
-¿Aún?-exclamó horrorizada su mejor amiga al otro lado del teléfono.
-Sí…-suspiró mientras jugaba a enredar el cable del teléfono fijo en sus manos- Además no tengo muchas ganas de ir, no sé ni siquiera si estoy invitada…
-¿Cómo no ibas a estarlo? ¡Claro que lo estás, Becks! El propio Fitz en persona me dijo que te preguntase si irías.
-A lo mejor te lo preguntó sólo para poder respirar tranquilo al saber que no voy a ir.
-¿Pero qué estás diciendo? ¿Se puede saber que pasó hace dos semanas?
-Nada-contestó lo más relajada posible y Madison notó la tensión en su voz.
-Kate, me estás preocupando. Desde la última vez que salimos estás rarísima, ya no te sientas con nosotros en el comedor, tus padres te castigan sin motivo y no me cuentas nada.

Giró la rueda de la radio para darle volumen y cerró la puerta de su habitación lo más disimuladamente posible, sin darse cuenta de que su madre pasaba en ese momento por el pasillo.

-Lo de siempre.
-Sí, lo vimos todos. Dios, Kate, tenías que haber visto su cara mientras bailabais, era de puro placer.
-No exageres…-fue capaz de casi esbozar una sonrisa.
-No exagero. Y también tenías que haber visto la cara de Olivia.
-Me la imagino-y ambas rieron.
-¿Cuál es el problema entonces?
-Que esta vez no sólo bailamos, Madie.

Tuvo que apartar el teléfono de su oreja para no quedarse sorda ante el grito de fan loca de su mejor amiga. Y Johanna creyó que la música no estaba lo suficientemente alta, o que Madison tenía una voz de concurso, porque hasta ella la escuchó gritar emocionada.

-Gracias por dejarme sorda, has dejado de fangirlear, ¿o tengo que esperar un rato más?
-¡Cuéntamelo todo, Kate! ¡TODO! ¡Qué emoción! ¡No me lo creo, no me lo creo, no me lo creo! ¡Oh Dios mío, oh Dios mío! ¡OH! ¡DIOS! ¡MÍO! ¿En serio, Kate? Ahhhhhhhhhhh. No me lo creo, qué fuerte, es increíble…
-¡MADIE!-chilló para detenerla antes de que se volviese loca-¿Vas a dejar que te lo cuente o no?
-Sí, sí, perdona.

Respiró hondo mientras se acomodaba en la silla de su escritorio, poniendo más nerviosa a Madie, al otro lado del teléfono, y cómo no, a su madre al otro lado de la puerta.

-Fuimos al baño y…
-¡Y os liasteis! ¡Sí!-ella no pudo verlo pero su mejor amiga lanzaba los brazos al aire como en señal de victoria.
-Sí, bueno, nos liamos…
-¡Becks! ¡Los detalles!
-Eres tú la que me interrumpe constantemente sin dejar que te lo cuente.
-Perdona, perdona, es que tardas demasiado y mi imaginación es más rápida. Venga, cuenta.
-Pues fuimos al baño, y nos metimos en un cubículo, él me besó y…el resto te lo imaginas.
-¿Cómo que me lo imagine? ¿Lo hicisteis?
-No…-susurró y fue un susurro que Johanna Beckett no pudo escuchar y por ello llegó al punto de pegarse por completo a la puerta de la habitación de su hija.
-Creí que querías hacerlo con él.
-Y quería-volvió a susurrar triste-Y quiero. Pero, no en un baño de una discoteca, no cuando sé que él no siente nada por mí.
-Pero Kate…
-Lo sé, Madie, ¿vale? Sólo… lo sé. Y lo peor no es eso. Lo peor es que tenías razón y me daba vergüenza admitirlo. Sí que le quiero. Creo que estoy enamorada de él.
-Pero eso no tiene por qué ser malo. Yo creo que él siente algo muy fuerte por ti. Digas lo que digas.
-Cuando estábamos a punto, Madie, le dije que no. Estaba muerta de miedo, no te rías, ¿vale? Quería decirle que era mi primera vez, estaba tan nerviosa… Estaba nerviosa porque él lo ha hecho con millones de chicas y yo con nadie. Me di cuenta de que él tenía que saberlo, tenía que saber que era virgen, y le dio igual… porque siguió insistiendo. Y cuanto más insistía menos cómoda me sentía en aquel baño, donde había muchísima gente fuera y yo qué sé. No era el mismo chico que me pedía permiso para darme un beso porque se moría por hacerlo. Sentí que como ya me había conseguido sólo quería llegar hasta el final. No sé. No sé explicarlo. ¿Madie? ¿Sigues ahí?
-Sí…-se había acabado la emoción en su voz-¿y luego qué pasó?
-Me acompañó a coger un taxi. Tú ya te habías ido hacía una hora. Cuando llegué a casa…imagínatelo. Mi padre me castigó un mes sin salir de casa. Al día siguiente fui a correr a la misma hora, como siempre. Se hizo el despistado y pasó de largo. Me ignoró. Desde entonces no he vuelto a hablar con él, por eso no me he sentado a comer con vosotros, me da vergüenza…


***

Se encontraron a Jason en las cercanías del instituto siendo golpeado por dos hombres corpulentos y llenos de tatuajes.

-¡Eh! ¡Policía!-sacó su pistola del bolsillo y tanto ella como el escritor corrieron hacia los matones.

Éstos no tardaron mucho en salir corriendo dejando a Jason tirado en el suelo, no sin antes propinarle un par de puñetazos más. La detective estuvo a punto de salir detrás de ellos, pero sabía que era inútil. Ambos se acercaron al adolescente e intentaron ayudarle a levantarse sin éxito.

-Castle, llama a una ambulancia.


***

El médico salió para avisarles que podían entrar y a pesar de lo grave que pudiese haber parecido sólo tenía contusiones en dos costillas y algunos puntos nuevos.

-Sabemos en qué estás metido, Jason.
-Eso no tiene que ver con la muerte de Jordan-estaba ausente y con la mirada perdida.
-Los “Bloody tears” te quieren dentro, o bueno, al menos querían, después de lo de hoy.
-Le repito que esto no tiene que ver con lo de Jordan.
-Pasabas droga en su nombre, y debías ser bueno y tener actitud. Así que decidieron decirte lo que tenías que hacer para ser uno de ellos. ¿Me equivoco?
-Sí, es cierto. ¿Y eso qué tiene que ver? ¿Quiere arrestarme por pasar droga? Adelante.
-Ellos eligen a una chica y tú tienes que acostarte con ella, conseguir su ropa interior y grabarlo todo en vídeo. Además te dan puntos extra si empleas violencia.
-¿Qué? ¿Quién les ha contado eso? ¿Steve?-por primera vez había mirado a la inspectora a los ojos.
-Eso no importa Jason. Lo que importa es que Jordan apareció golpeada, violada y sin ropa interior. Tú fuiste la última persona que la vio con vida y además, qué casualidad, era justo lo que tenías que hacer para estar dentro de esa estúpida banda de macarras.-dijo con rabia.

Se levantó de golpe intentando contestarle pero sus costillas no se lo permitieron y de nuevo se tumbó con dolor en la cama.

-Jamás le hubiese hecho una cosa así a Jordan.
-Eso también lo pensé yo. Pensé que Jordan no era la clase de chica que estaría dispuesta a eso, y después pensé que tú tenías muchas amigas que sí lo estarían. No lo sé, tal vez alguien de los “Bloody” vio a Jordan y decidió que tendría que ser ella. Fuisteis hacerlo, preferiste omitir la parte en la que la grabarías en vídeo. Pero cuando empezaste a golpearla no le gustó, se enfadó y se fue. Pero estabas demasiado involucrado así que fuiste a terminar lo que empezaste. Salvo que se te fue la mano.
-Está usted loca-se llevó las manos a la cabeza y enredó sus dedos en su pelo, intentando no descargar su rabia contra la mujer que tenía delante -Jordan se llevó mi cazadora, y no me di cuenta de que la mercancía que tenía que vender ayer la llevaba en el bolsillo. Por eso han venido a por mí, por eso me estaban pegando una paliza. Porque he perdido su puta mercancía y porque mis padres me han cerrado el puto grifo y no tengo ni un puto duro para pagarles. ¡Esa es la verdad! ¡Esa es la puta verdad!
-Tenía entendido que no eras de clase social suficiente para estar en el colegio privado en el que estás. ¿Me estás diciendo que tus padres te consentían también tus caprichos además de pagar una millonada por el colegio?
-Me metieron por enchufe, la mejor amiga de mi tía es profesora ahí y se le ocurrió no sé qué historia de una beca que había. Me la dieron y entré. Y no es que mis padres me consientan todo, si vendo droga es para poder pagarme mis caprichos, como usted los llama inspectora, porque estando en un colegio así no puedes salir con tus amigos si no tienes el suficiente dinero. ¿Sabe usted cuánto cuesta entrar en una discoteca y beber alcohol si tienes menos de 21? Lo último que tenía me lo gasté el viernes y en mi cazadora iban 500 dólares en forma de maría y hachís. No me ha dado tiempo a juntar todo el dinero. Y mis clientes se han quejado al jefe. Pero ahora todo es mucho mejor, porque saben que he hablado con la policía.
-Todo esto es mucha casualidad, ¿alguien de la banda pudo verte con ella?-interrumpió Castle antes de que Beckett pudiese hablar.
-No, creo que no. A veces solía quedar con ellos cerca del instituto. Si hubiesen visto a Jordan y la hubiesen elegido me lo hubiesen dicho. Oigan yo… les juro que no quiero entrar en su banda, lo de vender droga lo hago porque necesito dinero. No quería hacer el ritual de iniciación, pero no sabía cómo decirles que no sin que me matasen. Aunque ahora ya da igual, estoy muerto.
-Te pondremos protección si nos ayudas, Jason. Está claro que de alguna manera la muerte de Jordan está relaciona contigo y con tu droga.
-Da igual la protección que me pongan, nunca me libraré de ellos, y menos ahora que saben que he hablado con ustedes.
-¿Quién más sabía que pasabas droga?
-Pues no sé, algunos amigos que me compraban, pero ellos no sabían nada de la banda.
-Pero Steven sí.
-Fue Steven quién me habló de ellos, antes le compraba a un camello suyo. El otro día me pilló de malas y terminé contándole lo del ritual. Es al único que se lo he contado. Si él se fue de la lengua… no lo sé. Pero como haya dicho algo y por eso matasen a Jordan lo mato, les juro que lo mato.

***

Me encanta el Fic, pero si estás agobiada, pues no pasa nada poque adaptes las subidas a tu disponibilidad de tiempo. Aquí no se obliga a nadie a subir por encima de sus posibilidades reales, sino cuando buenamente se pueda, y si no puedes más, pues lo pospones o lo dejas.

Por lo demás llevas muy bien esta historia.

me encanto el capitulo... no te preocupes por el tiempo, siempre vale la pena la espera, anda siempre a tu ritmo ya que subir un capitulo apurada nunca sale como uno espera... esta buenísimo, ojala ya pase algo Caskett y entender el pasado de Kate... que estés bien

Siguee!

qué bien que hayas vueltooooooooooooooooo!
Se me ha hecho demasiado corto, no nos hagas sufrir y continúa pronto! Aunque ya sabes que los estudios y tu vida son siempre lo primero.
El resto del tiempo espero que pienses en nosotros y nos tengas contentos, jajaja

No nos dejes asi, porfavoooorr!!! Que es una de las mejores historias que he leido, y quiero saber como continua porfaaaa:)

Continuaaaa