Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
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Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
WOW ! menudo capitulo
me a encantadooo
continualo pronto porfavor..!
escribes genial y cada capitulo que cuelgas es aun mejor que el anterior y simpre lo dejas con esa intriga que te hace esperar al siguiente capi y asi sucesivamente... sere cansa pero te lo vuelvo a repetir me encanta como escribes!
asi que gracias por este nuevo capi y... siguelo pronto! :3
me a encantadooo
continualo pronto porfavor..!
escribes genial y cada capitulo que cuelgas es aun mejor que el anterior y simpre lo dejas con esa intriga que te hace esperar al siguiente capi y asi sucesivamente... sere cansa pero te lo vuelvo a repetir me encanta como escribes!
asi que gracias por este nuevo capi y... siguelo pronto! :3
castlefan :)- Escritor novato
- Mensajes : 14
Fecha de inscripción : 13/12/2011
Edad : 28
Localización : NY (LL)
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
Holaaaa, soy nueva en el foro.. y acabo de leerme en toda la tarde de hoy que la tenia libre todo tu Fic.
Decirte que me encanta es increibleeeee la manera que tienes de expresar los sentimientos de ambos y sobretodo me gusta la perspectiva de la vision de Beckett, en serio Felicidadeeees
Me encanto la sorpresa de Castle en el Laboratorio.. y la colaboracion de Lanie igual, genial.
A partir de ahora espero comentar los capis mas detenidamente jajaja y nada una fiel seguidora tienes aqui
Espero con muchas ganas el siguiente capi
Decirte que me encanta es increibleeeee la manera que tienes de expresar los sentimientos de ambos y sobretodo me gusta la perspectiva de la vision de Beckett, en serio Felicidadeeees
Me encanto la sorpresa de Castle en el Laboratorio.. y la colaboracion de Lanie igual, genial.
A partir de ahora espero comentar los capis mas detenidamente jajaja y nada una fiel seguidora tienes aqui
Espero con muchas ganas el siguiente capi
MelaD7- Moderador
- Mensajes : 732
Fecha de inscripción : 27/12/2011
Edad : 34
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
siento no comentar tu capi antes. Excelente como siempre, ese final me tiene preocupada Espero pronto la continuación.
asita24- Actor en Broadway
- Mensajes : 187
Fecha de inscripción : 07/09/2011
Edad : 35
Localización : Heredia, Costa Rica
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
Me alegro que te haya gustado, que fiera eres leyendo! Bienvenida a mi humilde rinconcitomeladeniz7 escribió:Holaaaa, soy nueva en el foro.. y acabo de leerme en toda la tarde de hoy que la tenia libre todo tu Fic.
Decirte que me encanta es increibleeeee la manera que tienes de expresar los sentimientos de ambos y sobretodo me gusta la perspectiva de la vision de Beckett, en serio Felicidadeeees
Bueno ya vengo con otro capi, gracias a todos por vuestros coments y por seguir ahí. Por cierto, Feliz añooooo!!!!
Este capi está lleno de expresividad y sentimientos, espero que os guste...
Ash, gracias mi niña por tu prelectura y opinión
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Capítulo 27: Perdiendo el rumbo.
A la mañana siguiente, Kate se levantó temprano ya que no había podido dormir bien. Estuvo intentando llamar a Castle la noche anterior para ir a cenar pero su móvil estaba desconectado así que, en cuanto se despertó, se dio una ducha rápida y se marchó a su casa.
Cuando llegó y llamó al timbre, él tardó en abrir. Al verlo, Kate observó sus ojeras marcadas y se preocupó, sabía que algo le pasaba…
Anoche te estuve llamando. - Entró y le dio un beso, luego dejó sus cosas en el perchero.
Me quedé dormido, no me di cuenta que tenía el móvil desconectado. – Kate pudo vislumbrar preocupación en su mirada. Le cogió las manos y, en ese instante, vio que tenía una venda envolviendo su mano.
¿Qué te ha pasado? – Kate lo miró extrañada, Castle había apartado la mirada.
Me he cortado con unos cristales, no es nada... – Castle se soltó de las manos de ella y se dirigió a la nevera. – ¿Quieres tomar algo?
No… Déjame que lo vea. – Se acercó a él y le volvió a coger la mano vendada para dejar al descubierto la herida, él la apartó de nuevo.
Kate, no es nada, en serio, sólo es un pequeño corte… - Se dirigió a la máquina de café y se puso a preparar dos tazas. – Toma algo, aunque sea un café.
De todas maneras, aunque no sea nada déjame verlo. – Volvió a cogerle la mano y comenzó a desenvolver la venda, cuando él fue a separarse ella lo agarró fuerte de la muñeca, mirándolo fijamente. – Castle, ¿estás bien? ¿Me estás ocultando algo?
¡No! Tranquila, es que no he dormido bien. – Castle, al ver la expresión de ella, dejó que le quitara la venda. Kate se quedó atónita al ver el corte que tenía atravesando todos los nudillos, estaba abierto y algo hinchado, tenía todo el puño morado.
¡¿Que no es nada?! ¡Rick! ¡Está infectado y, además, deberían darte puntos! – Lo miró perpleja, algo asustada. Castle apartó ligeramente la mirada. - ¿Qué diablos ha pasado?
Yo… No quería preocuparte, me caí y me golpeé el puño con la mesita… - Castle miró al suelo sintiéndose mal. Era la primera vez que mentía a Kate, pero no podía decirle la verdadera causa de su herida. Tenía que mantenerla separada de todo aquello. – Luego me tomé una pastilla para el dolor, me vendé la herida y me quedé dormido…
Voy a llamar a Gates para avisar de que iré más tarde y vamos a ir los dos al hospital, ahora mismo. – Kate envolvió de nuevo la mano de Castle, tomó un sorbo largo de café y lo dejó encima de la barra, le quitó la taza a él y la dejó junto a la otra, cogiéndole de la mano para que fuese a la habitación a vestirse. – Y no se te ocurra decirme que no a esto, no quiero discutir contigo…
Está bien. – Castle se dejó llevar por ella, su mente seguía en la conversación telefónica del día anterior y se le notaba abstraído.
Se fueron a la habitación y se preparó para salir de casa. Mientras, Kate llamó a Gates para avisar de su retraso, minutos más tarde se marcharon camino del hospital.
Ryan y Esposito se encargaron a primera hora de la mañana de los testigos que su jefa tenía que interrogar. Gates ya les había avisado que Beckett tenía asuntos personales y no acudiría aquella mañana. Ya habían acudido a que Lanie les informase y las pruebas indicaban que la víctima, Helen Wyatt, una periodista conocida, había muerto en el acto al recibir un disparo en el corazón a quemarropa y con silenciador. Estaba en el centro comercial para realizar un reportaje sobre un local de reciente apertura. Aún estaba examinando las pruebas que le habían llegado de la policía científica el día anterior, pero ya había realizado la autopsia y no había encontrado drogas en su cuerpo ni huellas que pudieran dar una pista sobre el asesino.
A media mañana, los chicos se fueron a la casa de la víctima a buscar alguna prueba o indicio que les llevase hacia algún sospechoso. Luego, si aún no había vuelto Kate, irían al periódico donde trabajaba la víctima para preguntar a los trabajadores de allí y buscar datos en sus archivos.
Mientras tanto, Kate y Castle habían pasado la mañana en el hospital donde a él le habían puesto anestesia local para desinfectarle la herida y ponerle puntos, luego le dieron indicaciones para el tratamiento. Al salir del hospital, se dirigieron al coche de ella y entraron en él. Sin que ellos notasen su presencia, un Ford ya había comenzado a seguirles… El silencio reinaba en el coche de ella hasta que Castle lo rompió…
Déjame en casa y vete a trabajar que ya has perdido toda la mañana. – A Kate no le gustaba esa actitud tan extraña y distante de él, tenía claro que así no iba a marcharse.
Y más tiempo que voy a perder hasta que sepa que te está pasando realmente. – Kate desvió ligeramente la vista de la carretera para mirarlo a los ojos, durante un instante, pero Castle estaba con la mirada cabizbaja. – Me voy a quedar contigo en tu casa por lo menos a comer y luego ya veremos. Además tienes que descansar algo…
No me pasa nada Kate, sólo es cansancio… - Castle apartó la vista hacia el exterior de la ventana, sintió otro dolor intenso en su interior al mentirle de nuevo, sabía que tenía que quedarse a solas para solucionar cuanto antes aquello que le estaba atormentando. – En llegar, me echaré a dormir, así que deberías volver al trabajo.
Kate frenó el coche de golpe y puso las luces de emergencia, Castle la miró perplejo.
¿Qué haces? – No entendía que le había llevado a aquella reacción.
A ver cómo te lo digo, ¿quieres llevar esto tú solo? Pues dímelo claro, pero no me tomes por imbécil. – Kate lo miró a los ojos fijamente, con una expresión seria y antes de que apartase la vista siguió hablando. – ¡Mírame! Sé que esto no ha sido por una caída, así que está claro que me has mentido y sabes que por eso no estoy dispuesta a pasar. Todo esto me indica que algo serio te ocurre… ¿Sabes? no soy persona de estar preguntando a cada momento, así que respóndeme a la pregunta ahora mismo con un sí o un no, porque puede que a partir de aquí dejemos claro lo nuestro… ¿Te parece?
Kate… - La expresión de Castle había pasado de sorpresa a miedo y el malestar de su cuerpo se había convertido en un dolor intenso en el corazón ante la posibilidad de perderla, sus ojos comenzaron a humedecerse… Aún así, seguía atado de pies y manos, ya que si le contaba la verdad a Kate su vida podría acabar en un instante y prefería mantenerla viva a ponerla en peligro, destapando la verdad. - No puedes hacerme esto, te necesito…
No me has contestado a la pregunta, Richard… Simplemente necesito saber si me quieres a tu lado. - Kate no se explicaba la actitud de él y la manera de evadirla. Cada vez sentía un dolor más agudo en su corazón, era la primera vez desde que salían juntos que sentía que Castle le estaba haciendo daño. - Entonces, ¿quieres seguir solo en esto?
¿Estás rompiendo conmigo? – Castle ya sabía esa respuesta pero necesitaba hacer la pregunta directa, todo su pecho estaba oprimido y sentía que le faltaba el aire.
No, eres tú el que vas a decidir nuestro futuro respondiéndome a la pregunta que te he hecho. – A Kate le temblaba todo el cuerpo, a pesar de intentar parecer serena y directa. No quería terminar aquello pero sabía que no podía seguir de esa manera.
Estoy mareado… - Castle agachó la mirada, sin apartarla de su herida. Quería evitar, a toda costa, aquella conversación.
¿Estás pensándotelo? – La expresión de Kate reflejaba una mezcla de sorpresa y preocupación, aquello no era típico de él…
No, no me lo estoy pensando pero ya sabes cuál es mi respuesta. – Castle levantó un instante la vista hacia ella, con miedo en sus ojos. – No quiero separarme de ti…
Entonces estamos juntos en esto ¿no? – Castle asintió, Kate le cogió la mano y lo miró a los ojos. – Pues dime qué ocurre.
Es una tontería, simplemente no quería preocuparte. Vamos a casa y allí te diré lo que me ha pasado. – Castle la miró con dulzura y le acarició la mejilla. Quería disponer de tiempo para poder pensar en lo que le diría. – Por favor…
Está bien. – Arrancó el coche de nuevo y reanudó la marcha hacia la casa de él.
El Ford salió de su aparcamiento y continuó detrás de ellos, aquel hombre ya había vislumbrado algo extraño en el comportamiento de ambos cuando miró con sus prismáticos, momentos antes… El resto del camino lo hicieron completamente en silencio, ambos tenían su mente ocupada. Ella no dejaba de pensar en lo que le podía estar ocurriendo a Castle y él cada vez iba acumulando más dolor y rabia al saber, con certeza, que ella volvía a ser un objetivo directo y que podía perderla en cualquier momento…
Cuando llegaron a su casa, Castle la llevó de la mano directamente a su habitación, le acarició la mejilla y la besó dulcemente en los labios, sus ojos se habían humedecido más… Intentaba evadirse de todo aquello. Le quitó la chaqueta, dejándola caer en el suelo y la abrazó, hundiéndose en su cuello para evitar que ella lo mirase. Su mente poco a poco lo iba dominando más, cada vez la imagen de su cabeza estaba más nítida y no paraba de ver a un hombre con un rifle y a Kate en un ataúd… Aquello le estaba llenando de impotencia, ira y dolor que cada vez oprimía más su pecho y lo ahogaba más… Necesitaba sentirla cuanto antes para intentar despejar todo ese terror de su mente… Después de unos instantes unidos por ese abrazo, Castle comenzó a desabrocharle el pantalón y Kate soltó una frase que él no quería oír…
Castle, no puedo… - Le separó las manos de su pantalón y le agarró ambas mejillas. – Así no... Ahora no es el momento, necesito saber que te está pasando… Por favor, dímelo…
Siéntate. – La cogió de la mano y se la llevó a la cama dónde se sentaron. – Si te lo digo, necesito que me prometas que no va a salir de aquí y que no harás nada, a no ser que te lo pida…
¿Richard, qué está pasando? - Castle, sabía de sobra, que cuándo ella lo llamaba así era, sobre todo, cuando estaba seria o preocupada y, en este momento, tenía la certeza que era más lo segundo que lo primero… Kate cada vez estaba más asustada y necesitaba saber ya aquella respuesta.
Prométemelo… - El rostro de Castle imploraba su respuesta. Sabía que, a pesar de todo lo que podía acarrear, tenía que dar otra versión de la realidad…
Tranquilo, te lo prometo. - Kate le cogió de la mano, para intentar ayudarle a expulsar lo que llevaba dentro. – ¿Qué ocurre?
Ayer recibí una amenaza en la que me dijeron que dañarían a mi familia si no seguía unas pautas… - Castle llevaba con cuidado sus palabras para saber que modificar de la verdad y evitar que ella pudiera averiguar de qué trataba realmente todo aquello. – De la misma impotencia, golpeé la mesa de cristal del despacho con mi puño… Por eso, tengo esta herida…
¡¿Qué?! - Kate se levantó de la cama de golpe y lo miró fijamente, perpleja. - ¿Quién ha sido? ¿Cómo? ¿Tu familia y tú estáis en peligro y no me lo has dicho?
Yo no, Kate… - Se levantó y se dirigió a ella. - Mi familia… Además, me han dicho que tienen maneras de averiguar si se lo he contado a alguien y que saben que conozco a policías… No puedo permitir que algo malo ocurra así que te pido que no hagas nada ni se lo digas a nadie…
No puedo, necesito que me digas como recibiste la amenaza ¿por teléfono, por email, por carta? – Se acercó a él y le agarró ambas mejillas. – Tengo que verla, sabes que podemos averiguar quién es esa persona. Además, pondré vigilancia a tu madre y a tu hija…
¡No! Con eso sabrían que se lo he dicho a alguien y podría ocurrir algo horrible. ¡No puedo permitirlo! – Sin darse cuenta, Castle le había alzado la voz, su nerviosismo y dolor iban en aumento. Se apartó de ella y le dio la espalda, había comenzado a derramar unas lágrimas pensando, en realidad, en el peligro que corría ella. – Lo siento, no te voy a enseñar lo que me han enviado. Te lo he contado Kate, a pesar del peligro que conlleva, lo único que te pido es que no muevas ficha a no ser que yo te lo pida…
Pero sabes que yo tengo experiencia con estas cosas y podemos averiguar quién anda detrás de todo esto, no se enterará nadie, iré con cuidado. - Kate se acercó hasta llegar a unos centímetros de su espalda, luego lo giró agarrándole de la cintura, en ese momento, vio las lágrimas de su rostro. – ¡No puedo quedarme parada mientras te hacen daño a ti y a tu familia, entiéndelo!
Por favor… - Prácticamente susurró esas palabras reflejando esa suplica en todo su rostro, mientras salían más lágrimas de sus ojos azules. Kate sentía cada vez más impotencia al verlo así. Castle se dirigió hacia la ventana, volviendo de nuevo la espalda a ella, no podía permitir que ella le viese así y temía que, realmente, viese en su mirada quién era la que estaba en peligro. Cada vez la rabia y la impotencia lo iban hundiendo más… - Sólo te pido esto, por favor espera a que yo te pida ayuda…
Está bien, Rick… - Kate acudió hacia él de nuevo, sabía que él la necesitaba. No podía verlo así, aquello la destrozaba. Volvió a ponerse frente a él y lo abrazó, intentando tranquilizarlo. – Esperaré a que tú me lo pidas, pero no me apartes de esto, por favor…
No lo haré… - Prácticamente lo dejó salir de su boca en un susurro. Castle comenzó a sentir continuas punzadas en su interior por la mentira que conllevaba todo aquello, se estaba alterando más y su cuerpo comenzó a temblar… Ella sintió su nerviosismo, tenía que conseguir tranquilizarlo y sabía cómo hacerlo, así que cerró los ojos de él con sus manos y luego le cogió de la nuca, besando dulcemente sus labios. Lentamente, comenzó a desabrochar su camisa y la dejó caer al suelo, sin separarse de su boca, dejando el torso de él al desnudo… Mientras sus lenguas se entrelazaban y recorrían sus bocas, comenzó a desabrocharle el pantalón, él estaba tan alterado que jadeó sólo con el roce de las manos de Kate en aquella zona… Castle no quería abrir los ojos, sabía que si lo hacía todo aquello podría terminar y, realmente, necesitaba sentirla… Cada vez notaba un dolor más fuerte en su interior y sabía a qué se debía… El miedo a perderla era tan grande que le provocaba ansiedad y falta de aire, la misma rabia provocó que la besase con desesperación y le arrancase la camisa y el botón del pantalón, algo que no era propio de él, Kate jadeó ante esa agresividad. Castle le bajó los pantalones y el tanga a la vez y la levantó en brazos, para soltarla en la cama. Acto seguido, se puso de pie frente a la cama y alzó las piernas de ella sobre sus hombros entrando de golpe en su interior mientras le agarraba los muslos con fuerza… Ambos lanzaron un grito de placer ante la repentina penetración. Kate lo miró y vio que seguía con los ojos cerrados mientras la embestía así que exhaló su nombre de pila, intentando que la mirase, pero él no abrió los ojos. Castle estaba entrando en un estado de trance que lo distanciaba de la realidad, en el que sólo veía la imagen de ella dentro de un ataúd, mientras sentía una extraña mezcla de placer, ira e impotencia que dominaba todo su ser. Kate sintió un escalofrío incómodo que recorrió su cuerpo, al ver que aquel hombre que estaba poseyéndola no parecía su escritor…
¡Rick, para! – Castle cada vez la poseía con más ímpetu, acelerando el ritmo. A Kate le dio la impresión de que él estaba en cualquier otra parte menos allí… A pesar de eso, ella no pudo evitar jadear de nuevo ante el placer de sentirlo tan dentro. De repente, comenzó a notar la rabia de él por todo su cuerpo... Una sensación de angustia mezclada con placer se fue apoderando de ella, tensionándose cada vez más hasta percibir un ligero dolor en su interior. Necesitaba ver su mirada cuanto antes, sólo veía sus lágrimas bajando de aquellos ojos cerrados y cayendo en su ombligo... - ¡Mírame a los ojos! ¡Para! ¡¡Richard!!
En ese momento, él se detuvo pero sin salir de ella… Abrió lentamente los ojos y, en ese instante, a Kate le dio un vuelco el corazón… Por primera vez, vio algo en él que le impactó. La mirada de Castle estaba llena de ira e impotencia, sus ojos estaban inyectados en sangre y las lágrimas seguían recorriendo su rostro, lentamente… A pesar de que algo en su interior le impulsaba a dejarlo seguir, sabía que eso no cambiaría esa mirada y tenía que hacer algo…
No estás aquí… Dime algo… - Lo miró con dulzura, intentando transmitirle sosiego y esperando a qué contestase pero él no abrió la boca, ella cada vez se sentía más impotente. Levantó ligeramente su cuerpo y alzo sus manos para limpiarle las lágrimas de sus mejillas, Castle había cerrado sus ojos de nuevo. Intentó bajar sus piernas para detener aquello, pero él no la soltaba. - ¡Rick, reacciona! ¡No eres tú! No quiero echar un polvo con un desconocido…
Soy yo Kate, el de siempre. – Abrió lentamente los ojos y la miró. Había dejado de derramar lágrimas pero sus ojos seguían humedecidos y llenos de rabia, ella sabía que tenía que eliminar su ira como fuese. Él comenzó a moverse de nuevo rítmicamente dentro de ella, ambos volvieron a gemir de placer. En ese momento, la agresividad de él estaba desapareciendo y la tensión de Kate disminuía. – Soy Richard, tu escritor, el hombre que te ama. Necesito sentirte, no me rechaces por favor…
Yo también quiero sentirte, pero no así… Me estabas haciendo daño. – Castle al oírla, se detuvo inmediatamente soltando sus piernas y saliendo de su interior. Se sentó en la cama a su lado pero de espaldas a ella, volviendo a derramar unas lágrimas al imaginar de nuevo el cuerpo de Kate inerte y lleno de sangre. Ella se sentó al borde de la cama, junto a él y apoyó la cabeza en su hombro. – No estás bien Rick. Sé lo que estás sintiendo, acuérdate de la vez que me pasó algo parecido y tú conseguiste que me calmase… Deja que lo haga yo ahora, por favor…
Lo siento… - Ella levantó su cabeza y lo miró, deslizando su mano por la mejilla derecha para secarle. Castle la miró dulcemente, esta vez Kate no vio rabia en sus ojos, sólo impotencia y dolor. Prácticamente no le salían las palabras. – No quería…
Lo sé… Tranquilo, estoy a tu lado. – Kate lo interrumpió enseguida al saber que iba a decirle. No dejaba de pensar que si no averiguaba quién había provocado eso, su chico podía acabar mal. Pero ahora tenía que calmarlo, así que se tumbó en la cama y le tendió la mano para que se tumbase junto a ella. – Ven, necesito que sientas mi corazón…
Él sabía que quería abrazarlo y se acercó a ella, besándola tiernamente, luego se dejó abrazar y rodeó su cintura con ambas manos, apoyando la cabeza en su pecho, sintiendo los rítmicos latidos de su corazón en su oído. Poco a poco la calma se fue apoderando de su interior y, cómo si Kate fuese un tranquilizante natural, al final se quedó dormido en sus brazos mientras recibía las continuas caricias de ella en su pelo… Ella, en cambio, no dejaba de pensar en todo lo que había ocurrido y, sobre todo, en la expresión de él de aquella tarde y, con todo eso ocupando su mente, no pudo pegar ojo…
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Como podemos comprobar, la desesperación por la posible perdida de la persona que amas con locura puede sacar tu lado oscuro...
Hasta el próximoooo!
la_loki- Actor en Broadway
- Mensajes : 158
Fecha de inscripción : 12/09/2011
Edad : 47
Localización : Málaga
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
Ya q mas te puedo decir??? MIL Graciasssss por otro genial capi!!!!!!!! Pobre Castle, entiendo su desesperacion e ira, esta muy preocupado por lo que pueda sucederle a Kate !!!!!
asita24- Actor en Broadway
- Mensajes : 187
Fecha de inscripción : 07/09/2011
Edad : 35
Localización : Heredia, Costa Rica
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
Eres increible!!! No tengo palabras, GRACIAS....MUCHISIMAS GRACIAS POR ESTE CAPITULO
Feliz año!!!!!
Besossss
Feliz año!!!!!
Besossss
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
Se parace a Anakin cuando sufre por Padme y por culpa de la ira y el dolor se pasa al lado oscuro para convertirse en un Sith,esperemos que a Castle no le ocurra lo mismo
Mami mami tus capitulos siempre me dejan sin palabras,me encanta como escribes
PD:Feliz Año
Mami mami tus capitulos siempre me dejan sin palabras,me encanta como escribes
PD:Feliz Año
Raúl- Moderador
- Mensajes : 1189
Fecha de inscripción : 18/05/2011
Edad : 32
Localización : Parla City
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
Wow, que capítulo más intenso. Me ha gustado mucho, bueno como toda la historia. Continúa pronto.
¡Feliz año nuevo!
¡Feliz año nuevo!
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
o dios miooooooooo
sigue prontoooo
sigue prontoooo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
Que intenso este capítulo, sigue pronto!
Estefanía988- Actor en Broadway
- Mensajes : 170
Fecha de inscripción : 19/12/2011
Edad : 36
Localización : Una pequeña isla en medio del Atlántico
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
Ufffff me ha encantadooooo, capi muy pero que muy intensoo...
bff y verlo sufrir asi me mata..como hace lo que sea por protegerla
ENORME
Muchisisimas gracias por este capi, continua prontoooo jajaja
un besitooo
bff y verlo sufrir asi me mata..como hace lo que sea por protegerla
ENORME
Muchisisimas gracias por este capi, continua prontoooo jajaja
un besitooo
MelaD7- Moderador
- Mensajes : 732
Fecha de inscripción : 27/12/2011
Edad : 34
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
!oh my god! necesito mas xD que pasara madre mia
INCREÍBLE INCREÍBLE ME ENCANTA
GRACIAS POR OTRO CAPITULO
INCREÍBLE INCREÍBLE ME ENCANTA
GRACIAS POR OTRO CAPITULO
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
¡¡Pobre Rick!!
Espero qeu cuando Kate se entere no se lo tome muy mal... :S
Sigue pronto Isa
Espero qeu cuando Kate se entere no se lo tome muy mal... :S
Sigue pronto Isa
GabiiLovesMela<3- Escritor - Policia
- Mensajes : 1195
Fecha de inscripción : 24/07/2011
Edad : 29
Localización : Galicia
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
El siguiente plis!! ME ENCANTAAA
carly becket- Policia de homicidios
- Mensajes : 631
Fecha de inscripción : 19/10/2011
Edad : 28
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
Mi Amor pobre Castle me lo morfo jajaja
Tiene que desahogarse con alguien no puede cargar con todo eso...
Me encanto este nuevo capitulo continua lo pronto
Tiene que desahogarse con alguien no puede cargar con todo eso...
Me encanto este nuevo capitulo continua lo pronto
Maku_Stanathan- Policia de homicidios
- Mensajes : 652
Fecha de inscripción : 07/10/2011
Edad : 30
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
aslñkfñlaskgsdlkgjla No sé que decir, ¡AAAAAAAAAH! Nervios infinitos, no puedo transmitirte exactamente lo que siento cuando leo tu historia, mucho más ahora que las cosas se complicaron y Castle está sufriendo tanto con esto que acarrea tantas cosas para él . Sufre al mentirle, pero sino le miente no puede protegerla y sino la protege la puede perder para siempre y mira como haces añicos mi corazón .
Eres una genia absoluta, no hay dudas de eso . Espero el próximo con ansias, aunque también, con un poco de miedo .
Eres una genia absoluta, no hay dudas de eso . Espero el próximo con ansias, aunque también, con un poco de miedo .
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
Holaaa chicoss! Gracias por vuestros comentarios! Yya estoy d vuelta con otro capi! Me alegro de haberos transmitido bien el sufrimiento de Castle y su consecuente descontrol. Está en un momento difícil
Bueno este capi refleja la evolución y tiene gran parte cómica, esencia de nuestros personajes xD Espero que os guste, yo me he reído mucho escribiéndolo
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Capítulo 28: La Fiesta.
Por fin llegó el viernes, ya habían pasado unos días desde que se enteró de las amenazas que estaba recibiendo Castle y, desde entonces, Kate no conseguía concentrarse en el trabajo. De momento, no había movido ficha pero sabía que, tarde o temprano, tendría que sacar a Castle de su casa o esperar a que se durmiese, para poder buscar aquella amenaza, tanto en el ordenador como entre sus papeles pero, de momento, no había podido…
No habían tenido muchos avances del asesinato de la periodista en el centro comercial pero los chicos trabajaban a destajo, presionando a algunos sospechosos y buscando nuevas pistas. Sabían que su jefa no se encontraba muy bien y, aunque no sabían el por qué, intentaban avanzar todo lo posible para que no se tuviera que encargar prácticamente del caso.
Esos días, Kate no se había separado de Castle. Nada más salir de trabajar se iba directamente a su casa y se quedaba con él hasta el día siguiente, intentando que no cayese en el abismo en el que lo vio el primer día y controlando, de paso, los movimientos de Martha y Alexis, sin que Castle lo notase…
El hombre del Ford había estado recorriendo, a diario, el trayecto de la comisaría a la casa de Castle y viceversa, vigilando en todo momento los pasos de ella y los del escritor… Algo había cambiado en su información... Junto a la foto de Castle había tachado lo que tenía puesto anteriormente y ahora ponía “Relación con ella -- > 2º Objetivo”. Muchas veces, en lugar de ir a la comisaría se quedaba junto a la casa de Castle, situándose en el edificio de enfrente, sin dejar de observar al escritor con su cámara o sus prismáticos… El primer día de vigilancia, en una de esas ocasiones, al ver como llegaba ella de trabajar y lo besaba, fue donde confirmó lo que eran realmente…
A pesar de las pocas ganas que había tenido Castle de salir de su casa había una cosa que siempre hacía, acompañarla a la puerta de la comisaría y luego recogerla allí... Aun sabiendo que era policía e iba armada, no quería que hiciese el trayecto sola. Ese comportamiento le extrañaba a Kate pero lo asociaba al estado de ánimo de él de esos días… Por eso, para que intentase ocupar su mente en otras cosas, hace días a Kate se le había ocurrido algo para evadirlo: la fiesta en el Old Haunt. Ahora, el escritor tenía que organizar la famosa fiesta que se había inventado ante Gates… Desde que Kate lo convenció para ello, llevaban preparando aquello entre ambos, pero todo lo referente a las llamadas y a las invitaciones se estaba encargando él…
También había otra cosa que había cambiado en la rutina diaria de Kate… Las llamadas telefónicas. Ahora, algo atípico en ella, llamaba desde el trabajo a Castle varias veces al día, para oír su voz e intentar adivinar, por su tono, cómo estaba su estado de ánimo. En un momento en el que no había nadie por allí cerca, Kate marcó su número…
Hola… - La voz de Castle se notaba algo distante, pero parecía menos absorto que otros días.
Hola Castle, ¿qué tal vas? – Kate ya sabía que su respuesta iba a ser la misma que la de aquella mañana y que la del día anterior, por lo que decidió pasar a otro tema. - ¿Qué tal la fiesta para esta noche? A Lanie ya se lo he dicho, imagino que tú avisaste a los chicos ¿no?
Estoy bien. – La detective no se había equivocado, aquella era la contestación típica de aquellos días. - A los chicos y a Gates los llamé para confirmar su asistencia, al resto de la comisaría les mandé el correo electrónico con la invitación que preparamos, pidiendo que contestasen para confirmar. Más tarde iré al Old Haunt para ver cómo está todo, pero ya se ha recibido la mercancía que pedimos y los camareros están preparando todo para esta noche… El Alcalde y mis amigos, los escritores, ya han confirmado que van a ir.
Ya verás cómo nos lo pasamos genial esta noche. Bebida y baile acompañan bien, además tú eres un buen anfitrión… - Kate, conociendo el ego del escritor, normalmente no lo solía acrecentar pero, en cambio, esta última semana siempre le decía algo para estimularlo. – No sé si tendré el vestido adecuado para esta noche pero pasaré por casa y buscaré algo decente…
No hace falta, le he pedido a un amigo diseñador el vestido perfecto para ti y ya lo tengo en casa. – El tono de voz de él ya se notaba algo más alegre. De repente, una risa se oyó a través del aparato. – Aunque, en realidad, también estarías perfecta sin ropa…
¡Castle, no te pases! – Kate sonrió, se había alegrado al oír su risa y notar el toque pícaro de él. Le contestó con una voz sugerente y sensual. – Si quieres, el pase de modelos sin ropa te lo hago antes de salir de tu casa.
Me encantaría, necesito volver a disfrutar de tus “encantos”. – Kate se acomodó en el respaldo de su silla, mientras lo escuchaba, y se puso a pensar en la noche anterior, provocando que su sonrisa cada vez fuese más pronunciada. Él había sido encantador con ella, habían estado bailando en el salón, al son de la música, y luego habían hecho el amor de una manera tan tierna y dulce que, durante toda la noche, ambos habían conseguido olvidar todo lo que les rodeaba. - ¿Cuándo me acerco a por ti?
Hoy Gates nos deja salir un poco antes, algo raro en ella. – Kate quería intentar convencerlo de que podía ir al loft de él sin que tuviera que pasarse a por ella. – Pero no hace falta que pases, voy a ir un momento con Lanie a su casa y luego, de allí, iré a la tuya.
Pues entonces, avísame cuando vayas a salir de la comisaría y acudo a su casa. – Kate se volvió a extrañar de nuevo, ante esa insistencia, pero no quería arriesgarse a que una negativa le bajase el ánimo. – Así nos vamos juntos a mi casa y, de paso, te enseño algo que tengo para ti…
De acuerdo. Nos vemos allí, ¿recuerdas dónde vivía Lanie, no? – Se volvió a oír la risa de Castle al otro lado del aparato y Kate ya preveía otra broma de las suyas, eso le gustó.
¡Claro! ¿Cómo no voy a saber dónde vive mi amor platónico? Mi forense no me lo perdonaría si lo olvidase. - Una carcajada resonó a través del teléfono y Kate no pudo evitar reír al verlo de aquella manera. – Dile de mi parte que no he podido estar a solas con ella porque me mantienes demasiado ocupado y que, en cuanto pueda, dejaré que pruebe mis sabrosos labios.
Se lo puedes decir tú cuando llegues, te dejaré subir y así podré ver como recibes un bofetón de tu forense. – Sentía una sensación de alivio en su interior al ver que volvía a ser él. Kate comenzó a reír más fuerte mientras seguía con su juego. – Es más, si quieres puedo reservarte un día a la semana al completo para tu “amor platónico” y así poder librarme de ti, aunque no creo que Lanie esté dispuesta a soportarte ni siquiera una tarde entera…
Puede ser... Aunque, realmente, soy yo el que no creo que pueda pasar una tarde entera sin ti… - La voz de Castle volvió a sonar emotiva. – Qué bien me controlas ya…
Sí pero, aun así, no dejes de intentar descontrolarme, que me gusta. - Kate seguía en la línea de subirle su ánimo, no era de los días que quisiera bajarle su ego. – Te dejo ya que tengo que terminar todo esto, nos vemos allí.
De acuerdo, ya lo estoy deseando. – Se despidieron y Kate colgó el teléfono, tenía que ultimar unas cosas antes de irse.
A última hora de la tarde llegaron a casa, él le dio una caja envuelta en papel de regalo, ella lo abrió y vio un colgante con diamantes enzarzados y dos manos entrelazadas. Castle se lo puso en el cuello y le dijo que sus manos siempre estarían así, le susurró "Nuestas manos unidas para siempre" y Kate le sonrió. Lo besó dulcemente en los labios y, sonriendo, le susurró que tenía que quitarse la ropa para probarse el vestido y que si quería hacerlo él. Castle le cogió la mano para llevarla a su habitación, sin dejar de mirarla y sonreír pícaramente. Allí le fue quitando, poco a poco, toda su ropa mientras recorría con sus manos y su boca todo el cuerpo de ella, centímetro a centímetro. Una hora después, salieron con el tiempo justo hacia el Old Haunt después de haber unido sus cuerpos, de nuevo, en las sabanas de seda de su cama...
Al llegar, ya estaban allí los escritores y el Alcalde. Castle los saludó y estuvo un rato con ellos bromeando sobre ideas para su nueva novela. Conforme fueron llegando los de la comisaría, les fue dando la bienvenida y los invitó a que pidiesen lo que quisieran.
Más tarde, cuando ya habían llegado casi todos los de la comisaria, pero aún faltaban los chicos y Lanie, Gates entró por la puerta. Castle le había dicho al camarero que, para todos los que tuviesen una placa, la barra era libre... Él no dejaba de mirar el escote de Kate, el vestido era realmente espectacular y, aunque se lo había comprado él, aún estaba impactado de cómo le quedaba puesto. Gates se acercó...
Muy buena la fiesta que ha organizado Sr. Castle, han venido bastantes compañeros de la 12. – Él seguía mirando el escote de Beckett y no se había percatado de la llegada de la capitana. - Aunque veo que usted tiene puestas las miras en otro sitio...
Emmm Hola Señor, yo sólo... - Beckett se sonrojó y Castle no dejaba de tartamudear. - Sólo estaba diciéndole a la detective que llevaba un vestido muy bonito. ¿Quiere una copa?
De acuerdo, pídame un whisky de malta con hielo. - Castle se marchó a la barra, dejando solas a ambas. - ¿A usted le cae bien el escritor, verdad inspectora?
Sí, es un buen amigo... - Kate no sabía como salir de aquella conversación, no tenía ganas de hablar de ese tema con su jefa. - Y, en realidad, también es un buen investigador...
¿Investigador? Dirá que es escritor... Supongo que habrá leído sus últimos libros ¿no? - Gates sonrió maliciosamente, intentando indagar más. No quería poner en peligro la unidad por posibles distracciones sexuales entre su equipo de homicidios. Kate intentó simular que le importaba poco el tema de aquella pregunta.
¿Los de Heat? Sí. - Prefirió omitir que había leído todos los de Castle para evitar revelar que era una gran admiradora del escritor, así que sólo hizo hincapié en los tres últimos. – Me los mandó por correo, no están mal...
Yo sólo he leído uno y me ha revelado bastante del Sr. Castle. Supongo que usted, habiendo leído dos más que yo, sabrá de qué le hablo... – Kate notaba que la estaba probando, para averiguar más, pero ella intentaba mantener el tipo. Aunque todo tenía un límite y ya se estaba acercando al borde. - Su querido escritor desea conseguirla, inspectora...
¿Eso es lo que usted piensa? Mire, no suelo dejarme llevar por las fantasías de ningún escritor y menos por un mujeriego como él... - Kate cada vez tenía más ganas de reventar a su jefa. Precisamente, esos días no eran los adecuados para tocar las narices de la detective. – Además esos deseos, si alguna vez fueron reales, serían de hace tres años y, con el tiempo, todo cambia. Como él dijo anteriormente, todo es parte de la ficción de un escritor...
¿Realmente lo cree? - En la sonrisa de Gates se reflejaba muy bien a dónde quería llegar y Kate ya se estaba hartando de su juego. Cada vez le resultaba más difícil aguantarse, necesitaba alejarse de ella antes de que cometiera una locura. - Pues viendo cómo se perdía en su vestido, diría que el objetivo de ese escritor no ha cambiado... ¿Seguro que está de acuerdo en que trabaje con usted?
Mire, señor. - Kate, al final, reventó. Se acercó a ella y la miró fijamente a los ojos con el semblante serio, decidida a ser directa con su jefa. - Ese escritor es un gran amigo y él sabe de sobra que si intenta acostarse conmigo puede perder su amistad, así que no veo nada peligroso en el hecho de que trabaje conmigo. ¿Podemos terminar ya esta conversación o tiene algo más que preguntar?
No, ya me ha quedado claro... - Gates se había quedado perpleja ante la contestación de Kate, su actuación había convencido a la capitana. En ese momento, llegaba Castle con las bebidas. - Sólo quería asegurarme de que no habría problema si volviese a colaborar con usted, pero ya veo que no...
Gracias, Castle. – Él le había traído una copa a ella y otra a Gates. Kate estaba mareada y en lo único que pensaba era en alejarse de allí. - Me voy un rato a ver si encuentro algún tío bueno con el que bailar y divertirme un rato. Nos vemos.
Ka... ¿Beckett? - Miró a Gates arqueando las cejas extrañado, sin saber que decir. La sonrisa de él desapareció y Gates sonrió al ver su cara de sorpresa. - ¿Qué ha pasado?
¿Su musa le ha dejado solo? Cómo verá, utilizar el encanto no siempre surte efecto, hay personas que no caen ante unas cuantas zalamerías. - Gates vio a Kate bailando con un hombre muy atractivo y volvió su mirada hacia Castle, observando a su vez, algo que ocurría en la barra tras ellos. - ¿Sabe? Hay una rubia en la barra que no para de hacerle señales, debería invitarle a algo y dejar en paz a la inspectora, que está fuera de su alcance... Por cierto, gracias por la copa.
¿Fuera... de... mi alcance? - Se había quedado solo, con la copa en la mano y buscando con la mirada a Kate, finalmente la vio al fondo del bar, al lado del piano, bailando con un policía más joven que él. Éste se acercó a su boca y le dio un beso, Kate no lo apartó... Castle sintió una punzada de dolor al verlo que recorrió todo su interior, dejó la copa en una mesa y se dirigió rápidamente hacia allí con el único pensamiento de pegarle un puñetazo a aquel oficial y alejarla de él.
¡Kate! - Ella seguía bailando pegada a aquel hombre ignorando su llamada, llevaba bastantes copas de más así que no se percató de su presencia. Castle respiró hondo, intentando calmarse para evitar hacer algo de lo que pudiera arrepentirse. No quería alzar la voz así que la cogió ligeramente del brazo para llamar su atención, el policía le dirigió una mirada amenazadora y le enseñó el puño intentando provocarle, su aliento dejaba claro que también estaba bebido. - ¡Beckett, necesito hablar un momento contigo!
Si quiere hablar con ella pida hora, ¿no ve que ahora está ocupada? - El oficial había sido claro, empujó a Castle con la mano para apartarlo de ellos y el escritor estuvo a punto de pegarle un tirón a Kate pero no quería montar jaleo en su bar, y menos delante de tantos compañeros de ella, así que la soltó... – Que sea usted un escritor famoso no le da derecho a quitarle la diversión a los demás…
Castle se encendió más ante esas últimas palabras y su mano se había cerrado con fuerza preparándose para asestar un golpe, pero poco a poco su rabia se fue convirtiendo en impotencia y volvió a relajar la mano, sin dejar de mirar a Kate. El policía la agarró de nuevo por debajo de la cintura y siguieron bailando abrazados. El escritor se quedó mirándolos en silencio durante un instante, intentando convencerse de que lo mejor sería que apartase la vista de allí.
Hacía ya un rato que habían llegado los chicos y Lanie. Al verlos, Castle se dirigió de nuevo a la barra y ellos se acercaron a saludarlo.
Hemos llegado algo tarde pero es que tuvimos unos imprevistos... - Esposito saludó a su amigo, sin dejar de mirar la escena del fondo que lo tenía perplejo. - ¡Vaya, hay algunas que no pierden el tiempo! ¡Madre mía, qué manera de agarrarse! ¿Beckett estaba besando a ese oficial? Lanie, ¿no será ese su nuevo fichaje?
¿Besándolo? - Lanie arqueó las cejas, miró un instante al fondo y volvió a mirar a Castle perpleja. Acto seguido, le pidió a los chicos que le trajeran algo de beber para alejarlos y se acercó a Castle.
¡¿Pero qué está pasando?! - Lanie frunció el cejo, extrañada. Castle se encogió de hombros mientras la miraba fijamente con el semblante triste. - ¿Eso es consentido?
Hombre, ella parece que lo consiente pero lleva bastante tiempo bebiendo... De todos modos, por lo poco que he visto, no creo que le esté disgustando mucho... - Castle seguía sentado de espaldas a la zona donde estaba Kate para evitar mirar. - Aunque si lo dices por mí no lo es. Yo no había planeado esto y menos ese beso... Creo que Gates ha provocado en algo a Kate, pero no me imaginaba que terminaría así. He intentado separarla pero no quería montar un... Ya me entiendes...
¡Castle! ¡¿No la has separado?! ¡La última vez que pilló una así fue hace años! ¿Crees que ahora domina bien el alcohol? - En realidad, nunca habían estado en esa situación así que asintió a su pregunta y Lanie se quedó aún más perpleja. - Hace años nos hubiera tumbado a más de uno, pero hace tiempo que no está acostumbrada y se descontrola con él. Voy a sacarla de allí, ahora vengo...
Hola, me llamo Jennifer pero puedes llamarme Jenny. - La chica rubia se acercó a él con una copa en la mano y le dio dos besos. - Veo que estás solo...
Encantado, mi nombre es Rick... - Castle la saludó pero no dejaba de pensar en lo que estaría pasando a su espalda y si sería mejor mirar que soportar todo lo que se estaba imaginando en su mente. Aquello no lo dejaba centrarse en nada más. - Bueno, ahora mismo estoy solo pero, en realidad, he venido con alguien... No te he visto por la comisaría, ¿trabajas allí?
Soy nueva, llevo sólo un mes como becaria de la sala de archivos. - Se acercó a él susurrándole – Yo a ti no te he visto antes sino me habría dado cuenta... No hay muchos hombres como tú por allí... ¿Quieres que nos vayamos a otro sitio más privado para charlar?
Emm Yo... Mira, estoy enamorado de alguien. No puedo aceptar tu invitación... ya sabes... para “charlar”. - Castle le hizo un gesto disculpándose y ella se acercó aún más.
Nadie ha hablado de amor, sólo estaba hablando de desahogarnos un rato... Además, tu cara me dice que lo necesitas... - En ese momento, llegaron Ryan y Esposito con las copas y, al ver a la rubia allí, no sabían si entrar en la conversación.
¡Hola chicos! - Castle vio una salida en ellos y les gritó. - Os presento a Jenny. Estos son Esposito y Ryan, detectives de la comisaria.
¿Tú eres la de la sala de archivos, no? - Esposito la señaló con el dedo y miró a Ryan, sonriendo. - Encantado, te he visto por allí pero creo que no hemos llegado a hablar.
Sí, es la becaria de John... - Ryan se dirigió hacia Castle y le susurró. - Está buena y parece que está dispuesta a todo, esta noche la rubia es tuya... ¿Te dejamos a solas?
¡No! - El grito de Castle se oyó a su alrededor a pesar del ruido de fondo, Ryan se quedó perplejo. En ese momento, por detrás venían las dos amigas. Lanie sujetaba a Kate para evitar que perdiese el equilibrio. - Quiero decir, aún no...
¡Ya estamos aquí! ¿Has pedido por mí? - Miró a Esposito y vio que tenía dos vasos en la mano así que agarró uno de ellos. - Kate, los chicos ya han llegado.
¡Beckett! ¿Qué tal? No nos has presentado a aquel tipo. ¿Es tu nuevo fichaje? - Esposito no dejaba de sonreír, ella no respondió. Miró a la rubia y vio que se estaba lanzando sobre Castle, él la miró fijamente y Kate apartó la vista. Lanie, al ver la situación, consiguió llevarse a los chicos lejos de la pareja después de susurrarle a Castle que se llevara a Kate de allí cuanto antes.
Hola, soy Jennifer la de archivos, tu cara me suena. – La rubia le dio la mano a Kate y ésta le contestó.
Sí, soy la inspectora Beckett de homicidios, tú eres la ayudante de John, ¿verdad? - Se acercó a ella, señalando con la mano a Castle. - ¿Sabes? Este hombre de aquí baila muy bien... Podrías sacarlo a bailar, se nota que te gusta...
¡Kate! - Castle había oído las palabras de ella y no daba crédito a lo que decía. No apartaba su mirada de ella pensando en aquel beso...
Sí, inspectora. - La risa de la rubia resonó alrededor de ellos, luego se acercó a ella. - Es un bombón, lo que pasa es que me ha dicho que está enamorado...
¡Tonterías! Es el soltero de oro de la comisaría, deberías aprovechar. - Kate dio un golpe en la barra pidiendo otra copa al camarero. Castle, aún perplejo, se levantó de la silla y la detuvo, agarrándola del brazo y quitándole la copa que le habían dado.
¿Qué haces? ¿Por qué te comportas así? - La miró intensamente a los ojos, estaba extrañado por su actitud. - No deberías beber más.
¡No seas aguafiestas! Vete un rato a bailar con la becaria que se nota que te tiene ganas y puede que consiga levantarte el "ánimo"... – Kate le guiñó el ojo, sonriendo. – Además, en cuanto me pongan otra copa, yo me vuelvo a la pista a seguir bailando…
Discúlpanos un momento, Jenny... - Le hizo un gesto a la rubia despidiéndose con la mano y se alejó con Kate hacia un armario grande que estaba siendo utilizado de guardarropa. Cerró la puerta tras ellos y reventó. - ¡¿Kate, qué diablos haces?!
Tenemos a Gates en el punto de mira y te estoy dejando tontear con otra... No sé de qué te quejas... - Kate lo miró riéndose, Castle se puso más serio.
¡No quiero tontear con otra ni que tú te lo montes con otro!.. ¡¿En qué estabas pensando cuando le devolviste el beso a ese tío?! - Castle había alzado la voz, le agarró ambas mejillas y la miró fijamente. - No debería haberte dejado beber tanto, no sé qué te pasa hoy pero no eres tú...
Bueno, me he restregado un poco con Jack y no me pone como tú ¿Quieres comprobar que realmente soy yo? - Kate le sonrió maliciosamente, le desabrochó el pantalón y metió la mano por debajo de sus boxers, mientras se dirigía a sus labios. – Mi mano es la de siempre, ¿verdad Rick?
¡Kate! ¡No! ¡Ah! ¡Aquí no! - Fue lo último que dijo el escritor antes de hundirse en su boca, sus lenguas se entrelazaron buscando urgentemente saborear sus fluidos, ella comenzó a masajear su miembro. Castle soltó un gemido de placer justo cuando se abría la puerta...
¡Vaya! - Esposito se había quedado a cuadros ante la imagen que tenía frente a él, no daba crédito a lo que veía. Castle, al verlo, soltó a Kate de golpe, dejándola caer al suelo y se giró hacia los abrigos para que no viese el bulto de su parte delantera. Esposito, enseguida, se puso a gritar. - ¡Ryan, ven! ¡Ryan!
Emm... Yo estaba buscándole el abrigo a Beckett. - Esposito no paraba de reír, Castle intentó abrocharse el pantalón, sin que se diera cuenta su amigo, pero su sutileza no sirvió de mucho.
Ya claro, ¿desde cuándo le llamas así a la lengua? - Soltó una carcajada y Ryan, que ya había llegado, miró dentro del guardarropa, extrañado al ver a Castle abrochándose el cinturón y a Beckett en el suelo. Esposito no paraba de reírse. – ¿Y entonces el gemido era para preguntarle a su garganta donde tenía guardado su abrigo?
¿Qué pasa aquí? - Miró perplejo a Esposito, intentando entender la situación. - ¿Están bien?
Hasta que abrí la puerta, estaban demasiado bien... - Esposito soltó otra carcajada que resonó aún más que la anterior. - Castle andaba buscando la lengua de Beckett o el “abrigo” como ha dicho él y, parece ser, que ella andaba buscando otra cosa bajo sus pantalones…
¡¿En serio?! ¡¿Y me lo he perdido?! - Miró a Castle riéndose y luego miró a Beckett, ésta intentaba levantarse pero perdió el equilibrio, cayendo de nuevo al suelo. - ¡Enhorabuena campeón! ¡Por fin lo has conseguido! ¿Cuántas copas ha necesitado?
¡Ssssshh! No gritéis, por favor. – Castle ayudó a Kate a levantarse. - No es lo que parece...
Claro… No es lo que parece… En realidad, parecía que estabas buscando su abrigo pero soy tan retorcido que he visto otra cosa... ¡Y tanto que es lo que parece! ¡Si le llegas a meter más la lengua le dejas sin campanilla! - Otra carcajada salió de boca de Esposito, mientras Ryan se reía sin cesar. Kate se dio cuenta de que estaban llamando demasiado la atención así que agarró a los chicos de los brazos y los empujó hacia el armario, Castle volvió a cerrar la puerta tras ellos.
¡Ssssshhh! – Kate les hizo un gesto de silencio con su dedo para que dejasen de gritar. - ¡Queréis callaros ya!
Pues no está tan borracha, Ryan. – Miró a su amigo sin dejar de reír. - Creo que esto es consentido por ambas partes. ¡Vaya nochecita, Beckett! Primero saboreas al policía sexy y ahora a Castle, un dos por uno...
Lo que tienes es envidia Javier, que nosotros ya estamos pillados y no podemos tener a dos chicas en una noche. Déjala que se lo monte con todos los que quiera que ella puede... Por cierto Beckett, ¿quién besa mejor, nuestro amigo o el fichaje nuevo? Todo el mundo tiene constancia de que los escritores saben utilizar la “lengua”. – Al oír aquello, Esposito comenzó a reírse estrepitosamente. Ryan soltó una carcajada y le guiñó el ojo a Castle, pero éste no sonreía. Finalmente, el escritor explotó.
¡¿Queréis parar?! ¡Ella no se lo estaba montando con ese tipo! ¡Basta ya de bromas! - Castle tenía el semblante serio y les había levantado la voz. Los dos se quedaron atónitos al ver el enfado y la seriedad de su amigo, fue entonces cuando Esposito lo cuadró todo...
¡¿Estáis saliendo?! - Esposito no paraba de reír mientras señalaba con el dedo a ambos y, al ver sus caras, todo se confirmó más. Ryan se reía junto a su compañero. - ¡No me lo puedo creer!
¡Pues claro! ¡Ahora lo entiendo todo! - Ryan se puso a gritarle a Esposito al asociar lo del otro día. - ¡Entonces no escuche mal aquel día en el centro comercial! ¡La madre de Castle sí que le dijo nuera a Beckett!
¿Nuera? - Esposito soltó otra carcajada, miró a Ryan y luego volvió a mirar a la pareja. Los chicos no podían dejar de reír ante aquella situación. - ¡Esto es muy fuerte!
Chicos, esto sólo ha sido... - Castle se quedó un momento en silencio, ya no sabía que más decir. Kate le puso la mano en la boca para que dejase de hablar.
Sí, llevamos saliendo más de dos meses. ¿Algún problema? - Castle se quedó atónito al ver la forma en que ella había soltado la frase. Los chicos abrieron los ojos de par en par ante la reacción de su jefa. - Por cierto, “Speedy”... ¡Más de dos meses! Así que adivina dónde estaba yo la noche de la sorpresa... Otro día saludas a tu amiga Linda de mi parte y le dices que vigile bien donde mete sus zarpas...
¿Dos meses? ¡Joder! - Esposito se quedó atónito ante la contestación de ella, miró a Ryan y luego volvió a mirar a Beckett. Prácticamente no le salían las palabras. - ¡¿Estabas allí?! ¡¿Lo viste?! Lo... Lo siento, Beckett. Nosotros no pretendíamos...
¡Fue idea de Esposito! - A Ryan fue lo primero que se le ocurrió al ver la cara de su jefa, ahora entendía porque había estado tan borde con ellos últimamente. Esposito miró con gesto amenazador a Ryan. - Yo no quería... No sabíamos nada...
Da igual, chicos. Eso, algún día, quedará en unas risas... Sólo os pido que tengáis cuidado la próxima vez con las sorpresas. Prefiero que no le sorprendáis con ese tipo de escenas... - Kate se apoyó en Castle al tambalearse otra vez, mareada. Castle le agarró de la cintura para evitar que cayese.
¿Y lo del policía? – Esposito miró extrañado a Castle. - ¿Eres de los que les gusta llevar una de esas relaciones abiertas a todo? ¿En serio te pone que tu chica se lo monte con otro, hermano?
Era algo acordado entre los dos, Kate lo fingió para despistar… - Castle pensó que si daba la impresión que había sido consentido evitaría más preguntas, así que les hizo creer que formaba parte de ello. Kate lo miró sorprendida al ver como entraba en el juego. – De momento, no queríamos que saliera a la luz…
Quién lo diría... ¡Por fin! ¡Ya era hora de veros juntos que vuestra tensión era insoportable! – Esposito sonrió y le dio una palmada en el hombro al escritor. Castle no pudo evitar reírse ante el comentario de su amigo y Kate sonrió apoyando la cabeza en su hombro para sostenerse. - Lo habéis mantenido bastante bien en secreto... ¿Lo sabía alguien?
Sólo lo sabía Lanie, Martha y Alexis... ¡Ah! Y también mi padre. - Castle estaba callado. Ahora la que hablaba era Kate, quería dejar que ella llevase la voz cantante en la explicación. - Y ahora vosotros dos... Chicos, por favor, que no salga del círculo. No quiero que llegue a oídos de Gates que anda muy reticente con él...
Tranquila, Beckett. - Ryan seguía riéndose, se estaba imaginando la situación que había presenciado Esposito y le resultaba bastante cómica. - ¿Entonces ya os puedo poner como pareja en mi boda?
¡Claro! Pero no le sirvas mucho alcohol en el banquete, no sea que vaya a terminar ejercitando su lengua o bajándole los pantalones a alguien antes de terminar la noche... - Todos se rieron pensando que Castle se refería a lo que había pasado en el guardarropa pero el escritor lo había dicho con sarcasmo, mientras por su mente no dejaba de pasar la imagen de ella con el oficial…
Lo que tendrías que hacer es no invitar a Gates. - Kate lo miró riéndose, Castle le hizo un gesto y sonrió a los chicos. - Salgamos de aquí, que Lanie se estará preguntando dónde estamos...
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Sólo diré una frase: "Si bebes no invites a Gates" u otra "Si invitas a Gates no te acerques al alcohol"
Bueno este capi refleja la evolución y tiene gran parte cómica, esencia de nuestros personajes xD Espero que os guste, yo me he reído mucho escribiéndolo
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Capítulo 28: La Fiesta.
Por fin llegó el viernes, ya habían pasado unos días desde que se enteró de las amenazas que estaba recibiendo Castle y, desde entonces, Kate no conseguía concentrarse en el trabajo. De momento, no había movido ficha pero sabía que, tarde o temprano, tendría que sacar a Castle de su casa o esperar a que se durmiese, para poder buscar aquella amenaza, tanto en el ordenador como entre sus papeles pero, de momento, no había podido…
No habían tenido muchos avances del asesinato de la periodista en el centro comercial pero los chicos trabajaban a destajo, presionando a algunos sospechosos y buscando nuevas pistas. Sabían que su jefa no se encontraba muy bien y, aunque no sabían el por qué, intentaban avanzar todo lo posible para que no se tuviera que encargar prácticamente del caso.
Esos días, Kate no se había separado de Castle. Nada más salir de trabajar se iba directamente a su casa y se quedaba con él hasta el día siguiente, intentando que no cayese en el abismo en el que lo vio el primer día y controlando, de paso, los movimientos de Martha y Alexis, sin que Castle lo notase…
El hombre del Ford había estado recorriendo, a diario, el trayecto de la comisaría a la casa de Castle y viceversa, vigilando en todo momento los pasos de ella y los del escritor… Algo había cambiado en su información... Junto a la foto de Castle había tachado lo que tenía puesto anteriormente y ahora ponía “Relación con ella -- > 2º Objetivo”. Muchas veces, en lugar de ir a la comisaría se quedaba junto a la casa de Castle, situándose en el edificio de enfrente, sin dejar de observar al escritor con su cámara o sus prismáticos… El primer día de vigilancia, en una de esas ocasiones, al ver como llegaba ella de trabajar y lo besaba, fue donde confirmó lo que eran realmente…
A pesar de las pocas ganas que había tenido Castle de salir de su casa había una cosa que siempre hacía, acompañarla a la puerta de la comisaría y luego recogerla allí... Aun sabiendo que era policía e iba armada, no quería que hiciese el trayecto sola. Ese comportamiento le extrañaba a Kate pero lo asociaba al estado de ánimo de él de esos días… Por eso, para que intentase ocupar su mente en otras cosas, hace días a Kate se le había ocurrido algo para evadirlo: la fiesta en el Old Haunt. Ahora, el escritor tenía que organizar la famosa fiesta que se había inventado ante Gates… Desde que Kate lo convenció para ello, llevaban preparando aquello entre ambos, pero todo lo referente a las llamadas y a las invitaciones se estaba encargando él…
También había otra cosa que había cambiado en la rutina diaria de Kate… Las llamadas telefónicas. Ahora, algo atípico en ella, llamaba desde el trabajo a Castle varias veces al día, para oír su voz e intentar adivinar, por su tono, cómo estaba su estado de ánimo. En un momento en el que no había nadie por allí cerca, Kate marcó su número…
Hola… - La voz de Castle se notaba algo distante, pero parecía menos absorto que otros días.
Hola Castle, ¿qué tal vas? – Kate ya sabía que su respuesta iba a ser la misma que la de aquella mañana y que la del día anterior, por lo que decidió pasar a otro tema. - ¿Qué tal la fiesta para esta noche? A Lanie ya se lo he dicho, imagino que tú avisaste a los chicos ¿no?
Estoy bien. – La detective no se había equivocado, aquella era la contestación típica de aquellos días. - A los chicos y a Gates los llamé para confirmar su asistencia, al resto de la comisaría les mandé el correo electrónico con la invitación que preparamos, pidiendo que contestasen para confirmar. Más tarde iré al Old Haunt para ver cómo está todo, pero ya se ha recibido la mercancía que pedimos y los camareros están preparando todo para esta noche… El Alcalde y mis amigos, los escritores, ya han confirmado que van a ir.
Ya verás cómo nos lo pasamos genial esta noche. Bebida y baile acompañan bien, además tú eres un buen anfitrión… - Kate, conociendo el ego del escritor, normalmente no lo solía acrecentar pero, en cambio, esta última semana siempre le decía algo para estimularlo. – No sé si tendré el vestido adecuado para esta noche pero pasaré por casa y buscaré algo decente…
No hace falta, le he pedido a un amigo diseñador el vestido perfecto para ti y ya lo tengo en casa. – El tono de voz de él ya se notaba algo más alegre. De repente, una risa se oyó a través del aparato. – Aunque, en realidad, también estarías perfecta sin ropa…
¡Castle, no te pases! – Kate sonrió, se había alegrado al oír su risa y notar el toque pícaro de él. Le contestó con una voz sugerente y sensual. – Si quieres, el pase de modelos sin ropa te lo hago antes de salir de tu casa.
Me encantaría, necesito volver a disfrutar de tus “encantos”. – Kate se acomodó en el respaldo de su silla, mientras lo escuchaba, y se puso a pensar en la noche anterior, provocando que su sonrisa cada vez fuese más pronunciada. Él había sido encantador con ella, habían estado bailando en el salón, al son de la música, y luego habían hecho el amor de una manera tan tierna y dulce que, durante toda la noche, ambos habían conseguido olvidar todo lo que les rodeaba. - ¿Cuándo me acerco a por ti?
Hoy Gates nos deja salir un poco antes, algo raro en ella. – Kate quería intentar convencerlo de que podía ir al loft de él sin que tuviera que pasarse a por ella. – Pero no hace falta que pases, voy a ir un momento con Lanie a su casa y luego, de allí, iré a la tuya.
Pues entonces, avísame cuando vayas a salir de la comisaría y acudo a su casa. – Kate se volvió a extrañar de nuevo, ante esa insistencia, pero no quería arriesgarse a que una negativa le bajase el ánimo. – Así nos vamos juntos a mi casa y, de paso, te enseño algo que tengo para ti…
De acuerdo. Nos vemos allí, ¿recuerdas dónde vivía Lanie, no? – Se volvió a oír la risa de Castle al otro lado del aparato y Kate ya preveía otra broma de las suyas, eso le gustó.
¡Claro! ¿Cómo no voy a saber dónde vive mi amor platónico? Mi forense no me lo perdonaría si lo olvidase. - Una carcajada resonó a través del teléfono y Kate no pudo evitar reír al verlo de aquella manera. – Dile de mi parte que no he podido estar a solas con ella porque me mantienes demasiado ocupado y que, en cuanto pueda, dejaré que pruebe mis sabrosos labios.
Se lo puedes decir tú cuando llegues, te dejaré subir y así podré ver como recibes un bofetón de tu forense. – Sentía una sensación de alivio en su interior al ver que volvía a ser él. Kate comenzó a reír más fuerte mientras seguía con su juego. – Es más, si quieres puedo reservarte un día a la semana al completo para tu “amor platónico” y así poder librarme de ti, aunque no creo que Lanie esté dispuesta a soportarte ni siquiera una tarde entera…
Puede ser... Aunque, realmente, soy yo el que no creo que pueda pasar una tarde entera sin ti… - La voz de Castle volvió a sonar emotiva. – Qué bien me controlas ya…
Sí pero, aun así, no dejes de intentar descontrolarme, que me gusta. - Kate seguía en la línea de subirle su ánimo, no era de los días que quisiera bajarle su ego. – Te dejo ya que tengo que terminar todo esto, nos vemos allí.
De acuerdo, ya lo estoy deseando. – Se despidieron y Kate colgó el teléfono, tenía que ultimar unas cosas antes de irse.
A última hora de la tarde llegaron a casa, él le dio una caja envuelta en papel de regalo, ella lo abrió y vio un colgante con diamantes enzarzados y dos manos entrelazadas. Castle se lo puso en el cuello y le dijo que sus manos siempre estarían así, le susurró "Nuestas manos unidas para siempre" y Kate le sonrió. Lo besó dulcemente en los labios y, sonriendo, le susurró que tenía que quitarse la ropa para probarse el vestido y que si quería hacerlo él. Castle le cogió la mano para llevarla a su habitación, sin dejar de mirarla y sonreír pícaramente. Allí le fue quitando, poco a poco, toda su ropa mientras recorría con sus manos y su boca todo el cuerpo de ella, centímetro a centímetro. Una hora después, salieron con el tiempo justo hacia el Old Haunt después de haber unido sus cuerpos, de nuevo, en las sabanas de seda de su cama...
Al llegar, ya estaban allí los escritores y el Alcalde. Castle los saludó y estuvo un rato con ellos bromeando sobre ideas para su nueva novela. Conforme fueron llegando los de la comisaría, les fue dando la bienvenida y los invitó a que pidiesen lo que quisieran.
Más tarde, cuando ya habían llegado casi todos los de la comisaria, pero aún faltaban los chicos y Lanie, Gates entró por la puerta. Castle le había dicho al camarero que, para todos los que tuviesen una placa, la barra era libre... Él no dejaba de mirar el escote de Kate, el vestido era realmente espectacular y, aunque se lo había comprado él, aún estaba impactado de cómo le quedaba puesto. Gates se acercó...
Muy buena la fiesta que ha organizado Sr. Castle, han venido bastantes compañeros de la 12. – Él seguía mirando el escote de Beckett y no se había percatado de la llegada de la capitana. - Aunque veo que usted tiene puestas las miras en otro sitio...
Emmm Hola Señor, yo sólo... - Beckett se sonrojó y Castle no dejaba de tartamudear. - Sólo estaba diciéndole a la detective que llevaba un vestido muy bonito. ¿Quiere una copa?
De acuerdo, pídame un whisky de malta con hielo. - Castle se marchó a la barra, dejando solas a ambas. - ¿A usted le cae bien el escritor, verdad inspectora?
Sí, es un buen amigo... - Kate no sabía como salir de aquella conversación, no tenía ganas de hablar de ese tema con su jefa. - Y, en realidad, también es un buen investigador...
¿Investigador? Dirá que es escritor... Supongo que habrá leído sus últimos libros ¿no? - Gates sonrió maliciosamente, intentando indagar más. No quería poner en peligro la unidad por posibles distracciones sexuales entre su equipo de homicidios. Kate intentó simular que le importaba poco el tema de aquella pregunta.
¿Los de Heat? Sí. - Prefirió omitir que había leído todos los de Castle para evitar revelar que era una gran admiradora del escritor, así que sólo hizo hincapié en los tres últimos. – Me los mandó por correo, no están mal...
Yo sólo he leído uno y me ha revelado bastante del Sr. Castle. Supongo que usted, habiendo leído dos más que yo, sabrá de qué le hablo... – Kate notaba que la estaba probando, para averiguar más, pero ella intentaba mantener el tipo. Aunque todo tenía un límite y ya se estaba acercando al borde. - Su querido escritor desea conseguirla, inspectora...
¿Eso es lo que usted piensa? Mire, no suelo dejarme llevar por las fantasías de ningún escritor y menos por un mujeriego como él... - Kate cada vez tenía más ganas de reventar a su jefa. Precisamente, esos días no eran los adecuados para tocar las narices de la detective. – Además esos deseos, si alguna vez fueron reales, serían de hace tres años y, con el tiempo, todo cambia. Como él dijo anteriormente, todo es parte de la ficción de un escritor...
¿Realmente lo cree? - En la sonrisa de Gates se reflejaba muy bien a dónde quería llegar y Kate ya se estaba hartando de su juego. Cada vez le resultaba más difícil aguantarse, necesitaba alejarse de ella antes de que cometiera una locura. - Pues viendo cómo se perdía en su vestido, diría que el objetivo de ese escritor no ha cambiado... ¿Seguro que está de acuerdo en que trabaje con usted?
Mire, señor. - Kate, al final, reventó. Se acercó a ella y la miró fijamente a los ojos con el semblante serio, decidida a ser directa con su jefa. - Ese escritor es un gran amigo y él sabe de sobra que si intenta acostarse conmigo puede perder su amistad, así que no veo nada peligroso en el hecho de que trabaje conmigo. ¿Podemos terminar ya esta conversación o tiene algo más que preguntar?
No, ya me ha quedado claro... - Gates se había quedado perpleja ante la contestación de Kate, su actuación había convencido a la capitana. En ese momento, llegaba Castle con las bebidas. - Sólo quería asegurarme de que no habría problema si volviese a colaborar con usted, pero ya veo que no...
Gracias, Castle. – Él le había traído una copa a ella y otra a Gates. Kate estaba mareada y en lo único que pensaba era en alejarse de allí. - Me voy un rato a ver si encuentro algún tío bueno con el que bailar y divertirme un rato. Nos vemos.
Ka... ¿Beckett? - Miró a Gates arqueando las cejas extrañado, sin saber que decir. La sonrisa de él desapareció y Gates sonrió al ver su cara de sorpresa. - ¿Qué ha pasado?
¿Su musa le ha dejado solo? Cómo verá, utilizar el encanto no siempre surte efecto, hay personas que no caen ante unas cuantas zalamerías. - Gates vio a Kate bailando con un hombre muy atractivo y volvió su mirada hacia Castle, observando a su vez, algo que ocurría en la barra tras ellos. - ¿Sabe? Hay una rubia en la barra que no para de hacerle señales, debería invitarle a algo y dejar en paz a la inspectora, que está fuera de su alcance... Por cierto, gracias por la copa.
¿Fuera... de... mi alcance? - Se había quedado solo, con la copa en la mano y buscando con la mirada a Kate, finalmente la vio al fondo del bar, al lado del piano, bailando con un policía más joven que él. Éste se acercó a su boca y le dio un beso, Kate no lo apartó... Castle sintió una punzada de dolor al verlo que recorrió todo su interior, dejó la copa en una mesa y se dirigió rápidamente hacia allí con el único pensamiento de pegarle un puñetazo a aquel oficial y alejarla de él.
¡Kate! - Ella seguía bailando pegada a aquel hombre ignorando su llamada, llevaba bastantes copas de más así que no se percató de su presencia. Castle respiró hondo, intentando calmarse para evitar hacer algo de lo que pudiera arrepentirse. No quería alzar la voz así que la cogió ligeramente del brazo para llamar su atención, el policía le dirigió una mirada amenazadora y le enseñó el puño intentando provocarle, su aliento dejaba claro que también estaba bebido. - ¡Beckett, necesito hablar un momento contigo!
Si quiere hablar con ella pida hora, ¿no ve que ahora está ocupada? - El oficial había sido claro, empujó a Castle con la mano para apartarlo de ellos y el escritor estuvo a punto de pegarle un tirón a Kate pero no quería montar jaleo en su bar, y menos delante de tantos compañeros de ella, así que la soltó... – Que sea usted un escritor famoso no le da derecho a quitarle la diversión a los demás…
Castle se encendió más ante esas últimas palabras y su mano se había cerrado con fuerza preparándose para asestar un golpe, pero poco a poco su rabia se fue convirtiendo en impotencia y volvió a relajar la mano, sin dejar de mirar a Kate. El policía la agarró de nuevo por debajo de la cintura y siguieron bailando abrazados. El escritor se quedó mirándolos en silencio durante un instante, intentando convencerse de que lo mejor sería que apartase la vista de allí.
Hacía ya un rato que habían llegado los chicos y Lanie. Al verlos, Castle se dirigió de nuevo a la barra y ellos se acercaron a saludarlo.
Hemos llegado algo tarde pero es que tuvimos unos imprevistos... - Esposito saludó a su amigo, sin dejar de mirar la escena del fondo que lo tenía perplejo. - ¡Vaya, hay algunas que no pierden el tiempo! ¡Madre mía, qué manera de agarrarse! ¿Beckett estaba besando a ese oficial? Lanie, ¿no será ese su nuevo fichaje?
¿Besándolo? - Lanie arqueó las cejas, miró un instante al fondo y volvió a mirar a Castle perpleja. Acto seguido, le pidió a los chicos que le trajeran algo de beber para alejarlos y se acercó a Castle.
¡¿Pero qué está pasando?! - Lanie frunció el cejo, extrañada. Castle se encogió de hombros mientras la miraba fijamente con el semblante triste. - ¿Eso es consentido?
Hombre, ella parece que lo consiente pero lleva bastante tiempo bebiendo... De todos modos, por lo poco que he visto, no creo que le esté disgustando mucho... - Castle seguía sentado de espaldas a la zona donde estaba Kate para evitar mirar. - Aunque si lo dices por mí no lo es. Yo no había planeado esto y menos ese beso... Creo que Gates ha provocado en algo a Kate, pero no me imaginaba que terminaría así. He intentado separarla pero no quería montar un... Ya me entiendes...
¡Castle! ¡¿No la has separado?! ¡La última vez que pilló una así fue hace años! ¿Crees que ahora domina bien el alcohol? - En realidad, nunca habían estado en esa situación así que asintió a su pregunta y Lanie se quedó aún más perpleja. - Hace años nos hubiera tumbado a más de uno, pero hace tiempo que no está acostumbrada y se descontrola con él. Voy a sacarla de allí, ahora vengo...
Hola, me llamo Jennifer pero puedes llamarme Jenny. - La chica rubia se acercó a él con una copa en la mano y le dio dos besos. - Veo que estás solo...
Encantado, mi nombre es Rick... - Castle la saludó pero no dejaba de pensar en lo que estaría pasando a su espalda y si sería mejor mirar que soportar todo lo que se estaba imaginando en su mente. Aquello no lo dejaba centrarse en nada más. - Bueno, ahora mismo estoy solo pero, en realidad, he venido con alguien... No te he visto por la comisaría, ¿trabajas allí?
Soy nueva, llevo sólo un mes como becaria de la sala de archivos. - Se acercó a él susurrándole – Yo a ti no te he visto antes sino me habría dado cuenta... No hay muchos hombres como tú por allí... ¿Quieres que nos vayamos a otro sitio más privado para charlar?
Emm Yo... Mira, estoy enamorado de alguien. No puedo aceptar tu invitación... ya sabes... para “charlar”. - Castle le hizo un gesto disculpándose y ella se acercó aún más.
Nadie ha hablado de amor, sólo estaba hablando de desahogarnos un rato... Además, tu cara me dice que lo necesitas... - En ese momento, llegaron Ryan y Esposito con las copas y, al ver a la rubia allí, no sabían si entrar en la conversación.
¡Hola chicos! - Castle vio una salida en ellos y les gritó. - Os presento a Jenny. Estos son Esposito y Ryan, detectives de la comisaria.
¿Tú eres la de la sala de archivos, no? - Esposito la señaló con el dedo y miró a Ryan, sonriendo. - Encantado, te he visto por allí pero creo que no hemos llegado a hablar.
Sí, es la becaria de John... - Ryan se dirigió hacia Castle y le susurró. - Está buena y parece que está dispuesta a todo, esta noche la rubia es tuya... ¿Te dejamos a solas?
¡No! - El grito de Castle se oyó a su alrededor a pesar del ruido de fondo, Ryan se quedó perplejo. En ese momento, por detrás venían las dos amigas. Lanie sujetaba a Kate para evitar que perdiese el equilibrio. - Quiero decir, aún no...
¡Ya estamos aquí! ¿Has pedido por mí? - Miró a Esposito y vio que tenía dos vasos en la mano así que agarró uno de ellos. - Kate, los chicos ya han llegado.
¡Beckett! ¿Qué tal? No nos has presentado a aquel tipo. ¿Es tu nuevo fichaje? - Esposito no dejaba de sonreír, ella no respondió. Miró a la rubia y vio que se estaba lanzando sobre Castle, él la miró fijamente y Kate apartó la vista. Lanie, al ver la situación, consiguió llevarse a los chicos lejos de la pareja después de susurrarle a Castle que se llevara a Kate de allí cuanto antes.
Hola, soy Jennifer la de archivos, tu cara me suena. – La rubia le dio la mano a Kate y ésta le contestó.
Sí, soy la inspectora Beckett de homicidios, tú eres la ayudante de John, ¿verdad? - Se acercó a ella, señalando con la mano a Castle. - ¿Sabes? Este hombre de aquí baila muy bien... Podrías sacarlo a bailar, se nota que te gusta...
¡Kate! - Castle había oído las palabras de ella y no daba crédito a lo que decía. No apartaba su mirada de ella pensando en aquel beso...
Sí, inspectora. - La risa de la rubia resonó alrededor de ellos, luego se acercó a ella. - Es un bombón, lo que pasa es que me ha dicho que está enamorado...
¡Tonterías! Es el soltero de oro de la comisaría, deberías aprovechar. - Kate dio un golpe en la barra pidiendo otra copa al camarero. Castle, aún perplejo, se levantó de la silla y la detuvo, agarrándola del brazo y quitándole la copa que le habían dado.
¿Qué haces? ¿Por qué te comportas así? - La miró intensamente a los ojos, estaba extrañado por su actitud. - No deberías beber más.
¡No seas aguafiestas! Vete un rato a bailar con la becaria que se nota que te tiene ganas y puede que consiga levantarte el "ánimo"... – Kate le guiñó el ojo, sonriendo. – Además, en cuanto me pongan otra copa, yo me vuelvo a la pista a seguir bailando…
Discúlpanos un momento, Jenny... - Le hizo un gesto a la rubia despidiéndose con la mano y se alejó con Kate hacia un armario grande que estaba siendo utilizado de guardarropa. Cerró la puerta tras ellos y reventó. - ¡¿Kate, qué diablos haces?!
Tenemos a Gates en el punto de mira y te estoy dejando tontear con otra... No sé de qué te quejas... - Kate lo miró riéndose, Castle se puso más serio.
¡No quiero tontear con otra ni que tú te lo montes con otro!.. ¡¿En qué estabas pensando cuando le devolviste el beso a ese tío?! - Castle había alzado la voz, le agarró ambas mejillas y la miró fijamente. - No debería haberte dejado beber tanto, no sé qué te pasa hoy pero no eres tú...
Bueno, me he restregado un poco con Jack y no me pone como tú ¿Quieres comprobar que realmente soy yo? - Kate le sonrió maliciosamente, le desabrochó el pantalón y metió la mano por debajo de sus boxers, mientras se dirigía a sus labios. – Mi mano es la de siempre, ¿verdad Rick?
¡Kate! ¡No! ¡Ah! ¡Aquí no! - Fue lo último que dijo el escritor antes de hundirse en su boca, sus lenguas se entrelazaron buscando urgentemente saborear sus fluidos, ella comenzó a masajear su miembro. Castle soltó un gemido de placer justo cuando se abría la puerta...
¡Vaya! - Esposito se había quedado a cuadros ante la imagen que tenía frente a él, no daba crédito a lo que veía. Castle, al verlo, soltó a Kate de golpe, dejándola caer al suelo y se giró hacia los abrigos para que no viese el bulto de su parte delantera. Esposito, enseguida, se puso a gritar. - ¡Ryan, ven! ¡Ryan!
Emm... Yo estaba buscándole el abrigo a Beckett. - Esposito no paraba de reír, Castle intentó abrocharse el pantalón, sin que se diera cuenta su amigo, pero su sutileza no sirvió de mucho.
Ya claro, ¿desde cuándo le llamas así a la lengua? - Soltó una carcajada y Ryan, que ya había llegado, miró dentro del guardarropa, extrañado al ver a Castle abrochándose el cinturón y a Beckett en el suelo. Esposito no paraba de reírse. – ¿Y entonces el gemido era para preguntarle a su garganta donde tenía guardado su abrigo?
¿Qué pasa aquí? - Miró perplejo a Esposito, intentando entender la situación. - ¿Están bien?
Hasta que abrí la puerta, estaban demasiado bien... - Esposito soltó otra carcajada que resonó aún más que la anterior. - Castle andaba buscando la lengua de Beckett o el “abrigo” como ha dicho él y, parece ser, que ella andaba buscando otra cosa bajo sus pantalones…
¡¿En serio?! ¡¿Y me lo he perdido?! - Miró a Castle riéndose y luego miró a Beckett, ésta intentaba levantarse pero perdió el equilibrio, cayendo de nuevo al suelo. - ¡Enhorabuena campeón! ¡Por fin lo has conseguido! ¿Cuántas copas ha necesitado?
¡Ssssshh! No gritéis, por favor. – Castle ayudó a Kate a levantarse. - No es lo que parece...
Claro… No es lo que parece… En realidad, parecía que estabas buscando su abrigo pero soy tan retorcido que he visto otra cosa... ¡Y tanto que es lo que parece! ¡Si le llegas a meter más la lengua le dejas sin campanilla! - Otra carcajada salió de boca de Esposito, mientras Ryan se reía sin cesar. Kate se dio cuenta de que estaban llamando demasiado la atención así que agarró a los chicos de los brazos y los empujó hacia el armario, Castle volvió a cerrar la puerta tras ellos.
¡Ssssshhh! – Kate les hizo un gesto de silencio con su dedo para que dejasen de gritar. - ¡Queréis callaros ya!
Pues no está tan borracha, Ryan. – Miró a su amigo sin dejar de reír. - Creo que esto es consentido por ambas partes. ¡Vaya nochecita, Beckett! Primero saboreas al policía sexy y ahora a Castle, un dos por uno...
Lo que tienes es envidia Javier, que nosotros ya estamos pillados y no podemos tener a dos chicas en una noche. Déjala que se lo monte con todos los que quiera que ella puede... Por cierto Beckett, ¿quién besa mejor, nuestro amigo o el fichaje nuevo? Todo el mundo tiene constancia de que los escritores saben utilizar la “lengua”. – Al oír aquello, Esposito comenzó a reírse estrepitosamente. Ryan soltó una carcajada y le guiñó el ojo a Castle, pero éste no sonreía. Finalmente, el escritor explotó.
¡¿Queréis parar?! ¡Ella no se lo estaba montando con ese tipo! ¡Basta ya de bromas! - Castle tenía el semblante serio y les había levantado la voz. Los dos se quedaron atónitos al ver el enfado y la seriedad de su amigo, fue entonces cuando Esposito lo cuadró todo...
¡¿Estáis saliendo?! - Esposito no paraba de reír mientras señalaba con el dedo a ambos y, al ver sus caras, todo se confirmó más. Ryan se reía junto a su compañero. - ¡No me lo puedo creer!
¡Pues claro! ¡Ahora lo entiendo todo! - Ryan se puso a gritarle a Esposito al asociar lo del otro día. - ¡Entonces no escuche mal aquel día en el centro comercial! ¡La madre de Castle sí que le dijo nuera a Beckett!
¿Nuera? - Esposito soltó otra carcajada, miró a Ryan y luego volvió a mirar a la pareja. Los chicos no podían dejar de reír ante aquella situación. - ¡Esto es muy fuerte!
Chicos, esto sólo ha sido... - Castle se quedó un momento en silencio, ya no sabía que más decir. Kate le puso la mano en la boca para que dejase de hablar.
Sí, llevamos saliendo más de dos meses. ¿Algún problema? - Castle se quedó atónito al ver la forma en que ella había soltado la frase. Los chicos abrieron los ojos de par en par ante la reacción de su jefa. - Por cierto, “Speedy”... ¡Más de dos meses! Así que adivina dónde estaba yo la noche de la sorpresa... Otro día saludas a tu amiga Linda de mi parte y le dices que vigile bien donde mete sus zarpas...
¿Dos meses? ¡Joder! - Esposito se quedó atónito ante la contestación de ella, miró a Ryan y luego volvió a mirar a Beckett. Prácticamente no le salían las palabras. - ¡¿Estabas allí?! ¡¿Lo viste?! Lo... Lo siento, Beckett. Nosotros no pretendíamos...
¡Fue idea de Esposito! - A Ryan fue lo primero que se le ocurrió al ver la cara de su jefa, ahora entendía porque había estado tan borde con ellos últimamente. Esposito miró con gesto amenazador a Ryan. - Yo no quería... No sabíamos nada...
Da igual, chicos. Eso, algún día, quedará en unas risas... Sólo os pido que tengáis cuidado la próxima vez con las sorpresas. Prefiero que no le sorprendáis con ese tipo de escenas... - Kate se apoyó en Castle al tambalearse otra vez, mareada. Castle le agarró de la cintura para evitar que cayese.
¿Y lo del policía? – Esposito miró extrañado a Castle. - ¿Eres de los que les gusta llevar una de esas relaciones abiertas a todo? ¿En serio te pone que tu chica se lo monte con otro, hermano?
Era algo acordado entre los dos, Kate lo fingió para despistar… - Castle pensó que si daba la impresión que había sido consentido evitaría más preguntas, así que les hizo creer que formaba parte de ello. Kate lo miró sorprendida al ver como entraba en el juego. – De momento, no queríamos que saliera a la luz…
Quién lo diría... ¡Por fin! ¡Ya era hora de veros juntos que vuestra tensión era insoportable! – Esposito sonrió y le dio una palmada en el hombro al escritor. Castle no pudo evitar reírse ante el comentario de su amigo y Kate sonrió apoyando la cabeza en su hombro para sostenerse. - Lo habéis mantenido bastante bien en secreto... ¿Lo sabía alguien?
Sólo lo sabía Lanie, Martha y Alexis... ¡Ah! Y también mi padre. - Castle estaba callado. Ahora la que hablaba era Kate, quería dejar que ella llevase la voz cantante en la explicación. - Y ahora vosotros dos... Chicos, por favor, que no salga del círculo. No quiero que llegue a oídos de Gates que anda muy reticente con él...
Tranquila, Beckett. - Ryan seguía riéndose, se estaba imaginando la situación que había presenciado Esposito y le resultaba bastante cómica. - ¿Entonces ya os puedo poner como pareja en mi boda?
¡Claro! Pero no le sirvas mucho alcohol en el banquete, no sea que vaya a terminar ejercitando su lengua o bajándole los pantalones a alguien antes de terminar la noche... - Todos se rieron pensando que Castle se refería a lo que había pasado en el guardarropa pero el escritor lo había dicho con sarcasmo, mientras por su mente no dejaba de pasar la imagen de ella con el oficial…
Lo que tendrías que hacer es no invitar a Gates. - Kate lo miró riéndose, Castle le hizo un gesto y sonrió a los chicos. - Salgamos de aquí, que Lanie se estará preguntando dónde estamos...
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Sólo diré una frase: "Si bebes no invites a Gates" u otra "Si invitas a Gates no te acerques al alcohol"
la_loki- Actor en Broadway
- Mensajes : 158
Fecha de inscripción : 12/09/2011
Edad : 47
Localización : Málaga
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
Sólo diré una frase: "Si bebes no invites a Gates" u otra "Si invitas a Gates no te acerques al alcohol"
Tomare nota del consejo.
Vaya pedo llevaba Kate madre de dios, me ha dado mucha penita probre Castle.
Espo y Ryan que malos
Me encanto el capitulo sencillamente magnifico
Pero lo del asesino eso acechando a Castle y a Kate no me gusta nada de nada
ESPERO PRONTO TU CAPITULO
Duende- Escritor - Policia
- Mensajes : 1212
Fecha de inscripción : 01/03/2011
Edad : 36
Localización : Galicia
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
ole y ole esto es un capitulo muy divertido ALUCINANTE
QUE FUERTE BECKETT
Gates
MUCHAS GRACIAS POR OTRO CAPI
QUE FUERTE BECKETT
Gates
MUCHAS GRACIAS POR OTRO CAPI
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
Me ENCANTA!!
Eñ siguiente plis
Eñ siguiente plis
carly becket- Policia de homicidios
- Mensajes : 631
Fecha de inscripción : 19/10/2011
Edad : 28
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
Joer quiero maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaas
pronto pronto!!!
pronto pronto!!!
Invitado- Invitado
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
me encantaaaaa--..... te kedo geniaaal!!!!!
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
Me encanta el capitulooooo!!! como todos!!!
cada vez te superas mas!
Que mona Kate intentando subirle el animo!
Vamos a ver, de quien fue la brillante idea de dejar a Gates ir a esa fiesta? A verle puesto una excusa Gate, fiesta y alcohol no son compatibles, espero que se acuerden para la próxima
Joder! la que lleva Kate encima es buena, no puede ni levantar y todo por culpa de Gates, cada vez le tengo mas tirria, se tiene que meter en todo la tia, sera bruja!
Me encanta Lanie! es la amiga que todos querríamos tener!
Se podian a ver enterado otro dia los chicos y dejarlos continuar
jajajaja eso me encanto!! Kate defendiendo lo que es suyo!!! Fue buenisimooo, y la cara de espo, seguro que un poema!
Kate va tener que hacer algo para que Rick se olvide de la imagen de ella con él oficial liandose.......
Que razón tiene Espo, su tensión es insoportable, y me refiero a la serie, en el fic ya no
En la boda juntitos, quieroo leer eso yaaaa!!!
No me canso de decirlo, escribes de fabula!
Continua prontooo pleaseeee!!!!
cada vez te superas mas!
Que mona Kate intentando subirle el animo!
Sólo diré una frase: "Si bebes no invites a Gates" u otra "Si invitas a Gates no te acerques al alcohol"
Vamos a ver, de quien fue la brillante idea de dejar a Gates ir a esa fiesta? A verle puesto una excusa Gate, fiesta y alcohol no son compatibles, espero que se acuerden para la próxima
Joder! la que lleva Kate encima es buena, no puede ni levantar y todo por culpa de Gates, cada vez le tengo mas tirria, se tiene que meter en todo la tia, sera bruja!
Me encanta Lanie! es la amiga que todos querríamos tener!
Se podian a ver enterado otro dia los chicos y dejarlos continuar
- Por cierto, “Speedy”... ¡Más de dos meses! Así que adivina dónde estaba yo la noche de la sorpresa... Otro día saludas a tu amiga Linda de mi parte y le dices que vigile bien donde mete sus zarpas...
jajajaja eso me encanto!! Kate defendiendo lo que es suyo!!! Fue buenisimooo, y la cara de espo, seguro que un poema!
Kate va tener que hacer algo para que Rick se olvide de la imagen de ella con él oficial liandose.......
Que razón tiene Espo, su tensión es insoportable, y me refiero a la serie, en el fic ya no
En la boda juntitos, quieroo leer eso yaaaa!!!
No me canso de decirlo, escribes de fabula!
Continua prontooo pleaseeee!!!!
kate_beckett- As del póker
- Mensajes : 430
Fecha de inscripción : 07/07/2011
Edad : 30
Localización : Huelva, Andalucia / NYK (L)
Re: Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett
Con alcohol o sin él yo no acerco a Gates,que peligro tiene la jefa xd.Menuda fiesta eh,en serio que prohiban beber a Kate porque madre mia la que ha liado en un momento.
La escena del guardarropa ha sido brutal jajaja,que pillada.
Otro magnifico capitulo Mami,sigue asi
La escena del guardarropa ha sido brutal jajaja,que pillada.
Otro magnifico capitulo Mami,sigue asi
Raúl- Moderador
- Mensajes : 1189
Fecha de inscripción : 18/05/2011
Edad : 32
Localización : Parla City
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