Reflexiones y consecuencias por Kate Beckett

no lo sakes!!!!....con lo ke a sufridooo

sigue prontoo

Excelente capitulo, me encanto de que sea integramente de la pareja
Ellos tienen que estar juntos para cuidarse mutuamente, separados la pasan muy mal. Si estsn pensando en el otro todo el tiempo. JUNTOS ALWAYS
GRACIAS POR ESCRIBIR TAN LINDO

Otro buen capitulo Isa.
Yo creo que deben decirlo los dos,porque por mucho que uno quiera hacer algo, el otro puede pasar de ello.
Veremos como lo llevas tu,sigue asi

increíble capitulo me encanta continua pronto gracias por otra historia que pasara interesante

Muy buen capítulo Isa!!! Seguilo que cada vez se pone mejor!!!

¡¡¡¡MÁÁÁÁÁÁS!!!!

Me encanta esta historia!! Quiero otro capiiiiii!!

Hola chicos!! gracias por sus comentarios! He estado liadilla y por eso he tardao un poquillo pero a ver si la espera ha merecido la pena...

Este capi está lleno de emociones, pensamientos, miedos, amistad, momentos cómicos... vamos un poco de todo

Espero que lo disfrutéis y siento la tardanza.


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Capítulo 18: El cuerpo del delito


Aquella noche llamó a Lanie y quedó en ir a su casa. Cuando llegó, su amiga ya había sacado un par de cervezas, le dio dos besos y dio un trago a su cerveza, luego se sentaron en el sofá.

Bueno, ¿qué te pasa Kate? - Lanie sabía que algo le preocupaba. - Esta quedada creo que no es para que nos vayamos de fiesta, ¿no?

No... No sé por dónde empezar... Desde que estoy con Castle, todo parece que se complica... - miró a su amiga con gesto de preocupación - Lanie, estoy asustada...

Cariño, no creas que es el escritor... Todas las relaciones son complicadas, deberías saberlo... Aunque, desde que te conozco nunca has estado enamorada de los hombres con los que has salido... - Kate la miró extrañada y Lanie captó esa mirada. – No me dirás que no es cierto, ¿no?

Bueno, puede ser... - no quería contestar abiertamente a eso. Bajó la mirada y se quedó en silencio.

Kate, es normal ver todo más difícil, estás enamorada y por lo tanto la relación es muy importante para ti. Es normal que si discutes con él por algo, te duela más. - le cogió las manos y la miró dulcemente – Pero, vamos a ver, ¿qué ha pasado?

Le he dicho que voy a pedir su cese como asesor... Estoy asustada, ha estado a punto de morir y él no es policía, debería alejarse del peligro y dedicarse a lo suyo... Pero no piensa igual...

Ya veo... Sí que es complicado, pero si él no esta de acuerdo no puedes decidir por él, normal que se enfade... - sonrió, mirando a su amiga – No puedes ir decidiendo lo que puede o no puede hacer, que es tu pareja no un subordinado tuyo.

Ya... Si, en realidad, sé que tiene que decidirlo él, pero es que quiero que decida dejarlo... - tomó otro trago de cerveza – No sé como convencerlo...

¿Convencerlo? - Lanie se sorprendió – ¡No puedes intentar convencerlo, Kate! Tú ya se lo has planteado, deja que esa decisión la tome él...

Es que no puedo soportar pensar que le pueda ocurrir algo... - reflejaba tristeza en sus ojos. Lanie le cogió las manos.

Cariño, es normal, pero él también sufre cuando tú te pones en peligro y, aunque sea tu trabajo, no decide por ti – la miró dulcemente – A mi me ocurre lo mismo. Habla con él y deja que él decida esto.

De acuerdo, gracias Lanie – la abrazó y brindaron por ellas y sus parejas.

Aquella noche estuvieron hasta muy tarde bebiendo y hablando así que finalmente Kate decidió quedarse allí. Llamó a Castle y le dijo que iría a verlo al día siguiente. Estuvo toda la noche sin pegar ojo, dando vueltas a la decisión que seguía teniendo en su cabeza y de la cual no podía decidir.

Al día siguiente llegó a la comisaría con un aspecto somnoliento y la cara ligeramente pálida, Ryan y Esposito se acercaron a preguntar si sabía algo de Castle ya que había estado semanas sin coger sus llamadas, pero ésta no contestó. Los chicos se extrañaron, pero no insistieron al verla en ese estado, en aquel momento, el teléfono sonó avisándoles que tenían que ir a la escena de un crimen a investigar un asesinato. Antes de irse, Gates la llamó a su despacho para avisarle de unos cambios, pasándole la nueva cantidad de horas que tenían que hacer los de homicidios. Kate salió de allí dando un portazo, estaba indignada.

Acudió a la escena del crimen y allí Lanie le puso al día. Habían disparado a un crítico de cine a la salida de una película que se acababa de estrenar. Disparo en la cabeza, que como dijo Lanie era muy posible que fuese algo premeditado, siguió explicándole lo de las marcas de su piel pero , al momento, notó que Kate estaba totalmente descentrada así que, antes de llevarse el cadáver a la morgue, la detuvo un momento.

Ayer te quedaste en mi casa para dormir pero tienes unas ojeras hasta el suelo… ¿Sigues dándole vueltas a ese asunto? – Lanie frunció el ceño.

Sí, por una parte no quiero que se exponga, pero le necesito de vuelta… Nos han aumentado las horas y hoy voy a tener un día fuerte. No puedo dejar esto todo el día en el aire, tengo que hablar con él pero no se si querrá pasarse por la comisaria…

O eso o te pasas tú por su casa al mediodía. No lo dejes fuera, sabes que esto le gusta, además así puede pasar más horas contigo… – le sonrió - Kate, me marcho a la morgue, luego te aviso cuando tenga el informe, cualquier cosa me llamas.

De acuerdo, nos vemos luego. – Kate se fue con los chicos y les dijo que interrogasen a los empleados y testigos del cine.

Poco antes del mediodía llamó a Castle y le pidió que se pasase por allí a la hora de comer. Al principio rehusó, pero finalmente le dijo de quedar a las dos de la tarde.

Castle aquella mañana no había salido de su despacho, no se separaba de su portátil. La última semana no había dejado de escribir, estaba centrado en su siguiente libro. Después de Rise no sabía si iba a ser el último de la saga Heat pero retomó el juego de nuevo con su protagonista. Cuando fue al salón, comprobó que Alexis estaba eufórica.

¿Qué te ocurre, cielo? – Desde que a su hija la habían admitido en la universidad de Standford y con la marcha de su novio Ashley, últimamente la notaba distinta.

¡Papá! ¿Te acuerdas que me iba a ir en enero? – Castle asintió, muy a su pesar – Pues una de las asignaturas empieza dentro de dos semanas así que tengo que irme la semana que viene. Ashley me ha buscado una habitación junto a la suya. ¡Estoy emocionada!

¿Qué? – Castle se había quedado de piedra, ya resultaba duro tener que asumir que en unos meses su hija se iría como para enterarse de repente que ahora sólo era una semana – Pero… ¿no empezabas en Enero? Ahora todo es muy precipitado, ¿no? Podrías faltar a esa asignatura un par de meses, seguro que te pones al día enseguida…

Papá… - apoyó su mano en el hombro de su padre, sonriendo – No puedo hacer eso y lo sabes. Voy a estar bien, además estaré todo el día con Ashley…

Eso es lo que me preocupa – susurró para sí, prácticamente sin entender ni sus propias palabras. Alexis no reparó en ello. – De acuerdo, pero ya sabes que hasta que te lleve allí vamos a tener todavía sesiones padre hija todos los días.

Lo sé – no dejaba de sonreír, lo iba a echar mucho de menos pero iba a irse a la universidad y encima iba a estar con su novio – Pero no te librarás de mí tan fácilmente. ¡Es que aún no me lo creo, habitaciones contiguas en el mismo colegio mayor y haciendo lo que me gusta! ¡Tenemos que celebrarlo!

Ya… Me alegro – la expresión de Castle no indicaba mucha alegría – Hija, siéntate… Tenemos que hablar de padre a hija… ejem – carraspeó su garganta intentando encontrar las palabras adecuadas.

Papá ¿Estás bien? Esto no es típico de ti – Alexis se sentó a su lado, estaba muy extrañada. - ¿Te ocurre algo?

Sí, sí… Es que, verás, ya casi tienes los 18, y nunca hemos hablado de estas cosas… Pero vas a estar fuera con tu novio, y yo… pues, ya sabes, nunca hemos tenido una conversación sobre las relaciones y esas cosas… - Alexis no daba crédito a lo que oía, no podía creer que su padre estuviera intentando tener una charla de sexo con ella.

Papá, déjalo. Ya no necesito esa clase de charlas – se levantó mientras le sonreía y le dio un beso en la frente.

¿No? ¿Por qué? ¿Es que... que tú ya…? - Castle reflejaba preocupación e intriga a su vez. Estaba siendo totalmente transparente ante su hija. Alexis pudo ver lo que quería sonsacarle pero se dirigió de camino a su habitación, evitando una respuesta.

Papá… - se volvió, le hizo un gesto a su padre de despedida y se marchó - Buenas noches.

Castle se quedó absorto, pensando en su faceta como padre, en lo rápido que crecían los hijos y en algunas cosas que superaban a su control.


Eran casi las dos y Kate todavía no había salido, Castle la llamó para confirmar y ella le dijo que todavía le quedaban algunas cosas pero que se pasara por allí a recogerla. Mientras ella estaba ultimando unos extractos que habían sacado de la víctima, el ascensor se abrió apareciendo, ante todos, un Castle totalmente diferente. Iba cojeando, el pelo lo tenía más largo y llevaba una ligera barba incipiente, como la primera vez que entró por aquella comisaria. Ryan y Esposito pegaron un grito de alegría y sorpresa, a la vez. Al igual que el resto de la comisaria, para los chicos, esas semanas sin verlo, hacían que lo notasen mucho más diferente de lo que estaba en realidad. Al oír los aplausos y el grito de Esposito y Ryan, Kate levantó la mirada y al verlo entrar allí sintió que todo su cuerpo vibraba. No se lo había dicho, pero a Kate le encantaba ese look tan desenfadado. En seguida, tuvo el acto reflejo de ir a darle un beso pero se detuvo a tiempo, Castle se había parado a hablar con los chicos. Estaban poniéndose al día y no quería meterse en medio así que siguió haciendo cosas en su mesa. Al rato, apareció a su lado.

Hola Kate, al final has conseguido que subiera… - le sonrió. Kate, a pesar de haberlo visto el día anterior, tuvo la impresión de que era la primera vez que lo veía en semanas y todo era por el lugar… - ¿Qué tal llevas la ausencia de cafés matutinos bien preparados?

Bueno, me toca preparármelo a mí aunque no es lo mismo que te lo traigan hecho. – le sonrió mientras se levantaba y agarró su chaqueta. – Vamonos antes de que me retengan con algo más.

Avanzaron hacia el ascensor y, de repente, se oyó la voz de Gates detrás de ellos. Ambos se detuvieron y se giraron, Kate la miró con la esperanza de no tener que anular la comida, Gates se acercó.

¿Qué tal escritor? ¿Echaba de menos esto? – Castle no sabía si contestar o callarse ante una posible pregunta retórica. – La detective Beckett no me avisó que venía. Le veo mal, ¿así no pensará volver, no?

Todavía no sabía si iba a volver ¿Es que me quiere aquí? – le sonrió, haciéndole un gesto con la ceja. Kate al ver que aquello iba por él, no pudo evitar sonreír. - Ya sabe que siempre puedo hacer uso de mi inigualable ingenio y mis dotes especiales. Todavía estoy esperando que me diga si, cuando me recupere, podré volver al equipo…

Ryan y Esposito, al oír aquellas palabras, giraron la cabeza bruscamente hacia Gates. Estaban expectantes de la reacción de ella. Kate no dejaba de mirar sus gestos y a pesar de aquella situación algo incómoda, no pudo evitar sonreír.

Bueno, todo es posible Castle. Primero, encárguese de recuperarse y librarse de esa muleta, así evitará que podamos confundirle con el Dr. House y luego ya veremos. – ante la sorpresa de todos, Gates le sonrió, le dio una palmada en el hombro derecho y luego se dirigió hacia la puerta, despidiéndose con un gesto. – Mejórate... Por cierto, buen trabajo.

La última frase que dijo, antes de cerrar la puerta, pilló por sorpresa a todos los que estaban allí, incluido él mismo. Castle hizo un gesto con los dedos, sonriendo, indicando que ya quedaba menos para conseguir lo de su apuesta. Se dirigieron hacia el ascensor y, en el camino, Castle le susurró con cuidado.

Hasta tu jefa se alegra de verme por la comisaria... - se colocaron enfrente del ascensor pero ninguno lo llamó, no dejaban de mirarse – ¿Has pensado en lo que te dije?

Sí, sé que no es decisión mía... Es tuya, así que si quieres volver puedes, pero mejor cuando te recuperes – le sonrió, sin acercarse demasiado y llamó al ascensor.

Es decisión de los dos – le devolvió la sonrisa – pero ya que por ahora cada uno opinamos una cosa, podíamos dejarlo para más adelante... Lo mismo uno de los dos cambia de parecer.

De acuerdo, me parece bien – su mirada se estaba clavando en la de él, intentaba evitar hundirse en sus labios - Pero nada de sustos, que aquí sigues siendo mi responsabilidad y puedo tomar medidas si me desobedeces.

¿Qué me vas a hacer si lo hago? - entraron en el ascensor y se cerró la puerta, Castle se acercó a escasos centímetros de su boca y le agarró la cintura, sonriendo – Cada vez que desaparezca puedes ponerme un castigo...

Hablaba en serio – Kate, en ese momento, estaba seria. Castle le dio un dulce beso en sus labios y luego sonrió, acariciando su mejilla.

Tenéis un papel firmado por mí en el que asumo toda la responsabilidad y además no puedo denunciaros, así que no tienes peligro – no dejaba de reír y ella sentía su cuerpo moviéndose junto al de ella, al compás de su risa, así que no pudo evitar sonreír.

¿Sabes? Ya no me gusta tanto ese papel – se acercó a sus labios dejándose llevar por los de él y se fundieron en un beso. Al separar sus labios, volvieron a clavar sus miradas – Pero me vas a compensar por esto.

Me asegurare de ello – una sonrisa pícara se dibujo en su rostro. Cuando se acercó, el móvil de Kate comenzó a sonar y Castle se separó, dejándole espacio para cogerlo. Se había producido un segundo asesinato y tenía que acudir de inmediato. Al colgar vio que Castle miraba hacia el suelo distraído y al girarse notó que tenía algo de preocupación, imaginó por qué era. Llamó a los chicos avisando de la escena del crimen y luego le dijo a Castle que no podía ir a comer con él, pero que le llevaría a casa, de camino al lugar de los hechos.

Castle, tu hija se va el fin de semana ¿no? - él se giró y la miró con tristeza, dándose cuenta que había dado en el clavo. - ¿Qué tal lo llevas?

Bueno… Más o menos bien. Se hace difícil. - Castle mostraba preocupación en su rostro – Creía que aún quedaba tiempo para disfrutar de ella, pero esto último ha sido tan repentino...
Y yo...

¿Qué? - se acercó y le acarició la mejilla - ¿Qué ocurre?

Alexis tiene 17 años y se va con su novio a un colegio mayor – Kate intentaba averiguar por donde iban los tiros - Nunca hemos hablado de… bueno, ya sabes… Y no sé cómo dirigirme a ella.

¡¿Hablas en serio?! ¿Sobre sexo? - soltó una carcajada y, al intentar imaginarse a su padre hablando de ese tema con ella a esa edad, aún se rio más. – Tranquilo, ya no hace falta que tengas esa charla.

¿Por qué no? ¡¿Tú crees que lo ha hecho ya?! No puede ser, Alexis no... No creo... Ella es de las que esperaría, ¿no? – Castle tenía la cara descompuesta y no dejaba de farfullar por su boca. Kate no podía parar de reír, al verlo con esa congoja y él arrugó más su expresión. – A mí no me hace gracia…

Castle, Alexis ya tiene 17 años, es una adolescente... No sé si lo habrá hecho ya o no, pero sabe lo que es un preservativo y estoy segura de que ya tiene claro lo que conlleva el sexo – no paraba de reír mientras lo miraba – Me encanta lo tierno que te pones cuando se te ve tan preocupado por ella…

Necesito que me hagas un favor – miró que el ascensor estaba llegando al bajo y le dio al botón de parado, luego se acercó a ella mirándole a los ojos dulcemente – Tienes que hablar con ella…

¿Cómo? – Kate arqueó las cejas, perpleja y después de un silencio reaccionó - ¿Quieres que hable con ella de sexo? No, yo no puedo... Eso tiene que hacerlo su madre o tú… pero no yo.

Ya, pero su madre no le habla de esas cosas, es más, casi no habla con ella. Y yo lo he intentado pero no he podido – le cogió de las manos, se acercó más a ella y le puso un gesto triste, intentando que le diese pena – Sólo te pido que quedes con ella para ir de compras y, mientras charláis, averigües si ya lo ha hecho…

Rick… No me puedes pedir eso. – Castle la estaba mirando profundamente a sus ojos mientras le acariciaba el pelo, sabía que eso le gustaba – No soy quien para ir indagando lo que hace o deja de hacer y encima luego decirte lo que me haya dicho…

¿Por qué no? Se te da bien, eres detective – le sonrió pícaramente. Kate se separó de él y le volvió a dar al botón de encendido antes de que alguien se percatase del parón del ascensor – A mí me sonsacas cosas… Averígualo como amiga. Y no hace falta que me lo digas, sólo que le digas que tú no tuviste sexo hasta los 22 o así, ya que querías asegurarte que era el chico de tu vida, que buscabas que fuese especial y esas cosas…

¡¿A los 22?! – soltó una carcajada inmensa al caer en la cuenta que, en realidad, él ni siquiera sabía a qué edad había perdido la virginidad. Salieron del ascensor dirigiéndose al coche y lo miró, sonriendo maliciosamente - ¿El chico de tu vida? Eso no lo sabes en ese momento. Además… ¿acaso tú esperaste a la chica de tu vida para hacerlo?

Bueno, nos estamos desviando de lo importante… Es mi hija, es muy diferente... ¿Podrías intentarlo al menos?, por favor – al ver como se lo estaba pidiendo, Kate no pudo decirle que no.

Está bien, veré que consigo pero no te aseguro nada, que ahora, más que como una amiga, me ve como tu novia y eso no cuenta a mi favor... – se metieron en el coche y arrancó. En ese momento, de la emoción, Castle se lanzó hacia ella agarrándole de las mejillas y dándole un beso en la boca.

¡Gracias! – Kate se apartó bruscamente de él y se puso a mirar a su alrededor. - ¡Gracias!

¡¿Pero qué haces?! ¡Estamos en el garaje de la comisaria! ¡Vas a conseguir que nos vean! – Kate estaba alterada y vio que Castle la miró asustado, no se había dado cuenta de que le había gritado.

Perdona, ha sido un acto reflejo… - Kate se dirigió a la salida y él dejó de mirarle – Esto es estresante. El hecho de escondernos de toda la comisaria, llena de policías, me hace sentir como si estuviese cometiendo un delito…


Ten cuidado con lo que dices Castle, recuerda que soy policía y si estás cometiendo algún “delito” te puedo arrestar... Kate salía en ese momento del garaje de la comisaria

Ummm, yo encantado... No sigas por ahí que no respondo – Castle la miró con lascivia. Kate giró el coche y lo detuvo en un callejón solitario, poniendo el freno de mano. Castle se sorprendió - ¿Qué haces?

Voy a arrestarte – Kate se incorporó y se dirigió al asiento del copiloto, sentándose encima de él, le agarró las manos y le susurró – Ahora voy a buscar tu arma... Espero que no pongas resistencia...

Kate... - Castle respiró intensamente al notar que las manos de ella estaban desabrochando su pantalón. De repente paró al ver el movimiento de las manos de él buscando sus pechos y se las agarró de nuevo. - Kate...

No te muevas, estás arrestado. No voy a dejar que te escapes... - sonrió mientras sacaba sus esposas y las pasó por el agarramanos del coche, esposándole ambas manos a éste. Castle ya no se podía mover y eso lo excitaba más. Ella se agachó bajándole un poco los pantalones y los boxers para tener el camino libre. Miró intensamente a Castle unos instantes y le sonrió – Ahora pórtese bien, que tengo que comprobar que su arma no esté cargada y no haya sido usada recientemente...

Kate, me.. me encantaaa.... - la voz de Castle susurraba entre jadeos, estaba muy excitado. Kate saboreaba por primera vez su miembro - ¿Cómo... cómo.. has adivinado... mi fantassíaaa? ¡Kateee!

¿Tu fantasía? - se detuvo un instante, mirándole con lujuria, mientras sonreía. Su lengua bordeaba ligeramente la punta de su miembro - ¿Así que has tenido alguna fantasía con alguien arrestándote?.. Espero que haya sido conmigo, ¿no?

Sí, ¡Kate, sí! ¡Fue contigo! ¡Sigue! - Castle estaba desesperado, intentaba soltarse de las esposas pero no podía por más que tiraba, eso todavía lo descontrolaba más. Su excitación estaba al límite, Kate continuó con lo que llevaba tiempo deseando hacer. A ella le excitaba oír esa necesidad en él, necesidad de ella y de su placer. Le encantaba sentir que llevaba las riendas sobre él y le provocaba que aún gritase más. - ¡Sí! ¡Kate! ¡No pares!

Kate continuó con la que ahora era también parte de su fantasía, aumentando su ritmo y notando como Castle intentaba con más ahínco arrancar el pasamanos del coche mientras jadeaba continuamente, pero sabía que este era su momento y tenía que ser inolvidable para él. De repente, haciendo fuerza contra el pasamanos se golpeó el lateral de su cintura y pegó un grito intenso. Ella paró y se dio cuenta que había pensado en evitar que se hiciese daño en la pierna pero se había olvidado por completo de su herida del torso. Castle, de la misma fuerza que ejerció para intentar romper el pasamanos, había golpeado fuertemente la herida con su codo.

¿Estás bien? - fue a incorporarse para ver la herida pero él hizo un gesto que la detuvo, mirándola con deseo y desesperación.

¡No pares! ¡Estoy bien! - aquel dolor intenso no superaba el placer que tenía en todo su cuerpo, él sabía que aquello no podía detenerse, precisamente en ese momento... - Kate... ¡No pares por favor!

Kate siguió saboreándolo intensamente, succionando cada vez más y notando como todo su cuerpo vibraba de placer. Aquello la estaba volviendo loca, sabía que en aquel momento podía soltarle y así poder sentirlo dentro de ella, pero quería llevarlo al extremo antes. Estaba a punto de llegar al clímax, sentía que estaba llegando, los gritos de Castle cada vez eran más intensos y sonoros, ella se ayudaba con la mano mientras succionaba más rápidamente, deseando poder probar todo sus fluidos. De repente, Castle llegó al clímax y un grito intenso retumbó en todo el coche, rompiendo esta vez el pasamanos que lo sujetaba, ella por fin saboreó todo su ser, gozando de su deseo de llevarlo al límite como ella quería... Él, atado aún a las esposas pero con las manos libres , le agarró el pelo para llevarla junto a su boca, fundiéndose en un intenso y apasionado beso, mientras la respiración acelerada de él la excitaba más. Ella se desabrochó el pantalón y él la agarró de las nalgas para colocarla encima, pero, en ese preciso instante, el teléfono de Kate sonó y a su vez comenzó a oírse el ruido de una sirena. Ella se giró y se sobresaltó, miró la pantalla del móvil y vio que era su jefa... Kate lo miró y Castle supo, enseguida, que el juego había terminado... A pesar de la interrupción, ambos se fueron de allí sonriendo. Castle no se imaginaba que una de sus fantasías con ella se hubiese cumplido tan pronto. Kate había disfrutado en aquel coche más de lo que pudo imaginar y sabía que nunca olvidaría “aquel arresto”...


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Espero que os haya gustado...

Y como habréis visto también ha tenido un "puntito" salvaje (si es que Kate tiene buenos puntazos ) aunque se me olvidó decirlo antes (Al final esta mujer no le deja "pierna" sana ni cuerpo tampoco )

Ya se estaba extrañando esta historia!
Por lo menos ya están mejor entre ellos... Lástima que Gates les arruinó el momento jajaja

impecable como siempre! Dios ya kate dio rienda suelta a su bajas pasiones Jajajajaja estará cayendo Gates en los juegos de Castle?
Muy bueno Isa!

Increible capitulo!!!! Woww, Kate...wowwww
Creo que lo dejara seguir trabajando con ella...jajajaj
Yo tambien extrañaba tu fic!!!
GRACIASSSS

ke pasadaaaa jaajjajaaj joder con kate....

ke fuerte

sigue pronto

Ya empezaba a extrañar tu historia Isa.
Al final IronGates esta cogiendo cariño a Castle y Kate seguro que dejara que él vuelva a comisaria.
Por cierto menudo arresto,yo quiero que me arresten asi
Muy bueno mami,sigue asi

¡Cómo echaba de menos el fic Isa!

Caray para las fantasías de Castle, y Kate... no es tan santa como lo pinta

¡Me gusta muchoooooo!

Espero que no dures mucho para postear el otro ee?

Wooow!
Esta es la primera vez que me ves comentar por aquí, ya que me lo acabo de leer todo de un tirón! Me acabo de pasar toda la tarde estudiándome este fic, que me está pareciendo alucinante, no solo por tu sutileza al escribir, sinó también por el arte con que haces desarrollar las escenas. Ya era fan de algunos otros foreros, por sus incríbles fics, pero desde luego, me faltabas tu! Así que solo puedo decirte...¡¡SOY TU FAN!! GRÁCIAS POR ESTE FIC

Es la primera vez que comento pero es que me lo he leido todo de un tiron!!!
Es genial!

Soy tu FAN
Espero impaciente el próximo capi!!!

oleeeeeeeee me encanta tu capitulo impresionante
muchas gracias por escribir genial

Muy pero que muy bueno!!! Me he quedado con la boca abierta

Me encanto Isa vaya que arresto siguee pronto

partyCastle escribió:Wooow!
Esta es la primera vez que me ves comentar por aquí, ya que me lo acabo de leer todo de un tirón! Me acabo de pasar toda la tarde estudiándome este fic, que me está pareciendo alucinante, no solo por tu sutileza al escribir, sinó también por el arte con que haces desarrollar las escenas.

carly becket escribió:Es la primera vez que comento pero es que me lo he leido todo de un tiron!!!
Es genial!

Gracias a las dos, party y carly. Encantada de veros por mi humilde rinconcito, espero seguirles divirtiendo con el fic

Muchas gracias a todos los que me comentan! Bueno ya llego con otro capi, me he reído mucho escribiendo éste así que espero q vosotros también os divirtáis con él. Tiene muchos puntazos cómicos, ya me diréis si os gusta

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Capítulo 19: La sorpresa

Había pasado otra semana y Castle ya había empezado a caminar sin muletas y la herida del torso ya le molestaba poco. En cambio la del muslo, al haber dañado el cuadriceps femoral, era más lenta en su recuperación y muy dolorosa, ya que el músculo dañado era el que ayudaba a la rodilla en su movimiento. Kate iba todas las tardes a recogerlo para llevarlo a rehabilitación, era una costumbre que había tomado desde que empezó con ella la semana anterior. Algunos días ella dejaba un rato la comisaría para llevarlo simplemente y luego si podía acudía más tarde a recogerlo pero no se quedaba, otros días, en cambio, se quedaba con él durante aquellas 2 horas de rehabilitación. Ese día fue uno de estos últimos... Se habían sentado en la sala de espera esperando que les llamasen para entrar.

¿No te vas? - a Castle le encantaba que se quedase pero sabía que últimamente tenía más horas de trabajo.

Hoy no, he estado resolviendo cosas y esta tarde era de papeleo pero he dejado a Ryan a cargo a cambio de una tarde libre – lo miró dulcemente y le sonrió, luego apoyó su cabeza en el hombro de él.

¿Esto no creará problemas con Gates, no? Con lo que me está costando que me tome en serio, no me gustaría que me vuelva a pillar manía por esto... - comenzó a acariciarle el pelo, revolviendo ligeramente sus mechones.

No sabe que estoy aquí contigo, le he dicho que tenía un asunto importante que resolver y no ha tenido problema en que saliese un poco antes – metió los dedos por el hueco de su camisa y comenzó a acariciarle alrededor de su ombligo, provocando que él sonriese al notar unas ligeras cosquillas en la zona – De todas maneras, seguro que otro día se lo cobra y, además, no quiero dejarte a solas con esa fisioterapeuta nueva que, el otro día, con la excusa de masajearte el muslo, su mano se le fue más de una vez y no precisamente al músculo dañado... Qué ya vi las ganas que tenía de llegar a tu otro “músculo”, menos mal que le dije que no subiera más que si no...

¿En serio? - Castle soltó una fuerte carcajada. Ella se incorporó y lo miró fijamente - ¿Estás celosa? ¡Pero si Maddie sólo estaba haciendo su trabajo!

¿Maddie? - ella lo miró intrigada y con una expresión que reflejaba que estaba ligeramente molesta. Castle no dejaba de reír, verla en aquella situación le resultaba divertido. - La última vez que vine era la Señorita Jackson, ¡¿desde cuándo se ha convertido en Maddie?!

Es que se llama Maddison y, el otro día, mientras me rehabilitaba el músculo estábamos hablando de mis novelas, ya que resulta que ha leído casi todas y, antes de irme, me dijo que podía llamarla Maddie... - Castle seguía sonriendo pero, al ver la última expresión en la cara de Kate, ya sólo lo hacía ligeramente. - Kate, sólo intenta ser amable.

Pues que no se pase de “amable” que ya he visto que tú te dejas. Ya podías haberle dicho algo la otra vez, cuando casi le da un masaje extra al “Gran Rick” - era la primera vez que veía a Kate de esa manera y le pareció encantador, pero también le resultaba divertido así que no pudo evitar volver a reírse. - No sé que te hace tanta gracia...

Tú... Me resulta divertido ver la manera en que proteges “tu territorio” - soltó otra carcajada al decir esas últimas palabras – No sabía que un simple masaje te fuese a poner así de celosa...

¿Celosa? No son celos, simplemente no quiero que esa mujer toque ciertas partes de tu cuerpo que no debería tocar... Esta claro que esa mujer no te estaba dando un “simple masaje” - su tono era sarcástico. Castle paró de reír ya que la notó molesta. – Venga ya Rick, ¿me vas a decir que no reconoces cuando una mujer está yendo a por ti, con todo el historial que tienes con ellas? ¿O es que acaso si lo viste pero esperabas que te metiese mano?

Kate no creo que sea para tanto... A mi modo de ver, hizo lo mismo que Tim, el otro fisioterapeuta – Kate soltó una carcajada al oír las palabras de Castle, ya que tenía claro que Timothy no le tocaba de la misma manera... - Además, si se hubiese pasado tocando, ¿no crees que hubiera sido el primero en darme cuenta?

Es que lo mismo no te interesa darte cuenta... Me sorprende que no hayas visto que iba descaradamente a por ti y, encima, ¡delante de tu novia! - lo miró fijamente, con una expresión seria. - Bueno, si no quieres que saque mi genio mejor será que pidas el cambio a Timothy de nuevo.

Kate, no puedo hacer eso. Me van a preguntar el motivo y, en realidad, la única razón para cambiar es que a mi novia le ha dado un ataque de celos y no creo que eso sea uno razonable... - le cogió de la mano y le acarició la mejilla – Además, deberías saber de sobra que la única persona que deseo que me toque por ahí, eres tú...

A veces me indigna lo encantador que puedes llegar a ser... - a Kate le habían encantado las palabras de él y le dedicó una sonrisa mientras lo miraba – Pero sé, con certeza, que cuando te tocan “cierta zona” te vuelves loco así que no voy a arriesgarme a que lo haga otra vez. O cambias la hora con Timothy o los “arrestos” de la detective Beckett no se volverán a repetir...

Está bien, le diré a Timothy que quiero cambiar la hora con él – Castle sabía que había sido totalmente derrotado, no quería arriesgarse a tener una posible huelga. - Sólo espero que no piense que estoy deseando que me toque él... – comenzó a reírse con fuerza mientras miraba a Kate.

Mientras, en la comisaría, Ryan había terminado con todo el papeleo y aquella noche Esposito se iba a ir a su casa, así que le dio un toque a su compañero y le sugirió que llamasen a Castle, ya que últimamente estaba muy raro y así tomarían unas cervezas juntos en su casa, una reunión de chicos. Llamaron a Castle repetidamente pero éste no contestó así que le dejaron un mensaje, luego pasaron por la tienda de la esquina de casa de Esposito, compraron cervezas, una película policíaca y subieron a su casa.

Últimamente está demasiado raro, ya lo viste el otro día. Desde que le ocurrió lo del apuñalamiento no parece el mismo, yo creo que no tiene ganas de volver – Ryan chocó la botella con la de Esposito, celebrando ya el cuarto brindis. Estaba preocupado por Castle.

Ya, bro, está raro y puede que, en parte, sea lo de Parker, pero hay algo más y creo que sé lo que es – Ryan lo miró extrañado y se incorporó para escuchar mejor a su amigo – Verás, él otro día al ir a la morgue oí como Laanie y Beckett hablaban de su nuevo novio.

¿Su nuevo novio? - Ryan no daba crédito a lo que oía – ¿Seguro que no te confundiste? Creo que la jefa anda un poquito harta de los hombres, me extraña que haya empezado una relación después de lo último...

Estoy seguro de lo que oí, es más, Lanie dijo que no iba a decir una palabra y Beckett cambió rápidamente de tema y se le veía algo incómoda. - le dio un codazo en el brazo a Ryan. - Aunque no quiso decir quien había caído esta vez, pero creo que Castle se ha enterado y no creo que quiera pasar otra vez por el mal trago de verla con otro novio por eso no querrá volver al equipo, que ya sabemos que anda bastante pillado, bro.

Ya... ¿Y que podemos hacer nosotros? - Ryan fue a pillar dos cervezas más para ambos - Deberíamos animarle, lo mismo logramos algo. ¿Y si vamos a su casa y lo obligamos a salir?

Tengo una idea que le va a encantar... Tengo una amiga streaper que tiene un don especial para animar a un hombre y me debe un favor – Ryan sonrió, al imaginarse lo que tenía en mente Esposito – La llamaré y le prepararemos una sorpresa que no olvidará.

Va a agradecer que seamos sus amigos – Ryan comenzó a reír sonoramente y Esposito le acompañó en su risa, al imaginarse la situación que se presentaría. Terminaron sus cervezas y se dispusieron a preparar la sorpresa para su amigo el escritor.

Al salir de rehabilitación, Kate lo acompañó a casa. Al entrar por la puerta vieron a Martha haciendo la cena y a Alexis ayudándola. Cuando vieron entrar a la pareja le preguntaron si iba a quedarse a cenar, Kate rehusó, diciendo que tenía que pasar por su casa aún, ducharse y terminar unas cosas. Alexis se acercó y le cogió el brazo.

Venga Kate, quédate, que mañana me voy a Stanford y es posible que no nos veamos en un tiempo. - sonrió e intentó llevarla hacia el salón – Además, aún tengo que advertirte de algunas cosas sobre mi padre y ducharte puedes hacerlo aquí.

Y tanto, yo también necesito una ducha que me vendrá bien el hidromasaje – le sonrió pícaramente y le guiñó el ojo, proponiéndole un baño conjunto – y a ti también.

Papá, esas cosas mejor te las guardas, que a veces eres demasiado transparente con tu doble sentido y no quiero que ciertas escenas pasen por mi cabeza por culpa de tus comentarios – Castle se rió, Kate se sonrojó y Alexis se la llevó al sofá para que se sentase junto a ella.

Cuando Kate se quedó a solas con Alexis, comenzaron a hablar del día que habían pasado juntas de compras en el centro comercial y de lo que habían comprado al final. Alexis le estuvo comentando que él nuevo vestido le iba a encantar a Ashley y luego le susurró a Kate que ya le avisaría de como reaccionaría su padre cuando se pusiese el vestido que Alexis había elegido para Kate. Un vestido rojo, corto, con escote de pico y con la espalda al aire que al final consiguió convencerla de que se lo comprase. Aquel día en el centro comercial, a pesar de tocar ciertos temas delicados con Alexis, como los novios, el sexo y los anticonceptivos, Kate había logrado acercarse más a la hija de Castle.

Después de cenar estuvieron un rato en el sofá acomodados, ella tumbada con la cabeza en el pecho de él y éste sentado acariciando su pelo mientras charlaban de la marcha de su hija. Cuando finalmente, Martha y Alexis se fueron a acostar, Castle le sugirió lo mismo a ella y, acordándose de lo sucedido aquella tarde, él le preguntó si quería darle un masaje al tullido en esa zona que tanto temía que tocase la fisioterapeuta y Kate asintió sonriendo, así que se dirigieron a la cama. Ambos estaban deseosos de volver a estar uno dentro del otro así que comenzaron a besarse con urgencia, ella rápidamente se quedó en ropa interior y, acto seguido, lo tumbó boca arriba para desnudarle a su antojo, le dejó los boxers sin quitar y examinó detenidamente su cuerpo, con cicatrices incluidas. Le encantaba lo que veía así que le sonrió pícaramente y comenzó a besarle el cuello, luego su lengua fue recorriendo lentamente el camino hasta sus pechos. Castle notaba sus ganas de jugar y eso le estaba excitando, acelerando su ritmo. De repente, se oyó el timbre de la puerta y Kate se detuvo un instante. Le preguntó si esperaba a alguien y él dijo que no, así que siguió su camino. Se puso a mordisquear ligeramente sus pezones y Castle gimió de placer. De repente, un golpe de nudillos en la puerta del dormitorio les sacó de su juego.

Bro! ¡¿Estás despierto?! ¡Vengo con Ryan, traemos una sorpresa! - otra vez golpearon la puerta. Al oír la voz de Esposito, a Kate le dio un vuelco el corazón. Rápidamente de un salto salió de la cama, miró extrañada a Castle haciéndole un gesto interrogatorio, Castle se encogió de hombros sin saber lo que ocurría y luego se metió corriendo en el baño. - ¡Bro, venga, despierta!

¡Esperad, por favor! - se puso a recoger rápidamente la ropa de Kate que había en el suelo y la metió en el armario. No sabía como habían llegado hasta allí pero se imaginó que su madre les habría abierto. Echó otro vistazo para comprobar que no hubiese quedado nada a la vista y se puso una bata de seda antes de dirigirse a abrirles la puerta- ¡Ya salgo!

¡Sorpresa! ¡Aquí tienes a Linda!- allí estaban Ryan y Esposito con una morena latina impresionante que sólo llevaba encima un tanga en el que ponía “Castle” en la parte delantera y un sujetador que tenía grabado “Rich” en la parte derecha y “ard” en la parte izquierda, en una mano tenía un bote de nata y en la otra una botella de champagne, mientras los dos amigos cantaban “Porque es un muchacho excelente” como música de fondo.

Castle se quedó sin reaccionar, mirando a aquella mujer con la boca abierta. Antes de que pudiese decir nada, la mujer puso música en el radiocassette que llevaba Ryan, se quitó los tacones y se puso a moverse sensualmente alrededor de Castle. Kate al oír la música no pudo evitar abrir un poco la puerta del baño, con sumo cuidado, intrigada por lo que habrían venido a hacer sus chicos allí. Lo que vio a continuación la dejó perpleja. La morena dejó de moverse junto a él, le dio un beso en la mejilla a Ryan y otro a Esposito, luego le dio un beso en los labios a Castle y se subió a la cama de pie para comenzar a bailar. Los chicos no dejaban de reír mientras veían que Castle seguía anonadado, Kate tenía ganas de salir a parar todo aquello pero se dio cuenta que estaba en ropa interior. Los chicos le dieron unos golpecitos a su amigo en cada brazo y se fueron hacia la puerta de la habitación.

¿Qué hacéis? ¿A dónde vais? - Castle miró extrañado a sus amigos - ¿Qué es todo esto?

Bro, esto es un regalo para que lo disfrutes, porque te echamos de menos y queremos que vuelvas – Esposito no dejaba de sonreír – Y ahora toca el baile privado, así que ya es hora de que nos marchemos.

Eso, ya nos contarás – Ryan le guiñó el ojo y se dirigió a la puerta.

La morena agarró los hombros de él y se montó a caballito, mordiéndole la oreja, mientras con las piernas le desataba la correa de la bata y acariciaba con sus pies el recorrido que iba desde el ombligo hasta sus boxers.

“Me han dicho que eres un famoso escritor juguetón... Quiero conocer las partes de tu cuerpo más juguetonas...” - susurró sensualmente en su oído. Castle exhaló un pequeño gemido ahogado al recibir el mordisco y sintió una oleada de calor que le recorrió el cuerpo hasta concentrarse por debajo del ombligo. Se había excitado ligeramente. La chica le puso un poco de nata en el cuello y comenzó a lamerlo, su entrepierna aumentó ligeramente y el calor se volvió a concentrar allí. Encogió un poco el cuello hacia el lado dónde ella tenía su lengua y se le escapó una pequeña risita, Kate se estaba encendiendo por momentos. Aquella latina había tocado una de sus zonas erógenas, la parte interna del cuello.


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Vaya cliff!! Tachan tachan... ¿Qué pasara?
¿Saldrá Kate con su arma en ropa interior o pegará un grito? ¿Golpeará la puerta? ¿Matará a los chicos? ¿Y a Castle? ¿Acaso dejará a la mujer sin ojos? Todo esto y mucho más lo descubriremos en el próximo episodio!

WOWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWWW
JODER QUE NO PUEDES DEJAR ESTO ASI..CONTINUA A LA DE YA!

Que Castle reaccione rápido y la saque de encima antes que Kate lo mate...
Muy buen capíutlo!!!