Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
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Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Lastral......
Muchísimas Gracias por continuar!!!
Sabes que haces un trabajo maravilloso
PD: Me alegro muchísimo porque te haya ido muy bien en las vacaciones
Muchísimas Gracias por continuar!!!
Sabes que haces un trabajo maravilloso
PD: Me alegro muchísimo porque te haya ido muy bien en las vacaciones
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Yo también te agradezco mucho que continúes con la traducción!!! Tambiñen me alegra que te lo pasaras bien en tus vacaciones, jeje...
NathanFan2011- As del póker
- Mensajes : 357
Fecha de inscripción : 11/09/2011
Localización : Soy de Barcelona, Cataluña y en los foros suelo utilizar el nombre de Dana aunque me llamo Maria Victòria.
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Hola chicos. La continuacion ya esta acabada. Muchas gracias por los comentarios sobre la traduccioin y el regreso de mis vacaciones
Como siempre muchas gracias por seguir esta historia donde ya vamos viendo una pequeña luz al final del tunel
Disfrutrad y comentad
CAPITULO CATORCE-SEGUNDA PARTE
Rook pidió un pollo Scarpariello y una ensalada del Gigino’s para compartir entre ellos, y todavía seguían llevando sus albornoces, ellos comieron una cena tardía en la encimera de él mientras Nikki le informaba de la nueva información de Lauren Parry.
“Eso alivia, ¿verdad?” Él apuntó con el dedo. “Steljess fue pillado por una cámara de vigilancia en el sótano de la esclavitud. Steljess era un ex-policía, Steljess habría tenido esposas y una funda, seguro que tenía un arma, Steljess es nuestro asesino.”
Nikki pinchó un trozo de tomate de su ensalada con el cuchillo. “Eso es bastante definitivo. Entonces dime porque lo hizo. Y ¿Por qué todos los tiradores me persiguen en Central Park? Y ¿De que va todo esto?”
“No tengo nada.”
Ella puso el tomate en la boca y le dio una sonrisa maliciosa. “No estoy diciendo que estés equivocado…”
“Cuando me dices cosas como esa, lo llamo un Kardashian ¿Sabes porqué? Porque busco el pero.”
“Sin embargo…,” ella dijo, “esto todavía es circunstancial. Si Roach sale con una coincidencia entre la uña y el estuche de las esposas, al menos será una sólida conexión. Incluso aunque eso no es una prueba. Necesito hechos.”
Rook sirvió otro trozo de pollo en el plato de ella. “¿Quién quiera que dijo que los hechos son cosas emocionantes? Estaba equivocado. No puedo recordar si alguna vez me he emocionado por un hecho. Ahora, intuición y suposición… eso es como llenar el castillo hinchable con el gas de la risa.”
“Como ya sabes, yo estoy profundamente de acuerdo en que Steljess es nuestro primer sospechoso.” La cara de ella se nubló. “Esta muy mal que tuviese que ser quitado de en medio. Estaba esperando hacerle sudar. En mi corazón, creo que él mató a Montrose.”
Ahora era el turno de Rook de mirar dudoso. “No es como si dijese que estuvieses equivocada… pero ¿Por qué?”
Heat sonrió. “Ahora estás pensando como un policía.”
Heat se despertó en una cama vacía. La detective que fue, ella sintió que el lado y las sábanas de Rook estaban frías. Le encontró en el ordenador de la oficina de él. “Me estás avergonzando, Rook. Está es la tercera mañana que te has levantado antes que yo.”
“Mientras que estaba tumbado viendo los dígitos cambiar en mi mesita de noche, desconcertado y algo más que un poco frustrado por este caso. Me levante y tome una página de tu libro, Nikki Heat. Fui a mirar en la Pizarra del Asesinato.”
“Y ¿Qué aprendiste?”
“Que Manhattan es muy ruidoso, incluso a las cuatro de la mañana. Lo digo en serio. ¿Qué son todas las sirenas y bocinas?” Ella se sentó en la cómoda silla en frente de él, esperando, sabiendo que él estaba aumentando gradualmente algo. Tenía la mirada de un tio sosteniendo naipes. Eso era por lo que ella siempre le ganaba al póker.
“Por lo que espere para que uno de los temas de la pizarra me saltara o conectará con otro. No ocurrió. A si que fui por otro camino. Me pregunte a mi mismo. ‘¿Qué no tenemos?’ Quiero decir a parte de la conclusión. Y después esto vino a mí. Probablemente sería por lo que no pude dormir en primer lugar –porque eso era un área delicada anoche.”
“El Cap. Montrose,” ella dijo.
“Exacto. Dijiste que él siempre te estaba diciendo que buscases el calcetín desparejado. Nikki, él era un calcetín desparejado. Piensa sobre ello. Nada de lo que él hizo era como el hombre que conocías… Como el hombre que todos conocían.” Ella se movió en su asiento, pero no era por malestar sobre el tema, era porque la energía se estaba moviendo a través de ella. No sabía hacía donde Rook estaba yendo, pero su sentido de la experiencia le decía que él estaba preguntado la cuestión correcta. “Por lo que con esa mente, intente comprender en lo que estaba. Difícil de saber. Y ¿Por qué?”
“Porque él se había vuelto muy cerrado, muy reservado.”
“Precisamente. Un calcetín desparejado de comportamiento. Él había perdido a su esposa, por lo que no estaba hablando con ella tampoco. Pero los tios, no importa como de estoicos aparentemos –a no ser que seamos unos solitarios de humor cambiante o la Guardia Real del Buckingham Palace- tenemos que hablar con alguien.”
“¿El Padre Graf?”
“Quizás. No había pensado en él. Estaba pensando más como en alguien con un vínculo personal existente. Un confidente de toda la vida. El amigo de hipoteca.”
“¿Explícate?”
“El único camarada al que siempre puedes llamar, no importa la hora de la noche que sea y no importa en lo que te hayas metido, quien haya hipotecado su casa para salvarte la retaguardia, sin hacer preguntas.”
Él vio su destello de comprensión. “Dime, ¿Quién era su policía más cercano?”
Ella no lo dudo. “Su compañero.” Nikki estaba a punto de decir su nombre, pero él se adelantó.
“Eddie Hawthorne.”
“¿Cómo puedes saber sobre Eddie?”
“El amigo de un escritor. Una pequeña cosa llamada motor de búsqueda de Internet. Consigues múltiples accesos a las menciones de honor para estos dos, tanto para oficiales como para detectives. Creía que si ellos encontraron una manera de permanecer juntos cuando consiguieron sus placas, ellos serían cercanos.”
“Eddie se jubiló y se mudó, sin embargo.” Un recuerdo lejano la trajo una sonrisa. “Yo estuve en su fiesta de jubilación.”
“16 de Julio del 2008,” él indicó su portátil. “Amo a mi Google.” Después Rook presionó unas cuantas teclas y su impresora cobró vida.
“¿Qué es eso, los niveles de colesterol de Eddie Hawthorne?”
Él cogió dos páginas de la bandeja y ando hacia Nikki, sosteniéndola una de ellas. “Estas son nuestras tarjetas de embarque. El servicio de coches nos recogerá en LaGuardia en media hora. Nosotros comeremos con Eddie en Florida.”
Eddie Hawthorne detuvo su Mercurio Marquis tan pronto como ello salieron de la terminal en Fort Myers. Él salió y le dio a Nikki un gran abrazo, y mientras ellos se separaban y se miraban el uno al otro, los ojos de Nikki brillaban como no lo habían hecho en mucho, mucho tiempo.
Él les llevo a comer taco de pescado en un lugar a dos salidas al oeste de la Interestatal 75 y Daniels Parkway. “Es local, es bueno, y lo suficientemente cerca del aeropuerto por lo que no tienen que hacer malabarismos para el vuelo de vuelta de esta tarde,” él dijo.
Ellos comieron en una mesa en el patio a la sombra del sol por una sombrilla de Dos Equis. La primera parte de la conversación en la comida fue sobre la memoria de su amigo perdido. “Charles y yo fuimos compañeros mucho tiempo por lo que la gente no nos veía como dos personas después de un tiempo. Yo camine hacia nuestro sargento una vez –por mismo, verás- y él miro hacia mí y dijo, ‘Hola, gemelo.’” El viejo policía rió. “Esa es la manera en que era. Hawthorne y Montrose, la espina y la rosa, eso éramos nosotros, hombre. Maldición, eso éramos nosotros.”
Eddie Hawthorne parecía más interesado en hablar que en la comida, lo cual era excelente, y por lo que Heat y Rook acababan de escuchar, disfrutando del pescado fresco a la parrilla y en camiseta de manga corta, mientras él recordaba. Cuando el tema cambio a la mujer de Montrose, la risa sobre los días de gloria se desvaneció. “Muy triste. Nunca vi a dos personas tan unidas como él y Pauletta. Era una maravilla para todo el mundo, pero hombre… Esto deprimió a Charles, sé que lo hizo.”
“Quería preguntarle un poco sobre eso, quiero decir el pasado año,” dijo Nikki.
El ex-policía asintió. “No pensaba que hicieras todo el camino hasta aquí por la horchata.”
“No,” ella dijo.” “Estoy intentando darle sentido a lo que pasaba con el Cap.”
“No serás capaz. No tiene ningún sentido.”
El labio de Eddie tembló brevemente, pero después él se movió, permitiendo un poco de ánimo en su cuerpo, como si eso ayudara.
Rook preguntó, “¿Tenía mucho contacto con él desde que su mujer murió?”
“Bueno, podría decirse que hice muchos intentos. Volé para su funeral, por supuesto, nos sentábamos a hablar muchas noches después de la jornada. En verdad, quizás más sentándonos que hablando; como dije, hice intentos, pero él se convertía en piedra en eso.” Eddie dio un golpe a su corazón con dos dedos. “¿Quién no podría entender eso?”
Nikki dijo, “No es raro que un tipo de caía de una roca sobre ti dure un tiempo después de que sufrieras un trauma como ese. Pero después de un periodo de intenso duelo mucha gente sale del pozo. Y cuando ellos lo hacen, es algo asombroso, la nueva energía.”
Eddie asintió para si mismo. “Sí, ¿Cómo sabes eso?”
Nikki sintió la mano de Rook tocando la suya por debajo de la mesa brevemente.
Hawthorne continuó, “esto fue fuera de lo normal, hace como tres meses. Él llamó y habló durante un rato. Charla sobre los viejos tiempos, ese tipo de cosas. La mayor conversación que yo haya oído de él en años. Después él me dijo que estaba durmiendo mal, revolviendo pensamientos toda la noche. Le dije que se uniera a una liga de bolos, y él simplemente dijo, ‘si, claro,’ y seguimos sobre su insomnio. Él me preguntó, ‘Edward, ¿Alguna vez te preocupaste por alguno de los viejos casos?’ Y yo dije, ‘Coño, hombre, ¿Por qué piensas que me jubile?’ y tuvimos una buena risa sobre eso, pero él volvía a ello, como si le estuviese arañando una hiedra venenosa. Y consiguió ir al grano, diciendo que estaba pensando más y más sobre El Trabajo y como estaba teniendo dudas sobre su objetivo. Incluso dijo –consigue esto- preguntarse sobre como de buen policía él era. ¿Puedes creerlo? Por lo que dijo él estaba levantado por la noche mascando este caso en el que trabajamos juntos, diciendo que nunca estuvo satisfecho de que lo hiciéramos bien, y lo profundo del agujero que se cabo alrededor de él con toda la mierda de administración con la que tuvo que lidiar, cuánto más sentía el gusanillo de hacer algo. Algo para probar que él todavía era el policía que creía que era. Le dije que abriera el Scotch y viera algún canal del tiempo, algo para aclarar su mente, y él se enfadó conmigo, diciendo pensaba que yo de toda la gente entendería la importancia –la obligación, él dijo- de hacerlo bien. No sabía que más decir a eso excepto, oigamos sobre ello entonces. Charles dijo que nunca creyó que fuese un mal negocio de droga. No encajaba en la víctima y sus prioridades para estar metido en ese final con un comerciante, o en esa parte de la ciudad. Y dije lo que yo ya había dicho entonces, las drogas es un negocio peligroso; si ellas no te atrapan, los comerciantes lo harán. Y entonces yo le recordé que siempre pensé que si esto no era un acuerdo roto sería una iniciación a una banda de Latins.” Aquí estamos otra vez, pensó Nikki. La explicación general para todos los casos sin resolver. “Pero Charles, dijo que estaba reuniendo piezas que olían como a un asesinato planeado y un encubrimiento. Dijo que estaba buscando un motivo de venganza. De todas formas,” él se encogió de hombros, “¿Qué vas a hacer? Das tu mejor golpe y no miras atrás. Eso es lo que yo hice, de todas maneras. Pero él no era de los dejaban algo sin terminar.” El ánimo le dejo y su labio se estremeció otra vez. “Yo que sé, quizás eso es lo que termino con él.”
“El caso,” dijo Nikki. “¿Cuál era el caso que le preocupaba tanto?” Pero ella sabía la respuesta antes de que lo preguntara.
“El niño de Huddleston,” contestó Eddie.
Como siempre muchas gracias por seguir esta historia donde ya vamos viendo una pequeña luz al final del tunel
Disfrutrad y comentad
CAPITULO CATORCE-SEGUNDA PARTE
Rook pidió un pollo Scarpariello y una ensalada del Gigino’s para compartir entre ellos, y todavía seguían llevando sus albornoces, ellos comieron una cena tardía en la encimera de él mientras Nikki le informaba de la nueva información de Lauren Parry.
“Eso alivia, ¿verdad?” Él apuntó con el dedo. “Steljess fue pillado por una cámara de vigilancia en el sótano de la esclavitud. Steljess era un ex-policía, Steljess habría tenido esposas y una funda, seguro que tenía un arma, Steljess es nuestro asesino.”
Nikki pinchó un trozo de tomate de su ensalada con el cuchillo. “Eso es bastante definitivo. Entonces dime porque lo hizo. Y ¿Por qué todos los tiradores me persiguen en Central Park? Y ¿De que va todo esto?”
“No tengo nada.”
Ella puso el tomate en la boca y le dio una sonrisa maliciosa. “No estoy diciendo que estés equivocado…”
“Cuando me dices cosas como esa, lo llamo un Kardashian ¿Sabes porqué? Porque busco el pero.”
“Sin embargo…,” ella dijo, “esto todavía es circunstancial. Si Roach sale con una coincidencia entre la uña y el estuche de las esposas, al menos será una sólida conexión. Incluso aunque eso no es una prueba. Necesito hechos.”
Rook sirvió otro trozo de pollo en el plato de ella. “¿Quién quiera que dijo que los hechos son cosas emocionantes? Estaba equivocado. No puedo recordar si alguna vez me he emocionado por un hecho. Ahora, intuición y suposición… eso es como llenar el castillo hinchable con el gas de la risa.”
“Como ya sabes, yo estoy profundamente de acuerdo en que Steljess es nuestro primer sospechoso.” La cara de ella se nubló. “Esta muy mal que tuviese que ser quitado de en medio. Estaba esperando hacerle sudar. En mi corazón, creo que él mató a Montrose.”
Ahora era el turno de Rook de mirar dudoso. “No es como si dijese que estuvieses equivocada… pero ¿Por qué?”
Heat sonrió. “Ahora estás pensando como un policía.”
Heat se despertó en una cama vacía. La detective que fue, ella sintió que el lado y las sábanas de Rook estaban frías. Le encontró en el ordenador de la oficina de él. “Me estás avergonzando, Rook. Está es la tercera mañana que te has levantado antes que yo.”
“Mientras que estaba tumbado viendo los dígitos cambiar en mi mesita de noche, desconcertado y algo más que un poco frustrado por este caso. Me levante y tome una página de tu libro, Nikki Heat. Fui a mirar en la Pizarra del Asesinato.”
“Y ¿Qué aprendiste?”
“Que Manhattan es muy ruidoso, incluso a las cuatro de la mañana. Lo digo en serio. ¿Qué son todas las sirenas y bocinas?” Ella se sentó en la cómoda silla en frente de él, esperando, sabiendo que él estaba aumentando gradualmente algo. Tenía la mirada de un tio sosteniendo naipes. Eso era por lo que ella siempre le ganaba al póker.
“Por lo que espere para que uno de los temas de la pizarra me saltara o conectará con otro. No ocurrió. A si que fui por otro camino. Me pregunte a mi mismo. ‘¿Qué no tenemos?’ Quiero decir a parte de la conclusión. Y después esto vino a mí. Probablemente sería por lo que no pude dormir en primer lugar –porque eso era un área delicada anoche.”
“El Cap. Montrose,” ella dijo.
“Exacto. Dijiste que él siempre te estaba diciendo que buscases el calcetín desparejado. Nikki, él era un calcetín desparejado. Piensa sobre ello. Nada de lo que él hizo era como el hombre que conocías… Como el hombre que todos conocían.” Ella se movió en su asiento, pero no era por malestar sobre el tema, era porque la energía se estaba moviendo a través de ella. No sabía hacía donde Rook estaba yendo, pero su sentido de la experiencia le decía que él estaba preguntado la cuestión correcta. “Por lo que con esa mente, intente comprender en lo que estaba. Difícil de saber. Y ¿Por qué?”
“Porque él se había vuelto muy cerrado, muy reservado.”
“Precisamente. Un calcetín desparejado de comportamiento. Él había perdido a su esposa, por lo que no estaba hablando con ella tampoco. Pero los tios, no importa como de estoicos aparentemos –a no ser que seamos unos solitarios de humor cambiante o la Guardia Real del Buckingham Palace- tenemos que hablar con alguien.”
“¿El Padre Graf?”
“Quizás. No había pensado en él. Estaba pensando más como en alguien con un vínculo personal existente. Un confidente de toda la vida. El amigo de hipoteca.”
“¿Explícate?”
“El único camarada al que siempre puedes llamar, no importa la hora de la noche que sea y no importa en lo que te hayas metido, quien haya hipotecado su casa para salvarte la retaguardia, sin hacer preguntas.”
Él vio su destello de comprensión. “Dime, ¿Quién era su policía más cercano?”
Ella no lo dudo. “Su compañero.” Nikki estaba a punto de decir su nombre, pero él se adelantó.
“Eddie Hawthorne.”
“¿Cómo puedes saber sobre Eddie?”
“El amigo de un escritor. Una pequeña cosa llamada motor de búsqueda de Internet. Consigues múltiples accesos a las menciones de honor para estos dos, tanto para oficiales como para detectives. Creía que si ellos encontraron una manera de permanecer juntos cuando consiguieron sus placas, ellos serían cercanos.”
“Eddie se jubiló y se mudó, sin embargo.” Un recuerdo lejano la trajo una sonrisa. “Yo estuve en su fiesta de jubilación.”
“16 de Julio del 2008,” él indicó su portátil. “Amo a mi Google.” Después Rook presionó unas cuantas teclas y su impresora cobró vida.
“¿Qué es eso, los niveles de colesterol de Eddie Hawthorne?”
Él cogió dos páginas de la bandeja y ando hacia Nikki, sosteniéndola una de ellas. “Estas son nuestras tarjetas de embarque. El servicio de coches nos recogerá en LaGuardia en media hora. Nosotros comeremos con Eddie en Florida.”
Eddie Hawthorne detuvo su Mercurio Marquis tan pronto como ello salieron de la terminal en Fort Myers. Él salió y le dio a Nikki un gran abrazo, y mientras ellos se separaban y se miraban el uno al otro, los ojos de Nikki brillaban como no lo habían hecho en mucho, mucho tiempo.
Él les llevo a comer taco de pescado en un lugar a dos salidas al oeste de la Interestatal 75 y Daniels Parkway. “Es local, es bueno, y lo suficientemente cerca del aeropuerto por lo que no tienen que hacer malabarismos para el vuelo de vuelta de esta tarde,” él dijo.
Ellos comieron en una mesa en el patio a la sombra del sol por una sombrilla de Dos Equis. La primera parte de la conversación en la comida fue sobre la memoria de su amigo perdido. “Charles y yo fuimos compañeros mucho tiempo por lo que la gente no nos veía como dos personas después de un tiempo. Yo camine hacia nuestro sargento una vez –por mismo, verás- y él miro hacia mí y dijo, ‘Hola, gemelo.’” El viejo policía rió. “Esa es la manera en que era. Hawthorne y Montrose, la espina y la rosa, eso éramos nosotros, hombre. Maldición, eso éramos nosotros.”
Eddie Hawthorne parecía más interesado en hablar que en la comida, lo cual era excelente, y por lo que Heat y Rook acababan de escuchar, disfrutando del pescado fresco a la parrilla y en camiseta de manga corta, mientras él recordaba. Cuando el tema cambio a la mujer de Montrose, la risa sobre los días de gloria se desvaneció. “Muy triste. Nunca vi a dos personas tan unidas como él y Pauletta. Era una maravilla para todo el mundo, pero hombre… Esto deprimió a Charles, sé que lo hizo.”
“Quería preguntarle un poco sobre eso, quiero decir el pasado año,” dijo Nikki.
El ex-policía asintió. “No pensaba que hicieras todo el camino hasta aquí por la horchata.”
“No,” ella dijo.” “Estoy intentando darle sentido a lo que pasaba con el Cap.”
“No serás capaz. No tiene ningún sentido.”
El labio de Eddie tembló brevemente, pero después él se movió, permitiendo un poco de ánimo en su cuerpo, como si eso ayudara.
Rook preguntó, “¿Tenía mucho contacto con él desde que su mujer murió?”
“Bueno, podría decirse que hice muchos intentos. Volé para su funeral, por supuesto, nos sentábamos a hablar muchas noches después de la jornada. En verdad, quizás más sentándonos que hablando; como dije, hice intentos, pero él se convertía en piedra en eso.” Eddie dio un golpe a su corazón con dos dedos. “¿Quién no podría entender eso?”
Nikki dijo, “No es raro que un tipo de caía de una roca sobre ti dure un tiempo después de que sufrieras un trauma como ese. Pero después de un periodo de intenso duelo mucha gente sale del pozo. Y cuando ellos lo hacen, es algo asombroso, la nueva energía.”
Eddie asintió para si mismo. “Sí, ¿Cómo sabes eso?”
Nikki sintió la mano de Rook tocando la suya por debajo de la mesa brevemente.
Hawthorne continuó, “esto fue fuera de lo normal, hace como tres meses. Él llamó y habló durante un rato. Charla sobre los viejos tiempos, ese tipo de cosas. La mayor conversación que yo haya oído de él en años. Después él me dijo que estaba durmiendo mal, revolviendo pensamientos toda la noche. Le dije que se uniera a una liga de bolos, y él simplemente dijo, ‘si, claro,’ y seguimos sobre su insomnio. Él me preguntó, ‘Edward, ¿Alguna vez te preocupaste por alguno de los viejos casos?’ Y yo dije, ‘Coño, hombre, ¿Por qué piensas que me jubile?’ y tuvimos una buena risa sobre eso, pero él volvía a ello, como si le estuviese arañando una hiedra venenosa. Y consiguió ir al grano, diciendo que estaba pensando más y más sobre El Trabajo y como estaba teniendo dudas sobre su objetivo. Incluso dijo –consigue esto- preguntarse sobre como de buen policía él era. ¿Puedes creerlo? Por lo que dijo él estaba levantado por la noche mascando este caso en el que trabajamos juntos, diciendo que nunca estuvo satisfecho de que lo hiciéramos bien, y lo profundo del agujero que se cabo alrededor de él con toda la mierda de administración con la que tuvo que lidiar, cuánto más sentía el gusanillo de hacer algo. Algo para probar que él todavía era el policía que creía que era. Le dije que abriera el Scotch y viera algún canal del tiempo, algo para aclarar su mente, y él se enfadó conmigo, diciendo pensaba que yo de toda la gente entendería la importancia –la obligación, él dijo- de hacerlo bien. No sabía que más decir a eso excepto, oigamos sobre ello entonces. Charles dijo que nunca creyó que fuese un mal negocio de droga. No encajaba en la víctima y sus prioridades para estar metido en ese final con un comerciante, o en esa parte de la ciudad. Y dije lo que yo ya había dicho entonces, las drogas es un negocio peligroso; si ellas no te atrapan, los comerciantes lo harán. Y entonces yo le recordé que siempre pensé que si esto no era un acuerdo roto sería una iniciación a una banda de Latins.” Aquí estamos otra vez, pensó Nikki. La explicación general para todos los casos sin resolver. “Pero Charles, dijo que estaba reuniendo piezas que olían como a un asesinato planeado y un encubrimiento. Dijo que estaba buscando un motivo de venganza. De todas formas,” él se encogió de hombros, “¿Qué vas a hacer? Das tu mejor golpe y no miras atrás. Eso es lo que yo hice, de todas maneras. Pero él no era de los dejaban algo sin terminar.” El ánimo le dejo y su labio se estremeció otra vez. “Yo que sé, quizás eso es lo que termino con él.”
“El caso,” dijo Nikki. “¿Cuál era el caso que le preocupaba tanto?” Pero ella sabía la respuesta antes de que lo preguntara.
“El niño de Huddleston,” contestó Eddie.
lastral- Policia de homicidios
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Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Muchas Gracias Lastral!!!!!!!!
Sos lo máximo.... a este paso podremos terminar el libro antes de septiembre y todo gracias a TÍ
Sos lo máximo.... a este paso podremos terminar el libro antes de septiembre y todo gracias a TÍ
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
¡Muchísimas gracias por seguir con la traducción! Me hace mucha ilusión cuando veo que has puesto otro capítulo y me lanzo a leerlo, jeje...
NathanFan2011- As del póker
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Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
mary530 escribió: Muchas Gracias Lastral!!!!!!!!
Sos lo máximo.... a este paso podremos terminar el libro antes de septiembre y todo gracias a TÍ
Muchas gracia a ti
Ese es mi objetivo , tenerlo terminado y subido en epub u otro formato antes de que salga el oficial. De esta manera no me entra pereza una vez que salga y yo todavia este traduciendo, teniendolo antes no se deja este tema tan colgado.
lastral- Policia de homicidios
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Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
De vuelta con la primera parte de un nuevo capitulo. Espero que la trama la podais seguir porque me ha costado un poco encajar todos los datos al traducir, por lo que si algo es confuso pido perdon de antemano
Muchas gracias por los comentarios y por seguir esta traduccion. Poco a poco se van resolviendo las cosas para todos,jajaja.
Como siempre disfrutadlo y comentad
CAPITULO QUINCE-PRIMERA PARTE
Si Nikki no podía tener acceso al archivo Huddleston, tendría la siguiente mejor cosa. Preguntó a Eddie Hawthorne que la guiara a través del caso. El ex-policía apoyo la espalda en la silla de plástico, y cuando su cabeza dejo la sombra de la sombrilla, los rayos de sol que golpeaban su pelo convirtieron el negro tinte en brillante púrpura.
Sus ojos trabajaban de ida y vuelta mientras él buscaba en sus recuerdos, y exhalo fuertemente, preparándose él mismo para este levantamiento inesperado y pesado. “2004,” él dijo.
“Charles y yo estábamos trabajando en Homicidios en la 41 y nos llego una llamada sobre una víctima de bala en un coche por Longwood. Esa zona era bastante más que la central de yonkis, ¿Sabes? Era una broma entre los agentes, golpeabas a un sujeto de ellos con tu porra y los viales de crack caían como en una piñata. De todas maneras, Charles y yo fuimos, creyendo que esto solo era otra variedad de crack reventada en el jardín. Nosotros tuvimos que reajustar ese concepto bastante rápido, tan pronto como llegamos y registramos al M5. El único Beemers en ese código postal pertenecía a los comerciantes y los conocíamos profundamente. Por lo que estábamos listos para revisar a la víctima, creyendo que un niño quizás de Rye o Grewnwich que vio ‘Scarface’ muchas veces y cometió el error de venir a la gran ciudad para evitar su farmacológico hombre del medio.
El perfil también era correcto, cuando vimos el cuerpo. Muy cercano a los veinte, ropa cara, un CD de Green Day todavía cargando en una lectura sin fin en el equipo de música. Pero esto subió un escalón cuando Montrose dijo que conocía a este chico. No personalmente, pero de la televisión. Tanto la cartera y los registros le identificaban como Eugenie Huddleston, Jr., hijo de una estrella del cine, y después todo esto empezó a caerse sobre nosotros. Él había estado por todos los noticieros, especialmente por ‘Access’ y ‘ET’, por su espiral de drogas. Nada como Charlie Sheen, pero suficiente para que yo y mi compañero pintáramos la foto. Y ¿Por qué no tendría sentido?” Eddie no estaba siendo retórico.
Nikki podía ver que él estaba solicitando su entendimiento. Ella le dio un ligero encogimiento de hombros, suficiente para reconocer que podía ocurrir, pero consciente también de que un detective seguía las evidencias y no las guiaba, lo que era probablemente la misma homilía que mantuvo a su capitán despierto en retrospectiva.
“¿Cómo terminó?” preguntó Heat.
“Único disparo en la cabeza.”
“¿Cómo? ¿A la cara? ¿Estilo ejecución en la parte de atrás?”
“En la sien,” dijo Hawthorce
“Como una compra en la carretera donde los comerciantes ven el exquisito coche y piensan en una gran cartera y ponen una… ¿Aquí?” Ella señaló con un dedo de pistola en la patilla izquierda de Rook.
“Ve, aquí es donde empieza a pelear nuestra teoría.” Eddie puso un dedo en su propia sien derecha. “La entrada de bala esta en este lado. Lado del pasajero.”
Todos estos años después, Heat estaba allí en su mente con Montrose y Hawthorne, procesando ese primer calcetín desparejado. “¿Estas seguro de que se le cargaron en el coche?”
“Sin lugar a dudas. Cerebro y el cristal roto en el lado del conductor.”
“¿La ventana estaba subida?” Calcetín desparejado número dos para Nikki: no intrínsecamente significativo, solo…desparejado. “¿Sobre la ventana del pasajero? ¿Abierta o cerrada?”
Los ojos de Eddie rodaron hacia arriba mientras pensaba. “Cerrada, si, seguro, cerrada.”
“A si que quien quiera que le disparara probablemente estaba dentro del coche con él,” dijo Heat.
“Escopeta,” ofreció Rook. Él vio sus expresiones, cruzó sus brazos, y dijo, “todo vuestro.”
Nikki continuó, “¿Y asumo que no había huellas?”
“Ninguna que recogimos nos dio algo bueno. Solo sus compañeros de clubes y amigos, unas pocas novias, y un montón de sin coincidencias.”
Lo que significaba que sin expediente criminal para los desconocidos. “Todas las coincidencias de las huellas tenían coartada,” él dijo, un paso más cerca de Nikki.
“¿Algo más sobre su cuerpo?” ¿Sin signos de una paliza?”
Ella quería saber si Eddie sabía sobre las quemaduras de TENS.
“Sin paliza, de por sí. Sus muñecas tenían marcas como si hubiese sido atado.”
“¿O esposado?”
Él se quedo pensativo. “Honestamente, nunca pensé en esposas, pero aquí es a lo que lo atribuimos. Comprobamos los edificios del vecindario, por supuesto, y descubrimos este muelle de carga vacío dentro de un espacio industrial de baja altura. Los viejos registros decían que había sido uno de estos lugares de alquiler textiles que suministraban uniformes y revestimiento a hoteles y construcciones. Las puertas estaban abiertas, y dentro, no había nada en todo el lugar excepto esta estructura de madera tumbada en medio del suelo de hormigón.”
Heat y Rook intercambiaron miradas y Nikki dijo, “descríbemela, Eddie.”
“Simple. Como una paleta de madera unida con martillos, del tipo de crudeza, pero con la forma de una gran ‘X’ –sobre dos metros de largo, uno de ancho. Y la cosa es esta, tenía correas en cada esquina.”
“Como para controlar,” dijo Heat.
“Si, pero improvisado. Pienso que estaban inmovilizando, como los que tienes al atar un kayak en tu rejilla del techo. Por supuesto, esta era la idea cuando yo y Rose totalmente caímos en el concepto del conductor al que el trato de drogas le fue mal. Alguien cogió a ese chico allí y le amarró a esa plataforma.” Cuando la cara de Hawthorne se ensombreció, fue como si estuviese viendo algo desagradable justo en ese momento y allí en lugar de hace años. “Además de las rozaduras en las muñecas y tobillos del joven hombre, tenía estas marcas rojas como una mala quemadura solar. Excepto que tenía zonas con manchas por todas las áreas de su piel. Estoy hablando sobre su pecho, sus piernas, su… su ingle…” Eddie hizo una mueca y dijo, “te haces una idea. Charles y yo trabajamos lo mejor que pudimos, pero con la historia de drogas del chico y el reventón de drogas y todas las cosas locas y peligrosas que se metía, cayó como un trato de drogas amargo.”
“¿Sobre la tortura?” preguntó Rook. “¿No se sacó nada?”
“Oh, si.” Hawthorne asintió. “OCME dijo que eran eléctricas, algo llamado TENS. Eso solo aumentaba la teoría del trato de drogas que fue mal, diciendo que Huddleston no era un objetivo de oportunidad pero era probablemente un comerciante regular con un jugador al que el chico le estafo dinero, y la tortura y el asesinato fue la recuperación de una inversión al hacerle un ejemplo a otros o incrementar el rango del comerciante en las listas.”
“No estoy acusando, Eddie. Solo estoy preguntado esto para meterme en la carga que el Cap. Montrose llevaba,” dijo Nikki gentilmente.
“¿No lo llevasteis más lejos?” Preguntó Rook.
“Nosotros queríamos, pero la familia de Huddleston, estaban empezando a cerrarse. Ellos ya habían tenido suficiente, tanta presión viniendo del centro para seguir adelante, especialmente desde que esto había estado a disposición oficial. Y después Charles consiguió su ascenso y se fue a la 21, por lo que se cayó lejos.”
Heat le entregó la foto de cara de Sergio Torres. “Este tio ha estado haciendo algunos tratos de bajo nivel al norte de la comisaría 116 y en el Bronx desde entonces. ¿Alguna vez fue a por él?”
Él la estudio cuidadosamente y dijo, “no, pero eso no significa que no estuviese por los alrededores. Yo estaba en Homicidios, no en Narcóticos.”
“Hablando de eso, ¿No te resulta familiar este tio? Trabajaba para Narco por aquel entonces.”
Eddie cogió la fotografía de Steljess y dijo, “Mad Dog.”
“¿Qué sabes sobre él?”
“Esta como una cabra, eso es todo lo que necesitas saber. Estaba de encubierto pero todo el mundo sabía que había cruzado. Fue nativo, podrías olerlo en él.” Entregó la fotografía de vuelta. “Oí que ellos le echaron. Se libraron de uno bueno.”
“Bien dicho,” dijo Rook.
Después de que Heat cogiera de vuelta la fotografía, ella dijo, “una pregunta más, si no te importa, Eddie. ¿Quién era el gran jugador entonces?”
“¿En drogas? ¿En la parte de arriba y en el Bronx?” Él se rió entre dientes. “Un hombre, Alejandro Martinez.”
En el vuelo de vuelta a LaGuardia Nikki dijo, “agradable, pensando sobre Eddie.”
“No es problema. Soy un periodista de investigación, ya sabes.”
“¿Oh? Y entiendo que también no solo tienes uno, sino dos Pulitzer.” Ella taladró sus costillas con su nudillo.
“¿Dije que en poco tiempo?”
“No realmente. Quizás si simplemente llevarás los premios alrededor eso sería más sutil.” Ella rió y dijo, “pero pusiste tu talento a buen uso. Incluso si no sabemos todas las respuestas a esto todavía, sabemos una cosa.”
“¿Si te tiñes tu pelo blanco, mantenlo fuera de la luz del sol directa?”
“Absolutamente.” Después ella se puso seria. “Al menos sabemos que el Cap. Montrose estaba trabajando en algo y no era…ya sabes.”
“¿Sucio?”
“Y lo sabia. Y ahora que hemos hablado con Eddie. Y verdaderamente lo sabemos. Por lo que gracias, por dos, chico Pulitzer. Por la idea y los billetes del vuelo.”
Rook se giró hacia ella y dijo, “no se a quien estabas tratando de redimir, si a Montrose o a ti misma, pero sé una cosa. Estoy contigo en cualquiera de los dos casos.”
Heat tenía múltiples mensajes de voz de Ochoa cuando salieron del avión. “¿Qué pasa Miguel?” ella dijo en el taxi.
“¿Dónde estás? Oigo aviones.”
“En el aeropuerto. Rook y yo acabamos de volver a Florida.” Y después ella no pudo resistir a añadir, “para comer.”
“Hombre, mi congelación tiene cubitos. Quiero que me suspendan.”
“Oh, si,” dijo Heat, “la mejor semana de mi vida.”
“Primero de todo, Steljess tenía sus viejo estuche de esposas y funda de pistola pero sin raspaduras que coincidan con el trozo de cuero. Lo mismo en los cueros de Montrose. OK, los Forenses y personal comprobaron las cuestiones de su arma. Él tenía una recámara llena menos una bala.” Cualquier alivio que Nikki hubiese sentido después de su reunión con Eddie Hawthorne salió fuera de ella. Una profunda tristeza se apoderó de ella. Rook lo leyó en ella y articuló con la boca un ‘¿Qué?’ pero ella le hizo aspavientos. Después Ochoa dijo, “pero espera. Comprobé su recámara de repuesto de su cinturón y descubrí algo interesante.”
Heat dijo primero. “Una perdida.”
“Incluso mejor. No solo una está perdida, la carga de la parte superior en la recámara de su arma fue el huérfano de ese broche de repuesto.” Nikki podía sentir su espíritu volviendo a levantarse mientras el Det. Ochoa continuó, “sin huellas en el cartucho, lo cuál es también extraño –incluso tampoco las de Montrose.”
“No solo extraño,” Heat dijo, “significante. Quiero decir, vamos, ¿Cómo un hombre muerto recarga?”
La hora punta del tráfico de la tarde de vuelta a Manhattan le dio a Rook un extra de treinta minutos en la parte trasera del taxi para trabajar un escenario para hilar sobre la revelación de Ochoa. “Esto es grande. Sin faltar al respeto al alarde de Mr. Le Carré, pero esto es más grande que ‘Call for the Dead’. Esto es la bala de un hombre muerto. Oye, creo que tengo el título para mi artículo. Lo debería escribir. No, lo recordare, es así de bueno.” Nikki ni siquiera se molesto intentando desestabilizarle. Él no solo era más entretenido que la televisión integrada en los asientos de atrás del taxi –ella tenía la publicidad de Sam Champion memorizada por ahora, de todas formas- Rook era como un reloj roto que va tirando para ser corregido dos veces del día. Por una vez él estaba pensando en alto sobre algo que ella quería oír. Porque ella también lo estaba solucionando.
“OK, así es como se resuelve para mí,” él dijo. “Montrose esta parado con su coche aparcado y el tipo malo, que esta en el asiento del pasajero, tiene su arma en algún lugar. No sabemos como eso ocurrió pero digo que eso ocurrió, de otra manera no encaja.”
Heat dijo, “nosotros podemos escudriñar los detalles después. Continúa.”
“Bien, por lo que el arma de Montrose esta en las manos de su pasajero, quien la ha estado sujetando o le tomo al capitán por sorpresa. De todas formas, el pasajero puso a la fuerza el arma bajo su barbilla, y bang. Lo que explica el porqué de un disparo en la barbilla y no se comió el cañón.”
Nikki añadió de lejos. “Y por eso Lauren expresó reservas sobre la trayectoria.”
“Si. Ahora, aquí es donde vamos un poco a lo ‘Misión Imposible’, pero quédate conmigo porque es absolutamente factible. Montrose esta muerto. El tema para el tirador se convierte en: ¿Cómo vendes esto como un suicidio si el residuo esta en tu mano, no en la de la víctima? Respuesta: Tú sostienes el arma en la mano del hombre muerte y disparas otra vez. Problema 2: Entonces el cargador ha bajado no una bala, sino dos, dejando muchas sucias cuestiones para complicar las cosas. A si que lo que el asesino hace es encajar el arma en la mano de Montrose, sujetándola por fuera de la ventana, presionando la segunda bala para conseguir residuos en el capitán, ¿Verdad? Después reemplaza esa segunda bala usando manos enguantadas para coger una de las propias balas de Montrose garantizando coincidencia con el arma de él –del cargador sobrante de su cinturón. El asesino desliza esa vuelta dentro de la parte de arriba del broche. Esto parece un perfecto suicidio de un solo tiro, y él parte.”
“No me escuchas mucho decir esto, Mr. Teoría de la Conspiración, pero piensa que estas sobre algo.” Rook dijo, “si, pero es pura hipótesis, ¿Verdad? Y eso no sostiene agua.”
“Por todo lo que gotearía esto si lo llevas al Departamento, necesitarías de una fregona.”
“Podríamos intentarlo. Quiero decir, ¿Sabes de algún buen servicio de daños del agua, verdad, de la escena del crimen?”
Ellos siguieron el camino en silencio un momento, Nikki miraba la silueta de los rascacielos de Manhattan en el cielo verdoso del crepúsculo. Después ella saco su móvil. “¿Qué?” preguntó Rook.
Heat no contesto. Ella marcó el 411 y preguntó por el número de restauración de daños por agua de ‘On Call’.
Rook dijo, “estaba bromeando, sabes.”
DeWayne Powel de ‘On Call’ se encontró con ellos enfrente de los dominios de Gaestone Con, donde Heat le había visto aparcado el día del disparo de Montrose. “Has llegado rápido,” ella dijo.
“Cuando estas en nombre de ‘On Call’, eso es lo que haces, Además, tengo dos hermanos que son bomberos, a si que me gusta hacer lo que pueda para ayudar, ¿Sabes?”
“Debe ser práctico,” dijo Rook, “teniendo a unos pocos de Los Más Valientes en la familia cuando estas en el negocio del agua.”
DeWayne les dio una brillante sonrisa. “¿Sabe como los abogados persiguen las ambulancias? Yo hago los camiones de bomberos.”
“Dígame que estaba haciendo aquí el otro día,” dijo Nikki.
“Estoy feliz de pasar esto contigo otra vez, pero ya le dije a aquellos detectives todo lo que vi. No mucho más que añadir cuando no ves nada.”
Heat sacudió su cabeza. “No quiero saber sobre el disparo. Quiero decir, ¿Por qué fue llamado?”
Ellos necesitaban linternas entonces, pero DeWayne tenía tres en su furgoneta y las cogieron para subir a la azotea. Él la dirigió a una fila de conos de seguridad naranjas conectados por una cinta amarilla. “Aquí es donde yo hice mi camino. El edificio va a rehacer toda la azotea, por lo que yo estaré aquí hasta la primavera.”
“Y ¿Alguna idea de donde viene la fuga?” dijo Nikki.
“Oh, absolutamente.” DeWayne apuntó su luz en el tanque de agua de madera que se sujetaba por encima de ellos. Esto se parecía a los cientos de tanques de cedro en la parte de arriba de los edificios a los que Heat había mirado desde su taxi cuando estaba observando los rascacielos. “La gente del último piso llamó y dijo que se estaban inundando a través del techo. Con el frío, creíamos que era una cañería rota o cualquier otra cosa. Pero veía del tanque.”
Él movió su luz sobre una tabla fresca de cedro. “La fuga agotó unos cientos de litros antes de que llegáramos. Por entonces, el nivel de agua estaba lo suficientemente bajo para pararse por si mismo.”
“¿No sabe que lo causo?” Rook estaba mirando directamente a Nikki cuando lo preguntó. Ambos pensaban lo mismo.
Muchas gracias por los comentarios y por seguir esta traduccion. Poco a poco se van resolviendo las cosas para todos,jajaja.
Como siempre disfrutadlo y comentad
CAPITULO QUINCE-PRIMERA PARTE
Si Nikki no podía tener acceso al archivo Huddleston, tendría la siguiente mejor cosa. Preguntó a Eddie Hawthorne que la guiara a través del caso. El ex-policía apoyo la espalda en la silla de plástico, y cuando su cabeza dejo la sombra de la sombrilla, los rayos de sol que golpeaban su pelo convirtieron el negro tinte en brillante púrpura.
Sus ojos trabajaban de ida y vuelta mientras él buscaba en sus recuerdos, y exhalo fuertemente, preparándose él mismo para este levantamiento inesperado y pesado. “2004,” él dijo.
“Charles y yo estábamos trabajando en Homicidios en la 41 y nos llego una llamada sobre una víctima de bala en un coche por Longwood. Esa zona era bastante más que la central de yonkis, ¿Sabes? Era una broma entre los agentes, golpeabas a un sujeto de ellos con tu porra y los viales de crack caían como en una piñata. De todas maneras, Charles y yo fuimos, creyendo que esto solo era otra variedad de crack reventada en el jardín. Nosotros tuvimos que reajustar ese concepto bastante rápido, tan pronto como llegamos y registramos al M5. El único Beemers en ese código postal pertenecía a los comerciantes y los conocíamos profundamente. Por lo que estábamos listos para revisar a la víctima, creyendo que un niño quizás de Rye o Grewnwich que vio ‘Scarface’ muchas veces y cometió el error de venir a la gran ciudad para evitar su farmacológico hombre del medio.
El perfil también era correcto, cuando vimos el cuerpo. Muy cercano a los veinte, ropa cara, un CD de Green Day todavía cargando en una lectura sin fin en el equipo de música. Pero esto subió un escalón cuando Montrose dijo que conocía a este chico. No personalmente, pero de la televisión. Tanto la cartera y los registros le identificaban como Eugenie Huddleston, Jr., hijo de una estrella del cine, y después todo esto empezó a caerse sobre nosotros. Él había estado por todos los noticieros, especialmente por ‘Access’ y ‘ET’, por su espiral de drogas. Nada como Charlie Sheen, pero suficiente para que yo y mi compañero pintáramos la foto. Y ¿Por qué no tendría sentido?” Eddie no estaba siendo retórico.
Nikki podía ver que él estaba solicitando su entendimiento. Ella le dio un ligero encogimiento de hombros, suficiente para reconocer que podía ocurrir, pero consciente también de que un detective seguía las evidencias y no las guiaba, lo que era probablemente la misma homilía que mantuvo a su capitán despierto en retrospectiva.
“¿Cómo terminó?” preguntó Heat.
“Único disparo en la cabeza.”
“¿Cómo? ¿A la cara? ¿Estilo ejecución en la parte de atrás?”
“En la sien,” dijo Hawthorce
“Como una compra en la carretera donde los comerciantes ven el exquisito coche y piensan en una gran cartera y ponen una… ¿Aquí?” Ella señaló con un dedo de pistola en la patilla izquierda de Rook.
“Ve, aquí es donde empieza a pelear nuestra teoría.” Eddie puso un dedo en su propia sien derecha. “La entrada de bala esta en este lado. Lado del pasajero.”
Todos estos años después, Heat estaba allí en su mente con Montrose y Hawthorne, procesando ese primer calcetín desparejado. “¿Estas seguro de que se le cargaron en el coche?”
“Sin lugar a dudas. Cerebro y el cristal roto en el lado del conductor.”
“¿La ventana estaba subida?” Calcetín desparejado número dos para Nikki: no intrínsecamente significativo, solo…desparejado. “¿Sobre la ventana del pasajero? ¿Abierta o cerrada?”
Los ojos de Eddie rodaron hacia arriba mientras pensaba. “Cerrada, si, seguro, cerrada.”
“A si que quien quiera que le disparara probablemente estaba dentro del coche con él,” dijo Heat.
“Escopeta,” ofreció Rook. Él vio sus expresiones, cruzó sus brazos, y dijo, “todo vuestro.”
Nikki continuó, “¿Y asumo que no había huellas?”
“Ninguna que recogimos nos dio algo bueno. Solo sus compañeros de clubes y amigos, unas pocas novias, y un montón de sin coincidencias.”
Lo que significaba que sin expediente criminal para los desconocidos. “Todas las coincidencias de las huellas tenían coartada,” él dijo, un paso más cerca de Nikki.
“¿Algo más sobre su cuerpo?” ¿Sin signos de una paliza?”
Ella quería saber si Eddie sabía sobre las quemaduras de TENS.
“Sin paliza, de por sí. Sus muñecas tenían marcas como si hubiese sido atado.”
“¿O esposado?”
Él se quedo pensativo. “Honestamente, nunca pensé en esposas, pero aquí es a lo que lo atribuimos. Comprobamos los edificios del vecindario, por supuesto, y descubrimos este muelle de carga vacío dentro de un espacio industrial de baja altura. Los viejos registros decían que había sido uno de estos lugares de alquiler textiles que suministraban uniformes y revestimiento a hoteles y construcciones. Las puertas estaban abiertas, y dentro, no había nada en todo el lugar excepto esta estructura de madera tumbada en medio del suelo de hormigón.”
Heat y Rook intercambiaron miradas y Nikki dijo, “descríbemela, Eddie.”
“Simple. Como una paleta de madera unida con martillos, del tipo de crudeza, pero con la forma de una gran ‘X’ –sobre dos metros de largo, uno de ancho. Y la cosa es esta, tenía correas en cada esquina.”
“Como para controlar,” dijo Heat.
“Si, pero improvisado. Pienso que estaban inmovilizando, como los que tienes al atar un kayak en tu rejilla del techo. Por supuesto, esta era la idea cuando yo y Rose totalmente caímos en el concepto del conductor al que el trato de drogas le fue mal. Alguien cogió a ese chico allí y le amarró a esa plataforma.” Cuando la cara de Hawthorne se ensombreció, fue como si estuviese viendo algo desagradable justo en ese momento y allí en lugar de hace años. “Además de las rozaduras en las muñecas y tobillos del joven hombre, tenía estas marcas rojas como una mala quemadura solar. Excepto que tenía zonas con manchas por todas las áreas de su piel. Estoy hablando sobre su pecho, sus piernas, su… su ingle…” Eddie hizo una mueca y dijo, “te haces una idea. Charles y yo trabajamos lo mejor que pudimos, pero con la historia de drogas del chico y el reventón de drogas y todas las cosas locas y peligrosas que se metía, cayó como un trato de drogas amargo.”
“¿Sobre la tortura?” preguntó Rook. “¿No se sacó nada?”
“Oh, si.” Hawthorne asintió. “OCME dijo que eran eléctricas, algo llamado TENS. Eso solo aumentaba la teoría del trato de drogas que fue mal, diciendo que Huddleston no era un objetivo de oportunidad pero era probablemente un comerciante regular con un jugador al que el chico le estafo dinero, y la tortura y el asesinato fue la recuperación de una inversión al hacerle un ejemplo a otros o incrementar el rango del comerciante en las listas.”
“No estoy acusando, Eddie. Solo estoy preguntado esto para meterme en la carga que el Cap. Montrose llevaba,” dijo Nikki gentilmente.
“¿No lo llevasteis más lejos?” Preguntó Rook.
“Nosotros queríamos, pero la familia de Huddleston, estaban empezando a cerrarse. Ellos ya habían tenido suficiente, tanta presión viniendo del centro para seguir adelante, especialmente desde que esto había estado a disposición oficial. Y después Charles consiguió su ascenso y se fue a la 21, por lo que se cayó lejos.”
Heat le entregó la foto de cara de Sergio Torres. “Este tio ha estado haciendo algunos tratos de bajo nivel al norte de la comisaría 116 y en el Bronx desde entonces. ¿Alguna vez fue a por él?”
Él la estudio cuidadosamente y dijo, “no, pero eso no significa que no estuviese por los alrededores. Yo estaba en Homicidios, no en Narcóticos.”
“Hablando de eso, ¿No te resulta familiar este tio? Trabajaba para Narco por aquel entonces.”
Eddie cogió la fotografía de Steljess y dijo, “Mad Dog.”
“¿Qué sabes sobre él?”
“Esta como una cabra, eso es todo lo que necesitas saber. Estaba de encubierto pero todo el mundo sabía que había cruzado. Fue nativo, podrías olerlo en él.” Entregó la fotografía de vuelta. “Oí que ellos le echaron. Se libraron de uno bueno.”
“Bien dicho,” dijo Rook.
Después de que Heat cogiera de vuelta la fotografía, ella dijo, “una pregunta más, si no te importa, Eddie. ¿Quién era el gran jugador entonces?”
“¿En drogas? ¿En la parte de arriba y en el Bronx?” Él se rió entre dientes. “Un hombre, Alejandro Martinez.”
En el vuelo de vuelta a LaGuardia Nikki dijo, “agradable, pensando sobre Eddie.”
“No es problema. Soy un periodista de investigación, ya sabes.”
“¿Oh? Y entiendo que también no solo tienes uno, sino dos Pulitzer.” Ella taladró sus costillas con su nudillo.
“¿Dije que en poco tiempo?”
“No realmente. Quizás si simplemente llevarás los premios alrededor eso sería más sutil.” Ella rió y dijo, “pero pusiste tu talento a buen uso. Incluso si no sabemos todas las respuestas a esto todavía, sabemos una cosa.”
“¿Si te tiñes tu pelo blanco, mantenlo fuera de la luz del sol directa?”
“Absolutamente.” Después ella se puso seria. “Al menos sabemos que el Cap. Montrose estaba trabajando en algo y no era…ya sabes.”
“¿Sucio?”
“Y lo sabia. Y ahora que hemos hablado con Eddie. Y verdaderamente lo sabemos. Por lo que gracias, por dos, chico Pulitzer. Por la idea y los billetes del vuelo.”
Rook se giró hacia ella y dijo, “no se a quien estabas tratando de redimir, si a Montrose o a ti misma, pero sé una cosa. Estoy contigo en cualquiera de los dos casos.”
Heat tenía múltiples mensajes de voz de Ochoa cuando salieron del avión. “¿Qué pasa Miguel?” ella dijo en el taxi.
“¿Dónde estás? Oigo aviones.”
“En el aeropuerto. Rook y yo acabamos de volver a Florida.” Y después ella no pudo resistir a añadir, “para comer.”
“Hombre, mi congelación tiene cubitos. Quiero que me suspendan.”
“Oh, si,” dijo Heat, “la mejor semana de mi vida.”
“Primero de todo, Steljess tenía sus viejo estuche de esposas y funda de pistola pero sin raspaduras que coincidan con el trozo de cuero. Lo mismo en los cueros de Montrose. OK, los Forenses y personal comprobaron las cuestiones de su arma. Él tenía una recámara llena menos una bala.” Cualquier alivio que Nikki hubiese sentido después de su reunión con Eddie Hawthorne salió fuera de ella. Una profunda tristeza se apoderó de ella. Rook lo leyó en ella y articuló con la boca un ‘¿Qué?’ pero ella le hizo aspavientos. Después Ochoa dijo, “pero espera. Comprobé su recámara de repuesto de su cinturón y descubrí algo interesante.”
Heat dijo primero. “Una perdida.”
“Incluso mejor. No solo una está perdida, la carga de la parte superior en la recámara de su arma fue el huérfano de ese broche de repuesto.” Nikki podía sentir su espíritu volviendo a levantarse mientras el Det. Ochoa continuó, “sin huellas en el cartucho, lo cuál es también extraño –incluso tampoco las de Montrose.”
“No solo extraño,” Heat dijo, “significante. Quiero decir, vamos, ¿Cómo un hombre muerto recarga?”
La hora punta del tráfico de la tarde de vuelta a Manhattan le dio a Rook un extra de treinta minutos en la parte trasera del taxi para trabajar un escenario para hilar sobre la revelación de Ochoa. “Esto es grande. Sin faltar al respeto al alarde de Mr. Le Carré, pero esto es más grande que ‘Call for the Dead’. Esto es la bala de un hombre muerto. Oye, creo que tengo el título para mi artículo. Lo debería escribir. No, lo recordare, es así de bueno.” Nikki ni siquiera se molesto intentando desestabilizarle. Él no solo era más entretenido que la televisión integrada en los asientos de atrás del taxi –ella tenía la publicidad de Sam Champion memorizada por ahora, de todas formas- Rook era como un reloj roto que va tirando para ser corregido dos veces del día. Por una vez él estaba pensando en alto sobre algo que ella quería oír. Porque ella también lo estaba solucionando.
“OK, así es como se resuelve para mí,” él dijo. “Montrose esta parado con su coche aparcado y el tipo malo, que esta en el asiento del pasajero, tiene su arma en algún lugar. No sabemos como eso ocurrió pero digo que eso ocurrió, de otra manera no encaja.”
Heat dijo, “nosotros podemos escudriñar los detalles después. Continúa.”
“Bien, por lo que el arma de Montrose esta en las manos de su pasajero, quien la ha estado sujetando o le tomo al capitán por sorpresa. De todas formas, el pasajero puso a la fuerza el arma bajo su barbilla, y bang. Lo que explica el porqué de un disparo en la barbilla y no se comió el cañón.”
Nikki añadió de lejos. “Y por eso Lauren expresó reservas sobre la trayectoria.”
“Si. Ahora, aquí es donde vamos un poco a lo ‘Misión Imposible’, pero quédate conmigo porque es absolutamente factible. Montrose esta muerto. El tema para el tirador se convierte en: ¿Cómo vendes esto como un suicidio si el residuo esta en tu mano, no en la de la víctima? Respuesta: Tú sostienes el arma en la mano del hombre muerte y disparas otra vez. Problema 2: Entonces el cargador ha bajado no una bala, sino dos, dejando muchas sucias cuestiones para complicar las cosas. A si que lo que el asesino hace es encajar el arma en la mano de Montrose, sujetándola por fuera de la ventana, presionando la segunda bala para conseguir residuos en el capitán, ¿Verdad? Después reemplaza esa segunda bala usando manos enguantadas para coger una de las propias balas de Montrose garantizando coincidencia con el arma de él –del cargador sobrante de su cinturón. El asesino desliza esa vuelta dentro de la parte de arriba del broche. Esto parece un perfecto suicidio de un solo tiro, y él parte.”
“No me escuchas mucho decir esto, Mr. Teoría de la Conspiración, pero piensa que estas sobre algo.” Rook dijo, “si, pero es pura hipótesis, ¿Verdad? Y eso no sostiene agua.”
“Por todo lo que gotearía esto si lo llevas al Departamento, necesitarías de una fregona.”
“Podríamos intentarlo. Quiero decir, ¿Sabes de algún buen servicio de daños del agua, verdad, de la escena del crimen?”
Ellos siguieron el camino en silencio un momento, Nikki miraba la silueta de los rascacielos de Manhattan en el cielo verdoso del crepúsculo. Después ella saco su móvil. “¿Qué?” preguntó Rook.
Heat no contesto. Ella marcó el 411 y preguntó por el número de restauración de daños por agua de ‘On Call’.
Rook dijo, “estaba bromeando, sabes.”
DeWayne Powel de ‘On Call’ se encontró con ellos enfrente de los dominios de Gaestone Con, donde Heat le había visto aparcado el día del disparo de Montrose. “Has llegado rápido,” ella dijo.
“Cuando estas en nombre de ‘On Call’, eso es lo que haces, Además, tengo dos hermanos que son bomberos, a si que me gusta hacer lo que pueda para ayudar, ¿Sabes?”
“Debe ser práctico,” dijo Rook, “teniendo a unos pocos de Los Más Valientes en la familia cuando estas en el negocio del agua.”
DeWayne les dio una brillante sonrisa. “¿Sabe como los abogados persiguen las ambulancias? Yo hago los camiones de bomberos.”
“Dígame que estaba haciendo aquí el otro día,” dijo Nikki.
“Estoy feliz de pasar esto contigo otra vez, pero ya le dije a aquellos detectives todo lo que vi. No mucho más que añadir cuando no ves nada.”
Heat sacudió su cabeza. “No quiero saber sobre el disparo. Quiero decir, ¿Por qué fue llamado?”
Ellos necesitaban linternas entonces, pero DeWayne tenía tres en su furgoneta y las cogieron para subir a la azotea. Él la dirigió a una fila de conos de seguridad naranjas conectados por una cinta amarilla. “Aquí es donde yo hice mi camino. El edificio va a rehacer toda la azotea, por lo que yo estaré aquí hasta la primavera.”
“Y ¿Alguna idea de donde viene la fuga?” dijo Nikki.
“Oh, absolutamente.” DeWayne apuntó su luz en el tanque de agua de madera que se sujetaba por encima de ellos. Esto se parecía a los cientos de tanques de cedro en la parte de arriba de los edificios a los que Heat había mirado desde su taxi cuando estaba observando los rascacielos. “La gente del último piso llamó y dijo que se estaban inundando a través del techo. Con el frío, creíamos que era una cañería rota o cualquier otra cosa. Pero veía del tanque.”
Él movió su luz sobre una tabla fresca de cedro. “La fuga agotó unos cientos de litros antes de que llegáramos. Por entonces, el nivel de agua estaba lo suficientemente bajo para pararse por si mismo.”
“¿No sabe que lo causo?” Rook estaba mirando directamente a Nikki cuando lo preguntó. Ambos pensaban lo mismo.
lastral- Policia de homicidios
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Localización : Madrid
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Lastral!!!!!!!!!
Gracias sos la mejor
De verdad sabes que cada vez que subas capí nuevo aquí me tienes y me tendrás para decirte lo mismo.... sos una dura
Gracias sos la mejor
De verdad sabes que cada vez que subas capí nuevo aquí me tienes y me tendrás para decirte lo mismo.... sos una dura
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Esta vez he sido rapido y aqui teneis la continuacion de capitulo.
Como siempre muchas gracias por vuestros comentarios y por seguir la traduccion, espero que vayais entendiendo la trama que ya va tocando a su fin.
Disfrutadlo y comentad lo que querais.
CAPITULO QUINCE-SEGUNDA PARTE
“No,” dijo DeWayne. “El agua había terminado de filtrarse por entonces, a si que eso no me importaba. Figure que la madera solo se partió con el frío. El tio del tanque no pudo venir hasta el día siguiente, por que nunca oí que hizo que la fuga ocurriese.”
Rook se acercó y susurro al oído de Heat. “Mi dinero esta en el agujero de bala del segundo disparo.”
En el camino de vuelta al loft de Rook, Nikki marcó a Ochoa. “Asegúrate de hacérmelo saber cuando haya agotado el banco de favores. ¿Si?”
“Oye, no hay problema. La manera en que las cosas están yendo por aquí en la 20, es agradable de hecho comprometerse en algo de trabajo policial de verdad.”
“¿Iron Man?”
“No tiene plan.” Ella podía oír a Raley riéndose de fondo. Ochoa dijo, “Raley quiere que te diga que el Cap. Irons se levantara mañana a las ocho de la mañana para una inspección de escritorio. De verdad. Si no podemos limpiar las calles, al menos podemos limpiar las áreas de trabajo.”
Heat dijo, “es probablemente mejor que esto no provenga de mí, por lo que dentro de unos diez minutos tendrás una llamada de DeWayne Powel. Él es el tio que descubrió el cuerpo de Montrose. Va a informar que ha pensado más sobre eso, la fuga por la que fue llamado para arreglar fue por un agujero de bala en el tanque de agua de la parte de arriba del edificio cerca del coche del capitán.”
“Dios,” dijo Ochoa mientras era golpeado por las implicaciones. “La bala del capitán fue directa hacia arriba por lo que esta…”
“Correcto,” dijo Nikki “Podría ser la ficha de su cargador de repuesto. Escucha, mi suposición es que si una ficha pinchó ese cedro y fue reduciendo velocidad por un tanque de agua de seis metros de diámetro, probablemente no salió.”
“Estamos en ello, confía en mí.”
“Bien, pero espera a la llamada de DeWayne. Yo solo quiero darte la dirección para que puedas tomarte seriamente y tengas a los Forenses comprobando ese tanque.”
“Lo haremos,” él dijo.
“Y ¿Miguel? Todo esto es por el trabajo que tú y Raley hicisteis hoy con la doble comprobación de su arma y munición. Si probamos homicidio en vez de suicidio, habréis hecho a este hombre un gran servicio.”
“Oye, me pondría máscara y aletas a mí mismo, si tuviera que hacerlo.”
Y mientras ella levantaba la mirada al JumboTron de la CNN sobre Columbus Circle y veía que hacia menos tres grados, Nikki supo que era exactamente lo que él haría si esto se viniese abajo.
Rook tenía hambre, pero ella estaba con demasiada energía para comer, por lo que él fue corriendo al scarpellio que fue dejado la noche antes mientras ella ponía una silla del comedor enfrente de la Pizarra del Asesinato Sur y tomaba asiento para su contemplación.
“¿Cómo estaban?” ella dijo cuando él se comió su último bocado.
“Incluso mejor que unas sobras,” él dijo. “Y ¿Cómo sabes que he terminado? ¿Tienes ojos en la nuca?”
“No, tengo oídos. Paraste de gemir de éxtasis.”
“Ah. A si que así es como sabes que yo he acabado.”
Ella se giro hacia él llevando una maliciosa sonrisa. “Sé cuando tú acabas, mister. Terminas cuando yo termino.”
“Es una cosa bonita,” él dijo. Ella volvió su atención a la pizarra, después se levantó con un marcador rojo y dibujo círculos alrededor de las anotaciones de Rook: “Montrose- ¿Qué estaba haciendo?”
Él dijo, “supongo que conseguimos la respuesta a eso hoy, gracias a Eddie.”
“No, conseguimos la mitad de ella. Sabemos que estaba tratando de hacer, pero no sabemos que rumbo de la investigación estaba siguiendo. Y eso lo guardo de mí. O porque él tenía algo de orgullo sobre romperlo él mismo o no quería admitirlo si fallaba.”
“O…” dijo Rook. “Más probablemente, él sabía que era peligroso y estaba intentando mantenerte fuera de ello. Incluso a costa de mandarte al cuerno.”
Ella digirió eso, después dijo, “o algo de los de arriba. Pero ¿Cuál eran sus pistas? ¿Dónde iba?”
“Podrías tener a los Roach comprobando sus archivos, pero, de acuerdo a ti, Asuntos Internos se los llevo a la madre nave.”
“Conocía a Montrose, y si él quería discreción no habría mantenido nada en la oficina. Especialmente con los de AI encima de él.” Heat golpeó el tapón del marcador contra su labio y después lo depositó en la bandeja, tomando una decisión. “Quiero entrar en su apartamento.”
Eran las nueve y media, todavía demasiado temprano para no irrumpir en la puerta del vecino de al lado de Montrose, aunque el Dauchshund Penny alertó al otro lado de la puerta después de ellos tocar. Mientras que las múltiples cerraduras hacían ruido al abrirse, ellos oyeron a Corrine Maherty haciendo callar y diciendo, “relax, Pen. Es Nikki. Conoces a Nikki.” Ella abrió la puerta y las dos mujeres se abrazaron. Corrine, desaliñada y en los cincuenta y muchos, se acicalo su pelo y dijo, “estoy contenta de que me llamaras, me dio una oportunidad para echar al hombre.”
El pequeño Dachshund de pelo largo se volvió totalmente hacia el interior por encima de Rook. Ella rodó sobre su espalda en el comedor, y él se arrodilló en la alfombra para administrar un restregón de barriga mientras ella se ablandaba, su cola de caramelo se agitaba como una bandera. “Soy la siguiente,” dijo Corrine, seguido por una risa de fumadora.
Cuando ella se excusó de la sala, Rook se levantó y dijo a Heat, “a si que… ¿Cómo vamos a hacer esto? ¿Usar su balcón para saltar al de Montrose como Spider-Man? Quiero decir la película, no el musical; hay seis pisos por debajo y no tengo mi tarjeta del seguro de salud conmigo.”
“¿Cómo entraríamos por la puerta corrediza de su balcón si esta cerrado? Lo cual sabes que debe estar.”
“Hmm,” él dijo. “¿Tiene Corrine un martillo? Podría romper el cristal con un fuertísimo golpe.”
“Ya voy, Nikki,” dijo Corrine mientras volvía de la cocina con un llavero. “Esta es del pomo de la puerta, esta es del cerrojo.”
Rook frunció el ceño como si profundizase en pensamientos y dijo, “llaves de repuesto. Muy astuta.”
En la puerta de Montrose Rook se adelantó enfrente de Nikki, bloqueándola. “Yo haré esta parte.”
Él desgarró la cinta de policía que obstruía la puerta y dio un paso atrás. “No querías meterte en ningún problema con la policía, ja ja.”
Una vez dentro, Nikki sintió un escalofrío que no tenía nada que ver con el bajo termostato. Ellos regularon el termostato y encendieron todas las luces, pero todavía se sentía un hogar que nunca sería cálido para ella otra vez. Mantuvo su abrigo puesto y se quedo de pie en medio del comedor, haciendo una pequeña rotación, tratando de poner de lado los recuerdos de cenas que había disfrutado con el capitán y Pauletta o la fiesta de la Super Bowl en la que este había invitado a toda la brigada de ella tres años antes, después ellos consiguieron sus citaciones para autorizar casos superiores.
Ella cerró estas cosas lo mejor que pudo y simplemente observo.
En el camino por el puente de Queens, ella le había dicho a Rook no esperar mucho, que Asuntos Internos habría estado en su apartamento como en su oficina. Ella dijo esperar muebles pero no archivos o algo como eso. Estos archivos habrían sido empaquetados y hecho un inventario y sacados para su examinación. Cuando él la preguntó que estaba buscando por entonces, ella le dijo que cualquier cosa que Asuntos Internos probablemente se hubiera dejado atrás y ella no. “Ellos solo le estaban investigando. Yo le estoy absolviendo.”
Ellos trabajaron juntos metódicamente, Rook seguía su pista y sus instrucciones. Los baños fueron su primera parada. Los policías saben que es ahí donde la mayoría de la gente esconde lo valioso porque hay mucho más donde mirar sin embargo. Pero cuando ellos abrieron los armarios, vieron que claramente AI había tenido el mismo pensamiento, porque los estantes estaban vacíos en los botiquines y debajo de los sumideros de ambos baños. La cocina era mucho más de lo mismo. Aunque unos pocos artículos fueron dejados en los estantes de la despensa, muchos de estos habían sido sacados y no había duda de que se los habían llevado al centro.
El segundo dormitorio, que había sido convertido en un estudio, había sido limpiado, como Heat había predicho. Ellos podían ver los huecos en los estantes donde libros y vídeos habían sido movidos. Los cajones del escritorio estaban vacíos, y allí había líneas de compresión en la alfombra de las pisadas de los archivos ausentes.
El dormitorio principal era una fácil búsqueda. La cama había sido desmontada y el marco estaba vacío; el colchón y los muelles estaban apoyados con esmero contra un muro. “La búsqueda no es tan prometedora,” dijo Rook.
“Nunca lo es hasta que lo es.” Pero ella estaba sintiendo la inutilidad también. “Te digo, yo me encargare del armario, tu harás el vestidor, después llamaremos a esto una noche.”
Nikki estaba deslizando trajes en perchas a lo largo de la barra de madera cuando Rook dijo, “Oh, ¿Detective Heat?” Cuando ella salió de la entrada, él estaba en el vestidor. El último cajón estaba abierto.
“No estoy seguro de que esto sea algo, pero si lo es, creo que te mereces los honores.” Ella lentamente cruzo la habitación para unirse a él, después siguió la mirada de este hacia el cajón abierto.
El cajón de los calcetines del Cap. Montrose. Dentro había unos doce pares de calcetines blancos y negros de marinero, doblados y apretados con sus parejas. Y hacía la parte de atrás del cajón, un solitario calcetín beige sin pareja. Nikki levantó la mirada hacia Rook. Ambos estaban pensándolo, pero ninguno lo estaba diciendo.
Un calcetín desparejado.
Heat lo levantó. Su corazón se aceleró cuando lo hizo.
“Hay algo dentro.”
“Vamos, me voy a hacer pis.”
Nikki abrió el calcetín y buscó dentro. “Es una cartulina.” Lo sacó. Era una tarjeta de negocios. De un talentoso representante. “Esto era para el agente de Horst Meuller.”
Cuando ella lo giro su garganta se contrajo y ahogó un involuntario gemido. Ella cubrió su cara con una mano y le dio la vuelta mientras sostenía la tarjeta a Rook. Él la cogió. La escritura en bolígrafo a mano decía, “Nikki, solo ten cuidado.”
Como siempre muchas gracias por vuestros comentarios y por seguir la traduccion, espero que vayais entendiendo la trama que ya va tocando a su fin.
Disfrutadlo y comentad lo que querais.
CAPITULO QUINCE-SEGUNDA PARTE
“No,” dijo DeWayne. “El agua había terminado de filtrarse por entonces, a si que eso no me importaba. Figure que la madera solo se partió con el frío. El tio del tanque no pudo venir hasta el día siguiente, por que nunca oí que hizo que la fuga ocurriese.”
Rook se acercó y susurro al oído de Heat. “Mi dinero esta en el agujero de bala del segundo disparo.”
En el camino de vuelta al loft de Rook, Nikki marcó a Ochoa. “Asegúrate de hacérmelo saber cuando haya agotado el banco de favores. ¿Si?”
“Oye, no hay problema. La manera en que las cosas están yendo por aquí en la 20, es agradable de hecho comprometerse en algo de trabajo policial de verdad.”
“¿Iron Man?”
“No tiene plan.” Ella podía oír a Raley riéndose de fondo. Ochoa dijo, “Raley quiere que te diga que el Cap. Irons se levantara mañana a las ocho de la mañana para una inspección de escritorio. De verdad. Si no podemos limpiar las calles, al menos podemos limpiar las áreas de trabajo.”
Heat dijo, “es probablemente mejor que esto no provenga de mí, por lo que dentro de unos diez minutos tendrás una llamada de DeWayne Powel. Él es el tio que descubrió el cuerpo de Montrose. Va a informar que ha pensado más sobre eso, la fuga por la que fue llamado para arreglar fue por un agujero de bala en el tanque de agua de la parte de arriba del edificio cerca del coche del capitán.”
“Dios,” dijo Ochoa mientras era golpeado por las implicaciones. “La bala del capitán fue directa hacia arriba por lo que esta…”
“Correcto,” dijo Nikki “Podría ser la ficha de su cargador de repuesto. Escucha, mi suposición es que si una ficha pinchó ese cedro y fue reduciendo velocidad por un tanque de agua de seis metros de diámetro, probablemente no salió.”
“Estamos en ello, confía en mí.”
“Bien, pero espera a la llamada de DeWayne. Yo solo quiero darte la dirección para que puedas tomarte seriamente y tengas a los Forenses comprobando ese tanque.”
“Lo haremos,” él dijo.
“Y ¿Miguel? Todo esto es por el trabajo que tú y Raley hicisteis hoy con la doble comprobación de su arma y munición. Si probamos homicidio en vez de suicidio, habréis hecho a este hombre un gran servicio.”
“Oye, me pondría máscara y aletas a mí mismo, si tuviera que hacerlo.”
Y mientras ella levantaba la mirada al JumboTron de la CNN sobre Columbus Circle y veía que hacia menos tres grados, Nikki supo que era exactamente lo que él haría si esto se viniese abajo.
Rook tenía hambre, pero ella estaba con demasiada energía para comer, por lo que él fue corriendo al scarpellio que fue dejado la noche antes mientras ella ponía una silla del comedor enfrente de la Pizarra del Asesinato Sur y tomaba asiento para su contemplación.
“¿Cómo estaban?” ella dijo cuando él se comió su último bocado.
“Incluso mejor que unas sobras,” él dijo. “Y ¿Cómo sabes que he terminado? ¿Tienes ojos en la nuca?”
“No, tengo oídos. Paraste de gemir de éxtasis.”
“Ah. A si que así es como sabes que yo he acabado.”
Ella se giro hacia él llevando una maliciosa sonrisa. “Sé cuando tú acabas, mister. Terminas cuando yo termino.”
“Es una cosa bonita,” él dijo. Ella volvió su atención a la pizarra, después se levantó con un marcador rojo y dibujo círculos alrededor de las anotaciones de Rook: “Montrose- ¿Qué estaba haciendo?”
Él dijo, “supongo que conseguimos la respuesta a eso hoy, gracias a Eddie.”
“No, conseguimos la mitad de ella. Sabemos que estaba tratando de hacer, pero no sabemos que rumbo de la investigación estaba siguiendo. Y eso lo guardo de mí. O porque él tenía algo de orgullo sobre romperlo él mismo o no quería admitirlo si fallaba.”
“O…” dijo Rook. “Más probablemente, él sabía que era peligroso y estaba intentando mantenerte fuera de ello. Incluso a costa de mandarte al cuerno.”
Ella digirió eso, después dijo, “o algo de los de arriba. Pero ¿Cuál eran sus pistas? ¿Dónde iba?”
“Podrías tener a los Roach comprobando sus archivos, pero, de acuerdo a ti, Asuntos Internos se los llevo a la madre nave.”
“Conocía a Montrose, y si él quería discreción no habría mantenido nada en la oficina. Especialmente con los de AI encima de él.” Heat golpeó el tapón del marcador contra su labio y después lo depositó en la bandeja, tomando una decisión. “Quiero entrar en su apartamento.”
Eran las nueve y media, todavía demasiado temprano para no irrumpir en la puerta del vecino de al lado de Montrose, aunque el Dauchshund Penny alertó al otro lado de la puerta después de ellos tocar. Mientras que las múltiples cerraduras hacían ruido al abrirse, ellos oyeron a Corrine Maherty haciendo callar y diciendo, “relax, Pen. Es Nikki. Conoces a Nikki.” Ella abrió la puerta y las dos mujeres se abrazaron. Corrine, desaliñada y en los cincuenta y muchos, se acicalo su pelo y dijo, “estoy contenta de que me llamaras, me dio una oportunidad para echar al hombre.”
El pequeño Dachshund de pelo largo se volvió totalmente hacia el interior por encima de Rook. Ella rodó sobre su espalda en el comedor, y él se arrodilló en la alfombra para administrar un restregón de barriga mientras ella se ablandaba, su cola de caramelo se agitaba como una bandera. “Soy la siguiente,” dijo Corrine, seguido por una risa de fumadora.
Cuando ella se excusó de la sala, Rook se levantó y dijo a Heat, “a si que… ¿Cómo vamos a hacer esto? ¿Usar su balcón para saltar al de Montrose como Spider-Man? Quiero decir la película, no el musical; hay seis pisos por debajo y no tengo mi tarjeta del seguro de salud conmigo.”
“¿Cómo entraríamos por la puerta corrediza de su balcón si esta cerrado? Lo cual sabes que debe estar.”
“Hmm,” él dijo. “¿Tiene Corrine un martillo? Podría romper el cristal con un fuertísimo golpe.”
“Ya voy, Nikki,” dijo Corrine mientras volvía de la cocina con un llavero. “Esta es del pomo de la puerta, esta es del cerrojo.”
Rook frunció el ceño como si profundizase en pensamientos y dijo, “llaves de repuesto. Muy astuta.”
En la puerta de Montrose Rook se adelantó enfrente de Nikki, bloqueándola. “Yo haré esta parte.”
Él desgarró la cinta de policía que obstruía la puerta y dio un paso atrás. “No querías meterte en ningún problema con la policía, ja ja.”
Una vez dentro, Nikki sintió un escalofrío que no tenía nada que ver con el bajo termostato. Ellos regularon el termostato y encendieron todas las luces, pero todavía se sentía un hogar que nunca sería cálido para ella otra vez. Mantuvo su abrigo puesto y se quedo de pie en medio del comedor, haciendo una pequeña rotación, tratando de poner de lado los recuerdos de cenas que había disfrutado con el capitán y Pauletta o la fiesta de la Super Bowl en la que este había invitado a toda la brigada de ella tres años antes, después ellos consiguieron sus citaciones para autorizar casos superiores.
Ella cerró estas cosas lo mejor que pudo y simplemente observo.
En el camino por el puente de Queens, ella le había dicho a Rook no esperar mucho, que Asuntos Internos habría estado en su apartamento como en su oficina. Ella dijo esperar muebles pero no archivos o algo como eso. Estos archivos habrían sido empaquetados y hecho un inventario y sacados para su examinación. Cuando él la preguntó que estaba buscando por entonces, ella le dijo que cualquier cosa que Asuntos Internos probablemente se hubiera dejado atrás y ella no. “Ellos solo le estaban investigando. Yo le estoy absolviendo.”
Ellos trabajaron juntos metódicamente, Rook seguía su pista y sus instrucciones. Los baños fueron su primera parada. Los policías saben que es ahí donde la mayoría de la gente esconde lo valioso porque hay mucho más donde mirar sin embargo. Pero cuando ellos abrieron los armarios, vieron que claramente AI había tenido el mismo pensamiento, porque los estantes estaban vacíos en los botiquines y debajo de los sumideros de ambos baños. La cocina era mucho más de lo mismo. Aunque unos pocos artículos fueron dejados en los estantes de la despensa, muchos de estos habían sido sacados y no había duda de que se los habían llevado al centro.
El segundo dormitorio, que había sido convertido en un estudio, había sido limpiado, como Heat había predicho. Ellos podían ver los huecos en los estantes donde libros y vídeos habían sido movidos. Los cajones del escritorio estaban vacíos, y allí había líneas de compresión en la alfombra de las pisadas de los archivos ausentes.
El dormitorio principal era una fácil búsqueda. La cama había sido desmontada y el marco estaba vacío; el colchón y los muelles estaban apoyados con esmero contra un muro. “La búsqueda no es tan prometedora,” dijo Rook.
“Nunca lo es hasta que lo es.” Pero ella estaba sintiendo la inutilidad también. “Te digo, yo me encargare del armario, tu harás el vestidor, después llamaremos a esto una noche.”
Nikki estaba deslizando trajes en perchas a lo largo de la barra de madera cuando Rook dijo, “Oh, ¿Detective Heat?” Cuando ella salió de la entrada, él estaba en el vestidor. El último cajón estaba abierto.
“No estoy seguro de que esto sea algo, pero si lo es, creo que te mereces los honores.” Ella lentamente cruzo la habitación para unirse a él, después siguió la mirada de este hacia el cajón abierto.
El cajón de los calcetines del Cap. Montrose. Dentro había unos doce pares de calcetines blancos y negros de marinero, doblados y apretados con sus parejas. Y hacía la parte de atrás del cajón, un solitario calcetín beige sin pareja. Nikki levantó la mirada hacia Rook. Ambos estaban pensándolo, pero ninguno lo estaba diciendo.
Un calcetín desparejado.
Heat lo levantó. Su corazón se aceleró cuando lo hizo.
“Hay algo dentro.”
“Vamos, me voy a hacer pis.”
Nikki abrió el calcetín y buscó dentro. “Es una cartulina.” Lo sacó. Era una tarjeta de negocios. De un talentoso representante. “Esto era para el agente de Horst Meuller.”
Cuando ella lo giro su garganta se contrajo y ahogó un involuntario gemido. Ella cubrió su cara con una mano y le dio la vuelta mientras sostenía la tarjeta a Rook. Él la cogió. La escritura en bolígrafo a mano decía, “Nikki, solo ten cuidado.”
lastral- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 10/04/2011
Edad : 35
Localización : Madrid
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Todavía no te había comentado aquí.
Felicidades por el trabajón que te estas dando.
Ya he leído en anteriores respuestas que lo tenéis todo organizado para pasar el libro a doc o pdf. Si necesitáis ayuda con eso o un sitio donde colgarlo me avisáis.
Felicidades por el trabajón que te estas dando.
Ya he leído en anteriores respuestas que lo tenéis todo organizado para pasar el libro a doc o pdf. Si necesitáis ayuda con eso o un sitio donde colgarlo me avisáis.
qwerty- Escritor - Policia
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Localización : En la luna de Valencia
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Gracias por el comentario qwerty.qwerty escribió:Todavía no te había comentado aquí.
Felicidades por el trabajón que te estas dando.
Ya he leído en anteriores respuestas que lo tenéis todo organizado para pasar el libro a doc o pdf. Si necesitáis ayuda con eso o un sitio donde colgarlo me avisáis.
Si, mas o menos esta hablado. Pero hasta que no lo termine no se ha dicho nada fijo de donde se colgara y demas. De todas formas, muchas gracias por tu ofrecimiento. lo tendremos en cuenta
lastral- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 10/04/2011
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Localización : Madrid
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Te doy otra vez las gracias por la traducción!!! Sige así!!!
NathanFan2011- As del póker
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Localización : Soy de Barcelona, Cataluña y en los foros suelo utilizar el nombre de Dana aunque me llamo Maria Victòria.
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Mil gracias!!
Si no fuera por ti tardaría años en terminar el libro ya que en cada frase tengo que buscar alguna palabra en el diccionario
Si no fuera por ti tardaría años en terminar el libro ya que en cada frase tengo que buscar alguna palabra en el diccionario
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Hola chicos. Os traigo la primera parte del capitulo dieciseis.
Como siempre, muchas gracias a todos por seguir esta traducción y por vuestros comentarios.
Espero que disfruteis con este nuevo capitulo y comentad.
CAPITULO DIECISEIS-PRIMERA PARTE
A la nueve de la mañana siguiente, cuando Heat y Rook subían las escaleras del metro hacia la calle 18, una niebla helada fue descendiendo en Chelsea, agarrando al vecindario en un violento escalofrío. Ellos cruzaron la 17, yendo hacia el oeste, hacia la oficina del agente, uniéndose a una ecléctica mezcla en la acera de torturados jóvenes artistas y bailarines advenedizos que podrían haber sido admitidos en el saludo de un video musical para perturbar. En el momento en que llegaron a la 18, Rook dijo que había parado de contar boinas navales.
Cuando llegaron a la entrada de la oficina del tercer piso de ‘Step This Way Talent Agency’, Phil Podemski estaba comiendo su harina de avena para llevar en su escritorio. Mientras él barrió las viejas revistas de negocios y periódicos de su sofá hacia el suelo para que ellos se pudieran sentar, el agente puso un ojo en Nikki y dijo que podía realmente hacer algo con ella, considerando su figura y su aspecto. “Te tendrías que desnudar, por supuesto. No para mí, yo no llevo ningún negocio divertido, quiero decir en el número.”
“Por mucho que aprecie la oferta,” ella dijo, “eso no es por lo que estoy aquí.”
“Oh,…” Podemski tanteo a Rook y tiró de su bigote naranga de Yosemite Sam. “Seguro, supongo que podría darte un látigo y un sombrero. Te comercializaríamos como Indiana Bones. O quizás para ciencia-ficción. Te pareces un poco a ese tipo que recorre el espacio exterior y por el que todo el mundo esta tan loco.”
“¿Malcolm Reynolds?” preguntó Rook.
“¿Quién?... No, estoy pensando que te daré un casco espacial y algunos protectores y te llamaremos…Butt Rogers.”
Cuando Nikki saltó y le dijo que ellos estaban allí para hablar sobre Horst Meuller, Podemski metió la cuchara de nuevo en la taza de boca ancha de plástico de Deli y fruncía el ceño mientras terminada de mascar. “¿Vosotros policías?”
Nikki esquivo de contar una mentira completa diciendo, “ya hablaste con uno de los miembros de mi brigada, ¿El Det. Rhymer?” cuando eso pareció suficiente para una repuesta, ella siguió adelante. Heat no estaba segura de lo que estaba buscando todavía, pero el Cap. Montrose había hecho un gran esfuerzo para dejarla una pista después de muerto llevándola a la agencia de Podemski. Él también la había dicho que tuviera cuidado, aunque su apreciación de la agencia era que él era más colorido que peligroso, un adorable integrante directo de ‘Broadway Danny Rose’.
Nikki le dijo a Podemski que ella estuvo con su cliente el día que fue disparado pero que Horst no había cooperado. “¿Tiene alguna idea de porque no habló con nosotros?”
“Ese chico, no sé. Desde que su novio pasó a mejor vida, no ha sido el mismo. Su actuación como Hans Alloffur es mi gran atracción. Pero él me esquivaba después de que su camarada Alan muriese, incluso no me contó que se mudo.”
Nikki recordaba eso del informe de Rhymer, que fue porqué su plan con Phil Podemski estaba profundizando más en el amante muerto, desde que estaba manejando las acciones de Meuller. Ella dio la vuelta a la cubierta de su cuaderno de notas. “Cuénteme sobre el novio. ¿Alan qué?”
“Barclay. Buen tio. Mas mayor que Horst, quizás en los cincuenta. En buena forma pero tenia una de estas complexiones con ojos hundidos y oscuros círculos como lo que tu ves en gente de hogares de ancianos.”
Rook dijo, “y tiendas de alimentos saludables.” Nikki le hecho una mirada. “OK, dime que estoy equivocado.”
Ella se volvió a Podemski. “Él tenía algunos problemas cardiacos, ¿Verdad?”
“Si, así es como él dio la patada. Tragedia.” El agente agitó su avena fría y sacudió su cabeza. “Nunca conseguí esa película de demostración que dice que hizo para mi agencia”
“¿Él estaba en la publicidad?”
“No. Cámara.” Phil levantó ambas manos. “Videografo., perdón.”
“¿Qué tipo de vídeo, Mr. Podemski?”
“Reality Show. “¿Alguna vez ha visto ese show ‘Payback, Payback’?”
Rook se sentó erguido. “Me encanta ese show.” Nikki se encogió de hombros, desconocido para ella. “¿No lo ha visto? Es genial, cada semana ellos tiene una víctima diferente que ha sido jodida por alguien –relación personal, mecánico, quien sea- y ellos diseñan una cámara oculta para devolvérsela a esta persona y juegan con él sentándole justo allí enfrente de una audiencia horrible en un estudio que grita, ‘¡la grabación es una zorra!’”
“Una perdida,” ella dijo. “¿A si que este Alan Barclay hizo algún otro tipo de vídeo para el trabajo? ¿Algo como porno o vídeos sadomasoquistas?” Era una gran recorrido, pero ella tenía que preguntar, dando donde el caso empezó.
“¿Porno? De ninguna manera. Apostaría la granja contra eso.”
Nikki preguntó, “¿Cómo es eso?”
“Era demasiado religioso. Católico Extremista. Alan siempre estaba intentando conseguir que Horst dejara el club y que se legalizara. Quizás una prueba para Alvin Ailey or Juillard. Jugando con mis ingresos, ese chico, probablemente descanse en paz. Incluso su pastor intento convertirle.”
Rook dejo escapar la pregunta antes de que Nikki pudiera hacerlo. “¿Sabe quien era el pastor de Alan Barclay?”
“Seguro. Es el único al que asesinaron. Estaba en las noticias el día después de que me encontré con él.”
Heat intercambio una mirada con Rook y preguntó, “¿Dónde lo conoció?”
“Justo aquí. La mañana anterior a que fuera asesinado. Él estaba acampado en la entrada cuando vine a abrir. Dijo que Horst Meuller le contó de encontrarse con él aquí a las nueve en punto, a si que le deje entrar. Todo el tiempo, me estuve preguntando ¿Cómo demonios entretengo al cura? Pero Horst apareció muy rápido. Naturalmente, le pregunte donde había estado y él dijo que no importaba –estaba muy nervioso, alucinando incluso. Después él y el cura se fueron andando. La última vez que vi a Horst hasta que oí que fue disparado.”
Heat rápidamente paso por los acontecimientos de la pasada semana por su memoria y preguntó, “¿Cómo no contó nada de esto al Det. Rhymer cuando le entrevistó?”
“Oye, no te enfades conmigo, yo solo estaba haciendo lo que el otro policía me dijo que hiciera, que era no contárselo a nadie.”
Heat sintió su pulso acelerarse. “¿Qué otro policía le dijo eso, Mr. Podemski?”
“Él era un detective también. El que se suicido.”
Heat dijo, “¿El Capitán Montrose?”
“Montrose, es correcto.” Podemski pescó la tarjeta del capitán de la pila caótica de encima de su escritorio. “Él apareció aquí un par de horas después de que Horst se llevará a ese cura. Dijo que quería saber donde ellos fueron o si se dejaron algo, ya sabes, para que yo me lo quedase o escondiera.”
“¿Él dijo que era? ¿Dinero? O ¿Un objeto?” preguntó Rook.
Podemski negó. “Solo me dijo que le llamara si alguien más venía buscando y no le dijera a nadie sobre nada de esto. Incluso a otros policías.”
“¿Ha venido alguien más buscando lo que sea que eso sea?”
“Nop.”
Nikki dijo, “¿Te importa que te pregunte porque me lo estás contando a mí?”
“Porque me acabo de dar cuenta que eres la mujer policía de esa revista. Entendí que si no puedo confiar en ti, déjalo.”
Rook golpeó la acera listo para el rock & roll. “Le tenemos. Te lo digo, Nik, ese Alemán está en esto hasta el cuello.”
“¿Cómo puedes saber eso?” ella preguntó.
“Vamos, Meuller pelea con Graf en el club, Meuller conduce a Graf a otra parte la mañana que es asesinado, Meuller huye de ti… Si quieres saber porque él se escondió y renunció a estos trabajos de bailarín, me referiré a la teoría de Mr. George Michael sobre pies culpables y ritmo.”
“Rook, piensa en nuestra línea de tiempo y dime esto. Meuller dejo la agencia de Podemski con el Padre Graf justo después de las nueve de la mañana. ¿Cómo es entonces que Graf apareció en la sede central de ‘Justicia a Guarda’ muy vivo una hora y media después?”
Rook cambió la marcha como si nada hubiera pasado. “Bien. Pensamiento alternativo, eso es bueno. ¿Alguna otra opinión?”
“No, una pregunta. Quiero saber lo que un stripper masculino podría tener con el Padre Graf que Montrose quisiera y por lo que tanta gente muere. Quiero hablar con Horst Meuller otra vez.”
“Genial, vamos.”
“No todavía.”
“Absolutamente no,” dijo Rook, hábilmente cambiando radicalmente. “¿Por qué no?”
“Porque Meuller juega muy cerca del chaleco. Quiero confrontarle, pero entrando allí sabiendo más de lo que él piensa que sé,” dijo Heat. “Por lo que seamos listos y usemos la ayuda que Montrose nos dio. Él nos guió a esa agencia por una razón. Desde que nosotros ya sabemos sobre Meuller, pienso que esto nos señalaba a su amante, el videografo. Veamos que podemos averiguar sobre Alan Barclay.”
Rook llamó a un taxi, y de camino a Gemstar Studios en Queens, donde ellos producían ‘Payback Payback’, Heat llamó a Mrs. Borelli a la rectoría. El ama de llaves no solo confirmo que Alan Barclay era un feligrés de Nuestra Señora de los Inocentes, además el Padre Graf dijo su Misa Funeraria y pronunció el elogio dos semanas antes. “Se conocían muy bien, ¿Entonces? ¿Eran amigos?”
“Yo no los llamaría exactamente amigos,” dijo la mujer. “Alan tenía alguna crisis moral con la que estaba lidiando, y el Padre le estaba asesorando. Los últimos días de vida del pobre Mr. Barclay, las cosas se pusieron bastantes calientes en el estudio del Padre Gerry.”
“¿Oyó sobre lo que estaban discutiendo, Mrs. B?”
“Me temo que no, Detective. Probablemente sea curiosa pero no soy una cotilla.”
Heat le dijo al de Seguridad que ella y Rook esperarían en el vestíbulo al productor, principalmente por lo que nadie le preguntaría por lucir el estaño. Si –como el póster gigante en el muro del estudio decía, “¡La grabación es una zorra!”-estaba siendo una policía sin placa. El hombre barbudo en el abrigo deportivo y vaqueros que salía de una doble puerta de cristal para encontrarse con ellos se presentó como el productor en línea, lo que significaba que el alcance de Jim Steel era la producción física del show, incluyendo la contratación del equipo de cámara.
Él preguntó si había sido una queja del vecindario sobre los desperfectos o el ruido de su localización de grabación y se relajo hasta cierto grado cuando ella le dijo que no.
“Solo quería preguntarle unas cuantas cuestiones sobre una persona de su antiguo equipo. Alan Barclay.”
Steel cerró sus ojos momentáneamente y le dijo a ella que el equipo entero estaba todavía de luto por él. “Si sigues una buena vida, si eres lo suficientemente afortunado, tú consigues una oportunidad para trabajar con un tio como Alan. Un hombre encantador. Muy generoso y un artista con esa cámara. Producción total.”
Nikki dijo, “su nombre ha salido relativo a un caso que estamos investigando, y estoy realmente buscando por algún historial de él.”
“No mucho que contar. Ha estado conmigo aquí desde que le contrate de autónomo en ‘Don’t Forget to Duck’.”
“Un show genial,” dijo Rook.
El productor le echo un vistazo con cautela y después continuó, “eso había sido en 2005. Alan era tan talentoso que le metí en ‘Playback’ cuando nosotros conseguimos nuestra orden de sindicación.”
“¿Y sobre antes de eso?,” preguntó Heat, “¿Había trabajado en otro show?”
“No, de hecho, él era un tipo de riesgo de contratación para mí porque su pasado era grabaciones en noticieros.”
Rook dijo, “¿En la red o en emisoras locales?”
“Ninguna. Él había sido un vagabundo para una compañía local de corresponsal que proporciona imágenes de videos a emisoras locales que recorta en presupuesto. Ya sabe, las emisoras no pueden justificar el empalme del equipo para esperar cerca del turno de noche para grabar los ocasionales accidentes de coche y robos, por lo que en vez de eso, ellos compran clips de corresponsales en un fundamento de según sea necesario.”
“¿Recuerda para quién Alan Barclay trabajaba?” preguntó Heat.
“Gotham Outsource.” El Smartphone de Steele vibró y él comprobó la pantalla. “Escuche, tengo que volver allí. ¿Tienen todo lo que necesitan?”
“Seguro. Gracias,” dijo ella.
Antes de que él se marchara, el productor dijo, “¿Le importa si le preguntó una cosa? ¿Vosotros comparáis notas?”
Nikki dijo, “no estoy segura de lo que quiere decir.”
“Uno de sus detectives estuvo aquí hace poco más de una semana preguntando las mismas cuestiones.”
El gestor de contratación de Gotham Outsource tenía la actitud de mal humor de un conductor de taxi. Él se medio giro de la pantalla de su ordenador y, por encima de las charlas y del ruido electrónico de unas cuantas docenas de scanners, dijo, “ya he cubierto todo esto con tu otro trajeado de una semana, hace diez días, ya sabes.”
“¿El Cap. Montrose, verdad?”
“Si, el mismo tio que se suicido,” él dijo, usando el código de la radio de policía para “Cancelado.”
Heat quería abofetearle lo suficientemente duro para que su auricular se instalara en su cerebro de guisante. Rook también percibió y compartió su desagrado e intermedio. “Cúbralo otra vez, esto le llevará dos minutos. ¿Cuánto tiempo trabajo Alan Barclay para ustedes?”
“Empezó en 2001. Nosotros doblamos nuestros equipos después del 11S, y él fue parte de la gran contratación.”
“¿Y ustedes estaban felices con él?” preguntó Nikki, mas allá de su rabia por el momento.
“Yo lo estaba hasta que no lo estuve.”
Ella dijo, “ayúdeme por ahí,”
“El tio terminó siendo mi mejor filmador. Geniales grabaciones, un trabajador, sin miedo de acercarse a la acción. Después simplemente se desprendió de mí. Adiós. Ni siquiera vino para renunciar o decir besad mi real trasero rojo. Simplemente dejo de aparecer.” Él chupó su dentadura. “Autónomo. Esos maleantes están a un peldaño por encima de los paparazzi,”
Heat no podía esperar a conseguir alguna distancia de este matón, pero tenía una cosa más para averiguar. “¿Recuerda la fecha en la que él renuncio tan repentinamente?”
Él gesticuló con ambas manos a la sala llena de radios policiales y monitores de televisión. “¿Parezco de los que recordaría la fecha?”
“Inténtelo,” dijo Rook.
El hombre se burlo. “Tú no eres policía. No llevas un lujoso reloj como ese. No tienen nada sobre mí.”
Rook pasó por delante de Nikki, arrancando los auriculares del tio, y girando su silla para que él estuviera nariz con nariz con este.
“Oye, Ed Murrow, ¿Qué es lo que costaría a vuestro negocio si yo llamo al consejo de seguridad y a algunos inspectores de la ciudad y tu flota de furgonetas de noticias se para de rondar por una noche o tres?”
Él paró. “Me lo imaginaba.” Después Rook escribió su número de teléfono y lo metió en el bolsillo de la chaqueta del hombre. “Empiezo a recordar."
Como siempre, muchas gracias a todos por seguir esta traducción y por vuestros comentarios.
Espero que disfruteis con este nuevo capitulo y comentad.
CAPITULO DIECISEIS-PRIMERA PARTE
A la nueve de la mañana siguiente, cuando Heat y Rook subían las escaleras del metro hacia la calle 18, una niebla helada fue descendiendo en Chelsea, agarrando al vecindario en un violento escalofrío. Ellos cruzaron la 17, yendo hacia el oeste, hacia la oficina del agente, uniéndose a una ecléctica mezcla en la acera de torturados jóvenes artistas y bailarines advenedizos que podrían haber sido admitidos en el saludo de un video musical para perturbar. En el momento en que llegaron a la 18, Rook dijo que había parado de contar boinas navales.
Cuando llegaron a la entrada de la oficina del tercer piso de ‘Step This Way Talent Agency’, Phil Podemski estaba comiendo su harina de avena para llevar en su escritorio. Mientras él barrió las viejas revistas de negocios y periódicos de su sofá hacia el suelo para que ellos se pudieran sentar, el agente puso un ojo en Nikki y dijo que podía realmente hacer algo con ella, considerando su figura y su aspecto. “Te tendrías que desnudar, por supuesto. No para mí, yo no llevo ningún negocio divertido, quiero decir en el número.”
“Por mucho que aprecie la oferta,” ella dijo, “eso no es por lo que estoy aquí.”
“Oh,…” Podemski tanteo a Rook y tiró de su bigote naranga de Yosemite Sam. “Seguro, supongo que podría darte un látigo y un sombrero. Te comercializaríamos como Indiana Bones. O quizás para ciencia-ficción. Te pareces un poco a ese tipo que recorre el espacio exterior y por el que todo el mundo esta tan loco.”
“¿Malcolm Reynolds?” preguntó Rook.
“¿Quién?... No, estoy pensando que te daré un casco espacial y algunos protectores y te llamaremos…Butt Rogers.”
Cuando Nikki saltó y le dijo que ellos estaban allí para hablar sobre Horst Meuller, Podemski metió la cuchara de nuevo en la taza de boca ancha de plástico de Deli y fruncía el ceño mientras terminada de mascar. “¿Vosotros policías?”
Nikki esquivo de contar una mentira completa diciendo, “ya hablaste con uno de los miembros de mi brigada, ¿El Det. Rhymer?” cuando eso pareció suficiente para una repuesta, ella siguió adelante. Heat no estaba segura de lo que estaba buscando todavía, pero el Cap. Montrose había hecho un gran esfuerzo para dejarla una pista después de muerto llevándola a la agencia de Podemski. Él también la había dicho que tuviera cuidado, aunque su apreciación de la agencia era que él era más colorido que peligroso, un adorable integrante directo de ‘Broadway Danny Rose’.
Nikki le dijo a Podemski que ella estuvo con su cliente el día que fue disparado pero que Horst no había cooperado. “¿Tiene alguna idea de porque no habló con nosotros?”
“Ese chico, no sé. Desde que su novio pasó a mejor vida, no ha sido el mismo. Su actuación como Hans Alloffur es mi gran atracción. Pero él me esquivaba después de que su camarada Alan muriese, incluso no me contó que se mudo.”
Nikki recordaba eso del informe de Rhymer, que fue porqué su plan con Phil Podemski estaba profundizando más en el amante muerto, desde que estaba manejando las acciones de Meuller. Ella dio la vuelta a la cubierta de su cuaderno de notas. “Cuénteme sobre el novio. ¿Alan qué?”
“Barclay. Buen tio. Mas mayor que Horst, quizás en los cincuenta. En buena forma pero tenia una de estas complexiones con ojos hundidos y oscuros círculos como lo que tu ves en gente de hogares de ancianos.”
Rook dijo, “y tiendas de alimentos saludables.” Nikki le hecho una mirada. “OK, dime que estoy equivocado.”
Ella se volvió a Podemski. “Él tenía algunos problemas cardiacos, ¿Verdad?”
“Si, así es como él dio la patada. Tragedia.” El agente agitó su avena fría y sacudió su cabeza. “Nunca conseguí esa película de demostración que dice que hizo para mi agencia”
“¿Él estaba en la publicidad?”
“No. Cámara.” Phil levantó ambas manos. “Videografo., perdón.”
“¿Qué tipo de vídeo, Mr. Podemski?”
“Reality Show. “¿Alguna vez ha visto ese show ‘Payback, Payback’?”
Rook se sentó erguido. “Me encanta ese show.” Nikki se encogió de hombros, desconocido para ella. “¿No lo ha visto? Es genial, cada semana ellos tiene una víctima diferente que ha sido jodida por alguien –relación personal, mecánico, quien sea- y ellos diseñan una cámara oculta para devolvérsela a esta persona y juegan con él sentándole justo allí enfrente de una audiencia horrible en un estudio que grita, ‘¡la grabación es una zorra!’”
“Una perdida,” ella dijo. “¿A si que este Alan Barclay hizo algún otro tipo de vídeo para el trabajo? ¿Algo como porno o vídeos sadomasoquistas?” Era una gran recorrido, pero ella tenía que preguntar, dando donde el caso empezó.
“¿Porno? De ninguna manera. Apostaría la granja contra eso.”
Nikki preguntó, “¿Cómo es eso?”
“Era demasiado religioso. Católico Extremista. Alan siempre estaba intentando conseguir que Horst dejara el club y que se legalizara. Quizás una prueba para Alvin Ailey or Juillard. Jugando con mis ingresos, ese chico, probablemente descanse en paz. Incluso su pastor intento convertirle.”
Rook dejo escapar la pregunta antes de que Nikki pudiera hacerlo. “¿Sabe quien era el pastor de Alan Barclay?”
“Seguro. Es el único al que asesinaron. Estaba en las noticias el día después de que me encontré con él.”
Heat intercambio una mirada con Rook y preguntó, “¿Dónde lo conoció?”
“Justo aquí. La mañana anterior a que fuera asesinado. Él estaba acampado en la entrada cuando vine a abrir. Dijo que Horst Meuller le contó de encontrarse con él aquí a las nueve en punto, a si que le deje entrar. Todo el tiempo, me estuve preguntando ¿Cómo demonios entretengo al cura? Pero Horst apareció muy rápido. Naturalmente, le pregunte donde había estado y él dijo que no importaba –estaba muy nervioso, alucinando incluso. Después él y el cura se fueron andando. La última vez que vi a Horst hasta que oí que fue disparado.”
Heat rápidamente paso por los acontecimientos de la pasada semana por su memoria y preguntó, “¿Cómo no contó nada de esto al Det. Rhymer cuando le entrevistó?”
“Oye, no te enfades conmigo, yo solo estaba haciendo lo que el otro policía me dijo que hiciera, que era no contárselo a nadie.”
Heat sintió su pulso acelerarse. “¿Qué otro policía le dijo eso, Mr. Podemski?”
“Él era un detective también. El que se suicido.”
Heat dijo, “¿El Capitán Montrose?”
“Montrose, es correcto.” Podemski pescó la tarjeta del capitán de la pila caótica de encima de su escritorio. “Él apareció aquí un par de horas después de que Horst se llevará a ese cura. Dijo que quería saber donde ellos fueron o si se dejaron algo, ya sabes, para que yo me lo quedase o escondiera.”
“¿Él dijo que era? ¿Dinero? O ¿Un objeto?” preguntó Rook.
Podemski negó. “Solo me dijo que le llamara si alguien más venía buscando y no le dijera a nadie sobre nada de esto. Incluso a otros policías.”
“¿Ha venido alguien más buscando lo que sea que eso sea?”
“Nop.”
Nikki dijo, “¿Te importa que te pregunte porque me lo estás contando a mí?”
“Porque me acabo de dar cuenta que eres la mujer policía de esa revista. Entendí que si no puedo confiar en ti, déjalo.”
Rook golpeó la acera listo para el rock & roll. “Le tenemos. Te lo digo, Nik, ese Alemán está en esto hasta el cuello.”
“¿Cómo puedes saber eso?” ella preguntó.
“Vamos, Meuller pelea con Graf en el club, Meuller conduce a Graf a otra parte la mañana que es asesinado, Meuller huye de ti… Si quieres saber porque él se escondió y renunció a estos trabajos de bailarín, me referiré a la teoría de Mr. George Michael sobre pies culpables y ritmo.”
“Rook, piensa en nuestra línea de tiempo y dime esto. Meuller dejo la agencia de Podemski con el Padre Graf justo después de las nueve de la mañana. ¿Cómo es entonces que Graf apareció en la sede central de ‘Justicia a Guarda’ muy vivo una hora y media después?”
Rook cambió la marcha como si nada hubiera pasado. “Bien. Pensamiento alternativo, eso es bueno. ¿Alguna otra opinión?”
“No, una pregunta. Quiero saber lo que un stripper masculino podría tener con el Padre Graf que Montrose quisiera y por lo que tanta gente muere. Quiero hablar con Horst Meuller otra vez.”
“Genial, vamos.”
“No todavía.”
“Absolutamente no,” dijo Rook, hábilmente cambiando radicalmente. “¿Por qué no?”
“Porque Meuller juega muy cerca del chaleco. Quiero confrontarle, pero entrando allí sabiendo más de lo que él piensa que sé,” dijo Heat. “Por lo que seamos listos y usemos la ayuda que Montrose nos dio. Él nos guió a esa agencia por una razón. Desde que nosotros ya sabemos sobre Meuller, pienso que esto nos señalaba a su amante, el videografo. Veamos que podemos averiguar sobre Alan Barclay.”
Rook llamó a un taxi, y de camino a Gemstar Studios en Queens, donde ellos producían ‘Payback Payback’, Heat llamó a Mrs. Borelli a la rectoría. El ama de llaves no solo confirmo que Alan Barclay era un feligrés de Nuestra Señora de los Inocentes, además el Padre Graf dijo su Misa Funeraria y pronunció el elogio dos semanas antes. “Se conocían muy bien, ¿Entonces? ¿Eran amigos?”
“Yo no los llamaría exactamente amigos,” dijo la mujer. “Alan tenía alguna crisis moral con la que estaba lidiando, y el Padre le estaba asesorando. Los últimos días de vida del pobre Mr. Barclay, las cosas se pusieron bastantes calientes en el estudio del Padre Gerry.”
“¿Oyó sobre lo que estaban discutiendo, Mrs. B?”
“Me temo que no, Detective. Probablemente sea curiosa pero no soy una cotilla.”
Heat le dijo al de Seguridad que ella y Rook esperarían en el vestíbulo al productor, principalmente por lo que nadie le preguntaría por lucir el estaño. Si –como el póster gigante en el muro del estudio decía, “¡La grabación es una zorra!”-estaba siendo una policía sin placa. El hombre barbudo en el abrigo deportivo y vaqueros que salía de una doble puerta de cristal para encontrarse con ellos se presentó como el productor en línea, lo que significaba que el alcance de Jim Steel era la producción física del show, incluyendo la contratación del equipo de cámara.
Él preguntó si había sido una queja del vecindario sobre los desperfectos o el ruido de su localización de grabación y se relajo hasta cierto grado cuando ella le dijo que no.
“Solo quería preguntarle unas cuantas cuestiones sobre una persona de su antiguo equipo. Alan Barclay.”
Steel cerró sus ojos momentáneamente y le dijo a ella que el equipo entero estaba todavía de luto por él. “Si sigues una buena vida, si eres lo suficientemente afortunado, tú consigues una oportunidad para trabajar con un tio como Alan. Un hombre encantador. Muy generoso y un artista con esa cámara. Producción total.”
Nikki dijo, “su nombre ha salido relativo a un caso que estamos investigando, y estoy realmente buscando por algún historial de él.”
“No mucho que contar. Ha estado conmigo aquí desde que le contrate de autónomo en ‘Don’t Forget to Duck’.”
“Un show genial,” dijo Rook.
El productor le echo un vistazo con cautela y después continuó, “eso había sido en 2005. Alan era tan talentoso que le metí en ‘Playback’ cuando nosotros conseguimos nuestra orden de sindicación.”
“¿Y sobre antes de eso?,” preguntó Heat, “¿Había trabajado en otro show?”
“No, de hecho, él era un tipo de riesgo de contratación para mí porque su pasado era grabaciones en noticieros.”
Rook dijo, “¿En la red o en emisoras locales?”
“Ninguna. Él había sido un vagabundo para una compañía local de corresponsal que proporciona imágenes de videos a emisoras locales que recorta en presupuesto. Ya sabe, las emisoras no pueden justificar el empalme del equipo para esperar cerca del turno de noche para grabar los ocasionales accidentes de coche y robos, por lo que en vez de eso, ellos compran clips de corresponsales en un fundamento de según sea necesario.”
“¿Recuerda para quién Alan Barclay trabajaba?” preguntó Heat.
“Gotham Outsource.” El Smartphone de Steele vibró y él comprobó la pantalla. “Escuche, tengo que volver allí. ¿Tienen todo lo que necesitan?”
“Seguro. Gracias,” dijo ella.
Antes de que él se marchara, el productor dijo, “¿Le importa si le preguntó una cosa? ¿Vosotros comparáis notas?”
Nikki dijo, “no estoy segura de lo que quiere decir.”
“Uno de sus detectives estuvo aquí hace poco más de una semana preguntando las mismas cuestiones.”
El gestor de contratación de Gotham Outsource tenía la actitud de mal humor de un conductor de taxi. Él se medio giro de la pantalla de su ordenador y, por encima de las charlas y del ruido electrónico de unas cuantas docenas de scanners, dijo, “ya he cubierto todo esto con tu otro trajeado de una semana, hace diez días, ya sabes.”
“¿El Cap. Montrose, verdad?”
“Si, el mismo tio que se suicido,” él dijo, usando el código de la radio de policía para “Cancelado.”
Heat quería abofetearle lo suficientemente duro para que su auricular se instalara en su cerebro de guisante. Rook también percibió y compartió su desagrado e intermedio. “Cúbralo otra vez, esto le llevará dos minutos. ¿Cuánto tiempo trabajo Alan Barclay para ustedes?”
“Empezó en 2001. Nosotros doblamos nuestros equipos después del 11S, y él fue parte de la gran contratación.”
“¿Y ustedes estaban felices con él?” preguntó Nikki, mas allá de su rabia por el momento.
“Yo lo estaba hasta que no lo estuve.”
Ella dijo, “ayúdeme por ahí,”
“El tio terminó siendo mi mejor filmador. Geniales grabaciones, un trabajador, sin miedo de acercarse a la acción. Después simplemente se desprendió de mí. Adiós. Ni siquiera vino para renunciar o decir besad mi real trasero rojo. Simplemente dejo de aparecer.” Él chupó su dentadura. “Autónomo. Esos maleantes están a un peldaño por encima de los paparazzi,”
Heat no podía esperar a conseguir alguna distancia de este matón, pero tenía una cosa más para averiguar. “¿Recuerda la fecha en la que él renuncio tan repentinamente?”
Él gesticuló con ambas manos a la sala llena de radios policiales y monitores de televisión. “¿Parezco de los que recordaría la fecha?”
“Inténtelo,” dijo Rook.
El hombre se burlo. “Tú no eres policía. No llevas un lujoso reloj como ese. No tienen nada sobre mí.”
Rook pasó por delante de Nikki, arrancando los auriculares del tio, y girando su silla para que él estuviera nariz con nariz con este.
“Oye, Ed Murrow, ¿Qué es lo que costaría a vuestro negocio si yo llamo al consejo de seguridad y a algunos inspectores de la ciudad y tu flota de furgonetas de noticias se para de rondar por una noche o tres?”
Él paró. “Me lo imaginaba.” Después Rook escribió su número de teléfono y lo metió en el bolsillo de la chaqueta del hombre. “Empiezo a recordar."
lastral- Policia de homicidios
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Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
CAPITULO DIECISEIS-SEGUNDA PARTE
Cuando Horst Meuller se despertó de su siesta, jadeó.
Rook estaba apoyándose sobre su cama del hospital sujetando una jeringuilla en la cara del alemán. “No te preocupes, Herr Meuller,” él dijo en una suave voz, “no te haré daño,” Todavía él no se podía mover muy lejos. “Pero ¿Ves como de fácil sería para alguien más matarte mientras duermes?”
Rook lentamente abrió la hipodérmica de ida y vuelta: los ojos de Meuller lo siguieron, grandes y anchos como un reloj de gato.
“Estás en el hospital, por lo que hay muchas maneras. He oído de asesinos a sueldo que se visten como enfermeras e inyectan veneno de la vía de sus víctimas.” Meuller palpó el botón de llamada, y Rook sonrió y lo sostuvo con su otra mano. “Para vivir, pulsar ahora el uno.”
La cara de Horst llevaba un brillo de sudor.
Heat golpeó ligeramente a Rook en el hombro y dijo, “creo que él entendió el mensaje.”
“Cierto. No necesitamos ganar un muerto… Oh, quiero decir ‘Horst’ muy mal. Pero eso sería indigno incluso para mí.”
“¿Qué está intentado de hacer?” preguntó Meuller.
Nikki arrastró una silla al lado de la cama. “Que veas que si no nos ayuda a coger a quien quiera de quien tengas miedo, no podremos protegerte de ellos. Nadie puede. Nunca estarás a salvo. En ningún sitio.” Ella espero, observándole procesarlo. “Por lo que tienes una elección. Esperar a que ellos vengan o ayudarme a atraparlos antes de que ellos te atrapen a ti.”
Los ojos de Meuller fueron de ella a Rook, quien estaba de pie detrás de Heat. Él sostenía la jeringuilla y guiñaba un ojo. “Esta bien,” suspiro el alemán. “Muy bien.”
Sacó el cuaderno de notas, Heat dijo, “¿Quién te disparo?”
“No lo sé, honestamente.”
“¿Fue la misma gente que te torturo?”
Él frunció los labios. “Yo no vi quien me disparo, y los otros llevaban pasamontañas.”
“¿Cuántos había allí?”
“Dos. Dos hombres.”
“¿Por qué, Horst?” ¿De que va esto?”
“Quien quiera que fuese quería algo. Algo que ellos piensan que yo tengo, pero no. Honestamente, no lo tengo.”
Ella miro a sus suplicantes ojos y le creyó. Por ahora. “Hablemos sobre que es eso que ellos quieren.” Él se refugio en si mismo, a si que ella le guió. “Esto tiene algo que ver con tu novio, ¿Verdad? ¿Con Alan?” Cuando Nikki vio el dramático cambio de expresión, estuvo contenta de que hubiese esperado a confrontarle hasta que ellos hubiesen terminado con algo de trabajo de campo.
“Ja, eso es correcto.”
“Y ¿Qué es. Horst?” Cuando él vació, ella le ayudo a seguir. Ella quería mantener esto en movimiento mientras él estaba de humor y también reconociendo que estaba recuperándose de su herida y se fatigaría dentro de poco. “¿Es por dinero?” Él lo negó. “Pero es algo valioso” Él asintió. Nikki consiguió una pequeña sacudida negativa de cabeza por cada tema de su lista: dinero, arte, drogas.
Después ella llegó donde ella quería acabar. “Es un vídeo. ¿Verdad?”
Él se agitó y Heat sabía que estaba en lo cierto. Esto tenía sentido para ella que era algo de Alan, un vídeo, sería un elemento fungible, bastante valioso para alguien, dependiendo de que había en este. “Dime que había en el vídeo, Horst.”
“Tiene que creerme, no lo sé. Alan no me lo dijo por las razones que nosotros hemos visto. Él dijo que era muy peligroso para mí saberlo. Esto es por lo que él lo mantuvo en secreto todos estos años. Él dijo que la gente mataría por conseguirlo. Y ahora…” Su boca estaba seca y Nikki sostuvo el vaso de agua para que él pudiera sorber de la pajita.
Heat preguntó, “¿Alguien mató a Alan? ¿Es así como él murió?”
“No, él tenía un mal corazón. Era un defecto de nacimiento. Unas semanas antes él tuvo un episodio y tuvo que ser puesto en un hospital.”
Nikki tomo nota. “Y este episodio, ¿Hay una causa para ello?”
Algo se apoderó de él. ¿Aceptación? No, Heat había visto esto en un interrogatorio muchas veces antes. Era resignación. “Tú vas a hacerme contar todo ¿No?” Cuando ella simplemente espero, los ojos de Meuller se cerraron y abrieron. “OK. Si, había una investigación hecha por un detective de policía. Su nombre es Montrose.”
Nikki pilló su uso de la frase en presente. “¿Sobre qué estaba preguntando?”
“Por el vídeo. De alguna manera este Montrose había rastreado eso hasta Alan después de todos estos años. ¿Puede creerlo? Él dijo que había acabado de hablar con un guardia de seguridad que vio a Alan la noche que hizo el vídeo. Él lo negó y le envió a paseo, pero mi Alan, mi querido Alan, se asustó. Estaba muy enfadado. Nos fuimos a la cama, y media hora después tuve que llamar al 911 a causa de su corazón. Fue malo. En el hospital le dieron sus últimos ritos.”
“¿El Padre Graf?”
Él asintió. “Eso fue cuando hizo una confesión sobre su pecado de esconder el vídeo. Pero el cura, él dijo, ‘No, no Alan, debes de absolverte tú mismo presentándote con esto a la policía’. Pero Alan lo rechazo. Yo se que ellos discutieron sobre esto muchas veces después de que él saliera del hospital. Supongo que el cura contacto con el detective de policía para hipotéticamente explorar el entregarle algo a él en nombre de Alan, pero mi novio rechazo para darle la espalda. Él también rechazo al Padre Graf para liberarse de su…como se llama eso…”
“¿Sello de confesión?” dijo Rook.
“Eso, ja. La ley de la iglesia que hace a un cura mantener la confesión en absoluto secreto, no importa qué. Pero cuando Alan estaba agonizante de su segundo fallo del corazón, él me dijo que pasara el vídeo al Padre Graf para hacer él lo que deseara.”
Rook dijo, “¿Por qué el Padre Graf simplemente no se lo paso a Montrose?”
“Ese era el plan. Pero yo tenía que llegar a él primero. Vacile unos pocos días porque también estaba asustado. Finalmente, quede con él en la oficina de mi agente y se lo entregue entonces, pensando que estaba todo hecho.”
Por lo que Nikki entendió la llamada de teléfono entre Montrose y el Padre Graf. Y porque el capitán había buscado en la rectoría. Una vez que Graf le dijo a Montrose que él iba a conseguir el vídeo de Meuller en la oficina del agente, el Capitán fue a buscarlo como cualquiera. “Después de darle al Padre Graf el vídeo esa mañana, ¿Dónde fue?”
“Eso no lo se. Yo estaba paranoico sobre mi seguridad y volé. ¿Sabe?” Su acento lo hizo sonar como ‘voo-gue’.
“Ellos te encontraron, sin embargo, ¿O no?” dijo Rook.
“Cometí el error de volver al viejo apartamento, el que Alan y yo compartimos. Yo pensé que ahora que el vídeo finalmente se había ido, podría probar suerte. Tome algunas fotos de él que no quería dejar atrás. Le extraño mucho.” Nikki le ofreció algo más de agua, pero él lo rehúso. “Ellos estaban esperando.”
“¿Son estos hombres los que te atacaron?” Ella sostenía las fotos de Torres y Steljess.
“No puedo estar seguro. Ambos llevaban pasamontañas. Ellos subieron mi música y me lanzaron hacia mi cama. Había una varita de metal que ellos utilizaron para torturarme que me golpeo y me quemo. Tiene que entenderlo, fue un dolor terrible. Terrible.”
“¿Horst? ¿Cómo te las arreglaste para huir?”
“Cuando ellos me dejaron para llamar a alguien en la otra habitación, me deslice de mis ataduras. Ves, en Hamburgo fui una vez un asistente de mago para Zalman der Ausgezeichnet. Use la salida de incendios para salir y corrí por mi vida.”
“¿Por qué ellos pararían de torturarte para hacer una llamada?” Ella cerró su cuaderno y le estudió. Él se incomodo por su mirada y dijo, “esa electricidad, fue la cosa mas horrible de mi vida. Puede verlo, tengo cicatrices.”
Horst estaba todavía vendiendo el dolor. Nikki sabía porque. No le juzgaba, pero no iba a decirlo por él tampoco, a si que espero.
“Esto duele hasta la médula, ves.” Lagrimas se agruparon en la cuenca de sus ojos y sorbió de nuevo sus mocos. “Lo siento mucho pero yo… se lo dije. Les dije que di el vídeo… al Padre Graf.”
Después él lloró de vergüenza.
Heat y Rook tenían una sobrio, contemplativo camino por la ciudad hacia Tribeca. A medio camino de su loft, Rook dijo, “el Padre Graf en su conciencia. Esa es una gran carga que llevar.”
“Siento lástima por él. De verdad, Rook, ¿Quién sabe lo que cualquiera de nosotros haría bajo esas circunstancias?” Ellos siguieron el camino en silencio otra vez. Un bloque después su móvil sonó. “Raley,” ella informó cuando hizo una comprobación de su pantalla. “Oye, Rales, ¿Qué pasa?”
“Un par de cosas en las que sé que estarás interesada. Primero, tu hombre DeWayne llamó. Los Forenses están drenando y tamizando el tanque de la parte de arriba del Graestone mientras estamos hablando. Ochoa esta allí supervisando.”
“Es genial. Esperemos que haya una bala en algún lugar.”
“Ahora, tengo un tema más en la categoría de noticias de última hora. En mi tiempo libre, cuando no estoy centrado en mantener en orden mi área de trabajo, compruebo el aspecto financiero del Padre Graf.” Dios, pensó Nikki, como adoraba trabajar con los Roach. “¿Adivina que he encontrado? ¿Recuerdas esa carpeta para Emma en su ordenador? Descubrí que una Emma Carrol y Graf tenían una cuenta bancaria conjunta. Solo tiene unos cientos en ella pero ha estado oscilando tan alto como veinte, treinta de los grandes el año pasado.”
“Rales, eres el mejor. Al menos lo serías si también tuvieras una dirección para Emma Carrol.” Raley se la dio, y cuando ellos colgaron, Nikki se inclinó hacia la cabina del conductor. “Cambio de planes, si no te importa. A la 66 de Park Avenue.”
Desde el piso más alto de cualquier edificio en Manhattan puedes explorar las azoteas de los edificios de alrededor y encontrar un solarium o dos. Emma Carrol se encontró con ellos en el suyo, y Nikki estaba sorprendida de lo cálido y brillante que se estaba allí, incluso aunque fuera estuvieran cerca de los cero grados. La luz hizo poco por aclarar la cara de la mujer, sin embargo. Emma Carrol era bastante atractiva a lo que algunos lo llamarían de una forma agresiva, pero la piel estaba hinchada alrededor de sus ojos, los cuales estaban opacos por medicación o abatimiento, o ambos. “Todavía estoy tambaleando,” ella les dijo tan pronto como se sentaron. “El Padre Graf era un gran cura y un gran hombre.”
“¿Erais cercanos?” Ella la encuestó, preguntándose si había algún romance prohibido al acecho, pero ella no podía vislumbrarlo, lo que normalmente significaba que no había. Nikki se enorgulleció de tener un afinado sentido para eso.
“Si, pero no de esa manera, oh, por favor. Lo que el padre y yo teníamos era una visión compartida por hacer trabajos a través de la iglesia para fomentar los derechos humanos y la justicia social.” Ella tomó un sorbo de lo que tuviera en hielo en su mesa de café. “¿Por qué estropear la diversión con algo cursi?”
“Veo que usted y el Padre Graf compartían una cuenta bancaria. Y ocasionalmente una gran cuenta bancaria.”
“Por supuesto que si. No soy solo una contribuidora, sino también tesorera de la cuenta que nosotros manteníamos para donaciones para financiar la organización de derechos humanos en la que creíamos apasionadamente.”
Rook preguntó, “Y ¿Esa sería ‘Justicia a Garda’?”
Emma Collins se animó por primera vez, “si, ¿Por qué?, estoy muy contenta de que los conozca.”
“No tan bien, realmente.” Más para beneficio de Heat, él dijo, “nosotros tenemos lo que yo creó más una relación de e-mail.”
Nikki ignoró la sospecha de Rook sobre Pascual Guzman y preguntó a Collins, “¿Por lo que ambos haríais la recaudación de fondos y la banca para esta causa?”
“Bueno, esto empezó de esa manera. Pero más recientemente, yo hago menos administración y más promoción de nuevos donantes. Yo incluso no uso la cuenta bancaria mucho últimamente, pero dirigimos nuestros clientes para dar directamente a la coordinación de ‘Justicia’. Ellos parecen disfrutar del sentido de manos a la financiación y su administrador del capital es un hombre encantador.”
Nikki abrió su cuaderno, “¿Puedo preguntarle en nombre?”
“Seguro. Es Alejandro Martinez. ¿Necesita que se lo deletree?”
“No,” dijo Heat. “Lo tengo.”
Cuando Horst Meuller se despertó de su siesta, jadeó.
Rook estaba apoyándose sobre su cama del hospital sujetando una jeringuilla en la cara del alemán. “No te preocupes, Herr Meuller,” él dijo en una suave voz, “no te haré daño,” Todavía él no se podía mover muy lejos. “Pero ¿Ves como de fácil sería para alguien más matarte mientras duermes?”
Rook lentamente abrió la hipodérmica de ida y vuelta: los ojos de Meuller lo siguieron, grandes y anchos como un reloj de gato.
“Estás en el hospital, por lo que hay muchas maneras. He oído de asesinos a sueldo que se visten como enfermeras e inyectan veneno de la vía de sus víctimas.” Meuller palpó el botón de llamada, y Rook sonrió y lo sostuvo con su otra mano. “Para vivir, pulsar ahora el uno.”
La cara de Horst llevaba un brillo de sudor.
Heat golpeó ligeramente a Rook en el hombro y dijo, “creo que él entendió el mensaje.”
“Cierto. No necesitamos ganar un muerto… Oh, quiero decir ‘Horst’ muy mal. Pero eso sería indigno incluso para mí.”
“¿Qué está intentado de hacer?” preguntó Meuller.
Nikki arrastró una silla al lado de la cama. “Que veas que si no nos ayuda a coger a quien quiera de quien tengas miedo, no podremos protegerte de ellos. Nadie puede. Nunca estarás a salvo. En ningún sitio.” Ella espero, observándole procesarlo. “Por lo que tienes una elección. Esperar a que ellos vengan o ayudarme a atraparlos antes de que ellos te atrapen a ti.”
Los ojos de Meuller fueron de ella a Rook, quien estaba de pie detrás de Heat. Él sostenía la jeringuilla y guiñaba un ojo. “Esta bien,” suspiro el alemán. “Muy bien.”
Sacó el cuaderno de notas, Heat dijo, “¿Quién te disparo?”
“No lo sé, honestamente.”
“¿Fue la misma gente que te torturo?”
Él frunció los labios. “Yo no vi quien me disparo, y los otros llevaban pasamontañas.”
“¿Cuántos había allí?”
“Dos. Dos hombres.”
“¿Por qué, Horst?” ¿De que va esto?”
“Quien quiera que fuese quería algo. Algo que ellos piensan que yo tengo, pero no. Honestamente, no lo tengo.”
Ella miro a sus suplicantes ojos y le creyó. Por ahora. “Hablemos sobre que es eso que ellos quieren.” Él se refugio en si mismo, a si que ella le guió. “Esto tiene algo que ver con tu novio, ¿Verdad? ¿Con Alan?” Cuando Nikki vio el dramático cambio de expresión, estuvo contenta de que hubiese esperado a confrontarle hasta que ellos hubiesen terminado con algo de trabajo de campo.
“Ja, eso es correcto.”
“Y ¿Qué es. Horst?” Cuando él vació, ella le ayudo a seguir. Ella quería mantener esto en movimiento mientras él estaba de humor y también reconociendo que estaba recuperándose de su herida y se fatigaría dentro de poco. “¿Es por dinero?” Él lo negó. “Pero es algo valioso” Él asintió. Nikki consiguió una pequeña sacudida negativa de cabeza por cada tema de su lista: dinero, arte, drogas.
Después ella llegó donde ella quería acabar. “Es un vídeo. ¿Verdad?”
Él se agitó y Heat sabía que estaba en lo cierto. Esto tenía sentido para ella que era algo de Alan, un vídeo, sería un elemento fungible, bastante valioso para alguien, dependiendo de que había en este. “Dime que había en el vídeo, Horst.”
“Tiene que creerme, no lo sé. Alan no me lo dijo por las razones que nosotros hemos visto. Él dijo que era muy peligroso para mí saberlo. Esto es por lo que él lo mantuvo en secreto todos estos años. Él dijo que la gente mataría por conseguirlo. Y ahora…” Su boca estaba seca y Nikki sostuvo el vaso de agua para que él pudiera sorber de la pajita.
Heat preguntó, “¿Alguien mató a Alan? ¿Es así como él murió?”
“No, él tenía un mal corazón. Era un defecto de nacimiento. Unas semanas antes él tuvo un episodio y tuvo que ser puesto en un hospital.”
Nikki tomo nota. “Y este episodio, ¿Hay una causa para ello?”
Algo se apoderó de él. ¿Aceptación? No, Heat había visto esto en un interrogatorio muchas veces antes. Era resignación. “Tú vas a hacerme contar todo ¿No?” Cuando ella simplemente espero, los ojos de Meuller se cerraron y abrieron. “OK. Si, había una investigación hecha por un detective de policía. Su nombre es Montrose.”
Nikki pilló su uso de la frase en presente. “¿Sobre qué estaba preguntando?”
“Por el vídeo. De alguna manera este Montrose había rastreado eso hasta Alan después de todos estos años. ¿Puede creerlo? Él dijo que había acabado de hablar con un guardia de seguridad que vio a Alan la noche que hizo el vídeo. Él lo negó y le envió a paseo, pero mi Alan, mi querido Alan, se asustó. Estaba muy enfadado. Nos fuimos a la cama, y media hora después tuve que llamar al 911 a causa de su corazón. Fue malo. En el hospital le dieron sus últimos ritos.”
“¿El Padre Graf?”
Él asintió. “Eso fue cuando hizo una confesión sobre su pecado de esconder el vídeo. Pero el cura, él dijo, ‘No, no Alan, debes de absolverte tú mismo presentándote con esto a la policía’. Pero Alan lo rechazo. Yo se que ellos discutieron sobre esto muchas veces después de que él saliera del hospital. Supongo que el cura contacto con el detective de policía para hipotéticamente explorar el entregarle algo a él en nombre de Alan, pero mi novio rechazo para darle la espalda. Él también rechazo al Padre Graf para liberarse de su…como se llama eso…”
“¿Sello de confesión?” dijo Rook.
“Eso, ja. La ley de la iglesia que hace a un cura mantener la confesión en absoluto secreto, no importa qué. Pero cuando Alan estaba agonizante de su segundo fallo del corazón, él me dijo que pasara el vídeo al Padre Graf para hacer él lo que deseara.”
Rook dijo, “¿Por qué el Padre Graf simplemente no se lo paso a Montrose?”
“Ese era el plan. Pero yo tenía que llegar a él primero. Vacile unos pocos días porque también estaba asustado. Finalmente, quede con él en la oficina de mi agente y se lo entregue entonces, pensando que estaba todo hecho.”
Por lo que Nikki entendió la llamada de teléfono entre Montrose y el Padre Graf. Y porque el capitán había buscado en la rectoría. Una vez que Graf le dijo a Montrose que él iba a conseguir el vídeo de Meuller en la oficina del agente, el Capitán fue a buscarlo como cualquiera. “Después de darle al Padre Graf el vídeo esa mañana, ¿Dónde fue?”
“Eso no lo se. Yo estaba paranoico sobre mi seguridad y volé. ¿Sabe?” Su acento lo hizo sonar como ‘voo-gue’.
“Ellos te encontraron, sin embargo, ¿O no?” dijo Rook.
“Cometí el error de volver al viejo apartamento, el que Alan y yo compartimos. Yo pensé que ahora que el vídeo finalmente se había ido, podría probar suerte. Tome algunas fotos de él que no quería dejar atrás. Le extraño mucho.” Nikki le ofreció algo más de agua, pero él lo rehúso. “Ellos estaban esperando.”
“¿Son estos hombres los que te atacaron?” Ella sostenía las fotos de Torres y Steljess.
“No puedo estar seguro. Ambos llevaban pasamontañas. Ellos subieron mi música y me lanzaron hacia mi cama. Había una varita de metal que ellos utilizaron para torturarme que me golpeo y me quemo. Tiene que entenderlo, fue un dolor terrible. Terrible.”
“¿Horst? ¿Cómo te las arreglaste para huir?”
“Cuando ellos me dejaron para llamar a alguien en la otra habitación, me deslice de mis ataduras. Ves, en Hamburgo fui una vez un asistente de mago para Zalman der Ausgezeichnet. Use la salida de incendios para salir y corrí por mi vida.”
“¿Por qué ellos pararían de torturarte para hacer una llamada?” Ella cerró su cuaderno y le estudió. Él se incomodo por su mirada y dijo, “esa electricidad, fue la cosa mas horrible de mi vida. Puede verlo, tengo cicatrices.”
Horst estaba todavía vendiendo el dolor. Nikki sabía porque. No le juzgaba, pero no iba a decirlo por él tampoco, a si que espero.
“Esto duele hasta la médula, ves.” Lagrimas se agruparon en la cuenca de sus ojos y sorbió de nuevo sus mocos. “Lo siento mucho pero yo… se lo dije. Les dije que di el vídeo… al Padre Graf.”
Después él lloró de vergüenza.
Heat y Rook tenían una sobrio, contemplativo camino por la ciudad hacia Tribeca. A medio camino de su loft, Rook dijo, “el Padre Graf en su conciencia. Esa es una gran carga que llevar.”
“Siento lástima por él. De verdad, Rook, ¿Quién sabe lo que cualquiera de nosotros haría bajo esas circunstancias?” Ellos siguieron el camino en silencio otra vez. Un bloque después su móvil sonó. “Raley,” ella informó cuando hizo una comprobación de su pantalla. “Oye, Rales, ¿Qué pasa?”
“Un par de cosas en las que sé que estarás interesada. Primero, tu hombre DeWayne llamó. Los Forenses están drenando y tamizando el tanque de la parte de arriba del Graestone mientras estamos hablando. Ochoa esta allí supervisando.”
“Es genial. Esperemos que haya una bala en algún lugar.”
“Ahora, tengo un tema más en la categoría de noticias de última hora. En mi tiempo libre, cuando no estoy centrado en mantener en orden mi área de trabajo, compruebo el aspecto financiero del Padre Graf.” Dios, pensó Nikki, como adoraba trabajar con los Roach. “¿Adivina que he encontrado? ¿Recuerdas esa carpeta para Emma en su ordenador? Descubrí que una Emma Carrol y Graf tenían una cuenta bancaria conjunta. Solo tiene unos cientos en ella pero ha estado oscilando tan alto como veinte, treinta de los grandes el año pasado.”
“Rales, eres el mejor. Al menos lo serías si también tuvieras una dirección para Emma Carrol.” Raley se la dio, y cuando ellos colgaron, Nikki se inclinó hacia la cabina del conductor. “Cambio de planes, si no te importa. A la 66 de Park Avenue.”
Desde el piso más alto de cualquier edificio en Manhattan puedes explorar las azoteas de los edificios de alrededor y encontrar un solarium o dos. Emma Carrol se encontró con ellos en el suyo, y Nikki estaba sorprendida de lo cálido y brillante que se estaba allí, incluso aunque fuera estuvieran cerca de los cero grados. La luz hizo poco por aclarar la cara de la mujer, sin embargo. Emma Carrol era bastante atractiva a lo que algunos lo llamarían de una forma agresiva, pero la piel estaba hinchada alrededor de sus ojos, los cuales estaban opacos por medicación o abatimiento, o ambos. “Todavía estoy tambaleando,” ella les dijo tan pronto como se sentaron. “El Padre Graf era un gran cura y un gran hombre.”
“¿Erais cercanos?” Ella la encuestó, preguntándose si había algún romance prohibido al acecho, pero ella no podía vislumbrarlo, lo que normalmente significaba que no había. Nikki se enorgulleció de tener un afinado sentido para eso.
“Si, pero no de esa manera, oh, por favor. Lo que el padre y yo teníamos era una visión compartida por hacer trabajos a través de la iglesia para fomentar los derechos humanos y la justicia social.” Ella tomó un sorbo de lo que tuviera en hielo en su mesa de café. “¿Por qué estropear la diversión con algo cursi?”
“Veo que usted y el Padre Graf compartían una cuenta bancaria. Y ocasionalmente una gran cuenta bancaria.”
“Por supuesto que si. No soy solo una contribuidora, sino también tesorera de la cuenta que nosotros manteníamos para donaciones para financiar la organización de derechos humanos en la que creíamos apasionadamente.”
Rook preguntó, “Y ¿Esa sería ‘Justicia a Garda’?”
Emma Collins se animó por primera vez, “si, ¿Por qué?, estoy muy contenta de que los conozca.”
“No tan bien, realmente.” Más para beneficio de Heat, él dijo, “nosotros tenemos lo que yo creó más una relación de e-mail.”
Nikki ignoró la sospecha de Rook sobre Pascual Guzman y preguntó a Collins, “¿Por lo que ambos haríais la recaudación de fondos y la banca para esta causa?”
“Bueno, esto empezó de esa manera. Pero más recientemente, yo hago menos administración y más promoción de nuevos donantes. Yo incluso no uso la cuenta bancaria mucho últimamente, pero dirigimos nuestros clientes para dar directamente a la coordinación de ‘Justicia’. Ellos parecen disfrutar del sentido de manos a la financiación y su administrador del capital es un hombre encantador.”
Nikki abrió su cuaderno, “¿Puedo preguntarle en nombre?”
“Seguro. Es Alejandro Martinez. ¿Necesita que se lo deletree?”
“No,” dijo Heat. “Lo tengo.”
lastral- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 10/04/2011
Edad : 35
Localización : Madrid
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
muchas gracias por traducirlo, un gran trabajo
espero impaciente el siguiente capitulo, sigue asi =)
espero impaciente el siguiente capitulo, sigue asi =)
Nombre564- Escritor novato
- Mensajes : 1
Fecha de inscripción : 16/08/2012
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
GRACIAS!!!!!!!!!!!!!
Ya estamos a las puertas del capítulo final y todo gracias a tí
Sigue Pronto por favor
Ya estamos a las puertas del capítulo final y todo gracias a tí
Sigue Pronto por favor
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Hola chicos. Os traigo nuevo capitulo, si cabe mas interesante que el anterior. Muchas gracias por vuestros comentarios y por seguir esta traduccion.
Como siempre espero que lo disfruteis y lo comenteis.
CAPITULO DIECISIETE-PRIMERA PARTE
Rook fortaleció su primera taza de café de la mañana con una inyección de expreso y dijo, “madre, ¿Estas segura de que estas preparada para eso?”
“¿Preparada para hacer el papel de una rica cualquiera? Preparada para esto no es la frase. Nacida para eso sería más acertado, querido.”
Nikki señaló la foto de la cara de Alejandro Martinez de la Pizarra del Asesinato Sur y dijo, “piénsalo otra vez, Margaret, este es el hombre con el que quedarás. Él es un importante comerciante de droga que ha terminado su tiempo en prisión. Reivindica que esta reformado, pero él también esta canalizando dinero de la droga a través de la iglesia. Puede ser incluso responsable de la tortura y asesinato de un cura.”
“Mira a ese noble mentón, ¿quieres?” dijo Margaret Rook. “Y si piensas que voy a dejar pasar una oportunidad para tener esos ojos escudriñándome a través de una copa de champán con zumo de naranja, estás loca.”
Cuando Rook había salido con esta opinión de preguntar a Emma Carrol para organizar una falsa reunión a media mañana de donación con Martinez, Heat estuvo de acuerdo como una manera para ponerle un cebo con algo de dinero que ellos pudieran rastrear y ver donde terminaba. En el momento en que ella ser dio cuenta de que la cuerda sería representada por la madre de él, el ímpetu fue demasiado fuerte y Emma ya había hecho su llamada. “No es tarde para echarse atrás,” Nikki advirtió. “Si tienes algunas preocupaciones no seas orgullosa.”
“Mi gran preocupación es cual rica cualquiera de mi carrera en Broadway debería representar. ¿Quizás Elsa Schraeder de ‘Sound of Music’?”
“¿No era esa la que te robo el papel de María?” dijo Rook.
“Oh…” Margaret puso una cara agria. “He perdido demasiados hombres con la niñera para soportar eso otra vez. Lo sé. Podría tener de vuelta a Vera Simpson de ‘Pal Joey’.” Ella examinó la foto otra vez. “No, él no se prendaría de ella, demasiado mojigata. Déjame ver…Ah! Lo tengo. Muriel Eubanks de ‘Dirty Rotten Scoundrels’. Ella consiguió ser seducida por un estafador. Perfecto.”
“Cualquiera que te venga bien, madre, pero estás haciendo la seducción.”
“Apuesta a que lo estoy.”
“Con esto.” Rook puso un Vuitton de cuero Keepal en la mesa del comedor. “Hay diez mil dólares de mi opción a película por el artículo de Chechnya aquí. Nikki y yo nos pasamos toda la pasada noche registrando los números de serie, a si que sin propina, sin sumergirte demasiado.”
“Jameson, estas decidido a echar a perder la diversión de tu madre, ¿Verdad?”
Ellos llegaron en su coche de alquiler una hora antes por lo que tuvieron que revindicar una plaza de aparcamiento cerca del Cassis en Columbus Avenue.
Heat y Rook lo habían elegido porque era pequeño y el ambiente era tranquilo, por lo que podían escuchar mejor desde el coche.
“¿Cómo esto va a funcionar?” preguntó Margaret desde el asiento de atrás. “En televisión ellos siempre llevan cables.”
“Tachan,” dijo Rook. “De mi nuevo amigo de la tienda de espías. Te conseguí esto.” Él la sostenía un Smartphone.
“¿Eso es? Querido, yo estaba esperando poder llevar cables.”
“Como en ’21 Jump Street’. Este pequeño tiene cancelación de ruidos y captación de sonido. Solo ponlo en el asiento al lado tuyo y nosotros oiremos todo. Esto también tiene GPS. Y será mejor que no necesite rastrearte, pero por si algo pasa, quiero ser capaz.”
“Doy fe,” dijo Nikki en un acento británico. “Muy exhaustivo, Q.”
“No sabes la mitad de esto.” Él la entrego un móvil. “Desde que mi e-mail fue hackeado, he estado también preocupado por nuestros teléfonos. Por lo que mientras estaba allí, nos he conseguido unos. Yo ya hice una sincronización del GPS y programe nuestra marcación rápida.”
Heat presionó una tecla de su nuevo móvil. El de Rook sonó.
“¿Hola?”
“Empollón,” ella dijo. Y después colgó.
Desde los asientos delanteros de su Camry ellos vieron a Mrs. Rook instalarse temprano en la mesa de la ventana que ellos la habían dicho que cogiera. Ella también había reclamado los asientos interiores, mientras instruida por Nikki, de modo que ellos desde la cuneta podrían mantener un ojo en Martinez y tener una clara vista de sus manos. “Te lo digo ahora,” su voz llegó a través del altavoz del teléfono, “eso obstaculizara probablemente tu trabajo pero esta muy lejos de las corrientes de aire para mi.”
Rook se aseguro de que su teléfono estaba sordo y dijo, “actores.”
Mientras que ellos esperaban en silencio a que el comerciante de drogas llegara. El teléfono de Heat vibró y Rook dijo, “¿Estás segura de que todavía quieres usar tu anterior móvil en vez de el nuevo que te conseguí?”
“Es del FBI, pienso que puedo coger esto.”
Su contacto en la Unidad del Crimen Violento en Quantico empezó con una disculpa por el retraso. “Esto me llevo un tiempo para conseguir algo para ti sobre Sergio Torres porque alcance un cortafuegos y tuve que conseguir algunas aprobaciones.” Un hormigueo de adrenalina se movió en Heat. “Pero por ser tú, seguí golpeando en ellos hasta que conseguí acreditación. Los informes de tu hombre estaban clasificados porque él era un profundo cubierto de las fuerzas de la ley.”
Nikki dijo, “¿Sergio Torres era policía?” Rook paró de tamborilear el volante y movió rápidamente su cabeza hacia la de ella.
“Afirmativo,” dijo la analista del FBI. “Ahora, toda la chaqueta, el tiempo en la cárcel que cumplió, eso fue todo verdad. Parte de la leyenda fue construida para dar a Torres crédito en las calles.”
“¿Con qué agencia estaba?”
“Torres estaba en Narcoticos, NYPD, asignado a la comisaría de la 41. Eso esta en----“
“---El Bronx,” dijo Heat, “me es familiar.”
Justo cuando ella vio la impecable figura de Alejandro Martinez bajando andando la acera hacia ellos. Nikki rápidamente dio las gracias a su contacto de la NCAVC, colgó y agarró a Rook. “Hazlo conmigo.”
Ella le atrajo hacia ella y se besaron profundamente, y después, tan abruptamente como llego, le alejo. “No quería que Martinez me viera.”
“Sin quejas por aquí.” Después mientras ellos vieron a Martinez besar la mano de Margaret a la vez que se sentaban, Rook dijo, “¿He oído que el polo humano es de hecho un polo policía?”
La conversación en el restaurante era una pequeña charla de presentación, por lo que Heat rápidamente le informó del expediente de Torres a Rook. Entonces Nikki dijo, “Whoa, whoa, no me esta gustando esto.”
En el altavoz, Martinez estaba diciendo que quería moverse a una mesa hacia la parte de atrás. “No estoy muy cómodo sentadome en ventanas.”
Heat dijo, “deberíamos sacarla de allí.”
“No.” Ella nunca había visto a Rook parecer tan acobardado. “No conoces a madre. Si yo me entrometo en su momento, lo pagare caro.”
Margaret, conocedora del acuerdo, se encargo de eso ella misma –y con su personaje. “Oh, pero no lo entiende. Esta es mi habitual mesa, donde me gusta ver y que me vean. Especialmente con usted, Mr. Martinez.”
“Muy bien, entonces,” salió una suave voz. “Pero solo si me llama Alejandro.”
“Eso significa Alexander, ¿No? Tengo cariño a ese nombre. Tengo un hijo, su segundo nombre es Alexander.” Nikki le dio a Rook una divertida mirada.
“Tienes razón, Nikki, deberíamos sacarla de allí.”
“No, no,” dijo Heat. “Estoy aprendiendo un montón de cosas.”
El brunch de Margaret y Alejandro continuó como cualquier primera cita, es decir, repleta de bromas superficiales e interés fingido en las historias mundanas de cada uno. “Siempre he encontrado espeluznante escuchar en los momentos privados de mi madre con hombres,” Rook dijo. Después él inmediatamente volvió sobre sus palabras. “No es que yo lo hiciera alguna vez. Hecho.” Él cambio de tema. “Estaba pensando que esta noticia de que Torres era de Narco en la 41 tiene perfecto sentido.”
“Esto debería ser bueno.”
“Escúchame,” él dijo. “Después puedes destripar mi teoría.” Cuando ella hizo un gesto como muestra en un juego de modelos hacia él para que continuara, lo hizo. “Uno: ¿Quién más trabajo en Narco en esa comisaría? Steljess. Dos: ¿Quién murió en esa comisaría? Huddleston. Tres: ¿Quién era el capo de la droga en esa comisaría por entonces? La cita de mi madre. El mismo caballero cuyo alijo del DEA estaba en el ático del Padre Graf. Por lo que si, Nikki Heat, estoy viendo una conexión o dos.”
Nikki le sonrió. “Me voy a odiar a mi misma por decir esto, pero continúa. “¿Hacía que apuntan estas conexiones?”
“Yo huelo algún tipo de ring altamente organizado de sobornos que ha estado operando en el Bronx. La manera en que lo veo, los comerciantes de drogas son más listos que el sistema y empiezan a financiar a los policías corruptos con dinero del DEA por lo que ellos no tendrían que cortar de sus propios beneficios. Elegante, diría. Espera un segundo.” Él escuchó a la mesa en Cassis. Martinez se estaba riendo del tiempo en que Margaret se baño desnuda en la fuente de Lincoln Center. Rook dijo, “si ella solo hubiese hecho eso aquella noche…”
“Tu teoría no es totalmente ridícula, Rook. Pero, ¿Cómo Graf lo descubrió? Y ¿’Justicia a Guarda’? ¿O ellos no?”
“He estado pensando en ambos. ¿Recuerdas como mi hombre en Colombia, T-REX, dijo que Pascual Guzman de ‘Justicia’ recibió ese cargamento secreto hace tres semanas? ¿Cuál es el secreto? ¿Drogas? Para dárselo a Charlie Sheen. ‘Noo’. Y he estado pensando…justo como nuestro amigo de allí con su mano en la rodilla de mi madre… Guzman blanqueaba el dinero de la droga a través del Padre Graf, que inocentemente piensa que son filantrópicas donaciones por la raza justicia. Él descubre que es dinero de drogas, y bye-bye padre.”
Nikki le miro fijamente a una cierta media distancia, meditando. “OK. Entonces ¿Por qué molestarse con los Emma Carrolls y Margaret Rooks del mundo?”
“Simple,” Rook dijo. “Primero, más dinero para financiar los sobornos. Y más importantemente, esto mantiene la fachada. Es probablemente lo que impidió al Padre Graf de mirar más profundamente.”
“¿Hasta?”
Rook frunció el ceño, dispuesto a que la pregunta saliera. De repente su cara se iluminó. “…hasta que él oyó sobre el vídeo. Eso es. Apostaría por ello. Apuesto a que ese vídeo que ellos querían tan desesperadamente destapa los sobornos.”
“Posible.” Ella admitió.
“¿No estas convencida?”
“Estoy convencida de que tenemos una teoría y no una mala –por una vez. Pero todavía necesitamos algo sólido. Y no puedo ir al departamento con una historia. Especialmente con mi rango disciplinario.”
“¿Por lo que qué es lo que nosotros hacemos?”
“Creo que lo estamos haciendo. Esperar por algún dinero que seguir.”
Después de un brunch de moles fritas y una ensalada de frisée au lardon, la cuál Margaret proclamó que estaba perfecta, ella pago la cuenta. A través de sus prismáticos Heat se dio cuenta de que Martinez no hizo ningún esfuerzo para cogerla. Después de que el camarero la recogiera, la conversación profundizo en esa incómoda calma que señala la transición a los negocios. Esto no duro mucho. Alejandro Martinez no era un hombre tímido.
“Emma me ha dicho que estas preparada para apoyar nuestra causa.”
“Oh, lo estoy. Muy interesada. ¿Cree en eso fuertemente?”
“Por supuesto. No soy yo mismo colombiano, pero como el gran Charles Dickens escribió una vez, ‘la caridad empieza en casa y la justicia en la puerta de al lado’.”
Rook se giro hacia Heat. “Biblioteca de prisión.”
Martinez continuó. “Pero, como todas las cosas importantes, viene con un precio.” Él paró. “Eso requiere dinero.” Y después dijo. “Trajiste el dinero, ¿Verdad?”
Una vez que ellos estaban en la acera fuera del Cassis, Nikki dijo, “lista. Tu madre ha tenido la idea de ponerse de pie para que Martinez tenga que darnos la espalda y a ella la cara.”
“Confía en mí, treinta años en Broadway, una cosa que mi madre sabe es como eclipsar a otra persona.”
Martinez cogió la bolsa de Louis Vuitton de Margaret, inclinándose para besar su mano, y los dos se alejaron. Ella ando hacia el sur, como planearon; Martinez levantó la correa por encima de su hombro y se encamino hacia la parte alta de la ciudad. Nikki le saco a Mrs. Rook los pulgares en alto mientras ella pasaba, y Margaret la dio una leve inclinación, su versión de un telón bajado.
Ellos habían decidido alquilar un coche, comprendiendo que esta sería la manera más fácil de seguir a la cita de la madre de él. Ellos podrían ir a pie si él cogía el metro, pero si un hombre como Alejandro Martinez se siente vulnerable en ventanas, el transporte público sería impensable. Subió a la calle 72 donde entró en los asientos traseros de un coche negro que le estaba esperando, y la persecución se puso en marcha.
Esto estaba bien antes de la hora de comer, con solo el suficiente tráfico para esconderse pero no mucho como para convertirse en una difícil sombra.
Aproximándose a la calle 112 el conductor de Martinez dio la luz intermitente con dirección al este. Rook se quedo atrás antes de que él girase a su derecha y mantuviera unos pocos de coches entre él mismo y el Lincoln durante el camino por la Primera Avenida del Harlem Español.
Cuando el coche hizo un definido giro a la derecha en Marin Boulevard y se paro entre una tienda de tapacubos y una funeraria, Rook los paso para que ellos no pudieran verles.
A mitad de camino del bloque, él se paro y comprobó por el lado del espejo. Nikki se desabrocho el cinturón y se puso de rodillas en su asiento para mirar por el cristal trasero del coche, y vio a Martinez cruzar rápidamente la acera para meterse por la puerta de ‘Justicia a Garda’, llevando la bolsa de dinero.
El hueco de un sitio para aparcar se les apareció justo enfrente de una tienda de tacos, y Rook fácilmente lo metió en ese espacio, lo cual les permitía una buena vista de la acera por ambos espejos. El móvil de Rook vibró. “¿Seguro que quieres contestar a ese teléfono contaminado en vez de tu nuevo móvil?” Nikki bromeó.
“Cállate.”
“No, cállate tú.”
“Soy Rook,” él dijo, contestando a su llamada. “¿Si?”
Él hizo un gesto reclamando un boli. Ella le dio uno y le sostuvo el cuaderno de ella a él. Este apunto una fecha. 31 de Mayo de 2004.
“Escucha, gracias, yo-“ Después él apartó su teléfono y lo miro. “Mierda. Colgarme a mí.”
“¿Tu compañero de Gotham Oursource?” Rook asintió y Heat dijo, “Ah. Yo pensaba que os llevabais bien.”
Ambos hicieron una comprobación de los espejos. Sin señal de Martinez, aunque su conductor todavía seguía parado, en doble fila fuera del edificio. Rook dijo, “el 31 de Mayo de 2004 fue El Día Conmemorativo. Mr. Happy me ha dicho que Alan Barclay renuncio y le dejo plantado durante sus vacaciones legales, cuando todos los canales de televisión reducieron sus equipos de detrás de la cámaras y él estaba demasiado ocupado.”
Heat dijo, “no insignificantemente, el mismo día que ellos descubrieron el cuerpo de Huddleston en ese Beemer.”
“Aquí es lo que yo he intentado comprender.”
Rook hizo otra comprobación de los espejos y continuó. “Las quemaduras de TENS en Huddleston. Cuando ellos suprimieron a Horst Meuller y el Padre Graf, estaban intentando que estos dejaran el vídeo. ¿Por qué torturar a Gene Huddleston, Jr.?”
Heat se encogió de hombros. “¿Quizás él estaba conectado con el vídeo?”
“Me esta gustando eso,” dijo Rook. “Este era un niño de Hollywood, ¿Verdad?” ¿Es posible que Alan Barclay hiciera una cámara oculta para hacer polvo al narco que se encontraba en la toma?”
Cuando ella movió su cabeza de un lado a otro en señal de duda, él añadió, “no por razones de un servicio público. Quiero decir extorsión. Tratando de reducir un mejor trato en los productos usando el vídeo como palanca.”
“Tú no palanqueas a tipos como ese.”
“Mi opinión,” agregó Rook. “Yo creo que él lo averiguo de la peor manera, y mientras tanto su videografo se escabullía por debajo del radar –con el vídeo como póliza de seguro si él alguna vez lo descubría.”
“Estoy alucinando aquí,” Heat dijo. “O tus teorías son cada vez mejores, o trabajando contigo, me estoy empezando a perder.”
Él ahueco sus manos y respiro como Darth Vader. “Nikki… Ven al Lado Oscuro…”
Ella sacó su teléfono y, mientras se desplazaba por su agenda, preguntó, “¿Cómo de seguro eres para que puedas mantener la persecución de tus amigos?”
“Oye, eso son mis diez de los grandes. Sumamente bien.”
“Y ¿Crees que puedes resistirte a meterte en problemas y llamarme cuando él se empiece a mover?”
“¿Por qué?” él dijo, “¿Dónde vas?”
“Un poco de divide y vencerás.” Ella encontró el número que estaba buscando y presiono enviar. “¿Hola? ¿Petar? Soy Nikki ¿Qué tal te va?” Mientras oía a su antiguo novio celebrar escuchar de ella, esta miraba al espejo. En un momento, Nikki lanzó una mirada a Rook y encontró los ojos llenos de miedo y odio. Desde que Rook se cruzara en el camino con el ex-colega de ella en un reciente caso, él apenas podía mantener a raya sus celos. Incluso aunque Nikki últimamente cerrara los intentos de Petar para reavivar, ella podía ver la bestia verde viviendo en Rook.
“Escucha, Pet,” ella dijo, “tengo un favor que pedirte. Tú eras un periodista autónomo para una revista de chismes sobre 2004, 2005, ¿Verdad? Si te llevo a tomar un café hoy y buscas en tu cerebro sobre Gene Huddleston, Jr., ¿Tendrías algo sucio que contarme?”
Cuando ella colgó, Rook dijo, “ese condenado croata no sabe nada sobre Gene Huddleston, Jr., él solo quiere tener sexo contigo.” Cuando ella salió fuera del coche, él dijo, “oye, olvidas esto.” Tendiendo el nuevo teléfono que consiguió para ella y dijo, “¿Me llamaras luego?”
Como siempre espero que lo disfruteis y lo comenteis.
CAPITULO DIECISIETE-PRIMERA PARTE
Rook fortaleció su primera taza de café de la mañana con una inyección de expreso y dijo, “madre, ¿Estas segura de que estas preparada para eso?”
“¿Preparada para hacer el papel de una rica cualquiera? Preparada para esto no es la frase. Nacida para eso sería más acertado, querido.”
Nikki señaló la foto de la cara de Alejandro Martinez de la Pizarra del Asesinato Sur y dijo, “piénsalo otra vez, Margaret, este es el hombre con el que quedarás. Él es un importante comerciante de droga que ha terminado su tiempo en prisión. Reivindica que esta reformado, pero él también esta canalizando dinero de la droga a través de la iglesia. Puede ser incluso responsable de la tortura y asesinato de un cura.”
“Mira a ese noble mentón, ¿quieres?” dijo Margaret Rook. “Y si piensas que voy a dejar pasar una oportunidad para tener esos ojos escudriñándome a través de una copa de champán con zumo de naranja, estás loca.”
Cuando Rook había salido con esta opinión de preguntar a Emma Carrol para organizar una falsa reunión a media mañana de donación con Martinez, Heat estuvo de acuerdo como una manera para ponerle un cebo con algo de dinero que ellos pudieran rastrear y ver donde terminaba. En el momento en que ella ser dio cuenta de que la cuerda sería representada por la madre de él, el ímpetu fue demasiado fuerte y Emma ya había hecho su llamada. “No es tarde para echarse atrás,” Nikki advirtió. “Si tienes algunas preocupaciones no seas orgullosa.”
“Mi gran preocupación es cual rica cualquiera de mi carrera en Broadway debería representar. ¿Quizás Elsa Schraeder de ‘Sound of Music’?”
“¿No era esa la que te robo el papel de María?” dijo Rook.
“Oh…” Margaret puso una cara agria. “He perdido demasiados hombres con la niñera para soportar eso otra vez. Lo sé. Podría tener de vuelta a Vera Simpson de ‘Pal Joey’.” Ella examinó la foto otra vez. “No, él no se prendaría de ella, demasiado mojigata. Déjame ver…Ah! Lo tengo. Muriel Eubanks de ‘Dirty Rotten Scoundrels’. Ella consiguió ser seducida por un estafador. Perfecto.”
“Cualquiera que te venga bien, madre, pero estás haciendo la seducción.”
“Apuesta a que lo estoy.”
“Con esto.” Rook puso un Vuitton de cuero Keepal en la mesa del comedor. “Hay diez mil dólares de mi opción a película por el artículo de Chechnya aquí. Nikki y yo nos pasamos toda la pasada noche registrando los números de serie, a si que sin propina, sin sumergirte demasiado.”
“Jameson, estas decidido a echar a perder la diversión de tu madre, ¿Verdad?”
Ellos llegaron en su coche de alquiler una hora antes por lo que tuvieron que revindicar una plaza de aparcamiento cerca del Cassis en Columbus Avenue.
Heat y Rook lo habían elegido porque era pequeño y el ambiente era tranquilo, por lo que podían escuchar mejor desde el coche.
“¿Cómo esto va a funcionar?” preguntó Margaret desde el asiento de atrás. “En televisión ellos siempre llevan cables.”
“Tachan,” dijo Rook. “De mi nuevo amigo de la tienda de espías. Te conseguí esto.” Él la sostenía un Smartphone.
“¿Eso es? Querido, yo estaba esperando poder llevar cables.”
“Como en ’21 Jump Street’. Este pequeño tiene cancelación de ruidos y captación de sonido. Solo ponlo en el asiento al lado tuyo y nosotros oiremos todo. Esto también tiene GPS. Y será mejor que no necesite rastrearte, pero por si algo pasa, quiero ser capaz.”
“Doy fe,” dijo Nikki en un acento británico. “Muy exhaustivo, Q.”
“No sabes la mitad de esto.” Él la entrego un móvil. “Desde que mi e-mail fue hackeado, he estado también preocupado por nuestros teléfonos. Por lo que mientras estaba allí, nos he conseguido unos. Yo ya hice una sincronización del GPS y programe nuestra marcación rápida.”
Heat presionó una tecla de su nuevo móvil. El de Rook sonó.
“¿Hola?”
“Empollón,” ella dijo. Y después colgó.
Desde los asientos delanteros de su Camry ellos vieron a Mrs. Rook instalarse temprano en la mesa de la ventana que ellos la habían dicho que cogiera. Ella también había reclamado los asientos interiores, mientras instruida por Nikki, de modo que ellos desde la cuneta podrían mantener un ojo en Martinez y tener una clara vista de sus manos. “Te lo digo ahora,” su voz llegó a través del altavoz del teléfono, “eso obstaculizara probablemente tu trabajo pero esta muy lejos de las corrientes de aire para mi.”
Rook se aseguro de que su teléfono estaba sordo y dijo, “actores.”
Mientras que ellos esperaban en silencio a que el comerciante de drogas llegara. El teléfono de Heat vibró y Rook dijo, “¿Estás segura de que todavía quieres usar tu anterior móvil en vez de el nuevo que te conseguí?”
“Es del FBI, pienso que puedo coger esto.”
Su contacto en la Unidad del Crimen Violento en Quantico empezó con una disculpa por el retraso. “Esto me llevo un tiempo para conseguir algo para ti sobre Sergio Torres porque alcance un cortafuegos y tuve que conseguir algunas aprobaciones.” Un hormigueo de adrenalina se movió en Heat. “Pero por ser tú, seguí golpeando en ellos hasta que conseguí acreditación. Los informes de tu hombre estaban clasificados porque él era un profundo cubierto de las fuerzas de la ley.”
Nikki dijo, “¿Sergio Torres era policía?” Rook paró de tamborilear el volante y movió rápidamente su cabeza hacia la de ella.
“Afirmativo,” dijo la analista del FBI. “Ahora, toda la chaqueta, el tiempo en la cárcel que cumplió, eso fue todo verdad. Parte de la leyenda fue construida para dar a Torres crédito en las calles.”
“¿Con qué agencia estaba?”
“Torres estaba en Narcoticos, NYPD, asignado a la comisaría de la 41. Eso esta en----“
“---El Bronx,” dijo Heat, “me es familiar.”
Justo cuando ella vio la impecable figura de Alejandro Martinez bajando andando la acera hacia ellos. Nikki rápidamente dio las gracias a su contacto de la NCAVC, colgó y agarró a Rook. “Hazlo conmigo.”
Ella le atrajo hacia ella y se besaron profundamente, y después, tan abruptamente como llego, le alejo. “No quería que Martinez me viera.”
“Sin quejas por aquí.” Después mientras ellos vieron a Martinez besar la mano de Margaret a la vez que se sentaban, Rook dijo, “¿He oído que el polo humano es de hecho un polo policía?”
La conversación en el restaurante era una pequeña charla de presentación, por lo que Heat rápidamente le informó del expediente de Torres a Rook. Entonces Nikki dijo, “Whoa, whoa, no me esta gustando esto.”
En el altavoz, Martinez estaba diciendo que quería moverse a una mesa hacia la parte de atrás. “No estoy muy cómodo sentadome en ventanas.”
Heat dijo, “deberíamos sacarla de allí.”
“No.” Ella nunca había visto a Rook parecer tan acobardado. “No conoces a madre. Si yo me entrometo en su momento, lo pagare caro.”
Margaret, conocedora del acuerdo, se encargo de eso ella misma –y con su personaje. “Oh, pero no lo entiende. Esta es mi habitual mesa, donde me gusta ver y que me vean. Especialmente con usted, Mr. Martinez.”
“Muy bien, entonces,” salió una suave voz. “Pero solo si me llama Alejandro.”
“Eso significa Alexander, ¿No? Tengo cariño a ese nombre. Tengo un hijo, su segundo nombre es Alexander.” Nikki le dio a Rook una divertida mirada.
“Tienes razón, Nikki, deberíamos sacarla de allí.”
“No, no,” dijo Heat. “Estoy aprendiendo un montón de cosas.”
El brunch de Margaret y Alejandro continuó como cualquier primera cita, es decir, repleta de bromas superficiales e interés fingido en las historias mundanas de cada uno. “Siempre he encontrado espeluznante escuchar en los momentos privados de mi madre con hombres,” Rook dijo. Después él inmediatamente volvió sobre sus palabras. “No es que yo lo hiciera alguna vez. Hecho.” Él cambio de tema. “Estaba pensando que esta noticia de que Torres era de Narco en la 41 tiene perfecto sentido.”
“Esto debería ser bueno.”
“Escúchame,” él dijo. “Después puedes destripar mi teoría.” Cuando ella hizo un gesto como muestra en un juego de modelos hacia él para que continuara, lo hizo. “Uno: ¿Quién más trabajo en Narco en esa comisaría? Steljess. Dos: ¿Quién murió en esa comisaría? Huddleston. Tres: ¿Quién era el capo de la droga en esa comisaría por entonces? La cita de mi madre. El mismo caballero cuyo alijo del DEA estaba en el ático del Padre Graf. Por lo que si, Nikki Heat, estoy viendo una conexión o dos.”
Nikki le sonrió. “Me voy a odiar a mi misma por decir esto, pero continúa. “¿Hacía que apuntan estas conexiones?”
“Yo huelo algún tipo de ring altamente organizado de sobornos que ha estado operando en el Bronx. La manera en que lo veo, los comerciantes de drogas son más listos que el sistema y empiezan a financiar a los policías corruptos con dinero del DEA por lo que ellos no tendrían que cortar de sus propios beneficios. Elegante, diría. Espera un segundo.” Él escuchó a la mesa en Cassis. Martinez se estaba riendo del tiempo en que Margaret se baño desnuda en la fuente de Lincoln Center. Rook dijo, “si ella solo hubiese hecho eso aquella noche…”
“Tu teoría no es totalmente ridícula, Rook. Pero, ¿Cómo Graf lo descubrió? Y ¿’Justicia a Guarda’? ¿O ellos no?”
“He estado pensando en ambos. ¿Recuerdas como mi hombre en Colombia, T-REX, dijo que Pascual Guzman de ‘Justicia’ recibió ese cargamento secreto hace tres semanas? ¿Cuál es el secreto? ¿Drogas? Para dárselo a Charlie Sheen. ‘Noo’. Y he estado pensando…justo como nuestro amigo de allí con su mano en la rodilla de mi madre… Guzman blanqueaba el dinero de la droga a través del Padre Graf, que inocentemente piensa que son filantrópicas donaciones por la raza justicia. Él descubre que es dinero de drogas, y bye-bye padre.”
Nikki le miro fijamente a una cierta media distancia, meditando. “OK. Entonces ¿Por qué molestarse con los Emma Carrolls y Margaret Rooks del mundo?”
“Simple,” Rook dijo. “Primero, más dinero para financiar los sobornos. Y más importantemente, esto mantiene la fachada. Es probablemente lo que impidió al Padre Graf de mirar más profundamente.”
“¿Hasta?”
Rook frunció el ceño, dispuesto a que la pregunta saliera. De repente su cara se iluminó. “…hasta que él oyó sobre el vídeo. Eso es. Apostaría por ello. Apuesto a que ese vídeo que ellos querían tan desesperadamente destapa los sobornos.”
“Posible.” Ella admitió.
“¿No estas convencida?”
“Estoy convencida de que tenemos una teoría y no una mala –por una vez. Pero todavía necesitamos algo sólido. Y no puedo ir al departamento con una historia. Especialmente con mi rango disciplinario.”
“¿Por lo que qué es lo que nosotros hacemos?”
“Creo que lo estamos haciendo. Esperar por algún dinero que seguir.”
Después de un brunch de moles fritas y una ensalada de frisée au lardon, la cuál Margaret proclamó que estaba perfecta, ella pago la cuenta. A través de sus prismáticos Heat se dio cuenta de que Martinez no hizo ningún esfuerzo para cogerla. Después de que el camarero la recogiera, la conversación profundizo en esa incómoda calma que señala la transición a los negocios. Esto no duro mucho. Alejandro Martinez no era un hombre tímido.
“Emma me ha dicho que estas preparada para apoyar nuestra causa.”
“Oh, lo estoy. Muy interesada. ¿Cree en eso fuertemente?”
“Por supuesto. No soy yo mismo colombiano, pero como el gran Charles Dickens escribió una vez, ‘la caridad empieza en casa y la justicia en la puerta de al lado’.”
Rook se giro hacia Heat. “Biblioteca de prisión.”
Martinez continuó. “Pero, como todas las cosas importantes, viene con un precio.” Él paró. “Eso requiere dinero.” Y después dijo. “Trajiste el dinero, ¿Verdad?”
Una vez que ellos estaban en la acera fuera del Cassis, Nikki dijo, “lista. Tu madre ha tenido la idea de ponerse de pie para que Martinez tenga que darnos la espalda y a ella la cara.”
“Confía en mí, treinta años en Broadway, una cosa que mi madre sabe es como eclipsar a otra persona.”
Martinez cogió la bolsa de Louis Vuitton de Margaret, inclinándose para besar su mano, y los dos se alejaron. Ella ando hacia el sur, como planearon; Martinez levantó la correa por encima de su hombro y se encamino hacia la parte alta de la ciudad. Nikki le saco a Mrs. Rook los pulgares en alto mientras ella pasaba, y Margaret la dio una leve inclinación, su versión de un telón bajado.
Ellos habían decidido alquilar un coche, comprendiendo que esta sería la manera más fácil de seguir a la cita de la madre de él. Ellos podrían ir a pie si él cogía el metro, pero si un hombre como Alejandro Martinez se siente vulnerable en ventanas, el transporte público sería impensable. Subió a la calle 72 donde entró en los asientos traseros de un coche negro que le estaba esperando, y la persecución se puso en marcha.
Esto estaba bien antes de la hora de comer, con solo el suficiente tráfico para esconderse pero no mucho como para convertirse en una difícil sombra.
Aproximándose a la calle 112 el conductor de Martinez dio la luz intermitente con dirección al este. Rook se quedo atrás antes de que él girase a su derecha y mantuviera unos pocos de coches entre él mismo y el Lincoln durante el camino por la Primera Avenida del Harlem Español.
Cuando el coche hizo un definido giro a la derecha en Marin Boulevard y se paro entre una tienda de tapacubos y una funeraria, Rook los paso para que ellos no pudieran verles.
A mitad de camino del bloque, él se paro y comprobó por el lado del espejo. Nikki se desabrocho el cinturón y se puso de rodillas en su asiento para mirar por el cristal trasero del coche, y vio a Martinez cruzar rápidamente la acera para meterse por la puerta de ‘Justicia a Garda’, llevando la bolsa de dinero.
El hueco de un sitio para aparcar se les apareció justo enfrente de una tienda de tacos, y Rook fácilmente lo metió en ese espacio, lo cual les permitía una buena vista de la acera por ambos espejos. El móvil de Rook vibró. “¿Seguro que quieres contestar a ese teléfono contaminado en vez de tu nuevo móvil?” Nikki bromeó.
“Cállate.”
“No, cállate tú.”
“Soy Rook,” él dijo, contestando a su llamada. “¿Si?”
Él hizo un gesto reclamando un boli. Ella le dio uno y le sostuvo el cuaderno de ella a él. Este apunto una fecha. 31 de Mayo de 2004.
“Escucha, gracias, yo-“ Después él apartó su teléfono y lo miro. “Mierda. Colgarme a mí.”
“¿Tu compañero de Gotham Oursource?” Rook asintió y Heat dijo, “Ah. Yo pensaba que os llevabais bien.”
Ambos hicieron una comprobación de los espejos. Sin señal de Martinez, aunque su conductor todavía seguía parado, en doble fila fuera del edificio. Rook dijo, “el 31 de Mayo de 2004 fue El Día Conmemorativo. Mr. Happy me ha dicho que Alan Barclay renuncio y le dejo plantado durante sus vacaciones legales, cuando todos los canales de televisión reducieron sus equipos de detrás de la cámaras y él estaba demasiado ocupado.”
Heat dijo, “no insignificantemente, el mismo día que ellos descubrieron el cuerpo de Huddleston en ese Beemer.”
“Aquí es lo que yo he intentado comprender.”
Rook hizo otra comprobación de los espejos y continuó. “Las quemaduras de TENS en Huddleston. Cuando ellos suprimieron a Horst Meuller y el Padre Graf, estaban intentando que estos dejaran el vídeo. ¿Por qué torturar a Gene Huddleston, Jr.?”
Heat se encogió de hombros. “¿Quizás él estaba conectado con el vídeo?”
“Me esta gustando eso,” dijo Rook. “Este era un niño de Hollywood, ¿Verdad?” ¿Es posible que Alan Barclay hiciera una cámara oculta para hacer polvo al narco que se encontraba en la toma?”
Cuando ella movió su cabeza de un lado a otro en señal de duda, él añadió, “no por razones de un servicio público. Quiero decir extorsión. Tratando de reducir un mejor trato en los productos usando el vídeo como palanca.”
“Tú no palanqueas a tipos como ese.”
“Mi opinión,” agregó Rook. “Yo creo que él lo averiguo de la peor manera, y mientras tanto su videografo se escabullía por debajo del radar –con el vídeo como póliza de seguro si él alguna vez lo descubría.”
“Estoy alucinando aquí,” Heat dijo. “O tus teorías son cada vez mejores, o trabajando contigo, me estoy empezando a perder.”
Él ahueco sus manos y respiro como Darth Vader. “Nikki… Ven al Lado Oscuro…”
Ella sacó su teléfono y, mientras se desplazaba por su agenda, preguntó, “¿Cómo de seguro eres para que puedas mantener la persecución de tus amigos?”
“Oye, eso son mis diez de los grandes. Sumamente bien.”
“Y ¿Crees que puedes resistirte a meterte en problemas y llamarme cuando él se empiece a mover?”
“¿Por qué?” él dijo, “¿Dónde vas?”
“Un poco de divide y vencerás.” Ella encontró el número que estaba buscando y presiono enviar. “¿Hola? ¿Petar? Soy Nikki ¿Qué tal te va?” Mientras oía a su antiguo novio celebrar escuchar de ella, esta miraba al espejo. En un momento, Nikki lanzó una mirada a Rook y encontró los ojos llenos de miedo y odio. Desde que Rook se cruzara en el camino con el ex-colega de ella en un reciente caso, él apenas podía mantener a raya sus celos. Incluso aunque Nikki últimamente cerrara los intentos de Petar para reavivar, ella podía ver la bestia verde viviendo en Rook.
“Escucha, Pet,” ella dijo, “tengo un favor que pedirte. Tú eras un periodista autónomo para una revista de chismes sobre 2004, 2005, ¿Verdad? Si te llevo a tomar un café hoy y buscas en tu cerebro sobre Gene Huddleston, Jr., ¿Tendrías algo sucio que contarme?”
Cuando ella colgó, Rook dijo, “ese condenado croata no sabe nada sobre Gene Huddleston, Jr., él solo quiere tener sexo contigo.” Cuando ella salió fuera del coche, él dijo, “oye, olvidas esto.” Tendiendo el nuevo teléfono que consiguió para ella y dijo, “¿Me llamaras luego?”
lastral- Policia de homicidios
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Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
CAPITULO DIECISIETE- SEGUNDA PARTE
Heat se inclinó en la puerta del pasajero y lo cogió. “¿Te haría sentir mejor si yo tuviera un acompañante? Podría preguntárselo a Tam Svejda.”
Nikki todavía seguía sonriendo cuando emprendió el camino hacia el metro.
Noventa minutos después Rook todavía seguía vigilando en el Harlem Español cuando su móvil vibró. “¿Algún movimiento?” ella preguntó.
“Nada. Incluso su conductor apagó el motor. Dí, eso fue un café rápido.”
“Conseguí lo que necesitaba y Petar tenía que volver a la reunión de producción.” Su antiguo novio era un productor de secciones en ‘Later On’, uno de los numerosos shows de escritorio y sofá que se peleaban por los insomnes después de Dave y Jay y Jimmy.
“Eso es bueno,” él dijo.
“Rook, eres muy transparente. Tú ni siquiera sabes lo que yo aprendí de él, tú simplemente estas aliviado de que él se fuera directo a su trabajo.”
“Ok, de acuerdo. Dime lo que conseguiste de él.”
“Algo que conecta a Huddleston, creo.”
“Dime.”
“Necesito una pieza más, y para conseguir eso necesito hacer un pequeño viaje fuera de la ciudad.”
“¿Ahora?” él dijo.
“Si no fuera crucial, no iría. Esto es por lo que Dios invento a la brigada policial, para que nosotros pudiéramos dividir los deberes. Tú eres mi brigada ahora, Rook; ¿Podrías cubrir esa base hasta que yo regrese esta tarde? Con el horario del tren debería volver a las cuatro, cuatro y media.”
Él paró. “Claro. Pero, ¿A dónde vas? Y no digas DisneyWorld.”
“Ossining,” dijo Heat.
“¿Que hay en Ossining? ¿La prisión?”
“No qué, Rook, quien.”
Había una pequeña bolsa de plástico de basura en la guantera, y Rook estaba calculando cuanto pis podría aguantar. Imágenes de él arrodillado en el asiento del conductor, intentando lidiar con el potencial desbordamiento le hizo reír, lo cual solo hizo que su vejiga presionara aún más.
Él pensó, esto debe ser como lo que es para hombres de mediana edad en esos centros comerciales, perdiéndose el gran juego en el parque de bolas teniendo que levantarse y correr hacia donde pudieran. Estaba seriamente pensando sobre una carrera a la tienda de tacos cuando notó movimiento en el retrovisor.
Martinez salía por la puerta de ‘Justicia a Garda’.
Él iba seguido de un hombre con una chaqueta caqui con una barba de Che Guevara, que estaba llevando una bolsa de dinero de Louis Vuitton.
Rook reconoció la cara de La Pizarra del Asesinato Sur como la de Pascual Guzman.
Como antes, Rook mantuvo su persecución relajada, equivocándose al no hacerse a un lado, aunque su conductor todavía no parecía preocuparse por nada más excepto por su propia carrera. Después de que él hiciera unos pocos de giros y se encaminará hacia el sur por Second Avenue, el intermitente apareció después de cruzar la calle 116 East, y Rook se volvió a parar en la esquina y espero mientras el coche paraba a mitad de un bloque. Guzman salió sin la bolsa negra y se metió en una farmacia. Mientras él esperaba, Rook marcó a Heat, consiguiendo de inmediato el buzón de voz, y dejándola una puesta al día. En el momento en que termino con la llamada, Pascual estaba de vuelta afuera llevando una pequeña bolsa blanca de prescripciones. Se metió en la parte trasera del Lincoln sin mirar atrás y el viaje se reanudo.
Ellos se escoltaron bajando por Second Avenue hasta que el coche delantero giro a la derecha en la 85 y que finalmente les llevaba a la transversal de Central Park como aquella vez en la cual Nikki fue emboscada días antes. Saliendo por el otro lado, Rook casi los pierde en Columbus cuando el taxi al que estaba siguiendo como indicador hizo una parada corta para recoger a un pasajero. Él giró el volante y aceleró rodeando al taxi, arreglándoselas para coger al Lincoln en un semáforo rojo en Amsterdam. La luz cambió a verde, pero el coche no se movió. A su vez, Martinez y Guzman salieron y entraron a un bar. Guzman tenía la bolsa negra con él. El coche se fue y Rook lo metió en una zona de carga y descarga en la esquina del bar.
Él conocía el Brass Harpoon por varias razones. Primero, este era uno de esos legendarios bares de escritores del Manhattan antiguo. Genios de alcohol con infusión desde Hemingway hasta Cheever pasando por O’Hara o Exley dejaron sus anillos de condensación en la barra y en los tableros de las mesas del Harpoon a lo largo de las décadas.
También era un mítico superviviente de las prohibiciones, con sus puertas secretas y túneles subterráneos, desde hace mucho tiempo condenado, donde el alcohol podía ser pasado por contrabando y a los borrachos los sacaban a patadas. Rook conocía esta parte por otra razón.
Él podía dibujar este nombre en el principal bloque ordenado en La Pizarra del Asesinato Sur como el lugar de reunión preferido para el Padre Gerry Graf. Él reflexionó en la hora y media pérdida del cura entre conseguir el vídeo de Meuller y aparecer bebido en el cuartel general de ‘Justicia’ y las matemáticas no era difícil de hacer.
Rook estaba cuestionándose cual debería ser su próximo movimiento.
Su vejiga le contesto. En su camino hacia la puerta él razonó que ni Martinez ni Guzman le habían conocido, por lo que sus posibilidades de ser reconocido eran pequeñas. A no ser que esperase demasiado o entrase con pantalones caquis mojados, no debería atraer ninguna mirada. Pero entonces, esto era el Brass Harpoon, por lo que pantalones mojados era lo normal. Seguro de cualquier manera entonces.
Eran justo después de las cuatro y allí solo había seis clientes en el lugar. Todos movieron sus cabezas para reconocerle cuando entro. Los dos que él había seguido no daban señales.
“¿Qué puedo hacer por ti?” preguntó el camarero de la cantina.
“Jameson,” dijo Rook, ojeando la botella de Cutty Sark en la balda superior debajo del pequeño santuario que había sido creado en honor al Padre Graf. Su marco de la foto sonriente estaba adornado con banderas moradas y un vaso con piedras con su nombre grabado en el cristal descansaba sobre una almohada de terciopelo verde. Rook puso algún dinero debajo y dijo que estaría de vuelta en seguida.
No había huellas debajo de las casetas en el de caballeros. Rook se hundió en sus asuntos, consiguiendo un bendito alivio mientras leía el letrero colgado encima del urinario: “Escribe borracho, edita sobrio.”- Ernest Hemingway.
Después él oyó la voz que había estado escuchado esta mañana en el brunch. Alejandro Martinez se estaba riendo y bromeando con alguien más. Él se incorporo más pero no funciono, en vez de eso recorrió el baño para oír de qué muro provenían las voces. Pero estas no venían a través del muro.
Provenían del suelo.
Saliendo por la puerta del baño de hombres, Rook miro por toda la extensión del bar y vio a Jameson en su lugar, pero nadie parecía darse cuenta de su paradero. Él dio marcha atrás en el pasillo, y pasando la oficina del jefe, se llegaba a un muro de ladrillo.
Había leído las leyendas -¿Qué escritor o escritora digno de su resaca no tenía? Él se ajusto al muro, escaneándolo, sus dedos revoloteaban ante él como los de un ladrón de cajas fuertes. Suficientemente seguro, uno de los ladrillos tenía una leve decoloración, una capa de mugre de un dedo en su final.
Pensó en llamar a Nikki, pero alguien se acercaba. Quizás usar los baños, o a lo mejor la oficina del manager. Rook apretó el ladrillo entre el pulgar y el índice y empujó. El muro se abrió: estos ladrillos daban a una puerta. El aire que salía era frío y olía a mosto y cerveza rancia. Él se deslizo por la puerta y empujó el muro para que se cerrar. En la luz turbia apenas podía distinguir un tramo de escalera de madera.
Él bajo de puntillas, manteniendo sus pies cerca de un lado para minimizar la opción de que los escalones crujiesen. En la parte baja se paro para escuchar. Después sus ojos fueron cejados por linternas. Él fue agarrado por la parte delantera de su chaqueta y le giro contra el muro.
“¿Te perdiste, colega?” Era Martinez.
“Totalmente.” Rook intento reírse de ello. “¿También estabas buscando el aseo de hombres?”
“¿Qué demonios crees que estas haciendo?” vino la voz de alguien detrás de Martinez que Rook figuro que sería Guzman.
Rook entrecerró los ojos. “¿Crees que podrías enfriar las altas luces? Me están matando.”
“Apágalas,” dijo una tercera voz. Las linternas se bajaron de los ojos de él. Oyó un interruptor lanzado y las luces de arriba se encendieron. Rook todavía estaba parpadeando para ajustarse a la luz cuando el tercer hombre se metió dentro de su visión como una aparición. Rook le reconoció de las noticias y de sus libros.
Detrás de él, de pie en el medio de un improvisado apartamento en el sótano secreto, entre barriles viejos y cartones, estaba el exiliado autor colombiano Faustino Velez Arango.
“Sabes quien soy; lo puedo adivinar por la manera en que me miras,” dijo Velez Arango.
“No, lo siento. Yo solo estoy consiguiendo mi visión de vuelta después de que tus amigos me hicieran un examen visual.”
Después él empezó a retroceder hacia las escaleras. “Soy obviamente el asesino de cotilleos en tu pequeña fiesta, por lo que no me dejes molestar.”
Guzman le aseguro poniendo los hombros contra el viejo refrigerados y le cacheó. “Sin armas,” él dijo.
Alejandro Martinez preguntó, “¿Quién eres y por que viniste aquí?”
“¿La verdad? OK, en el brunch de esta mañana mi madre te dio diez mil dólares de mi dinero y esa bolsa negra de allí y la quiero de vuelta.”
“Alejandro, ¿Te siguió?” La agitación que Pascual Guzman se manifestó al escanear el sótano como si su intruso hubiese llegado con un pelotón de ninjas.
Esto podría haber sido un grave error táctico, pero Rook juzgo al autor como el mas poderoso en el grupo y se lo demostró las señales de él. Él tomo una oportunidad y dijo, “relax, no hay nadie más, vine solo.”
Guzman cogió la billetera de Rook y la abrió por su licencia. “Jameson A. Rook.”
“La A es por Alexander,” él dijo, mirando a Alejandro Martinez, esperando que eso le diera credibilidad a su historia sobre seguir el dinero. “Agradable nombre.” Pero la atención de Rook fue dirigida hacia Faustino Velez Arango, cuyas gruesas cejas habían bajado hacia una mirada fija en él. Mientras este se aproximaba, trabajando su mandíbula, Rook se preparaba para un golpe.
El exiliado se paro a unas pulgadas de él y dijo, “¿Eres Jameson Rook? ¿El escritor?” Rook asintió tentativamente.
Las manos de Faustino Velez Arango se acercaron a él, ambas de repente se aferraron a su mano derecha y la estrecho con entusiasmo.
“He leído todo lo que hayas escrito.” Él se giro hacia sus compatriotas y dijo, “este es uno de los mejores escritores de no ficción vivos hoy en la imprenta.” De vuelta a Rook, dijo, “un honor.”
“Gracias. Viniendo de ti, eso es –bueno. A mí especialmente me gusta la parte de “vivo” porque, planeo hacer algo más que eso.”
Hubo un inmediato cambio de aguas. Velez Arango hizo un gesto a Rook para sentarse en la cómoda silla, y acercó una silla de mimbre al lado de él. Los otros dos no estaban todavía en el bote pero parecían relajarse un poco mientras ellos se juntaban. “Debo decir, Mr. Rook, que requiere de coraje no solo conseguir acceso a una historia como tu lo haces de todos los lados sino el tener que superar los peligrosos obstáculos para conseguir la dura verdad en los medios de masas.”
“Tú estas hablando de mi artículo en el cumpleaños de Mick Jagger, ¿No?”
Velez Arango se rió y dijo, “estaba pensando más en aquel de Chechnya y también en el de los mineros Apalaches de carbón, pero sí, Mick en Portofino fue brillante. Perdoné un momento.” Del extremo de la mesa el novelista cogió un vial de al lado de la bolsa blanca procedente de la farmacia y sacó una pastilla. Mientras él lo lavaba de nuevo con algo de agua, Rook se fijo en la etiqueta de la prescripción. Adefovir dipivoxil, la misma inexplicable medicina encontrada en el armario de medicamentos del Padre Graf. Por lo que ahora era explicable. Graff estaba ayudando a Velez Arango. “Otro bonus de ser un invitado del gobierno en prisión,” él dijo mientras volvía a poner la taba en el bote. “Un preso me cortó con una cuchilla y contraje hepatitis B.”
“Esto debe de ser el infierno en vida para vivir la vida de Salman Rushdie.”
“Espero escribir tan bien y vivir tanto como él,” él replicó.
“¿Cómo termino aquí?”
Pascual Guzman se aclaro su garganta de una manera obvia. “Faustino, si él es un reportero…”
“Mr. Rook es más que eso. Un periodista. Lo que significa que puede ser de confianza. Quizás confíe en ti para no revelarte mis secretos si te cuento sobre ellos, ¿Cómo se dice eso? ¿Fuera del registro?”
Rook se lo pensó. “Claro, no para publicar.”
“Pacual y su heroico grupo en ‘Justicia a Garda’ me salvaron de cierta muerte. Yo era el objetivo de un asesino a sueldo en prisión –ese era el hombre con la cuchilla- y más siendo reclutado. Como tu sabes, un rescate como el mío era logísticamente complicado y bastante caro. El Señor Martinez, que es un hombre de sincero cambio, recaudo fondos aquí en New York para cubrir los esfuerzos legales de derechos humanos en Colombia, tan bien como para conseguir un salvoconducto para mí hacia mi glorioso exilio.” Él se rió entre dientes e hizo un gesto al sótano donde vivía.
“¿Cuándo llego aquí?”
“Hace tres semanas. Llegué a New Jersey después de salir de una caja de carga en un barco proveniente de Buenaventura, ¿Conoce el sitio?” Rook asintió y pensó en el soplo de T-Rex en Colombia sobre el cargamento secreto enviado a Guzman desde allí. Pero el cargamento secreto no era C-4, después de todo -¡Era Faustino Velez Arango! “Mientras confinado y triste como mi vida en este sótano aparenta, esto es un paraíso comparado con lo que deje. Y he estado muy ayudado por los abiertos corazones de los neoyorquinos, especialmente el pastor y los feligreses de una de sus iglesias.”
Él buscó en el interior del cuello de su camisa y sacó una gran medalla religiosa en una delgada cadena de metal. “Este es St. Christopher, el santo patrón de los viajeros. Solo el pasado Lunes un hombre maravilloso, un cura que defendió su causa, vino aquí solo para darme esto a mí.” El autor se empezó a estirar, arrugas aparecieron en su frente. “Entiendo que el pobre hombre ya ha muerto, pero que amable gesto, ¿No cree?”
“¿El Padre Graf le dio eso el Lunes?” Rook supo que eso había sido poco después de que el cura se encontrase con Horst Meuller en la oficina de su agente.
“Si. El Padre, él me dijo a mí, ‘Esta es la perfecta medalla para esconder’.”
Rook no habló. Solo repetía estas palabras en su cabeza mientras veía la medalla moverse en su cadena. Su teléfono vibró, sorprendiéndole. Era Heat. “¿Puedo coger esto? Es mi novia y se que es importante… Mira, no diré donde estoy.”
Martinez y Guzman se negaron, pero Velez Arango les revocó. “Esta bien, pero usa el altavoz.”
Rook contestó antes justo de mandarla al buzón de voz.
“Hola, tu,” él dijo.
Nikki dijo, “te llevo mucho tiempo cogerlo, ¿Dónde estás?”
Martinez se acercó. “Tu primero,” dijo Rook, y Martinez retrocedió un pelo.
“De vuelta al Gran Central intentando conseguir un taxi. Ossining es grande. Rook. Enorme.” Él tenía miedo de decir algo malo en una situación bastante tensa, y como pensaba, ella dijo, “Rook, ¿Estas bien?”
“Si, simplemente ansioso de hablar contigo. Pero dejémoslo para hacerlo en persona.”
“Cierto, esto te va a llevar lejos. ¿Voy hacia ti? ¿Estas todavía siguiendo tu dinero?” Hubo un sonido de susurro y ella gimió. “Oye, ¿Qué estas-¿”
Nikki empezó a gritar.
Y después el teléfono se corto.
Heat se inclinó en la puerta del pasajero y lo cogió. “¿Te haría sentir mejor si yo tuviera un acompañante? Podría preguntárselo a Tam Svejda.”
Nikki todavía seguía sonriendo cuando emprendió el camino hacia el metro.
Noventa minutos después Rook todavía seguía vigilando en el Harlem Español cuando su móvil vibró. “¿Algún movimiento?” ella preguntó.
“Nada. Incluso su conductor apagó el motor. Dí, eso fue un café rápido.”
“Conseguí lo que necesitaba y Petar tenía que volver a la reunión de producción.” Su antiguo novio era un productor de secciones en ‘Later On’, uno de los numerosos shows de escritorio y sofá que se peleaban por los insomnes después de Dave y Jay y Jimmy.
“Eso es bueno,” él dijo.
“Rook, eres muy transparente. Tú ni siquiera sabes lo que yo aprendí de él, tú simplemente estas aliviado de que él se fuera directo a su trabajo.”
“Ok, de acuerdo. Dime lo que conseguiste de él.”
“Algo que conecta a Huddleston, creo.”
“Dime.”
“Necesito una pieza más, y para conseguir eso necesito hacer un pequeño viaje fuera de la ciudad.”
“¿Ahora?” él dijo.
“Si no fuera crucial, no iría. Esto es por lo que Dios invento a la brigada policial, para que nosotros pudiéramos dividir los deberes. Tú eres mi brigada ahora, Rook; ¿Podrías cubrir esa base hasta que yo regrese esta tarde? Con el horario del tren debería volver a las cuatro, cuatro y media.”
Él paró. “Claro. Pero, ¿A dónde vas? Y no digas DisneyWorld.”
“Ossining,” dijo Heat.
“¿Que hay en Ossining? ¿La prisión?”
“No qué, Rook, quien.”
Había una pequeña bolsa de plástico de basura en la guantera, y Rook estaba calculando cuanto pis podría aguantar. Imágenes de él arrodillado en el asiento del conductor, intentando lidiar con el potencial desbordamiento le hizo reír, lo cual solo hizo que su vejiga presionara aún más.
Él pensó, esto debe ser como lo que es para hombres de mediana edad en esos centros comerciales, perdiéndose el gran juego en el parque de bolas teniendo que levantarse y correr hacia donde pudieran. Estaba seriamente pensando sobre una carrera a la tienda de tacos cuando notó movimiento en el retrovisor.
Martinez salía por la puerta de ‘Justicia a Garda’.
Él iba seguido de un hombre con una chaqueta caqui con una barba de Che Guevara, que estaba llevando una bolsa de dinero de Louis Vuitton.
Rook reconoció la cara de La Pizarra del Asesinato Sur como la de Pascual Guzman.
Como antes, Rook mantuvo su persecución relajada, equivocándose al no hacerse a un lado, aunque su conductor todavía no parecía preocuparse por nada más excepto por su propia carrera. Después de que él hiciera unos pocos de giros y se encaminará hacia el sur por Second Avenue, el intermitente apareció después de cruzar la calle 116 East, y Rook se volvió a parar en la esquina y espero mientras el coche paraba a mitad de un bloque. Guzman salió sin la bolsa negra y se metió en una farmacia. Mientras él esperaba, Rook marcó a Heat, consiguiendo de inmediato el buzón de voz, y dejándola una puesta al día. En el momento en que termino con la llamada, Pascual estaba de vuelta afuera llevando una pequeña bolsa blanca de prescripciones. Se metió en la parte trasera del Lincoln sin mirar atrás y el viaje se reanudo.
Ellos se escoltaron bajando por Second Avenue hasta que el coche delantero giro a la derecha en la 85 y que finalmente les llevaba a la transversal de Central Park como aquella vez en la cual Nikki fue emboscada días antes. Saliendo por el otro lado, Rook casi los pierde en Columbus cuando el taxi al que estaba siguiendo como indicador hizo una parada corta para recoger a un pasajero. Él giró el volante y aceleró rodeando al taxi, arreglándoselas para coger al Lincoln en un semáforo rojo en Amsterdam. La luz cambió a verde, pero el coche no se movió. A su vez, Martinez y Guzman salieron y entraron a un bar. Guzman tenía la bolsa negra con él. El coche se fue y Rook lo metió en una zona de carga y descarga en la esquina del bar.
Él conocía el Brass Harpoon por varias razones. Primero, este era uno de esos legendarios bares de escritores del Manhattan antiguo. Genios de alcohol con infusión desde Hemingway hasta Cheever pasando por O’Hara o Exley dejaron sus anillos de condensación en la barra y en los tableros de las mesas del Harpoon a lo largo de las décadas.
También era un mítico superviviente de las prohibiciones, con sus puertas secretas y túneles subterráneos, desde hace mucho tiempo condenado, donde el alcohol podía ser pasado por contrabando y a los borrachos los sacaban a patadas. Rook conocía esta parte por otra razón.
Él podía dibujar este nombre en el principal bloque ordenado en La Pizarra del Asesinato Sur como el lugar de reunión preferido para el Padre Gerry Graf. Él reflexionó en la hora y media pérdida del cura entre conseguir el vídeo de Meuller y aparecer bebido en el cuartel general de ‘Justicia’ y las matemáticas no era difícil de hacer.
Rook estaba cuestionándose cual debería ser su próximo movimiento.
Su vejiga le contesto. En su camino hacia la puerta él razonó que ni Martinez ni Guzman le habían conocido, por lo que sus posibilidades de ser reconocido eran pequeñas. A no ser que esperase demasiado o entrase con pantalones caquis mojados, no debería atraer ninguna mirada. Pero entonces, esto era el Brass Harpoon, por lo que pantalones mojados era lo normal. Seguro de cualquier manera entonces.
Eran justo después de las cuatro y allí solo había seis clientes en el lugar. Todos movieron sus cabezas para reconocerle cuando entro. Los dos que él había seguido no daban señales.
“¿Qué puedo hacer por ti?” preguntó el camarero de la cantina.
“Jameson,” dijo Rook, ojeando la botella de Cutty Sark en la balda superior debajo del pequeño santuario que había sido creado en honor al Padre Graf. Su marco de la foto sonriente estaba adornado con banderas moradas y un vaso con piedras con su nombre grabado en el cristal descansaba sobre una almohada de terciopelo verde. Rook puso algún dinero debajo y dijo que estaría de vuelta en seguida.
No había huellas debajo de las casetas en el de caballeros. Rook se hundió en sus asuntos, consiguiendo un bendito alivio mientras leía el letrero colgado encima del urinario: “Escribe borracho, edita sobrio.”- Ernest Hemingway.
Después él oyó la voz que había estado escuchado esta mañana en el brunch. Alejandro Martinez se estaba riendo y bromeando con alguien más. Él se incorporo más pero no funciono, en vez de eso recorrió el baño para oír de qué muro provenían las voces. Pero estas no venían a través del muro.
Provenían del suelo.
Saliendo por la puerta del baño de hombres, Rook miro por toda la extensión del bar y vio a Jameson en su lugar, pero nadie parecía darse cuenta de su paradero. Él dio marcha atrás en el pasillo, y pasando la oficina del jefe, se llegaba a un muro de ladrillo.
Había leído las leyendas -¿Qué escritor o escritora digno de su resaca no tenía? Él se ajusto al muro, escaneándolo, sus dedos revoloteaban ante él como los de un ladrón de cajas fuertes. Suficientemente seguro, uno de los ladrillos tenía una leve decoloración, una capa de mugre de un dedo en su final.
Pensó en llamar a Nikki, pero alguien se acercaba. Quizás usar los baños, o a lo mejor la oficina del manager. Rook apretó el ladrillo entre el pulgar y el índice y empujó. El muro se abrió: estos ladrillos daban a una puerta. El aire que salía era frío y olía a mosto y cerveza rancia. Él se deslizo por la puerta y empujó el muro para que se cerrar. En la luz turbia apenas podía distinguir un tramo de escalera de madera.
Él bajo de puntillas, manteniendo sus pies cerca de un lado para minimizar la opción de que los escalones crujiesen. En la parte baja se paro para escuchar. Después sus ojos fueron cejados por linternas. Él fue agarrado por la parte delantera de su chaqueta y le giro contra el muro.
“¿Te perdiste, colega?” Era Martinez.
“Totalmente.” Rook intento reírse de ello. “¿También estabas buscando el aseo de hombres?”
“¿Qué demonios crees que estas haciendo?” vino la voz de alguien detrás de Martinez que Rook figuro que sería Guzman.
Rook entrecerró los ojos. “¿Crees que podrías enfriar las altas luces? Me están matando.”
“Apágalas,” dijo una tercera voz. Las linternas se bajaron de los ojos de él. Oyó un interruptor lanzado y las luces de arriba se encendieron. Rook todavía estaba parpadeando para ajustarse a la luz cuando el tercer hombre se metió dentro de su visión como una aparición. Rook le reconoció de las noticias y de sus libros.
Detrás de él, de pie en el medio de un improvisado apartamento en el sótano secreto, entre barriles viejos y cartones, estaba el exiliado autor colombiano Faustino Velez Arango.
“Sabes quien soy; lo puedo adivinar por la manera en que me miras,” dijo Velez Arango.
“No, lo siento. Yo solo estoy consiguiendo mi visión de vuelta después de que tus amigos me hicieran un examen visual.”
Después él empezó a retroceder hacia las escaleras. “Soy obviamente el asesino de cotilleos en tu pequeña fiesta, por lo que no me dejes molestar.”
Guzman le aseguro poniendo los hombros contra el viejo refrigerados y le cacheó. “Sin armas,” él dijo.
Alejandro Martinez preguntó, “¿Quién eres y por que viniste aquí?”
“¿La verdad? OK, en el brunch de esta mañana mi madre te dio diez mil dólares de mi dinero y esa bolsa negra de allí y la quiero de vuelta.”
“Alejandro, ¿Te siguió?” La agitación que Pascual Guzman se manifestó al escanear el sótano como si su intruso hubiese llegado con un pelotón de ninjas.
Esto podría haber sido un grave error táctico, pero Rook juzgo al autor como el mas poderoso en el grupo y se lo demostró las señales de él. Él tomo una oportunidad y dijo, “relax, no hay nadie más, vine solo.”
Guzman cogió la billetera de Rook y la abrió por su licencia. “Jameson A. Rook.”
“La A es por Alexander,” él dijo, mirando a Alejandro Martinez, esperando que eso le diera credibilidad a su historia sobre seguir el dinero. “Agradable nombre.” Pero la atención de Rook fue dirigida hacia Faustino Velez Arango, cuyas gruesas cejas habían bajado hacia una mirada fija en él. Mientras este se aproximaba, trabajando su mandíbula, Rook se preparaba para un golpe.
El exiliado se paro a unas pulgadas de él y dijo, “¿Eres Jameson Rook? ¿El escritor?” Rook asintió tentativamente.
Las manos de Faustino Velez Arango se acercaron a él, ambas de repente se aferraron a su mano derecha y la estrecho con entusiasmo.
“He leído todo lo que hayas escrito.” Él se giro hacia sus compatriotas y dijo, “este es uno de los mejores escritores de no ficción vivos hoy en la imprenta.” De vuelta a Rook, dijo, “un honor.”
“Gracias. Viniendo de ti, eso es –bueno. A mí especialmente me gusta la parte de “vivo” porque, planeo hacer algo más que eso.”
Hubo un inmediato cambio de aguas. Velez Arango hizo un gesto a Rook para sentarse en la cómoda silla, y acercó una silla de mimbre al lado de él. Los otros dos no estaban todavía en el bote pero parecían relajarse un poco mientras ellos se juntaban. “Debo decir, Mr. Rook, que requiere de coraje no solo conseguir acceso a una historia como tu lo haces de todos los lados sino el tener que superar los peligrosos obstáculos para conseguir la dura verdad en los medios de masas.”
“Tú estas hablando de mi artículo en el cumpleaños de Mick Jagger, ¿No?”
Velez Arango se rió y dijo, “estaba pensando más en aquel de Chechnya y también en el de los mineros Apalaches de carbón, pero sí, Mick en Portofino fue brillante. Perdoné un momento.” Del extremo de la mesa el novelista cogió un vial de al lado de la bolsa blanca procedente de la farmacia y sacó una pastilla. Mientras él lo lavaba de nuevo con algo de agua, Rook se fijo en la etiqueta de la prescripción. Adefovir dipivoxil, la misma inexplicable medicina encontrada en el armario de medicamentos del Padre Graf. Por lo que ahora era explicable. Graff estaba ayudando a Velez Arango. “Otro bonus de ser un invitado del gobierno en prisión,” él dijo mientras volvía a poner la taba en el bote. “Un preso me cortó con una cuchilla y contraje hepatitis B.”
“Esto debe de ser el infierno en vida para vivir la vida de Salman Rushdie.”
“Espero escribir tan bien y vivir tanto como él,” él replicó.
“¿Cómo termino aquí?”
Pascual Guzman se aclaro su garganta de una manera obvia. “Faustino, si él es un reportero…”
“Mr. Rook es más que eso. Un periodista. Lo que significa que puede ser de confianza. Quizás confíe en ti para no revelarte mis secretos si te cuento sobre ellos, ¿Cómo se dice eso? ¿Fuera del registro?”
Rook se lo pensó. “Claro, no para publicar.”
“Pacual y su heroico grupo en ‘Justicia a Garda’ me salvaron de cierta muerte. Yo era el objetivo de un asesino a sueldo en prisión –ese era el hombre con la cuchilla- y más siendo reclutado. Como tu sabes, un rescate como el mío era logísticamente complicado y bastante caro. El Señor Martinez, que es un hombre de sincero cambio, recaudo fondos aquí en New York para cubrir los esfuerzos legales de derechos humanos en Colombia, tan bien como para conseguir un salvoconducto para mí hacia mi glorioso exilio.” Él se rió entre dientes e hizo un gesto al sótano donde vivía.
“¿Cuándo llego aquí?”
“Hace tres semanas. Llegué a New Jersey después de salir de una caja de carga en un barco proveniente de Buenaventura, ¿Conoce el sitio?” Rook asintió y pensó en el soplo de T-Rex en Colombia sobre el cargamento secreto enviado a Guzman desde allí. Pero el cargamento secreto no era C-4, después de todo -¡Era Faustino Velez Arango! “Mientras confinado y triste como mi vida en este sótano aparenta, esto es un paraíso comparado con lo que deje. Y he estado muy ayudado por los abiertos corazones de los neoyorquinos, especialmente el pastor y los feligreses de una de sus iglesias.”
Él buscó en el interior del cuello de su camisa y sacó una gran medalla religiosa en una delgada cadena de metal. “Este es St. Christopher, el santo patrón de los viajeros. Solo el pasado Lunes un hombre maravilloso, un cura que defendió su causa, vino aquí solo para darme esto a mí.” El autor se empezó a estirar, arrugas aparecieron en su frente. “Entiendo que el pobre hombre ya ha muerto, pero que amable gesto, ¿No cree?”
“¿El Padre Graf le dio eso el Lunes?” Rook supo que eso había sido poco después de que el cura se encontrase con Horst Meuller en la oficina de su agente.
“Si. El Padre, él me dijo a mí, ‘Esta es la perfecta medalla para esconder’.”
Rook no habló. Solo repetía estas palabras en su cabeza mientras veía la medalla moverse en su cadena. Su teléfono vibró, sorprendiéndole. Era Heat. “¿Puedo coger esto? Es mi novia y se que es importante… Mira, no diré donde estoy.”
Martinez y Guzman se negaron, pero Velez Arango les revocó. “Esta bien, pero usa el altavoz.”
Rook contestó antes justo de mandarla al buzón de voz.
“Hola, tu,” él dijo.
Nikki dijo, “te llevo mucho tiempo cogerlo, ¿Dónde estás?”
Martinez se acercó. “Tu primero,” dijo Rook, y Martinez retrocedió un pelo.
“De vuelta al Gran Central intentando conseguir un taxi. Ossining es grande. Rook. Enorme.” Él tenía miedo de decir algo malo en una situación bastante tensa, y como pensaba, ella dijo, “Rook, ¿Estas bien?”
“Si, simplemente ansioso de hablar contigo. Pero dejémoslo para hacerlo en persona.”
“Cierto, esto te va a llevar lejos. ¿Voy hacia ti? ¿Estas todavía siguiendo tu dinero?” Hubo un sonido de susurro y ella gimió. “Oye, ¿Qué estas-¿”
Nikki empezó a gritar.
Y después el teléfono se corto.
lastral- Policia de homicidios
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Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Muchas Gracias Lastral!!!!!!!!!
Estamos solo a tres capítulos del final...
Sigue pronto
Estamos solo a tres capítulos del final...
Sigue pronto
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Nuevo capitulo. Muchas gracias por los comentarios y espero que lo disfruteis.
CAPITULO DIECIOCHO- PRIMERA PARTE
Rook se atornillo a sus pies y un dedo apuñalo a la cara de su móvil. El teléfono de Heat sonaba y sonaba mientras él empezaba a andar hacia las escaleras. Guzman le bloqueó el paso. “No,” dijo Rook. “Tengo que irme.” Por aquel entonces él estaba con el buzón de voz. “Nikki, soy yo, vuélveme a llamar, ¿OK? Hazme saber lo que ocurrió tan pronto como puedas.”
“Nikki…” Pascual Guzman dijo el nombre en voz alta mientras se gira hacia Martinez. “Creo que conozco su voz. Esa es la detective de policía que me acoso.”
“A mí también,” Martinez dijo mientras echaba el hombro hacia Guzman. Rook intento deslizarse alrededor de la pareja, pero Martinez presiono el ancho de su palma, cuidando su manicura pero parándole.
“Chicos, necesito ir a ayudarla, vamos.”
“Y ¿Sobre Ossining?” preguntó Martinez, que había hecho tiempo allí.
Desde momentos antes, cuando él descubrió que el rastro de su dinero sorpresivamente le guiaba al novelista exiliado de los derechos humanos, Rook había estado observando su teoría de lavado de soborno de narcotráficos apareciendo sin costuras delante de sus ojos.
Combinando eso con el hecho de que nadie en el sótano le había sacado un arma –inclusive tampoco Martinez- le dio una oportunidad de salir al paso. “OK, así es,” él dijo, dirigiéndose principalmente a Faustino Velez Arango, que observaba tranquilamente desde su silla. “Mi novia es una policía que está trabajando en un caso de asesinato que no creo que tenga nada que ver con ninguno de vosotros.”
“¿Esto todavía es el asesinato del Padre Graf?” preguntó Guzman.
Rook lo pensó y asintió. Guzman tiro de su espesa barba y habló a Velez Arango en Español. Rook no pudo entender todas las palabras, pero el tono era emotivo. El autor exiliado asintió solemnemente unas pocas de veces.
Cuando hubieron terminado, Rook intercedió. “Una vida podría estar en peligro. No puedo creer que de todas las personas, Señor Velez Arango, usted mantendría a un escritor cautivo en contra de su voluntad.”
El hombre se levantó y fue hacia Rook. “Sé que el Padre Graf hizo más que darme esta sagrada medalla. Pascual me dijo que quién mató al Padre se llevo a un santo en la Tierra, devoto de nuestra causa.” Después un rastro de una sonrisa alivio algo de su seriedad. “Y, por supuesto, he leído tu perfil de esta Nikki Heat.” Él señaló a las escaleras. “Ve. Haz lo que puedas para salvarla.”
Rook empezó a subir, pero Martinez le bloqueo de nuevo.
“Faustino, él te entregara.”
El novelista cogió sus medidas del periodista y dijo, “no, no lo hará.”
Rook se precipito hacia las escaleras y después, como una ocurrencia tardía, dijo a Velez Arango, “¿Un favor más?”
“¿Qué?”
“Necesitaré toda la ayuda que pueda conseguir. ¿Alguna posibilidad de que pueda llevarme esa medalla?”
Velez Arango puso su mano alrededor de la medalla. “Es valiosa para mí.”
Rook dijo, “le digo una cosa. Quédese los diez de los grandes, nos llamaremos.”
Nikki corría por Vanderbilt Avenue, colándose corriente arriba entre el flujo ajustado de los peatones que se dirigían a Central Park. Ella miró por encima de su hombro y pudo verle venir, su negro pasamontañas asombraba a los viajeros de negocios de la tarde que se paraban y se giraban para mirar al hombre que pasaba con prisa a través de ellos. Aquellos que no se paraban a mirar alrededor, tampoco lo hacían para policías o ver si alguien estaba grabando una película.
Esto había ocurrido muy rápido. Impaciente por un taxi, Nikki había sacado su arma secreta en este vecindario, que fue para saltarse la organizada entrada de los taxis en la calle 42, un gran lugar para hacer amigos porque la línea es lenta.
En su lugar, ella espero en Vanderbilt, cerca de Yale Club, un lugar favorecedor de paso, y por lo tanto, un lugar igualmente favorecedor para enganchar un paseo en marcha.
Mientras ella estaba en el teléfono con Rook, esperando por algunas monedas del conductor, el tio salió par detrás suya. Solo vio movimiento detrás suyo reflejado a través de la neblina de la sal de la carretera en la ventana del taxi. Antes de que se pudiera girar, una mano le quito el teléfono mientras que con la otra le empujaba el hombro.
La sorpresa la pillo fuera de juego, pero el sentido de combate de Heat salió, y ella se dio la vuelta, agarrando y después usando su hombro para chocar contra el asaltante hacia atrás hacia el poste del semáforo cerca de la entrada del club. Dando de culo en el asfalto, su atacante alcanzó su mano hacia el interior del abrigo de ella, y Nikki corrió.
A medio bloque al norte, él se estaba acercando. Heat se fugo por Vanderbilt, arriesgándose a exponerse en carretera abierta, por lo que ella zigzagueó y se evadió para ofrecerse como un blanco fácil. Su meta era girar la esquina en la 45 y meterse dentro del vestíbulo de ‘Met Life’, donde los guardias de seguridad pudiesen ayudarla. Más allá de eso, Gran Central estaba llena de policías y seguridad.
Pero entonces, lo mejor del mundo –un coche de policía se paro en la señal de stop en la 45. “Oye,” ella gritó. “Un 10-13.”
Un ayudante de oficial de policía.
El oficial al volante tenía su ventana bajada, y cuando ella estaba a nueve metros del coche y acercándose, él giro su cara hacia Nikki. “Heat, entra.” Era La Oposición. Al principio se preguntó si Harvey todavía cubría su espalda –improbable. O si esto era solo suerte- menos probable; esta no era la zona de él. Ella estaba empezando a frenar mientras que se acercaba al coche cuando vio el arma en sus muslos. Apuntando fuera de la ventana hacia ella. “Entra,” él dijo una vez más.
Ella estaba calculando las posibilidades de engañar a su objetivo retirándose por la parte trasera del coche cuando unas manos enguantadas aparecieron detrás suya y le sujetaron un trapo por su nariz y boca.
Nikki saboreó la dulzura y después perdió el conocimiento.
Raley volvió a la línea y le dijo a Rook que lo había comprobado, suficientemente seguro, ya había algunas llamadas al 911 sobre una mujer siendo perseguida por un hombre con pasamontañas fuera de la Estación de Grand Central. Ocha estaba sacando del aire que esa mujer es Nikki Heat. Raley esperaba que las calles circundantes estarían llenas de unidades al tiempo que el llegase.
No había mucho que Rook pudiera hacer allí, pero desde que era el último lugar del que había oído de ella, él continuó bajando hacia Broadway. Esperando al semáforo en Columbus Circus, su corazón se aceleró mientras Rook señalaba el paralelismo del perseguidor enmascarado de ella al equipo que había aparecido en el apartamento de Horst Meuller. Él revivió la llamada interrumpida de Nikki: su emoción en lo que había descubierto, después lo repentino del asalto, su móvil probablemente se lo arrebataron o se rompió.
Rook abrió las llamadas recientes de su móvil. Por hábito o despiste, Nikki había usado su viejo teléfono para llamarle.
Lo que eso significaba, que probablemente, ella todavía tuviese el teléfono de la tienda de espías que la dio para ayudar. Rook se preguntó si lo tendría y, en ese caso, si lo tendría encendido. Él sacó su nuevo teléfono y empezó a averiguar cómo demonios habilitar el GPS.
Sus sienes estaban latiendo cuando se despertó. Nikki estaba envuelta en una espesa niebla suficiente para hacerla sentir bajo agua. Su cabeza parecía demasiado pesada para su cuello, y no podía mover sus brazos y piernas. “Se está despertando,” dijo una voz que parecía salir de otra dimensión. Heat intentó abrir sus ojos, y la luz, proveniente de un implacable fluorescente azul y blanco en tubos por encima de su cabeza, la atravesó tan duramente que tuvo que cerrarlos de inmediato.
¿Qué es lo que había visto en ese pequeño vistazo? Ella estaba en alguna parte industrial. Definitivamente en un taller o almacén.
Muros sin terminar con claves expuestos y bastidores metálicos de almacenamiento llenos de cajas, y… herramientas y partes de algún tipo.
Otro vistazo, eso la diría algo más, pero no si ella tenía que mirar hacia esas lámparas otra vez. Ella trato de girarse pero no pudo por lo que dejo caer su cabeza y se asomó una vez más.
Harvey, todavía con su uniforme, apoyado con los brazos cruzados en una mesa de trabajo, observándola. Él llevaba unos guantes de plástico azules. Esa desconcertante vista la impulsó suficiente adrenalina como para levantar algo de la confusión mental.
Descansó sus párpados, castigándose a sí misma por no ver la posibilidad de que La Oposición no la había seguido por protección, sino para vigilarla. Harvey había estado escondido a plena vista.
Nikki recordaba haberle llevado los pizzelles y sintió un dolor en su tripa.
Alguien más se estaba moviendo alrededor de la habitación. Con gran esfuerzo, ella abrió sus ojos y reconoció la chaqueta del tio que la había agarrado en Vanderbilt. Él también llevaba guantes azules, pero sin pasamontañas, lo que era algo más angustioso porque eso significaba que él no estaba más preocupado por la habilidad de Nikki en reconocer su identidad después.
El otro hombre se giro y anduvo hacia ella, y acerco su cara a la de ella. Dutch Van Meter dijo, “oye, Heat, levántate y brilla.”
Ella intento alejarse de él pero no pudo, y entonces se dio cuenta porque. No era por la resaca del cloroformo. Ella estaba atada. Ambas muñecas y tobillos estaban esposados.
Heat luchó por levantar su cabeza. La habína fijado a un par de travesaños de madera, su propia improvisada Cruz de St. Andrew. Van Meter debía haber visto la compresión en ella. “Es verdad, chica lista. Y eres una detective de primera. Apuesto a que incluso sabes lo que viene después.”
Un interruptor se acciono y hubo un zumbido electrónico bajo.
Ella giro su cabeza hacia él. Dutch estaba sosteniendo una barra de acero inoxidable de tamaño y forma de un consolador. Esto tenía un agarre aislado con dos tomas –una negra y otra roja- conectados al manto. “¿Quieres hablar de ironía?”
Estas cosas estaban desarrolladas como un significado para revelar dolor.
“¿Ves?”
Heat se estremeció y se apartó, preparándose para el choque cuando él toco con los TENS su antebrazo. Al contacto, su piel vibró un poco y el músculo de debajo se contrajo ligeramente. “Supongo que no necesito contarte que más puede hacer esto.”
Él lo quito y apago la unidad. “Por lo que, ¿De qué manera quieres que esto vaya? ¿Difícil o fácil?” Nikki todavía estaba alejada de él.
“OK, descubrámoslo. Primero, fácil. ¿Dónde está el vídeo?”
Ella giró su cabeza de vuelta mirándolo a la cara. “Esta es fácil. No lo sé.”
Van Meter asintió para después girarse por encima de su hombro hacia La Oposición. “Ellos nunca lo hacen fácil, ¿Verdad? Harvey.”
Harvey dijo, “Detective, ¿Mi consejo? Simplemente dígaselo, entonces podremos hacer esto rápido.”
“Él tiene razón. Doloroso o sin dolor, tú eliges.”
“Te digo la verdad. No lo sé.”
“Averiguesmoslo. ¿Sí?” Dutch se sentó en un taburete giratorio y acciono el interruptor. El zumbido, un poco más fuerte, regreso. “Empezaremos bajo y te daremos una oportunidad.” Él tocó el mismo lugar en su brazo, solo que esta vez la vibración era mayor y el músculo se contrajo involuntariamente, forzando a su codo a doblarse contra su voluntad hasta que él quito la vara. “Y eso era un nivel bajo,” él dijo.
“¿Algún nuevo pensamiento?”
“Completamente,” ella dijo. “Estoy pensando de vuelta a Central Park. Cuando Harvey convenientemente me perdió. ¿Quién conducía el SUV?”
“Dave Ingram,” dijo La Oposición desde el otro lado de la habitación. “El tio estuvo registrado durante quince años en los Servicios de Emergencia. Un tirador de primera, y tu le malgastaste con un disparo con un golpe de suerte.”
Dutch hizo girar su silla hacia Harvey. “Él se descuido.”
“Me subestimo,” dijo Heat. Ella le dio a Van Meter una mirada de desafío.
“Bueno, yo no. Eso es por lo que mi pequeña caja negra tiene tantos ajustes.” Él giro el botón y el zumbido incrementó.
Heat trato de ignorar el horrible sonido y remarco a Dutch con su mirada. “¿Qué es lo que Alan Barclay grabo? ¿Qué hay en ese vídeo que merece la pena matar a todo el mundo?”
El Det. Van Meter ser rió entre dientes. “Nosotros no estamos hablando, tu sí.” Los ojos de ella se clavaron en la varita que estaba a centímetros de su cara. “Harvey, ¿Verdad que todos hablan?”
“Todos hablan.”
“Ellos lo hacen,” él dijo. “Todos ellos. El bailarín alemán. Él entregó al cura. Este entregó a Montrose.”
Él paró. “Montrose, no tuvimos oportunidad de simular. Se puso todo heroico, por lo que le di un poco de Firme Acción. Justo aquí.” Él de repente pinchó la punta de la vara bajo la barbilla de Nikki. La sacudida causo a su cabeza un temblor descontrolado y sus músculos de la mandíbula se tensaron, apretando los dientes con tanta fuerza que se tocaban unos con otros.
Tan rápido como llego, lo alejo.
CAPITULO DIECIOCHO- PRIMERA PARTE
Rook se atornillo a sus pies y un dedo apuñalo a la cara de su móvil. El teléfono de Heat sonaba y sonaba mientras él empezaba a andar hacia las escaleras. Guzman le bloqueó el paso. “No,” dijo Rook. “Tengo que irme.” Por aquel entonces él estaba con el buzón de voz. “Nikki, soy yo, vuélveme a llamar, ¿OK? Hazme saber lo que ocurrió tan pronto como puedas.”
“Nikki…” Pascual Guzman dijo el nombre en voz alta mientras se gira hacia Martinez. “Creo que conozco su voz. Esa es la detective de policía que me acoso.”
“A mí también,” Martinez dijo mientras echaba el hombro hacia Guzman. Rook intento deslizarse alrededor de la pareja, pero Martinez presiono el ancho de su palma, cuidando su manicura pero parándole.
“Chicos, necesito ir a ayudarla, vamos.”
“Y ¿Sobre Ossining?” preguntó Martinez, que había hecho tiempo allí.
Desde momentos antes, cuando él descubrió que el rastro de su dinero sorpresivamente le guiaba al novelista exiliado de los derechos humanos, Rook había estado observando su teoría de lavado de soborno de narcotráficos apareciendo sin costuras delante de sus ojos.
Combinando eso con el hecho de que nadie en el sótano le había sacado un arma –inclusive tampoco Martinez- le dio una oportunidad de salir al paso. “OK, así es,” él dijo, dirigiéndose principalmente a Faustino Velez Arango, que observaba tranquilamente desde su silla. “Mi novia es una policía que está trabajando en un caso de asesinato que no creo que tenga nada que ver con ninguno de vosotros.”
“¿Esto todavía es el asesinato del Padre Graf?” preguntó Guzman.
Rook lo pensó y asintió. Guzman tiro de su espesa barba y habló a Velez Arango en Español. Rook no pudo entender todas las palabras, pero el tono era emotivo. El autor exiliado asintió solemnemente unas pocas de veces.
Cuando hubieron terminado, Rook intercedió. “Una vida podría estar en peligro. No puedo creer que de todas las personas, Señor Velez Arango, usted mantendría a un escritor cautivo en contra de su voluntad.”
El hombre se levantó y fue hacia Rook. “Sé que el Padre Graf hizo más que darme esta sagrada medalla. Pascual me dijo que quién mató al Padre se llevo a un santo en la Tierra, devoto de nuestra causa.” Después un rastro de una sonrisa alivio algo de su seriedad. “Y, por supuesto, he leído tu perfil de esta Nikki Heat.” Él señaló a las escaleras. “Ve. Haz lo que puedas para salvarla.”
Rook empezó a subir, pero Martinez le bloqueo de nuevo.
“Faustino, él te entregara.”
El novelista cogió sus medidas del periodista y dijo, “no, no lo hará.”
Rook se precipito hacia las escaleras y después, como una ocurrencia tardía, dijo a Velez Arango, “¿Un favor más?”
“¿Qué?”
“Necesitaré toda la ayuda que pueda conseguir. ¿Alguna posibilidad de que pueda llevarme esa medalla?”
Velez Arango puso su mano alrededor de la medalla. “Es valiosa para mí.”
Rook dijo, “le digo una cosa. Quédese los diez de los grandes, nos llamaremos.”
Nikki corría por Vanderbilt Avenue, colándose corriente arriba entre el flujo ajustado de los peatones que se dirigían a Central Park. Ella miró por encima de su hombro y pudo verle venir, su negro pasamontañas asombraba a los viajeros de negocios de la tarde que se paraban y se giraban para mirar al hombre que pasaba con prisa a través de ellos. Aquellos que no se paraban a mirar alrededor, tampoco lo hacían para policías o ver si alguien estaba grabando una película.
Esto había ocurrido muy rápido. Impaciente por un taxi, Nikki había sacado su arma secreta en este vecindario, que fue para saltarse la organizada entrada de los taxis en la calle 42, un gran lugar para hacer amigos porque la línea es lenta.
En su lugar, ella espero en Vanderbilt, cerca de Yale Club, un lugar favorecedor de paso, y por lo tanto, un lugar igualmente favorecedor para enganchar un paseo en marcha.
Mientras ella estaba en el teléfono con Rook, esperando por algunas monedas del conductor, el tio salió par detrás suya. Solo vio movimiento detrás suyo reflejado a través de la neblina de la sal de la carretera en la ventana del taxi. Antes de que se pudiera girar, una mano le quito el teléfono mientras que con la otra le empujaba el hombro.
La sorpresa la pillo fuera de juego, pero el sentido de combate de Heat salió, y ella se dio la vuelta, agarrando y después usando su hombro para chocar contra el asaltante hacia atrás hacia el poste del semáforo cerca de la entrada del club. Dando de culo en el asfalto, su atacante alcanzó su mano hacia el interior del abrigo de ella, y Nikki corrió.
A medio bloque al norte, él se estaba acercando. Heat se fugo por Vanderbilt, arriesgándose a exponerse en carretera abierta, por lo que ella zigzagueó y se evadió para ofrecerse como un blanco fácil. Su meta era girar la esquina en la 45 y meterse dentro del vestíbulo de ‘Met Life’, donde los guardias de seguridad pudiesen ayudarla. Más allá de eso, Gran Central estaba llena de policías y seguridad.
Pero entonces, lo mejor del mundo –un coche de policía se paro en la señal de stop en la 45. “Oye,” ella gritó. “Un 10-13.”
Un ayudante de oficial de policía.
El oficial al volante tenía su ventana bajada, y cuando ella estaba a nueve metros del coche y acercándose, él giro su cara hacia Nikki. “Heat, entra.” Era La Oposición. Al principio se preguntó si Harvey todavía cubría su espalda –improbable. O si esto era solo suerte- menos probable; esta no era la zona de él. Ella estaba empezando a frenar mientras que se acercaba al coche cuando vio el arma en sus muslos. Apuntando fuera de la ventana hacia ella. “Entra,” él dijo una vez más.
Ella estaba calculando las posibilidades de engañar a su objetivo retirándose por la parte trasera del coche cuando unas manos enguantadas aparecieron detrás suya y le sujetaron un trapo por su nariz y boca.
Nikki saboreó la dulzura y después perdió el conocimiento.
Raley volvió a la línea y le dijo a Rook que lo había comprobado, suficientemente seguro, ya había algunas llamadas al 911 sobre una mujer siendo perseguida por un hombre con pasamontañas fuera de la Estación de Grand Central. Ocha estaba sacando del aire que esa mujer es Nikki Heat. Raley esperaba que las calles circundantes estarían llenas de unidades al tiempo que el llegase.
No había mucho que Rook pudiera hacer allí, pero desde que era el último lugar del que había oído de ella, él continuó bajando hacia Broadway. Esperando al semáforo en Columbus Circus, su corazón se aceleró mientras Rook señalaba el paralelismo del perseguidor enmascarado de ella al equipo que había aparecido en el apartamento de Horst Meuller. Él revivió la llamada interrumpida de Nikki: su emoción en lo que había descubierto, después lo repentino del asalto, su móvil probablemente se lo arrebataron o se rompió.
Rook abrió las llamadas recientes de su móvil. Por hábito o despiste, Nikki había usado su viejo teléfono para llamarle.
Lo que eso significaba, que probablemente, ella todavía tuviese el teléfono de la tienda de espías que la dio para ayudar. Rook se preguntó si lo tendría y, en ese caso, si lo tendría encendido. Él sacó su nuevo teléfono y empezó a averiguar cómo demonios habilitar el GPS.
Sus sienes estaban latiendo cuando se despertó. Nikki estaba envuelta en una espesa niebla suficiente para hacerla sentir bajo agua. Su cabeza parecía demasiado pesada para su cuello, y no podía mover sus brazos y piernas. “Se está despertando,” dijo una voz que parecía salir de otra dimensión. Heat intentó abrir sus ojos, y la luz, proveniente de un implacable fluorescente azul y blanco en tubos por encima de su cabeza, la atravesó tan duramente que tuvo que cerrarlos de inmediato.
¿Qué es lo que había visto en ese pequeño vistazo? Ella estaba en alguna parte industrial. Definitivamente en un taller o almacén.
Muros sin terminar con claves expuestos y bastidores metálicos de almacenamiento llenos de cajas, y… herramientas y partes de algún tipo.
Otro vistazo, eso la diría algo más, pero no si ella tenía que mirar hacia esas lámparas otra vez. Ella trato de girarse pero no pudo por lo que dejo caer su cabeza y se asomó una vez más.
Harvey, todavía con su uniforme, apoyado con los brazos cruzados en una mesa de trabajo, observándola. Él llevaba unos guantes de plástico azules. Esa desconcertante vista la impulsó suficiente adrenalina como para levantar algo de la confusión mental.
Descansó sus párpados, castigándose a sí misma por no ver la posibilidad de que La Oposición no la había seguido por protección, sino para vigilarla. Harvey había estado escondido a plena vista.
Nikki recordaba haberle llevado los pizzelles y sintió un dolor en su tripa.
Alguien más se estaba moviendo alrededor de la habitación. Con gran esfuerzo, ella abrió sus ojos y reconoció la chaqueta del tio que la había agarrado en Vanderbilt. Él también llevaba guantes azules, pero sin pasamontañas, lo que era algo más angustioso porque eso significaba que él no estaba más preocupado por la habilidad de Nikki en reconocer su identidad después.
El otro hombre se giro y anduvo hacia ella, y acerco su cara a la de ella. Dutch Van Meter dijo, “oye, Heat, levántate y brilla.”
Ella intento alejarse de él pero no pudo, y entonces se dio cuenta porque. No era por la resaca del cloroformo. Ella estaba atada. Ambas muñecas y tobillos estaban esposados.
Heat luchó por levantar su cabeza. La habína fijado a un par de travesaños de madera, su propia improvisada Cruz de St. Andrew. Van Meter debía haber visto la compresión en ella. “Es verdad, chica lista. Y eres una detective de primera. Apuesto a que incluso sabes lo que viene después.”
Un interruptor se acciono y hubo un zumbido electrónico bajo.
Ella giro su cabeza hacia él. Dutch estaba sosteniendo una barra de acero inoxidable de tamaño y forma de un consolador. Esto tenía un agarre aislado con dos tomas –una negra y otra roja- conectados al manto. “¿Quieres hablar de ironía?”
Estas cosas estaban desarrolladas como un significado para revelar dolor.
“¿Ves?”
Heat se estremeció y se apartó, preparándose para el choque cuando él toco con los TENS su antebrazo. Al contacto, su piel vibró un poco y el músculo de debajo se contrajo ligeramente. “Supongo que no necesito contarte que más puede hacer esto.”
Él lo quito y apago la unidad. “Por lo que, ¿De qué manera quieres que esto vaya? ¿Difícil o fácil?” Nikki todavía estaba alejada de él.
“OK, descubrámoslo. Primero, fácil. ¿Dónde está el vídeo?”
Ella giró su cabeza de vuelta mirándolo a la cara. “Esta es fácil. No lo sé.”
Van Meter asintió para después girarse por encima de su hombro hacia La Oposición. “Ellos nunca lo hacen fácil, ¿Verdad? Harvey.”
Harvey dijo, “Detective, ¿Mi consejo? Simplemente dígaselo, entonces podremos hacer esto rápido.”
“Él tiene razón. Doloroso o sin dolor, tú eliges.”
“Te digo la verdad. No lo sé.”
“Averiguesmoslo. ¿Sí?” Dutch se sentó en un taburete giratorio y acciono el interruptor. El zumbido, un poco más fuerte, regreso. “Empezaremos bajo y te daremos una oportunidad.” Él tocó el mismo lugar en su brazo, solo que esta vez la vibración era mayor y el músculo se contrajo involuntariamente, forzando a su codo a doblarse contra su voluntad hasta que él quito la vara. “Y eso era un nivel bajo,” él dijo.
“¿Algún nuevo pensamiento?”
“Completamente,” ella dijo. “Estoy pensando de vuelta a Central Park. Cuando Harvey convenientemente me perdió. ¿Quién conducía el SUV?”
“Dave Ingram,” dijo La Oposición desde el otro lado de la habitación. “El tio estuvo registrado durante quince años en los Servicios de Emergencia. Un tirador de primera, y tu le malgastaste con un disparo con un golpe de suerte.”
Dutch hizo girar su silla hacia Harvey. “Él se descuido.”
“Me subestimo,” dijo Heat. Ella le dio a Van Meter una mirada de desafío.
“Bueno, yo no. Eso es por lo que mi pequeña caja negra tiene tantos ajustes.” Él giro el botón y el zumbido incrementó.
Heat trato de ignorar el horrible sonido y remarco a Dutch con su mirada. “¿Qué es lo que Alan Barclay grabo? ¿Qué hay en ese vídeo que merece la pena matar a todo el mundo?”
El Det. Van Meter ser rió entre dientes. “Nosotros no estamos hablando, tu sí.” Los ojos de ella se clavaron en la varita que estaba a centímetros de su cara. “Harvey, ¿Verdad que todos hablan?”
“Todos hablan.”
“Ellos lo hacen,” él dijo. “Todos ellos. El bailarín alemán. Él entregó al cura. Este entregó a Montrose.”
Él paró. “Montrose, no tuvimos oportunidad de simular. Se puso todo heroico, por lo que le di un poco de Firme Acción. Justo aquí.” Él de repente pinchó la punta de la vara bajo la barbilla de Nikki. La sacudida causo a su cabeza un temblor descontrolado y sus músculos de la mandíbula se tensaron, apretando los dientes con tanta fuerza que se tocaban unos con otros.
Tan rápido como llego, lo alejo.
lastral- Policia de homicidios
- Mensajes : 747
Fecha de inscripción : 10/04/2011
Edad : 35
Localización : Madrid
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
CAPITULO DIECIOCHO-SEGUNDA PARTE
Heat jadeó por aire y lucho contra las nauseas. La sal de su propio sudor le picaba los ojos. Cuando ella hubo tragado suficiente aire, dijo, “fuisteis vosotros, ¿No? Vosotros hicisteis algo al chico Huddleston. Sois los únicos que le matasteis.” Nikki tomo una profunda bocanada. Dios, se sentía que se estaba ahogando. “Eso es lo que hay en el vídeo, ¿Verdad?”
“Nikki Heat. Siempre detective. Estas esposada, te estamos torturando, y estas haciendo preguntas.” Dutch agitó la vara ante sus ojos y dijo,” yo solo tengo una pregunta. Yo sé lo que hay en el vídeo. Todo lo que quiero saber es una cosa – ¿Dónde está?”
Él sabía que esto era una prueba, pero Rook la dejo un mensaje más de voz. Cuando presionó Terminado, entendió que era probablemente más para él y su necesidad de contacto, incluso si era solo unidireccional. No, se dijo para sí mismo. Si la dejaba un mensaje de voz, quizás sobreviviría para oírlo.
En Twelfth Avenue y la calle 59 West, él dejo de usar el coche. Puso el Camry en el lugar más cerca que pudo encontrar, y aunque el aviso publicitario advertía de que se trataba de un camino de entrada, tenía mayores preocupaciones que un ticket y un remolque. El problema era que el GPS de su teléfono funcionara bien, pero esto solo le daba una localización aproximada de 152 metros, aproximadamente una décima parte de un kilometro.
Se puso de pie en la esquina donde la rampa de la autopista de Westside Highway y observo el pequeño punto del mapa digital mientras se giraba haciendo un círculo. Según sus cálculos, el teléfono de Nikki podría estar en uno de los cuatro edificios: el almacén de pintura, la manufacturación de rótulos, una estructura sin nombre con ladrillos claros que parecía un almacén privado, o el del otro lado de la carretera en el muelle de City Sanitation en el Hudson.
Una helada llovizna empezó a caer. Rook apretó su cuello contra la noche. Él empezó su búsqueda andando por el perímetro de los tres edificios en su lado de la calle.
Después de eso, cruzó hacia el muelle de Sanitation.
“Cuéntame algo,” dijo Heat. Su garganta raspaba, y cuando paso su lengua por sus dientes, sintió una nueva astilla dentada en un molar. “Tú pusiste tres disparos en Steljess para callarle, ¿No es así?”
Van Meter adoptó una pose de fingida inocencia.
“Sin sentido. Lo hice para salvar tu vida, Heat.”
“Si, verdad. Después de enviarle a que explotara mi apartamento. ¿Dónde conseguiste el C4?”
La Oposición empezó a hablar, pero Van Meter le cortó. “Cállate, Harvey. Suficiente.”
“Los explosivos de uso militar son difíciles de conseguir, incluso para policías,” ella continuó. “¿Quién está detrás de esto? ¿Alguien grande? ¿Verdad? ¿Es alguien fuera de las fuerzas? ¿Alguien grande que ha presionado? ¿Alguien del centro del City Hall? ¿Alguien nacional?”
Dutch dijo,” ¿Has terminado? Porque ahora es hora de ver algo de luz. ¿Dónde está el vídeo?” Él giro el botón rojo en forma de lágrima media vuelta a la derecha, y un zumbido llegó a las orejas de Nikki como si fueran todas las colmenas del mundo.
Detrás de él Harv se levantó y les dio la espalda, incapaz de mirar. Desde ese ángulo, Heat podía ver el profundo agujero en forma de uña en su estuche de esposas, la cual estaba vacía.
“Última oportunidad,” dijo Dutch. Él paró. Después él giró en su taburete hacia la cintura de ella y salió de su vista.
Heat sintió su blusa empezar a desabrocharse.
Y entonces las luces se apagaron y el zumbido se paro.
“Mierda. Harvey, dijiste que había suficiente electricidad aquí para esto.”
“Coño, claro que lo sé. Debería haber, pero es un edificio viejo, por lo que puede pasar. Necesitamos encontrar el cortocircuito, supongo.”
El resplandor de la cuidad contra las nubes se filtraba a través de las claraboyas y convertía el cuarto de trabajo en un lunar pálido. En la puerta, Van Meter se paró y dijo, “no te vayas.”
Después él y La Oposición se fueron.
Nikki tiro contra las esposas. Todo lo que hicieron fue arrancar su piel. Ella estaba descansando, intentando contener el pánico, cuando la puerta se volvió a abrir. Ella levantó su cabeza y vio al Det. Feller. Él no llevaba un pasamontañas tampoco.
“Tú compañero se fue y abandono,” ella dijo.
Feller puso un dedo en sus labios y susurró, “metí la pata con el poder de sacarlos de aquí.” Ella sintió las esposas abrirse en una muñeca, y después la otra. Cuando se levantó detrás de ella para abrir la cerradura de sus muñecas, vio el arma que él sujetaba a su lado. “¿Puedes andar?” él preguntó.
“Eso creo,” ella susurró mientras se sentaba recta. “Ellos deben de haber cogido mis zapatos.”
“Lidia con eso,” dijo Feller, que ya estaba en camino hacia la puerta. Hizo una comprobación por fuera y la hizo señas para que siguiera adelante. Él salió por delante de ella, y cuando salió a la llovizna, reconoció inmediatamente donde estaba. El edificio del que había salido, aproximadamente del tamaño y forma de un vagón de ferrocarril, era una obra sin terminar en el otro extremo del muelle de City Sanitation en el Hudson River. Fue después de horas, y todos los sitios del parking vacíos excepto por el azul y blanco de Harvey y el taxi de Van Meter. Feller señaló hacia el otro lado del muelle y representó con gestos la dirección de un volante.
Ellos se movieron tan rápido como se atrevieron sin hacer ruido. Nikki era más silenciosa cruzando el cemento helado con sus pies descalzos. Después de 45 metros pararon de repente. Justo delante de ellos unas voces se aproximaban por una de las chozas que se alineaban en el muelle. “Intentalo de todas formas.” Era Van Meter ladrando a Harvey, su voz llena de irritación. La puerta se empezaba a abrir.
Feller tiró del brazo de ella y corrieron a través del muelle para agacharse detrás de un Dumpster. Él puso su cara en la oreja de ella y susurró, “ese es el armario eléctrico. Ellos nunca lo arreglaran.”
Él estiro el cuello para examinar la distancia entre su coche y el otro extremo del muelle. “Yo he llamado por radio para los refuerzos por lo que probablemente será mejor para nosotros esperar aquí hasta que aparezcan.” Ambos se volvieron para mirar a la Twelfth Avenue, esperando ver luces rojas y blancas.
No todavía.
Ella susurró, “siento que te acusara de estar con ellos. Simplemente pensaba que tu y Van Meter fuisteis unidos por la cadera.”
“Lo fuimos. Pero de algún lugar él consiguió un radar de Asuntos Internos y ellos me preguntaron para espiar. Cosa jodida para hacer a un compañero, lo sé, pero…” Él se encogió de hombros.
“Sin quejas por aquí,” ella susurró. “¿Cómo me encontraste?”
“Yo estaba en el centro en un tribunal cuando oí la llamada sobre ti en Gran Central. Intente de reclutar a Dutch pero no conseguí respuesta. No estaba seguro, pero pensé –que demonios- y seguí el rastreador de nuestro taxi hasta aquí.”
Nikki sonrió. “Qué demonios.”
De vuelta al muelle hubo un ruidoso estruendo como la puerta de la choza se abriera de golpe contra la pared. Van Meter se tuvo que haber deslizado hasta allí, y él estaba gritando. “¡Harv! ¡Ella se perdió!”
Feller maldijo. La Oposición emergió de la sala de cables y le gritó de vuelta, “¿Cómo?”
“A quien le importa, empieza a buscar. ¡Ahora!” Al otro lado del parking un haz de luz de la linterna de Harvey barría los edificios. Dutch volvió a gritar. “Comprueba ese Dumpster.”
Feller presionó las llaves de su coche en la palma de Nikki. “Corre.”
Sin esperar, él salió corriendo de detrás de las cajas y cargo contra Harvey con su arma en alto. Mientras Heat corría, ella oyó dos disparos. Hizo una rápida comprobación por encima de su hombro. Feller había caído. La linterna de Harvey le escaneaba.
El haz se levantó, encontrándola. Un disparo siguió y el agua nieve exploto fuera del pavimento a un metro delante de ella. Y después el motor de un taxi volvió a la vida. Van Meter patinó fuera de su sitio, persiguiendo a Nikki hacia el muelle.
No había manera de que ella pudiera correr más rápido que ese taxi. Heat echo miradas desesperadas a ambos lados, buscando en vano algún espacio entre edificios por lo que ella pudiera deslizarse a través y sumergirse en el río.
El motor de policía modificado rugió, cada vez más cerca, los neumáticos silbando, levantando en lo que se habían convertido sus pies entumecidos.
En vez de correr en zig-zag, Nikki cogió una apuesta audaz y corrió en línea recta, permitiendo a Van Meter ganar velocidad, permitiéndole que olvidara las condiciones de la conducción. Ella esprintó, sus pulmones ardían, hacía el convoy de de camiones basura aparcados en fila fuera del hangar de descarga. Ella mantuvo su curso, esperando, esperando, mientras las altas luces se seguían acercando, bañándola en una luz cálida. Cuando ella pudo ver su propia sombra en el lado del primer camión de basura, Heat se zambulló totalmente a la derecha, su cuerpo rozando boca abajo a través del agua y el hielo acumulado en el asfalto como si esto fuera un ‘Slip’n Slide’.
Detrás de ella, Dutch Van Meter, quien había picado el cebo de ella, machaco su pedal del freno y tiro de rueda, pero la mezcla de precipitación que se estaba congelando en ese muelle le envió planear sobre el agua.
La tracción se fue, su taxi flotó en un derrape lateral, golpeando el costado a toda velocidad contra el cambión de basura. Nikki se levantó del suelo y le vio desplomado sin sentido sobre el airbag de su volante.
Un disparo apareció y golpeo el parachoques del taxi de al lado suyo. Heat necesitaba el Smith&Wesson de Dutch, pero La Oposición estaba bajando y su siguiente disparo no fallaría. Nikki se metió dentro de la puerta abierta del hangar de la estación receptora de basura y se cubrió detrás de dos metros de placas apiladas allí para cargar.
Cuando ella oyó los pies de Harvey golpear para pararse en la puerta, ella se agachó para mirar entre las filas de basura compacta. Él había apagado su linterna para no delatarse, pero había suficiente luz ambiente del West Side para que ella pudiera verle hacer una mueca de dolor mientras se frotaba un dolorido punto en el pecho. Cuando alejo su mano, Nikki vio la perforación en su chaqueta justo por debajo de su escudo, donde su Kevlar había parado la bala de Feller.
Justo mientras Nikki replanteaba su plan para escapar con una zambullida en el río, La Oposición empezó su camino hacia el flanco izquierdo de ella, a sabiendas o no de bloquear la salida de ella hacia un lado abierto del hangar donde cargaban paquetes en barcazas con destino a vertederos. Por lo que Nikki se deslizo hacia su derecha en la grieta entre las pilas y se abrió camino hasta el final de la fila, donde había una pequeña zona de trabajo.
Herramientas, ella pensó.
Ella estudio la distancia abierta hacia la mesa de trabajo. Era una exposición arriesgada pero mejor que esperar a convertirse en un blanco fácil. Heat estaba a punto de hacer un tentativo paso hacia fuera de su lugar de escondite cuando ella oyó su respiración. Inmediatamente, ella se agacho entre la apertura de las bolas y se obligo a permanecer así.
Harvey estaba también siendo silencioso. ¿Dónde demonios estaba?
En una repisa por encima de la mesa de trabajo, entre los calendarios de chicas y las tazas de café descorchadas, allí estaba una especie de copa de trofeo de la cuidad o quizás de la unión. Nikki fijó su mirada en eso y espero. Suficientemente segura, después de unos segundos, en el reflejo de latón, vio pausado movimiento. El uniforme azul oscuro estaba aproximándose en el espacio en el que ella estaba agachada.
Las llaves del coche del Det. Feller todavía estaban en su mano. Teniendo cuidado para no sonar, Heat cerró el puño entorno a ellas para que las dos llaves salieran de sus nudillos. No exactamente Wolverine, pero tendría que valer.
Paciente otra vez, siempre paciente. El policía se acerco de puntillas hacia la apertura, alcanzándola por el hueco. Pero el error de él fue mirar a los ojos. Heat se agacho, y cuando él estaba centrado enfrente de ella, esta salto hacia él, conduciendo las llaves hacia su mejilla izquierda, mientras agarraba su pistola con la mano derecha. Él lanzó un grito de dolor y sorpresa. Ella hizo un gesto hacia arriba y disparo el arma. La bala golpeó sin causar ningún daño, comidos por el fardo de basura detrás de ella.
Heat golpeó la cara otra vez con las llaves y trato de quitarle el arma. Su apretón fue fuerte, y cuando, en su tercer intento, se las arreglo para arrebatarle el arma, esta cayó y golpeó el suelo.
Nikki se doblo para cogerla, pero él la abordo por detrás.
Ella se giró y uso su movimiento contra él, invistiéndole de nuevo hacia la mesa de trabajo. Le dio tres veces con el codo en el lugar de la herida debajo de su escudo. Él gimió con cada golpe, hasta que dio en un lado de su cabeza y la empujo hacia el muro, donde el hombro de ella golpeo, rompiendo cristales. Heat levanto la vista hacia la caja destrozada y saco el hacha contra incendios.
Harvey se estaba acercando desde su sitio, el arma de vuelta en su mano. Heat rápidamente lo alzo para moverlo. Sin importarle que él estuviese llevando un chaleco antibalas, ella fue a por el brazo del arma. Y se rompió en el codo.
Él se retorció en el suelo quejándose y desangrándose.
Agotada, Heat tiró el hacha y escaneo el área de alrededor para hacer un torniquete. Entonces ella de repente oyó movimiento detrás suya. Nikki se giró, levantando sus manos.
Alguien estaba yendo hacia ella, se preparo para el golpe, pero en el mismo momento en que ella oyó el disparo, reconoció al hombre que la empujo hacia un lado, era Rook. Ambos quedaron tumbados en el suelo junto a Harvey. Heat palpó con una mano en el arma de servicio perdida de él, sacándola, y poniendo dos balas en la frente de Dutch Van Meter mientras estaba de pie en la puerta sosteniendo su humeante S&W.
Nikki dejo el arma en el suelo y abrazo a Rook, quien todavía estaba en sus brazos, “oh, hombre, no sé cómo me has encontrado, Rook, pero tu sincronización no apesta.”
Pero Rook no contestó.
“¿Rook?” el corazón de Nikki se paró y su piel se levantó con alarma. Ella le sacudió, pero él no contestó. Cuando le giró en sus muslos y tocó su pecho, ella se mancho con sangre.
Ahí es cuando ella se dio cuenta que era la sangre de Rook en sus manos.
Desesperada, ella rasgó la camiseta de él, buscando la herida, y la encontró enseguida, una entrada de una 9 mm. brotando rojo por debajo de su caja torácica.
Las sirenas se acercaban.
Nikki luchó contra las lágrimas; poniéndose de rodillas encima de Rook, ella comprimió la herida con una mano y acariciaba su cara con la otra. “Aguanta, Rook, ¿Me oyes? La ayuda está viniendo, aguanta. ¿Por favor?”
Las sirenas se pararon justo afuera y las luces llenaron el hangar. “¡Aquí!” Grito Nikki. “De prisa, le estoy perdiendo.” Verbalizar el pensamiento la aplastó, y ella produjo un involuntario sollozo mientras la cara de él perdía color.
Los EMT’s se apresuraron y se hicieron cargo. Nikki se retiro aturdida y lloró, su mano ensangrentada cubrió su boca. Ella observaba, temblando, mientras ellos cortaban la camisa de Rook y trabajan en él. Ahí fue cuando Nikki vio algo que ella nunca había visto en Rook antes.
La gran medalla de St. Christopher en el cuello de él.
Heat jadeó por aire y lucho contra las nauseas. La sal de su propio sudor le picaba los ojos. Cuando ella hubo tragado suficiente aire, dijo, “fuisteis vosotros, ¿No? Vosotros hicisteis algo al chico Huddleston. Sois los únicos que le matasteis.” Nikki tomo una profunda bocanada. Dios, se sentía que se estaba ahogando. “Eso es lo que hay en el vídeo, ¿Verdad?”
“Nikki Heat. Siempre detective. Estas esposada, te estamos torturando, y estas haciendo preguntas.” Dutch agitó la vara ante sus ojos y dijo,” yo solo tengo una pregunta. Yo sé lo que hay en el vídeo. Todo lo que quiero saber es una cosa – ¿Dónde está?”
Él sabía que esto era una prueba, pero Rook la dejo un mensaje más de voz. Cuando presionó Terminado, entendió que era probablemente más para él y su necesidad de contacto, incluso si era solo unidireccional. No, se dijo para sí mismo. Si la dejaba un mensaje de voz, quizás sobreviviría para oírlo.
En Twelfth Avenue y la calle 59 West, él dejo de usar el coche. Puso el Camry en el lugar más cerca que pudo encontrar, y aunque el aviso publicitario advertía de que se trataba de un camino de entrada, tenía mayores preocupaciones que un ticket y un remolque. El problema era que el GPS de su teléfono funcionara bien, pero esto solo le daba una localización aproximada de 152 metros, aproximadamente una décima parte de un kilometro.
Se puso de pie en la esquina donde la rampa de la autopista de Westside Highway y observo el pequeño punto del mapa digital mientras se giraba haciendo un círculo. Según sus cálculos, el teléfono de Nikki podría estar en uno de los cuatro edificios: el almacén de pintura, la manufacturación de rótulos, una estructura sin nombre con ladrillos claros que parecía un almacén privado, o el del otro lado de la carretera en el muelle de City Sanitation en el Hudson.
Una helada llovizna empezó a caer. Rook apretó su cuello contra la noche. Él empezó su búsqueda andando por el perímetro de los tres edificios en su lado de la calle.
Después de eso, cruzó hacia el muelle de Sanitation.
“Cuéntame algo,” dijo Heat. Su garganta raspaba, y cuando paso su lengua por sus dientes, sintió una nueva astilla dentada en un molar. “Tú pusiste tres disparos en Steljess para callarle, ¿No es así?”
Van Meter adoptó una pose de fingida inocencia.
“Sin sentido. Lo hice para salvar tu vida, Heat.”
“Si, verdad. Después de enviarle a que explotara mi apartamento. ¿Dónde conseguiste el C4?”
La Oposición empezó a hablar, pero Van Meter le cortó. “Cállate, Harvey. Suficiente.”
“Los explosivos de uso militar son difíciles de conseguir, incluso para policías,” ella continuó. “¿Quién está detrás de esto? ¿Alguien grande? ¿Verdad? ¿Es alguien fuera de las fuerzas? ¿Alguien grande que ha presionado? ¿Alguien del centro del City Hall? ¿Alguien nacional?”
Dutch dijo,” ¿Has terminado? Porque ahora es hora de ver algo de luz. ¿Dónde está el vídeo?” Él giro el botón rojo en forma de lágrima media vuelta a la derecha, y un zumbido llegó a las orejas de Nikki como si fueran todas las colmenas del mundo.
Detrás de él Harv se levantó y les dio la espalda, incapaz de mirar. Desde ese ángulo, Heat podía ver el profundo agujero en forma de uña en su estuche de esposas, la cual estaba vacía.
“Última oportunidad,” dijo Dutch. Él paró. Después él giró en su taburete hacia la cintura de ella y salió de su vista.
Heat sintió su blusa empezar a desabrocharse.
Y entonces las luces se apagaron y el zumbido se paro.
“Mierda. Harvey, dijiste que había suficiente electricidad aquí para esto.”
“Coño, claro que lo sé. Debería haber, pero es un edificio viejo, por lo que puede pasar. Necesitamos encontrar el cortocircuito, supongo.”
El resplandor de la cuidad contra las nubes se filtraba a través de las claraboyas y convertía el cuarto de trabajo en un lunar pálido. En la puerta, Van Meter se paró y dijo, “no te vayas.”
Después él y La Oposición se fueron.
Nikki tiro contra las esposas. Todo lo que hicieron fue arrancar su piel. Ella estaba descansando, intentando contener el pánico, cuando la puerta se volvió a abrir. Ella levantó su cabeza y vio al Det. Feller. Él no llevaba un pasamontañas tampoco.
“Tú compañero se fue y abandono,” ella dijo.
Feller puso un dedo en sus labios y susurró, “metí la pata con el poder de sacarlos de aquí.” Ella sintió las esposas abrirse en una muñeca, y después la otra. Cuando se levantó detrás de ella para abrir la cerradura de sus muñecas, vio el arma que él sujetaba a su lado. “¿Puedes andar?” él preguntó.
“Eso creo,” ella susurró mientras se sentaba recta. “Ellos deben de haber cogido mis zapatos.”
“Lidia con eso,” dijo Feller, que ya estaba en camino hacia la puerta. Hizo una comprobación por fuera y la hizo señas para que siguiera adelante. Él salió por delante de ella, y cuando salió a la llovizna, reconoció inmediatamente donde estaba. El edificio del que había salido, aproximadamente del tamaño y forma de un vagón de ferrocarril, era una obra sin terminar en el otro extremo del muelle de City Sanitation en el Hudson River. Fue después de horas, y todos los sitios del parking vacíos excepto por el azul y blanco de Harvey y el taxi de Van Meter. Feller señaló hacia el otro lado del muelle y representó con gestos la dirección de un volante.
Ellos se movieron tan rápido como se atrevieron sin hacer ruido. Nikki era más silenciosa cruzando el cemento helado con sus pies descalzos. Después de 45 metros pararon de repente. Justo delante de ellos unas voces se aproximaban por una de las chozas que se alineaban en el muelle. “Intentalo de todas formas.” Era Van Meter ladrando a Harvey, su voz llena de irritación. La puerta se empezaba a abrir.
Feller tiró del brazo de ella y corrieron a través del muelle para agacharse detrás de un Dumpster. Él puso su cara en la oreja de ella y susurró, “ese es el armario eléctrico. Ellos nunca lo arreglaran.”
Él estiro el cuello para examinar la distancia entre su coche y el otro extremo del muelle. “Yo he llamado por radio para los refuerzos por lo que probablemente será mejor para nosotros esperar aquí hasta que aparezcan.” Ambos se volvieron para mirar a la Twelfth Avenue, esperando ver luces rojas y blancas.
No todavía.
Ella susurró, “siento que te acusara de estar con ellos. Simplemente pensaba que tu y Van Meter fuisteis unidos por la cadera.”
“Lo fuimos. Pero de algún lugar él consiguió un radar de Asuntos Internos y ellos me preguntaron para espiar. Cosa jodida para hacer a un compañero, lo sé, pero…” Él se encogió de hombros.
“Sin quejas por aquí,” ella susurró. “¿Cómo me encontraste?”
“Yo estaba en el centro en un tribunal cuando oí la llamada sobre ti en Gran Central. Intente de reclutar a Dutch pero no conseguí respuesta. No estaba seguro, pero pensé –que demonios- y seguí el rastreador de nuestro taxi hasta aquí.”
Nikki sonrió. “Qué demonios.”
De vuelta al muelle hubo un ruidoso estruendo como la puerta de la choza se abriera de golpe contra la pared. Van Meter se tuvo que haber deslizado hasta allí, y él estaba gritando. “¡Harv! ¡Ella se perdió!”
Feller maldijo. La Oposición emergió de la sala de cables y le gritó de vuelta, “¿Cómo?”
“A quien le importa, empieza a buscar. ¡Ahora!” Al otro lado del parking un haz de luz de la linterna de Harvey barría los edificios. Dutch volvió a gritar. “Comprueba ese Dumpster.”
Feller presionó las llaves de su coche en la palma de Nikki. “Corre.”
Sin esperar, él salió corriendo de detrás de las cajas y cargo contra Harvey con su arma en alto. Mientras Heat corría, ella oyó dos disparos. Hizo una rápida comprobación por encima de su hombro. Feller había caído. La linterna de Harvey le escaneaba.
El haz se levantó, encontrándola. Un disparo siguió y el agua nieve exploto fuera del pavimento a un metro delante de ella. Y después el motor de un taxi volvió a la vida. Van Meter patinó fuera de su sitio, persiguiendo a Nikki hacia el muelle.
No había manera de que ella pudiera correr más rápido que ese taxi. Heat echo miradas desesperadas a ambos lados, buscando en vano algún espacio entre edificios por lo que ella pudiera deslizarse a través y sumergirse en el río.
El motor de policía modificado rugió, cada vez más cerca, los neumáticos silbando, levantando en lo que se habían convertido sus pies entumecidos.
En vez de correr en zig-zag, Nikki cogió una apuesta audaz y corrió en línea recta, permitiendo a Van Meter ganar velocidad, permitiéndole que olvidara las condiciones de la conducción. Ella esprintó, sus pulmones ardían, hacía el convoy de de camiones basura aparcados en fila fuera del hangar de descarga. Ella mantuvo su curso, esperando, esperando, mientras las altas luces se seguían acercando, bañándola en una luz cálida. Cuando ella pudo ver su propia sombra en el lado del primer camión de basura, Heat se zambulló totalmente a la derecha, su cuerpo rozando boca abajo a través del agua y el hielo acumulado en el asfalto como si esto fuera un ‘Slip’n Slide’.
Detrás de ella, Dutch Van Meter, quien había picado el cebo de ella, machaco su pedal del freno y tiro de rueda, pero la mezcla de precipitación que se estaba congelando en ese muelle le envió planear sobre el agua.
La tracción se fue, su taxi flotó en un derrape lateral, golpeando el costado a toda velocidad contra el cambión de basura. Nikki se levantó del suelo y le vio desplomado sin sentido sobre el airbag de su volante.
Un disparo apareció y golpeo el parachoques del taxi de al lado suyo. Heat necesitaba el Smith&Wesson de Dutch, pero La Oposición estaba bajando y su siguiente disparo no fallaría. Nikki se metió dentro de la puerta abierta del hangar de la estación receptora de basura y se cubrió detrás de dos metros de placas apiladas allí para cargar.
Cuando ella oyó los pies de Harvey golpear para pararse en la puerta, ella se agachó para mirar entre las filas de basura compacta. Él había apagado su linterna para no delatarse, pero había suficiente luz ambiente del West Side para que ella pudiera verle hacer una mueca de dolor mientras se frotaba un dolorido punto en el pecho. Cuando alejo su mano, Nikki vio la perforación en su chaqueta justo por debajo de su escudo, donde su Kevlar había parado la bala de Feller.
Justo mientras Nikki replanteaba su plan para escapar con una zambullida en el río, La Oposición empezó su camino hacia el flanco izquierdo de ella, a sabiendas o no de bloquear la salida de ella hacia un lado abierto del hangar donde cargaban paquetes en barcazas con destino a vertederos. Por lo que Nikki se deslizo hacia su derecha en la grieta entre las pilas y se abrió camino hasta el final de la fila, donde había una pequeña zona de trabajo.
Herramientas, ella pensó.
Ella estudio la distancia abierta hacia la mesa de trabajo. Era una exposición arriesgada pero mejor que esperar a convertirse en un blanco fácil. Heat estaba a punto de hacer un tentativo paso hacia fuera de su lugar de escondite cuando ella oyó su respiración. Inmediatamente, ella se agacho entre la apertura de las bolas y se obligo a permanecer así.
Harvey estaba también siendo silencioso. ¿Dónde demonios estaba?
En una repisa por encima de la mesa de trabajo, entre los calendarios de chicas y las tazas de café descorchadas, allí estaba una especie de copa de trofeo de la cuidad o quizás de la unión. Nikki fijó su mirada en eso y espero. Suficientemente segura, después de unos segundos, en el reflejo de latón, vio pausado movimiento. El uniforme azul oscuro estaba aproximándose en el espacio en el que ella estaba agachada.
Las llaves del coche del Det. Feller todavía estaban en su mano. Teniendo cuidado para no sonar, Heat cerró el puño entorno a ellas para que las dos llaves salieran de sus nudillos. No exactamente Wolverine, pero tendría que valer.
Paciente otra vez, siempre paciente. El policía se acerco de puntillas hacia la apertura, alcanzándola por el hueco. Pero el error de él fue mirar a los ojos. Heat se agacho, y cuando él estaba centrado enfrente de ella, esta salto hacia él, conduciendo las llaves hacia su mejilla izquierda, mientras agarraba su pistola con la mano derecha. Él lanzó un grito de dolor y sorpresa. Ella hizo un gesto hacia arriba y disparo el arma. La bala golpeó sin causar ningún daño, comidos por el fardo de basura detrás de ella.
Heat golpeó la cara otra vez con las llaves y trato de quitarle el arma. Su apretón fue fuerte, y cuando, en su tercer intento, se las arreglo para arrebatarle el arma, esta cayó y golpeó el suelo.
Nikki se doblo para cogerla, pero él la abordo por detrás.
Ella se giró y uso su movimiento contra él, invistiéndole de nuevo hacia la mesa de trabajo. Le dio tres veces con el codo en el lugar de la herida debajo de su escudo. Él gimió con cada golpe, hasta que dio en un lado de su cabeza y la empujo hacia el muro, donde el hombro de ella golpeo, rompiendo cristales. Heat levanto la vista hacia la caja destrozada y saco el hacha contra incendios.
Harvey se estaba acercando desde su sitio, el arma de vuelta en su mano. Heat rápidamente lo alzo para moverlo. Sin importarle que él estuviese llevando un chaleco antibalas, ella fue a por el brazo del arma. Y se rompió en el codo.
Él se retorció en el suelo quejándose y desangrándose.
Agotada, Heat tiró el hacha y escaneo el área de alrededor para hacer un torniquete. Entonces ella de repente oyó movimiento detrás suya. Nikki se giró, levantando sus manos.
Alguien estaba yendo hacia ella, se preparo para el golpe, pero en el mismo momento en que ella oyó el disparo, reconoció al hombre que la empujo hacia un lado, era Rook. Ambos quedaron tumbados en el suelo junto a Harvey. Heat palpó con una mano en el arma de servicio perdida de él, sacándola, y poniendo dos balas en la frente de Dutch Van Meter mientras estaba de pie en la puerta sosteniendo su humeante S&W.
Nikki dejo el arma en el suelo y abrazo a Rook, quien todavía estaba en sus brazos, “oh, hombre, no sé cómo me has encontrado, Rook, pero tu sincronización no apesta.”
Pero Rook no contestó.
“¿Rook?” el corazón de Nikki se paró y su piel se levantó con alarma. Ella le sacudió, pero él no contestó. Cuando le giró en sus muslos y tocó su pecho, ella se mancho con sangre.
Ahí es cuando ella se dio cuenta que era la sangre de Rook en sus manos.
Desesperada, ella rasgó la camiseta de él, buscando la herida, y la encontró enseguida, una entrada de una 9 mm. brotando rojo por debajo de su caja torácica.
Las sirenas se acercaban.
Nikki luchó contra las lágrimas; poniéndose de rodillas encima de Rook, ella comprimió la herida con una mano y acariciaba su cara con la otra. “Aguanta, Rook, ¿Me oyes? La ayuda está viniendo, aguanta. ¿Por favor?”
Las sirenas se pararon justo afuera y las luces llenaron el hangar. “¡Aquí!” Grito Nikki. “De prisa, le estoy perdiendo.” Verbalizar el pensamiento la aplastó, y ella produjo un involuntario sollozo mientras la cara de él perdía color.
Los EMT’s se apresuraron y se hicieron cargo. Nikki se retiro aturdida y lloró, su mano ensangrentada cubrió su boca. Ella observaba, temblando, mientras ellos cortaban la camisa de Rook y trabajan en él. Ahí fue cuando Nikki vio algo que ella nunca había visto en Rook antes.
La gran medalla de St. Christopher en el cuello de él.
lastral- Policia de homicidios
- Mensajes : 747
Fecha de inscripción : 10/04/2011
Edad : 35
Localización : Madrid
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Hola soy nuevo aqui y lo primero de todo es darte las gracias por hacer el esfuerzo de traducir esta magnifico libro . He estado siguiendo los post y desde hace tiempo queria darte mi apoyo en esto.
Lo segundo, aunque me este descargando tu traduccion tambien querria tener el libro en ingles asi que si es posible me gustaria saber de donde te descargaste el libro en ingles si es posible Muchas gracias de antemano y sigue asi que lo estas haciendo muy bien!!
Lo segundo, aunque me este descargando tu traduccion tambien querria tener el libro en ingles asi que si es posible me gustaria saber de donde te descargaste el libro en ingles si es posible Muchas gracias de antemano y sigue asi que lo estas haciendo muy bien!!
Kylum Casckett- Escritor novato
- Mensajes : 14
Fecha de inscripción : 02/09/2012
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Kylum Casckett escribió:Hola soy nuevo aqui y lo primero de todo es darte las gracias por hacer el esfuerzo de traducir esta magnifico libro . He estado siguiendo los post y desde hace tiempo queria darte mi apoyo en esto.
Lo segundo, aunque me este descargando tu traduccion tambien querria tener el libro en ingles asi que si es posible me gustaria saber de donde te descargaste el libro en ingles si es posible Muchas gracias de antemano y sigue asi que lo estas haciendo muy bien!!
Muchas gracias por tus animos Ya queda el ultimo capitulo para terminar por lo que lo subire cuanto antes.
el libro en ingles me lo pasaron por email una compañera del foro. si lo quieres te lo puedo pasar. Mandame la direccion de tu correo en un mensaje privado y te lo paso. Es en formato epub.
De nuevo muchas gracias por seguir la traducción.
lastral- Policia de homicidios
- Mensajes : 747
Fecha de inscripción : 10/04/2011
Edad : 35
Localización : Madrid
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Hola Lastral!!!!
De nuevo queria felicitarte por el arduo trabajo que estas haciendo traduciendo el libro!!!
sigo copiandolo para tenerlo; pero como te dije antes quiero que apenas lo termines me lo mandas o nos dices donde lo vas a publicar para poder descargarlo; de nuevo te mando besitos;!!!!!!!!!!!!!!!
De nuevo queria felicitarte por el arduo trabajo que estas haciendo traduciendo el libro!!!
sigo copiandolo para tenerlo; pero como te dije antes quiero que apenas lo termines me lo mandas o nos dices donde lo vas a publicar para poder descargarlo; de nuevo te mando besitos;!!!!!!!!!!!!!!!
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