Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
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Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Quede con la lágrima en el ojo con esa última escena
Muchas Gracias Lastral
Estamos en la recta final y todo gracias a vos.... porfa tan pronto lo termines te pido nos regales el link para descargarlo
Muchas Gracias Lastral
Estamos en la recta final y todo gracias a vos.... porfa tan pronto lo termines te pido nos regales el link para descargarlo
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Bueno, bueno, bueno... muchas gracias por los comentarios a todos. Y no os preocupeis por el enlace de subida, cuando termine el ultimo capitulo lo pondre.
Como regalo os subo un nuevo capitulo completo, yo tambien me sorprendi porque es mucho mas corto que los anteriores, pero bueno mejor porque eso significa que ya solo nos queda el ultimo. espero que lo disfruteis y comentad.
CAPITULO DIECINUEVE
“Están listos para verte ahora.” Nikki había estado mirando a la nada porque eso era lo que ella necesitaba, vidriera, registro de salida, a media distancia en los carteles y notas en el tablón de anuncios al otro lado de su asiento en el pasillo del One Police Plaza. La asistente administrativa llegó para introducirse en su campo de visión, vio sus ojos hinchados, y la dio una tierna sonrisa. Compasión. Por favor, no más compasión. Nikki se había llenado de eso en las últimas doce horas sin dormir y no sabía que era peor, las caras compasivas o las palabras de consuelo.
Pero ella se levantó y le devolvió a la mujer con buenas intenciones la sonrisa de todas maneras. Después Nikki sello el cortafuego una vez más. Si ella pensaba sobre Rook ahora, ella no podría contener sus emociones.
“Lista,” ella dijo. La ayudante abrió la puerta para ella. Heat hizo una larga respiración y entro a través de esta.
No todas las salas son mucho más sepulcrales e intimidatorias como la sala de conferencia de la décima planta del 1PP ese mañana.
La última vez que Nikki había estado justo allí fue cuando ella y Zach Hamner –con el atractivo añadido del dúo de Asuntos Internos para confiscar su placa y su arma. Eso había sido lo suficientemente frío. Ahora ella estaba siendo escrutada por una mesa llena de comisionados adjuntos, jefes, y administradores, que detuvieron sus conversaciones para darle La Gran Valoración mientras ella entraba.
Zach había estado esperando por ella por dentro de la puerta y la guió a la silla vacía a la cabeza de la mesa de conferencias.
En su camino a lo largo de la fila de caras sufrientes pertenecientes a los altos mandos del NYPD, sus ojos captaron un guiño amigable de Pyllis Yaborough. Heat asintió en reconocimiento a la administradora y tomo asiento.
Todd Atkins, comisionado adjunto de asuntos legales, se enfrentó a Heat desde el lado opuesto. Tan pronto como El Hammer se encaramó en la silla plegable detrás de su feje, Atkins empezó tranquilamente, diciendo, “gracias por venir. Sé que esto debe ser un momento terrible para ti, y tienes todos nuestros buenos pensamientos.”
Nikki echo fuera otra oleada de dolor aplastante y lo manejo para decir en su voz más profesional, “gracias, señor.”
“Queremos hacer frente a este asunto inmediatamente,” continuó el abogado del Departamento. “El comisionado estará aquí por sí mismo, pero está en una reunión del comité en el Capital Hill ahora y nosotros sentíamos que esto era importante para remediar el error de cálculo realizado por este órgano de acuerdo a tu rango.” Mientras él continuaba, hablando en su lenguaje codificado para su equipo, Nikki se sintió caer dentro del túnel del caleidoscopio que se la había tragado en Belvedere Castle en el resultado de su ataque. Ella mantuvo contacto visual con Atkins, pero al mismo tiempo imágenes aleatorias giraban alrededor de él. Rook cayendo sobre ella después del disparo… Montrose maldiciendo sus resultados de datos de rendimiento… La cara pálida de Rook…Van Meter comprobando el pulso de Steljess en el desguace… La sangre de Rook en el lavabo cuando ella finalmente se lavo sus manos… La Pizarra del Asesinato después de que el Cap. Irons sin cuidado la borrarse, dejando rojas manchas de sus marcadores…
Un tono de punto y final en la voz de Atkins la trajo de vuelta a ese momento. “Fue un juicio apresurado,” él dijo, “y por eso, sinceramente nos disculpamos.”
“Aceptadas, señor.” Y después ella añadió, “y apreciadas.” El Monte Rushmore de caras alrededor de la mesa se relajo. Algunas incluso la sonrieron.
“Es nuestra decisión restituirte inmediatamente a un rango activo, Det. Heat,” continuó Atkins. “También debería decir que no es un secreto que tienes un gran defensor en esta prueba.”
“Sin ningún secreto de que no nos dejará olvidarlo,” espetó el Jefe de Personal, con una risa que ilumino el humor alrededor de la habitación.
“Y por lo tanto,” Atkins dijo, “voy a pasar la palabra a la Administradora del Departamento de Tecnología. ¿Phyllis?”
A mitad de camino hasta la caoba, una radiante Phyllis Yaborough se inclinó hacia delante, inclinando su cabeza para una mejor vista de Nikki. “Det. Heat… Agradable decir eso otra vez, ¿Verdad? Bueno, no te acostumbres. Tengo el honor y el privilegio de informarte de que no solo estás restituida como detective, sino que hoy te será dada la medalla de oro y la juraras como teniente en el NYPD.” El corazón de Nikki galopó en su pecho. Phyllis esperó al aplauso para continuar.
“Felicidades. Y debo añadir que no tenemos ninguna duda de esto es solo un peldaño en la escalera de tu ascenso dentro de este departamento.”
El aplauso se hizo más fuerte e incluyo un número de ‘escuchad, escuchad’. Cuando se calmo, las cabezas se giraron hacia Nikki, y ese era claramente su momento.
Heat se levantó.
“Quiero repetir lo que dije en el examen oral hace unos días. El trabajo policial –trabajo policial en NYPD- es más que un trabajo para mí, es el trabajo de mi vida. Para cualquier rango soy una profesional, es porque me lo tomo muy personalmente. Lo cual es por lo que yo acepto de todo corazón la restitución y agradezco por ello.” Hubo un breve aplauso, al que ella interrumpió levantando sus manos. Cuando se callaron otra vez, ella dijo, “esto es por la misma razón por la que con todo mi respecto declino el ascenso de teniente.”
El asombro apenas describía las reacciones delante suyo. Sobrios, potencialmente gastados, policías de carrera con caras de póquer se sorprendieron visiblemente. No menos de la que tenía Phyllis Yaborough, que sacudía su cabeza hacia Nikki y después buscando a los otros por algo de entendimiento.
“Para que yo no parezco desagradecida –porque verdaderamente estoy agradecida- puedo ayudarles a entender porque tome esta decisión volviendo a lo que dije hace un momento. Este es el trabajo de mi vida. Me uní a NYPD para ayudar a las víctimas de los crímenes. Y con el tiempo, yo he crecido amándolo incluso más por la orgullosa asociación y la amistad al trabajar con los mejores policías en el mundo. Pero el proceso de ganar este ascenso, también como algunas revelaciones que yo he ganado durante las recientes semanas, me ha hecho darme cuenta de que subiendo el escalón es un paso que me alejo de la calle. Un paso más lejos del porqué yo me convertí en policía de New York. La Administración hace un trabajo importante, pero mi corazón no está en la base de datos, o programando, y todo eso. Estoy haciendo para lo que nací hacer. Resolver crímenes. Fuera de aquí. Agradezco su confianza y por escucharme.”
Nikki estudió la mesa uno a uno y vio en la mayoría de sus caras de policías que sabían muy bien lo que ella quería decir.
Ellos quizás no lo dijeran, pero ellos admiraban el coraje de su elección. Y, para ser honestos, ella también vio uno o dos que no podían enmascarar su amargo disgusto. “Por lo que,” ella preguntó, “¿Soy una policía otra vez?”
El Comisionado Adjunto Atkins dijo, “creo que puedo hablar por el grupo cuando digo que, esto no es como esperábamos que eso resultase, pero sí, Det. Heat, sí, lo eres.” Él hizo señas a Zach Hammer, y el político cucaracha que tan cruelmente la había despojado de su trabajo y protección se levantó y se dirigió hacia el extremo de la mesa para dar a Heat su propia placa y arma, sonriendo como si fueran regalos de él.
Nikki buscó en su abrigo, sacando su funda de pistola vacía, y sosteniéndosela para que ellos la vieran.
“Lo estaba esperando.” Eso dibujo algunas risas ahogadas. Después de que pusiera su placa y su Sig Sauer a sus familiares lugares en su cintura y los ajustara, la Det. Heat dijo, “y ahora que soy oficialmente una oficial, me gustaría hacer un arresto.”
Como regalo os subo un nuevo capitulo completo, yo tambien me sorprendi porque es mucho mas corto que los anteriores, pero bueno mejor porque eso significa que ya solo nos queda el ultimo. espero que lo disfruteis y comentad.
CAPITULO DIECINUEVE
“Están listos para verte ahora.” Nikki había estado mirando a la nada porque eso era lo que ella necesitaba, vidriera, registro de salida, a media distancia en los carteles y notas en el tablón de anuncios al otro lado de su asiento en el pasillo del One Police Plaza. La asistente administrativa llegó para introducirse en su campo de visión, vio sus ojos hinchados, y la dio una tierna sonrisa. Compasión. Por favor, no más compasión. Nikki se había llenado de eso en las últimas doce horas sin dormir y no sabía que era peor, las caras compasivas o las palabras de consuelo.
Pero ella se levantó y le devolvió a la mujer con buenas intenciones la sonrisa de todas maneras. Después Nikki sello el cortafuego una vez más. Si ella pensaba sobre Rook ahora, ella no podría contener sus emociones.
“Lista,” ella dijo. La ayudante abrió la puerta para ella. Heat hizo una larga respiración y entro a través de esta.
No todas las salas son mucho más sepulcrales e intimidatorias como la sala de conferencia de la décima planta del 1PP ese mañana.
La última vez que Nikki había estado justo allí fue cuando ella y Zach Hamner –con el atractivo añadido del dúo de Asuntos Internos para confiscar su placa y su arma. Eso había sido lo suficientemente frío. Ahora ella estaba siendo escrutada por una mesa llena de comisionados adjuntos, jefes, y administradores, que detuvieron sus conversaciones para darle La Gran Valoración mientras ella entraba.
Zach había estado esperando por ella por dentro de la puerta y la guió a la silla vacía a la cabeza de la mesa de conferencias.
En su camino a lo largo de la fila de caras sufrientes pertenecientes a los altos mandos del NYPD, sus ojos captaron un guiño amigable de Pyllis Yaborough. Heat asintió en reconocimiento a la administradora y tomo asiento.
Todd Atkins, comisionado adjunto de asuntos legales, se enfrentó a Heat desde el lado opuesto. Tan pronto como El Hammer se encaramó en la silla plegable detrás de su feje, Atkins empezó tranquilamente, diciendo, “gracias por venir. Sé que esto debe ser un momento terrible para ti, y tienes todos nuestros buenos pensamientos.”
Nikki echo fuera otra oleada de dolor aplastante y lo manejo para decir en su voz más profesional, “gracias, señor.”
“Queremos hacer frente a este asunto inmediatamente,” continuó el abogado del Departamento. “El comisionado estará aquí por sí mismo, pero está en una reunión del comité en el Capital Hill ahora y nosotros sentíamos que esto era importante para remediar el error de cálculo realizado por este órgano de acuerdo a tu rango.” Mientras él continuaba, hablando en su lenguaje codificado para su equipo, Nikki se sintió caer dentro del túnel del caleidoscopio que se la había tragado en Belvedere Castle en el resultado de su ataque. Ella mantuvo contacto visual con Atkins, pero al mismo tiempo imágenes aleatorias giraban alrededor de él. Rook cayendo sobre ella después del disparo… Montrose maldiciendo sus resultados de datos de rendimiento… La cara pálida de Rook…Van Meter comprobando el pulso de Steljess en el desguace… La sangre de Rook en el lavabo cuando ella finalmente se lavo sus manos… La Pizarra del Asesinato después de que el Cap. Irons sin cuidado la borrarse, dejando rojas manchas de sus marcadores…
Un tono de punto y final en la voz de Atkins la trajo de vuelta a ese momento. “Fue un juicio apresurado,” él dijo, “y por eso, sinceramente nos disculpamos.”
“Aceptadas, señor.” Y después ella añadió, “y apreciadas.” El Monte Rushmore de caras alrededor de la mesa se relajo. Algunas incluso la sonrieron.
“Es nuestra decisión restituirte inmediatamente a un rango activo, Det. Heat,” continuó Atkins. “También debería decir que no es un secreto que tienes un gran defensor en esta prueba.”
“Sin ningún secreto de que no nos dejará olvidarlo,” espetó el Jefe de Personal, con una risa que ilumino el humor alrededor de la habitación.
“Y por lo tanto,” Atkins dijo, “voy a pasar la palabra a la Administradora del Departamento de Tecnología. ¿Phyllis?”
A mitad de camino hasta la caoba, una radiante Phyllis Yaborough se inclinó hacia delante, inclinando su cabeza para una mejor vista de Nikki. “Det. Heat… Agradable decir eso otra vez, ¿Verdad? Bueno, no te acostumbres. Tengo el honor y el privilegio de informarte de que no solo estás restituida como detective, sino que hoy te será dada la medalla de oro y la juraras como teniente en el NYPD.” El corazón de Nikki galopó en su pecho. Phyllis esperó al aplauso para continuar.
“Felicidades. Y debo añadir que no tenemos ninguna duda de esto es solo un peldaño en la escalera de tu ascenso dentro de este departamento.”
El aplauso se hizo más fuerte e incluyo un número de ‘escuchad, escuchad’. Cuando se calmo, las cabezas se giraron hacia Nikki, y ese era claramente su momento.
Heat se levantó.
“Quiero repetir lo que dije en el examen oral hace unos días. El trabajo policial –trabajo policial en NYPD- es más que un trabajo para mí, es el trabajo de mi vida. Para cualquier rango soy una profesional, es porque me lo tomo muy personalmente. Lo cual es por lo que yo acepto de todo corazón la restitución y agradezco por ello.” Hubo un breve aplauso, al que ella interrumpió levantando sus manos. Cuando se callaron otra vez, ella dijo, “esto es por la misma razón por la que con todo mi respecto declino el ascenso de teniente.”
El asombro apenas describía las reacciones delante suyo. Sobrios, potencialmente gastados, policías de carrera con caras de póquer se sorprendieron visiblemente. No menos de la que tenía Phyllis Yaborough, que sacudía su cabeza hacia Nikki y después buscando a los otros por algo de entendimiento.
“Para que yo no parezco desagradecida –porque verdaderamente estoy agradecida- puedo ayudarles a entender porque tome esta decisión volviendo a lo que dije hace un momento. Este es el trabajo de mi vida. Me uní a NYPD para ayudar a las víctimas de los crímenes. Y con el tiempo, yo he crecido amándolo incluso más por la orgullosa asociación y la amistad al trabajar con los mejores policías en el mundo. Pero el proceso de ganar este ascenso, también como algunas revelaciones que yo he ganado durante las recientes semanas, me ha hecho darme cuenta de que subiendo el escalón es un paso que me alejo de la calle. Un paso más lejos del porqué yo me convertí en policía de New York. La Administración hace un trabajo importante, pero mi corazón no está en la base de datos, o programando, y todo eso. Estoy haciendo para lo que nací hacer. Resolver crímenes. Fuera de aquí. Agradezco su confianza y por escucharme.”
Nikki estudió la mesa uno a uno y vio en la mayoría de sus caras de policías que sabían muy bien lo que ella quería decir.
Ellos quizás no lo dijeran, pero ellos admiraban el coraje de su elección. Y, para ser honestos, ella también vio uno o dos que no podían enmascarar su amargo disgusto. “Por lo que,” ella preguntó, “¿Soy una policía otra vez?”
El Comisionado Adjunto Atkins dijo, “creo que puedo hablar por el grupo cuando digo que, esto no es como esperábamos que eso resultase, pero sí, Det. Heat, sí, lo eres.” Él hizo señas a Zach Hammer, y el político cucaracha que tan cruelmente la había despojado de su trabajo y protección se levantó y se dirigió hacia el extremo de la mesa para dar a Heat su propia placa y arma, sonriendo como si fueran regalos de él.
Nikki buscó en su abrigo, sacando su funda de pistola vacía, y sosteniéndosela para que ellos la vieran.
“Lo estaba esperando.” Eso dibujo algunas risas ahogadas. Después de que pusiera su placa y su Sig Sauer a sus familiares lugares en su cintura y los ajustara, la Det. Heat dijo, “y ahora que soy oficialmente una oficial, me gustaría hacer un arresto.”
lastral- Policia de homicidios
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Fecha de inscripción : 10/04/2011
Edad : 35
Localización : Madrid
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Muchas gracias por seguirlo tan rápido , te envidio, yo no podría traducir un libro al inglés ni aunque fuera Teo en la granja -.-
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Lastral... Te estas superando en tiempo, gracias a tí puedo leerlo tranquila sin temer que esperar tanto para que subas el siguiente capítulo
Muchas Gracias!!!!!
Muchas Gracias!!!!!
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Muy bien. Por fin el último capitulo. Recien sacado del horno.
CAPITULO VEINTE
Al principio ellos actuaron como si Heat estuviese bromeando.
Quizás eso era un seguimiento de la ocurrencia sobre su funda de pistola vacía. Pero uno a uno ellos absorbieron la seriedad en su expresión, y Nikki se encontró a si misma con la absorta atención de la de los jefes de policía de la sala de conferencia que estaban delante suya.
“El asesinato del Padre Graf fue un caso con numerosas complicaciones. No me voy a meter en ellas, pueden leerlas en mi informe, pero el obstáculo esencial con el que me encare fue una cantidad poco común de resistencia dentro del Departamento.” Zach Hamner se inclinó hacia delante, intentando susurrar algo a su jefe, pero Atkins le espantó lejos. El Hammer se volvió a sentar con un profundo fruncimiento de ceño directamente hacia Nikki, lo cual ella devolvió hasta que él se ablando y miro a los papeles de sus muslos.
“He desarrollado pistas que en algún momento me llevaron a una sólida teoría sobre que el asesinato del cura estaba ligado a un soborno de narcóticos en la 41. Hubo gran crédito para esta idea. Todos ustedes conocen los nombres de los cinco que no solo intentaron matarme en Central Park como yo profundice, sino que también están implicados en el asesinato de Graf, la muerte de Montrose…” Ella paró para que la palabra con M profundizase, después continuó, “…también como en el ataque del francotirador de Horst Meuller.” Heat llevaba la cuenta con sus dedos.
“Sergio Torres, Tucker Steljess, Karl ‘Dutch’ Van Meter, Harvey Ballance, y Dave Ingram. En algún momento, todos sirvieron en la 41. La clave de mi teoría sobre el soborno en Narco hacia ese grupo fue el alijo de dinero escondido del DEA en el ático del pastor. Pero estaba equivocada.” Ella paro. “El dinero del DEA resultó ser para un grupo de los derechos humanos en el cual el cura estaba involucrado –irrelevante para el caso. Por lo que, ¿Cuál era la conexión entre estos policías corruptos? Si no fuese drogas, ¿Qué era? Bueno, era otro tipo de conspiración, y una que, tristemente, llega a los más altos pisos de este edificio.”
El calor se encendió y el silbido de la ventilación lleno su pausa.
“Volvamos al Cap. Montrose,” ella dijo. “En 2004, trabajó en un famoso homicidio, el hijo de la estrella de cine, Gene Huddleston. Cuando el caso se aclaró como un agrio asunto de drogas, Montrose nunca se lo trago y recientemente empezó a indagar otra vez por su cuenta.” Nikki se giro hacia Hamner. “Tú sabías todo esto, ¿Verdad, Zach? ¿Tus compañeros en AI te dijeron que estaba husmeando sobre Huddleston cuando le investigaron?”
“Montrose iluminó el radar de AI actuando fuera del patrón. Su investigación fue una diligencia debidamente legitima.” Hamner lo dijo como si esto fuese tan SOP que le aburría.
“Claramente ese no fue el único radar que mi capitán consiguió.” Heat se volvió al grupo. “No podía acceder al archivo oficial del caso de Huddleston, pero tuve un entretenimiento privilegiado,” ella dijo, refiriéndose a Petar. “Mi fuente es altamente creíble y compartió un número de rumores secretos sobre este joven hombre. El más sorprendentemente relevante fue que dos años antes de su asesinato, Gene Huddleston, Jr., estaba en las Bermudas en un Descanso de Verano y él fue uno de los chicos que violaron a tu hija, Phyllis.”
Yaborough grito y su mano voló para cubrir su boca. Lagrimas llenaron sus ojos.
“Det. Heat,” dijo Atkins, “esto está fuera de contexto.”
“Lo siento, señor, pero no hay una manera fácil de ir sobre esto.”
“Pero esto era un rumor,” dijo el Jefe de Personal. Él sostenía un pañuelo para Phyllis.
“Lo cual yo he independientemente verificado,” Heat replicó.
El Comisionado Adjunto Atkins dijo,” adelante.”
“Jemery Drew, quien confesó el asalto y asesinato de Amy Yarborough, fue extraditado en 2002 y empezó una sentencia de por vida en Sing Sing, donde yo le visite ayer. En nuestra reunión Drew me confirmó lo que yo había escuchado de mi fuente. Que la familia Huddleston había pagado unos pocos de millones a sus padres, que estaban discapacitados. Todo a cambio de su silencio sobre la participación al lado de él de Gene Huddleston, Jr., en la violación en grupo esa noche en la playa.”
“¿Por qué te contaría eso?” pregunto el Comisionado Adjunto de Asuntos Legales.
“Sus padres había fallecido y él había tenido una religiosa conversión. Esta era su primera oportunidad para limpiar su conciencia. De todas maneras, lo comprobé con Aduanas, y el pasaporte de Huddleston muestra que estaba en las Bermudas entonces y que dejó la isla en el primer vuelo de la mañana después de descubrir el cuervo de Amy en Dockyard. ¿Sabe algo? ¿Phyllis? Incluso cuando descubrí que Jeremy Drew no estaba solo esa noche con tu hija, hubo una parte de mí que no quería creer que estabas detrás de esto. Pero entonces no podía dejar pasar el crucero que Montrose reservo. ¿Un hombre de luto tomando un crucero para solteros? Y ¿En medio de una crisis en su carrera mientras también estaba conducido en una investigación secreta? Volví a llamar a la agencia de viajes. El crucero era para las Bermudas.”
Mientras una sala entera de las mejores mentes de policía en New York estaban haciendo las matemáticas con el motivo, Phyllis Yaborough les chillaban al hablar. “Nikki…” Ella sacudió su cabeza levemente en desaprobación. Su voz era ronca y parecida al papel. “No puedo creer esto de ti, extralimitarte de esta manera. Y tan hiriente. ¿Estás intentando convertirme en una víctima con algo de teoría conspiratoria de tabloide sobre mí?”
“Siento la perdida de tu hija, sabes eso. Pero esto no es una teoría más. El fragmento de cuero de debajo de la uña de Graf coincide con el estuche de las esposas de Harvey Ballance, y el fragmento de botón de la escena del crimen es de una de sus camisas. Harvey está en el hospital y está hablando. Sobre ti. Y todo el dinero que ofreciste a cinco policías en 2004 para que se encargaran de Huddleston.”
“Detective, vamos,” dijo Yaborough, intentando reclamar su compostura y distancia, posicionándose ella misma como juez mejor que la acusada, “paremos esto, ¿Por favor? Sabes que los criminales hablan todo tipo de cosas para llegar a acuerdos. Esto son rumores y conjeturas. ¿Qué paso a la Nikki Heat que se basa en pruebas?”
“Pruebas,” dijo Heat. Ella cruzo a la puerta y golpeó ligeramente. Lovel y DeLongpre entraron. Mientras los detectives de Asuntos Internos rodeaban la mesa hacia la pantalla plana en un lado de la pared, Nikki trago saliva, revisitando su horrible recuerdo de los paramédicos cortando la camisa de Rook. Encontrando la sagrada medalla que nunca había visto antes. Y después, escuchando su final, el suplicante mensaje de voz instándola a que le volviera a llamar y diciendo que tenía el vídeo. Nikki guardó la llamada, sus últimas palabras antes de ser disparado. Después ella examino St. Christopher, la cual no solo era una medalla sino también un relicario. Y escondido dentro –una tarjeta de vídeo negra de microSD de tamaño de una uña de meñique.
Lovel se levantó, habiendo acabado de poner el vídeo, y espero.
“Déjame sentar las bases,” resumió Heat. “Fin de semana del Día de los Caídos, 2004, Alan Barclay, un nuevo reportero de vídeo de noticias, sigue a Gene Huddleston, Jr., desde un club nocturno en Meat Parking District. Huddleston acaba de salir de rehabilitación –otra vez- y Braclay le sigue hasta el Bronx, esperando conseguir algún material vendible del chico malo haciendo una adquisición de droga. Tanto él como Huddleston consiguen más de lo que ellos habían negociado. Miren.” Lovel empezó el DVD mientras DeLongpre atenuaba las luces.
El vídeo empezaba con la cámara en movimiento. Imágenes ceniza de un cuadro de mando y después una mancha mientras el videografo salía de su coche –todavía grabando- y cruzaba una calle oscura. Esta era la materia prima que ellos sacaban de ‘Cops’.
Un bloque después, el objetivo se movió a un lugar escondido detrás de un muro bajo. La tambaleante imagen, arreglada mientras el grabador descansaba su cámara en un bloque de hormigón, usándolo como apoyo. El objetivo se acercó y enfocó a un coche aparcado a 27 metros en frente de un almacén. Bajo las lámparas naranjas de sodio era fácil adivinar a un hombre que Heat reconoció como Sergio Torres aproximándose al M5. Huddleston salió y ellos hablaron. Sus voces estaban demasiado bajas para entender pero su conversación era fácil; Huddleston parecía familiar con Torres. Entonces todo cambio.
Luces delanteras se aproximaron por ambos extremos del edificio y dos coches con luces de policía parpadeantes rugieron y pararon en seco, interceptando al BMW. Una era un azul y blanca, el otro era un chato Crown Victoria.
Huddleston grito a Torres que corriera, pero él no lo hizo. En su lugar, agarro al chico por su camiseta y le golpeó boca abajo sobre el capo de su M5, esposándole mientras La Oposición abordaba desde su crucero y Van Meter y Steljess se unían a la fiesta desde su vehículo encubierto.
Nadie parecía tener prisa. Tenía la sensación amenazante de que algo había estado pasando. Huddleston era el único agitado, gimiendo, “Aw, vamos, no me revientes, mi padre me matara,” y “¿Tienes idea de quién es mi padre?”
Steljess podía ser oído ahora, “calla la maldita boca,” justo después él le golpeo en el culo mientras él se inclinaba sobre el coche. Huddleston gritó maldiciones que fueron ignoradas mientras ellos le agarraban por las esposas y le empezaban a dirigir hacia el almacén.
Las bravuconadas de privilegios se convirtieron en una moneda de diez centavos para tener miedo.
Huddleston se asustó, “oye, ¿Dónde está-¿ Solo llevadme a la cárcel entonces…¿Qué estáis haciendo?” Él intento hacer un descanso. “¡¿Oye?!” Pero los cuatro policías le sostuvieron controlándole fácilmente.
Él vídeo se sacudió mientras la cámara se ajustaba a su ángulo para seguir al grupo. Cuando se colocó de nuevo, ellos estaban acercándose al almacén bajo el signo de graffiti marcado por la compañía de uniformes de alquiler que una vez opero allí. La puerta se abrió desde dentro y un hombre la sostuvo abierta del todo para ellos. Nikki no le reconoció pero supuso que él completaba el equipo de cinco –Ingram, el conductor del SUV que ella mató en La Transversal.
Cuando Ingram cerró la puerta del almacén, Barclay siguió andando, pero hubo una tregua. Heat uso el intervalo para evaluar la sala. Los ojos estaban paralizados. Nadie hizo un sonido. Phyllis Yaborough era la única que no estaba mirando. Su cabeza estaba cabizbaja hacia sus muslos.
Los gritos de Huddleston estallaron en la noche, todo el mundo se puso nervioso en la sala de conferencia. Los cuerpos se movieron, inclinándose hacia delante hacia la pantalla plana. En su propia manera, este punto de vista de una zona industrial desolada en medio de la noche, cuya soledad fue cortada por los gritos y lloros, parecía más escalofriante que verlo en vivo. Pero todo el mundo allí había oído sobre los TENS. Y todos sabían que le estaba ocurriendo al chico allí. Y si tan malos les parecía a ellos, tenía que haber sido un infierno en la tierra. Los incómodos minutos que ellos soportaron mientras la electrocución continuaba debieron haber parecido eternos para la aulladora víctima.
En el misterioso silencio cuando hubo acabado, un perro ladró en la distancia. La puerta se abrió, y un lloroso Huddleston, cojo y consumado, estaba siendo sujetado. Ellos le llevaban en posición vertical agarrado por las axilas y con sus pies detrás de él arrastrando el suelo.
Van Meter se separo de la manda y dirigió un walkie-talkie a su boca. Sus palabras no se recogieron, pero hubo un silencio cuando hubo acabado. Segundos después otro Crown Victoria apareció.
Y Phyllis Yarborough salió.
Ellos le metieron en su coche entonces, Torres incluso uso su mano enguantada para abrocharle el cinturón. Él se apartó para dejarle mirar a la cara a Huddleston, que la estaba implorando, “por favor, ayúdame, por favor…”
“¿Sabes quién soy?” Ella dijo.
Él la miró y de repente empezó a animarse. “Oh, joder, oh no…”
“Bien, lo sabes.” Él lloró y farfulló ruegos babeando, y cuando sus palabras degeneraron en sollozos silenciosos, ella dijo, “llévate este momento al infierno, inmundo hijo de puta.”
Ella se alejó, y Sergio Torres cerró de golpe la puerta del coche. Ambos se unieron a los otros en el otro lado del coche. “Mátadle,” dijo Phyllis Yarborough.
Steljess abrió la puerta del pasajero y se metió dentro.
Pronto ‘American Idiot’ salió desde los altavoces del coche. Bajo el estruendo de Green Day, el interior fue iluminado por el flash del arma y el cristal voló por el lado de la ventana del conductor.
El vídeo se zarandeó mientras la cámara se movía de su posición en el muro. La siguiente toma fue una mancha de movimiento mientras Barclay lentamente se apartó de su escondite. Sus pies debieron de haber dado a una botella. Después de que el cristal se rompiera, un grito salió de los policías. “¡Hay alguien allí!”
Barclay no dudo y corrió a grandes pasos por la calle, el vídeo se empezó a oír con viento y sacudiéndose como el paso de un terremoto mientras él corría más rápido. En la distancia aparecían sus voces, mezcladas todas juntas: “¡Calle…!” “¡Cámara!” y “¡Para!”
Pero Alan Barclay no paro. La última parte de su vídeo fue la cámara volando al entrar en el asiento del pasajero y rodar hasta el suelo mientras chirriaban unas ruedas y el videografo escapaba. Él se alejo esa noche llevando el secreto mortal que escondería hasta años después cuando el Cap. Montrose sondeó la vieja escena del crimen y un anciano vigilante nocturno en una panadería le dijo sobre el hombre que había visto alejarse con la cámara.
Las luces se encendieron y Yarborough estaba mirando fijamente a Heat.
“Aquí está tu prueba, Administradora. La prueba por la que has esperado dos años para que el polvo se asiente antes de conseguir tu venganza. La prueba por la pagaste ha esos policías y después conspiraste todos estos años para mantener una tapadera en ella. Y voy a hacer una educada suposición que, a lo largo del camino, tú utilizaste tu trabajo como zar de la tecnología para monitorizar algún signo de descubrimiento. Como Montrose reabriendo el caso; como yo extrayendo el expediente del ordenador de Huddleston; como hackear el e-mail de Jameson Roook y enviárselo a la reportera para que me suspendieran cuando me estaba acercando… Después tus chicos no estaban a la altura de matarme.” Heat se encogió de hombros. “Esa parte no tengo que probarlo. Tú sabes, la primera vez que te conocí, recuerdo que hablamos sobre venganza y justicia. Y ¿Recuerdas lo que me dijiste que todas tus cuentas estaban saldadas? Creo que acabamos de confirmarlo.”
“Te maldigo por esto.” Para Phyllis Yaborough fue como si ella y Nikki fueran las únicas en la sala. Su indignación había sido despojada, dejando solo el crudo dolor y una herida, una década de antigüedad y todavía abierta. Su cara se compuso, pero las lágrimas cayeron por ambas mejillas. “Tú, de toda la gente, deberías saber cómo siente al ser una víctima, Nikki.”
Heat sintió su propio dolor, tristemente presente cada día. “Lo sé, Phyllis,” ella dijo suavemente. “Eso es por lo que te estoy mandando a la cárcel.”
Un abrasador azul cielo refrescó Manhattan como un brillante sol naciente calentando la ciudad por primera vez en una semana. Esto se reflejó fila tras fila en los ladrillos de la catedral de Fifth Avenue, haciendo que los cientos de cofres que vestían brillaran como un tesoro único de diamantes radiantes.
Los Mejores de New York –además de los policías de las Portuarias y de los EEUU- de pie hombro con hombro, rellenando ambas aceras y calles, sus números oscureciendo pavimento, ventanas, y muros.
Cuando la Det. Nikki Heat emergió al principio de las escaleras, llegando a la esquina de un ataúd, no había nada más que ver esa mañana fuera de St. Patrick excepto un océano de vestidos azules y guantes blancos en el saludo. Una gaita solitaria tocaba las primeras de un sobrio, alegre ‘Amazing Grace’ y fue rápidamente unido por todo el completo de gaitas y tambores sordos de la Sociedad Esmeralda del NYPD. La única cosa que se echaba de menos esa mañana era Rook. Mientras Heat contemplaba el espectáculo, ella solo podía imaginar como Jameson Rook lo habría capturado. Y hacerlo vivir más allá del día.
Ella y los otros portadores, incluyendo los Det. Raley y Ochoa, y Eddie Hawthorne, descendieron lentamente, portando el comandante caído bajo la tradicional bandera de rayas verdes y blancas.
Una vez que su cuerpo estuvo en el coche fúnebre, Heat, Raley, Ochoa, y Hawthorne se movieron a lo largo del camino para juntarse con el bloque sombrío de detectives en sus abrigos. Nikki eligió un lugar al lado del Det. Feller, que había obstinadamente abandonado su silla de ruedas en ese momento para levantarse por respeto.
El jefe, el comisionado, y todos los otros altos cargos descendieron desde la catedral hasta el bordillo y se quedaron allí, o saludando o con las manos en pecho, antes de despedirse del Capitán Charles Montrose en el funeral con Todos los Honores que Nikki había conseguido.
En el final de ‘Amazing Grace’, la brigada de élite de motoristas formaron escolta en la parte delantera del coche mientras la banda hacia dos columnas detrás del vehículo.
Los sordos tambores empezaron su sombrío ritmo, los motoristas marcharon lentamente, y el coche fúnebre lo siguió.
Después Nikki les oyó acercarse. El zumbido sonada justo como las gaitas al principio, pero el sonido aumentó, expandiéndose hasta una tremenda vibración que sacudió los cañones del Midtown. La disciplina descendió mientras todos los ojos ascendían para ver los cuatros helicópteros del NYPD zumbando por Fifth Avenue. En el instante en que pasaron por la catedral, uno de los helicópteros se levantó y se alejó. Los otros tres continuaron en Formación de Hombre Perdido.
Tan pronto como ellos se fueron, ella volvió su atención al coche fúnebre que pasaba, saludando a su capitán, mentor, y amigo. Al moverse por los dignatarios, el comisionado de la policía captó los ojos de Heat y la dio un gesto de aprobación. Al menos eso es lo que se veía a través de la bruma de lágrimas.
La primera cosa que hizo Nikki cuando entro en la habitación de Rook en la UCI fue comprobar la pantalla de actividad. Animada al ver picos regulares verdes, ella se acercó a él y cogió su mano. Ella la apretó ligeramente y espero, deseando, pero su única respuesta fue la calidez de él, lo cual era algo, de todas maneras.
Inclinándose ligeramente por encima de los tubos de respiración, ella peso su frente, la cual se sentía seca para sus labios. Sus ojos estaban cerrados, pero los párpados se movían, ella tomo sus dedos entre los suyos otra vez. Nada. Uno de los dos debe de haber estado soñando.
Agotada por el día, empujó la silla de plástico de invitados al lado de su cama y se sentó, descansando sus ojos. Ella se despertó con un respingo una hora más tarde cuando su teléfono vibró. Era un mensaje de Ochoa, que había acabado de conseguir la confirmación de Balística de que la bala que él había recuperado del tanque de agua era de Montrose, coincidiendo con las recargas de la munición del cinturón. Ella había acabado de mandarle un mensaje felicitándolo cuando la enfermera entro sosteniendo un bolso fresco en el árbol de IV. La enfermera salió, solo para volver a entrar momentos después.
Ella puso un vaso de zumo de naranja y una masticable barra de gramola en la bandeja para Nikki y se marchó de nuevo.
Heat se sentó durante otra hora, simplemente viendo subir y bajar el pecho de Rook, contenta por ese milagro y sabiendo que ella nunca vería el final de esto.
Si fuera otro.
Durante las noticias de las nueve ella comió su snack, y cuando lo terminó, ella puso en silencio la televisión. Con el informe de que el servicio de vapor había sido restaurado en todo Manhattan por ahora, ella podría finalmente volver a su apartamento. Nikki pensó en su propia cama…o el baño de burbujas que la esperaba. Ella se levantó y recogió su abrigo, pero no se lo puso.
En su lugar, ella saco el libro de bolsillo del bolsillo de un lado y se volvió a sentar. “¿Estás preparado para algo de estimulación cultural, Mr. Rook?” Heat levantó la mirada hacia él y después de vuelta a la portada de la novela. “’Castle of Her Endless Longing’ (Castillo de su deseo sin fin), por Victoria St. Clair. Como el título…” Ella giró la página hacia el primer capitulo y empezó a leer en alto, “ ‘Lady Kate Sackett miraba tristemente fuera del carruaje mientras este botaba a lo largo del fango, surcando el camino fuera de su ancestral pueblo en el norte. Ella estaba contemplando la forma del castillo construido en las montañas cuando un joven hombre a caballo galopó hasta la ventana y se puso al mismo ritmo. Era guapo en una pícara manera, el tipo de canalla que encanta a una ingenua mujer por su propio deporte y se va. “Placenteras mañanas, mi lady,” él dijo. “Hay peligrosos bosques justo delante. ¿Puedo ofrecerle cabalgar a lo largo de ellos?”
Heat extendió la mano y cuidadosamente entrelazo sus dedos a los de Rook, observando su respiración una vez más, y después volvió al libro. Feliz de leérselo sin parar.
Deciros que ha sido un placer hacer esta traduccion, con vuestros comentarios y apoyo ha llegado a su fin. Quiero agradeceros esto y espero os haya gustado y, lo mas importante, la hayais entendido.
De nuevo muchas gracias
P.D. ya que he pillado el ritmo me voy a poner con 'Frozen Heat'. Ya he hablado con Beckett (compañera del foro) y en cuanto lo tenga me lo pasara. Y con ello a traducir y subir se ha dicho,jajaja.
P.D. para subirlo lo va a hacer Beckett, que tiene cuenta propia. Por lo que en cuanto lo tenga lo pondra para quien se lo quiera descargar en epub. si alguien quiere que se lo pase en word que me mande un privado con su direccion y se lo envio.
Muchas gracias a todos de nuevo.
CAPITULO VEINTE
Al principio ellos actuaron como si Heat estuviese bromeando.
Quizás eso era un seguimiento de la ocurrencia sobre su funda de pistola vacía. Pero uno a uno ellos absorbieron la seriedad en su expresión, y Nikki se encontró a si misma con la absorta atención de la de los jefes de policía de la sala de conferencia que estaban delante suya.
“El asesinato del Padre Graf fue un caso con numerosas complicaciones. No me voy a meter en ellas, pueden leerlas en mi informe, pero el obstáculo esencial con el que me encare fue una cantidad poco común de resistencia dentro del Departamento.” Zach Hamner se inclinó hacia delante, intentando susurrar algo a su jefe, pero Atkins le espantó lejos. El Hammer se volvió a sentar con un profundo fruncimiento de ceño directamente hacia Nikki, lo cual ella devolvió hasta que él se ablando y miro a los papeles de sus muslos.
“He desarrollado pistas que en algún momento me llevaron a una sólida teoría sobre que el asesinato del cura estaba ligado a un soborno de narcóticos en la 41. Hubo gran crédito para esta idea. Todos ustedes conocen los nombres de los cinco que no solo intentaron matarme en Central Park como yo profundice, sino que también están implicados en el asesinato de Graf, la muerte de Montrose…” Ella paró para que la palabra con M profundizase, después continuó, “…también como en el ataque del francotirador de Horst Meuller.” Heat llevaba la cuenta con sus dedos.
“Sergio Torres, Tucker Steljess, Karl ‘Dutch’ Van Meter, Harvey Ballance, y Dave Ingram. En algún momento, todos sirvieron en la 41. La clave de mi teoría sobre el soborno en Narco hacia ese grupo fue el alijo de dinero escondido del DEA en el ático del pastor. Pero estaba equivocada.” Ella paro. “El dinero del DEA resultó ser para un grupo de los derechos humanos en el cual el cura estaba involucrado –irrelevante para el caso. Por lo que, ¿Cuál era la conexión entre estos policías corruptos? Si no fuese drogas, ¿Qué era? Bueno, era otro tipo de conspiración, y una que, tristemente, llega a los más altos pisos de este edificio.”
El calor se encendió y el silbido de la ventilación lleno su pausa.
“Volvamos al Cap. Montrose,” ella dijo. “En 2004, trabajó en un famoso homicidio, el hijo de la estrella de cine, Gene Huddleston. Cuando el caso se aclaró como un agrio asunto de drogas, Montrose nunca se lo trago y recientemente empezó a indagar otra vez por su cuenta.” Nikki se giro hacia Hamner. “Tú sabías todo esto, ¿Verdad, Zach? ¿Tus compañeros en AI te dijeron que estaba husmeando sobre Huddleston cuando le investigaron?”
“Montrose iluminó el radar de AI actuando fuera del patrón. Su investigación fue una diligencia debidamente legitima.” Hamner lo dijo como si esto fuese tan SOP que le aburría.
“Claramente ese no fue el único radar que mi capitán consiguió.” Heat se volvió al grupo. “No podía acceder al archivo oficial del caso de Huddleston, pero tuve un entretenimiento privilegiado,” ella dijo, refiriéndose a Petar. “Mi fuente es altamente creíble y compartió un número de rumores secretos sobre este joven hombre. El más sorprendentemente relevante fue que dos años antes de su asesinato, Gene Huddleston, Jr., estaba en las Bermudas en un Descanso de Verano y él fue uno de los chicos que violaron a tu hija, Phyllis.”
Yaborough grito y su mano voló para cubrir su boca. Lagrimas llenaron sus ojos.
“Det. Heat,” dijo Atkins, “esto está fuera de contexto.”
“Lo siento, señor, pero no hay una manera fácil de ir sobre esto.”
“Pero esto era un rumor,” dijo el Jefe de Personal. Él sostenía un pañuelo para Phyllis.
“Lo cual yo he independientemente verificado,” Heat replicó.
El Comisionado Adjunto Atkins dijo,” adelante.”
“Jemery Drew, quien confesó el asalto y asesinato de Amy Yarborough, fue extraditado en 2002 y empezó una sentencia de por vida en Sing Sing, donde yo le visite ayer. En nuestra reunión Drew me confirmó lo que yo había escuchado de mi fuente. Que la familia Huddleston había pagado unos pocos de millones a sus padres, que estaban discapacitados. Todo a cambio de su silencio sobre la participación al lado de él de Gene Huddleston, Jr., en la violación en grupo esa noche en la playa.”
“¿Por qué te contaría eso?” pregunto el Comisionado Adjunto de Asuntos Legales.
“Sus padres había fallecido y él había tenido una religiosa conversión. Esta era su primera oportunidad para limpiar su conciencia. De todas maneras, lo comprobé con Aduanas, y el pasaporte de Huddleston muestra que estaba en las Bermudas entonces y que dejó la isla en el primer vuelo de la mañana después de descubrir el cuervo de Amy en Dockyard. ¿Sabe algo? ¿Phyllis? Incluso cuando descubrí que Jeremy Drew no estaba solo esa noche con tu hija, hubo una parte de mí que no quería creer que estabas detrás de esto. Pero entonces no podía dejar pasar el crucero que Montrose reservo. ¿Un hombre de luto tomando un crucero para solteros? Y ¿En medio de una crisis en su carrera mientras también estaba conducido en una investigación secreta? Volví a llamar a la agencia de viajes. El crucero era para las Bermudas.”
Mientras una sala entera de las mejores mentes de policía en New York estaban haciendo las matemáticas con el motivo, Phyllis Yaborough les chillaban al hablar. “Nikki…” Ella sacudió su cabeza levemente en desaprobación. Su voz era ronca y parecida al papel. “No puedo creer esto de ti, extralimitarte de esta manera. Y tan hiriente. ¿Estás intentando convertirme en una víctima con algo de teoría conspiratoria de tabloide sobre mí?”
“Siento la perdida de tu hija, sabes eso. Pero esto no es una teoría más. El fragmento de cuero de debajo de la uña de Graf coincide con el estuche de las esposas de Harvey Ballance, y el fragmento de botón de la escena del crimen es de una de sus camisas. Harvey está en el hospital y está hablando. Sobre ti. Y todo el dinero que ofreciste a cinco policías en 2004 para que se encargaran de Huddleston.”
“Detective, vamos,” dijo Yaborough, intentando reclamar su compostura y distancia, posicionándose ella misma como juez mejor que la acusada, “paremos esto, ¿Por favor? Sabes que los criminales hablan todo tipo de cosas para llegar a acuerdos. Esto son rumores y conjeturas. ¿Qué paso a la Nikki Heat que se basa en pruebas?”
“Pruebas,” dijo Heat. Ella cruzo a la puerta y golpeó ligeramente. Lovel y DeLongpre entraron. Mientras los detectives de Asuntos Internos rodeaban la mesa hacia la pantalla plana en un lado de la pared, Nikki trago saliva, revisitando su horrible recuerdo de los paramédicos cortando la camisa de Rook. Encontrando la sagrada medalla que nunca había visto antes. Y después, escuchando su final, el suplicante mensaje de voz instándola a que le volviera a llamar y diciendo que tenía el vídeo. Nikki guardó la llamada, sus últimas palabras antes de ser disparado. Después ella examino St. Christopher, la cual no solo era una medalla sino también un relicario. Y escondido dentro –una tarjeta de vídeo negra de microSD de tamaño de una uña de meñique.
Lovel se levantó, habiendo acabado de poner el vídeo, y espero.
“Déjame sentar las bases,” resumió Heat. “Fin de semana del Día de los Caídos, 2004, Alan Barclay, un nuevo reportero de vídeo de noticias, sigue a Gene Huddleston, Jr., desde un club nocturno en Meat Parking District. Huddleston acaba de salir de rehabilitación –otra vez- y Braclay le sigue hasta el Bronx, esperando conseguir algún material vendible del chico malo haciendo una adquisición de droga. Tanto él como Huddleston consiguen más de lo que ellos habían negociado. Miren.” Lovel empezó el DVD mientras DeLongpre atenuaba las luces.
El vídeo empezaba con la cámara en movimiento. Imágenes ceniza de un cuadro de mando y después una mancha mientras el videografo salía de su coche –todavía grabando- y cruzaba una calle oscura. Esta era la materia prima que ellos sacaban de ‘Cops’.
Un bloque después, el objetivo se movió a un lugar escondido detrás de un muro bajo. La tambaleante imagen, arreglada mientras el grabador descansaba su cámara en un bloque de hormigón, usándolo como apoyo. El objetivo se acercó y enfocó a un coche aparcado a 27 metros en frente de un almacén. Bajo las lámparas naranjas de sodio era fácil adivinar a un hombre que Heat reconoció como Sergio Torres aproximándose al M5. Huddleston salió y ellos hablaron. Sus voces estaban demasiado bajas para entender pero su conversación era fácil; Huddleston parecía familiar con Torres. Entonces todo cambio.
Luces delanteras se aproximaron por ambos extremos del edificio y dos coches con luces de policía parpadeantes rugieron y pararon en seco, interceptando al BMW. Una era un azul y blanca, el otro era un chato Crown Victoria.
Huddleston grito a Torres que corriera, pero él no lo hizo. En su lugar, agarro al chico por su camiseta y le golpeó boca abajo sobre el capo de su M5, esposándole mientras La Oposición abordaba desde su crucero y Van Meter y Steljess se unían a la fiesta desde su vehículo encubierto.
Nadie parecía tener prisa. Tenía la sensación amenazante de que algo había estado pasando. Huddleston era el único agitado, gimiendo, “Aw, vamos, no me revientes, mi padre me matara,” y “¿Tienes idea de quién es mi padre?”
Steljess podía ser oído ahora, “calla la maldita boca,” justo después él le golpeo en el culo mientras él se inclinaba sobre el coche. Huddleston gritó maldiciones que fueron ignoradas mientras ellos le agarraban por las esposas y le empezaban a dirigir hacia el almacén.
Las bravuconadas de privilegios se convirtieron en una moneda de diez centavos para tener miedo.
Huddleston se asustó, “oye, ¿Dónde está-¿ Solo llevadme a la cárcel entonces…¿Qué estáis haciendo?” Él intento hacer un descanso. “¡¿Oye?!” Pero los cuatro policías le sostuvieron controlándole fácilmente.
Él vídeo se sacudió mientras la cámara se ajustaba a su ángulo para seguir al grupo. Cuando se colocó de nuevo, ellos estaban acercándose al almacén bajo el signo de graffiti marcado por la compañía de uniformes de alquiler que una vez opero allí. La puerta se abrió desde dentro y un hombre la sostuvo abierta del todo para ellos. Nikki no le reconoció pero supuso que él completaba el equipo de cinco –Ingram, el conductor del SUV que ella mató en La Transversal.
Cuando Ingram cerró la puerta del almacén, Barclay siguió andando, pero hubo una tregua. Heat uso el intervalo para evaluar la sala. Los ojos estaban paralizados. Nadie hizo un sonido. Phyllis Yaborough era la única que no estaba mirando. Su cabeza estaba cabizbaja hacia sus muslos.
Los gritos de Huddleston estallaron en la noche, todo el mundo se puso nervioso en la sala de conferencia. Los cuerpos se movieron, inclinándose hacia delante hacia la pantalla plana. En su propia manera, este punto de vista de una zona industrial desolada en medio de la noche, cuya soledad fue cortada por los gritos y lloros, parecía más escalofriante que verlo en vivo. Pero todo el mundo allí había oído sobre los TENS. Y todos sabían que le estaba ocurriendo al chico allí. Y si tan malos les parecía a ellos, tenía que haber sido un infierno en la tierra. Los incómodos minutos que ellos soportaron mientras la electrocución continuaba debieron haber parecido eternos para la aulladora víctima.
En el misterioso silencio cuando hubo acabado, un perro ladró en la distancia. La puerta se abrió, y un lloroso Huddleston, cojo y consumado, estaba siendo sujetado. Ellos le llevaban en posición vertical agarrado por las axilas y con sus pies detrás de él arrastrando el suelo.
Van Meter se separo de la manda y dirigió un walkie-talkie a su boca. Sus palabras no se recogieron, pero hubo un silencio cuando hubo acabado. Segundos después otro Crown Victoria apareció.
Y Phyllis Yarborough salió.
Ellos le metieron en su coche entonces, Torres incluso uso su mano enguantada para abrocharle el cinturón. Él se apartó para dejarle mirar a la cara a Huddleston, que la estaba implorando, “por favor, ayúdame, por favor…”
“¿Sabes quién soy?” Ella dijo.
Él la miró y de repente empezó a animarse. “Oh, joder, oh no…”
“Bien, lo sabes.” Él lloró y farfulló ruegos babeando, y cuando sus palabras degeneraron en sollozos silenciosos, ella dijo, “llévate este momento al infierno, inmundo hijo de puta.”
Ella se alejó, y Sergio Torres cerró de golpe la puerta del coche. Ambos se unieron a los otros en el otro lado del coche. “Mátadle,” dijo Phyllis Yarborough.
Steljess abrió la puerta del pasajero y se metió dentro.
Pronto ‘American Idiot’ salió desde los altavoces del coche. Bajo el estruendo de Green Day, el interior fue iluminado por el flash del arma y el cristal voló por el lado de la ventana del conductor.
El vídeo se zarandeó mientras la cámara se movía de su posición en el muro. La siguiente toma fue una mancha de movimiento mientras Barclay lentamente se apartó de su escondite. Sus pies debieron de haber dado a una botella. Después de que el cristal se rompiera, un grito salió de los policías. “¡Hay alguien allí!”
Barclay no dudo y corrió a grandes pasos por la calle, el vídeo se empezó a oír con viento y sacudiéndose como el paso de un terremoto mientras él corría más rápido. En la distancia aparecían sus voces, mezcladas todas juntas: “¡Calle…!” “¡Cámara!” y “¡Para!”
Pero Alan Barclay no paro. La última parte de su vídeo fue la cámara volando al entrar en el asiento del pasajero y rodar hasta el suelo mientras chirriaban unas ruedas y el videografo escapaba. Él se alejo esa noche llevando el secreto mortal que escondería hasta años después cuando el Cap. Montrose sondeó la vieja escena del crimen y un anciano vigilante nocturno en una panadería le dijo sobre el hombre que había visto alejarse con la cámara.
Las luces se encendieron y Yarborough estaba mirando fijamente a Heat.
“Aquí está tu prueba, Administradora. La prueba por la que has esperado dos años para que el polvo se asiente antes de conseguir tu venganza. La prueba por la pagaste ha esos policías y después conspiraste todos estos años para mantener una tapadera en ella. Y voy a hacer una educada suposición que, a lo largo del camino, tú utilizaste tu trabajo como zar de la tecnología para monitorizar algún signo de descubrimiento. Como Montrose reabriendo el caso; como yo extrayendo el expediente del ordenador de Huddleston; como hackear el e-mail de Jameson Roook y enviárselo a la reportera para que me suspendieran cuando me estaba acercando… Después tus chicos no estaban a la altura de matarme.” Heat se encogió de hombros. “Esa parte no tengo que probarlo. Tú sabes, la primera vez que te conocí, recuerdo que hablamos sobre venganza y justicia. Y ¿Recuerdas lo que me dijiste que todas tus cuentas estaban saldadas? Creo que acabamos de confirmarlo.”
“Te maldigo por esto.” Para Phyllis Yaborough fue como si ella y Nikki fueran las únicas en la sala. Su indignación había sido despojada, dejando solo el crudo dolor y una herida, una década de antigüedad y todavía abierta. Su cara se compuso, pero las lágrimas cayeron por ambas mejillas. “Tú, de toda la gente, deberías saber cómo siente al ser una víctima, Nikki.”
Heat sintió su propio dolor, tristemente presente cada día. “Lo sé, Phyllis,” ella dijo suavemente. “Eso es por lo que te estoy mandando a la cárcel.”
Un abrasador azul cielo refrescó Manhattan como un brillante sol naciente calentando la ciudad por primera vez en una semana. Esto se reflejó fila tras fila en los ladrillos de la catedral de Fifth Avenue, haciendo que los cientos de cofres que vestían brillaran como un tesoro único de diamantes radiantes.
Los Mejores de New York –además de los policías de las Portuarias y de los EEUU- de pie hombro con hombro, rellenando ambas aceras y calles, sus números oscureciendo pavimento, ventanas, y muros.
Cuando la Det. Nikki Heat emergió al principio de las escaleras, llegando a la esquina de un ataúd, no había nada más que ver esa mañana fuera de St. Patrick excepto un océano de vestidos azules y guantes blancos en el saludo. Una gaita solitaria tocaba las primeras de un sobrio, alegre ‘Amazing Grace’ y fue rápidamente unido por todo el completo de gaitas y tambores sordos de la Sociedad Esmeralda del NYPD. La única cosa que se echaba de menos esa mañana era Rook. Mientras Heat contemplaba el espectáculo, ella solo podía imaginar como Jameson Rook lo habría capturado. Y hacerlo vivir más allá del día.
Ella y los otros portadores, incluyendo los Det. Raley y Ochoa, y Eddie Hawthorne, descendieron lentamente, portando el comandante caído bajo la tradicional bandera de rayas verdes y blancas.
Una vez que su cuerpo estuvo en el coche fúnebre, Heat, Raley, Ochoa, y Hawthorne se movieron a lo largo del camino para juntarse con el bloque sombrío de detectives en sus abrigos. Nikki eligió un lugar al lado del Det. Feller, que había obstinadamente abandonado su silla de ruedas en ese momento para levantarse por respeto.
El jefe, el comisionado, y todos los otros altos cargos descendieron desde la catedral hasta el bordillo y se quedaron allí, o saludando o con las manos en pecho, antes de despedirse del Capitán Charles Montrose en el funeral con Todos los Honores que Nikki había conseguido.
En el final de ‘Amazing Grace’, la brigada de élite de motoristas formaron escolta en la parte delantera del coche mientras la banda hacia dos columnas detrás del vehículo.
Los sordos tambores empezaron su sombrío ritmo, los motoristas marcharon lentamente, y el coche fúnebre lo siguió.
Después Nikki les oyó acercarse. El zumbido sonada justo como las gaitas al principio, pero el sonido aumentó, expandiéndose hasta una tremenda vibración que sacudió los cañones del Midtown. La disciplina descendió mientras todos los ojos ascendían para ver los cuatros helicópteros del NYPD zumbando por Fifth Avenue. En el instante en que pasaron por la catedral, uno de los helicópteros se levantó y se alejó. Los otros tres continuaron en Formación de Hombre Perdido.
Tan pronto como ellos se fueron, ella volvió su atención al coche fúnebre que pasaba, saludando a su capitán, mentor, y amigo. Al moverse por los dignatarios, el comisionado de la policía captó los ojos de Heat y la dio un gesto de aprobación. Al menos eso es lo que se veía a través de la bruma de lágrimas.
La primera cosa que hizo Nikki cuando entro en la habitación de Rook en la UCI fue comprobar la pantalla de actividad. Animada al ver picos regulares verdes, ella se acercó a él y cogió su mano. Ella la apretó ligeramente y espero, deseando, pero su única respuesta fue la calidez de él, lo cual era algo, de todas maneras.
Inclinándose ligeramente por encima de los tubos de respiración, ella peso su frente, la cual se sentía seca para sus labios. Sus ojos estaban cerrados, pero los párpados se movían, ella tomo sus dedos entre los suyos otra vez. Nada. Uno de los dos debe de haber estado soñando.
Agotada por el día, empujó la silla de plástico de invitados al lado de su cama y se sentó, descansando sus ojos. Ella se despertó con un respingo una hora más tarde cuando su teléfono vibró. Era un mensaje de Ochoa, que había acabado de conseguir la confirmación de Balística de que la bala que él había recuperado del tanque de agua era de Montrose, coincidiendo con las recargas de la munición del cinturón. Ella había acabado de mandarle un mensaje felicitándolo cuando la enfermera entro sosteniendo un bolso fresco en el árbol de IV. La enfermera salió, solo para volver a entrar momentos después.
Ella puso un vaso de zumo de naranja y una masticable barra de gramola en la bandeja para Nikki y se marchó de nuevo.
Heat se sentó durante otra hora, simplemente viendo subir y bajar el pecho de Rook, contenta por ese milagro y sabiendo que ella nunca vería el final de esto.
Si fuera otro.
Durante las noticias de las nueve ella comió su snack, y cuando lo terminó, ella puso en silencio la televisión. Con el informe de que el servicio de vapor había sido restaurado en todo Manhattan por ahora, ella podría finalmente volver a su apartamento. Nikki pensó en su propia cama…o el baño de burbujas que la esperaba. Ella se levantó y recogió su abrigo, pero no se lo puso.
En su lugar, ella saco el libro de bolsillo del bolsillo de un lado y se volvió a sentar. “¿Estás preparado para algo de estimulación cultural, Mr. Rook?” Heat levantó la mirada hacia él y después de vuelta a la portada de la novela. “’Castle of Her Endless Longing’ (Castillo de su deseo sin fin), por Victoria St. Clair. Como el título…” Ella giró la página hacia el primer capitulo y empezó a leer en alto, “ ‘Lady Kate Sackett miraba tristemente fuera del carruaje mientras este botaba a lo largo del fango, surcando el camino fuera de su ancestral pueblo en el norte. Ella estaba contemplando la forma del castillo construido en las montañas cuando un joven hombre a caballo galopó hasta la ventana y se puso al mismo ritmo. Era guapo en una pícara manera, el tipo de canalla que encanta a una ingenua mujer por su propio deporte y se va. “Placenteras mañanas, mi lady,” él dijo. “Hay peligrosos bosques justo delante. ¿Puedo ofrecerle cabalgar a lo largo de ellos?”
Heat extendió la mano y cuidadosamente entrelazo sus dedos a los de Rook, observando su respiración una vez más, y después volvió al libro. Feliz de leérselo sin parar.
Deciros que ha sido un placer hacer esta traduccion, con vuestros comentarios y apoyo ha llegado a su fin. Quiero agradeceros esto y espero os haya gustado y, lo mas importante, la hayais entendido.
De nuevo muchas gracias
P.D. ya que he pillado el ritmo me voy a poner con 'Frozen Heat'. Ya he hablado con Beckett (compañera del foro) y en cuanto lo tenga me lo pasara. Y con ello a traducir y subir se ha dicho,jajaja.
P.D. para subirlo lo va a hacer Beckett, que tiene cuenta propia. Por lo que en cuanto lo tenga lo pondra para quien se lo quiera descargar en epub. si alguien quiere que se lo pase en word que me mande un privado con su direccion y se lo envio.
Muchas gracias a todos de nuevo.
lastral- Policia de homicidios
- Mensajes : 747
Fecha de inscripción : 10/04/2011
Edad : 35
Localización : Madrid
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Bueno, visto que el libro ya está acabado os lo voy a dejar para descargar. Mi intención inicial era revisar el libro pero se me echó el tiempo encima así que sólo revisé el primer capítulo.
No podía hacer menos que editarlo en formato Epub y PDF para que podáis leerlo tranquilamente.
EPUB: http://www.mediafire.com/?c1vcxcdf39j0u5r
PDF: http://www.mediafire.com/view/?nk5k5q5cgq68p2u
Aunque no tengáis un libro electrónico en el que podáis leer un epub, os recomiendo que os bajéis ese formato ya que el PDF no es más que una "imagen" del texto y por ejemplo, no detecta el salto de página por capítulos. (Si alguien tiene un libro electrónico que soporta otro formato y lo prefiere en ese, que me lo diga que se lo paso.)
No os preocupéis porque hay programas de lectura para epub que podéis usar si lo vais a leer en el ordenador. Uno de ellos es Digital Editions (http://www.adobe.com/es/products/digitaleditions/) que es muy sencillito y va bastante bien. (Aunque chicas, recomiendo que no os dejéis la vista en la pantalla, que eso duele en los ojos.)
¡A ver si para Frozen Heat puedo hacer una buena revisión!
No podía hacer menos que editarlo en formato Epub y PDF para que podáis leerlo tranquilamente.
EPUB: http://www.mediafire.com/?c1vcxcdf39j0u5r
PDF: http://www.mediafire.com/view/?nk5k5q5cgq68p2u
Aunque no tengáis un libro electrónico en el que podáis leer un epub, os recomiendo que os bajéis ese formato ya que el PDF no es más que una "imagen" del texto y por ejemplo, no detecta el salto de página por capítulos. (Si alguien tiene un libro electrónico que soporta otro formato y lo prefiere en ese, que me lo diga que se lo paso.)
No os preocupéis porque hay programas de lectura para epub que podéis usar si lo vais a leer en el ordenador. Uno de ellos es Digital Editions (http://www.adobe.com/es/products/digitaleditions/) que es muy sencillito y va bastante bien. (Aunque chicas, recomiendo que no os dejéis la vista en la pantalla, que eso duele en los ojos.)
¡A ver si para Frozen Heat puedo hacer una buena revisión!
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Lastral Muchas Gracias por traducirnos el libro en tan poco tiempo ... Sos grande!!!!!!!
Beckett, muchas Gracias por darnos los links y las recomendaciones para bajarlos y sobretodo sobre la lectura en el PC
Beckett, muchas Gracias por darnos los links y las recomendaciones para bajarlos y sobretodo sobre la lectura en el PC
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
muchissimas gracias lastral te mereces un premiazo... menudo trabajo ...! gracias por todo porque yo pal ingles niente--....
BEssitos *
BEssitos *
Becky343- Actor en Broadway
- Mensajes : 164
Fecha de inscripción : 28/08/2012
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Hola soy nueva en este foro, una nueva castleniana.... y hace poco me entere que los libros de castle si existen.... he buscado por todos lados "ola de calor" pero solo encontre "aumenta el calor" (que estoy leyendo), pero te agradeceria mucho si me dieran algun indicio de donde puedo encontrar los otros...
Emily Claire- Actor en Broadway
- Mensajes : 215
Fecha de inscripción : 16/10/2012
Edad : 31
Localización : Chile, Viña del Mar
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Emily Claire escribió:Hola soy nueva en este foro, una nueva castleniana.... y hace poco me entere que los libros de castle si existen.... he buscado por todos lados "ola de calor" pero solo encontre "aumenta el calor" (que estoy leyendo), pero te agradeceria mucho si me dieran algun indicio de donde puedo encontrar los otros...
Hola! Claro que sí... regalame tu correo electrónico por MP y te los envío
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Bueno sin menos preciar el trabajo de Lastral, que me parede de 10.
Solo quería deciros que yo tengo el Heat Rises en epub la versión en español traducida por la editorial que los vende en España. El que quiera, puede mandarme un MP y se lo paso.
De nuevo agradecer a Lastral su gran trabajo por traducirnos este libro.
Solo quería deciros que yo tengo el Heat Rises en epub la versión en español traducida por la editorial que los vende en España. El que quiera, puede mandarme un MP y se lo paso.
De nuevo agradecer a Lastral su gran trabajo por traducirnos este libro.
moth13- Policia de homicidios
- Mensajes : 695
Fecha de inscripción : 24/04/2011
Localización : Madrid
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
moth13 escribió:Bueno sin menos preciar el trabajo de Lastral, que me parede de 10.
Solo quería deciros que yo tengo el Heat Rises en epub la versión en español traducida por la editorial que los vende en España. El que quiera, puede mandarme un MP y se lo paso.
De nuevo agradecer a Lastral su gran trabajo por traducirnos este libro.
Para tu información, Lastral tradujo al castellano este libro cuando aún no había sido comercializado en España ya traducido, por lo que su trabajo fue realmente sobresaliente.
Por otra parte, te recuerdo que estos libros tienen copyright, por lo que yo no anunciaría tan alegremente tu disposición a enviarlos a todo el que lo quiera.
Delta5- Escritor - Policia
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Localización : Ciudadano del Mundo
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Beckett escribió:Bueno, visto que el libro ya está acabado os lo voy a dejar para descargar. Mi intención inicial era revisar el libro pero se me echó el tiempo encima así que sólo revisé el primer capítulo.
No podía hacer menos que editarlo en formato Epub y PDF para que podáis leerlo tranquilamente.
EPUB: http://www.mediafire.com/?c1vcxcdf39j0u5r
PDF: http://www.mediafire.com/view/?nk5k5q5cgq68p2u
Aunque no tengáis un libro electrónico en el que podáis leer un epub, os recomiendo que os bajéis ese formato ya que el PDF no es más que una "imagen" del texto y por ejemplo, no detecta el salto de página por capítulos. (Si alguien tiene un libro electrónico que soporta otro formato y lo prefiere en ese, que me lo diga que se lo paso.)
No os preocupéis porque hay programas de lectura para epub que podéis usar si lo vais a leer en el ordenador. Uno de ellos es Digital Editions (http://www.adobe.com/es/products/digitaleditions/) que es muy sencillito y va bastante bien. (Aunque chicas, recomiendo que no os dejéis la vista en la pantalla, que eso duele en los ojos.)
¡A ver si para Frozen Heat puedo hacer una buena revisión!
Muchísimas gracias por la traducción, que he ido leyendo, y también por bajarlos en formato epub y pdf. Te lo agradezco de veras!!!
NathanFan2011- As del póker
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Localización : Soy de Barcelona, Cataluña y en los foros suelo utilizar el nombre de Dana aunque me llamo Maria Victòria.
Re: Traducción 3º Nikki Heat - HEAT RISES - Completo
Delta5 escribió:moth13 escribió:Bueno sin menos preciar el trabajo de Lastral, que me parede de 10.
Solo quería deciros que yo tengo el Heat Rises en epub la versión en español traducida por la editorial que los vende en España. El que quiera, puede mandarme un MP y se lo paso.
De nuevo agradecer a Lastral su gran trabajo por traducirnos este libro.
Para tu información, Lastral tradujo al castellano este libro cuando aún no había sido comercializado en España ya traducido, por lo que su trabajo fue realmente sobresaliente.
Por otra parte, te recuerdo que estos libros tienen copyright, por lo que yo no anunciaría tan alegremente tu disposición a enviarlos a todo el que lo quiera.
Muchas gracias moth13 y Delta por los halagos pero cono ha dicho este último es mejor no alardear de que lo tienes y estas dispuesto a pasarlo, mas que nada por precaucion.
lastral- Policia de homicidios
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