Everything I Do (i Do It For You) Epilogo

otro capitulo increíble me gusta

Genial capítulo! Quién será el que entre? O la que entre?

Quien sera? Continua pronto

muy bueno, continualo

siguelooooo

es genial

Sigue pronto!! está muy interesante!

Como esta noche llegare seguramente tarde por las procesiones... aqui os dejo vuestro ración de fic diaria. Espero que os divertais como yo lo hice escribiendo.

Capitulo 24

Durante los siguientes treinta segundos, Castle sintió que su vida se acababa sin remisión en aquel momento. Treviso lo descubriría, llamaría a la policía, a el lo detendrían por asalto ilegal, Gates lo encerraría de por vida y Kate… lo mataría. En ese momento una linterna se encendió y Castle observo con terror como lo enfocaba directamente a la cara, cegándole los ojos.

Kat – Castle… ¿Eres tú?

Ric - ¡Oh! ¡Dios mío, Kate!

Castle se sentó en el suelo apoyando su cabeza sobre la pared y Kate se agacho junto a él con aspecto preocupado.

Kat - ¡Castle! ¡Castle! ¿Qué te pasa?

Ric – ¡No grites! ¿Qué me pasa? Me has dado un susto de muerte. Mi corazón… va a mil… me muero ¿Qué haces aquí?

Kat - ¿Tú que crees? Intentar que no cometas una locura…

Ric – Y matarme aprovechando…

Kat – No digas tonterías. No es para tanto.

Ric - ¿Cómo has conseguido entrar aquí? ¿Y como no te ha oído la señora Meriwheter?

Kat – He saltado por la verja de la zona de atrás del edificio. No ha sido difícil, aunque he tenido que esquivar a las cámaras de vigilancia. Después he subido por una escalera de incendios que da directamente a la azotea…

Ric - ¡No me lo puedo creer! La detective integra y eficiente saltando edificios y entrando… ¿Cómo te has sentido?

Kat – Extrañamente emocionada. Pero… déjate de tonterías ¿has averiguado algo?

Ric – No. El señor Treviso es lo más integro que te puedes echar a la cara. Ya me parecía a mí que tenía cara de inocente, pero Amanda…

Kat - ¿Desde cuando la llamas Amanda?

Ric – Mujer… es una forma de expresarse ¿Estas celosa de la señora Meriwheter?

Kat - ¡Yo! ¡Que va! Anda, nos vamos de aquí y hablamos con la señora Meriwheter, que supongo que se sentirá muy decepcionada. Ya os lo había dicho yo, pero vosotros cabezones hasta el final…

Ric – Mira quien fue a hablar.

Justo en el momento en que iban a salir al pasillo un par de risas sospechosas que se acercaban los hizo detenerse y se miraron horrorizados.

Ric - ¡Apaga la linterna! ¡Apaga la linterna!

Sra. Tre - ¡Oh! Alfred, eres un pillín…

Susurrando durante toda la escena…

Kat – ¿Quién es esa?

Ric – La señora Treviso… y sabes lo mejor…

Kat – Que el señor Treviso no se llama Alfred.

Ric – Exacto.

Kat - ¡Dios mío! Vienen hacia aquí… y nos van a descubrir… Gates nos va a matar…

Ric - ¿Has traído tu arma?

Kat - ¿Yo? ¡Que va! ¿Qué hacemos? ¿Qué hacemos?

Castle tiró de Kate hacia una puerta que conectaba con la oficina del señor Treviso y entraron en una habitación…

Kat - ¿Qué es esto?

Ric – Es un dormitorio que utiliza el señor Treviso cuando tiene mucho trabajo en la residencia y no vuelve a su casa para descansar. Menos mal que me he aprendido bien el mapa de la señora Meriwheter ¡Cállate y escucha!

Alf – Ya te dije que hoy terminaría siendo un gran día.

Sra. Tre – Es verdad. Que aburrimiento en la fiesta. No se como a Gerard le gustan esos abuelos, me vuelven loca…

Alf - ¿Has firmado aquellos papeles que te pedí?

Sra. Tre – Por supuesto. Y mi aburrido marido no ha sospechado nada.

Alf - Si algún día descubriesen que estamos robando a esos pobres ancianitos… le echarían toda la culpa a él. Todo lo que nos puede incriminar esta guardado en mi casa en una caja fuerte bien a salvo. El siguiente en nuestra lista es el señor Strauss…

Sra. Tre - ¡Oh! Por favor, Alfred. Deja de pensar en esas cosas y vamos a hacer algo más interesante. Ven conmigo.

Castle y Kate intuyeron como la pareja iba hacia el dormitorio y se miraron con terror. Tropezaron el uno con el otro en un ridículo intento de huir de aquella situación y cuando se vieron perdidos acabaron los dos… debajo de la cama.

Alf - ¡Oh Maggie! Pero que mala eres…

Sra. Tre – Ven aquí, mi caballo trotador y relincha como a mi me gusta.

Alf – (Relincho) Oh, madre mía, como me pones y… estas… son tan…

Sra. Tre – Toca, toca todo lo que quieras… son solo para ti.

Abajo, Castle y Kate estaban boca arriba. Mientras Kate tenia los ojos cerrados y repetía una y otra vez en su cabeza “Esto no esta pasando, esto no esta pasando”, Castle intentaba controlar todos su cuerpo para no caer en la carcajada que los descubriría y pensaba que al final la señora Meriwheter tenia razón… aunque se había equivocado de sospechosos.

Conversación de pensamientos, no de palabras…

Ric – Una, dos, tres…

Kat - ¿Qué haces?

Ric - ¿Yo? Contando ovejas… para así no sucumbir ante el espectáculo. Estas muy colorada. ¿Tienes vergüenza?

Kat - ¿Yo? ¡No! Por favor, que acaben pronto… por favor que acaben pronto….

Sra. Tre – Así… así… quiero más… más.

Alf – Eres insaciable.

Sigue la conversación de pensamientos, no de palabras…

Ric – Cuando le cuente esto a los chicos…

Kat – Ni se te ocurra. Yo te mato… y tampoco se lo contaré a Lanie. Me lo recordaría…

Ric – Para el resto de nuestra vida. Al final llevaba yo razón ¡eh! Había algo sospechoso o no había algo sospechoso…

Kat – Pero es que no puedes dejar de pensar en eso ni siquiera en este momento…

Ric - ¿Tan íntimo?

Kat – Eres imposible.
Ante los últimos gritos frenéticos del doctor y la señora Treviso, Kate se tapo los oídos sin poder controlarse y Castle… empezó a tararear una melodía repetitiva en su mente. Susurrando…

Ric – Parece que ya han terminado…

Kat - ¡Cállate! Que nos van a oír…

Ric – Están muy agotados para hacerlo… oye… ¿Tu crees que se quedarán aquí toda la noche?

Kat - ¡No, por Dios! ¡No!

Como respuesta y después de empezar a vestirse ruidosamente mientras seguían diciéndose naderías y palabras… ya me entienden… nuestros dos sospechosos salieron de la habitación y poco después de la oficina del señor Treviso.

Ric – Creo que ya podemos levantarnos.

Kat – Ha sido la experiencia más…

Ric – Peculiar… que hemos compartido juntos y…que se quedará en nuestra cabeza para siempre…sin poder evitarlo… todos los días… esta cama…

Kat - ¡Cállate! Vamos a buscar a la señora Meriwheter...

Ric – Si. Le va a encantar cuando se lo contemos… lo del caso… que hay caso… que llevaba razón… lo otro no… nunca… en la vida…

CONTINUARA…

Excelente capítulo! Me rei mucho con la conversación de pensamientos jajaja

que risas muy divertido









alucinante continua cuando puedas gracias por subir

me partooooo jsjsjsjsj sigueee

Me lo he leído del tirón y me encanta sobre todo la parte de su conversación de pensamientos me reí mucho Soy nueva por aquí he leído unos cuantos fics antes pero me daba cosa comentar ( tonterías mías supongo) pero este fic sobre todo este ultimo capitulo me a echo reírme mucho y tenía que comentar aunque comentare en los que he leído perdón por escribir tanto

Bochornoso momento el de debajo la cama jejejeje

Jorja escribió:Excelente capítulo! Me rei mucho con la conversación de pensamientos jajaja

Lo mismo digo... Y si no se van a poder sacar eso de su cabeza ni ahí jajajaja

continua pronto

muy padre, continualo pronto

jajajaja pobrecillos!!

Sigo con mi historia, capitulo 25, espero que os guste y gracias de nuevo por vuestros comentarios.

Capitulo 25

La señora Meriwheter paseaba preocupada por su habitación esperando a que Castle volviese a aparecer. ¿Qué le habrá ocurrido? Esta tardando mucho… si a ese chico le ocurre algo malo por mi culpa no me lo voy a perdonar en la vida. En ese momento se oyó como llamaban a la puerta de su habitación débilmente…

Ric – Señora Meriwheter…

Sra. Mer – ¡Gracias a Dios!

Cuando la señora Meriwheter abrió la puerta, Kate y Castle entraron en la habitación sin armar mucho ruido.

Sra. Mer – Detective Beckett, ¿Qué hace usted aquí? ¿Cómo ha entrado?

Kat – No podía dormir pensando en ustedes dos y en el lío en el que se estaban metiendo.

Sra. Mer - ¿Y ha venido a ayudarme? Gracias, es usted…

Kat – Realmente no había venido a ayudarle, pero…

Sra. Mer – Bueno, al grano, que ya tendremos tiempo para explicaciones… ¿Habéis descubierto algo? ¿Llevaba yo razón?

Ric – Si… y no.

Sra. Mer - ¿Cómo dice?

Ric – Llevaba usted razón en cuanto a que alguien estaba robando a los residentes e incluso puede que haya un par de muertes sospechosas, pero…

Kat – Se equivoco usted al señalar al culpable.

Ric – La señora Treviso y el doctor Alberti tienen una relación… amorosa y son ellos los que han tramado todo el plan. Lo que yo le dije… el pone el cerebro y sus conocimientos médicos y ella pone…

Sra. Mer – La silicona… el doctor Alberti. No es que me cayera muy simpático, pero no había sospechado que el y la reina de la belleza siliconada pudiesen tener una relación. Pobre señor Treviso, definitivamente es un… calzonazos ¿Cómo han descubierto ustedes que esos dos tienen una relación?

Castle y Kate se quedaron mudos de repente y la señora Meriwheter los interrogó con la mirada. Kate estaba ruborizada y Castle miraba a una parte indefinida del techo.

Sra. Mer - ¿Les ocurre algo? Están muy raros desde que han entrado aquí. Les he preguntado…

Kat – Por favor, señora Meriwheter, créanos cuando le decimos que esos dos tienen una relación…

Ric – Y no pregunte más. El único problema que tenemos es que todas las pruebas incriminatorias están en casa del doctor Alberti.

En ese momento tanto Castle como la Sr. Meriwheter miraron a Kate de manera suplicante y esta suspiro fastidiada.

Kat – Es lo que faltaba. Ahora queréis que os saque yo del lío. Esta bien… conozco a un juez que puede ayudarnos. Pero yo solo insinuaré… no quiero verme para nada involucrada en esta locura. Usted hablará con él y con lo que había descubierto y con lo que hemos descubierto nosotros, creo que tendrá la suficiente información para pedir una orden y entrar en la casa del doctor Alberti…

La señora Meriwheter se acercó hasta Kate y le dio un sonoro beso en la cara, haciendo que la detective se ruborizara.

Sra. Mer – Sabía que no me equivocaba con usted y tú… ven aquí, te has ganado otro par de besos.

Ric - ¡Señora Meriwheter!

Sra. Mer – Bueno… son casi las una de la madrugada. ¿Qué os parece si dormimos algo? Kate y yo en mi cama, usted jovencito, al cuarto de invitados.

Un par de días después y gracias al encuentro que se había producido entre la Sra. Meriwheter y el juez Calderón, entraron en casa del doctor Alberti y consiguieron encontrar en su caja fuerte pruebas irrefutables del robo y desfalco que había cometido e incluso era sospechoso de haber provocado la muerte de un par de residentes. Evidentemente en cuanto fue detenido el doctor Alberti canto como un gorrión e inculpo a la Sra. Treviso como cómplice de sus fechorías. El escándalo que la sospechosa montó en uno de los club de tenis más elegantes de Nueva York cuando fue detenida por la policía fue portada en casi todos los periódicos y revistas del mundo social.

Por su parte, la Sra. Meriwheter se convirtió por unos días en una auténtica heroína a los ojos de sus compañeros de residencia y realizo un par de entrevistas para la televisión. Eso sí, tuvo mucho cuidado en insinuar que había recibido ayuda para descubrir el caso y no mencionó ni los nombres de Kate y Castle en todos esos días. No obstante, al enterarse del caso viendo la televisión en su casa y junto a su marido, la capitana Gates sospecho enseguida que había gato encerrado y una tarde en su despacho cuando Kate y Castle estaban realizando papeleo y no había casi nadie en la comisaría…

Gat – Vosotros dos… ¡A mi despacho!

En el camino hasta el despacho de Gates, Castle y Kate fueron interrogándose con la mirada preguntándose porque Gates quería verles en ese momento que parecía todo marchaba con normalidad.

Gat – Entren por favor. Quería comentarles una cosa… no es que tenga importancia pero… ¿Usted hace horas para asuntos sociales en una residencia de ancianos, verdad detective?

¡Ay, Dios! ¡Ya nos ha pillado! Te dije que al final esto nos explotaría en la cara… disimula, disimula.

Kat – Si…

Gat – Ayer hoy en las noticias que en una residencia de la tercera edad habían descubierto que…

Kat - ¡Ah! Se refiere usted a lo de la señora Mer, como era…

Gat – Meriwheter… si… ¿No es allí donde trabaja usted?

Kat – Si. Y estoy tan sorprendida como usted… quien iba a pensar que estaba ocurriendo esa atrocidad con esas pobres personas.

Gat – Ya. Y usted Sr. Castle ¿Conoce a la Sra. Meriwheter?

Ric - ¡Ejem! Yo… si… un día acompañe a Kate a la residencia para llevar unas tartas…y supongo que allí me la presentarían ¿Me la presentaste?

Kat – No me acuerdo. Hay casi ochenta personas en aquel lugar…

Gat – Ya… ya. Bueno, solo quería comentarle mi sorpresa por la noticia. Creo que… serán mejor que se vayan.

Kat – Pues adiós.

Ric – Hasta… mañana.

Cuando salieron del despacho y una vez fuera del campo de visión de Gates los dos suspiraron fuertemente y comenzaron a reír intentando no ser vistos por nadie.

Kat - ¡Oh! ¡Dios mío! Creía que nos pillaba.

Ric – Creo que ha sido una gran actuación por nuestra parte, pero estaba hecho un flan.

Kat – Y yo también… ¿Qué te parece si…?

Ric – ¿Vamos a celebrarlo a Remy? Por supuesto.

Kat - Me has quitado la palabra de la boca.

CONTINUARA…

Que bueno como de a poco van tratandose nuevamente!
muy buen capítulo!!!

Bueno bueno, van mejorando!

Muy buenos, me lei varios y ya estoy al dia y con ellos juntos nuevamente
Siguemlo pronto que se pone bueno

oleeeeeeeeee y ole otro capitulo genial

como me rio con este fic sigue

sigueee

Me encanto la abuelita un amor jajaja

cada vez se acercan más uno al otro...

continua pronto

que lindo, se van juntando otra vez, muy lindo, continualo pronto