Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
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Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
mary530 escribió:cris_beckett esta muy chevere tu FIC lo has iniciado de la mejor forma posible
No te preocupes, por ahora tu mente colocala en el examen ,
Nosotros te esperamos mañana con el nuevo capi
Graciaaaass!! Espero que sigas leyendoo
cris_beckett- Autor de best-seller
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Una broma del destino- capítulo 4
Buenas tardes a todos! Espero que la semana haya empezado estupendamente
Aquí les traigo otro capítulo de este fic. Como siempre, espero que les guste y que no dejen de leerlo.
Como aclaraciones de este capítulo, tengo que decir que es un poco largo, que espero que no resulte pesado. También que en este introduzco algo de la trama, no quiero entrar mucho en lo que es el desarrollo de los casos porque no voy a creerme Marlowe ni mucho menos . Lo que si quería es meter algo diferente antes de volver a tocar el caso de la madre de Kate. Yo supongo que en la serie harán algo parecido e intercalarán capítulos de otros casos, con capítulos que traten del caso en cuestión.
Así que nada, me dejo de chácharas y espero que lo disfruten.
Capítulo 4: magia
Cuando Beckett llegó a las 12, lo primero que vio fue a un sonriente Javier Espósito colocando sus cosas en su escritorio, que había permanecido intacto desde la última vez que el hispano estuvo allí. La inspectora se alegró de volver a verlo y de ver que presentaba una actitud positiva, relajada e incluso feliz; muy diferente a lo que ella se esperaba.
E- Ey Beckett – le dio un abrazo breve- ¿cómo estás? ¿cómo lo llevas?
B- Javi! Pues aún no sabría decirte con sinceridad. Por un lado, muy dentro de mí me alegro de volver pero, por otro, ya me había hecho a la idea de hacer mi vida fuera de esta comisaría y siento como si volviera a empezar. En fin… - Se acercó y le preguntó con un tono de voz lo suficientemente bajo como para que sólo él pudiera escucharla- ¿Has hablado con Gates?
E- Sí. Nada más llegar entré a su despacho pero no me dijo nada nuevo a lo que me dijiste ayer. Al parecer quiere que tengamos una reunión cuando estemos todos y, por lo que vi, hoy no está de muy buen humor, así que mejor que nos vayamos preparando- le contestó en el mismo tono y con una pequeña sonrisa.
Cuando acabaron la conversación el ascensor se abrió y Kevin Ryan entró en la planta de homicidios. Había estado toda la noche dándole vueltas a este encuentro. Con Beckett no había tenido ningún problema, ella entendió perfectamente su postura y hasta le agradeció por haberle salvado la vida. Sin embargo, sabía que con Espósito no iba a ser tan sencillo y que las cosas no serían como antes. Pero por más que pensaba en lo que había hecho, siempre llegaba a la misma conclusión. En otras circunstancias, probablemente se hubiese callado. La lealtad era lo principal entre ellos, pero él se vio obligado a elegir entre esa lealtad o la vida de sus compañeros, eligió lo segundo. Es consciente de que a lo mejor el resultado no fue todo lo bueno que hubiese deseado, pero lo cierto es que no se arrepentía de nada y que, si el tiempo volviera atrás y le diera la oportunidad de tomar de nuevo una decisión, haría exactamente lo mismo.
En su cara se veía reflejada esa preocupación, a través de una mirada con una mezcla de duda y miedo, además de unas ojeras que comprobaban que no había dormido mucho la noche anterior. Al verlo Beckett se volvió hacia Espósito, le dio una palmada en el hombro, en señal de apoyo, y salió al encuentro de Ryan. A éste le dio otro abrazo breve y seguidamente entró en la sala de descanso a prepararse un café.
Llevaba muchos años trabajando con ellos codo con codo y sabía perfectamente que lo mejor en esta situación era dejarlos solos para que solucionaran sus problemas. Había aprendido a conocerlos, a interpretar sus gestos, sus miradas e, incluso, a anticiparse a sus reacciones; por todo ello, estaba convencida de que sus compañeros limarían asperezas y, aunque probablemente llevaría su tiempo y no ocurriría desde hoy, volverían a tener la misma relación que tenían antes. Una relación que a veces parecía ser de un matrimonio más que de unos compañeros. Al pensar esto se sonrió. Pero es que así eran las relaciones entre los verdaderos compañeros, un compromiso tan fuerte como el de un matrimonio, en el que estás dispuesto a dar tu vida por el otro y hacer todo lo que esté en tu mano para protegerlo, aunque eso signifique tener una pelea. Y es que como en un matrimonio, entre los verdaderos compañeros las peleas son sólo un pequeño bache, seguido de una reconciliación y que hace que esa unión sea aún más fuerte por haber podido superarlo.
Mientras tanto, los aludidos mantenían un duelo de miradas sin decir palabra. En este duelo no había reproches. No se podría expresar exactamente qué es lo que cada uno de ellos intenta decirle al otro, pero definitivamente no había reproche, ni tampoco odio. Entonces Ryan rompió el silencio y habló casi en un susurro.
R- Javi… Yo… como te dije hace una semana… tuve que hacerlo. No podía permitir que algo les pasara a ti o a Beckett, eso sí que nunca me lo hubiese perdonado.
E- Mira Bro… No voy a negarte que en ese momento me sentí traicionado. No podía entender cómo habías sido capaz de entregarle nuestras cabezas a Gates y tenía mucha rabia por la suspensión. Ahora sé que probablemente yo hubiese hecho lo mismo en tu lugar y que, seguramente, te costó mucho tomar esa decisión, te conozco… Lo cierto es que si hoy volvemos a estar todos aquí es gracias a ti, porque si no Beckett no la hubiese contado.
Ryan no se esperaba esa actitud por parte de Espósito. Sabía que por la situación tendría que aceptar volver a trabajar con él pero ni siquiera sospechaba que su amigo, su hermano; sería capaz de entenderlo. Lo miró emocionado y abrió los brazos para fundirse en un abrazo. Un abrazo rápido, por si alguien los estaba viendo, pero con toda la sinceridad del mundo. Beckett contempló la escena sin perder detalle y los miraba también emocionada. En eso, vio que Castle llegaba a la altura de los policías.
C- Oh! Qué imagen tan tierna acaban de presenciar mis ojos. Doy fe de que lo mejor de las peleas son las reconciliaciones, ¿Ya habéis disfrutado de la vuestra o estabais empezando?
E- Qué!!!!!… no… no
B- ¡Castle no seas payaso y no estropees el momento!
C- Buenos días, inspectora.- Esta última palabra la dijo con cierto énfasis que no pasó desapercibido para ella y le lanzó una mirada de desaprobación.
B- Buenos días, Castle. ¿Y mi café?
C- Lo siento, no me ha dado tiempo de comprarlos. Resulta que esta mañana me entretuve con… Alexis… y como salí tarde de mi casa me vine directo a aquí. Pero si quieres te preparo uno.- Le sonrió de forma seductora y Beckett no pudo evitar responderle la sonrisa.
B- No te preocupes, acabo de tomarme uno ahora mismo.- Volvió a mirarlo con una sonrisa, esta vez algo cínica y con burla, como retándolo, y como si hubiese ganado la primera batalla de una guerra.
Ryan y Espósito habían observado la escena en silencio, prestando atención a cada gesto, a cada palabra, intentando descifrar cada mirada y cada sonrisa. Ambos se miraron y supieron que algo era distinto, que había una cierta complicidad que antes no estabá, así que llegaron a la misma conclusión.
R- Oye, ustedes…
Gates- Ustedes cuatro, pasen a mi despacho.
B,C,R,E -Sí, señor!- dijeron a la vez. Se dispusieron a entrar al despacho de su capitán. Beckett y Castle se quedaron como un metro más atrás, mirándose de nuevo a los ojos, esta vez de manera cómplice y dulce. Una vez dentro tomaron asiento y respiraron profundo, como si supieran que lo que iban a escuchar no iban a ser alabanzas ni nada parecido.
G- A ver, quiero ser rápida para que se pongan con su trabajo lo antes posible. Lo primero, Inspectora Beckett, detective Espósito, como les dije a los dos por separado no voy a consentir una falta de disciplina más, la próxima vez que me desautoricen o me oculten información, los pondré a dirigir el tráfico. Y quiero que sepan que voy a seguirlos muy de cerca, me van a tener pegados a la nuca supervisando cada uno de sus movimientos, y eso va para los cuatro. Lo segundo, en lo referente al caso de su madre inspectora, como le dije vamos a seguir investigando y usted contará con todo mi apoyo para llegar al fondo de ese asunto. Detesto a los policías y autoridades corruptos, y soy la primera interesada en desenmascarar a los que están detrás de esas operaciones. Además, usted y es señor Castle están metidos en esta investigación hasta el cuello así que, por su propia seguridad, contarán con protección las 24 horas. A pesar de ello, quiero que le quede claro que usted no va a estar aquí para dedicarse exclusivamente a investigar ese caso. Usted es inspectora de homicidios y cuando haya un cadáver deberá darle prioridad y emplearse a fondo en resolver el asesinato. ¿Estamos de acuerdo?
B- Sí, señor
G- Pueden retirarse y empezar con su trabajo.
Los cuatro salieron del despacho. Habían estado expectantes ante la charla de Gates y no les había sorprendido nada de lo que dijo. Le parecía justo y estaba claro que todos pensaban igual que ella. Cuando llegaron a sus respectivos escritorios, Beckett se dio cuenta de que Ryan y Espósito volvían a mirarlos de la forma que lo estaban haciendo antes de que Gates los interrumpiera, así que habló.
B- Antes de que ustedes dos empiecen con su interrogatorio, les saco de dudas yo misma. Sí, Castle y yo estamos juntos. Ya lo saben y no quiero ningún comentario al respecto, así como miradas de burla, gestos… ya me entienden. No voy dejar que afecte al trabajo así que no pienso hablar de mi vida privada con ustedes. Y tú Castle, como me entere que haces el mínimo comentario… vas a salir perdiendo.- Los tres la miraban con la boca abierta. Ninguno, ni siquiera Castle, se esperaba aquel discurso de Beckett. No habían hablado de ello en esta semana, pero el escritor daba por hecho que ella querría mantenerlo en secreto, por lo menos de momento. Sin embargo, así era ella, impredecible, impulsiva, arrebatadora, sorprendente... Todas esas características que la hacían extraordinaria y que lo volvían loco. Cuando la inspectora terminó, los tres se miraron y tragaron sonoramente resignados. En eso, sonó el teléfono.
B- Beckett.- Mientras respondía se puso de espalda a los hombres para dejar salir la sonrisa que intentaba reprimir, sin éxito, después de verles las caras cuando terminó de hablar.- Bien, vamos para allá.- Colgó el teléfono y se dispuso a caminar hacia el ascensor.- Tenemos un caso. Un asesinato en un local, en la Lexingtong esquina con la 66. Nos vemos allí. ¡Castle!-
En el coche Castle no podía dejar de mirarla con asombro. Ella era consciente de que llevaba mirándola desde que habían salido de la comisaría y llevaba todo el trayecto evitando soltar una carcajada.
B- A ver Castle, ¿qué quieres preguntarme?
C- Yo… nada. No te he dicho nada.
B- Llevas preguntándomelo con la mirada desde antes de montarnos en el coche.
C- Sólo es que… no me esperaba que fueras a hacer eso... contarle lo nuestro, a los chicos… ya sabes. Pero me ha encantado como lo has dicho. ¿Sabes que te ves muy sexy cuando te pones así?
B- Sí, lo hago para torturarte.- Le dice con una mirada traviesa.
Castle se acercó a ella y pegó los labios a su cuello.- Sabes que me cuesta mucho controlarme cuando te tengo cerca, así que no me des ideas, ni me tientes o vas a tener que hacer una parada antes de ir al escenario del crimen.
B- Castle… para.- Lo dijo casi en un gemido al tiempo que lo apartaba con la mano. Era consciente de que tenía que poner fin a esa situación porque en cuestión de auto control teniéndolo cerca, tampoco es que ella fuera un portento.
El crimen se había producido en un local, una especie de bar de copas para amantes de la música, en el que solía haber actuaciones en vivo y karaoke. Al llegar al escenario del crimen, vieron a Lannie de rodillas junto al cadáver y se acercaron.
B- ¿Qué tenemos?
L- ¡Vaya! ¡Dichosos los ojos! Yo también me alegro de verte, Kate. Castle- La miró con una falsa indignación- Hombre blanco de unos 30-35 años. Por la temperatura y el color del cuerpo, diría que lleva muerto entre 5 y 8 horas. Lo más probable es que la causa de la muerte sea la bala que tiene el pecho, que tuvo que haber sido disparada desde una distancia considerable, ya que no hay orificio de salida. El calibre del arma homicida es de 9mm. Pero podré decirles todo con exactitud cuándo lleve el cuerpo al laboratorio.
C- Es posible que nuestro amigo viniera a cantar al karaoke, para tratar de conquistar a una mujer misteriosa que suele sentarse al fondo de la sala. Sin embargo, cantaba tan mal que la mujer optó por pegarle un tiro para acabar con esa tortura.
Beckett y Lanie se miraron.
C- ¡¿Qué?! Les diré que la música es perfecta para ablandar el corazón de las mujeres, es capaz de hacer magia. Eso si cantas bien y no acaban pegándote un tiro por no escucharte… ¡Cómo a este pobre…!
L- ¡Ya, muy probable! Kate, ya que eres una mala amiga que ha estado pasando de mí esta semana, ¿qué te parece si salimos esta noche? Al ver este sitio me han entrado ganas de ir a un lugar parecido a recordar viejos tiempos. Sabes que me encanta la música en vivo y el karaoke, además puedes deslumbrar al público con tu actuación estelar jajajaja
B- Ssshhhhhh…. Creía que ya habíamos olvidado eso.
C- ¡¡¡¿¿Actuación estelar??!!!- A Castle se le iluminó la mirada- ¿No habías dicho que tuvieras una actuación estelar? Yo quiero ver tu actuación estelar...- Las mujeres lo ignoraron.
B- Vale Lanie, pero si me invitas a cenar primero.
L- Ok, pero tú pagas! Te recojo en tu casa a las 9.
De regreso a la comisaría.
C-No sabía que te gustaban los micrófonos ¿no vas a decirme qué es eso de tu actuación estelar?
B- De eso hace ya varios años y llevaba encima una botella de tequila. Pero si quieres- dijo de forma seductora- si esperas despierto a que llegue esta noche, puedo hacerte una actuación mucho mejor. Y sí, me encantan los mi-cró-fo-nos.- Castle la miró embelesado, con la boca abierta, su imaginación se había disparado.
El día en la comisaría no había sido nada especial. Habían identificado a la víctima e interrogado a los familiares y personas cercanas, así como a los trabajadores y asistentes al local la noche anterior. Por ahora no habían sacado mucho en claro y a eso de las 7 decidieron que lo mejor sería irse a casa. Kate había quedado con Lanie a las 9 así que se fue directamente a su piso para prepararse y Castle se fue a su loft, entusiasmado con la promesa que le hizo su novia de deshacerse de su amiga lo antes posible e ir a su casa a pasar la noche. La inspectora se percató de que, como Gates había dicho, tenía protección. Una pareja de policías la seguía todo el tiempo en un coche de incógnito.
Ya en la cena, estuvieron hablando de cosas sin importancia hasta que Lanie no aguantó más.
L- Cariño, ¿algo que contar?
B- ¿Has hablado con Javi, verdad?
L- Bueno, algo me ha dicho pero el brillo de tus ojos te delata guapa jajaja. Quiero detalles…
B- No pienso darte detalles- le dijo riéndose- pero sí que estoy muy feliz, que me da todo lo que necesito y que espero que dure para siempre.
L- Vaya niña! Hasta que por fin te lanzaste. Sólo respóndeme una cosa, ¿el sexo qué tal?
B- Increíble. Ahora sí que no sé cómo he podido resistirme todo este tiempo
L- No será para tanto… ¿del uno al diez?
B- Once- las dos comenzaron a reírse sonoramente.
Después de cenar fueron a tomarse unas copas en un karaoke y, a eso de la una, Beckett se despidió y fue al encuentro de Castle. Cuando llegó al loft, el escritor le tenía preparada una sorpresa que la dejó alucinada. La puerta estaba abierta, supuso que la había escuchado subir o la había visto a través de la ventana. Había montado en su salón su karaoke particular y la esperaba micrófono en mano.
C- Kate, cariño… hoy me he enterado de que en una faceta gamberra tuya te adentraste en el mundo de la canción- dijo divertido e imitando el tono de un presentador- Y como preferiste irte a un karaoke con la Dra. Parish, en vez de ir conmigo, he tenido que montar uno para nosotros solos. Esta canción es para ti.- Beckett no pudo aguantarse la risa y se sentó en el sillón para ver más de cerca aquella actuación que parecía que no iba a tener desperdicio. A pesar de que todo se trataba de una broma, Castle parecía algo nervioso, como si de verdad quisiera sorprenderla y transmitirle algo más allá que unas carcajadas.
C- ejeemmm….- La música empezó a sonar- Fue la verde luz que sale de tus ojos,
esa luz que alumbra la distancia entre tú y yo,
que llena de esperanzas mi renglón,
esa luz que recompone lo que compone, esa luz.
Fue tu abrazo añil
el que pinta con caricias el candil
que alumbra cada nota de mi voz,
mimando con susurros el temblor
de este amor, que se desboca
si lo provocas, este amor.
Fue un abrazo de tu amor con guantes,
con sonrisas que me regalabas,
el saber que sin ti no soy nada,
yo estoy hecho de pedacitos de ti.
de tu voz, de tu andar,
de cada despertar,
del reír, del caminar,
de los susurros de abril,
del sentir, del despertar,
aunque la noche fue gris,
del saber que estoy hecho
de pedacitos de ti.
Becket no podía creerlo. No dejaba de reír pero al mismo tiempo suspiraba emocionada. Lo hacía realmente bien, además, la letra de esa canción le encantaba y con ella Castle le estaba diciendo muchas cosas. En otra época, si Caste se hubiese atrevido a cantarle una canción, en el mejor de los casos hubiese desenfundado su arma y le hubiese pegado un tiro. Pero ahora… se veía tan mono, tan adorable, tan tierno, tan increíblemente guapo.- “Katherine Beckett ¿cómo puede ser que tú estés pensando estas cosas? Este hombre te hace hacer y pensar cosas que nunca hubieses hecho o pensado, causa en ti un efecto que no es normal. Pero… quién quiere que sea normal si puede ser mágico…”- Así que vuelve a mirarlo con cara de embobada, con una sonrisa tonta. fija en sus labios y suspirando.
Fue la verde luz,
la dueña de mis noches,
esa luz que entrega cada pétalo de amor,
que aspira a las sonrisas con sabor,
esa luz que recompone mis emociones, esa luz.
Fue un abrazo de tu amor con guantes,
con sonrisas que me regalabas,
el saber que sin ti no soy nada,
yo estoy hecho de pedacitos de ti.
de tu voz, de tu andar,
de cada despertar,
del reír, del caminar,
de los susurros de abril,
del sentir, del despertar,
aunque la noche fue gris,
del saber que estoy hecho
de ti.
Cuando terminó, Castle la miró con una sonrisa triunfal y arrogante, convencido de que había hecho un buen trabajo y que había logrado hacer magia con esa canción. Beckett no pudo más y se lanzó a sus brazos. Empezó a besarlo y tocarlo con deseo y al tiempo que le desabrochaba la camisa, le dijo al oído susurrando.- Me ha encantado, pero ahora te toca a ti disfrutar mientras yo… canto con tu micrófono.
Tras oír esto, Castle la cogió en brazos y ella enredó sus piernas en su cintura. Subieron las escaleras como pudieron y al llegar al final, Castle la empotró contra la pared pegando su cuerpo al de ella todo lo posible. Los dos sonreían mientras se besaban en cada rincón, con la respiración acelerada y entrecortada. Pensaron en un momento que no iban a poder llegar al dormitorio y que acabarían amándose allí mismo, pero entonces recordaron que si Martha o Alexis los viera, la situación sería un poco embarazosa. Así que empujándose el uno al otro entre risas, más besos, más abrazos, más caricias… llegaron al dormitorio y se lanzaron en la cama. Allí se entregaron con pasión, con desenfreno, con furia pero al mismo tiempo, con amor, con dedicación, con suavidad, con entrega. Los dos sabían que lo que tenían era algo único, algo fuera de lo común, algo de lo que no todo el mundo podía disfrutar. Sabían que junto al otro podían hacer cosas que nunca habían ni siquiera soñado. Sabían que estando piel con piel, abrazados, amándose hasta quedar sin aliento podían hacer magia.
Aquí les traigo otro capítulo de este fic. Como siempre, espero que les guste y que no dejen de leerlo.
Como aclaraciones de este capítulo, tengo que decir que es un poco largo, que espero que no resulte pesado. También que en este introduzco algo de la trama, no quiero entrar mucho en lo que es el desarrollo de los casos porque no voy a creerme Marlowe ni mucho menos . Lo que si quería es meter algo diferente antes de volver a tocar el caso de la madre de Kate. Yo supongo que en la serie harán algo parecido e intercalarán capítulos de otros casos, con capítulos que traten del caso en cuestión.
Así que nada, me dejo de chácharas y espero que lo disfruten.
Capítulo 4: magia
Cuando Beckett llegó a las 12, lo primero que vio fue a un sonriente Javier Espósito colocando sus cosas en su escritorio, que había permanecido intacto desde la última vez que el hispano estuvo allí. La inspectora se alegró de volver a verlo y de ver que presentaba una actitud positiva, relajada e incluso feliz; muy diferente a lo que ella se esperaba.
E- Ey Beckett – le dio un abrazo breve- ¿cómo estás? ¿cómo lo llevas?
B- Javi! Pues aún no sabría decirte con sinceridad. Por un lado, muy dentro de mí me alegro de volver pero, por otro, ya me había hecho a la idea de hacer mi vida fuera de esta comisaría y siento como si volviera a empezar. En fin… - Se acercó y le preguntó con un tono de voz lo suficientemente bajo como para que sólo él pudiera escucharla- ¿Has hablado con Gates?
E- Sí. Nada más llegar entré a su despacho pero no me dijo nada nuevo a lo que me dijiste ayer. Al parecer quiere que tengamos una reunión cuando estemos todos y, por lo que vi, hoy no está de muy buen humor, así que mejor que nos vayamos preparando- le contestó en el mismo tono y con una pequeña sonrisa.
Cuando acabaron la conversación el ascensor se abrió y Kevin Ryan entró en la planta de homicidios. Había estado toda la noche dándole vueltas a este encuentro. Con Beckett no había tenido ningún problema, ella entendió perfectamente su postura y hasta le agradeció por haberle salvado la vida. Sin embargo, sabía que con Espósito no iba a ser tan sencillo y que las cosas no serían como antes. Pero por más que pensaba en lo que había hecho, siempre llegaba a la misma conclusión. En otras circunstancias, probablemente se hubiese callado. La lealtad era lo principal entre ellos, pero él se vio obligado a elegir entre esa lealtad o la vida de sus compañeros, eligió lo segundo. Es consciente de que a lo mejor el resultado no fue todo lo bueno que hubiese deseado, pero lo cierto es que no se arrepentía de nada y que, si el tiempo volviera atrás y le diera la oportunidad de tomar de nuevo una decisión, haría exactamente lo mismo.
En su cara se veía reflejada esa preocupación, a través de una mirada con una mezcla de duda y miedo, además de unas ojeras que comprobaban que no había dormido mucho la noche anterior. Al verlo Beckett se volvió hacia Espósito, le dio una palmada en el hombro, en señal de apoyo, y salió al encuentro de Ryan. A éste le dio otro abrazo breve y seguidamente entró en la sala de descanso a prepararse un café.
Llevaba muchos años trabajando con ellos codo con codo y sabía perfectamente que lo mejor en esta situación era dejarlos solos para que solucionaran sus problemas. Había aprendido a conocerlos, a interpretar sus gestos, sus miradas e, incluso, a anticiparse a sus reacciones; por todo ello, estaba convencida de que sus compañeros limarían asperezas y, aunque probablemente llevaría su tiempo y no ocurriría desde hoy, volverían a tener la misma relación que tenían antes. Una relación que a veces parecía ser de un matrimonio más que de unos compañeros. Al pensar esto se sonrió. Pero es que así eran las relaciones entre los verdaderos compañeros, un compromiso tan fuerte como el de un matrimonio, en el que estás dispuesto a dar tu vida por el otro y hacer todo lo que esté en tu mano para protegerlo, aunque eso signifique tener una pelea. Y es que como en un matrimonio, entre los verdaderos compañeros las peleas son sólo un pequeño bache, seguido de una reconciliación y que hace que esa unión sea aún más fuerte por haber podido superarlo.
Mientras tanto, los aludidos mantenían un duelo de miradas sin decir palabra. En este duelo no había reproches. No se podría expresar exactamente qué es lo que cada uno de ellos intenta decirle al otro, pero definitivamente no había reproche, ni tampoco odio. Entonces Ryan rompió el silencio y habló casi en un susurro.
R- Javi… Yo… como te dije hace una semana… tuve que hacerlo. No podía permitir que algo les pasara a ti o a Beckett, eso sí que nunca me lo hubiese perdonado.
E- Mira Bro… No voy a negarte que en ese momento me sentí traicionado. No podía entender cómo habías sido capaz de entregarle nuestras cabezas a Gates y tenía mucha rabia por la suspensión. Ahora sé que probablemente yo hubiese hecho lo mismo en tu lugar y que, seguramente, te costó mucho tomar esa decisión, te conozco… Lo cierto es que si hoy volvemos a estar todos aquí es gracias a ti, porque si no Beckett no la hubiese contado.
Ryan no se esperaba esa actitud por parte de Espósito. Sabía que por la situación tendría que aceptar volver a trabajar con él pero ni siquiera sospechaba que su amigo, su hermano; sería capaz de entenderlo. Lo miró emocionado y abrió los brazos para fundirse en un abrazo. Un abrazo rápido, por si alguien los estaba viendo, pero con toda la sinceridad del mundo. Beckett contempló la escena sin perder detalle y los miraba también emocionada. En eso, vio que Castle llegaba a la altura de los policías.
C- Oh! Qué imagen tan tierna acaban de presenciar mis ojos. Doy fe de que lo mejor de las peleas son las reconciliaciones, ¿Ya habéis disfrutado de la vuestra o estabais empezando?
E- Qué!!!!!… no… no
B- ¡Castle no seas payaso y no estropees el momento!
C- Buenos días, inspectora.- Esta última palabra la dijo con cierto énfasis que no pasó desapercibido para ella y le lanzó una mirada de desaprobación.
B- Buenos días, Castle. ¿Y mi café?
C- Lo siento, no me ha dado tiempo de comprarlos. Resulta que esta mañana me entretuve con… Alexis… y como salí tarde de mi casa me vine directo a aquí. Pero si quieres te preparo uno.- Le sonrió de forma seductora y Beckett no pudo evitar responderle la sonrisa.
B- No te preocupes, acabo de tomarme uno ahora mismo.- Volvió a mirarlo con una sonrisa, esta vez algo cínica y con burla, como retándolo, y como si hubiese ganado la primera batalla de una guerra.
Ryan y Espósito habían observado la escena en silencio, prestando atención a cada gesto, a cada palabra, intentando descifrar cada mirada y cada sonrisa. Ambos se miraron y supieron que algo era distinto, que había una cierta complicidad que antes no estabá, así que llegaron a la misma conclusión.
R- Oye, ustedes…
Gates- Ustedes cuatro, pasen a mi despacho.
B,C,R,E -Sí, señor!- dijeron a la vez. Se dispusieron a entrar al despacho de su capitán. Beckett y Castle se quedaron como un metro más atrás, mirándose de nuevo a los ojos, esta vez de manera cómplice y dulce. Una vez dentro tomaron asiento y respiraron profundo, como si supieran que lo que iban a escuchar no iban a ser alabanzas ni nada parecido.
G- A ver, quiero ser rápida para que se pongan con su trabajo lo antes posible. Lo primero, Inspectora Beckett, detective Espósito, como les dije a los dos por separado no voy a consentir una falta de disciplina más, la próxima vez que me desautoricen o me oculten información, los pondré a dirigir el tráfico. Y quiero que sepan que voy a seguirlos muy de cerca, me van a tener pegados a la nuca supervisando cada uno de sus movimientos, y eso va para los cuatro. Lo segundo, en lo referente al caso de su madre inspectora, como le dije vamos a seguir investigando y usted contará con todo mi apoyo para llegar al fondo de ese asunto. Detesto a los policías y autoridades corruptos, y soy la primera interesada en desenmascarar a los que están detrás de esas operaciones. Además, usted y es señor Castle están metidos en esta investigación hasta el cuello así que, por su propia seguridad, contarán con protección las 24 horas. A pesar de ello, quiero que le quede claro que usted no va a estar aquí para dedicarse exclusivamente a investigar ese caso. Usted es inspectora de homicidios y cuando haya un cadáver deberá darle prioridad y emplearse a fondo en resolver el asesinato. ¿Estamos de acuerdo?
B- Sí, señor
G- Pueden retirarse y empezar con su trabajo.
Los cuatro salieron del despacho. Habían estado expectantes ante la charla de Gates y no les había sorprendido nada de lo que dijo. Le parecía justo y estaba claro que todos pensaban igual que ella. Cuando llegaron a sus respectivos escritorios, Beckett se dio cuenta de que Ryan y Espósito volvían a mirarlos de la forma que lo estaban haciendo antes de que Gates los interrumpiera, así que habló.
B- Antes de que ustedes dos empiecen con su interrogatorio, les saco de dudas yo misma. Sí, Castle y yo estamos juntos. Ya lo saben y no quiero ningún comentario al respecto, así como miradas de burla, gestos… ya me entienden. No voy dejar que afecte al trabajo así que no pienso hablar de mi vida privada con ustedes. Y tú Castle, como me entere que haces el mínimo comentario… vas a salir perdiendo.- Los tres la miraban con la boca abierta. Ninguno, ni siquiera Castle, se esperaba aquel discurso de Beckett. No habían hablado de ello en esta semana, pero el escritor daba por hecho que ella querría mantenerlo en secreto, por lo menos de momento. Sin embargo, así era ella, impredecible, impulsiva, arrebatadora, sorprendente... Todas esas características que la hacían extraordinaria y que lo volvían loco. Cuando la inspectora terminó, los tres se miraron y tragaron sonoramente resignados. En eso, sonó el teléfono.
B- Beckett.- Mientras respondía se puso de espalda a los hombres para dejar salir la sonrisa que intentaba reprimir, sin éxito, después de verles las caras cuando terminó de hablar.- Bien, vamos para allá.- Colgó el teléfono y se dispuso a caminar hacia el ascensor.- Tenemos un caso. Un asesinato en un local, en la Lexingtong esquina con la 66. Nos vemos allí. ¡Castle!-
En el coche Castle no podía dejar de mirarla con asombro. Ella era consciente de que llevaba mirándola desde que habían salido de la comisaría y llevaba todo el trayecto evitando soltar una carcajada.
B- A ver Castle, ¿qué quieres preguntarme?
C- Yo… nada. No te he dicho nada.
B- Llevas preguntándomelo con la mirada desde antes de montarnos en el coche.
C- Sólo es que… no me esperaba que fueras a hacer eso... contarle lo nuestro, a los chicos… ya sabes. Pero me ha encantado como lo has dicho. ¿Sabes que te ves muy sexy cuando te pones así?
B- Sí, lo hago para torturarte.- Le dice con una mirada traviesa.
Castle se acercó a ella y pegó los labios a su cuello.- Sabes que me cuesta mucho controlarme cuando te tengo cerca, así que no me des ideas, ni me tientes o vas a tener que hacer una parada antes de ir al escenario del crimen.
B- Castle… para.- Lo dijo casi en un gemido al tiempo que lo apartaba con la mano. Era consciente de que tenía que poner fin a esa situación porque en cuestión de auto control teniéndolo cerca, tampoco es que ella fuera un portento.
El crimen se había producido en un local, una especie de bar de copas para amantes de la música, en el que solía haber actuaciones en vivo y karaoke. Al llegar al escenario del crimen, vieron a Lannie de rodillas junto al cadáver y se acercaron.
B- ¿Qué tenemos?
L- ¡Vaya! ¡Dichosos los ojos! Yo también me alegro de verte, Kate. Castle- La miró con una falsa indignación- Hombre blanco de unos 30-35 años. Por la temperatura y el color del cuerpo, diría que lleva muerto entre 5 y 8 horas. Lo más probable es que la causa de la muerte sea la bala que tiene el pecho, que tuvo que haber sido disparada desde una distancia considerable, ya que no hay orificio de salida. El calibre del arma homicida es de 9mm. Pero podré decirles todo con exactitud cuándo lleve el cuerpo al laboratorio.
C- Es posible que nuestro amigo viniera a cantar al karaoke, para tratar de conquistar a una mujer misteriosa que suele sentarse al fondo de la sala. Sin embargo, cantaba tan mal que la mujer optó por pegarle un tiro para acabar con esa tortura.
Beckett y Lanie se miraron.
C- ¡¿Qué?! Les diré que la música es perfecta para ablandar el corazón de las mujeres, es capaz de hacer magia. Eso si cantas bien y no acaban pegándote un tiro por no escucharte… ¡Cómo a este pobre…!
L- ¡Ya, muy probable! Kate, ya que eres una mala amiga que ha estado pasando de mí esta semana, ¿qué te parece si salimos esta noche? Al ver este sitio me han entrado ganas de ir a un lugar parecido a recordar viejos tiempos. Sabes que me encanta la música en vivo y el karaoke, además puedes deslumbrar al público con tu actuación estelar jajajaja
B- Ssshhhhhh…. Creía que ya habíamos olvidado eso.
C- ¡¡¡¿¿Actuación estelar??!!!- A Castle se le iluminó la mirada- ¿No habías dicho que tuvieras una actuación estelar? Yo quiero ver tu actuación estelar...- Las mujeres lo ignoraron.
B- Vale Lanie, pero si me invitas a cenar primero.
L- Ok, pero tú pagas! Te recojo en tu casa a las 9.
De regreso a la comisaría.
C-No sabía que te gustaban los micrófonos ¿no vas a decirme qué es eso de tu actuación estelar?
B- De eso hace ya varios años y llevaba encima una botella de tequila. Pero si quieres- dijo de forma seductora- si esperas despierto a que llegue esta noche, puedo hacerte una actuación mucho mejor. Y sí, me encantan los mi-cró-fo-nos.- Castle la miró embelesado, con la boca abierta, su imaginación se había disparado.
El día en la comisaría no había sido nada especial. Habían identificado a la víctima e interrogado a los familiares y personas cercanas, así como a los trabajadores y asistentes al local la noche anterior. Por ahora no habían sacado mucho en claro y a eso de las 7 decidieron que lo mejor sería irse a casa. Kate había quedado con Lanie a las 9 así que se fue directamente a su piso para prepararse y Castle se fue a su loft, entusiasmado con la promesa que le hizo su novia de deshacerse de su amiga lo antes posible e ir a su casa a pasar la noche. La inspectora se percató de que, como Gates había dicho, tenía protección. Una pareja de policías la seguía todo el tiempo en un coche de incógnito.
Ya en la cena, estuvieron hablando de cosas sin importancia hasta que Lanie no aguantó más.
L- Cariño, ¿algo que contar?
B- ¿Has hablado con Javi, verdad?
L- Bueno, algo me ha dicho pero el brillo de tus ojos te delata guapa jajaja. Quiero detalles…
B- No pienso darte detalles- le dijo riéndose- pero sí que estoy muy feliz, que me da todo lo que necesito y que espero que dure para siempre.
L- Vaya niña! Hasta que por fin te lanzaste. Sólo respóndeme una cosa, ¿el sexo qué tal?
B- Increíble. Ahora sí que no sé cómo he podido resistirme todo este tiempo
L- No será para tanto… ¿del uno al diez?
B- Once- las dos comenzaron a reírse sonoramente.
Después de cenar fueron a tomarse unas copas en un karaoke y, a eso de la una, Beckett se despidió y fue al encuentro de Castle. Cuando llegó al loft, el escritor le tenía preparada una sorpresa que la dejó alucinada. La puerta estaba abierta, supuso que la había escuchado subir o la había visto a través de la ventana. Había montado en su salón su karaoke particular y la esperaba micrófono en mano.
C- Kate, cariño… hoy me he enterado de que en una faceta gamberra tuya te adentraste en el mundo de la canción- dijo divertido e imitando el tono de un presentador- Y como preferiste irte a un karaoke con la Dra. Parish, en vez de ir conmigo, he tenido que montar uno para nosotros solos. Esta canción es para ti.- Beckett no pudo aguantarse la risa y se sentó en el sillón para ver más de cerca aquella actuación que parecía que no iba a tener desperdicio. A pesar de que todo se trataba de una broma, Castle parecía algo nervioso, como si de verdad quisiera sorprenderla y transmitirle algo más allá que unas carcajadas.
C- ejeemmm….- La música empezó a sonar- Fue la verde luz que sale de tus ojos,
esa luz que alumbra la distancia entre tú y yo,
que llena de esperanzas mi renglón,
esa luz que recompone lo que compone, esa luz.
Fue tu abrazo añil
el que pinta con caricias el candil
que alumbra cada nota de mi voz,
mimando con susurros el temblor
de este amor, que se desboca
si lo provocas, este amor.
Fue un abrazo de tu amor con guantes,
con sonrisas que me regalabas,
el saber que sin ti no soy nada,
yo estoy hecho de pedacitos de ti.
de tu voz, de tu andar,
de cada despertar,
del reír, del caminar,
de los susurros de abril,
del sentir, del despertar,
aunque la noche fue gris,
del saber que estoy hecho
de pedacitos de ti.
Becket no podía creerlo. No dejaba de reír pero al mismo tiempo suspiraba emocionada. Lo hacía realmente bien, además, la letra de esa canción le encantaba y con ella Castle le estaba diciendo muchas cosas. En otra época, si Caste se hubiese atrevido a cantarle una canción, en el mejor de los casos hubiese desenfundado su arma y le hubiese pegado un tiro. Pero ahora… se veía tan mono, tan adorable, tan tierno, tan increíblemente guapo.- “Katherine Beckett ¿cómo puede ser que tú estés pensando estas cosas? Este hombre te hace hacer y pensar cosas que nunca hubieses hecho o pensado, causa en ti un efecto que no es normal. Pero… quién quiere que sea normal si puede ser mágico…”- Así que vuelve a mirarlo con cara de embobada, con una sonrisa tonta. fija en sus labios y suspirando.
Fue la verde luz,
la dueña de mis noches,
esa luz que entrega cada pétalo de amor,
que aspira a las sonrisas con sabor,
esa luz que recompone mis emociones, esa luz.
Fue un abrazo de tu amor con guantes,
con sonrisas que me regalabas,
el saber que sin ti no soy nada,
yo estoy hecho de pedacitos de ti.
de tu voz, de tu andar,
de cada despertar,
del reír, del caminar,
de los susurros de abril,
del sentir, del despertar,
aunque la noche fue gris,
del saber que estoy hecho
de ti.
Cuando terminó, Castle la miró con una sonrisa triunfal y arrogante, convencido de que había hecho un buen trabajo y que había logrado hacer magia con esa canción. Beckett no pudo más y se lanzó a sus brazos. Empezó a besarlo y tocarlo con deseo y al tiempo que le desabrochaba la camisa, le dijo al oído susurrando.- Me ha encantado, pero ahora te toca a ti disfrutar mientras yo… canto con tu micrófono.
Tras oír esto, Castle la cogió en brazos y ella enredó sus piernas en su cintura. Subieron las escaleras como pudieron y al llegar al final, Castle la empotró contra la pared pegando su cuerpo al de ella todo lo posible. Los dos sonreían mientras se besaban en cada rincón, con la respiración acelerada y entrecortada. Pensaron en un momento que no iban a poder llegar al dormitorio y que acabarían amándose allí mismo, pero entonces recordaron que si Martha o Alexis los viera, la situación sería un poco embarazosa. Así que empujándose el uno al otro entre risas, más besos, más abrazos, más caricias… llegaron al dormitorio y se lanzaron en la cama. Allí se entregaron con pasión, con desenfreno, con furia pero al mismo tiempo, con amor, con dedicación, con suavidad, con entrega. Los dos sabían que lo que tenían era algo único, algo fuera de lo común, algo de lo que no todo el mundo podía disfrutar. Sabían que junto al otro podían hacer cosas que nunca habían ni siquiera soñado. Sabían que estando piel con piel, abrazados, amándose hasta quedar sin aliento podían hacer magia.
Espero que les guste y, como siempre, si quieren seguiré!
Última edición por cris_beckett el Lun Jun 11, 2012 10:28 am, editado 1 vez
cris_beckett- Autor de best-seller
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Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
Me encanta tu historia! Siguela pronto
LEILAKB- Actor en Broadway
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Localización : madrid
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
MARAVILLOSOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
Me encanto, fue increible y la letra!!! quiero un hombre que me cante asi!!!!!!!!
Gracias por escribir
Sigueeeee
Me encanto, fue increible y la letra!!! quiero un hombre que me cante asi!!!!!!!!
Gracias por escribir
Sigueeeee
silvanalino- Escritor - Policia
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Edad : 51
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
Me encanta, me animas mucho las horas de estudio!! =) sigue asi!!!
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
Que gran capítulo, me gusta el nuevo caso y la conversación en el karaoke de Lanie y Beckett, me imagino la cara de Castle y no puedo dejar de reir
Gran capítulo y buena canción la que has escogido, es de mis favoritas de Antonio Orozco, tiene una letra preciosa.
Siguelo!!
Gran capítulo y buena canción la que has escogido, es de mis favoritas de Antonio Orozco, tiene una letra preciosa.
Siguelo!!
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
sigueeeee..oye, ke cancion es esa??
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
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Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
es de Antonio Orozco!!
LEILAKB- Actor en Broadway
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Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 34
Localización : madrid
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
Que capitulon el final INCREIBLE. Que mono Castle cantandole la cancion jcmfcjkdjk sigue pronto!!
KBCAlways- As del póker
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Fecha de inscripción : 11/03/2012
Edad : 29
Localización : Granada
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
Buenas noches!! Lo primero es agradecerles a todos por sus comentarios. Les confieso que cuando empecé con este capítulo no estaba del todo segura de cómo iba a ser, aunque tenía claro que quería meter la canción, yo creo q les va perfeta
Al final me puse a escribir y todo fue saliendo solo. No estaba convencida de si les iba a gustar o si les iba a parecer un poco fuera de lugar, pero me alegro de que sí!
Ahora que ya acabé los exámenes , sus comentarios me animan a escribir más jajaja Ya tengo el siguiente capi encaminado y lo subiré más tarde o mañana. Así puedo ayudarles a que se despejen de sus días de estudio los que todavía siguen con ese tormento
En cuanto a la canción, como bien han dicho es de Antonio Orozco y se llama "Estoy hecho de pedacitos de ti". Como consejo les digo que escuchen la versión que canta a dúo con Alejandro Fernández. No se si todos compartirán mi opinión pero para mí, si la original es buena, esa es aún mejor.
Un beso! Y cuando vuelvan a leer ya estará el siguiente capi seguro!
Al final me puse a escribir y todo fue saliendo solo. No estaba convencida de si les iba a gustar o si les iba a parecer un poco fuera de lugar, pero me alegro de que sí!
Ahora que ya acabé los exámenes , sus comentarios me animan a escribir más jajaja Ya tengo el siguiente capi encaminado y lo subiré más tarde o mañana. Así puedo ayudarles a que se despejen de sus días de estudio los que todavía siguen con ese tormento
En cuanto a la canción, como bien han dicho es de Antonio Orozco y se llama "Estoy hecho de pedacitos de ti". Como consejo les digo que escuchen la versión que canta a dúo con Alejandro Fernández. No se si todos compartirán mi opinión pero para mí, si la original es buena, esa es aún mejor.
Un beso! Y cuando vuelvan a leer ya estará el siguiente capi seguro!
cris_beckett- Autor de best-seller
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Fecha de inscripción : 29/05/2012
Edad : 34
Localización : Madrid
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
El capítulo te quedó precioso y justamente fue la canción lo que más me gustó, le queda genial al capítulo.
Por cierto, no sabía que Antonio cantaba estaba canción con Alejando Fernández, me encanta Alejando y ahora que escucho la canción cantada por los dos te doy la razón, si ya la canción de por sí es bonita, con Alejando es mágica, gracias por la recomendación Cris, espero pronto el siguiente capítulo
Por cierto, no sabía que Antonio cantaba estaba canción con Alejando Fernández, me encanta Alejando y ahora que escucho la canción cantada por los dos te doy la razón, si ya la canción de por sí es bonita, con Alejando es mágica, gracias por la recomendación Cris, espero pronto el siguiente capítulo
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
Beckett_Castle_Alba escribió:El capítulo te quedó precioso y justamente fue la canción lo que más me gustó, le queda genial al capítulo.
Por cierto, no sabía que Antonio cantaba estaba canción con Alejando Fernández, me encanta Alejando y ahora que escucho la canción cantada por los dos te doy la razón, si ya la canción de por sí es bonita, con Alejando es mágica, gracias por la recomendación Cris, espero pronto el siguiente capítulo
Me alegro mucho de que te haya gustado el capítulo y la canción, ese dúo es una de mis favorítas
Ya les dejo el siguiente capítulo y gracias a ti por dedicar tiempo cada día a leer mi fic y a comentar después de cada capítulo
Un besiiitooooooo
cris_beckett- Autor de best-seller
- Mensajes : 857
Fecha de inscripción : 29/05/2012
Edad : 34
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Una broma del destino- capítulo 5
Buenas noches a todos!! Vuelvo a agradecer como siempre a todos los que leen y, sobre todo, a los que comentan y me animan a seguir con todo esto. Aprovecho para desearles suerte a todos los que aún estén en exámenes. Espero que lo aprueben todo y que todo el esfuerzo y tiempo que supone, se vea recompensado.
Pensaba subir el capítulo antes pero he estado un poco liada dejando todo listo antes de volver a mi casa. Ustedes no lo saben, pero estudio en Madrid lo que soy de Canarias. Mañana me voy y, aunque parezca que no, estos días de preparar maletas, papeles, etc… son una locura. Por eso no le he dedicado tanto tiempo como me hubiese gustado.
Muchos besos a todos y espero que les guste.
Capítulo 5: Nuevas pistas
El sol daba de lleno en mi espalda, podía sentir una leve brisa marina sobre mí pero no lo suficiente para suavizar el calor que estaba sintiendo. Me sentía libre, tranquila y descansada. El susurro de las olas del mar danzaba en mis oídos junto al cantar de las gaviotas. De repente, algo me saca de mis pensamientos. Veo una sombra que se para sobre mí, me volteo y ahí está él, sonriente. Con el reflejo del sol los ojos se le ven más azules, si es posible. Me incorporo un poco, necesito besarlo… Estamos a punto de juntar nuestros labios….
-Riiiinnng- El teléfono sonó y Beckett se despierta de ese maravilloso sueño, dando un salto. Miró en la cama y Castle dormía tranquilamente boca arriba. Luego miró el despertador, las 6:30, -“¿quién llamará a estas horas?”- pensó mientras cogía su móvil de la mesilla.
B- Beckett
E- Siento llamarte a estas horas y haberte despertado pero ha pasado algo importante.
B- Da igual Espo, ¿qué es lo que pasa?
E- Verás… Smith, su cuerpo… ha aparecido.- Tras escuchar esto se levantó de un salto y quedó de pie en el suelo. Debido a su brusco movimiento, Castle se despertó.
C-¿Quién es?- Preguntó aún sin haberse despertado del todo y mirándola con solo un ojo abierto. Beckett le hizo señas con la mano para que se callara y esperara.
B- Dame la dirección y voy para allá
E- Verás Beckett…- se notaba nervioso
B- ¿Por qué tanto misterio? Suéltalo ya!
E- Está en el mismo callejón en el que mataron a tu madre.-
Beckett se quedó helada. Se sentó despacio en la cama y dejó caer el teléfono. Su cara se volvió de un color pálido y sus ojos se llenaron de lágrimas. Castle sabía que algo estaba pasando, y algo por lo que debían de preocuparse. Se sentó a su lado y la atrajo con uno de sus brazos para que apoyara la cabeza en su hombro mientras le daba dulces besos en ella.
C- ¿Qué ha pasado, cariño?
B- Castle,- su voz estaba rota y reflejaba miedo y tristeza a la vez- han encontrado el cuerpo de Smith. Está en el mismo callejón en el que mataron a mi madre. ¿Qué clase de broma es esta?
C- Shhhhhh, tranquila mi amor.- Castle le hablaba con ternura, intentando darle consuelo y tranquilidad, al tiempo que seguía dándole dulces besos y caricias.- Seguro que sólo lo hacen para mortificarte, para que esto te afecte aún más y no puedas mantener la cabeza fría para encontrarlos. Pero eso no va a pasar. Vamos a hacer como si fuésemos a ver el escenario de un crimen cualquiera, para tratar de investigarlo como si se tratase de algo ajeno a todo esto. Vamos a vestirnos y a acercarnos a ese lugar a ver si podemos sacar algo en claro. ¿Te parece?
B- Tienes razón- le dio un dulce beso en los labios- no voy a dejar que puedan conmigo. Gracias por darme la fuerza que necesito.
C- Siempre
Cuando llegaron al escenario del crimen, Expósito y Ryan estaban buscando en los alrededores: testigos, cámaras de seguridad, efectos personales de la víctima o el agresor… en definitiva, cualquier cosa que pudiese ser útil para la investigación. Por su parte, Lanie estaba junto al cadáver examinándolo. Castle y Beckett saludaron a los policías de lejos y se acercaron a la forense para que les diera los detalles.
L- Cariño, ¿estás bien?
B- Si… tranquila. ¿Qué puedes decirme de la víctima?
Lanie la miró con resignación, sabía que le mentía y que no estaba bien, que todo esto le afectaba y mucho. Pero así era ella y no iba a mostrarse vulnerable y mucho menos donde se encontraban, rodeados de agentes y curiosos. Así que simplemente asintió y empezó con el informe.
L- Hombre blanco de entre unos 50 y 60 años. Herida de bala en el hueso frontal como causa de la muerte. Por las condiciones del cadáver, sitúo la muerte hace unos 3 días. Estos datos se los daré con mayor exactitud cuándo analice el cuerpo en el laboratorio. Lo que sí puedo decir con total seguridad es que, teniendo en cuenta la poca cantidad de sangre en el suelo y las marcas que tiene en la parte de atrás de la cabeza, este hombre no fue asesinado en este lugar. El asesino debió trasladar el cuerpo en algún vehículo y lo arrastró cogiéndolo por los pies hasta dejarlo justo aquí.
B- Si lo mataron en otro lugar, ¿para qué tomarse la molestia de traerlo precisamente hasta este lugar?
L- ¿Es necesario que te conteste a eso?- Le dijo levantando las cejas. Beckett se quedó por un momento absorta en sus pensamientos. Castle y Lanie intercambiaron unas miradas de preocupación.
B- Está bien. Gracias. En cuanto analices el cuerpo y sepas algo más, avísame.
Castle y Beckett llegaron a la comisaría. El escritor no había dejado de prestar atención a cada gesto de la inspectora, le preocupaba mucho hasta qué punto podía afectarle todo esto, pero parecía que lo llevaba mejor de lo que esperaba. Se acercaron a la pizarra y Beckett empezó a llenarla con la información que tenían, así como con las fotografías de Smith y del callejón. Una vez acabó de completarlo se volvió hacia Castle.
B- Este procedimiento no va a servir de nada. Ya sabemos quién es el asesino y cuando nos den los resultados de balística y de la autopsia, solo lo comprobaremos. Todas las pruebas nos llevarán hasta Maddox, igual que la vez pasada. Además, ya tenemos el móvil, así que investigar en el entorno de Smith no nos va a llevar a ningún sitio, es una pérdida de tiempo. Yo creo que en lo que tenemos que centrarnos es en investigar a Maddox, indagar en su pasado. Quiero saber a qué colegio iba, qué cereales tomaba por las mañanas, su grupo de música favorito… Todo, tenemos que averiguarlo todo. Encontrar a todas las personas que han tenido o tienen cualquier tipo de relación con él, aunque sea la más mínima. Cuando tengamos esto, descartaremos a todas aquellas que claramente no correspondan con el perfil de sospechoso. Y finalmente nos centraremos en investigar a los demás hasta dar con el hijo de puta que está detrás de la muerte de mi madre.
Ryan y Espósito llegaban a la planta de homicidios. Beckett les comunicó cuáles iban a ser los siguientes pasos y los policías estuvieron de acuerdo. Sabían que una investigación así de profunda les iba a llevar muchísimo tiempo pero era la única pista que podían seguir. Además les advirtió que sólo hablaran con policías que fuesen totalmente indispensables para poder llevar a cabo la investigación. No sabían quiénes estaban involucrados, así que no podían confiar en nadie.
B- Ah... y chicos! No estamos seguros de que hayan dado con la información que Smith guardaba. Sé que los agentes revisaron de arriba abajo su casa pero me gustaría ir personalmente por si consigo ver algo que ellos no lograron ver. Como cuatro ven más que dos, prepárense después de comer que van a acompañarnos a Castle y a mí.
R y E- Sí jefa!
Beckett entró en el despacho de Gates para contarle todo lo que había decidido hacer. Quería mantenerla al tanto de cada movimiento ya que esta vez sí que no quería perder su protección. No quería poner su vida en peligro, simplemente, no podía. Tenía un motivo muy grande por el que vivir y por el que estar feliz.
Después de hablar con su capitán, se dirigió a la sala de descanso donde Castle la esperaba haciendo café. Estaba de frente a la máquina, concentrado en terminar su tarea. Beckett se acerco sigilosamente y se puso detrás de él, rozando levemente su espalda con su cuerpo. El escritor pegó un brinco, que casi le cuesta que las tazas de café cayeran al suelo. La inspectora, en lugar de separarse, se pegó un poco más, pasando la cabeza sobre su hombro izquierdo.
Castle estaba atento a cualquier mínimo movimiento de su musa, que metió su brazo entre el suyo y su costado, estremeciéndolo con el roce, para tomar la taza de café de la máquina. Antes de separarse definitivamente, se acercó a su oído todo lo que pudo, quedando prácticamente un milímetro de este a sus labios. Castle aguantó la respiración y cerró los ojos, no podía creer que esta mujer le estuviera haciendo esto y justo allí, donde no podía responderle como merecía por estarlo torturando de esta manera. Ahí mismo y sin moverse, le dijo en el tono más sensual posible –gracias-. Castle abrió los ojos despacio y cuando vio que ella se había alejado, lo suficiente como para que corriera el aire, le contestó en un tono agudo- ayys… de nada.
En ese momento entró Gates a la sala de descanso. La pareja trató de aparentar normalidad y se giraron para lados opuesto de la habitación, como si no hubiesen estado siquiera conversando aunque, realmente, eso no era lo que hacían. Gates los miró como si los escaneara con los ojos, como si pudiera leerles el pensamiento y supiera todo lo que se estaba fraguando en esa sala hacía unos segundos.
G- Aprovecho que están los dos juntos para hacerles una pregunta. ¿Ustedes tienen un lio, un romance o algo?- Beckett estaba tomando un sorbo de su café y lo escupió, sin poder evitarlo, mientras a Castle se le desencajaba la mandíbula. Podían esperar cualquier cosas de aquella mujer menos que fuese a lanzarles esa pregunta y así, sin anestesia.
Los dos se miraron sorprendidos y Beckett empezó a hablar sin saber bien qué decir.- A ver señor… Castle y yo llevamos varios años trabajando…
Gates la interrumpió
G- A ver Beckett, no quiero que me cuente su vida. La verdad es que no voy a cuestionar con quien se acuesta o con quien no, siempre y cuando no afecte a su trabajo en esta comisaría. Si se lo pregunto es porque si, como anoche, tiene pensado dormir en casa del señor Castle- dijo haciendo referencia a él con una mirada y un tono de sarcasmo- puedo mandar a dormir a una de las parejas de policías que los protegen. Es sólo por no tener ocupados a más agentes de los necesarios, no sé si me entiende...
El capitán esperaba una respuesta, mirando a la inspectora de la misma forma que los había mirado a ambos cuando entró en la habitación. Beckett había cambiado de color varias veces en lo que la mujer estuvo hablando y cuando ésta terminó, se quedó paralizada. Castle vio que la situación se estaba poniendo tensa y que su novia no tenía intención de responder, o no podía hacerlo, así que tuvo que intervenir.
C- Yo creo que va a ser bastante común que durmamos en la misma casa, con una pareja por las noches será suficiente.- Tras escuchar esto, Gates salió de la habitación y Beckett miró al escritor con agradecimiento.
B- Vamos a hacer como que este momento nunca ha sucedido.
Como habían dicho, después del almuerzo los cuatro fueron a casa de Simith. Allí encontraron todo revuelto, tal y como estaba cuando los agentes realizaron la primera revisión. Estuvieron varias horas, prestándole atención a cualquier detalle que pudiese servirles o conducirles a al lugar en el que Smith pudo haber guardado la información, si es que ese lugar existía y la información no había caído en las manos equivocadas. Lo único que tomaron de la casa fueron dos cosas que a Castle le llamaron la atención y, con lo intuitivo que podía llegar a ser, tuvieron que hacerle caso.
Se trataba de una llave que estaba colgada entre todos los objetos antiguos de una de las estanterías. Según Castle, la llave no era antigua así que si el hombre la había puesto allí, seguramente sería porque quería que pasara desapercibida para la vista entre tantos objetos, ya que había que ser demasiado observador para percatarse de la irregularidad. Y para ello, el grupo de policías de la 12 tenían a Castle. Lo segundo que se llevaron fue una fina carpeta con documentos que parecían no tener importancia, como si fueran cartas de navegación. Estas dos cosas era lo único que había en la casa que, de algún modo, podían conducirlos a otro sitio.
Al llegar a la comisaría intentaron averiguar a qué podían pertenecer ambas cosas, pero no hubo resultado alguno. Lo único que sacaron en claro fue que, por el tamaño, la llave debería abrir una especie de taquilla, cajón, caja de seguridad o similar; pero buscar algo así en Nueva York podía ser como buscar una aguja en un pajar.
Después de este día agotador, cuando llegaron a casa Castle quería consentirla. Le preparó un baño de espuma, justo como a ella le gustaba, del que disfrutó mientras él preparaba la cena. Después de la comida, el escritor la llevó de la mano a su dormitorio, le quitó la ropa y la hizo tumbarse boca abajo sobre la cama. Tomó un aceite relajante y le masajeó todo su cuerpo, esmerándose en cada rincón, en cada centímetro de su piel, notando como la tensión acumulada iba desapareciendo.
Tras la sesión de relax, la cosa se fue animando y la ropa de Castle también acabó desapareciendo. Los masajes se fueron transformando en caricias. Caricias que dejaron paso a besos, y besos que los llevaron a la locura y a desatar la pasión que inevitablemente explotaba cuando sus cuerpos se juntaban. Y así, como cada noche, volvieron a amar sus cuerpos insaciables. Insaciables de deseo, de pasión y de amor. En ese momento, todo lo que había pasado durante el día, simplemente desapareció. Ya nada tenía importancia y nada podía perturbar aquel momento. Un momento en el que sólo importaban él y ella, en el que no había lugar para nada más que demostrar su amor.
Pensaba subir el capítulo antes pero he estado un poco liada dejando todo listo antes de volver a mi casa. Ustedes no lo saben, pero estudio en Madrid lo que soy de Canarias. Mañana me voy y, aunque parezca que no, estos días de preparar maletas, papeles, etc… son una locura. Por eso no le he dedicado tanto tiempo como me hubiese gustado.
Muchos besos a todos y espero que les guste.
Capítulo 5: Nuevas pistas
El sol daba de lleno en mi espalda, podía sentir una leve brisa marina sobre mí pero no lo suficiente para suavizar el calor que estaba sintiendo. Me sentía libre, tranquila y descansada. El susurro de las olas del mar danzaba en mis oídos junto al cantar de las gaviotas. De repente, algo me saca de mis pensamientos. Veo una sombra que se para sobre mí, me volteo y ahí está él, sonriente. Con el reflejo del sol los ojos se le ven más azules, si es posible. Me incorporo un poco, necesito besarlo… Estamos a punto de juntar nuestros labios….
-Riiiinnng- El teléfono sonó y Beckett se despierta de ese maravilloso sueño, dando un salto. Miró en la cama y Castle dormía tranquilamente boca arriba. Luego miró el despertador, las 6:30, -“¿quién llamará a estas horas?”- pensó mientras cogía su móvil de la mesilla.
B- Beckett
E- Siento llamarte a estas horas y haberte despertado pero ha pasado algo importante.
B- Da igual Espo, ¿qué es lo que pasa?
E- Verás… Smith, su cuerpo… ha aparecido.- Tras escuchar esto se levantó de un salto y quedó de pie en el suelo. Debido a su brusco movimiento, Castle se despertó.
C-¿Quién es?- Preguntó aún sin haberse despertado del todo y mirándola con solo un ojo abierto. Beckett le hizo señas con la mano para que se callara y esperara.
B- Dame la dirección y voy para allá
E- Verás Beckett…- se notaba nervioso
B- ¿Por qué tanto misterio? Suéltalo ya!
E- Está en el mismo callejón en el que mataron a tu madre.-
Beckett se quedó helada. Se sentó despacio en la cama y dejó caer el teléfono. Su cara se volvió de un color pálido y sus ojos se llenaron de lágrimas. Castle sabía que algo estaba pasando, y algo por lo que debían de preocuparse. Se sentó a su lado y la atrajo con uno de sus brazos para que apoyara la cabeza en su hombro mientras le daba dulces besos en ella.
C- ¿Qué ha pasado, cariño?
B- Castle,- su voz estaba rota y reflejaba miedo y tristeza a la vez- han encontrado el cuerpo de Smith. Está en el mismo callejón en el que mataron a mi madre. ¿Qué clase de broma es esta?
C- Shhhhhh, tranquila mi amor.- Castle le hablaba con ternura, intentando darle consuelo y tranquilidad, al tiempo que seguía dándole dulces besos y caricias.- Seguro que sólo lo hacen para mortificarte, para que esto te afecte aún más y no puedas mantener la cabeza fría para encontrarlos. Pero eso no va a pasar. Vamos a hacer como si fuésemos a ver el escenario de un crimen cualquiera, para tratar de investigarlo como si se tratase de algo ajeno a todo esto. Vamos a vestirnos y a acercarnos a ese lugar a ver si podemos sacar algo en claro. ¿Te parece?
B- Tienes razón- le dio un dulce beso en los labios- no voy a dejar que puedan conmigo. Gracias por darme la fuerza que necesito.
C- Siempre
Cuando llegaron al escenario del crimen, Expósito y Ryan estaban buscando en los alrededores: testigos, cámaras de seguridad, efectos personales de la víctima o el agresor… en definitiva, cualquier cosa que pudiese ser útil para la investigación. Por su parte, Lanie estaba junto al cadáver examinándolo. Castle y Beckett saludaron a los policías de lejos y se acercaron a la forense para que les diera los detalles.
L- Cariño, ¿estás bien?
B- Si… tranquila. ¿Qué puedes decirme de la víctima?
Lanie la miró con resignación, sabía que le mentía y que no estaba bien, que todo esto le afectaba y mucho. Pero así era ella y no iba a mostrarse vulnerable y mucho menos donde se encontraban, rodeados de agentes y curiosos. Así que simplemente asintió y empezó con el informe.
L- Hombre blanco de entre unos 50 y 60 años. Herida de bala en el hueso frontal como causa de la muerte. Por las condiciones del cadáver, sitúo la muerte hace unos 3 días. Estos datos se los daré con mayor exactitud cuándo analice el cuerpo en el laboratorio. Lo que sí puedo decir con total seguridad es que, teniendo en cuenta la poca cantidad de sangre en el suelo y las marcas que tiene en la parte de atrás de la cabeza, este hombre no fue asesinado en este lugar. El asesino debió trasladar el cuerpo en algún vehículo y lo arrastró cogiéndolo por los pies hasta dejarlo justo aquí.
B- Si lo mataron en otro lugar, ¿para qué tomarse la molestia de traerlo precisamente hasta este lugar?
L- ¿Es necesario que te conteste a eso?- Le dijo levantando las cejas. Beckett se quedó por un momento absorta en sus pensamientos. Castle y Lanie intercambiaron unas miradas de preocupación.
B- Está bien. Gracias. En cuanto analices el cuerpo y sepas algo más, avísame.
Castle y Beckett llegaron a la comisaría. El escritor no había dejado de prestar atención a cada gesto de la inspectora, le preocupaba mucho hasta qué punto podía afectarle todo esto, pero parecía que lo llevaba mejor de lo que esperaba. Se acercaron a la pizarra y Beckett empezó a llenarla con la información que tenían, así como con las fotografías de Smith y del callejón. Una vez acabó de completarlo se volvió hacia Castle.
B- Este procedimiento no va a servir de nada. Ya sabemos quién es el asesino y cuando nos den los resultados de balística y de la autopsia, solo lo comprobaremos. Todas las pruebas nos llevarán hasta Maddox, igual que la vez pasada. Además, ya tenemos el móvil, así que investigar en el entorno de Smith no nos va a llevar a ningún sitio, es una pérdida de tiempo. Yo creo que en lo que tenemos que centrarnos es en investigar a Maddox, indagar en su pasado. Quiero saber a qué colegio iba, qué cereales tomaba por las mañanas, su grupo de música favorito… Todo, tenemos que averiguarlo todo. Encontrar a todas las personas que han tenido o tienen cualquier tipo de relación con él, aunque sea la más mínima. Cuando tengamos esto, descartaremos a todas aquellas que claramente no correspondan con el perfil de sospechoso. Y finalmente nos centraremos en investigar a los demás hasta dar con el hijo de puta que está detrás de la muerte de mi madre.
Ryan y Espósito llegaban a la planta de homicidios. Beckett les comunicó cuáles iban a ser los siguientes pasos y los policías estuvieron de acuerdo. Sabían que una investigación así de profunda les iba a llevar muchísimo tiempo pero era la única pista que podían seguir. Además les advirtió que sólo hablaran con policías que fuesen totalmente indispensables para poder llevar a cabo la investigación. No sabían quiénes estaban involucrados, así que no podían confiar en nadie.
B- Ah... y chicos! No estamos seguros de que hayan dado con la información que Smith guardaba. Sé que los agentes revisaron de arriba abajo su casa pero me gustaría ir personalmente por si consigo ver algo que ellos no lograron ver. Como cuatro ven más que dos, prepárense después de comer que van a acompañarnos a Castle y a mí.
R y E- Sí jefa!
Beckett entró en el despacho de Gates para contarle todo lo que había decidido hacer. Quería mantenerla al tanto de cada movimiento ya que esta vez sí que no quería perder su protección. No quería poner su vida en peligro, simplemente, no podía. Tenía un motivo muy grande por el que vivir y por el que estar feliz.
Después de hablar con su capitán, se dirigió a la sala de descanso donde Castle la esperaba haciendo café. Estaba de frente a la máquina, concentrado en terminar su tarea. Beckett se acerco sigilosamente y se puso detrás de él, rozando levemente su espalda con su cuerpo. El escritor pegó un brinco, que casi le cuesta que las tazas de café cayeran al suelo. La inspectora, en lugar de separarse, se pegó un poco más, pasando la cabeza sobre su hombro izquierdo.
Castle estaba atento a cualquier mínimo movimiento de su musa, que metió su brazo entre el suyo y su costado, estremeciéndolo con el roce, para tomar la taza de café de la máquina. Antes de separarse definitivamente, se acercó a su oído todo lo que pudo, quedando prácticamente un milímetro de este a sus labios. Castle aguantó la respiración y cerró los ojos, no podía creer que esta mujer le estuviera haciendo esto y justo allí, donde no podía responderle como merecía por estarlo torturando de esta manera. Ahí mismo y sin moverse, le dijo en el tono más sensual posible –gracias-. Castle abrió los ojos despacio y cuando vio que ella se había alejado, lo suficiente como para que corriera el aire, le contestó en un tono agudo- ayys… de nada.
En ese momento entró Gates a la sala de descanso. La pareja trató de aparentar normalidad y se giraron para lados opuesto de la habitación, como si no hubiesen estado siquiera conversando aunque, realmente, eso no era lo que hacían. Gates los miró como si los escaneara con los ojos, como si pudiera leerles el pensamiento y supiera todo lo que se estaba fraguando en esa sala hacía unos segundos.
G- Aprovecho que están los dos juntos para hacerles una pregunta. ¿Ustedes tienen un lio, un romance o algo?- Beckett estaba tomando un sorbo de su café y lo escupió, sin poder evitarlo, mientras a Castle se le desencajaba la mandíbula. Podían esperar cualquier cosas de aquella mujer menos que fuese a lanzarles esa pregunta y así, sin anestesia.
Los dos se miraron sorprendidos y Beckett empezó a hablar sin saber bien qué decir.- A ver señor… Castle y yo llevamos varios años trabajando…
Gates la interrumpió
G- A ver Beckett, no quiero que me cuente su vida. La verdad es que no voy a cuestionar con quien se acuesta o con quien no, siempre y cuando no afecte a su trabajo en esta comisaría. Si se lo pregunto es porque si, como anoche, tiene pensado dormir en casa del señor Castle- dijo haciendo referencia a él con una mirada y un tono de sarcasmo- puedo mandar a dormir a una de las parejas de policías que los protegen. Es sólo por no tener ocupados a más agentes de los necesarios, no sé si me entiende...
El capitán esperaba una respuesta, mirando a la inspectora de la misma forma que los había mirado a ambos cuando entró en la habitación. Beckett había cambiado de color varias veces en lo que la mujer estuvo hablando y cuando ésta terminó, se quedó paralizada. Castle vio que la situación se estaba poniendo tensa y que su novia no tenía intención de responder, o no podía hacerlo, así que tuvo que intervenir.
C- Yo creo que va a ser bastante común que durmamos en la misma casa, con una pareja por las noches será suficiente.- Tras escuchar esto, Gates salió de la habitación y Beckett miró al escritor con agradecimiento.
B- Vamos a hacer como que este momento nunca ha sucedido.
Como habían dicho, después del almuerzo los cuatro fueron a casa de Simith. Allí encontraron todo revuelto, tal y como estaba cuando los agentes realizaron la primera revisión. Estuvieron varias horas, prestándole atención a cualquier detalle que pudiese servirles o conducirles a al lugar en el que Smith pudo haber guardado la información, si es que ese lugar existía y la información no había caído en las manos equivocadas. Lo único que tomaron de la casa fueron dos cosas que a Castle le llamaron la atención y, con lo intuitivo que podía llegar a ser, tuvieron que hacerle caso.
Se trataba de una llave que estaba colgada entre todos los objetos antiguos de una de las estanterías. Según Castle, la llave no era antigua así que si el hombre la había puesto allí, seguramente sería porque quería que pasara desapercibida para la vista entre tantos objetos, ya que había que ser demasiado observador para percatarse de la irregularidad. Y para ello, el grupo de policías de la 12 tenían a Castle. Lo segundo que se llevaron fue una fina carpeta con documentos que parecían no tener importancia, como si fueran cartas de navegación. Estas dos cosas era lo único que había en la casa que, de algún modo, podían conducirlos a otro sitio.
Al llegar a la comisaría intentaron averiguar a qué podían pertenecer ambas cosas, pero no hubo resultado alguno. Lo único que sacaron en claro fue que, por el tamaño, la llave debería abrir una especie de taquilla, cajón, caja de seguridad o similar; pero buscar algo así en Nueva York podía ser como buscar una aguja en un pajar.
Después de este día agotador, cuando llegaron a casa Castle quería consentirla. Le preparó un baño de espuma, justo como a ella le gustaba, del que disfrutó mientras él preparaba la cena. Después de la comida, el escritor la llevó de la mano a su dormitorio, le quitó la ropa y la hizo tumbarse boca abajo sobre la cama. Tomó un aceite relajante y le masajeó todo su cuerpo, esmerándose en cada rincón, en cada centímetro de su piel, notando como la tensión acumulada iba desapareciendo.
Tras la sesión de relax, la cosa se fue animando y la ropa de Castle también acabó desapareciendo. Los masajes se fueron transformando en caricias. Caricias que dejaron paso a besos, y besos que los llevaron a la locura y a desatar la pasión que inevitablemente explotaba cuando sus cuerpos se juntaban. Y así, como cada noche, volvieron a amar sus cuerpos insaciables. Insaciables de deseo, de pasión y de amor. En ese momento, todo lo que había pasado durante el día, simplemente desapareció. Ya nada tenía importancia y nada podía perturbar aquel momento. Un momento en el que sólo importaban él y ella, en el que no había lugar para nada más que demostrar su amor.
Gracias por leer y, como les digo cada día, seguiré siempre que quieran
cris_beckett- Autor de best-seller
- Mensajes : 857
Fecha de inscripción : 29/05/2012
Edad : 34
Localización : Madrid
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
Pues sí, si quiero, así que sigue! me encantaaaaaaaaaa
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
Capitulon Que gracia lo de Gates, me ha encantado, y el final ha sido espectacular. Siguee
KBCAlways- As del póker
- Mensajes : 444
Fecha de inscripción : 11/03/2012
Edad : 29
Localización : Granada
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
La situación con Gates: ,
Por favor continua pronto que esta super!
Por favor continua pronto que esta super!
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
Que buen capituloooo
Sigue escribiendo por favor!!!
gracias por compartirlo
Sigue escribiendo por favor!!!
gracias por compartirlo
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
Me animas mucho mis horas de estudios, cada capítulo se vuelve más interesante con el caso de Smith y Castle siempre atento a Beckett, que mono. El momento en la zona de descanso con Gates es genial, lo que me he reido con esa escena
Síguelo por favor!!
Síguelo por favor!!
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
tres días sin escribir =( sigue cuando puedas please!!
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
maria_cs escribió:tres días sin escribir =( sigue cuando puedas please!!
Lo siento de verdad, pero es q acabo de llegar a Canarias y he estado súper liada aunq con muchas ganas de escribir! Desde que pueda subo un par de ellos para compensar!
Un besitooooo
cris_beckett- Autor de best-seller
- Mensajes : 857
Fecha de inscripción : 29/05/2012
Edad : 34
Localización : Madrid
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
Muy buena la conversación con Gates, sigue cuando puedas.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
Buenas! Les pido mil disculpas x no haber escrito durante tantos días! No soy de las q me gusta abandonar las cosas cuando las empiezo de esta forma y mucho menos hacerlos esperar así q lo siento sobre todo x los q siguen y comentan el fic desde el principio!
Como les dije, estuve muy liada y encima se me juntó con q las notas no me fueron como yo esperaba. Quería quedarme limpia para acabar la carrera año x año pero lo voy a tener un poco difícil. Por eso he estado un poco depre y poco inspirada para escribir!
Hoy mismo me pongo y prometo q esta noche o mañana tendrán el siguiente
Besos a todos
Como les dije, estuve muy liada y encima se me juntó con q las notas no me fueron como yo esperaba. Quería quedarme limpia para acabar la carrera año x año pero lo voy a tener un poco difícil. Por eso he estado un poco depre y poco inspirada para escribir!
Hoy mismo me pongo y prometo q esta noche o mañana tendrán el siguiente
Besos a todos
cris_beckett- Autor de best-seller
- Mensajes : 857
Fecha de inscripción : 29/05/2012
Edad : 34
Localización : Madrid
Re: Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
Buenas!! Siento haberme ausentado, pero aquí está el siguiente capi! He tenido problemas con internet pero de hoy no pasaba subirlo, así q lo voy a subir con el movil. Por eso lo voy a hacer de tres veces, por si se me borra.
Gracias a todos los que leen y en especial a los q comentan! Un besito
Capítulo 6:poniéndose a prueba
Parte1
POV Castle
Me despierto esta mañana y me doy cuenta de que mis sentimientos por ella han aumentado. Pensé que eso no era posible. Que no se podía llegar a querer tanto a una mujer, hasta tal punto q te duele. Pero ella me ha enseñado que sí que lo es, que el amor puede crecer día a día. Es evidente que mis relaciones anteriores no tienen nada que ver con esta. Kate me deslumbró desde el primer momento y, al contrario que las demás, nunca ha dejado de hacerlo.
Una vez, en un viaje a Los Ángeles, le dije que cuando la conocí pensé que era un misterio que nunca iba a resolver y que, a pesar de llevar tanto tiempo trabajando a su lado, me seguía sorprendiendo la profundidad de su fortaleza y de su corazón. Hoy no podría más que repetirle exactamente lo mismo, porque aunque hayamos alcanzado un nivel de intimidad mucho mayor y ya la sienta como una parte de mí, no deja de sorprenderme en ese sentido.
La observo mientras duerme, con la mitad de su cuerpo prácticamente sobre el mío. Definitivamente es lo más hermoso que hay en este mundo y, así, parece tan delicada, tan frágil, tan vulnerable; que cualquiera que la viera sin conocerla sentiría una ternura infinita, así como me pasa a mí. Sin embargo, es la mujer más fuerte que he conocido. No sólo ha superado todo lo duro que le ha tocado vivir en esta vida, sino que aún tiene fuerzas para sobrellevar todo lo que se le ha venido encima estos últimos días.
El caso de Smith lo ha removido todo otra vez. Todo de lo que yo la llevo intentando alejar desde el tiroteo y, justo ahora que lo había conseguido, ahora que la tenía conmigo en todos los sentidos, sucede todo esto. No puedo creerlo. La sola idea de perderla me tiene aterrorizado. Ahora que ya sé lo que es tenerla a mi lado, estoy convencido de que no sabría vivir sin ella.
La sigo observando, esperando a que se despierte. Se ve tan increíblemente hermosa que no quiero hacerlo yo, sino que lo haga por sí sola y me permita seguir disfrutando de estas vistas espectaculares que no me canso de admirar. Desde que apareció el cuerpo de Smith ayer, no hemos hablado del tema sino en la comisaría. No he querido agobiara y anoche preferí que se relajara y disfrutara, pero hoy ha llegado el momento de hacerlo. No puedo continuar con esta incertidumbre que me está matando.
Ella empieza a moverse sobre mí. Miro el despertador de la mesilla y marca las 6:30, aún temprano para ir a trabajar. Su cabeza está apoyada en mi pecho, la gira levemente hacia arriba hasta encontrarse con mis ojos y me sonríe. Yo le devuelvo la sonrisa. Este es uno de mis momentos preferidos del día, cuando ella abre sus ojos y se encuentran con los míos. No puedo describir con palabras lo que siento, sólo sé que cada día que pasa es más y más intenso. Entonces la tomo de la barbilla y le doy un beso suave, pero al mismo tiempo, cálido y profundo. Ella me devuelve el beso y al separarse sonríe en mis labios. Entonces le digo lo que llevo reprimiendo desde la mañana de ayer- Kate, tenemos que hablar del caso-. Se lo digo con una mirada y una voz que expresan toda la preocupación que siento y, por la expresión que pone, puedo ver que ella también temía esta pregunta y que se siente como yo.
No me responde con palabras, sino asiente con la cabeza, se envuelve desde el pecho con la sábana y se sienta en la cama apoyada en el cabecero. Me siento a su lado y la tomo de la mano para empezar la conversación. Quiero transmitirle que estoy con ella y que, a pesar de lo que hablemos, lo seguiré estando.
C- cariño... No sé como empezar a abordar todo esto...- intento hablar pero me cuesta explicarme, ella me mira expectante.- Sabes que voy a estar contigo decidas lo que decidas hacer con este caso. Sé que para ti el caso de tu madre es lo más importante en tu vida pero...- entonces ella no me deja seguir hablando y pone su dedo índice sobre mis labios.
B- Shhhh... Castle... Eso era antes de que estuviéramos juntos. Mi mayor prioridad y lo más importante de mi vida eres tú.
Al escuchar esto noto como mi corazón se acelera. Sé que ella me quiere pero no me esperaba que me dijera esto. Sin poder evitarlo, una sonrisa se dibuja en mi rostro mientras la atraigo hacia mí por la nuca y la beso.
B- Pensé que no era necesario que te lo dijera. Por supuesto que para mí es importante encontrar al asesino de mi madre y que pague por lo que hizo, pero lo más importante eres tú.- Me besa otra vez y al despegarse de mis labios, apoya su frente en la mía.- No voy a volver a poner nada por encima de mi felicidad, de nuestra felicidad, nunca. Es más, he estado pensando y como aún seguimos atascados en el caso del karaoke, creo que lo mejor es que nosotros nos ocupemos de eso, mientras Ryan y Esposito se encargan de investigar a Maddox. No quiero que estés preocupado por mí.
Me mira y me sonríe con dulzura. Acaricia mi torso con su mano y entonces puedo apreciar un cambio en su mirada, ahora me mira con deseo, con lujuria. Tiro de la sábana que la envuelve y queda desnuda frente a mí. Ella levanta una ceja y yo le devuelvo el gesto. Empezamos a besarnos de forma apasionada y acabamos haciendo el amor. En cada beso y en cada caricia quiero demostrarle que la quiero con locura y que le agradezco infinitamente lo que ha hecho. Porque, nuevamente, ha vuelto a sorprenderme y me ha dado la mayor prueba de amor que podía darme. Yo en un principio pensé que iba a volver a meterse de lleno en el caso, pero ella me ha devuelto la tranquilidad y me ha mantenido junto a ella, en esta nube en la que llevo desde que tocó mi puerta empapada aquella noche.
Subimos en el ascensor felices y radiantes. Después de la mañana que hemos tenido, lo único que podemos hacer es sonreír. Llevamos nuestros dedos meñiques enlazados. Pensamos que, a pesar de que en la comisaría todos saben lo nuestro, tenemos que ser profesionales e intentar evitar las muestras de cariño mientras estemos allí. Por ello, cuando el ascensor se detuvo en la planta de homicidios, nuestros dedos se soltaron y salimos caminando uno al lado del otro. Estamos lo suficientemente cerca como para sentir el calor y la cercanía del otro, pero lo suficientemente lejos para no dar pie a ningún comentario.
Ryan y Esposito ya estaban allí. Kate quería decirles lo que había decidido, así que mientras yo fui a hacer nuestros cafés, ella se quedó conversando con los policías.
Gracias a todos los que leen y en especial a los q comentan! Un besito
Capítulo 6:poniéndose a prueba
Parte1
POV Castle
Me despierto esta mañana y me doy cuenta de que mis sentimientos por ella han aumentado. Pensé que eso no era posible. Que no se podía llegar a querer tanto a una mujer, hasta tal punto q te duele. Pero ella me ha enseñado que sí que lo es, que el amor puede crecer día a día. Es evidente que mis relaciones anteriores no tienen nada que ver con esta. Kate me deslumbró desde el primer momento y, al contrario que las demás, nunca ha dejado de hacerlo.
Una vez, en un viaje a Los Ángeles, le dije que cuando la conocí pensé que era un misterio que nunca iba a resolver y que, a pesar de llevar tanto tiempo trabajando a su lado, me seguía sorprendiendo la profundidad de su fortaleza y de su corazón. Hoy no podría más que repetirle exactamente lo mismo, porque aunque hayamos alcanzado un nivel de intimidad mucho mayor y ya la sienta como una parte de mí, no deja de sorprenderme en ese sentido.
La observo mientras duerme, con la mitad de su cuerpo prácticamente sobre el mío. Definitivamente es lo más hermoso que hay en este mundo y, así, parece tan delicada, tan frágil, tan vulnerable; que cualquiera que la viera sin conocerla sentiría una ternura infinita, así como me pasa a mí. Sin embargo, es la mujer más fuerte que he conocido. No sólo ha superado todo lo duro que le ha tocado vivir en esta vida, sino que aún tiene fuerzas para sobrellevar todo lo que se le ha venido encima estos últimos días.
El caso de Smith lo ha removido todo otra vez. Todo de lo que yo la llevo intentando alejar desde el tiroteo y, justo ahora que lo había conseguido, ahora que la tenía conmigo en todos los sentidos, sucede todo esto. No puedo creerlo. La sola idea de perderla me tiene aterrorizado. Ahora que ya sé lo que es tenerla a mi lado, estoy convencido de que no sabría vivir sin ella.
La sigo observando, esperando a que se despierte. Se ve tan increíblemente hermosa que no quiero hacerlo yo, sino que lo haga por sí sola y me permita seguir disfrutando de estas vistas espectaculares que no me canso de admirar. Desde que apareció el cuerpo de Smith ayer, no hemos hablado del tema sino en la comisaría. No he querido agobiara y anoche preferí que se relajara y disfrutara, pero hoy ha llegado el momento de hacerlo. No puedo continuar con esta incertidumbre que me está matando.
Ella empieza a moverse sobre mí. Miro el despertador de la mesilla y marca las 6:30, aún temprano para ir a trabajar. Su cabeza está apoyada en mi pecho, la gira levemente hacia arriba hasta encontrarse con mis ojos y me sonríe. Yo le devuelvo la sonrisa. Este es uno de mis momentos preferidos del día, cuando ella abre sus ojos y se encuentran con los míos. No puedo describir con palabras lo que siento, sólo sé que cada día que pasa es más y más intenso. Entonces la tomo de la barbilla y le doy un beso suave, pero al mismo tiempo, cálido y profundo. Ella me devuelve el beso y al separarse sonríe en mis labios. Entonces le digo lo que llevo reprimiendo desde la mañana de ayer- Kate, tenemos que hablar del caso-. Se lo digo con una mirada y una voz que expresan toda la preocupación que siento y, por la expresión que pone, puedo ver que ella también temía esta pregunta y que se siente como yo.
No me responde con palabras, sino asiente con la cabeza, se envuelve desde el pecho con la sábana y se sienta en la cama apoyada en el cabecero. Me siento a su lado y la tomo de la mano para empezar la conversación. Quiero transmitirle que estoy con ella y que, a pesar de lo que hablemos, lo seguiré estando.
C- cariño... No sé como empezar a abordar todo esto...- intento hablar pero me cuesta explicarme, ella me mira expectante.- Sabes que voy a estar contigo decidas lo que decidas hacer con este caso. Sé que para ti el caso de tu madre es lo más importante en tu vida pero...- entonces ella no me deja seguir hablando y pone su dedo índice sobre mis labios.
B- Shhhh... Castle... Eso era antes de que estuviéramos juntos. Mi mayor prioridad y lo más importante de mi vida eres tú.
Al escuchar esto noto como mi corazón se acelera. Sé que ella me quiere pero no me esperaba que me dijera esto. Sin poder evitarlo, una sonrisa se dibuja en mi rostro mientras la atraigo hacia mí por la nuca y la beso.
B- Pensé que no era necesario que te lo dijera. Por supuesto que para mí es importante encontrar al asesino de mi madre y que pague por lo que hizo, pero lo más importante eres tú.- Me besa otra vez y al despegarse de mis labios, apoya su frente en la mía.- No voy a volver a poner nada por encima de mi felicidad, de nuestra felicidad, nunca. Es más, he estado pensando y como aún seguimos atascados en el caso del karaoke, creo que lo mejor es que nosotros nos ocupemos de eso, mientras Ryan y Esposito se encargan de investigar a Maddox. No quiero que estés preocupado por mí.
Me mira y me sonríe con dulzura. Acaricia mi torso con su mano y entonces puedo apreciar un cambio en su mirada, ahora me mira con deseo, con lujuria. Tiro de la sábana que la envuelve y queda desnuda frente a mí. Ella levanta una ceja y yo le devuelvo el gesto. Empezamos a besarnos de forma apasionada y acabamos haciendo el amor. En cada beso y en cada caricia quiero demostrarle que la quiero con locura y que le agradezco infinitamente lo que ha hecho. Porque, nuevamente, ha vuelto a sorprenderme y me ha dado la mayor prueba de amor que podía darme. Yo en un principio pensé que iba a volver a meterse de lleno en el caso, pero ella me ha devuelto la tranquilidad y me ha mantenido junto a ella, en esta nube en la que llevo desde que tocó mi puerta empapada aquella noche.
Subimos en el ascensor felices y radiantes. Después de la mañana que hemos tenido, lo único que podemos hacer es sonreír. Llevamos nuestros dedos meñiques enlazados. Pensamos que, a pesar de que en la comisaría todos saben lo nuestro, tenemos que ser profesionales e intentar evitar las muestras de cariño mientras estemos allí. Por ello, cuando el ascensor se detuvo en la planta de homicidios, nuestros dedos se soltaron y salimos caminando uno al lado del otro. Estamos lo suficientemente cerca como para sentir el calor y la cercanía del otro, pero lo suficientemente lejos para no dar pie a ningún comentario.
Ryan y Esposito ya estaban allí. Kate quería decirles lo que había decidido, así que mientras yo fui a hacer nuestros cafés, ella se quedó conversando con los policías.
cris_beckett- Autor de best-seller
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