Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
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Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
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Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
No hay dia que no me sorprendas con cada capitulo de tu fics, es simplemente maravilloso, la cita en el restaurante, el espectaculo del mago, me encanta cada truco que has explicado y luego lo del reloj.
Para mi es el mejor capítulo, describes muy bien cada situación y da la sensación de que lo estoy viendo. Fantástico
Para mi es el mejor capítulo, describes muy bien cada situación y da la sensación de que lo estoy viendo. Fantástico
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Quiero un Castle así, que mono y que detallista, como debe ser. Un capítulo excepcional.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Gracias por vuestros comentarios. Me ha sorprendido que os haya gustado este último capitulo, lo escribí demasiado deprisa.
Intentaré subir otro capitulo lo antes posible...
Hoy ha sido un día algo duro y tengo que
G R A C I A S
Intentaré subir otro capitulo lo antes posible...
Hoy ha sido un día algo duro y tengo que
G R A C I A S
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Me has dejado completamente fascinada!!
Un capítulo perfecto!! Es la cita perfecta!!
Un capítulo perfecto!! Es la cita perfecta!!
LeFleur89- Actor en Broadway
- Mensajes : 215
Fecha de inscripción : 22/04/2012
Edad : 35
Localización : Madrid
CAPITULO NUEVO
Gracias a todos por leer.
Hoy hay fútbol y nos la jugamos con los gabachos, y no pienso perdérmelo, pero si alguien decide que no le gusta y prefiere pasarse por aqui, pues le dejo un nuevo capitulo a la espera que se entretenga un rato...
CAPITULO 12. GATES
Aquella noche iba a ser complicado que ambos durmiesen. Habian pasado las tres últimas noches juntos, y esa velada había sido tan increíble… Les iba a costar conciliar el sueño si el uno no estaba en los brazos del otro. Kate se metió en la cama, llevaba el reloj que Castle le había regalado en una mano y el móvil en la otra, escondió su labio inferior, dudando.
Castle llegó a su casa, se sentó en el sofá e inclinó la cabeza hacía atrás cerrando los ojos con una gran sonrisa. Miró su móvil y pensó en llamarla, y como si su pensamiento fuese leído, Kate le estaba llamando a él.
- Dime que me estas añorando – contestó él.
- Te estoy añorando – la respuesta le descolocó
- Vaya, yo… - no sabia que contestar
- He… he encontrado la nota Rick
- Kate, lo compré y no me atreví a dártelo. Casi nos ahogamos, los dos, no era capaz de alcanzar tu pistola. Yo.. yo lo vi y me pareció perfecto para ti, no lo pensé, pero después, cuando intenté dártelo… no sabia como decirte que era mi forma de darte las gracias por haberme salvado la vida
- Yo no te salve la vida, te recuerdo que fuiste tu…
- Si no llegas a salir de ese coche, yo habría muerto allí contigo
Se hizo un silencio..
- Richard Castle ¿estas intentando que salga corriendo y vaya a comerte a besos?
- ¿Lo harías? – ahora si que estaba completamente descolocado
- ¿Lo dudas? – el corazón de Richard se desbocó por completo.
Hablaron durante media hora. Ambos colgaron sonriendo, y ambos se quedaron dormidos con el móvil en la mano.
Una hora después Alexis bajó a la cocina, y se encontró a su padre durmiendo plácidamente en el sofá. Fue hasta el armario de la entrada y cogió una manta para arroparle. Vio su móvil en su mano y su sonrisa en los labios. Aquella noche le tenía que haber ido todo muy bien, le había contado su plan mientras se vestía para ir a su cita con Kate y a ella le había parecido irresistible. Retiró un mechón de pelo de la frente de su padre y le dio un suave beso. Si él supiese lo orgullosa que estaba de él!! Ella se iba a marchar a la Universidad y le iba a dejar sólo. Estaba ilusionada con su nueva vida, pero para su padre iba a ser un gran cambio… dieciocho años cuidando de ella, sin ayuda y ahora le dejaba…
Deseaba con todas sus fuerzas que entre él y Kate saliese todo bien. Se lo merecía, y había luchado durante cuatro años para llegar a donde estaba con ella. Se preguntaba cuantos “te quiero” se había callado ante Kate, cuantas veces se habría quedado quieto ante ella, sin atreverse a abrazarla. Estaba feliz por el. Era su padre, él le había dado la vida, pero … ante todo, era su mejor amigo. Le volvió a dar un beso en la frente, comprobó que la manta le cubría por completo, y volvió a su habitación, sin dejar de mirarle mientras subía por la escalera.
Jimmy llamó por teléfono a Harry. Hoy también ellos estarían separados.
- Me ha llamado Gates –dijo Harry
- Como siga así acabará supervisándonos más que Stevens
- ¿Qué tal estas en esa casa?
- Bueno, no es tan cómoda como en la que estas tú, pero los chicos han traído una colchoneta y unos perritos calientes, intentaré dormir un poco. Esto de ir en plan ocupa por todas las casas que nos vienen bien, acabará con mi espalda.
- Bueno, cuando elegiste en la que estoy yo, no te equivocaste.
- Ahh, no me martirices, tienes suerte que esa abuelita te deje ocupar su casa, y mucha más que te prepare ese pastel de carne…
- Fuiste tu quien elegiste seguir a Beckett
- ¿Quieres un cambio?
- Creo que prefiero este sofá y el pastel de carne…
- Intenta descansar ¿vale? Tengo un hormigueo en la nariz, tanta tranquilidad me mosquea.
- Descansa tú también ¿vale?, te quiero.
Sarah daba vueltas en su cama. John y ella no habían encontrado nada en todo el día. Estaban atascados. Le hubiese gustado encontrar alguna pista más. No por ellos, si no por Gates. Se esforzaba en pasar las fotografías mentales que había hecho de la casa de Smith cuando encontraron el cuerpo. El sábado no estaba muy concentrada, algo tenía que habérsele escapado. Su paso por Bellas artes, había mejorado su capacidad de fotografiar mentalmente cualquier escenario. Pero encontraba nada. Por más que lo intentaba no había nada. Finalmente y sin que pudiese controlar su mente, vinieron a su pensamiento fotografías de Anthony, y con su sonrisa fue quedándose dormida sin darse cuenta.
Gates se despertó sobresaltada. Tenía una pesadilla. No había podido evitar que matasen a Beckett, no había podido implicar a los que estaban detrás de todo… En ese mismo momento tomó la única alternativa que podía tomar y que había intentado borrar de las opciones durante las últimas 24 horas… Mañana lo haría. Ahora tenía que dormir. Pensó en el equipo de Beckett al completo y suspiró. Eran rabiosamente buenos. Era una pena que no pudiese tenerlos de su lado en esto. Dio un pequeño codazo a su marido para que cambiase de posición y dejase de roncar y se acomodó junto a él, quedándose de nuevo dormida.
Poco a poco, las luces del nuevo día fueron ganando la batalla a la oscuridad de la ciudad, y con ellas, la gran manzana se ponía en marcha. Cientos de miles de personas comenzaban su rutina diaria.
Gates se puso en marcha. Y llamó a Harriet Barber.
Richard despertó en su sofá, sonrió viendo la manta sobre él, pensó que en poco tiempo nadie le iba a arropar cuando se quedase en el sofá… o si… se acordó de la noche de ayer. Pensó en llamarla para quedar a comer, pero lo meditó mejor, si ella dormía, sería mejor dejarle descansar un rato más, la llamaría más tarde, y esperaba poder despertarla con su voz. Era hora de ponerse en pie, tenía una cita con su abogado.
Hora y media más tarde Richard paraba un taxi en la calle y entraba dándole la dirección de su abogado. El taxi se puso en marcha, detrás de él, los dos novatos se incorporaron al tráfico bajo la atenta mirada de Harry, que cogió su casco, se colocó el auricular y dio una palmada en el hombro al vigilante que se encargaría de revisar que nadie extraño accedía a la vivienda de Castle.
Richard marcó el teléfono de Kate.
- ¿Soñabas conmigo? Buenos días preciosa ¿Quieres comer conmigo hoy?
El taxi avanzó varias manzanas y se detuvo en un semáforo en rojo. Richard seguía al móvil con Kate, cuando de repente una de las puertas del taxi se abrió y la persona que se sentó junto a él, le hizo una señal de silencio. Richard se despidió de Kate, mintiéndole al decirle que había llegado a su destino y tenia que colgar.
- Buenos días señor Castle
El taxi cambio de destino, y los novatos siguieron al coche. Harry aún no había subido a la moto.
Kate, miró el móvil algo desconcentrada. Le había extrañado ese cambio repentino en la conversación. Supuso que sería porque no le agradaba tener que hablar con su abogado. Se levantó y decidió salir a correr, llevaba tres días sin hacer nada. Después volvería a casa, saldría a comprar algo para cenar hoy en su casa y esperaría a que Richard viniese a buscarla para comer fuera.
El taxi paró frente a una de las entradas de Central Park. Richard y su acompañante bajaron y accedieron al parque alejándose del ruido y buscando un lugar donde poder hablar. Sonó un móvil en el bolsillo de su acompañante y Richard mirando como contestaba a la llamada escucho parte de la conversación:
- ¿Todo limpio?
- Si, ¿nos mantenemos cerca?
- Si yo les aviso, gracias Barber.
Gates le pidió que se sentase en el banco más cercano.
- Sr. Castle tenemos que hablar. De usted dependerá si quiere que sea aquí, amistosamente, o si tengo que detenerlo e interrogarle.
- No tengo nada que ocultar.
- Me alegra escucharle, porque tiene que responderme a bastantes preguntas.
- Empiece
- ¿Conoce al capitán Smith, jubilado de la NYPD?
- No me suena
- ¿Esta seguro?
- No lo sé, conozco a mucha gente, es un apellido muy común.
Gates le miró en silencio. Se jugaba mucho. Decidió apostar por Castle, al fin y al cabo, si todo su equipo confiaba en él… Le cabía la duda que estuviese metido en este lío y por su intervención hubiesen acabado con Smith, pero algo le decía que necesitaba oír sus explicaciones.
- Sr Castle, Smith era amigo de Montgomery ¿le dice eso algo?- Castle abrió la boca
- Oh! Si, creo que si conozco al capitán Smith, aunque no podría describírselo, tan solo he hablado con él por teléfono unas ocho veces.
Gates supo que Castle decía la verdad sobre las llamadas.
- ¿De que hablaron ustedes en esa media docena de llamadas?
- Mire Gates, no se donde quiere llegar a parar, pero si quiere que yo colabore, tendrá que darme algo por lo que colaborar…
Castle tenía razón. Ella entrecerró los ojos.
- Smith ha aparecido muerto Castle. Asesinado. No sé porque su teléfono ha aparecido entre las llamadas de Smith de esta semana, usted no es policía, forma parte de mi equipo y me gustaría poder confiar en usted, pero tengo que desconfiar de todo el mundo si quiero de verdad proteger a mis agentes.
Castle la miró a los ojos y estos le devolvieron la respuesta, “tenia que confiar en ella” no había ningún resto de rencor hacía él, y en ese momento Gates no parecía la fría y roca dura que daba órdenes en la comisaría, pero si notaba su preocupación…. “¿proteger a sus agentes?”… Esa mirada le dijo que podía confiar en ella.
- Hablamos sobre Beckett. Smith podía evitar que volviesen a intentar acabar con ella, me pidió que evitase que ella siguiera hurgando en el asesinato de su madre.
Gates fue uniendo todas las pistas, aquella era una revelación inesperada.
- ¿Entiende a lo que nos enfrentamos Castle? – le dijo cambiando el tono gravemente
- Si Smith ha muerto, Beckett esta desprotegida.
- ¿Puede darme algún dato más que me ayude a protegerla?
- ¿Qué es lo que sabe?
- Si le contase todo lo que sé, usted también estaría en peligro. Así que solamente le contaré una parte y usted tendrá que confiar en mí. Sé que todo esto viene por que varios policías decidieron tomarse la justicia por su mano y decidieron extorsionar a la mafia. Alguien se aprovechó después de ellos, amenazándoles con descubrirles si no le cedían el dinero que obtenían de ellos. Todo aquel que se cruzó en su camino, como la madre de Beckett, fue ejecutado para guardar silencio. Sé que Montgomery estaba implicado, y sé que ustedes protegen su memoria y temen que su trabajo sea menospreciado por aquel error. Supongo que murió a manos de la misma gente que quiso matar a Beckett hace un año… y sé que Smith ha sido asesinado por la misma persona que ha querido matar a Beckett dos veces ¿Es suficiente señor Castle?
- Es más de lo que pensábamos que sabría.
- También me alegra saber eso señor Castle, y tenga claro que nadie debe saber que usted y yo hemos tenido esta conversación, por su bien, por el mio y por el de Beckett –el asintió mudo - Si cree que debe contarme algo relevante, dígamelo ahora y si en algún momento recuerda algo, o tiene alguna de sus teorías con fundamento, venga a comisaria y le daré instrucciones, pero JAMAS – enfatizó – le diga a nadie que viene a verme, ni me llame por teléfono. Déjese caer por allí con cualquier excusa.
- Yo… ¿Puedo hacer algo?
- Si.
- ¿Qué?
- Sé que ustedes dos son algo más que colaboradores, sé que tienen una relación. Ahora más que nunca péguese a Beckett. No la deje sola ni un minuto, haga lo que sea necesario, llévesela de vacaciones, o dedíquese a hacer lo que quiera que hagan ustedes los ricos cuando les sobra tiempo libre, pero aléjela del caso. Supongo que dimitió para seguir por su cuenta. No lo permita o la matarán. Señor Castle, esto es serio. Esa gente no andará con miramientos, ejecutará a cualquiera que pueda interponerse en su camino. Ya lo ha visto, y no sé si yo podré hacer nada para evitar más daños.
- ¿Nos tiene vigilados? – preguntó Castle relacionando que ella le aseguraba que mantenían una relación y la llamada recibida minutos antes.
- No señor Castle, no les tengo vigilados. Les intento proteger que es diferente- el asintió
- ¿Algo más?
- No le diga a nadie que nos hemos visto
- No lo haré
- Y tenga cuidado. Esta es su misión: protéjala de su propia curiosidad.
- Si señor.
Gates se levantó y comenzó a caminar hacia la puerta del parque, dejando a un preocupado Castle sentado en el banco. Pensando como se las arreglaría para pegarse a Kate las 24 horas del día y sorprendido por todo lo que le había contado Gates. Se levantó y caminó hacia la calle, tenía cita con el abogado y no podía dejar de ir. Cuando acabase hablaría con ella e intentaría convencerla para salir de vacaciones, como le había dicho Gates. Quizá esa sería la solución para estar pegada a ella las 24 horas del día y para alejarla del caso.
************
FIN DEL CAPITULO 12
GRACIAS por llegar hasta aqui, y una vez más espero no haberos defraudado...
Hoy hay fútbol y nos la jugamos con los gabachos, y no pienso perdérmelo, pero si alguien decide que no le gusta y prefiere pasarse por aqui, pues le dejo un nuevo capitulo a la espera que se entretenga un rato...
CAPITULO 12. GATES
Aquella noche iba a ser complicado que ambos durmiesen. Habian pasado las tres últimas noches juntos, y esa velada había sido tan increíble… Les iba a costar conciliar el sueño si el uno no estaba en los brazos del otro. Kate se metió en la cama, llevaba el reloj que Castle le había regalado en una mano y el móvil en la otra, escondió su labio inferior, dudando.
Castle llegó a su casa, se sentó en el sofá e inclinó la cabeza hacía atrás cerrando los ojos con una gran sonrisa. Miró su móvil y pensó en llamarla, y como si su pensamiento fuese leído, Kate le estaba llamando a él.
- Dime que me estas añorando – contestó él.
- Te estoy añorando – la respuesta le descolocó
- Vaya, yo… - no sabia que contestar
- He… he encontrado la nota Rick
- Kate, lo compré y no me atreví a dártelo. Casi nos ahogamos, los dos, no era capaz de alcanzar tu pistola. Yo.. yo lo vi y me pareció perfecto para ti, no lo pensé, pero después, cuando intenté dártelo… no sabia como decirte que era mi forma de darte las gracias por haberme salvado la vida
- Yo no te salve la vida, te recuerdo que fuiste tu…
- Si no llegas a salir de ese coche, yo habría muerto allí contigo
Se hizo un silencio..
- Richard Castle ¿estas intentando que salga corriendo y vaya a comerte a besos?
- ¿Lo harías? – ahora si que estaba completamente descolocado
- ¿Lo dudas? – el corazón de Richard se desbocó por completo.
Hablaron durante media hora. Ambos colgaron sonriendo, y ambos se quedaron dormidos con el móvil en la mano.
Una hora después Alexis bajó a la cocina, y se encontró a su padre durmiendo plácidamente en el sofá. Fue hasta el armario de la entrada y cogió una manta para arroparle. Vio su móvil en su mano y su sonrisa en los labios. Aquella noche le tenía que haber ido todo muy bien, le había contado su plan mientras se vestía para ir a su cita con Kate y a ella le había parecido irresistible. Retiró un mechón de pelo de la frente de su padre y le dio un suave beso. Si él supiese lo orgullosa que estaba de él!! Ella se iba a marchar a la Universidad y le iba a dejar sólo. Estaba ilusionada con su nueva vida, pero para su padre iba a ser un gran cambio… dieciocho años cuidando de ella, sin ayuda y ahora le dejaba…
Deseaba con todas sus fuerzas que entre él y Kate saliese todo bien. Se lo merecía, y había luchado durante cuatro años para llegar a donde estaba con ella. Se preguntaba cuantos “te quiero” se había callado ante Kate, cuantas veces se habría quedado quieto ante ella, sin atreverse a abrazarla. Estaba feliz por el. Era su padre, él le había dado la vida, pero … ante todo, era su mejor amigo. Le volvió a dar un beso en la frente, comprobó que la manta le cubría por completo, y volvió a su habitación, sin dejar de mirarle mientras subía por la escalera.
Jimmy llamó por teléfono a Harry. Hoy también ellos estarían separados.
- Me ha llamado Gates –dijo Harry
- Como siga así acabará supervisándonos más que Stevens
- ¿Qué tal estas en esa casa?
- Bueno, no es tan cómoda como en la que estas tú, pero los chicos han traído una colchoneta y unos perritos calientes, intentaré dormir un poco. Esto de ir en plan ocupa por todas las casas que nos vienen bien, acabará con mi espalda.
- Bueno, cuando elegiste en la que estoy yo, no te equivocaste.
- Ahh, no me martirices, tienes suerte que esa abuelita te deje ocupar su casa, y mucha más que te prepare ese pastel de carne…
- Fuiste tu quien elegiste seguir a Beckett
- ¿Quieres un cambio?
- Creo que prefiero este sofá y el pastel de carne…
- Intenta descansar ¿vale? Tengo un hormigueo en la nariz, tanta tranquilidad me mosquea.
- Descansa tú también ¿vale?, te quiero.
Sarah daba vueltas en su cama. John y ella no habían encontrado nada en todo el día. Estaban atascados. Le hubiese gustado encontrar alguna pista más. No por ellos, si no por Gates. Se esforzaba en pasar las fotografías mentales que había hecho de la casa de Smith cuando encontraron el cuerpo. El sábado no estaba muy concentrada, algo tenía que habérsele escapado. Su paso por Bellas artes, había mejorado su capacidad de fotografiar mentalmente cualquier escenario. Pero encontraba nada. Por más que lo intentaba no había nada. Finalmente y sin que pudiese controlar su mente, vinieron a su pensamiento fotografías de Anthony, y con su sonrisa fue quedándose dormida sin darse cuenta.
Gates se despertó sobresaltada. Tenía una pesadilla. No había podido evitar que matasen a Beckett, no había podido implicar a los que estaban detrás de todo… En ese mismo momento tomó la única alternativa que podía tomar y que había intentado borrar de las opciones durante las últimas 24 horas… Mañana lo haría. Ahora tenía que dormir. Pensó en el equipo de Beckett al completo y suspiró. Eran rabiosamente buenos. Era una pena que no pudiese tenerlos de su lado en esto. Dio un pequeño codazo a su marido para que cambiase de posición y dejase de roncar y se acomodó junto a él, quedándose de nuevo dormida.
Poco a poco, las luces del nuevo día fueron ganando la batalla a la oscuridad de la ciudad, y con ellas, la gran manzana se ponía en marcha. Cientos de miles de personas comenzaban su rutina diaria.
Gates se puso en marcha. Y llamó a Harriet Barber.
Richard despertó en su sofá, sonrió viendo la manta sobre él, pensó que en poco tiempo nadie le iba a arropar cuando se quedase en el sofá… o si… se acordó de la noche de ayer. Pensó en llamarla para quedar a comer, pero lo meditó mejor, si ella dormía, sería mejor dejarle descansar un rato más, la llamaría más tarde, y esperaba poder despertarla con su voz. Era hora de ponerse en pie, tenía una cita con su abogado.
Hora y media más tarde Richard paraba un taxi en la calle y entraba dándole la dirección de su abogado. El taxi se puso en marcha, detrás de él, los dos novatos se incorporaron al tráfico bajo la atenta mirada de Harry, que cogió su casco, se colocó el auricular y dio una palmada en el hombro al vigilante que se encargaría de revisar que nadie extraño accedía a la vivienda de Castle.
Richard marcó el teléfono de Kate.
- ¿Soñabas conmigo? Buenos días preciosa ¿Quieres comer conmigo hoy?
El taxi avanzó varias manzanas y se detuvo en un semáforo en rojo. Richard seguía al móvil con Kate, cuando de repente una de las puertas del taxi se abrió y la persona que se sentó junto a él, le hizo una señal de silencio. Richard se despidió de Kate, mintiéndole al decirle que había llegado a su destino y tenia que colgar.
- Buenos días señor Castle
El taxi cambio de destino, y los novatos siguieron al coche. Harry aún no había subido a la moto.
Kate, miró el móvil algo desconcentrada. Le había extrañado ese cambio repentino en la conversación. Supuso que sería porque no le agradaba tener que hablar con su abogado. Se levantó y decidió salir a correr, llevaba tres días sin hacer nada. Después volvería a casa, saldría a comprar algo para cenar hoy en su casa y esperaría a que Richard viniese a buscarla para comer fuera.
El taxi paró frente a una de las entradas de Central Park. Richard y su acompañante bajaron y accedieron al parque alejándose del ruido y buscando un lugar donde poder hablar. Sonó un móvil en el bolsillo de su acompañante y Richard mirando como contestaba a la llamada escucho parte de la conversación:
- ¿Todo limpio?
- Si, ¿nos mantenemos cerca?
- Si yo les aviso, gracias Barber.
Gates le pidió que se sentase en el banco más cercano.
- Sr. Castle tenemos que hablar. De usted dependerá si quiere que sea aquí, amistosamente, o si tengo que detenerlo e interrogarle.
- No tengo nada que ocultar.
- Me alegra escucharle, porque tiene que responderme a bastantes preguntas.
- Empiece
- ¿Conoce al capitán Smith, jubilado de la NYPD?
- No me suena
- ¿Esta seguro?
- No lo sé, conozco a mucha gente, es un apellido muy común.
Gates le miró en silencio. Se jugaba mucho. Decidió apostar por Castle, al fin y al cabo, si todo su equipo confiaba en él… Le cabía la duda que estuviese metido en este lío y por su intervención hubiesen acabado con Smith, pero algo le decía que necesitaba oír sus explicaciones.
- Sr Castle, Smith era amigo de Montgomery ¿le dice eso algo?- Castle abrió la boca
- Oh! Si, creo que si conozco al capitán Smith, aunque no podría describírselo, tan solo he hablado con él por teléfono unas ocho veces.
Gates supo que Castle decía la verdad sobre las llamadas.
- ¿De que hablaron ustedes en esa media docena de llamadas?
- Mire Gates, no se donde quiere llegar a parar, pero si quiere que yo colabore, tendrá que darme algo por lo que colaborar…
Castle tenía razón. Ella entrecerró los ojos.
- Smith ha aparecido muerto Castle. Asesinado. No sé porque su teléfono ha aparecido entre las llamadas de Smith de esta semana, usted no es policía, forma parte de mi equipo y me gustaría poder confiar en usted, pero tengo que desconfiar de todo el mundo si quiero de verdad proteger a mis agentes.
Castle la miró a los ojos y estos le devolvieron la respuesta, “tenia que confiar en ella” no había ningún resto de rencor hacía él, y en ese momento Gates no parecía la fría y roca dura que daba órdenes en la comisaría, pero si notaba su preocupación…. “¿proteger a sus agentes?”… Esa mirada le dijo que podía confiar en ella.
- Hablamos sobre Beckett. Smith podía evitar que volviesen a intentar acabar con ella, me pidió que evitase que ella siguiera hurgando en el asesinato de su madre.
Gates fue uniendo todas las pistas, aquella era una revelación inesperada.
- ¿Entiende a lo que nos enfrentamos Castle? – le dijo cambiando el tono gravemente
- Si Smith ha muerto, Beckett esta desprotegida.
- ¿Puede darme algún dato más que me ayude a protegerla?
- ¿Qué es lo que sabe?
- Si le contase todo lo que sé, usted también estaría en peligro. Así que solamente le contaré una parte y usted tendrá que confiar en mí. Sé que todo esto viene por que varios policías decidieron tomarse la justicia por su mano y decidieron extorsionar a la mafia. Alguien se aprovechó después de ellos, amenazándoles con descubrirles si no le cedían el dinero que obtenían de ellos. Todo aquel que se cruzó en su camino, como la madre de Beckett, fue ejecutado para guardar silencio. Sé que Montgomery estaba implicado, y sé que ustedes protegen su memoria y temen que su trabajo sea menospreciado por aquel error. Supongo que murió a manos de la misma gente que quiso matar a Beckett hace un año… y sé que Smith ha sido asesinado por la misma persona que ha querido matar a Beckett dos veces ¿Es suficiente señor Castle?
- Es más de lo que pensábamos que sabría.
- También me alegra saber eso señor Castle, y tenga claro que nadie debe saber que usted y yo hemos tenido esta conversación, por su bien, por el mio y por el de Beckett –el asintió mudo - Si cree que debe contarme algo relevante, dígamelo ahora y si en algún momento recuerda algo, o tiene alguna de sus teorías con fundamento, venga a comisaria y le daré instrucciones, pero JAMAS – enfatizó – le diga a nadie que viene a verme, ni me llame por teléfono. Déjese caer por allí con cualquier excusa.
- Yo… ¿Puedo hacer algo?
- Si.
- ¿Qué?
- Sé que ustedes dos son algo más que colaboradores, sé que tienen una relación. Ahora más que nunca péguese a Beckett. No la deje sola ni un minuto, haga lo que sea necesario, llévesela de vacaciones, o dedíquese a hacer lo que quiera que hagan ustedes los ricos cuando les sobra tiempo libre, pero aléjela del caso. Supongo que dimitió para seguir por su cuenta. No lo permita o la matarán. Señor Castle, esto es serio. Esa gente no andará con miramientos, ejecutará a cualquiera que pueda interponerse en su camino. Ya lo ha visto, y no sé si yo podré hacer nada para evitar más daños.
- ¿Nos tiene vigilados? – preguntó Castle relacionando que ella le aseguraba que mantenían una relación y la llamada recibida minutos antes.
- No señor Castle, no les tengo vigilados. Les intento proteger que es diferente- el asintió
- ¿Algo más?
- No le diga a nadie que nos hemos visto
- No lo haré
- Y tenga cuidado. Esta es su misión: protéjala de su propia curiosidad.
- Si señor.
Gates se levantó y comenzó a caminar hacia la puerta del parque, dejando a un preocupado Castle sentado en el banco. Pensando como se las arreglaría para pegarse a Kate las 24 horas del día y sorprendido por todo lo que le había contado Gates. Se levantó y caminó hacia la calle, tenía cita con el abogado y no podía dejar de ir. Cuando acabase hablaría con ella e intentaría convencerla para salir de vacaciones, como le había dicho Gates. Quizá esa sería la solución para estar pegada a ella las 24 horas del día y para alejarla del caso.
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FIN DEL CAPITULO 12
GRACIAS por llegar hasta aqui, y una vez más espero no haberos defraudado...
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Muy bueno, continua pronto, y arriba España, hahaha
chelcas- Escritor - Policia
- Mensajes : 1437
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 31
Localización : México
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
siguelooooo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Gates es buenaaaa, y acepto que esten juntos. Vamos por buen camino...ahora falta tener a Kate controlada. Que mision para el pobre hombre
Sigue que quiero muchos capis mas de esta historiaaaa
PD: FELICITACIONES POR EL RESULTADO!!!
Sigue que quiero muchos capis mas de esta historiaaaa
PD: FELICITACIONES POR EL RESULTADO!!!
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Ay ay ay!! Más secretos!!! Pondrá ésto en peligro la nueva relación??
Magnífico el capítulo como siempre!!
Magnífico el capítulo como siempre!!
LeFleur89- Actor en Broadway
- Mensajes : 215
Fecha de inscripción : 22/04/2012
Edad : 35
Localización : Madrid
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Ni soy futbolera ni me fui de verbena ayer noche, por lo que esta mañana temprano he leido el cap. Muy bueno.
Como toda la historia.
Poder leer fics, nos hace más llevadera la espera hasta que vengan los nuevos episodios.
Mis felicitaciones
Como toda la historia.
Poder leer fics, nos hace más llevadera la espera hasta que vengan los nuevos episodios.
Mis felicitaciones
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
oee oee oeee
Alonso ayer, Alonso hoy...
Os dejo este capitulo y me voy a celebrarlo... oeee oeee
CAPITULO 13.
Después de una hora de carrera, Beckett volvía a su casa. Mientras se acercaba y desconectaba la aplicación de su móvil que controlaba la carrera, vio parada cerca de su portal una silueta que le resultaba familiar. Se acercó sonriéndole e intentando controlar lo antes posible su agitada respiración para poder hablar.
- Hola Beckett.
- Espo, me alegra verte – dijo como pudo entre jadeos.
Cruzaron la calle, entrando en una cafetería, donde el camarero saludo amistosamente a Kate, y tomaron asiento en una mesa cerca desde donde podían ver la calle, y pidieron unos refrescos.
- ¿Lo has pensado mejor? – le soltó Espósito directo.
Ella dibujo una pequeña sonrisa en sus labios, dándole a entender que la pregunta le dolía, no por su planteamiento en sí, si no porque le ponía los pies en el suelo y tarde o temprano tendría que dar un paso y decidir su futuro, y de momento, no era algo que quisiese hacer.
- No Javi. No lo he decidido aún.
- ¿Es por él verdad? – Espo era directo
Ella volvió a sonreír, y él vio en sus ojos una mirada diferente. Una alegría que hasta ese momento nunca había visto.
- ¿Lanie?
- Si – contestó el riendo – me ha contado como se presentó en casa de Castle, no me hubiese gustado estar en vuestro lugar – dijo riendo de nuevo
- Fue culpa mía, no la llamé y ella se preocupó. ¿Habéis vuelto…?
- ¿Lo llegamos a dejar alguna vez? – Ella asintió
- Me alegro Espo – el asintió
- No has contestado a mi pregunta – le dijo insistente
Ella tomó aire.
- Hacía mucho tiempo que no me sentía así – le dijo recordando lo bien que se sentía cuando despertaba entres sus brazos - después de todo lo que pasó el viernes mi mundo se movió. Tenía que elegir Espo. No me gusta dar la razón a Gates, pero mi obsesión con cogerle me ha cegado, no hice bien, no debí arrastraros, no debería haber seguido con esa lucha, tendría que haber pactado con Gates y ahora quizá ese cabrón…
- Sigues sin contestar a mi pregunta – ella desvió la mirada, centrándola en un punto en la mesa.
- No. No es por él. Es por mi – levantó la vista hasta encontrarse con la mirada interrogante de él – durante estos últimos trece años, me he dedicado a vivir para aclarar porque mataron a mi madre, y durante todo ese tiempo, me he olvidado de vivir para mi, no me he dado cuenta de cómo pasaba ese tiempo, sólo he alimentado un odio que no me dejaba ver la realidad : Ella no volverá nunca, Espo. No. No es por Castle, aunque si el no estuviese aquí, no sé cuando me habría dado cuenta, es por mi.
- ¿Y vas a dejarlo por ti? – ella expulsó aire por la nariz y ladeando la cabeza y mirando levemente a la calle, le volvió a mirar, inclinándose un poco más hacía él.
- Entré en el cuerpo buscando venganza, si ya no necesito hacerlo ¿para que seguir?
Espo la miró sorprendido.
- Vamos Beckett, sabes que eres la mejor de la comisaría, sólo tu puedes arrancar una confesión en diez minutos. ¿Has repasado los casos que has cerrado? ¿te has parado a pensar a cuanta gente has hecho pagar? ¿a cuanta gente le has dado paz al saber las razones por las que sus familias están muertas?
- Venga Espo, en Nueva York somos más de 30.000 polis ¿me vas a contar que soy imprescindible?
- Pues no sé si Nueva York lo pensará, pero en la comisaría …
- Anda ya!
- Y ¿ahora que?.. ¿Qué quieres hacer? ¿Ser la mujer florero de un famoso escritor y acompañarle en su vida snob? ¿eso es lo que quieres hacer por ti? Bonita vida – le dijo algo cabreado – y muy fácil, claro.
A Kate le cambió la cara. Se puso seria.
- ¿Y que pretendes que haga? ¿Volver como si nada comisaria y alimentar de nuevo día a día esa obsesión hasta que baje la guardia y me maten? Porque esta claro que si lo han intentado dos veces, lo intentarán una tercera, y quien sabe si esta vez lo conseguirán.
- Estaremos ahí contigo y…
- ¡Espo!
Ambos callaron. Ella le sostenía la mirada.
- Lo siento Beckett. Me he pasado.
Ella asintió y se quedó en silencio. Esperando una explicación a ese momento de rabia de su compañero.
- No quiero que lo dejes. Nada sería igual. Sé que es egoísmo, pero te quiero cerca cuando me juego la cara ahí fuera. Desde que llegué a la 12 tú estabas ahí, y no entendería no verte. Confío en ti. Es complicado confiar en alguien ahí dentro – su mirada se torno algo oscura, sin duda pensando en Ryan – y yo confió en ti.
Kate sonrío de nuevo, y agarró su mano por encima de la mesa, apretándola en señal de agradecimiento.
- Necesito tiempo Espo. Y ahora, la verdad – dijo riendo – es que estoy un poco distraída pensando en otra cosa…
- Más le vale a Castle no hacerte ningún daño, porque va a poder escribir toda un libro contando la paliza que le voy a dar como se pase – ambos rieron
- ¿Vas a hablar con Ryan? – era la pregunta que Espo no quería oír – Lanie me contó.
- ¿Esa mujer no puede estar callada?
- ¡No! – contestó rápidamente Beckett – y no parece que a ti te importase mucho mantenerla en silencio cuando te ha contado mi fin de semana.
- No es lo mismo…
- Claaaro. Mi vida privada es interesante y debe compartirse con todo el mundo, pero tu bronca con Ryan es sólo tuya….
- Nos traicionó
- Me salvó la vida –contestó ella tajante
- Se lo dijo a Gates, ha hecho que nos sancionen.
- Fue la razón que nos faltó a nosotros, hizo bien su trabajo, tuvo la lógica que nos faltó a nosotros. Nos cubrió a su manera. Somos un equipo.
- Beckett le miraba, intentando que cambiase de opinión.
- Esta bien. Ya veré lo que hago.
- Debería subir a casa. He quedado a comer.
- ¿Castle? – ella asintió.
- Es un buen tío.
- Si, lo es.
- Me alegro por vosotros –le dijo sincero.
- Gracias Javi.
- Me pregunto que cara pondrá Gates…
- Ufs – ambos rieron -anda vámonos o veré la cara que pondrá Rick si no estoy lista cuando venga
- Uhuuuuuuu uuuuuh…. Rick, Rick – le dijo mofándose mientras salían de la cafetería y recibía un codazo de Beckett.
Javier Espósito se alejaba caminando, después de dejar a “la jefa” en la puerta de su casa. Una sonrisilla se dibujó en su cara… tenía claro que volverían a trabajar juntos… en su mente sonaban dos frases: “en Nueva York somos mas de 30.000 polis”, “somos un equipo”… esta claro que Beckett aún estaba dentro. Primera parte cumplida. Ahora le quedaba Ryan…
Cuando el timbre sonó, Kate aún secaba su pelo con una toalla. Abrió la puerta. Él la miró sonriendo:
- Vaya, ex inspectora, esto si que es un recibimiento, aunque creo que voy a coger manía a ese albornoz…
- Lo siento, vino a verme Espósito y no me he dado cuenta de la hora – le dijo haciéndose a un lado mientras él entraba- me visto en un momento, no tardo nada.
En cuanto ella cerró la puerta, él la abrazó por la espalda y besó su mejilla. Ella agarró sus brazos, aferrándose a él y cerrando los ojos se quedo quieta un instante, inclinando su cabeza sobre el hombro de él. El mundo se paró un momento.
- Te he echado de menos. No quiero volver a dormir nunca más solo.
Ella apretó más los brazos de él contra su cuerpo. No se lo dijo con palabras, pero ambos sabían que ese gesto era la misma frase repetida.
Richard comenzó a deshacer el nudo del albornoz y retirándole el mojado pelo de su cuello, comenzó a besar lentamente su nuca.
Ella pensó en escapar de ese abrazo, que sabía que irremediablemente acabaría con ambos sobre la cama, como pequeña venganza por haberla dejado ayer con las manos en el aire tras quitarlas de su corbata, pero desistió y a su mente vinieron las palabras mudas que él le dijo por la noche : “déjate llevar”, y poco a poco dejó que las manos de él fueran introduciéndose por su albornoz, ella fue sintiendo la calidez sobre la fría piel tras la ducha y la humedad de sus dulces besos sobre su nuca… y se dejó llevar por ese deseo.
En su despacho, Gates unía los puntos del caso. Ahora sabía que Smith tenía datos que podrían comprometer al gran poder oculto. La cuestión giraba ahora en como podrían saber si esos datos habían pasado ya a manos del francotirador, y no sería posible descubrirlo dejando a Beckett de nuevo en el punto de mira, o si por el contrario, el francotirador no había dado con esa información y podrían desenmascarar todo el caso, si fuese así, tendría explicación que los escoltas no observasen ningún movimiento tras de Beckett. Inmersa en estos pensamientos, decidió que tendría que enviarle un mensaje a Sarah. Si alguien era capaz de encontrar más pistas en la casa de Smith, esa era Sarah. Saldría de la comisaría a la hora de comer, e iría a ver a Ben.
Jimmy se levantó de la silla y dio un abrazo a su mujer cuando la vio entrar en la casa. Esperaba que esos dos estuviesen más tiempo juntos, así no tendría que separarse más de ella. El trabajo les obligaba a estar muchas horas fuera de casa, esta misión les unía y separaba…
Richard paseaba su dedo índice por la espalda de ella, llevó su otra mano hasta su boca, besando la mano de Kate cuyos dedos estaban entrelazados a los de él.
- Me quedaría aquí todo el día, pero me asustan los rugidos de tu estómago, si te sigo reteniendo aquí, es posible que cometas canibalismo –le dijo el divertido sintiendo los movimientos de su estómago.
- Apenas desayuné y salí a correr… estoy hambrienta
- Venga, ponte en pie, hoy me apetece comer pasta italiana…
- Hum… suena bien, ¿Qué tal si tu…? – le hizo un gesto circular con el dedo índice
- ¡Kate! ¿Por qué me haces esto? ¿Cuántas veces tengo que decirte que te tengo memorizada?
- Si me tuvieses tan memorizada, no estarías tan pendiente de mirarme cada vez que intento moverme.
- Si me dejases mirarte más, te tendría mucho más memorizada- dijo él intentando levantar la sábana que la cubría parcialmente y llevándose un manotazo por ello.
- Esta bien, me doy la vuelta…
Ella le besó levemente la oreja y se levantó arrastrando tras de si la sábana y envolviéndose en ella, le dio la espalda andando hacía el baño, pero él había sido rápido y se incorporó sobre la cama casi cayendo de la misma al tirarse para alcanzar el trozo de sábana que se arrastraba tras ella, la agarró y tiró pillándola por sorpresa y dejándola totalmente al descubierto. Dio un respingo:
- ¡Castle! – exclamó oyendo a su espalda un silbido de aprobación.
Decidió cambiar de táctica, y siguió caminando hacía el baño, podía sentir la mirada de él clavada en su nalgas. Se paró en la puerta, y agarrándose al marco, giró un poco la cabeza mirándole con la boca entreabierta, él llevo su mano a su corazón, puso los ojos en blanco y se dejo caer sobre la espalda sin soltar su trofeo y exclamando:
- ¡Muerto!
Media hora después salían a la calle, habían decidido ir a comer a un restaurante italiano próximo a la casa de Kate, lo que les permitiría dar un pequeño paseo atravesando un parque cercano.
Jimmy les dijo a sus chicos que les siguieran mientras él y Harry bajaban y tomaban el relevo. No tardaron en salir a la calle, afortunadamente localizaron a la pareja rápidamente, pues se entretenían parándose, riendo y besándose continuamente. En cuanto estuviesen cerca de los novatos les tomaría el relevo y les diría que fuesen a comer y estuviesen pendientes por si les necesitaban, ellos se encargarían.
- Kate, te tengo que proponer una cosa – le dijo Richard abrazando su cintura mientras andaban por un camino de tierra del parque
Ella le miró intrigada, notando un poco de preocupación en su tono de voz, y pensando que nueva locura se le había podido cruzar por aquella imaginativa cabeza.
- Ahora que no tienes que ir a la comisaria – continuó él- podías tomártelo como un pequeño descanso y – tomó aire - acompañarme a Londres, quieren entrevistarme , siempre me estoy negando por no salir de Nueva York, pero ahora que tú puedes acompañarme….
Ella le miró y le soltó tranquilamente:
- Me encantaría
Él paró en seco, no esperaba que accediese tan rápido.
- Vamos Rick, ¿Por qué te paras? Tengo hambre
Se dio cuenta que podía delatarse, y llevando su mano a la nuca de Kate, la atrajo hacía su cara para besarla. Ella acogió ese beso, alargándolo más de lo que Richard tenía pensado, contenta por la noticia de tomarse por fin unas vacaciones, y junto a él.
Un joven corpulento se acercaba directo hacía la pareja, Jimmy se puso en alerta, soltando la cintura a Harry y llevando su mano a su arma, cuando vio que seguía su paso rápido hacía ellos, que en ese momento estaban parados dándose un beso, Jimmy empezó a correr, seguido de Harry que le pedía calma en susurros. Los novatos corrian hacia el joven.
Richard y Kate estaban ajenos a lo que estaba a punto de ocurrir, totalmente centrados en la explosión de sentimientos que tenían en sus bocas.
Mientras se acercaba rápido, el joven fue llevando su mano hacía el interior de su cazadora, Jimmy aceleró su carrera y saco su arma, por detrás de él, Harry observándolo todo, comenzó a correr tras el.
El joven se acercó a Kate por la espalda y le puso una mano en el hombro mientras terminaba de sacar algo del interior de su chaqueta.
Uno de los novatos se lanzó sobre el joven, tirándole al suelo. Kate se giró asustada por el ruido, miro a los dos hombres en el suelo y se quedo perpleja, miró alternativamente a uno y a otro, el joven asustado agarraba el busca que había sacado de su chaqueta, el novato con el arma en la mano le apuntaba como podía. Castle instintivamente agarró a Kate y dio dos pasos hacía atrás intentando protegerla, en ese momento, Jimmy llegó y dando una patada al arma del novato, que salió volando por el aire le agarró por el cuello levantándole del suelo.
Kate no lo pensó dos veces, se zafó de los brazos de Castle, y pillando por sorpresa a Jimmy le lanzó una patada al pecho haciendo que se doblase, y aprovechando para arrebatarle el arma empujándole y haciendo que cayese de espaldas al suelo, poniéndose de rodillas sobre su pecho y encañonándole en la sien.
- ¿Me buscabas cabrón? – le espetó – puedo acabar contigo ahora mismo – vio la cara de rabia de Jimmy
- No debería hacer eso inspectora Beckett – escucho en su espalda notando una presión en su nuca…
*******
FIN DEL CAPITULO 13
G R A C I A S de nuevo por llegar hasta aqui...
Alonso ayer, Alonso hoy...
Os dejo este capitulo y me voy a celebrarlo... oeee oeee
CAPITULO 13.
Después de una hora de carrera, Beckett volvía a su casa. Mientras se acercaba y desconectaba la aplicación de su móvil que controlaba la carrera, vio parada cerca de su portal una silueta que le resultaba familiar. Se acercó sonriéndole e intentando controlar lo antes posible su agitada respiración para poder hablar.
- Hola Beckett.
- Espo, me alegra verte – dijo como pudo entre jadeos.
Cruzaron la calle, entrando en una cafetería, donde el camarero saludo amistosamente a Kate, y tomaron asiento en una mesa cerca desde donde podían ver la calle, y pidieron unos refrescos.
- ¿Lo has pensado mejor? – le soltó Espósito directo.
Ella dibujo una pequeña sonrisa en sus labios, dándole a entender que la pregunta le dolía, no por su planteamiento en sí, si no porque le ponía los pies en el suelo y tarde o temprano tendría que dar un paso y decidir su futuro, y de momento, no era algo que quisiese hacer.
- No Javi. No lo he decidido aún.
- ¿Es por él verdad? – Espo era directo
Ella volvió a sonreír, y él vio en sus ojos una mirada diferente. Una alegría que hasta ese momento nunca había visto.
- ¿Lanie?
- Si – contestó el riendo – me ha contado como se presentó en casa de Castle, no me hubiese gustado estar en vuestro lugar – dijo riendo de nuevo
- Fue culpa mía, no la llamé y ella se preocupó. ¿Habéis vuelto…?
- ¿Lo llegamos a dejar alguna vez? – Ella asintió
- Me alegro Espo – el asintió
- No has contestado a mi pregunta – le dijo insistente
Ella tomó aire.
- Hacía mucho tiempo que no me sentía así – le dijo recordando lo bien que se sentía cuando despertaba entres sus brazos - después de todo lo que pasó el viernes mi mundo se movió. Tenía que elegir Espo. No me gusta dar la razón a Gates, pero mi obsesión con cogerle me ha cegado, no hice bien, no debí arrastraros, no debería haber seguido con esa lucha, tendría que haber pactado con Gates y ahora quizá ese cabrón…
- Sigues sin contestar a mi pregunta – ella desvió la mirada, centrándola en un punto en la mesa.
- No. No es por él. Es por mi – levantó la vista hasta encontrarse con la mirada interrogante de él – durante estos últimos trece años, me he dedicado a vivir para aclarar porque mataron a mi madre, y durante todo ese tiempo, me he olvidado de vivir para mi, no me he dado cuenta de cómo pasaba ese tiempo, sólo he alimentado un odio que no me dejaba ver la realidad : Ella no volverá nunca, Espo. No. No es por Castle, aunque si el no estuviese aquí, no sé cuando me habría dado cuenta, es por mi.
- ¿Y vas a dejarlo por ti? – ella expulsó aire por la nariz y ladeando la cabeza y mirando levemente a la calle, le volvió a mirar, inclinándose un poco más hacía él.
- Entré en el cuerpo buscando venganza, si ya no necesito hacerlo ¿para que seguir?
Espo la miró sorprendido.
- Vamos Beckett, sabes que eres la mejor de la comisaría, sólo tu puedes arrancar una confesión en diez minutos. ¿Has repasado los casos que has cerrado? ¿te has parado a pensar a cuanta gente has hecho pagar? ¿a cuanta gente le has dado paz al saber las razones por las que sus familias están muertas?
- Venga Espo, en Nueva York somos más de 30.000 polis ¿me vas a contar que soy imprescindible?
- Pues no sé si Nueva York lo pensará, pero en la comisaría …
- Anda ya!
- Y ¿ahora que?.. ¿Qué quieres hacer? ¿Ser la mujer florero de un famoso escritor y acompañarle en su vida snob? ¿eso es lo que quieres hacer por ti? Bonita vida – le dijo algo cabreado – y muy fácil, claro.
A Kate le cambió la cara. Se puso seria.
- ¿Y que pretendes que haga? ¿Volver como si nada comisaria y alimentar de nuevo día a día esa obsesión hasta que baje la guardia y me maten? Porque esta claro que si lo han intentado dos veces, lo intentarán una tercera, y quien sabe si esta vez lo conseguirán.
- Estaremos ahí contigo y…
- ¡Espo!
Ambos callaron. Ella le sostenía la mirada.
- Lo siento Beckett. Me he pasado.
Ella asintió y se quedó en silencio. Esperando una explicación a ese momento de rabia de su compañero.
- No quiero que lo dejes. Nada sería igual. Sé que es egoísmo, pero te quiero cerca cuando me juego la cara ahí fuera. Desde que llegué a la 12 tú estabas ahí, y no entendería no verte. Confío en ti. Es complicado confiar en alguien ahí dentro – su mirada se torno algo oscura, sin duda pensando en Ryan – y yo confió en ti.
Kate sonrío de nuevo, y agarró su mano por encima de la mesa, apretándola en señal de agradecimiento.
- Necesito tiempo Espo. Y ahora, la verdad – dijo riendo – es que estoy un poco distraída pensando en otra cosa…
- Más le vale a Castle no hacerte ningún daño, porque va a poder escribir toda un libro contando la paliza que le voy a dar como se pase – ambos rieron
- ¿Vas a hablar con Ryan? – era la pregunta que Espo no quería oír – Lanie me contó.
- ¿Esa mujer no puede estar callada?
- ¡No! – contestó rápidamente Beckett – y no parece que a ti te importase mucho mantenerla en silencio cuando te ha contado mi fin de semana.
- No es lo mismo…
- Claaaro. Mi vida privada es interesante y debe compartirse con todo el mundo, pero tu bronca con Ryan es sólo tuya….
- Nos traicionó
- Me salvó la vida –contestó ella tajante
- Se lo dijo a Gates, ha hecho que nos sancionen.
- Fue la razón que nos faltó a nosotros, hizo bien su trabajo, tuvo la lógica que nos faltó a nosotros. Nos cubrió a su manera. Somos un equipo.
- Beckett le miraba, intentando que cambiase de opinión.
- Esta bien. Ya veré lo que hago.
- Debería subir a casa. He quedado a comer.
- ¿Castle? – ella asintió.
- Es un buen tío.
- Si, lo es.
- Me alegro por vosotros –le dijo sincero.
- Gracias Javi.
- Me pregunto que cara pondrá Gates…
- Ufs – ambos rieron -anda vámonos o veré la cara que pondrá Rick si no estoy lista cuando venga
- Uhuuuuuuu uuuuuh…. Rick, Rick – le dijo mofándose mientras salían de la cafetería y recibía un codazo de Beckett.
Javier Espósito se alejaba caminando, después de dejar a “la jefa” en la puerta de su casa. Una sonrisilla se dibujó en su cara… tenía claro que volverían a trabajar juntos… en su mente sonaban dos frases: “en Nueva York somos mas de 30.000 polis”, “somos un equipo”… esta claro que Beckett aún estaba dentro. Primera parte cumplida. Ahora le quedaba Ryan…
Cuando el timbre sonó, Kate aún secaba su pelo con una toalla. Abrió la puerta. Él la miró sonriendo:
- Vaya, ex inspectora, esto si que es un recibimiento, aunque creo que voy a coger manía a ese albornoz…
- Lo siento, vino a verme Espósito y no me he dado cuenta de la hora – le dijo haciéndose a un lado mientras él entraba- me visto en un momento, no tardo nada.
En cuanto ella cerró la puerta, él la abrazó por la espalda y besó su mejilla. Ella agarró sus brazos, aferrándose a él y cerrando los ojos se quedo quieta un instante, inclinando su cabeza sobre el hombro de él. El mundo se paró un momento.
- Te he echado de menos. No quiero volver a dormir nunca más solo.
Ella apretó más los brazos de él contra su cuerpo. No se lo dijo con palabras, pero ambos sabían que ese gesto era la misma frase repetida.
Richard comenzó a deshacer el nudo del albornoz y retirándole el mojado pelo de su cuello, comenzó a besar lentamente su nuca.
Ella pensó en escapar de ese abrazo, que sabía que irremediablemente acabaría con ambos sobre la cama, como pequeña venganza por haberla dejado ayer con las manos en el aire tras quitarlas de su corbata, pero desistió y a su mente vinieron las palabras mudas que él le dijo por la noche : “déjate llevar”, y poco a poco dejó que las manos de él fueran introduciéndose por su albornoz, ella fue sintiendo la calidez sobre la fría piel tras la ducha y la humedad de sus dulces besos sobre su nuca… y se dejó llevar por ese deseo.
En su despacho, Gates unía los puntos del caso. Ahora sabía que Smith tenía datos que podrían comprometer al gran poder oculto. La cuestión giraba ahora en como podrían saber si esos datos habían pasado ya a manos del francotirador, y no sería posible descubrirlo dejando a Beckett de nuevo en el punto de mira, o si por el contrario, el francotirador no había dado con esa información y podrían desenmascarar todo el caso, si fuese así, tendría explicación que los escoltas no observasen ningún movimiento tras de Beckett. Inmersa en estos pensamientos, decidió que tendría que enviarle un mensaje a Sarah. Si alguien era capaz de encontrar más pistas en la casa de Smith, esa era Sarah. Saldría de la comisaría a la hora de comer, e iría a ver a Ben.
Jimmy se levantó de la silla y dio un abrazo a su mujer cuando la vio entrar en la casa. Esperaba que esos dos estuviesen más tiempo juntos, así no tendría que separarse más de ella. El trabajo les obligaba a estar muchas horas fuera de casa, esta misión les unía y separaba…
Richard paseaba su dedo índice por la espalda de ella, llevó su otra mano hasta su boca, besando la mano de Kate cuyos dedos estaban entrelazados a los de él.
- Me quedaría aquí todo el día, pero me asustan los rugidos de tu estómago, si te sigo reteniendo aquí, es posible que cometas canibalismo –le dijo el divertido sintiendo los movimientos de su estómago.
- Apenas desayuné y salí a correr… estoy hambrienta
- Venga, ponte en pie, hoy me apetece comer pasta italiana…
- Hum… suena bien, ¿Qué tal si tu…? – le hizo un gesto circular con el dedo índice
- ¡Kate! ¿Por qué me haces esto? ¿Cuántas veces tengo que decirte que te tengo memorizada?
- Si me tuvieses tan memorizada, no estarías tan pendiente de mirarme cada vez que intento moverme.
- Si me dejases mirarte más, te tendría mucho más memorizada- dijo él intentando levantar la sábana que la cubría parcialmente y llevándose un manotazo por ello.
- Esta bien, me doy la vuelta…
Ella le besó levemente la oreja y se levantó arrastrando tras de si la sábana y envolviéndose en ella, le dio la espalda andando hacía el baño, pero él había sido rápido y se incorporó sobre la cama casi cayendo de la misma al tirarse para alcanzar el trozo de sábana que se arrastraba tras ella, la agarró y tiró pillándola por sorpresa y dejándola totalmente al descubierto. Dio un respingo:
- ¡Castle! – exclamó oyendo a su espalda un silbido de aprobación.
Decidió cambiar de táctica, y siguió caminando hacía el baño, podía sentir la mirada de él clavada en su nalgas. Se paró en la puerta, y agarrándose al marco, giró un poco la cabeza mirándole con la boca entreabierta, él llevo su mano a su corazón, puso los ojos en blanco y se dejo caer sobre la espalda sin soltar su trofeo y exclamando:
- ¡Muerto!
Media hora después salían a la calle, habían decidido ir a comer a un restaurante italiano próximo a la casa de Kate, lo que les permitiría dar un pequeño paseo atravesando un parque cercano.
Jimmy les dijo a sus chicos que les siguieran mientras él y Harry bajaban y tomaban el relevo. No tardaron en salir a la calle, afortunadamente localizaron a la pareja rápidamente, pues se entretenían parándose, riendo y besándose continuamente. En cuanto estuviesen cerca de los novatos les tomaría el relevo y les diría que fuesen a comer y estuviesen pendientes por si les necesitaban, ellos se encargarían.
- Kate, te tengo que proponer una cosa – le dijo Richard abrazando su cintura mientras andaban por un camino de tierra del parque
Ella le miró intrigada, notando un poco de preocupación en su tono de voz, y pensando que nueva locura se le había podido cruzar por aquella imaginativa cabeza.
- Ahora que no tienes que ir a la comisaria – continuó él- podías tomártelo como un pequeño descanso y – tomó aire - acompañarme a Londres, quieren entrevistarme , siempre me estoy negando por no salir de Nueva York, pero ahora que tú puedes acompañarme….
Ella le miró y le soltó tranquilamente:
- Me encantaría
Él paró en seco, no esperaba que accediese tan rápido.
- Vamos Rick, ¿Por qué te paras? Tengo hambre
Se dio cuenta que podía delatarse, y llevando su mano a la nuca de Kate, la atrajo hacía su cara para besarla. Ella acogió ese beso, alargándolo más de lo que Richard tenía pensado, contenta por la noticia de tomarse por fin unas vacaciones, y junto a él.
Un joven corpulento se acercaba directo hacía la pareja, Jimmy se puso en alerta, soltando la cintura a Harry y llevando su mano a su arma, cuando vio que seguía su paso rápido hacía ellos, que en ese momento estaban parados dándose un beso, Jimmy empezó a correr, seguido de Harry que le pedía calma en susurros. Los novatos corrian hacia el joven.
Richard y Kate estaban ajenos a lo que estaba a punto de ocurrir, totalmente centrados en la explosión de sentimientos que tenían en sus bocas.
Mientras se acercaba rápido, el joven fue llevando su mano hacía el interior de su cazadora, Jimmy aceleró su carrera y saco su arma, por detrás de él, Harry observándolo todo, comenzó a correr tras el.
El joven se acercó a Kate por la espalda y le puso una mano en el hombro mientras terminaba de sacar algo del interior de su chaqueta.
Uno de los novatos se lanzó sobre el joven, tirándole al suelo. Kate se giró asustada por el ruido, miro a los dos hombres en el suelo y se quedo perpleja, miró alternativamente a uno y a otro, el joven asustado agarraba el busca que había sacado de su chaqueta, el novato con el arma en la mano le apuntaba como podía. Castle instintivamente agarró a Kate y dio dos pasos hacía atrás intentando protegerla, en ese momento, Jimmy llegó y dando una patada al arma del novato, que salió volando por el aire le agarró por el cuello levantándole del suelo.
Kate no lo pensó dos veces, se zafó de los brazos de Castle, y pillando por sorpresa a Jimmy le lanzó una patada al pecho haciendo que se doblase, y aprovechando para arrebatarle el arma empujándole y haciendo que cayese de espaldas al suelo, poniéndose de rodillas sobre su pecho y encañonándole en la sien.
- ¿Me buscabas cabrón? – le espetó – puedo acabar contigo ahora mismo – vio la cara de rabia de Jimmy
- No debería hacer eso inspectora Beckett – escucho en su espalda notando una presión en su nuca…
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FIN DEL CAPITULO 13
G R A C I A S de nuevo por llegar hasta aqui...
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Cada vez me gusta más esta historia. Sigue pronto que lo has dejado de lo más interesante.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
wooo
sigueee
sigueee
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Pues si... está muy interesante.
Confio en que se puedan ir a Londres y pasarlo bien.
Espero que no te demores demasiado con el siguiente capitulo.
Confio en que se puedan ir a Londres y pasarlo bien.
Espero que no te demores demasiado con el siguiente capitulo.
marypaz- Policia de homicidios
- Mensajes : 687
Fecha de inscripción : 09/06/2011
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Esto se pone mejor capitulo a capitulooooo
Quiero millones mas, continua escribiendo de por vidaaaa
Quiero millones mas, continua escribiendo de por vidaaaa
silvanalino- Escritor - Policia
- Mensajes : 2439
Fecha de inscripción : 01/12/2010
Edad : 51
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Muy bueno, continua pronto
chelcas- Escritor - Policia
- Mensajes : 1437
Fecha de inscripción : 27/01/2012
Edad : 31
Localización : México
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
¿Pero quienes con Jimmy y Harry? Son inventados no¿
https://www.youtube.com/watch?v=wMZ0_Gzy90o&feature=plcp
https://www.youtube.com/watch?v=wMZ0_Gzy90o&feature=plcp
Invitado- Invitado
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Skyscraper escribió:¿Pero quienes con Jimmy y Harry? Son inventados no¿
https://www.youtube.com/watch?v=wMZ0_Gzy90o&feature=plcp
¿A que te refieres con si son inventados?
Anver- Policia de homicidios
- Mensajes : 711
Fecha de inscripción : 14/06/2012
Localización : Madrid
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Sigue pronto me encanta tu historia!
LEILAKB- Actor en Broadway
- Mensajes : 202
Fecha de inscripción : 08/11/2011
Edad : 34
Localización : madrid
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Me acabo de leer los dos últimos capítulo y solo puedo decirte FANTÁSTICO!
Es increíble como estas desarrollando toda el caso de Smith, la conversación de Gates con Castle en el parque me gustó mucho, por fin se deja ver el lado humano de Gates que siempre parece la dura.
Esta escena final del capítulo 13 me ha gustado mucho, me has dejado intrigada por saber quien es ese que iba hacia ellos cuando se estaban besando, no sé porque tengo la sensación de que no era nadie peligroso y que los vigilantes se han delatado.
Me encanta como escribes y como sigues en cada capítulo la historia, tengo ganas de saber como seguirá la historia
Es increíble como estas desarrollando toda el caso de Smith, la conversación de Gates con Castle en el parque me gustó mucho, por fin se deja ver el lado humano de Gates que siempre parece la dura.
Esta escena final del capítulo 13 me ha gustado mucho, me has dejado intrigada por saber quien es ese que iba hacia ellos cuando se estaban besando, no sé porque tengo la sensación de que no era nadie peligroso y que los vigilantes se han delatado.
Me encanta como escribes y como sigues en cada capítulo la historia, tengo ganas de saber como seguirá la historia
Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
G r a c i a s !!!
Estoy con el siguiente... ¿un par de horas?
Estoy con el siguiente... ¿un par de horas?
Anver- Policia de homicidios
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Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Bueno, pues... me he atascado un poco.... ayudarme ¿no?
Gracias por vuestros comentarios.
CAPITULO 14.
Beckett resopló con rabia. La mujer a su espalda le mostro una placa y retiró la presión de su nuca cuando se aseguró que había visto quien eran. Beckett retiró el arma de la sien de Jimmy levantándola sobre su cabeza y Harry la cogió. Se levantó del pecho de Jimmy y le ayudó a incorporarse, éste fue hacia el novato y se pegó a su cara soltándole varios improperios sobre su forma de trabajar y aprovecho para levantar del suelo al joven del busca, que miraba toda la escena aturdido.
Castle se acercó a él y le dijo:
- Hola Josh
- Castle… ¿que esta pasando? – a lo que este se encogió de hombros
- Sé lo mismo que tú – mintió.
- Os vi y yo… únicamente quería saludar a Kate…
- Lo comprendo – dijo Castle fastidiado en parte por su presencia y en parte porque intuía que no sólo quería saludar – pero creo que has liado una buena – le dijo esto resarciéndose al fin por la forma en la que Josh le trató en el hospital cuando dispararon a Kate.
Jimmy siguió gritando al novato le pidió las llaves del coche, y les dijo que se ocupasen de desalojar y recoger las motos, mirando a Harry la apremió para que se marchasen.
- Toda la misión ha quedado comprometida – le dijo Harry a Becket – tendréis que acompañarnos, hay que sacaros de aquí.
- ¿Qué es lo que esta ocurriendo? – preguntó Beckett.
- Se te explicará a su debido tiempo – le espetó Jimmy tajante – no hay tiempo que perder
Kate saludó a Josh y le prometió que le llamaría. Jimmy por su parte, aliviado por saber que se conocían, le dijo que no se le ocurriese comentar con nadie nada de lo que había visto hoy o se encargaría que pasase un par de días desagradables en comisaria.
- Vamos, tenemos que salir de aquí y llegar cuanto antes al punto de encuentro – les dijo a Castle, Kate y Harry.
- No pienso ir a ningún sitio si no me explicáis que esta pasando – dijo Beckett.
- Obedecerá mis órdenes inspectora – le dijo Jimmy mostrando su placa y haciéndole entender que era teniente y estaba al mando.
- Ya no soy policía – le contestó ella
- ¿Quiere que la arreste entonces? – contestó Jimmy – Porque puedo hacerlo con cualquier excusa. Y no me consta que sea civil. Andando.
Castle cogió de la mano a Kate, intentando tranquilizarla. Ésta le miró y él intentó decirle con la mirada que obedeciese, ya se enterarían más tarde de lo que pasaba. Por una extraña razón ella intuyó que sabía más de lo que parecía. Y confió en él.
Harry intervino. Tendría que poner la afectividad que a Jimmy le faltaba.
- Inspectora, sé que en este momento no entiende nada, pero lo entenderá en un rato. No podemos estar más tiempo aquí, vámonos, le prometo que en el coche le informaremos.
Kate miró a Harry. Tendría poco más de cuarenta años, sus profundos ojos azules le trasmitían seguridad. Tenía media melena de un rubio que casi era albino. Le pareció algo bajita para ser policía. Debía rozar el metro sesenta y cinco y parecía muy frágil. Le extrañó su acento. Parecía inglesa. Por su parte Jimmy parecía mayor que Harry, rozaría los cincuenta, era tan alto como Castle, de pelo oscuro y ojos azules, su forma de hablar y expresarse, le decía que él era de cualquier parte problemática de Nueva York. Extraños compañeros, se dijo.
Castle comenzó a andar, arrastrando con él a Kate, siguiendo a los dos escoltas y desandando el camino que habían realizado minutos antes.
Jimmy llamó por teléfono dos veces, y a ambas personas les indicó que la misión se había comprometido y se encontrarían en el lugar de encuentro.
Al llegar a la calle, Jimmy se acercó a una berlina gris plata y les invitó a subir en la parte de atrás. El conducía mientras Harry se sentó en el asiento del acompañante.
En el coche, Castle paso un brazo por los hombros a Kate y la besó en la sien.
Harry se giró.
- Sargento Harriet Barber, pueden llamarme Harry, y él es el teniente James Brandon, le pueden llamar Jimmy- les dijo Harry
- ¿Por qué ha intentado matarme inspectora? – le dijo Jimmy molesto mirando por el retrovisor.
- ¿Por qué atacó al policía que me seguía? – le contestó ella rápidamente
- Vaya… ¿Sabía que le seguían?
- ¡Como para no verlos! Empezaron el viernes por la tarde – Castle la miró sorprendido.
- Te lo dije Harry, putos elefantes. Nos extrañaba que no se hubiese dado cuenta antes, si es tan buena como nos han vendido, no verlos era un fallo…
- ¿Quién se lo ha vendido?
- Ya lo verá.
- Porque este despliegue. ¿Qué ocurre?
- Digamos que con dos ataques ha sido suficiente, no queremos que haya un tercero.
- ¿Quiénes?
- Es usted insistente …
- Vamos Jimmy, que más da que se lo digas ya, en un rato lo sabrá igual – le dijo Harry.
Jimmy miró a Harry, si, él sabía que en un rato Kate se encontraría con Gates y Stevens en el almacén que habían elegido como lugar seguro.
- Su capitana, Victoria Gates, montó el operativo de seguridad – le dijo.
Kate calló. En parte se lo imaginaba, por eso no había dicho nada de la vigilancia que llevaba observando desde el día que la atacaron. Lo que no entendía era porque montaban un operativo visible y otro invisible. Estaba claro que iban a reunirse con Gates. Que se lo explicase ella.
- Teniente siento haberle noqueado antes – se disculpó Beckett – y observó la diversión de Harry cuando lo dijo.
- Ya – le contestó él – agradezco que no tenga el dedo flojo, mi arma nunca tiene el seguro puesto.
Sonó un móvil y Jimmy se apresuró a sacarlo del bolsillo de su camisa.
- Lo siento, tengo que contestar – les dijo – es mi hijo.
Mientras Jimmy hablaba por teléfono, Kate se ocupó de Castle. No le había prestado atención en todo ese tiempo.
- ¿Estas bien? – le preguntó
- Si, un poco confundido con todo lo que esta pasando. ¿Y tú?
- Cabreada… y hambrienta.
- Pues aún te enfadarás más – ella le miró esperando una aclaración – esta mañana hablé con Gates.
- ¿Pensabas decírmelo? –le dijo con esa cara de enfado que reservaba para él.
- ¿Hemos tenido un momento?
Ambos guardaron silencio, Castle buscó su mano y entrelazó sus dedos con los de ella. Escuchaban la conversación del teniente con su hijo. Ese crío era como un bálsamo, el tigre se había tranquilizado. Castle pensó en su hija, el también la hablaba de forma parecida, pero él no era un duro policía de Nueva York. Se preguntaba como se podía llevar un arma, hacer un trabajo como el que hacía y a su vez tener un una vida aparte donde poder ser tan diferente.
- Si cariño, un beso – dijo el teniente – te paso con mamá.
Richard y Kate se miraron, mientras el teniente entregaba el móvil a Harry, y de la misma forma, ella comenzó una conversación dulce y familiar ajena al diario trabajo, duro y peligroso. Ambos, sin compartir una palabra, compartieron un pensamiento: ¿Qué pasaría si ellos…..?
Cuando Harry colgó, los cuatro se quedaron callados. Richard y Kate perdidos en ese pensamiento, Jimmy y Harry pensando en la cara de su hijo.
Pasados unos minutos, y después de que Kate se diese cuenta que Jimmy conducía dando continuas vueltas por el mismo sitio, el teniente dijo:
- Seguimos limpios, nos quedan cuarenta minutos para encontrarnos con su jefa.
- Necesito comer algo – dijo Beckett
- Me ha leído la mente – contestó Jimmy – pero tenemos poco tiempo, tendremos que comer cualquier cosa
- Ufs… - exclamó Harry a quien la comida basura no le gustaba.
Llegaron a un almacén de las afueras de Nueva York, varios operarios se afanaban en cargar un camión e hicieron caso omiso al coche cuando pasaron por su lado. Giraron hasta ir a la parte de atrás del almacén, donde había una nave pequeña semi abierta, y entraron con el coche. En la nave había dos coches más. Apoyados en uno de ellos, estaba Gates hablando con un hombre calvo, algo entrado en carnes, de mediana edad y bastante alto, era Stevens
Stevens presentó a Gates, Jimmy y Harry, y Gates hizo lo mismo con Castle y Beckett.
- ¿Qué ha ocurrido? – preguntó Stevens a Harry.
- Los chicos les seguían por un parque, íbamos a tomar el relevo, se acercó un hombre directo a ellos, parecía que iba a sacar un arma y Roberts le derribó cuando se acercó a ella pensando que la atacaba.
- La cagó – dijo Jimmy – te dije que me preocupaba que fuesen tan nuevos – le dijo a Stevens – no supo observar, tuve que intervenir antes que le metiese una bala.
- ¿Quién era ese hombre? – Preguntó Gates
- Un viejo amigo mio – contestó Beckett mientras Castle apretaba los labios – solo quería saludar.
- Supongo que usted querrá una explicación a todo esto – le dijo Gates a Beckett.
- Seria todo un detalle por su parte señor – contestó Kate sabiendo que le molestaría como contestaba.
Gates tomó la palabra.
- Antes de hablar necesito que comprendan que en cuanto empiece a hablar, ustedes tendrán que obedecer todas las órdenes que les demos. Si no están dispuestos a hacerlo, se limitarán a entrar en un programa de protección y hasta que no acabe todo esto, estarán custodiados.
- ¿Y si accedemos? – preguntó Kate.
- Entonces les pondré al corriente de todo, ustedes me informarán de todo lo que sepan, y colaboraremos para acabar con todo esto de una vez.
- ¿A que se refiere con todo?
- A llevar al juzgado a la persona que se ha encargado de quitar de en medio a todo aquel que le ha estorbado en su estelar carrera. Entre ellos a su propia madre.
- ¿Nos deja un momento? – preguntó Castle y Gates afirmó con la cabeza.
Castle separó unos metros a Kate, poniéndose de espaldas a los cuatro policías, cogió sus manos y le dijo:
- Hagas lo que hagas, estoy contigo. Me da igual si decides meterte de lleno en esto, como si quieres que nos tengan custodiados durante meses. Me dará igual, esta vez no pienso separarme de ti ni un minuto.
- ¿Qué hago Rick? No quiero ponerme en peligro, ni que tú lo estés. Pero si ellos están de nuestro lado, quizá esta vez sea la definitiva…
- Llevas años luchando por encontrar la verdad. Por el camino me has encontrado a mí. Encontrémosla juntos, ya no tienes que cargar tu sola con el peso. ¿Vamos a por la verdad?
A ella le dio igual que los cuatro policías estuviesen mirando y que una de ellas fuese su jefa, seguro que ya sabía que estaba con él. Se lanzó directa a su boca. Últimamente Richard tenía las palabras justas en el momento adecuado, adoraba esa boca.
- Te quiero Rick.
- Y yo a ti Kate. Vamos a por ellos.
Volvieron junto a los policías y Kate les dijo que continuase, dejando claro que estaban dispuestos a todo.
Para sorpresa de Castle y Beckett, Gates confesó que llevaba en este caso desde hacía más de quince años. Ella estaba en asuntos internos, de donde nunca había salido, aunque ahora pareciese que estaba a cargo de la 12. Desde esa posición, nadie sospechaba y podía seguir su investigación. Les dijo que Stevens también era de asuntos internos, y con esta afirmación provocó la sorpresa de Jimmy y Harry, que no lo esperaban.
Les contó que Montgomery y sus compañeros veteranos estaban bajo la atenta mirada de asuntos internos, y como habían realizado todos los secuestros y extorsiones a la mafia, pero no podían probarlo, siempre les faltaban pruebas, se tapaban entre ellos. Supieron como “el dragón” les apartó del caso y les ordenó que dejasen de investigarles, supo lo que hacían aquellos polis y quiso aprovecharlo y les hizo entregarles todas las ganancias para invertirlas en su flamante carrera, y esos polis no pudieron hacer nada por evitarlo. Se jugaban la vida y las de sus familias. Un par de años después, la madre de Kate intervino para librar de la cárcel a un inocente, y al empezar a hacer preguntas, la liquidaron. Y no fue la única. Hubo más asesinatos. Y con ellos el dragón se fue haciendo más fuerte. Cuando Kate empezó a investigar siendo novata, Montgomery sabía que ella sería la siguiente y pactó por ella y la apartó poco a poco del caso, hasta que Kate parecía que lo había olvidado.
Desde asuntos internos, no podían reabrir nada, el caso había quedado dormido, aunque no olvidado. Se intentaban unir puntos, pero todas las pistas se perdían en el miedo, la extorsión y la muerte. El dragón esta en pleno apogeo de poder, y todo quedó en estado durmiente. Hasta que Kate empezó a investigar, y el juego volvió a comenzar. Y ellos volvieron a ponerse a investigar esperando algún fallo para cogerle y llevarle a los tribunales. Cuando mataron a Montgomery, fue la oportunidad de Gates de intentar conseguir información de primera mano. Y fue asignada a la 12. Le contó como había muerto Smith, como sabían que había sido el mismo hombre que había intentado asesinarla un año antes, que la bala coincidía con la que mató al chico hispano que se coló en la casa de Montgomery la semana anterior. Desconocían si Smith había entregado la información que estaba utilizando para salvar su vida, y desconocían que clase de información tenía en su poder, pero sabían que había algo puesto que Smith había acudido a Castle para convencerla para que se apartase del caso y tenía algo con lo que parar su muerte.
- Ahora, ya están al día. Y nosotros necesitamos saber todo lo que han descubierto.
- No es mucho, las pistas acaban siempre de manera brusca – respondió Castle.
- ¿Quién es el dragón? – preguntó Kate.
Stevens y Gates mantuvieron una mirada interrogante. Revelar quien era el causante de tantos años de sufrimiento podría dañarla, pero por otro lado, ella necesitaba saberlo.
- ¿De verdad ha entendido lo que le hemos contado? – preguntó Stevens a Kate - ¿entiende que a partir de ahora tiene que obedecernos en todo?
- Creo que tengo derecho a saber quien mató a mi madre y ha intentado matarme dos veces.
- ¿Entiende que una investigación de tantos años no puede fracasar ahora porque quiera venganza?
Kate se perdió en su mente. Volvió a la noche del asesinato de su madre. Volvió a revivir el siguiente mes, su abandono de la universidad pasados los meses cuando cerraron el caso. El dolor de la decisión de dejar sus amigos, su vida y buscar ella misma al culpable, siempre se dijo que “Si quieres que las cosas salgan como tu quieres, has de hacerlo tu mismo”. Volvió a la academia, a sus primeros días, a sus meteduras de pata, a su miedo al dolor, físico y mental, volvió a dar cientos de veces la noticia de una muerte a un familiar, encajó de nuevo mentalmente todos los golpes que los diferentes malhechores le habían dado en su vida, volvió a sentir el calor de una bala en su pecho, y la agonía de no poder hacer nada mientras sus dedos se escurrían de la cornisa…. Y se topó con los ojos de Richard, que la miraba serio, pero comprensivo. Navegó por la inmensidad de esos ojos tan azules, sabiendo que ya no le importaba tanto vengarse como aferrarse a él… y le sonrió y él la sonrió a ella, había vuelto, estaba ahí, y no estaba sola.
- No quiero venganza, sólo quiero encerrarle y que no vuelva a hacer daño – dijo sin dejar de mirar a Richard.
Gates tomó la palabra.
- El día que tu madre murió… él era el Alcalde de Nueva York, por eso supo lo que hacían con la mafia.
- ¿El senador Powell? – exclamaron a la par Castle y ella girándose para mirarla.
- ¿Comprenden la situación? – preguntó Stevens
- Hay que pararle antes que llegue a Presidente – dijo Castle – Stevens y Gates asintieron.
- ¿Que tenemos que hacer? – preguntó Kate.
Gates y Stevens esperaban la reacción contra Beckett, le contaron como estaban atascados en la muerte de Smith. Aunque estaban moviendo hilos para ver si podían encontrar algo.
Ellos debían estar bajo vigilancia. Ambos. Pues sabían que el asesino conocía la implicación de Castle. Gates y Stevens decidieron que Jimmy y Harry seguirían escoltándoles. Aunque ahora ya no era necesario hacerlo a escondidas.
- Lo siento Rick, tendremos que dejar el viaje a Londres para otra ocasión – le dijo Kate a Richard.
- ¿Cómo ha dicho? – preguntó Gates y mirando a Harry preguntó: - ¿A Londres?
- Bueno, me dijo que la alejase… llevan tiempo queriendo entrevistarme y… bueno… pensé que era buen momento… - Kate le fulminó con la mirada, ahora entendía porque él le había dicho que se enfadaría cuando supiese que había estado hablando por la mañana con Gates.
- Londres sería el lugar ideal para mantenerles a salvo – dijo Harry – yo sigo adscrita al SI10 de Londres y si les informamos, nos prestaran colaboración, y tengo ganas de volver a casa….
- Oh - dijo Jimmy - odio el SI10, son unos engreídos...
Kate evaluó la situación, por un lado no le importaría en absoluto volar a Londres con Rick, aunque llevasen escoltas… por otro, quería ayudar en todo lo que pudiese allí… pero…
- Bien. Pues les quiero a los cuatro en Londres hasta que estemos seguros de lo que esta ocurriendo y sepamos que no corren peligro – dictaminó Gates mirando a Beckett y dejándole claro que era una orden y que había acordado obedecer….
*******
FIN DEL CAPITULO 14.
GRACIAS POR LEER HASTA AQUI...
Gracias por vuestros comentarios.
CAPITULO 14.
Beckett resopló con rabia. La mujer a su espalda le mostro una placa y retiró la presión de su nuca cuando se aseguró que había visto quien eran. Beckett retiró el arma de la sien de Jimmy levantándola sobre su cabeza y Harry la cogió. Se levantó del pecho de Jimmy y le ayudó a incorporarse, éste fue hacia el novato y se pegó a su cara soltándole varios improperios sobre su forma de trabajar y aprovecho para levantar del suelo al joven del busca, que miraba toda la escena aturdido.
Castle se acercó a él y le dijo:
- Hola Josh
- Castle… ¿que esta pasando? – a lo que este se encogió de hombros
- Sé lo mismo que tú – mintió.
- Os vi y yo… únicamente quería saludar a Kate…
- Lo comprendo – dijo Castle fastidiado en parte por su presencia y en parte porque intuía que no sólo quería saludar – pero creo que has liado una buena – le dijo esto resarciéndose al fin por la forma en la que Josh le trató en el hospital cuando dispararon a Kate.
Jimmy siguió gritando al novato le pidió las llaves del coche, y les dijo que se ocupasen de desalojar y recoger las motos, mirando a Harry la apremió para que se marchasen.
- Toda la misión ha quedado comprometida – le dijo Harry a Becket – tendréis que acompañarnos, hay que sacaros de aquí.
- ¿Qué es lo que esta ocurriendo? – preguntó Beckett.
- Se te explicará a su debido tiempo – le espetó Jimmy tajante – no hay tiempo que perder
Kate saludó a Josh y le prometió que le llamaría. Jimmy por su parte, aliviado por saber que se conocían, le dijo que no se le ocurriese comentar con nadie nada de lo que había visto hoy o se encargaría que pasase un par de días desagradables en comisaria.
- Vamos, tenemos que salir de aquí y llegar cuanto antes al punto de encuentro – les dijo a Castle, Kate y Harry.
- No pienso ir a ningún sitio si no me explicáis que esta pasando – dijo Beckett.
- Obedecerá mis órdenes inspectora – le dijo Jimmy mostrando su placa y haciéndole entender que era teniente y estaba al mando.
- Ya no soy policía – le contestó ella
- ¿Quiere que la arreste entonces? – contestó Jimmy – Porque puedo hacerlo con cualquier excusa. Y no me consta que sea civil. Andando.
Castle cogió de la mano a Kate, intentando tranquilizarla. Ésta le miró y él intentó decirle con la mirada que obedeciese, ya se enterarían más tarde de lo que pasaba. Por una extraña razón ella intuyó que sabía más de lo que parecía. Y confió en él.
Harry intervino. Tendría que poner la afectividad que a Jimmy le faltaba.
- Inspectora, sé que en este momento no entiende nada, pero lo entenderá en un rato. No podemos estar más tiempo aquí, vámonos, le prometo que en el coche le informaremos.
Kate miró a Harry. Tendría poco más de cuarenta años, sus profundos ojos azules le trasmitían seguridad. Tenía media melena de un rubio que casi era albino. Le pareció algo bajita para ser policía. Debía rozar el metro sesenta y cinco y parecía muy frágil. Le extrañó su acento. Parecía inglesa. Por su parte Jimmy parecía mayor que Harry, rozaría los cincuenta, era tan alto como Castle, de pelo oscuro y ojos azules, su forma de hablar y expresarse, le decía que él era de cualquier parte problemática de Nueva York. Extraños compañeros, se dijo.
Castle comenzó a andar, arrastrando con él a Kate, siguiendo a los dos escoltas y desandando el camino que habían realizado minutos antes.
Jimmy llamó por teléfono dos veces, y a ambas personas les indicó que la misión se había comprometido y se encontrarían en el lugar de encuentro.
Al llegar a la calle, Jimmy se acercó a una berlina gris plata y les invitó a subir en la parte de atrás. El conducía mientras Harry se sentó en el asiento del acompañante.
En el coche, Castle paso un brazo por los hombros a Kate y la besó en la sien.
Harry se giró.
- Sargento Harriet Barber, pueden llamarme Harry, y él es el teniente James Brandon, le pueden llamar Jimmy- les dijo Harry
- ¿Por qué ha intentado matarme inspectora? – le dijo Jimmy molesto mirando por el retrovisor.
- ¿Por qué atacó al policía que me seguía? – le contestó ella rápidamente
- Vaya… ¿Sabía que le seguían?
- ¡Como para no verlos! Empezaron el viernes por la tarde – Castle la miró sorprendido.
- Te lo dije Harry, putos elefantes. Nos extrañaba que no se hubiese dado cuenta antes, si es tan buena como nos han vendido, no verlos era un fallo…
- ¿Quién se lo ha vendido?
- Ya lo verá.
- Porque este despliegue. ¿Qué ocurre?
- Digamos que con dos ataques ha sido suficiente, no queremos que haya un tercero.
- ¿Quiénes?
- Es usted insistente …
- Vamos Jimmy, que más da que se lo digas ya, en un rato lo sabrá igual – le dijo Harry.
Jimmy miró a Harry, si, él sabía que en un rato Kate se encontraría con Gates y Stevens en el almacén que habían elegido como lugar seguro.
- Su capitana, Victoria Gates, montó el operativo de seguridad – le dijo.
Kate calló. En parte se lo imaginaba, por eso no había dicho nada de la vigilancia que llevaba observando desde el día que la atacaron. Lo que no entendía era porque montaban un operativo visible y otro invisible. Estaba claro que iban a reunirse con Gates. Que se lo explicase ella.
- Teniente siento haberle noqueado antes – se disculpó Beckett – y observó la diversión de Harry cuando lo dijo.
- Ya – le contestó él – agradezco que no tenga el dedo flojo, mi arma nunca tiene el seguro puesto.
Sonó un móvil y Jimmy se apresuró a sacarlo del bolsillo de su camisa.
- Lo siento, tengo que contestar – les dijo – es mi hijo.
Mientras Jimmy hablaba por teléfono, Kate se ocupó de Castle. No le había prestado atención en todo ese tiempo.
- ¿Estas bien? – le preguntó
- Si, un poco confundido con todo lo que esta pasando. ¿Y tú?
- Cabreada… y hambrienta.
- Pues aún te enfadarás más – ella le miró esperando una aclaración – esta mañana hablé con Gates.
- ¿Pensabas decírmelo? –le dijo con esa cara de enfado que reservaba para él.
- ¿Hemos tenido un momento?
Ambos guardaron silencio, Castle buscó su mano y entrelazó sus dedos con los de ella. Escuchaban la conversación del teniente con su hijo. Ese crío era como un bálsamo, el tigre se había tranquilizado. Castle pensó en su hija, el también la hablaba de forma parecida, pero él no era un duro policía de Nueva York. Se preguntaba como se podía llevar un arma, hacer un trabajo como el que hacía y a su vez tener un una vida aparte donde poder ser tan diferente.
- Si cariño, un beso – dijo el teniente – te paso con mamá.
Richard y Kate se miraron, mientras el teniente entregaba el móvil a Harry, y de la misma forma, ella comenzó una conversación dulce y familiar ajena al diario trabajo, duro y peligroso. Ambos, sin compartir una palabra, compartieron un pensamiento: ¿Qué pasaría si ellos…..?
Cuando Harry colgó, los cuatro se quedaron callados. Richard y Kate perdidos en ese pensamiento, Jimmy y Harry pensando en la cara de su hijo.
Pasados unos minutos, y después de que Kate se diese cuenta que Jimmy conducía dando continuas vueltas por el mismo sitio, el teniente dijo:
- Seguimos limpios, nos quedan cuarenta minutos para encontrarnos con su jefa.
- Necesito comer algo – dijo Beckett
- Me ha leído la mente – contestó Jimmy – pero tenemos poco tiempo, tendremos que comer cualquier cosa
- Ufs… - exclamó Harry a quien la comida basura no le gustaba.
Llegaron a un almacén de las afueras de Nueva York, varios operarios se afanaban en cargar un camión e hicieron caso omiso al coche cuando pasaron por su lado. Giraron hasta ir a la parte de atrás del almacén, donde había una nave pequeña semi abierta, y entraron con el coche. En la nave había dos coches más. Apoyados en uno de ellos, estaba Gates hablando con un hombre calvo, algo entrado en carnes, de mediana edad y bastante alto, era Stevens
Stevens presentó a Gates, Jimmy y Harry, y Gates hizo lo mismo con Castle y Beckett.
- ¿Qué ha ocurrido? – preguntó Stevens a Harry.
- Los chicos les seguían por un parque, íbamos a tomar el relevo, se acercó un hombre directo a ellos, parecía que iba a sacar un arma y Roberts le derribó cuando se acercó a ella pensando que la atacaba.
- La cagó – dijo Jimmy – te dije que me preocupaba que fuesen tan nuevos – le dijo a Stevens – no supo observar, tuve que intervenir antes que le metiese una bala.
- ¿Quién era ese hombre? – Preguntó Gates
- Un viejo amigo mio – contestó Beckett mientras Castle apretaba los labios – solo quería saludar.
- Supongo que usted querrá una explicación a todo esto – le dijo Gates a Beckett.
- Seria todo un detalle por su parte señor – contestó Kate sabiendo que le molestaría como contestaba.
Gates tomó la palabra.
- Antes de hablar necesito que comprendan que en cuanto empiece a hablar, ustedes tendrán que obedecer todas las órdenes que les demos. Si no están dispuestos a hacerlo, se limitarán a entrar en un programa de protección y hasta que no acabe todo esto, estarán custodiados.
- ¿Y si accedemos? – preguntó Kate.
- Entonces les pondré al corriente de todo, ustedes me informarán de todo lo que sepan, y colaboraremos para acabar con todo esto de una vez.
- ¿A que se refiere con todo?
- A llevar al juzgado a la persona que se ha encargado de quitar de en medio a todo aquel que le ha estorbado en su estelar carrera. Entre ellos a su propia madre.
- ¿Nos deja un momento? – preguntó Castle y Gates afirmó con la cabeza.
Castle separó unos metros a Kate, poniéndose de espaldas a los cuatro policías, cogió sus manos y le dijo:
- Hagas lo que hagas, estoy contigo. Me da igual si decides meterte de lleno en esto, como si quieres que nos tengan custodiados durante meses. Me dará igual, esta vez no pienso separarme de ti ni un minuto.
- ¿Qué hago Rick? No quiero ponerme en peligro, ni que tú lo estés. Pero si ellos están de nuestro lado, quizá esta vez sea la definitiva…
- Llevas años luchando por encontrar la verdad. Por el camino me has encontrado a mí. Encontrémosla juntos, ya no tienes que cargar tu sola con el peso. ¿Vamos a por la verdad?
A ella le dio igual que los cuatro policías estuviesen mirando y que una de ellas fuese su jefa, seguro que ya sabía que estaba con él. Se lanzó directa a su boca. Últimamente Richard tenía las palabras justas en el momento adecuado, adoraba esa boca.
- Te quiero Rick.
- Y yo a ti Kate. Vamos a por ellos.
Volvieron junto a los policías y Kate les dijo que continuase, dejando claro que estaban dispuestos a todo.
Para sorpresa de Castle y Beckett, Gates confesó que llevaba en este caso desde hacía más de quince años. Ella estaba en asuntos internos, de donde nunca había salido, aunque ahora pareciese que estaba a cargo de la 12. Desde esa posición, nadie sospechaba y podía seguir su investigación. Les dijo que Stevens también era de asuntos internos, y con esta afirmación provocó la sorpresa de Jimmy y Harry, que no lo esperaban.
Les contó que Montgomery y sus compañeros veteranos estaban bajo la atenta mirada de asuntos internos, y como habían realizado todos los secuestros y extorsiones a la mafia, pero no podían probarlo, siempre les faltaban pruebas, se tapaban entre ellos. Supieron como “el dragón” les apartó del caso y les ordenó que dejasen de investigarles, supo lo que hacían aquellos polis y quiso aprovecharlo y les hizo entregarles todas las ganancias para invertirlas en su flamante carrera, y esos polis no pudieron hacer nada por evitarlo. Se jugaban la vida y las de sus familias. Un par de años después, la madre de Kate intervino para librar de la cárcel a un inocente, y al empezar a hacer preguntas, la liquidaron. Y no fue la única. Hubo más asesinatos. Y con ellos el dragón se fue haciendo más fuerte. Cuando Kate empezó a investigar siendo novata, Montgomery sabía que ella sería la siguiente y pactó por ella y la apartó poco a poco del caso, hasta que Kate parecía que lo había olvidado.
Desde asuntos internos, no podían reabrir nada, el caso había quedado dormido, aunque no olvidado. Se intentaban unir puntos, pero todas las pistas se perdían en el miedo, la extorsión y la muerte. El dragón esta en pleno apogeo de poder, y todo quedó en estado durmiente. Hasta que Kate empezó a investigar, y el juego volvió a comenzar. Y ellos volvieron a ponerse a investigar esperando algún fallo para cogerle y llevarle a los tribunales. Cuando mataron a Montgomery, fue la oportunidad de Gates de intentar conseguir información de primera mano. Y fue asignada a la 12. Le contó como había muerto Smith, como sabían que había sido el mismo hombre que había intentado asesinarla un año antes, que la bala coincidía con la que mató al chico hispano que se coló en la casa de Montgomery la semana anterior. Desconocían si Smith había entregado la información que estaba utilizando para salvar su vida, y desconocían que clase de información tenía en su poder, pero sabían que había algo puesto que Smith había acudido a Castle para convencerla para que se apartase del caso y tenía algo con lo que parar su muerte.
- Ahora, ya están al día. Y nosotros necesitamos saber todo lo que han descubierto.
- No es mucho, las pistas acaban siempre de manera brusca – respondió Castle.
- ¿Quién es el dragón? – preguntó Kate.
Stevens y Gates mantuvieron una mirada interrogante. Revelar quien era el causante de tantos años de sufrimiento podría dañarla, pero por otro lado, ella necesitaba saberlo.
- ¿De verdad ha entendido lo que le hemos contado? – preguntó Stevens a Kate - ¿entiende que a partir de ahora tiene que obedecernos en todo?
- Creo que tengo derecho a saber quien mató a mi madre y ha intentado matarme dos veces.
- ¿Entiende que una investigación de tantos años no puede fracasar ahora porque quiera venganza?
Kate se perdió en su mente. Volvió a la noche del asesinato de su madre. Volvió a revivir el siguiente mes, su abandono de la universidad pasados los meses cuando cerraron el caso. El dolor de la decisión de dejar sus amigos, su vida y buscar ella misma al culpable, siempre se dijo que “Si quieres que las cosas salgan como tu quieres, has de hacerlo tu mismo”. Volvió a la academia, a sus primeros días, a sus meteduras de pata, a su miedo al dolor, físico y mental, volvió a dar cientos de veces la noticia de una muerte a un familiar, encajó de nuevo mentalmente todos los golpes que los diferentes malhechores le habían dado en su vida, volvió a sentir el calor de una bala en su pecho, y la agonía de no poder hacer nada mientras sus dedos se escurrían de la cornisa…. Y se topó con los ojos de Richard, que la miraba serio, pero comprensivo. Navegó por la inmensidad de esos ojos tan azules, sabiendo que ya no le importaba tanto vengarse como aferrarse a él… y le sonrió y él la sonrió a ella, había vuelto, estaba ahí, y no estaba sola.
- No quiero venganza, sólo quiero encerrarle y que no vuelva a hacer daño – dijo sin dejar de mirar a Richard.
Gates tomó la palabra.
- El día que tu madre murió… él era el Alcalde de Nueva York, por eso supo lo que hacían con la mafia.
- ¿El senador Powell? – exclamaron a la par Castle y ella girándose para mirarla.
- ¿Comprenden la situación? – preguntó Stevens
- Hay que pararle antes que llegue a Presidente – dijo Castle – Stevens y Gates asintieron.
- ¿Que tenemos que hacer? – preguntó Kate.
Gates y Stevens esperaban la reacción contra Beckett, le contaron como estaban atascados en la muerte de Smith. Aunque estaban moviendo hilos para ver si podían encontrar algo.
Ellos debían estar bajo vigilancia. Ambos. Pues sabían que el asesino conocía la implicación de Castle. Gates y Stevens decidieron que Jimmy y Harry seguirían escoltándoles. Aunque ahora ya no era necesario hacerlo a escondidas.
- Lo siento Rick, tendremos que dejar el viaje a Londres para otra ocasión – le dijo Kate a Richard.
- ¿Cómo ha dicho? – preguntó Gates y mirando a Harry preguntó: - ¿A Londres?
- Bueno, me dijo que la alejase… llevan tiempo queriendo entrevistarme y… bueno… pensé que era buen momento… - Kate le fulminó con la mirada, ahora entendía porque él le había dicho que se enfadaría cuando supiese que había estado hablando por la mañana con Gates.
- Londres sería el lugar ideal para mantenerles a salvo – dijo Harry – yo sigo adscrita al SI10 de Londres y si les informamos, nos prestaran colaboración, y tengo ganas de volver a casa….
- Oh - dijo Jimmy - odio el SI10, son unos engreídos...
Kate evaluó la situación, por un lado no le importaría en absoluto volar a Londres con Rick, aunque llevasen escoltas… por otro, quería ayudar en todo lo que pudiese allí… pero…
- Bien. Pues les quiero a los cuatro en Londres hasta que estemos seguros de lo que esta ocurriendo y sepamos que no corren peligro – dictaminó Gates mirando a Beckett y dejándole claro que era una orden y que había acordado obedecer….
*******
FIN DEL CAPITULO 14.
GRACIAS POR LEER HASTA AQUI...
Anver- Policia de homicidios
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Re: Y ahora... ¿que? (EPILOGO) 21/09
Que estás atascad@? Donde? porque te a quedado perfecto! Sigue pronto!
LEILAKB- Actor en Broadway
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