Sorpresas - Capítulo 13 - Final
+24
cris_beckett
choleck
forever23
lovecaskett
ximcastle
AlwaysSerenity
Kate&Rick
Emily Claire
Laura413192
MariaRomn@caskett
suika
rubiodav
Shura-chan
MelaD7
Cata Castillo
casbeckiss
castlelover
Libou
okusak
DannyyFranco
lastral
castle&beckett..cris
K&R_S&N
nato_kine
28 participantes
Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
Página 3 de 5.
Página 3 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
Oh, por favor, que monos...solo espero que su relación comienze a afianzarze, continua pronto solo puedo decir que no me gusta sino me FASCINA!
Continua pronto...
Continua pronto...
Invitado- Invitado
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
Oh, por dios. No puedo permitir que este fic pase a la segunda hoja!!! Hoy haré todo lo posible por terminar de traducir el capi 9.
Saludos.
Saludos.
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 38
Localización : Argentina
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
continua pronto por favor porque esta genial
rubiodav- Actor en Broadway
- Mensajes : 240
Fecha de inscripción : 04/03/2012
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
Lamento no poder estar subiendo más capítulos por el momento. Estas semanas estuve bastante ocupada. Por este fin de semana y hasta el próximo martes por lo menos, no creo poder subir nada porque debo viajar por un torneo.
Prometo subir algo en cuanto pueda.
Saludos.
Prometo subir algo en cuanto pueda.
Saludos.
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 38
Localización : Argentina
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
extremadamente tierno, triste, lindo, angustioso... pero es extraordinario, me ha encantado que lo tradujeras ... porfavor continualo, ya quiero que se den la oportunidad de estar juntos ...
Emily Claire- Actor en Broadway
- Mensajes : 215
Fecha de inscripción : 16/10/2012
Edad : 31
Localización : Chile, Viña del Mar
Capítulo 9
Capítulo 9
1 mes más tarde (6 meses después)
"¿Dónde estamos en el caso?"
"Bueno, veamos si podemos averiguar con quién estaba hablando."
"Muy bien, ustedes dos rastreen al hombre con quien estaba involucrado."
"La esposa debe saber algo, averiguemos qué estaba escondiendo."
"Está bien, buen trabajo chicos. Podemos hacer todo esto mañana. Vayan a casa."
Kate vio como su equipo se dispersaba hacia el ascensor y las escaleras de camino a sus casas con sus familias. La pizarra del asesinato no les daba nada. El caso estaba muerto. Había estado en esta posición antes y se sentía culpable por lo que estaba a punto de hacer, pero agarró sus cosas y siguió a su equipo. Quedarse allí incluso por una hora más no lo resolvería antes de la mañana.
"¿Estás listo?" lo llamó dentro de la habitación de descanso mientras miraba su teléfono.
"Sí, dame un segundo."
Castle recogió sus cosas y se encontró con Kate en el ascensor. Esto se había convertido en una rutina ahora, irse cuando ella estaba lista.
"¿Qué quieres hacer esta noche?"
"No lo sé. ¿Italiana tal vez? ¿Qué es lo que quieres tú?"
Ambos miraron sus teléfonos y le dieron la mitad de su atención al otro.
Llegaron al apartamento con comida en las manos y sin hablar. Kate puso todo en su lugar habitual y Castle también. Él se instaló en su lugar en el sofá y Kate se sentó en la silla junto a él. Miraron las noticias y se comieron su cena. Cuando terminaron cada uno sacó su basura, se dieron las buenas noches y se fueron a la cama, Kate en su habitación y Castle aún en el sofá. Eso era normal para ellos. Castle era usado para pasar las noches en el sofá. No pensaba en ello, no lo necesitaba.
En una noche normal, Kate entraba en su habitación y se ponía su pijama. Entraba a su cuarto de baño y ponía la ropa en su cesto. Tomaba un jabón para lavarse la cara y luego se cepillaba los dientes. Kate se metía en la cama, tal vez para leer un poco, programar la alarma y dormirse. Si esa fuera una noche normal se habría dormido fácilmente, pero esa noche no lo hizo. Estaba cansada, sí, pero daba vueltas en la cama. Las sábanas se enredaron en sus pies y la sensación incómoda de la cama desaliñada la obligó a rehacerla. Giró sobre su espalda y rodó en la perfecta posición fetal, una pierna doblada con el pie cerca de su rodilla, envolviendo sus manos alrededor de la almohada. Pero eso no funcionó. Tenía el caso en su mente y estaba bien despierta. Y cuando Kate estaba bien despierta todo se convertía en un tema de debate. Rodó sobre su espalda y miró el techo. No estaba molesta, pero tampoco estaba contenta. Sentía como si estuviera programada para hacer todo. Levantarse. Alistarse. Ir a trabajar. Resolver el caso. Volver a casa. Comer la cena. Ir a la cama. Repetir. No sentía la emoción. Necesitaba sentir la emoción de nuevo. Se obligó a pensar en su hijo y de inmediato se sintió ligeramente culpable por seguir adelante. Su terapeuta le dijo que eso le pasaría. Que ella se sentiría bien y que debería disfrutarlo. Pero, después de que Kate fuera forzada a separarse de Castle, se encontró con que él le había advertido que ese período de gracia sólo era temporal. Cuanto más cerca se encontrara del aniversario más difícil que sería. Pero Kate no lo sentía. Se sentía bien. Pero no lo sentía. Quería que las cosas fueran más fáciles. Se sentó y sacó las piernas hacia un costado de la cama. Su mente estaba en llamas. Agua. Tomaría agua y entonces le sería más fácil dormirse. Había pasado una hora. Castle está durmiendo, así que no necesitaba ponerse una sudadera. Salió en puntas de pie de su habitación y entró en la cocina. Abrió el armario y agarró un vaso de agua para—
"Tampoco puedes dormir."
"¡Castle! Dios. Lo siento. No era mi intención despertarte."
"No pasa nada. Todavía estoy despierto."
"Sí, sé cómo te sientes."
"Kate, necesitas un nuevo sofá. Este realmente es horrible. He estado pensando en conseguirte uno nuevo, pero de verdad. Este no es cómodo hoy."
"Lo siento. No sé qué más decirte."
Ella sabía exactamente cuales eran sus opciones. Castle podría compartir su cama, pero eso sería raro, ¿cierto? Ellos eran técnicamente solteros, ninguno de los dos en una relación, pero todavía no estaban juntos. Había una regla implícita por allí en alguna parte. Castle también podría irse a casa por la noche. Dormir en su propia cama. Kate estaba mucho mejor y de repente se sintió culpable por sacar a ese hombre completamente de su vida en su hogar.
"Castle, si es realmente un inconveniente, puedes ir a tu casa por las noches." Le pedió Kate usando el más indicado. No quería que se fuera, pero tampoco quería ser grosera.
"Estoy bien. Vuelve a la cama. Te veré por la mañana."
A la mañana siguiente fue igual que la semana anterior. Castle se había levantado temprano para volver a casa. Hizo eso todos los jueves. Justo antes del fin de semana, pero no un viernes. Trajo una bolsa de lona con él y un cambio de ropa. Iría a casa después del trabajo y lavaría su ropa, vería a su familia, y luego volvería más tarde esa noche. Kate se puso a trabajar por su cuenta, acompañada sólo por el café que la estaba esperando en la isla de la cocina. Condujo hasta la comisaría y fue conducida lejos por una nueva pista. Le envió un mensaje a Castle con la dirección y lo encontró allí. Pasaron su día como cualquier otro día. Y cuando terminó, Castle se estaba yendo a casa. Pero antes de que abandonara completamente su vista, Kate lo detuvo.
"Castle. Intentemos algo nuevo", dijo ella, encontrando sus ojos. "Creo que estoy lista. Quédate en tu casa esta noche. Dueme en tu casa. Te veré por la mañana."
"Estás… ¿Estás segura?"
"Sí, estoy segura."
Castle se sorprendió. No sobre que Kate estuviera bien. Sabía que lo estaba haciendo mucho mejor, sino por la diferencia en la rutina. Él sacudió sus ideas.
"¿Iras a tu casa también?"
"Probablemente no. Voy a terminar aquí y llegaré a casa más tarde."
"Bien, bueno… ¿me envías un mensaje cuando llegas a casa?"
"Está bien. Buenas noches."
"Detective Beckett, tiene una llamada."
Ella se volteó para ver a uno de los nuevos temporales de la oficina que apuntaba al teléfono que sonaba en su escritorio.
"Oh, lo siento, gracias."
Kate se acercó y se sentó en su silla para contestar el teléfono.
"Beckett".
"¿Kate Beckett?", preguntó una voz femenina.
"Esa soy yo."
"Hola, mi nombre es Sarah y estoy llamando en nombre de la oficina de la Dra. Hanes."
Una punzada se disparó por la espalda de Kate y envió adrenalina por todo su cuerpo. ¿Por qué su Ginecóloga Obstetra la estaba llamando?
"Está bien..."
"Necesitamos que recoga los archivos que tiene todavía aquí en la oficina. Tratamos con el número de su casa y de su celular... hoy cerramos a las seis."
Kate miró su reloj. Estaban a punto de ser las cinco en esos momentos.
"Está bien. Puedo pasar cuando salga de trabajar. ¿Puedo preguntar qué archivos tienen ahí?"
"Cosas que usted debe haber olvidado cuando dejó el hospital. Fotografías, pequeñas tarjetas. Cosas que a las mamás les gusta tener cuando llevan el bebé a casa. Para ponerlo en un álbum."
Ella no lo sabía. Ella no era su médica. No tenía su historia clínica. Kate se obligó a mantener esos pensamientos en su cabeza. Era solo una empleada temporal. Está bien. Tragó el nudo que tenía en la garganta. Forzándolo a bajar profundamente uniéndose con la pesadez dentro de su pecho.
"Está bien. Gracias. Estaré ahí pronto".
Kate colgó el teléfono y se recostó en su silla. Ella podía hacer esto, sabía que podía. Su primer intento de tomar algo por su cuenta. Se mantuvo agarrada su propia mano. Podía demostrarse a sí misma, y a Castle, que podía vivir sola y que podía estar bien con eso, ya fuera que le gustara o no. Agarró su abrigo y guardó las cosas de su escritorio por esa noche. Lo de su médica no estaba lejos, pero no quería llegar allí cuando ya estuvieran cerrando.
Cuando llegó a la puerta de la oficina tomó aliento. Ella podía hacer esto. Kate abrió la puerta y entró. Tres filas de idénticas sillas la separaban de la ventana corrediza de cristal que contenía algún archivo del cual ella no sabía nada. Se acercó a la ventana y la mujer en el otro lado la abrió. Llevaba puesto un ambo y tenía un pelo rubio que estaba recogido en una cola de caballo. Su tarjeta de identificación decía Sarah, la mujer del teléfono, y se veía como una empleada temporal, exactamente como ella había pensado. Sarah tenía que ser más joven que Kate, pero mayor de 25 años.
"Hola, soy Kate Beckett. ¿Usted me llamó hará una media hora?"
"¡Sí! Hola. Déjeme agarrar sus cosas", dijo Sarah mientras caminaba alrededor de la oficina. "El hospital no tenía una dirección para enviar el archivo así que lo envió aquí. Usted no debe haber ido con su médica o a su hospital regular al tener a su bebé. Habíamos pensando guardarlos hasta cuando volviera a pasar para su chequeo, pero a los seis meses tenemos que deshacernos de las cosas antiguas. Así que pensé en hacerle una llamada para ver si las quería."
La mujer caminó hasta detrás de un pared que probablemente la llevaba a más archivos. Un momento después volvió con una carpeta marrón en la mano, con tres cuadros rojos y verdes en un lado.
"Aquí está."
Sarah la abrió para asegurarse de que todo estaba en su interior.
"OH. Menos mal que la he llamado. ¡No querrá perder esto!"
Sarah mantuvo la carpeta abierta en su mano en las huellas de las manos y de los pies del hijo de Kate. Kate no creía que hubieran tomado alguna, pero allí estaban. Sus ojos comenzaron escoserle. Ella podía mantenerse íntegra. Sonrió y miró a la mujer.
"Gracias."
"¿Estas son de su pequeño niño o pequeña niña?", preguntó ella inocentemente.
"Mi hijo."
"Los niños pequeños son los mejores. Que tenga una gran noche." dijo ella con una sonrisa y cerró la ventana.
Kate se giró y salió de la oficina.
De vuelta en su apartamento dejó el archivo a un lado. No tenía miedo de afrontarlo, solo que no sabía si podría hacerlo por sí misma. Quería hacerlo. Quería tomarlo y recorrer ese archivo y ver hasta la última parte de su hijo. No recordaba haber dado a luz a su hijo. Sólo recordaba sostenerlo después de que fuera demasiado tarde. Castle no había llegado a verlo tampoco. Todo lo que le quedaba estaba colocado a poco más de medio metro de ella. Ella superó la barrera invisible y se dirigió a la isla de la cocina para tomar la carpeta. Exactamente igual que cualquier otra típica carpeta de negocios. Marrón con “BEC, K” en la pestaña del archivo. Solo pensó en eso, diciéndoselo una y otra vez, pero no lo estaba logrando. Ese nunca iba a ser sólo otro archivo. La abrió y vio las familiares huellas de las manos, y la de los pies arriba de las primeras. Frotó sus dedos por los diminutos pies. Su hijo era una persona real. No tenía un certificado de nacimiento. Las leyes lo definían como un feto y no como un bebé porque nunca había tomado su primer aliento. Pero tenía esas huellas. En la parte inferior de la página decía “Bebé Beckett”. Le dio vuelta y miró qué más había en el archivo. Su pulsera de hospital que Castle debió haberle cortado mientras dormía. En una bolsita detrás de ese estaba la pulsera de hospital de su pequeño hijo. Encajaba alrededor de su dedo. No recordaba nada de eso. Sabía que todo había sucedió, pero no podía hacer una línea de tiempo en su cabeza. Cerró la carpeta con lágrimas corriendo por su rostro.
Entró en su habitación, confundida y molesta. Un marco que contenía la imagen de la última ecografía que le habían hecho estaba al lado de su mesa de noche. Para su regalo de "Vuelta al trabajo", Castle le había regalado la imagen 3D enmarcada para ella. La había tenido enganchada en su espejo por un tiempo, pero ahora estaba protegida. Su diminuto rostro, que seguía creciendo en su interior, estaría siempre a su lado al final de la noche. Sus lágrimas caian más rápido. La emoción que todavía estaba dentro suyo la embargó de nuevo. Su necesidad por su hijo estaba allí. Había resurgido. Lo necesitaba para continuar. Tenía que ir a trabajar al día siguiente. Se obligó a volver a su rutina. Su terapeuta dijo que le ayudaría a mantenerse entera. Entró en su cuarto de baño, se lavó la cara, se cepilló los dientes. Se puso su pijama. Pero no podía mentirse a si misma en su cama. Se sentía sola, vacía. Su apartamento estaba vacío. Fue hasta el sofá que ahora tenía una hendidura con la forma de Castle dormido. Generalmente iba con él cuando se sentía de esa manera. Hablaban o simplemente se sentaban en silencio. A veces comían las sobras que tenían. Su estado de ánimo cambiaba y Kate sería capaz de dormir donde estuviera, en la sala de estar o en la cama. Se dejó caer en su lugar y dejó que las lágrimas cayeran sobre la almohada debajo de su cabeza. Hundió su rostro en ella y lloró. Olía como él. Una oleada de alivio la sobrecogió y le recorrió la espalda. Agarró la almohada y se sentó. Volvió a aspirar ese olorcillo que era le era tan familiar.
Kate se despertó unas horas más tarde. Su habitación estaba a oscuras. Se dio vuelta y sintió la almohada todavía bajo su cabeza. Pero no fue suficiente. ¿Por qué estaba actuando así? Habían pasado seis meses. Sólo seis meses. Estaba forzándose a seguir adelante cuando necesitaba ser paciente. Se sentó y se estiró hasta la luz. Su camiseta estaba colocada en la cómoda frente a ella. Ese incidente fue el instigador para todo el resto que siguió. Agarró sus zapatos de la canasta de su armario y se los puso. Su ritmo se aceleró cuando agarró las llaves y salió corriendo por la puerta.
El ascensor no llegaría lo suficientemente rápido. Kate apretó el botón repetidamente hasta que finalmente abrió las puertas. Se arrastró hasta el vestíbulo donde todo estaba en calma. Era tarde; no quería tomar el metro. Caminó hasta la calle principal y paró un taxi, pero había dejado su bolso arriba. Castle pagaría. Kate le dijo al hombre la dirección a la que necesitaba ir y le pidió que se diera prisa. Jugó con sus dedos, raspando con sus uñas. Miró fuera por la ventana y luego la otra. Estaba cargada de energía inútil.
"Eso es todo", dijo ella inclinándose hacia la parte delantera del taxi. "Está bien. Ahora bajo de vuelta con el dinero."
"Está bien. El medidor sigue corriendo."
Apretó el botón del ascensor, pero estaba tardando mucho. Miró la puerta junto a ella y la empujó para abrirla. Saltando por las escaleras, corrió hasta que llegó al piso correcto. Su corazón iba a salírsele del pecho. No podía controlar la desesperada necesidad que senía dentro suyo, el familiar deseo de confortabilidad. Corrió hacia la puerta por el pasillo y golpeó la puerta. No dejó de golpear hasta que Castle le abrió. Kate entró y le echó los brazos al cuello.
"Kate, ¿qué sucede?"
"No vuelvas a dejarme", dijo ella sin aliento.
"Está bien. No lo haré.", dijo Castle confundido, con los brazos ahora alrededor de ella. Le frotó la espalda mientras cerraba la puerta. Se quedaron parados en la puerta de su apartamento por un tiempo. Kate lloró, apartando las lágrimas. Lloró de nuevo. Inclinó la cabeza hacia arriba para mirarlo. Sus ojos estaban enrojecidos y su cara mojada. Él levantó una mano y le limpió una lágrima que se estaba formando.
"¿Castle?"
"Sí".
"Tienes que pagarle al taxista."
Confundido al principio, pero lo había registrado. "Está bien", dijo con una risa leve. "Voy a hacer eso." Se movió a su alrededor y salió.
"Vuelvo en cinco minutos. Ve a acostarle."
"Está bien."
Castle salió de su apartamento y tomó el ascensor hasta donde estaba el taxista que estaba haciendo un gran depósito en ese viaje. La conducción actual no era la mayor parte del costo. Volvió a entrar a su edificio y tomó el ascensor... Habían sido cinco minutos, no era tanto. Castle giró la llave y entró en su apartamento.
"¿Kate?"
Miró en el sofá y no la encontró. Él sabía dónde había ido. Entró en su oscura habitación y vio el pequeño bulto en su cama, dormida.
"¿Dónde estamos en el caso?"
"Bueno, veamos si podemos averiguar con quién estaba hablando."
"Muy bien, ustedes dos rastreen al hombre con quien estaba involucrado."
"La esposa debe saber algo, averiguemos qué estaba escondiendo."
"Está bien, buen trabajo chicos. Podemos hacer todo esto mañana. Vayan a casa."
Kate vio como su equipo se dispersaba hacia el ascensor y las escaleras de camino a sus casas con sus familias. La pizarra del asesinato no les daba nada. El caso estaba muerto. Había estado en esta posición antes y se sentía culpable por lo que estaba a punto de hacer, pero agarró sus cosas y siguió a su equipo. Quedarse allí incluso por una hora más no lo resolvería antes de la mañana.
"¿Estás listo?" lo llamó dentro de la habitación de descanso mientras miraba su teléfono.
"Sí, dame un segundo."
Castle recogió sus cosas y se encontró con Kate en el ascensor. Esto se había convertido en una rutina ahora, irse cuando ella estaba lista.
"¿Qué quieres hacer esta noche?"
"No lo sé. ¿Italiana tal vez? ¿Qué es lo que quieres tú?"
Ambos miraron sus teléfonos y le dieron la mitad de su atención al otro.
Llegaron al apartamento con comida en las manos y sin hablar. Kate puso todo en su lugar habitual y Castle también. Él se instaló en su lugar en el sofá y Kate se sentó en la silla junto a él. Miraron las noticias y se comieron su cena. Cuando terminaron cada uno sacó su basura, se dieron las buenas noches y se fueron a la cama, Kate en su habitación y Castle aún en el sofá. Eso era normal para ellos. Castle era usado para pasar las noches en el sofá. No pensaba en ello, no lo necesitaba.
En una noche normal, Kate entraba en su habitación y se ponía su pijama. Entraba a su cuarto de baño y ponía la ropa en su cesto. Tomaba un jabón para lavarse la cara y luego se cepillaba los dientes. Kate se metía en la cama, tal vez para leer un poco, programar la alarma y dormirse. Si esa fuera una noche normal se habría dormido fácilmente, pero esa noche no lo hizo. Estaba cansada, sí, pero daba vueltas en la cama. Las sábanas se enredaron en sus pies y la sensación incómoda de la cama desaliñada la obligó a rehacerla. Giró sobre su espalda y rodó en la perfecta posición fetal, una pierna doblada con el pie cerca de su rodilla, envolviendo sus manos alrededor de la almohada. Pero eso no funcionó. Tenía el caso en su mente y estaba bien despierta. Y cuando Kate estaba bien despierta todo se convertía en un tema de debate. Rodó sobre su espalda y miró el techo. No estaba molesta, pero tampoco estaba contenta. Sentía como si estuviera programada para hacer todo. Levantarse. Alistarse. Ir a trabajar. Resolver el caso. Volver a casa. Comer la cena. Ir a la cama. Repetir. No sentía la emoción. Necesitaba sentir la emoción de nuevo. Se obligó a pensar en su hijo y de inmediato se sintió ligeramente culpable por seguir adelante. Su terapeuta le dijo que eso le pasaría. Que ella se sentiría bien y que debería disfrutarlo. Pero, después de que Kate fuera forzada a separarse de Castle, se encontró con que él le había advertido que ese período de gracia sólo era temporal. Cuanto más cerca se encontrara del aniversario más difícil que sería. Pero Kate no lo sentía. Se sentía bien. Pero no lo sentía. Quería que las cosas fueran más fáciles. Se sentó y sacó las piernas hacia un costado de la cama. Su mente estaba en llamas. Agua. Tomaría agua y entonces le sería más fácil dormirse. Había pasado una hora. Castle está durmiendo, así que no necesitaba ponerse una sudadera. Salió en puntas de pie de su habitación y entró en la cocina. Abrió el armario y agarró un vaso de agua para—
"Tampoco puedes dormir."
"¡Castle! Dios. Lo siento. No era mi intención despertarte."
"No pasa nada. Todavía estoy despierto."
"Sí, sé cómo te sientes."
"Kate, necesitas un nuevo sofá. Este realmente es horrible. He estado pensando en conseguirte uno nuevo, pero de verdad. Este no es cómodo hoy."
"Lo siento. No sé qué más decirte."
Ella sabía exactamente cuales eran sus opciones. Castle podría compartir su cama, pero eso sería raro, ¿cierto? Ellos eran técnicamente solteros, ninguno de los dos en una relación, pero todavía no estaban juntos. Había una regla implícita por allí en alguna parte. Castle también podría irse a casa por la noche. Dormir en su propia cama. Kate estaba mucho mejor y de repente se sintió culpable por sacar a ese hombre completamente de su vida en su hogar.
"Castle, si es realmente un inconveniente, puedes ir a tu casa por las noches." Le pedió Kate usando el más indicado. No quería que se fuera, pero tampoco quería ser grosera.
"Estoy bien. Vuelve a la cama. Te veré por la mañana."
A la mañana siguiente fue igual que la semana anterior. Castle se había levantado temprano para volver a casa. Hizo eso todos los jueves. Justo antes del fin de semana, pero no un viernes. Trajo una bolsa de lona con él y un cambio de ropa. Iría a casa después del trabajo y lavaría su ropa, vería a su familia, y luego volvería más tarde esa noche. Kate se puso a trabajar por su cuenta, acompañada sólo por el café que la estaba esperando en la isla de la cocina. Condujo hasta la comisaría y fue conducida lejos por una nueva pista. Le envió un mensaje a Castle con la dirección y lo encontró allí. Pasaron su día como cualquier otro día. Y cuando terminó, Castle se estaba yendo a casa. Pero antes de que abandonara completamente su vista, Kate lo detuvo.
"Castle. Intentemos algo nuevo", dijo ella, encontrando sus ojos. "Creo que estoy lista. Quédate en tu casa esta noche. Dueme en tu casa. Te veré por la mañana."
"Estás… ¿Estás segura?"
"Sí, estoy segura."
Castle se sorprendió. No sobre que Kate estuviera bien. Sabía que lo estaba haciendo mucho mejor, sino por la diferencia en la rutina. Él sacudió sus ideas.
"¿Iras a tu casa también?"
"Probablemente no. Voy a terminar aquí y llegaré a casa más tarde."
"Bien, bueno… ¿me envías un mensaje cuando llegas a casa?"
"Está bien. Buenas noches."
"Detective Beckett, tiene una llamada."
Ella se volteó para ver a uno de los nuevos temporales de la oficina que apuntaba al teléfono que sonaba en su escritorio.
"Oh, lo siento, gracias."
Kate se acercó y se sentó en su silla para contestar el teléfono.
"Beckett".
"¿Kate Beckett?", preguntó una voz femenina.
"Esa soy yo."
"Hola, mi nombre es Sarah y estoy llamando en nombre de la oficina de la Dra. Hanes."
Una punzada se disparó por la espalda de Kate y envió adrenalina por todo su cuerpo. ¿Por qué su Ginecóloga Obstetra la estaba llamando?
"Está bien..."
"Necesitamos que recoga los archivos que tiene todavía aquí en la oficina. Tratamos con el número de su casa y de su celular... hoy cerramos a las seis."
Kate miró su reloj. Estaban a punto de ser las cinco en esos momentos.
"Está bien. Puedo pasar cuando salga de trabajar. ¿Puedo preguntar qué archivos tienen ahí?"
"Cosas que usted debe haber olvidado cuando dejó el hospital. Fotografías, pequeñas tarjetas. Cosas que a las mamás les gusta tener cuando llevan el bebé a casa. Para ponerlo en un álbum."
Ella no lo sabía. Ella no era su médica. No tenía su historia clínica. Kate se obligó a mantener esos pensamientos en su cabeza. Era solo una empleada temporal. Está bien. Tragó el nudo que tenía en la garganta. Forzándolo a bajar profundamente uniéndose con la pesadez dentro de su pecho.
"Está bien. Gracias. Estaré ahí pronto".
Kate colgó el teléfono y se recostó en su silla. Ella podía hacer esto, sabía que podía. Su primer intento de tomar algo por su cuenta. Se mantuvo agarrada su propia mano. Podía demostrarse a sí misma, y a Castle, que podía vivir sola y que podía estar bien con eso, ya fuera que le gustara o no. Agarró su abrigo y guardó las cosas de su escritorio por esa noche. Lo de su médica no estaba lejos, pero no quería llegar allí cuando ya estuvieran cerrando.
Cuando llegó a la puerta de la oficina tomó aliento. Ella podía hacer esto. Kate abrió la puerta y entró. Tres filas de idénticas sillas la separaban de la ventana corrediza de cristal que contenía algún archivo del cual ella no sabía nada. Se acercó a la ventana y la mujer en el otro lado la abrió. Llevaba puesto un ambo y tenía un pelo rubio que estaba recogido en una cola de caballo. Su tarjeta de identificación decía Sarah, la mujer del teléfono, y se veía como una empleada temporal, exactamente como ella había pensado. Sarah tenía que ser más joven que Kate, pero mayor de 25 años.
"Hola, soy Kate Beckett. ¿Usted me llamó hará una media hora?"
"¡Sí! Hola. Déjeme agarrar sus cosas", dijo Sarah mientras caminaba alrededor de la oficina. "El hospital no tenía una dirección para enviar el archivo así que lo envió aquí. Usted no debe haber ido con su médica o a su hospital regular al tener a su bebé. Habíamos pensando guardarlos hasta cuando volviera a pasar para su chequeo, pero a los seis meses tenemos que deshacernos de las cosas antiguas. Así que pensé en hacerle una llamada para ver si las quería."
La mujer caminó hasta detrás de un pared que probablemente la llevaba a más archivos. Un momento después volvió con una carpeta marrón en la mano, con tres cuadros rojos y verdes en un lado.
"Aquí está."
Sarah la abrió para asegurarse de que todo estaba en su interior.
"OH. Menos mal que la he llamado. ¡No querrá perder esto!"
Sarah mantuvo la carpeta abierta en su mano en las huellas de las manos y de los pies del hijo de Kate. Kate no creía que hubieran tomado alguna, pero allí estaban. Sus ojos comenzaron escoserle. Ella podía mantenerse íntegra. Sonrió y miró a la mujer.
"Gracias."
"¿Estas son de su pequeño niño o pequeña niña?", preguntó ella inocentemente.
"Mi hijo."
"Los niños pequeños son los mejores. Que tenga una gran noche." dijo ella con una sonrisa y cerró la ventana.
Kate se giró y salió de la oficina.
De vuelta en su apartamento dejó el archivo a un lado. No tenía miedo de afrontarlo, solo que no sabía si podría hacerlo por sí misma. Quería hacerlo. Quería tomarlo y recorrer ese archivo y ver hasta la última parte de su hijo. No recordaba haber dado a luz a su hijo. Sólo recordaba sostenerlo después de que fuera demasiado tarde. Castle no había llegado a verlo tampoco. Todo lo que le quedaba estaba colocado a poco más de medio metro de ella. Ella superó la barrera invisible y se dirigió a la isla de la cocina para tomar la carpeta. Exactamente igual que cualquier otra típica carpeta de negocios. Marrón con “BEC, K” en la pestaña del archivo. Solo pensó en eso, diciéndoselo una y otra vez, pero no lo estaba logrando. Ese nunca iba a ser sólo otro archivo. La abrió y vio las familiares huellas de las manos, y la de los pies arriba de las primeras. Frotó sus dedos por los diminutos pies. Su hijo era una persona real. No tenía un certificado de nacimiento. Las leyes lo definían como un feto y no como un bebé porque nunca había tomado su primer aliento. Pero tenía esas huellas. En la parte inferior de la página decía “Bebé Beckett”. Le dio vuelta y miró qué más había en el archivo. Su pulsera de hospital que Castle debió haberle cortado mientras dormía. En una bolsita detrás de ese estaba la pulsera de hospital de su pequeño hijo. Encajaba alrededor de su dedo. No recordaba nada de eso. Sabía que todo había sucedió, pero no podía hacer una línea de tiempo en su cabeza. Cerró la carpeta con lágrimas corriendo por su rostro.
Entró en su habitación, confundida y molesta. Un marco que contenía la imagen de la última ecografía que le habían hecho estaba al lado de su mesa de noche. Para su regalo de "Vuelta al trabajo", Castle le había regalado la imagen 3D enmarcada para ella. La había tenido enganchada en su espejo por un tiempo, pero ahora estaba protegida. Su diminuto rostro, que seguía creciendo en su interior, estaría siempre a su lado al final de la noche. Sus lágrimas caian más rápido. La emoción que todavía estaba dentro suyo la embargó de nuevo. Su necesidad por su hijo estaba allí. Había resurgido. Lo necesitaba para continuar. Tenía que ir a trabajar al día siguiente. Se obligó a volver a su rutina. Su terapeuta dijo que le ayudaría a mantenerse entera. Entró en su cuarto de baño, se lavó la cara, se cepilló los dientes. Se puso su pijama. Pero no podía mentirse a si misma en su cama. Se sentía sola, vacía. Su apartamento estaba vacío. Fue hasta el sofá que ahora tenía una hendidura con la forma de Castle dormido. Generalmente iba con él cuando se sentía de esa manera. Hablaban o simplemente se sentaban en silencio. A veces comían las sobras que tenían. Su estado de ánimo cambiaba y Kate sería capaz de dormir donde estuviera, en la sala de estar o en la cama. Se dejó caer en su lugar y dejó que las lágrimas cayeran sobre la almohada debajo de su cabeza. Hundió su rostro en ella y lloró. Olía como él. Una oleada de alivio la sobrecogió y le recorrió la espalda. Agarró la almohada y se sentó. Volvió a aspirar ese olorcillo que era le era tan familiar.
Kate se despertó unas horas más tarde. Su habitación estaba a oscuras. Se dio vuelta y sintió la almohada todavía bajo su cabeza. Pero no fue suficiente. ¿Por qué estaba actuando así? Habían pasado seis meses. Sólo seis meses. Estaba forzándose a seguir adelante cuando necesitaba ser paciente. Se sentó y se estiró hasta la luz. Su camiseta estaba colocada en la cómoda frente a ella. Ese incidente fue el instigador para todo el resto que siguió. Agarró sus zapatos de la canasta de su armario y se los puso. Su ritmo se aceleró cuando agarró las llaves y salió corriendo por la puerta.
El ascensor no llegaría lo suficientemente rápido. Kate apretó el botón repetidamente hasta que finalmente abrió las puertas. Se arrastró hasta el vestíbulo donde todo estaba en calma. Era tarde; no quería tomar el metro. Caminó hasta la calle principal y paró un taxi, pero había dejado su bolso arriba. Castle pagaría. Kate le dijo al hombre la dirección a la que necesitaba ir y le pidió que se diera prisa. Jugó con sus dedos, raspando con sus uñas. Miró fuera por la ventana y luego la otra. Estaba cargada de energía inútil.
"Eso es todo", dijo ella inclinándose hacia la parte delantera del taxi. "Está bien. Ahora bajo de vuelta con el dinero."
"Está bien. El medidor sigue corriendo."
Apretó el botón del ascensor, pero estaba tardando mucho. Miró la puerta junto a ella y la empujó para abrirla. Saltando por las escaleras, corrió hasta que llegó al piso correcto. Su corazón iba a salírsele del pecho. No podía controlar la desesperada necesidad que senía dentro suyo, el familiar deseo de confortabilidad. Corrió hacia la puerta por el pasillo y golpeó la puerta. No dejó de golpear hasta que Castle le abrió. Kate entró y le echó los brazos al cuello.
"Kate, ¿qué sucede?"
"No vuelvas a dejarme", dijo ella sin aliento.
"Está bien. No lo haré.", dijo Castle confundido, con los brazos ahora alrededor de ella. Le frotó la espalda mientras cerraba la puerta. Se quedaron parados en la puerta de su apartamento por un tiempo. Kate lloró, apartando las lágrimas. Lloró de nuevo. Inclinó la cabeza hacia arriba para mirarlo. Sus ojos estaban enrojecidos y su cara mojada. Él levantó una mano y le limpió una lágrima que se estaba formando.
"¿Castle?"
"Sí".
"Tienes que pagarle al taxista."
Confundido al principio, pero lo había registrado. "Está bien", dijo con una risa leve. "Voy a hacer eso." Se movió a su alrededor y salió.
"Vuelvo en cinco minutos. Ve a acostarle."
"Está bien."
Castle salió de su apartamento y tomó el ascensor hasta donde estaba el taxista que estaba haciendo un gran depósito en ese viaje. La conducción actual no era la mayor parte del costo. Volvió a entrar a su edificio y tomó el ascensor... Habían sido cinco minutos, no era tanto. Castle giró la llave y entró en su apartamento.
"¿Kate?"
Miró en el sofá y no la encontró. Él sabía dónde había ido. Entró en su oscura habitación y vio el pequeño bulto en su cama, dormida.
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 38
Localización : Argentina
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
Solo te puedo decir que este fic me hace sacar mi lado maternal. Cada capitulo supera al anterior en emociones. Encuentras el lado mas humano de los personajes y consigues que nos metamos en sus mentes y nos cueste mas de una lagrima.
Gracias por el Fic.
Gracias por el Fic.
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
me acabo de leer el fic y solo te pido una cosa...CONTINUALO PRONTO
AlwaysSerenity- Autor de best-seller
- Mensajes : 966
Fecha de inscripción : 14/10/2012
Edad : 27
Localización : Málaga (Andalucia) España
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
pobre kateee!!!!!!! sigueee
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
Gracias!!
Continua pronto
Continua pronto
ximcastle- Ayudante de policia
- Mensajes : 115
Fecha de inscripción : 06/02/2012
Edad : 27
Localización : Managua, Nicaragua
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
siguelo prontooo, me encantaaa
lovecaskett- Escritor novato
- Mensajes : 27
Fecha de inscripción : 12/08/2012
Edad : 33
Localización : Cádiz but I LOVE NYC
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
Síguelo pronto!
Quiero saber como sigue!
Quiero saber como sigue!
forever23- As del póker
- Mensajes : 382
Fecha de inscripción : 09/09/2012
Edad : 32
Localización : Bilbao
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
continua pronto por favor
rubiodav- Actor en Broadway
- Mensajes : 240
Fecha de inscripción : 04/03/2012
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
que pena lo de los archivos... me encantoooo el capitulo, continualo pronto, pliss...
Emily Claire- Actor en Broadway
- Mensajes : 215
Fecha de inscripción : 16/10/2012
Edad : 31
Localización : Chile, Viña del Mar
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
Es una historia muy tierna que espero que puedas continuar, me encanta, es genial
rubiodav- Actor en Broadway
- Mensajes : 240
Fecha de inscripción : 04/03/2012
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
esperando con ansias el capitulo 10... cada vez me gusta mas este fic...
Emily Claire- Actor en Broadway
- Mensajes : 215
Fecha de inscripción : 16/10/2012
Edad : 31
Localización : Chile, Viña del Mar
Capítulo 10
CAPÍTULO 10
7 meses después
"Muy bien, a la izquierda. A la izquierda. A la izquierda. Kate, tu otra izquierda."
"Castle. Estoy intentando. ¿Ves mi izquierda?"
"Bueno, no puedo salir del ascensor sin ti tirando aun más de la parte trasera. De lo contrario vamos a tener un colchón atascado en el ascensor y creo que tus vecinos podrían darse cuenta", dijo Castle asomando la cabeza por el costado para ver el hombro de Kate.
"Bien, tira hacia abajo mientras yo tiro hacia arriba."
Castle hizo lo que le dijeron... y no pasó nada.
"Kate, solo ven aquí afuera. Míralo desde un ángulo diferente."
"Es más fácil decirlo que hacerlo. Las cosas pueden estar mucho más tranquilas conmigo atrapada detrás de un colchón para siempre."
"Está bien. Esta vez intenta girarlo mientras tiras."
Kate apoyó el peso de su cuerpo hacia un lado mientras trataba de empujar con sus pies. Castle tiró hacia abajo desde el borde del colchón y sintió que cedía.
"Espera, Castle—"
Kate no fue lo suficientemente rápida. El colchón entero cayó junto con Castle debajo de él y al suelo.
"¿Estás bien?" dijo Kate haciendo una mueca para contener la risa.
"Sí. Genial. Nunca he estado mejor", dijo mientras se levantaba, sacudiéndose los pantalones. Kate subió sobre el colchón – sobre Castle - y luego sobre el piso del edificio para ayudarlo a levantarse.
Llevaron el colchón a través del pasillo y al apartamento de Kate. Lograr que pasara a través de la puerta de entrada fue más fácil de lo que habían pensado, con todo el espacio abierto detrás de ellos.
"Puedo decir honestamente que nunca he estado más agradecido por los amplios pasillos", dijo Castle aún en el umbral.
Kate le respondió con una sonrisa de alivio mientras cargaba la mitad del colchón a la sala de estar. Lo apoyó contra el respaldo del sofá y cayó en el fondo de la silla a su lado.
"Eso fue costoso."
"Por lo menos conseguir que atraviese la última puerta será fácil." dijo Kate mientras señalaba su nueva "habitación de invitados", o como Castle comenzaría a llamarla, "su habitación."
"Tal vez deberíamos dejarlo aquí por esta noche, ya que la pinté ayer."
Kate estuvo de acuerdo. No tenía ganas como para armar la habitación hoy de todos modos. Estaba agotada después de la compra, de subirlo. Sentada en su silla es donde quería estar. Castle se sentó en el sofá con la cabeza apoyada en el colchón y se unió a ella en el silencio momentáneo. Cerró los ojos y dejó que su cuerpo moldeara los cojines debajo de él.
"Hoy hablé con Alexis," interrumpió él.
"¿Sí? ¿Cómo está la universidad?"
"A ella le gusta. Bueno, a ella todavía le gusta. Finalmente comenzó a hablar con su compañera de cuarto. Han ido a cenar un par de veces. Aparentemente, esta chica es terriblemente tímida. Pero todo está muy bien. Consiguió un trabajo en la librería del campus." Castle se deslizó y le dio a Kate una mirada de confianza.
"Eso está bien. Al menos está haciendo algo cuando no está estudiando."
"Cuando no está estudiando…"
Kate sonrió. Su teléfono sonó en la otra habitación. No quería levantarse. Finalmente estaba cómoda y tenía el día libre, pero tenía que estar disponible. Su cuerpo protestó, pero se levantó y fue a buscar el teléfono dentro de su bolso.
"¿Quién es?"
"Es mi padre", dijo ella mirando confusa el identificador de llamadas.
"Hola papá. ¿Qué pasa? Si. Bien. Eso suena genial. Puedes encontrarte con nosotros aquí. Está bien. Te veré mañana."
Kate colgó y volvió a su asiento, con el teléfono en la mano.
"Veremos a mi padre mañana."
"¿Cuál es la ocasión?"
"Nada, viene de paso por aquí así que decidió venir a cenar. No sé dónde, pero estará aquí mañana a las 5."
Castle asintió con la cabeza y cerró los ojos de nuevo.
Kate estaba igual de exhausta. El silencio se asentó cómodamente entre ellos y lo dejaron ocupar la habitación. Pero, con un suspiro, Kate se levantó.
"¿Qué estás haciendo?"
"Bueno, si mi padre vendrá aquí mañana realmente no podemos tener un colchón en mi sala y tu dormitorio en mi sofá."
"¿Él no sabe que vivo aquí?"
"Técnicamente no.”
Castle rodó los ojos y sonrió mientras se unía a Kate.
"Parece que tenemos un proyecto por delante de nosotros."
Al final del día tenían el colchón en la cama ya hecha, que por suerte Castle había armado esa mañana. La habitación que una vez había sido azul y una vez había sido para un niño ahora estaba pintada de marrón, con una cama de madera y un colchón sobre ella. El nuevo edredón y juego de sábanas se extendían a través de ella. En lugar de una cuna y una silla, había una mesa, un vestidor y un espejo. Las paredes coincidían con las otras habitaciones - una sombra de color blanco y crema. Kate entró en la habitación dejando a un lado todo lo que sabía que debía estar pensando y se dejó caer sobre la cama. Era más fácil ocupar su mente con decoraciones y colores de pintura que con las emociones que se filtran por las paredes junto a ella. Castle siguió a Kate y sintió el mismo alivio que estaba expresando. Se acostó a su lado y probó su nueva cama.
"¿Crees que es raro que tengas todo aquí pero teniendo todavía un hogar?" dijo Kate. Estaba demasiado cansada como para permitirse pensar antes de hablar. Sabía por la extraña línea por la que estaba caminando. Ellos sabían que estaría de más ver al otro en una relación, pero no habían hablado de nada además de las sugerencias aquí y allá.
"En realidad no. No sé lo que tenemos aquí", dijo Castle mientras tomaba su mano, "pero sé que no hay ningún otro lugar donde prefiera estar. Alexis está en la universidad. Mi madre… ella nunca está en casa y cuando está - preferiría no estar ahí por lo que sea que tenga que pagar más tarde."
Kate sonrió y en el fondo sabía que él estaba diciendo la verdad, pero se sentía culpable. Ellos estaban en ese imperturbable estado y ella no podía hacer nada al respecto. Y él se estaba rindiendo cada vez más.
"Está bien", dijo Castle mientras se levantaba, rompiendo la conversación. "Es hora de comer."
Kate pasó la mañana siguiente limpiando su apartamento. No era un desastre, pero no era como quería presentárselo a su padre. Realmente nunca había sido desprevenida. Esta era la primera vez que la venía a ver en lugar de hacer ella el viaje para verlo. Terminó de organizar su habitación – incluso aunque nadie la fuera a ver - y se dirigió a la sala de estar.
"Terminé aquí." dijo Castle arrodillado junto al sofá.
"Está bien."
Kate se dirigió hasta la cocina, que ya estaba limpia. Los platos estaban puestos en los armarios correspondientes. No había nada en el fregadero. Miró hacia el baño, que estaba igual de limpio. Todo estaba hecho.
"¿Qué-- qué más hay que hacer?" dijo mirando a su alrededor.
"Nada, creo que ya está. No ha quedado un ápice de suciedad en este apartamento. Ahora. Ve a alistarte."
Kate miró el reloj de su padre. Él estaría aquí en tres horas. Su mente se bajó de la altura que había tomado con la adrenalina de la limpieza. Estaba cansada, pero eso pasaría. Kate entró en su habitación y abrió la ducha. Mientras el agua se calentaba, miró en su armario. Nada. Bueno, todo - pero nada. Lo afrontaría cuando saliera. Probó el agua con su mano antes de meterse. El agua caliente bajó por su espalda mientras se lavaba el sudor que había acumulado durante todo el día. Ese se había convertido en su espacio para escapar y no pensar - el propósito contrario para el que había servido antes. Cuando estuvo lista salió, cogió una toalla e hizo su camino hacia el difícil proceso de decisión que la esperaba en su armario.
Castle usualmente se bañaba en su casa, aparte de las pocas veces que usó la ducha de Kate. A ella no le importaba. Sin embargo, recientemente se había estado alistando en el baño de ella por lo mucho que había estado allí. Terminó con el salón y esperó hasta oír que la ducha se apagará. Y luego esperó hasta que supiera que estaba vestida. La puerta estaba cerrada, como debía ser.
"Oye, Kate. Hazme saber cuándo puedo usar la ducha."
"Dame unos minutos y luego es toda tuya."
Castle fue a su habitación y agarró la ropa que iba a ponerse. Ahora estaban bien acomodadas en el vestidor que estaba en su habitación. No necesitaba plancharla después de estar colocada en el bolso o ventilarla afuera para que le saliera el olor a plástico. Cuando supo exactamente lo que se iba a poner se lo llevó con él a la habitación de Kate. Llamó a la puerta, y cuando le dijo que entraría abrió la puerta. Kate estaba a su armario con pantalones cortos y una camiseta vieja. Podía ver que no llevaba sujetador.
Su rostro. Mira su rostro. Tiene dos ojos, una nariz. Sus ojos. Su nariz...
"Puedes usar la ducha. Voy a estar aquí por siempre. Cuando estés listo yo empezaré con mi cabello." dijo Kate mientras caminaba por la habitación.
"Está bien."
Kate esperó a que Castle entrara en el baño y oyó la ducha comenzando a salir a su máxima capacidad. Sacó un par de camisas. Algunos vestidos. Algunos pantalones. Los esparció alrededor de su cama recién hecha para mirar todo a la vez. Podía usar los pantalones de vestir y la nueva camisa blanca que acababa de comprar. Pero se sentía infantil con eso. Tenía un vestido que había tenido la intención de usar. Era gris y se cortaba en las rodillas. El dobladillo de la cintura la abrazaba a unos cuantos centímetros por encima de la cintura, un corte ajustado y femenino. Las mangas bajaban para acabar sobre el codo y tenía un ribete negro donde terminaba. Tenía un par a juego de zapatos Mary Jane negros de taco alto y que complementaban el estilo que estaba buscando. Se vestiría después de terminar con su cabello. No tenía sentido caminar por el apartamento por horas con un vestido. Miró el reloj despertador junto a la cama. Tenía que empezar con su pelo. Si comenzaba ahora tendría unos cuarenta minutos antes de que su padre llegara para dar a sus rizos el tiempo suficiente para acomodarse en el largo perfecto de su cabello suelto. Castle todavía estaba en la ducha donde ella había dejado su secador de pelo rizador. Ellos se habían visto en varios estados de desnudez antes así que no había razón por la que no pudiera llamar a la puerta y agarrar sus cosas.
¿Eso sería cruzar una línea?
No. Sí. Tal vez. No. Ella tenía una ducha cuadrada de cristal. No había una cortina, pero el vidrio era esmerilado. Y con el vapor añadido a la decoloración. Esa línea era necesaria cruzarla de todos modos.
¿Lo hacía?
No era como si ella fuera a mirar. Se acercó a la puerta del baño y llamó - una cosa extraña de estar haciendo en su propia habitación.
"¿Hey Castle? ¿Puedo agarrar mi secador de pelo bien rápido? Tardaré cinco segundos. Voy a cerrar los ojos."
"Sí, está bien."
No, no lo estaba. ¿Lo estaba? Castle sintió la incomodidad haciendo fuerza para entrar en la habitación en cuanto ella abrió la puerta. Ella mantuvo la cabeza mirando lejos de la ducha. El espejo estaba empañado. Kate se inclinó delante del armario debajo de su fregadero y rápidamente tomó los elementos que necesitaba. No fueron ni siquiera treinta segundos de que ella saliera del cuarto. Castle cerró la ducha y abrió la puerta corrediza. Sacó un pie fuera de la ducha y sobre la toalla húmeda en el suelo para agarrar la que estaba limpia apoyada en el--
"¡Oh, lo siento!" dijo Kate mientras su mano volaba a sus ojos, la puerta golpeó en el presumible cuerpo desnudo de Castle.
"Está bien." dijo Castle mientras sostenía la puerta en su lugar.
"Lo siento, yo-- Yo necesitaba crema para el cabello", dijo mientras señalaba la pileta, y luego cambió las manos, moviendo su palma a los ojos una vez más, "Pensé que estarías— No oí la ducha— Yo pensé— Me voy a ir ahora."
Kate cerró la puerta y se apoyó contra la pared a su lado. Se llevó la mano a la cara una vez más y la vergüenza salió de ella a través de una sonrisa.
Esa línea había sido cruzada.
Su padre llegó a tiempo, pero ellos seguían corriendo. Sin importar a qué hora empezaran a prepararse ambos siempre estarían haciendo algo en el último momento.
"¿Puedes atender?" gritó Kate desde el dormitorio mientras se abrochaba la correa de su zapato. Oyó a su padre entrar y saludar a Castle cuando agarró su bolso de la cama que se las arregló para mantener impecable mientras se preparaba. Salió de su habitación para encontrarse con los dos hombres de pie en el pasillo.
"Hola papá."
"Hey Katie", dijo Jim mientras abrazaba a su hija, "Te ves maravillosa."
"Gracias. ¿Están listos para ir?" dijo mientras sus ojos pasaban de los de su padre a los de Castle.
"Sí, ya he hecho reservaciones. Vamos." dijo Jim mientras extendía una mano hacia la puerta.
"…y entonces— entonces…", intentó decir Kate entre risas, "…Ryan volvió caminando desde el baño - con una mirada - esa mirada no tiene precio."
Ambos, Jim y Castle se echaron a reír con ella.
"Parece como si estuvieras volviendo al ritmo de las cosas", dijo Jim con una sonrisa.
Kate sonrió, pero se sentía incómoda. Se sentía bien, pero eso es lo más cerca que alguien había llegado a mencionar algo acerca de ese día en marzo. Era el elefante oculto en la habitación, sólo que se notaba de vez en cuando. Kate sabía que tenía que mencionarlo, especialmente cuando tenía que darle a su papá la tarjeta que quemaba un agujero en su cartera. Había pensado en esa idea a la mañana temprano. Escapó a las preguntas indiscretas de Castle diciéndole que estaba haciendo una pequeña corrida antes de comenzar el día.
"Sí, y he vuelto a escribir", dijo Castle interrumpiendo sus pensamientos.
Los ojos de Kate se iluminaron, se ampliaron, y fueron a Castle.
"No me habías dicho eso."
"Si. No he enviado nada, pero he abierto un nuevo documento para Nikki Heat. Ella ha vuelto a su forma normal. Ellos nunca se fueron. Seguí desde donde me detuve." dijo Castle con una sonrisa, "Iba a decírtelo dejando una copia del primer capítulo terminado para que lo leyeras, pero está tomando más tiempo de lo que pensaba. Bloqueo de escritor. Está bien, es más como “bloqueo de escritor que quiere hacer justicia a su personaje".
Kate mantuvo sus ojos en él. Estaba orgullosa de él y quería que lo supiera. Quería contarle todos los pensamientos cursis que se estaban gestando en su mente acerca de cómo sabía que él volvería al ritmo de las cosas. Cómo quería estar a su lado cuando escribía, leyendo por encima de su hombro. Pero no lo hizo.
"Que bien. Me alegro", respondió ella.
Castle le devolvió la sonrisa, orgulloso de sí mismo también. Se sentía bien. Kate estaba de vuelta en el trabajo. Había vuelto a escribir cuando llegaron a casa después del trabajo. Todo se sentía bien otra vez.
"Si me disculpan, enseguida vuelvo." dijo Kate, levantándose de la conversación.
La habitual mirada de Castle cuando ella salía de la habitación apareció en su rostro, obligado a abandonar el hábito. Se puso de pie con ella, preocupado.
"Estoy bien. Sólo tengo que ir al baño", le aseguró.
Volvió a sentarse en la mesa frente al padre de ella, que lo estaba mirando.
"Antes de que regrese, quiero que sepas que siempre estaré en deuda contigo. Muchas gracias por cuidar de ella", dijo Jim.
"Oh, señor—"
"Llámame Jim."
"Está bien - Jim - no fue nada. Honestamente, ambos nos sentimos de la misma forma. Amaba— Amo— estar con ella, en cada paso del camino."
"Ella parece fuerte, pero es como cualquier otro. Su fachada no puede engañar a todos."
Castle sonrió - no con una sonrisa feliz, sino con una agradable. Sabía exactamente de lo que Jim estaba hablando.
"Lo está haciendo mucho mejor. Y yo también. Tomo un éxito a la vez, pero los dos lo estamos haciendo muy bien."
"Y sabes, ella te ama."
Y justamente estamos yendo derecho hacia eso.
"No dará el primer paso, pero creo que todo está yendo bien para ella."
Castle comenzó a protestar—
"No digas nada. Solo acéptalo porque sé que sientes lo mismo. Sé que estás viviendo con ella. No es muy buena para mentirme a mí. Nunca lo fue. Y yo sé cuán herido estás. No creo que pudiera hacer lo que tú hiciste aquel día. Lo habría hecho si hubiese sido necesario, pero me habría matado. Mi única niña sólo acababa de perder a su pequeño hijo, mi nieto. Y tú diste un paso al frente y por eso, estoy agradecido."
Castle aceptó eso. No era muy bueno aceptando cumplidos, pero dejó que ese entrara. "De nada."
Castle cruzó su mirada con Kate a través de la habitación mientras salía del largo pasillo que conducía al baño. Mirando a su alrededor, registrando una ruta rápida y fácil para llegar de nuevo a la mesa. Se acomodó el pelo detrás de la oreja mientras hacía un rápido intercambio de palabras con un camarero. Sus ojos recorrieron el salón, hasta que encontraron los suyos. Su sonrisa iluminó su rostro cuando lo encontró.
"Y para que sepas, antes de que regrese, realmente sé de lo que hablo."
Castle volvió a mirar a Jim.
"Creo que deberías hacer algo al respecto", dijo rápidamente mientras su hija se sentaba frente a él, enganchando el final de la conversación.
"¿De qué están hablando ustedes dos?"
"De ti.” dijo Castle.
"Oh, Dios, papá, de verdad. No le cuentes esa historia. Fue una sola vez. Y solo esperé en la fila por tres horas, no cinco."
"¿Qué?" dijo Castle repentinamente intrigado.
Kate miró confundida a su padre.
"Katie, no le conté sobre esa historia."
"¿Qué historia?"
"Ninguna." dijo Kate mientras sus ojos se abrieron, "Absolutamente ninguna, Castle."
Cuando terminaron de comer, Castle tomó la cuenta pero la mano de Jim cubrió la suya.
"Ni siquiera lo pienses. Yo arreglé esto. Esta va por mi cuenta."
"Señor— Jim— insisto."
Jim procedió a agarrar la cuenta y pagar por ella.
"Gracias," dijo Kate.
"Debería volverme a casa, es tarde. Katie, fue grandioso verte", dijo mientras la abrazaba. Cuando se separaron alargó una mano y la puso sobre el hombro de Castle. Nada más se necesitaba intercambiar aparte de las sonrisas en sus rostros.
"Te llamaré más tarde en la semana", le aseguró Kate.
Jim abrió la puerta del taxi que lo esperaba.
"Rick, piensa en lo que te dije."
Cerró la puerta y el taxi se alejó.
"¿Qué fue eso?"
"Nada", dijo Castle mientras le pasaba un brazo sobre los hombros llevándola a las escaleras del edificio.
"No, en serio".
"No es nada, Kate. No es nada que no sepas ya."
"Entonces dime."
Él la quiso molestar sonriéndole mientras apretaba el botón del ascensor. Ella golpeó su pecho tratando de obtener una respuesta, pero él se mantuvo en silencio, guiándola hacia las puertas abiertas.
"Muy bien, a la izquierda. A la izquierda. A la izquierda. Kate, tu otra izquierda."
"Castle. Estoy intentando. ¿Ves mi izquierda?"
"Bueno, no puedo salir del ascensor sin ti tirando aun más de la parte trasera. De lo contrario vamos a tener un colchón atascado en el ascensor y creo que tus vecinos podrían darse cuenta", dijo Castle asomando la cabeza por el costado para ver el hombro de Kate.
"Bien, tira hacia abajo mientras yo tiro hacia arriba."
Castle hizo lo que le dijeron... y no pasó nada.
"Kate, solo ven aquí afuera. Míralo desde un ángulo diferente."
"Es más fácil decirlo que hacerlo. Las cosas pueden estar mucho más tranquilas conmigo atrapada detrás de un colchón para siempre."
"Está bien. Esta vez intenta girarlo mientras tiras."
Kate apoyó el peso de su cuerpo hacia un lado mientras trataba de empujar con sus pies. Castle tiró hacia abajo desde el borde del colchón y sintió que cedía.
"Espera, Castle—"
Kate no fue lo suficientemente rápida. El colchón entero cayó junto con Castle debajo de él y al suelo.
"¿Estás bien?" dijo Kate haciendo una mueca para contener la risa.
"Sí. Genial. Nunca he estado mejor", dijo mientras se levantaba, sacudiéndose los pantalones. Kate subió sobre el colchón – sobre Castle - y luego sobre el piso del edificio para ayudarlo a levantarse.
Llevaron el colchón a través del pasillo y al apartamento de Kate. Lograr que pasara a través de la puerta de entrada fue más fácil de lo que habían pensado, con todo el espacio abierto detrás de ellos.
"Puedo decir honestamente que nunca he estado más agradecido por los amplios pasillos", dijo Castle aún en el umbral.
Kate le respondió con una sonrisa de alivio mientras cargaba la mitad del colchón a la sala de estar. Lo apoyó contra el respaldo del sofá y cayó en el fondo de la silla a su lado.
"Eso fue costoso."
"Por lo menos conseguir que atraviese la última puerta será fácil." dijo Kate mientras señalaba su nueva "habitación de invitados", o como Castle comenzaría a llamarla, "su habitación."
"Tal vez deberíamos dejarlo aquí por esta noche, ya que la pinté ayer."
Kate estuvo de acuerdo. No tenía ganas como para armar la habitación hoy de todos modos. Estaba agotada después de la compra, de subirlo. Sentada en su silla es donde quería estar. Castle se sentó en el sofá con la cabeza apoyada en el colchón y se unió a ella en el silencio momentáneo. Cerró los ojos y dejó que su cuerpo moldeara los cojines debajo de él.
"Hoy hablé con Alexis," interrumpió él.
"¿Sí? ¿Cómo está la universidad?"
"A ella le gusta. Bueno, a ella todavía le gusta. Finalmente comenzó a hablar con su compañera de cuarto. Han ido a cenar un par de veces. Aparentemente, esta chica es terriblemente tímida. Pero todo está muy bien. Consiguió un trabajo en la librería del campus." Castle se deslizó y le dio a Kate una mirada de confianza.
"Eso está bien. Al menos está haciendo algo cuando no está estudiando."
"Cuando no está estudiando…"
Kate sonrió. Su teléfono sonó en la otra habitación. No quería levantarse. Finalmente estaba cómoda y tenía el día libre, pero tenía que estar disponible. Su cuerpo protestó, pero se levantó y fue a buscar el teléfono dentro de su bolso.
"¿Quién es?"
"Es mi padre", dijo ella mirando confusa el identificador de llamadas.
"Hola papá. ¿Qué pasa? Si. Bien. Eso suena genial. Puedes encontrarte con nosotros aquí. Está bien. Te veré mañana."
Kate colgó y volvió a su asiento, con el teléfono en la mano.
"Veremos a mi padre mañana."
"¿Cuál es la ocasión?"
"Nada, viene de paso por aquí así que decidió venir a cenar. No sé dónde, pero estará aquí mañana a las 5."
Castle asintió con la cabeza y cerró los ojos de nuevo.
Kate estaba igual de exhausta. El silencio se asentó cómodamente entre ellos y lo dejaron ocupar la habitación. Pero, con un suspiro, Kate se levantó.
"¿Qué estás haciendo?"
"Bueno, si mi padre vendrá aquí mañana realmente no podemos tener un colchón en mi sala y tu dormitorio en mi sofá."
"¿Él no sabe que vivo aquí?"
"Técnicamente no.”
Castle rodó los ojos y sonrió mientras se unía a Kate.
"Parece que tenemos un proyecto por delante de nosotros."
Al final del día tenían el colchón en la cama ya hecha, que por suerte Castle había armado esa mañana. La habitación que una vez había sido azul y una vez había sido para un niño ahora estaba pintada de marrón, con una cama de madera y un colchón sobre ella. El nuevo edredón y juego de sábanas se extendían a través de ella. En lugar de una cuna y una silla, había una mesa, un vestidor y un espejo. Las paredes coincidían con las otras habitaciones - una sombra de color blanco y crema. Kate entró en la habitación dejando a un lado todo lo que sabía que debía estar pensando y se dejó caer sobre la cama. Era más fácil ocupar su mente con decoraciones y colores de pintura que con las emociones que se filtran por las paredes junto a ella. Castle siguió a Kate y sintió el mismo alivio que estaba expresando. Se acostó a su lado y probó su nueva cama.
"¿Crees que es raro que tengas todo aquí pero teniendo todavía un hogar?" dijo Kate. Estaba demasiado cansada como para permitirse pensar antes de hablar. Sabía por la extraña línea por la que estaba caminando. Ellos sabían que estaría de más ver al otro en una relación, pero no habían hablado de nada además de las sugerencias aquí y allá.
"En realidad no. No sé lo que tenemos aquí", dijo Castle mientras tomaba su mano, "pero sé que no hay ningún otro lugar donde prefiera estar. Alexis está en la universidad. Mi madre… ella nunca está en casa y cuando está - preferiría no estar ahí por lo que sea que tenga que pagar más tarde."
Kate sonrió y en el fondo sabía que él estaba diciendo la verdad, pero se sentía culpable. Ellos estaban en ese imperturbable estado y ella no podía hacer nada al respecto. Y él se estaba rindiendo cada vez más.
"Está bien", dijo Castle mientras se levantaba, rompiendo la conversación. "Es hora de comer."
Kate pasó la mañana siguiente limpiando su apartamento. No era un desastre, pero no era como quería presentárselo a su padre. Realmente nunca había sido desprevenida. Esta era la primera vez que la venía a ver en lugar de hacer ella el viaje para verlo. Terminó de organizar su habitación – incluso aunque nadie la fuera a ver - y se dirigió a la sala de estar.
"Terminé aquí." dijo Castle arrodillado junto al sofá.
"Está bien."
Kate se dirigió hasta la cocina, que ya estaba limpia. Los platos estaban puestos en los armarios correspondientes. No había nada en el fregadero. Miró hacia el baño, que estaba igual de limpio. Todo estaba hecho.
"¿Qué-- qué más hay que hacer?" dijo mirando a su alrededor.
"Nada, creo que ya está. No ha quedado un ápice de suciedad en este apartamento. Ahora. Ve a alistarte."
Kate miró el reloj de su padre. Él estaría aquí en tres horas. Su mente se bajó de la altura que había tomado con la adrenalina de la limpieza. Estaba cansada, pero eso pasaría. Kate entró en su habitación y abrió la ducha. Mientras el agua se calentaba, miró en su armario. Nada. Bueno, todo - pero nada. Lo afrontaría cuando saliera. Probó el agua con su mano antes de meterse. El agua caliente bajó por su espalda mientras se lavaba el sudor que había acumulado durante todo el día. Ese se había convertido en su espacio para escapar y no pensar - el propósito contrario para el que había servido antes. Cuando estuvo lista salió, cogió una toalla e hizo su camino hacia el difícil proceso de decisión que la esperaba en su armario.
Castle usualmente se bañaba en su casa, aparte de las pocas veces que usó la ducha de Kate. A ella no le importaba. Sin embargo, recientemente se había estado alistando en el baño de ella por lo mucho que había estado allí. Terminó con el salón y esperó hasta oír que la ducha se apagará. Y luego esperó hasta que supiera que estaba vestida. La puerta estaba cerrada, como debía ser.
"Oye, Kate. Hazme saber cuándo puedo usar la ducha."
"Dame unos minutos y luego es toda tuya."
Castle fue a su habitación y agarró la ropa que iba a ponerse. Ahora estaban bien acomodadas en el vestidor que estaba en su habitación. No necesitaba plancharla después de estar colocada en el bolso o ventilarla afuera para que le saliera el olor a plástico. Cuando supo exactamente lo que se iba a poner se lo llevó con él a la habitación de Kate. Llamó a la puerta, y cuando le dijo que entraría abrió la puerta. Kate estaba a su armario con pantalones cortos y una camiseta vieja. Podía ver que no llevaba sujetador.
Su rostro. Mira su rostro. Tiene dos ojos, una nariz. Sus ojos. Su nariz...
"Puedes usar la ducha. Voy a estar aquí por siempre. Cuando estés listo yo empezaré con mi cabello." dijo Kate mientras caminaba por la habitación.
"Está bien."
Kate esperó a que Castle entrara en el baño y oyó la ducha comenzando a salir a su máxima capacidad. Sacó un par de camisas. Algunos vestidos. Algunos pantalones. Los esparció alrededor de su cama recién hecha para mirar todo a la vez. Podía usar los pantalones de vestir y la nueva camisa blanca que acababa de comprar. Pero se sentía infantil con eso. Tenía un vestido que había tenido la intención de usar. Era gris y se cortaba en las rodillas. El dobladillo de la cintura la abrazaba a unos cuantos centímetros por encima de la cintura, un corte ajustado y femenino. Las mangas bajaban para acabar sobre el codo y tenía un ribete negro donde terminaba. Tenía un par a juego de zapatos Mary Jane negros de taco alto y que complementaban el estilo que estaba buscando. Se vestiría después de terminar con su cabello. No tenía sentido caminar por el apartamento por horas con un vestido. Miró el reloj despertador junto a la cama. Tenía que empezar con su pelo. Si comenzaba ahora tendría unos cuarenta minutos antes de que su padre llegara para dar a sus rizos el tiempo suficiente para acomodarse en el largo perfecto de su cabello suelto. Castle todavía estaba en la ducha donde ella había dejado su secador de pelo rizador. Ellos se habían visto en varios estados de desnudez antes así que no había razón por la que no pudiera llamar a la puerta y agarrar sus cosas.
¿Eso sería cruzar una línea?
No. Sí. Tal vez. No. Ella tenía una ducha cuadrada de cristal. No había una cortina, pero el vidrio era esmerilado. Y con el vapor añadido a la decoloración. Esa línea era necesaria cruzarla de todos modos.
¿Lo hacía?
No era como si ella fuera a mirar. Se acercó a la puerta del baño y llamó - una cosa extraña de estar haciendo en su propia habitación.
"¿Hey Castle? ¿Puedo agarrar mi secador de pelo bien rápido? Tardaré cinco segundos. Voy a cerrar los ojos."
"Sí, está bien."
No, no lo estaba. ¿Lo estaba? Castle sintió la incomodidad haciendo fuerza para entrar en la habitación en cuanto ella abrió la puerta. Ella mantuvo la cabeza mirando lejos de la ducha. El espejo estaba empañado. Kate se inclinó delante del armario debajo de su fregadero y rápidamente tomó los elementos que necesitaba. No fueron ni siquiera treinta segundos de que ella saliera del cuarto. Castle cerró la ducha y abrió la puerta corrediza. Sacó un pie fuera de la ducha y sobre la toalla húmeda en el suelo para agarrar la que estaba limpia apoyada en el--
"¡Oh, lo siento!" dijo Kate mientras su mano volaba a sus ojos, la puerta golpeó en el presumible cuerpo desnudo de Castle.
"Está bien." dijo Castle mientras sostenía la puerta en su lugar.
"Lo siento, yo-- Yo necesitaba crema para el cabello", dijo mientras señalaba la pileta, y luego cambió las manos, moviendo su palma a los ojos una vez más, "Pensé que estarías— No oí la ducha— Yo pensé— Me voy a ir ahora."
Kate cerró la puerta y se apoyó contra la pared a su lado. Se llevó la mano a la cara una vez más y la vergüenza salió de ella a través de una sonrisa.
Esa línea había sido cruzada.
Su padre llegó a tiempo, pero ellos seguían corriendo. Sin importar a qué hora empezaran a prepararse ambos siempre estarían haciendo algo en el último momento.
"¿Puedes atender?" gritó Kate desde el dormitorio mientras se abrochaba la correa de su zapato. Oyó a su padre entrar y saludar a Castle cuando agarró su bolso de la cama que se las arregló para mantener impecable mientras se preparaba. Salió de su habitación para encontrarse con los dos hombres de pie en el pasillo.
"Hola papá."
"Hey Katie", dijo Jim mientras abrazaba a su hija, "Te ves maravillosa."
"Gracias. ¿Están listos para ir?" dijo mientras sus ojos pasaban de los de su padre a los de Castle.
"Sí, ya he hecho reservaciones. Vamos." dijo Jim mientras extendía una mano hacia la puerta.
"…y entonces— entonces…", intentó decir Kate entre risas, "…Ryan volvió caminando desde el baño - con una mirada - esa mirada no tiene precio."
Ambos, Jim y Castle se echaron a reír con ella.
"Parece como si estuvieras volviendo al ritmo de las cosas", dijo Jim con una sonrisa.
Kate sonrió, pero se sentía incómoda. Se sentía bien, pero eso es lo más cerca que alguien había llegado a mencionar algo acerca de ese día en marzo. Era el elefante oculto en la habitación, sólo que se notaba de vez en cuando. Kate sabía que tenía que mencionarlo, especialmente cuando tenía que darle a su papá la tarjeta que quemaba un agujero en su cartera. Había pensado en esa idea a la mañana temprano. Escapó a las preguntas indiscretas de Castle diciéndole que estaba haciendo una pequeña corrida antes de comenzar el día.
"Sí, y he vuelto a escribir", dijo Castle interrumpiendo sus pensamientos.
Los ojos de Kate se iluminaron, se ampliaron, y fueron a Castle.
"No me habías dicho eso."
"Si. No he enviado nada, pero he abierto un nuevo documento para Nikki Heat. Ella ha vuelto a su forma normal. Ellos nunca se fueron. Seguí desde donde me detuve." dijo Castle con una sonrisa, "Iba a decírtelo dejando una copia del primer capítulo terminado para que lo leyeras, pero está tomando más tiempo de lo que pensaba. Bloqueo de escritor. Está bien, es más como “bloqueo de escritor que quiere hacer justicia a su personaje".
Kate mantuvo sus ojos en él. Estaba orgullosa de él y quería que lo supiera. Quería contarle todos los pensamientos cursis que se estaban gestando en su mente acerca de cómo sabía que él volvería al ritmo de las cosas. Cómo quería estar a su lado cuando escribía, leyendo por encima de su hombro. Pero no lo hizo.
"Que bien. Me alegro", respondió ella.
Castle le devolvió la sonrisa, orgulloso de sí mismo también. Se sentía bien. Kate estaba de vuelta en el trabajo. Había vuelto a escribir cuando llegaron a casa después del trabajo. Todo se sentía bien otra vez.
"Si me disculpan, enseguida vuelvo." dijo Kate, levantándose de la conversación.
La habitual mirada de Castle cuando ella salía de la habitación apareció en su rostro, obligado a abandonar el hábito. Se puso de pie con ella, preocupado.
"Estoy bien. Sólo tengo que ir al baño", le aseguró.
Volvió a sentarse en la mesa frente al padre de ella, que lo estaba mirando.
"Antes de que regrese, quiero que sepas que siempre estaré en deuda contigo. Muchas gracias por cuidar de ella", dijo Jim.
"Oh, señor—"
"Llámame Jim."
"Está bien - Jim - no fue nada. Honestamente, ambos nos sentimos de la misma forma. Amaba— Amo— estar con ella, en cada paso del camino."
"Ella parece fuerte, pero es como cualquier otro. Su fachada no puede engañar a todos."
Castle sonrió - no con una sonrisa feliz, sino con una agradable. Sabía exactamente de lo que Jim estaba hablando.
"Lo está haciendo mucho mejor. Y yo también. Tomo un éxito a la vez, pero los dos lo estamos haciendo muy bien."
"Y sabes, ella te ama."
Y justamente estamos yendo derecho hacia eso.
"No dará el primer paso, pero creo que todo está yendo bien para ella."
Castle comenzó a protestar—
"No digas nada. Solo acéptalo porque sé que sientes lo mismo. Sé que estás viviendo con ella. No es muy buena para mentirme a mí. Nunca lo fue. Y yo sé cuán herido estás. No creo que pudiera hacer lo que tú hiciste aquel día. Lo habría hecho si hubiese sido necesario, pero me habría matado. Mi única niña sólo acababa de perder a su pequeño hijo, mi nieto. Y tú diste un paso al frente y por eso, estoy agradecido."
Castle aceptó eso. No era muy bueno aceptando cumplidos, pero dejó que ese entrara. "De nada."
Castle cruzó su mirada con Kate a través de la habitación mientras salía del largo pasillo que conducía al baño. Mirando a su alrededor, registrando una ruta rápida y fácil para llegar de nuevo a la mesa. Se acomodó el pelo detrás de la oreja mientras hacía un rápido intercambio de palabras con un camarero. Sus ojos recorrieron el salón, hasta que encontraron los suyos. Su sonrisa iluminó su rostro cuando lo encontró.
"Y para que sepas, antes de que regrese, realmente sé de lo que hablo."
Castle volvió a mirar a Jim.
"Creo que deberías hacer algo al respecto", dijo rápidamente mientras su hija se sentaba frente a él, enganchando el final de la conversación.
"¿De qué están hablando ustedes dos?"
"De ti.” dijo Castle.
"Oh, Dios, papá, de verdad. No le cuentes esa historia. Fue una sola vez. Y solo esperé en la fila por tres horas, no cinco."
"¿Qué?" dijo Castle repentinamente intrigado.
Kate miró confundida a su padre.
"Katie, no le conté sobre esa historia."
"¿Qué historia?"
"Ninguna." dijo Kate mientras sus ojos se abrieron, "Absolutamente ninguna, Castle."
Cuando terminaron de comer, Castle tomó la cuenta pero la mano de Jim cubrió la suya.
"Ni siquiera lo pienses. Yo arreglé esto. Esta va por mi cuenta."
"Señor— Jim— insisto."
Jim procedió a agarrar la cuenta y pagar por ella.
"Gracias," dijo Kate.
"Debería volverme a casa, es tarde. Katie, fue grandioso verte", dijo mientras la abrazaba. Cuando se separaron alargó una mano y la puso sobre el hombro de Castle. Nada más se necesitaba intercambiar aparte de las sonrisas en sus rostros.
"Te llamaré más tarde en la semana", le aseguró Kate.
Jim abrió la puerta del taxi que lo esperaba.
"Rick, piensa en lo que te dije."
Cerró la puerta y el taxi se alejó.
"¿Qué fue eso?"
"Nada", dijo Castle mientras le pasaba un brazo sobre los hombros llevándola a las escaleras del edificio.
"No, en serio".
"No es nada, Kate. No es nada que no sepas ya."
"Entonces dime."
Él la quiso molestar sonriéndole mientras apretaba el botón del ascensor. Ella golpeó su pecho tratando de obtener una respuesta, pero él se mantuvo en silencio, guiándola hacia las puertas abiertas.
nato_kine- Policia de homicidios
- Mensajes : 510
Fecha de inscripción : 16/02/2012
Edad : 38
Localización : Argentina
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
QUE BUENO CONTINUA
AlwaysSerenity- Autor de best-seller
- Mensajes : 966
Fecha de inscripción : 14/10/2012
Edad : 27
Localización : Málaga (Andalucia) España
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
preciosoooo siguelooo
castle&beckett..cris- Escritor - Policia
- Mensajes : 5471
Fecha de inscripción : 20/03/2011
Edad : 33
Localización : Menorca..I LOVE NEW YORK..NYPD..RICK CASTLE & KATE BECKETT
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
owww que hermoso... ya han pasado 7 meses ya... que penita, ojala ya se den una oportunidad de estar juntos y que Rick ya no tenga que dormir en la habitación de invitados... siguelo pronto plisss, esta buenisimo...
Emily Claire- Actor en Broadway
- Mensajes : 215
Fecha de inscripción : 16/10/2012
Edad : 31
Localización : Chile, Viña del Mar
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
seguro que la habitacion de invitados esta helada
que duerman juntos
que duerman juntos
choleck- Escritor - Policia
- Mensajes : 1967
Fecha de inscripción : 07/06/2012
Localización : en la parra
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
Muchas gracias por seguir traduciendo este maravilloso fic!!! Espero que pronto se den una oportunidad!
Sigue pronto!
Sigue pronto!
cris_beckett- Autor de best-seller
- Mensajes : 857
Fecha de inscripción : 29/05/2012
Edad : 33
Localización : Madrid
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
¡Que historia más bonita!, muchas gracias por traducirle y compartirla con nosotros.
Cata Castillo- Escritor - Policia
- Mensajes : 1729
Fecha de inscripción : 25/09/2010
Localización : Al sur del sur
Re: Sorpresas - Capítulo 13 - Final
Espero que puedas continuarlo pronto porque esta muy interesante
rubiodav- Actor en Broadway
- Mensajes : 240
Fecha de inscripción : 04/03/2012
Página 3 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Temas similares
» Sorpresas inesperadas Capitulo 12 Completo (Actualizado 19/04/13 Página 15)
» !!VAYA NOCHE¡¡,..... LA DE AQUEL DÍA...¡¡ " EPILOGO " CAPITULO I, II, III, IV, V, V 2ª parte, V 3ª parte, V Final, VI, VI 2ª parte, VII CAPITULO FINAL ( ACTUALIZADO 09/06)
» El final de un gran principio ¡CAPÍTULO 15! (primer post) ¡¡¡FINAL!!!
» Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
» No quiero enamorarme-Tamyalways-Final subido
» !!VAYA NOCHE¡¡,..... LA DE AQUEL DÍA...¡¡ " EPILOGO " CAPITULO I, II, III, IV, V, V 2ª parte, V 3ª parte, V Final, VI, VI 2ª parte, VII CAPITULO FINAL ( ACTUALIZADO 09/06)
» El final de un gran principio ¡CAPÍTULO 15! (primer post) ¡¡¡FINAL!!!
» Una broma del destino- Capítulo final y Epílogo...01/11
» No quiero enamorarme-Tamyalways-Final subido
Foro Castle :: OffTopic :: Fan Fics
Página 3 de 5.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.