La Jugada Perfecta (Capítulo 12 ¡Último capítulo! 27/09)

Jajaja muy divertido el capitulo, sigue asi

Madre mia, que bien me lo paso leyendo tu fic, es divertidísimo, lo que me he podido reir imaginándome la escena de Castle esposado con Martha y Alexis delante suyo preguntándole que hacía así jaja
Me encanta tu fic, es de los más divertidos que he leido, espero que lo sigas pronto

¡Buen domingo a todos! ¡Aquí estamos con la continuación!




Capítulo 4:

Después de poner patas arriba toda la habitación de Castle, Alexis encontró la pequeña llave al lado de una de las sillas, camuflada detrás de una de las patas. Se vistió lo más rápido que pudo y se fue rumbo a la comisaría. Una vez allí, al no encontrar ni a Beckett, ni a Ryan, ni a Esposito preguntó a uno de los policías de allí el cual le dijo que estaban en la sala de interrogatorios con un sospechoso. Castle dejó el café que le había llevado a Beckett encima de su mesa y se llevó el suyo a la sala de observación, allí estaban los chicos. Ambos se le quedaron mirando con unas sonrisas estúpidas en la boca.

-¿Qué pasa chicos? ¿Quién es nuestro amigo? – Se puso al lado de Ryan y se apoyó en la mesa de detrás.
-Vaya, por fin te dignas a aparecer… - Esposito se cruzó de brazos.
-¿Ya te encuentras mejor? – Ryan le puso una mano en el hombro a Castle.
-¿Cómo? – Castle frunció el ceño sin entender de qué hablaba Ryan.- Me encuentro perfectamente. – Sonrió abiertamente.
-¿Sí? ¿Y qué te ha pasado aquí bro? – Preguntó Esposito señalándole una marca rojiza que tenía alrededor de la muñeca a causa de las esposas.
-¿Esto? – Tapándose la muñeca con la manga de la chaqueta.- No es nada, una pulsera que me hizo Alexis y que me estaba pequeña… - Dijo restándole importancia.- ¿Por qué no me ponéis al día con el caso?
-¿Aún Beckett no te ha contado nada? – Se sorprendió Ryan. – Pues no vamos a estropearte la sorpresa. Sólo te diremos que éste no es nuestro hombre. – Ryan miró por el espejo mientras Beckett seguía con el interrogatorio. Antes de que Castle pudiese preguntar el por qué no es su hombre Esposito se le adelantó.
-Tiene coartada para la hora de la muerte. Estuvo intentando atracar una gasolinera. El testimonio del dueño y las cámaras de seguridad lo han confirmado. Eso sí, va a ser imputado por robo a mano armada.
-¿Y cuál es el siguiente paso? – Castle le dio un largo trago a su café.
-Averiguar quién y por qué mató a la víctima. – Contestó Ryan.

Castle y Beckett se dirigieron al ascensor para ir al depósito a ver el cadáver bajo la atenta mirada de sus compañeros.


-Al parecer nuestro sospechoso y la víctima se conocían porque el señor Leeds le pasaba unos medicamentos que son muy codiciados en el mundo de la droga. – Puso al día a Castle.
-Me parece increíble que pasase droga.- Negó con la cabeza.- Traficando con pastillas a su edad… - Negó con la cabeza a modo de desaprobación.
-Con ésta profesión nunca dejas de sorprenderte. – Le contestó ella.
-Por cierto, ten. – Se sacó las esposas del bolsillo y se las tendió.
-¿Y bien? ¿Cómo has conseguido liberarte? – Preguntó con curiosidad, guardándose las esposas y la llave.
-No ha sido gracias a ti, eso desde luego. – Dijo Castle haciéndose el ofendido.
-Vamos Castle, ¿dónde encontraste la llave? – Le puso ojitos.
-¿Sabes lo mal que lo he pasado? Ahí encadenado a ésa dichosa cama, que por cierto, la pienso vender porque me trae malos recuerdos. – Puntualizó. - ¿Y la vergüenza que he pasado?
-¿Vergüenza? – Luego se le iluminaron los ojos como platos.- No me digas que… que te vieron… - Él asintió.
-Un bochorno espantoso. – Levanto la cabeza haciéndose el digno. – Menuda imagen le estoy dando a mi hija. Solo espero no encontrármela nunca, jamás en la vida en la misma situación que yo.
-Anda... –Se acercó a él mimosa, acariciándole el cuello con uno de sus dedos. – No te enfades… Ya te dije que te recompensaría por esto. – Metió la cara en el cuello de él, aspirando su aroma y haciéndole cosquillas con la nariz.
-Eh… Bueno… Ya pensaré en algo… - Dijo él poniéndose algo nervioso. En ése momento las puertas del ascensor se abrieron y ellos se separaron rápidamente.
-¿Preparado para ver el cuerpo? – Le sonrió mientras se dirigían hacia la morgue.

Cuando entraron a la morgue vieron a Lanie mirando unas radiografías.

-¡Vaya pero si el chico escritor por fin ha aparecido!
-Yo también me alegro de verte Lanie, es un gusto que por fin aceptes que me echas de menos. – Se hizo el orgulloso.
-No te hagas ilusiones, me había empezado a acostumbrar a no tener tu sarcasmo, tu ironía y tu humor negro revoloteando a mí alrededor. – Le contestó la forense.
-¿Alguna novedad Lanie? – Preguntó Beckett deseando saber si podían resolver aquello cuanto antes.
-Pues sí, iba a haberte llamado para decirte que he encontrado algo extraño, al parecer nuestra víctima estaba hasta arriba de somníferos cuando le mataron.
-¿Y por qué eso es algo raro? – Preguntó Beckett.- Mucha gente toma pastillas para dormir.
-Lo sé, pero examinando sus informes médicos no tiene recetado ningún barbitúrico. – Repasó sus notas. – Además, la dosis que tiene en sangre es tres veces la normal. Le drogaron para asegurarse de que no fuese ningún problema.
-Éste asesinato ha sido premeditado. – Beckett se mordió el labio inferior mientras pensaba.
-Eh… Una pregunta… - Castle estaba con la mano levantada.- ¿Puedo ver el cuerpo ya?
-Cierto que tú aún no lo sabes… - Se acerco a una de las mesas de metal donde estaba el cuerpo.- Prepárate chico… - Levanto la sábana y Castle dio un gritito de asombro.
-¡Le han hecho un Ned Stark! ¿eh? – Se giró todo emocionado con la mano en alto para que Lanie chocase pero la médico le dio una miradita con una ceja arqueada.
-¿Ves? A eso era a lo que me refería. – Dijo Lanie con tono de reprobación y Beckett se sonrió.- Los cortes son bastante limpios, yo diría que es posible que hayan usado un hacha o un cuchillo de grandes dimensiones y especialmente afilado. Tendría que ver el arma para compararlo con las heridas.
-¿Y la herida del pecho? – Señaló Castle al cuerpo.
-Me aventuraría a pensar que ha sido un cuchillo de cocina el causante de ésta herida pero hasta que no tenga con qué compararlo no os lo podré decir con seguridad.
-No creo que haga falta que te diga que nos avises si averiguas algo más, ¿no Lanie? – La forense asintió. – Gracias. Vámonos Castle. – Dijo poniendo rumbo hacia la salida.

Mientras se dirigían al ascensor.

-Creo que con esto queda más que claro que nuestro sospechoso no pudo hacerlo. – Dejó claro Beckett.
-Sí, no creo que le diese la cabeza para tanto. Tiene pinta de ser poco espabilado.
-Además, todo esto, los somníferos, la mutilación del cadáver… Es demasiado para un simple robo. – Concluyó Beckett cuando sonó su teléfono.- Beckett… Sí, muy bien, ahora vamos para allá. – Colgó y miró a Castle.- Ya está aquí el hijo de la víctima con su mujer.


P.D: ¡Gracias por leer!

¡Buah! PEDAZO DE CASO. Esto es un capítulo de la serie. No hace falta que te diga que captas genial la esencia de la serie, Gema. Deseando leer la continuación

Sigueeer me encantaaa

Me he leído los 4 capítulos del tirón y son geniales perooooo... son muy cortitos , me quedé con ganas de más

PD: Se nota que te gusta juego de tronos

May escribió:Me he leído los 4 capítulos del tirón y son geniales perooooo... son muy cortitos , me quedé con ganas de más

PD: Se nota que te gusta juego de tronos

Jajaja ¡Sí! ¡Me encanta! En el word los capítulos salían bastante más largos, al verlos aquí se han reducido xD Word me ha timado jajajaja

jajajajaj le han hecho un Ned Stark, genial el guiño a CDHyF!!!

me esta gustando mucho el fic, gracias a las travesuras de castle me estoy riendo de lo lindo

me gusta me divierte tu fic y tu manera de escribir me encanta

¡Buenas tardes! ¡Muchas gracias por vuestros comentarios! ¡No sabéis los ánimos que me dais!
Aquí os dejo la siguiente parte



Capítulo 5:


Castle y Beckett entraron a una de las salas dónde Simon Baker y su esposa, Rebecca Baker, estaban esperándoles.

-Buenos días señor Baker, siento mucho su pérdida. – Dijo Kate estrechándole la mano.
-Gracias, aún no me puedo creer que esto esté pasando. – Simon se pasó una mano por el pelo.
-Espero que entienda que tengo que hacerle unas cuantas preguntas. – Simon asintió. – Bien, ¿sabe de alguien que quisiese hacerle algo así a su padrastro? ¿Tenía algún enemigo, alguien con quien no se llevase bien?
-No… Que yo sepa no. En el bloque se llevaba bien con todo el mundo y, después de la muerte de mi madre no es que haya tenido mucha vida social. – Su mujer le cogió de la mano intentando reconfortarle.
-Pero usted hacía tiempo que no iba a visitarle. ¿Cómo era su relación? – Kate jugueteó con el bolígrafo.
-La verdad es que no nos llevábamos muy bien y todo se enfrió después de lo de mi madre. – Admitió.- Pero de ahí a pensar que yo… que yo pudiese matarle… - Se estremeció con sólo pensar en ello.
-¿Conocen a éste hombre? – Les enseñó una fotografía de Patrick Norris. – Ambos se quedaron mirando la imagen.
-No, no lo había visto nunca. – Contestó Simon y su mujer lo negó también. - ¿Es él el que mató a mi padrastro? ¿Fue él el que le hizo ésa… ésa barbarie?
-Aún no lo sabemos con seguridad, pero le vieron rondando el edificio de su padre. – Dijo Castle.
-¿Podría decirnos dónde se encontraba usted hace tres días entre las diez y la una de la mañana? – Preguntó de nuevo Kate.
-¿Creen que le hice yo esto? – Contestó Simon indignado.
-Son sólo unas preguntas rutinarias señor Baker. – Le calmó Beckett.
-Estaba… estaba en casa… - Antes de que pudiese continuar su mujer habló por él.
-Ambos lo estábamos. Ésa noche decidimos quedarnos en casa. – Rebecca miró a Beckett y a Castle. – Pueden comprobarlo con el registro de la alarma de la casa. La pusimos sobre las ocho y hasta la mañana siguiente a las siete no la quitamos para ir a trabajar. – Beckett asintió.
-Muy bien, gracias.- Kate asintió.- Eso es todo por ahora. En cuanto sepamos algo más se lo haremos saber. – Se estrecharon las manos.


Simon y su esposa Rebecca salieron de la sala. Beckett y Castle se dirigieron a la mesa de Ryan.

-Ryan quiero que hables con la compañía de seguros y les pidas el registro de la activación de la alarma de la casa de los señores Baker. – Le tendió un papel.- Aquí tienes los datos.
-Ahora mismo me pongo a ello. – Ryan cogió el teléfono y se puso a hacer las llamadas.
-¿Crees que ha podido ser el hijo? – Preguntó Castle.
-Aun no lo sé pero no podemos descartar nada. Ésa coartada es demasiado endeble. – Aseguró ella. – Esposito, quiero que mañana por la mañana os paséis de nuevo por el apartamento de la víctima, a ver si encontráis algo más que pueda sernos de utilidad.
-Eso está hecho jefa. – Le respondió Esposito.
-Y cuando acabéis con lo que tenéis entre manos podéis iros a casa, que hoy ha sido un día muy largo. – Espo asintió y le dio las gracias.

Esposito siguió con el papeleo y Kate fue a su mesa seguida por Castle.

-Y, hablando de ir a casa… - Le dijo Rick a la inspectora.- Espero que hoy me acojas en la tuya porque no quiero llegar a la mía y tener que dar más explicaciones. – Alzó una ceja.- Además, mi madre ya me ha dejado claro que si te ve por allí hoy va a hacerte el tercer grado… - Ella le miró con cara de horror. – No me mires así, he tenido que decirles la verdad… No iba a soltarles que me he esposado yo solito con tus esposas porque me apetecía sentir el acero en mi muñeca… - Dijo evidente.
-Entonces esto está dejando de ser secreto… - Negó con la cabeza.- ¿Le has dicho a tu madre que no puede decir nada de nada? – Él asintió. – Vale, porque no quiero que se enteren por aquí de momento.
-No te preocupes, sus labios están sellados. Ya me he encargado personalmente de ello. Un vestido nuevo, con zapatos y bolso a juego y tenemos a la mujer más callada y feliz del mundo. – La sonrió y ella le correspondió con una tímida sonrisa.
-Está bien, vamos a mi casa. – Dijo cogiendo la chaqueta y el bolso, sonriéndole mientras se dirigían al ascensor.


P.D: ¡Gracias por seguir leyendo!

Ay, ¡qué fácil es callar a Martha! O no... Jajajaja. El caso está curradísimo, digno de novela policíaca. En fin, genial como siempre, Gema. Ganas de leer el siguiente, que tiene que ser MUY MUY interesante

sigueeee

Esto pinta bien. El caso me está gustando. Por favor, sigue pronto. Un saludo!

Me acabo de leer los dos últimos capítulos y solo puedo decir que fantástico!!
Me encanta tu historia Gema, es divertidísima y el caso me tiene intrigada. Lo que me gustaría ver una escena como la de las esposas en la serie, la cara de Martha después de que Castle le contase la verdad debía ser todo un poema jajaja
Fantástico, continualo pronto

¡Muchísimas gracias por estar ahí! ¡Aquí os traigo un nuevo capítulo!

Beckett_Castle_Alba a mí también me hubiese encantado ver algo así en la serie jejeje la verdad es que yo votaría porque tuviesen más escenas Martha y Beckett, podrían dar bastante juego





Capítulo 6:



Nada más llegar a casa, Beckett dejó el bolso colgado en el respaldo de una de las sillas del comedor y se quito los tacones. Castle se acercó por detrás a ella y la abrazó, quedando Kate unos centímetros por debajo de lo que acostumbraba en la comisaría.


-Creo que podríamos ir hablando de mi recompensa, ¿no te parece? – Le dio un beso en el cuello.
-Mmmm… Antes quería repasar unas cosas del caso… Pero luego, si quieres, podemos darnos un baño. – Giró un poco la cabeza para mirarle mientras sonreía con picardía.
-¡Eso está hecho! – Contestó Castle soltando a Kate, cogiendo los papeles que ella llevaba en el bolso y yendo al sofá. Esparció la información que tenían por la mesita. Ella se sentó a su lado y cogió una de las fotos.
-¿Sabes? Hay algo que no entiendo. – Se fijó en los cortes que presentaba el cadáver. - ¿Por qué mutilarlo? Podría llegar a entender que hiciese algo así para impedir que averiguásemos su identidad pero, ¿por qué molestarse en hacerlo para luego dejarlo en su propia casa? – Frunció el ceño pensativa.
-Bueno… Quizá ha sido una mantis religiosa gigante… - Frunció los labios y ella le miro con cara de coña. – Ya sabes, esos bichos son conocidos por comerse la cabeza de los machos después de haberse acostado con ellos…
-Ya… ¿y cómo explicarías lo de las manos y los pies? – Alzó una ceja divertida.
-Tenía mucha hambre. – Declaró Castle.- La gente mayor tiene poca chicha que comer.
-Pues habrá que llamar a Ryan y a Esposito para ponerlos sobre aviso… – Kate se tapó la boca reprimiendo la risa.
-Sí, y diles también que se lleven un bote de insecticida extra grande, lo van a necesitar… - Asintió con conocimiento de causa.
-Ahora en serio, ¿tanto odiaba a la víctima cómo para hacer algo así? – Se pasó una mano por el pelo y apoyó el brazo sobre el respaldo del sofá, sosteniéndose con la mano la cabeza.
-Quizá lo que quería era quitarle la identidad… - Ella se le quedó mirando dándole a entender que eso ya lo había descartado ella antes.- No de ésa manera, no para que nosotros no averiguásemos quién era sino… cómo si quisiese quitarle el alma por así decirlo… Su esencia…
-Las huellas son lo que le dan la identidad a una persona... Al igual que el rostro… - A Kate le había gustado ésa teoría.- Así que es posible que la víctima le hubiese causado en el pasado un gran daño a nuestro asesino… - Se llevó el pulgar a los labios mientras miraba a un punto fijo del salón, macerando aquella idea.
-¿Sabes? – Se la quedó mirando.- Estás muy guapa cuando haces eso. – Ella le miró sin entender a qué se refería.- Cuando haces eso, intentar que las teorías cuadren.
-Eso no vale Rick, tú siempre me ves guapa, hasta recién levantada y sin mi café matutino. – Le sonrió y le dio un beso a modo de agradecimiento por el cumplido. – Hay otra cosa que no me encaja… ¿Y el arma homicida? Allí no vimos ningún cuchillo y mucho menos un hacha o algo parecido que pueda producir éstas lesiones… - Se fijó en la foto. – Sería algo raro que hubiese podido entrar en el edificio llevando algo así sin llamar la atención…
-O… Puede ser que… - Cogió una de las fotos que habían realizado a la casa.- Que no hubiese sido un hacha lo que produjo los cortes sino que hubiese sido algo así… - Le tendió la fotografía a Kate señalándole un elemento concreto.
-¿Una katana? – Alzó las cejas sorprendida por aquel detalle.- Sí… la verdad es que podría ser… Eso explicaría lo limpios que eran los cortes y el que no quisiese levantar sospechas portando algo así. Tenía todo lo necesario en la casa…- Se llevó una mano al pelo, despeinándolo un poco.
-¡El cuchillo! – Dijeron los dos al unísono. Se miraron con complicidad y sonrieron.
-Seguro que lo cogió de la cocina. – Castle se apoyó en el respaldo del sofá, echando los brazos hacia atrás, sujetándose la cabeza con ambas manos. – Pero… ¿Sabes lo que quiere decir?
-Se conocían… - Volvieron a decir los dos a la vez.
-A ver… - Kate cogió un informe y la fotografía de la cerradura. – La cerradura no estaba forzada así que puede ser que la víctima abriese la puerta al asesino o que el asesino tuviese un juego de llaves.
-Voto por el juego de llaves. – Ella le miró para que se explicase. – Según la declaración del portero, él estuvo trabajando hasta las ocho y media, y hasta ésa hora no vio que nadie ajeno al edificio entrase. Además, ninguno de los vecinos escuchó que alguien llamase a la puerta del señor Leeds a ésas horas. – Beckett asintió con la cabeza despacio, asimilando la información.
-Y luego está el tema de los somníferos… - Recordó Kate, cogiendo el informe médico que Lanie les había dado.- ¿Cómo llegó a dárselos el asesino sin que él se enterase? – Se preguntó a sí misma en voz alta repasando los medicamentos que el señor Leeds tomaba.
-Será mejor que eso lo pensemos mañana. - Se frotó los ojos con cansancio. - ¿Qué tal si nos tomamos ahora ése baño? – Se levantó del sofá ante la sonrisa de ella. Le quitó los papeles de las manos y los dejó sobre la mesita baja. Luego le tendió la mano y de un tirón la levantó del asiento y la recogió entre sus brazos.
-¿No te vas a cansar nunca, verdad? – Dijo ella entre risas.
-¿De ti? – Elevó una ceja. – Jamás. – Le sonrió y la besó en los labios dulcemente. Luego ambos se fueron a preparar ese baño que ella le había prometido.


Unos minutos después, ambos estaban metidos en la bañera rodeados de espuma. Kate tenía la espalda apoyada contra el torso de él. Tenían la luz apagada y sólo estaban iluminados por las velas que habían colocado estratégicamente por el cuarto de baño.


-¿Crees que los chicos sospechan algo? – Apoyó la nunca en el cuello de Castle y levanto la vista para mirarle.
-¿Sinceramente? Sí… - Cogió un poco de jabón con su mano derecha y luego sopló, haciendo que la espuma saliese desperdigada y un poco se posase en el pelo de ella. – Cuando he llegado ésta mañana a la comisaría y tú estabas interrogando al sospechoso me han mirado con unas caras bastante… raras… Bueno, más raras de las que tienen ya de fábrica.
-Supongo que el hecho de que no hubieses acudido a la escena del crimen y que yo no tuviese mis esposas ha hecho que pensasen que hay algo raro entre nosotros. – Pasó la mano por la superficie del agua acariciando el jabón hecho espuma.
-Estaremos a salvo siempre que no se entere “Iron Gates”. – Asintió con rotundidad. – Bueno y siempre que mi madre no decida irse de la lengua e ir contando a sus amistades que su guapísimo y espectacular hijo ya no está en el mercado…
-¿No decías que no hablaría por el módico precio de un vestido, zapatos y bolso? – Le dio un ligero codazo en el costado.
-¿Yo dije eso? – Hizo como que intentaba recordarlo. – No sé en qué estaría pensando… La única manera de que mi madre esté callada sería cortándole la lengua y las manos para que no pueda escribir… Pero claro, tampoco quiero ser Joffrey Lannister… - Ella ser rió ante aquella ocurrencia.
-Quizá si yo hablo con ella y le expongo los motivos me haga más caso que a ti… - Elevó los ojos para mirarle.
-Tú inténtalo, no creo que sirva de mucho… - Le aseguró Castle.
-¡Qué poco confías en mí! – Se hizo la ofendida.
-Ya sabes que en ti sí, es en ella en la que no confiaría ni hasta un pollo en el horno.
-Qué tonto eres… - Se rió. Pasó un brazo por detrás de la cabeza de él para atraerlo hasta ella y así poder besarlo.

P.D: ¡Gracias por leer!

Me encanta como cuentas la historia, parece que estoy viendo la serie, los dos intentando resolver el caso y llegando a las mismas conclusiones a la vez, que monos A Rick no se le escapa una y no iba a dejar escapar su recompensa, ya me lo imaginaba, será pillo jaja
Me gustaría ver esa conversación entre Beckett y Martha, como tú dices, daría mucho juego
Estupendo capítulo Gema

Pero qué fácil es imaginárselos a ambos en la bañera... Ains, qué bien cuentas la historia, tan real
Me he encantado esto,
"-¿Crees que los chicos sospechan algo? – Apoyó la nunca en el cuello de Castle y levanto la vista para mirarle.
-¿Sinceramente? Sí… - Cogió un poco de jabón con su mano derecha y luego sopló, haciendo que la espuma saliese desperdigada y un poco se posase en el pelo de ella. – Cuando he llegado ésta mañana a la comisaría y tú estabas interrogando al sospechoso me han mirado con unas caras bastante… raras… Bueno, más raras de las que tienen ya de fábrica."

Castle no pierde la oportunidad para reírse de su madre, XDDD ni siquierza en una bañera con Kate XD


sigue que está genial!!!

muy bueno continua porfa

que bueno!!! quiero mas!!!

Me encanta tu historia es magnifica como lo escribio continuaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa pronto

Me encanta lo bien escrito que está, hace ya unos dias que lo tenia atrasado, no leía desde que el pobre estaba en la cama. Que verguenza que lo hayan pillado unas buenas marcas por jugueton.
Que quede que me esta encantando el caso y todo su misterio, me encanta que hagan cosas complices.

Continua pronto...

¡Buenos días o ya casi buenas tardes! Ayer llegué muy tarde a casa y por eso no subí un capítulo nuevo. Por eso, en compensación, lo subo ahora y estoy pensando en subir otro esta tarde noche porque además el capítulo me ha salido algo corto (El word me tiene engañada, que conste!) No sé, ya lo veré jeje

De nuevo muchísimas gracias por los comentarios y espero que os siga gustando el fic como hasta ahora.


Capítulo 7:

A la mañana siguiente Castle y Beckett decidieron que, para no levantar más sospechas, lo mejor es que él fuese primero a comisaría mientras ella se quedaba un rato más en casa para ordenarla un poco, ya que hacía dos días que no la pisaba.

-¿Qué pasa chicos? – Dijo Castle acercándose a Ryan y Esposito mientras llevaba en la mano un par de cafés. - ¿No ha llegado Beckett aún? – Miró hacia el escritorio de ella.
-Ha llamado hace un rato para decir que iba a llegar algo tarde.- Le contestó Esposito.
-Bien bien… y, ¿alguna novedad? – Se acercó al ordenador, metiendo la cabeza entre la de Esposito y Ryan.
-Un par de cosas que podrían dar un giro a la investigación... – Dijo Ryan mirándole de reojo, molesto por esa invasión del espacio vital. – En cuanto llegue Beckett os ponemos al corriente.
-Oye bro… - Esposito aspiró el aroma del escritor. – Hueles a cerezas. – Se le quedó mirando con el ceño fruncido.
-¿Qué? – Castle se apartó de pronto. – No es cierto…
-Es verdad, hueles a cerezas. – Contesto Ryan mientras olía al escritor.
-¿Y sabes quién más huele así? – Le preguntó Esposito.
-Beckett… - Respondieron Ryan y Esposito a la vez.

Justo en ése momento las puertas del ascensor se abrieron y por ellas entró Kate. Los tres se la quedaron mirando.

-¿Qué pasa chicos? ¿Es que tengo algo raro? – Preguntó cuando se acercó, al ver la forma en la que la miraban.
-Nada… - Respondieron los tres hombres a la vez, mirando cada uno hacia un lado distinto.
-Eh… Vale… - Miró a los tres con el ceño fruncido algo dudosa.
-Por cierto, he hablado con un primo lejano del señor Leeds y me ha dicho algo bastante interesante. – Esposito leyó lo que tenía apuntado en su libreta mientras Ryan hablaba por teléfono. – Anne Leeds, la mujer de la víctima, hizo un testamento que no favorecía demasiado a su hijo. Al parecer dejó todos sus bienes al señor Leeds y hasta que éste no muriese, su hijo no vería ni un centavo.
-Podría ser el móvil del asesinato. – Puntualizó Beckett.
-Eso sí que es una herencia de muerte. – Dijo Castle con una sonrisa pícara.
-Si, muy bien, gracias. – Ryan colgó el teléfono. – Me acaban de llamar los de la compañía de seguros y me han confirmado lo que dijo Rebecca Baker, la alarma fue conectada a las ocho de la tarde y se desconectó a las siete de la mañana. – Releyó sus notas por si se olvidaba de algo. – Parece buena su coartada.
-Pero podría haber contratado a alguien y, como sabía que sospecharíamos de él, se fabricó ésa coartada. – Contestó Castle.
-Hay que revisar sus cuentas, a ver si ha habido movimientos extraños de dinero. – Dijo Beckett quitándose la chaqueta para ponerse manos a la obra.

Unas horas después estaban en la sala de reuniones, con la mesa llena de papeles.

-Aquí no hay nada extraño. – Beckett dejó el papel que tenía en las manos sobre la mesa. Se apoyó en el respaldo de la silla algo cansada.
-Según parece es una familia de lo más normal. – Castle apoyó el codo sobre la mesa. – Aunque no sé cómo llegan a fin de mes con éstos ingresos.
-Si no es el hijo estamos como al principio. – Esposito tiró los papeles de mala gana sobre la mesa. – Quien quiera que haya hecho esto se ha cubierto muy bien las espaldas.
-De momento no existe el asesinato perfecto Espo. – Kate resopló. – Tiene que haber algo que no hayamos visto aún.
-Y así es. – Dijo Ryan entrando en la sala portando más papeles. – Estábamos mirando en el sitio equivocado. – Todos se le quedaron mirando con curiosidad. – Al parecer él tiene otra cuenta a espaldas de su mujer, y aquí sí que hay cosas jugosas. – Les tendió copias a sus compañeros.
-¡Guau! ¡Éstos sí que son unos grandes ingresos! – Castle levantó las cejas sorprendido.
-La pregunta es, ¿de dónde sale éste dinero si sólo es un vendedor de enciclopedias a domicilio? ¿Y por qué se lo está ocultando a su mujer? – Kate se pasó una mano por el pelo.
-Quizá trafique con droga. – Respondió Esposito.
-Es posible… - Beckett observó las cuentas. – Hace cinco días saco 50.000 dólares…
-¿Para pagar un sicario? - Ésta vez habló Ryan.
-No lo sé… - Ella frunció el ceño. – Traédmelo. Creo que tiene que aclararnos unas cuantas cosas.


P.D: ¡Gracias por leer!

sigueeeeee

esperando impaciente