Si Te Pierdo - Capítulo 12 (07/11/11)

que bonitooooooooooooooooo...como molaaaaa

Pobre Kate me dio mucha pena!!!! Menos mal que ahora tiene a Castle, como dijo Esposito
Me encantaaaa

Menuda historia,pobre Kate,esto esta siendo muy duro para ella,menos mal que ahora esta Castle,pero aun asi joooder.Sigue pronto

Pobre Kate! Cómo saben los compañeros lo que se quieren!! Sigue pronto!

Pero que tierno es Castle, por Dios!!
Me encanta este fic!!
Gracias por otro capítulo!!
Continúa pronto, please!!

OH DIOS MIO!
ME EN-CAN-TA!!

Este capi es triste, pero muy dulce al mismo tiempo.

Continúa prontito

Sin más, me callo y os dejo el capítulo 11 *Raquel se escapa cuidadosamente antes de que lancen los cuchillos, machetes, lanzas y katanas contra ella"

SI TE PIERDO
Capítulo 11

- Por cierto, ¿qué te dijo Esposito al oído? – Preguntó Castle con curiosidad – Si puede saberse, claro… - bromeó.

- Simplemente dijo "Y ahora tienes a Castle" – Susurró Kate, con una ternura que a Castle le llegó al alma.

Sí. Él siempre estaría ahí para ella. No dejaría que nadie volviera a tocarle un pelo, no mientras él siguiera vivo.


El teléfono sonó, asustando a Kate, la cual se separó de golpe de Castle. Se había sumido en sus pensamientos y el ruido del teléfono la sobresaltó, por lo que Castle acarició su espalda suavemente para reconfortarla.

- Anda, deja que Ryan o Esposito contesten. Tú necesitas un momento para relajarte y calmarte, ¿vale? – Le susurró Castle con entendimiento.

Ella asintió y volvió a esconder la cara en el hueco del hombro de Castle, dejando escapar las últimas lágrimas que le quedaban. Ya no eran de miedo, sino de frustración Frustración por saber que aquel hombre que tanto daño le había hecho en el pasado estaba en libertad, matando otra vez en su nombre, y hasta ese momento ella no había podido hacer nada para detenerlo, es más, ni siquiera sabía que se trataba de él.

Sin embargo el momento no duró demasiado ya que la voz de Esposito sonó entonces.

- Kate, es él, y quiere hablar contigo…

Ambos se levantaron inmediatamente de las sillas y fueron directos a donde Esposito sujetaba el teléfono, tapando para que Mark Jones no pudiera escuchar lo que iba a decir.

- Ha llamado y tranquilamente el muy cabrón ha dicho quién era y que quería hablar contigo. Y ha añadido que sabía que le estaríamos localizando su dirección a través de la llamada pero que, literalmente, le importaba una mierda.

Beckett tomó aire y tras lanzarle una fugaz mirada a Castle cogió el teléfono con gesto decidido, no sin antes ponerlo en altavoz.

- Beckett.

- Oh, inspectora… Ya echaba de menos tu voz, cielo – Dijo, con un tono divertido que hizo que Castle apretara los puños – Supongo que a estas alturas ya tendrás los resultados de la sangre que encontrasteis en mi piso y ya sabrás de sobra quién soy…

- Por supuesto, Mark, no podía ser nadie más – Contestí Kate, con la voz cargada de odio – Pero eso no cambia absolutamente nada.

Hubo un momento de silencio en el que Kate parecía tratar de tranquilizarse y controlar su voz. No quería que la situación se le fuera de las manos, debía mantener el control al menos en esto.
Nuevamente miró a Castle para darse apoyo y continuó hablando.

- Eres un asesino que ha matado a 4 personas. Lo que haya pasado antes se queda en el “antes”. Te voy a encontrar, te voy a detener, y se acabó. No serás más que un caso como cualquier otro.

- Kate, Kate, Kate… Ya me imaginaba que dirías eso. Tú y tu profesionalidad. Pues lo siento, preciosa, pero las cosas no son así. Esto no es un caso normal para ti, este es tu último caso.

Catle se acercó a Kate automáticamente y la cogió de la mano, sin importarle quién pudiera estar mirándolos en ese momento. Solo pensaba en que ella le necesitaba.

Kate agradeció ese gesto apretando con fuerza la mano de Castle. Trataba de mantener la calma pero las palabras de ese desgraciado le hacían daño a cada pronunciación.

Sin embargo el calor de la mano de Castle ahora le daba una fuerza con la que no contaba la última vez que tuvo que enfrentarse a él.

- No creas que me asustas, Mark. Conozco lo suficiente a los tipos como tú como para saber dónde llegan tus límites. Cometerás un error en cualquier momento, lo sabes, y por eso estás lo suficientemente asustado como para llamarme y amenazarme. Quieres que sea yo la que se asuste y cometa el error que te permita cogerme, pero no lo vas a conseguir. Sabes que yo no me asusto, Mark, y no me rindo. Ya no vas a tener en mí el efecto que esperas, las cosas han cambiado.

Al otro lado del teléfono se escuchó una risa macabra.

- Ah, sí, claro, que ahora tienes… ayuda. Richard Castle, ¿me equivoco?

Castle no pudo evitar dar un respingo cuando escuchó su nombre, pero aun así no dijo nada. No pensaba entrar en su juego. Y tuvo que apretar aun más fuerte la mano de Kate para darle a entender que ella tampoco debía darle bola.

- La última vez que nos vimos no tenías a nadie más para defenderte salvo esos dos polis, pero ¡oh, claro! Ahora tienes a ese escritorzuelo que te sirve de guardaespaldas…

Kate guardó silencio, no porque no tuviera cuatro cosas que decirle, pero no debía perder la calma y lo sabía. Si continuaba hablando con él era porque necesitaba sacarle información que pudiera ayudarles…

- No te hagas la sorprendida, viste la foto, ya sabías que conocía su existencia… Aun así eso no me dice nada, Kate, porque ni siquiera él va a ser capaz de parar lo que está por venir. De todas formas sí que es cierto que no me hace gracia que otro tío ponga sus manos encima de ti, así que, como comprenderás, esto me obliga a hacer un pequeño cambio de planes…

Eso último ya fue la gota que colmó el vaso. Kate quitó el altavoz del teléfono, cogió el auricular y le habló con una voz estremecedoramente calmada y furiosa a la vez.

- Escúchame bien, hijo de puta. Lo que sea que esté pasando por tu enferma mente para que sigas con toda esta mierda es solo conmigo, así que más te vale que ni se te ocurra seguir por ese camino. Crees que me conoces, pero no tienes ni una jodida idea de lo que soy realmente capaz de hacer si haces daño a quien no debes, y te juro por Dios que no quieres saberlo. Voy a encontrarte, y si acabas en la cárcel y no con un tiro entre ceja y ceja habrás tenido la suerte de tu vida, porque creo que es a ti a quien el rojo sangre le sentaría genial en tu jodida cara, cabrón.

Dicho esto colgó el teléfono y sin mediar palabra se dio la vuelta y se dirigió a su mesa, donde se sentó y se puso a revolver unos papeles.

Castle, Ryan y Esposito se miraron durante unos segundos, los tres demasiado confusos, hasta que Esposito le lanzó una mirada a Castle para que fuera a hablar con ella.

Castle, que había estado dándole vueltas a las palabras de Kate salió de su ensimismamiento y asintió. Sí, debía hablar con ella y tratar de que volviera a controlarse a sí misma o de lo contrario acabarían alejándola del caso, y eso sí que la destrozaría.

Se acercó a ella despacio, se sentó a su lado y la observó en silencio unos instantes.

Kate daba vueltas una y otra vez a un montón de papeles, aparentemente buscando algo sin éxito alguno, pero Castle sabía que en realidad ni siquiera prestaba atención a lo que estaba haciendo.

- Kate… - No obtuvo respuesta. Tomó su mano cuidadosamente, deteniendo lo que estaba haciendo – Eh, Kate, para.

Ella se quedó quieta unos segundos y luego levantó la vista y lo miró directamente a los ojos. Y a Castle se le encogió el corazón. Estaba llorando.

- No quiero que te hagan daño por mi culpa Rick… - Susurró ella con la voz entrecortada.

Castle la abrazó con fuerza, conmovido por sus palabras. Suponía que ella estaría así por el hecho de volver a hablar con ese cabrón tras haber descubierto de quién se trataba, pero resulta que a ella lo que le preocupaba era su seguridad… Esa chica no tenía remedio.

Castle la abrazó con fuerza contra él, acariciándole el pelo mientras notaba como las lágrimas mojaban su camisa.

Había perdido la cuenta de las veces que había tenido que secar sus lágrimas desde que toda esta historia había empezado, y se esforzó por no volverse loco al imaginarse todas las lágrimas que había derramado ella cuando él no estaba a su lado, y maldijo una vez más a Mark Jones. Pasara lo que pasa con él, ese cabrón jamás pagaría lo suficiente por todo el daño que le había hecho a Kate.

- Kate, escucha…

- Yo había superado todo esto. Ya no dolía, podía recordar lo que pasó sin que me partiera el alma, e incluso creí que sería capaz de volver a tratar con él, de tratarlo como un caso más, pero… No puedo si va a ir por este camino Castle. No puedo… No soy capaz de ver cómo te amenaza por el simple hecho de estar a mi lado. Sé mejor que nadie de lo que es capaz y no soportaría que tú, por mi culpa…
Pero Castle la cortó, no iba a dejar que se martirizara de ese modo.

- Oye, para justo ahí, ¿vale? Ya basta. No sigas diciendo que esto es culpa tuya. ¿Cuántas veces nos hemos enfrentado con locos que han querido hacernos daño? Tú misma lo dijiste. Me importa bien poco si este tío ahora la quiere tomar conmigo. Lo que me importa que pillarlo y hacerle pagar, nada más. Y por mucho que se empeñe en asustarme, no lo va a conseguir, igual que tampoco va a conseguir asustarte a ti, ¿de acuerdo?

- No me asusta lo que pueda hacerme a mí, Rick, me asusta lo que pueda hacerte a ti, que pueda hacerte daño…

Castle levantó su barbilla con dulzura y la miró directamente a los ojos. No podía decir nada que borrara cómo se sentía, ya que él mismo estaba aterrado por lo que pudiera pasarle a ella. Ambos estaban en el mismo nivel, salvo que era ella la que se sentía culpable por ponerle a él en peligro.
Así que optó por su habitual táctica de ser capaz de hacerla reír en cualquier momento. Necesitaba verla sonreír, y ella también lo necesitaba. Así que bajo el tono de voz y poniendo una cara que pretendía ser seductora susurró…

- La única que puede hacerme daño eres tú.

Y funcionó. Kate abrió mucho los ojos y después soltó una sonora carcajada.

- ¡Eso es de Crepúsculo! ¿Intentas seducirme con frases de Crepúsculo? ¿En serio?

- Bueno, a un vampiro de 106 años le funcionaron…

- Dios, Castle… No me lo puedo creer… - Dijo ella mientras seguía riéndose.

Castle fingió sentirse ofendido por su falta de sensibilidad ante su “romántica” frase, pero en el fondo respiraba aliviado por volver a verla sonreir.

Su sonrisa era lo único que necesitaba para ser capaz de afrontar que un asesino maníaco quisiera matarlos a los dos.

…

Lejos de allí, Mark Jones miraba al teléfono que aquella mujer le había colgado hacía ya un buen rato.
Repasaba mentalmente la conversación que habían tenido, y se tranquilizaba repitiéndose una y otra vez que era él el que tenía el control absoluto de la situación. Ellos habían caminado por el lugar exacto que él les había mandado en el momento exacto en que él había querido. Todo pasaba exactamente como él sabía que pasaría.

Lo único con lo que no había contado era con ese escritor.

Golpeó frustrado la mesa, pero al momento comenzó a reír.

No, no era un contratiempo, qué va. Era un regalo del cielo, preparado perfectamente para que él pudiera vengarse como era debido.

Porque estaba convencido de que ese escritor entrometido pensaba que lo que quería era matarle, quitarle de en medio. Pero no…

Oh… El pobre no tenía ni idea…

no nos dejes así! Por favor seguilo prontoooo!!!!

¡¡¡POR FIN NUEVO CAPITULO!!! Pensaba que lo habías dejado y me estaba poniendo triste

Me encanta, odio a Mark y espero que no tardes tanto con el próximo capi^^

Muchas gracias!

No no, aunque tarde en subir nuevos capis no lo pienso dejar, osea que por eso no os preocupeis, que este fic tendra final!! Lo único es que la Universidad me agobia, y como ahora me he ido a vivir fuera y tengo que ocuparme de cosas que antes no me ocupaba (la independencia tiene sus puntos buenos y malos xD) tengo menos tiempo, pero en cuanto vaya pudiendo voy actualizando, I promisse

OLE capitulo nuevo que bien
dios mio increíble no lo deje asi continua pronto
muchas gracias por escribir capitulo nuevo

Qué bueno! gran capítulo, no tardes en seguirlo! Ay Kate! qué harías sin Rick!!

I LOVE IT!!!! ya se le echaba de menos a tu fic, raq...

Lo sé, lo sé, por eso me escapé cuidadosamente tras publicarlo, para no morir a vuestras manos... Sé que siempre lo digo pero voy a hacer todo lo posible para actualizar más rápido!!

Sigueeeeee

Geniaaaal!
Siguelo prontoo

Me lei esto en 2 dias.. EXCELENTE TRABAJO
me encanto pero una cosa... Cómo me puedes dejar así? Quiero que sigas pronto.
Me gusta mucho lo que escribes y como lo haces... FELICITACIONES!!!

¡Buenas noches! Os dejo con un nuevo capítulo, ¡espero que os guste!

SI TE PIERDO
Capítulo 12

Lo único con lo que no había contado era con ese escritor. Golpeó frustrado la mesa, pero al momento comenzó a reír. No, no era un contratiempo, qué va. Era un regalo del cielo, preparado perfectamente para que él pudiera vengarse como era debido. Porque estaba convencido de que ese escritor entrometido pensaba que lo que quería era matarle, quitarle de en medio. Pero no… Oh… El pobre no tenía ni idea…


A pesar de que Castle, Ryan, Esposito e incluso el capitán Montgomery le habían pedido encarecidamente que se quedara al margen de aquello por su propia seguridad, Kate insistió en que no pensaba quedarse atrás ahora que sabía que Mark Jones era el responsable de los crímenes, e insistió en volver a encargarse del caso personalmente.

Volvieron a reabrir los expedientes del caso de Jones de hacía tantos años para buscar algo que pudiera serles de ayuda.

- Deberíamos hablar con la que era la novia de Mark Jones por aquel entonces. Con las características obsesivas que le hemos visto, que no son pocas, no me extrañaría que haya tratado de contactar con ella de algún modo otra vez… - Observó Castle.

- No… no creo – Contrapuso Kate – Pasa de una a otra. Si ahora está obsesionado conmigo se habrá olvidado de ella. Sin embargo su hermana…

- ¿Su hermana?

- ¡Si, es cierto! – Exclamó Esposito – Cuando íbamos tras él la primera vez conseguimos dar con su paradero gracias a que contactó con su hermana. Parece ser que ella es su única debilidad, así que es más que probable que tengamos suerte y ella sepa algo.

De camino a casa de la hermana de Jones, Castle permaneció en un silencio absoluto. Kate se estaba poniendo nerviosa por momentos ya que no sabía que le pasaba y no soportaba pensar que quizá estuviera enfadado por algo y no se lo quisiera contar.

Cuando el silencio ya se volvió demasiado tenso, decidió hablar.

- Vale Castle, ¿qué te pasa?

Castle dio un respingo, como si la voz de Kate le hubiera sacado de golpe de algún pensamiento.

- Nada, ¿qué me va a pasar? – Dijo, aunque su tono de voz no engañó a Beckett.

- Llevas callado desde que subimos al coche Castle. Ya van 15 minutos de viaje y no has abierto la boca ni una sola vez para alguno de tus ingeniosos comentarios… Dime qué te pasa, por favor.

Castle la miró unos segundos y suspiró con resignación.

- Es que Kate… Mira, ya sé que hemos hablado de esto, y sé también que no vas a cambiar de opinión, ¡si eres más cabezota hasta que yo! Pero no puedo evitar preocuparme cada vez que veo como te metes de cabeza en todo esto. Créeme que entiendo que quieras cerrar esto tú misma, que lo necesites, pero…

- Castle, ya vale. Tú lo has dicho, ya hemos hablado de esto y creí que había quedado claro, no pienso volver a discutirlo contigo, así que deja el tema de una vez, por favor.

En ese momento llegaban a la casa de Mark Jones. Bajaron del coche y Kate quiso parar a Castle un momento para disculparse por haber sido tan brusca. Estaba inquieta por tener que volver a ver cara a cara a alguien directamente relacionado con aquella historia y al parecer lo había pagado con él.

Sin embargo Castle no le prestó atención cuando le llamó y se encaminó a la puerta de la casa. Kate se quedó quieta un momento, extrañada por su comportamiento. Aunque a veces se enfadaran él siempre acudía cuando ella quería decirle algo…

Sin esperar a que ella dijera nada, Castle llamó a la puerta. Pasaron un par de segundos hasta que una chica rubia con el pelo largo y ojos azules abrió la puerta. Llevaba un corte en el labio y daba la impresión de que en una de sus mejillas se comenzaba a formar un cardenal.

En cuanto vio a Beckett su expresión cambió completamente, dando paso a una mirada de algo que podría describirse como mezcla entre sorpresa, culpa y… pánico.

- Inspectora Beckett! ¿Ocurre… algo?

- Siento volver a molestarla después de tanto tiempo, señorita Jones, pero tenemos que hacerle un par de preguntas en relación a su hermano Mark. ¿Podemos pasar? – Dijo Kate sin rodeos.

- Claro, pasen…

Les invitó a sentarse a ambos en un sofá y ella se sentó frente a ellos en un sillón. A Beckett no le pasó inadvertido el comportamiento de la mujer, nervioso y asustado a la par.

- Señorita Jones, como ya le he dicho queríamos hacerle unas cuantas preguntas en relación a su hermano. ¿Le ha visto en los últimos días?

- Pues no, no, claro que no. Está, está en la cárcel, ¿cómo iba a poder verle?

- Verá, su hermano ha salido de la cárcel hace unos días y me atrevería a decir que esta no es la primera noticia que tiene, así que será mejor que me diga la verdad, Amanda.

Amanda Jones carraspeó, más nerviosa por momentos.

- Pues yo no, no sabía nada de esto inspectora. Hace siglos que no hablo con mi hermano y…

- ¿Qué le ha ocurrido, señorita Jones? – Interrumpió Castle.

La mujer se sorprendió ante la pregunta y dirigió su mirada a Beckett, la cual se limitó a esperar en silencio la respuesta. Sabía por qué Castle se había interesado por lo que fuera que le hubiera ocurrido, y es que esos golpes no eran de haber sufrido ningún accidente.

- Me he caído – contestó sin más, sin dar más detalles.

- ¿Seguro? ¿O tal vez lo que ha ocurrido es que ha recibido una visita inesperada de alguien que no estaba especialmente contento con lo ocurrido hace años?

- ¿Está insinuando que mi hermano ha venido aquí y me ha golpeado? – Exclamó Amanda.

- No lo estoy insinuando señorita Jones, lo estoy afirmando. Su hermano se ha escapado de la cárcel, ha matado a 4 personas y luego ha venido a verla. Y si usted no nos lo cuenta, está participando en el encubrimiento de un asesino, y no creo que a estas alturas de la historia quiera hacer eso – Le espetó Beckett con dureza.

En ese momento se escuchó un golpe en el piso de arriba de la casa, tras el cual la mujer se levantó de golpe muy alterada.

- ¡Yo no estoy encubriendo a mi hermano! ¡No le he visto! Y les agradecería que si no tienen nada más que decirme por favor se fueran de mi casa ahora mismo.

Pero Beckett no tenía la más mínima intención de irse. Cuando una persona a quien estás interrogando está a punto de explotar no puedes dejarla que se desinfle, tienes que pincharla con la aguja.

- ¿Dónde está Mark, Amanda? ¿Por qué le proteges? Sabes lo que ha hecho y lo que es capaz de hacer, ¿de verdad estás dispuesta a verte metida en todo eso? Porque no me importa lo que hicieras en el pasado para ayudarnos, me importa el presente y las 4 personas que han muerto a manos de tu hermano. ¿Sabías que ha matado a una niña, Amanda? ¿Quieres ser cómplice de esa muerte? Porque si le encubres, lo serás.

La chica los miró con una mirada indescriptible. Otro ruido se escuchó en el piso de arriba, y esta vez Kate no lo dudó y se dirigió a las escaleras con Castle siguiéndola.

Amanda corrió y se puso delante de Kate.

- Apártate de ahí, Amanda.

- No, inspectora, por favor…

- ¿Es que no lo entiendes? Tu hermano es un asesino que se ha escapado de la cárcel y ha matado a 4 personas. Apártate de ahí, o tendré que detenerte.

- Inspectora Beckett, sabe que yo estoy de su lado, la he ayudado antes, pero por favor…

Kate dirigió una fugaz mirada a Castle, que entendió de inmediato. Se acercó a Kate, la cual en un sutil movimiento le pasó las esposas. Luego se acercó a Amanda y sin que esta pudiera oponer resistencia agarró su mano y la esposó a las escaleras.

Rápidamente subieron las escaleras dejando abajo los gritos de Amanda. Arriba se encontraron una puerta cerrada tras la cual se escuchaban golpes continuos. Kate le hizo una señal a Castle, que se colocó detrás de ella, y sacando la pistola abrió con cuidado la puerta.

Lo que se encontró tras ella la dejó petrificada.

Colgando del techo había un cadáver.

Un hombre de unos 40 años estaba ahorcado, colgado de una de las vigas del techo. A su lado la ventana abierta movía el cuerpo, haciendo que golpeara el marco y provocando los ruidos que habían estado escuchando.

Por el olor el cadáver no llevaría ahí más de un par de horas.

Kate se acercó despacio al cuerpo, mientras Castle seguía en la puerta tapándose la boca con una mano y haciendo esfuerzos por no vomitar. Una cosa era ir directo al escenario de un crimen sabiendo lo que vas a ver, y otra abrir una puerta y encontrarte un tío ahorcado en mitad de una habitación…

- Castle, mira – Dijo Kate haciéndole un gesto con la mano para que se acercara.

- Veo bien desde aquí, gracias – Contestó él. Podría haberse tomado como una de sus frases típicamente graciosas en momentos de estrés, sin embargo por el tono Kate se dio cuenta de que seguía enfadado, así que prefirió no insistirle más y hablarle desde donde estaba.

- A este tío le han pegado un tiro en el estómago. ¿Para qué quieres disparar a alguien que se acaba de ahorcar? Le han disparado y luego le han colgado, pero no se han molestado en disimular el tiro, osea que en realidad no querían que pareciera un suicidio, simplemente lo han hecho para… castigarle más.

- ¿Cómo van a pensar que ahorcar a alguien que ya estaba muerto va a ser un castigo para él? – Preguntó Castle, esta vez acercándose - ¿Qué va a hacer, volver desde el más allá y pedirles que traten mejor su cuerpo?

Kate sonrió disimuladamente, tanto por su comentario como por el hecho de que se hubiera acercado. Parece que enfadado o no, un buen misterio era irresistible para él.

- Un tiro en el estómago la mayoría de las veces no mata inmediatamente, sino que mueres poco a poco. Parece que tenía un gran problema con este tío…

Y entonces, todo ocurrió de golpe.

Una puerta tras ellos, de la que ni siquiera se habían percatado, se abrió ruidosamente y alguien se abalanzó sobre Castle, pegando un cuchillo manchado de sangre a su cuello mientras con el otro brazo le sujetaba para que no pudiera moverse.

Kate levantó la pistola en cuanto escuchó el ruido de la puerta al abrirse, pero no fue capaz de hacer nada. Se quedó completamente paralizada al ver quien estaba delante de ella.

- Tú…

- Hola, Kate. Cuanto tiempo – Contestó el hombre, con una sonrisa de oreja a oreja mientras acariciaba el cuello de Castle con el cuchillo.

Ese gesto hizo reaccionar a Kate, la cual volvió a levantar la pistola que había bajado inconscientemente al ver al hombre, y le apuntó directamente a la cabeza.

- Suéltale, Mark – Dijo, lo más calmadamente que pudo.

Castle abrió los ojos con sorpresa al saber quién era y se revolvió tratando de soltarse, pero le fue imposible. Mark lo sujetó más firmemente y clavó un milímetro el cuchillo en su cuello, haciendo que una gota de sangre mojara su camisa.

- Yo no volvería a hacer eso, chico, o tendremos más problemas de los que tenía pensado inicialmente, ¿eh? – Luego volvió a mirar directamente a Kate.

Beckett miraba el lugar donde el cuello de Castle sangraba ahora, y luego le devolvió la mirada a Jones con un odio renovado.

- Ya te lo dije Mark, hay personas con quienes definitivamente no deberías meterte, así que suéltale y enfréntate a mí directamente. ¿Es lo que estabas deseando, no?

Mark Jones se rió, visiblemente encantado con la situación.

- Vaya, parece que no me he equivocado con este tío, es un buen medio para hacerte enfadar. ¡Pero la verdad es que habéis sido una sorpresa de lo más inesperada! Yo estaba aquí, tan tranquilo, teniendo una amistosa charla con mi cuñado – señaló con un gesto de la cabeza la cuerpo que colgaba del techo - cuando de repente pateas la puerta cual superwoman y me das un susto de muerte. Ya sabía yo que te morías de ganas de verme, pero no me imaginaba que vendrías aquí tan pronto…

- Ese es tu problema Mark, repites tus errores una y otra vez. Solo a ti se te ocurriría volver aquí – Dijo Kate, dando varios pasos hacia ellos confiando en que él no se daría cuenta si estaba entretenido hablando con ella.

Sin embargo el cuchillo clavándose de nuevo en su cuello le indicó que efectivamente, sí que se había dado cuenta.

- ¡Ah, ah, ah! No, yo que tú no daría un paso más. Si valoras intacta la piel de tu mascota, vas a dejar esa pistola en el suelo y vas a retroceder tres pasos. Luego, vas a ver quietecita y sin moverte como salgo por esa puerta con tu mascota, vas a contar hasta 5 y luego vas a salir. Y si estoy de buen humor, vas a encontrarte con el señor escritor respirando. Si no estoy de buen humor, vas a encontrarte con varias partes del señor escritor sangrando. ¡Eso ya es sorpresa!

Jones soltó una risita maníaca mientras miraba a Kate. Esta tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano por no vomitar. El sonido de esa risa hacía que la cabeza le diera vueltas y el estómago se le revolviera, pero se contuvo.

- Yo creo que no Mark. Tú vas a soltarle a él y luego vas a soltar la navaja. Y luego, si estoy de buen humor, voy a ponerte las esposas y voy a llevarte de nuevo a la cárcel. Si no estoy de buen humor, voy a pegarte un tiro entre ceja y ceja como te prometí. Eso también es sorpresa.

- ¡Vaya, parece que aprendes rápido! – Dijo Jones, con tono triunfante – Sin embargo, como ya os he dicho, hoy no es el día. Ya nos veremos cuando sea el momento, ¿eh? Por ahora, os dejo un recuerdo.

Y con un movimiento asombrosamente rápido, Mark clavó el cuchillo en el hombro de Castle y lo empujó al suelo. Luego pasó por encima de él y aprovechando el shock de Kate, que no supo reaccionar, saltó por la ventana, desapareciendo de ahí y dejando la inspectora arrodillada al lado del cuerpo de Castle, bajo el cual poco a poco se empezaba a formar un charco de sangre.

Pobre castle!!!!!!!!!!!

te voy a matar despacito ES BROMA AJJAJA

como lo dejas asi


IMPRESIONANTE CAPITULO ME ENCANTA COMO ESCRIBES


continua pronto

Wowwwwww
Que capitulo!!!!!!
Pero no me dejes asiiiiii.
Por favor