Cuando te veo (FIN)

¡Buenas!
Vaya, veo que tenéis varios candidatos para esa persona que está con Alexis.. jajajaa
Me gustan vuestras ideas de que sea un ex de Beckett, pero... ¿no sería demasiado mayor para Alexis? jajaja
Espero que os guste lo que he decidido al final!
Gracias por seguir al pie del cañón leyendo y comentando.



“Papá… hola…”. Saludó Alexis mordiéndose el labio y avanzó un par de pasos hasta abrazar a su padre con algo de incomodidad.

“Al… Alexis…”. Consiguió balbucear el escritor aún completamente sorprendido, pero correspondiendo el abrazo con cariño. La soltó un rato después cuando escuchó que la niña se acercaba a ellos corriendo.

“¡Tata!”. Gritó Aly corriendo a la puerta de la entrada y lanzándose a los brazos de Alexis que ya la esperaba agachada y con los brazos abiertos.

“Hola, cariño”. Saludó sonriente la pelirroja. Con ella no se sentía tan nerviosa como con su padre.

“Hola Alexis”. Saludó Kate acercándose a ellos con una gran sonrisa mientras se colgaba el bolso ya lista para salir.

“Kate”. Saludó la pelirroja con una sonrisa de agradecimiento. Soltó a la niña y se acercó a abrazar a la inspectora. “¡Estás guapísima!”. Halagó besando su mejilla y colocando una mano en su barriga.

“Gracias”. Sonrió con ternura y colocó la mano sobre la de ella.

“¿Cómo lo llevas?”. Preguntó con cariño la joven.

“Un poco más pesada y cansada, pero es normal”. Sonrió agradecida y miró a la otra persona que se había quedado en la puerta. “¿Nos presentas?”.

“Ay, sí, claro. ¡Qué tonta!”. Dijo nerviosa y volvió a la puerta agarrando la mano de su acompañante. “Papá, Aly, Kate, os presento a… Ellie”. Se mordió el labio tirando de la mano de la chica y haciéndola pasar al loft. “Es mi pareja”. Afirmó ante la cara de sorpresa de su padre. “Ellie, esta es mi familia”. Sonrió con nerviosismo. “Aunque falta mi abuela que hemos quedado con ella en el restaurante”.

“Encantada, señor Castle”. Dijo la joven tendiéndole la mano.

Rick, casi como un autómata le respondió el saludo con la mano. “Igualmente, Ellie”.

“Encantada Ellie. Por fin te conozco”. Dijo Kate con una sonrisa acerándose a la chica y dándole un par de besos en la mejilla.

“Lo mismo digo. Alexis me ha hablado mucho de ti”. Sonrió algo vergonzosa.

“Espero que bien”. Contestó cariñosa guiñándoles un ojo a Alexis y Ellie. Miró a Castle que no terminaba de reaccionar y se acercó a él agarrándolo suavemente del hombro. “Rick”. Pronunció su nombre para ver si salía del trance en el que se encontraba. “¿Vamos a cenar?”. Preguntó besando su mejilla.

“Eh, sí, perdona. Vamos a cenar”. Agarró la mano de Kate y la de Alyson y los 5 salieron del loft. Las chicas se adelantaron charlando con la niña mientras la pareja cerraba la puerta con llave. “¿Tú lo sabías?”. Preguntó todavía sorprendido.

“Sí”. Contestó ella con sinceridad. “Vino a hablar conmigo el otro día. No sabía cómo contarlo y menos cómo contártelo a ti. Creímos que lo mejor sería una cena con todos”. Acarició su espalda suavemente. “Se la ve feliz con Ellie”.

“Sí…”. Susurró Rick guardándose la llaves de casa en el bolsillo. “Creo que no le veía ese brillo en los ojos desde que tenía la edad de Aly”.

“Eso es lo que importa entonces, ¿no?”. Preguntó dedicándole una pequeña sonrisa.

“Supongo que sí”. Sonrió él también, con algo de nerviosismo.

Bajaron a la calle y caminaron hacia el restaurante que estaba cerca del loft.

“Entonces”. Inquirió la pequeña. “¿Tú eres la novia de mi hermana?”. Preguntó dirigiéndose directamente a Ellie.

“Así es”. Afirmó Ellie que iba agarrada de la mano de Alexis.

“¿Y os dais besos como papá y mamá?”. Preguntó frunciendo el ceño.

Kate rió al escuchar la pregunta y agarró la mano de Aly. “Cielo, creo que vas aprendiendo demasiado rápido”. Sonrió a las chicas.

“Sí, Aly”. Respondió Alexis. “Nos damos besos como papá y Kate. Somos novias”. Contestó mirando de reojo a su padre.

Castle iba algo más rezagado pero sin perderse detalle de aquella conversación. Todavía no había salido de su asombro, pero veía contenta a Alexis y, como decía Kate, eso es lo que cuenta. Así que cuando vio que su hija le miraba de reojo, él le dedicó una pequeña sonrisa, se apresuró a ponerse a la altura de ellas y agarró a Kate por la cintura pegándolo a él con cariño.

Alyson se enfrascó en una entretenida conversación con Ellie acerca de una nueva película de Disney y Kate se unió a ellas comentando todos los detalles. Alexis aprovechó el momento para acercarse a su padre, tomarlo de la mano y hacer que frenara un poco los pasos para quedarse más atrás de las chicas. “Papá”. Empezó la joven, pero él la interrumpió parándola y abrazándola con fuerza.

“No hace falta que digas nada, Alexis. Sí, me ha pillado por sorpresa, no me lo esperaba en absoluto. Nunca pensé que te gustaran las chicas. Has tenido varios novios y ni siquiera me lo había planteado. Pero estoy contento si tú lo estás”. Acarició su espalda y la soltó con ternura para que siguieran caminando.

“Estoy contenta”. Respondió la pelirroja mordiéndose el labio. “Y no es que me gusten las chicas. Simplemente… con ella me pasa algo especial, diferente. Me siento mejor de lo que me he sentido nunca con nadie. Nos llevamos de maravilla y nos complementamos increíblemente bien”.

“Entonces eso es lo importante”. Agarró su mano con cariño y le sonrió. “Me costará acostumbrarme, pero lo haré”. Le guiñó el ojo con una pequeña sonrisa.

“Gracias papá… No sabes lo que significa para mí que lo veas así”. Dijo Alexis emocionada.

“Lo veo como tengo que verlo, calabaza. Si tú eres feliz, me da igual que sea con un chico o con una chica”. Se sonrieron cuando se pararon ante la puerta del restaurante. Kate, Alyson y Ellie ya habían entrado. “Y me gusta que puedas contar con Kate cuando lo necesites”.

“Es inteligente. Sabe escuchar y dar buenos consejos”. Sonrió.

“Lo sé. A mí me lo vas a decir”. Bromeó el escritor volviendo a abrazar a su hija y besando su pelo nuevamente. “¿Lo sabe tu abuela?”.

“No directamente, pero sospecha algo”. Contestó sonriente.

“Bien, entremos”. Se juntaron con las demás y esperaron en la mesa a que llegara Martha, charlando de diferentes cosas, todas centradas en Alyson, el colegio y las películas de dibujos animados.

Un rato después llegó Martha y se unió a ellos. La actriz no se sorprendió tanto como su hijo con la noticia. Ella ya se olía algo. Siempre había sido muy intuitiva. Y estaba feliz de ver a su nieta feliz.



¿Cómo lo veis?

Me encanta el giro que le has dado!!!

haber si te digo la verdad, me he quedado de piedra por que no me lo esperaba, pero bueno, creo que me gusta que cambies las cosas asi se puede tener dos alexis, la de la serie y la de aqui.me gusta sigue cuando puedas .

La verdad, algo me sospechaba, pero me gustaba la idea de que fuese un ex de Kate, sólo por imaginarme la cara de Rick y Kate al verle. Pero esta muy bien

Me ha encantado

Perfecto, me encanta cómo siempre!! Me gusta el cambio que has hecho y la reacción de Castle!! Sigue cuando puedaas!!

¡Buenas noches!
Vengo a actualizar antes de irme vacaciones. Pero tengo una buena noticia para vosotros.
Allí tendré más tiempo para escribir y terminaré esta historia que cada día se acerca más a su final.
Espero poder actualizar pronto. Prometo tardar como mucho un par de días.
Gracias por seguir aquí al pie del cañón y me alegro de verdad que os haya gustado el giro de la historia.



“Entonces, Ellie”. Dijo Kate tras terminarse su ensalada. “¿Tú también estudias derecho?”.

“Así es”. Contestó la joven con una pequeña sonrisa. “Me gustaría ser abogado, como mis padres”.

Kate sonrió. “¿Tus padres son abogados?”. Preguntó sorprendida.“Mi madre también lo era, y mi padre se acaba de jubilar, pero ha sido abogado hasta hace unos meses”. Dijo contenta.

“Y tú empezaste a estudiar derecho también”. Informó el escritor agarrando la mano de su mujer por encima de la mesa y entrelazando sus dedos.

“Cierto”. Afirmó ella mirándolo sonriente.

“¿Por qué dejaste derecho y te metiste en la policía?”. Preguntó Ellie a Kate, curiosa por saber la razón de ese cambio tan brusco.

Kate se mordió el labio pero no dejó de sonreír a las chicas. “La muerte de mi madre me hizo cambiar de vocación y meterme en la policía para intentar averiguar qué era lo que había pasado”. Rick apretó su mano con ternura y ella le sonrió ligeramente.

“Vaya, lo siento”. Dijo la joven algo azorada por haber hecho esa pregunta.

“No te preocupes. Es la pregunta lógica cuando cuento que empecé a estudiar derecho y acabé metida a poli”. Sonrió con cariño. Ellie le devolvió la sonrisa.

“¿Estáis en clase juntas?”. Preguntó Rick.

“Sólo en algunas clases”. Informó Alexis. “Ellie en realidad va a un curso más, pero le quedan un par de asignaturas del mío y a esas clases vamos juntas”.

“Sí, siempre se me resisten ese tipo de asignaturas”. Confesó la joven con una pequeña sonrisa. “Y mis padres tienen tanto trabajo que muchas veces no pueden ayudarme”.

“Por eso un día que la vi agobiada, le propuse estudiar juntas a ver si entre las dos nos aclarábamos mejor. Y así fue como nos conocimos mejor”. Explicó Alexis sonriendo y cogiendo también la mano de Ellie, como había hecho su padre con Kate, solo que ellas lo hicieron por debajo de la mesa.

“Bueno, sé que igual no me acuerdo de muchas cosas, pero si necesitáis mi ayuda alguna vez con algo, no dudéis en preguntarme o en venir”. Dijo Kate con una pequeña sonrisa. “Cada día trabajo menos y pronto me cogeré la baja”.

Rick sonrió al escuchar aquello y besó la mano de Kate.

“Gracias Kate”. Dijo Alexis. “Lo tendremos en cuenta”. Le guiñó el ojo la pelirroja.

“¿De cuánto tiempo estás?”. Preguntó Ellie.

“De cinco meses”. Se apresuró en contestar Alyson que hasta ahora se había mantenido callada. “Y dicen que no quieren saber si va a ser niño o niña, pero yo les voy a ayudar a elegir su nombre”. Explicó la niña de carrerilla haciendo reír a los demás.

“¿Sabes una cosa Aly?”. Dijo Ellie mirando a la niña. “Yo tengo una hermana pequeña también. Tiene 4 años. Algún día podemos quedar las cuatro e ir al parque de atracciones. Seguro que os llevaréis de maravilla”.

“Sí, sí, sí”. Dijo sonriente la pequeña botando en su silla. “¿Podré ir con ellas?”. Se giró a mirar a Kate y Rick.

“Claro que sí”. Dijo el escritor besando la cabeza de la niña con ternura.

Terminaron de cenar charlando de diferentes cosas y conociendo mejor a Ellie. Todos se encontraron muy a gusto con ella y al final la cena salió estupendamente.

Salieron del restaurante y Martha fue la primera en despedirse para irse a su casa, que quedaba al otro lado al que ellos tenían que dirigirse.

“Ellie”. Dijo Rick agarrando a Kate de la cintura para atraerla a él y caminar así juntos. “¿Vives lejos de aquí? ¿Quieres que te acerque?”. Preguntó con una pequeña sonrisa.

“No, gracias. Vivo tan sólo a una manzana de vuestra casa. No tardaré nada en llegar. Os acompaño y después me voy a casa”. Sonrió agradecida y miró a Alexis con cariño cuando la joven pelirroja la tomó de la mano para caminar.

“¿Cuándo iremos al parque de atracciones?”. Preguntó curiosa Alyson dándole la mano a Kate.

“Déjame hablarlo con mi hermana y mi madre. Y si las dos están de acuerdo, nos vamos mañana a pasar la tarde, ¿os parece?”. Preguntó la joven mirando primero a la niña y después a Castle y Beckett para comprobar que estuvieran de acuerdo.

“Porfa, mami”. Pidió la niña mirándola con ojitos. Kate sonrió y miró a Rick mordiéndose el labio.

“La verdad es que nos vendría muy bien”. Dijo el escritor. “Mañana por la tarde tenemos la presentación de unos nuevos libros y Aly se iba a aburrir allí”. Explicó mirando a la niña con una sonrisa.

“Perfecto, entonces mañana hablamos para quedar”. Le guiñó un ojo Ellie a Alyson y la niña echó a correr dando saltos, contenta.

“No me acordaba de la presentación de los libros”. Confesó Kate dejando apoyar la cabeza sobre el hombro de Rick.

“Sabes que no tienes obligación de venir”. La pegó más a él besando su pelo.

“Pero quiero ir”. Respondió con seguridad acariciándose suavemente el vientre.

“Sólo si no estás muy cansada”. Añadió él con una pequeña sonrisa.

“Espero poder cerrar mañana el caso y así irnos antes a casa y descansar antes de la presentación”. Rick asintió conforme con lo que decía.

“¿Nuevo libro de la saga Nikki Heat?”. Preguntó Ellie con curiosidad.

“Así es”. Respondió él orgulloso de que la joven conociera sus libros. “Y ya van 7”. Miró sonriente a Ellie y después le guiñó el ojo a Kate.

“Estoy deseando leerlo”. Confesó Ellie con una pequeña sonrisa.

“Yo también”. Contestaron a la vez Alexis y Kate, provocando unas carcajadas generales.

“Y también ha escrito unos libros infantiles”. Contó la pelirroja.

“¿Infantiles?”. Se sorprendió Ellie.

“Sí. Son 3 pequeñas historias con los mismos personajes. En cada libro tratan de resolver un problema diferente. Y todos acaban con una pequeña moraleja”. Explicó con orgullo y cierto ego que hizo que Kate negara con la cabeza y rodara los ojos, pero sin dejar de sonreír.

“Suenan genial”. Dijo contenta la joven. “¿Cómo le dio por escribirlos?”.

“Por favor, deja de tratarme de usted que eso sólo me hace parecer más mayor”. Pidió el escritor con una sonrisa. Ellie asintió devolviéndole la sonrisa. “Y bueno, ser padre, ya me inspiró una vez, aunque aquella fue con un libro previo a Derrick Storm. Cuando me enteré de que volvería a ser padre, me dio por empezar a escribir ese tipo de libros. Al principio simplemente los escribía pensando en leérselos a mi hijo cuando naciera, pero después pensé en publicarlos y compartirlos”. Colocó una mano sobre la barriga de Kate con cariño y ella le sonrió besando la comisura de sus labios.

“Cuando salgan se los leeré a mi hermana”. Dijo Ellie sonriente.

“Bueno, ya hemos llegado”. Dijo Alexis cuando pararon frente al portal del loft.

“Chicas, ¿por qué no vais subiendo mientras acompaño yo a Ellie a su casa? Aunque no es muy tarde, a estas horas las calles ya están muy oscuras”. Propuso el escritor mirando a Alexis y Kate.

“No hace falta, de verdad. Estoy acostumbrada”. Dijo la joven.

Alexis miró a Ellie. “Yo me quedo más tranquila si vas acompañada. Así que yo voy con vosotros y luego volvemos papá y yo hasta casa”. Dijo con seguridad.

“Bueno, entonces Aly y yo vamos subiendo a casa”. Dijo Kate y se acercó a Ellie para darle dos besos. “Espero volver a verte pronto, Ellie. Ha sido un placer”.

“Gracias”. Sonrió la joven y después se despidió de la niña con un abrazo y la promesa de volver a hablar al día siguiente para quedar e ir al parque de atracciones.

Beckett y Alyson subieron a casa mientras Castle, Ellie y Alexis caminaban hasta la casa de la segunda, charlando de diferentes cosas.



¿Qué opináis de la relación Alexis-Ellie?
¿Os gustaría ver más cosas sobre ellas? ¿Más Caskett? ¿El final del embarazo?
Id contándome cómo os gustaría que continuara y así me dais pistas!
Muchas gracias de nuevo.

Me gustaria mas caskett y escenas con ally y el parto que sea niño ♥♥♥

Me gusta mucho Alexis-Ellie!! Espero que haya más caskett, y también el final del embarazo. Perfecto, como siempre!! Sigue cuando puedaas!!

Yo quiero más Caskett y que el bebé sea niño.
Alexis y Ellie son muy monas.
Sigueeee

Me encanta la relación Alexis-Ellie!! Un poquito de Casckett nunca viene mal, la verdad  y también quiero el final del embarazo, y a ser posible, que fuera niño 
Espero que puedas seguir pronto!

¡Buenas tardes!
Sé que vengo con retraso, pero he tenido muchos problemas para conectarme a internet desde mi lugar de vacaciones. Espero a partir de ahora poder conectarme más a menudo. Os traigo un nuevo capítulo que espero que os guste!
Gracias por apoyarme y opinar!



Había pasado un mes de la presentación del nuevo libro de Nikki Heat y los libros infantiles de Richard Castle. Kate Beckett se encontraba en su sexto mes de embarazo y a pesar de que había estado haciendo algo de ejercicio durante aquellos meses, cada día se sentía más cansada y pesada. Por ello decidió que al terminar la semana, se cogería la baja para poder descansar y esperar con calma a que llegara el día del parto. No le hacía mucha gracia estar todo el día en casa, pero Castle le había prometido que harían diferentes cosas, que no se aburriría y que la cuidaría como a una reina. Además, así podían terminar de arreglar el cuarto de su futuro hijo. La cuna y las cosas esenciales para los primeros meses ya estaban preparadas en la habitación del matrimonio. Pero querían dejar ya preparada la habitación para cuando el niño pudiera dormir solo en su cuarto.

Con Alexis y Ellie habían vuelto a quedar varias veces, cuando las jóvenes volvían a la ciudad los fines de semana. Se llevaban muy bien todos. Rick había conseguido sobrepasar la sorpresa inicial y cada día le gustaba más aquella muchacha para su hija. Sobre todo viendo tan feliz a su hija como lo hacía.

El jueves por la tarde, Kate llegó agotada a casa. Castle estaba allí ya con Alyson desde que la niña había salido de clase. La inspectora había tenido que salir tres veces de comisaría para cumplir con su trabajo, a pesar del embarazo. Así que en cuanto entró en casa se sumergió en un baño de espuma y sales que Rick le había preparado. Se sintió prácticamente renovada y después se sentó en el salón con su familia. Cenaron los tres juntos y acostaron a Aly. Ellos no tardaron tampoco en irse a dormir. Al día siguiente tenían que trabajar y por la noche era la presentación del libro del caso de la madre de Beckett.

A media noche, Castle se despertó al oír ruido por la casa. Supuso que sería la niña que se había despertado y bajaba las escaleras para ver si se podía meter con ellos en la cama. Sonrió mientras se giraba entre las sábanas y se sorprendió al ver el hueco de Kate vació en la cama. Tocó las sábanas. Estaban frías, por lo que supuso que hacía rato que estaba levantada. Extrañado, miró el reloj de su iPhone y comprobó que no eran más de las cuatro de la mañana. Se desperezó, se calzó las zapatillas de estar por casa y salió a buscar a Beckett por la casa. No la encontró en todo el piso de abajo así que subió arriba pensando que a lo mejor la niña había tenido alguna pesadilla que él no había oído y su mujer había subido a ver qué le pasaba.

El cuarto de Aly estaba totalmente a oscuras. Encendió la luz del pasillo para poder ver algo dentro de la habitación y sólo vio a la niña dormida en su cama, algo destapada. Entró con cuidado y la tapó tratando de no despertarla. Salió de allí y entornó la puerta para que cuando fuera de día la luz no le molestase a la pequeña. Caminó por el pasillo hacia la futura habitación de su hijo donde pudo ver que había una pequeña luz encendida. Se acercó con suavidad y observó el interior por el hueco que la puerta a medio abrir permitía.

Sonrió al ver a Kate sentada en una mecedora que él se había empeñado en comprar. Estaba situada junto a la ventana y a un armario pequeñito donde ya tenían ropa para el bebé, aunque no sabían su sexo. Se emocionó al descubrir que tenía una mano en su abultado vientre y con la otra sujetaba uno de los libros infantiles que él había escrito y lo leía en voz baja. Se apoyó en el marco de la puerta observándola con una pequeña sonrisa. Sacó el móvil del bolsillo de su pantalón e inmortalizó aquel precioso momento. Se secó una lágrima mientras sonreía y golpeó un par de veces la puerta, con suavidad para llamar su atención.

“Ey”. Susurró entrando en la habitación y acercándose a ella con cariño. “¿Qué haces aquí?”. Preguntó agachándose y besando su frente mientras acariciaba su pelo con ternura.

“Me desperté varias veces y una de ellas ya no me podía volver a dormir. No quería molestarte y me subí a ver si Aly estaba bien. Entré aquí y le leía un cuento de los tuyos”. Sonrió acariciándose la tripa suavemente. Dejó el libro sobre el armario y colocó sus dos manos sobre su barriga.

Rick sonrió y se puso de cuclillas para estar a su altura. Colocó una mano sobre las de ella con cariño. “¿Se mueve?”. Preguntó en un susurro.

Kate asintió con una pequeña sonrisa. “Hoy más que ningún día”. Aseguró. “Pero no duele, sólo molesta un poco”. Confesó.

“Ey, pequeñín o pequeñina. No le des mucha guerra a tu madre, ¿vale?”. Susurró acercando su boca a la barriga de Kate. “Ya nos la darás cuando salgas de ahí y crezcas un poquito”. Besó su tripa con amor y apoyó la oreja sobre ella, suavemente sin presionar. En ese momento no se estaba moviendo.

Beckett sonrió con ternura y acarició el pelo de Rick suavemente mientras él se mantenía en aquella posición. Permanecieron en aquella postura un buen rato hasta que ya las piernas del escritor empezaron a adormecerse por estar en aquella incómoda postura. Entonces, se sentó en el suelo frente a ella con las piernas dobladas como si fuera un indio.

“¿Qué te impide dormir?”. Preguntó susurrando para no molestar a Aly que dormía en el cuarto contiguo.

Beckett se encogió de hombros. “Este pequeño no paraba de moverse y creo que es porque estoy nerviosa”. Se mordió el labio bajando la cabeza y acariciando su vientre.

Rick acarició la pierna de ella con cariño. “¿Por la presentación del libro?”. Preguntó.

“Más que por la presentación, por lo que su publicación pueda suponer. A pesar de que lo he leído y has cambiado algunas cosas que me parecieron demasiado fuertes, tengo cierto miedo de cómo reaccione la gente a esa historia. Y sobre todo, a que llegue a oídos de Bracken y su gente”. Agarró la mano de Rick y la puso sobre su tripa para que notara cómo se movía el bebé.

Castle sonrió ligeramente al notar los movimientos y empezó a dejar suaves caricias sobre su tripa. Después, suspiró y miró a Beckett a los ojos. “Hablamos con nuestro abogado. No se menciona en ningún momento a Bracken o nadie de los suyos. Aunque la gente que viera las noticias el día de su detención sabrá que va por ellos”. Paró un segundo pensando en sus palabras. “Es sólo la historia, contada desde nuestro punto de vista. Sobre todo desde el mío. Como si fuera un libro de Nikki Heat”. Sonrió al notar más movimiento del bebé. “No pasará nada cariño. Y yo creo que a la gente le va a encantar”. Agarró la mano de ella con suavidad y se la besó con cariño. “Pero si quieres, no lo publicamos y listo. Sólo tendría que pagar la multa por echarme atrás en el último momento”.

“No, no quiero que hagas eso. Quiero que se publique. Es un homenaje a ella, a mi padre, a ti, a mí y a nosotros. Me gusta el libro. Sólo estoy un poco nerviosa. No me hagas mucho caso”. Sonrió suavemente y se colocó en el borde de la mecedora para intentar levantarse.

“Espera”. Dijo el escritor poniéndose rápidamente en pie. “Te ayudo”. La agarró del brazo con cariño y la ayudo a ponerse en pie. “Te voy a preparar un té calentito y nos vamos a ir a la cama”. Besó sus labios suavemente y juntos bajaron a la cocina.

Rick le preparó el café y ella comió unas frambuesas. Desde hacía unos días eran su antojo. Después se fueron a la cama y tras unos mimos y besos, consiguieron dormirse hasta el día siguiente.


Creo que todos coincidimos en que nos gusta el Caskett, ¿no? jajaja

Oohhh que bonitoo continuaa

Me encanta, se ve todo el amor que se tienen el uno por el otro.Escribe nuevo capi cuando puedas y disfruta de las vacaciones.

Definitivamente se ven tan enamorados!! me gusta la parte de los mimos y la relación de Alexis igual me encanta por ser diferente y en estos tiempos es lo mas normal del mundo.

¡Buenas tardes! Me alegro mucho de que os haya gustado ese nuevo capítulo de la historia! La verdad es que yo quiero y necesito más Caskett... jajajaja
¿Seguimos un poquito?



El día de trabajo fue bastante intenso, sobre todo para la inspectora Beckett que acabó bastante cansada. Pero también agradeció haberse mantenido entretenida con el trabajo y no haber tenido tiempo para pensar en la presentación del libro. Castle intentó durante todo el día hacerla sonreír y que se relajara y terminó consiguiéndolo. Además, no había tenido que ir a buscar a Alyson al colegio porque Alexis y Ellie estaban en la ciudad y se ofrecieron a ir a por ella y llevarla al parque con la hermana de Ellie.

“¿Estás preparada?”. Preguntó Rick entrando la habitación para ver si Kate y a se había terminado de vestir.

“Sólo me queda el maquillaje”. Dijo con una pequeña sonrisa girando sobre sí misma para mostrarle su vestido. “¿Qué te parece?”.

“Que me encanta, que me encantas”. Aseguró agarrándola de la mano con cariño y tirando de ella para darle un suave beso en los labios.

“Creo que me empiezas a conocer mejor que yo misma. Este vestido que me has regalado me sienta de maravilla incluso estando embarazada”.

“La que es preciosa, es preciosa”. Acarició su tripa suavemente con una pequeña sonrisa. “¿Sigue dando guerra?”.

“No, está más tranquilo”. Sonrió con cariño colocando la mano sobre la de él. “¿Tú estás preparado ya?”. Preguntó besando la comisura de sus labios.

“Uhum”. Asintió dando la vuelta sobre sí mismo él también para que ella le viera con el traje.

“Estás guapísimo”.

“Eso es porque el traje que has elegido para mí es el adecuado”. Le guiñó el ojo derecho y se sonrieron.

“Mi padre está ya preparado y me ha dicho que irá yendo, así que nos vemos allí con él”. Informó Kate yendo al baño a maquillarse. “Alyson está con Alexis y se quedan a dormir en casa de Ellie”.

“Bien, entonces cuando volvamos tenemos la casa para nosotros solos. ¿Qué te parece un rico baño los tres juntos?”. Preguntó acercándose a ella por detrás con cariño y abrazándola colocando las manos sobre su barriga.

“Rick, me acabas de mover y casi me pinto medio ojo”. Se quejó pero sin dejar de sonreír. Él respondió poniendo cara de cachorrito y dándole un suave beso en el cuello. Kate negó con la cabeza y siguió maquillándose con él abrazado a ella. “Creo que el bebé y yo agradeceremos ese baño. Sobre todo si me haces un buen masaje en las piernas”. Pidió alzando una ceja con una pequeña sonrisa.

“Baño y masaje adjudicados”. Besó nuevamente su cuello suavemente y se separó de ella para que pudiera terminar.

La pareja llegó agarrada del brazo al local que habían elegido para celebrar la presentación del libro y una ráfaga de flashes se lanzó sobre ellos intentando inmortalizar el momento en el que el famoso escritor entraba del brazo de su embarazada esposa, la hija de la abogada Johanna Beckett que había sido injusta y brutalmente asesinada por un pez gordo de la política de Nueva York.

Tras una pequeña presentación sobre el libro, Richard Castle se subió al atril para hablar sobre cómo él había vivido aquella historia desde que conoció a Kate Beckett. Evidentemente no lo contó todo, sino habría descubierto el libro entero, pero sí sirvió para que el público entendiera un poco la importancia de aquella historia.

Después, la propia Beckett se subió a agradecer a todas las personas que la habían ayudado y soportado durante el caso de su madre, y a su padre y a Rick en especial por haberla apoyado siempre y haber sido su gran pilar.

Tras unos canapés y alguna que otra copa, Rick y Kate se despidieron de los allí presentes alegando que estaban bastante cansados después del trabajo y que necesitaban irse a casa a descansar.

Todo había salido a pedir de boca y como se habían prometido, se tomaron un buen baño relajante, Castle le dio un largo masaje a Beckett en los pies y en las piernas y se fueron a dormir con una enorme sonrisa.

Sus últimos días en la comisaría los pasó mucho más tranquila en cuanto a trabajo. Pero tuvo que rellenar bastante papeleo para su baja y dejar todo preparado para los meses que fuera a estar sin trabajar.

El último día, para su sorpresa, al acabar el turno, varios compañeros se reunieron alrededor de su mesa y le orecieron varios regalos: ropas para el bebé, biberones, chupetes, algún trajecito con el escudo de la NYPD y un par de trajes imitando los chalecos antibala de la policía uno con la inscripción de Police y otro con Writer.

Aquello emocionó a una sensible Beckett, después les agradeció a todos el detalle y brindaron por ella y su bebé, y cuando se iba a ir a casa, escuchó los primeros acordes de una canción que reconoció al instante: su canción y la de Castle, la que sonó el día de su boda. Se mordió el labio girándose para buscar de dónde provenía aquella canción y sonrió con emoción al ver a Rick con un enorme oso de peluche y en la mano su teléfono móvil con aquella canción.

Él se acercó a ella sonriente, le tendió el oso de peluche que ella cogió y apretó entre sus brazos abrazándolo sonriente. Castle la abrazó con ternura con el oso entre los dos y besó su pelo cariñosamente. Toda la comisaría estalló en un sonoro aplauso mientras la pareja seguía abrazada.

“¿Y esto?”. Susurró Beckett a su marido aún abrazada a él y con una enorme sonrisa que no podía borrar de su rostro.

“Una pequeña sorpresa”. Confesó besándole la mejilla. “Me dijeron que querían darte algún regalo y se me ocurrió terminar de completar la sorpresa”. Le guiñó el ojo y se giró hacia los demás para ofrecerles unos vasos de plástico.

“Gracias”. Dijo ella algo sonrojada por todas las miradas puestas en ella.

Tomaron algo con ellos allí mismo. Incluso Gates salió para desearles que todo fuera muy bien y les pidió que se pasaran por allí de vez en cuando e incluso cuando tuvieran a su bebé.

Tras las despedida, Kate y Rick se fueron a casa agarrados de la mano, donde disfrutaron de una agradable cena con su familia: Martha, Jim, Alexis, Ellie y Alyson.


¿Cómo lo vis?

Ohhh es preciosoo a ver cuando tendra el bebe. Espero que sea niño

Holaaaa siento no haber comentado antes porq no tenia perfil, pero tu me has animado ha hacermelo . Tu historia es genial disfruta de las vacaciones y sigue pronto !!!!

Que ganas de q nazca el bebe!!. Me ha encantado

precioso, me encanta y es super romántico y eso, me encanta sigue

caskettlover24 escribió:Holaaaa siento no haber comentado antes porq no tenia perfil, pero tu me has animado ha hacermelo . Tu historia es genial disfruta de las vacaciones y sigue pronto !!!!

¡Wow! Me alegro de haber conseguido que te animaras a crearte un perfil!
Gracias por leer mi historia y por comentarla!

¡Buenas tardes!
Gracias a todos por comentar y seguir leyendo esta pequeña historia incluso en verano!
Vengo con un nuevo capítulo!


Central Park estaba precioso a esas horas de la mañana. Kate y Rick paseaban agarrados de la cintura después de haber dejado a Alyson en el colegio. Era su rutina de todas las mañanas desde que Kate se había cogido la baja hacía un par de meses. Después, iban a un café a tomar algo los dos juntos y volvían a casa a descansar un rato antes de ir a visitar a sus compañeros de la comisaría, a Lannie, a Jim o a Martha, dependiendo del día. Y por la tarde, después de comer, organizaban el cuarto del bebé, volvían a salir a pasear o descansaban juntos en casa dedicándose todos los mimos del mundo.

“Esta tarde vienen Alexis y Ellie y se quedarán en casa hasta que vuelvan a la universidad”. Dijo el escritor, contento de volver a tener a su hija en casa.

“Sí, qué bien que hayan podido cambiar el viaje que tenían para este verano y así puedan asistir a la boda de Lannie”. Dijo ella con una pequeña sonrisa dejando reposar la cabeza sobre el hombro de su marido.

“Por cierto, ¿serás tú su madrina de boda?”. Preguntó sonriente.

“Uhum”. Asintió ella sonriendo también. “Me lo pidió ayer cuando fuimos a verla”.

“Me lo imaginé cuando me dijo que subiera a hablar con Espo para darle consejos para la boda”. Rió el escritor al recordar el momento en el que la forense utilizó aquello como excusa para quedarse a solas con Beckett.

“Espero que no le aconsejaras que se casara dos veces antes de elegir a la correcta”. Bromeó ella dándole un suave beso en los labios.

“Muy graciosilla, inspectora”. Dijo él atrayéndola más a su cuerpo y besando su cabeza. “¿Estás muy cansada?”. Preguntó mientras se sentaban en un banco.

“Un poco”. Dijo acariciándose la tripa suavemente. “Pero me gustaría que me llevaras a un sitio antes de que vaya Lannie a casa para probarse el vestido de novia”.

“¿Dónde?”. Preguntó él con curiosidad.

“A ver a mi madre”. Respondió ella mordiéndose el labio. “Quiero presentarle a este pequeñín antes de que nazca”. Se miró el vientre.

Rick sonrió acariciando su tripa suavemente. “Entonces, ¿por qué no me esperas aquí que acerco el coche a esa esquina y así no tienes que volver andando?”.

“Mejor”. Sonrió ella agradecida besando sus labios cuando él se levantó y se inclinó sobre ella para recibir el beso.

“Ahora vuelvo”. Le sonrió y caminó ligero hacia el coche para pasar a recogerla.

Beckett esperó sentada en aquel banco, sumida en sus pensamientos, pero con una pequeña sonrisa. De repente, una pequeña pelota de plástico rebotó en su pierna. Se agachó como pudo a cogerla y se volvió a incorporar con cuidado con ella en la mano. Buscó a algún niño del que pudiera provenir aquel juguete y sonrió cuando se encontró a una niña pequeña que acababa de aprender a andar acercándose a ella para recuperar su pelota.

“¿Es tuya cariño?”. Preguntó con ternura.

La pequeña alargó los brazos para que le diera la pelota y ella se la puso entre sus manos para que la cogiera correctamente. La madre se acercó a ellas corriendo.

“Perdona. Desde que ha aprendido a andar, le ha dado por investigar cualquier rincón y tengo que andar con 2000 ojos si no quiero perderla”. Sonrió cogiendo a la niña en brazos. “Dale las gracias a esta chica, Miley”.

“No te preocupes”. Dijo la inspectora sonriente. La niña se rió entre los brazos de su madre volviendo a tirar la pelota al suelo. Esta vez, la madre fue más rápida y la cogió al primer bote. “Adiós Miley”. Le saludó con la mano cuando la madre y la hija se alejaron poco a poco de ella.

Beckett se apoyó en el banco para ponerse en pie y caminó hacia la esquina donde Castle le había dicho que la recogería. Así él no tendría que esperarla. Justo cuando estaba llegando, él paraba el coche para recogerla. Se montó y fueron hasta el cementerio.

Allí, Kate se tomó unos segundos para mirar hacia el horizonte y respirar hondo un par de veces antes de bajarse. Era su ritual cada vez que iba allí. Rick, cuando vio que ya estaba dispuesta a salir del coche, le tendió un pequeño ramo de flores frescas que había comprado para llevar a la tumba de su madre.

“Gracias”. Sonrió ella verdaderamente agradecida y se bajaron los dos del coche, caminando de la mano hacia la tumba de Johanna Beckett. “Hola mami…”. Susurró Kate mordiéndose el labio mientras se agachaba lo justo para dejar las flores y acariciar el nombre de su madre en la lápida. “Te traemos unas flores y queremos presentarte a nuestro bebé. Aunque todavía no ha nacido, pero ya queda poquito. Volveremos con él o con ella. No hemos querido saber su sexo”. Sintió a Rick abrazándola por detrás y colocando las manos sobre su vientre y sonrió. “Vosotros tampoco quisisteis hacerlo conmigo y aunque papá estaba convencido de que yo sería un niño, tú siempre te mantuviste terca y supiste que yo iba a ser una niña” Sonrió con nostalgia y agarró las manos de Rick sobre su barriga. “A nosotros nos pasa algo parecido. Rick dice que va a ser una niña, pero yo creo que va a ser un precioso niño”.

Castle besó su cuello suavemente y empezó a dejar pequeñas caricias sobre su tripa. “Va a ser niña”. Susurró sobre su oído y ella rió suavemente.

“Cabezota…” Giró la cabeza para besar sus labios y volvió a girarse para mirar la lápida. “Sea lo que sea, lo que de verdad nos importa es que esté sano y sea feliz”. Sonrió al sentir como el bebé se movía suavemente. “Volveremos cuando nazca”. Prometió secándose una lágrima que se le había escapado. Rick la estrechó entre sus brazos tiernamente. “Te quiero mucho, mamá. Y daría lo que fuera porque estuvieras conmigo para ver crecer al bebé. Sé que os habríais adorado”. Suspiró mordiéndose el labio y se giró entre los brazos de Castle para apoyar la frente sobre su hombro y descansar un poco en silencio frente a la tumba de su madre antes de irse.



Por cierto, se acerca la boda de Lannie y Espósito. Será breve, pero no podía dejar ese momento sin cubrirlo!

Ohh precioso continua prontoo

Ooooh que bonito , Castle y Beckett juntis otra vez cisitando la tumba de la madre de Beckett y que monos discutiendo sobre el sexo del bebe. Son adorables. AMO TU FIC.

P.D Cuando se termine escribirás otros?