Mr. Brightside (Terminado)

que chuladaaa sigueloo prontooo eeh!!!!

Capitulo 11

(A tener en cuenta: este capitulo comienza dos meses después del anterior)


- Para ya – Castle sonrió cuando ella, sin levantar la vista de los informes, le regañaba.
- ¿De qué?
- De mirarme fijamente, me pones nerviosa.
- Pero…¿En el buen sentido? – Alzó las cejas divertido.
- Estás muy subidito para haberte pillado en mi cocina en calzoncillos bailando Lady Gaga – Dejó lo que estaba haciendo y le miró con cierta malicia.
- Te hice el desayuno, deberías ser más agradecida, y me hubiera puesto algo más si no te hubieras paseado con mi camisa y el pelo revuelto... – Dejó volar su imaginación al recordarla de esa manera.

La detective le dio un golpe en el hombro para que se centrara:

- Lo que quiero decir es que la culpa es toda tuya – Suspiró – Por cierto, me he fijado en un pequeño detalle, comes como una cría de dinosaurio.
- Eso no es verdad.
- Créeme, no me extraña que tu nevera parezca un desierto después de una bomba nuclear.

Ella no contestó se limitó a volver a los informes y a guardar una sonrisa para después:

- Richard Castle

Un hombre joven y trajeado se acercaba a ellos abrazando al aire. El escritor al escuchar su nombre se giró, igual que la detective:

- Zack Simons – Alzó la voz para saludarle pero no se movió – Capullo engreído – Eso lo murmuró para si mismo.

Cuando se fundieron en un abrazo, la detective se levantó:

- Te veo genial – Aquel hombre le pasaba el brazo por el hombro y miraba a Beckett de arriba a bajo.
- Tu si que estás bien – Le golpeó el hombro para que dejara de mirarla así.
- Debes ser la detective Beckett.
- Kate Beckett.
- Yo soy… - Aquella mirada intensa al escritor no le gustó nada y le interrumpió.
- Creo que nunca te he hablado de Zack – Se soltó del hombro que le aferraba – Era el representante de Meredith – Se giró hacía él y sonrió como si se guardara un puñetazo – Quiero decir, el representante con el que Meredith me engañó y con el cual se fugó, después de mandarme los papeles del divorcio por correo.
- ¿Todavía estás enfadado por eso? Fue hace demasiado – Le volvió a dar un golpe de colega en la espalda – Además por lo que me contaron te volviste a casar y te volviste a divorciar, en el fondo te hice un favor – Castle tensó la mandíbula y se encuadro, y Beckett reconoció esos gestos previos a una pelea.

Por eso se colocó delante de él, de una manera discreta, aunque Castle no vio que lo hacía para protegerle, no por que pensara que el tal Zack podría ganarle, sino por que no merecía la pena. Y el escritor interpretó mal el gesto, entendiendo que ella mostraba cierto interés por lo que había llevado a aquel cretino hasta la comisaría:

- Estoy aquí por el asesinato de Kim Dean – Beckett alzó una ceja y Castle se sentó en sus silla como si todo lo que Zack pudiera contar no le interesara lo más mínimo.
- Según tengo entendido se suicidó – El represéntate se plancho la corbata con la mano y se la ajustó.
- Sé lo que dice la prensa y también sé que es mentira.
- No es lo que dice la prensa, es lo que dijo el forense – Cruzó los brazos sobre el pecho - ¿Qué le hace pensar que no es así?
- Que yo sé de sobra que no se suicidaría.
- También te la tirabas – Interrumpió Castle y Beckett le miró para reprocharle que fuera tan poco gentil.
- ¿Qué? Eso es muy de su estilo.
- La relación que mantuviera con ella es cosa mía, lo que está claro es que no se suicidó.
- ¿Por qué no habla con los detectives que llevaron el caso?
- Porque cuando me enteré de que Richard se había basado en una de las mejores detectives de homicidios para inspirarse recordé que siempre había tenido muy buen gusto.

Aquel hombre de pelo rubio cortado a cepillo, y sonrisa brillante, empezó a enumerar cientos de pruebas que pensaba que los agentes habían pasado de largo, y sacó de su portafolios un montón de papeles para fortalecer sus ideas, cosa que a Castle le repateó y cuando tuvo la oportunidad se largó a la sala de espera.

Su humor no mejoró después de casi 30 minutos, cuando Esposito entró en la sala:

- ¿Piensas prepararte un café usando el poder de tu mente?

Castle estaba enfrente de la maquina, apoyado en la mesa, viendo por las ventanas a Zack y a Beckett escampar papeles sobre el escritorio de ella y centrarse en unas fotos:

- ¿Es colega tuyo?
- Es mi peor pesadilla – Se aclaró la garganta e intentó mostrarse menos molesto – Después de mis ex's, mi madre, mi representante, etc.
- He oído que era el representante de la actriz Kim Dean – Castle asintió.
- Si se supone que el caso está cerrado y todos tienen claro que fue suicidio no entiendo porque está tan interesada – Esposito sonrió al verle mirar por enésima vez por la ventana.
- Beckett nunca pensó que fuera suicidio, pero no era su caso.
- Qué se lo cuente a los detectives del caso.
- Kate era gran admiradora del trabajo de Kim – Castle le miró sin tener ni idea – Se habrá visto sus pelis doscientas veces.
- No tenía ni idea.
- Le sentó un poco mal.

Cuando ella volvió de acompañar al representante al ascensor dejó que la cara de mala leche de él le afectase:

- ¿Estás enfadado?
- ¿Por qué debería de estarlo? – Pero no la miró.
- Hace menos de una hora me estabas desnudando con la mirada y ahora te enfadas, deberías de dejar que te medicaran para la menopausia – Se sentó en su sitio.
- No me puedo creer que seas tan ingenua – La detective le miró como si estuviera a punto de traspasar una línea imaginaria que haría que la conversación se terminase – Viene un tío, te cuenta la historia de que eres la mejor detective y tu pierdes el culo.
- Esta conversación está a punto de terminar.
- ¿Le vas a ayudar? – Se levantó visiblemente molesto.
- Si – Ella también sabía ser desafiante.
- Bien – Cogió su chaqueta y se fue, y si hubiera habido alguna puerta en su camino la hubiera cerrado de un portazo.

De vuelta a casa, dentro del taxi, seguía enfurruñado, y aunque se sentía como un crío no podía dejar de pensar que ella le estaba traicionando de alguna manera.

No se podía quitar el recuerdo de ella acariciando la cicatriz de su frente como si aquella herida cerrada significara algo mucho más profundo y tierno para ella.

Se habían estado viendo regularmente, y les había estado funcionando bien. Se sentía cerca de ella, casi como una pareja normal, aunque no le habían puesto ninguna etiqueta. Y ahora volvía a casa enfadado con ella, pero también consigo mismo, por ser consciente de que quizás estaba sacando las cosas de quicio.


Ella estuvo leyendo un libro en la cornisa de la ventana, hacía buen tiempo y aquello le relajaba. Aunque seguía tensa porque Castle se hubiera comportado como un cretino, al fin y al cabo ella solo quería ayudar. Y aunque Zack no tenía toda su confianza, las pruebas que había aportado dejaban ver otro camino que quizás no había investigado bien.

Lo difícil iba a venir después, a la hora de pedirle al capitán que le dejara abrir un caso cerrado, y probablemente volver a traer al forense a la actriz.

Se frotó la frente pensativa y cogió su móvil dispuesta a llamarle, a preguntarle si quería venir y tomar un copa de vino, y charlar comos si fueran adultos.

que no pase nada!!!!!..arreglalo!!!



mola mucho este fic

increíble


capitulo



me encanta

gracias por otro capi

Genial capítulo, ya extrañaba esta historia!

Que lo llame!! y que lo arreglen!!
Me encanta esta historia, la hechaba de menos!!
Muchas gracias por otro capítulo de esta fantástica historia!!

COMO EXTRAÑABA TU FICSSSSSSSSSSS
QUIERO MASSSSSSSSSSSSSSS Y QUE SE ARREGLEN!!!!!!!!!!!!!!!!!
GRACIAS

A ver si lo arreglan pronto!!

Quitaron el precinto de la policía de la puerta del piso de la victima, y sacaron las llaves para abrir la puerta:

- Tengo un colega que me subirá las cajas del caso a la sala de reuniones – Esposito entraba primero.
- ¿Y Castle? – Ryan encendió la luz.
- Espero que no este haciendo meritos para que le meta un tiro – Murmuró y Ryan supo que no debía de seguir con el tema.
- ¿Ese tal Zack es el que ha conseguido las llaves del piso?
- Si, así que más vale que encontremos algo.
- Bueno, de momento solo el capitán sabe que estamos aquí, si no encontramos nada, nos vamos por donde hemos venido.

Se adentraron en el comedor, todo estaba recogido e impecable:

- Espero que te hayas leído el informe y puedas hacernos un resumen para saber que estamos buscando – Esposito se quedó parado mirando al infinito.
- A Kim Dean de 33 años la encontraron tumbada en la cama, había tomado una sobredosis de pastillas y llevaba una bolsa en la cabeza.
- ¿Las pastillas eran suyas?
- Si, la mayoría relajantes musculares, tranquilizantes y demás.
- ¿Huellas en la bolsa? – Pensó rápido Ryan mientras se dividían por gestos las zonas.
- Solo las de la víctima.
- ¿Algo extraño? – Volvió a preguntar.
- Talbot, el otro forense, dijo que las muestras toxicológicas que le hicieron revelaban que había un pinchazo en el brazo. Pero ni rastro de la aguja o del frasco.
- ¿Cómo lo explicaron?
- Dijeron que intentó suicidarse en otro sitio y que volvió aquí a rematar el trabajo – Beckett miraba por los cajones de la habitación.
- Vamos, ¿Qué se drogó, se preparó las pastillas y la bolsa, y se volvió a drogar? Eso si que son ganas de suicidarse. Menuda historia con lagunas.
- ¿Antecedentes de consumo de sustancias? – Ryan asomó la cabeza desde la cocina.
- Estuvo en rehabilitación hace un año y medio, quería quedarse embarazada.
- ¿No estaba rodando “muerte sangrienta”?
- Si, el rodaje se paró – Beckett se aclaró la garganta.
- ¿Deberíamos de buscar en la caravana?
- La desmantelaron y tiraron todo.
- Genial, hay gente que es realmente eficiente.

Ryan miraba dentro de la despensa, pero le costaba llegar al estante superior, buscó un taburete y se alzó, pero casi perdió el equilibrio y al apoyarse en la balda esta se desprendió montando un poco de revuelo y haciendo que el detective casi cayera:

- Menudo detective – Dijo Esposito acercándose para que su compañero no perdiera el equilibrio del todo – Te ayudo a bajar.
- Espera – Vio unas marcas en el fondo de la estantería – Dame algo para hacer palanca.

Esposito le miró como si le pidiera un telescopio, Beckett se acercó a varios cajones hasta que dio con el de los cubiertos y le dio un cuchillo de punta redonda. Ambos detectives observaban desde bajo, como Ryan hacía malabarismos para hacer palanca y abrir el fondo.

Cuando por fin lo consiguió soltó una risa de victoria y se agarró al brazo de Esposito para bajar, portando en la mano un diario rojo. Miró con superioridad a Esposito mientras Beckett le daba una palmada en la espalda:

- Mira la ultima pagina – Dijo ella.
- 20 de Mayo.
- 3 días antes de morir.
- “Zack insiste en que me tome unos días de descanso, debería de saber que eso es imposible” – Bla bla bla – Espera, escucha esto “tengo ganas de tenerle en mis brazos y acunarlo, no puedo creer que Zack haya sido tan comprensivo después de todo”.
- Estaba embarazada.
- En su autopsia no dice nada de eso.

Zack Simons había insistido mucho en que le llamaran sin tenía alguna novedad, incluso le dio a Beckett su numero personal, pero no estaba dispuesta a abrir el pastel antes de tiempo.


Una semana más tarde estaba haciendo el papeleo para poder la exhumación del cadáver, y cumplimentar el papeleo para hacerse oficialmente cargo del caso.

Castle estaba sentado a su lado sin decir una palabra, leyendo por enésima vez el diario rojo de la actriz:

- Detective – Zack se acercó hasta ella algo desesperado – ¿Se hará cargo del caso?
- Si, hemos encontrado algunas contradicciones y estamos en ello.
- Esa es una buena noticia – Sonrió.
- Pero no puedo contarle nada, sobre todo si volvemos a abrir la investigación.
- Lo comprendo, y espero que lo que aporté le sirva de ayuda – Castle intentaba distraerse leyendo para mantener la boca cerrada.
- Si, gracias – Él le soltó su sonrisa brillante y Castle ya no se pudo callar más.
- Si no recuerdo mal tenías algunas preguntas que hacerle al señor Simons.

Beckett le miró apretando los labios, llevaba toda la semana soltando tonteríaas, lanzando indirectas y no tan indirectas, poniendo en duda su sistema de trabajo y dándole a entender lo poco que le interesaba el caso, ya que estaba convencido de que Zack mentía:

- Si, verá – Sonrió para que Simons se relajara – Necesitaría hacerle algunas preguntas respecto a la víctima.
- Claro.
- Si pudiera acompañarme a la sala – Simons asintió y se encaminó delante.

Justo cuando Castle iba detrás de ellos, Beckett le pidió a Simons que la esperara dentro:

- ¿Dónde vas? – Él hizo un gesto señalando la sala – Mira Richard estás empezando a cansarme.
- Oh vamos, solo porque “don sonrisas” – Exageró el gesto – No me caiga bien no quiere decir que no pueda ser profesional.
- No es que no te caiga bien, es que me estás cuestionando.
- Se pasa por aquí todos los días esperando que le digas algo, estoy seguro que si tuviera tu teléfono te acosaría, si Kim no se suicidó seguro que la mató él, pero de agotamiento – Intentó zafarse de ella y entrar pero Beckett le paró los pies.
- ¿Qué es lo que te molesta de todo esto? ¿Qué este preocupado? ¿Qué quiera saber la verdad? ¿O que se paseé por aquí?
- No me molestaría que se paseara por aquí – Bajo el tono forzándose, apretando los dientes – Si cada vez que lo hace no apareciera con flores o alguna tontería semejante.
- Eso a ocurrido una vez.
- No sabía que ahora también brindabais servicio directo de atención al cliente.
- Vete a casa – Fue tajante, tanto que él se dio cuenta de que había metido la pata – Vete a casa, ahora mismo.
- Kate… - Su tono cambió.
- Creo que te lo dejé bastante claro, y no quiero volver a discutir por lo mismo, así que vete – Castle fue a protestar – Que te vayas de una maldita vez – Obviamente si que había llegado a ofenderla.

Hay que regalarle un libro a Castle donde enseñen a no hacer tan evidentes los celos.
Me encanta esta historiaaaa!

divino capitulo

esta interesante

continua


pronto

Este hombre no va a aprender nunca!! Sígue pronto!

ooh dios sigueee!!!!...arreglaloo

Cuando cruzó las puertas metálicas de la zona forense, estás se quedaron bailando tras de ella y cuando alzó la vista, le vio. Castle tenía una piruleta en la boca y estaba sentado en una de las camillas reservadas para los cuerpos, le colgaban los pies y entretenía a Lanie mientras esta preparaba todo lo correspondiente a una nueva autopsia, y parecía que lo hacía bien porque ambos tenían una sonrisa en los labios.

La detective fue directa a la caja de guantes para ponerse un par, y Castle bajó de un salto y se le acercó por detrás, pero se mantuvo a una distancia prudencial para que ella no le tirara al suelo con una llave o algo peor.
Lanie se quedó parada un instante antes de atreverse a hablar:

- Os voy a dar un par de minutos mientras voy a ponerme el uniforme – Castle la miró entornando los ojos, obviamente lo llevaba puesto.

Aun así se marchó escribiendo algo en la libreta:

- Eres un capullo – Se giró y se cruzó de brazos mirándole.
- Ese es un punto de vista muy poco objetivo – Ella estuvo a punto de llamarle capullo otra vez – Tienes razón.
- He tenido un día movidito, y casi me pego con media comisaría por querer reabrir un caso ya archivado, no te haces idea de cuantos favores he tenido que pedir.
- Lo sé – Ella se quedó callada mirándole – He estado hablando con Zack y moviendo cielo y tierra para que la familia te diera la autorización y pidieran una nueva autopsia.
- ¿Sabes lo que pasará si Lanie no encuentra nada? – Su tono de voz ya no era enfadado – Si Esposito o Ryan no encuentran algo más en el piso será mejor que pida el traslado.
- Sé que tienes razón, me dejé llevar por los sentimientos en lugar de centrarme en la historia – Castle se veía tierno bajando la mirada.
- Ya te expliqué como iban a funcionar las cosas entre nosotros en el trabajo – Se acercó un par de pasos y su tono de voz se volvió dulce.
- Sé que llegamos a un acuerdo – Sacudió la cabeza – Me he dejado llevar.

Para llegar a esa conclusión recurrió a una copa y a la sabiduría infinita de su madre, pero eso no pensaba decirlo.
Se acercó al cadáver, había estado informándose acerca de la victima, de sus ansias de mejorar:

- ¿Queda descartado por completo el suicidio?
- Espero que Lanie pueda darnos una respuesta.
- ¿Crees en eso? – Tomó aire y puso voz transcendental – El suicidio.

Ella se tomó un instante, y también se acercó a la victima. Tenía el gesto relajado y las facciones suaves:

- Creo que si una persona sufre mucho dolor físico o espiritual y ha agotado todas sus opciones, yo no la juzgaría – No pudo evitar mirarla con cierta comprensión – Rezaría para que encuentre la paz que la vida no le dio.

Ambos tomaron aire, la situación se había vuelto incomoda entre los dos y eso les había afectado:

- Pero no creo que sea el caso, tenía muchas ganas de ser madre. Hablamos con su hermana y prácticamente ese era todo su mundo, no creo que acabara con su vida si estaba embarazada.

Lanie cruzó la puerta, pero antes asomó la cabeza y Beckett le hizo un gesto con la cabeza para que entrara.

Bueno, por lo menos se arreglaron...
Como me gusta esta historia!
Espero la continuación pronto =)

genial capitulo


gracias por otro capitulo

me gustaaaaaa...sigueloooo

Al final mejoraron un poco la cosa entre ellos

Cuando cruzó la puerta notó que algo no iba bien, se tomó un segundo para respirar, y acarició con los dedos la culata de su pistola. Algo era distinto, pero no estaba segura de que. Caminó a oscuras y sin hacer ruido por el piso hasta que llegó al salón.
Allí estaba él, totalmente frito en su sillón, con la luz débil de su lamparilla para leer. Vestía elegante, y solo tuvo que asomarse a la cocina para ver el champán ahogado en el agua en una cubitera. Sonrió y se quitó la chaqueta con cuidado, dejando el arma donde solía hacerlo.

Después se acercó a él, le observó un instante antes de pasar las yemas de sus dedos por sus cejas y su mejilla:

- Rick – Murmuró siguiendo la caricia por su sien y por la cicatriz de su frente.

Castle se revolvió cómodo, pero disfrutó de la caricia, y ella continuó por su mandíbula.

Había tenido un día largo y agotador, y él la había llamado dándole una excusa bastante floja para no tomar algo con ella a medio día. Estaba envuelto en la promoción de una colaboración y habían tenido poco tiempo para verse. Pero ahora todo tenía sentido.

Cuando abrió los ojos y sus miradas se clavaron fue fácil sonreír, y sonreír todavía más con la sonrisa de ella:

- He sobornado a Bill para que me dejara entrar.
- ¿El portero? – Él asintió como un crío – Que osado.
- Resulta ser un gran fan de Derrick Storm – Ella se mostró sorprendida y sonriente.
- Tenía buena pinta – Señaló con la cabeza la cocina.
- Y el champán era del caro – Ella levantó una ceja alagada – Sé que has tenido un día largo interrogando a todos los de la película, y que has estado entre mucho papeleo. Quería que te relajaras – Volvió a acariciarle la mandíbula.
- Estoy agotada, voy a caer rendida en la cama – Se apartó el pelo de la frente y Castle vio el cansancio en sus ojos.
- Será mejor que me vaya, para que descanses - Se incorporó y ella se apartó un poco.
- Quédate – Susurró en un suspiro cuando él se encaminaba hacía la puerta y se paró sonriente.



Frente a la pizarra blanca jugaba con el rotulador entre sus dedos, con la mirada fija en las fotos:

- Dave Acron 30 años, directo de la peli, mujer y tres hijos – Esposito estaba tras ella leyendo de la carpeta y pasándole la foto del sospechoso.
- Andrew O’Hara, 25 años, actor principal – Siguió Ryan.
- Sean Babcock, 20 años, actor secundario – Castle hizo lo propio.

Ella se volvió y los miró inmersos en las carpetas con los datos de los sospechosos. Zack Simons ya estaba apuntado en la pizarra y Castle le había dibujado una perilla y cuernos de diablo:

- Llámales y que vengan de nuevo – Ryan asintió.
- Vuelve a repetirme la nueva autopsia – Pidió Castle.
- Estaba embarazada de 20 semanas, es muy probable que el pinchazo se deba a un relajante muscular, después ingirió alcohol y pastillas.
- Eso es una hipótesis – Dijo Beckett – Sabéis de sobra que Lanie no apoya esa teoría.
- Pero es la más plausible – Castle habló como si le hubiera tirado de un soplido su castillo de naipes.
- Esta bien, de momento aceptamos barco como animal acuático – Castle sonrió triunfante y Esposito con él.
- Hace 20 semanas Zack Simons estaba en Europa con otra de sus actrices – Esposito leyó el informe.
- Las pruebas de ADN dicen que el bebe no era suyo.
- Bueno, entonces prueba de ADN para todos y asunto solucionado – Castle sonrió.
- Si fuera tan fácil ya estaría en mi casa tomando un baño, pero sin una causa probable no se puede ir pidiendo pruebas de ADN por ahí.
- Pues esperamos a que beban de un vaso, o fumen o algo y….TACHAN.
- Creo que has visto demasiado CSI – Esposito se rió.
- Si yo escribiera esta escena ahora te meterían un tiro. Así, gratuitamente – Entornó los ojos para mirar con odio al detective, y este se rió.



HOLAAAAA

increíble capitulo


gracias por otro capi

Vaya sorpresa! se echaba de menos un capi nuevo! genial!

molaaaaa

Holaaaa nuevamente jajaja
Gran capitulo =) me encantooo

me ha encantado el capii!!!
siguelo pronto!! =D